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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS


ÉTICA

SEGUNDO PARCIAL
DOMICILIARIO - PRÁCTICOS

Estudiante: Guadalupe Ferrari

DNI: 43179528

Profesora: Eva Carrizo Villar

Horario: Viernes 17hs-19hs

Correo: guadaf232@gmail.com
Ferrari Guadalupe - 43179528 - guadaf232@gmail.com

1- Inicialmente, es necesario dar cuenta de cuáles son los ideales que constituyen el
argumento basal de la modernidad, a saber: libertad e igualdad para todos los seres humanos.
De aquí, podemos dar cuenta el modo en que la autora refiere a este momento histórico como
una puerta que dio lugar a preguntas tales como: ¿qué es la igualdad? ¿en que se basa la idea
de libertad?. La modernidad entonces, va a caracterizarse por una construcción de teorías que
fundamentan el lazo social. En este orden, filósofos clásicos como Rousseau y Hobbes van a
plantear la construcción de un contrato social original que ofrecería una resolución o
regulación de los conflictos existentes, así como la constitución de una noción de los sujetos
civiles/modernos como naturalmente libres e iguales. De manera que, este contrato apela a la
construcción de una libertad civil que se piensa como universal.
En este sentido, las feministas de la primera ola comienzan a discutir con estos
grandes filósofos, para poner sobre la mesa la inconsistencia de estos preceptos acerca de la
libertad y la igualdad, dando cuenta que la noción de sujeto civil dejaría excluidas (entre
otrxs) a las mujeres y al mismo tiempo relegadas al espacio privado del hogar. De manera
que, las luchas de las feministas de esta primera ola van a tener que ver con develar el modo
en que esta fundamentación del lazo social a partir de propuestas contractualistas,
representan formas de exclusión de la mujer al no ser consideradas como parte de las
categorías “individuo” o “ciudadano”. Así, estas formas de caracterización, pretendidamente
patriarcales, dan cuenta de que, lo que realmente encubre el contrato social, es un contrato
sexual (Pateman, 1988) en el que los varones adquieren cierta legitimidad jurídica, no sólo
para su libre acceso al cuerpo de las mujeres, sino también a la subordinación de estas ante un
derecho jurídico que las excluye y las constituye como tales. De manera que, este contrato
social va referir únicamente al espacio público como un espacio de dominación masculina en
el que la mujer no tiene derecho de participación.
Ante esto, y como fue mencionado anteriormente, la lucha de las feministas de la
primera ola va a consistir fundamentalmente en buscar una incorporación al espacio público-
político de la ciudadanía, a partir de la adquisición de derechos tales como el sufragio, la
salud, la participación en la política, la educación. Tanto así, una acción expresa que da
cuenta de esta lucha tiene que ver con el documento: Declaración de Seneca Falls, en donde
se apela principalmente a la promoción de la ciudadanía civil de las mujeres y a la
denegación a la idea de una diferencia sustancial/biológica entre hombres y mujeres que
colocaría a esta última en una posición de subordinación.
b- Olympe de Gouges en “Declaración de los derechos de la mujer” tiene como objetivo
llevar a cabo un paralelo con la “Declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano”

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elucubrando la misma cantidad de artículos y para cada uno de ellos dar cuenta del modo en
que éste, excluye de su lenguaje la mención de las mujeres. Esta pretendida universalidad de
los derechos comunales para todos los ciudadanos franceses, resulta entonces incongruente,
ya que no existe mención en ella de la igualdad de participación pública y política de las
mujeres. De manera que, la “igualdad” no estaría reflejada en este documento tan importante
para la constitución del derecho ciudadano y el advenimiento de la Revolución Francesa. Es
entonces que, la activista redacta la “Declaración de los Derechos de la Mujer”, una
pro(testa)puesta que busca demostrar la importancia del lenguaje y de la mención de la mujer,
ya que si esta no es mencionada, por defecto, queda excluida.
Asimismo, Olympe hace hincapié en cómo esta declaración de derechos “universales”
significa la ignorancia, el olvido y el desprecio hacia las mujeres y cómo esto constituye las
causas de los males públicos y la corrupción de los gobernantes. De esta manera, todos los
postulados de la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, encontrarían su
paralelo con la propuesta de esta activista pionera para el movimiento feminista, en donde el
lugar de las mujeres en ese “contrato sexual” cambiaría abruptamente, quedando este
rescindido, al presentar una propuesta en la que se plantee una real igualdad entre los sexos,
sobretodo en relación a la participación política y publica, la construcción de las leyes y la
subrogación de la división tajante entre espacio público considerado como unicamente
masculino y espacio privado como unicamente femenino.
2- En primer lugar, Sartre toma como punto de partida el existencialismo, cuyo principal
postulado refiere a que la existencia precede a la esencia, ya que parte de la idea de que Dios
no existe. En consecuencia, el hombre está abandonado, arrojado al mundo; al no haber
fundamento, tenemos que hacernos en lugar de ser, ya que esto último corresponde al orden
de las “cosas” y no a la humanidad. De modo que, para Sartre, los humanos tenemos que
hacernos/construirnos de la nada que somos, y esto dependerá de nuestras elecciones, de
nuestras acciones conscientes de las cuales somos responsables.
En este sentido, va a plantear que la responsabilidad que recae sobre nuestras
acciones, tiene que ver con la libertad que poseemos al momento de elegir, ya que somos
conscientes de las mismas. Nuestra condena, entonces, radica en tener la posibilidad de elegir
libremente ante cualquier situación que se nos presente. Y que esta elección sea la que nos
condicione a nosotros y a la humanidad toda. Para Sartre, la ética se juega en las acciones, sin
importar el éxito que estas impliquen, o las intenciones detrás, sino el punto de partida hacia
la realización, el tomar acción, que en definitiva, es lo que hace a la libertad.

