Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
)
'Hay algo que se mueve siempre con un movimiento continuo y ese algo es el
movimiento circular (esto no sólo resulta. del razonamiento, sino que es también
un dato de hecho); por esto, el primer cielo debe ser eterno.
Hay, pues, también algo que mueve. Y puesto que lo que al mismo tiempo es
movido y mueve es un término intermedio, debe necesariamente haber algo que
mueva sin ser movido y que sea eterna sustancia y acto.'
El Renacimiento, que trajo las obras de Aristóteles al occidente en el texto griego
original, desarrolló una escuela aristotélica y platónica, pero cuando el
Renacimiento desembocó en la Reforma y el magnífico edificio que había sido
construido sobre Platón y Aristóteles por el escolasticismo medieval se hundió,
Aristóteles perdió su influencia en la teología cristiana. No obstante, su influjo
sigue presente. Su Metafísica es la inspiración de muchos que buscan el último
sentido de la realidad, materia, causa eficiente, causa final y Dios.
Su Ética y Política son una estimulante y original fuente para el estudio de las
virtudes sociales y personales. Su principio de lo individual y concreto, su
detallada e inquebrantable investigación de los fenómenos y su profundidad
analítica para desvelar lo recóndito, afectan profundamente el espíritu y método de
los pensadores religiosos y éticos que estudian sus obras. En el siguiente texto,
recogido de su Ética a Nicómaco, define la virtud en términos de equilibrio:
'Ante todo, debemos notar que las acciones están sujetas a volverse imperfectas o
por exceso o por defecto (para que nos sirvan de testimonios evidentes en torno a
cuestiones oscuras), como podemos ver a propósito de la fuerza y de la salud: en
efecto, la fuerza se perjudica tanto por el exceso como por la falta de ejercicio
gimnástico, y paralelamente, la sobreabundancia o la parquedad en el beber y en
el comer arruinan la salud, mientras que la justa proporción la produce, aumenta y
preserva.
Así ocurre también respecto a la moderación, la valentía y las demás virtudes. En
efecto, quien huye o teme cualquier cosa y nada afronta, se vuelve tímido; quien
en cambio no teme a nada, sino que arremete contra todo, se vuelve temerario;
paralelamente, quien goza de toda suerte de placer y no se abstiene de ninguno
se vuelve intemperante; quien, en cambio, los rehuye como hacen los rústicos, se
vuelve insensible; es decir: la moderación y la valentía se arruinan tanto por
exceso como por defecto, mientras que la vía intermedia los preserva.
La virtud es, por lo tanto, una disposición del propósito consistente en el término
medio respecto a nosotros mismos, definida por la razón y como el hombre sabio
la determinaría. Es un término medio entre dos vicios: uno el del exceso y otro el
del defecto; precisamente, mientras que algunos vicios lo son por defecto, otros lo
son por exceso de lo que se debe hacer, sea en las pasiones o en las acciones; la
virtud, en cambio, encuentra y elige el justo medio.
Por esto, según su esencia y según la razón que establece su naturaleza, la virtud
es un término medio, pero respecto al bien y a la perfección es el punto más
elevado.'