Está en la página 1de 3

ATENCIÓ PLENA - MINDFULNESS

ATENCIÓN PLENA – Consciencia activa para estar REALMENTE PRESENTES.

Consciencia receptáculo o consciencia raíz – Base de nuestra consciencia, mente inconsciente.


Almacena todas nuestras experiencias pasadas, adquiere y procesa información. Frecuentemente
la mente y el cuerpo van cada uno por su lado.

Formaciones mentales
CONSCIENCIA MENTAL

ATENCIÓN PLENA
Salón principal

Somos plenamente Alegría Liberación de


Reconoce y cuida Discernimiento
conscientes de ellas. aflicciones
Concentración
Con la respiración Pena
consciente, generamos Compasión Llenamos con
energía de Atención Plena. Ira
a interruptores, en lugar
Alegría de transformar
Miedo

Les bloqueamos el Requieren nuestra


paso, nos duele verlas atención
CONSCIENCIA RECEPTÁCULO
SUBCONSCIENTE

Alegría Atención
Sótano

Plena
Pena Al activar las semillas cuando
Compasión algo nos trastorna, o con
Ira respiración consciente, suben al
piso superior
Alegría
Miedo

Cuando no dejamos que haya circulación entre los dos pisos, se manifiestan síntomas de
enfermedad mental y depresión.

Necesitamos aprender a no tener miedo de los nudos de sufrimiento, aprender a abrazarlos y a


transformarlos con la energía de la atención plena.

Después de ser abrazada durante algún tiempo, una emoción fuerte volverá al sótano y se convertirá
de nuevo en semilla, más débil que antes. Cada vez que des a tus formaciones internas atención
plena, los bloqueos de dolor se harán más ligeros. Las emociones difíciles seguirán estando allí, pero
ya no sufriremos tanto.

Requerimos RECONOCER en lugar de LUCHAR, pararnos y tomar consciencia del niño en nuestro
interior. En lugar de luchar contra las emociones, cuidamos de nosotros mismos.
Cuando abracemos las emociones fuertes con atención plena y concentración, seremos capaces de
ver las raíces de estas formaciones mentales. Sabremos de dónde procede el sufrimiento. Cuando
sepamos cuál es la raíz de las cosas, disminuirá nuestro sufrimiento. Así pues, la atención plena
reconoce, abraza y alivia.

Con la concentración, la energía de la observación se vuelve más poderosa y es posible el


discernimiento. El discernimiento tiene siempre el poder de liberarnos. Si la atención plena está
presente, y sabemos cómo mantenerla viva, la concentración estará también presente. Y si sabemos
cómo mantener viva la concentración, también aparecerá el discernimiento.

La energía de la atención plena nos permite observar en profundidad y lograr el discernimiento que
necesitamos para facilitar la transformación.

La atención plena puede ayudar a:

° Encontrar tu centro interior


° Desidentificarse con los pensamientos
° Reconectarse con un sentido de unidad
° Experimentar momentos de autorrealización

Comprender que no somos nuestros pensamientos es una clave central para acceder a la paz
interior y la alineación del alma.

Cuando estamos apegados y nos identificamos con nuestros pensamientos y emociones, sufrimos
innecesariamente.

Y recuerda, el Amor lo da todo, quien se da Amor a sí mismo, lo dará a los demás, en ese momento
ya nada te puede faltar. No olvides, el Amor es todo. No lo busques, eso es lo que tu eres. El Amor
es tu Naturaleza.

Es el amor que nace de la aceptación de tu persona, de la humildad, del valor y el reconocimiento


hacia ti, de la ternura hacia ti.

Y al encontrarlo en tu interior, lo encuentras en cada cosa, en los demás, sean conscientes o no, lo
vivan o no. Porque aunque no lo vivamos en un determinado momento, está ahí, siempre estuvo
ahí.

Asimismo, podemos pararnos en cualquier momento y tomar consciencia del niño en nuestro
interior. Cuando reconocemos al niño herido, lo único que tenemos que hacer es ser conscientes de
que existe y saludarle con un “hola”. Eso es todo. Tal vez ese niño esté triste. Si lo notamos, podemos
inspirar y decirnos: “Al inspirar, sé que la tristeza se ha manifestado en mí. Hola, tristeza. Al espirar,
cuidaré de ti”.

Una vez que hemos contactado con nuestro niño interno, la segunda función del mindfulness es
abrazarlo. Se trata de una práctica muy agradable. En vez de luchar contra las emociones, cuidamos
de nosotros mismos. La atención plena trae consigo un aliado, la concentración. Los primeros
minutos que pasemos reconociendo y abrazando con ternura a nuestro niño interior nos darán
cierto alivio. Las emociones difíciles seguirán estando allí, pero ya no sufriremos tanto.

Después de reconocer y abrazar al niño interior, la tercera función del mindfulness es suavizar y
aliviar las emociones difíciles. Solamente con estrechar al niño entre los brazos con ternura,
estaremos calmando nuestras emociones difíciles y podremos empezar a sentirnos a gusto. Cuando
abracemos las emociones fuertes con atención plena y concentración, seremos capaces de ver las
raíces de estas formaciones mentales.

Hasta que no te hagas consciente de tu inconsciente,


este último regirá tu vida y tu le llamarás DESTINO.

También podría gustarte