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CARACTERÍSTICA
Sus enlaces son muy fuertes (depende fuertemente de la naturaleza de los iones).
Sólidos a temperatura ambiente y poseen una estructura cristalina o transparente en
el sistema cúbico. (Hay compuestos iónicos que son líquidos a temperatura ambiente
denominados "líquidos iónicos" o "Sales Derretidas", con un campo de aplicación
gigantesco.)
Altos punto de fusión (entre 300 °C y 1000 °C) y ebullición (Si el enlace tiene un
carácter covalente alto, puede ser que estos valores disminuyan abruptamente)
Son enlaces resultantes de la interacción entre los metales de los grupos I y II y los
no metales de los grupos VI y VII.
Son solubles en agua y otras disoluciones acuosas debido al dipolo eléctrico que
presentan las moléculas de agua; capaces de solvatar a los iones, compensando así la
energía de red cristalina. (No todos los compuestos iónicos se pueden disolver
fácilmente con agua, ya sea por la poca energía de solvatación de los iones o por el
carácter covalente del compuesto iónico):
Una vez en disolución acuosa son excelentes conductores de electricidad, ya que
entonces los iones quedan libres. (Hay una gran variedad de compuestos iónicos que
son poco o muy poco solubles en disolución acuosa, también debido al carácter
covalente del compuesto y que no permite que el agua separe fácilmente la red
cristalina, resultando así en una muy pobre conductividad en disolución)
CLASIFICACIÓN
Los iones se clasifican en dos tipos:
a) Anión: Es un ion con carga eléctrica negativa, lo que significa que los átomos que lo
conforman tienen un exceso de electrones. Comúnmente los aniones están formados por no
metales, aunque hay ciertos aniones formados por metales y no metales. Los aniones más
habituales son (el número indica la carga):
F- fluoruro., Cl- cloruro., Br- bromuro., I- yoduro.
b) Catión: es un ion con carga eléctrica positiva. Los más comunes se forman a partir de
metales, pero hay ciertos cationes formados con no metales.
Na+ sodio. K+ potasio. Ca2+ calcio. Ba2+ bario. Mg2+ magnesio. Al3+ aluminio.
EJEMPLOS
Fluoruros (F–). Sales catódicas obtenidas del ácido fluorhídrico (HF), empleadas
en la fabricación de pastas dentales y otros insumos odontológicos.
Sulfatos (SO42-). Sales o ésteres obtenidas del ácido sulfúrico (H2SO4), cuya
unión a un metal sirve a fines sumamente diversos, desde aditivos en la obtención
de materiales de construcción, hasta insumo para radiografías de contraste.
ENLACE COVALENTE
Un enlace covalente se forma cuando dos átomos comparten uno o más pares de electrones.
La condición para que el enlace tenga un elevado carácter covalente es que la diferencia de
electronegatividad entre ambos átomos sea cero o muy pequeña. Según la teoría de Lewis
el enlace que da lugar a la molécula de hidrógeno puede describirse del siguiente modo:
Ambos electrones son compartidos por los dos átomos. Por simplicidad se acostumbra a
respresntar el par de electrones compartidos por una línea (H-H).
Consideremos la molécula de flúor, la configuración electrónica del F es 1s 22s22p5. De los
electrones de valencia 2s22p5 sólo participan dos en el enlace, el resto permanecen como
electrones no enlazantes, también llamados pares solitarios o libres. De esta forma ambos
átomos de flúor adquieren una configuración electrónica de gas noble.
Veamos el ejemplo del agua, el oxígeno puede formar dos enlaces covalentes con el
hidrógeno, alcanzando ambos configuración de gas noble. La estructura de Lewis del agua
viene dada por:
En los ejemplos propuestos se observa que los átomos tienden a rodearse de 8 electrones,
con excepción del hidrógeno que se rodea de 2 electrones. Esta observación recibe el
nombre de regla del octeto: "un átomo diferente del hidrógeno tiende a formar enlaces hasta
que se rodea de ocho electrones de valencia".
La regla del octeto funciona correctamente con los elementos del segundo periodo,
presentando excepciones importantes en los elementos de tercer y sucesivos periodos.
Veamos la regla del octeto aplicada al la formación de la molécula de amoniaco, NH 3.
