Está en la página 1de 5

Reseñas

efectos de las reformas borbónicas en mill insistió en profundizar en las rra popular fue mayoritariamente in-
los pueblos, sin las cuales no se puede llamadas causas psicológicas, hacien- dígena, rural y localista, para él re-
entender esa doble actitud de protes- do lo propio con la gente sencilla de sulta profundamente conservadora.
ta y de lealtad frente al gobierno es- las ciudades, “la porción humilde del Le quedan pocas dudas de que los in-
pañol y al rey. Queda claro que una pueblo”. Lo percibido por Hamill, co- dios que vivían en los pueblos, unos
de las virtudes del libro es haber esti- mo suele decir el mismo Van Young, leales, otros rebeldes, no veían más
mulado estas y otras discusiones, por sería la punta del iceberg, donde lo allá de las fronteras de sus comuni-
demás interesantes. estudiado por él es la enorme masa dades, lo cual es muy discutible.
La otra rebelión culmina un ciclo que no se había visto. En un libro cargado de conclusio-
de investigaciones sobre la indepen- La investigación de Van Young nes parciales, este gran conocedor de
dencia que parte, si se quiere, del li- condensada en este libro es admira- la historia mexicana concluye: “Más
bro de Hugh M. Hamill Jr. que nunca ble, se ha comparado con una pintu- allá del horizonte político, el estado,
se tradujo del inglés: The Hidalgo ra puntillista que no obstante ser mi- la ciudadanía y otras cuestiones simi-
Revolt. Prelude to Mexican Indepen- nuciosa ofrece en su movimiento un lares, la rebelión popular en el campo
dence (Gainsville, University of Flo- fresco bien logrado: La otra rebelión incluyó elementos de resistencia cul-
rida Press, 1966). Este autor intro- es una gran biografía colectiva. El li- tural: la supervivencia lingüística, el
dujo la sensatez en el conocimiento bro se inscribe en la tradición de es- culto religioso, la posición local y los
al proponer no estudiar más el lide- tudiar los tumultos a partir de los de acuerdos de poder, las relaciones de
razgo sino la revuelta que encendió la época virreinal, presenta el gran género, cuestiones de identidad indi-
la guerra por la independencia, en motín de la independencia como un vidual y de grupo y en general, una
tiempos en que la historia todavía tumulto de tumultos, en cuyos meca- visión del mundo”. Tales elementos
rendía demasiado culto a los héroes nismos se observa más implosión que dieron a esta lucha una violencia que
en México. La búsqueda de esas ba- explosión; uno de los motivos que tu- posiblemente no hubiera tenido de no
ses sociales del movimiento insur- vo para concentrarse en una investi- mezclarse la resistencia cultural con
gente dejó una provechosa tempora- gación hacia dentro. Al hacer hinca- la defensa de la comunidad. La otra
da de estudio, por muchos autores, pié en la gente sencilla, Van Young rebelión permanecerá entre nosotros
sobre la sociedad rural, los insurgen- otorga riqueza al caos y lo impregna como una referencia obligada: un es-
tes y la violencia campesina decimo- de una gran experiencia humana, tudio imprescindible sobre la ideolo-
nónica. En sus últimos ensayos Ha- aunque en la medida en que la gue- gía y la violencia popular.

Los niños, su imagen y semejanzas

Rebeca Monroy Nasr

María Eugenia Sánchez Calleja y De- las historiadoras Delia Salazar y Instituto Nacional de Antropología
lia Salazar Anaya (coords.), Los ni- María Eugenia Sánchez Calleja, e Historia.
ños: su imagen en la historia, Méxi- quienes le dieron forma inicial con Como las coordinadoras señalan
co, inah, 2006. un coloquio interdisciplinario e in- en su introducción, los niños han si-
terinstitucional realizado en la Di- do un tema muy poco trabajado por
rección de Estudios Históricos del la historiografía convencional del
inah. Como todo buen libro, llevó país. Por ello este libro viene a saldar

E l libro Los niños: su imagen en


la historia es un proyecto largamen-
tiempo concebirlo, gestarlo, compi-
larlo y darle esta forma final, que
una cuenta pendiente con el conoci-
miento de los infantes en la historia
llega a nosotros en un producto edi- nacional, pues se recogen relatos que
te acariciado por sus coordinadoras, torial de la colección Científica del provienen de una cultura del mesti-

