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APARATO DIGESTIVO Y SU ESTRUCTURA GENERAL

¿Qué es el aparato digestivo?


El aparato digestivo está compuesto por un conjunto de órganos que se encargan
de realizar el proceso de digestión. Estos órganos conforman una especie de tubo
largo por donde viajan los alimentos para ser procesados y absorbidos.

A través del aparato digestivo nuestro organismo puede transformar los alimentos
que consumimos en sustancias más simples, es decir, en nutrientes. Los
nutrientes son transportados por la sangre en todo el cuerpo, para ser utilizados y
transformados en energía, la cual necesitamos para realizar nuestras actividades
diarias.

El aparato digestivo está compuesto por varios órganos encargados de


transformar los alimentos en partículas más pequeñas, a fin de que puedan ser
utilizados por las células del organismo. Este está formado por un tracto, conducto
o tubo que se divide en boca, faringe, esófago y estómago, intestino delgado,
intestino grueso, ano y por los órganos accesorios: dientes, glándulas salivales,
hígado, vesícula biliar y páncreas. Desde la boca hasta el ano el tubo digestivo
mide de 14 a 18 metros de longitud.
1. Boca: En la cavidad bucal ya empieza propiamente la digestión y esta se
compone de los dientes, la lengua, el paladar duro y el paladar blando. Estas
estructuras forman la boca y cumplen un papel clave en el primer paso de la
digestión: ingestión. Es aquí donde los dientes y la lengua trabajan en conjunto
con las glándulas salivares para reducir los alimentos a pequeñas masas que
pueden ser deglutidas, preparándolas para su recorrido a través del tubo
digestivo.

 Dientes: El movimiento de la mandíbula permite que los dientes


trituren los alimentos para convertirlos en pequeños fragmentos. La
mandíbula, o maxilar inferior, es el único hueso de la cabeza que se
mueve, y los puntos donde los huesos temporales se unen con la
mandíbula forman las dos únicas articulaciones móviles de la cabeza.
El nombre oficial de este proceso es masticación. Este es el primer
paso en la digestión mecánica.
 Glándulas salivares: La saliva secretada por las glándulas salivares
contribuye al proceso mecánico y químico de la digestión. La lengua
manipula los alimentos masticados para formar una masa pequeña
denominada bolo que luego pasa a la orofaringe.  La saliva es 99%
agua, pero también contiene enzimas y proteínas que lubrican la
cavidad bucal y comienzan la digestión química de los alimentos. Hay
tres pares de glándulas salivares (glándulas parótida, submaxilar y
sublingual) y dos conductos (conductos de Stensen y salivar) a cada
lado de la cavidad bucal.
2. Faringe: La faringe, o garganta, cumple una función doble. Es un pasaje
común para el aire que ingresa al sistema respiratorio y para los alimentos y
líquidos que ingresan al sistema digestivo. Cuando los alimentos son
masticados y convertidos en un bolo y deglutidos, se desplazan desde la boca
hasta la orofaringe y luego descienden a la laringofaringe. La laringofaringe es
un cruce de vías donde se separa el tracto respiratorio superior del tracto
digestivo superior. La parte posterior de la laringofaringe se fusiona con el
esófago para continuar el tracto digestivo.
3. Esófago: El esófago es la parte más
estrecha del canal alimentario. El tubo
digestivo es un tubo único y continuo
que incluye la cavidad bucal, la faringe,
el esófago, el estómago, el intestino
delgado y el intestino grueso. Después
de que los alimentos son masticados,
convertidos en un bolo y deglutidos, la
acción de la epiglotis direcciona el bolo
para que ingrese en el esófago. Desde
allí, las ondas peristálticas impulsan los productos alimenticios ingeridos a
través del tubo digestivo.
4. Estómago: El estómago está dividido en cuatro regiones: cardias, fondo,
cuerpo y píloro. Posee tres capas musculares. Las capas longitudinales y
circular se encuentran en todo el tubo digestivo y desplazan los alimentos a lo
largo del mismo por medio de contracciones peristálticas. La tercera capa del
estómago, la capa oblicua, mezcla los alimentos para degradarlos. Cuando las
tres capas del estómago están en movimiento, las dos aberturas (esfínteres)
están cerrados para mantener los alimentos en el estómago. La pared del
estómago también incluye pliegues que permiten que el estómago se expanda
a medida que ingresan los alimentos.
5. Intestino delgado: El intestino
delgado posee tres regiones: el
duodeno, el yeyuno y el íleon. El
duodeno es la parte más alta del
intestino delgado y mide solo de
10 a 15 pulgadas de largo.
Durante la digestión, recibe el
quimo del estómago y la bilis,
enzimas y otros fluidos digestivos
del hígado y del páncreas. El
yeyuno es la porción media del
intestino delgado (mide alrededor
de 2,5 m de largo y 4 cm de
ancho). El íleon es el segmento
ubicado más abajo y el más largo de los tres (alrededor de 3,5 m de longitud).
La pared interior de todo el intestino delgado está tapizada por proyecciones
digitiformes, llamadas vellosidades. Las vellosidades absorben la mayor parte
de los nutrientes degradados por los fluidos digestivos.
6. Intestino grueso: Las regiones del intestino grueso son el apéndice, el ciego,
el colon ascendente, el colon transverso, el colon descendente, el colon
sigmoideo y el canal anal. El intestino grueso absorbe agua, electrolitos y
vitaminas que aún permanecen después de que el quimo pasó por el intestino
delgado. Compacta y almacena temporalmente las heces para la defecación.

