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TEMA 5

1. La Lingüística de la comunicación. (Gutiérrez Ordóñez)

1.1. Nuevas disciplinas.


La lingüística del siglo XX constituyó un cambio profundo en relación cori la visión ofrecida por la
llamada gramática tradicional, cambio que cristalizó en un nuevo paradigma teórico en el que se
incluyen tanto las diferentes escuelas estructuralistas como los distintos modelos del generativismo.
Desde los años sesenta venimos asistiendo de forma casi continua e inconsciente a una revolución
de gran envergadura. La transformación es silenciosa, sin las luchas intestinas que pronostica T.
Kuhn para este tipo de modificaciones. La razón es que, por un lado, constituye el desarrollo de
antiguos postulados y, por otro, no desautoriza las investigaciones de estructuralistas y
generativistas, sino que las incorpora e incluso las ilumina. Se está gestando un nuevo ámbito que en
algún momento he denominado el paradigma de la Lingüística de la Comunicación. Esta nueva visión
se diferencia de las precedentes en actitud, metodología, objeto y objetivos, ámbito ... como
podemos observar en el siguiente cuadro gráfico:

Tradicional Estructural-GGT Lingüística de la Comunicación


Normativa Descriptivo-Explicativa Descriptivo-Explicativa
Corrección Gramaticalidad Eficacia comunicativa
Transcendente Inmanente Inmanente-Trascendente
Significación
Lengua escrita Lenguaje oral Todos los lenguajes
Atomista Sistemática Sistemática
Palabra Oración (enunciado) Texto
Morfología Fonología-Sintaxis Pragmática, Sociolingüística...
Lenguaje Lengua Comunicación
Norma lingüística Competencia lingüística Competencia comunicativa
Norma lingüística Significado Sentido

Para observar tamaña evolución, podemos fijamos en el cambio de disciplinas experimentado en los
tres paradigmas. La gramática tradicional dividía la materia en cuatro campos:

Morfología Sintaxis
Prosodia Ortografía
La lingüística estructural y la generativista se ceñían a las cuatro disciplinas centrales (Fonología,
Morfología, Sintaxis y Semántica):

Fonología Morfología
Semántica Sintaxis

La Lingüística de la Comunicación se concreta en una sorprendente expansión. Resurgen antiguas


disciplinas con una fuerza y vigor extraordinarios (como la Etnolingüística, la Psicolingüística, la
Semiótica), nacen otras como la Sociolingüística, la Pragmática, la Lingüística del Texto, el Análisis del
Discurso, el Análisis Conversacional... Casi todas surgen del desarrollo de principios o de rasgos
esenciales en la lingüística estructural:

-Función comunicativa ----> Pragmática

-Carácter social ----> Sociolingüística

-Carácter psíquico ----> Psicolingüística

-Carácter oral ----> Análisis de la Conversación

-Carácter cultural ----> Etnolingüística

-Inclusión del Texto ----> Lingüística Textual-Análisis del discurso


En el paradigma de la lingüística de la comunicación alcanza asimismo especial relieve el desarrollo
espectacular de la Lingüística Aplicada. Se desarrolla como disciplina en su preocupación por la
metodología de la enseñanza de las lenguas no maternas, pero pronto alcanzará un vertiginoso
desarrollo en nuevos campos (todos ellos ligados al concepto de comunicación):

 La enseñanza de segundas lenguas.


 La lexicografía.
 La teoría de la traducción.
 La enseñanza de la lengua materna.
 Las patologías del lenguaje.
 La planificación lingüística.
 La lingüística computacional.

1.2. Competencia comunicativa. (Pastor Cesteros)

El concepto de competencia comunicativa merece nuestra atención desde la perspectiva del


aprendizaje y enseñanza de segundas lenguas en la medida en que su modo de entender qué es la
lengua, y cómo está condicionado su uso, lo que ayudó a configurar también el modelo de lengua
que actualmente se considera que debe aprenderse y el modo de enseñarla.

Con todo, no se trata de un fenómeno que se haya agotado en tales circunstancias, sino que ha
continuado vigente hasta nuestros días. En efecto, a pesar de que existe en la actualidad una cierta
diversidad metodológica por lo que se refiere a la práctica docente, es indudable que todos
compartimos la necesidad de aprender la lengua en uso, lo cual significa que los objetivos del
aprendizaje de una segunda " lengua” no se pueden definir tan sólo como lo comprendido en una
gramática y un listado léxico, sino que han de incluir también, de un modo u otro, esta dimensión.

Desde el punto de vista de la interacción, la competencia comunicativa se puede definir como «el
conocimiento de las convenciones lingüísticas y comunicativas en general que los hablantes deben
poseer para crear y mantener la cooperación conversacional, incluye, así pues, tanto la gramática
como la contextualización.

1.2.1. Competencia gramatical


Se trata del dominio del código lingüístico, fonología, sintaxis, morfología y gramática. En términos
semióticos son sustancia y forma de la expresión. Es decir, se estudia lo que se dice, y no el cálculo
de lo que se dice.
El conocimiento gramatical está en la base de la tradición lingüística occidental; en la enseñanza
tradicional de idiomas, se demostraba mediante la memorización de reglas formales explícitas,
según rezaba el método de gramática-traducción.

Y aunque circula todavía el tópico según el cual el enfoque comunicativo menosprecia o no concede
tanta importancia al elemento gramatical en beneficio de la práctica oral, vemos aquí que se trata de
una concepción errónea, pues desde sus primeras formulaciones se destaca, como hace Canale en la
presente, la necesidad del dominio del código lingüístico (tanto verbal como no verbal): “La
competencia gramatical será una preocupación importante para cualquier programa de segundas
lenguas”. Se refiere a las reglas gramaticales, sí, pero también al léxico, la morfología, la semántica,
la pronunciación o la ortografía.

