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HACIA EL TRASTORNO DE ALIENACIÓN CONYUGAL o la simbiosis descalificatoria

Marcelo R. Ceberio

Sostener una relación de pareja puede entenderse como todo un desafío para las personas singles.
En principio, porque los ciclos evolutivos se hallan en permanente cambio.
La familia puede ser considerada como la célula nuclear de la sociedad y una matriz de intercambio
donde se cuecen a fuego lento desde creencias centrales, estructura de significados, funciones,
identidad, etc., se constituye en uno de los pilares principales de la vida psíquica de las personas.
En el proceso de individuación –del somos al ser individual-, todo este cúmulo de
conceptualizaciones, traducidos algunos en mandatos de origen, se encarnan en cada uno de sus
miembros, que reproducirán -por oposición o adhesión- en otros grupos, parejas o constituciones de
otras familias.

En la pareja humana, entonces, para cada uno de sus integrantes, la familia será siempre la matriz,
el baremo, el patrón de referencia. Es la familia, la que provee a cada uno de sus integrantes un
sentimiento de identidad independiente que se encuentra mediatizado por el sentido de pertenencia.
DEFINICION DE PAREJA
 PAREJA: un sistema conformado por dos personas, voceras de 2 sistemas que fueron
conformados, a su vez, por 4 sistemas que, a su vez, fueron constituidos por 8 sistemas, así
en una relación geométrica ad infinitum.
 Linares y Campos (2007) definen a una pareja como dos personas de igual o distinto sexo
procedentes de dos familias, que instauran un vínculo con proyecto y objetivos comunes e
intentan trabajar en equipo (apoyo, motivación) en un espacio propio que excluye a otros,
en interacción con el entorno.

Ambos cónyuges son portadores de pautas, normas, cultura, funciones, códigos, mandatos, valores,
creencias, significados, ritos, estilos de emocionar y procesar información, etc., lo que trae cada uno
de los integrantes y que está dispuesto con mayor o menor resistencia a intercambiar y acordar. De
la sinergia de todos esos componentes que trae cada uno a la relación, se construirá una pareja:
IDENTIDAD DE PAREJA.
Un integrante puede tener algunas de sus propiedades en común con el partenaire, por lo general
existe

 La complementariedad: que tienes tú que no tengo yo, que tengo yo que no tienes tú. En
esta matriz relacional radica la esencia del vínculo. No obstante, estas mismas diferencias
que dan la estocada en la elección, pueden ser categorizadas en el paso del tiempo como
antagonismos y fuente de reclamos de un partenaire a otro, exigiéndole ciertas
características que nunca tuvo. Esto puede dar lugar a descalificaciones, agresiones y
diferentes tipos de defensas donde uno de los cónyuges se halla desacreditado por el otro.
Pero,…. qué hay del amor? H. Maturana (1997) señala que: La preocupación por el otro no tiene
fundamentos racionales, se funda en el amor. El amor no tiene fundamento racional, no se basa en
un cálculo de ventajas y beneficios, no es bueno, no es una virtud, ni un don divino, sino
simplemente el dominio de las conductas que constituyen al otro como un legítimo otro en
convivencia con uno.

El partenaire enamorado, siente


y convierte en acciones que
tratan de ser consecuentes y
coherentes con ese sentimiento.
Y el amor, eso es, un
sentimiento.

Estar enamorado no es estar entrampado, enlazado, atrapado, cazado, enganchado, apresado, ligado
pegado, absorbido. Esas son falsas concepciones del amor, son sentimientos y emociones que
confunden y que tienen su progenie en enlaces psicopatológicos, disfuncionalidades
comunicacionales, engarces de tipos de personalidad. En el amor siempre hay una cuota de pasión.
Pero la pasión no es obsesión.
El amor no es una palabra, sino un acto, ya que un ser humano traduce en gestos, movimientos,
acciones, palabras o frases, orales o escritas, en la necesidad de hacer saber al otro y de transmitirle
ese afecto profundo.
El crecimiento del vínculo, el conocimiento del otro en sus valores, gustos, virtudes y defectos, etc.,
genera una complementariedad que permite el lento avance hacia la conformación de una familia.
La génesis de una buena relación de pareja se halla, en estar con el otro de la misma manera y la
misma libertad que cuando estamos con nosotros mismos.
CEREBRO DE PAREJA
La relación complementaria se produce como un fenómeno-base que muestra que una pareja se
elige como “pares complementarios”. Cognitiva y emocionalmente y neurobiológicamente.
Hay diferencias entre cerebro masculino y femenino, diferencias estructurales, y las influencias y
prevalencia de ciertos neurotransmisores y hormonas.

