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Lenin
PROYECTO Y
EXPLICACIÓN DEL
PROGRAMA DEL
PARTIDO
SOCIALDEMÓCRATA [1]
PROYECTO DE PROGRAMA
A. 1. Las grandes fábricas y talleres se desarrollan en Rusia cada vez con
mayor rapidez, arruinando a los pequeños artesanos y a los campesinos,
convirtiéndolos en obreros sin recursos, concentrando un número cada vez mayor
en ciudades, aldeas y poblados industriales y fabriles.
3. Pero al elevar al grado máximo la opresión del capital sobre el trabajo, las
grandes fábricas crean un tipo especial de obrero que adquiere la posibilidad de
luchar contra el capital, pues las condiciones mismas de su existencia destruyen
todos sus lazos con la economía individual y, al unir a los obreros por medio del
trabajo en común, y trasladarlos de fábrica en fábrica, los cohesiona en una sola
masa obrera. Los obreros inician la lucha contra los capitalistas y nace en ellos
una acentuada tendencia hacia la unidad. De los levantamientos aislados va
surgiendo la lucha de la clase obrera rusa.
2. Derecho de sufragio universal y directo para todos los ciudadanos rusos que
hayan alcanzado la edad de 21 años, sin distinción de religión o nacionalidad.
4. Libertad de prensa.
3. Prohibición por ley del trabajo nocturno y por turnos. Prohibición de trabajar
a niños menores de 15 años de edad.
Una lev por la que se establezca eme los descuentos en los salarios de los
obreros, sea cual fuere el concepto (multas, mercancías de mala calidad, etc.), en
total no deben superar los 10 kopeks por rublo.
10. Una ley que obligue a los fabricantes a subvencionar escuelas v prestar
atención médica a los obreros.
***
EXPLICACIÓN DEL
PROGRAMA
El programa consta de tres partes principales. En la primera se exponen las
concepciones de las cuales dimanan las partes restantes. En ella se señala la
situación que ocupa la clase obrera dentro de la sociedad contemporánea, el
sentido y la significación de su lucha contra los fabricantes, y cuál es la situación
política de la clase obrera dentro del Estado ruso.
He aquí en qué consisten los enormes cambios producidos en la vida del país
por las grandes fábricas: la pequeña producción es remplazada por la grande, los
pequeños patronos se trasforman en obreros asalariados. ¿Qué significa, pues,
este cambio para todo el pueblo trabajador, y adonde conduce? De ello se habla
más adelante en el programa.
Pero si los obreros uniéndose son suficientemente fuertes como para arrancar
concesiones a los capitalistas, para ofrecerles resistencia, podrían igualmente,
gracias a su unión, presionar sobre las leyes y el Estado y obtener su
modificación. Así proceden, en efecto, los de los demás países, pero los obreros
rusos no pueden influir directamente sobre el Estado. En Rusia se hallan en
condiciones tales, que carecen de los derechos civiles más elementales. No se les
permite reunirse, ni discutir en común sus propios problemas, ni organizar
sindicatos, ni hacer públicas sus peticiones. En otras palabras, las leyes del
Estado, además de favorecer a la clase de los capitalistas, privan a los obreros de
toda posibilidad de influir sobre ellas y lograr su modificación. Esto pusa. porque
en Rusia (entre todos los Estados europeos, sólo en Rusia) se conserva basta boy
el poder ilimitado del gobierno autocrático, o sea, un régimen de Estado en el que
las leyes, obligatorias para todos, son promulgadas por el zar según su propio
criterio y ejecutadas por los funcionarios que él mismo designa. Los ciudadanos
están privados de toda participación en la promulgación de las leyes, en su
difusión, en la proposición de otras nuevas; tampoco pueden reclamar la
derogación de las viejas. Se hallan privados del derecho de exigir responsabilidad
a los funcionarios, de verificar los actos de éstos y de acusarlos ante la justicia.
