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“AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANIA NACIONAL”

Instituto de educación superior tecnológico privado


REINA DE LAS AMERICAS
UNIDAD 1

• TEMA: RESPUESTA INMIUNITARIA


• ASIGNATURA: ASISTENCIA EN INMUNIZACIONES
• DOCENTE: TERESITA DE JESUS CASIQUE SALES
• RESPONSABLE: LUZ DARI DAHUA JIPA
• CARRERA PROFESIONAL: EMFERMERIA TECNICA
• CICLO: 2
• SECCION: B-ET-B01

• AÑO:2022
1.Inmunidad Innata
Se conoce a la respuesta inmunitaria innata como la primera línea de defensa
del huésped frente a los microorganismos. Este sistema lleva ese nombre
debido a que sus mecanismos efectores existen aun antes de que aparezca la
noxa. Esta tipa de inmunidad debe su importancia a básicamente tres
funciones:
✓ Es la respuesta inicial a los microorganismos, previene infecciones e
incluso puede eliminar completamente a cierto tipo de noxas.
✓ Sus mecanismos efectores estimulan a la inmunidad adaptativa e
influyen en el tipo de respuesta.
✓ La inmunidad adaptativa utiliza, además de sus mecanismos, a los de
la inmunidad innata.
Respuesta Inmunitaria
Para comprender estas fenomenos de la inmunidad innata dividiremos su
estudio en: la apreciación de sus componentes y sus principales funciones,
para luego abordar a sus mecanismos efectores. Mecanismos efectores de la
inmunidad innata 1. Barreras epiteliales Las superficies epiteliales y su estado
integro en conjunto forman una barrera física que separan el medio del
huésped. Existen tres importantes interfaces, que son: la piel, el epitelio
respiratorio y el epitelio digestivo. Estos epitelios además de constituir una capa
protectora, poseen otras características que lo hace inmunológicamente
importante, tales como: la síntesis de péptidos antibióticos, subpoblaciones de
linfocitos intraepiteliales y células dendríticas. Péptidos antibióticos: La piel
posee la capacidad de sintetizar y secretar proteínas con capacidad antibiótica
y antimicótica denominados “Defensinas”. Estos son péptidos de 29-34
aminoácidos, que aumentan sus concentraciones presencia de IL1 y TNF
(factor de necrosis tumoral), ambos secretados por los macrófagos activos. El
epitelio intestinal también produce una proteína con potentes efectos
antimicrobianos denominada “Criptocidinas”. Linfocitos T intraepiteliales: Este
tipo de células es una subespecie de linfocitos T y por lo tanto debería ser
considerado como parte de la inmunidad adaptativa. Pero, este linfocito T,
presenta una limitada diversidad de receptor antigénico, además las cadenas
del TCR (receptor de las células T) no son αβ (como el resto de los linfocitos
T), si no γδ. Otra diferencia de gran importancia es el hecho de que estos
Linfocitos T intraepiteliales no reconocen al MHC (complejo mayor de
histocompatibilidad) si no a una proteína similar al MHC, denominada CD1.
Debido a estas notables desigualdades se considera al Linfocito T intraepitelial
como parte de la inmunidad Innata. Una vez activado, el linfocito T intraepitelial,
secreta una variada gama de citoquinas proinflamatorias como: IL1, TNF,
Linfotaxinas e INFγ. (ver mas adelante sus funciones). Además poseen una
actividad citolítica mediada por “Perforinas” y “Fas-FasL”. Las Perforinas, son
péptidos que se unen a la membrana de la célula blanco, creando un poro en
esta, lo que lleva a la perdida de la homeostacia intracelular y la muerte de la
célula en cuestión. A diferencia de lo que ocurre con las Perforinas, que llevan
a la muerte celular por lisis de la membrana, “Fas-Faz” son proteínas de
membrana que al interactuar una con otra, activan a una complejo enzimático
citolítico, denominado “Caspasas”, que inducen a la célula blanco la apoptosis.
Linfocitos B-1: Los linfocitos B-1, son células presentes en el epitelio de la
cavidad peritoneal y que también deberían ser considerados como integrantes
de la inmunidad adaptativa, pero su receptor antigénico, posee baja diversidad
y su estructura es similar a la del receptor del linfocito T intraepitelial. Debido a
estas características se considera al linfocito B-1, como parte de la inmunidad
innata. Las células B-1 secretan permanentemente IgM especifica para
antígenos compartidos por una amplia variedad de bacterias, tales como la
“Fosforilcolina” y el “Lipopolisacarido o LPS”. 2. células efectoras Neutrofilos o
leucocitos polimorfonucleares: ºon las células blancas mas abundantes en la
sangre, correspondiendo entre un 50 y 60% del total de leucocitos. Respuesta
Inmunitaria 3 | Los Neutrofilos alcanzan el sitio de la infección en pocas horas
y son los responsables de la primer “oleada” de células encargadas de la
respuesta del huésped. Si estos no es “reclutado” en un tiempo no mayor a 6
horas, estos experimentan la apoptosis. Los Neutrofilos presentan en su interior
gránulos cuyo contenido es rico en Lisozima, Colagenasa y Elastasa.
Monocitos/Macrófagos: Los monocitos son células maduras precursoras de los
macrófagos, es decir, una vez que el monocito es activado este experimenta
cambios morfológicos que lo adaptan para sus nueva funciones como
macrófagos. Los macrófagos son células de mayor tamaño y capacidad
fagocítica que los neutrofilos, además poseen la capacidad de unirse a otros
macrófagos y así originar las “células gigantes”, con una capacidad fagocitica
aun mayor. Los Macrófagos constituyen la segunda “oleada” de células que
acuden al sitio de la infección. Existen, además de los monocitos y macrófagos
circulantes, otros macrófagos que se encuentran como células residentes de
cada tejido, por ejemplo: en el hígado existen las células de Kupffer, en el SNC
encontramos a la micróglia y en los alvéolos pulmonares a los macrófagos
alveolares. Como el reconocimiento, fagocitosis y destrucción del
microorganismo por parte de los neutrofilos y los macrófago son similares, se
explicara a continuación los mecanismos íntimos que son aplicables a ambos
tipo de células.

