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ISBN: 978-950-9379-39-8

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Quinto Documento de Trabajo - El Neoliberalismo tardío

Introducción

Neoliberalismo tardío: Entre la


hegemonía y la inviabilidad.
El cambio de ciclo en la Argentina

Por Daniel García Delgado y Agustina Gradin

Introducción a reflexionar en torno a estas cuestiones. Ahora


El cambio de ciclo político y económico en la bien, ¿por qué Neoliberalismo tardío? Porque los
región, a partir del ascenso de la derecha en la principales rasgos políticos y económicos de los
Argentina y Brasil entre el año 2015 y el 2016, gobiernos de derecha que asumieron la Presi-
nos impone la obligación de reflexionar y pro- dencia en la Argentina, Perú y Brasil, y los avan-
blematizar, desde el mundo académico, este ces de las coaliciones opositoras en Venezuela,
nuevo escenario. Este Documento de Trabajo, y Colombia, Ecuador y Bolivia, nos permiten su-
los capítulos que lo componen, son producto de poner que nos encontramos frente a una nueva
esta necesidad de encontrar instrumentos teóri- etapa neoliberal en la región. Etapa caracteriza-
cos que nos permitan iluminar la complejidad da por una feroz disputa por la reestructuración
de este proceso que, como sociedad, nos toca de la distribución de la riqueza a favor de los
transitar. Como señalábamos en un artículo de sectores concentrados de la economía; por el
investigación anterior (García Delgado y Gra- inicio de un nuevo proceso de endeudamiento
din, 2016), el nuevo ciclo ha producido un giro externo; la apertura de la economía; la desin-
sustantivo respecto del rumbo que mantenían dustrialización; y el intento deliberado de bajar
los anteriores gobiernos nacional-populares, salarios y niveles de consumo de los sectores
neodesarrollistas y de centro-izquierda de la mayoritarios. Sin embargo, consideramos nove-
última década y media en América del Sur. En doso el nuevo ciclo, y no únicamente un regreso
este escenario, consideramos imperante interro- a una etapa anterior, en la medida que tanto el
garnos sobre la sustentabilidad económica, polí- contexto político interno de cada país (el acceso
tica, social y cultural de esta ola neoliberal tardía de la derecha al poder a través de mecanismos
y, por lo tanto, del futuro de la región. institucionales y legales, aunque poco legítimos
Este Neoliberalismo tardío, en tanto mode- para el caso brasilero), el escenario económico
lo económico, social y geopolítico, tiene carac- global y regional (el aumento de la desigual-
terísticas específicas y distintivas respecto de los dad global en la distribución de la riqueza), así
momentos anteriores como los ´70 y los ´90. La como geopolítico (el ascenso de Donald Trump
actual coyuntura en la Argentina, Brasil y otros en los Estados Unidos y sus conflictos con los
países de la región, muestra cambios estructu- principales países de las BRICS, o el avance de
rales tanto en los modelos de acumulación, los la derecha en Europa y el conflicto en medio
patrones de distribución de riqueza y de poder, oriente), muestran diferencias sustantivas a las
como en las subjetividades promovidas por los etapas precedentes.
medios masivos de comunicación y por las re- En el plano subjetivo, el principal denomi-
des sociales, que necesariamente nos interpelan nador es el sujeto empresarial como actor prin-

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Introducción - Por Daniel García Delgado y Agustina Gradin

