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EL PARAGUAY FRANCISCANO

EN LA ERA INDEPENDIENTE
1882 - 2005

Fray José Luis Salas

1
PROLEGÓMENO

MEMORIA
De los
primeros tiempos franciscanos en Paraguay
1538 - 1824

La presencia de los franciscanos en el Paraguay engarza con los inicios mismos del
arribo de los españoles y la fundación del fuerte de Asunción en 1537 por Juan de Salazar
de Espinosa. Los primeros portadores del carisma de San Francisco, con el encargo de
plantar la Custodia del “Nombre de Jesús”, fueron Bernardo de Armenta y Alonso Lebrón
quienes embarcados con Alonso de Cabrera, hollaron tierra guaraní el año 1538, sólo un
año después de la fundación . A ellos se deben las primeras noticias, inauguran la difícil
aventura de roturadores evangélicos en la vasta “provincia gigante de las Indias” como se
llamaba Paraguay entonces, ellos proyectaron su fecunda vida y la palabra evangélica
primero hacia las riberas de Santa Catalina, el Guairá, el sur de Bolivia y, el año 1542, en
Asunción y Río de la Plata1. Con justicia son considerados primeros evangelizadores del
Paraguay en el sentido estricto de la palabra, por más que algún tiempo evangelizaran
usando otros intermediarios conocedores del idioma, hasta posesionarse ellos del guaraní.

En pos de ellos llegaron otros que se ramificaron, yendo hacia el Tucumán algunos,
entre ellos sobresaldría Juan Rivadeneira, otros hacia Lima; sólo los más audaces, optaron
por lo que se consideraba la región más pobre, menos seductora y atrayente que era
Asunción y su entorno de unas 60 leguas.

Entre todos los que vinieron, descuellan con singularidad por su excelencia
misionera, los apostólicos Alonso de San Buenaventura y Luis Bolaños. Llegaron un 8 de
febrero del año 1575. Con ellos surgen las primeras vocaciones de “hijos de la tierra”
franciscanos, Gabriel y Juan Bernardo; con ellos, lugares como Los Altos, Itá, Yaguarón,
Guarambaré, Ypané, Atyrá, Jejuí, Tobatí, Itatí, Caazapá, Yuty ... se hacen reducción,
centros de adoctrinamiento y civilización; ellos al tiempo que se inician en el idioma de
los naturales, instruyen, y catequizan en la fe cristiana hasta hacerla entender y asumir a
los indios, para bautizarlos; ellos son los “padres” del guaraní escrito y sus primeros
escritores con los Rezos y el Catecismo del Concilio de Lima.

Los postreros en arribar ya a fines del siglo en 1596, en número de cinco fueron los
frailes Luis Gámez, Juan de Córdoba, Alonso Velázquez, Francisco de la Cruz y Martín
Ignacio de Loyola, que preparados por Rivadeneira, por muerte de el, llegaron a Santiago
de Chile guiados por Alonso de San Buenaventura, quien a su vez falleció en el convento
de San Francisco del Monte San Francisco en 1596, y por fin llegaron a Asunción.
1
Cartas de Bernardo de Armenta, dan noticias muy concretas e importantes sobre la evangelización que
realizaron primero en Santa Catalina y más tarde en Asunción. Historia eclesiástica indiana, II de Gerónimo
Mendieta, Bac, Madrid, 1973, págs. 177-180 y AIA, año XVII, tomo 33, págs. 433-439.

2
No se habla de una numerosa pléyade franciscana, pero sí de bastantes operarios
que se sumaron, incluyendo el implante nativo, a la labor evangelizadora antes de terminar
el siglo XVI, o bien antes del surgimiento de la Provincia franciscana paraguayo –argentina
en 1612 y la diócesis de Buenos Aires en 1620.

Un capítulo aparte se le debe dar al que sería primer franciscano nacido en


Paraguay, pero trasladado a Lima para tomar el hábito, ordenarse de sacerdote (1576) y
llegar a ser primer Provincial criollo de la Provincia de los Doce Apóstoles (1589) y luego
Obispo de Tucumán Mons. Fray Hernando de Trejo y Sanabria.

Otros frailes de ese inicio son: Juan Bernardo (primer mártir paraguayo), Gabriel
de la Anunciación, Gregorio de Osuna, Luis Gámez, Francisco de Aroca, Alonso
Velázquez, Juan de Córdoba, Martín Ignacio de Loyola, Juan de Escobar, Francisco de la
Cruz, Francisco Román, Francisco Merino, Juan Gamarra, y algunos anónimos más, fueron
parte de la siembra del Evangelio en ese tiempo heroico. El año 1611 un informe de Diego
Marín Negrón da una visión de los conventos de la Custodia paraguaya y afirma que en el
enclave de las Once mil Vírgenes de Buenos Aires había siete religiosos, en el convento de
Santa Ana de Santa Fe también cuatro, y Corrientes tiene dos frailes franciscos que pasan
mucho trabajo2.

La primera estructuración de la diócesis de Asunción y Río de la Plata fue obra de


un clarividente y decidido misionero, más tarde Custodio del Paraguay (1597) y por fin
obispo 1602, Mons. Fray Martín Ignacio de Loyola. El convocó y realizó el primer Sínodo
el año 1603. Un Sínodo ejemplar, considerado por todos como la primera organización de
la diócesis y primera doctrina social de la Iglesia.

El Capítulo de la Orden celebrado en Roma el mes de julio de 1612, al que asistió


como representante del Paraguay fray Juan de Escobar, con la fusión de las Custodias de
Paraguay y Río de la Plata y la de San Jorge de Tucumán, conformó con ambas la
Provincia de la “Asunción de la Bienaventurada Virgen María del Río de la Plata y
Tucumán”. Con lo cual Fray Juan de Escobar vendrá de Roma investido del cargo de
primer Ministro Provincial de la flamante Provincia. Junto a él fueron designados
definidores , fray Luis Bolaños y Francisco de la Cruz por la parte de Paraguay y Río de la
Plata, y fray Baltasar Navarro y Miguel de San Juan por la de Tucumán. De ahí en más el
Paraguay caminará en Provincia, pasando la centralidad y el protagonismo, hasta entonces
mantenido por Asunción, a Buenos Aires. El convento de las Once mil Vírgenes de
Buenos Aires se constituiría en sede provincial. Es el convento en el que años después, el
11 de octubre de 1629, vendría a morir el apóstol fray Luis Bolaños, y Gabriel de la
Anunciación, aunque de éste no poseamos documento de su deceso.

La vida franciscana del Paraguay tomará caminos de maduración y fortalecimiento


a partir del Convento “madre” de Asunción, que no muchos años después, en vista de las
muchas solicitudes de ingreso en la Orden, concretamente el año 1649, abrirá noviciado

2
CORDOBA, Antonio, Sta. Clara, Orden franciscana en las Republicas del Plata, Buenos Aires, 1934, pág.
123.

3
propio. Quedaron como enclaves reduccionales franciscanos con casa conventual Itá,
Caazapá, Yuty e Itatí. Otras reducciones fueron cedidas al clero, entre ellas Altos y
Yaguarón y varias doctrinas de su evangelización. Los franciscanos escogieron acompañar
la odisea de Villarrica y los villarriqueños en sus diversos asentamientos obligados por los
bandeirantes de Jejuí, Curuguaty, Ajos, Itapé hasta establecerse definitivamente, pueblo y
convento, en las estribaciones del Yvytyruzú. Este convento de Villarrica, a partir de 1682,
pasando por la etapa de hospicio de Santa Bárbara, se convierte en el convento principal de
la región con escuela, noviciado, casa de formación, y un devoto templo dedicado a la
Inmaculada Concepción. Villarrica contaba a la sazón con una considerable comunidad
franciscana de doce o más frailes.

Mientras la Villarrica perseguida por los bandeirantes hacía su éxodo, uno de los
frailes que lo acompañaba, fray Buenaventura de Villasboa, con indios de la región, hizo la
fundación de San Isidro de Itapé en 1682. Es la última reducción del siglo XVII.

La austera y radical rama de los recolectos también se quiso hacer presente en


Asunción junto a los frailes de la descalzés y la observancia. La solicitud de su fundación
partió del Obispo José de Palos y, después de largos trámites se logró, que el año 1748 se
estableciese el Convento de recolectos con el nombre de Jesús María. En vista de las
muchas solicitudes de ingreso y la peculiaridad propia, también La Recoleta decidió erigir
su propio noviciado el año 1756.

El siglo XVIII tomará a la Orden franciscana del Paraguay pujante y con regular
vitalidad contando con más de 57 frailes, en su mayoría eran nacidos en la tierra, tan
solamente un diez por ciento eran españoles. La casa de Asunción, o el llamado “Convento
Grande” mantenía 33 religiosos el año 1787. Contaba Paraguay una buena calidad de
religiosos cultos y con un talla misionera a toda prueba. Al ser sometidos a destierro los
jesuitas el año 1767 los franciscanos asumieron la continuidad de diez de las reducciones
por ellos abandonadas. El Padre Fernando Caballero (Lector de Vísperas) y alguno más
ejercieron, incluso, de profesores de la Universidad de Córdoba en sustitución de los de la
Compañía expulsados por el Rey3.

Los nombres de los frailes de finales del siglo XVIII Miguel Méndez Jofre,
Antonio Bogarín, Pedro de Bartolomé, Tomás de Aquino, José Mariano Agüero, Justo
Cecilio Fleitas, Mariano Bordón, Matías Godoy, Cipriano Cañete, Fray Basilio López...
están vinculados a empresas apostólicas de envergadura, a muchos de ellos se les deben la
erección de la nuevas reducciones de: Nuestra Señora de Pilar, General Artigas (Cango-
Bobí) Eguilechigó, Nuestra Señora del Refugio, San Francisco Solano de Remolinos
(Villa Franca), San Antonio de los Tobas, Naranjay, San Pedro de Ycuamandiyu, Tacuatí,
San Francisco de Aguaray (Lima) y San Juan Nepomuceno. Con los Mbayaes, Ethelenoes,
Layanás, Mbocovíes, Guanás, Cainguas, Charavanás... Es una historia llamada a ser
descubierta y dada a conocer.

Estamos a las puertas de la independencia, inicios de 1800. Sin duda fueron años de
tensión no sólo en lo político sino en todos los órdenes para la vida religiosa en general, de

3
Idem, págs. 279-290

4
la que no pudieron liberarse los franciscanos. Los frailes de Paraguay tuvieron que romper
las relaciones con la Provincia y las autoridades de Buenos Aires y fueron obligados a la
exclaustración y la secularización. La institucionalidad quedó suprimida y con ello
desapareció el año 1824 la vida franciscana del Paraguay. Hay quienes murieron en la
cárcel, otros salieron al exilio, otros simplemente se secularizaron 4.

El siglo XIX, a consecuencia de la exclaustración, es decir a partir del año 1824


hasta 1882, sufrió cincuenta y ocho años de ausencia franciscana en la rama de los
O.F.M. Institucionalmente la Provincia del Paraguay fue declarada oficialmente inexistente
para la Orden el año 1863.

La Curia General mediante el Ministro General Fr. Rafael de Montículo, atendiendo


la solicitud elevada por el Visitador General y el Definitorio Provincial de Nuestra Señora
de la Asunción el 21 de enero de 1863, determinó que “vistas las razones alegadas en el
Congreso el 27 de julio resolvieron denominar a la Provincia - en lugar de “Provincia de
Ntra. Sra de la Asunción del Paraguay” “Provincia de la Santísima Asunción del Río de
la Plata. Dado en Roma, 11 de agosto de 1863” 5 De este modo culmina la primera época
franciscana de la llamada Paraguay y Río de la Plata.

No así de los adeptos de O.F.S. es decir, de los franciscanos seglares, quienes en


forma larval sin mayor organización jurídica, pero en carácter vivencial muy intenso
mantenían las brasas del franciscanismo, su saludo de “paz y Bien” su espiritualidad, sus
devociones, su forma de vida, las catequesis sencillas de moral social, son recordadas por la
memoria. De manera, que nada más hacerse presentes los de la primera Orden el año 1882
con fray Francisco Javier María González procedente de Tierra Santa y otros más venidos
de España se dieron a conocer y en poco tiempo, en el 1886, obtuvieron por su número e
importancia la erección canónica de la Vble. Orden Tercera, que, en meses más, eran
miles que reverdecieron nuevamente esa rama, que lejos de estar seca o muerta, estaba a
retoñar y florecer.

Y así el año 1882 se iniciaría una fase nueva del franciscanismo en Paraguay en
solitario que tendrá como centro nuclear de vida y proyección el nuevo Convento de San
Francisco y sus frailes, que se construyó entre las calles Herrera y Caballero y es el que
perdura con algo más de cien años hasta hoy.

A él vamos a referirnos en este escrito para recoger en una síntesis los hitos más
significativos que fueron generando tanto los frailes como el templo ocupado por cuatro
instituciones a lo largo de cien años que se cumplieron el 28 de octubre de 2001 –
Hablamos del templo y el convento de San Francisco de las calles Luis Alberto de Herrera
y Caballero.

Mirando esos Cien y pocos años desde la cima del año 2005, pocos se harán idea de
la fecundidad que ha desarrollado el Oratorio San Francisco, a través fundamentalmente
de sus, más que numerosos, calificados frailes; como también la dinámica de fe que han

4
Apuntes manuscritos del Padre ARGAÑARAZ
5
CORDOBA, Antonio Santa Clara, La Orden franciscana en las Repúblicas del Plata, pag. 316

5
suscitado los iconos de los santos allí venerados: San Francisco, San Antonio, la
Inmaculada Concepción, el Sagrado Corazón, San Francisco Solano, Ntra. Señora de la
Merced... Esas realidades son las que en páginas concisas ofrecemos a continuación.

I.- Los dos conventos precursores del actual San


Francisco de Asunción de 1901

1.1.- Primer Convento del barrio “Loma Karapä” ( La Chacarita)1585 – 1730.

Siendo este Convento actual de San Francisco de las calles Herrera y Caballero la
tercera edificación , parece obligado hacer un escrito preliminar y escueta composición
histórica de los dos conventos predecesores que tuvieron los franciscanos a lo largo de
cuatro y más siglos de su presencia en la evangelización del Paraguay.

Como muy bien dice Fray Antonio Santa Clara Córdoba, dejando otras
suposiciones, como las de Abrahán Argañaraz, los primeros frailes tanto Bernardo de
Armenta y Lebrón6, que arribaron el año 1540 a Asunción, como los varios franciscanos
aislados que precedieron a los ilustres apóstoles Alonso de San Buenaventura y fray Luis
Bolaños, llegados el 8 de febrero de 1575, no tuvieron una morada conventual que
pudiera llamarse convento. Los mismos, recién nombrados, tampoco se preocuparon de
construir un edificio y tomaron como método de vida la itinerancia y la precariedad
apostólica viviendo en pobreza y austeridad y retirándose, al mejor modo indígena y
franciscano, allí donde les sorprendiera la noche, o bien en las ermitas diseminadas en los
poblados cercanos a Asunción.

Fueron dos Custodios del Tucumán, que incluían en su mandato también las áreas
del Río de la Plata y Paraguay, y que tenían como Provincia madre la de los doce Apóstoles
de Perú, quienes tomaron la iniciativa y materializaron el primer convento franciscano de
Asunción. El iniciador fue Juan Pascual de Rivadeneira el año 1580, quien escogió el lugar
en las barrancas del río coincidiendo hoy al bajo de la calle Caballero, han quedado allí
recuerdos como “Ticu Tuya o San Francisco el viejo” o también “Punta Campanario” 7 y
fue fray Alonso de la Torre quien le dio la culminación a este primer convento el año 1585.
El documento que nos lo certifica con mayor precisión es el del informe del año 1618 del
Pbro. Pedro de Sierra y Ron: “ Les envió a llamar – a los padres Alonso de San
Buenaventura y Luis Bolaños – fray Alonso de la Torre, que entonces vino a esta ciudad,
que antes de él había comenzado – el convento de San Francisco - otro Custodio, su

6
Bernardo de Armenta en su segunda carta de 1544 habla de lo ocurrido con Alvar Núñez Cabeza de Vaca:
“...Públicamente decía, que donde no había oro ni plata, no había necesidad de bautismo, y defendía con tanta
instancia esto, que yo empecé a hacer una casa de doctrina, y no permitió que los indios de la tierra me
ayudasen ni la pude hacer en el pueblo de los cristianos, tuve necesidad que a dos leguas del dicho pueblo
entre los indios hice casa y roza”.
7
Duran E, Margarita, nombres que recuerda en sus narraciones orales y escritos.

6
antecesor fray Juan de Rivadeneira, que luego antes de acabar la obra, se fue a los reinos de
España a dar cuenta a su Majestad del estado de esta tierra”8.

Por su parte la Crónica del General de la Orden fray Francisco Gonzaga del año
1589, que mandó hacer inventario de los frailes y conventos de la Orden, notifica, que en
el Convento franciscano de Asunción - que “constructus perseverat” - habitaban cuatro
religiosos9. Colegimos que los frailes serían fray Alonso, fray Luis Bolaños, fray Francisco
Merino y fray Francisco Romano. Los nativos Juan Bernardo y Gabriel, por cuanto eran
sólo profesos temporales, no figuraban todavía en la estadística de la Orden, pero sí
podrían estar como corista (sic) Gabriel y como hermano lego (sic) fray Bernardo 10, o bien
en Asunción junto a su formador Bolaños, o en la reducción de Itá ya fundada en 1585.

La ubicación del Convento se conoce con bastante precisión: estuvo construido


sobre la ribera del Río Paraguay en lo que hoy es la Chacarita, más o menos a la altura del
Colegio actual de La Providencia. Y precisa Margarita Durán diciendo, que estaba
asentado en el barrio de nombre “Loma Carapá” concretamente entre las calles actuales
Caballero y México aproximadamente 11.

Este primer convento fue sede de muchos de los frailes que actuaron en la siembra
del evangelio de los siglos XVI y XVII. Contaba con escuela de primeras letras, y desde el
año de 1649 funcionó en él un noviciado, y por lo mismo se establecieron los estudios
para la formación de sacerdotes, o “pa´ira”. La comunidad habitual que vivía en sus muros
estaba compuesta por unos ochos o nueve sacerdotes y tres hermanos 12. Este convento de
Asunción fue el centro de la vida franciscana y de proyección apostólica en la ciudad y el
entorno y hacia las varias reducciones que mantenía la Orden.

Al constituirse en Custodia la región paraguaya-río-platense en 1597 y ser


nombrado fray Martín Ignacio de Loyola para ese cargo habrá sido esta casa su sede como
la de fray Francisco de Santa Cruz. Es casi seguro que el noviciado de fray Gregorio de
Osuna, nacido en Santa Fe, hecho bajo el magisterio de Luis Bolaños habrá sido en esa
humilde casa de la Chacarita hacia el año 1600.

Naturalmente dada la ubicación en el bajo de la ciudad, con el tiempo y los raudales,


fue sintiendo la influencia de las inundaciones, de manera que a principios del siglo XVIII
tanto la iglesia como el convento amenazaban ruina, por lo que se hubo de pensar en
trasladarlo a lugar más seguro, donde se construyó el nuevo y segundo convento San
Francisco.

8
MILLE, Andrés, Crónica de la Orden Franciscana en la conquista del Perú, Paraguay y Tucumán,
Buenos Aires, 1961, pág. 407.
9
CORDOBA, Antonio Snta. Clara, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires 1937, pág. 67. ORO,
Buenaventura, Fray Luis Bolaños, pág. 40.
10
TIBESAR, Antonio, Comienzos de los franciscanos en el Perú, Iquitos, 1991, pág.158. De ese modo
aparecen en la nómina de la Custodia de Tucumán Gabriel y Juan Bernardo.
11
DURAN, Margarita, Presencia Franciscana en el Paraguay, 1538-1824, Asunción, 1987, pág. 24.
12
CORDOBA, op. Cit. Pág. 71.

7
1.2.- El Segundo Convento y su ubicación ( sitio de San Jerónimo)
(para mejor inteligencia, frente a la hoy Plaza uruguaya, anteriormente
llamada PLAZA DE SAN FRANCISCO) 1730 – 1824

Para hacer la conexión con el nuevo convento redacto cuanto escribe Juan
Francisco Aguirre el año 1793: Los conventos (de Asunción) son tres: San Francisco, La
Merced y Sto. Domingo. La primera fundación ( del franciscano) es hoy parte del río, sus
lugares adyacentes se llaman Ticú-tuyá o Francisco el Viejo. El año 1736 se empezó la
fábrica del nuevo cuya iglesia se colocó en 17 de octubre de 1748. Había en este lugar una
capilla de San Roque.

El año 1706 mediante el Síndico del Convento Capitán Dionisio de Otazú se


presentó al Cabildo una solicitud en nombre de los religiosos para levantar un nuevo
convento e Iglesia de San Francisco en lugar más firme. Se pedía se les concediera el sitio
llamado de San Jerónimo, “por no haber otro asiento y lugar más a propósito que el
referido”. El sitio que llamaban de San Jerónimo estaba ubicado, dice Margarita, dentro de
las cuatro manzanas formadas hoy por las calles Iturbe, 25 de Mayo, México y Eligio
Ayala. También era utilizado por los frailes lo que hoy es la plaza Uruguaya. (Ver plano de
Félix de Azara de1786)13

Salvando las dificultades del lugar el Cabildo aprobó la solicitud de los


franciscanos. Para el año 1730 ya se habían instalado los frailes en el nuevo Convento San
Francisco, que se dio en llamar “de Los Angeles”, más comúnmente conocido como
“Convento Grande” o simplemente, San Francisco.

El convento franciscano jugó un papel preponderante en los años que le siguieron a


la fundación con la intervenciones comuneras de los años del 30 al 40. El año 1733 cayó
preso el síndico del convento, Don Andrés Benítez y se proveyó auto de embargo sobre sus
bienes. Los frailes recurrieron al gobernador y obispo franciscano comunero fray Juan de
Arregui. En 1738 el convento fue nuevamente rodeado por soldados cuando Manuel Otazú
obtuvo asilo político en su interior. Esta época de la exaltación comunera es azarosa para la
vida de los franciscanos, pero digna de estudio14.

Por noticias que proporciona Aguirre conocemos que la Iglesia conventual fue
inaugurada el 17 de octubre de 1748, que el mismo estaba ubicada en la parte del poniente
de la ciudad, en la actual calle Iturbe entre 25 de Mayo y Eligio Ayala, por su parte el
convento tenía su fachada principal sobre la calle México y en su frente estaban la
ranchería de la servidumbre y los corrales de animales. (Ver plano topográfico del año

13
DUARTE DE VARGAS, Alberto, Cartografía Colonial Asuncena, Asunción, 2001, pág. 45.
14
RIVAROLA, Juan Bautista, La ciudad de Asunción. La cédula real del 12 de septiembre de 1537.
Asunción 1952. Un capítulo de la historia que debe ser estudiada. Son nombrados como comuneros: fray
Armenta, Mons. Bernardino de Cárdenas, Mons. Arregui, que fueron nombrados los dos últimos
Gobernadores. Cuando es ajusticiado Antequera y Castro en Lima, también fallecen tres franciscanos que
salen a querer defenderlo. Un cuadro alusivo al suceso de la Casa de la independencia lo recuerda. Ver
pág. 192 y ss.

8
1869. “Presencia franciscana” pág. 4915 y Cartografía Colonial Asunceña, de Alberto
Duarte de Vargas, de 1786, pág. 46).

El mismo Aguirre refiere que por los años de 1740 el convento se componía de 12
religiosos, en 1784 tenía 24 personas de comunidad, y hoy llegan a 40. Lo cual coincide
con lo que datan las estadísticas de la Provincia. Según ellas: en la tabla Capitular de 1787
este convento de la observancia tenía más de treinta frailes en su recinto entre sacerdotes
(20), coristas – estudiantes de teología (6) y hermanos legos (7) de ellos veintiséis eran
indianos o nativos y el resto – seis - españoles.

El Dictador Francia exclaustró a los religiosos mando cerrar sus puertas en


septiembre del año 1824. Anteriormente el 1820 sus religiosos fueron trasladados al
convento de la Recolecta y el convento San Francisco fue convertido en cuartel. El año
1824 también la Recoleta y Santa Bárbara de Villarrica sufrieron la misma
suerte. .Expropiados los conventos los frailes fueron forzados a secularizarse.

El año 1842 en tiempos de Carlos Antonio López, mientras estaba en construcción la


Catedral, la Iglesia de San Francisco fue convertida, provisoriamente en Iglesia matriz, en
“ catedral”.

La mayoría de los franciscanos estuvieron comprometidos con la causa


nacionalista, como fr. Fernando Caballero, Lector de Prima en la Universidad de Córdoba y
tío del Dr. Gaspar Rodríguez de Francia. Hubo también, principalmente españoles y
argentinos quienes se mantuvieron con la parte contraria por lo que fueron apresados y
algunos expulsados del país16 .

De la época de la Guerra de la Triple Alianza (1865-70) se dice del Convento:“Ya


en Asunción los prisioneros fueron conducidos al Cuartel de San Francisco ( ubicado en la
que fuera la gran manzana de cuatro cuadras cuadradas encerrada entre las calles Iturbe, 25
de Mayo, México y Presidente Franco) Es decir que entonces el ex - convento sirvió
también de Cárcel y Hospital de sangre” 17. El presbiterio fue traslado íntegramente a formar
parte del presbiterio de la catedral al igual que algunas de sus imágenes. 18

SEGUNDA PRESENCIA FRANCISCANA


AÑO 1882- Época Independiente

15
DURAN, Margarita
16
Un Manuscrito de fray Abrahán Argañaraz, relata los sucesos de este período. (Salas)
17
“Lope ára pe guare..” Historias secretas del Paraguay, pág. 530.
18
DISEÑO de Félix de Azara de este segundo convento en el marco de la ciudad de Asunción del 1786.

9
1. .3.- Tercer Convento: CIEN AÑOS del actual San Francisco.-
Herrera, 363 y Caballero – Erección en 1901...

Aunque en realidad fue en el 1882, que después de 58 años de ausencia, se habían


hecho presentes los franciscanos en el Paraguay Independiente, fue el 28 de octubre del
año 2001 que este actual tercer Convento y Oratorio San Francisco de Asunción cumplió
CIEN AÑOS de su edificación y de irradiación de vida. En la ocasión no se le dio mucha
notoriedad ni destaque al evento. No obstante la poca promoción, el suceso de los 100 años
se merece una memoria más señalada, recordando a sus agentes, que pertenecieron a cuatro
entidades Franciscanas distintas. Fueron los constructores del tercer convento y el templo
actual de San Francisco de Asunción, y durante su presencia se suscitaron diversas
cofradías que actuaron al servicio de la Iglesia y de la sociedad paraguaya.

Tanto la historia de la nueva realidad paraguaya como la de la presencia franciscana


hay que ubicarla en dos épocas, la de la Colonia 1538(Conquista) y la de la Independencia
paraguaya 1882. La primera franciscana que va desde el Custodio fray Bernardo de
Armenta que vino a establecer la Custodia del Nombre de Jesús en nombre de la Orden en
1538, y se prolongó hasta la exclaustración de la vida religiosa del Paraguay el 1824 por
imperativo del dictador Francia, y la otra, de la era Independiente, desde 1882 hasta el
dos mil y tantos, es decir, hasta nuestros días. Es la del centenario y nuevo milenio.

Dentro de ese marco, la Custodia de Cantabria del Paraguay o, en la actualidad, la


de Fray Luis Bolaños, es la que en nombre de la actual Provincia de Arantzazu, luego de
tres Comisarías de Tierra Santa sucesivas, tomó el año 1938 la seña del relevo y la
responsabilidad de la continuidad y del mantenimiento, y la va sosteniendo aún, a la espera
de que pronto florezcan las semillas nativas.

Parece de justicia ofrezcamos una reseña de los sucesos más sobresalientes que lo
encuadren y queden como recuerdo para la historia. Naturalmente la hacemos desde que el
año 1882 ocurriera el nuevo regreso post –independiente, luego de 58 años en que la
cadena franciscana estuvo rota y ausente debido, a lo que hemos llamado, la exclaustración
del Doctor José Gaspar de Francia. Iniciamos presentando en breve las varias instituciones
que cumplieron esos sucesos. Pero previamente a los actores voy a referirme a los tres
conventos- templos San Francisco de las dos etapas.