147
Reseñas

zaje y del encuentro de esos dos mun- de Jesús o la visita de los reyes ma- las y criollas, que poco a poco se filtra-
dos diversos, entre la España colo- gos, y también las representaciones ron en la práctica de las clases
nial y el México prehispánico, hasta de la sagrada familia. La investigado- populares. Se instauró, por ejemplo, el
abrevar al siglo xx mexicano. ra subraya la creación de estas imáge- uso del ropaje de los difuntitos en fun-
En su introducción, Delia Salazar nes como medio didáctico de la iglesia ción del género, de niña María, de fran-
y María Eugenia Sánchez Calleja enfa- novohispana para educar, convencer, ciscano o de niño Jesús, entre otros.
tizan el relato de este libro al mencio- convertir y “trasmitir sus verdades”, Esos ritos también fluyeron en su re-
nar que el esfuerzo común es grande, y tanto a los fieles como a los no creyen- presentación visual, como la recrea-
que: “Cada autor analiza la imagen y el tes. El uso de los niños en la plástica ción de retratos al óleo de los infantes
imaginario de los niños, adolescentes y funcionó como un medio de difusión muertos solicitados por las clases pu-
jóvenes a partir de sus propios esque- en su época, que cumplió cabalmente dientes; y en ese caso, se retrataba al
mas teóricos y sus particulares mira- la función social de evangelizar, pues pequeño con vida para recordarlo de
das a las fuentes del pasado. No obs- las figuras infantiles llegaban a con- esa manera.
tante, la historia de la infancia en mover más a la población local. Una Por su parte, la pintura legó a la
México es aún un campo fértil para la de las notas que destaca en el ensayo fotografía esa tarea con el cambio del
reflexión y el análisis histórico…”. es el caso de la virgen niña, tema mu- siglo xix al xx, cuando el retrato foto-
Con esto se refieren a que el material cho menos recurrente para la creación gráfico de niños muertos se convirtió
está constituido por diez autores con de imágenes, pues los evangelios no la en todo un género, al que se le dio el
nueve ensayos. Todos ellos tienen co- mencionan en esa etapa de su vida, de nombre de vanitas. Según dice Lugo,
mo vínculo indisoluble la imagen del ahí que se utilizaran narraciones le- actualmente es el padrino quien debe
infante, y los temas han sido desarro- gendarias y apócrifas (entendiendo pagar por ese necrofílico recuerdo, la
llados de manera diversa, por lo que por ello un escrito sospechoso de here- vanitas convertida en memoria de un
cada texto contiene temas apasionan- jía). Contradictoriamente, esos escri- momento frío, doloroso y muy íntimo,
tes y muy atractivos para el lector. tos e imágenes deberían coadyuvar a reservado para la familia, recuerdo
Consuelo Maquívar y Maquívar profundizar la fe. último del pequeño que moró por tan
abre este rico concierto gráfico-tex- La historiadora Concepción Lugo, poco tiempo en la tierra. Por ello se
tual con un ensayo desde la óptica de con su ensayo “El funeral de los ange- torna inolvidable y muy presente esa
la historia del arte, donde plantea có- litos: su introducción a la Nueva Es- ausencia.
mo las representaciones religiosas del paña y su permanencia en el México Para cerrar este ciclo de lo colonial
niño Jesús y de la niña María circula- contemporáneo”, da continuidad a un y transitar a nuevos momentos histó-
ron y tuvieron una fuerte presencia tema apasionante, en el que profun- ricos, Mariano Monterrosa y Leticia
didáctico-pedagógica en el periodo diza el significado intrínseco de los fu- Talavera trabajaron su especialidad
novohispano. La tarea inmediata de nerales para niños realizados desde la temática, y nos ofrecen “Algunas re-
la realización de esas figuras plásti- época de la Colonia, rito que se man- presentaciones del niño Jesús en el
cas, buscaba convencer y adoctrinar tiene vivo entre la población actual arte mexicano”. Con buen estilo na-
a los indígenas en el catolicismo. La con claros rasgos de cultura híbrida. rrativo, los autores permiten com-
investigadora aborda su ensayo “Los Subraya que parte de ese rito es la prender la profundidad con que se lle-
‘niños por excelencia’. El niño Jesús temprana conversión de los niños y la vó a cabo la catequización en la Nueva
y la Virgen niña en la iconografía no- rápida inserción del recién nacido al España, la pervivencia de ciertas prác-
vohispana” desde la historia social bautizo católico, lo que debería garan- ticas religiosas y la veneración a los
del arte, con un fuerte acento soste- tizar al pequeño arribar a mejor puer- niños dios en sus diferentes modalida-
nido en la historia de las mentalida- to en caso de muerte. La investigadora des, cuya vigencia es cada día mayor.
des. Con el discurso de las imágenes recrea desde una visión histórico-polí- Es claro que este pueblo pletórico de
nos muestra la forma en que se fue tica a la iglesia católica, así como la ritos ancestrales, de iconografía am-
difundiendo la presencia de Jesús ni- propuesta del rito mortuorio instaura- plia para narrar historias y represen-
ño y María la virgen niña destacando do en la época de la Contrarreforma, tar a sus dioses, hizo un traslado de
momentos claves de su desarrollo co- en el siglo xvi. Asienta que tanto el fu- esas deidades de piedra a imágenes
mo el nacimiento, o los pasajes más neral de los niños como la manera de religiosas pictórico-escultóricas, fue
sobresalientes de su infancia, mismos difundir prácticas, creencias y normas un atado fuerte para un pueblo tan
que fueron retomados por la plástica religiosas en el país, fueron al princi- devocional como el nuestro. Es decir,
mexicana. Es el caso del nacimiento pio ritos propios de las elites españo- las imágenes que presentan Monte-