cipal de las coaliciones de gobierno, involucrado discriminador de las mayorías sociales expulsa-
directamente y sin mediaciones, a la gestión de das por el funcionamiento económico, político
lo público. Esto, a su vez, presenta aspectos sub- y social del neoliberalismo a nivel global.
jetivos distintivos y abarcadores que la última Dicho lo anterior, lo tardío se explica por
versión de los ´90, seguramente por el avance tres razones. Primero, porque ya no existe el
de las nuevas tecnologías y de las redes sociales, consenso con que surgieron bajo el paradigma
facilitando la construcción de hegemonía por del pensamiento único de Washington tras la caí-
parte de élites que cuentan con gran capacidad da del Muro de Berlín. Es decir, la crisis neolibe-
comunicacional. Son las apelaciones constan- ral de principio de siglo mostró los límites de ese
tes a cuestiones vinculadas a la comunicación, modelo económico y social. Segundo, el contex-
al marketing, y a la exaltación de una cultura to de un mundo multipolar, agravado por el es-
liberal e individualista, desde donde se cons- tancamiento económico y el proteccionismo de
truye la hegemonía del proyecto subjetivo del los países centrales, es totalmente diferente a la
Neoliberalismo tardío. Esta se caracteriza por fase aperturista y unipolar de los ´90. Y terce-
las formas de hacer política “posmodernas”, y ro, las sociedades de la región que atravesaron el
el “emprendedurismo”, ancladas en un proceso giro popular neodesarrollista, han profundizado
de crisis de representación histórico de nuestras y consolidado su conciencia de sus derechos y
sociedades. Se pretende reemplazar la racionali- de sus posibilidades de acceso a mejores condi-
dad de la acción de la militancia partidaria, por ciones de vida, ingresos y oportunidades. Todo
un nuevo sujeto político de cambio basado en esto es, por lo menos hasta ahora, una memoria
una identificación des-clasada (sin anclaje de fresca de que “otro mundo es posible”.
clase), y renuente al conflicto y a la disputa de
intereses, soslayando desigualdades estructura- Los “ciclos” en la región
les en la distribución de recursos dentro de las Para analizar el actual escenario, debemos nece-
sociedades latinoamericanas. La retórica antico- sariamente modelizar los ciclos precedentes, lo
rrupción contacta con esta forma pospolítica de cual nos permite comprender las características
construcción de sentidos, que sostiene el discur- sustantivas que se pretenden señalar en este ca-
so comunicacional distintivo de éstos gobiernos pítulo. Al hablar de ciclos nos estamos refiriendo
neoliberales, pero tardíos. a la lógica histórica, ya señalada por Diamand
Entre las líneas de continuidad con las ex- (1971), y caracterizada por la disputa entre la
periencias anteriores, el bagaje clásico liberal, de corriente popular expansionista y la corriente li-
más mercado y menos Estado, expresado en el beral, por la conducción del proceso de desarro-
programa económico de ajuste y desregulación, llo en la región. Los ciclos del desarrollo pueden
con énfasis en el perfil agroexportador y privati- ser explicados a partir de la hegemonía de una
zador, nos permiten afirmar que atravesamos un corriente sobre otra, primando los intereses de la
tercer momento de ofensiva de las élites conser- élite económica sobre los populares en los ciclos
vadoras y del capitalismo de libre mercado tras- neoliberales.
nacional, en la disputa por la hegemonía. Sin El primer momento neoliberal en la región
embargo, estos nuevos gobiernos, como señala emergió con la crisis del capitalismo y de su ex-
Alejandro Pelfini en esta compilación, llegan presión estatal, el Welfare State, a mediados de la
retrasados a insertarse a un mundo en proceso década de los ´70 (Sunkel, 1992; García Delga-
de cambio, que está poniendo fin a la globaliza- do, 1994; Anderson, 1999). El aumento de los
ción neoliberal, promoviendo el proteccionismo precios de la energía por parte de la OPEP generó
en las economías centrales y construyendo un la crisis del Petróleo en 1973 con su consecuen-
discurso hegemónico nacionalista, xenófobo y te aumento exponencial del déficit de la balanza

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Quinto Documento de Trabajo - El Neoliberalismo tardío