2.- CUATRO INSTITUCIONES FRANCISCANAS


1882 – 2005
Al hablar de actores de esta segunda presencia de la era Independiente y cien años del
ORATORIO SAN FRANCISCO estoy refiriéndome a las entidades que durante esa época
representaron a la Orden en Paraguay, hicieron presencia viva por algún tiempo dejando sus

10
huellas en variedad de actividades. Han sido cuatro instituciones de la Orden los que
durante esos cien y más años se han hecho responsables del sostenimiento y crecimiento
del Convento y el Templo San Francisco con sus peculiaridades. Las tres primeras,
concretamente desde 1882 hasta el año 1938, con solamente la sede de San Francisco de
Asunción como único convento, por más que fueron agentes abiertos a toda la extensión del
Paraguay y se abrieran en dos vertientes especialmente: la Obra de Tierra Santa y su
propagación y por otra parte la Orden franciscana Seglar, que entonces se denominaba la
Ven. Orden Tercera. Las entidades que cubrieron esa etapa fueron:

1.- La Comisaría de Tierra Santa de Jerusalén (1882 – 1897)

2.- La Provincia de San Gregorio de España, (1899- 1923)

3.- La Provincia Nuestra Sra. De la Asunción de Argentina (1923 – 1937)

4 .-La Provincia de Cantabria (hoy de Arantzazu) que recibe el relevo en 1938 y


persevera hasta hoy. Cantabria y sus frailes abrieron el campo de sus actividades a otras
poblaciones como Villarrica y Guarambaré con sus entornos y se dedicaron a nuevas
formas de apostolado sobre todo de tipo rural. Esta Custodia que se llamó primeramente
Custodia de Cantabria del Paraguay, pero más tarde se denominó CUSTODIA FRAY
LUIS BOLAÑOS es la que perdura hasta HOY y trata de llevar a cabo como
prioridad preferente la presencia franciscana y la implantación de la Orden.

2.1.- PRIMEROS ACTORES

NOMINA de los Frailes pertenecientes a Tierra Santa de Jerusalén, año 1882 a 1897

 Fray Javier María González (1882- 1897)


 Fray Ramón Sánchez (1890- 1897)
 Fray Miguel Codinach (1897- 1899)

Estos tres frailes fueron los primeros que, después del largo período de ausencia de
frailes menores en Paraguay, es decir desde 1824 de la exclaustración dictada por el Dr.
Gaspar Rodríguez de Francia, llegaron el año 1882 y se mantuvieron hasta 1897.

A Fray Javier María se le debe la formalización de la nueva presencia franciscana, la


adquisición del terreno en la calle Luis Alberto de Herrera, los permisos pertinentes del
entonces Administrador Diocesano Claudio Arrúa para la erección de un Oratorio Público y
la Comisaría de Tierra Santa y la reorganización de la Tercera Orden el año 1894.

Es sabido que fue la Comisaría de Tierra Santa la que tomo la iniciativa de ese envío y
que el P. Javier María, a la hora de recibir la obediencia, por más que originariamente era
fraile perteneciente a la Provincia de Santiago de Compostela en España, era Guardián de la

11
casa de Nazaret. El año 1886 regresó a Palestina, pero por nuevo nombramiento del
Ministro General tuvo que volver al Paraguay y lo hizo a fines 1890.

El P. Javier en su segunda venida trajo otro miembro de su misma Provincia el


hermano postulador Fray Ramón Sánchez. El recorrido de pueblos e inscripciones para la
limosna de Tierra Santa que hizo este hermano es de admirar. Casi no queda lugar que
haya visitado y no lo nombre, distribuyendo a su paso la hojita con la consigna “Da
cristiano una limosna” etc. para los Santos Lugares.

Al despedirse en febrero de 1897 el Padre Javier M. González, quedó en solitario el


Hno. Ramón por unos meses más. Al cabo el Ministro General nombró como Comisario
interino al tercero de los miembros P. Fidel Codinach, quien tampoco se mantuvo por
muchos meses, pues a fines de ese mismo año de 1897 se retiró. Aunque tuvo que regresar
al Paraguay por orden del Comisario de Buenos Aires P. Federici, pero fue por pocos años
más, pues anciano ya, dejando la Comisaría al cuidado de la familia del español Sr. Nabor
Álvarez, viajó a España donde falleció poco después. El escrito de Fray Antonio Vázquez
deja esta referencia de su actuación final. “ De suerte que el P. Codinach actuó en ésta,
como Comisario interino, desde mayo(más o menos ) de 1897 a septiembre de 1899; y
como Comisario general efectivo, desde la última de las fechas anteriores hasta el 7 de
marzo de 1900”.

2.2.- LA SEGUNDA PRESENCIA .- De la Provincia de San Gregorio-España

NOMINA de los Frailes de la Provincia San Gregorio: Año 1899 – 1923.

 Fray Pantaleón de la Fuente 1899-1914


 Fray Juan Mate 1899 - 1907
 Fray Pedro Parra 1899-1914
 Fray Víctor Varona 1901, permaneció en Paraguay hasta su muerte en 195120
 Fray José María Moraleda 1909-1914
 Fray Antonio Vázquez 1909- 1923
 Fray Mariano Oliva 1909 + 10-10- 1922 (inhumado en la Recoleta de Paraguay)
 Fray Eduardo Barbacid 1916- 1923

Gracias a la crónica escrita por el P. Antonio Vázquez, quien dejó un memorando,


evocando sintéticamente año por año hasta su despedida en el 1923, podemos hacer
memoria de las huellas más sobresalientes de estos 24 años en los que actuaron los ocho
frailes de la Provincia de San Gregorio21.

20
VICTOR VARONA, que llegó entre los miembros de la Provincia de San Gregorio, vivió luego con los
frailes de Argentina e incluso con los de Catabria o Fray Luis Bolaños. Era el organista del Oratorio San
Francisco.Muy estimado por su sencillez y habilidades musicales con el arrmonio y la flauta.
21
VAZQUEZ, fray Antonio, CRÓNICA de esta época de los frailes de San Gregorio. Manuscrito, año 1889
– 1923. A él se le deben las MEMORIAS que conservamos de los orígenes de esta segunda fundación .Se le
ve un religioso honesto, organizado y de mucha responsabilidad.

12
El P. Pantaleón de la Fuente había hecho ofrecimiento al Ministro General para servir
en algunas de las Repúblicas de Sudamérica y recibió la obediencia para el servicio de la
Comisaría de Tierra Santa del Paraguay. Arribó trayendo consigo dos cofrades más Fray
Juan Mate y Fray Pedro Parra el 15 de octubre de1899.

Nada más llegar inició la construcción del Oratorio, el 30 de mayo de 1900 bendijo y
colocó la primera piedra el Obispo Juan Sinforiano Bogarín, que estuvo terminado el 28
de octubre de 1901. Se añadieron varias habitaciones más a la Casa recibida de la anterior
gestión. A estas obras de Pantaleón de la Fuente nos referiremos más en detalle en el
capítulo que sigue.

En este tiempo se organizó con todos los reglamentos y libros exigidos, el de la


Tercera Orden, el libro de Actas de la Tercera Orden Franciscana tiene su inicio el 19 de
noviembre de 1901, pero no solo en Asunción sino también las que fueron erigiendo y
asentando con datos en Caazapá, Borja, Quiindy, etc. Igualmente, el P. Pantaleón
estableció en muchos pueblos la “Confraternidad de la Obra de Tierra Santa”.

Aunque ya estaban los miembros de San Gregorio desde 1899, sin embargo recién el 8
de noviembre de 1906 es que la Comisaría quedó jurídicamente a cargo de la Provincia de
San Gregorio por encargo expreso de la Curia General, siendo General Fr. Dionisio
Schuler22.

En mayo del año 1914 dejaron el Paraguay los padres Pantaleón de la Fuente y Pedro
Parra, depositando en manos de Fray Antonio Vázquez los libros y la responsabilidad de su
conducción. El título de Comisario General expedido por el Ministro General Pacífico
Monza le llegó a fray Antonio en enero de 1915. Le quedaban como acompañantes de la
fraternidad los Padres Varona, Barbacid y el Hno. Mariano Oliva.

El alma mater de las varias obras y muchas de la actividades que se pondrán en marcha
durante este tiempo será el P. Antonio Vázquez. Se puede constatar que era un religioso
organizado y responsable en todo cuanto emprendía. La misma Crónica de la que
extractamos estos sucesos se debe a su pluma23

Una fecha que quedará marcada como fecunda y trascendente en la vida del Oratorio es
la fiesta de San Antonio del año 1918, pues en ella se establecieron las Asociaciones de la
“Pía Unión de San Antonio” y de la “Juventud Antoniana” con las autorizaciones debidas
y los Estatutos aprobados del General de la Orden y la Curia Eclesiástica.

Según consta en el libró de Crónica página 80 Documento N° 32 por circular del


Custodio de Tierra Santa P. Fray Ferdinando Diotallevi se ordenaba Consagrar todas las

22
Crónica de la Comisaría de Tierra Santa págs. 54 y 55.
23
Hay que dar un reconocimiento especial a este benemérito y organizado fraile Antonio Vazquez. A él se le
deben tres escritos fundamentales mediante los cuales podemos asentar bastantes datos de este período: Libro
Datos Históricos de esta Comisaría( o Crónica) págs 3-29; Libro de Asiento de los Documentos más
importantes con ella relacionados pág 51- 90; El libro de Inventarios- diversos.

13
Casas pertenecientes a Tierra Santa a San Antonio de Padua. El Acta N° 33 da noticia de
la Dedicación y Consagración de esta Comisaría a San Antonio de Padua24.

Con las dos cofradías Antonianas y la Tercera Orden se aplicó al apostolado de la


catequesis, el Pan de San Antonio, la pastoral en ayuda de lo afectados por la peste griposa,
etc. En el transcurso del año 1919 inició la construcción de un panteón en el cementerio
para los hermanos terciarios, visitó las hermandades, mejoró la biblioteca con libros
selectos, participo en muchas fechas nacionales... El año 1922 presentó la renuncia al
comisariato el P. Antonio Vázquez. El 9 de octubre fallecía en el Hospital Nacional el
Hermano Mariano. Sería sepultado en el panteón franciscano de la Recoleta.

ANEXO
CRÓNICA DE LA COMISARÍA DE TIERRA SANTA - 1882 – 1923
MANUSCRITO DE FRAY ANTONIO VAZQUEZ
COMISARIA DE TIERRA SANTA DE ASUNCION

II.- DATOS HISTORICOS SOBRE LA COMISARIA DE TIERRA SANTA de


ASUNCION – Después de la guerra de la TRIPLE ALIANZA – año 1882 llega Fray
Javier María González se hace cargo por varios años - hasta 1897 - de la Comisaría.
Le dio continuidad la Provincia de San Gregorio con Pantaleón de la Fuente y frailes
de esa Provincia – año1899 - hasta el año 1922 .- Crónica del Padre Antonio Vázquez
de la Provincia San Gregorio Magno de Filipinas hasta que la Curia Generalicia
transfiere la responsabilidad de la Comisaría a la Provincia de la Asunción del Río de
la Plata – marzo de 1923.

Terminada la guerra del Paraguay con la Triple Alianza en 1870, comenzaron a llegar por
aquí los hermanos Colectores de Tierra Santa, pertenecientes a la Comisaría de Buenos
Aires; pero su estadía en el Paraguay era transitoria; recorrían colectando limosnas la
capital y algunos pueblos importantes de la República y se retiraban luego a Corrientes, o a
Buenos Aires. De estas visitas periódicas de los franciscanos al Paraguay apenas ha
quedado memoria: ni los nombres de los hermanos que venían se recuerdan.

En 1882 aparece ya en Asunción, no un hermano lego Colector, sino el P. Fray


Rdo. Francisco Javier María González, español, alumno de la Provincia de Santiago
de Compostela. Hallándose este Padre de Guardián en el Convento de Nazaret, (Palestina),
fue enviado por los superiores al Paraguay, con las facultades y prerrogativas de Comisario
General de Tierra Santa en esta república, independiente absolutamente de la Comisaria de
Buenos Aires.
24
CRÓNICA de la Comisaría, pág . 80.

14
Como entonces no había Convento franciscano en Asunción (el Dictador Francia
había transformado unos y demolido otros) ni Comisaría de Tierra Santa, se hospedaban en
casa de la piadosa señora Ana Loizaga, viuda de Padín. Permaneció en Paraguay hasta el
año 1886, año en que salió de aquí, sin dejar constancia alguna de su actuación de
Comisario. Regresó a Palestina, donde residió hasta fines del año 1890, en que fue
nombrado nuevamente por el Rvmo. Padre Ministro General Comisario de Tierra Santa en
el Paraguay; y vino a ejercer su cargo por segunda vez, a principios de 1891. (Véase
también Acta Ordinis, número de enero de 1892 en la sección Religiossi Ordinis Nostri in
Missiones Profecti)

Es de suponer que, durante la ausencia del Padre Javier vendría por aquí de vez en
cuando, algún hermano Colector de la Comisaría de Buenos Aires. De ello no hay
constancia.

Como lego Colector a las órdenes del Padre Javier aparece ya en 1891 el hermano
fray Ramón Sánchez. No sé si vino con aquel de Europa, o fue mandado después: En el
número citado de Acta Ordinis no se da más que el nombre del P. Comisario . Fray Ramón
Sánchez era de la misma Provincia religiosa que el P. Javier.

El 8 de marzo de 1892 compró el P. Javier a la señora Luisa Magelos un terreno


baldío, situado en la calle Bermejo (hoy Luis Alberto de Herrera) esquina a la de Caballero,
con el fin de edificar en él la casa Comisaría de Tierra Santa. Este terreno costó tres mil
pesos, m. n. según la escritura. No consta aquí ( acaso consta en los libros de cuentas de la
Procuración de Jerusalén) con qué dinero pagó este terreno; la misma señora Isabel Padín
de Russo, hija de la señora en cuya casa se hospedaba el P. Javier, afirma que lo pagó con
dinero que le había donado en España una su hermana (del P. Javier); pero es de suponer
que también invertiría en dicha compra los fondos que tuviera de Tierra Santa.

Las dimensiones del terreno comprado por el P. Javier eran las siguientes: Calle
Bermejo (Luis A. de Herrera), metros de longitud 33,50; Calle Caballero mtrs. 33,50; N.E.
o linderos de las hermanas Fernández, mts. 34,70; N.O. o linderos de Cristóbal Peris, mts.
33,40.

En 1894, según la citada señora Isabel Padín de Russo el maestro de obras, Señor
Cristóbal Peris (padre) había terminado la construcción de las cuatro habitaciones y el
corredor que hay al frente de la calle Luis Alberto de Herrera (antes Bermejo) que fue lo
único que se edificó por orden y a cuenta del P. Javier. Tampoco se sabe cuánto montó el
costo de esta edificación, ni con qué dinero se pagó. La señora de Russo, ya mencionada,
que ayudaron mucho al P.Javier colectando fondos para la obra, las señoritas, Asunción
Guanes, Teresa Loizaga, y la señora Loizaga de Padín, mamá de la informante; de donde se
deduce que también el P. Javier pudo poner algo de su parte; que sería lo que hasta
entonces hubiera colectado para Tierra Santa, y lo que hubiera economizado de las misas,
sermones y demás trabajos particulares.

Se supone que el P. Javier obtendría limosnas del Rvmo. Padre General para la
edificación de la casa y para establecer en ella la Comisaría de Tierra Santa: no consta en

15
ninguna parte. Así como tampoco consta, o con licencia verbal o presunta. Lo que tampoco
consta si fue con licencia in scriptis de la Curia Eclesiástica de esta capital, o con licencia
verbal o presunta. Lo que sí consta por escrito (cuyo documento transcribiré después) el
permiso que el P. Javier obtuvo en 1894 del entonces Administrador Diocesano (sede
vacante) presbítero Claudio Arrúa para la erección del Oratorio Público en esta Comisaría y
la organización de la V. O. Tercera.

Efectivamente: terminada la casa , el P. Javier habilitó para Oratorio privado la


última de las cuatro habitaciones de la misma, que es la que hoy hace de sala de recibo; y
viendo eran muchos los fieles que asistían a los oficios, que en ella celebraba, y muchas
también las persona que aisladamente habían tomado el santo hábito de la V.O. Tercera,
solicitó de la Curia Eclesiástica, declarase Oratorio Público el que hasta entonces había sido
privado. Y el Sr. Administrador diocesano, a 11 de julio de 1894, expidió el Decreto de
Oratorio Público a favor del pequeño Oratorio de esta Comisaría.

Aunque uno de los propósitos que alegó el P. Javier, al pedir la declaración de


Oratorio público en esta Comisaría, era organizar la V.O. Tercera, parece que no pudo, o
no tuvo tiempo suficiente para organizarla bien; pues cuando salió de Comisario, no dejó
libro ninguno de novicios, ni de profesos; y la mayoría de los que él diera el hábito y la
profesión ningún comprobante poseían; tanto que cuando el P. Pantaleón de la Fuente tomó
posesión de la Comisaría y emprendió la obra de organización de la V.O.Tercera, tuvo que
investir de nuevo el santo hábito y hacer profesar a muchos que ya se tenían por Terciarios
recibidos por el P. Javier, y no se les reconoce como tales por no presentar comprobante
digno de crédito y por obstinarse en no querer recibirse de nuevo.

En lo tocante a los intereses de Tierra Santa, no cabe duda de que tanto el P. Javier
como su digno compañero fr. Ramón trabajaron muchísimo. En algunos de los libros de la
Hermandad de Jerusalén se les da fecha de diciembre de 1891; pero generalmente las
inscripciones y anotaciones de Hermanos datan de los años 1892 y 1893. Al finalizar este
año, el hno. Fray Ramón había recorrido ya casi todos los pueblos de la República. En los
libros se encuentran nutridas listas de Hermanos de Jerusalén con letra de Fr, Ramón de las
poblaciones siguientes: Asunción, San Lorenzo, Luque, Capiatá, Itá, Ytauguá, Tobati,
Villeta, Villa Franca (hoy Alberdi), Villa del Pilar, Paraguarí, Acahay, Carapeguá,
Tavapuy, Quiindy, Caapucú, Villa Florida, Villa Rica del Espíritu Santo, Mbocayaty, Ajos,
Caaguazú, Carayao, Capilla Borja, Itapé, Yuty, Hiaty, Ybytimí, San José de los Arroyos,
Villa Concepción, Belén, Villa San Pedro, San Estanislao, Caacupé, Altos, y otros muchos
lugarcitos, que aquí llaman Compañías, pertenecientes a algunos de los pueblos anteriores;
lo que demuestra que la acción del P. Javier y de su compañero en lo concerniente a Tierra
Santa, fue intensa: se extendía también a Formosa y Resistencia poblaciones de la
República argentina.

En los libros de caja de esta Comisaría ( que aún se sigue en esta fecha 1922) el
cual fue abierto por el P. Javier en 1894, consta el monto de las limosnas colectadas para
tierra Santa en aquellos años las cuales convertidas a oro se mandaban a Jerusalén.

Como medio de propaganda de la Hermandad de Jerusalén y de adquirir donativos,


además de la predicación, usaba el P. Javier un pliego impreso, en cuya primera hoja,

16
después de los dos cuartitos “Da cristiano una limosna” etc. hacía una reseña histórica de
los Lugares Santos, y lo mucho que ha costado y cuesta su conservación para el orbe
católico a los franciscanos; explicaba las gracias espirituales que disfrutan los Hermanos de
Jerusalén y bienhechores de T. Santa, y cuantos poseyesen objetos devotos bendecidos en
el mismo Santo Sepulcro, y terminaba con la patente de Hermandad o declaración de
Hermano de la “Pía Obra de Jerusalén” a quien se inscribía como tal comprometiéndose a
dar cada año la limosna o luminaria de un peso moneda nacional. – En la segunda hoja,
bajo el epígrafe: “Bendición especial concedida por la Santa Sede a los Bienhechores de
Tierra Santa” explicaba la Bendición Apostólica concedida por S.S. León XIII a los fieles
que contribuyeran con sus oraciones y limosnas al sostenimiento de los Santos Lugares.

La actuación del P. Francisco Javier María González al frente de esta


Comisaría duró hasta el 6 de febrero de 1897; fecha en que remitió a Jerusalén los
fondos que tenía de Tierra Santa y se trasladó a España, a uno de los conventos de su
Provincia ( Santiago de Compostela). Se supone que haría esto con previa licencia del Rvdo
Ministro General: no consta. Tal vez saliera con la licencia presunta nada más, pues ( se
dice, que cuestiones que tuvo con la Curia Eclesiástica, le obligaron a salir
precipitadamente).

00000000000000000000000000000000000

Quedó solo en esta Comisaría el hermano Ramón. Mas, pocos meses después, llegó
a esta procedente de la Comisaría de Buenos Aires, el R.P. fr. Fidel Codinach, mandado por
el Rdmo P. General fr. Luis de Parma, como Comisario Interino. Este padre trabajó unos
cuantos meses aquí colectando limosnas, y a fines del mismo año 1897 regresó a Buenos
Aires con el Hno. Ramón, dejando la casa Comisaría al cuidado de la familia del español
Sr. Nabor Alvarez. El hermano Ramón desde B. Aires pasó a Palestina.

Conocedor el Rvmo P. General de lo que pasaba en esta Comisaría, escribió al


Padre fr. Leonardo Federici, Comisario de Tierra Santa en Buenos Aires ordenándole que
cuidase también de la Comisaría del Paraguay, hasta que él la proveyese de Comisario; y el
P. Federici mandó entonces a esta al mismo que había abandonado, al P. Fidel Codinach,
escribiendo al mismo tiempo al Rvmo P. General que le nombrase Comisario efectivo de
Tierra Santa 3en el Paraguay, como así lo hizo el Rvmo el 18 de agosto de 1899.

El P. Codinach, anciano ya, no se creyó con suficientes fuerzas para llevar la carga
de Comisario de Tierra Santa en el Paraguay y elevó inmediatamente la renuncia de dicho
cargo ante el Rvmo Ministro General, quien nombró luego Comisario en el Paraguay al
Rdo. Padre fr. Pantaleón de la Fuente, que pocos meses antes había llegado a esta
República. Hízose éste cargo de la Comisaría con los fondos que en ella había ($
4.000,m.n.) el 7 de marzo de 1900 y el P. Codinach se retiró a España, en donde poco
tiempo después falleció en casa de una hermana suya; pues era un religioso exclaustrado y
no se había afiliado a ninguna Provincia religiosa.
De suerte que, el P. Codinach actuó en ésta, como Comisario Interino, desde mayo (más o menos) de 1897 a setiembre de
1899; y como Comisario general efectivo, desde la última de las fechas anteriores hasta el 7 de marzo de 1900.

17
De las limosnas por el colectadas, y de la opinión pública se infiere que trabajó
también mucho, como Colector y como Comisario por los intereses de Tierra Santa; pero
no hizo mucho caso de la V.O. Tercera, fundada por el P. Javier ni de la Comisaría. Se
ausentaba con frecuencia a la Argentina, y en las temporadas que pasaba en esta República,
se ocupaba en recorrer los pueblos de campaña: de la casa cuidaba la familia del español
antes mencionado.
$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$

00000000000000000000000

El P. Pantaleón de la Fuente, a quien Codinach entregó la Comisaría, era hijo


de la Provincia de San Gregorio Magno de Filipinas, y había estado treinta años en
estas Islas de misionero y de Cura Párroco. En 1899, estando en España, se había
ofrecido al Rvmo P. General para servir a la Orden en alguna de las Repúblicas de Sud
América; y el P. General le destinó al Paraguay, al servicio de la Comisaría de Tierra Santa
en Asunción con otros sacerdotes de la misma Provincia franciscana, fr. Juan Maté y fr.
Pedro Parra que habían presentado igual ofrecimiento al P. General. Llegaron a Asunción
el 15 de octubre de 1899, y como el P. Fidel Codinach había presentado su renuncia de
Comisario, fue nombrado para sucederle el referido Padre Pantaleón, quien tomó posesión
de su cargo en la fecha ya indicada.

Luego que este P. Comisario entró en el ejercicio de su cargo, amuebló


convenientemente las habitaciones de la Comisaría que de todo se hallaban desprovistas
pagando los gastos con dinero que les había sobrado de su viaje y de el de los religiosos que
con él vinieron, dado generosamente por la Provincia de San Gregorio.

Concibió también el noble proyecto de la edificación de una Iglesia en el terreno de


la Comisaría , al noroeste de la misma y la llevó pronto a la práctica. El 30 de mayo del
mismo año 1900, bendijo y colocó solemnemente la primera piedra el Ilmo. Sr, Obispo
Don Juan Sinforiano Bogarín, y en el mismo acto consagró la campana para la futura torre,
pues había llegado ya, siendo padrinos en ambos actos don Francisco Villamil y su señora
doña Silvia Cordal de Villamil. El 24 de diciembre de aquel año el Maestro de obras, Sr.
Cristóbal Peris, encargado de la edificación, había construido ya lo principal del templo, es
decir, las paredes y el techo; tanto que en la noche de aquel día se celebró en él la misa
solemne de Navidad con altar improvisado; y la obra quedó terminada, abriéndose la Iglesia
definitivamente al culto el 28 de octubre del siguiente año 1901. El pueblo continuó
llamando a esta nueva Iglesia “Oratorio Franciscano” y así se la conoce hasta el presente.
El día que se abrió definitivamente al culto fue bendecida solemnemente por el Ilmo Sr.
Obispo Diocesano Monseñor Bogarín, asistido de todo el Clero secular y regular de
Asunción. Consta esto en los datos que ha dejado en el inventario el P. Pantaleón y también
por el testimonio verbal de personas que lo recuerdan; pues parece que ni de la bendición
del templo después de terminado ni de la bendición de la primera piedra y consagración de
la campana se levantó Acta alguna testimonial: en el archivo de esta casa no aparece.

18
La campana aludida es la que hoy existe en la espadaña del frente de la Iglesia y fue
donada por la señora Angela vda. de (no se lee) madre de los Battilanas que hoy viven en
Asunción.

Las dimensiones de la Iglesia eran las siguientes: longitud 33 mts. y 40 cmts.


incluso el atrio; latitud 9 metros, altura hasta la bóveda 10 mts.

En un principio los altares fueron muy ordinarios y desprovistos de imágenes: el


retablo del altar mayor con la imagen de N.P. San Francisco se colocaron en 1904 traídos
de Valencia (España); y en 1906 llegaron también de Valencia y se colocaron las dos
laterales: la imagen de la Purísima fue también fabricada en Valencia, pero la imagen de
San Antonio es procedente de Barcelona. Las otras imagencitas de San José, del S. Corazón
de Jesús en el altar de la Purísima y las de San Buenaventura y el Corazón de María en el
altar de San Antonio parece que fueron fabricados en Valencia.

También por esta época más o menos, se colocó en el altar mayor, al lado del evangelio, la
imagen de San Francisco Solano: es la misma que siempre tuvo en su casa el Mariscal
Francisco Solano López, y la que se honraba tanto en tiempo de dicho Mariscal,
trayéndola y llevándola por las calles de Asunción, un mes antes y otro después de su día.
¡Cuántas cosas habrá presenciado esta imagen¡... En tiempo de la guerra con la Triple la
llevaba consigo el Mariscal; y al huir hacia el Alto Paraná la dejó en Piribebuy. En esta
población la recogió Dña Dolores de Barreto y la trajo a la capital, dándola a esta iglesia
luego que se construyó. La imagen de San Luis rey de Francis que está en la hornacina del
lado de la epístola haciendo juego con la anterior, se colocó el año 1920, a instancias de los
Hermanos Terciarios, hasta este año había ocupado igual lugar la imagen de San Miguel
Arcangel.

Luego que se terminó la Iglesia, construyó también el P. Pantaleón cuatro habitaciones


con su corredor, en el fondo de la Comisaría por el nor-este, formando ángulo con la
Iglesia, y la más próxima a ésta la habilitó para Sacristía, que desapareció después cuando
se hizo la sacristía actual. Construyó además otro aljibe en el patio o jardín de la Comisaría,
y sustituyó el piso de ladrillo que tenían las habitaciones antiguas por el de baldosín fino de
porlan que ahora tienen.

