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ANEXO N°01

“Electronegatividad de una molécula”


La electronegatividad es la capacidad de los átomos en una molécula para atraer los electrones
compartidos. Dicho de otra manera, es la propiedad que determina cómo se distribuyen los
electrones que se comparten cuando dos átomos se conectan a través de un enlace químico.
Por ejemplo, si dos átomos comparten por igual los electrones, se dice que son similares en
electronegatividad; en cambio, si un átomo tiene mayor electronegatividad, los electrones se
distribuirán más próximos a este.

Importancia de la electronegatividad
Un uso importante de la electronegatividad es que la diferencia entre dos átomos puede ser
tomados como un índice predictivo de la reactividad entre ambos. Esto quiere decir, si un átomo
tiene una electronegatividad suficientemente mayor que otro, este tiene la posibilidad de atrapar
electrones de su vecino y oxidarlo. La electronegatividad sirve como una herramienta para el diseño
de nuevos materiales.

Propiedades de la electronegatividad
 La electronegatividad depende de la estructura atómica, es decir, de los electrones y del núcleo: la
electronegatividad es la medida de la efectividad de la carga nuclear para sentir si hay vacantes en
el orbital externo.
 En la tabla periódica, la electronegatividad aumenta de izquierda a derecha en un período, y de
arriba a abajo en un grupo. Por ejemplo, en el grupo de los metales alcalinos el elemento más
electronegativo es el litio y el menos electronegativo es el francio. En el tercer período, el sodio es el
menos electronegativo y el más electronegativo es el cloro.

Tablas de electronegatividad
La electronegatividad no se puede medir directamente, si no a través de la medición de otras
propiedades atómicas. Existen varias escales de la electronegatividad, aquí te presentamos la más
usada (Pauling) y la más actualizada (2018).
Relación entre electronegatividad y tipo de enlace

Para átomos iguales, donde la diferencia de electronegatividad sea igual a cero, los electrones en
el enlace se comparten equitativamente y se forma un enlace covalente no polar.
Por ejemplo, en el oxígeno molecular O2 (O-O) la diferencia de electronegatividad es cero pues son
átomos iguales.
Para átomos enlazados, cuya diferencia en electronegatividad sea mayor de 0,4 y menor que
1,7 (en la escala de Pauling) el enlace será de tipo covalente polar. En este caso, los electrones
permanecerán con el átomo más electronegativo.
Por ejemplo, en la molécula de ácido clorhídrico (HCl) la diferencia de electronegatividad es igual a
0,9. Los electrones compartidos entre cloro e hidrógeno permanecerán más cerca del cloro, que es
el elemento con mayor electronegatividad (Cl=3,0; H=2,1).
Cuando la diferencia de electronegatividad entre átomos sea mayor de 1,9 (escala de Pauling)
estamos en presencia de un enlace iónico. En este caso, no se comparten electrones, más bien, el
electrón del elemento menos electronegativo se transfiere al elemento más electronegativo.
Por ejemplo, el cloruro de sodio, NaCl, está formado por un enlace iónico entre el sodio
(electronegatividad igual a 0,9) y el cloro (electronegatividad igual a 3).
“Propiedades de los compuestos iónicos”
El enlace iónico o electrovalente consiste en la atracción
electrostática entre partículas con cargas eléctricas de
signos contrarios llamados iones. Un ion es
una partícula cargada eléctricamente. Puede ser
un átomo o molécula que perdió o ganó electrones, es decir,
que no es neutro.

Este tipo de enlace se manifiesta generalmente entre átomos metálicos y no metálicos en los que
la transferencia de electrones ocurre desde los átomos metálicos (menos electronegativos) hacia los
no metálicos (más electronegativos).

Para que se forme un enlace iónico es necesario que la diferencia de electronegatividad (capacidad
de un átomo de atraer electrones de otro átomo cuando se combinan en un enlace químico) entre
ambos tipos de átomos sea mayor o igual que 1,7 en la escala de Pauling, utilizada para clasificar los
átomos según sus valores de electronegatividad.

