David Valencia 11B

Reseña

Bajo la influencia de ideologías revolucionarias propuestas por Marx, la aparición de un

sistema “maoísta” y la desencadenada necesidad de cambiar el enfoque político, cultural y

económico de una comunidad, surgen comportamientos que permitirían reforzar el

anacronismo presente en la época, y darle peso a la idea de que hace falta de una revolución

para reivindicar a la sociedad. Concepciones partidarias de una realidad en la cual poco se

logra distinguir entre lo que esta bien, y lo que esta deliberadamente poniendo en pausa

avances tecnológicos y sociales en la “modernidad”.

La descolonización y la violencia le dan a Fanon una perspectiva socialista y poco

permisiva, pues el busca, en primera instancia, un tipo de alianza que lograse unificar

objetivos, y no permitiese la decadencia de Europa, o mejor dicho, de sus ideales, es decir

que se planteaba en aquella época una idea un tanto fundamentalista. Asimismo, en el

prefacio, Sartre busca explicarnos la tiranía y las discordias que parten de la necesidad de los

estados europeos de obtener materias primas, dominio de territorios, rutas comerciales y

diferentes factores enfocados en brindar poder, e incentivar el nacimiento de una potencia,

que como logramos interpretar, parte del uso practico y poco, o en su defecto, demasiado

humanista que le da, en este caso Europa, a sociedades ligeramente ilustradas en el margen de

los avances sociales y culturales a nivel global.

Si bien esta obra de Frantz Fanon va encaminada en explicar en fenómeno de la

colonización, es una obra que pone sobre la mesa la voz de aquellos grupos minoritarios que

fueron sometidos a una calidad de vida miserable por un supuesto imaginario colectivo y un

tanto “progresista” del cual intentaban amarrar a las comunidades africanas.

Abimael Guzmán también nos expone un término denominado Burguesía

Neocolonial, el cual abogaba por mantener principios similares a los del imperialismo
estando bajo la imagen de un “sendero luminoso” como nos exponen en el texto, el cual

buscaba aniquilar todo tipo de aparatos productivos, “lo cual nos remite de nuevo a sistemas

sociales que buscan generar autodefensas catequizadas por el partido comunista” (Mendoza,

1961)

Cabe decir que esta guerra se vive así mismo en Colombia y Centroamérica. Las

guerrillas se han extendido ampliamente amenazando la estabilidad de nuestra sociedad,

dejando marcado un punto en la historia que genera discordia debido a la violencia que ahora

hace parte de la realidad colombiana. El dramatismo, el poder militar y la intolerancia entre

ambos partidos limitan las estrategias de resolución de conflictos, y como sabemos, gracias al

narcotráfico, los secuestros y los impuestos, también existe una afectación a nivel económico

del PIB muy grande, debido a que gran parte de nuestra economía es partidaria de este tipo de

conductas y negocios.

No simplemente se llega a un punto de inflexión social donde nos replanteamos el

bienestar y la concepción de no eliminar conductas o comportamientos sociales enfocados en

un avance poco ético, moral y para nada altruista, también debemos llegar a un contraste

dialectico donde desarrollemos la oposición a la tradición europea, lo cual nos plantea una

emergencia cultural.