MUJER HOMBRE
Posee un 11% más neuronas en los centros La amígdala que le posibilita detonar la señal de
cerebrales del oído y el lenguaje, y en la cisura alarma sobre las situaciones de peligro, se encuentra
inter-hemisférica hay mayor cantidad de fibras en hiperactividad cotidiana.
nerviosas precisamente en la circunvolución del El hombre puede rápidamente escalar
cuerpo calloso, razón por la cual, el desarrollo del hacia una agresión y violencia desmedida,
lenguaje, la expresión y observación de las propulsado además por las funciones de la
emociones, se encuentra en mayor actividad (L. testosterona como una hormona de la agresión, la
Brizendine 2006). iniciativa, la virilidad, la jerarquía, la valentía.
Las mujeres recuerdan con mayor precisión fechas
y las asocian con contenidos emocionales con
mayor rapidez y efectividad que el varón, dado que
el hipocampo es mayor en el cerebro femenino.
También en sinergia con los factores socioculturales, se demarcan las fronteras de las funciones del
hombre y la mujer. Mandatos como los hombres no lloran, son atribuciones patrimoniales
simbólicas.
La complementariedad se fundamenta en conceptualizaciones neurobiológicas, emocionales,
cognitivas y comportamentales, elementos que se inter-influencian. Estos son algunos de los
fundamentos de las diferencias complementarias entre los dos sexos y muchas veces encuentran a
un cónyuge reclamándole al otro, actitudes que nunca podrá tener, no por malicia o desgano o
cizaña a su pareja, sino por diferencia de cerebro y la consecuente incapacidad.

ELECCIONES
¿Cuáles son los elementos que hacen que elija a mi partenaire?
Una elección desarrollada desde la necesidad de pareja, genera una falta de discriminación en la
elección. Sugiere la dificultad de estar en soledad. Por lo tanto, en esta huida de la soledad, se elige
para llenar esa carencia del otro-pareja y para llenar esa soledad consigo mismo. El otro no es el
otro, sino una gran pantalla donde proyecto mi necesidad.
La necesidad muestra la carencia. El hecho de no tener una pareja, no implica ser un carenciado.
Los carenciados, en general establecen relaciones dependientes, aquellos que no lograr convivir
consigo mismos y buscan en la pareja referentes de retroalimentación. Una persona que goza de una
buena autoestima, se muestra interdependiente y el hecho de no poseer pareja lo constituye en una
persona que desea compartir su tiempo (valioso) con otro.

Una elección desde el deseo, adulto, maduro y con pocos visos neuróticos, nos da la posibilidad de
discriminar el objeto amoroso observando tanto sus aspectos virtuosos como defectuosos. Que no
son virtuosos y defectuosos por sí mismos sino para la construcción de la persona que elige, o sea,
son atribuciones de 2° orden entrar a una elección de manera libre y sin urgencias. Es
establecer una elección desde una SIMETRÍA RELACIONAL.
En la elección y el desarrollo de la conquista y posterior consolidación del vínculo de pareja, se
construyen dos tipos de objetos amorosos –reales e ideales- que inician dos PROCESOS
RELACIONALES. En los procesos idealizatorios se observan solamentelas virtudes, mientras que
en los procesos de realificación se contemplan tanto las virtudes como los defectos. Tanto uno
como otro proceso es producto de las atribuciones personales, que selecciono, percibo o construyo
en el otro. Para el pasaje del objeto amoroso hacia el status de real, hace falta que el partenaire
acepte y negocie aquellos aspectos del compañero que califica como negativos.

