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nuevos y casi siempre ocasionales. No obstante, creación literaria y a la muerte; en otras ocasio-
para desempeñar tan arduo quehacer, el poeta, nes, el presente es un vehículo para recordar y
ese médium entre lo humano y lo divino, recurre lograr así hacer nuevamente presente el pasado.
a una labor intertextual que va más allá de los Además encontramos el tratamiento cíclico, con
textos a los que remite el texto, ya que, además, reminiscencias de la cultura griega y el universos
consigue crear una intertextualidad con diferen- de Borges, al traer a colación la repetición de lo
tes periodos literarios, con diferentes filosofías, metavivido, ya sea mediante dicotomías niño /
con diferentes concepciones del tiempo sobre el adulto, ya sea mediante el circuito rotativo de la
tiempo, con diferentes estilos de escritura y un memoria y de la historia en definitiva.
trasfondo en el que se puede observar una resu-
rrección muy personal de diferentes épocas lite-
Además de todo lo mencionado, hallamos
rarias y autores2, pero como una fuente de vida
motivos y temas, que se encuentran con el lector
inextinta y reinterpretada, al ser presentizada en
y su vida, a través del texto, por ejemplo: la vida,
clave Marzal. Por ello, el poemario -y el poema
la muerte, el futuro, el amor, la memoria, el olvi-
en sí, si se prefiere- se convierte en un universo
do, la caducidad de la lógica, lo inexplorado y el
de convergencias, en el que, entre otros muchos
mundo en toda su extensión en definitiva. Así,
puntos, encontramos en plena simbiosis y ós-
Ánima mía se metamorfosea en un poemario
mosis los siguientes: un arte conceptual que
que va más allá de la propia poesía. Se trata casi
remite, por los juegos de palabras, a la tradición,
de un tratado en el que con una escritura, más
más concretamente, a Gracián y a Quevedo; un
propia de dioses que de humanos, el poeta da y
riqueza léxica que va y oscila desde los latinis-
rinde cuentas de su relación con el mundo desde
mos y la etimología hasta el léxico médico que
múltiples perspectivas. Para llevar a buen puerto
remite a la más cercana y cruel enseñanza del
tan personal empresa, es menester un juego de
dolor, por ejemplo, en títulos de poemas, como
apelación al receptor y el desdoblamiento del yo
“Apneas”3; también hallamos la deconstrucción
poético que, de algún modo, hace partícipe al
tratada como proceso de la construcción del yo
receptor. A pesar de lo reseñado, también cobra
con extensión al tú, junto a la creación literaria
fuerza y un vigor que vislumbra más allá de los
como una filosofía de vida más, o, si se quiere, el
límites y lo trazado la dualidad de la existencia
concepto de la otredad; de la misma manera,
del poeta, ya que dará como resultado la suma
asistimos a diferentes interpretaciones del con-
del tú más el yo, que es igual al nosotros, un no-
cepto tiempo, además de la disposición isotópi-
sotros que comparte y construye el mundo, un
ca formal del mismo, ya que ,a veces, el presente
universo de convergencias, como se dijo ante-
queda definido como un albergue de la memo-
riormente, que se materializa en el poema. Por
ria y, por tanto, del pasado; otras veces, en cam-
consiguiente, ese nuevo mundo y universo de
bio, el tiempo es contemplado como una fuerza
encuentro múltiple (los conceptos por los juegos
que arroja al poeta, al estar fluyendo en él, a la
sintácticos, el lector, el propio poeta con su yo
desconocido que va dando forma a su mundo y
2
al mundo), el texto poético, se convierte en un
-. El concepto de la creación literaria en Machado, co- lugar, con existencia física en el poema y metafí-
mo un estado de situación entre la vigilia y el sueño,
encuentra aquí una nueva reinterpretación:
sica en el infinito o en el cero, en ninguna parte y
No importa que ahora sueñe en la totalidad de lo existido y por existir.
en la vigilia,
o que haya despertado
y ande muerto. (pág. 78)
En conclusión, la propia materia prima de la
3 creación literaria se convierte en motivo temáti-
-. Vid. Pág. 72
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EL CONCEPTISMO, EL TIEMPO Y LA OTREDAD
COMO ALMA DE CREACIÓN EN ÁNIMA MÍA, DE CARLOS MARZAL
co, por ejemplo, la música, la sintaxis4… No obs- Cuando ese pedernal que hay en mi mente
tante, el texto poético, más concretamente su rompe a pensar, y rompe
construcción, se convierte en un proceso de todo aquello que piensa;
sufrimiento, mientras camina por medio de la si levanta la tapa de mis sesos,
abro mi frente en dos,
metamorfosis hacia su metaencuentro con un
la disecciono,
ser más vivo y más muerto, más autoconocido y y arrojo sin piedad la amarga rosa.
