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Reunión del G7 sobre Ucrania, 24 de marzo de 2022

El 24 de marzo, por invitación de la Presidencia alemana del G7, los dirigentes


del G7 se han reunido en la sede de la OTAN en Bruselas para seguir
reforzando su cooperación a la luz de la agresión injustificable, no provocada e
ilegal de Rusia y la guerra de elección del presidente Putin contra Ucrania, un
país independiente y soberano.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, también se ha dirigido a los


dirigentes del G7 por videoconferencia.

Debemos derrotar a Vladímir Putin. Tenemos que apoyar a Ucrania todo lo


posible y aplicar las sanciones para presionar al Kremlin.

En paralelo a la reunión, el presidente Charles Michel también se ha reunido


con el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y el primer ministro de Canadá,
Justin Trudeau.

Información de referencia

El G7 es un foro internacional que reúne a las principales naciones


industrializadas del mundo: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia,
Japón y Reino Unido.

La Unión Europea es una organización supranacional única, y no un Estado


soberano, y, por ello, es un miembro «no contabilizado» —de ahí el nombre de
«G7» o «Grupo de los Siete»— y no asume la presidencia rotatoria del G7.

Los jefes de Estado o Gobierno de los siete grandes países Estados Unidos,
Japón, Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña y Canadá se reúnen este año
con fondo de construcción de nuevas democracias en Europa del Este, guerra
civil en Yugoslavia, y varios sangrientos conflictos en la ex URSS.

Cinco puntos principales han sido puestos en agenda por el canciller alemán
Helmut Kohl, como jefe del Gobierno del país anfitrión: contactos personales y
bilaterales entre los líderes del G7, el crecimiento mundial, la Comunidad de
Estados Independientes (CEI), Europa del Este, los países en desarrollo y la
seguridad de las centrales nucleares. Cumbre en medio de depresión Los
líderes de las siete principales democracias industrializadas del mundo podrían
experimentar una extraña sensación de algo ya vivido, cuando celebren su
reunión cumbre anual en Munich, en el sur de Alemania, a partir de hoy.

La recuperación económica mundial, que el Grupo de los Siete (G-7) pronosticó


estaba a la vuelta de la esquina en su conferencia cumbre de 1991 en Londres,
aparentemente sigue estando allí. Las conversaciones comerciales mundiales,
que los líderes del G-7 insistieron debían completarse para fines de 1991,
estan aún estancadas por diferencias entre Estados Unidos y la Comunidad
Europea en torno a los subsidios agrícolas. Y el Club de los Siete Ricos ha
invitado nuevamente a un huésped del ex bloque comunista que planteará su
pedido de ayuda occidental para apuntalar reformas políticas y económicas en
las incipientes democracias de Europa.

El presidente ruso Boris Yeltsin se reunirá con los líderes del G-7 Estados
Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá luego de la
conferencia cumbre del 6 a 8 de julio, como lo hizo el presidente soviético Mijail
Gorbachov luego de las deliberaciones de Londres hace un año.

Y la presencia de Yeltsin casi seguramente dominará la reunión del G-7, como


sucedió con el pedido de apoyo financiero planteado por Gorbachov en las
conversaciones de Londres hace 12 meses. En 1991, Gorbachov recibió
palabras de aliento pero no dinero y un mes después apenas pudo sobrevivir a
un golpe de estado. Para fines de año se había quedado sin empleo y había
desaparecido la Unión Soviética.

Este año la parte financiera ya ha sido despejada. El G-7 ha prometido a Rusia


ayuda por 24 mil millones de dólares, incluyendo un fondo de estabilización
para apuntalar el rublo al pasar a ser moneda convertible. Ese paquete de
ayuda depende de que Rusia elabore un programa de reforma económica que
sea aceptable para el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El proceso de reforma en los nuevos Estados independientes de la ex Unión


Soviética y las posibilidades de apoyarlos recibirán mucha atención en Munich ,
dijo el Ministerio de Economía de Bonn, en un comunicado previo a la reunión
cumbre. También figurará en lugar preponderante de la agenda la cuestión de
un claro respaldo financiero occidental para dar mayor seguridad a las
centrales nucleares de la ex Unión Soviética.

Funcionarios alemanes dicen que el G-7 está considerando un programa de


emergencia por un monto de 800 millones de dólares como primer paso para
evitar otro desastre como el de Chernobyl. Lorenz Schomerus, importante
funcionario del ministerio de Economía, manifestó a los periodistas esta
semana que los líderes del G-7 no rehuirán el análisis detallado de cómo
ayudar a integrar el Este ex comunista al sistema económico occidental.

En Munich no será simplemente cuestión de ayuda financiera. Examinaremos


todas las políticas económicas, cómo desmantelar los monopolios y crear
competencia , destacó. Los líderes también analizarán el ritmo
preocupantemente lento de la recuperación de la economía mundial, aún
sumida en la recesión. Los economistas dicen que todos los miembros del G-7
prometerán seguir políticas tendientes a producir un crecimiento sostenido, no
inflacionario, pero el gran superávit comercial japonés será estudiado con
mayor detenimiento.

Es probable que Tokio contrarrestre críticas francas anunciando planes para


gastos presupuestarios extras en gran escala, aunque todos los detalles no
estén claros para cuando se realice la reunión cumbre.

El anfitrión de la conferencia de máximo nivel, el canciller Helmut Kohl, también


será puesto bajo el candelero. Los grandes costos de la unificación han hecho
subir el déficit presupuestal de Bonn y hecho ascender las tasas de interés
alemanas a niveles récord, tornando imposible para algunas naciones
europeas reducir sus propias tasas de interés a fin de estimular el crecimiento
económico.

Funcionarios del gobierno alemán señalan que Kohl y el ministro de Finanzas,


Theo Waigel, esbozarán propuestas presupuestarias para hacer bajar
sensiblemente el endeudamiento gubernamental para mediados de esta
década. Kohl ha puesto en claro que las estancadas conversaciones de la
Ronda Uruguay no podrán ser resueltas en la reunión cumbre si
conversaciones que tendrán lugar antes de la conferencia no logran salvar la
brecha que aún divide a Europa y Estados Unidos en torno a los subsidios
agrícolas.

Su principal portavoz, Dieter Vogel, señaló en junio que los líderes del G-7
esperan que los negociadores comerciales puedan resolver la disputa antes de
la reunión cumbre de Munich. Si no pueden hacerlo, los líderes darán
instrucciones a sus ministros para mantener las conversaciones durante el
verano , dijo Vogel.

En el frente político, se estima que el G-7 discutirá la lucha en las ex repúblicas


yugoslavas. Ayuda a Rusia Las ayudas para la Comunidad de Estados
Independientes (CEI) y los países de Europa del Este encaminadas a
apoyarlos en sus procesos de reformas, constituyen uno de los puntos más
importantes en el orden del día de la cumbre.

https://www.consilium.europa.eu/es/press/news/20220324-g7-ukraine-
statement/

https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-151855

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