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Quinto Documento de Trabajo - El Neoliberalismo tardío
Introducción
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Introducción - Por Daniel García Delgado y Agustina Gradin
cipal de las coaliciones de gobierno, involucrado discriminador de las mayorías sociales expulsa-
directamente y sin mediaciones, a la gestión de das por el funcionamiento económico, político
lo público. Esto, a su vez, presenta aspectos sub- y social del neoliberalismo a nivel global.
jetivos distintivos y abarcadores que la última Dicho lo anterior, lo tardío se explica por
versión de los ´90, seguramente por el avance tres razones. Primero, porque ya no existe el
de las nuevas tecnologías y de las redes sociales, consenso con que surgieron bajo el paradigma
facilitando la construcción de hegemonía por del pensamiento único de Washington tras la caí-
parte de élites que cuentan con gran capacidad da del Muro de Berlín. Es decir, la crisis neolibe-
comunicacional. Son las apelaciones constan- ral de principio de siglo mostró los límites de ese
tes a cuestiones vinculadas a la comunicación, modelo económico y social. Segundo, el contex-
al marketing, y a la exaltación de una cultura to de un mundo multipolar, agravado por el es-
liberal e individualista, desde donde se cons- tancamiento económico y el proteccionismo de
truye la hegemonía del proyecto subjetivo del los países centrales, es totalmente diferente a la
Neoliberalismo tardío. Esta se caracteriza por fase aperturista y unipolar de los ´90. Y terce-
las formas de hacer política “posmodernas”, y ro, las sociedades de la región que atravesaron el
el “emprendedurismo”, ancladas en un proceso giro popular neodesarrollista, han profundizado
de crisis de representación histórico de nuestras y consolidado su conciencia de sus derechos y
sociedades. Se pretende reemplazar la racionali- de sus posibilidades de acceso a mejores condi-
dad de la acción de la militancia partidaria, por ciones de vida, ingresos y oportunidades. Todo
un nuevo sujeto político de cambio basado en esto es, por lo menos hasta ahora, una memoria
una identificación des-clasada (sin anclaje de fresca de que “otro mundo es posible”.
clase), y renuente al conflicto y a la disputa de
intereses, soslayando desigualdades estructura- Los “ciclos” en la región
les en la distribución de recursos dentro de las Para analizar el actual escenario, debemos nece-
sociedades latinoamericanas. La retórica antico- sariamente modelizar los ciclos precedentes, lo
rrupción contacta con esta forma pospolítica de cual nos permite comprender las características
construcción de sentidos, que sostiene el discur- sustantivas que se pretenden señalar en este ca-
so comunicacional distintivo de éstos gobiernos pítulo. Al hablar de ciclos nos estamos refiriendo
neoliberales, pero tardíos. a la lógica histórica, ya señalada por Diamand
Entre las líneas de continuidad con las ex- (1971), y caracterizada por la disputa entre la
periencias anteriores, el bagaje clásico liberal, de corriente popular expansionista y la corriente li-
más mercado y menos Estado, expresado en el beral, por la conducción del proceso de desarro-
programa económico de ajuste y desregulación, llo en la región. Los ciclos del desarrollo pueden
con énfasis en el perfil agroexportador y privati- ser explicados a partir de la hegemonía de una
zador, nos permiten afirmar que atravesamos un corriente sobre otra, primando los intereses de la
tercer momento de ofensiva de las élites conser- élite económica sobre los populares en los ciclos
vadoras y del capitalismo de libre mercado tras- neoliberales.