más autodesconocido, porque, al desterrar, con
su posterior asilo, al yo poético a la reflexión, Cualquier poema es una cirugía.
supone una intervención quirúrgica del yo sobre Una trepanación
la totalidad del infinito y, posteriormente, la ci- de lesa intimidad,
rugía recíproca, a modo de catarsis, que el poeta
sintetiza mediante la percepción, ya sea por el por donde asoma el alma de la piedra.
orbe físico o metafísico, por ejemplo en el poe-
ma “Extracción de la piedra de la locura”5: En definitiva, se trata de una serie de poemas
ensayísticos, por el autoconocimiento y desco-
A medida que el tiempo cristaliza, nocimiento consciente mutuos, que, al igual que
que su suero,
la filosofía platónica y cristiana, precisan de la
gota a gota se cierne en nuestro fondo;
mientras su flor perversa, creación de un mundo alterno para explicar el
grano a grano, propio. En eso consiste básicamente la buena
se desgrana en las horas, literatura: en crear un mundo de sinrazón para
por su polen, explicar la razón. Por tanto, el poeta es otro
el aluvión del mundo, que me arrastra, hacedor –única palabra para decir dios de mane-
se deposita en mí. ra atea- al ser constructor de mundos.
Hoy sediento
en todo cuanto soy, en cuanto he sido,
en cuanto no sabré que hay en mi poso. 2-. El camino hacia la luz sobre la materia
oscura mediante el conceptismo.
Esa tumefacción es una piedra.
Mi piedra de moler.
Piedra de escándalo. En este ínclito poemario, encontramos un
Piedra que crece en mí y me petrifica. paradigma de textos poéticos que aparecen
hilvanados en torno a un red que los formaliza, a
Mi piedra tiene edad: saber, me refiero al arte conceptual, que, al crear
la edad que tengo. una tensión entre las palabras, siguiendo los
Es una esfera impura, en cuyo núcleo planteamientos de Gerardo Diego, convierte lo
hay circunvoluciones, ya usado en un cementerio de palabras; así, por
concéntricos anillos de sangre, consiguiente, el poema se convierte en el ele-
donde siente por mí una perla enferma.
mento transformativo donde las palabras ad-
A esta piedra angular vienen aristas, quieren un nueva vida, aunque, claro está, la
desde lo más lejano en que consisto, verdadera y auténtica vida será la que cada lec-
y lógicas expanden su locura. tor le otorgue. De este modo, en el poema “Sa-
ber de perro”6, el poeta mediante los juegos
conceptuales realizados con y sobre las palabras,
4
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 49
5 6
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 91-92. El subrayado -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 107
es nuestro.
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EL CONCEPTISMO, EL TIEMPO Y LA OTREDAD
COMO ALMA DE CREACIÓN EN ÁNIMA MÍA, DE CARLOS MARZAL
El mundo es lo que digo que es el mundo, palabras respecto al referente, aunque en otros
Aunque no acierte nunca a decir nada. textos se hable sobre el lenguaje como un ele-
mento descreador en relación a la realidad, y, de
La vida se me aleja si la nombro, este modo, por los motivos citados con anterio-
y sólo si la nombro se me alcanza.
ridad, vemos como una flor puede ser más olo-
¿No ves que estoy huyendo? Dame asilo.
rosa en el poema que en la propia realidad: “hue-
Dame en tu corazón puente de plata.9 le más en su nombre la camelia/ que la camelia
misma.”12. Esto indudablemente remite al Crea-
Si en el poema anterior hemos hablado de cionismo y a V. Huidobro por aquello de que no
arte poética, sería muy importante traer a cola- cantéis la rosa, sino que la hagáis florecer en el
ción el poema “Sintaxis”10, ya que, nuevamente, poema, puesto que el rapsoda textual tiene la
hay una referencia a la fundamentación del mo- capacidad de crear siempre a su modo la vida
dus operandi. La sintaxis, más que una disciplina que han de tener las cosas.