Reconocimiento: Los macrófagos y neutrofilos, son capaces de reconocer a


los microorganismos de distintas maneras y cada una de estas de pende de
receptores ubicado en las membranas de estos fagotitos. Receptores de
Manosa: estos receptores son capaces de reconocer a los residuos de
manosa, que son el residuo terminal de glucoproteinas y glucolipidos
estructurales de las membranas de ciertas bacterias.
Respuesta inmunitaria

Es la forma como el cuerpo reconoce y se defiende a sí mismo contra


bacterias, virus y sustancias que parecen extrañas y dañinas.

El sistema inmunitario protege al organismo de sustancias posiblemente


nocivas, reconociendo y respondiendo a los antígenos. Los antígenos son
sustancias (por lo general proteínas) que se encuentran en la superficie de las
células, los virus, los hongos o las bacterias. Las sustancias inertes, como
las toxinas, químicos, drogas y partículas extrañas (como una astilla), también
pueden ser antígenos. El sistema inmunitario reconoce y destruye sustancias
que contienen antígenos.
Las células corporales tienen proteínas que son antígenos. Éstos incluyen a
un grupo llamado antígenos HLA. Su sistema inmunitario aprende a ver estos
antígenos como normales y por lo general no reacciona contra ellos.
INMUNIDAD INNATA

La inmunidad innata, o inespecífica, es un sistema de defensas con el cual


usted nació y que lo protege contra todos los antígenos. La inmunidad innata
consiste en barreras que impiden que los materiales dañinos ingresen en el
cuerpo. Estas barreras forman la primera línea de defensa en la respuesta
inmunitaria. Ejemplos de inmunidad innata abarcan:

• El reflejo de la tos
• Las enzimas en las lágrimas y los aceites de la piel

• El moco, que atrapa bacterias y partículas pequeñas

• La piel

• El ácido gástrico

La inmunidad innata también viene en forma de químico proteínico, llamado


inmunidad humoral innata. Los ejemplos abarcan: el sistema de
complementos del cuerpo y sustancias llamadas interferón e interleucina 1
(que causa la fiebre).

Si un antígeno traspasa estas barreras, es atacado y destruido por otras


partes del sistema inmunitario.

