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Curso
INTRODUCCIÓN AL DERECHO
Trabajo grupal
APLICACIÓN DEL SISTEMA JURÍDICO EN EL ESPACIO Y
TIEMPO Y TEORÍAS JURÍDICAS MODERNAS.
Integrantes:
Mendoza Cubas Alexi Obet
Perez Haro Freddy Richard
Huancaya Recuay Javier Enrique
Sánchez Alfaro Katia Fiorela
Mori del Águila María Angélica
Docente:
Carmona Fuentes Pier Haroll
Palabras claves
Filosofía, Jurisdicción, Soberanía, Aplicación, Agente
Abstract
The application of the legal system in space and time refers to how laws are
applied in different places and periods of time. Each jurisdiction has its own
legal system and its application may vary according to culture and social needs.
Additionally, laws can evolve and adapt to tackle new challenges.
Regarding modern legal theories, there are different perspectives. Legal
positivism considers that laws are norms promulgated by the state authority,
regardless of their ethical content. Legal realism highlights the influence of
social and political factors in the interpretation and application of law. Legal
feminism seeks to eliminate gender bias in legal norms. Finally, natural law
theory argues for the existence of a higher moral order.
These theories help to understand and improve legal systems in different
contexts.
Keywords
Philosophy, Jurisdiction, Sobereignty, Application, Agent
Índice
Introducción........................................................................................................6
1. La aplicación del tema jurídico en el espacio................................................7
2. La aplicación del sistema jurídico en el tiempo...........................................11
3. Teorías jurídicas modernas.........................................................................17
3.1. El positivismo jurídico...............................................................................17
3.2. Realismo...................................................................................................19
3.3. Teoría Tridimensional (Conductas, normas y valores en el Derecho).....22
3.4. Teoría de la Justicia de Rawls..................................................................23
3.5. Teoría Económica del Derecho................................................................25
Conclusiones......................................................................................................27
Referencias bibliográficas...................................................................................29
Introducción
Las normas son los dos párrafos finales del mismo artículo 54, que
establecen: En su dominio marítimo, El Estado ejerce soberanía y jurisdicción
sobre el espacio aéreo que cubre su territorio y el mar adyacente hasta el límite
de las doscientas millas, sin perjuicio de las libertades de comunicación
internacional, de conformidad con la ley y con los tratados ratificados por el
Estado. En torno al dominio marítimo, se reconoce actualmente dos zonas
diferenciadas, aunque en términos nacionales existe aguda discusión sobre el
tema: El mar territorial que se extiende, como máximo, hasta las doce millas de
la costa; y Una zona adyacente o contigua (recibe diversas denominaciones)
que llega hasta las doscientas millas de la costa. El mar territorial es un
concepto que tiene ya siglos de antigüedad, pero la zona de 200 millas ha sido
establecida hace más de seis décadas y al Perú le cupo un rol preponderante
en el desarrollo de su concepción a nivel internacional desde 1947, Fecha en
que por decreto supremo la estableció soberanamente el gobierno del entonces
Presidente doctor José Luis Bustamante y Rivero. Sobre el mar territorial, es
decir la zona ribereña comprendida entre la costa y doce millas marítimas, el
Estado ribereño tiene plena soberanía y jurisdicción de acuerdo al Derecho
internacional. Es parte indiscutida del territorio en la que se aplican plenamente
las normas de un sistema jurídico. Sin embargo, sobre la zona adyacente hasta
las doscientas millas, en el Perú existe una importante discusión en el sentido
de si es parte integrante del mar territorial o si solo es una zona donde el
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Estado ejerce derechos de utilización y protección de los recursos económicos
y naturales que contiene. No corresponde aquí debatir el tema, pero en
referencia al problema de la aplicación espacial de las leyes, la conclusión de
las teorías predominantes es la siguiente;
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de aquel al que representan. En materia penal existen varias normas dentro de
los artículos 1 al 5 del Código respectivo, que transcribimos:
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2. Cuando se trata de delitos políticos o hechos conexos con ellos; y,
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Finalmente, un caso especial es el del artículo 65 de la Constitución,
cuyas normas transcribimos: La inversión nacional y la extranjera se sujetan a
las mismas condiciones. La producción de bienes y servicios y el comercio
exterior son libres. Si otro país o países adoptan medidas proteccionistas o
discriminatorias que perjudiquen el interés nacional, el Estado puede, en
defensa de éste, adoptar medidas análogas. En todo contrato del Estado y de
las personas de derecho público con extranjeros domiciliados consta el
sometimiento de éstos a las leyes y órganos jurisdiccionales de la República y
su renuncia a toda reclamación diplomática.