En la familia y en la pareja se muestran las facetas más íntimas y los núcleos más neuróticos de las
personas, como las conductas abusivas, el no control de los impulsos, o las descargas agresivas, o
sea, no se desarrollan acciones que complazcan al otro con la expectativa (conciente o inconsciente)
que el otro nos valore, por creer que el otro nunca se va a ir de nuestro lado. La separación rompe la
creencia de la incondicionalidad para entender que el amor de pareja es condicional. Ej.: es el amor
de los padres hacia los hijos (padres funcionales y sanos).
COREOGRAFÍAS RELACIONALES TÓXICAS
Los juegos del mal amor, son juegos que llevan a que una pareja se autodestruya en el intento de
resolver problemas o mejorar la pareja y se obtiene el resultado contrario (R. Ceberio en Eguiluz
2005, R. Ceberio 2008). Es decir, la pareja aborta sus capacidades, se descalifica (tanto sus
integrantes en manera personal, como hacia el otro), con la consecuente frustración, angustia,
hipersensibilidad (…) y con una alerta paranoide a la posibilidad de ataque del otro, se encuentra
inmersa en la intolerancia y las emociones de angustia, bronca y tensión queson moneda corriente
en la relación (R. Ceberio 2008).
En el desenvolvimiento de estos juegos se observaron, a su vez, una serie de COREOGRAFÍAS
DISFUNCIONALES (O FUNCIONALES A LA DESTRUCCIÓN DE LA RELACIÓN) que se
originan tanto en los aspectos de contenido como de relación –de qué y el cómo- (P. Watzlawick, J.
Beavin y D. Jackson. 1981) y se sintetizan en cuatro niveles que describen niveles lógicos de
complicación de la complejidad:
1) Complicación 1: está estructurado en una complejidad doble, donde tanto el contenido
como el estilo relacional son el problema. Son parejas que no poseen un pronóstico
alentador, dado que se dan pocas opciones para encontrar un umbral de acuerdo.
2) Complicación 2: sostenido por una complejidad simple, donde el contenido no es
problemático pero sí el estilo relacional. Poseen muchos puntos de convergencia en sus
puntos de vista acerca de diferentes aspectos de la vida, pero un estilo relacional
confrontativo lleva a escalar simétricamente de manera frecuente.
3) Complicación 3: también es de complejidad simple. Aquí el contenido es el problema y
estilo relacional no. Son de buen pronóstico. Son parejas que si bien poseen formas de
pensar la vida de acuerdo a perspectivas diferentes, con respecto a valores, gustos,
creencias, ideología, etc., pero tiene una forma de intercambiar información que respeta los
puntos de vista del otro, que intenta reflexionar e incorporar la información del partenaire
aprendiendo.
4) Complejidad 4: es una complejidad simple que no se transforma en complicación, donde el
contenido no es problema y estilo relacional tampoco. Son parejas funcionales y
equilibradas en la resolución de las diversas alternativas de su experiencia.
Los juegos nocivos en las relaciones son: una acción q implica una interacción y de allí en más toda
una coreografía que puede exceder el marco de la relación e involucrar a otros miembros. Esta
reacción en cadena está sostenida en las soluciones intentadas fracasadas, que de no ser colocada
una cuña solucionadora que detenga la reacción, se estructura desde el error hacia la dificultad, que
en la medida que no es resuelta se transforma en problema.
En la medida que el problema se sostiene en el sistema, es transformado en síntoma que afecta a
todo el sistema y, a su vez, es el sistema que ha construido el síntoma. Un sistema disfuncional que
con el paso del tiempo se transformará en trastorno psicopatológico.
Los ciclos evolutivos demarcan cambios en una serie de aspectos que, necesariamente, deberán
compatibilizarse con el partenaire. Estos cambios desestructuran complementariedades y
reciprocidades. Esta es una de las causas porque la pareja deberá someterse a reformulaciones en
pos de encontrar los acoples complementarios que los unen. La psicoterapia, parece ser una de las
opciones que posibiliten estabilizar el sistema pareja en dirección al buen amor. Es una decisión
sabia -cuando el sistema se ve rigidizado por soluciones intentadas fracasadas y anquilosado en una
forma destructiva, apelar al recurso de un tercero (un terapeuta) que tenga experiencia en las lides
de controversias maritales. Ya es un atisbo de salud.
HACIA EL TRASTORNO DE ALIENACIÓN CONYUGAL O EL JUEGO DE LA SIMBIOSIS
DESCALIFICATORIA
 “Simbiosis descalificatoria” forma la base de un cuadro más psicopatológico más complejo
que nominamos “trastorno de alienación conyugal”.
En una pareja disfuncional, uno de los principales síntomas son los juegos de descalificación. Para
realizar la disquisición de estos juegos nos basamos en uno de los axiomas de la comunicación
humana: simetría y la complementariedad.