INMUNIDAD ADQUIRIDA

Es la inmunidad que se desarrolla con la exposición a diversos antígenos. El


sistema inmunitario de la persona construye una defensa contra ese antígeno
específico.
INMUNIDAD PASIVA

La inmunidad pasiva se debe a anticuerpos que se producen en un cuerpo


diferente del nuestro. Los bebés tienen inmunidad pasiva, dado que nacen
con los anticuerpos que la madre les transfiere a través de la placenta. Estos
anticuerpos desaparecen entre los 6 y los 12 meses de edad.
La inmunidad pasiva también puede deberse a la inyección de antisuero, que
contiene anticuerpos formados por otra persona o animal. Esto brinda
protección inmediata contra un antígeno, pero no suministra una protección
duradera. La inmunoglobulina sérica (administrada para la exposición a la
hepatitis) y la antitoxina para el tétanos son ejemplos de inmunidad pasiva.
COMPONENTES DE LA SANGRE

El sistema inmunitario incluye ciertos tipos de glóbulos blancos al igual que


sustancias químicas y proteínas de la sangre, como anticuerpos, proteínas
del complemento e interferón. Algunas de éstas atacan directamente las
sustancias extrañas en el cuerpo, mientras que otras trabajan juntas para
ayudar a las células del sistema inmunitario.

Los linfocitos son un tipo de glóbulos blancos y los hay del tipo B y T.

• Los linfocitos B se convierten en células que producen anticuerpos. Los


anticuerpos se adhieren a un antígeno específico y facilitan la destrucción del
antígeno por parte de las células inmunitarias.

• Los linfocitos T atacan los antígenos directamente y ayudan a controlar la


respuesta inmunitaria. También liberan químicos, conocidos como citoquinas,
los cuales controlan toda la respuesta inmunitaria.

A medida que los linfocitos se desarrollan, aprenden normalmente a


diferenciar entre los tejidos corporales propios y las sustancias que
normalmente no se encuentran en el cuerpo. Una vez que se forman las
células B y T, algunas de ellas se multiplican y brindan "memoria" para el
sistema inmunitario. Esto permite responder más rápida y eficientemente la
próxima vez que usted esté expuesto al mismo antígeno y, en muchos casos,
impide que usted se enferme. Por ejemplo, un individuo que haya padecido o
que haya sido vacunado contra la varicela es inmune a contraer esta
enfermedad de nuevo.
INFLAMACIÓN

La respuesta inflamatoria (inflamación) se presenta cuando los tejidos son


lesionados por bacterias, traumatismo, toxinas, calor o cualquier otra causa.
El tejido dañado libera químicos, entre ellos histamina, bradiquinina y
prostaglandinas. Estos químicos hacen que los vasos sanguíneos dejen
escapar líquido hacia los tejidos, lo que causa inflamación. Esto ayuda a
aislar la sustancia extraña del contacto posterior con tejidos corporales.
Los químicos también atraen a los glóbulos blancos llamados fagocitos que
se "comen" a los microorganismos y células muertas o dañadas. Este proceso
se denomina fagocitosis. Los fagocitos finalmente mueren. El pus se forma
debido a la acumulación de tejido muerto, bacterias muertas y fagocitos vivos
y muertos.

TRASTORNOS DEL SISTEMA INMUNITARIO Y ALERGIAS

Los trastornos del sistema inmunitario ocurren cuando la respuesta


inmunitaria está dirigida contra el tejido extraño, excesiva o no se presenta.
Las alergias involucran una respuesta inmunitaria a una sustancia que el
cuerpo de la mayoría de las personas perciben como inofensiva.
INMUNIZACIÓN

La vacunación (inmunización) es una forma de desencadenar la respuesta


inmunitaria. Se suministran pequeñas dosis de un antígeno, como virus vivos
debilitados o muertos, para activar la "memoria" del sistema inmunitario
(linfocitos B activados y linfocitos T sensibilizados). Dicha memoria le permite
al cuerpo reaccionar rápida y eficientemente a exposiciones futuras.

COMPLICACIONES DEBIDO A UNA RESPUESTA INMUNITARIA


ALTERADA

Una respuesta inmunitaria eficiente protege contra muchas enfermedades y


trastornos, mientras que una respuesta inmunitaria ineficiente permite que las
enfermedades se desarrollen. Una respuesta inmunitaria excesiva, deficiente
o equivocada causa trastornos del sistema inmunitario. Una respuesta
inmunitaria hiperactiva puede llevar al desarrollo de enfermedades
autoinmunitarias, en las cuales se forman anticuerpos contra los tejidos del
propio cuerpo.
Las complicaciones a raíz de la alteración de las respuestas inmunitarias son,
entre otras:

• Alergia o hipersensibilidad

• Anafilaxia, una reacción alérgica que amenaza la vida


• Trastornos autoinmunitarios
• Enfermedad injerto contra huésped, una complicación del trasplante de
médula ósea
• Trastornos por inmunodeficiencia

• Enfermedad del suero


• Rechazo al trasplante

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