Todas estas obras y todo el ajuar de Iglesia y sacristía, como retablos, imágenes,
puertas, barandas de hierro, bancos, púlpito, confesonarios, una araña, Vía –crucis,
Custodia, casullas, capas, dalmáticas, albas, cruz procesional y ciriales, cálices, incensario,
navetas, vinajeras, casi todo en fin, de lo que hoy existe para el culto y consta en el
inventario con letra del P. Pantaleón, costaron doscientos mil pesos paraguayos ($200.000);
los cuales obtuvo dicho Padre del modo siguiente: De suscripciones y colectas que se
hicieron en Asunción para este fin, cincuenta mil trescientos cuarenta y ocho pesos y
veintisiete centavos ( $ 50. 348, 27) de los fondos de Tierra Santa con licencia del Rvmo.
Ministro General, cien mil pesos ($100.000) y de estipendios de misas, sermones y trabajos
particulares de los religiosos cuarenta y nueve mil seiscientos cincuenta y dos pesos
($49.652) Usase inventario, pag. 4.- Las principales personas que contribuyeron con largas
limosnas fueron Doña Dolores Sión de Pereira, Dña Ana Loizaga de Padín, y las señoritas
Natividad Iturburu, Asunción Guanes y Teresa y Luisa Loizaga.

19
En 1904 el mismo P. Comisario adquirió en compra para la Comisaría la casa de
adobe, con el terreno de la misma que lindaba con la parte nor-este con la Comisaría. Era
propiedad de las hermanas Bárbara y Nazaria Fernández, quienes la tenían hipotecada en
ocho mil pesos, m.n. ($8.000) a D. José Irala; y el P. Pantaleón tuvo que pagar esta hipoteca
y sus intereses, más el valor de la propiedad; la suma total que pagó fueron veintiocho mil
pesos m.n. ($ 28.000) Diez mil le donó para este pago la insigne bienhechora Teresa
Loizaga, y el resto lo llenó con los ahorros que tenía de estipendios de misas, sermones y
trabajos de los religiosos de la Comisaría (Véase Inventario, Pág. 32) Dicha propiedad
medía 27x26,80 mtrs.

Con esta adquisición el terreno de la Comisaría llegó a tener: por la calle Caballero
60,2º mts. De longitud por el noreste o linderos de Antonelli, “7,70 ms, por el nor-oeste, o
linderos de Cristóbal Peris y Arias Cabral, 60,20, y lo mismo que antes por la calle
Caballero. Que son las dimensiones que tiene en la actualidad, junio de 1922. – Oí al P.
Pantaleón que compró este terreno con el fin de edificar escuela para niños pobres, a cargo
de la V.O.T, pero hasta hoy esto ha quedado en proyecto, no se ha contado en esta nunca
con medios pecuniarios, ni con personal para sostener una escuela.

En cuanto a los espiritual se trabajó también muchísimo en el comisariato del


P.Pantaleón de la Fuente. Desde el principio tuvo dos compañeros muy preparados, que le
ayudaron mucho en la predicación y en el confesionario; y el año 1901 consiguió que
viniera de España de la Provincia de San Gregorio, el P. Fr. Víctor Varona, quien ,aunque
no fuese un excelente músico, llenaba perfectamente el cargo de organista ; en aquel
entonces era el Oratorio Franciscano la Iglesia en donde mejores y más espléndidas
fiestas religiosas se celebraban, llegando, digámoslo así, a su apogeo cuando a los
religiosos ya existentes se incorporaron en 1908 tres más de la referida Provincia de San
Gregorio, que fueron , el que estos datos escribe y el P. fray José María Moraleda y el
hermano lego fr, Mariano Oliva.

El P. Javier había fundado la V.O. Tercera en Asunción 25 e investido el hábito de la


misma Orden a muchas personas en Villarrica y en Villa San Pedro, con el fin de establecer
en ella Congregación, e iniciado la devoción a San Antonio de Padua, desconocida u
olvidada completamente en Paraguay; y el P. Pantaleón y sus dignos compañeros llevaron
todo esto a la perfección con entusiasmo y es lo admirable; fundando además la VOT en
Caazapá, en Borja y en Quiindy. Se observa no obstante, que a pesar de todo su celo y
entusiasmo no consiguieron muchos adeptos para la O. Tercera entre los hombre:
excepción hecha de Caazapá, en cuya Congregación Terciaria había más hermanos que
hermanas, en ninguna población fundaron dicha Orden, Asunción inclusive, no lograron
reunir los suficientes hermanos para constituir la Directiva de la Congregación. ¿A qué
obedece este fenómeno? Según yo he podido comprender, obedecía parte a la indiferencia
religiosa reinante, parte a la escasez de hombres, y más principalmente a que estos, aunque
25
Hay una nota marginal que dice. El P. Javier más bien que fundador, restableció la VOT en Asunción, pues
había existido antes y es de suponer que aun había algún terciario antiguo. En Villarrica se estableció la VOT,
que había sido erigida canónicamente en tiempo de Benedicto XIV por un tal Padre Salvador ( Capuchino) en
1871 o 72; Vino este al Paraguay después de la guerra (no se sabe cómo) y fue Cura de Villarrica tres o cuatro
años. Trabajó mucho en dicha parroquia y dejo muchos frutos y recuerdos.

20
solicitasen el ingreso en la O. Tercera, no podían ser admitidos por faltarles las condiciones
morales requeridas; eran muy pocos los hombres que constituían familias como Dios
manda; y poquísimos también los que , aun estando casados, se mantenían dentro del límite
de sus deberes.

Tampoco descuidaba el P. Pantaleón los intereses de Tierra Santa. Como se ha


dicho ya, el P. Javier estableció en todos, o casi todos los pueblos de la República la
“Confraternidad de la Obra Pía de Jerusalén” y el P. Pantaleón la mantuvo en su vigor con
las frecuentes visitas, que él y sus compañeros hacían a los pueblos de campaña, predicando
en todos ellos sobre el fin religioso de dicha institución y sobre las gracias espirituales que
percibían sus socios. Carecía de hermanos legos Colectores que se ocupasen en recorrer los
pueblos de campaña cobrando cuotas y percibiendo limosnas; pero suplía esta falta con los
Agentes que al efecto nombrara en cada una de las poblaciones, los cuales le remitían
periódicamente las limosnas colectadas. Tenía (y tiene) un inconveniente este sistema, cual
es el de no todos los Agentes son fieles, algunos gastan la plata que han colectado, diciendo
luego que no han colectado más, pero sin hermanos colectores el Comisario no puede obrar
de otra manera.

Como las Comisarías de Tierra Santa dependen inmediatamente del Rvmo P.


General, resulta que los Padres Comisarios se ven en la precisión de mendigar el personal
que necesitan de alguna de las Provincias franciscanas; y no siempre lo consiguen aun
cuando para esto se valgan de la instrucción del Ministro General. Para obviar este
inconveniente es decir, para tener siempre personal suficiente y seguro el P. Pantaleón de
la Fuente propuso al M. Rdo P. Provincial de la de San Gregorio Magno de Filipinas,
que lo era entonces P. Fr. Fernando Sánchez, la idea de que la Provincia de San
Gregorio tomase a su cargo esta Comisaría y que se conceptúa también como
Residencia de dicha Provincia sujeta inmediatamente al P. Provincial. Esta
proposición fue aceptada por dicho P. Provincial y su Definitorio, e igual benévola
aceptación tuvo ante el Ministro General Fr. Dionisio Schüler, quien con fecha 8 de
Diciembre de 1906 escribió al P. Provincial facultándole para que se pudieran mandar
religiosos de su obediencia al Paraguay in servitium Terrae Sanctae et ad familiam
religiossan constituendam. No se halla copia de esta carta 26 en el archivo de esta
Comisaría, pero sí se halla otra del Rvmo P. General al Padre Comisario fray Pantaleón de
la Fuente, en la cual le comunicaba aquella resolución. De suerte desde esta fecha,
diciembre de 1906, quedó esta Comisaría a cargo de la Provincia de San Gregorio.

Suscitándose más tarde dudas acerca de la jurisdicción que podía tener en ella el P.
Provincial, este pidió al RVMO P. Schüler por intermedio de su delegado General fr.
Bernardino Klumper, contestó lo siguiente:

Residentia in Paraguay agregata erit Provinciae S. Gregorii hisce sub


conditionibus:
1. Commisarios Terrae Sanctae en Republica Paraguajensi , qui simul erit Superior
nominatae Residentiae sit religiosus Provinciae S. Gregorii, nominandus a Rvmo P.
Ministro Generali, proposito Ministro Provinciali.

26
Véase Documento n°5 pág. 54

21
2. Omnes fratres ibi commorantes, sin religiosi Provinciae S. Gregorii, qui tamen manere
debent addicti servitio ellius Commisariatus.
3. Jura Terrae Sanctae in illa Residentia nullum patitur detrimentum.
4. Missio et revocatio Religiosorum fieri poterit a Ministro Provinciali, de consensu Rvmi
P. Ministri Generali.
5. Minister Provincial S. Gregorii, uti prelatus ordinarius, visitare poterit Fratres ibi
commorantes.
Datum Romae, a Collegio S. Antonii, die 16 Augusti 1909.

Con la agregación de esta Comisaría a la Provincia de San Gregorio no se resolvió


completamente la dificultad dicha sobre el personal, pues en diciséis años, que han
transcurrido desde la agregación hasta el presente, la provincia no ha mandado más que
cuatro religiosos, dos sacerdotes y un lego en 1908, cuyos nombres quedan atrás
consignados, y un sacerdote en 1916, el P. Eduardo Barbacid; habiendo regresado a la
Provincia otros cuatro, que fueron: el P. fr, Juan Maté en 1907, el P. Fr, José María
Moraleda, en 1914, y los PP. Fr, Pantaleón de la Fuente y fr. Pedro Parra en el mismo año.
Yo mismo he pedido varias veces al P. Provincial un sacerdote más y un hermano lego; por
lo menos que me mandase este último para Colector en la campaña, y el P. Provincial me
ha contestado negativamente excusándose con la escasez de personal en la Provincia.

En marzo de 1912 hizo la Visita Canónica a esta Comisaría Residencia el M.R.P.


Wolfgango Priwasser Delegado General quien enterado de que nosotros carecíamos de
personería jurídica y viendo la poca seguridad ofrecían aquí las cosas por las continuas
revoluciones en esta República, ordenó al P. Pantaleón que vendiese toda la Comisaría y
todo cuanto le pertenecía (vente simulada) al P. Leonardo Federici, Comisario de Tierra
Santa en Buenos Aires, cuya Sociedad de Colectores de T. Santa , por él entonces
representada, gozaba de los derecho de persona jurídica en aquella República. Y así lo
ejecutó el P. Pantaleón. En septiembre de 1912 y ante el Notario Público de esta capital Dn.
Ezequiel Jiménez firmó la escritura de venta a la Comunidad de Colectores de Tierra
Santa, domiciliada en Buenos Aires calle B. Mitre, 3461; y la mandó al P. Federici en cuyo
poder se halla hasta el presente. El p. Pantaleón quedó como representante y apoderado del
P. Federici, con autorización ante Escribanos para todo lo que se refiriese a la
administración de casa, iglesia y terreno de esta Comisaría. Después que se retiró de esta el
P. Pantaleón, ningún poder por escrito hemos obtenido del P. Federici, aunque varias veces
se ha pedido, que costaba mucha plata este poder, contestaba el P. Federici y que nos era
tan necesario. Efectivamente , a Dios gracias, no lo hemos necesitado. (Fr. Antonio
Vazquez)

Meses antes de ausentarse de ésta el P. Pantaleón instaló la luz eléctrica en todas las
habitaciones y un foco de cincuenta bujías debajo del coro de la iglesia, cuyo importe
($1.500 m.n.) abonó con fondos de reserva que él tenía y algunas limosnas de
bienhechores, por eso no lo cargó a Comunidad ni a T. Santa. Así dejó anotado en el libro
de cuentas de Comunidad.

También vendió a una Sociedad Alemana, por intermedio del comerciante de esta
plaza Sr, Jorge Ugarte, un rico y precioso Monetario (colección de monedas de los más
completos que existían según personas competentes en la materia) que había coleccionado

22
en Filipinas, a costa de muchos sacrificios, con cuyo importe (que no se sabe) pagó su viaje
a España y todo cuanto necesitó, excepto 245 pesos moneda paraguaya que pidió antes de
salir para los pequeños gastos desde Asunción a Buenos Aires, suma que se cargó a Tierra
Santa y que dicho sea de paso, es lo único que por viajes de religiosos ha pagado Tierra
Santa, pues todos han sido costados siempre con los fondos de Comunidad.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Obtenido antes del Rvmo P. General la competente autorización para ausentarse de


esta, embarcó para España el P. Comisario Fr. Pantaleón de la Fuente el 2 de mayo de
1914. El día antes me entregó los libros de la Residencia y de la Comisaría como a
sacerdote más antiguo de esta casa.

Ya en Marzo me había declarado el P. Pantaleón su propósito de ausentarse


aconsejándome que renunciara al cargo de latinidad, que venía desempeñando en el
Colegio Nacional de esta Capital desde el año 1908, porque según él yo sería pronto
Comisario pues su intención era no volver al Paraguay.

Efectivamente, no bien hubo llegado a España mandó su renuncia indeclinable de


Comisario de Tierra Santa en el Paraguay al Rvmo P. General fr. Pacífico Monza, alegando
por causa su avanzada edad.

Esperando largo tiempo en esta designación de Comisario, al fin a últimos de enero


de 1915, y por intermedio del P. Provincial fr. Fortunato Fernández, recibí el título de
Comisario General en el Paraguay, expedido en Roma el 23 de Diciembre de 1914 por
el Rvmo P. Fr. Pacífico Monza Ministro General. Juntamente con el título de Comisario
me envió el P. Provincial el de Presidente de esta Residencia, expedido en el convento de
Alcazar de San Juan, a 16 de diciembre de 1914, por el Rvmo Vicario General de España
Andrés Ocerin Jauregui, quien había presidido el Capítulo provincial de la de San Gregorio
celebrado en dicho convento.

Ahora teniendo en cuenta aquello de que “nemo judex in causa propia” me limitaré
a consignar por orden cronológico los principales trabajos que se han llevado a cabo en esta
Comisaría Residencia, durante mi actuación como Superior, otro juzgará. ( Escribe P.
Antonio Vazquez)

AÑO 1914

Como encargado interino que era de esta Comisaría, me limité a mantener las cosas
de esta Comunidad y de Tierra Santa conforma las había establecido el P. Pantaleón. Lo
único que se hizo fue, sacar algunas goteras de los tejados de la iglesia y de la casa,
exterminar una plaga de cupii que corroía el maderamen de la iglesia y dorar y
platear los cálices, patenas y otros objetos del culto divino. Tampoco podía hacer mucho
más puesto que no tenía más compañeros que el P. Víctor y el hermano fr. Mariano Oliva, y

23
el confesonario, púlpito y culto me absorvían todo el tiempo. El P. Pedro Parra había
regresado a España el mes de agosto con el Padre Visitador fr. José Cardeñosa.

AÑO 1915

En este año se blanquearon las habitaciones y los corredores y las , pues estaba
todo muy deteriorado, y se arreglaron los desperfectos que causaron en el techo y bóbeda
de la iglesia dos bombas de cañón cuando el conato de revolución contra el presidente
Schas el 1 de enero de este año. Se pagó todo por cuenta de la Comunidad, para lo cual nos
ayudó el Sr. Ministro de la Guerra D. Ernesto Velazquez con la suma de mil quinientos
pesos m.n. ($1500). Abrí con licencia de la Curia Eclesiástica una suscripción popular con
el fin de colectar fondos y edificar una torrecita para colocar en ella un reloj que había sido
donado a esta iglesia en 1912 por la señora viuda de Carrón e Hijos. Compré al Sr. Rodolfo
Rodríguez un terreno para Cementerio de la V.O. Tercera lindante con el cementerio
municipal de la Recoleta por el lado Sur-Este, en trece mil quinientos pesos m.n. ($13.500)
a cuenta de la misma Orden Tercera. Comenzamos a pagar en este año los impuestos
municipales de barrido limpieza de lo cual habíamos estado exentos, no valiéndome nada la
reclamación que presenté por escrito a la Municipalidad; pagué solamente una cuota de este
año que alcanzó a ciento ochenta y seis pesos ($186) que cargué a la comunidad. .

Se compraron también en este año y se colocaron en las pilastras de la entrada de la


iglesia, dos pilitas de mármol para agua bendita, y todo lo necesario para el monumento
del jueves santo en el altar de la Purísima, pues el antiguo no servía más y se colocaba
además en el altar mayor contra las prescripciones litúrgicas; los cargos fueron a cuenta
y cargo de la Comunidad.-

En Octubre de este año a mi iniciativa, se fundó el semanario Católico “EL Bien”


sostenido y pagado por el Presidente Dn. Eduardo Schaerer (aunque Masón) hasta que tuvo
vida propia. Los dos primero años la redactábamos en lo religioso y científico el Padre
Vicario Hermenegildo Roa y un servidor; y en lo social el Sr. Administrador del mismo Dr.
Julio Centurión. Después se han encargado de su redacción casi exclusivamente los Padres
del Colegio San José , por otro nombre los Bayoneses. Por hallarme casi sólo y con tanto
trabajo en casa , no visité este año más pueblos que los vecinos de la capital; pero me
entendía por escrito con todos los Agentes de Tierra Santa de la campaña.

AÑO 1916

Hallándome en Caazapá, a donde fui a predicar en la fiesta patronal 25 de enero, visité la


V.O.T. de aquella población, pasando después a visitar la congregación de la V.O.T. de
San Juan Nepomuceno, allí establecida poco antes por el Sr. Cura Párroco Guillermo
Díaz con los hermanos terciarios de aquella localidad que se habían recibido en Caazapá.
En ambas poblaciones prediqué también sobre Tierra Santa colectando bastante limosna; y
en la última establecí una Agencia para Tierra Santa a cargo del hermano terciario Felipe
Vera.

24
También fui este año a la Villa de San Pedro a predicar en la función del Patrono 29
de junio y aproveché la oportunidad para reorganizar un poco la V.O. Tercera de aquella
población, que se hallaba muy descuidada. Prediqué igualmente sobre Tierra Santa y traje
algunas limosnas. Estuve también en Villa del Pilar predicando en la visita pastoral del
Monseñor Bogarín y terminada esta, me quedé unos días en casa del Cura Párroco
Saturnino Romero, para predicar sobre Tierra Santa y recolectar limosna; recolecté
ciertamente regular cantidad.

En vista de que muy pocos curas Párrocos hacían en sus iglesias la colecta anual pro
Terra Sancta, prescripta sub gravi por S.S. León XIII, obtuve del Sr. Vicario General
(ausente el Obispo en gira pastoral) una Circular recordando a los Sres Curas Párrocos
dicha obligación; aunque no me dio los resultados prácticos que deseaba, pues los señores
Curas párrocos han continuado como antes.- Se imprimieron en este año a cuenta de Tierra
Santa dos mil cartas de la Hermandad de Jerusalén, que costaron trescientos cincuenta
pesos ($350).

Se arreglaron algunas celosías de las ventanas de casa y se compraron otras nuevas


a cuenta de la Comunidad.- Se instalaron a cuenta de Dna. Dolores Barreto treinta cuatro
luces eléctricas en el altar mayor y catorce en cada uno de los laterales.

AÑO 1917

Al comenzar este año por hallarme ya más aliviado de trabajo con la incorporación
a esta Comisaría del P. Eduardo Barbacid llegado a esta el 30 de agosto del año anterior,
salía a campaña y recorría los pueblos de Villa Rica, Caazapá, Iturbe y Borja, di retiro
espiritual a los Hermanos Terciarios de cada una de estas localidades y prediqué también
sobre los Lugares Santos. El P. Eduardo fue también a Villarrica en abril y trabajó algo por
Tierra Santa. – Se compraron por cuenta de la Comunidad los tomos 16 y 17 de la
Enciclopedia Espasa, los anteriores existían ya del tiempo del P. Pantaleón. – También se
refaccionó el techo de cinc de la iglesia; y habiéndose derrumbado la pared del patio del
fondo, divisoria de nuestra propiedad y de la de Antonelli, se levantó una nueva, todo lo
cual costó a la Comunidad cuatro mil quinientos veinte ocho pesos y cincuenta centavos
m.n. ($ 4.528,50 )
Se ahondó el pozo del patio del fondo para que tuviese agua suficiente para las obras que se
proyectaban, lo que costó mil quinientos pesos que pagó la Comunidad ($1.500).- Se
compró un motor eléctrico para elevar el agua del pozo, que costó a la Comunidad dos mil
setecientos veinte y siete ($2.727).- Se comenzaron por el Maestro D. José Escullier las
obras del “Corredor de la Iglesia, Sacristía, habitación para servicio de la sacristía, Water
Closses, Cocina, Carbonera, letrinas y baño para los sirvientes.- Se perfeccionó la
instalación eléctrica de los altares de la iglesia laterales, resultando en el de San Antonio
ciento treinta y siete focos eléctricos, por todos; y en el de la Purísima ciento treinta y
nueve. El coste de esta nueva instalación en el altar de la Purísima se abonó con limosnas
colectadas por las señoritas Lolita Barboza y Sinforosa Zarza. En esta misma ocasión se
instalaron también seis luces eléctricas de la araña del centro de la iglesia y la del coro, las
cuales pagó Dna. Dolores Barreto.- Con lo colectado has entonces para la torre y el reloj
($3.706) compré los niño Jesús de cuna, los que rifé al año siguiente quedándome para la

25
torre líquidos dieci nueve mil sesenta y cuatro pesos m.n. ($ 19.o64).- Fui en noviembre a
San Nepomuceno a inaugurar una imagen de N. Padre San Francisco y traje cuatrocientos
pesos para Tierra Santa.- Actuamos este año de Párrocos en el iglesia de Lambaré, por
ausencia del Cura Párroco Santiago Abellá la atendió el Padre Eduardo Barbacid.-

La exposición del Santísimo en los martes de tarde en esta Iglesia se comenzó en


julio; fue un acuerdo que tomamos los Curas Párrocos y Superiores religiosos de exponer el
Ssmo un día en la semana en cada iglesia de la capital, de tarde; y yo elegí el martes.

AÑO 1918

En mayo de este año se terminaron las obras comenzadas en agosto del año anterior,
a saber el corredor de la iglesia, la sacristía con su cajonería y lavabo, la habitación para
depósito de objetos de iglesia y de sacristía, inodoros para nosotros, baño, cocina,
carbonera y letrinas y baño para sirvientes. El importe de todas estas obras , sin contar entre
ellas el motor eléctrico , el arreglo del pozo para este motor, cables conductores que se
compraron, colocación del tanque, un timbre, pantallas, y otras cositas, cuyos gastos
montaron la suma de seis mil quinientos treinta y cuatro pesos ($. 6. 534 m.n.) sin contar
esto repito, el importe de las obras referidas fue setenta y siete mil seiscientos ochenta con
cincuenta centavos ($ 77.680,50 m.n.) Se obtuvo esta suma con trece mil pesos donados
para este fin por Dñs. Hilaria Ga viuda de González (13.000) 27con doce mil que nos
concedió el Rvmo P. General de la limosna de Tierra Santa ($12.000) y con cincuenta y
dos mil seiscientos ochenta y cincuenta centavos que aportó la Comunidad con licencia del
P. Provincial ahorrados en los años anteriores para este fin 28. Estos ahorros fueron
considerables a causa de las donaciones particulares que nos hiciera la referida bienhechora
nuestra Dña. Hilaria de González (Véase libro de cuentas de la Comunidad).

El 13 de Junio día de San Antonio establecimos en nuestra iglesia solemnemente


las Asociaciones “ Pía Unión de San Antonio y “Juventud Antoniana “, habiendo antes
obtenido in scriptis la autorización competente del Rvmo P. General Seraphino Cimino, y
la de la Curia Eclesiástica que nos concedió también in scriptis Mons. Roa, Provisor y
Vicario General y aprobó los Estatutos Particulares, que le presenté para el gobierno de
dichas Asociaciones, guardando un ejemplar de estos en la Curia Eclesiástica29. En julio
comenzó a trabajar la “Juventud Antoniana” tomando a su cargo las Socias la Catequesis de
los niños en nuestra iglesia. La “pía Unión” se hizo cargo de los “cepillos del Pan de San
Antonio” colocados en nuestra iglesia y administrados por el P. Pantaleón ab initio y sin
autorización alguna (que yo sepa) lo cual yo subsané pidiendo licencia para ello al Rvmo P.
General en 1917, quien me la concedió ad quinquenium, y con la condición de que nosotros
No interviniésemos en la administración de las limosnas de dichos cepillos.

27
Véase Documento n° 15 pág. 64.
28
Véase documento N° 19 pág. 67
29
Está escribiendo la crónica el P. Fr. Antonio Vazquez. Por lógica y por humildad no hace referencia a su
persona. El será el alma mater de muchas actividades sobre todo con la devoción a San Antonio.

26
Hice en este año nuevo modelo de “Patentes de Hermandad de Tierra Santa” y se
imprimieron de éstas (4.000 ) cuatro mil ejemplares a cuenta de Tierra Santa. También
redacté e imprimí Títulos para los Agentes y Colectores de Tierra Santa en la campaña, e
“Instrucciones” para los mismos.

El P. Eduardo trabajó este año por Tierra Santa en Ypacarai, en Itauguá, en


Villarrica; y yo en Iturbe. Trabajamos también muchísimo a fin de año, con motivo de
la peste griposa que atacó terriblemente en esta capital. Distribuimos como nueve mil
pesos m.n. ($9.000) entre los pobres y atacados a los cuales auxiliábamos en lo espiritual .
De dicha cantidad mil pesos ($.1000) nos dio de sus fondos la V. O. Tercera, otros mil
($1.000) dieron las sociedades antonianas; y el resto se llenó de lo que nos dio de vez en
cuando una “Comisión Colectora de fondos que se formó ad hoc en esta capital.

AÑO 1919

En enero hice un contrato con el Maestro de Obras Sr. Grassi, en representación de la V.O.
Tercera para la construcción de un panteón para dicha Orden en el Cementerio
Municipal de la Recoleta. El terreno que se había comprado años antes para este fin se
vendió a doble precio de que fue comprado y se adquirió terreno en el Cementerio
Municipal, en el cual se construyó el Panteón. Como la V.O. Tercera no tenía aún
personería jurídica figura como propietaria de este Panteón de los Terciarios la Hermana
Terciaria y Tesorera Sra. Dolores vda de Vera.

Se retiró del altar mayor la imagen de San Miguel Arcangel y se sustituyó por la de
San Luis Rey de Francis, Patrono de los Terciarios, traída de Buenos Aires y costeada por
las Hermanas Terciarias, y más que por ninguna por Rosita Franco, que fue la encargada de
agenciar la adquisición de dicha imagen.

Contando ya con un buen número de Hermanas Terciarias, constituí entre ellas


Comisión Directiva, la cual nunca habían tenido por la escasez de Hermanos. Celebramos
solemnísimamente con triduo preparatorio y misa con sermón especial y Tedeum el 4 de
octubre, el VII centenario del viaje de N.P. San Francisco a Palestina, Jerusalén y
fundación de la Custodia de Tierra Santa. El P. Hermenegildo Roa tuvo la misa y entonó
el Tedeum. Predicó este día principal uno de los PP del C. De Jesús (Bayoneses) y el coro y
la orquesta estuvo a cargo de los PP. Salesianos. Con motivo de este Centenario se
publicaron artículos en “EL BIEN” sobre Tierra Santa y mandé una crónica de los cultos a
Roma en latín , que publicó “Acta Ordinis” 30 en marzo de 1920. También, ( a instancias
mías) el P. Vicario General de la Diócesis dirigió a los Señores Curas Párrocos una circular
mandándoles hacer en este año una Colecta especial pro Terra Sancta.

Estuve de visita en Altos, en Barrero Grande, en Iturbe, en Borja, en Tabapuy y el


Carapeguá, en estas dos últimas poblaciones fundé Agencia de Tierra Santa. El P. Eduardo
Barbacid recorrió Luque, Ypacarai, San Lorenzo y Lambaré.

30
Acta Ordinis fratrum Minorun, Marzo de 1920

27
A fines del año rifé una imagencita de San Antonio, para reunir fondos para la
torre, la imagen costó dos mil ciento setenta m.n. ($2.170) (con flete y demás gastos) y el
producto de la rifa, descontados el precio de la imagen y los gastos dichos y los de la rifa)
fueron diecisiete mil ciento treinta pesos m.n. ($ 17.130).