nacional, en la disputa por la hegemonía. Sin El primer momento neoliberal en la región
embargo, estos nuevos gobiernos, como señala emergió con la crisis del capitalismo y de su ex-
Alejandro Pelfini en esta compilación, llegan presión estatal, el Welfare State, a mediados de la
retrasados a insertarse a un mundo en proceso década de los ´70 (Sunkel, 1992; García Delga-
de cambio, que está poniendo fin a la globaliza- do, 1994; Anderson, 1999). El aumento de los
ción neoliberal, promoviendo el proteccionismo precios de la energía por parte de la OPEP generó
en las economías centrales y construyendo un la crisis del Petróleo en 1973 con su consecuen-
discurso hegemónico nacionalista, xenófobo y te aumento exponencial del déficit de la balanza
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de pagos en los países industrialistas, quienes los cambios estructurales a nivel geopolítico y a
como respuesta de este escenario, comenzaron nivel del modelo de acumulación y con el avan-
a aplicar planes de austeridad, disminuyendo el ce de la revolución tecnológica y la financiariza-
consumo, la demanda y, por lo tanto, el nivel de ción de la economía, se fue consolidando una
vida de sus naciones. Este proceso, económico y sociedad de servicios, de consumo y de la co-
estructural, fue acompañado por un proceso po- municación, que profundizó las características
lítico-institucional de gran trascendencia, vin- individualistas y despolitizadas en una sociedad
culado a la crisis del Estado social como arreglo que, al mismo tiempo, se desindustrializaba y
institucional de las sociedades de posguerra. La extranjerizaba su propiedad.
crítica neoliberal al funcionamiento de Estado El inicio del nuevo siglo, se encontró con un
de bienestar, anclado en el esquema de seguros escenario de crisis terminal del neoliberalismo
sociales y el fortalecimiento de la capacidad de en la región (si bien no así en el centro), produc-
consumo de los sectores populares, se basó en la to de una economía recesiva, con altos niveles de
rigidez del mercado de trabajo, el déficit público endeudamiento y pérdida de competitividad por
y el costo de la mano de obra (Offe, Espinosa, y la rigidez del uno a uno, aumento del desempleo
Keane, 1990; Esping Anderson, 2000). Crítica y de la pobreza. Esa situación socioeconómica
que escondía la disputa por la apropiación de la abonó un camino de explosiones y protestas so-
riqueza de las sociedades entre las élites econó- ciales y, por lo tanto, de crisis político-institu-
micas y los sectores trabajadores, en el marco de cional marcada por la desafección política de los
la revolución científico-técnica que estaba trans- sectores medios y bajos, que se cristalizó en la
formando las formas de producción de capital consigna “que se vayan todos…”. Este proceso
en los países centrales. Este proceso fue concep- abrió un nuevo ciclo posneoliberal, de hetero-
tualizado como el pasaje al modelo posfordista doxia económica y de liderazgos transformado-
(Boyer, 2016; Lazzarato, 1993). res en diversos países de América del Sur, que se
El segundo momento neoliberal, como ya constituyeron en un laboratorio de experimen-
lo mencionamos más arriba, es el periodo del tación posneoliberal y del surgimiento un nuevo
Consenso de Washington, que se instaló junto a paradigma de revalorización del Estado (activo,
la hegemonía del capitalismo a nivel mundial, presente), de los derechos sociales, de la política
producto de la disolución de la Unión Soviética y del accionar estatal: el paradigma producti-
y la caída del Muro de Berlín a fines de los ´80, vo-inclusivo. Este paradigma se inscribía dentro
con sus consecuencias políticas ideológicas a ni- de la búsqueda de inserción geopolítica Sur-Sur
vel global. El fin de la Guerra Fría y la bipolari- (desde los países emergentes), que intentaba su-
dad a nivel global, abrió un período de triunfa- perar la globalización unipolar y sus asimetrías
lismo del capitalismo salvaje, tanto en términos de poder. Esta situación, que fue acompañada
económicos, políticos e ideológicos-culturales. por la revolución de los commodities, el ascen-
La reflexión posmoderna giró en torno al fin so de China como gran potencia, y el aumen-
de los grandes relatos (Lefort, 2004), el fin de to del precio de las materias primas, dio auge
la historia (Fukuyama, 1992), el fin del empleo a las economías primarias y a los Estados de la