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Puede verse que los elementos que regulan el tipo de aplicación de
normas en el tiempo son el momento de inicio de vigencia y el de derogación:
Si la norma se aplica a hechos anteriores al momento de inicio de vigencia
(graficados por una estrella), estamos ante una aplicación retroactiva. Si la
norma se aplica a hechos que ocurren entre el momento de inicio de su
vigencia y el de su derogación (graficados por un cuadrado) estamos ante la
aplicación inmediata.
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en materia penal cuando favorece al reo. De la primera parte de este párrafo
trataremos luego en este capítulo, cuando nos refiramos a las teorías del
derecho adquirido y del hecho cumplido. La última parte del texto citado trata
de la llamada retroactividad penal benigna, la cual se halla ampliamente
reconocida en el Derecho Penal moderno y ha sido desarrollada en los
artículos 6 y 7 del Código Penal:
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años, sin establecer excepción ni régimen transitorio alguno. Nuestro
estudiante ha llevado ya tres años de trabajo universitario que, para efectos
prácticos, no le sirven de nada. ¿Puede argumentar que dicha ley es
inconstitucional porque cuando empezó a estudiar amparado por la legislación
de entonces adquirió el derecho de recibirse, o más bien ocurre que no
habiendo llegado aún al hecho cumplido de su graduación debe buscar
horizontes distintos? Es evidente que en este caso chocan, de un lado, la
fuerza mandataria de la legislación y, de otro, una cierta situación
preestablecida que, de acuerdo a los presupuestos originales (autorización
inicial para estudiar Derecho), ha creado una expectativa razonable en el
sujeto.
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analizar y resolver caso por caso cuando se presentan estos problemas. Toda
generalización parece imposible, al menos, en el actual estado de la cuestión.
L0 que podríamos resumir para concluir el punto es lo siguiente: El principio de
la prohibición de aplicar retroactivamente las disposiciones del orden jurídico ha
sido establecido en el artículo 103 de la Constitución y debe entenderse por tal
el modificar hechos ya ocurridos con anterioridad a la vigencia de la nueva
norma. En esto se hallan de acuerdo tanto la teoría del derecho adquirido como
la del hecho cumplido. A la vez, nuestra Constitución establece la aplicación
retroactiva de la norma penal cuando favorece al reo (artículo 103). También
establece la teoría de los derechos adquiridos en materia contractual (artículo
62). Tanto la teoría del derecho adquirido como la del hecho cumplido siguen
de acuerdo en manifestar que cuando no hubiera sino simples expectativas en
el sujeto al momento de darse la nueva ley, procederá su aplicación para todos
los hechos que ocurran a partir de su vigencia. No hay solución definitiva para
el caso en el que hubiera un derecho adquirido que, sin embargo, no es aún
hecho cumplido. En ese caso todo dependerá de la teoría que elija el agente de
Derecho, en especial el juzgador.
La ley nueva, una vez vigente, rige las relaciones y situaciones jurídicas
existentes: no se sigue aplicando la ley anterior. Constitucionalmente,
entonces, la regla general será la aplicación de la teoría de los hechos
cumplidos. La excepción será la aplicación de la teoría de los derechos
adquiridos en materia de contratos (artículo 62 de la Constitución ya citado
antes). Nos queda un último punto, que es el de la ultraactividad. Ella ocurre
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cuando una norma derogada continúa, sin embargo, surtiendo efectos jurídicos
de manera excepcional más allá del momento en que tal derogación ocurre. El
caso clásico en el Derecho es el de la rama penal, cuando la disposición
derogada es más favorable al reo y está inequívocamente establecido en el
artículo 139 inciso 11 de la Constitución, que dice: Son principios y derechos de
la función jurisdiccional: (...) 11. La aplicación de la ley más favorable al
procesado en caso de duda o de conflicto entre leyes penales (...). Lo propio
dice el artículo 6 del Código Penal. Resulta evidente que si el delito se cometió
durante la vigencia de la disposición derogada y ella es beneficiosa para el reo,
entonces no rige la nueva norma, no importando que aún esté por sentenciar el
juicio respectivo o que ya se esté cumpliendo la condena cuando aparece la
nueva forma más drástica. Si aún no se ha sentenciado, se considerará la pena
más leve al hacerlo y si ya se está sufriendo la condena, se seguirá aplicando
la establecida en la sentencia y no la nueva más grave. Naturalmente, la ley
nueva puede permitir expresamente que la que se está derogando mantenga
su vigencia por un tiempo más a pesar de tal derogación. En esto no hay nada
de particular pues la nueva ley está plenamente habilitada para estatuir tal
cosa. Por lo demás, que ello ocurra no suele ser extraño ni en el Derecho en
general, ni tampoco en nuestro sistema jurídico nacional.
