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TRATAMIENTO DE MATERIALES

¡BIENVENIDOS!
A continuación, profundizaremos en los distintos tratamientos de endurecimiento que se
pueden emplear para mejorar las propiedades de los metales y aleaciones, a fin de
adecuarlos a la multiplicidad de aplicaciones en los que se emplean en la vida moderna.
Veremos el endurecimiento por deformación y recocido, por solidificación, por solución
sólida y, finalmente, por precipitación o dispersión.

COMENCEMOS
Antecedentes relevantes

Los metales, y sus aleaciones, son materiales particularmente notorios por su capacidad de
ser adaptados a múltiples aplicaciones. El acero es un excelente ejemplo de ello. Al ser
sometido a distintos tratamientos físicos, mecánicos, térmicos, químicos y electroquímicos,
es posible conferirle durezas y resistencias mecánicas tales que le proporcionarán un mejor
desempeño ante las exigentes condiciones a las que será expuesto (soporte, tensión,
esfuerzo y condiciones de altas temperaturas).

Para conocer más:

● El acero puede recibir diferentes tratamientos, algunos físicos, usando temperatura


principalmente, y otros químicos, por medio de soluciones.

● Dependiendo del tratamiento o combinación de tratamientos, el acero puede


conseguir diferentes propiedades mejoradas, con respecto al acero normal.

● El propósito de los tratamientos a los que se someten los metales y las aleaciones
es mejorar sus propiedades, a fin de hacerlos adecuados para las distintas
aplicaciones.

ENDURECIMIENTO POR DEFORMACIÓN Y RECOCIDO


El endurecimiento por deformación es el que se consigue como el resultado de aplicar un
esfuerzo a un material deformado, hasta el punto en que inicia la fluencia del mismo. La
aplicación repetida de ese tratamiento resulta en un material con una mayor dureza,
esfuerzos de flujo, resistencia a la tracción, y menor ductilidad.
Lo expresado anteriormente puede ser apreciado de manera cuantitativa a través de las
curvas de esfuerzo versus deformación de un material. Efectivamente, la modificación en la
curva tras el endurecimiento sucesivo muestra que el esfuerzo de flujo y la resistencia a la
tracción igualan en valores, y no existe ductilidad. Como resultado de ello, el material no
exhibe deformación plástica.
Imagen 1: Características de las curvas de esfuerzo-deformación.

Fuente: Elaboración propia.

Las curvas de esfuerzo versus deformación para un material muestran cómo el mismo
precisa de mayores esfuerzos, y exhibe menores deformaciones a medida que es sometido
al endurecimiento.

TRABAJO EN FRÍO

El trabajo en frío es un procedimiento en el que se aplica presión a un material para


otorgarle una forma determinada. En general, es un modo efectivo de moldearlos y, al
mismo tiempo, incrementar su resistencia. Este tratamiento se le aplica, por ejemplo, al
cobre, ya que no afecta a su conductividad eléctrica de la forma negativa en que la afectan
otros procesos de endurecimiento (Askeland, Fulay & Wright, 2012).

Algunos de los trabajos en frío que se pueden mencionar son:

● Laminado: usado para obtener placas, hojas o láminas metálicas.

● Estampado: gracias al cual se generan los cuerpos cilíndricos de aluminio para


gaseosas (latas).

● Forjado: empleado para la fabricación de piezas sometidas a esfuerzos constantes,


e.g., cigüeñales o bielas.

● Extrusión: proceso a través del cual se elaboran barras, láminas, perfiles, tuberías.

● Trefilado: mediante este trabajo en frío se producen alambres.

Para conocer más:


● Durante la extrusión fría, el metal pasa de manera forzada, por medio de presión, a través
de un troquel (abertura con perfil definido), adquiriendo un perfil característico a la salida.

● Dada la presión relativamente elevada del proceso, normalmente se usan metales blandos
como aluminio, cobre, estaño, etc.

● Puede llegar a ser un método económico para la producción de grandes cantidades de


piezas pequeñas, pero una de las desventajas de este tipo de procesos es la pérdida de
ductilidad, ya que se gana dureza (Askeland, Fulay y Wright, 2012).

● Los metales blandos pueden ser forzados a través de troqueles para otorgarles formas
definidas.

RECOCIDO

El recocido es un tratamiento térmico mediante el cual se ablanda el material, minimizando


las tensiones internas en la estructura del mismo. Con él se pueden remover imperfecciones
que han resultado de los tratamientos en frío, e.g., esfuerzos residuales, o bajas en la
ductilidad.