de pagos en los países industrialistas, quienes los cambios estructurales a nivel geopolítico y a
como respuesta de este escenario, comenzaron nivel del modelo de acumulación y con el avan-
a aplicar planes de austeridad, disminuyendo el ce de la revolución tecnológica y la financiariza-
consumo, la demanda y, por lo tanto, el nivel de ción de la economía, se fue consolidando una
vida de sus naciones. Este proceso, económico y sociedad de servicios, de consumo y de la co-
estructural, fue acompañado por un proceso po- municación, que profundizó las características
lítico-institucional de gran trascendencia, vin- individualistas y despolitizadas en una sociedad
culado a la crisis del Estado social como arreglo que, al mismo tiempo, se desindustrializaba y
institucional de las sociedades de posguerra. La extranjerizaba su propiedad.
crítica neoliberal al funcionamiento de Estado El inicio del nuevo siglo, se encontró con un
de bienestar, anclado en el esquema de seguros escenario de crisis terminal del neoliberalismo
sociales y el fortalecimiento de la capacidad de en la región (si bien no así en el centro), produc-
consumo de los sectores populares, se basó en la to de una economía recesiva, con altos niveles de
rigidez del mercado de trabajo, el déficit público endeudamiento y pérdida de competitividad por
y el costo de la mano de obra (Offe, Espinosa, y la rigidez del uno a uno, aumento del desempleo
Keane, 1990; Esping Anderson, 2000). Crítica y de la pobreza. Esa situación socioeconómica
que escondía la disputa por la apropiación de la abonó un camino de explosiones y protestas so-
riqueza de las sociedades entre las élites econó- ciales y, por lo tanto, de crisis político-institu-
micas y los sectores trabajadores, en el marco de cional marcada por la desafección política de los
la revolución científico-técnica que estaba trans- sectores medios y bajos, que se cristalizó en la
formando las formas de producción de capital consigna “que se vayan todos…”. Este proceso
en los países centrales. Este proceso fue concep- abrió un nuevo ciclo posneoliberal, de hetero-
tualizado como el pasaje al modelo posfordista doxia económica y de liderazgos transformado-
(Boyer, 2016; Lazzarato, 1993). res en diversos países de América del Sur, que se
El segundo momento neoliberal, como ya constituyeron en un laboratorio de experimen-
lo mencionamos más arriba, es el periodo del tación posneoliberal y del surgimiento un nuevo
Consenso de Washington, que se instaló junto a paradigma de revalorización del Estado (activo,
la hegemonía del capitalismo a nivel mundial, presente), de los derechos sociales, de la política
producto de la disolución de la Unión Soviética y del accionar estatal: el paradigma producti-
y la caída del Muro de Berlín a fines de los ´80, vo-inclusivo. Este paradigma se inscribía dentro
con sus consecuencias políticas ideológicas a ni- de la búsqueda de inserción geopolítica Sur-Sur
vel global. El fin de la Guerra Fría y la bipolari- (desde los países emergentes), que intentaba su-
dad a nivel global, abrió un período de triunfa- perar la globalización unipolar y sus asimetrías
lismo del capitalismo salvaje, tanto en términos de poder. Esta situación, que fue acompañada
económicos, políticos e ideológicos-culturales. por la revolución de los commodities, el ascen-
La reflexión posmoderna giró en torno al fin so de China como gran potencia, y el aumen-
de los grandes relatos (Lefort, 2004), el fin de to del precio de las materias primas, dio auge
la historia (Fukuyama, 1992), el fin del empleo a las economías primarias y a los Estados de la
(Rifkin, 1996), el fin de la soberanía de los Es- región para poder hacer frente a las demandas
tados nacionales y subordinación a una gober- sociales, mejorar los ingresos y generar empleo
nanza global (Bauman, 1999). La unipolaridad, en un marco de desendeudamiento de los países
la flexibilización del empleo y de las formas de y de la región. Todo este proceso de integración
cohesión e integración social fueron sintetiza- social y de ampliación de la reconstrucción del
dos en un decálogo incondicional: el Consenso entramado productivo de la economía y de la
de Washington (Petrella, 1996). Así, junto con

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Introducción - Por Daniel García Delgado y Agustina Gradin