de estudio, aquí, en el texto, además de un mo-
do de conocer, es un arte de casar todo con to- Conocer, como otra serie de procesos vitales,
do, pero centrado en el yo y su circunstancia de siempre va a resultar descorazonador, porque,
Ortega y Gasset. Además de lo reseñado, encon- por ejemplo, en el poema “Cosas que la mar no
tramos la reciprocidad de la otredad que queda tiene”13, el poeta, y por extensión los lectores y el
albergada en el lenguaje como un espejo de la mundo en sí, hallan la verdad poética mediante
realidad: una alegoría donde las cosas no están y, de ahí,
se explica el arte de los conceptos, de la parado-
Lo que hay fuera de mí ja, el arte de habitar lo inhabitado y, en definiti-
es de mi adentro, va, el arte de conocerse por ir alumbrando lo
igual que lo interior es de mi afuera: desconocido; la invasión y contaminación de la
los iguala en su entraña este discurso. “mismidad” en la otredad. El mar se convierte en
El arduo devenir un elemento cuasiinfinito, ya que en él está al-
deviene en redes.
bergada toda la historia cifrada y descifrada de lo
He llamado sintaxis
al hondo conocer que nos descubre.11
desconocido:
9 12
-. Íbidem. -. Íbidem.
10 13
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 69. -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 83
11 14
-. Íbidem. -. Íbidem.
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17
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 19.
18
15
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 18 -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 20.
16 19
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 19 -.Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 21.
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EL CONCEPTISMO, EL TIEMPO Y LA OTREDAD
COMO ALMA DE CREACIÓN EN ÁNIMA MÍA, DE CARLOS MARZAL
un punto para redescubrir y reescribir el pasado: cambio, es todo lo desconocido, todo lo que está
“a tu custodia estoy asido al tiempo”, ya que por descubrirse y ser descubierto mediante la
cada uno recuerda a su manera, a la vez que escritura, o bien, descubrirse para ser escrito. La
contempla el futuro: escritura, para Marzal, es como el amor, es decir,
si sabes lo que vas a sentir, entonces para qué
Más hijo yo que tú, amar. La escritura del texto poético, para Marzal,
me redescubro. es algo ensayístico, porque es un vehículo estéti-
Más padre tú que yo, co y de conocimiento, pero que, para formalizar-
te me antecedes.
lo, hay que autoconocerse muy bien. De aquí
Tengo la certidumbre, por tu guía,
de aquello que no sé, pero que supe,
viene el planteamiento que presentan los poe-
de aquello que perdí, pero que hoy tengo, mas de amena y profunda divagación. Además
cuando me tienes tú, corazón índice, de lo reseñado, encontramos la formalización
para heredarme a ti, textual por medio del tratamiento expuesto en
reminiscente.20 el punto anterior de este artículo, es decir, el arte
conceptista y la gran fuerza de las redes isotópi-
cas. Se trata de un poema muy bien estructurado
tanto formalmente, como temáticamente; es
3-. La Otredad como vehículo hacia el co- pues un lugar donde todo es incertidumbre y
nocimiento y filosofía de creación. suspensivo, porque todo está por escribir.
20 23
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 21. -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 27
21 24
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 31 -. Íbidem.
22 25
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 33 -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 141.
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mío/tuyo, mediante las palabras que me he es- cante es el mismo para todos, pero el significado
crito y me las has dado tú al escribir el mundo. forma parte del ámbito personal y, por tanto, de
Además podemos apreciar nuevamente el poeta la otredad respecto al mosaico de seres huma-
como ese otro que es capaz de percibir o hacer nos que se sirven de él para comunicarse:
las veces de vínculo entre lo que los hombres
perciben y lo que forma y conforma parte del Esta preposición lo dice todo,
orbe de los dioses: porque viene de lejos y en voz alta.
Su desuso
Todo mi corazón cabe en tu mano no significa nada en este idioma
y en este corazón ya cupo el mu ndo: con que yo ajusto el mundo a mi deseo.
el mundo que no cabe en parte alguna, […]
salvo en tu mano dios, la continente. He remontado el tiempo hasta mis labios,
y mis labios la amparan con presente.
[…] […]
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EL CONCEPTISMO, EL TIEMPO Y LA OTREDAD
COMO ALMA DE CREACIÓN EN ÁNIMA MÍA, DE CARLOS MARZAL
Estoy en ti
disuelto, 34
como disuelta estás -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 102.
35
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 103. Muy revelador
tú mi linfa.
resulta para la interpretación del poema la polise-
mia que la propia palabra alberga en su alma, ya
Que reciprocidad la de estos mis néctares
que, en síntesis superlativa, conviven en ella todos
con que nos ofrecemos los puntos que vertebran el poema (la luz, la unión,
desleídos, la vinculación…). Observemos la definiciones en el
qué mutuo proceder hacia su fondo, DRAE:
para libar mejor nuestras sustancias.