1.2.2. Competencia sociolingüística


Se teoriza como un modelo que establece la adecuación tanto de forma y significado y su
adaptación. Son formas verbales o no verbales, así como frases / oraciones / gestos. Y la adecuación
de la forma como el significado del discurso. Un texto es adecuado dependiendo de una serie de
factores.
 Adecuación tanto de la forma como del significado del discurso al contexto en que se
produzca.
o Adecuación de la forma: formas verbales y no verbales que representan un
determinado significado en un contexto sociolingüístico.
o Adecuación del significado: relación entre determinadas situaciones y las funciones
comunicativas y actitudes que se dan o deben dar en ellas (restricciones temáticas
dependiendo de la situación o de los participantes, etc.)
 Depende de:
o Participantes
o Situación en la que se encuentran los participantes
o Finalidades de la interacción
o Normas o convenciones de la interacción (pautas socioculturales)
1) Reglas pragmáticas: condiciones para la realización de una función comunicativa (por ej.,
quién puede dar órdenes a quién…)
2) Reglas de adecuación social: grado de aparición de una determinada función comunicativa
en una determinada situación (por ej., si podemos preguntar a un desconocido cuánto
pesa…)
3) Reglas de producción lingüística:
a) Qué formas gramaticales se asocian a cada función (“exponentes funcionales”)
b) Qué varía si usamos unas u otras
c) Cómo se puede regular el tono de la función
4) Establecimiento y mantenimiento de la conversación
a) Cómo se inicia y concluye
b) Turnos de habla
c) Grados de iniciativa (como interlocutores desiguales)
d) Uso de tratamientos

1.2.3. Competencia discursiva


En esta competencia se establecen los elementos fundamentales de coherencia y cohesión. LA
diferencia entre ambas es que la coherencia es la estabilidad conceptual del texto (no abusar de un
recurso sintáctico, amplio uso del léxico...) mientras que la cohesión es la unión morfosintáctica en
un texto, es decir, es la correcta conexión establecida entre las ideas del texto en sí mismo.

Conocimientos necesarios para elaborar textos cohesionados y coherentes.

 Cohesión:
1) Trabazón morfosintáctica de un texto oral o escrito; conexión formal de las oraciones del texto;
concordancia supra oracional.
a) Debe estar presente en el texto.
b) Recursos de la cohesión: referencia, sustitución, conectores, elipsis, repetición léxica,
etc.
 Coherencia:
(a) Estabilidad conceptual del texto; permite:
a. Distinguir entre textos que tienen/no tienen sentido
b. Establecer relaciones entre los distintos significados de un texto
c. Evitar contradicciones, repeticiones, etc.
(b) La descubre el destinatario del texto, con la ayuda de los recursos de la cohesión.

1.2.4. Competencia estratégica


La competencia estratégica es la que nos ayuda a subsanar las interrupciones o posibles problemas
en la comunicación. Ejemplos de esta competencia son recursos lingüísticos como:

En resumen, cualquier elemento que alude de nuevo al tema tratado y evita problemas de
incomprensión. Esto, hace que el receptor del mensaje entienda de manera completa el mensaje
transmitido. Las técnicas utilizadas e instrumentos, verbales y no verbales, para subsanar problemas
e interrupciones en la comunicación:
 Paráfrasis
 Rodeos
 Sinónimos
 Peticiones de ayuda
 Recurso al contexto (o a la LM/L3, en el caso del aprendizaje de una L2)

2. Lingüística y Pragmática. (Gutiérrez Ordóñez)


Hay dos maneras de diferenciar la pragmática de la semántica, según Salvador Gutiérrez, debemos
oponer la pragmática a la lingüística. Ya que es, en realidad, una perspectiva de abarcar todo, puesto
que calculamos el sentido en todo, no solo en lo semántico. Hacemos un esfuerzo de cálculo en
todos los niveles del análisis lingüístico. La lingüística describe y explica los mensajes lingüísticos
desde el conocimiento del código, mientras que la pragmática explica como obtenemos el
significado.

2.1. Significado/sentido.
La Lingüística pretende ofrecer una descripción y explicación de los mensajes lingüísticos desde el
conocimiento que se condensa en el código, ese conjunto de unidades y reglas potenciales que nos
permiten construir ese número prácticamente infinito de mensajes gramaticalmente correctos. Sin
embargo, la competencia lingüística no es capaz de explicar todo lo que se comunica en un mensaje
lingüístico. En el contestador de mi despacho encuentro tras varios días de ausencia el siguiente
mensaje: "¡Hola! Soy Paco. Te llamaba para decirte que el vicerrector vendrá mañana a esta misma
hora"

Yo, como cualquier hablante del español, puedo desentrañar el contenido que está cifrado a partir
del código. Mi competencia sobre el español me conduce a obtener una información literal,
puramente lingüística. Pero necesito saber más:

1. Datos referenciales: ¿Quién es Paco? ¿Quién es el vicerrector? ¿Se referirá a un vicerrector


de León? ¿Cuál es el denotatum de mañana? ¿Cuál el de la expresión a esta misma hora?

2. Datos intencionales O valores ilocutivos: ¿Qué propósito tiene su mensaje? ¿Es una simple
información? ¿Es una sugerencia para que asista? ¿Es una sugerencia para que me esfume?
La lingüística tiene a su cargo la explicación del significado literal, de la información
codificada. Por el contrario, a la Pragmática le compete describir cómo obtenemos el
sentido, es decir, la información referencial, la información intencional, el contenido
implícito ... La desviación entre el significado, objeto de la Lingüística, y el sentido final,
objeto de la Pragmática, puede ser tan grande que o no parezcan tener nada que ver o sean
absolutamente contrarios (caso de la antífrasis o de la ironía).

2.2. Pragmática. Delimitación y nociones básicas (Gutiérrez


Ordóñez, Escandell, Yule)

La pragmática ostenta la siguiente delimitación:


 Delimitación por procedimiento: en el que distinguimos dos tipos de procesamientos:

1) Procedimiento lingüístico: codificación y descodificación. Gran parte de nuestras formas de


comunicamos se apoyan en la existencia de un código intersubjetivo de señales y de reglas que
permiten al emisor componer secuencias formales que el destinatario sabrá asociar a determinadas
informaciones.

