PDÓN

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SERIE - AGUAS DE VIDA VSÍCULO BASE
CAPÍTULO 3 “Por lo tanto, como escogidos

UN CORAZÓN de Dios, santos y amados,

revístanse de afecto entrañable

BUENO
y de bondad, humildad,
amabilidad y paciencia”
Colosenses 3:12
El animalito salió del bosque, con sus male- RVR 1960
tas en la mano, caminó un par de horas y se
sentó en una piedra, empezó a llorar de tristeza porque extrañaba jugar con
los otros animalitos, correr en medio de los árboles, trepar en ellos y comer de
sus dulces y deliciosos frutos. Lo que más extrañaba era beber el agua pura
del claro manantial que Dios les había dado. Entonces en ese momento
cerró sus ojitos y oró así —Papito Dios, quiero que me perdones, sé que no
he hecho lo que a ti te agrada y también he lastimado a otros, quisiera
volver y ayudarles a limpiar el lago—

Nuestro amiguito lloró y

lloró hasta quedarse pro-
fundamente dormido.
Mientras tanto, en el
bosque, todos estaban bus-
cando una solución, no
sabían qué hacer, porque
todo el bosque se estaba
marchitando, los árbo-
les se estaban que-
dando sin hojas y los
animales casi no
podían moverse, pero
apareció un viejo árbol
y les dijo que el único
que podía arreglar el
daño era el que había
contaminado el agua,
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 Serie - Agua de vida - Un corazón bueno

ellos dijeron que eso no era posi-

ble, porque lo habían expulsado
del bosque. En ese momento, el
árbol habló —Hoy hablé con Dios,
el animalito le dijo que estaba arre-
pentido y quería volver a su tierra, el
bosque, pero ustedes deben perdonarlo
por lo que hizo— También les dijo
—Ustedes fueron injustos, pues al igual que el
animalito han hecho cosas malas y Dios siempre los
ha perdonado, ahora ustedes tienen que hacer lo
mismo—

Los habitantes del bosque se pusieron tristes por

las palabras del árbol y decidieron perdonar a su
amigo, ellos entendieron que habían cometido un error
muy grande al expulsar al animalito del bosque.

CONTINUARÁ…฀

¡APRENDEMOS!
Hoy aprendimos una valiosa lección de este
cuento. A veces, todos cometemos errores y
hacemos cosas que lastiman a los demás. Pero
lo importante es reconocer nuestros errores,
arrepentirnos y buscar el perdón. Todos merecemos una
segunda oportunidad, pues Jesús también nos da
nuevas oportunidades y es nuestro mayor ejemplo de
esto todos los días. Recuerda, que obrar bien implica
también perdonar y dar segundas oportunidades.

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