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Los reclamos de paridad económica, igualdad civil y política no son nuevos; datan de la
Revolución Industrial y la Revolución Francesa. Pero el término feminista surgió en la 1era
Internacional de Mujeres, Paris 1878.
Feminismo: Creencia que las mujeres son oprimidas o desfavorecidas en comparación con los
hombres, y que su opresión es ilegítima o injustificada.
Principales corrientes:
¿Qué roles son naturales y cuales son construidos? El debate sobre que es natural es muy
extenso.
1)Algunos sostienen que la ley natural es una uniformidad estricta e invariable que se cumple
en la naturaleza (ej: ley de gravedad), están fuera del control humano. Pero si nos situamos en
el terreno de la libertad, vemos que las sociedades pueden permitir ciertas cosas o no
(poligamia, matrimonios del mismo sexo, etc), que lo haga o no depende de convenciones
sociales, pero las sociedades tienden a naturalizar (ver como fundados en la realidad) sus
propios prejuicios. La ciencia responde a los hechos, no tiene sentido hablar de verdad cuando
nos referimos a valores.
2) Sin embargo, otras corrientes postulan que sí se puede calificar de naturales o antinaturales
conductas de la libertad. Hay un orden natural, que el hombre puede seguir o no, por eso hay
lugares en los que no son reconocidos. Por eso por ejemplo la Declaración de los derechos del
Hombre y del Ciudadano considera necesario declarar los derechos naturales. Porque hay un
derecho natural se puede catalogar a las sociedades como justas o injustas.
En lo femenino y masculino, ¿Es todo convencional o hay algo dado por naturaleza? Para la
perspectiva de género, el sexo es dado y el género es construido. La polaridad varón-mujer es
vista como algo dado, pero es también una construcción ¿qué es natural? Se puede pensar en
una sociedad sin la distinción binaria (pone en cuestión el sexo).
El filósofo Guibourg sostiene que las clasificaciones son hechos culturales, dependen de las
convenciones del uso del lenguaje. Explica que como hay tantos entes individuales, nos resulta
imposible nombrarlos a todos, y por eso los agrupamos y le ponemos un nombre categórico
con el que nombraremos a todo lo que reúna ciertas características. Lo hacemos
inadvertidamente, ya que nos viene con el lenguaje, y éste supone un complejo sistema de
clasificación. La clasificación es un hecho cultural. No hay clasificaciones falsas o verdaderas,
son distintas, y cada una es más o menos útil en determinadas circunstancias. Par decirlo de
otra forma, no tiene sentido discutir si la cerveza sin alcohol es verdaderamente cerveza, el
problema se resuelve acordando la regla de uso de la palabra cerveza. Por eso aclara que para
él las tendencias o preferencias sexuales, cuando no perjudiquen a otros, no deberán ser sujeto
de control o escrutinio por parte del Estado o de terceras personas.
Su tesis es que la clasificación varón-mujer ha dejado de ser necesaria. Más que autorizar el
cambio de género deberíamos eliminar la distinción.
2)Filosófico: si elegimos la opción a), damos cabida a los argumentos que algunos jueces
postularon para fallar en contra de los cambios de género “si alguien se autopercibe Napoleón
¿habría que reconocerle las demandas de derecho dinástico?”. Si en cambio elegimos la opción
b) el artículo 8 (el de cambio por única vez) sigue siendo una contradicción.
3) Político: La distinción estatal entre hombres y mujeres correspondía a una estructura social
donde la mujer era puesta en un segundo plano, y aunque se ha avanzada mucho aún no está
en condiciones de igualdad. La nueva ley sigue manteniendo este registro binario, si alguien
quiere registrarse como lesbiana por ejemplo, ¿por qué no puede?. Ni siquiera debería estar
clasificado, ya que con el número de DNI el registro de identidad está asegurado.
Conclusión: Saluda la nueva ley, es un noble paso hacia la igualdad. Tiene defectos pero
pueden corregirse suprimiendo el artículo 8. Todavía hay mucho para seguir avanzando.
El feminismo también es una reflexión sobre el poder político y social. Detrás de toda distinción
están los excluidos y los que excluyen. Las normas de género funcionan como un dispositivo
productor de subjetividad que da argumentos y herramientas a un montón de minorías
sexuales y las mujeres que fueron y son excluidos por la normativa binaria de género. La
inestabilidad constitutiva de estas normas, es una oportunidad política.
Su importancia radica en los grupos que ella eligió visibilizar, grupos hasta el momento no
movilizados, no representados y sin línea política. Sus libros sobre las mujeres y los ancianos,
son todo suyos, no tienen nada de copia a Sartre, porque en definitiva es ella misma una de las
personas sobre las que está escribiendo.