148
Reseñas

rrosa y Talavera permiten un tránsi- teriores, Eloísa Uribe nos remite a la El pastor Olimpo, El huérfano del la-
to del mundo de lo invisible a un presencia de una estatuaria de ado- brador, el David de Tomás Pérez.
mundo de lo visible que le confiere lescentes masculinos en la Academia, También sucede así con las obras del
validez al deseo, al temor y a la espe- la cual obedece a una expansión del mismo profesor, entre ellas de San
ranza mediante estas imágenes del gusto y de las ideas de la Ilustración Carlos Borromeo protegiendo a un
niño Jesús, y cuya presencia desde la en el Nuevo Mundo, así como al reco- muchacho y El divino Salvador, esta
época colonial parece haber cobrado nocimiento de la belleza que radica última de 1858, un año antes de morir.
una mayor vigencia en nuestros días. en los cuerpos de jóvenes o púberes En ese sentido, Eloísa Uribe comenta:
La preocupación de un pueblo por re- como fuente de vida y forma de con- “el tema de los adolescentes desborda
solver sus problemas cotidianos, de templación. La autora aborda con su- las implicaciones erótico sensuales y
salud, de economía, de falta de recur- tileza terrenos muy poco analizados, se adentra en el complejo mundo de
sos materiales, hace factible procurar como la reflexión desde el terreno de los sentimientos, del amor, el enamo-
ayuda en la imagen del Niño de las la historiografía gay, que ofrece un ramiento, la ternura, el compañeris-
Palomitas o del Niño pan en Xochi- contexto a esa predilección por los mo, el miedo, la soledad […] las dudas
milco. Otros, en búsqueda de salud, cuerpos de juveniles en la plástica de- ante las responsabilidades considera-
van con el Niño Doctor, quien dispo- cimonónica. Toca un tema tabú, lo in- das propias de la condición masculina
ne de un estetoscopio; también está sinúa y le da salida al plantear la lle- […]”.
el Niño de las Suertes, que cada día gada de dos maestros que traerían Por su parte, Esther Acevedo, tam-
tiene mayor devoción por el rumbo de nuevas formas e ideas para trabajar bién historiadora del arte, presenta
Tacubaya. El Santo Niño de Atocha, el desnudo en el dibujo, la pintura, la un tema que permite apreciar la for-
en Fresnillo, Zacatecas, con un san- escultura y el grabado: Pelegrín Cla- ma de leer un cuadro histórico desde
tuario pletórico de pinturas es parte vé para pintura y Manuel Vilar en es- una vertiente novedosa y atractiva.
sustancial de ese mundo de imágenes cultura, ambos llamados nazarenos. Así en “¿Qué hacen dos niños en un
al que es posible acudir en momentos El análisis acucioso y erudito de la cuadro de historia?” nos lleva al mo-
difíciles. Como asientan los autores: autora nos permite penetrar en los mento final del segundo imperio, justo
“La figura del niño sigue siendo eso: antecedentes del arte griego y roma- cuando Juárez —una vez instaurado
un niño… y es que el Niño Jesús siem- no que trajo cambios en la represen- presidente de la República— ordenó
pre será una figura atractiva, dulce, tación de los cuerpos del hombre y la el fusilamiento de Maximiliano. Es un
limpia, carente de máculas, como to- mujer en el arte académico, aunada a relato histórico, con sólidas bases en
dos los niños, a los que se les puede temas históricos, indígenas o de la in- la reconstrucción del momento y en el
reprochar una travesura, pero no por dependencia que ya se realizaban en que la investigadora da voz a todos los
eso se les puede dejar de amar”. Co- el país. Ilustra claramente la influen- personajes presentes en el cuadro
mo nota asombrosa, los autores con- cia de Vilar, su manera de introducir creado por Manuel Ocaranza en 1873,
signan en pie de grabado que: “Cata- las figuras mitológicas, religiosas e sobre el episodio que vivió el presiden-
lina de Siena, que recibió de las historias, retratos y diversos temas te Juárez aquella noche del 18 de ju-
manos del niño a manera de anillo su líricos o poéticos, en los ejercicios de nio de 1867, cuando fueron a rogar
prepucio” preparación de sus alumnos. “… Se por la vida y el perdón de los acusa-
El tránsito a la escultura decimo- trata de desnudos pudorosos que in- dos. El análisis crítico de Esther Ace-
nónica corresponde a la historiadora vocan a la ternura y en ocasiones vedo hace eco de otros comentarios de
del arte Eloísa Uribe y su ensayo también a la sensualidad”. La lectura la época y subraya las falacias reuni-
“Adolescentes en la estatuaria mexi- del ensayo nos lleva a pensar que esos das en ese gran óleo: Ocaranza alteró
cana del siglo xix (1851-1876)”, en el cuerpos representan con la sensuali- la realidad temporal e histórica de ese
cual se aborda uno de los aspectos del dad al cuerpo masculino entrando en difícil momento de la República, ya
dibujo y de la escultura que se traba- una etapa de desarrollo hacia la ma- que se permitió reunir en el cuadro a
jaron en la Academia de San Carlos, durez física, tentadores por su mezcla los personajes principales del evento,
es un tema que pocos investigadores de suavidad púbere, y la fuerza que presentando a liberales y conservado-
se han detenido a analizar y en ello empiezan a mostrarse. Por lo menos res en una especie de impostura tea-
estriba su valor. eso se hace presente en los grupos es- tralizada frente a un Juárez incólu-
Después de la conquista espiritual cultóricos que revisa Uribe y recodi- me. Así reunió a la princesa de Salm
a través de la imposición religiosa, a ficados por sus alumnos, como en el Salm a los pies de Juárez, junto a va-
la que asistimos con los ensayos an- caso de Ganímedes y San Sebastián, rios de sus hombres más importantes