Si bien el enlace iónico se suele distinguir del covalente (consistente en compartir pares electrónicos
de la capa externa o de valencia de ambos átomos), en realidad no existe un enlace
iónico puro, sino que este modelo consiste en una exageración del enlace covalente, útil para el
estudio del comportamiento atómico en estos casos. Siempre existe algún margen de covalencia en
estas uniones.

Sin embargo, a diferencia de los átomos que forman los enlaces covalentes que constituyen a
menudo a las moléculas polares, los iones no poseen un polo positivo y otro negativo, sino que en
ellos predomina por entero una sola carga. Así, tendremos cationes cuando un átomo pierde
electrones (queda con carga positiva) y aniones cuando un átomo gana electrones (queda con carga
negativa).

Propiedades de los compuestos iónicos

Algunas características generales de un compuesto iónico:

 Son enlaces fuertes. La fuerza de esta unión atómica puede ser muy intensa, por lo que la
estructura de estos compuestos tiende a formar redes cristalinas muy resistentes.
 Suelen ser sólidos. A temperaturas y rangos de presión normales (T=25ºC y P=1atm), estos
compuestos tienen estructura molecular cúbica y rígida, que forma redes cristalinas que originan
sales. También existen líquidos iónicos denominados “sales derretidas”, que son poco frecuentes,
pero sumamente útiles.
 Poseen un alto punto de fusión y ebullición. Tanto el punto de fusión(entre 300ºC y 1000ºC) como
el de ebullición de estos compuestos suele ser muy alto, pues se requieren grandes cantidades
de energía para romper la atracción electrostática entre los iones.
 Solubilidad en agua. La mayoría de las sales son solubles en agua y otras soluciones acuosas que
presenten un dipolo eléctrico (polos positivo y negativo).
 Conducción eléctrica. En su estado sólido no son buenos conductores de electricidad, dado que los
iones ocupan posiciones muy fijas en una red cristalina. En cambio, una vez disueltos en agua o en
solución acuosa, se tornan eficaces conductores de la electricidad.
 Selectividad. Los enlaces iónicos pueden darse únicamente entre metales de los grupos IA y IIA de
la Tabla Periódica, y los no metales de los grupos VIA y VIIA.

Ejemplos de enlace iónico

 Fluoruros (F–). Aniones que forman parte de sales obtenidas a partir del ácido fluorhídrico (HF). Son
empleadas en la fabricación de pastas dentales y otros insumos odontológicos.
Ejemplos: NaF, KF, LiF, CaF2

 Sulfatos (SO42-). Aniones que forman parte de sales o ésteres obtenidas a partir del ácido
sulfúrico (H2SO4), cuya unión a un metal tiene aplicaciones diversas, desde aditivos en la obtención
de materiales de construcción, hasta insumos para radiografías de contraste.

Ejemplos: CuSO4, CaSO4, K2SO4

 Nitratos (NO3–). Aniones que forman parte de sales o ésteres obtenidos del ácido nítrico (HNO 3),
empleados en la manufacturación de la pólvora y en numerosas formulaciones químicas para
abonos o fertilizantes.

Ejemplos: AgNO3, KNO3, Mg (NO3)2

 Mercurio II (Hg2+). Un catión obtenido a partir del mercurio, llamado también catión mercúricoy que
es solo estable en medios de pH ácido (<2). Los compuestos de mercurio son tóxicos para el
organismo humano, por lo que deben ser manipulados con determinadas precauciones.

Ejemplos: HgCl2, HgCN2

 Permanganatos (MnO4–). Las sales del ácido permangánico (HMnO4) poseen un


intenso color púrpura y un enorme poder oxidante. Estas propiedades pueden ser aprovechadas en
la síntesis de la sacarina, en el tratamiento de aguas residuales y en la fabricación de desinfectantes.

Ejemplos: KMnO4, Ca (MnO4)2


ANEXO N°02
¿Qué es la electronegatividad?
https://www.youtube.com/watch?v=V0sXZo7Va74

“Enlace iónico”
https://www.youtube.com/watch?v=EHhb_Bcj6NY

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