[…] tea. (Del lat. taeda).
1. f. Astilla o raja de madera muy impregnada en resina,
Somos los dos, en uno, este bautismo. que, encendida, alumbra como un hacha.
2. f. coloq. borrachera ( efecto de emborracharse).
El vaso de agua pura para el otro.33
3. f. Mar. Cable, cuando se leva con él desde una lancha.
Levar por la tea.
~s maritales, o ~s nupciales.
1. f. pl. Las que antiguamente llevaban los desposados
delante de sus esposas.
31
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 109-110. 2. f. pl. bodas ( casamiento).
32 36
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 105. -.Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 103-104.
33
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 105.
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[…]
38
Tú entiendes más allá: -. Carlos Marzal: Íbidem.
39
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 95.
40
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 96
41
-. Vid. poema “Contraalba” pág. 89-90.
37 42
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 99-100. -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 90
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43 46
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 65. -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 51.
44 47
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 65- 66. -. Íbidem.
45 48
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 85. -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 59
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53
-. Íbidem.
49 54
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 77. -. Íbidem.
50 55
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 57. -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 41.
51 56
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 55. -. Íbidem.
52 57
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 49. -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 41 y 42.
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EL CONCEPTISMO, EL TIEMPO Y LA OTREDAD
COMO ALMA DE CREACIÓN EN ÁNIMA MÍA, DE CARLOS MARZAL
4-. Disposición isotópica formal y temáti- ungir con claridad cuanto rozaba,
a mayor gloria, en paz, de su belleza.
ca del tiempo.
Este sol de soslayo es el sol mío,
58 para este sol oblicuo yo me empeño
En “Último sol” , en pleno diálogo con la con toda rectitud.
tradición de la buena literatura, hay una imagi-
nería que remite a Machado. Así, el sol irradia e A este sol le requiero que me ampare.
ilumina, como el poeta, todo cuanto toca. El pre-
sente se convierte, de este modo, en un punto Te suplico que enciendas,
mi sol póstumo,
en proceso de extinción y de conocimiento al ir
explorando sobre el futuro desconocido. El poe- la vida por vivir:
ta habla del sol de la tarde, el que se va a extin- mi última vida.59
guir, como su propia vida y pide, anhela, desde
el presente irradiación de luz para la vida que En “Un percance en verano”60, el poeta afir-
queda por vivir, esto es, el fututo. Por tanto, el ma que el derecho de un niño es ser feliz, porque
presente se convierte en un punto equidistante la muerte, ese momento de la vida que late en
de todos los tiempos y convergente: es el resul- todos los momentos de la vida, esa certeza abso-
tado de un presente en pasado y es, asimismo, la luta ya va prefijada e implícita en el alma de la
fragua del futuro teniendo en cuenta las directri- semilla. De nuevo, el yo poético se sitúa entre en
ces del pasado: el juego de presentes (el pasado) y el futuro me-
diante la apelación al receptor por medio de las
Todo este sol postrero,
preguntas. También el poema queda cristalizado
este sol ulterior en que se inmola el día, en un presente inmortal, aunque los hechos
sol sin más horizonte que extinguirse; estén en duelo entre el pasado hecho presente y
todo este sol violeta moribundo el propio presente: “[…] yo buscaba/ hacer de
que agoniza de rosas y azucenas,
aquel instante mi arquetipo”.61 La fuerza del
el sol de extremaunción con que la tarde
se muere de la tarde hacia sus sombras, poema radica en la transfiguración del paisaje y
esta resaca de mi mar de luz, la construcción del momento por lo otro ausen-
que fluye, gota a gota, hacia el ocaso te. Esto otorga profundidad y ahí, puramente,
mantiene el mundo en pie, poético, queda el mar como testimonio mudo
lo cuida en ascuas,
de estricta liviandad lo ampara en vilo.
del llanto, al igual que literario. Existe un juego
conceptista entre el título y el poema:
Este sol desangra su entereza,
este sol cardinal superviviente, ¿Cuántos podrán saber que hubo un verano?
es la esencia del sol, ¿Cuántos sabrán contar que hubo un percance?62
es un sol sabio:
el sol dueño de sí, que no se abate
por más que alguien lo crea ya abatido, En otros poemas, por medio de la metonimia
sol que no vuelve atrás, de un elemento corporal y del recorrido crono-
ni se arrepiente, lógico –bajo el marbete de una diacronía cíclica-
nómada sol conforme y sedentario,
que todo lo perdona, porque todo
lo han visto como un don sus ojos ciegos,
un sol en el que no cupo la desdicha, 59
-. Carlos Marzal: “Último sol” en Ánima mía…, págs. 24
y sólo se ocupó de lo importante: y 25.