AÑO 1920

A principios del año se blanqueó el frente de la Comisaría y también se pintaron las verjas
del atrio y puertas de la iglesia, estas obras importaron cinco mil seiscientos dieciocho
pesos m.n. ($ 5. 618) que se pagaron de los fondos de la Comunidad. Se adquirió el tomo
19 de la Enciclopedia Espasa, que costó ciento setenta y seis pesos ($ 176) abonados por la
Comunidad.

Se celebró con gran entusiasmo la fiesta de las Antonianas (15 de febrero) En el


corredor de esta casa dieron las Antonianas una velada artístico-literaria musical, que llamó
mucho la atención del público; el alma de esta fiesta fue la Socia Agueda Romero, maestra
normal. En Marzo fui a Buenos Aires a visitar al Rvmo. P. General fray Serafín Cimino
quien había llegado hasta Corrientes, y por causa de la huelga de los marinos del río, no
pudo llegar a Asunción como era su proyecto. –

Se compraron una mesa de escritorio con tintero, La Historia Universal por César
Cantú, la Biblia por Amat, Historia de los Reyes Católicos y algunos otros libros, todos
usados, que se colocaron en la Biblioteca de la sala de recibo. Todo ello costó mil
trescientos setenta y cinco pesos m.n. que se cargaron a la Comunidad ($ 1.375).-

En este año se celebran las bodas de plata del Episcopado de Monseñor Juan
Sinforiano Bogarín, yo constituí una Comisión de Señoras para recaudar fondos para las
fiestas, siete mil y tantos pesos se recaudaron . Además de esto las Ordenes Franciscanas y
Asociaciones Antonianas le obsequiamos con un aparador biblioteca, una silla giratoria y
un precioso Album con nuestras firmas, de los Terciarios y Socios y Socias de la “Pía
Unión y “Juventud Antoniana”. Tres mil y tantos pesos costó todo esto; la Comunidad
contribuyó con 400 pesos ($ 400). A estas bodas de Monseñor Bogarín tenía que venir
Monseñor Niella, Obispo de Corrientes y hospedarse en esta Comisaría, no vino por fin,
pero nosotros para hospedarle dignamente, habíamos comprado un catre de madera,
colchón, mesa de noche, espejo, una docena de sillas de Viena y tres sillones del país de
mimbre, y otros objetos, cuyo importe ascendió a seis mil cuatrocientos sesenta y cinco
m.n. ($ 6.465) que pagó la Comunidad. Como se ve caras nos resultaron las Bodas de Plata
de Monseñor Bogarín31.

Cumpliendo órdenes del P. Custodio de Tierra Santa Ferdinando Diotallevi,


consagramos esta Comisaría e Iglesia a San Antonio de Padua el 26 de Setiembre. En la
noche manifestación anti-religiosa con motivo de inmoralidades cometidas por el Cura de
la Encarnación Dr. Duarte; y un tal Juvenal Benítez, a quien yo en nombre de la V.O.

31
Véanse Documentos nos. 32 y 33 pág. 80.

28
Tercera había puesto pleito por cobro de pesos aprovecho la oportunidad para vengarse
vilmente. Gritó que el P. Duarte estaba escondido en esta Comisaría, y él con otros cuantos
manifestantes nos apedrearon la casa, rompiéndonos todos los vidrios de las ventanas y
algunas maderas de las mismas y derribaron (salvajes¡¡) las puertas de hierro del atrio de la
iglesia. Todo el pueblo protestó luego contra este salvajismo y recibimos de limosna más
de lo que costó el arreglo de los destrozos, que todo importó unos dos mil pesos m.n.
($ 2.000).

El P. Eduardo predicó y trabajó por Tierra Santa en Luque, Ypacarai, Caacupé,


Itauguá, Carapeguá, Pilar y Formosa (R.A). Yo visité solamente Ipacarai y Formosa,
bastante trabajo tuve en casa¡.

AÑO 1921

Se cambiaron las ruedas de madera que tenía el motor eléctrico del pozo por otras
de hierro, que costaron con instalación de las mismas, dos mil cuatrocientos y diez pesos
m.n. ($ 2.410) que pagó la Comunidad. – Se compraron en Casa de Moselli, en esta capital,
cuatro casullas con sus adornitos, dos blancas, una colorada, y otra negra: y se regalaron a
la iglesia de Escobar, a petición del Sr. Obispo, una blanca, una colorada y otra negra, que
ya eran inservibles en esta iglesia. Las compradas para casa costaron tres mil veinte pesos
m.n. que pagó la Comunidad. Se arreglaron por el maestro de obras Esculier, canaletas de
cinc de la iglesia agujereadas.

En este año el Gobierno del Señor Gondra obligó pagar a las corporaciones
religiosas impuestos por sus iglesias y edificios, y en consecuencia tuvimos que pagar
nosotros por nuestra casa e Iglesia la suma de dos mil quinientos cincuenta pesos ($2. 550.)
la mitad de los cuales cargué a la Comunidad y la otra mitad a Tierra Santa.

Parece ser que algunos enemigos nuestros habían acusado a nuestra Custodia de
Tierra Santa, ante la Sagrada Congregación de Propaganda Fide de la mala administración
de las limosnas de Tierra Santa; y dicha S. C. Nombró al efecto Visitador Apostólico de la
Custodia al Rdo. P. fray Pascual Bolinson (¿), quien me pidió las cuentas de lo que de esta
Comisaría se había mandado a Jerusalén desde el año 1909 incluido hasta el 1919 inclusive.
Fue un trabajo ímprobo, pero lo hice y mandé.

Compramos en Montevideo, librería de “Ríus Hermanos” los tomos de la


Enciclopedia Espasa 18(1) 18(2), 20, 29,30 hasta 41 inclusive, que costaron cuatro mil y
veintitres pesos con sesenta centavos m.n. ($ 4.023,60), los que se abonaron de los fondos
de Comunidad.

Celebramos un triduo solemne antes del día de de N.P.San Francisco y en su día


función solemnísima con sermón ad hoc y Tedeum en conmemoración del 7° centenario
de la fundación de la V. ORDEN Tercera por N.S. Padre San Francisco. En la función
solemne del día 4 de octubre tuvo la misa cantada el Sr. Vicario General y el Sr. Obispo
asistió a la misa y entonó después el Tedeum; el P. Aníbal Mena , Cura de la Catedral y

29
Hermano Terciario hizo el Sermón, todos los que actuaron tanto de mañana como de tarde
eran Terciarios.-

Se colocaron en el altar mayor , a cuenta de la Dña. Rosa vda. de Pérez, Ministra de


la V.O.T. setenta y siete focos eléctricos más (contando los del arco) resultando ya en el
altar mayor un total de ciento once focos o bombitas eléctricas.

Visité en este año las Ordenes Terceras de Villarrica, Iturbe, Borja, Caazapá, Buena
Vista, San Juan Nepomuceno, Quiindi y Villa de San Pedro. También estuve en Itaugua,
Ipacarai, Paraguarí, Carapeguá,Tabapuy y Acahay. El P. Eduardo estuvo en Altos, Ipacarai,
Caacupé, en todos estos pueblos trabajamos por Tierra Santa. No hemos conseguido casi
ningún suscritor a la revista “Tierra Santa” en campaña, porque son allí muy pocas las
personas que saben leer castellano. Se colocaron 100 ejemplares de Almanaques de Tierra
Santa.

AÑO 1922

En enero fui a predicar a Caazapá de San Pablo y visité la Orden Tercera de aquellas
localidades. Pasé después a Buena Vista y di retiro espiritual a los hermanos Terciarios de
aquel distrito y a los de San Juan Nepomuceno que también acudían a Buena Vista.
El 2 de marzo al mandar las cuentas de Tierra Santa al Rvmo Padre General le
mando también mi renuncia de Comisario.

El 17 de abril llevamos al Hospital nacional al Hno. Mariano, y el 22 le amputaron


la pierna izquierda con motivo de un ostio sarcoma que su alta ten.....El Padre Eduardo hizo
la Semana Santa en el pueblo Trinidad y se quedó hasta fin de mayo rigiendo aquella
parroquia, porque su Cura Párroco, el P. Dionisio Balbuena había ido de predicador a la
gira pastoral de Monseñor Bogarín.

El 20 de mayo contesté al Rvmo P. General quien me escribió sobre mi renuncia de


Comisario y al mismo tiempo me ordenaba informase sobre el origen de esta Comisaría y
con qué recursos se había edificado. El p. Eduardo tenía que ir el 31 de mayo a predicar a
Caacupé y se lo impidió la revolución del Coronel Chirife contra el Gobierno del Sr. Ayala
que estalló el día 29. Por el mismo motivo no fui yo a Villa de San Pedro a predicar a los
Terciarios de aquella población. Contesté en junio al P. Custodio, quien me preguntaba si
administrábamos parroquias en el Paraguay.- Recibí en agosto del Rvmo P. General la
prórroga de otros cinco años solicitada por mi para los cepillos de San Antonio en nuestra
iglesia. En octubre mandé imprimir , a cuenta de Tierra Santa mil (1.000) hojas de
propaganda , con estas hojas hicimos una colecta en Asunción que nos dio excelentes
resultados en beneficio de los Santos Lugares. –

El 1° de octubre colocamos la estatua de N.P. San Francisco sobre la columna


del Panteón de los Terciarios en el cementerio de la Recoleta, moldeada por el escultor
italiano, Sr. Carlos Falschini, y costó (la colocación incluida) dieciseis mil quinientos pesos
(16.500) paraguayos , pagados por la V.O. Tercera. El 9 de octubre falleció el Hermano

30
Mariano en el Hospital Nacional confortado con todos los auxilios espirituales y le
enterramos el día 10 en el panteón de los Terciarios de la Recoleta, en el nicho número 11.

El 29 del mismo mes fue a Villa de San Pedro el P. Eduardo a pedido del Sr. Obispo
como suplente del Sr. Cura Párroco, y actuó como tal hasta fines de febrero de 1923,
trabajando al mismo tiempo en beneficio de T. Santa. En noviembre inauguramos el
ejercicio de la Hora Santa en los martes de cada semana durante la exposición del
Santísimo que se venía practicando en dicho días desde 1817. – Se colocaron en este año
300 ejemplares del “Almanaque de Tierra Santa”.

Redacté unos Estatutos para la V.O.Tercera, los cuales aceptaron bien el gobierno
de dicha Orden Las Comisiones Directivas y fueron aprobadas por la autoridad eclesiástica
diocesana con fecha ocho de febrero del corriente año.

Con fecha 9 de marzo (1923) me participó el Rvmo. Padre General que el


Definitorio de la Custodia de Tierra Santa había cedido a la Provincia “La Asunción
del Río de la Plata” el uso de esta Comisaría y que había dado ya órdenes competentes
al P. Provincial de dicha Provincia para que mandase religiosos a ésta etc.

Comisionado por el Sr. Obispo para conducir al Manicomio de Las Mercedes de


Buenos Aires el Presbítero Enrique Valiente, demente furioso, embarqué para dicha ciudad
el 22 de abril, cumpliendo con exactitud y a D. Gs. Con felicidad tan peligrosa empresa. El
pasaje para el P. Valiente lo pagó el Gobierno de Asunción, y el mío y el de otro
compañero seglar fueron abonados por las donaciones del público.

A principios de junio recibí un interrogatorio del P. Secretario de Tierra Santa en


Jerusalén sobre los Comisarios que habían actuado en esta Comisaría y los años de su
Comisariato, etc. al que contesté el 23 del mismo mes.

El 30 de julio llegó a esta procedente de Buenos Aires, el Rdo. P.Fr María


Bottaro, acompañado del hermano terciario franciscano Don Luis Cambiaso. Dicho
P.Bottaro venía ya con los títulos de Presidente de esta casa y de Comisario expedidos
con autorización del Rvmo P. General por el M. Rdo. Padre Provincial fray Luis
Córdoba. Por lo cual el día 9 de agosto después de confeccionado y suscrito por los dos el
inventario del mobiliario de esta Comisaría y de su Iglesia, le hice entrega de la dirección y
administración de las mismas.
Dejamos constancia de esto en un Acta, que con nosotros suscribieron los Padres Victor
Varona y fray Eduardo Barbacid.

Terminó con esto la actuación de la Provincia de San Gregorio Magno de Filipinas


en la Comisaría de Tierra Santa del Paraguay y yo terminé también con estos apuntes o
datos para la historia.

Asunción, 10 de agosto de 1923


Fray Antonio Vázquez
Ex - Comisario

31
Asunción 13 de Diciembre de 1927
Visitado este libro recomendamos al R.P.Presidente que en unión con el P.
Comisario fr. Pedro Miranda agregue la Crónica de lo actuado en este convento por los
padres de nuestra Provincia desde la fecha en que nos hicimos cargo hasta el presente. Y
esta Crónica deberá continuarse en adelante año por año en la forma en que lo ha hecho el
benemérito P .Antonio Vázquez.

P. M.D.S.P.M. R.
Fr, Luis Lavorel Fr. Julián B. Lagos
Prosecretario M. Provincial

(Es copia fiel salvo menudos errores del original del Padre Antonio Vázquez. Los del
29 al 30 de noviembre los estudiantes y obreros (y Masones) hicieron una
Los subrayados son míos, de Fr. José Luis Salas,
32

2.3.- Los terceros actores: La PROVINCIA DE LA ASUNCIÓN ARGENTINA

Al desplazarse los frailes de la Provincia de San Gregorio por renuncia del Comisario
Antonio Vázquez, la Curia General trasladó el compromiso de su mantenimiento a la
Provincia de la Asunción del Río de la Plata. Por lo que el 30 de Julio de ese año de 1923
llegó a Asunción el P. José María Bottaro( futuro Arzobispo de Buenos Aires) con todos los
títulos de Presidente de la Casa y Comisario de Tierra Santa en Paraguay. El 9 de agosto se
hizo el traspaso de los inventarios y la entrega de la dirección y administración. El único
fraile que quedó de la presencia anterior fue el P. Víctor Varona. De Argentina vinieron
ocho religiosos.

NOMINA de los Frailes de la Provincia de la Asunción. Año 1923 a 1937.


 Fray José María Bottaro
 Fray Luis Lavorel33
 Fray Bernardino Bermudez
 Fray Víctor Varona.- que continuó desde los venidos de San Gregorio
 Fray José María Fúnes34
32
Fray José María Bottaro, vino como Custodio, pero al de poco el año 1926 fue preconizado como
Arzobispo de Buenos Aires por el Papa Pío XI. Fue consagrado el 5 de diciembre de 1926 en la Basílica de
San Francisco. Murió el 11 de mayo de 1935. El MUSEO de San Francisco lleva su nombre.
33
Fray Luis Lavorel, fundador de las OBRAS CHARITAS, falleció el 22 de abril 1953 en la ciudad de
Tucumán. Es muy recordado y alabado por haber fundado la RADIO CHARITAS el año 1936 con la
juventud Antoniana.
34
Fray José María Fúnes, Franciscano Cordobés que trabajo de asesor de la Orden Franciscana Seglar y
preparó el ingreso en Paraguay de las Hermanas Franciscanas Educacionistas y el traspaso de San Inés con la

32
 Fray Antonio Cordero
 Fray Pedro C. Miranda
 Fray Vicente Oyola
 Fray Berardo Ludueña

Durante los catorce años que permanecieron los frailes de la Asunción no sólo
mantuvieron lo fundamental de las obras pastorales como la Obra de Tierra Santa, la
vitalidad de la V. O. TERCERA, la Juventud Antoniana, La Pía Unión, sino que también
en junio del 1924 el P. Pedro C. Miranda suscitó la devoción al Sagrado Corazón de Jesús
y la Cofradía del Apostolado de la Oración.

Estas fueron las Instituciones que impulsaron y algunas de ellas llegaron a su mayoría
de edad y plenitud. Como se hablará de cada una de esas Cofradías y sus proyecciones
apostólicas en particular, dejamos sus concreciones más detalladas para ese momento.

Hubo varios frailes sobresalientes, entre todos los venidos de la Provincia de la


Asunción descollará por su calidad franciscana el P. José María Bottaro, que no hizo
mucho tiempo en Paraguay por cuanto fue nombrado primeramente Provincial y pocos
años después Arzobispo de Buenos Aires en 1926. El resto de los frailes puede catalogarse
de un promedio bueno y activo, pero el que entre ellos alcanzará verdadero protagonismo
por su personalidad, sus creaciones, virtudes oratorias y participación activa en la sociedad
y política paraguaya será el Padre Luis Lavorel35.

Lastimosamente no supieron dar continuidad a la crónica conventual a pesar de que


en la visita que realizara su provincial Julián Lagos en el año 1927 les dejara como
recomendación al Padre Presidente “agregaran la crónica de lo actuado desde la fecha en
que nos hicimos cargo hasta el presente… y esta crónica deberá continuarse en adelante,
año por año, en la forma en lo que ha hecho el benemérito P. Antonio Vázquez”..

Queda por lo mismo un vacío notable de Crónica desde esa fecha de agosto de 1923
hasta que un miembro de la Provincia de Cantabria, Plácido Ibárreta, el año 1937 asumiera
el nombramiento de nuevo Comisario de Tierra Santa. Con todo se puede dar una cierta
continuidad al escrito mediante el trabajo realizado en este lapso y las Actas de las dos
instituciones más vigorosas, que aparte de la Obra de Tierra Santa, fueron la Orden
Franciscana Seglar, tanto femenina como masculina, la Juventud Antoniana y la Pía Unión
de San Antonio . Las creaciones que surgieron de estas cofradías fueron verdaderamente
ejemplares, creativas y progresistas.

A la Juventud Antonia y su asesor Luis Laborel se deberá, la creación de la escuela de


Niños Pobres, La Emisora CARITAS, una imprenta, la revista “El P. BOLAÑOS”, y
varias empresas más. Mientras que a la Tercera Orden Franciscana Femenina se le deben

escuela de Niñas Pobres, pasó a ser Sacerdote Secular y se estableció en Villarrica, donde vivió pobremente
con un gran sencillez, sus últimos años vivió retirado en la Piedad donde falleció.
35
Aunque no escribieron una CRÓNICA sin embargo hay bastantes referentes que pueden ayudar a la
construcción de su memoria y labor a través de las ACTAS de los diversos movimientos : Orden Franciscana
Seglar, Juventud Antoniana, Cofradía del Sagrado Corazón de Jesús, etc. ARCHIVO CONVENTUAL (Salas)

33
La escuela de Niñas Pobres en el predio de la actual Santa Inés, y a partir de ahí la traida de
las Hermanas Franciscanas de la Caridad, las hoy Hermanas Educacionistas.

2.4.- Cuarta Presencia: PROVINCIA FRANCISCANA DE


CANTABRIA año 1938 – 2005

Esta es la cuarta institución del CENTENARIO y la encargada de dar continuidad y


nueva presencia franciscana – más abierta - en el Paraguay, pues llegará con la misión de
no sólo mantener la Comisaría y la Obra de Tierra Santa, sino también con la idea de “
restaurar en lo posible las antiguas misiones” asentando nuevas casas y procurando
“implantar la Orden” de Frailes Menores 36. A lo largo de los Años ha ido Cambiando las
denominaciones de la entidad: primero se llamó Comisaria de Tierra Santa, luego
Comisaría de Cantabria del Paraguay, Custodia de Cantabria, y últimamente Custodia de
Fray Luis Bolaños...

Podemos decir pues, que esta cuarta etapa, que al cumplir cincuenta años el año
1988, había ya contado con 120 religiosos llegados de Cantabria para cumplir su misión,
es la que hoy todavía mantiene su presencia, su labor pastoral y la ilusión de plantar
definitivamente la Orden franciscana en el Paraguay. Es una historia que podemos
catalogar como distinta y con un cometido diverso que el que tuvieran los tres gobiernos
anteriores, todos ellos sujetos, por su origen primero a la Obra de Tierra Santa y
manteniendo como única Residencia la de San Francisco de las calles Herrera y Caballero.

El papel que le ha correspondido a la presencia de la Provincia de Cantabria o de


Arantzazu ha sido la de mantener, reforzar la vida heredada de las anteriores Instituciones y
afrontar las nuevas circunstancias de nuevas casas y centros de irradiación como
Villarrica (1938) y Guarambaré (1939), Caaguazú, (1960) Leprosario Sapucay (1940), la
de crear nuevas organizaciones, la de desafiar el salto a la nueva era del Vaticano II, y
sobre todo la de plantar la vocación franciscana de la primera Orden con el perfil y el
rostro paraguayos. Con ese empeño se abrió el seminario en Villarrica el año 1955 y
continúa manteniendo la ilusión de una Custodia Franciscana netamente paraguaya.

Dejando aquí los prenotandos y aspectos generales del escrito que han servido para
encuadrar la visión de esta segunda presencia de la Orden, con las cuatro entidades
nombradas después de la ruptura de la Exclaustración impuesta por el Dictador Gaspar
Rodríguez de Francia en 1824 y que duró hasta 1882 iremos a desarrollar las actividades y
obras pastorales más importantes del ORATORIO SAN FRANCISCO DE ASUNCIÓN a
partir, sobre todo de su instalación y construcción en 1901. Es un resumen de la labor
llevada a cabo por las cuatro entidades nombradas.

36
La primera Crónica es del P. Plácido Ibárreta de 1937 hasta 1941.

34
3.- Construcción del actual Convento y Oratorio de San
Francisco de Asunción en 1901.

En el frontis del Oratorio San Francisco, situado en las calles L. A. de Herrera y


Caballero, entre las tradicionales efigies de San Francisco y Santo Domingo, queriendo
recordar el suceso de su inauguración, figura esta fecha: año 1901. A partir de ese referente
es que hacemos esta memoria, no minuciosa y extensa como debería ser, pero al menos
historia en los rasgos más sobresalientes.

Contando con las noticias de las crónicas podemos precisar que, la bendición del
ORATORIO, que será el centro de la vida y la pastoral de esos Cien Años ya pasados, fue
hecha por el obispo Juan Sinforiano Bogarín, asistido por todo el clero secular y regular, y
se llevó a cabo el 28 de octubre de 1901.

Cien años prolongados e intensos han transcurrido desde entonces. Por lo mismo, es
el 28 de octubre del año en curso 1901 – este escrito se hizo para esa ocasión - que se
celebró su efeméride centenaria, y que no parece pertinente debiera pasarse sin hacer una
recordación. Nuestra manera de hacerle honor a esa fecha, fue recogiendo algunos
recuerdos de las actuaciones franciscanas originadas en ese período.

Anteriormente a partir del año 1882, en que se hizo presente el primer franciscano
de la era post Dictador Rodríguez de Francia y Guerra de la Triple Alianza, fue Fray
Javier María González, español alumno de la Provincia de Santiago, pero llegado por
encargo de la Comisaría de Tierra Santa, en la que era a la sazón Guardián en el Convento
de Nazareth.

Hurgando en los archivos conventuales encontramos no pocas referencias que


rememoran aquellos inicios . De este modo conocemos que el que ideó y emprendió la
obra de construcción fue el franciscano fray Pantaleón de la Fuente, español que
anteriormente había misionado 30 años en Filipinas. El 30 de mayo de 1900 se colocó la
primera piedra previa bendición del Ilmo. Sr. Obispo Don Juan Sinforiano Bogarín, a la que
ya hemos hecho alusión, y los padrinos de la bendición fueron los Sres. Don Francisco
Villamil y su esposa Dña. Silvia Cordal de Villamil. 37

Otras noticias que se dan sobre la Iglesia en construcción, detallan las dimensiones
del edificio cuyo largo era 33 m. 40 ctm., su ancho 9 m. 50 ctm., y altura 10 m. Se abrió al
culto, aunque todavía con altares provisionales, sin los remates últimos, más otras
37
Cuaderno de crónicas del Convento de Asunción.

35
deficiencias, previa bendición, el día 28 de octubre de 1901. El desembolso económico
realizado hasta que terminaron las obras en su totalidad – según datos de 1908 - que
incluye altares, ornamentos, cálices, fue de unos 200.000 pesos papel de uso legal en
Paraguay. Parte de ese monto fue reunido con limosnas que dieron los fieles, otra con lo
producido por los servicios de los Padres, y el resto con fondos de la Obra de Tierra Santa,
Obra a la que estaba originariamente destinada la casa y la fraternidad.

El Padre de la Fuente proyectó realizar la edificación en el terreno adjunto al


Convento llamado “Comisaría de Tierra Santa”, al noroeste del mismo, y él mismo fue
quien lo llevó con premura a ejecución. Para el 24 de diciembre de 1900, el maestro de
obras Sr. Cristóbal Péris, había adelantado no poco la estructura del templo, tanto que en
la noche de la Navidad se pudo celebrar la misa de “gallo” solemne en su recinto. Aunque
la obra en su totalidad quedó concluida y se abrió definitivamente al culto en la fecha ya
señalada del 28 de octubre del año 1901. La Campana mayor de la torre que ha perdurado
hasta hoy trae el nombre de la donante Beatriz de Battilana – Asunción 1900 está fabricada
en Buenos Aires. Otra campana menor está con la fecha 1923 y hay otra mediana que no
lleva ninguna inscripción. Hoy todas las tres están en la terraza del convento debido a las
rajaduras observadas en la espadaña de la torre que corría peligro de derrumbarse con algún
temporal.

Las imágenes centrales, que eran y han perdurado, han sido la de Nuestrp Padre San
Francisco, San Antonio de Padua, y la Inmaculada, que fueron encargadas y traídas desde
Valencia, España. Estas efigies son las que han despertado en no pocas personas, a lo
largo de cien años devoción, oraciones, Cofradías y obras sociales, siempre bajo la
conducción de los frailes. Hay otras imágenes de mucha significación local: San Francisco
Solano y la Virgen de la Merced. Aquella por la relación con el que fuera Presidente del
Paraguay Francisco Solano López e incluso la guerra de la Triple Alianza y haberle
pertenecido y acompañado a Solano López durante muchos años y ésta la efigie de la
Merced, por ser la Patrona del Barrio donde se erigió el Oratorio y se presume que era la
imagen del altar central del antiguo templo de los Mercedarios.

En el transcurso de estos fecundos cien años, el Oratorio franciscano ha sido para


miles de asuncenos centro y venero de vida espiritual, de desahogo de cuitas y penas, de
confesiones doloridas y sinceras, de reconciliación y vivificación de espíritus tanto de
laicos, como de religiosos, sacerdotes y obispos; ha sido foco de convergencia para
eucaristías, memorias de finados, recomendaciones a santos, misas rezadas o cantadas con
voces notables y privilegiadas que ha tenido el Oratorio a lo largo de los años. No pocos
han sido atraídos por el carisma de sencillez y austeridad de los frailes, o por el encanto de
iconos tan representativos y emblemáticos como los de San Francisco, San Antonio de
Padua, del Sagrado Corazón, o la Virgen de la Merced y María en la Inmaculada, San Luis
Rey de Francia, San Francisco Solano.

El Oratorio y sus frailes han alimentado devociones y creencias, han irradiado


ideales cristianos y espiritualidad, inyectando en su feligresía el humanismo Cristocéntrico
de sus carismas ya con la Orden franciscana seglar, “el pan de los pobres” y su Juventud
Antoniana; el cuidado y amor a los hermanos leprosos y la Obra a favor de los leprosos de
Sapucai, la Asociación Santa Isabel; la piedad al Sagrado Corazón de Jesús, como también

36
la promoción de los lugares de peregrinación de Jesús de Tierra Santa. Irradiaciones
emanadas del espíritu que ha palpitado pujante y joven a lo largo de mas de cien años en el
llamado” Oratorio San Francisco mediante los Hijos de San Francisco.

Desde las inquietudes evangélicas humanitarias y sociales vividas adentro y


exteriorizadas hacia fuera en homilías, sermones, conversaciones privadas y consejos
personales, emergieron: una escuela para los niños pobres, la conocida como “Escuela
Cháritas” de niños pobres, la hoy escuela “Fray Luis Bolaños”; también la escuela y taller
paralelo para las chicas de humilde procedencia generada y sostenida por la pujante Orden
Tercera femenina y que culmina en la traída y presencia de las Hermanas Educacionistas
en Santa Inés; la emisora “Radio Charitas” con su mensaje de “ Paz y Bien para todos los
hogares”, que ha pertenecido y ha sido dirigida durante cincuenta años por los propios
directores franciscanos, la imprenta del mismo nombre. La Asistencia a los leprosos de
Santa Isabel de Sapucay, y la Obra de Tierra Santa a favor de los lugares Santos... entre
otras.

