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● Allport

El Propium y su configuración en la personalidad


Considera que la personalidad es una organización dinámica de los sistemas
psicofisiológicos que determinan el modo de pensar y actuar característico del
sujeto. A través de estos elementos, Allport crea un sistema teórico orientado a
explicar cuál es el estilo de comportamiento de los individuos.

Sin embargo la personalidad necesita de un elemento vertebrador en el que se


estructuren las diferentes características de la personalidad. Dicho eje es lo que el
autor denomina propium, siendo éste la autopercepción de ser una entidad
diferenciada. Se trata de la percepción del sujeto de sí mismo como ser integrado por
diferentes características, experiencias y deseos, siendo la autopercepción de ser un
ser diferenciado.

En la teoría de la personalidad de Allport, se considera que esta percepción de la


propia entidad está formada por diferentes factores. Los elementos que configuran
dicho esqueleto de la vida mental, que se van adquiriendo a lo largo de la
maduración psíquica, son los siguientes.

1. Yo corporal
Esta parte del propium es básicamente la experiencia de las sensaciones corporales
y perceptivas, que permiten la experiencia con el medio exterior. Es el componente
de la consciencia acerca de las partes del propio cuerpo y el modo en el que este se
siente al entrar en contacto con los estímulos externos.

2. Identidad
Se trata de la idea de que somos un “algo” de manera continua, que va viviendo
diferentes experiencias a lo largo de la vida. Puede ser entendido como el hilo
vertebrador de nuestra propia historia vital, el modo en el que interpretamos el
recorrido que hemos ido realizando y, a partir de este, las conclusiones que
extraemos acerca de nosotros mismos.

3. Autoestima
La percepción de que no somos entes pasivos, sino que modificamos nuestra
experiencia y nuestra vida con nuestra actuación, es una parte muy importante a la
hora de integrar la personalidad. Nos vemos como seres valiosos.

4. Autoimagen
Se trata de un elemento comparativo, que tiene en cuenta por un lado la propia
actuación y por el otro la reacción del medio ante ella. Dicho de otro modo, es lo que
se piensa que los demás piensan de uno mismo.

5. Extensión del yo
Esta parte del self se refiere a la percepción de que la persona tiene intereses
concretos, siendo estos elementos importantes para nosotros. Estos objetivos y
metas forman un vector de actuación que guía la conducta.

6. Racionalidad
Autopercepción de la capacidad de encontrar soluciones adaptativas a los diferentes
problemas y demandas que el ambiente le pueda proporcionar. Está muy relacionado
con la autoconfianza.

7. Intencionalidad
El elemento más complejo del propium, la creación de un self intencional supone la
autoconciencia de ser un ser con sus propios objetivos y metas, capacidad de
motivarse y luchar por conseguir

● Cattell

Este autor entiende la personalidad como el conjunto de aquellos elementos que nos
permiten comprender y anticipar las formas en las que las personas actuarán al
enfrentarse a situaciones específicas. La unidad mínima de análisis de la
personalidad es el rasgo, el cual hace referencia a características y tendencias
relativamente permanentes en el comportamiento.

Rasgos temperamentales: este tipo de rasgos son innatos y suelen heredarse de una
generación a otra. Son la base del comportamiento individual.
Rasgos aptitudinales: son rasgos relacionados con las habilidades y las destrezas y,
de acuerdo con Cattell, también son susceptibles de ser heredables.
Rasgos dinámicos: esta categoría hace referencia a los factores motivacionales del
comportamiento, son dinámicos, fluctuantes y contingentes.
Cattell definió 16 factores básicos de la personalidad. Cada uno de ellos fue
identificado con una letra.

● Rotter

La teoría de Julian B. Rotter establece que la conducta que el ser humano exhibe en
su vida cotidiana es adquirida a través de la experiencia social. Nuestros patrones de
conducta dependen de la interacción que mantengamos con el medio, la cual se lleva
a cabo en gran medida a través de la vinculación con otros semejantes. Así para
lograr nuestros objetivos necesitamos de la participación de otras personas. Esta
teoría sería denominada por el propio autor como teoría del aprendizaje social,
conociéndose también como teoría del aprendizaje cognoscitivo. En ella, Rotter
considera que el ser humano busca suplir sus necesidades a partir de la búsqueda de
refuerzos positivos y la evitación de castigos. Para ello va a realizar o no
determinadas conductas, en base a los aprendizajes que haya realizado a lo largo de
la vida y que estas le supongan o no un refuerzo que les lleve a repetirlas. Toda
conducta está mediada socialmente y la sociedad nos proporciona refuerzos o
castigos en base a estas, cuyas consecuencias aprendemos.
Las necesidades psicológicas

1. Necesidad de reconocimiento
Se entiende como tal la necesidad de que los logros u objetivos alcanzados sean
valorados de algún modo por el medio social. La valoración supone por sí mismo un
reforzador que puede estimular nuestra conducta.

2. Necesidad de dominación o liderazgo


Se trata del conocimiento del propio poder sobre los demás, establecer relaciones de
influencia en la cual otros reaccionen a nuestras conductas.

3. Necesidad de independencia
Estrechamente vinculada al autoconcepto, se trata de la necesidad de tener control
sobre los propios actos. Ser capaces de modificar el ambiente y de tener una
repercusión en las situaciones en las que vivimos.

4. Necesidad de afecto
Sentirnos amados y positivamente valorados por nuestros semejantes es una de las
necesidades generales básicas del ser humano como ser gregario.

5. Necesidad de protección
La posibilidad de poder contar con los demás y sentir que se nos proteja y ayude en
caso de necesidad es otro elemento que nos produce reforzamiento en la teoría del
aprendizaje social de Rotter.

6. Necesidad de bienestar físico


Se trata de la necesidad de satisfacción de nuestras necesidades básicas y la
obtención de placer y gratificación por medios como la alimentación, el sueño, la
vinculación social o las relaciones sexuales. Del mismo modo, también entra dentro
de esta necesidad la evitación del displacer.

● Enfoque Intensionalista

Estrategia consistente en interpretar el comportamiento de una criatura, o sistema,


tratándola como si fuera un agente racional cuyas acciones se ven guiadas por sus
creencias y deseos.

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