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sistema inmunitario

También conocido como sistema inmune o inmunitario, tiene la función de defender al


organismo frente a agresiones externas. También una función de reconocimiento y el
objetivo de mantener el equilibrio de la homeostasis frente a posibles agresiones.

Todo esto lo realiza mediante respuestas inmunes que pueden ser:

Innata: Es más inespecífica, se mantiene constante durante toda la vida del individuo
y es la más primitiva. La inmunidad innata, o inespecífica, es un sistema de defensas
con el cual usted nació y que lo protege contra todos los antígenos. La inmunidad
innata consiste en barreras que impiden que los materiales dañinos ingresen en el
cuerpo. Estas barreras forman la primera línea de defensa en la respuesta
inmunitaria. Ejemplos de inmunidad innata abarcan:
1. El reflejo de la tos
2. Las enzimas en las lágrimas y los aceites de la piel
3. El moco, que atrapa bacterias y partículas pequeñas
4. La piel
5. El ácido gástrico
La inmunidad innata también viene en forma de químico proteínico, llamado
inmunidad humoral innata. Los ejemplos abarcan: el sistema de complementos del
cuerpo y sustancias llamadas interferón e interleucina 1 (que causa la fiebre).
Si un antígeno traspasa estas barreras, es atacado y destruido por otras partes del
sistema inmunitario.

Adquirida: La inmunidad adquirida (adaptativa o específica) no es congénita; se


aprende. El proceso de aprendizaje comienza cuando el sistema inmunológico de
la persona encuentra a invasores extranjeros y reconoce sustancias no naturales
(antígenos). Seguidamente, los componentes de la inmunidad adquirida aprenden
la mejor forma de atacar a cada antígeno y comienzan a desarrollar una memoria
respecto a ese antígeno. La inmunidad adquirida se denomina también inmunidad
específica porque dirige su ataque a un antígeno específico que se ha encontrado
con anterioridad. Sus rasgos característicos son la capacidad para aprender,
adaptarse y recordar. La inmunidad adquirida necesita tiempo para desarrollarse
tras entrar en contacto con un antígeno nuevo. Sin embargo, después el antígeno
es recordado, y las respuestas posteriores a ese antígeno son más rápidas y más
eficaces que las que se produjeron después de la primera exposición. Los glóbulos
blancos (leucocitos) responsables de la inmunidad adquirida son
1. Linfocitos (células T y células B)
Otros participantes en la inmunidad adquirida son
1. Células dendríticas
2. Citocinas
Pasiva: Este tipo de inmunidad proviene de una fuente externa y es de breve duración, por lo
que también se le llama inmunidad “prestada”. La inmunidad pasiva se debe a anticuerpos
que se producen en un cuerpo diferente del nuestro. Los bebés tienen inmunidad pasiva,
dado que nacen con los anticuerpos que la madre les transfiere a través de la placenta. Estos
anticuerpos desaparecen entre los 6 y los 12 meses de edad.

La inmunidad pasiva también puede deberse a la inyección de antisuero, que contiene


anticuerpos formados por otra persona o animal. Esto brinda protección inmediata contra un
antígeno, pero no suministra una protección duradera. La inmunoglobulina sérica (administrada
para la exposición a la hepatitis) y la antitoxina para el tétanos son ejemplos de inmunidad
pasiva.

órganos que intervienen


Los órganos y tejidos del sistema inmunitario incluyen la médula ósea, el bazo, el
timo, las amígdalas, las membranas mucosas, y la piel. Los vasos linfáticos del sistema
inmunitario acarrean inmunocitos que luego se convergen en los ganglios linfáticos
ubicados en todo el cuerpo.

Medula ósea: Aquí se da la hematopoyesis, genera todas las células sanguíneas


incluidas las que participan en la respuesta inmune. Los linfocitos B maduraran y
los linfocitos T tendrán que ir a madurar al timo.
Timo: Dos lóbulos que se unen por delante de la tráquea, detrás del esternón.
Bazo: Órgano del tamaño de un puño ubicado en la cavidad abdominal.
amígdalas: Dos masas ovaladas en la parte posterior de la garganta.
Membranas mucosas: Las membranas mucosas son tejidos que recubren las
cavidades o los conductos corporales como la garganta, la nariz, la boca, la uretra,
el recto y la vagina. Las membranas mucosas producen un líquido espeso y
escurridizo llamado moco que protege las membranas y las mantiene húmedas.
Piel
Ganglios linfáticos: Pequeños órganos con forma de frijol que se encuentran por
todo el cuerpo y se conectan a través de los vasos linfáticos.
vasos linfáticos: Red de canales por todo el cuerpo que transportan linfocitos
hacia los órganos linfoides y el torrente sanguíneo.
células que intervienen
A nivel de la médula ósea se da la hematopoyesis, aquí se encuentra la stem cell (célula
madre multipotencial), por lo que producirá dos líneas de células, en este caso solo se
mencionarán las relacionadas al sistema inmune:

Mieloide:
Neutrófilos : Son un tipo de glóbulo blanco responsable de gran parte de la protección
del cuerpo contra la infección. Se producen en la médula ósea y son liberados en el
torrente sanguíneo para que viajen a cualquier parte donde se necesiten. Cuando la
demanda es alta, se producen grandes cantidades de formas inmaduras de neutrófilos,
llamados cayados.
Eosinófilos: los eosinófilos son uno de los distintos tipos celulares que forma parte del
sistema inmunitario. Estas células participan en la respuesta inmune ante infecciones,
pero pueden estar implicadas en variedad de patologías, como procesos inflamatorios
o alergias. Los eosinófilos se producen en la médula ósea a partir de células madre y
migran hacia la sangre, desde donde suelen dirigirse a órganos como el timo, el tracto
gastrointestinal, las glándulas mamarias o el útero. No obstante, pueden llegar
también a otros tejidos durante una respuesta inflamatoria.