Aún resonarán en el oído de no pocos el eco de nombres de religiosos más


representativos de los primeros tiempos: como fray Francisco María González, el primero
en llegar, fray Pantaleón de la Fuente, el constructor del Oratorio; fray Víctor Varona que
dejó recuerdos de músico y su flauta; fray Antonio Vazquez fundador de la Juventud
Antoniana; fray José María Bottaro, nombrado arzobispo de Buenos Aires... A los amantes
de los medios de comunicación les resultan muy conocidos e influyentes los nombres del
insuperable Luis Lavorel, fundador de la Emisora Charitas, su sucesor Benito Azcárate,
Ignacio Sudupe, Yosu Arketa, José Gallástegui, Saturnino Urbistondo ... vinculados a la
comunicación y la radio, claro está que con centenares de otros religiosos y laicos
sobresalientes comprometidos a su lado.

Nombres de los carismáticos, y venerables, como Félix Ochoa, Andrés Saralegui,


José Luis Salas, Juan Beltrán de Heredia, Angel Arzelus... y otra pléyade de apóstoles,
entusiastas servidores de la asistencia a los leprosos, junto con las beneméritas damas de la
Asociación Santa Isabel y las Hermanas “madres” de los internados las Vicentinas.

Loa a los organizadores y sostenedores de Cofradías como San Antonio, el Sagrado


Corazón o la Virgen de la Merced... que nombraremos en su lugar al hacer memoria de
cada organización y sus actas.

Los nombres de los varios párrocos, Lorenzo Barañano, Iñaki Biain, José Angel
Urcelay o Miguel Arámburu... han hecho historia de servicio parroquial, pues, con el
tiempo, parroquia vendría a ser, el eternamente conocido como Oratorio San Francisco.

Una cosa aparentemente de tan poco significado como el de promover el


conocimiento y apoyo a los lugares santos, contó con frailes comprometidos con esa Obra
y simultáneamente en la reorganización de la Tercera Orden, con los iluminados
hermanos Pantaleón de la Fuente, Antonio Vázquez... o un original Elías Zulaica y su
“sancho” el hermano José Possenti, que recorrían incansables los pueblos y sus fiestas
patronales, primero colaborando en los ritos religiosos, el sacramento de la confesión y
luego animando las fiestas con altoparlantes y películas formativas o divertidas (las

37
primeras películas que se veían en el campaña), todo ello gracias a estos dos auténticos
“quijotes” franciscanos, que son recordados, sobre todo, en muchos pueblos de la campaña
paraguaya.

Como se ve un Oratorio nada estéril, fecundo y palpitante de vida, por cuanto la


mayor parte de esas obras perduran y han pasado a ser, incluso, patrimonio histórico y
vida del tercer milenio.

ANEXO I
SAN FRANCISCO SOLANO
PERTENECIENTE AL MARISCAL FRANCISCO SOLANO LÓPEZ.-

Entre las imágenes del Oratorio San Francisco reserva una historia singular y que
tiene que ver con hechos de la Guerra de la Triple Alianza y con el héroe máximo de las
batallas paraguayas Francisco Solano López. Estamos hablando de la efigie que se
encuentra del lado izquierdo de Altar según se entra: SAN FRANCISCO SOLANO y su
infaltable violín y su indiecito cristianizado.

Por el momento queremos detenernos a contar la singularidad que ofrece esa efigie
de San Francisco Solano, a la que, según original, acompaña un indiecito arrodillado, que
se encuentraba retirado en la biblioteca conventual y actualmente le acompaña . Su valor
más peculiar se centra en que es imagen vinculada a hechos y personajes de la historia
nacional, concretamente al Mariscal homónimo Francisco Solano López y la guerra de la
Triple Alianza.

Al respecto de esa efigie y del momento en que pasó a ser parte del presbiterio de
San Francisco dicen las memorias:
“También por esta época más o menos, año 1901 (refiriéndose a la construcción
del templo) se colocó en el altar mayor, al lado del evangelio, la imagen de San Francisco
Solano: y es la misma que siempre tuvo en su casa el Mariscal Francisco Solano López, a
la que se honraba con singulares honras en tiempo de dicho Mariscal, trayéndola y
llevándola por las calles de Asunción un mes antes y uno después de su día. ¡Cuántas
cosas habrá presenciado esta imagen¡... En tiempo de la guerra con la Triple Alianza la
llevaba consigo el Mariscal; y al huir hacia el Alto Paraná la dejó en Piribebuy. En esta
población la recogió Dña. Dolores de Barreto y la trajo a la capital, dándola a esta iglesia
luego que se construyó” 38 .
38
Notas del archivo del Convento San Francisco. Al respecto de Dna. Dolores, hace una observación
fundamental el Padre Lorenzo Barañano: Debe decir “Dolores Barreto de López (y agrega) parece que esta
Señora estaba casada con un López pariente del Mariscal . Aunque paraguayos ambos vivían en La Paz (Prov.
De Entre Ríos – Argentina) donde su esposo tenía una fábrica de cigarros... Cuando murió su marido se
trasladó a Asunción. Tenía su casita sobre la calle Ypané, hoy Fulgencio R. Moreno, entre Yegros e
Independencia Nacional, donde cobijaba la imagen de San Francisco Solano que llegó a sus manos... Cada
año seguía celebrando con fastla fiesta del Santo con funciones religiosas, reuniones de vecinos... con
abundante comida y a la gente pequeña chocolate...Cuando se sentía morir...quiso que la imagen pasara a la
Iglesia de San Francisco para que se siguiera venerándola y honrándola en su día. Para ese objeto incluso dejó

38
Podemos ampliar algo más la noticia, que habla precisamente de esta efigie y la
guerra de la Triple Alianza, con una referencia tomada de Juan Crisóstomo Centurión.
Refiriéndose al 24 de julio de 1869, es decir, a la última celebración de la fiesta del santo
y cumpleaños de Francisco Solano relata varias memorias. Esta fecha sería la postrera vez
que Francisco Solano celebrara su onomástico, y lo festejara con esta estatua concretamente
en la nueva capital del Paraguay, Piribebuy39. Pues Solano López fallecería el 1ª de marzo
de 1870, es decir meses después. Transcribo literalmente:

“ El 24 de julio, día onomástico del mariscal, fue festejado por la mañana con
grandes pompas religiosas. El panegírico del Santo estuvo a cargo del ilustrado joven
sacerdote, Candia, vecino de Itauguá, que pronunció esa ocasión un notable discurso.
Por la tarde, se llevó la estatua de San Francisco Solano en procesión con
numerosos acompañamiento hasta la subida de la cordillera de Azcurra, de modo que el
Santo dominara con su mirada el campo enemigo.
A Panchito López, hijo mayor del mariscal, se le metió entre ceja y ceja de que el
Santo en aquel momento había inclinado la cabeza, y movido los ojos. Al regreso después
que todo el mundo se hubo retirado, el mariscal averiguó con algunos jefes si era verdad
lo que aseguraba su hijo; y si el hecho hubiese sido confirmado, de seguro que hubiera
mandado labrar algún acta para constatar de que el Santo había obrado un milagro”.

Otra referencia al festejo del 24 de Julio fiesta de San Francisco Solano y


cumpleaños del Pres. Francisco Solano López con un mal final es el que narra el libro “El
clero en la Guerra del 70” del Pbro. Silvio Gaona. As. 1961, Pag. 56 40 “ El P. Ferriol fue
apresado en Luque el 24 de julio de 1868, día en que tenía que celebrar una misa en honor
de San Francisco Solano, y pronunciar una alocución patriótica. Pero llegada la hora del
oficio , este sacerdote se negó a celebrar la Santa Misa, porque las autoridades de la
localidad, en su afán de adular a López, habían colocado en el centro del altar instalado en
la plazoleta de la Iglesia una fotografía del mariscal en lugar de la imagen de San Francisco
Solano.
Las autoridades locales insistieron una y otra vez a que se celebrara el oficio
religiosos, pero el P. Ferriol les enfrentó con una valiente negativa, diciéndoles que su
conciencia sacerdotal no le permitía celebrar el santo sacrificio de la Misa en estas
condiciones y que primero moriría antes que ceder a una sugestión de esta naturaleza. Las
autoridades de Luque pasaron de la insistencia a la amenaza, y finalmente a la violencia. Lo
apresaron, lo engrillaron, y de esta manera lo enviaron hasta Ascurra, en cuya prisión
improvisada murió de hambre a fines de enero de 1869, según declaraciones del P. Pedro
Pablo Benítez.
algún legado de limosnas. P. Lorenzo Barañano po referencia de las Señoritas Rodino. Crónica de Tierra
Santa pág 50.
39
Centurión, Juan Crisóstomo, Memorias o Reminiscencias históricas sobre la Guerra del Paraguay, Tomo
IV, pág. 67. El P. Silvio Gaona, “el Clero en la Guerra del 70” pág. 67. En referencia al P. Domingo Tomás
Candia , que celebró y predicó la misa de San Francisco Solano, dice”después de esta fecha no se llegó ya
saber nada de este sacerdote. Puede sostenerse con cierto fundamento que sucumbió entre los miles de héroes
anónimos de la Residenta”. En la pág. 68 se lee “ Luque 24 de julio de 1868.Natalicio del Mariscal. La misa
fue celebrad por el cura de Villarrica P. Juan N.Arza y el sermón estuvo a cargo del cura de Piribebuy,
P.Hilario Haedo. El Mariscal cuando murió le mandó rendir honores militares en su sepelio.
40
GAONA,Silvio, El Clero en la Guerra del 70, Asunción, 1961, pág.56.

39
Parece de interés religioso y patriótico esta digresión que hemos hecho sobre la
efigie de San Francisco Solano por cuanto tiene que ver con momentos cruciales de la
Patria paraguaya.

Por su parte la imagen de la Virgen de la Merced, está vinculada al Barrio donde


está ubicado el Oratorio y tiene también su historia particular vinculada a la tradición de
haber sido la imagen que presidía el altar del convento y templo de los Mercedarios hasta
el año 1824. De ello haremos memoria en el apartado IV. 9.

NNNNNNNNNNNNNNNNNmmmmmmmmmmmmNNNNNNNNNNNNNN

4.- Obras Apostólicas más sobresalientes emprendidas


por los religiosos

4.1.- Comisaría y OBRA de TIERRA SANTA41


Dentro de las celebraciones centenarias del Oratorio San Francisco se les debe un
lugar preponderante a los franciscanos recolectores de limosnas para la preservación de
los Santos Lugares, “La Comisaría de Tierra Santa” y su “Obra de Tierra Santa”..
Sus miembros fueron los primeros en presentarse en Paraguay después de la exclaustración
sufrida por orden del Dictador Francia 1824 y culminación de la guerra de la Triple Alianza
1870. A ellos les debemos los títulos de los terrenos adquiridos para la refundación, los
primeros locales, la erección del Oratorio por los años de 1900; a ellos las devociones y las
cofradías a que dio lugar ese centro espiritual; a ellos las instituciones sociales cristianas
Cháritas radio, imprenta, revista Fray Luis Bolaños, la escuela de niños pobres, la atención
a los leprosos en Sapucai y la Asociación Santa Isabel... Ellos los miembros de Tierra Santa
con sus instituciones fueron los que dieron sustento a todo desde el año 1882 hasta el 1937
que vino el cambio a favor de la Provincia de Cantabria y su nueva orientación.

El año 1882 arribó fray Francisco Javier María González, munido de “una
bendición especial de Su Santidad León XIII para establecer la Comisaría de los Santos
Lugares”. Lógicamente, de entrada tuvo que dedicarse a realizar una estructura habitacional
para vivienda y capilla, pues el antiguo convento de San Francisco hacía tiempo había
desaparecido. Las primeras cuatro habitaciones estaban ubicadas entre las calles Luis A. de
Herrera y Caballero, dejando un espacio para el futuro Templo. Las construcciones se
hicieron bajo la conducción del Sr. Cristóbal Péris y estuvieron terminadas para el año
1894.

41
En el Archivo Conventual se conservan escritos sobre el establecimiento y las subsiguientes obras tanto
materiales como apostólicas realizadas por los miembros de la llamada COMISARIA de TIERRA SANTA: e
CRÓNICAS, Cuadernos relacionados con la Obra de Tierra Santa, libros de contabilidad, Documentos
oficiales, etc. Un material de primer nivel para la historia del Convento.

40
En lo religioso, priorizando desde luego la Obra de Tierra Santa, tomaron con
particular interés también la animación y la estructuración de la Tercera Orden Secular de
San Francisco que subsistía subterránea y desorganizada pero viva en muchos herederos de
la anterior siembra franciscana. Ella atrajo la preferencias del Padre González y su
compañero, fray Ramón Sánchez, de tal modo que para 1886 la habían organizado en la
capital y muchas poblaciones y obtenido su erección canónica. A su vez la Venerable
Orden Tercera, o V.O.T, como se le llamaba entonces servía de plataforma para la
Confraternidad de la Obra de Jerusalén o de Tierra Santa.

A los pocos años en 1897, el iniciador de la Obra fray Francisco Javier se trasladó a
España por enfermedad y el hermano Ramón, que recorrió casi todo Paraguay, quedó solo,
hasta que llegó fray Fidel Codinach como comisario interino. No fueron tan estables y
sólidos los orígenes de la primitiva Comunidad franciscana, aunque nunca se rompió la
cadena de sus moradores.

Un repunte notable, y un afianzamiento esperanzador recibió la Obra cuando


asumió la provincia de San Gregorio su prosecución. Con fray Pantaleón de la Fuente como
Superior arribaron varios franciscanos anteriormente misioneros en Filipinas, entre ellos
fray Juan Maté y fray Pedro Parra.

A iniciativa de fray Pantaleón se debe precisamente el inició de la construcción del


ORATORIO SAN FRANCISCO, bendiciéndose la primera piedra el 30 de mayo de 1900
por Mons. Juan Sinforiano Bogarín. La inauguración del templo, que siempre se llamó
Oratorio San Francisco, se realizó el 28 de octubre de 1901. Es decir que este año
celebramos el centenario de su culminación. A los promotores de los Santos lugares les
debemos la obra del ORATORIO, la primera estructura del convento y muchas otras
iniciativas. Es justo recordarlos en este centenario.

Los frailes de Tierra Santa no se limitaron estrictamente a la cuestación de fondos


para los Santos Lugares, sino que su apostolado tuvo otras varias facetas. Casi no quedó
pueblo de campaña que no visitaran aquellos andariegos frailes, a saber con qué medios. En
sus giras privilegiaban naturalmente la Obra de Tierra Santa, pero como ya hemos dicho, a
la Orden Franciscana Seglar , es decir la Tercera Orden y su animación espiritual le
dedicaban una atención también preferente, era su actividad paralela y el enlace apropiado
para entusiasmar con la Obra de Tierra Santa. Con ello y con sus visitas la vida cristiana de
la campaña recibió un insospechado repunte.

Fruto de ese empeño apostólico sería en años posteriores también la devoción


antoniana, y la dinámica Juventud Antoniana con todos los aditamentos de carácter
religioso y social: escuela de niños pobres, la imprenta, la emisora Cháritas; también la
cofradía del Apostolado de la Oración, de ello hemos dado alguna constancia. A fray
Antonio Vázquez que llegó a Asunción en 1916, se le debe la institución de la Pía Unión
de San Antonio y la Juventud Antoniana, “ que tanto gravitaron en la vida y en las obras
franciscanas del Paraguay”. Fray Pedro C. Miranda suscitó la Asociación del Apostolado de
la Oración el año 1924. La época dorada de esas instituciones, sin embargo, se le debe con
toda justicia al Padre Luis Lavorel. Los detalles de muchas de sus acciones ya se han

41
desarrollado hablando de esas instituciones en particular, en ellas se palpará su
protagonismo.

En el marco de la Obra propia de Tierra Santa fomentaron la “Confraternidad de la


Obra Pía de Jerusalén”, crearon centros de recolección de Tierra Santa en muchas
poblaciones. La participación en las misas perpetuas de los Santos lugares y el diploma que
lo garantiza se hizo para muchos del Paraguay una manera de sufragio obligatorio y a la
vez una fuente de ingresos para los Santos Lugares. Debiéndose tener en cuenta que hasta
hoy perduran algunas de estas actividades.

En Septiembre del año 1920 se recibió una circular del Custodio de Tierra Santa
Fray Ferdinando Distallevi mediante la cual se ordenada la consagración de todas las casas
pertenecientes a Tierra Santa a San Antonio de Padua . En su cumplimiento el 26 del
mismo mes se hizo una consagración solemne de la Iglesia y de las Obras con la asistencia
de la V.O.T. las congregaciones antonianas y público a San Antonio de Padua y se levantó
un Acta que recogiera el evento42.

Los religiosos que actuaron en toda esa época, que va desde 1882 hasta 1938, es
decir hasta la llegada de los frailes de Cantabria, no fueron pocos, algunos eran procedentes
de la provincia de San Gregorio de España, otros posteriormente de la Provincia de la
Asunción de Argentina. Miembros notables de la labor a favor de Tierra Santa fueron,
además de los ya citados fray Francisco Javier María González, fray Pantaleón de la
Fuente, fray Fidel Codinach, fray Antonio Vázquez, fray Eduardo Barbacid. El año 1923 se
inició el traspaso hacia la Provincia Argentina según consta en el documento n° 45 de la
página 94 de las Crónicas. Sus miembros sobresalientes fray José María Bottaro que
traslado de paraguay, al de poco fue Provincial y más tarde Arzobispo de Buenos Aires,
fray Luis Lavorel, fray José María Fúnes. Víctor Varona que optó por quedarse en
Asunción enlaza con la llegada de la Provincia de Cantabria, suceso que aconteció en
1937.

El primero en heredar la Obra en nombre de Cantabria fue el P. Plácido Ibarreta ,


quien dejó además de la Crónica de los pocos años de su cargo, tres en total, también un
Indice de 56 Documentos, que se le deben agradecer.

Fue un cambio sustancial en varios aspectos la toma de responsabilidad de la Obra


de Tierra Santa por parte de la Provincia española de Cantabria, que luego cambió de
nombra por la Custodia de Fray Luis Bolaños, pero el hilo conductor de la Obra de Tierra
Santa siempre fueron los franciscanos y nunca se rompió su continuidad.

Esta nueva época cuenta con varios notables de la atención de la obra de Tierra
Santa. Pero quienes merecen ser distinguidos, en sucesión del P. Placido, con una memoria
particular por su actuación entre los años 1940 y 60 son fray Elias Zulaica y su fiel
acompañante fray José Possenti. Durante casi veinte años ellos dos desplegaron una labor
En la CRÓNICA de la Casa de Tierra Santa, entre los DOCUMENTOS 32 y 33 se encuentra el Acta de la
42

Dedicación de la Comisaria a San Antonio firmada por fray Antonio Vázquez, Victor Varona, Eduardo
Barbacid y el Presbítero Lorenzo Pérez en nombre de la Juventud Antoniana y de Luis Sotello por la Vble.
OrdenTercera.

42
de visitas a todos los pueblos por lo que son muy recordados hasta hoy por la gente mayor
que los recuerda.

Margarita Durán refiriéndose a fray Elías Zulaica y esa labor dice: “La estampa
apostólica de este misionero franciscano es sobradamente conocida en toda la extensión del
Paraguay. Recorrió una y mil veces las ciudades, pueblos y compañías en sus incesantes
giras por todos los caminos de la República. Como encargado de la Obra de los Santos
Lugares llevaba a la gente su mensaje de PAZ y BIEN. Era el colaborador infaltable de los
párrocos de campaña durante las celebraciones de las fiestas patronales. Allá iba, siempre
acompañado del inseparable fray José Possenti, con sus alto parlantes montados sobre una
camioneta y su típico proyector de películas para alegría de chicos y grandes” 43. En esas
visitas anuales de las fiestas patronales, él confesaba junto al párroco local, promovía los
santos lugares, recogía limosnas para Tierra Santa, y con la música y las películas divertía a
la gente y daba ambientación festiva al pueblo.

Otros sucesores, beneméritos de esta Obra fueron fray Julián Maldonado, Andrés
Saralegui, Lorenzo Barañano, y alguno más, hasta el actual José María Zubizarreta. Las
actuaciones fueron mudándose, tanto por el rumbo dado a la iglesia por el Vaticano II
como por las nuevas circunstancias de los tiempos y la comunidad.

Como en otras muchas cosas del Oratorio San Francisco, el Padre que cargó con el
peso de varios oficios y responsabilidades, fue el Padre Lorenzo. Sobre él decayeron más
de un cargo, la de ser primer Párroco, la Pía Unión de San Antonio, también el de
Comisario de la Obra de Tierra Santa...Lorenzo ha sido un celoso e incansable custodio de
Tierra Santa hasta que la muerte le llamó al descanso de los justos. En los tramos finales
Lorenzo fue potenciando nuevos modos de interesar a los devotos de los santos lugares
como las peregrinaciones, la revista de Tierra Santa... sin descuidar las misas perpetuas, los
diplomas de suscripción, etc.

A la Obra de Tierra Santa le debemos un Felicidades grandioso y centenario, con


ella se inició la vida franciscana de esta nueva etapa de presencia franciscana en
Asunción, ausente desde el año 1824 por decreto de exclaustración del Dr. Francia; la Obra
de Tierra Santa levantó el Convento que tantos frailes ha hospedado entre sus paredes, dio
vida al Oratorio San Francisco que tanta piedad, fervor, carisma y acciones ha suscitado
durante cien años, por lo mismo mil felicidades y que se prolongue su estela evangelizadora
por otros tantos años en el nuevo milenio. Albricias¡ 44

4.2.- La Orden Franciscana Seglar

No podía ser de otro modo, el primer apostolado de los frailes, venidos el año 1882
a revitalizar el carisma de San Francisco en Asunción, fue el de reanimar y re-erigir
nuevamente la Tercera Orden Franciscana, o la Vble. Orden Tercera, la hoy Orden

Presencia franciscana en el Paraguay. Tomo II.


43

Además de las Crónicas del Padre Antonio Vazquez, se encuentran 49 Documentos que dan relación de esta
44

Obra. Existe Tambien una breve crónica del P. Placido Ibarreta y lista de documentos.

43
Franciscana Seglar, mantenida en estado larval, pero íntegro desde los primeros
evangelizadores. Así fue en efecto. Vamos a dar unas pinceladas haciendo memoria de su
nacimiento en el Oratorio San Francisco y de su admirable andadura en estos cien años.
Será uno de los frutos más señeros de este Templo en su centenaria existencia.

Es presumible, aunque estamos a falta de documentos, que la Orden Franciscana de


la rama seglar tenga unos orígenes que pueden estar entroncados con los frailes de la
primera evangelización, con Bolaños, con Buenaventura, o con frailes de las próximas
generaciones. Sin embargo carecemos de documentos que lo puedan confirmar. Entrado el
Siglo XVII van asomando indicios de su realidad, pero será en el XVIII desde 1756 en
adelante45, en que la vitalidad de la T. O. F. en Argentina, Uruguay, (presumimos Paraguay
aunque carecemos de datos) y sus ciudades evangelizadas por los franciscanas contaban
con fraternidades organizadas. Muchas de las familias representativas de la sociedad tenían
miembros de su familia adheridas a la tercera Orden. En los Capítulos que celebraba la
Provincia Ntra. Sra. de la Asunción – que integraba a Paraguay – figuraba
indefectiblemente el responsable Rector de la llamada V. O. T.

Al dar el decreto de exclaustración el Dr. Francia el año 1824 ya encontramos un


primer dato documentado. En él se dice que uno de esos frailes que fuera apresado por
orden del Dictador, concretamente el Padre Cumá, era el asesor de la TOF. “La prisión
del P. Cumá provino de una ligera disputa con un alcalde sobre un punto de nuestra Orden
Tercera, del que el Padre era Rector. Bastó esto para encarcelarlo e incomunicarlo por
unos siete años, que acabaron con su vida”46.

A pesar del vacío de la primera Orden desde 1824 hasta 1870 debido al decreto de
exclaustración, aparecen en la palestra paraguaya varios capuchinos concretamente en
Villarrica, pero podemos suponer que los franciscanos seglares sobrevivieron manteniendo
su vida franciscana, sus devociones, sus reglamentos de franciscano, de forma que a ellos
se les atribuye el que se mantuviera el fuego de la fe y la cofradía franciscana tan vivo
durante ese tiempo. De ahí se explica el que los capuchinos Salvador María de Nápoles y
María de Avola encontraran no sólo cristianos fervorosos, sino también deseosos de
pertenecer a la tercera Orden y que ellos lograron reorganizarlos al menos en Villarrica y
acaso en Caazapá47 por los años de 1871-75.

Después de esta digresión de antecedentes, quedan abiertas las puertas para que los
frailes de Tierra Santa que llegaron el año 1882 tuvieran fácil y aderezado el camino, como
caldo de cultivo, para su trabajo en la Venerable Orden Tercera. Las primeras memorias
de la Crónica de San Francisco hablan de que el P. Javier el año 1894 obtuvo permiso tanto
para la erección de un Oratorio Público, como para la organización de la V.O.T. y añade:
“Y viendo que eran muchos los fieles que asistían a los oficios que en ella celebraba, y
muchas también las personas que aisladamente habían tomado el santo hábito de la
45
Libros de Actas Capitulares, faltando las dos primeras, el tercero da las primeras noticias y nombramientos
de rectores de la Tercera Orden. LAS ACTAS de la ORDEN TERCERA, son una fuente valiosa para estudias
la fuerza de la Orden Franciscana Seglar en los 50 primeros años de siglo XX. (Salas)
46
Apuntes de Crónica del Padre Abrahan Argañaraz sobre el convento de Ntra. Sra. de la Asunción, Cap.II
47
Crónica conventual de S. Francisco de Asunción “En Villarrica restableció la V.O.T., que había erigida
canónicamente en tiempo de Benedicto XIV, un tal Padre Salvador (Capuchino) en 1871-1873, pág. 5.

44
V.O.Tercera, solicitó de la Curia Eclesiástica declarase Oratorio Público” 48. A lo que
accedió el Sr. Administrador diocesano con un decreto del 11 de julio de 1894. Eran los
franciscanos que emergían de entre las cenizas en una simbiosis de carisma entre primera y
tercera Orden .

En la Crónica hay otras referencias, como la que transcribo:. “ El P. Javier había


fundado la V.O. Tercera en Asunción e investido el hábito de la misma Orden a
muchas personas en Villarrica y en Villa de San Pedro” y añade poco después que el P.
Pantaleón y sus dignos compañeros también iniciaron la devoción a San Antonio de Padua
“ y llevaron todo esto a la perfección con entusiasmo y celo admirables; fundando además
la V.O.T. en Caazapá, en Borja y en Quiindy”.

Sin embargo, será el año 1901 cuando llega a madurar la organización y


oficializarse debidamente la Orden Tercera. El libro de Actas de “V.O.T. de Penitencia”
(sic) pone como fecha de su alumbramiento el 16 de noviembre de 1901, haciendo constar
que interinamente se hacen los nombramientos que a continuación figuran: Presidenta Dña.
Natividad Iturburu, Maestra de novicias Dña. Teresa Loizaga; Vocales: Candelaria Benítez,
Ana Loizaga de Padía, Luisa Crobato y Rosa Acosta de Pérez. Esta 1 ra Acta está suscrita
por el director P. Pedro Parra, y varias firmas más. Este libro de Actas alcanza hasta marzo
de 1932, pero hay otro segundo hasta 1958, y existe un tercero que queda inconcluso por
los cambios que suceden con el Vat. II y es llevado con menor formalidad, hasta que por fin
desaparece, o sufre transformaciones.

También disponía la V.O.T. con el libro de “Partidas de defunción”, donde anotaba


los fallecimientos de los hermanos. Ese libro se inicia el 1 de febrero de 1901 con la muerte
de Dña. Bárbara Fernández Irala y termina el 12 de junio de 1967. Un libro donde constan
los ingresos de “Novicios” con comienzo el 14 de octubre de 1903. Es toda una fuente de
rica información y que reproduce la vida y el espíritu que San Francisco suscitaba en ese
templo recién abierto y que bullía por las venas de numerosas señoras de las familias
asuncenas haciendo que ingresaran en la V.O.T.