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3. Teorías jurídicas modernas
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rige y ese es el orden jurídico de esa sociedad. Es de notar la íntima
vinculación que existe entre esta conceptualización y el hecho del ejercicio
del poder. El orden jurídico acatado tiene un conjunto de normas
esenciales: las que establecen las reglas de juego en dicha sociedad. La
inmensa mayoría de los Estados contemporáneos tienen estas
disposiciones en la Constitución Política (y aun cuando se trate de un
gobierno de facto, ellas existen en la Constitución y normalmente en su
propio Estatuto, como fue el caso del Decreto Ley 25418, Estatuto del
Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional del 6 de abril de 1992).
Este constituye el primer nivel de las normas positivas dentro del Derecho y,
allí, se establecen cuando menos dos cosas: 1. Quién gobierna y cómo lo
hace; y, 2. Cómo se elaboran las normas jurídicas de inferior jerarquía. A
partir de este primer nivel de normas positivas, la validez de las normas
jurídicas subordinadas queda sujeta a que se conformen o no con el
mandato superior en fondo y en forma. En fondo, porque no se puede
admitir que norma inferior contradiga a la superior; y, en forma, porque si la
Constitución es la de mayor jerarquía dentro del orden jurídico positivo,
ninguna norma inferior puede dejar de cumplir las formalidades que ella
establece para su aprobación y vigencia. Lo demás queda a la particular
forma de conformación de cada sistema jurídico nacional, pues varía según
el caso. En el nuestro, podemos pensar en todo lo que hemos dicho a
propósito de las fuentes del Derecho en la parte pertinente de este libro, en
especial en el capítulo dedicado a la legislación. La vinculación del
positivismo con la aparición del Estado moderno es evidente y, en cierta
forma, constituye la teoría que más cabalmente intenta expresar su altísimo
grado de desarrollo y consolidación durante este siglo. En circunstancias
feudales, o aun en el período revolucionario en el que muchas veces la
autoridad gubernativa central no podía hacer cumplir sus mandatos (como
por ejemplo sucedió con las instituciones francesas durante un largo
período), desarrollar un marco conceptual como este hubiera sido una
franca utopía. Por ello, no es raro que Kelsen identifica a Estado y Derecho,
mostrando los como las dos caras de la misma medalla: el Derecho es el
Estado porque él es el que lo produce; el Estado es el Derecho porque, al
fin y al cabo el Estado es el máximo poder dentro de la sociedad y el
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Derecho es el efectivamente obedecido como orden jurídico eficaz, fundado
en la norma hipotética fundamental. La conclusión de las dos caras de la
medalla aparece, así, perfectamente coherente con los presupuestos de
esta teoría y logra estructurar una idea coherente en el plano abstracto. El
mérito del positivismo jurídico consiste, precisamente, en haber consolidado
una Teoría del Estado y una Teoría del Derecho interrelacionadas y
apoyadas entre sí con autonomía de otras disciplinas. No obstante, tiene un
talón de Aquiles en la siguiente consideración: al ser humano no solamente
le interesa el edificio jurídico como estructura sino, también qué hay dentro
de él. A esto Kelsen responde que es un problema distinto, como hemos
visto en páginas anteriores. El Derecho obedecido no es necesariamente el
más adecuado, entre otras razones, porque se puede obedecer en base a
consideraciones muy distintas: por convicción, por avasallamiento, porque
no queda otra solución a mano y así sucesivamente. La mayoría de estas
alternativas no son deseables. En síntesis, el positivismo jurídico ha
diseñado la construcción de un modelo de teoría del Derecho válido en sí
mismo y que efectivamente ha significado un aporte en términos
contemporáneos a la consolidación del Estado moderno y a la mejor
comprensión del Derecho. Sin embargo, como concepción integral y
excluyente de otras nos parece insuficiente, porque el Derecho tiene como
finalidad regir mejor a la sociedad y no solo ser una estructura perfecta en sí
misma. Por ello planteamos que no son desdeñables los aportes positivistas
al Derecho. Al contrario, deben ser utilizados dentro del sistema jurídico
porque lo explican, ordenan y aclaran pero, al mismo tiempo, debe
mantenerse la conciencia de que el Derecho no es una forma pura (ni es
deseable que sea solo eso). Es, más bien, una disciplina que en su
progresivo desarrollo hacia el ideal de llegar a la ciencia, no debe perder
riqueza ni tampoco desdeñar contenidos que siempre le fueron caros y
valiosos.
