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LA MARCHA INDEPENDIENTE

El paso de la marcha asistida a la marcha independiente es para el niño un


salto al vacío. Necesita asegurarse de que puede hacerlo por sí mismo y lo
hará poco a poco, intentándolo primero en distancias cortas entre muebles,
para después experimentar con trechos más largos.

Los primeros días que la criatura quiere caminar sola busca soluciones
porque sabe que su equilibrio es precario. Da pasitos muy cortos y al hacerlo
separa mucho las piernas, más de lo normal, por eso su andar parece
mecánico.

Poco a poco irá mejorando la técnica y aprenderá a controlar la trayectoria


además de la estabilidad, pues irá juntando las piernas en cada paso, y
aprenderá a agacharse y pasar de estar de pie a sentado.

En las primeras semanas, el niño se caerá constantemente. Es absolutamente


normal. Incluso cuando lleve meses caminando tropezará consigo mismo de
forma natural en situaciones muy particulares, como cuando intente cambiar
bruscamente de dirección o quiera corregir una trayectoria dando marcha atrás.

Con la práctica aumentará su habilidad, y a los cuatro o cinco meses de haber


aprendido a andar, el retoño alargará los pasos, elevará la velocidad, juntará
las piernas y disminuirá el tiempo de apoyo entre cada zancada.

Cómo ayudar al bebé a dar sus primeros pasos


Los niños que aprenden a caminar necesitan confianza y seguridad. Los
padres pueden promover una estimulación temprana cuando se lancen a esta
gran aventura que es criar a un hijo.

 Escoger un lugar seguro. Mejor un pasillo o un salón que tenga espacio


suficiente entre los muebles.

 Ningún objeto por el suelo. Es importante que la zona escogida no tenga


obstáculos. La esquina levantada de una alfombra o un juguete en la
trayectoria del niño puede provocar un pequeño “accidente”.

 Seguir su ritmo. Cogiendo al bebé de las manos y caminando a su


propia velocidad detrás de él.

 Nunca obligarle a caminar. Es muy importante respetar sus propios


tiempos y jamás obligarle a caminar o a practicar si no le apetece: es
posible que todavía no esté listo y prefiera hacer una pausa porque su
cerebro no consigue controlar el equilibrio y su maduración muscular no
ha terminado.
ACTIVIDADES PARA ESTIMULAR EN ESTA ETAPA
Cuando el pediatra nos indique que nuestro niño tiene sus músculos y

columna vertebral preparados, que está desarrollado físicamente y puede

afrontar el rigor, incentívale el andar. Recuerda que tú puedes ser un ente

activo en esta etapa que debe vencer tu hijo. Ten presente también que el

sentirse seguro lo ayudará a dominar los movimientos mucho más

rápido.

¡Muy importante! Antes de ponerlo a caminar cerciórate de calzarlo con

tenis o zapatillas cómodas y de suela suave. O también, de vez en cuando

opta por dejarlo descalzo. En definitiva, como creas que mejor se va a

sentir; pero si te decides por el calzado, que sea apto para sus primeros

pasos. 

Primer ejercicio

Pon de pie a tu pequeño delante de ti. Deja que se ponga bien en el suelo

y sujétalo de las manos. A continuación, comienza un conteo de: uno, dos;

uno, dos a la vez que, con la punta de tus pies, le empujas suavemente

hacia adelante cada uno de sus piecitos. Recuerda: el número uno siempre

va a coincidir con el apoyo del pie derecho y el número dos con el del pie

izquierdo. Avanza hasta que tu hijo lo desee.

Es lógico que él no sabe lo que significa tu conteo, ni lo que está haciendo

en realidad. Pero los sonidos le servirán para relacionarlos con el

movimiento y el hecho de avanzar de pie por la casa le supondrá una

experiencia muy interesante que pronto querrá repetir.


Segundo ejercicio

Pon al bebé en el suelo y deja que se sujete bien de algún mueble. Busca el

chupete, su juguete preferido o cualquier objeto que le llame la atención y

colócalo cerca de él, pero donde no pueda agarrarlo aun estirando las

manitas. De manera insistente incítalo a que lo alcance. Sonríe y da

algunas palmas para estimularlo aún más. Verás que el bebé ríe, chilla y

hasta puede comenzar a gorjear de tanta emoción.

Después de unos segundos, y de medir la distancia entre él y el objeto,

tu niño comenzará a dar pasitos hacia su meta. Cuando llegue deja que

coja su premio. Halágalo con palabras dulces, ponte alegre y vuelve a hacer

lo mismo con otro elemento.

Tercer ejercicio

Pon al bebé en un parque infantil o redil de madera. Coge un juguete que

quiera mucho y colócalo en un extremo alejado de él. Animadamente,

invítale a alcanzarlo. Al principio el niño le dará la vuelta al parque infantil

mientras se agarra de sus barrotes.

A medida que logre confianza puedes señalarle el camino más corto hacia

su objetivo. Para eso, deberá soltarse de las barandas y estar sin sujetarse
mientras llega al otro extremo donde se encuentra su trofeo. ¡Lo pasará en

grande!

Cuarto ejercicio

Al dar sus primeros pasos, permite que te sujete de un dedo forzándolo a

mantenerse en equilibrio. Cuando logre estabilizarse, la primera reacción

será dar pasitos. Avanzará tranquilo y si ocurre un trastabilleo, se aferrará

con fuerza a tu dedo. No obstante, despreocúpate; si llegase a caer, rápido

se levantará para seguir el juego.


Quinto ejercicio

Este juego es muy divertido. Consiste en que lo pongas sentado en el suelo

al lado de una silla. Mientras tú, un poco alejado, le haces señas o gestos

con un juguete para llamar su atención. La idea es lograr que se impulse

con la silla para levantarse e incluso la use como andadera para tratar de

llegar hasta ti.

Si lo logra, entrégale el juguete como recompensa. Se sentirá estimulado

para intentarlo en otro momento.

Sexto ejercicio

Al situarlo frente a un espejo (dispuesto en su habitación según las pautas

del método Montessori) sentirá el impulso de acercarse, apoyarse en él y

buscar levantarse. Aprovecha para que reconozca partes de su cuerpo,

ojos, orejas, manos, nariz. Y aunque no tenga plena conciencia de su

imagen se mirará con mucha atención.

El espejo lo ayudará a la formación del autoconcepto y al reconocimiento

del ser individual. En ese sentido, erguirse frente a un espejo, es uno de

los ejercicios para aprender a caminar porque el reflejo estimula el


movimiento al ver a los otros moverse. Además, contribuye al sentido de

lateralidad, del equilibrio y la coordinación.


MARCHA
INDEPENDIENTE

LILIANA FABIOLA VARGAS MUCHIA


NOMBRE: MONICA GALVEZ RENGEL

DOCENTE: LIC. ROXANA VILLALOBOS


TURNO: NOCHE
SEDE: LA PAZ

2023

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