(Rifkin, 1996), el fin de la soberanía de los Es- región para poder hacer frente a las demandas
tados nacionales y subordinación a una gober- sociales, mejorar los ingresos y generar empleo
nanza global (Bauman, 1999). La unipolaridad, en un marco de desendeudamiento de los países
la flexibilización del empleo y de las formas de y de la región. Todo este proceso de integración
cohesión e integración social fueron sintetiza- social y de ampliación de la reconstrucción del
dos en un decálogo incondicional: el Consenso entramado productivo de la economía y de la
de Washington (Petrella, 1996). Así, junto con
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do nacional equivale a 3% del Producto Interno lógica de los Tratados de Libre Comercio (TLC)
Bruto, en el sudeste y en el oriente asiático y como la Alianza del Pacífico. Como señala Luci-
China es 15% promedio”. Y si se suma al sec- ta (2016) es imperante remarcar un interrogan-
tor privado –que en América Latina no tiene las te sobre la paradoja en que el Neoliberalismo
regulaciones ni el disciplinamiento de Asia– “la tardío incurre. Se “vuelve” al mundo justo en el
inversión y reposición del capital en nuestra momento en que éste se cierra para el comercio
región no llega ni a la mitad que en aquella otra internacional. Como señala agudamente Ale-
región”. Para este autor, el Estado latinoameri- jandro Pelfini:
cano es débil y sus burguesías apenas intentan
Cuando las recetas que parecían asegurarnos un
engancharse en las cadenas de valor globales
futuro promisorio o al menos preservarnos fren-
subordinadamente, además de tener altísimas
te al riesgo y las catástrofes ya no seducen ni a
tasas de ganancias aquí y fugar sus rentas hacia
los votantes de los países centrales, nunca menos
el exterior. Por su parte, Eduardo Crespo y Javi-
oportuno que nuestro país y nuestra región pre-
er Ghibaudi en su capítulo se interrogan sobre
tendan revivir los años de relativa y engañosa bo-
el ciclo largo entre los momentos neoliberales
nanza de la globalización neoliberal en este raro
en la región, para problematizar las diferencias
revival, mezcla de tragedia y comedia que parece
y las similitudes de la lógica política neoliber-
ser el “Neoliberalismo tardío”.
al, mostrando también las limitaciones de los
proyectos neodesarrollistas en la región.
Íntimamente vinculado al perfil productivo y 2. Democracia restringida y
a la estrategia de financiamiento de la economía, judicialización de la política
otro cambio promovido por los “nuevos” go- En relación al Estado de los CEO´s y al proceso
biernos de la región se vinculó a la forma de de modernización de ruptura, cabe preguntar-
inserción internacional, coherente con sus pre- nos: ¿en qué medida el neoliberalismo está in-
supuestos de libre mercado y de no regulaciones fluyendo no sólo en el modelo económico, de
para las multinacionales y para el libre flujo de acumulación, de concentración, sino también
capitales. Es decir, se anunció la adhesión a la en el sistema democrático mismo? En la medida
globalización y a los grandes acuerdos de libre que aumenta la concentración de la riqueza y
comercio. Por lo tanto, se trata de una adhesión de los ingresos, las desigualdades se hacen cada
geopolítica específica en el conflicto que el nor- vez más evidentes. Claramente, la nueva rela-
te desarrollado mantiene con China, Rusia, y el ción de poderes en favor del poder económico
conflicto en Medio Oriente con el terrorismo fáctico, financiero, transnacional y comunica-
del Estado islámico. El “volver al mundo” es cional introduce un desequilibrio en el régimen
una forma de vincularse con el resto del mundo, democrático, no tanto en sus formas como en
distinta a la estrategia de fortalecimiento de la su distribución del poder. Este escenario nos
integración regional y de la multipolaridad de interpela sobre la calidad de la democracia y
los gobiernos nacional-populares. De esta ma- sobre su futuro funcionamiento con gobiernos
nera, el gobierno de Cambiemos en la Argentina, de clases, de ricos para ricos. ¿Vamos hacia una
y el gobierno de Temer en Brasil, retoman la posdemocracia, en términos de Crouch (2004);
inserción alineada y subordinada con los países hacia una democracia ‘de baja intensidad’, como
desarrollados del norte, particularmente con los diría O´Donnell (2007), o hacia democracias
Estados Unidos, como eje de su política inter- ‘capturadas’ según Mizrahi (2017)? En su capí-