transformación de la forma de inserción global, El Neoliberalismo tardío


tuvo al Estado como su principal actor. Esta nueva versión neoliberal, que presenta ele-
Sin embargo, a partir de la crisis financiera mentos comunes y distintivos respecto de los
global generada en los Estados Unidos por el anteriores ciclos, como ya señalamos, muestra
estallido de la burbuja de las hipotecas subpri- distancias sustantivas, particularmente, en las
me del 2008/2009, la resolución conservadora dimensiones, económica-internacional y polí-
y monetarista de la misma, a partir del salva- tico-cultural. A partir de la contextualización
taje del sistema financiero por parte del sector de este cambio de ciclo, proponemos profun-
público en los Estados Unidos (ganancias priva- dizar el análisis de una serie de elementos que
das, gastos públicos), y la política de austeridad consideramos novedosos de la nueva configu-
y ajuste en la Unión Europea y Japón, dieron ración del poder neoliberal tardío, para luego
lugar a una época de “estancamiento secular” dejar emerger las posibles resistencias, conflictos
(Larry Summer, 2016) que mostró las limita- y líneas de quiebre que necesariamente se im-
ciones de los proyectos neodesarrollistas. Como ponen en el actual escenario. Esto último, nos
señala Lucita (2016), la desaceleración iniciada impone indagar sobre el dilema, o enigma tal
en 2008 se profundizó y el mundo ingresó en vez, de construir una alternativa en las nuevas
una fase de bajo crecimiento, con una fuerte re- circunstancias.
ducción del comercio internacional, de caída de
la productividad y alto endeudamiento. 1. Especialización productiva,
En cierta forma, los gobiernos populares de endeudamiento externo y
América Latina atendieron desde el Estado al “volver al mundo”
nivel de consumo y de distribución del ingre-
so, pero no supieron resolver el aumento de la Las principales políticas públicas impulsadas
inversión privada como factor estratégico de la por los gobiernos neoliberales de la región desde
demanda agregada de los países. Evidentemen- 2016 han construido una economía política que
te, los intentos por diversificar y por transfor- promueve una transformación estructural en la
mar estructuralmente la matriz productiva de producción y en la distribución de la renta de
cada país, encontraron en la restricción externa nuestras sociedades. De los procesos de desar-
su principal limitación. Esta crisis impactó en rollo inclusivos y reindustrializadores, estimu-
los países de la región, especialmente a partir de lados por los gobiernos nacionales-populares,
la caída de la demanda externa de commodities, progresistas y de centroizquierda en la región,
recrudeciendo esta situación. El problema de la se vuelve a una estrategia de economía políti-
restricción externa comenzó a mermar o debili- ca de especialización productiva, anclada en las
tar sus posibilidades distributivas, lo cual contri- exportaciones agroindustriales y en la sociedad
buyó a sus derrotas políticas al cambiar el ciclo de servicios. Para financiar esta estrategia, como
mundial de precios. Este escenario de crisis de señalan Martín Burgos y Estanislao Malic en su
las condiciones internacionales tuvo diferentes contribución a este Documento de Trabajo, los
traducciones a las escenas políticas locales, pero gobiernos del Neoliberalismo tardío debieron
claramente condicionó la correlación de fuer- retomar la senda del endeudamiento externo
zas entre las élites económicas coaligadas con y sus lógicas políticas económicas. La falta de
el poder financiero-comunicacional, judicial e inversión de las burguesías es un elemento per-
internacional, y los gobiernos progresistas de la manente del problema. Como señala Horacio
región. El fin de la década “populista” abrió la Rovelli en esta compilación, puede cotejarse
puerta al tardo Neoliberalismo. con lo que sucede en Asia del Este: “Mientras en
América Latina la inversión promedio del Esta-

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Quinto Documento de Trabajo - El Neoliberalismo tardío