149
Reseñas

—Sebatián Lerdo de Tejada, José Ma- que el estado porfirista consideró opor- 1910. Es en ese contexto que analiza
ría Iglesias e Ignacio Mejía— en el sa- tuno atender a los infantes, representa las propuestas presentadas en el Pri-
lón de actos; simultáneamente repre- la entrada a la modernidad, cuando mer Congreso del Niño Mexicano,
sentó en el espacio bidimensional a aún se padecía un alto índice de mor- realizado en 1921, y para ello se re-
los defensores de Maximiliano, Maria- tandad infantil. Luego de rastrear los monta a nociones creadas en la con-
no Riva Palacio y Rafael Martínez de momentos temáticos primigenios en vención de Bélgica y la posterior crea-
la Torre. Por otra parte tenemos a los la historiografía contemporánea, atra- ción de la Carta de Ginebra, en la que
personajes más importantes para pa los conceptos para llevarlos al con- fueron instaurados los derechos de los
nuestro tema: Concha Lombardo de texto histórico nacional, e ilustrar con niños en 1924. Su material presenta
Miramón con dos de sus cuatro hijos. gran conocimiento de causa las for- notable información sobre las necesi-
En diferentes momentos todos los in- mas en que familia y sociedad empe- dades que correspondían al estado y
volucrados estuvieron frente a Juá- zaron a dirigirse a los infantes ya no los niños en la etapa posrevoluciona-
rez, pero nunca se reunieron de ma- como “adultos chiquitos”, sino como ria, pasando por los planteamientos de
nera simultánea; otros ni siquiera los personajes que eran. Al ser el es- la eugenesia, la enseñanza, la higiene,
estuvieron cerca del presidente en ese tado porfirista el primero en difundir los niños “anormales”, y la urgencia
momento, como los hijos de Miramón, una imagen particular de sus niños, de legislar para los menores. En ese
y por tanto no acompañaron a Con- los necesitaba rollizos y sanos, y con sentido, se subraya como el Estado
cepción Lombardo en este último via- ello el autor nos permite observar có- mexicano procuró diferenciar, ya des-
je, como bien señala la autora. mo el clasismo y el racismo fueron de 1921, una edad para enfrentar car-
La alteración histórica del episodio parte de ese episodio al fomentar un gos legales (dieciocho años), y una
por parte de Ocaranza, probablemen- cierto criterio sobre los infantes mexi- edad civil para tener derechos políti-
te una licencia creativa, permite a Es- canos que, una vez más, negaba la vi- cos (a los veintiuno). En ambos casos
ther Acevedo hacerlos hablar uno por sión interna del indígena y mostraba se trataba de establecer el juicio de
uno, una licencia que sólo puede per- como: “[…] la convergencia de las dos discernimiento en el joven-niño y me-
mitirse quien conoce a fondo el tema, miradas, ‘la especializada’ […] y ‘la jorar sus condiciones de vida legal.
la época y las anécdotas aledañas. Es- divulgadora’ se encargó de construir Por otro lado, una imagen amplia y