La tercera Orden tomó un notable incremento y envergadura, los libros lo constatan.


Los seguidores seglares de San Francisco se fueron multiplicando por diversos templos y
para su atención se designaban hermanas con diversos roles o servicios. El Acta n° 75 del
año 1910, por dar un ejemplo, ofrece una visión de ello y señala los oficios que ejercían los
terciarios : se nombra una Vicaria del Culto; Celadoras: para la Catedral, Encarnación, San
Roque y San Francisco, dos para cada lugar - y un cargo que llaman “hospital” (sic).
También menciona enfermeras para esos mismos cuatro templos – fijando en número de a
dos y su correspondiente “hospital”. Luego aparecen: las cuidadores de la Comunión, los
Custodios de entierros, Avisadoras. Toda una gama de servicios. Esto nos habla de la
vitalidad de la rama femenina de terciarios. No hallamos en esa etapa varones terciarios en
la capital. En la campaña predominan, no obstante, los varones, la orden franciscana
compuesta por los hombres.

48
Crónica... pág. 2.

45
Una obra particularmente interesante es la que iniciaron las hermanas de la orden
seglar el año 1926 abriendo un “colegio taller para niñas pobres y huérfanas”, haciéndose
con locales propios, implementos de una verdadera academia, biblioteca, máquinas de
coser, hilar y tejer con una asistencia media de 160 alumnas. Esta obra culminará
traspasando todo a propiedad de las Hermanas Franciscanas Educacionistas invitadas a
asumir su continuidad. El acto de donación se hizo realidad por los años de 1938, como
consta en las “Crónica 2” del Padre Plácido Ibarreta49, pp. 88,100, etc.

Con ese mismo modelo, e incluso con mayor número de diaconías actuaba la
V.O.T por los años de 1942. Eran tiempos de una extraordinaria floración franciscana,
hablamos sólo de la capital, pero bien sabemos lo de la campaña, donde se contaba por
miles de adeptos. Un libro de nómina del año 1930, que recoge estadísticas del zona de
Villarrica y Caazapá es de admirar y tenerse en cuenta. Siendo fray Félix Ochoa asesor, el
14 de febrero, se hacen los siguientes nombramientos de la O.F.S.: Vicaria de Culto,
Bibliotecaria, 15 Celadoras, Enfermeras para el barrio San Francisco, Catedral, San Roque,
Encarnación, Salesianito, San José, General Díaz, Cristo Rey, Hospital, Pinozá, Colectoras
y avisadoras. Algo inaudito, que habla de la vitalidad adquirida por la rama seglar
franciscana en la capital.

Gracias a las reuniones que celebraba la Comisión directiva, podemos conocer la


vida espiritual en la que se alimentaban en ese tiempo. Además del rezo del oficio personal,
tenían la misa reglamentaria de comunión de los terceros domingos, el rezo de la corona
franciscana, la plática, la bendición con el Santísimo, la reunión de la fraternidad;
conocemos también algunas de las actividades que desarrollaban en el campo de la
pastoral, desde luego junto al P. Ochoa, capellán del Leprocomio, no podía ser de otro
modo, se empeñaron en enviar ropa, víveres y donaciones a los leprosos de santa Isabel;
cuidaban con especial atención a las hermanas pobres a las que como madrinas asignaban
200 pesos ( de la moneda del tiempo), luego tomaron como actividad propia el preparar el
ingreso de las Hermanas Educacionistas en Paraguay con el colegio de niñas pobres, a las
que transferirán el inmueble Santa Inés de propiedad de la V. O. T.; la ayuda y celebración
de una semana vocacional a favor del seminario franciscano era otra de sus labores, etc. etc.
Imposible abarcar en esta mini síntesis los cien años, los diversas estadios, los vaivenes de
esa vida franciscana. Lo cierto es que la espiritualidad de San Francisco hizo maravillas,
atrajo a muchos, entusiasmó con su carisma, irradió por toda la ciudad piedad, sencillez,
fraternidad.

No es posible nombrar la serie de las ministras que se sucedieron en los cien años,
pero vayan como muestras algunas de las que firman las actas: Natividad Iturburu,
Encarnación Bedoya, Carmen P. de Mena, Edelmira Recalde, Rosa A. de Pérez. Filomena
C. Vda. de Queiroz, Isabel R. De Marsal, Juana Prieto, María Luisa Pirota de Recalde, son
algunas muestras...

Tampoco vamos a recordar a todos los asesores – que ahora llamaríamos asistentes -
pero vayan los nombres de algunos que figuran en las actas: Fray Pedro Parra, Pantaleón de

49
CRÓNICA 2° de Fray Plácido Ibarreta, págs. 88,100 y 101

46
la Fuente, Antonio Vázquez, Eduardo Barbacid, José María Fúnes, Antonio Cordero,
Plácido Ibarreta, Félix Ochoa, Lorenzo Barañano...

En los años posteriores al concilio las cosas cambiaron bastante, por no decir, que
mucho. La novedad de la Regla, las Constituciones, los estatutos hicieron unas
transformaciones de gran magnitud. Las adaptaciones a los nuevos tiempos no fueron nada
fáciles y muchos de sus miembros sufrieron sin lograr adaptarse. La que hoy llamamos
Orden franciscana Seglar, continúa reverdeciendo el árbol franciscano con su rama laica,
quienes con nuevas características propias de la renovación postconciliar siguen las huellas
de Francisco; los hermanos laicos perseveran en la inspiración de su espiritualidad,
ofreciendo el mensaje y el ejemplo de su carisma seglar, ellos complementan la gran
Familia de San Francisco. Pero se debe confesar que en Asunción se encuentra muy venido
a menos.

En estos tiempos nuevos ya las Actas, las nóminas y los distintos documentos de su
funcionamiento son llevados por los propios hermanos que han conseguido una autonomía
mayor de los Frailes, y los responsables vienen a ser los propios Ministros, sean en la
JUFRA o la O. F. Seglar. El Centro Franciscano es hoy el eje donde se organiza la Familia
Franciscana para su conducción .

Una proyección apostólico-social que tuvo la Orden Franciscana Seglar por los
años de 1930 fueron, primeramente la llamados Talleres para las Niñas Pobres y después
derivaron en el Instituto Santa Inés dando lugar a la fundación y la presencia de las
Hermanas Educacionistas Franciscanas en Paraguay.

4.2.- TALLER DE NIÑAS POBRES “SANTA INÉS”- OBRA CEDIDA


POR LA TERCERA ORDEN A LAS HERMANAS EDUCACIONISTAS

Para completar y decir la plena verdad tendríamos que añadir un capítulo más de la
irradiación apostólica del Oratorio mediante la Tercera Orden, pues surgieron dos
instituciones escolares, la fundada por la Juventud Antoniana para niños pobres varones
conocida como “Escuela de niños pobres Cháritas” , pero otra escuela taller, no menos
importante y que emergió de la Tercera Orden de mujeres, y es la establecida para las
niñas de escasos recursos con el nombre de “Taller de Niñas Pobres” (año1926) y la que
hemos nombrado (muy de paso) en el capítulo referente a la V.O. Tercera. Esa obra de
Santa Inés por donación de los terciarios fue transferida a manos de las Hermanas
Educacionistas franciscanas y fue sede y centro de su vida cuando arribaron al Paraguay
en 193850 . El asesor de la Orden Tercera de la época fue el Padre José María Fúnes.

En paralelo con la escuela de Niños pobres emergió pues, de la inspiración y


generosidad de la TERCERA ORDEN femenina de San Francisco este Taller para las

50
Ver la Crónica de San Francisco del P. Plácido Ibárreta, llegada y traspaso de la obra a las Hermanas
Educacionistas. Una copia de las páginas referentes a las Hermanas Educacionistas tanto de esta Crónica de
Fray Ibárreta como de las Actas referentes al proceso de traspaso de la Tercera Orden, ha sido fotocopiadas y
entregadas a las Hermanas por parte de fr. Jose Luis Salas (año 2006)

47
Niñas Pobres convirtiéndose más tarde en lo que actualmente es SANTA INÉS, 51.
Transcribo las noticias que da fray Antonio Santa Clara Córdoba en su libro “ La Orden
Franciscana en las Repúblicas del Plata”52

“Colegio Taller de la Tercera Orden” de Asunción. La propiedad era SANTA INES.


Bajo los auspicios de la Vble. Orden Tercera fue fundado el año 1926. Tiene edificio
propio con seis salones, provistos de todos los menesteres de una verdadera academia:
piano, armonio, 10 máquinas, una hermosa biblioteca franciscana, aparatos para tejer, hilar,
etc. Todo ello es propiedad de la Tercera Orden, adquirido a costa de grandes sacrificios.

Este establecimiento, fundado especialmente para niñas pobres y huérfanas, funciona desde
1927, con una asistencia media de 160 alumnas. Se da enseñanza de corte y confección,
bordado a mano y a máquina, tejido, hilado y demás labores femeniles; religión, urbanidad
y economía doméstica. Funciona también, un pequeño colegio para niñas analfabetas, a las
que se enseña gratuitamente los primeros grados escolares.

Este Colegio Taller depende absolutamente de la Vble Orden Tercera y tiene su


Reglamento aprobado.

Esta obra de alto significado religioso social, vive y se sostiene de la contribución generosa
de los hermanos terciarios y de la caridad pública. Al frente de ella se encuentran una
directora, y a veces doce y hasta quince maestras según el número de niñas alumnas. Todas,
directora y profesoras, prestan sus servicios gratis.

Conviene hacer conocer el nombre de las abnegadas fundadoras de esta obra y que tanto se
sacrifican por su sostenimiento. Las principales son: Señoritas Cruz, Teodolina y Josefina
Agüero, Georgina de Palacios, Blanca Espínola , Angela Galeano, Corina Villamayor,
Ursulina Silva, Isidora Sanabria, Zoraida Urbieta, Rosalía Peralta, Cipriana Ayala,
Concepción Olmedo y otras que son en realidad algo así como el alma del establecimiento.

La Tercera Orden - que goza de personería jurídica – tiene a su cargo más de una docena
de centros catequísticos, ubicados dentro del radio de la ciudad, en los que se enseña la
Religión a más de quinientos niños de ambos sexos preparándolos para la primera
Comunión que realizan cada año con gran solemnidad.

Con motivo de la guerra del Chaco, las hermanas Terciarias se ocupan con solicitud en
confeccionar ropas para los soldados que parten al frente; en prepararlos para una buena
confesión y comunión antes de la partida; en visitar y socorrer a los heridos. Se han
establecido varias comisiones pro hospitales, bajo la responsabilidad y atención de la
Tercera Orden.

51
Libro ACTAS de la Venerable Orden Terce ra. Véase también en “Los franciscanos en las Repúblicas del
Plata” de Fr. Antonio Sta. Clara Córdoba, págs. 372-374
52
CORDOBA, fray Antonio Santa Clara, La Orden Franciscana en las Repúblicas del Plata, Buenos Aires,
1934, págs. 372-374.

48
Entra también en el programa de actividades de los Terciarios de Asunción la propaganda
de la prensa católica: libros, revistas, periódicos y hojas volantes, que distribuyen en el
pueblo...

El rector de la Tercera Orden fray José Antonio Fúnes, trabaja sin descanso en esta obra
cultural y de elevado mérito, en que la caridad social hace prodigios.

Del Semanario “EL BIEN” transcribo un breve escrito, del 18 de abril de 1930: Bajo los
auspicios de la paternal y bondadosísima coadyuvación y anuencia del Superior de los PP.
Franciscanos Rdo. P. Oyola, se reemprende con inusitado tesón la colecta de fondos para la
construcción de unas piezas más en el “Taller de Niñas Pobres” de la V. O. T. para
alojamiento de las H.H. Franciscanas de la Caridad, que vendrán a ésta para atender
gratuitamente a los enfermos pobres y ricos desamparados, y dirigir el taller y la escuela de
niñas pobres.

El simple enunciado de las tres misiones que vendrán a ejercer gratuitamente en nuestra
sociedad bastan y sobran para mover la voluntad y la generosidad de los corazones para
allegar sus óbolos espontáneos ya sea al incansable iniciador y fundador del “Taller de
Niñas Pobres” y propiciador de la venida de esas heroicas religiosas, el virtuoso y tan
humilde Sacerdote Fray José M. Funes, o a la piadosa y distinguida señorita Edelmira
Recalde, dignísima e infatigable Ministra de la V.O.T. todo alma, todo corazón en el
desempeño de su cargo, quien con su exquisito don de gentes y su fino tacto sabe suscitar
entusiasmo, atraer voluntades y allanar obstáculos haciendo simpática a todos sus santas
empresas.
En cuanto a la pronta venida de las H.H. Franciscanas, sería obvio reiterar lo apremiante
que es para cuidad con la dulce paciencia de la caridad cristiana a cuantos enfermos pobres
o ricos yacen desolados en la orfandad de un corazón amigo, de una mano dulce y cariñosa
que le prodigue cuidados maternales”53.

4.3.- La Juventud Antoniana - 1918

El año 1918 fue, a no dudar, año fecundo por excelencia del Centenario del
Oratorio. Dentro de los iconos de santos del templo franciscano el que se granjeó las
miradas y la devoción, tanto de los asiduos como de los ocasionales en el Oratorio, fue el
llamado por León XIII “el santo del pueblo” San Antonio de Padua. En torno al “Doctor
evangélico” y su ejemplar apostolicidad se suscitaría un movimiento de incalculables
consecuencias: La“ Asociación de la Juventud Antoniana”. Vamos a referir algunos
aspectos de su vida y de su ejemplar proyección pastoral.

La circunstancia que levantó la presión devocional y la decisión de asociarse sus


numerosos admiradoras, se dio el 15 de febrero de ese año, día aniversario de la traslación
de los restos del paduano San Antonio54. En la ocasión, Margarita Talavera, que ya era
miembro de una todavía débil organización antoniana, pronunció una ferviente pieza
53
Semanario “El BIEN” n° 747 , 18 de abril de 1930. Año 15.

49
oratoria en torno al santo invitando a formar filas en la clásica Pía Unión, o en el Pan de los
pobres, o bien en el organismo activo y vigoroso de la “Juventud Antoniana”. El objetivo
de la Juventud Antoniana, decía:“ es llenar a todos los socios de un espíritu recto y activo
e intrépido para la profesión pública de la Religión Cristiana, la práctica de las virtudes,
en especial de la inocencia de su celestial Protector, el amor a los pobres y el celo contra
los errores y los vicios” conforme tiene establecido en sus estatutos. Al cabo, la opción de
asociarse se hizo realidad y la suerte se inclinó por organizar la “Juventud Antoniana”.

El nacimiento se oficializó el 7 de julio de ese año 1918 bajo la convocatoria que


realizó el homónimo del Santo, Padre Antonio Vázquez. En esa asamblea, según Acta n° 1
de la misma, quedó constituida la Asociación “Juventud Antoniana”. A votación de las
socias de número y protectoras se conformó la primera junta directiva: Presidenta,
Margarita Talavera, Vicepresidenta, Ismenia Pereira; Secretaria y pro-secretaria,
Ramonita Vera y Agueda Romero; Tesorera y pro-tesorera, Manuelita Ferraro y Adelia
Decoud Chirife; Vocales, Enma Caminos, Constancia Duarte, Mercedes Benítez, Pastorita
Riera, Sofía González Ortellado y Felicita Ferraro.

El auge que fue tomando la asociación fue extraordinario. El libro de nómina de los
adherentes a la “Juventud Antoniana” muestra, cómo de reunión en reunión, de página en
página crecía su número hasta alcanzar topes de más de 240 miembros. En la prensa del
momento se pueden leer los Estatutos mediante los cuales, la Juventud Antoniana adquirió
personería jurídica por el Decreto N°. 26.104. La fecha del suceso fue el 14 de enero de
1927 ya en la era de la entidad argentina55.

El dinamismo de las asociadas en orden a desarrollar su propia formación y vida


devocional, pero no menos su despliegue social, fue en constante crescendo. Por ello ya en
1924 contaban con un centro de “Estudios Religiosos Sociales”; sus adeptos tomaban
clases de apologética; funcionaba a su cargo una escuela catequística, y uno de“Estudios
religiosos para señoras y señoritas”; una biblioteca surtida y bien organizada era
constantemente alimentada con nuevos libros; varias antonianas se dedicaban a impartir
clases de catequesis a los niños, y en el transcurso de ese mismo año se organizó la
“Infancia Antoniana”. El afán de estar al día en los medios modernos, les indujo a la
compra de un “biógrafo” cinematográfico “Pathe Baby” para dar cintas cómicas y morales
en la catequesis. Fue un período fértil en acciones a cual más creativas. Casi todo ello fue
nacido de la inspiración del P. Lavorel.

Ese proceso ascendente de las antonianas deparaba todavía nuevas sorpresas a la


sociedad asuncena, una de las más señeras habría de ser: “la escuela de niños pobres
“Charitas”, de la que hablaremos, pues vino a ser la obra a la que dio mayor atención la
Asociación, la dinámica Juventud Antoniana. La Escuela fue su primera creación, a la que
encadenaron varias mediaciones más a continuación para subvencionar y mantener su
gratuidad.
54
Ver CRÓNICA de la Comisaría de Tierra Santa, Pags. 68 y 69, Nos. 20 y 21, “Facultad del Ministro
General fray Serafín Cimino para erigir en esta Iglesia la PIA UNION de San Antonio y la Juventud
Antoniana. En el no. 22 Facultad de la Curia Eclesiástica Don Hermenegildo Roa.
55
En la contratapa del Libro de Actas abierto el año 1918, se puede leer la página del diario que publicó el
ESTATUTO con la aprobación legal de la Juventud Antoniana.

50
El que sería su asesor por bastantes años, el activo P. Luis Lavorel, el 4 de agosto
año 1925, lanzó la noble y franciscana iniciativa de su creación, quería “una escuela
católica para los niños indigentes”56. Nada más escuchar la propuesta, las antonianas
dóciles a su palabra, la secundaron y se pusieron manos a la obra, ¡y con qué
eficacia¡ “Para el efecto, refiere la memoria del ejercicio, todos los miembros de la
Comisión Directiva desplegaron una actividad inusitada” de manera que para el final de
ese año se habían adquirido en compra, no sólo los locales de Herrera, sino hasta los
muebles, y los permisos correspondientes, civiles y religiosos.

La escuela ya se hallaba en condiciones de ser inaugurada. El evento del inicio


ocurrió el 6 de enero de 1926 con la bendición impartida por el Vicario General de la
diócesis Mons. Hermenegildo Roa y una concurrida asistencia de franciscanos,
catedráticos del Seminario Apostólico, representantes del clero, el Ministro de Culto e
Instrucción Pública Adolfo Aponte y miembros del Consejo Nacional de Educación,
asociaciones, amigos, etc.

Como si la Escuela fuera poco, el año 1929 asombra de nuevo la “Juventud” con
una insólita sorpresa: la creación de una imprenta. Para su implementación se compró la
que perteneciera al Sr. Luis B. Gay “en la suma de veinte mil pesos para iniciar en trabajos
de tipografía a los niños y crear a la vez una fuente de recursos para el sostenimiento de la
escuela”. En el transcurso del año se le dotó a la imprenta con una impresora. Las mejoras
se fueron sucediendo poco a poco hasta equipar una imprenta competitiva en el mercado.

Otro suceso, que encadenó la imprenta y vinculada de pleno con la escuela fue, al
decir de las actas , que “ el 15 de febrero de 1929 la imprenta lanzó una revista quincenal
de la “Juventud Antoniana”. Llevaría por nombre “ El Padre Bolaños”. En ocasión del
tercer centenario de la muerte del Apóstol del Paraguay, es decir el 11 de octubre de 1929
editó, incluso, en esa ocasión un número especial de veinti-dos mil ejemplares. Una página
manuscrita de aquel tiempo proporciona el detalle del balance del ejercicio de la juventud
desde el 15 de febrero 1929 al 31 de enero 1930, algo irrisorio para hoy, diecinueve mil
doscientos pesos. Lamentamos no contar más que con un único ejemplar de la revista, el
n° 2 de febrero de 1931. Pero que basta para muestra.

La obra social, digamos que “la niña de los ojos” del P. Lavorel y la Juventud
Antoniana, era fue la escuela a favor de los niños pobres. Que era totalmente gratuita.
Gracias a las acciones implementadas por la “juventud antoniana” se le dotaba no sólo de
los enseres escolares sino también de ropas y complementos alimenticios... En la escuela
se daba entrada a los niños en verdad pobres, a los huérfanos de la guerra, etc.

Como si no fuera suficiente lo actuado, la Juventud Antoniana reservaba otra


sorpresa más, una obra social de incalculable proyección y significado: la reconocida
Radio Charitas.

56
Libro de Actas de la Juventud Antoniana. Archivo del Convento de Asunción.. Libros de gran interés
histórico.

51
Entre tanto habían llegado tiempos cruciales para el Paraguay con la confrontación
militar del Chaco con Bolivia de los años 1930, en la que los antonianos sufrieron
bastantes mermas, pero tuvieron gran participación en la retaguardia, en los hospitales de
sangre y junto a los heridos. Su rol fundamental era acompañar espiritualmente a los
llegados del frente. A esa labor contribuyeron distribuyendo más de diez mil catecismos y
dando doctrina para la recepción de los sacramentos. Tampoco el asesor, el Padre Lavorel,
quedó de espaldas a la realidad paraguaya y actuaba de Capellán del hospital n° 3.

Pasando a retomar la creación de Radio Charitas transcribo el Acta n° 187 de la


juventud que pone de relieve lo que motivó su fundación: “Considerando el avance
incontenido del comunismo en el país y la ausencia completa de órganos de propaganda
social cristiana, pues no existe ni siquiera un periódico que sea portavoz de la Santa
Iglesia, en estas circunstancias y por otra parte debiendo realizarse en el mes de agosto del
año venidero, el primer Congreso Eucarístico Nacional, que requiere una tenaz y vasta
propaganda preparatoria, la C. D., después de madura deliberación, resuelve instalar una
Radio-emisora, autorizando a la Srta. Presidenta efectuar la compra de dicho equipo
trasmisor, que evaluado en 230.000 nos venderá el Sr. Fulvio Picozzi Villagra”.

Y el acta subsiguiente, de la página 285 de 1936, larga la noticia del evento fundacional:
“Que el 21 de Noviembre se inauguró solemnemente nuestra emisora con la
característica de L-P- 11 Radio Charitas de la J.A.” 57 La bendición de la flamante radio
con la presencia de Mons. Juan Sinforiano Bogarín se llevó a cabo el 21 de noviembre de
1936. Su lema original fue “Por Dios y la Patria”, eslogan que con el tiempo pasó a ser
“Paz y Bien para todos los hogares”

Estamos aún lejos de abarcar la magnitud de este “movimiento” Juventud antoniana


y de recoger apenas una parte de cuanto fue su actuación en sí misma y su proyección
social, pero los hechos apuntados cantan. Que fue extraordinario está a la vista, y que el
coloso apóstol San Antonio inyectó algo de su espíritu y carisma en aquella Juventud
Antoniana es innegable.

El apóstol indiscutible y creativo de la Juventud Antoniana fue el P. Luis Lavorel.


Las Palabras que pronunció sobre él Mons. Juan Sinforiano Bogarín en abril de 1933 lo
retratan: “Hombre de extensa vinculación en esta ciudad y muy estimado por sus relevantes
méritos intelectuales, espíritu bien probado como Religioso y su conocimiento del medio en
que debe trabajar, creo que hará mucho bien entre nosotros”. Se le debe sin duda un
reconocimiento mayor a pesar de que uno muy notable se lo obsequió el Gral.
Estigarribia, condecorándole con el grado de “OFICIAL DE LA ORDEN NACIONAL
DEL MERITO” por los servicios prestados a la Instrucción Pública del país. Según el acta
que transcribo, es la única persona que ha merecido tal distinción por esos servicios58.

4.4.- Escuela Charitas para niños pobres.


57
LIBRO DE ACTAS 1°, año 1936, actas 187, 188 y sucesivos. Archivo de documentos en la Biblioteca de
San Francisco.
58
Separata de DOCUMENTOS sobre la apertura y significado y méritos de la Escuela y el P. Luis Lavorel.

52
1925-2005

Me parece preciso e ineludible traer al recuerdo las varias instituciones que fueron
emergiendo a lo largo de los cien años de este Oratorio San Francisco para que se
contemple su fecundidad espiritual y su proyección pastoral. San Francisco fue generando
vida en la cercanía del carisma sobre todos los pobres y huérfanos.

Un fruto del Centenario, y más concretamente de las bodas de plata del mismo,
(estamos escribiendo el año 2000) del Oratorio San Francisco, fue la fundación de una
escuela para niños pobres. La prensa de los años 1925, “El Bien” y “El Liberal”
consignaban en sus páginas la auspiciosa noticia. Otros diarios se harían eco algo después.

“El Liberal” se expresaba: “Bajo los auspicios de la asociación “Juventud


Antoniana”, dignamente presidida por la profesora normal señorita Ramona Vera, se
iniciaron desde principios de este año los trabajos necesarios para la fundación de una
escuela primaria, para dar en ella educación a los niños pobres y huérfanos de esta
capital” (El Liberal, 16 de noviembre de 1925).

A su vez “El Bien” , utilizando el tono propio del momento de una arenga social,
decía: “Tras la palabra, venga la acción; tras la predicación de la caridad, hágase la caridad
y así iremos adelante, siempre adelante. Escuela para niños pobres, hoy... Se dice que es
una vergüenza que nuestra capital aún no cuente con aguas corrientes, cloacas, hornos
crematorios, etc. y ¿no es también vergüenza que no contemos aún con un círculo de
obreros católicos y un centro para obreros católicos?

Si nos desviamos de lo que consignamos en el título, es para hacer resaltar la


necesidad de volcar nuestro concurso allá donde bulla el colmenar de Cristo; allá donde se
ha sembrado en realidad. ¡Niños pobres¡ Esos desheredados de la fortuna...” (9 de
octubre de 1925)

Este mismo rotativo, completando una página, hacía la presentación de la escuela el


4 de diciembre con estas expresiones: “Escuela “Charitas”. Particular, gratuita, para
varones, fundada por la “Juventud Antoniana” de señoritas”.

Para esa fecha había obtenido la aprobación eclesiástica, también del ministerio de
educación le daba el visto bueno necesario. Adquirió y abrió los locales para aulas en la
calle Luis A. de Herrera, 130 al 140, con los donativos de innumerables familias asuncenas
vinculadas ya a la vida del Oratorio San Francisco y la “Sociedad Pro-Niños Pobres” y dio
acceso a 90 niños en sus aulas atendidas por las maestras, Clorinda Carrillo, Apolonia
Ferreira, Bienvenida Morínigo. El tenaz propulsor de la obra fue el carismático del
momento fray Luis Lavorel. “Obra de amor y patria del Padre Lavorel” proclamaba “El
Diario” el 7/1/27.

“El Orden” , a un año de la apertura, escribía: “ La escuela Charitas. Institución


altruista y patriótica... Mañana estos muchachos egresarán de sus aulas con la noción exacta
de sus deberes para con la sociedad que les ayudó a ilustrar su mente y habilitar sus brazos

53
para el trabajo ennoblecedor. Entonces estarán en condiciones de saldar su deuda con ella,
siendo como lo serán, patriotas de finísimo carácter, amantes del estudio, afectos al trabajo,
y sobre todo y ante todo, hombres de bien”. (6 de mayo de 1926)

Así emprendió su marcha ascendente, benéfica e inabarcable en sus efectos de humanismo


esa institución “Charitas” que todavía hoy subsiste, por más que con el nombre de “Fray
Luis Bolaños”.

La historia de más de 75 años es imposible consignar en la comprimida cápsula de


este mini escrito. Pero si fuera practicable el censo de todos los niños pobres de la
chacarita, niños de procedencia campesina, niños “criaditos” de las familias pudientes... que
han pasado por sus aulas, gateando y cabizbajos primero, luego tiesos como personas, más
tarde imbuidos en el conocimientos de Cristo, o impregnados por los carisma de sencillez y
la “paz y el bien” de San Francisco, y, por fin, ostentando en sus manos una libreta que les
diera acceso a la sociedad asuncena, nos llenaríamos de asombro y de gratitud. Varios miles
de hombres de hoy lo celebrarían alborozados.