El quimo pasa desde el intestino delgado a través de la válvula ileocecal hacia


el ciego del intestino grueso. Todo nutriente remanente y parte del agua son
absorbidos a medida que las ondas peristálticas desplazan el quimo hacia el
colon ascendente y el colon transverso. Esta deshidratación, combinada con
ondas peristálticas, ayuda a compactar el quimo. Los desechos sólidos
formados se denominan heces. Estas continúan desplazándose por el colon
descendente y el sigmoideo. El intestino grueso almacena temporalmente las
heces antes de la eliminación.
7. Hígado: El hígado es la glándula más grande del cuerpo y es un órgano
accesorio del sistema digestivo. El hígado es uno de los órganos más grandes
del cuerpo y está produciendo bilis continuamente. Este fluido marrón-
amarillento ayuda a la digestión química al emulsionar las grasas en el
duodeno. La bilis sale del hígado por los conductos hepáticos derecho e
izquierdo, hacia los conductos hepáticos comunes, y hacia el intestino delgado
para ayudar en la digestión y la absorción de grasas. Si no se necesita la bilis
inmediatamente para la digestión, la misma sube por el conducto cístico hasta
la vesícula biliar. La vesícula biliar es un saco de color verde, con forma de
pera, de alrededor de 10 cm o 4 pulgadas de largo que almacena y concentra
el exceso de bilis secretada por el hígado. La bilis es liberada por la vesícula
biliar al intestino delgado, según la misma sea necesaria.
8. Vesícula biliar: La vesícula biliar es un saco musculo membranoso cónico o
en forma de pera, de 7 a 10 cm de longitud, que sirve como reservorio para la
bilis secretada por el hígado. La bilis generada por el hígado es movilizada del
conducto hepático común hasta el duodeno a través del colédoco; cuando el
esfínter de Oddi está cerrado, la bilis se almacena y se concentra en la
vesícula biliar expandible.
9. Páncreas: El páncreas es principalmente una glándula exocrina que segrega
jugo pancreático, un fluido importante en la digestión. Este jugo es una mezcla
de enzimas digestivas, agua, tampones (bicarbonatos) y electrolitos producidos
por las células acinares y epiteliales. El jugo pancreático drena a través del
conducto pancreático principal (conducto de Wirsung) hacia el colédoco y
luego hacia el intestino delgado. Allí tampona los ácidos gástricos y degrada
proteínas, grasas y carbohidratos.
10. Sistema respiratorio: Está constituido por la nariz, la faringe, la laringe, la
tráquea, los bronquios, los bronquiolos y los pulmones. Mediante la respiración,
inhalación y exhalación, el sistema respiratorio facilita el intercambio de gases
entre el aire y la sangre y entre la sangre y las células del cuerpo. El sistema
respiratorio también nos ayuda a percibir el olor y crear sonidos. La
principal función del sistema respiratorio es obtener oxígeno (O2) desde el
ambiente y entregarlo a los diversos tejidos para la producción de energía. En
este metabolismo aeróbico celular el producto principal es el dióxido de
carbono (CO2), el cuál es removido y eliminado a través del sistema
respiratorio.

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