nacional y geopolítica, subordinando las lógicas tulo, Cristina Ruiz del Ferrier nos aporta desde
de integración regional estratégicas de bloque la perspectiva del pensamiento político posfun-
tipo MERCOSUR, UNASUR o CELAC, a la dacional, toda una problematización en torno a
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la democracia contemporánea, entendida tanto que los sectores populares sean soporte electoral
como régimen político, como una particular for- de los gobiernos conservadores. Sus estrategias
ma de la vida en común, donde la soberanía del convergentes descansan en la comunicación, a
Estado y la subjetividad del pueblo quedan en través de las redes y los mass medias concentra-
entredicho frente a las lógicas de organización y dos y trasnacionalizados. De este modo, a través
de funcionamiento de las democracias contem- de su relato, como lo analizan Gabriel Vommaro
poráneas. Estas problemáticas nos conducen a y Verónica Soto Pimentel en sus respectivos ca-
los siguientes interrogantes: ¿qué tipo de de- pítulos presentes en esta compilación, se intenta
mocracias se están constituyendo en la nueva normalizar la desigualdad que produce a través
configuración política de los capitalismos en la de la economía política dominante, proponien-
etapa financiera global poscrisis del 2008? Lo do que el periodo anterior fue sólo una ilusión
sistémico, las tecnocracias, el poder financiero de las mejoras en las condiciones de vida du-
y del poder corporativo y la desigualdad, entre rante la década pasada. Una ilusión y un error
otros, ¿en qué medida no hacen mella en una económico. Las mecanismos para “mediar” la
concepción de democracia como estilo de vida, realidad, tanto en términos individuales como
participación y como soberanía popular? colectivos, se han potenciado y los medios ma-
El tratamiento del Poder Judicial requiere sivos de comunicación se han convertido en la
un capítulo aparte y el mismo es realizado por pieza principal de ese funcionamiento, que bus-
Luciano Nosetto, aportando elementos sustan- ca convencer a la mayoría de la sociedad para
tivos para la compresión de la nueva etapa. En que asuma actitudes de sacrificios sobre sus con-
la teoría y praxis del Neoliberalismo tardío, la diciones de trabajo y su calidad de vida, basados
judicialización de la política adquiere un rol en el argumento de que el proceso de amplia-
relevante en el cambio de ciclo en los diversos ción de derechos y de la capacidad de consumo
países de América del Sur, tanto por la erosión operado en la década anterior, fue una “pesada
precedente, iniciada por los gobiernos populares herencia”, a pagar o sincerar.
o progresistas de varios países de la región, como El sentido común a configurar se ancla en el
a través de los procesos de destitución del tipo desmantelamiento de la “ilusión” de la década
impeachment parlamentario (Paraguay y Brasil), populista, basada en el consumo “desmedido”
o mediante la permanente presión y criminal- de los sectores populares y medios. Es decir,
ización de figuras políticas representativas de de la fantasía del “mejoramiento constante de
grandes mayorías. Mirada desde la perspectiva ingresos y de ampliación del acceso a bienes”,
democrática el gobierno de los CEO´s, la judi- asistimos al sentido común del “sinceramiento
cialización de la política es un momento dentro económico”. De esto se desprende que la “bata-
de una empresa más global de sumisión de la lla cultural”, por ende, es por la hegemonía, en
política a los poderes fácticos. Una vez más, se la medida que los sectores subordinados acepten
está poniendo en acto la fuerza destructiva de la visión del mundo de los dominadores. O en
los poderes fácticos del país respecto de cualqui- todo caso, tengan una visión escéptica sobre el
er forma de autonomía de la política. futuro y sobre sus posibilidades.
También es importante en la construcción
del nuevo imaginario legítimante del Neoli-
3. La construcción de consensos beralismo tardío, el discurso político new age,
y la “batalla cultural” pospolítico, individualista, emprendedor. En la
La batalla cultural es el objetivo explícito de posmodernidad, y más aún en la era de la comu-
un gobierno que intenta cambiar el imaginario nicación, la llegada personalizada, informal, di-
popular para modificarlo, en términos de lograr gital, es decir, el remplazo del paradigma repre-
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