Fue feminista antes de que llegara el feminismo a Francia, y denunció que los ancianos eran
víctimas de una sociedad obsesionada con la juventud y el poder. Además en estas obras tiene
libertad ideológica, ya que el género y la edad no son categorías marxistas. “El segundo sexo”
es una crítica a la falta de libertad de las mujeres, la libertad que ella había podido alcanzar al
lado de Sartre, pero que veía que sólo compartía con otros hombres. Cuando surge el
feminismo se le critica que escribe desde una mirada machista, puede ser, pero escribe su
vivencia como mujer y tuvo mucha resonancia en muchísimas mujeres.
No es crítica del mundo que los hombres han hecho para sí mismos, sino únicamente de la
exclusión de las mujeres del mismo. Exige la admisión de la mujer, pero también
implícitamente esboza que la mujer debe estar calificada para ser admitida. Como el hombre
esta calificado por su cuerpo, la mujer puede ser admitida cuando deje atrás el suyo. Cuando
las mujeres sean completamente independientes, podrán ser lo que los hombres son hoy.
Universalidad masculina
Simone se describe como alguien que sabe lo que es ser un ser humano femenino, pero al
mismo tiempo es afortunada en el restablecimiento de todos los privilegios correspondientes
al ser humano. Y por eso puede darse el lujo de la imparcialidad.
Los valores, la cultura y la civilización han sido creados por los hombres, porque los hombres
representan la universalidad. Oponérseles no tiene sentido, la mujer debe liberarse para ser
partícipe de esa universalidad. En vez de querer resaltar la femeneidad, declararse iguales.
Igualdad de oportunidades para hombres y mujeres para competir en el mundo que han
creado los hombres. Esa es su plataforma feminista. Como la inmanencia de la mujer es
esclavitud, propone una universalidad varonil hecha verdaderamente universal.
Muchos le critican que escribe desde una perspectiva masculina. Pero los hombres al leer su
libro se sentían incómodos con su argumentación, ya que la comodidad masculina
históricamente ha necesitado creer que las mujeres estaban conformes con su situación.
Muchas feministas actuales preferirían el rechazo a los valores masculinos, pero menospreciar
lso valores de los que se ha sido excluido es puro resentimiento. La primera exigencia al
reclamar por los oprimidos debe ser que accedan a los derechos de los opresores, y que así se
hagan derechos universales.
En una entrevista dijo: No creo que las mujeres vayan a crear nuevos valores, si usted cree lo
contrario, entonces cree que existe una naturaleza femenina, a la que siempre me he opuesto.
Los críticos de Beauvoir (feministas que también se niegan a estar ancladas al hogar), sostiene
que la mujer antes de la trascendencia, ya es trascendente a su modo. Beauvoir sostiene una
trascendencia monista, algunas feministas defienden la trascendencia pluralista, que las
mujeres han creado un universo que se superpone con el del hombre y que esto Simone no lo
pudo ver, se limitó a describir a la mujer como esclavizada, mutilada, y no valora la obra que
han realizado las mujeres formando redes y sociedades entre ellas mismas. Para estas
feministas, la opresión de las mujeres es la desvalorización que se ha hecho de las virtudes y
actividades específicamente femeninas. (Feminismo de la diferencia). Aunque Beauvoir si
nombra ciertas virtudes femeninas como la paciencia y tener los pies sobre la tierra, que son
fruto de la opresión pero que deberían ser conservadas después de la liberación y los hombres
deberían adquirir.
¿Después de la liberación puede haber diferencia? Simone cree que sí en tanto sean modelos
de vida libremente conformados, pero siempre priorizando que haya igualdad de
oportunidades para no volver a caer en la esclavitud.
Estas injusticias afectan tanto a hombres como a mujeres, y aún cuando los porcentajes no
sean iguales, un solo caso de desigualdad basta para que se deba atender el problema.
La polémica sobre los límites entre lo biológico y lo cultural no ha cesado entre quienes
afirman que la única diferencia entre varón y mujeres es su aparato reproductor (y puede ser
modificado) y quienes sostenemos que toda la identidad humana es sexuada, y que le ser
varón o mujer incide en nuestra forma de razonar, valorar y comunicarnos.
Utilizar siempre el termino sexo, puede hacer que caigamos en un biologicismo. Usar siempre
género excluyendo el sexo, implica caer en posiciones donde todo es cultural. Hombre y mujer
son complementarios, abordar la problemática desde la desigualdad solo desde la mujer no es
correcto, se necesita también de la mirada masculina, y el compromiso de los varones para que
surjan alternativas superadoras.