2) Procedimiento pragmático: ostensión e inferencia. Los seres humanos, a diferencia del resto de
los animales y de las máquinas, están dotados de una capacidad de razonamiento inferencial que les
permite llegar a informaciones nuevas combinando datos expresos en el mensaje con otros
conocimientos previos que les permiten obtener por deducción conocimientos que no estaban
incluid

 Delimitación por ámbitos: Una segunda vía de delimitación de la Pragmática consiste en la


enumeración de ámbitos de los que la lingüística no se ha ocupado o que de alguna manera
están relacionados con el acto enunciativo mismo, con las circunstancias que lo rodean o
con sus agonistas, el emisor y el receptor-destinatario. Desde esta perspectiva se dice que la
Pragmática se ocupa de campos como:
o La enunciación y sus categorías (deixis y sus variedades, modalidad…)
o La referencia.
o Las funciones informativas.
o Los actos de habla. El lenguaje como acción e interacción.
o Lo implícito (implicaturas conversacionales o sobreentendidos).
o La argumentación.
o La polifonía.
o La conversación.

2.3. Análisis del discurso. Delimitación y nociones básicas.(Yule)


En el estudio del lenguaje, algunas de las cuestiones más interesantes surgen a partir no tanto de
preguntarse cuáles son sus componentes sino a propósito de la forma en que se usa. Ya hemos
mencionado alguna de estas cuestiones al hablar de la pragmática en el Capítulo anterior ya que nos
preguntábamos cómo los usuarios de una lengua pueden llegar a interpretar lo que otros usuarios
de esa lengua pretenden transmitir. Si profundizamos y nos empezamos a preguntar cómo es que
nosotros, usuarios del lenguaje, entendemos lo que leemos en los textos, o cómo entendemos lo
que los hablantes quieren decir a pesar de lo que dicen, o cómo reconocemos un discurso coherente
como opuesto a uno confuso o incoherente, o cómo participamos en esa actividad tan compleja
llamada conversación, entraremos en lo que se conoce como análisis del discurso.

INTERPRETANDO EL DISCURSO

Cuando nos centramos en la descripción de una lengua determinada, nos preocupemos de la


representación precisa de las formas, y estructuras utilizadas en esa lengua. Sin embargo, como
usuarios del lenguaje, somos capaces de algo más que de reconocer formas y estructuras correctas o
incorrectas. De esta manera, podemos darles un sentido a anuncios como “Cerrado por vacaciones”,
en la puerta de una tienda en verano, entendiendo que hay una relación de causa entre los dos
componentes (los empleados están de vacaciones y por eso está cerrado»). Resumidamente,
podemos encontrar textos en una lengua determinada, que parecen romper muchas de las reglas de
esa lengua.

En la situación de encontrarnos ante un texto con errores notables en cuanto a organización y


gramática utilizadas, antes de rechazar el texto por agramatical, intentamos encontrarle un sentido,
es decir, intentamos llegar a una interpretación razonable de lo que pretendía transmitir quien lo
haya escrito. Este esfuerzo por interpretar (y ser interpretado) y el cómo lo conseguimos son los
elementos clave investigados en el estudio del discurso. Para llegar a una interpretación, y también
para hacer que nuestros mensajes sean interpretables, seguramente nos basamos en lo que
sabemos sobre la forma y la estructura lingüística; pero como usuarios de esa lengua, sabemos
mucho más que todo eso.

COHESIÓN

Los textos deben tener una cierta estructura que depende de factores diferentes a los que requiere
la estructura de una única oración. Algunos de estos factores se describen a partir de la noción de
cohesión, o enlaces y conexiones que existen dentro de los textos. Dichas conexiones están en el uso
de los pronombres, que ya sabemos que se utilizan para mantener la referencia (anáfora) a las
mismas personas y cosas durante todo el texto.

Por otro lado, también hay conexiones léxicas, y algunas conexiones más generales creadas por
varios términos que comparten un elemento de significado común (por ejemplo 'dinero'). También
hay un conector, que marca la relación de lo que se ha dicho con lo que va después.

El análisis de estos enlaces de cohesión dentro de un texto nos da algunas pistas de cómo
estructuran los escritores lo que quieren decir convirtiéndose así en factores cruciales en el
momento de juzgar si algo está bien escrito o no. Así pues, las convenciones en las estructuras de
cohesión difieren de una lengua a otra y puede ser el origen de algunas de las dificultades que
encontramos al traducir textos.

Sin embargo, la cohesión, por sí misma no sería suficiente para hacernos capaces de darle un sentido
a lo que leemos. Es bastante fácil crear un texto muy cohesionado que tenga un montón de
conexiones entre las oraciones, pero que siga siendo difícil de interpretar. De este modo, nuestra
interpretación de textos normales no está basada únicamente en las conexiones entre las palabras.
Sino que debe de haber otro factor que nos lleve a distinguir entre textos coherentes que tienen
sentido de otras que no lo tienen. Este factor se llama coherencia.

COHERENCIA

La clave para entender el concepto de coherencia está relacionada con los individuos puesto que
somos nosotros los que damos una interpretación que cuadre con nuestra percepción de lo que es el
mundo. Es más, nuestra capacidad de dar sentido a lo que leemos es probablemente sólo una
pequeña parte de una capacidad más general que nos permite darle sentido a todo lo que
percibimos o experimentamos en el mundo.
El proceso de la interpretación se da de nuestras conversaciones cotidianas, en las que una gran
parte del significado no viene en realidad de lo que se dice. ¿Cómo hacen las personas para Ilegar a
darle un sentido a lo que les dicen los demás? En principio, utilizan la información que contienen las
oraciones, pero es obvio que debe de haber algo más implicado en la interpretación. Se ha dicho que
este tipo de intercambios se explican mejor si se miran desde la perspectiva de las acciones que de
forma convencional realizan los hablantes que participan.

Los usuarios del lenguaje saben mucho acerca de cómo funciona la interacción conversacional y que
no es conocimiento lingüístico únicamente. Intentar describir las características de este
conocimiento es el objetivo de la investigación de un número cada vez mayor de analistas del
discurso.

EVENTOS DE HABLA

Al explorar qué es lo que sabemos acerca de cómo participar en una conversación, o en cualquier
otro evento de habla (por ejemplo, debates, entrevistas o los diferentes tipos de discusiones), nos
damos cuenta enseguida de que se da una gran variación en lo que la gente dice y hace en cada
circunstancia. Para empezar a describir el origen de esta variación, deberíamos tener en cuenta
varios criterios. Por ejemplo, tendríamos que especificar los papeles de hablante y oyente u oyentes,
y su relación, si son amigos, desconocidos, jóvenes, viejos, de igual estatus o de diferente clase, y
muchos otros factores. Todos ellos influirán en lo que se dice y en cómo se dice. Deberíamos
también describir el tema de la conversación y el contexto en el que tuvo lugar. Algunos efectos de
estos factores en la forma en que se usa el lenguaje los estudiaremos con más detalle en el Capítulo
21. Pero incluso cuando hayamos descrito todos estos factores, aún no habremos analizado la
estructura real de la conversación en sí. Como usuarios del lenguaje, en una cultura determinada,
tenemos un conocimiento bastante sofisticado de cómo funciona una conversación.