Es importante controlar apropiadamente la temperatura durante este proceso, ya que su


aumento indiscriminado puede ocasionar la pérdida de algunas propiedades o
características del material (e.g., soldaduras).

El recocido puede ser isotérmico, el cual es frecuente en el tratamiento de piezas para la


industria automotriz, o normalizado, que se aplica previo al templado, de forma de
minimizar tensiones internas en el material.

Para conocer más:

● El recocido permite ablandar el material, por modificación de su estructura


cristalina.

● El propósito de los tratamientos a los que se someten los metales y las aleaciones
es mejorar sus propiedades, a fin de hacerlos adecuados para las distintas
aplicaciones.

TRABAJO EN CALIENTE

El trabajo en caliente es un tipo de deformación plástica que se consigue al someter a un


material a una temperatura mayor a la de recristalización, es decir, una temperatura a la
cual se minimiza la resistencia y se maximiza la ductilidad.
Este tratamiento térmico es útil para la remoción de imperfecciones en los materiales, el
comportamiento anisotrópico, y el acabado superficial (Askeland, Fulay y Wright, 2012).

Para conocer más:

● Al trabajar una pieza en caliente, por encima del punto de recristalización, es posible
deformarla constantemente, con lo cual se reducen las imperfecciones estructurales
y se consigue mayor isotropía del material.

● Uno de los aspectos a tener en consideración es que este proceso facilita la


oxidación del material, resultando en un acabado superficial poco llamativo.

● El tratamiento en caliente, en el cual la pieza se caliente por encima de la


temperatura de recristalización, es aplicado para remover imperfecciones y
aumentar la isotropía del material.

ENDURECIMIENTO POR SOLIDIFICACIÓN


La solidificación es un proceso que afecta directamente a metales conforme se funden para
ser moldeados como productos terminados.

Hay dos aspectos fundamentales que considerar en el endurecimiento por solidificación:

Nucleación y crecimiento.

Curva de enfriamiento.

Para conocer más:

● Cuando una pieza de acero es vista a través de un microscopio, es posible ver su


estructura interna, lo cual está asociado a alguna de sus fases cristalinas.

● En este caso, se trata de la combinación de hierro con carbono (vetas negras), donde
se observan las fases cristalinas perlita y alfa-ferrita.

● La microscopía electrónica de barrido permite apreciar aspectos de la estructura de


los materiales que no pueden ser apreciados con microscopios ópticos.

NUCLEACIÓN Y CRECIMIENTO

Durante el proceso de nucleación se obtiene una fase sólida, estable y ordenada. Este
tratamiento puede ser de dos tipos:

Nucleación homogénea:
Ocurre cuando los núcleos se originan a partir de los constituyentes del fundido y, por ello,
exhiben la misma composición química que la de la fase cristalina precipitada.

Nucleación heterogénea:

Al contrario de la anterior, son las impurezas y burbujas que pueden estar presentes en los
materiales las que constituyen los puntos de nucleación de los cristales, por lo que su
composición difiere de la del fundido.

Para conocer más:

● Dependiendo de los metales presentes, se forman diferentes tipos de cristales por


nucleación, los cuales también crecen de maneras particulares.

● En el caso de nucleación heterogénea, pueden coexistir diferentes fases cristalinas,


o bien, fallas dentro del metal.

● A nivel microscópico es fácil apreciar la multiplicidad de formas de crecimiento de


los cristales durante el proceso de nucleación.

CURVA DE ENFRIAMIENTO

La curva de enfriamiento es una representación gráfica cuantitativa del cambio de


temperatura de un material puro a medida que transcurre el tiempo (Askeland, Fulay y
Wright, 2012).

La pendiente de dicha curva, es decir, la relación entre el cambio de temperatura y el


cambio de tiempo, se corresponde con la velocidad de enfriamiento del material.

Para conocer más:

● A medida que se enfría el material fundido, el fluido se torna más denso.

● Alcanzado el punto de solidificación, comienza a formarse una mezcla en la que


coexisten las fases sólida y líquida.

● Si la temperatura sigue disminuyendo, predomina la fase sólida del material.

● El propósito de los tratamientos a los que se someten los metales y las aleaciones
es mejorar sus propiedades, a fin de hacerlos adecuados para las distintas
aplicaciones.