3.2. Realismo
Son muchas las escuelas del realismo jurídico, pero todas ellas critican el
concepto formalista de derecho que fue elaborado por el positivismo. Los
criterios formales de validez de las normas hacen que el derecho se
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construye de espaldas a la realidad. Por eso, lo que busca el realismo
jurídico es resaltar la eficacia que en verdad tiene el derecho.
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encarna los fines de unidad del grupo social. Por ello, la jurisprudencia
puede decidir que una ley no sea parte del derecho, si no decide aplicarla.
Del mismo modo, si la ley es adaptada por la interpretación de un caso, el
derecho será la ley interpretada y no el texto que emite el Congreso. En una
palabra, derecho es lo que deciden los jueces. Las leyes son solo
probabilidades de lo que decidirá el juez, mientras la sentencia reconoce el
derecho verdadero o derecho vivo.
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elaborado un eficaz sistema de equilibrio de poderes que ponga límites a
los eventuales excesos judiciales.
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de roles que le toca ejecutar, tiene que tomar en consideración todos estos
elementos, debidamente ponderados según su criterio, para trabajar en la
estructura y en la operación del sistema en su conjunto. Ello obliga,
finalmente, a que quien tiene que trabajar dentro del Derecho asuma una
excelente formación jurídica que incluye, necesariamente,
complementaciones de orden filosófico y sociológico.
Crítica al Utilitarismo
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bien compartido por muchos. Rawls plantea que en un estado
razonablemente avanzado de civilización, la suma mayor de ventajas no se
alcanza de este modo ya que sin duda lo estricto de los aspectos de justicia
del sentido común tiene cierta utilidad para limitar las propensiones
humanas a la injusticia y a las acciones socialmente dañinas, aunque los
utilitaristas crean que es un error afirmar esta severidad como un primer
principio de la moral.
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El objeto primario de la justicia es la estructura básica de la sociedad,
o sea, el modo en que las grandes instituciones sociales distribuyen los
derechos y deberes fundamentales y determinan la división de las ventajas
provenientes de la cooperación social, tales como la constitución política y
las principales instituciones económicas y sociales (protección jurídica,
competencia mercantil, propiedad privada, familia monógama), quienes
definen los derechos y deberes del hombre e influyen sobre sus
perspectivas de vida e indica que el concepto de estructura básica es algo
vago y que mientras no se aplique la justicia social en la estructura básica
no se logrará una adecuada distribución de derechos y deberes por parte de
las instituciones que conforman la estructura básica de la sociedad.
Aporte
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Costes de Transacción.- Basado en el Teorema de Coase. El
mismo formula que si las partes privadas y públicas pueden negociar
sin ningún costo sobre la asignación de los recursos, pueden
generar por sí mismas transacciones eficientes, siendo innecesaria
la generación de normas jurídicas para ello.
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Conclusiones
Uno de los artículos de las disposiciones finales del título final del código
civil vigente ha recogido la doctrina de los hechos cumplidos (Art. 2121).
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el futuro, pero mientras tanto en su no aplicación esto no quiere decir que este
derogada sino en su vacatio legis.
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Referencias bibliográficas
✔ https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/142173.pdf
✔ Mauricio Pérez Salazar, Revista Derecho del Estado n.º 20, diciembre
2007
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