INTERACCIÓN CONVERSACIONAL

En términos sencillos, la conversación en castellano puede describirse como una actividad donde dos
o más personas utilizan turnos para hablar. Por lo general, sólo una persona habla a la vez y se
tiende a evitar el silencio entre turnos. (Esto no es igual en todas las culturas). Si más de un
participante intenta hablar al mismo tiempo, normalmente uno de ellos calla.

Durante la mayor parte del tiempo, los participantes esperan hasta que el hablante indica que ha
acabado, normalmente señalando un punto final. Los hablantes pueden marcar que han completado
su turno de varias maneras: preguntando algo, por ejemplo, o haciendo una pausa al final de una
estructura sintáctica completa, como un sintagma o una oración.

Algunos de los trabajos más interesantes en esta área del discurso han revelado diferentes
expectativas de estilos de conversación y diferentes estrategias de participación en las interacciones
conversacionales. Algunas de estas estrategias parecen ser el origen de lo que a veces es descrito
por los participantes como DESCORTESÍA (Si un hablante parece cortar a otro hablante) o TIMIDEZ
(cuando un hablante está esperando una oportunidad para tomar la palabra y no le parece que haya
ninguna), Los participantes calificados de descorteses o de tímidos en estas ocasiones pueden estar,
simplemente utilizando diferentes convenciones para coger tumo.

Una estrategia, de la que pueden abusar los hablantes (como los profesores o los políticos), es evitar
hacer los puntos finales normales. Todos nosotros la utilizamos hasta cierto punto, normalmente en
situaciones en las que tenemos que ir pensando lo que queremos decir mientras lo estamos
diciendo. Si lo que normalmente se espera es que el punto final marque el final de una oración o una
pausa, una forma de mantener el turno es evitar que estos dos indicadores aparezcan juntos. Esto
es, no hacer pausas finales de las oraciones; hacer que las oraciones continúen usando conectores
como y; y entonces, por tanto, pero; hacer las pausas en momentos en los que el mensaje está
claramente incompleto; y preferiblemente «llenar» las pausas con marcadores de duda.

Este tipo de estrategias aparecen en el habla conversacional de la mayoría de las personas y son
parte de lo que hace que una conversación funcione. Nosotros reconocemos estos indicadores
sutiles como formas de organizar nuestros turnos y de negociar el intrincado asunto de la
interacción social a través del lenguaje.

3. El principio de cooperación y las máximas conversacionales.


(Escandell, Gutiérrez Ordóñez, Yule)

¿Por qué somos cooperativos? Porque el ser cuando habla lo primero que actúa es la cooperación,
porque prestamos atención al interlocutor, ya que se considera que se va a escuchar algo que aporte
aspectos o nuevos conocimientos que interesan de alguna manera u otra al receptor. Prestamos
atención porque entendemos que el emisor quiere ser relevante, cuantos más efectos de
conocimiento se produzca y se exija menos esfuerzo de cálculo del sentido, más relevante es un
texto.

Trata de sentar principios teóricos para explicar cómo interactúan los locutores. Este principio
explica que los que escuchan lo hacen porque aceptan tácitamente lo que se les está comunicando.
Porque tienen una finalidad personal que pueden conseguir a través de la captación del mensaje,
quieren sacar provecho de la interacción. Hablamos con la gente porque partimos de la suposición
de que ponen de su parte para la interacción. Cuando se habla, se hace de manera que el que
escucha pueda servirse de lo que se le dice. Estas máximas a respetar son:

- Cantidad: la contribución sea todo lo informativa que requiera la conversación y no lo sea


más de lo necesario.
- Cualidad: No diga falsedades y no afirme hecho de los que no tenga hechos para comprobar
su veracidad.
- Relación: Que sea relevante o que viene al caso.
- De modo / manera: Evite formas oscuras o enrevesadas de comunicarse, que evite la
ambigüedad, sea breve y se exprese de manera ordenada.

4. Teoría de la Relevancia. (Gutiérrez Ordóñez)

En esta teoría podemos ver la diferenciación de dos mecanismos:

 Mecanismo de codificación: lo que decimos explícitamente


 Mecanismo de procesos inferenciales: lo que no decimos explícitamente, pero entra dentro
del mensaje transmitido. La persona debe hacer una deducción de este último, no tan solo
de lo que ha recibido de manera directa y explícita.
En esta teoría, defiende la coexistencia de dos procesos comunicativos en la producción e
interpretación de los mensajes:

 La vía del código


 La vía de la ostensión e inferencia, que halla sistematizaci6n en la Teoría de la Relevancia.
Sperber Wilson defienden la coexistencia y complementariedad de los procesos en la
producci6n e interpretaci6n de los mensajes.

 Lo implícito
Los mensajes lingüísticos se presentan ante nuestros sentidos como un iceberg. Ofrecen una parte
visible, patente, emergente y otra zona sumergida, oculta, subyacente. Es lo implícito. Los estudiosos
del lenguaje de todos los tiempos se han encontrado con la evidencia de que los mensajes se
apartan constantemente de la literalidad y de la explicitud que se presupone en una codificación. Las
figuras poéticas denominadas meta-sémicas (metáfora, metonimia, sinécdoque, hipérbole...)
constituyen una constante apelación a significaciones virtuales, ocultas tras la pantalla de lo dado,
que exigen un esfuerzo "creativo" en el lector o destinatario.
Tradicionalmente su explicación se dejó en manos de los retóricos y teóricos de la literatura, a pesar
de que se trata de uno de los problemas cruciales de la teoría del lenguaje. Los lingüistas se
ocuparon de otra dimensión de lo implícito: la recuperación de lo eludido (elipsis, zeugma,
aposiopesis...). Desde finales del siglo pasado los lógicos vienen delimitando los rasgos y el alcance
de la presuposición, concepto que los pragmáticos en los años finales de la década de los sesenta (P.
Grice, O. Ducrot, etc.) comienzan a distinguir de las implicaturas conversacionales o sobrentendidos.