do nacional equivale a 3% del Producto Interno lógica de los Tratados de Libre Comercio (TLC)
Bruto, en el sudeste y en el oriente asiático y como la Alianza del Pacífico. Como señala Luci-
China es 15% promedio”. Y si se suma al sec- ta (2016) es imperante remarcar un interrogan-
tor privado –que en América Latina no tiene las te sobre la paradoja en que el Neoliberalismo
regulaciones ni el disciplinamiento de Asia– “la tardío incurre. Se “vuelve” al mundo justo en el
inversión y reposición del capital en nuestra momento en que éste se cierra para el comercio
región no llega ni a la mitad que en aquella otra internacional. Como señala agudamente Ale-
región”. Para este autor, el Estado latinoameri- jandro Pelfini:
cano es débil y sus burguesías apenas intentan
Cuando las recetas que parecían asegurarnos un
engancharse en las cadenas de valor globales
futuro promisorio o al menos preservarnos fren-
subordinadamente, además de tener altísimas
te al riesgo y las catástrofes ya no seducen ni a
tasas de ganancias aquí y fugar sus rentas hacia
los votantes de los países centrales, nunca menos
el exterior. Por su parte, Eduardo Crespo y Javi-
oportuno que nuestro país y nuestra región pre-
er Ghibaudi en su capítulo se interrogan sobre
tendan revivir los años de relativa y engañosa bo-
el ciclo largo entre los momentos neoliberales
nanza de la globalización neoliberal en este raro
en la región, para problematizar las diferencias
revival, mezcla de tragedia y comedia que parece
y las similitudes de la lógica política neoliber-
ser el “Neoliberalismo tardío”.
al, mostrando también las limitaciones de los
proyectos neodesarrollistas en la región.
Íntimamente vinculado al perfil productivo y 2. Democracia restringida y
a la estrategia de financiamiento de la economía, judicialización de la política
otro cambio promovido por los “nuevos” go- En relación al Estado de los CEO´s y al proceso
biernos de la región se vinculó a la forma de de modernización de ruptura, cabe preguntar-
inserción internacional, coherente con sus pre- nos: ¿en qué medida el neoliberalismo está in-
supuestos de libre mercado y de no regulaciones fluyendo no sólo en el modelo económico, de
para las multinacionales y para el libre flujo de acumulación, de concentración, sino también
capitales. Es decir, se anunció la adhesión a la en el sistema democrático mismo? En la medida
globalización y a los grandes acuerdos de libre que aumenta la concentración de la riqueza y
comercio. Por lo tanto, se trata de una adhesión de los ingresos, las desigualdades se hacen cada
geopolítica específica en el conflicto que el nor- vez más evidentes. Claramente, la nueva rela-
te desarrollado mantiene con China, Rusia, y el ción de poderes en favor del poder económico
conflicto en Medio Oriente con el terrorismo fáctico, financiero, transnacional y comunica-
del Estado islámico. El “volver al mundo” es cional introduce un desequilibrio en el régimen
una forma de vincularse con el resto del mundo, democrático, no tanto en sus formas como en
distinta a la estrategia de fortalecimiento de la su distribución del poder. Este escenario nos
integración regional y de la multipolaridad de interpela sobre la calidad de la democracia y
los gobiernos nacional-populares. De esta ma- sobre su futuro funcionamiento con gobiernos
nera, el gobierno de Cambiemos en la Argentina, de clases, de ricos para ricos. ¿Vamos hacia una
y el gobierno de Temer en Brasil, retoman la posdemocracia, en términos de Crouch (2004);
inserción alineada y subordinada con los países hacia una democracia ‘de baja intensidad’, como
desarrollados del norte, particularmente con los diría O´Donnell (2007), o hacia democracias
Estados Unidos, como eje de su política inter- ‘capturadas’ según Mizrahi (2017)? En su capí-
nacional y geopolítica, subordinando las lógicas tulo, Cristina Ruiz del Ferrier nos aporta desde
de integración regional estratégicas de bloque la perspectiva del pensamiento político posfun-
tipo MERCOSUR, UNASUR o CELAC, a la dacional, toda una problematización en torno a

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Introducción - Por Daniel García Delgado y Agustina Gradin