El centenario del Oratorio San Francisco, se dice pronto. Setenta y cinco años, o
Bodas de diamante, de la escuela de niños pobres “Charitas”, suena bonito, y es lo correcto
decir, pero ¿Cómo se da el homenaje merecido a estas dos instituciones tan señeras de
nuestra capital Asunción?

La irradiación del espíritu del Oratorio se hizo carne de realidades en una cadena de
oro que fue engarzando personas concretas desde los franciscanos y el Padre Lavorel,
pasando por la “Juventud Antoniana” presida en esa instancia por Ramona Vera y su
secretaria Carmen J. Pozzoli, la primera directora de la Escuela de los niños pobres, Celina
Ayala. ¿Quién sabe cuántos y quienes fueron todos los eslabones con su nombre y apellido
de esos cien o setenta y cinco años de vida? Cómo me agradaría nombrarlos, pues en
justicia se lo merecen.

De entre los frailes, por mencionar los más representativos, cito a los directores:
Luis Lavorel, Benito Azcárate, José Joaquín Gallástegui, Miguel María Aramburu, José
Angel Urcelay, José María Zubizarreta. Detrás de ellos los frailes: orando unos,
reconciliando otros, sirviendo a la gente todos. Y orientando desde ahí la Custodia toda,:
Angel Izaguirre, Leonardo Celaya, J. Beltrán de Heredia, Hilario Ortúzar, Ignacio Sudupe,
Andrés Saralegui, Manuel Eguiguren, José Luis Salas, Iñaki Galárraga, Iñaki Biain,
Marcelo Benítez que son otras tantas personas claves de los cien años del Oratorio San
Francisco, pues que han sido sus Superiores Provinciales.

Albricias, por ello, a todos, albricias a la “Escuela de niños pobres Cháritas” en


sus 75 años; y albricias al Oratorio San Francisco en su Centenario por ser la
desencadenante de esa vida de amor, sencillez y solidaridad de los niños pobres.

4.5.- Radio Cháritas. “PAZ Y BIEN para todos los hogares”


21-XI-1936

54
El Oratorio San Francisco tuvo parte protagónica en la inspiración y creación de
un apostolado progresista en los Medios de Comunicación Social: la Radio Cháritas, “la
radio de la iglesia”. La emisora emergió en el medio asunceno gracias a la iluminación
espiritual que suscitó San Antonio en la Juventud Antoniana y en su director el Padre Luis
Laborel. La voz cristiana debía propagarse y hacerse oír aprovechando los adelantos del
tiempo y la técnica. Dentro del marco del centenario que celebramos es una de las
proyecciones más celebradas y fecundas con más de 70 años de existencia.

Radio Charitas, o Caritas, fue y sigue siendo una voz que irradia el Evangelio de
“Paz y Bien para todos los hogares”. Durante los primeros cincuenta años ha tenido vida
creativa y pujante bajo la dirección inmediata de los Padres Franciscanos, luego se hizo
cargo de su continuidad el Arzobispado, y ahora es la dirección de la Universidad Católica
la que la mantiene.

En su nacimiento se hicieron presentes, entre otras razones “ los errores doctrinales


y morales que se difundían en alta voz”, “el avance incontenido del comunismo” y “la
ausencia completa de un órgano de propaganda social cristiana” 59. En respuesta a esas
inquietudes la Comisión directiva de la Juventud Antoniana, en la reunión realizada el 20
de agosto de 1936 resolvió comprar e instalar un equipo transmisor , que de inmediato se
compró de Fulvio Picozzi Villagra. El acto de inauguración que contó con la presencia de
Mons. Juan Sinforiano Bogarín se llevó a cabo el 21 de noviembre de 1936.

El fundador y primer director fue fray Luis Lavorel. Por sus manos, autoridad y
dedicación pasaban todas las instituciones Cháritas y todas estaban orientadas a dar vida a
la Escuela de niños pobres para la cual nacieron. Mantener esa obra pionera de la Juventud
Antoniana y darle un mecenas que lo patrocinara era la razón de ser de la Radio, de la
Imprenta y las otras obras surgidas bajo la espíritu apostólico de la Juventud Antoniana.

La emisora Z. P. 11, Radio Cháritas se distinguía por la calidad de sus programas, la


selección de discos y su línea cristiana. Transmitía óperas, música clásica, conciertos. Pero
en lo que se señaló sobremanera era en la oratoria de su Director, en sus charlas
apologéticas, en la misa transmitida en domingos y fiestas. Era una época difícil, de ideas
encontradas y controvertidas. Varias veces recibió amenazas el director, variados atracos
sufrió en los años de la “revolución del 47”.

Al retirarse, precisamente ese año 47 el P. Lavorel por motivos de salud, su testamento


al sucesor fray Benito Azcárate consistió:
 Que se mantenga el carácter gratuito de la enseñanza en la Escuela de niños pobres
Cháritas
 Que, si los recursos permiten, se mantenga la distribución diaria del mate cocido a los
alumnos.
 Que se mantenga el servicio odontológico para los niños de la escuela.
 Que se mantenga la transmisión radial de la Santa Misa los domingos y días festivos
para los enfermos.
59
Libro de Actas de el B la Juventud Antoniana. Archivo conventual de San Francisco.

55
Aunque las recomendaciones del testamento eran franciscanamente simples y poco exi-
gentes, el nuevo director tuvo que sortear una y mil dificultades, de modo que el Padre
Yosu Arketa recordándolo, llama a Azcárate el “mártir de Radio Cháritas”. Con todo, en su
ejercicio, además de solidificar la continuidad, surgieron nuevos programas: como las
transmisiones deportivas que se hicieron presentes, las Semanas Santas serían selectas e
impregnadas de devoción, además de ser muy escuchadas, también enriqueció la discoteca,
privilegió la música clásica hasta alcanzar un nivel discográfico envidiable.

El inmediato sucesor fue fray Ignacio Sudupe quien contó con la compañía del
técnico, aunque autodidacta muy competente, fray José Joaquín Gallastegui. El impulso
impreso por ambos, en mejoras edilicias, programas como “Una noche en el Teatro”, la
promoción de los músicos y la música nativa, las zarzuelas paraguayas, radio teatros o otras
novedades, junto con la presencia de músicos y cantores de renombre, hacen de esta época
de los años 1960, la “época dorada” de radio Cháritas.

Difícilmente le olvidarán los asuncenos al Padre Yosu Arketa, que fue el que copó
la atención de la radio-audiencia en las celebraciones de las bodas de plata de la emisora,
vale decir el año 1962. La creatividad y la viveza de sus novedosos programas como de
“Corazón a Corazón”, o el saludo “ sois formidables”, sus emprendimientos de carácter
social con el “Banco de Caridad” le hicieron célebre y conocido a todos los niveles.

En ocasión de los 25 años recogió la emisora resonancias de diversos lugares y


personas. Desde el Ministro General de la Orden fray Agustín Sepinski, el Papa reinante
Juan XXIII, el Arzobispo Mons. Anibal Mena Porta, el Ministerio de Educación, etc. le
reconocieron su labor franciscana, cristiana, social, cultural, artística, en definitiva, los
merecimientos acumulados. Y hay que decir con toda justicia que Cháritas estaba en el
apogeo.

Después de Arketa vinieron otros directores, todos ellos franciscanos, hicieron el


aporte de sus cualidades comunicadoras y artísticas al frente de la radio. Pero las
condiciones técnicas eran cada vez más exigentes y, desde el lado de la situación política
los controles más severos y restrictivos, con lo cual la emisora fue perdiendo poco a poco
su vitalidad creativa y la anterior pujanza.

En la lista de Directores no se pueden olvidar los nombres de los franciscanos:


Tomás Gondra, Saturnino Urbistondo, Francisco Vidaurreta, Elías Pagalday, José Angel
Urcelay, Javier Arancón... hasta completar 25 años más de la Radio. Es imposible destacar
sus actuaciones, pero que fueron hechas, lo reconocemos, con las cualidades y la
originalidad propia de cada individualidad.

Con lo dicho no se agota en su totalidad, todo lo que ha dado de sí este medio de


apostolado de la comunicación en manos de los hijos de San Francisco. El personal que ha
transitado por los pasillos y las habitaciones de la emisora, que han transmitido su voz y
mensaje humano y cristiano, o han logrado la experiencia de comunicadores han sido
innumerables. Más de 120 nombres recoge el mini-libro recordatorio de los 50 años
publicado en 1986 con la autoría de Margarita Durán. En las páginas de “ Radio Cháritas

56
medio siglo de Historia” 60, se pueden leer algunas de esas vivencias, sucesos, personas.
Pero está muy lejos de expresar todavía la vida interna y la incidencia externa que ha
supuesto este medio de comunicación social.

Al cumplir los cincuenta años los franciscanos, a falta de personal preparado y las
exigencias de los nuevos tiempos, hicieron la transferencia de la Radio, con todos sus
implementos, a manos del Arzobispado de Asunción, que a su vez ha pasado a la
responsabilidad de la Universidad Católica. Por ello esa voz cristiana surgida desde el
Centenario Oratorio San Francisco mediante la Juventud Antoniana sigue resonando
todavía en este tercer milenio.

¿Cómo se evalúa , cómo se agradece todo lo que ha supuesto Radio Cháritas para la
vida, para la comunicación de Asunción y Paraguay? Sólo nos cabe dejarlo como
interrogante y gritar un FELICIDADES solemne a esa historia escondida pero real.
Felicidades a la Juventud Antonia, a Lavorel, a los Directores franciscanos, felicidades a
todos los que han sido, los que son y continúan siendo: Paz y Bien para todos los hogares
y el mundo entero. Es la herencia del Oratorio Franciscano en su centenario.. Su lema
original fue “Por Dios y la Patria”, eslogan que con el tiempo pasó a ser “Paz y Bien para
61
todos los hogares” dándole un carácter más franciscano.

4.6.- La Pía Unión de San Antonio.- 1918

Hay un capítulo suelto, pero no menos importante de los años 1918 debido al padre
Antonio Vázquez, que tiene que ver con la PIA UNION DE SAN ANTONIO. En la
Crónica que él dejó al despedirse el año 1923, habla del surgimiento de no sólo la
“Juventud Antoniana” sino también de la “Pía Unión”. El fue, sin duda, el promotor y
propagador de la Cofradía.

No he dado con las actas de las reuniones de la Pía Unión, aunque sí se encuentran
el libro de facturas y actos comunes con la Juventud Antoniana.

Posteriormente a los cambios ocurridos el año 1923 con la toma por parte de la
Provincia argentina de la Asunción de la Comisaría de Tierra Santa y de todas sus Obras,
existen noticias del nuevo empuje que recibió la Pía Unión, digamos una refundación por
los años 30 por iniciativa del P. Vicente Oyola.

Así se habla en un libro de “La Pía Unión de San Antonio fundada el 28 de


Diciembre de 1930 precisamente por el P. Oyola Superior del Convento de Asunción en el
partido de Caazapá, Capital de la VII repartición de la República del Paraguay”. Se nombra
detalladamente a la Comisión directiva y se da una frondosa lista de socios cofrades con
más de 500 inscriptos de Caazapá, de San Juan Nepomuceno. Incluye el libro El Acta de
60
DURAN ESTRAGO, Margarita, Radio Charitas Medio Siglo de Historia, Biblioteca de Estudios
Paraguayos, Vol. 16, Asunción, 1986.
61
Pueden leerse las dos Actas que se refieren a la fundación en el librito escrito para la celebración y entrega
de la Radio.

57
Fundación, Carta de solicitud del 26 de febrero del año 1931 dirigida a Roma. Se percibe
que el suceso responde a la celebración del centenario de la muerte de San Antonio de
Padua.

Las variantes circunstancias del año 1938 dentro de la organización franciscana en


el convento por una nueva institución, fueron decisivas y vinieron a incidir en las varias
organizaciones. La Provincia de la Asunción de Argentina, responsable hasta entonces de
Convento y Oratorio, hizo paso al costado por mandato de la Curia General de la Orden y
entregó la seña a la Provincia española de Cantabria. Esta nueva Custodia vasca-española
asumió en nombre de la Orden la responsabilidad del Oratorio y de todo lo anejo al mismo.
Lógicamente también la asociación Juventud Antoniana y sus obras pasaron a la
dependencia de los nuevas autoridades franciscanas.

Las actas n° 196, 197, 198 de la “Juventud” recogen los comprensibles vaivenes del
proceso de cambio y la nueva reorganización con la asunción de una nueva Comisión
Directiva bajo su flamante Director el Padre Angel Izaguirre y la presidenta por varios
períodos Ana Luisa Freytag, quienes regirían los destinos de la “Juventud”. Izaguirre lo
hizo hasta abril del 1949 sucediéndole inmediatamente Leonardo Celaya y más tarde
Ignacio Sudupe.

No obstante los cambios, la Juventud Antoniana siguió bastante pujante y activa


manteniendo los varios ramos de su proyección: la espiritualidad antoniana, con los trece
martes, el novenario de la fiesta, la misa reglamentaria de los cuartos domingos; la acción
social con la obra de la visita domiciliaria, la catequesis, el ropero de San Antonio, la
Biblioteca, la colecta de la Semana Seráfica a favor del seminario franciscano, La Escuela
de niños pobres y el reparto de prendas a los niños, la Radio Cháritas...

Dentro de un apretado programa de fiestas del año 1954 en un impreso del


“Gráfico”, se pone de resalto la celebración de un novenario de misas a favor del P. Luis
Lavorel que fue el creador y fac totum de las Obras Charitas. El “fundador de las Obras
Charitas” y asesor de la Juventud Antoniana había fallecido. Hacía un año que Lavorel
había dejado de existir el 22 de abril de 1953 en la ciudad de Tucumán. El programa del
novenario, incluía diversos cultos de misas, además el reparto del Pan de San Antonio, y al
final del novenario, como remate de lujo una procesión con antorchas por las calles.

Mientras tanto la acción social también continuaba con el desayuno a los niños de
la Escuela, la catequesis, el reparto de prendas a los necesitados, almuerzo a los pobres.
Estos eran algunos de los rasgos de las antonianas que se irían sucediendo en años
posteriores.

Así iban las cosas hasta 1958, año en que la Juventud Antoniana, después de haber
cumplido una brillante historial con esa denominación, completando más de 359 Actas de
reuniones, llevando a cabo multitud de actividades devocionales y estar en la avanzada
social de Asunción como creadora de la Escuela de los niños pobres Cháritas, la Emisora
Charitas de Paz Bien, una Imprenta de apoyo, ante las realidades de los tiempos. En
sustitución, a partir del 12 de julio de ese año se conformó la Pía Unión de San Antonio
de Padua. No obstante, las obras creadas por la Juventud Antoniana, a excepción de la

58
imprenta, continuaban dando testimonio de las iniciativas surgidas desde la devoción
antoniana.

En el Acta que se refiere la erección de la Pía Unión, se habla de “ una feliz


iniciativa, pues ya sus numeroso integrantes no podían incluirse bajo el rótulo de jóvenes,
pero que sin embargo poseían un fervoroso amor y profunda devoción a San Antonio de
Padua”. En la reunión, el que fuera último Director de la Juventud, fray Ignacio Sudupe
pasó a manos de Lorenzo Barañano, Superior del Oratorio, el santo y seña de la
responsabilidad de su dirección.

Activas representantes antonianas de este nuevo período de veinte años fueron las
jóvenes Ana Luisa Freytag, Digna Eugenia Tanasio, Juana Díaz de Vivar, María Dora
Bilbao, María Celia López, Nelly Florentín Sánchez, Andrea García, M. Ester Casanello,
Adela Romero Saguier, Lucía Lacarrubba, Marta López Regúnega... por dar los nombres
más reiterados en las actas como presidentas y secretarias.

Bajo la dirección y el fervor del Lorenzo Barañano, entusiasta devoto de San


Antonio, ha perdurado la Pía Unión en la misma tónica devocional y la asistencia a los
menesterosos con el Pan de los pobres hasta nuestros días.

Hoy a pesar del cambio de los signos de los tiempos, continúa pujante la
religiosidad al paduano, la piedad con los clásicos martes de San Antonio, el novenario y la
fiesta con gran concurrencia y la procesión, pero, hay que confesarlo, está decadente y ha
perdido la fuerza de proyección en otros niveles más sensibles para la vida social.

Pero en honor al gran taumaturgo, Doctor Evangélico, el santo de los pobres, San
Antonio de Padua, y no menos en homenaje a la Juventud Antoniana y la Pía Unión de San
Antonio, hay que concluir que la efigie de San Antonio en el Oratorio Franciscano, en estos
CIEN AÑOS, como señala el Vaticano II, no degeneró su devoción en un sentimentalismo
estéril y transitorio, ni en vana credulidad, sino que se ha materializado en amor generador
de obras sociales de gran impacto como La Escuela de los pobres Cháritas ( la todavía
escuela Fray Luis Bolaños), La Radio Cháritas, actualmente en manos de la Universidad
Católica. Por lo tanto: Felicidades, Albricias ORATORIO FRANCISCANO por los cien
años. Albricias por la religiosidad en torno a San Antonio.

.7.- El Corazón de Jesús y el Apostolado de la Oración


16-VI- 1924

Dos libros de Actas del archivo conventual recogen la vida y las circunstancias que
desarrolló otra de las creaciones del Oratorio San Francisco en sus cien años de vida: la
pujante Asociación del Apostolado de la Oración. Durante, digamos cincuenta años, pues
que quedó a falta de uno para completarlos, es decir desde el 16 de junio 1924 hasta el 6 de
julio de 1973, se mantuvo la devoción al Sagrado Corazón en el Oratorio. En esa última
fecha desaparece oficialmente como Asociación.

59
Se trata, pues de otra de las instituciones con vigor espiritual que emergió del
Oratorio de San Francisco a lo largo de los CIEN AÑOS para fomento de la devoción en
torno al Sagrado Corazón de Jesús. Cuántos devotos, rezos, primeros viernes de mes,
devociones se han acercado a esta fuente espiritual es imposible de contabilizar.

El Superior de la casa del momento fray Pedro C. Miranda captó la urgencia de


responder a la llamada del Sagrado Corazón de Jesús y aprovechando el fuerte mensaje de
su devoción en boga en ese momento eclesial, concretó en una Asociación que le diera
sustento y vida.

En la primera sesión llevada a cabo en esa fecha del 16 de junio de 1924 en una
sala del convento, se procedió a la elección de la primera Junta Directiva, “ que debería
regir los destinos de la Asociación del Apostolado de la Oración que con esta elección
queda establecida”62.

Sus primeros apóstoles fueron: Presidenta Leovigilda M. de Isasi; Vice-presidenta


Ismenia Pereira; Secretaria, Agueda R. Vda. de Isnardi; Pro-secretaria Angela Grassi;
Tesorera Josefina Saguier; Pro-tesorera Dolores Barboza; y el resto, vocales: Deolinda
Mazó, Concepción Muñoz, Rosa Franco, Florinda de los Ríos, Carmen Pozzoli, Enma
Caminos. En el acto se les impuso la insignia consistente en una Cruz del Sagrado Corazón
de Jesús pendiente de una cinta punzó. Luego se aprobó un mini reglamento interno de
ocho puntos con el que se sostuvo en su estructura organizativa.

En el octavo, y último artículo del reglamento, se prescriben las obligaciones más


peculiares e importantes de las socias: Asistir a las Comuniones Generales, misas y acto de
Desagravios de los Primeros Viernes de mes, también tomaba en cuenta repartir a los Coros
las intenciones correspondientes al mes.

Gracias a la Asociación del Apostolado de Oración se celebraron todos esos años


fervientes novenarios y hermosas solemnes fiestas del Sagrado Corazón de Jesús, que casi
siempre incluían en su programa la procesión con la imagen. Las devociones peculiares que
asumieron como propios del carisma eran : la Hora Santa de los primeros jueves de mes en
honor al Sagrado Corazón, la Comunión de los primeros Viernes, los Actos de Desagravio,
la reunión mensual...

La Asociación desde un comienzo se ve compelida a reunir fondos( incluyendo la


instalación de un mini bazar) para implementarse de lo imprescindible para un culto digno
y atrayente, pues no existía en el Oratorio una imagen digna para inspirar su espiritualidad,
y tampoco había un altar especialmente dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Las
crónicas de todos los meses van dejando constancia de los recursos obtenidos, los enseres
adquiridos, del entusiasmo que se plasmaba en configurar un altar decorosa para desplegar
la devoción adecuada y atraer a cuantos se sintieran precisados del amor de ese Corazón
que tanto ha amado a los hombres.
62
Libro de actas del Apostolado de la Oración. Archivo conventual de San Francisco.

60
Antes de un año, refiere el Acta 14, se había logrado la compra de una esbelta
imagen de dos metros de alta, que procedente de España llegó a Buenos Aires. El Director
Padre Miranda proclamó la grata noticia en la reunión del 22 de Diciembre de 1925 que
encendió un nuevo entusiasmo en el grupo. Una vez en Asunción, el 31 del mismo mes, se
procedió a su bendición, haciendo la alocución de circunstancias el reconocido orador
Padre Luis Lavorel.

En los meses sucesivos se abocaron las del Apostolado a ornamentar con la


simbología apropiada, hasta lograr un evocador altar para sus devociones al Sagrado
Corazón de Jesús. El altar estaba ubicado al costado izquierdo del templo según se entra.
Allá se exponía el Santísimo Sacramento y se celebraban las liturgias más propias del
Apostolado de la Oración.

Entre los asesores que guiaron la espiritualidad del Corazón de Jesús y el


Apostolado de la Oración hay que nombrar, además del fundador fray Pedro C. Miranda, a
los fray Vicente Oyola, Berardo Ludueña, Plácido Ibárreta, Angel Izaguirre, Pedro Ortuoste
y José Antonio Silguero, con la participación, claro está de todos los franciscanos del
Convento.

Otras actividades de carácter más social que resaltan las crónicas son: las
peregrinaciones en tren especial a la Virgen de Caacupé, alguna excursión al Leprocomio
Santa Isabel, asistencia al hogar de ancianos de San Francisco de Capiata, etc.

El 6 de julio de 1973 figura como el acta final de esta benemérita e importante


cofradía del Sagrado Corazón y Apostolado de la Oración. Su ciclo fue de casi medio siglo
de oraciones, desagravios, Horas Santas, de comuniones en los primeros Viernes, de culto
al estilo del creado por Santa Margarita de Alacoque, espiritualidad al “Corazón de Jesús
que tánto ha amado a los hombres”.

Aquel Altar lateral y aquella hermosa imagen, de casi dos metros de alta que
presidía las celebraciones del Apostolado de la Oración, con los cambios realizados para
adecuar el templo a los nuevos tiempos del Concilio Vaticano II se hubo de desmantelar y
la efigie del Sagrado Corazón fue transferida a la iglesia parroquial de Pastoreo
conjuntamente con las catorce estaciones del Vía Crucis. Hoy preside con la misma
solemnidad y prestancia la Iglesia Parroquial de Pastoreo como Patrono principal del
Pueblo y su jurisdicción.

Un recordatorio merecido a este exponente de las devociones fructíferas


Apostolado de la Oración que ha ido irradiando el Oratorio San Francisco en estos Cien
Años para bien de los cristianos de Asunción.

Aunque ignoro la relación que pudo tener el “Semanario EL BIEN” - “Órgano de


los intereses Católicos y del Reinado Social del Sagrado Corazón de Jesús y maría
Santísima”, con esta Asociación de San Francisco, es evidente que había una relación
importante e íntima. La misma administración estaba en la cercanía Iturbe 321, entre Azara
y L.A. de Herrera .

61
4.9. La Capellanía de los Hansenianos de Sapucai - 1940
La Asociación Santa Isabel, Obra a favor de los Leprosos
28- III –1943 ...

Si fuéramos a jerarquizar por su valor testimonial una a una las joyas surgidas del
rico venero espiritual del Oratorio San Francisco durante los Cien Años, la obra a favor de
los leprosos con la Asociación Santa Isabel ocuparía, sin género de duda, un lugar
preferente y distinguido. El carácter franciscano y testimonial de la misma, enraizado en el
fundador San Francisco, le hacen acreedor a este halago y privilegio. Vaya, pues una
mini- memoria que nos lo recuerde y quede entre sus joyas más valiosas de apotolado.

Los afectados por el hansen siempre han precisado de un apóstol a su medida, capaz
de gestos no comunes sino de frontera, como los de Jesús de Nazareth que arriesga y
rompe con los cánones del Levítico y la marginación legal y los humaniza; o como los de
San Francisco que descubre las dulzuras del alma y cuerpo en el amargor de un beso dado
a un leproso y comparte con ellos; o el Apóstol de Molokai Padre Damián Veuster que se
identifica hasta merecer el contagio y la santidad heroica en medio de ellos. En nuestro
caso, el que roturó el camino y les dio misericordia y se hizo su apóstol en la Colonia de
Leprosos de Santa Isabel, fue Fray Félix Ochoa63.

Se encontraba enfrascado en labores misioneras del alto Perú cuando tuvo noticia de
un Leprosario abierto en las colinas de Sapucay en Paraguay y aún no atendido por un
capellán católico. Sin darse tiempo a pensarlo dos veces, pues lo tenía enquistado como su
deseo ideal en las fibras más íntimas desde que celebrara su primera misa entre leprosos,
solicitó su obediencia para Paraguay y una vez llegado aquí, corrió, así literalmente, a
presentarse ante el propio presidente de la república el Mariscal José Félix Estigarribia, y
rogar se le concediera ser capellán de los leprosos. El P. Ochoa quería ofrecer su servicio
incondicional y a “fondo de Dios” a los leprosos, a los que él llamaba “sus hijitos” y así lo
consiguió.

Este inicio de simplicidad franciscana y de AMOR con mayúscula es el origen de la


Obra de Santa Isabel de Sapucay. Luego se encadenaron no pocos anillos de caridad a ese
primer entusiasmo, y hoy todavía sigue engarzando personas y obras de la misma virtud
nacida del Evangelio.

Los hansenianos estaban el año 1940 a cien kilómetros de la Capital, en un


inhóspito cerro de Sapucai, casi abandonados a su suerte, en unos nauseabundos
barracones, quienes con la excusa de la guerra del Chaco fueron desalojados el año 1932 de
un pequeño hospital, denominado también “Santa Isabel” que los cobijaba junto al Hospital
de Clínicas. De tanto en tanto, en los primeros tiempos, eran visitados por los hermanos
separados del Colegio Internacional.

63
DURAN ESTRAGO, Margarita, Asociación Santa Isabel, Cincuenta años a favor de los leprosos, 1943-
1993. Ediciones franciscanas.

62
Las visitas del P. Ochoa no se hicieron esperar, a los tres meses de arribar al
Oratorio San Francisco de Asunción ya hizo su primera incursión y captó la cruda realidad
de dolor, abandono y el estigma de la marginación en que se encontraban los enfermos y
sintió, una vez más, su alma “samaritana” y la compasión al hermano leproso de San
Francisco, e inició ésta, hasta hoy ininterrumpida, cadena de oro de la caridad cristiana
junto a los hansenianos de Sapucai.

Pronto intuyó el P. Ochoa que la empresa era ardua e irrealizable para acometer él
sólo. En vista de ello, usufructuando sus dotes de director espiritual y el trato con las
personas piadosas del Oratorio San Francisco, y su celo convincente, inicio la captación de
colaboradoras de Santa Isabel, hasta que el 28 de marzo del año 1943 con un reducido,
pero entusiasta nucleo de damas, creó la Asociación Santa Isabel “Obra a favor de los
leprosos” – así en general – pero con la mirada fija en Sapucai y sus ya queridos
hansenianos.

El movimiento, de la presencia femenina y la vivencia cristiana, hecha Asociación


Santa Isabel, con dos ejes de espiritualidad: vida cristiana y acción caritativa, se puso en
marcha y los adherentes se fueron solidarizando con ropas, comestibles, cuotas de dinero,
medicamentos con tal de restañar las heridas, suavizar el dolor, curar la bíblica enfermedad
y aliviar toda clase de necesidades materiales que afectaban a los hansenianos de Santa
Isabel. Poco a poco la Colonia Santa Isabel se fue convirtiendo en atrayente lugar para más
de uno.