60
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 35.
58
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 25. 61
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 35.
62
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 36.
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que éste realiza, por ejemplo, en el poema tuales con John Keats, pero con una proyección
“Dientes”63, el poeta construye un edificio textual muy personal: “La belleza es la verdad sólo si
que da a dos caras, o dos partes de raigambre duele”. 67 De este modo, florecer, escribir, implica
puramente maniquea, es decir, por oposición: crear la belleza, pero es como verter lágrimas y,
bueno / malo, en los que se contempla la utili- por ello, necesariamente doloroso, ya que el
dad cronológica de los dientes y su evolución, alma de la lágrima siempre está nutrida de dolor.
pero, asimismo, siempre perdura en ella la no
muerte del elemento instintivo. Por tanto, los
En cambio, en “Extracción de la piedra de la
dientes, en su periplo por extensión universal,
locura”68, el planteamiento temático, con el fin
llevan implícita la connotación de asidero a la
de disponer sus ejes temporales, se cimienta en
vida. Son, han sido y seguirán siendo también un
el juego de la disposición adverbial sobre el pa-
instrumento de amor. En definitiva, se trata de
pel de manera formal. Hay en el poema, y en eso
un recorrido diacrónico, en que ha habido, tal y
radica su importancia, dos concepciones del
como se describe en el poema, multiplicidad de
tiempo no dicotómicas y sí complementarias, es
usos, que han ido desde lo instintivo al amor,
decir, por un lado, encontramos aquélla en la
desde lo más parecido a un animal hasta lo más
que el tiempo se contempla como un camino
parecido a un humano. La concepción del tiem-
hacia la muerte, que es igual a cristalizar, pero,
po, en un sentido cíclico, como cíclica es la deu-
por otro lado, encontramos una concepción del
da con Nietzsche y la filosofía griega, la encon-
tiempo más borgesiana, a saber, el tiempo de
tramos en “Septembral”64. El poeta, aquí, concibe
manera cíclica, porque un concepto se contem-
el tiempo de manera cíclica y repetitiva, pero
pla desde el ahora y desde su futura repetición.
con ciertos matices, ya que regresar a septiem-
Asimismo el tiempo petrifica al poeta, lo está
bre es como regresar a Ítaca, porque es el año en
metamorfoseando al hurtarle la vida. Hay una
que nació y, por tanto, es regresar a la patria que
segunda parte que habla del poema como un
da esa sensación de que todavía estás aquí, to-
acto de cirugía hacia el sujeto y hacia el objeto.
davía estás en tregua y lucha con la vida:
Escribir un poema supone una invasión en el
porque nací en septiembre, y allí nace
alma y hurgar en ella mediante la reconstrucción
cada septiembre, en mí, sobre la cirugía que previamente se ha hecho
la certidumbre, por sobre la realidad. El instrumental quirúrgico
de que cierta estación es el pensamiento sometido mediante el lengua-
del año es una patria, je a reflexión de las percepciones externas e in-
[…]65
ternas.69
No obstante, el poeta muy versado en ardi-
des con el lenguaje, logra contemplar el tiempo En “Será imposible devolverte el tiempo”70, el
de forma extemporánea, por ejemplo, en “Los yo poético plantea, con mucha calidad, el dilema
almendros en flor”66. La consecución de este del tiempo compartido, es decir, el tiempo de la
objetivo es posible gracias a un estado de aso- otredad, el tiempo vivido junto a mí, como lec-
ciaciones por recuerdos. Además, también, co- tor, aunque el planteamiento parece que se diri-
mo sustrato, hallamos reminiscencias intertex- ge a una pareja, no es tiempo vivido, no es poe-
63 67
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 29. -.Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 24.
64 68
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 98 -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 91.
65 69
-. Íbidem -. Vid nota 5.
66 70
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 23 -. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 81.
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COMO ALMA DE CREACIÓN EN ÁNIMA MÍA, DE CARLOS MARZAL
71
-. Íbidem
72
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 88.
73
-. Carlos Marzal: Ánima mía…, pág. 45.
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