ENDURECIMIENTO POR SOLUCIÓN SÓLIDA


Este proceso ofrece otra alternativa para el reforzamiento de los metales, a través de la
aleación de estos últimos con átomos de impurezas, los cuales le otorgan a la mezcla final
una mayor resistencia a la tracción y a la fluencia (Callister & Rethwish, 2016).

Esa mejora en las propiedades se debe a la deformación que provocan los átomos añadidos
en la red cristalina del material. Las interacciones generadas entre los campos de
deformación de la red de las dislocaciones y de átomos de impurezas, dificultan el
movimiento de las dislocaciones, logrando con ello el cambio en las propiedades del
material original.

Para conocer más:

● El acero inoxidable es una solución sólida, compuesta por hierro, en su gran mayoría,
más un porcentaje de carbono, y, como mínimo, un 10,5% de cromo.

● En este caso, las impurezas son el carbono y el cromo, que generan vetas y
diferentes dislocaciones, que dan lugar a un aumento de la dureza y, por supuesto,
la propiedad de inoxidable.

● La presencia de impurezas como carbono y cromo en el acero provocan vetas y


dislocaciones que se traducen en una mayor dureza y resistencia a la corrosión del
acero.

SOLUCIONES Y SOLUBILIDAD

Las soluciones son mezclas homogéneas de dos o más componentes. El componente en


menor proporción es el soluto, y el que se encuentra en mayor proporción es el solvente.
La solubilidad es la cantidad de un soluto que puede ser disuelta en una cantidad
determinada de solvente, a una temperatura dada. La solubilidad puede ser:

Solubilidad ilimitada: la mezcla de dos o más sustancias resulta en la formación de una


única fase. Las condiciones necesarias para que ello se alcance se conocen como las Reglas
de Hume-Rothery, e incluyen aspectos sobre tamaño, estructura cristalina, valencia de
electrones y electronegatividad de los constituyentes de la solución (Askeland, Fulay y
Wright, 2012).

Solubilidad limitada: en este caso se obtiene una mezcla heterogénea, en la que una
solución está en contacto con el material que el solvente ya no está en capacidad de
disolver.

Para conocer más:


● Las soluciones son mezclas homogéneas de dos o más componentes, y su formación
depende de distintas variables asociadas a los componentes de las mismas.

● Cuando la solubilidad es ilimitada, no importan las proporciones de las sustancias,


siempre se conseguirá una fase definida, aunque con propiedades distintas a las de
sus constituyentes individuales.

● Cuando la solubilidad es limitada, existe una proporción máxima en la cual se puede


combinar cada sustancia, quedando el resto de esta en otra fase, como un
precipitado sólido en este caso.

ENDURECIMIENTO POR PRECIPITACIÓN O DISPERSIÓN


El endurecimiento por precipitación, o por envejecimiento, resulta del desarrollo de
partículas de nueva fase a medida que transcurre el tiempo (Callister & Rethwish, 2016).
Para ello deben cumplirse dos condiciones:

● La solubilidad máxima de un componente en otro debe ser considerable.

● El límite de solubilidad del componente principal debe disminuir rápidamente al


descender la temperatura.

Por otra parte, se debe llevar a cabo dos procesos térmicos:

Tratamiento térmico de solución: los átomos de soluto se calientan a una


temperatura y se disuelven para formar una solución sólida monofásica
sobresaturada.

Tratamiento térmico de precipitación (proceso de envejecimiento): se calienta la


solución sobresaturada a una temperatura intermedia. La fase precipitada comienza
a formarse como partículas finamente dispersas en la matriz de soluto.

Ejemplos de este tipo de tratamiento son las aleaciones aluminio-cobre, aluminio-silicio,


cobre-berilio, cobre-estaño, magnesio-aluminio.

AVERIGUA MÁS
TE RECOMENDAMOS
Sin duda, los métodos de endurecimiento son muy útiles para mejorar y/o adaptar
propiedades mecánicas de los materiales, permitiendo sacar el máximo provecho de estos
para un determinado uso. Si quieres saber más al respecto, te recomendamos:
● Askeland, D.; Fulay, P.; Wright, W. (2012). Ciencia e ingeniería de materiales. 6.a
edición. México: Cengage Learning Editores, S. A.
● Callister, W.; Rethwish, D. (2016). Ciencia e Ingeniería de los Materiales. 2.a edición.
Barcelona: Editorial Reverté S.A.
● Güemes, A. y Martín, N. (2012). Ciencia de materiales para ingenieros. Madrid:
Pearson Educación.

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