El gran reto de la Pragmática, que buscaba su identidad como disciplina científica, consistió en
buscar principios que explicaran cómo una determinada expresión podía ejecutar en unas
circunstancias un acto de habla y en otras otro muy distinto. Que explicaran el sentido oculto del
lenguaje indirecto, irónico, metafórico ... Grice desvela que todo acto comunicativo se basa sobre un
pacto por el que los agonistas se comprometen a colaborar (Principio de Cooperación). Esta
colaboración se especifica en el compromiso de ser exactos y respetuosos con varias dimensiones:

a) La cantidad informativa (Máxima de Cantidad).

b) La veracidad informativa (Máxima de Cualidad).

e) La relevancia informativa (Máxima de Relación).

d) La forma de informar (Máxima de Modo o Manera).

O. Ducrot (1969) describía cómo aplicando el Principio de Economía o la Ley de Lítotes el


destinatario lograba recuperar sobrentendidos.

 La Relevancia

Grice y Ducrot habían propuesto algunos principios, leyes o máximas que explicaban las bases de la
recuperación del valor significativo implícito en expresiones indirectas, actos de habla indirectos,
figuras poéticas, elusiones ... Pero si la Pragmática quería erigirse en disciplina debería explicar,
además:
1) ¿Cómo se realiza la recuperación de lo implícito?

2) ¿Cómo asignamos referentes a las expresiones?

3) ¿Cómo resolvemos la identificación del sentido apropiado en las ambigüedades?

4) ¿Cuáles son las bases cognitivas en las que se apoya?

5) ¿Por qué hablamos de forma tan inconclusa, tan indirecta, tan elíptica ...? En 1986 Dan Sperber y
Deirdre Wilson publican Relevance, una obra que intenta ofrecer una respuesta explicativa a estos
interrogantes, pero que, de hecho, sobrepasa los objetivos iniciales de la Pragmática y se convierte
en toda una teoría explicativa de la comunicación humana.

 Modelo del código/Modelo inferencial

Las teorías semiológicas se habían apoyado siempre en un principio tácitamente consensuado: todo
procedimiento comunicativo se sustenta en un código.

Sperber Wilson defienden una tesis revolucionaria: la comunicación humana sigue dos
procedimientos, dos modelos:

a) El modelo del código: "Comunicar es codificar y descodificar mensajes"

b) El modelo ostensivo-inferencial: "La comunicación se realiza por medio de índices que el


comunicador proporciona con el fin de que el destinatario pueda inferir sus intenciones". Gracias a
su desarrollo intelectual el hombre está capacitado para realizar deducciones, inferencias. El
procedimiento ostensivo-inferencial es prototípicamente humano. Por otra parte, no ocupa un papel
secundario en nuestros intercambios comunicativos. Es absolutamente esencial.

 Mensajes relevantes

Según estos autores, un mensaje es relevante o pertinente cuando produce efectos contextuales, es
decir, cuando desencadena un sentido que no se hallaba codificado en el mensaje ni era
previamente conocido. En el siguiente diálogo:

A: - ¿Irás a Santander de vacaciones?

B: -En el Norte llueve demasiado

La respuesta de B es relevante, porque aporta una información que no se halla codificada en el


mensaje ni era conocida por el interlocutor. Su sentido sobrepasa al significado. El emisor B es
consciente de que su mensaje codifica menos información de la que A le reclama; pero, a la vez,
presupone que su interlocutor está capacitado para inferir lo que falta.

 Presunción de relevancia

¿Cómo puede A llegar a la conclusión de que B le está diciendo que no irá de vacaciones a
Santander? Si se atiene a la literalidad del mensaje, la respuesta le parecerá incoherente e
inadecuada: "Le pregunto si irá de vacaciones a Santander y me responde que en el Norte llueve
mucho" En primer lugar, todo mensaje ostensivo está sellado por el emisor con una garantía de
pertinencia. A su vez, el destinatario, cuando se encuentra con un comunicado lo primero que le
otorga es una presunción de relevancia. Es una actitud fiduciaria que empuja al receptor a buscar un
sentido relevante en los mensajes que le llegan.

 El cálculo inferencial

El segundo paso es un razonamiento que conduce a una conclusión significativa. El proceso es


semejante al del razonamiento lógico en el silogismo. Una diferencia: en el silogismo se parte de dos
premisas explícitas. Aquí una de ellas es implícita, ha de ser recuperada por el interlocutor de entre
las múltiples que coexisten en el saco de su memoria, en su saber enciclopédico]. Veamos el caso
que nos ocupa. El interlocutor A debe interpretar el sentido correcto a su pregunta "¿Irás de
vacaciones a Santander?":

¡En el Norte llueve demasiado!

¿Por qué hablamos de esta forma tan inconclusa? Primero, porque la capacidad intelectual humana
le permite realizar este cálculo inferencial. En segundo lugar, porque obrando así, nuestros mensajes
serán más informativos. De la respuesta que ofrece B, nosotros podremos deducir que no irá de
vacaciones ni a Santander, ni a Asturias, ni a San Sebastián …
Uno de los problemas de más brillante revolución en la Teoría de la Relevancia es el problema de la
ambigüedad. Se parte de una hipótesis sugerente: las encrucijadas significativas rara vez producen
perplejidad en el que interpreta un mensaje. El usuario de la lengua se inclina de forma casi
automática hacia un de los sentidos posibles. ¿Hacia cuál? Hacia aquella interpretación que sea más
relevante, es decir, que menor coste de procesamiento exija y que mayor número de efectos
contextuales genere. ¿Pero no es posible que nos equivoquemos? Por supuesto que sí. La
interpretación, al igual que cualquier otro cálculo, está plagada de errores. Si nos equivocamos y lo
advertimos el proceso se reinicia

5. Simultaneidad de procesos. (Gutiérrez Ordóñez)


Entre las tesis de mayor transcendencia y de mayor alcance explicativo de la Teoría de la Relevancia
se halla no sólo la diferenciación de dos rutas (la del código y la ostensivo-inferencial), sino también
la defensa de su simultaneidad en el proceso comunicativo. Esta simultaneidad posee mayor alcance
que el que incluso proponían en un principio sus autores. La presencia del proceso inferencial es
absolutamente necesaria no sólo en los habituales predios de la Pragmática (funciones informativas,
enunciación, actos de habla, argumentación, conversación...), sino también en los territorios
tradicionalmente asignados a la Lingüística: Fonología, Morfología, Sintaxis, Lexicología.