la democracia contemporánea, entendida tanto que los sectores populares sean soporte electoral
como régimen político, como una particular for- de los gobiernos conservadores. Sus estrategias
ma de la vida en común, donde la soberanía del convergentes descansan en la comunicación, a
Estado y la subjetividad del pueblo quedan en través de las redes y los mass medias concentra-
entredicho frente a las lógicas de organización y dos y trasnacionalizados. De este modo, a través
de funcionamiento de las democracias contem- de su relato, como lo analizan Gabriel Vommaro
poráneas. Estas problemáticas nos conducen a y Verónica Soto Pimentel en sus respectivos ca-
los siguientes interrogantes: ¿qué tipo de de- pítulos presentes en esta compilación, se intenta
mocracias se están constituyendo en la nueva normalizar la desigualdad que produce a través
configuración política de los capitalismos en la de la economía política dominante, proponien-
etapa financiera global poscrisis del 2008? Lo do que el periodo anterior fue sólo una ilusión
sistémico, las tecnocracias, el poder financiero de las mejoras en las condiciones de vida du-
y del poder corporativo y la desigualdad, entre rante la década pasada. Una ilusión y un error
otros, ¿en qué medida no hacen mella en una económico. Las mecanismos para “mediar” la
concepción de democracia como estilo de vida, realidad, tanto en términos individuales como
participación y como soberanía popular? colectivos, se han potenciado y los medios ma-
El tratamiento del Poder Judicial requiere sivos de comunicación se han convertido en la
un capítulo aparte y el mismo es realizado por pieza principal de ese funcionamiento, que bus-
Luciano Nosetto, aportando elementos sustan- ca convencer a la mayoría de la sociedad para
tivos para la compresión de la nueva etapa. En que asuma actitudes de sacrificios sobre sus con-
la teoría y praxis del Neoliberalismo tardío, la diciones de trabajo y su calidad de vida, basados
judicialización de la política adquiere un rol en el argumento de que el proceso de amplia-
relevante en el cambio de ciclo en los diversos ción de derechos y de la capacidad de consumo
países de América del Sur, tanto por la erosión operado en la década anterior, fue una “pesada
precedente, iniciada por los gobiernos populares herencia”, a pagar o sincerar.
o progresistas de varios países de la región, como El sentido común a configurar se ancla en el
a través de los procesos de destitución del tipo desmantelamiento de la “ilusión” de la década
impeachment parlamentario (Paraguay y Brasil), populista, basada en el consumo “desmedido”
o mediante la permanente presión y criminal- de los sectores populares y medios. Es decir,
ización de figuras políticas representativas de de la fantasía del “mejoramiento constante de
grandes mayorías. Mirada desde la perspectiva ingresos y de ampliación del acceso a bienes”,
democrática el gobierno de los CEO´s, la judi- asistimos al sentido común del “sinceramiento
cialización de la política es un momento dentro económico”. De esto se desprende que la “bata-
de una empresa más global de sumisión de la lla cultural”, por ende, es por la hegemonía, en
política a los poderes fácticos. Una vez más, se la medida que los sectores subordinados acepten
está poniendo en acto la fuerza destructiva de la visión del mundo de los dominadores. O en
los poderes fácticos del país respecto de cualqui- todo caso, tengan una visión escéptica sobre el
er forma de autonomía de la política. futuro y sobre sus posibilidades.
También es importante en la construcción
del nuevo imaginario legítimante del Neoli-
3. La construcción de consensos beralismo tardío, el discurso político new age,
y la “batalla cultural” pospolítico, individualista, emprendedor. En la
La batalla cultural es el objetivo explícito de posmodernidad, y más aún en la era de la comu-
un gobierno que intenta cambiar el imaginario nicación, la llegada personalizada, informal, di-
popular para modificarlo, en términos de lograr gital, es decir, el remplazo del paradigma repre-

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Quinto Documento de Trabajo - El Neoliberalismo tardío

sentativo por el comunicacional, es parte de lo movilizaciones populares, esta estrategia tiene


