Este documento describe 14 principios de la administración que son importantes para el funcionamiento efectivo de una organización, incluyendo la división del trabajo, la autoridad y responsabilidad de los gerentes, la disciplina de los empleados, la unidad de mando y dirección, y la alineación de los intereses individuales con los objetivos generales de la organización.
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Este documento describe 14 principios de la administración que son importantes para el funcionamiento efectivo de una organización, incluyendo la división del trabajo, la autoridad y responsabilidad de los gerentes, la disciplina de los empleados, la unidad de mando y dirección, y la alineación de los intereses individuales con los objetivos generales de la organización.
Este documento describe 14 principios de la administración que son importantes para el funcionamiento efectivo de una organización, incluyendo la división del trabajo, la autoridad y responsabilidad de los gerentes, la disciplina de los empleados, la unidad de mando y dirección, y la alineación de los intereses individuales con los objetivos generales de la organización.
Este documento describe 14 principios de la administración que son importantes para el funcionamiento efectivo de una organización, incluyendo la división del trabajo, la autoridad y responsabilidad de los gerentes, la disciplina de los empleados, la unidad de mando y dirección, y la alineación de los intereses individuales con los objetivos generales de la organización.
División del trabajo: También conocido como la especialización, este principio
sugiere que dividir las tareas y responsabilidades en funciones específicas permite
a los trabajadores desarrollar habilidades especializadas y aumenta la eficiencia. Autoridad y responsabilidad: Los gerentes deben tener la autoridad necesaria para tomar decisiones y cumplir con sus responsabilidades, pero también deben ser responsables de los resultados de sus decisiones y acciones. Disciplina: Los empleados deben cumplir con las reglas y regulaciones establecidas, y los gerentes deben aplicar medidas disciplinarias de manera justa y consistente cuando sea necesario. Unidad de mando: Cada empleado debe recibir instrucciones de un solo supervisor para evitar confusiones y conflicto en las órdenes. Unidad de dirección: Todas las actividades y esfuerzos de una organización deben dirigirse hacia un objetivo común y coordinado para lograr la eficiencia y la cohesión. Subordinación del interés individual al interés general: Los intereses individuales de los empleados deben estar alineados con los objetivos y metas generales de la organización. Remuneración: La compensación y las recompensas deben ser justas y adecuadas para motivar a los empleados a dar lo mejor de sí. Centralización y descentralización: La toma de decisiones puede ser centralizada (en manos de un pequeño grupo de líderes) o descentralizada (delegada a niveles más bajos de la organización), según las necesidades y la estructura de la organización. Jerarquía: Las organizaciones deben tener una estructura de autoridad clara y definida, con niveles jerárquicos que establezcan líneas claras de mando y comunicación. Equidad: Los gerentes deben tratar a los empleados con justicia y equidad en todas las acciones y decisiones. Orden: Los recursos y las actividades deben estar organizados de manera eficiente y efectiva para lograr los objetivos de la organización. Estabilidad del personal: La rotación excesiva de empleados puede ser perjudicial para la organización, por lo que se busca la estabilidad y retención del personal. Iniciativa: Se fomenta la creatividad y la innovación en los empleados, permitiéndoles proponer nuevas ideas y soluciones. Espíritu de equipo: Se debe promover la colaboración y el trabajo en equipo para lograr un ambiente de trabajo armonioso y productivo. Planificación: Implica establecer objetivos, identificar acciones y recursos necesarios, y diseñar estrategias para alcanzar esos objetivos. La planificación proporciona una dirección clara y establece el marco para otras actividades de gestión. Organización: Consiste en diseñar una estructura organizativa clara, definir roles y responsabilidades, y establecer relaciones de autoridad. Una organización bien estructurada facilita la coordinación y la comunicación eficientes. Dirección (Liderazgo): Involucra guiar y motivar a los empleados para que trabajen hacia los objetivos de la organización. Los líderes proporcionan dirección, inspiran a sus equipos y fomentan un ambiente de trabajo productivo. Control: Se refiere a monitorear y evaluar el desempeño de la organización en relación con los objetivos establecidos. El control implica tomar medidas correctivas si es necesario para asegurar que la organización siga el rumbo adecuado. Coordinación: Implica armonizar y sincronizar las actividades y esfuerzos de diferentes partes de la organización para lograr un objetivo común. La coordinación ayuda a evitar la duplicación de esfuerzos y la confusión.