6. Las funciones informativas o pragmáticas: tema y rema. (Gutiérrez


Ordóñez, Simone)

Las lenguas poseen la capacidad de:


1. Representar acontecimientos, situaciones, paisajes, o cualquier tipo de hechos y procesos. El
usuario de una lengua observa un evento que tiene lugar delante de los ojos o que imagina y
lo articula:

-Pepe calculó el interés con el ordenador

Cuando así opera realiza una operación semejante a la de un fotógrafo: representa, retrata,
plasma una entidad o un acontecimiento. Para efectuar esta tarea, al usuario no le son
necesarias más armas ni instrumentos que las unidades y las reglas que le
proporciona el código de su lengua.

2. Informar ya es una nueva tarea. Significa ordenar la representación inicial en virtud de las
necesidades cognoscitivas de su interlocutor. Este ordenamiento no modifica la estructura
formal y semántica de los enunciados. El análisis en funciones formales (sujeto, CD ...) y en
funciones semánticas ("Ag.", "Proceso", "Inst.", "Término") es idéntico en todas y cada una
de las secuencias siguientes (todas dicen lo mismo, pero no informan de lo mismo):

-Pepe calculó el interés con el ordenador

-PEPE calculó el interés con el ordenador

-El interés lo calculó con el ordenador Pepe

-Con el ordenador Pepe calculó el interés

-EL interés calculó Pepe con el ordenador

Estas funciones fueron denominadas "pragmáticas" por cuanto en su configuración intervienen los
actores del discurso: el emisor ordena el mensaje de acuerdo con las necesidades informativas que
considera que tiene el destinatario.

SOPORTE (TEMA) / APORTE (REMA)

El emisor de un mensaje informativamente correcto se comporta como un enunciador cooperante


que responde a una pregunta formulada por su interlocutor. Este ordenamiento es funcional se
divide la secuencia en dos bloques relacionados sintagmáticamente:

- La información conocida ---> tema o soporte


- La información novedosa ---> rema o aporte

En cada caso: la organización de la respuesta es diferente:

En condiciones normales, en los enunciados asertivos, la información conocida ocupa la primera


parte y la información novedosa aparece pospuesta. El orden, que gramaticalmente apenas tenía un
papel relevante en español, lo adquiere en la configuración de las funciones informativas.
La lengua dispone de medios formales para diferenciar este ordenamiento de la secuencia cuando
fuere necesario. Puede marcar con pausas y cesuras esta división funcional. Por otra parte, sólo la
información novedosa puede someterse a negaciones adversativas del tipo no A sino B, O a
disyunciones interrogativas como ¿A o B?

 Pepe calculó el interés no con un ordenador sino a lápiz.


 Pepe calculó el interés ¿con un ordenador o a lápiz?
FOCO O RELIEVE

Es sobre qué parte del mensaje, el emisor, quiere hacer énfasis. Esta función adopta expresiones
lingüísticas determinables (acentos, estructura de énfasis, antoposición...)

Pepe calculó el interés CON EL ORDENADOR.


7. Lo actos de habla. Las funciones ilocutivas. (Gutiérrez Ordóñez)

7.1 El lenguaje es acción e interacción


La Teoría de los Actos de Habla constituye un cambio de perspectiva fundamental en la visión del
lenguaje: hablar ya no es sólo expresar pensamientos o comunicar. La obra póstuma de Austin (How
to do Things with Words) supo demostrar que hablar es ante todo realizar actos. El estudio de los
enunciados performativos demostró que su explicación transciende la inmanencia gramatical.
Hemos de acudir a otros factores de carácter social, contextual... para poder explicarlos. Sin
embargo, existen aspectos enunciativos que sí son necesarios para poder explicarlos. Un yo de la
enunciación que asume la responsabilidad de lo que significa el enunciado que emite.

La frecuencia de uso de los enunciados performativos no es grande. Por eso alcanza mayor
relevancia la hipótesis de la segunda parte de su libro. Hablar implica siempre realizar actos.
Diferencia tres tipos:

a) Locutivos: es la actividad psíquica y física de la comunicación, de acuerdo con las reglas de


una lengua.

b) Ilocutivos: actos intencionales que efectuamos con el uso de la palabra: saludar, alabar,
insultar, despedirse, criticar, pedir, rogar, ordenar, preguntar ...

c) Perlocutivos: efectos que perseguimos en nuestros interlocutores: enamorar, seducir,


convencer, irritar, alegrar/; consolar

El descubrimiento de Austin tuvo gran repercusión, ya que se apoya en una de esas evidencias que
fueron invisibles a lo largo de los siglos: que nuestras conversaciones son ante todo concatenaciones
de actos.

La teoría de los actos de habla produce un cambio esencial en el enfoque con que se estudia la
adquisición de la primera y de las segundas lenguas. El niño no aprende a hablar y como
consecuencia produce mensajes. Lo que ocurre es que comienza realizando actos para resolver sus
necesidades. Muchos de estos actos son de carácter comunicativo: van dirigidos a un interlocutor
(peticiones, protestas ...). Al principio utiliza su voz (gritos, lloros...) y sus gestos. Poco a poco va
incorporando el lenguaje para seguir realizando aquellas funciones primarias y otras que le llegan
con el desarrollo. Por consiguiente, en el principio no era la palabra, sino la acción.

La teoría de los actos de habla constituyó una auténtica revolución dentro de la metodología de la
enseñanza de las segundas lenguas. En 1972 D. Wilkins defiende un cambio de perspectivas en la
confección de los programas. El objetivo primario ya no es enseñar la gramática y el léxico (como en
los primeros tiempos), ni siquiera las cadenas sintácticas (como proponían los métodos
estructuralistas); lo fundamental consiste en preparar al estudiante para realizar actos con palabras,
para resolver funciones comunicativas.