te recurso da un sabor especial y muy una importante serie de conceptos, de de mucha sustancia es la que ofrece el
agradable al ensayo, y el análisis de imágenes y representaciones en torno análisis de “La imagen de los niños en
imagen anecdótica a concienzudo es- a la niñez”. Lo notable del ensayo es el cine clásico mexicano. De los presos
tudio histórico de la época, y son jus- la manera en que Del Castillo logra de La infancia a Los olvidados de Luis
tamente las voces de los niños las que reunir tantos relatos interdisciplina- Buñuel”, presentado por la especialista
dan fuerza al relato interiorista. Ace- rios y dar fuerza a la imagen como en cine nacional Julia Muñón. Este
vedo también deja en claro el escaso fuente primaria de información. Con sustancioso y exhaustivo ensayo, aun-
valor estético que tuvo la obra en su este ensayo, es factible conocer cómo que la autora no lo pretenda así, plan-
época, y el gran escándalo que provo- se entrelazaron factores externos e in- tea una serie de ejemplos paradigmáti-
có la pintura por su alteración histó- ternos que dieron pie a lo que el autor cos en las películas mexicanas en su
rica. Desgraciadamente, se desconoce llama “la edificación de un inventario época de oro. El texto es justamente
su paradero actual y sus últimas refe- moderno de la niñez capitalina a prin- ilustrativo porque en el cine nacional
rencias datan de 1927, por lo que sólo cipios del siglo xx”. los hoy adultos vimos y adquirimos
se cuenta con referentes visuales co- El libro mantiene su línea temáti- nuestros mejores referentes de la niñez
mo fotografías o bocetos gráficos. ca y cronológica con el texto de María y la adultez. La investigadora escudriña
El historiador Alberto del Castillo Eugenia Sánchez Calleja, el cual com- desde diferentes ángulos —la historia
realiza una vuelta de tuerca al anudar plementa esta imagen de transición, de las mentalidades, la idiosincrasia na-
dos siglos en “La invención de un con- continuidad y ruptura con los cam- cional, la historia cultural, e incluso des-
cepto moderno de niñez en México en bios del Porfiriato a la Revolución en de el mundo del psicoanálisis freudiano
el cambio del siglo xix al xx”, y donde el ámbito de las imágenes de la niñez. y junguiano— para explicar muchas de
presenta justamente la manera en La historiadora aborda su estudio las conductas que trasmite el cine, así
que se construyeron los conceptos de desde la perspectiva legal, tema que como las vividas en, con y a través del
salud, enfermedad, pedagogía, psico- conoce a fondo y lo desarrolla a partir llamado séptimo arte. Una compleja
logía e higiene escolar en el mundo de de la necesaria protección de los ni- puesta en escena, pues con gran diver-
la niñez. Aclara que el momento en ños durante el episodio bélico de sidad de películas ejemplifica cómo se

