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Desconectados

El G7 es el grupo de países que desde 1975 reúne a


las principales democracias industrializadas del mundo.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Japón,
Italia, Canadá y la entonces Comunidad Europea,
articularon este foro, como una manera de reaccionar a la
crisis del petróleo y la inflación en Estados Unidos en los
setenta.
Hoy aunque el peso del G7 en el PIB mundial ha
disminuido, este sigue siendo un actor internacional
fundamental, de ahí que la cumbre celebrada el pasado
fin de semana en Hiroshima Japón, sea un hecho
importante para el mundo.
Pero a la hora de hacer un balance de lo que pasó en
Hiroshima más que hablar de lo que la prensa
internacional nos mostró: la “sorpresiva” llegada de
Zelenski para pedir más armas; las nuevas sanciones
económicas contra Rusia o la dura condena occidental a
la política económica y militar de China, es necesario
llamar la atención sobre las promesas que el G7 sigue
incumpliendo y tambien sobre como sus propositos
fundamentales están desconectados del principal desafío
que enfrentamos como humanidad: el cambio climático.
De alli que en respuesta el Ministerio de Exteriores
chino calificara a este G7 como "un club de ricos que
viven ajenos a la realidad multipolar actual (…)
imponiendo además sus reglas según su visión de las
cosas”. Mientras los lideres occidentales se pasean con
Zelenski, como si no hubiera decenas de conflictos y
crisis humanitarias violentas en el mundo; y la primera
ministra italiana Giorgia Meloni debió abandonar
prematuramente esta cumbre para ponerse al frente de
las inundaciones en el nororiente de su pais, este G-7
promete respaldo politico para que el dinero sigua
fluyendo hacia su Guerra en Ucrania. Esto mientras
continua sin cumplir la promesa de aportar 100.000
millones de dólares a los países en desarrollo para
financiar energías menos contaminantes.
Mas que el"arsenal nuclear acelerado" o la “coerción
económica” chinas que tanto preocupan a las potencias
occidentales, aun cuando ellas han estrangulado con
inhumanas sanciones economicas, naciones enteras que
no aceptan sus imposiciones; la mayor preocupación
global debe ser avanzar en medidas concretas para
enfrentar y mitigar la amenaza climatica que hoy se
cierne sobre la humanidad.
Aun aceptando que la transición energética va durar
décadas hay que avanzar ya con medidas concretas y
audaces de lo contrario, la situación para el 2030 sería
irreversible.

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