que explica las posibilidades de dar esta batalla sus límites en tanto que no garantiza la gobern-
cultural. La apuesta es trasladar a la gestión esta abilidad social en países con la tradición beliger-
estrategia de comunicación altamente tecnolo- ante de nuestra región.
gizada, tanto desde el punto de vista de la in- Otra estrategia de fragmentación es discursi-
fraestructura de la información y de la robotiza- va y opera sobre la legitimidad de los propios ac-
ción, como en la construcción del mensaje. Los tores, y sobre las formas de canalización y gestión
textos se construyen con un sentido más publi- de sus demandas. El Neoliberalismo tardío en su
citario y emocional, que político y argumenta- apelación al ciudadano común y desinteresado,
tivo, y tienden a segmentar, como un mercado, altruista y voluntarioso, despolitiza los conflic-
lenguajes diferentes y coloquiales. Ejemplo de tos sociales que emergen de la contradicción
ello, es el timbrazo de cercanía, viralizado por las de intereses impuesta por la lógica económica.
redes sociales. La derecha llegó a las redes socia- Como se analiza en el capítulo de Agustina Gra-
les mucho antes que los movimientos populares din en esta compilación, desde la asunción del
y a este recurso le da un uso altamente profe- gobierno de Cambiemos en la Argentina, se han
sionalizado. El uso de la tecnología apunta a la acelerado y profundizado los conflictos sociales
creación de ilusiones virtuales con un discurso y las acciones colectivas de protesta que emer-
emotivo. La posverdad es la mentira verdadera. gen en la cotidianeidad del debate público. Las
El objetivo del poder ha llevado en la posmo- resistencias a las diferentes estrategias de política
dernidad a un nuevo estatuto epistemológico, pública irrumpen en la agenda gubernamental,
en donde se puede afirmar cualquier cosa en la mostrando los límites de la sustentabilidad po-
medida que se pueda construir alguna verosimi- lítica y social de un proyecto que pretende fun-
litud de la misma. cionar con una parte de la sociedad por fuera
del sistema económico y social. Sin embargo, la
4. La fragmentación social y política capacidad política del Neoliberalismo tardío es
¿A qué apunta la construcción de la hegemonía justamente la segmentación y la fragmentación
en última instancia? A la fragmentación del de los diferentes actores que protagonizan estos
demos, en tanto referente empírico del poder hechos de protesta y de manifestación, en pos
(otrora, pueblo o ciudadanos). Es decir, a la de evitar su articulación política general. Y aquí
enorme capacidad del nuevo poder de disper- cabe señalar una paradoja del Neoliberalismo
sar y dividir tanto a las mediaciones opositoras tardío, en tanto desprecia el rol regulador del
como a la sociedad civil. El demos, para el Neo- Estado en la economía, hace uso del mismo en
liberalismo tardío, es entendido como públicos la regulación y en la administración del conflicto
segmentados e individualizados, y construidos social. Las demandas son gestionadas sectorial-
como un mercado segmentado en públicos mente, fragmentando los colectivos sociales, de
diferentes. El pueblo como proyecto político, forma que no emerjan liderazgos individuales o
se desanima y desvanece sobre un sistemático colectivos que puedan capitalizar el descontento
bombardeo de argumentos basados en “la her- y las resistencias. A su vez, se hacen esfuerzos
encia recibida”, “el sinceramiento de la realidad” por destruir la legitimidad de las mediaciones
y “las fantasías populistas”. ¿Y cuáles son las sociales y políticas (sus instituciones y sus lide-
estrategias de fragmentación? En primer lugar, razgos), ya sean sindicatos, partidos políticos o
aunque de manera solapada, la represión poli- movimientos sociales, “partidizando” sus accio-
cial de las demandas emergentes. Desde la en- nes (a través de constantes denuncias de “kirch-
carcelación de líderes sociales de forma arbitrar- neristas”, “opositores” o “corruptos”). Esto últi-
ia y la persecución, hasta la represión directa de mo reviste una gravedad política, en términos

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Introducción - Por Daniel García Delgado y Agustina Gradin

de gobernabilidad de las sociedades, y también nología. Se trata de una modernización de rup-