 Def. de coreografía: son los entramados comunicaciones en los que participan más de dos
personas.
Una de estas dinámicas desvalorizantes se observan en las PAREJAS SIMÉTRICAS. En general,
las descalificaciones son explícitas mediante gritos que denigran al cónyuge, aunque también estas
formas conviven con otras más sutiles o implícitas que entrampan y se emparentan con
comunicaciones doble-vinculares. Cada cónyuge está predestinado a competir y descalificar al otro.
Al final de cuentas, las parejas que juegan al juego de la simetría no hacen ni más ni menos que
buscar la complementariedad en una comunicación patológica sumergiendo al otro en un DOWN
position por descalificación, denigración o desvalorización. Estas parejas han sistematizado esta
modalidad y conviven a diario con estas formas. Estas son las parejas que pueden asistir a consulta
y en general llegan en el período 3.
MOMENTOS DE LA PAREJA EN RELACION CON EL PEDIDO DE CONSULTA:
1. Pareja de crisis en crisis (estado de máxima tensión), que vienen arrastrando graves
problemas de comunicación que se han sistematizado durante años. Han alcanzado niveles
de descalificación, escaladas, críticas, agresiones verbales y a veces violencia física. La
terapia, es el último recurso al que apelaron y vienen a separarse o a ver algún indicio para
lograr seguir adelante.
2. Pareja con disfuncionalidades que se están volviendo frecuentes. Las peleas son cada
semana más comunes y ambos cónyuges se encuentran susceptibles a que cualquier
estímulo por ínfimo pueda detonar la crisis. Si bien, todavía no se ha constituido en un
estilo de interacción (sistematizar la pelea), la pareja ha comenzado a descalificarse, des-
oírse. Están perdiendo las ganas de estar juntos.
3. Pareja con algunos desajustes. Son las parejas más inteligentes emocionalmente. Son
homeodinámicas y funcionales, pero han detectado sabiamente algunos indicadores de
malestar. Y han decidido no dejar avanzar estos síntomas y reencauzar la relación a los
carriles habituales de salud.
También puede ser cuando la pareja solicita una entrevista por la aparición de síntomas de los hijos.
No es la pareja conyugal la que viene a consultar, sino la parental: no hay consciencia de problema,
el problema es el síntoma de los hijos.
Hay otro diseño de juego descalificatorio en donde la rivalidad no existe. Es el caso de las
PAREJAS COMPLEMENTARIAS, una complementariedad rígida, donde impera una coreografía
en donde uno de los partenaires se encuentra siempre en una posición por arriba, mientras que el
otro se muestra en una posición sumisa por debajo.
POSICIÓN DOWN PARTENAIRE UP
Son dependientes de la valoración y el Tienden a ser más valorizados, pueden buscar la
reconocimiento del cónyuge. Son personas que valoración personal en el entorno, de hecho su
buscan la calificación en el afuera, desarrollando pareja permanentemente lo valora y se ha
acciones para satisfacer al otro y así obtener su convertido en una gran proveedora afectiva. El
reconocimiento. Colocan en primer lugar y en hartazgo que le genera este factor de presión, hace
cualquier situación al cónyuge en up, relegándose. que tome distancia produciendo mayor demanda en
Es decir son personas que por lo general tienen ojos su compañero (como solución intentada fracasada).
para los otros, están pendientes del deseo de los
otros, en este caso de su pareja –que es la gran
protagonista- olvidando sus intereses personales.

El tiempo hace que se sistematice este tipo de dinámica. La pareja se transforma en un partenaire up
descalificador y un down sometido que hace y hace para lograr ser valorado por el primero, hasta
rigidificarse la relación en pares complementarios lindante con el sado-masoquismo.
Todo este juego se desenvuelve en lo que remite al territorio de la CONYUGALIDAD, que en
términos de Linares (1996, 2013) es una conyugalidad armónica,“aparentemente armoniosa”,
puesto que las complementariedades rígidas a la vista son como tales muy complementarias: es
disarmónica, donde el juego se desarrolla bajo el paradigma despótico de un cónyuge en up y un
incondicional y sometido cónyuge down.
En lo que compete a la parentalidad de estas parejas, por lo general lo hijos hacen una fuerte alianza
con el cónyuge valorizado en posición up. Estas triangulaciones muestran la falta de autoridad y
límites que el partenaire down posee en la relación con los hijos.
Lo esperable y conciliatorio en toda pareja sería encontrar un punto intermedioentre la dependencia
y la independencia: la interdependencia, donde se respeten libertades individuales y se haga buen
uso de los tiempos contemplando las necesidades propias y del otro, donde se escuche el deseo o
pedido del compañero, etc.
En las parejas funcionales, es bastante frecuente que los partenaires queden adheridos a juegos de
descalificación tanto en simetría como en complementariedad, puesto que esta dinámica puede ser
parte del desarrollo de una pareja funcional. O sea, una pareja puede tener períodos o raptos de
descalificación mutua mediante peleas o enojos (normalidad).Pero en el caso de la simbiosis
descalificatoria, el integrante down busca en el estar a expensas del otro, el reconocimiento y
valoración de manera permanente hasta conformar un cuadro de relación.