Como ejemplo de enlace covalente, examinemos el agua. Una sola molécula de agua, está
compuesta de dos átomos de hidrógeno unidos a un átomo de oxígeno. Cada hidrógeno
comparte un electrón con el oxígeno y el oxígeno comparte uno de sus electrones con cada
hidrógeno:
Átomos de hidrógeno que comparten electrones con un átomo de oxígeno para formar
enlaces covalentes al crear una molécula de agua
Los electrones compartidos dividen su tiempo entre las capas de valencia de los átomos de
hidrógeno y oxígeno, y le dan a cada átomo algo que se parece a una capa de valencia
completa (dos electrones para el H, y ocho para el O). Esto hace que una molécula de agua
sea mucho más estable de lo que serían los átomos que la componen por sí solos.
Estos enlaces se forman en versiones simples, dobles o triples, y poseen caracteres polares
y no-polares. Los átomos pueden atraer a otras especies, permitiendo así la formación de
compuestos químicos. Esta unión puede ocurrir por fuerzas distintas, generando una
atracción débil o fuerte, o de caracteres iónicos o por intercambio de electrones.
los enlaces covalentes se consideran uniones «fuertes». A diferencia de otras uniones
fuertes (enlaces iónicos), los covalentes suelen ocurrir en átomos no-metálicos y en los que
tienen afinidades parecidas por electrones (electronegatividades similares), haciendo que
los enlaces covalentes sean débiles y requieran menos energía para romperse.
Características
Los enlaces covalentes son afectados por la propiedad electronegativa de cada uno de los
átomos involucrados en la interacción de pares de electrones; cuando se tenga un átomo con
una electronegatividad considerablemente mayor a la del otro átomo en la unión, se formará
un enlace covalente polar.
El enlace covalente no-polar se genera cuando los electrones son compartidos entre átomos
de forma igualitaria. Esto generalmente ocurre cuando los dos átomos tienen una afinidad
electrónica similar o igual (mismas especies). Mientras más parecidos sean los valores de
afinidad electrónica entre los átomos involucrados, más fuerte será la atracción resultante.
Esto suele ocurrir en moléculas de gas, también conocidas como elementos diatómicos. Los
enlaces covalentes no-polares trabajan con la misma naturaleza que los polares (el átomo de
mayor electronegatividad atraerá más fuertemente al electrón o electrones del otro átomo).
Sin embargo, en las moléculas diatómicas las electronegatividades se cancelan por ser
iguales y resulta en una carga de cero.
Los enlaces no-polares son cruciales en la biología: ayudan a formar el oxígeno y los
enlaces peptídicos que se observan en las cadenas de aminoácidos. Las moléculas con alta
cantidad de enlaces no-polares suelen ser hidrofóbicas.
El enlace covalente polar se da cuando existe una compartición desigual de electrones entre
las dos especies involucradas en la unión. En este caso, uno de los dos átomos posee una
electronegatividad considerablemente mayor que el otro, y por esta razón atraerá más a los
electrones de la unión.
La molécula resultante tendrá un lado ligeramente positivo (aquel que tiene la menor
electronegatividad), y otro lado ligeramente negativo (con aquel átomo con la mayor
electronegatividad). También tendrá un potencial electrostático, proporcionándole al
compuesto la capacidad de unirse débilmente a otros compuestos polares.
Los enlaces polares más comunes son los del hidrógeno con átomos más electronegativos
para formar compuestos como el agua (H2O).
Propiedades
En las estructuras de los enlaces covalentes se toman en cuenta una serie de propiedades
que se involucran en el estudio de estas uniones y ayudan a entender este fenómeno de
compartición de electrones:
La regla del octeto fue formulada por el físico y químico estadounidense Gilbert Newton
Lewis, aunque hubo científicos que estudiaron esto antes que él.
Es una regla de pulgar que refleja la observación de que los átomos de los elementos
representativos suelen combinarse de manera que cada átomo alcanza los ocho electrones
en su capa de valencia, llevándolo a tener una configuración electrónica similar a los gases
nobles. Se utilizan diagramas o estructuras de Lewis para representar estas uniones.
Los enlace covalentes entre dos átomos pueden formarse por un par de electrones, pero
también pueden formarse por dos o hasta tres pares de los mismos, por lo que se expresarán
estos como enlaces simples, dobles y triples, los cuales se representan con distintos tipos de
uniones (enlaces sigma y pi) para cada uno.