Basófilos: Los basófilos fueron descritos por primera vez en 1879 por Paul Ehrlich.
Como otras células del sistema inmunitario, se generan en la médula ósea,
constituyendo alrededor del 1 % del total de leucocitos1. A diferencia de los mastocitos,
que maduran en la circulación sanguínea, los basófilos maduran en la médula ósea,
aunque ambos tipos celulares producen prácticamente las mismas sustancias. Los
basófilos se encuentran en la sangre y solo en ciertas ocasiones, como en caso de
infecciones parasitarias, se acumulan en los tejidos (principalmente mucosa pulmonar,
nasal y piel). Una vez ahí, liberan el contenido de sus gránulos, pequeños
compartimentos que contienen sustancias que facilitan la puesta en marcha del
proceso inflamatorio (por ejemplo la histamina) y la eliminación del patógeno.
Mastocitos: Los mastocitos son células reguladoras esenciales en la modulación de
procesos inflamatorios y alérgicos. De hecho, junto con las células dendríticas y los
monocitos, constituyen la primera línea de defensa frente a antígenos como bacterias
o parásitos. También están implicados en reacciones frente a alérgenos del medio
ambiente.
Monocitos: Estos se irán a los tejidos y se transformarán en macrófagos
Células dendríticas: Normalmente esta serie intervienen en la respuesta inmunitaria
innata, aquí se incluyen los linfocitos NK.

Linfoide:
Natural killer (NK): las células Natural Killer (también llamadas “asesinas naturales”
en español, y abreviadas como NK) representan junto con los linfocitos B y T un
tercer tipo de población de linfocitos. A diferencia de los otros dos se consideran
como parte del sistema inmune innato, ya que ejercen sus funciones de una
manera inmediata y natural, sin necesidad de un proceso de aprendizaje previo.
Estas células provienen de la médula ósea y se encuentran en la sangre y tejidos
linfáticos, especialmente el bazo. Se caracterizan morfológicamente por ser
mayoritariamente linfocitos grandes con gránulos citoplasmáticos.
función:

La identificación y destrucción de células anormales (función citotóxica)


Las células NK se definen principalmente por su capacidad de destruir una variedad de
células anormales (como por ejemplo células transformadas por virus o tumorales.
Esta propiedad se conoce como citotoxicidad celular. Se distinguen dos tipos de
citotoxicidad celular: una que está dada de forma natural y otra que está mediada por
los anticuerpos. Es decir, por una parte, las células NK pueden reconocer de forma
innata alteraciones en las células y activarse con el fin de destruirlas. Por otra parte, son
capaces de reconocer y matar células cubiertas por anticuerpos, o mejor dicho células
que han sido marcadas como dañinas, con el fin de atacarlas.

Linfocitos
Los linfocitos son células del sistema inmunitario. Son un tipo de leucocito que
provienen de la diferenciación linfoide de las células madre hematopoyéticas ubicadas
en la médula ósea y que completan su desarrollo en los órganos linfoides primarios y
secundarios (médula ósea, timo, bazo, ganglios linfáticos y tejidos linfoides asociados a
las mucosas). Los linfocitos circulan por todo el organismo a través del aparato
circulatorio y el sistema linfático.​
Son los leucocitos de menor tamaño (entre 9 y 18 micrómetros), y representan
aproximadamente el 30 % (del 20 a 40 %) del total en la sangre periférica. Su
morfología es variable, de acuerdo con la cual se clasifican en linfoblastos, prolinfocitos
y linfocitos propiamente tal, ya sea inactivos o activados (como los plasmocitos).
La función principal de los linfocitos es la regulación de la respuesta inmunitaria
adaptativa (o específica), reaccionando frente a materiales extraños (microorganismos,
células tumorales o antígenos en general). Para ello se diferencian en tres líneas de
células reactivas: los linfocitos T que se desarrollan en el timo y que participan en la
respuesta inmunitaria celular; los linfocitos B, que se desarrollan en la médula ósea y
luego migran a diferentes tejidos linfáticos, que son las encargadas de la respuesta
inmunitaria humoral, transformándose en plasmocitos que producen anticuerpos; y
las células NK (natural killer) que destruyen células infectadas. Los linfocitos T y B
presentan receptores específicos, las asesinas naturales

B: Responsables de la inmunidad humoral, cuando se activan se convierten en


células plasmáticas y generan anticuerpos y linfocitos B de memoria
T: Responsables de la inmunidad celular
Normalmente esta serie interviene en la respuesta inmunitaria adquirida,
concretamente los linfocitos B y T.

Todas las células presentadas son leucocitos (Glóbulos blancos) que son las células
del sistema inmunitario.

Tantos los macrófagos como las células dendríticas intervienen en las respuestas
inmunitarias adquiridas e innatas

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