 Def. de nutrición relacional: retroalimentación afectiva inherente a la condición humana y


como parte de la lógica amorosa se encuentra el deseo de ser querido que implica ser
valorado (Linares 1996, Ceberio 2013).
La valoración personal es un proceso interno, a pesar de que la mayoría de las personas, buscan en
su entorno la valoración que deben lograr por sí mismos. Aunque es claro que a todos los humanos
nos gusta agradar, muy diferente es depender de esa valoración como en este caso del trastorno de
ALIENACIÓN CONYUGAL: personas con una pobre autoestima, donde en este tipo de relaciones
simbióticas prima la incondicionalidad amorosa. Las personas incondicionales abastecen en todo y
no posibilitan instaurar en el integrante up la necesidad que implicaría simetrizar o paralelizar el
vínculo en una realimentación saludable. Por ejemplo, alguien que llama permanentemente a su
pareja no le da lugar a que se lo extrañe.
Sin embargo, el PARTENAIRE ALIENADO en el intento de llenar o equilibrar su baja autoestima,
da (con la secreta misión de obtener valoración y reciprocidad calificante) provocando el efecto
contrario al que desea obtener: el protagonista up, se aleja o lo desestima colocando su mirada en
otras relaciones en donde se reincremente su función de sujeto deseante. Y no necesariamente son
otras relaciones de pareja: pueden aparecer desafíos laborales, profesionales, de estudio, lúdicos,
deportivos, etc.
Una de las características distintivas en este tipo de dinámicas se observan en las actitudes del
integrante en up que casi nunca aprueba –léase valora- en totalidad las actitudes dadoras de su
pareja en down. Es decir, los cónyuges up en general se vuelven en una aparente hiperexigencia.
El intento de solución fracasado que se ha sistematizado y es parte de la progenie de este tipo de
trastorno, muestra un cónyuge down que vuelve a realizar más de lo mismo obteniendo el mismo
resultado, constituyendo un mecanismo relacional que se perpetúa en la pareja. Estas parejas no
asisten a terapia a menos que se desestructure semejante simbiosis.
La conyugalidad aparentemente armónica y complementariamente rígida hace que los cónyuges no
planteen cambios relacionales, por lo tanto, deambulan en la inercia de las interacciones donde
impera el más de lo mismo.
TÓPICOS PRINCIPALES EN ESTA RELACIÓN ALIENANTE SON:

 Relación complementaria rígida up-down position.


 El integrante down es un desvalorizado que busca en su pareja la valoración y
reconocimiento permanente.
 Da de manera compulsiva con la secreta expectativa de ser reconocido y valorado.
 Se muestra incondicional y omnipresente para su cónyuge: incondicionalidad que lleva a la
invisibilidad y su desconfirmación o descalificación.
 La seguridad adquirida por la relación con down lleva al miembro up a cometer abusos
relacionales a sabiendas que no será punido.
 Factores de estrés emocional permanentes.
 Hiperexigencia del miembro up sobre el integrante down señalándole lo que no hizo.
 El universo de uno de los partenaires (miembro down) se secundarisa en torno a la relación.
 Dada la preeminencia que otorga el cónyuge down a su pareja, todas las relaciones son
satélites de la relación de pareja (amistades, familias extensas, etc.).
 Las actividades personales del partenaire down se relegan en función de priorizar la
relación con el miembro up.
 El miembro up se egocentriza en amplio dominio relacional
 Es un vínculo adictivo y co-dependiente donde ambos se necesitan.
 No vienen a consulta a menos que se rompa el equilibrio.
El cónyuge alienado, sistematizado en esa dinámica, desenvuelve diferentes afecciones psicológicas
y orgánicas como: pierde autoridad parental, su autoestima alcanza niveles catastróficos, relega sus
actividades personales en función de su pareja, aparecen sentimientos de soledad y marginación,
pierde su identidad que es constituida en pos de la mirada del otro, empobre las actividades
culturales y del desarrollo profesional, lúdico, etc.
Una vez que el cónyuge alienado desenvuelve cualquiera de estos trastornos pasa a ser dentro del
circuito familiar como la persona “enferma”, que conlleva inexorablemente –como profecía
autocumplidora a vivir una vida que no es la propia, sino la vida personal pasa por la vida de la
pareja y en especial a la de su partenaire. Aunque, debe entenderse que todo este interjuego se hace
de a dos, es decir, puede involucrar al núcleo familiar y extra familiar pero compete al sistema.
Ambos son parte de una dinámica en donde ambas conductas, emociones, cogniciones y hasta la
misma neuroquímica cerebral, se estimulan produciendo las acciones del compañero.

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