El Consejo de Europa se hizo eco de esta nueva visión. Como es bien conocido Jan van Ek publicará
en 1975 El Nivel Umbral, que será adaptado al español por Peter Slagter (1979). En lo que se refiere
a la Sintaxis el cambio se puede resumir en los siguientes puntos:
1. Centralidad de las funciones comunicativas. Adquirir una nueva lengua consiste en adquirir
una competencia comunicativa que incluya, no sólo el conocimiento del código, de lo
gramatical, sino también informar adecuadamente, realizar actos en sociedad, influir sobre
los demás (argumentar...).

2. Ordenamiento de objetivos y programas hacia la consecución de funciones comunicativas. El


siguiente cuadro no es sistemático, sino sintomático:

Método tradicional Método estructural Método comunicativo


Temas de gramática Estructuras sintácticas Funciones comunicativas
_Los tiempos verbales- Estilo directo / Indirecto -Despedirse / Presentarse-

8. Enfoques de la Pragmática. (Escandell)

La pragmática es la disciplina que se ocupa de las relaciones entre la facultad del lenguaje y otros
sistemas externos al lenguaje mismo, que determinan muy significativamente la manera en que el
conocimiento lingüístico se pone en uso. La Pragmática es, en consecuencia, una disciplina de
interfaz que analiza la conexión entre el sistema lingüístico y los condicionante cognitivos y sociales
que determinan la actividad verbal. No es, por lo tanto, un nivel más de análisis, equiparable a los
que se han estudiado hasta el momento, sino una perspectiva que contempla la interrelación entre
lo lingüístico y lo extralingüístico.

El objetivo principal de la Pragmática es descubrir los principios que subyacen a la interacción de


estos subsistemas: cada uno tiene sus propias pautas independientes, pero todos ellos interactúan
en el uso lingüístico.

Así, la Pragmática puede dividirse en dos áreas, cada una con un enfoque prioritario de uno de los
ámbitos:

(A) Pragmática cognitiva


Se ocupa de explicar todo lo relativo al modo de adquirir, almacenar, recuperar, procesar e integrar
información, provenga esta de la fuente que sea (es decir, información obtenida por descodificación
lingüística e información procedente del conocimiento del interlocutor, el contexto, la situación, el
entorno, etc.); en otras palabras, se ocupa de los sistemas cognitivos, los principios, los procesos y
los mecanismos que subyacen a dicha integración y la hacen posible. Las investigaciones de
orientación cognitiva suelen centrarse en el funcionamiento de los procesos de inferencia (esto es,
de integración de información) y en la búsqueda de los principios conversacionales generales que
organizan la actividad lingüística.
(B) Pragmática social
Esta, analiza las pautas de conducta verbal que caracterizan la actuación espontánea de los
miembros de un grupo social o cultural. Además de las reglas gramaticales, los miembros de una
comunidad lingüística concreta comparten de manera no consciente un conjunto de pautas acerca
de qué constituye un comportamiento verbal adecuado: la utilización de fórmulas de tratamiento y
las condiciones que la rigen, la manera en que se conciben las relaciones sociales y su manifestación
lingüística, las preferencias en la estructuración de la interacción y del discurso... Cuando se aprende
una lengua extranjera, hay que aprender no sólo gramática, sino también otras rutinas verbales y
otras condiciones diferentes de la adecuación lingüística.

 Actos de habla e intención comunicativa: la fuerza ilocutiva.

La lengua no representa simplemente un medio para transmitir información nueva sobre los hechos
del mundo, sino que es un instrumento de relación interpersonal. Informar es, pues, sólo una de las
actividades que pueden llevarse a cabo por medio del lenguaje.

Comunicarse es una forma de actividad: no es simplemente informar, sino que es, saludar, invitar,
aconsejar... y, por lo tanto, cada enunciado realiza un tipo particular de acción. Podemos decir,
entonces, que cada enunciado es un acto verbal (o un acto de habla), es decir, la realización de un
determinado tipo de acción llevada a cabo a través de la lengua. Un acto de habla no es una unidad
gramatical determinada: puede estar formado por una sola palabra (¡Perdón!) o por estructuras muy
complejas.

Austin (1962) notó que el hecho de producir un enunciado, hace que realicemos tres actos:
 Locutivo: el que se lleva a cabo al emitir una cadena de sonidos ligada a un
significado de acuerdo con las reglas de una lengua.
 Ilocutivo: el que se realiza al decir algo (informar, solicitar, sugerir...). Se denomina
fuerza ilocutiva a la intención del hablante al llevar a cabo un acto verbal.
 Acto perlocutivo: el efecto obtenido en el destinatario (convencer, divertir,
enfadar...).

A cada una de las acciones, le subyace una intención diferente y cada enumeración se emite, por
tanto, con una fuerza ilocutiva diferente. Esta intención permite agrupar los actos verbales en clases.
De acuerdo con Searle (1975), podemos clasificar los diferentes tipos de actos verbales en cinco
categorías básicas:

 Asertivos: El emisor pretende reflejar el estado de las cosas del mundo. Comprende
actos como afirmar, referir, explicar, sugerir, presumir... Estos se evalúan en
términos de verdadero / falso.
 Directivos: El emisor pretende que el destinatario lleve a cabo una determinada
acción. Son actos directos ordenar, pedir, rogar, aconsejar, recomendar...
 Compromisos: El emisor manifiesta su compromiso de realizar una determinada
acción: prometer, asegurar, garantizar, ofrecer...
 Expresivos: el emisor manifiesta su estado de ánimo con respecto a algo: felicitar,
agradecer, complacerse, perdonar...
 Declaraciones: El emisor produce cambios en el mundo en virtud de la autoridad
que le ha sido otorgada. El acto de habla debe hacerse según formas ritualizadas:
casar, bautizar, inaugurar, dictar sentencia, contratar...
Cuando un acto de habla se realiza por medio de la modalidad oracional convencionalmente
asociada con su fuerza ilocutiva se dice que es un acto de habla directo. Aunque la correlación entre
modalidad oracional y fuerza ilocutiva resulta clara, es fácil advertir que no siempre hay una
correspondencia estricta entre tipos oracionales y actos de habla. Por ejemplo, la oración
enunciativa “Juan duerme” puede emplearse, además de para informar, para mostrar
desaprobación o hacer una crítica a alguien que duerme demasiado. En estos casos, en los que no
hay correspondencia entre fuerza ilocutiva y modalidad oracional, estamos ante un acto de habla
indirecto.
Por consiguiente, sabemos que hay más intenciones ilocutivas que modalidades oracionales, una
gran parte de los actos verbales se realiza por medio indirectos. Efectivamente, no hay una
modalidad específica para felicitar, quejarnos u ofrecer algo, así, tenemos que recurrir a formas
indirectas de llevar a cabo estas acciones.