Los enlaces simples son los más débiles y los triples los más fuertes; esto ocurre porque los
triples son los que poseen menor longitud de enlace (mayor atracción) y la mayor energía
de enlace (requieren más energía para romperse).
Enlace simple :Es la compartición de un solo par de electrones; es decir, cada átomo
involucrado comparte un solo electrón. Esta unión es la más débil e involucra un único
enlace sigma (σ). Se representa con una raya entre los átomos; por ejemplo, en el caso de la
molécula del hidrógeno (H2):
H-H
Enlace doble :En este tipo de enlace dos pares compartidos de electrones forman enlaces; es
decir, cuatro electrones son compartidos. Este enlace involucra un enlace sigma (σ) y uno
pi (π), y se representa con dos rayas; por ejemplo, en el caso del dióxido de carbono (CO2):
O=C=O
Enlace triple :Este enlace, el más fuerte que existe entre los enlaces covalentes, se da
cuando los átomos comparten seis electrones o tres pares, en una unión sigma (σ) y dos pi
(π). Es representado con tres rayas y se puede observar en moléculas como el acetileno
(C2H2):
H-C≡C-H
Por último, se han observado enlaces cuádruples, pero son raros y se limitan principalmente
a los compuestos metálicos, como por ejemplo el acetato de chromio (II) y otros.
Ejemplos: Para los enlaces simples, el caso más común es el del hidrógeno, como se puede
observar a continuación:
ENLACE METALICO
Los enlaces metálicos son, como su nombre lo indica, un tipo de unión química que se
produce únicamente entre los átomos de un mismo elemento metálico. Gracias a este
tipo de enlace los metales logran estructuras moleculares sumamente compactas, sólidas y
resistentes, dado que los núcleos de sus átomos se juntan a tal extremo, que comparten sus
electrones de valencia.
En el caso de los enlaces metálicos, lo que ocurre con los electrones es que abandonan sus
órbitas acostumbradas alrededor del núcleo atómico cuando éste se junta con otro, y
permanecen alrededor ambos como una especie de nube. De esta manera las cargas
positivas y negativas mantienen su atracción, sujetando firmemente al conjunto atómico y
alcanzando márgenes importantes de dureza, compactación y durabilidad, que son
típicas de los metales en barra.
A los enlaces metálicos se deben muchas de las propiedades típicas de los metales, como su
solidez, su dureza, e incluso su maleabilidad y ductilidad. La buena conducción del
calor y de la electricidad de los metales, de hecho, se debe a la disposición tan particular de
los electrones en nube alrededor de los núcleos, permitiendo su movilidad a lo largo y
ancho del conjunto. Incluso el lustre de los metales se debe a ello, pues este tipo de enlace
repele casi toda la energía lumínica que los impacta, es decir, brilla.
Los átomos unidos mediante enlaces metálicos suelen, además, organizarse en estructuras
hexagonales, cúbicas, o de forma geométrica concreta. La única excepción es la del
mercurio, que a pesar de ser un metal es líquido a temperatura ambiente y forma de gotas
perfectamente redondas y brillantes.
Ejemplos de enlace metálico : Los enlaces metálicos son frecuentes en el mundo de los metales,
por lo que cualquier elemento metálico puro es perfecto ejemplo de ello. Es decir, cualquier
veta pura de: plata (Ag), oro (Au), cadmio (Cd), hierro (Fe), níquel (Ni), zinc (Zn), cobre
(Cu), platino (Pt), aluminio (Al), galio (Ga), titanio (Ti), paladio (Pd), plomo (Pb), iridio
(Ir) o cobalto (Co), siempre que no se encuentre mezclado con otros metales y elementos,
se mantendrá unida mediante enlaces metálicos.
En los enlaces metálicos cada átomo se encuentra divididos en doce átomos, seis de ellos
se encuentran en el mismo plano, tres están ubicados por encima y tres por debajo.
Los electrones son extraídos de sus orbitales por la baja electronegatividad que poseen. Es
un enlace de consistencia fuerte, que se forma entre elementos que pertenecen a la misma
especie. Pese a que su estructura es muy cercana, pueden interaccionar sus núcleos en
las nubes electrónicas, empaquetándose en tres dimensiones, razón por la cual los núcleos
están rodeados de dichas nubes.