Cirecen inclusive del derecho a discutir los asuntos de Estado: ni les está
permitido organizar asambleas ni asociaciones sin el permiso de esos mismos
funcionarios. De tal manera, éstos se encuentran exentos de toda responsabilidad,
en el cabal sentido de esta palabra: constituyen una especie de casta colocada por
encima de los ciudadanos. La falta de responsabilidad y la arbitrariedad de los
funcionarios, así como la absoluta imposibilidad para la población de hacer oír su
voz, dan lugar a tan inauditos abusos de poder por parte de los funcionarios, a
tales trasgresiones de los derechos de la gente sencilla, que resultan
inimaginables en cualquier otro país europeo.
Así, pues, según la ley, las atribuciones del gobierno ruso son completamente
ilimitadas; se considera independiente en absoluto con respecto al pueblo y por
encima de todos los estamentos y clases. Pero si en realidad esto fuera así, ¿por
qué tanto la ley como el gobierno, en todos los conflictos entre los obreros y los
capitalistas, se coloca de parte de estos últimos? ¿Por qué los capitalistas tienen
mayor apoyo a medida que aumentan su número y su riqueza, mientras que los
obreros encuentran cada vez más oposición y más restricciones?
Hemos dicho que el paso de los obreros rusos a esta forma de lucha muestra
que han dado un gran paso adelante. Esta lucha coloca (lleva) el movimiento
obrero en el buen camino, y es garantía de futuros éxitos. En esta lucha, las
masas obreras aprenden, en primer lugar, a reconocer y analizar, uno tras otro, los
métodos de explotación capitalista, a comprenderlos, tanto en relación con la ley,
como con sus propias condiciones de vida y con los intereses de la clase de los
capitalistas. Al examinar las diversas formas y Casos de explotación, los obreros
aprenden a entender el sentido y la esencia de la explotación en su conjunto,
aprenden a entender el régimen social basado en la explotación del trabajo por el
capital. En segundo lugar, en esta lucha, los obreros ponen a prueba sus fuerzas,
aprenden a unirse, a entender la necesidad y el valor de dicha unión. La
ampliación de la lucha y la frecuencia de los choques conducen inevitablemente a
una extensión aun mayor de aquélla, al desarrollo del sentimiento de unidad, al
espíritu de solidaridad, en primer término entre los obreros de una localidad
determinada, después entre los .de todo el país, entre toda la clase obrera. En
tercer lugar, esa lucha desarrolla la conciencia política de los obreros. La masa
obrera se ve colocada, por sus propias condiciones de vida, en una situación tal,
que (no puede) no tiene tiempo ni posibilidad para meditar acerca de cualquier
clase de problemas de orden nacional. Pero la lucha de los obreros contra los
fabricantes por sus necesidades cotidianas hace, por sí sola y en forma inevitable,
que tropiecen con problemas nacionales y políticos, con problemas relativos a la
forma en que se gobierna el Estado ruso, cómo se promulgan las leyes y
reglamentaciones, y a qué intereses sirven. Cada conflicto en una fábrica lleva
necesariamente a los obreros a enfrentarse con las leyes y con los representantes
del poder estatal. Escuchan entonces por primera vez "discursos políticos". Para
empezar, los obreros comprenden, aunque sólo sea por las explicaciones de los
propios inspectores del trabajo, que la artimaña mediante la cual el patrono los
oprime está basada en el exacto cumplimiento de las disposiciones aprobadas por
las autoridades correspondientes, que conceden al fabricante libertad para
explotar a los obreros a su arbitrio; o que la expoliación a que aquél los somete es
perfectamente legal, y que, por lo tanto, no hace más que ejercer un derecho
establecido en tal o cual ley sancionada y protegida por el poder estatal. A las
explicaciones políticas de los señores inspectores se agregan, a veces,
"explicaciones políticas" [7] [107o* , aun más útiles, del señor ministro quien
recuerda a los obreros que deben sustentar sentimientos de "amor cristiano" para
con los fabricantes, por los millones que éstos ganan a expensas del trabajo de los
obreros. Después, a estas explicaciones de los representantes del poder estatal y a
la forma directa en que los obreros conocen en beneficio de quiénes actúa este
poder, se agregan aun los volantes u otra clase de explicaciones de los socialistas,
de suerte que durante una huelga de este tipo, reciben una educación política
completa. Aprenden a entender, no sólo cuáles son los intereses particulares de la
clase obrera, sino también el lugar particular que ésta ocupa dentro del Estado.