150
Reseñas

han adoptado actitudes que responden de época enriquecen esta visión de- nes de los niños, y así se logra redon-
al escenario fílmico, y sobre todo al mográfica y estadística de la investi- dear un tema inagotable por su
melodrama, una parte intrínseca de gadora, temas a los que ha dedicado propia naturaleza. Los estudios sobre
nuestras vidas. Resalta la presencia muchos años. Con esa clara visión de el particular en nuestro país tienen
de Manuel Michel, sorprendente ci- la macro-historia, Delia Salazar en- poco de haber nacido, las fuentes de
neasta de corte realista muerto muy cuentra con nombre y apellidos los primera mano son difíciles de conse-
joven, quien se contrapuso a los man- datos duros descifrados, coloreados y guir, sin que medie la interpretación
datos del cine nacional y espera su tur- pletóricos de imágenes, mismas que adulta y la invención de la memoria.
no para ser estudiado a profundidad. nos permite apreciar en un atractivo Por ello este libro es una importante
La investigadora lleva a buen puerto y vivificante relato de la vida cotidia- aportación que permite una visión
su texto al analizar una sólida pro- na. Enriquecen el texto diversas bio- amplia y profunda de los niños y su
puesta como la magistral película de grafías, cartas, anécdotas, extractos historia.
Buñuel, una cinta irredenta que abor- de diarios y relatos que conforman un Esta edición presenta en la porta-
da justamente los temas que el cine gran universo nacional. da una imagen tan atractiva como
mexicano institucional no quería resal- El libro presenta un orden temá- ilustrativa de su contenido. En ella
tar: una realidad en blanco y negro que tico temporal muy acertado, ya que aparecen dos pequeñas que abrazan a
mostraba el rostro triste, sucio y hasta los textos se enlazan uno a otro de sus muñecas; se trata de las niñas Ro-
erótico de la infancia en México. manera natural y se enriquecen al dríguez Nasr: la mayor es Lilia, son-
El libro cierra con el ensayo “El ser expuestos a manera de eslabones riente y gustosa; la pequeña es Zura-
niño en la memoria familiar”, donde de un mismo material. En todos los ya, que meditabunda y seria parece
la historiadora Delia Salazar empren- ensayos predomina un tema común, mirarnos de frente, sin artificios y sin
de una búsqueda textual entre los pa- pues la presencia de la vida religiosa imaginar siquiera que años después
peles de familia llegados a la Direc- se transmina en un ir y venir ince- formarían parte de un libro dedicado
ción de Estudios Históricos como sante. Ello es evidente en su andar a recrear una historia propia. El color
resultado del concurso que lleva ese novohispano, pero se torna cada vez sepia anuncia con certeza que se en-
nombre. Con ese rastreo documental más soterrado conforme avanza por cierran historias dignas de ver y de
pretendía encontrar básicamente los las sendas del Estado liberal, jacobi- contar. Así, con este material aporta-
testimonios infantiles presentados no y laico. Las presencias religiosas do por los autores, y con el buen oficio
por los adultos en textos, cartas, me- son tan notables como sutiles, pues de sus coordinadoras, nos preparamos
morias o fotografías. Tres grandes perviven a pesar de todos los ritos y para encontrar pequeñas grandes his-
rubros dan forma a su ensayo, con lo símbolos míticos. torias de la vida cotidiana y en su en-
cual supera las líneas temporales al Este rico material muestra parte traña la historia cultural y social de
quedar reunidos bajo el recuerdo del de los cambios de la vida pública a la este país, con lo cual se quiere dar voz
significado de los nacimientos, la edu- privada, así como de la Colonia al si- e imagen a esos pequeños que segura-
cación y la muerte. Los testimonios glo xx, entrelazados por estas imáge- mente tienen mucho que contar.

151

También podría gustarte