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De modo que, en la cita planteada, el autor alude a esta idea de “círculo infernal”
refiriéndose justamente a esta noción acerca de la elección, en la que incluso cuando se cree
no estar eligiendo; no elegir, es una elección. Así, se vuelve un círculo del cual el ser humano
no tiene escapatoria. La libertad, es entonces, una condena. Así, la toma de consciencia de
nuestra libertad provoca una angustia que radica en nuestra propia condición de ser.
A partir de estas nociones, se podría esbozar una crítica a partir de las categorías de
libertad y situación de Beauvoir en donde, desde el punto de vista de la libertad, las
situaciones no son equivalentes, sino que existe una jerarquía entre ellas. Esto es, no podría
existir una misma libertad de elección para todas las situaciones, porque no todas presentan
las mismas características, ni todos los seres están situados socialmente en el mismo lugar. Es
así, que elucubra una noción de libertad en la que dirá que la caída de la trascendencia (la
libertad) en inmanencia (la cosificación) no siempre va a ser por mala fe como plantea Sartre,
es decir, una huida de la angustia por lo que somos, una negación. Sino que para Beauvoir, es
una degradación de la existencia en sí, la pérdida de libertad no siempre es por mala fe,
porque ésta puede ser infligida. Es una categoría que Sartre no tiene en cuenta, a saber: la
opresión. De manera que, la autora considera el lugar social de la mujer en donde ésta
aparece como un otro ante la mirada del hombre que la constituye como tal y la construye
como alteridad, como un otro que no tiene lugar en la categoría de sujeto soberano, sino
como objeto inmanente. Es infligida entonces hacia la inmanencia, así como también plantea
la existencia de una inmanencia consentida (que si concuerda con la noción de mala fe).
b- Una situación que podría considerarse a partir de estas categorías de inmanencia
consentida e inmanencia infligida de Simone, podría ser el lugar que ocupan las mujeres en la
industria de la música. Aquí, la distinción entre las categorías, puede que no sea muy tajante
ya que podría considerarse para algunos casos una inmanencia consentida y para otros
infligida.
La situación, a mi parecer, consiste en una diferencia importante entre lo exigido a las
mujeres para el éxito en esta industria musical, y lo exigido para los hombres. Tanto así,
existen cantautoras que optan por no buscar reinventarse en el tiempo, ni utilizar maquillajes
muy extravagantes, o una propuesta musical con una presentación flameante; sino que, a
sabiendas de esta sobreexigencia sobre sus cuerpos, deciden no utilizar maquillaje, ni intentar
competir o formar parte de escándalos con otras mujeres o hacer caso omiso a los
comentarios sobre el tamaño o vejez de sus cuerpos(como ejemplos pueden ser Alessia Cara,
Alicia Keys, Lauren Jauregui, LP). Estas mujeres deciden hablar públicamente de esta
situación y dar voz a esta desigualdad entre hombres y mujeres de la industria musical, por lo

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que podrían ser una situación caracterizada como inmanencia infligida, ya que a pesar de que
intenten no hacer esto, siguen estando posicionadas en ese lugar e igual se les exige y su
mayor éxito inevitablemente radica en cuestiones más superficiales acerca de su aspecto y
evolución de su música.
Por otro lado, existirían cantautoras que quizás si son conscientes de esta situación de
subyugación de las mujeres en la industria musical, pero que por conveniencia desarrollan su
carrera bajo estas nociones que siguen manteniendo su estándar muy alto, realizándose
constantemente cirugías plásticas y manteniendo una idea de mujer bella sin arrugas y de un
tamaño corporal pequeño, con shows, correos y vestimentas estrafalarias. Así como
comercializar su vida personal y exponer su vida amorosa y personal, con todos los
comentarios que eso implica, y que ninguno de ellos tiene que ver con la música que hacen.
Sin embargo, existirían adaptaciones a las distintas categorías sociales que van predominando
como por ejemplo la idea de “empoderamiento femenino” que fue colmando esa industria y
que ahora las mujeres resultan ser un estandarte comercial del mismo.
A modo de conclusión, se podría decir que esta situación de las mujeres en la
industria y ante la mirada de la prensa tiene una historia extendida en la que se fue adaptando
a lo largo de los años. A mi parecer, esta situación representa una clara situación de
inmanencia infligida ya que es producto del lugar en el que se nos pone a las mujeres
constantemente, en términos de Beauvoir, como un otro al que se construye desde una mirada
masculina y complaciente.

BIBLIOGRAFÍA
● De Beauvoir, S., El segundo sexo, Buenos Aires, Sudamericana, 2005.
● Declaración de Seneca Falls
● De Gouges, O. Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana
● Pateman, Carole, El contrato sexual, 1988.
● Sartre, J. P., El existencialismo es un humanismo, Buenos, Edhasa, 2009.
● Sartre, J. P., El ser y la nada, Buenos Aires, 1996
● Wollstonecraft, M. Vindicación de los derechos de la mujer

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