He aquí, pues, en qué debe consistir la ayuda que oí Partido Socialdemócrata
puede prestar a la lucha de clase de los obreros: en desarrollar su conciencia de
clase contribuyendo a la lucha que realizan por sus necesidades esenciales.
Ya hemos dicho que la lucha de los obreros contra los capitalistas los conduce
inevitablemente a chocar con el gobierno, y éste hace todo lo posible para
demostrarles que sólo mediante la lucha y la resistencia unida pueden ejercer
influencia sobre el poder del Estado. Esto lo demuestran con particular evidencia
las grandes huelgas que tuvieron lugar en Rusia durante los años 1885 y 1886. El
gobierno comenzó en el acto a preocuparse por las reglamentaciones relativas a
los obreros y sin tardanza promulgó nuevas leyes referentes al régimen fabril,
cediendo ante el perentorio reclamo de los obreros (por ejemplo, las
reglamentaciones para restringir la imposición de multas y para establecer escalas
de salarios correctas) [8] ; del mismo modo, las huelgas actuales (1896)
provocaron la inmediata intervención del gobierno, el cual comprendió ya que no
le es posible limitarse a detenciones y deportaciones, que es absurdo obsequiar a
los obreros ridículos sermones acerca de los nobles sentimientos de los
fabricantes (véase la circular del ministro de Finanzas Witte, dirigida a los
inspectores de fábricas. Primavera de 1896 [9]. El gobierno se ha dado cuenta de
que "los obreros unidos representan una fuerza con la cual habrá que contar", y
ya inició la revisión de las leyes fabriles, al tiempo que convoca en San
Petersburgo un congreso de jefes de inspectores del trabajo para discutir el
problema de la reducción de la jornada de trabajo y otras inevitables concesiones
a los obreros.
Vemos, así, que la lucha de la clase obrera contra la de los capitalistas tiene
eme ser, necesariamente, política. Esta lucha ejerce ya, en efecto, influencia
sobre el poder estatal y adquiere importancia política. Pero cuanto más se
desarrolla el movimiento obrero, tanto más clara y acentuadamente aparece y se
deja sentir la completa falta de derechos políticos de los obreros, hecho del que
hemos hablado antes; la completa imposibilidad de éstos de influir de modo
abierto y directo sobre el poder de Estado. Por eso, la reivindicación más urgente
de los obreros, y el primer objetivo para que la clase obrera ejerza influencia
sobre el poder estatal debe ser la conquista de la libertad política, o sea, la
participación, directa y asegurada por las leyes (por la Constitución), de todos los
ciudadanos en la dirección del Estado, el derecho de todos los ciudadanos a
reunirse libremente, discutir sus problemas y ejercer influencia en los asuntos de
Estado por medio de asociaciones y de la prensa. La conquista de la libertad
política se convierte en "una cuestión esencial para los obreros", porque sin ella
no tienen ni pueden tener influencia alguna sobre los asuntos de Estado, porque
sin ella nunca dejarán de ser una clase privada de derechos, humillada y sin voz.
¡Y si ya ahora, cuando la lucha de los obreros y su unificación apenas han
comenzado, el gobierno se apresura a hacer concesiones a fin de paralizar el
desarrollo del movimiento, no cabe duda de que cuando se unan y se cohesionen
baja la dirección de un partido político sabrán obligar al gobierno a ceder, sabrán
conquistar la libertad política para sí y para todo el pueblo ruso!
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[6] Es evidente que el copista no pudo descifrar en el odgirial las palabras que
siguen. En el texto hectografiado se lee aquí la advertencia "[omisión I]", y
después continúa el fragmento siguiente: "el dominio de los funcionarios
irrespons., más que cualquier intervención de la sociedad en los asuntos
gubernam., es el que brinda más posibilidades "[omisión II]". (Ed.)