sociales, ya que son estas estructuras intermedias tura, como lo analiza en su capítulo Daniel Gar-
quienes, en mayor medida, garantizan la cohe- cía Delgado en esta compilación, que pone en
sión social en situaciones de desigualdad como cuestionamiento todo lo sustantivo de la década
las que viven actualmente nuestros países. anterior, y asume la tecnología y la información
como parte de un paradigma despolitizador de
5. El gobierno de los CEO´s y una la administración pública. De esta forma, se
nueva reforma estructural del Estado constituye y se apunta a una perspectiva meri-
La economía política de Neoliberalismo tardío tocrática, asociada a la racionalidad del Banco
presenta una novedosa forma de vinculación en- Mundial en las reconfiguraciones del sector pú-
tre los principales actores económicos y el Esta- blico, y es esencialmente una modernización de
do nacional. Como señalan en su capítulo Mar- ruptura y una tercera reforma del Estado. Sin lu-
tín Astarita y Sergio De Piero, la composición gar a dudas, una ruptura porque no recupera ni
del gobierno macrista presenta características valoriza la experiencia acumulada por el sector
de una nueva élite empresarial. Desde su forma público argentino en estos últimos quince años.
de acceso al gobierno por vía institucional (aún Tenemos así la contraposición de dos paradig-
ilegítima como es el caso de Temer en Brasil) en mas en este brusco cambio de rumbo impues-
detrimento de las históricas prácticas golpistas, to por Cambiemos: la del homo político y la del
hasta su estilo de gestión pública y su forma de homo corporativo como síntesis de comprensión
articulación con los otros actores políticos del del rol del Estado en la sociedad.
sistema, la relación ente el Neoliberalismo tar- Por último, esta modernización de ruptura
dío y el Estado nacional está atravesada por una en el Neoliberalismo tardío se expresa principal-
contradicción principal: ¿Cómo hacer conver- mente en su (in)capacidad de gestión de políti-
ger el interés del poder económico concentrado cas públicas. Tanto las políticas sociales, anali-
con los intereses mayoritarios? zadas en esta compilación por Cynthia Gisselle
El Neoliberalismo tardío no se fundamen- Ferrari Mango y Jorge Tirenni, como las educa-
ta en la búsqueda de un Estado ‘mínimo’, ni es tivas, analizadas por Ana María Combours de
explícitamente privatista como lo promovía el Donini y Mónica Pini, y las relativas a un bien
Consenso de Washington. Tiene otra elaboración natural estratégico como es la minería, analiza-
discursiva y de políticas públicas, pero similares das por Alejandro Casalis y Arturo Trinelli en
intensiones, en cuanto a potenciar el rol privado este Documento de Trabajo, expresan la concep-
del Estado y a establecer una lógica de acumula- ción del Estado que subyace a este paradigma.
ción directamente asociada a los intereses de las
empresas multinacionales, sin mediación políti- Conflictos y resistencias al
ca alguna y en contradicción con lo realizado en Neoliberalismo tardío
la década precedente. Lo cierto es que quienes Las características señaladas anteriormente de-
hasta ayer conducían, en la vida privada, áreas jan entrever límites y líneas de quiebre en el mo-
principales de la actividad economía, pasaron delo neoliberal tardío que, a nuestro entender,
hoy a regularla desde el Estado. Hay detrás de permiten avizorar un escenario futuro de cierta
esto un problema ético insalvable. complejidad. En primer lugar, debemos señalar
La transformación del sector público en el el límite impuesto por el propio proceso eco-
Neoliberalismo tardío está dada por una serie nómico macro estructural. La velocidad de los
de políticas basadas en una racionalidad técnica cambios en la distribución del ingreso a favor
instrumental, inscriptas en el paradigma de los de los sectores concentrados y el deterioro de los
gobiernos abiertos con fuerte énfasis en la tec- indicadores sociales como el consumo, el em-

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Quinto Documento de Trabajo - El Neoliberalismo tardío

pleo y la pobreza, muestran un panorama com- “oposición simulada”, y el de la oposición, pero


plicado para proyectar la sostenibilidad política que afronta los problemas del permanente hos-
y social del modelo de acumulación, aún con tigamiento judicial y mediático.
los recursos mediáticos y judiciales con los que Las sociedades bajo el Neoliberalismo tar-
se cuenta. dío oscilan así en un estrecho sendero entre la
En segundo lugar, la predisposición a la pro- hegemonía y la inviabilidad económica, políti-
testa por parte de una sociedad civil con con- ca, social y cultural como analizaremos en las
ciencia de derechos, y con capacidad de movili- tres partes, con sus correspondientes capítulos,
zación, impone otro límite concreto a la acción que componen esta compilación. Para el Neo-
gubernamental hegemónica1. La necesidad de liberalismo tardío la única salida ante un esce-
articular políticamente con los propios actores nario de creciente recesión por el aumento del
evidencia un límite al modelo de gobernabilidad desempleo, la persistencia de la inflación y de la
neoliberal basado en el ajuste. reducción del consumo masivo, es profundizar
Por último, debemos señalar el gran dilema el ajuste y los mecanismos represivos (aumentar
planteado por el Neoliberalismo tardío al siste- la represión directa de las protestas populares,
ma político de nuestra sociedad: la fragmenta- así como judicializar parte de la oposición y de
ción de la oposición. El dilema de la oposición los líderes sociales). Este escenario pone en evi-
consiste en que sabe muy bien que la unidad es dencia la inviabilidad del Neoliberalismo tardío.
lo único que puede detener un rumbo contrario Sin embargo, la resolución de este dilema para el
a los intereses mayoritarios, mientras que, para gobierno argentino, y en parte también para el
el oficialismo, la división le es funcional. Y que, de Brasil (aunque con otros tiempos políticos),
si bien todos afirman el deseo de unidad, en lo radica en la capacidad, o no, de la oposición real
profundo, hay una cesura entre dos modos prin- de configurar una coalición amplia, que dispute
cipales de plantarse frente el gobierno: el de la la hegemonía política de la sociedad.

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Introducción - Por Daniel García Delgado y Agustina Gradin

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