 Las relaciones interpersonales: distancia social.

A parte de la intención ilocutiva del hablante, el factor que condiciona de manera más decisiva la
actividad lingüística es la relación que existe entre los interlocutores. La relación entre interlocutores
se denomina distancia social y se mide con respecto a dos ejes fundamentales:

- Jerarquía: Defina la relación vertical, y refleja la posición de los interlocutores dentro de la


escala social en función del poder relativo de un participante con respecto al otro. Algunas
sociedades son, ciertamente, más flexibles que otras, pero todas muestran en mayor o
menor medida una organización estratificada de sus miembros, de acuerdo con escalas de
valores que varían de cultura a cultura. Las relaciones establecidas pueden ser simétricas (las
que se dan entre participantes que ocupan el mismo lugar en la escala) y asimétricas (las
existentes entre individuos que ocupan posiciones diferentes con respecto al eje vertical).

Dicha jerarquía se evalúa de acuerdo con dos parámetros fundamentales:

1. Características inherentes (o físicas): Son propiedades objetivas y directamente


perceptibles como la edad, el sexo o la raza. La mayor parte de las culturas establecen
escalas sociales en las que las personas de mayor edad ocupan posiciones más altas que
los jóvenes, por ejemplo.
2. Roles sociales: son funciones atribuidas por la sociedad a los individuos en relación con
el papel que desempeña cada uno dentro del grupo. No representan rasgos inherentes
de cada persona, así que no se corresponden con propiedades perceptibles. Aquí se
colocan las relacionas que dependen del poder o de la autoridad institucionalizados,
como el hecho de ser médico o paciente, jefe o empleado, camarero o cliente...

- Familiaridad: Representa la dimensión horizontal, esta, recoge la posición relativa de los


interlocutores en lo que respecta a dos parámetros independientes de la jerarquía:
1. El grado de conocimiento previo: Dos personas que se conocen mucho o desde hace
mucho, tienen una relación más familiar que dos desconocidos.
2. El grado de empatía: dos personas que simpatizan tienen también una relación más
cercana que dos que no lo hacen, con independencia de otros factores, como el grado
de conocimiento en sí mismo.
Por su propia naturaleza, lo normal es que la relación se perciba como simétrica por las dos partes.
Así pues, el tipo de relación determina la distancia lingüística que existe entre los interlocutores,
manifestándose en muchas elecciones lingüísticas, que van desde el léxico, hasta la sintaxis, pasando
por la elección de las fórmulas de tratamiento (formal o informal). De esta manera, muchas lenguas
han gramaticalizado el sistema de distinciones sociales. Dicho sistema se denomina “Sistema
honorífico”, el cual puede considerarse como un sistema de concordancia social (al igual que
nuestra lengua tiene un sistema de concordancia de género o número, por ejemplo).

 La cortesía estratégica.
Las actividades comunicativas no tienen toda la misma repercusión sobre las relaciones entre los
interlocutores: no es lo mismo “prometer” que “amenazar”. Sobre estas repercusiones se han
realizado numerosos estudios, y constituyen uno de los ejes principales de la investigación en
Pragmática y se agrupan habitualmente bajo la denominación genérica de estudios de cortesía. Por
cortesía no se entiende simplemente “buena educación” o “buenos modales”, sino cualquier
manifestación lingüística que demuestre el modo en que la actividad verbal se ajusta a las
características del destinatario en función de la situación.

Así pues, según el impacto que pueden tener los diferentes tipos de acto verbal sobre las relaciones
sociales, es posible diferenciar cuatro categorías

1. Acciones que apoyan (o mejoran) la relación social existente entre emisor y destinatario, es
decir, que suponen un beneficio para el destinatario: agradecer, felicitar, saludar, ofrecer...
2. Acciones indiferentes, es decir, aquellas en las que no hay un desequilibrio claro entre costa
y beneficio para los interlocutores: afirmar, informar, anunciar...
3. Acciones que entrar en conflicto con la relación social, esto es, que implican un coste para el
destinatario: pedir, ordenar...
4. Acciones dirigidas frontalmente contra la relación entre los interlocutores, es decir, acciones
que pretenden acrecentar la distancia entre ellos o destruir su relación: amenazar, maldecir,
golpear...

Es preciso destacar que las acciones que favorecen la relación interlocutora son los que menos
maniobras lingüísticas necesitan, en cambio, las acciones que pretenden aumentar la distancia entre
sí, necesitan una determinada complejidad lingüística en compensación con la descortesía intrínseca
del mensaje.

El tratamiento lingüístico que se da en un acto verbal dependerá de la relación previa entre los
interlocutores y de los efectos que pueda tener dicho acto sobre su relación. Cuando un acto verbal
entra en conflicto con la relación social, se buscan fórmulas lingüísticas para amortiguar los efectos
negativos. En estos casos, hablamos de la cortesía estratégica.

 La variación cultural.
Las pautas de interacción social y los valores a ellas asociados se encuentran en los aspectos que
ofrecen una mayor variación de una cultura a otra: cada sociedad tiene sus propios sistemas de
relaciones y su peculiar manera de interactuar de ver las cosas.

No solo son diferentes las pautas culturales de grupos diferentes, sino que la cultura de un mismo
grupo va cambiando con el tiempo. Esta es precisamente una característica que diferencia a las
características de otros grupos del reino animal. Cada cultura tiene sus propios sistemas de reglas
que determinan lo que resulta adecuado social y comunicativamente. Un hablante competente es
aquel que ha interiorizado tales reglas y es capaz de aplicarlas convenientemente.

Para encontrar las diferencias culturales no es necesario examinar sociedades lejanas, por el
contrario, una comparación entre español, inglés y francés muestra que, aunque las fórmulas
utilizadas sean parecidas, el uso que se le da entre las tres puede ser muy diferente.

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