No es posible olvidar los nombres de la primera Comisión de la benemérita


Asociación: Presidenta, Ernestina Zubizarreta de Nogués; Vicepresidenta, Florinda Acosta;
Secretaria, Alba Garay; Tesorera, María Dora Bilbao; Vocales, Dolores Fonclara y María
Estela Abente. Como tampoco pasamos por alto la del cincuentenario del año 1993: Aida
Perrupato de Plate, Adela Romero Saguier de Flecha, Celma Ramos Schinini Bilbao,
Florinda Acosta, María Clotilde Balmelli, María Próspera Gonzáles Torres, Alba Garay,
María Teresa Lise de Patti, María Sol Zuccolillo de Vouga.

La lista de colaboradores reales de la Asociación alcanzó el año 1954 la elevada


cota de 152 socios. Con ello, por más que las huellas de la enfermedad siguieran su cauce,
Santa Isabel fue cambiando de rostro con ese bálsamo de la caridad y el correr de los días.

En una segunda instancia, cuando se implementaron nuevos pabellones e


instalaciones, se vio impostergable el vivir en la cercanía de los enfermos, y la
Asociación hizo realidad ese sueño construyendo una casita y una capilla en medio de los
enfermos para dotarle de un Capellán estable, que fue, no podía ser otro, el propio Félix
Ochoa. Esta presencia permanente y un pedido del P. Ochoa que obtuvo que la
congregación de las Hermanas Vicentinas se instalara también definitivamente en la
Colonia fue otro salto cualitativo excepcional. Dicen los escritos: él (el Capellán
franciscano) y ellas ( las hermanas de la Caridad) son el “paño de lágrimas” de los
enfermos. Las hermanas hacen el papel de enfermeras, administradoras, limpiadoras,
amigas “ familiares” y madres de los Hansenianos. Entiendo que este honroso dicho
apenas recoge una mínima parte de lo que las hermanas y el capellán han supuesto en
medio de los Hansenianos de Sapucai.

63
En los momentos en que más internos cobijó la Colonia Santa Isabel alcanzó una
cifra superior a los trescientos y treinta, de ellos mitad hospitalizados en salas, mitad en
viviendas propias.

La obra Católica de las damas de Santa Isabel a favor de los leprosos se hizo patente
en construcciones de no pequeña envergadura, como ya lo hemos referido, el Templo
dedicado a Santa Isabel, el pabellón Foullereau, la llamada Cooperativa, ... en la acción
social de lo cotidiano con la cooperativa de consumo, la necesaria sustitución del vestuario,
los dormitorios, los víveres, las pinturas , las liturgias, las fiestas, deportes, distracciones, la
movilidad, la sensibilización y captación de donativos en la capital... En suma: la mano
caritativa de los cristianos que han sido los grandes salvadores de múltiples crisis
económicas mediante esta Asociación. Y han hecho la vida del enfermo llevadera y más
gozosa y que hasta hoy perdure la Obra cristiana tan merecedora de elogio.

La serie de los Capellanes, que siempre fue sostenida por los padres del Oratorio
San Francisco, está conformada por el pionero Félix Ochoa, José Luis Salas, Pedro
Urruchua, Blas Agustín Echave, Juan Beltrán de Heredia, Andrés Saralegui, Angel
Arcelus, Absalón Portillo, Iñaki Galarraga actual capellán, y varios más, bastantes más
aunque en períodos menores. Se puede afirmar que todos los frailes de San Francisco han
ofrecido su disponibilidad para acudir a Santa Isabel, por algo los leprosos son la herencia
de San Francisco, con los que él inició el camino de conversión y la fundación de la
Orden.

Una aseveración cierta e indiscutible, que habla en bien de los cristianos de la


capital y de la campaña paraguaya, es que el 50% del sostenimiento de ese nosocomio, ha
sido obra del amor y la solidaridad de los cristianos a cuyo frente ha perseverado la
Asociación Santa Isabel y últimamente la fray Félix Ochoa” junto a la entrega hecha
vocación de servicio de las hermanas de la Caridad y el Capellán franciscano.

Es de ineludible justicia reconocer que el abrevadero y fuente espiritual de


semejante “ aventura” caritativa ha sido el Oratorio San Francisco. Al cumplir los Cien
Años, vaya con el recuerdo al despliegue y donación de tanta caridad hecha servicio a los
marginados predilectos de San Francisco.

4.10.- LA VIRGEN DE LA MERCED- Patrona del Barrio del entorno a


San Francisco.
Imagen perteneciente al Convento de La Merced (según tradición).
La visitadora de los presos.

No es posible pasar por alto y sin alguna referencia y notas la imagen de Ntra. Sra.
de la Merced que es una de las representativas del altar de San Francisco. Y la razón
fundamental de ello es que se trata de la considerada como la efigie y la devoción de la
SANTA PATRONA DEL BARRIO. Anteriormente a los años de 1938, en que el
arzobispado Mons. Sinforiano Bogarín hizo que la imagen de la Virgen de la Merced
quedara en depósito en el Oratorio “ hasta que su Excelencia disponga otra cosa” decía la

64
orden recibida, la imagen debía estar en una casa de familia que era su cuidadora. (Familia
Vera) (Inventario del año 1943)

Años antes, ya tenía la Virgen de la Merced sus celebraciones, incluso era traída al
templo, y considerada y proclamada como la Santa Patrona del barrio. En la página 132
del cuaderno de crónicas n°2 del archivo, se lee: “ A las seis de la tarde traen
procesionalmente la imagen de Ntra. Sra. de la Merced, los mismos familiares ( La
Familia Vera) de la casa y algunos niños de la vecindad de la calle Iturbe, para celebrar
mañana la misa solemne tradicional a la Patrona del barrio. No se ha hecho la novena
tradicional antigua. Y para solemnizar algún tanto la entrada de la imagen hemos cantado
desde el coro la Salve y algún canto más, mientras el P. Víctor Varona recibía a la imagen
revestido de capa pluvial”64.

Sumando otra referencia dice: “Se da comienzo a la novena de la Merced por


encargo de personas del barrio que tienen interés en reanudar la costumbre tradicional en
esta iglesia. Crónica n° 2 de la Comisaría del año 1937,- día 1 setiembre . Estos parecen
ser los primeros datos que vinculan a la Imagen de la Merced con el Oratorio.
Anteriormente tendría sin duda su capilla familiar en la Familia Vera, que es la
tradicionalmente hasta hoy en preocuparse en torno a la fiesta de bajar la imagen de la sede
del altar , revestir sus galas y donativos, y preparar el anda en que se traslada desde hace
un tiempo a la cárcel de Tacumbú y Al Buen Pastor (carcel de mujeres) en la víspera de la
Virgen de la Merced – 24 de setiembre.

En el inventario de 1938 figura esta referencia. “ Altar mayor. La imagen de la


Dolorosa fue retirada a la Sacristía colocándose en su lugar a San Francisco Solano (sin el
indio retirado al mismo lugar de la sacristía) En el lugar de estos se colocó la imagen de
Ntra. Sra de las Mercedes, patrona del Barrio, quedando sus dueños con la propiedad.
(P. 85)

Otra noticia del año 1939 ofrece algunos detalles que van configurando más el
entorno de las celebraciones: “El 11 (setiembre) a las 6,30 se ha cantado misa diaconada en
la que ha predicado el P. Presidente cantando con el coro las niñas de las Hermanas
Educacionistas y las antonianas. Después de la misa solemne que ha costeado la
mayordoma, recolectando ayuda entre los vecinos, se han llevado la Santa Imagen a su
lugar de origen.(P. 133). Parecería que en un principio las celebraciones estuvieran
ubicadas en la festividad de la Natividad de María, 8 de setiembre.

En la pág. 99 se lee: “En el altar Mayor cinco imágenes: la de Ntro. P. San


Francisco, San Francisco Solano, San Luis Rey de Francia, San Bernardino de Sena y la de
la Virgen de la Merced en depósito entregado por el Señor Arzobispo, hasta que disponga
S. E. otra cosa
Día 10.- Fiesta de la Merced- Se celebra con solemnidad la fiesta de la Virgen de la
Merced con misa diaconada y sermón del P. Presidente.

64
Crónica n°2, redactado por Plácido Ibárreta, pág. 133

65
1940.- Fiesta de la Natividad y de la Merced, Patrona del barrio. Con el buen deseo
de renovar las tradicionales fiestas de la Merced que antiguamente se celebraba en esta
iglesia en torno a esta imagen que la califican de milagrosa, se ha celebrado con
solemnidad el novenario y con una concurrencia de un centenar de personas.

Hoy además de las misas de las 5,30 y 7,30 se ha celebrado a las 6,30 la de
comunión general de todas las Asociaciones de la Iglesia con plática de circunstancias por
el P. Comisario Fr. Plácido Ibárreta; la de las 8,30 que ha sido diaconada y cantada por las
niñas del colegio de Santa Inés y radiada por la estación “Caritas”, pero sin sermón; a las 11
misa rezada por el P. Castañé del seminario, armonizada con cantos de personas
particulares; la misa de una celebrada por uno de los padres de la parroquia de San Roque
con cantos también. Ha asistido mucha gente a las cuatro misas primeras un grupo de dos o
tres docenas a las otras misas tardías encargadas por familias particulares.

A causa de luto nacional que se guarda por la muerte del Presidente de la República
se suspende la procesión anunciada . En la víspera había fallecido el Presidente José Félix
Estigarribia en accidente aéreo junto con su señora.

Una página suelta y sin fecha recoge el siguiente programa de fiestas religiosas que
sirven de muestrario de lo que acontecía : “ Programa de las fiestas en honor de la Virgen
de las Mercedes que se celebrará el 8 de setiembre en el Oratorio Franciscano. Informa que:
Desde el viernes 30 de Agosto, se dará comienzo a las 5 y media de la tarde al Rezo de la
Corona franciscana, ejercicio de la novena y la bendición con S. D. M.
El Domingo 8 de Setiembre: A las 5,30, misa a intención de las vendedoras del “Mercado
N°.1”
A las 6,30 a intención de la familia Gamarra Frutos
A las 7,30 familia Campos Ortiz
A las 8,30 a intención de todos los contribuyentes.
A las 10,30 a intención de la señorita M. Araujo.
A las 13 a intención de la familia Cáceres Escobar.
De Tarde a las 17 y 30 rezo de la Corona franciscana y procesión de la Virgen de la
Mercedes. Recorrerá las calles Caballero, Azara, Iturbe, Luis Alberto. de Herrera, Yegros,
Fulgencio R. Moreno, volviendo por Caballero hasta el Oratorio franciscano. Alocución y
Bendición con S. D. M.
Se invita a todas las Asociaciones establecidas en esta iglesia, a los niños de la
Escuela Cháritas, a los niños y niños de la Catequesis, y a las niñas de la escuela Santa Inés,
a acompañar a la Virgen durante la Procesión.

Como se puede observar la Virgen de la Merced ha ocupado dentro de la vida del


Oratorio desde tiempos antiguos un lugar de trascendencia. Todavía actualmente, hablamos
ya desde el cruce del milenio, aunque haya decaído la devoción popular, las tradiciones
por los cambios, hay familias que guardan su tradición y mantienen las costumbres de
vestir la imagen para la fiesta, realizar el novenario, la imagen es traslada a la cárcel para el
día 23 de cada año por los guardia cárceles y devuelta el día 24 después de la misa y las
celebraciones en Tacumbú con afluencia de mucha gente.

66
La Virgen de la Merced es todavía hoy significativa en el ORATORIO san
Francisco y ocupa uno de los espacios del presbiterio a mano derecha.

ANEXO II
 LA VIRGEN DE LA MERCED, PATRONA TRADICIONAL DEL
BARRIO (Ver apuntes de Benjamín Velilla)

LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE LA MERCED Y SU HISTORIA

La imagen de la Virgen de la Merced que se venera en el altar mayor


del Oratorio Franciscano de la calle Herrera y Caballero está ligada a la
historia de los Mercedarios y nuestra patria desde los remotos tiempos de la
conquista, llamada también Virgen de la Residenta, porque cuando el éxodo
en la guerra grande contra la Triple Alianza, los custodios de aquella èpocas
llevaron consigo esta misma imagen que fue testigo de la tragedia de un
pueblo que seguía a su líder Mcal. Francisco Solano López y su ejército y que
hoy seguimos venerando, pero tal vez no ya con el fervor y el entusiasmo de
aquellas épocas de antaño según cuentan nuestros antepasados e historiadores.
Larga tarea resultaría historiar la trayectoria de la devoción en el Paraguay así
como las vicisitudes de la venerable efigie.

Abogada de encarcelados y cautivos cristianos que arranca de siglos


atrás razón por la cual fue nombrada patrona de la Penitenciaría Nacional
(antiguamente Cárcel Pública). En efecto esta imagen es la misma que trajeron
los frailes mercedarios cuyo convento se alzaba en la manzana que
actualmente ocupa la plaza frente al Banco del Paraguay parte del Hotel
Guaraní. Disueltas las comunidades religiosas por el Dr. Francia la Orden la
Merced corrió idéntico destino. Por feliz designio la imagen quedó en custodia
de la conocida dama de la época doña Dolores Sion de Pereira cuya familia
siguió al Mcal López llevando consigo la imagen en una petaca de cuero y
aquí en el trayecto ocurrió un milagro. La carreta en que viajaban volcó y
salvaron sus ocupantes, desapareciendo la petaca juntamente con el niño José
Antonio Pereira S. Luego de pasar las horas fueron encontrados en un lugar
profundo cercano al vuelco y cumpliendo un piadoso voto la familia Pereira
mandó confeccionar en acción de gracias la corona que ostenta la imagen en
su día patronal a cuyo frente luce un magnífico topacio del Brasil entre otras
piedras preciosas y una aureola de estrellas de oro cinceladas a mano, cabe
señalar que de esta familia existe hasta nuestros días la distinguida dama
Ismenia Pereira viviendo en su señorial mansión de la calle Chile esq. Gral.
Díaz y es una de las antiguas devotas de la Virgen.

67
Terminada la guerra la imagen pasó en custodia de don José Riquelme y
Sra. Teniendo la imagen hasta principios del siglo a cuyo fallecimiento quedó
a doña Candelaria Beníptez afincada en la casa de calle Iturbe 334 y Herrera
cuya construcción de estilo colonial hoy existe junto a la residencia ocupada
antiguamente por la familia de don Adriano Vera y Sra. Dolores de Vera
antiguos devotos de la Virgen quienes secundaban a la Sra. De Benítez en tan
noble afán. Esto explica el por qué los Vera siguen el trabajo glorioso de
mantener el Culto de la Merced como los Yegros en otrora descendientes del
gran Capitán cuyo cementerio familiar tenía en el mismo convento por la gran
devoción profesada, Convento éste que fue escenario de sucesos notables en
cuyas naves se reunieron los próceres y desde cuyos púlpitos el criollo Miguel
de Vargas M. hizo resonar voz defendiendo la causa comunera, sus celdas
sirvieron también de albergue al prócer oriental José Gervasio Artigas.
Siguiendo la trayectoria de las familias encargadas de tan preciado valor la
imagen una vez fallecida Leandra Benítez pasó al cuidado de doña Solana
Irrazabal y luego a doña Catalina Escobar de Cáceres de allí también la gran
devoción de los descendientes de la familia Cáceres Escobar.

Cabe señalar que la loma Tarumá, hoy calle de la República de Colombia entre
Iturbe y Caballero fue el escenario de los grandes festejos profanosen honor de la Virgen,
Patrona del Barrio San Francisco o de la Merced célebre de aquellas épocas por en él
residían las antiguas CAMBA la MERCED negras de la Virgen quienes salían desde la
Loma Tarumá pasaban por el Ykuá La Merced hoy calles Tte Fariña e Iturbe, manantial
desaparecido en nuestros días y desplazado por los adoquines y asfaltados, seguían luego
por la calle Iturbe donde se encontraba la casa de la mayordoma a la altura de Manuel
Domínguez casa cuya construcción de estilo colonial sigue siendo conservada por la familia
de Cáceres Escobar seguían luego hasta la Iglesia de la Catedral donde bailaban en la plaza
en honor de su patrona vestida de largo y con grandes peinetas( kygua vera) y
grandes mantillas, esto ocurría en la víspera de cada 24 de septiembre pues en la Catedral
se cumplían los principales cultos religiosos.

Esas fiestas hicieron célebre a nuestra capital como las fiestas de Corpus
Christi en la época de la colonia y para rememorar esas fiestas de tradición
popular el Dr. Hipólito Sánchez Quell hoy Presidente de la Corte Suprema de
Justicia e eminente historiador compuso la música dedicada a esta barriada
populosa con su conocida canción 24 de Setiembre.

El antiguo Barrio de la Merced tenía como límites lascalles Bermejo


(hoy Herrera), Escalada (hoy México), Rio Blanco (hoy Rca. De Colombia) e
Independencia Nacional, única calle que conserva su nombre hasta nuestros
días, con el progreso de nuestra capital más tarde se formó otro barrio
llamado de las Mercedes.

68
Monseñor Sinforiano Bogarín creyendo que el lugar más adecuado
fuese para una veneración pública entregó luego en custodia hasta nuestros
días a los RR. PP. Franciscanos cuyo Convento y Oratorio se halla ubicado en
el verdadero barrio de la Merced calle Herrera y caballero. Con el correr de
los años los antiguos devotos fueron desapareciendo y el culto cada año
decayendo más y mas llegando al año 1954 en que no había quien cargara el
anda en que iba la imagen que en tiempos pasados fuera motivo de gran
devoción.

Entonces una antigua dama de nuestra sociedad doña Amalia Vera de


Coronel hoy de feliz memoria se encargó de reunir a sus amistades y vecinos
del barrio en su residencia a objeto de formar una comisión que se encargara
de levantar ese culto tan decaìdo en esos días, corría entonces el año 1956,
presidiendo ella la comisión hasta el año pasado, su fallecimiento acaecido el
22 de Noviembre de 1966 produjo gran consternación en el seno de los
devotos yéndose con ella un pedazo de recuerdos y una gran devota. Con esta
Comisión se vio nuevamente realzado el culto siendo numerosas las damas
colaboradoras y caballeros quienes secundaban en las muchas actividades
destacando aquí la labor de Francisco Ortiz Méndez, Dr. Anselmo Aveiro S.
Antonio Alonso Quintana, Cnel. Juan Ramón Escobar y muchos otros más
quedan grabados en el memorial que luego se hará historia.

La prensa oral y escrita, las Fuerzas Armadas y Policiales dieron mucho


empuje para que nuevamente adquiriera la festividad la importancia y el brillo
de aquellas épocas y con el fin de que la tradición de nuestros mayores fuese
mantenida hasta nuestros días.

El culto sigue siendo costeado por la valiosa colaboración de los


vecinos del lugar formado hoy por antiguas y nuevas familias de quienes
esperamos que algún día no lejano llegaràn concluir el deseado anhelo de
algunos devotos de dar a la Virgen una capilla en este mismo ámbito de
nuestra capital que se encuentra tan ligado a recuerdos inolvidables y que solo
la historia nos habla de hechos tan hermosos.

La Stma. Virgen hará que reviva la devoción de aquellos años y que


vuelva la alegría a los hogares católicos del barrio con el vibrar de las
campanas del Oratorio Franciscano cuando llamen a la procesión de la
hermosa imagen el próximo domingo a las 6 horas.

69
Este año la procesión se realizará en el ámbito central del antiguo
barrio , pasará por la vieja casona situada en Manuel Domínguez e Iturbe y
nos hará vivir un poco de aquella época pasada. Estos ligeros apuntes
históricos creemos oportunos para rememorar en esta fecha la gran devoción
que el pueblo le debe profesar a la Stma Virgen en advocación de la Merced y
esperamos que las nuevas generaciones aprendan como la lección más
provechosa la herencia valiosa que nos legaron nuestros mayores, NUESTRA
FE Y RELIGION tan ligadas a la historia de nuestra raza y nuestro pueblo -
T. V. D.

5.-El Oratorio San Francisco promovido a Parroquia


AÑO 1974

Casi durante 75 años, permaneció el Oratorio San Francisco cumpliendo funciones


de suplencia parroquial bajo la jurisdicción de la Catedral. Pero el año 1974 el Arzobispo
Ismael Rolón creyó había llegado la hora de hacer de San Francisco Parroquia pleno jure.
Mediante el Decreto 104 del arzobispado, después de exponer las razones que le indujeron
a esta concesión: la larga y abnegada labor llevada a cabo durante 72 años por los
franciscanos; la necesidad de organizar mejor la asistencia espiritual de un sector tan
importante; las condiciones de idoneidad de los candidatos a ser sus pastores, decretaba:
Eríjase la Parroquia de “San Francisco”, encomiéndase la nueva Parroquia a la
Orden de los Frailes Menores, nómbrese al R. P. Lorenzo Barañano Cura Párroco,
etc.

De este modo alcanzó el Oratorio uno de sus sueños, digamos que su mayoría de
edad pastoral pasando a ser Parroquia bajo la advocación San Francisco de Asís. El mismo
Arzobispo hizo la entrega oficial en manos del P. Barañano el 12 de julio de 1974. Los
límites de su jurisdicción son: Norte, Cerro Corá; Sur, República de Colombia; Este,
Antequera, hasta Luis A. de Herrera y de aquí a Paraguarí; Oeste, Independencia Nacional.

Los dos objetivos pastorales que se señalaba Fray Barañano a la toma del cargo y
que hizo presente en su homilía, eran: procurar una parroquia donde entren y participen
todos, y ofrecer la Paz de Cristo como expresión viva de los bienes mesiánicos y
franciscanos.

70
A lo largo de 26 años, que se cumplen este año, han ocupado el cargo de Párrocos
haciéndose servidores de la feligresía con un estilo franciscano, además del pionero
Lorenzo Barañano, el P. Iñaki Biain que fue nombrado como sucesor el año 1980. Apenas
dos años más tarde asumió fray José Angel Urcelay, quien abrió las puertas a las
Comunidades Catecumenales, que han temido desde entonces un gran incremento y
protagonismo en la vida de la Parroquia. Actualmente conforman sus filas unas doce
comunidades... unos cuatrocientos miembros. (se habla del año 20019

Pero el Párroco por antonomasia, no sólo por los años completados en su


conducción y por la seriedad con que ha desarrollado su ministerio, ampliando la
evangelización a nuevos sectores y variadas actividades pastorales ha sido Fray Miguel
Aramburu. El continúa cargando con verdadera competencia, y experiencia de largos años,
la marcha de esta pequeño, pero significativo rebaño de fieles de San Francisco como su
Pastor y Párroco.

Entre la amplia gama de sus ofertas y actividades pastorales se encuentran:

1.- Junta parroquial compuesta por los Consejos de pastoral y el económico.


2.- La Catequesis de Niños de primera reconciliación y primera Comunión.
Catequesis de Perseverancia, Caveví.
3.- Catequesis de Confirmación.
4.- Escuela de Padres.
5.- Cursillos de Bautismo y Pre-matrimonio.
6.- Legión de María.
7.- Rosario en Familia.
8.- Grupo Juvenil, Canto y liturgia.
9.- Orden Franciscana Seglar
10.- Pía unión de San Antonio
11.- Instituto profesional de San Antonio.
12.- Colegio fray Luis Bolaños
13.- Grupo Carismático
14.- Manzaneras
15.- Comunidades Neo-catecumenales

Por más que la Parroquia ha mantenido una feligresía más bien reducida, ha
recibido un incremento notable a partir de los neocatecumenos, haciendo que el espacio del
Oratorio fuera insuficiente para acoger sus más de 400 miembros y precisando una
ampliación. Lo que obligó a una nueva obra que ha culminado este año 2001 como
homenaje al centenario precisamente, y con el nombre de “Centro de Espiritualidad y
Evangelización”.

De la creatividad y espíritu apostólico del Padre Miguel María han surgido, además
dos novedosas acciones apostólicas que hoy han pasado a ser de carácter diocesano: la
atención nocturna a los enfermos hospitalizados, conocido como “Servicio Sacerdotal de
Urgencia”. Y una tabla de salvación, un SOS de orientación y atención en momentos de
crisis, el llamado “Teléfono de la Esperanza”.

71
A la vista está que, después de CIEN AÑOS, no se ha agotado aún la surgente de
vida espiritual, devoción, evangelización, pastoral que emergió aquel 28 de octubre de
1901, fecha en que fue inaugurado el ORATORIO SAN FRANCISCO. Incluso, gracias al
agua viva que todavía brota de sus venas, perduran reverdeciendo y fructificando muchas
de las descollantes manifestaciones evangelizadoras creadas a lo largo del siglo: Escuela
para niños pobres Fray Luis Bolaños, Radio Cháritas, la Asociación Santa Isabel, obra a
favor de los leprosos, la Orden Franciscana Seglar, la Obra de Tierra Santa...y la Parroquia.
CIEN AÑOS Sirviendo a la IGLESIA, CIEN AÑOS, GENERANDO ESPIRITU Y
VIDA humana y Cristiana en medio de Asunción.

10.- DOS URNAS con las “reliquias” de los EVANGELIZADORES


Fundadores de pueblos, fr. Luis Bolaños y fr. Juan Bernardo, mártir

La reliquia de fray Luis Bolaños, fue traída de Buenos Aires y colocada en


San Francisco el 28 de marzo de 1979 previa celebración presidida por Mons. Jorge
Livieres.

El 11 de octubre del año 1979 fueron trasladadas parte de las reliquias


de fray Juan Bernardo desde Caazapá y depositadas en San Francisco al lado de su
maestro y Guardián Bolaños.

NOTAS DE LAS BODAS DE ORO DE LA CUSTODIA FRAY LUIS BOLAÑOS


1938 – 1988 (Fray José Luis Salas)

Se nos avecina una fecha importante de la vida de nuestra Custodia del Paraguay. El
próximo mes de marzo - 1988 – vamos a cumplir 50 años de la toma de posesión de esta
tierra como Custodia encomendada a la Provincia de Cantabria. Hace 50 años nuestra
provincia de Cantabria se hizo cargo de la evangelización de varios lugares de esta tierra

72
guaraní con su presencia franciscana. Más tarde extendería sus anhelos misioneros hacia
Argentina y Uruguay.

Aunque surgirán muchas maneras de celebrar tal efemérides, me parece que una de
las formas de rememorar el evento puede ser, recogiendo en una memoria los hechos más
resaltantes, recordando personas, haciendo presente actividades pastorales y obras de los
primeros tiempos.

En esta corta, pero creo que fecunda historia, hay muchas lecciones positivas. De
ellas podemos aprender a ser hoy más franciscanos, a elevar nuestras miras de
evangelizadores y pastores en las parroquias, a cultivar nuestra pastoral vocacional, a
mejorar cuanto emprendimiento llevamos entre manos.

Naturalmente, no es para vanagloriarnos y vestirnos de plumas ajenas, pero sí para


gratificarnos en los aciertos franciscanos y de las actuaciones de los hermanos que nos
precedieron o acompañaron. Nos servirá para sopesar la evolución de la Custodia desde
aquellos inicios ocultos en las páginas de las crónicas, hasta nuestros días, en las que
nosotros somos activos ejecutores.

Este pasado nuestro, puede servirnos de verdadero estimulante para que


ofrezcamos una realidad menos deformada de los ideales, una vivencia más auténticamente
franciscana, o un testimonio más coherente con los documentos que manejamos, y más de
acuerdo con las expectativas de esta Iglesia paraguaya a la que servimos.

Como un primer aporte a este nivel y a fin de ir entrando en clima de bodas de oro,
transcribo en estas líneas unas notas escuetas de los principios de nuestra llegada al
Paraguay, de los años 1937, 38, 39 y 1940 concretamente. Los años en que se hicieron
presentes los pioneros en la misión.

AÑO 1937

El 17 de junio de 1937, era nombrado Comisario de Tierra Santa “pro ditione


Republica del Paraguay”, fray Plácido Ibárreta de la Seráfica Provincia de Cantábria. El
protocolo cursado por el Ministro General correspondía a C.T. 102/1937.

El susodicho Padre, en compañía del Hno. Gregorio Huarte, salió de España


el 10 de septiembre y ambos arribaron a Montevideo el 2 de octubre.

El 21 de noviembre, estando todavía en Buenos Aires, recibe Ibárreta un


cablegrama en estos términos: “Contestan de Roma. Es usted Comisario Superior. Reciba
todo bajo inventario”. Naturalmente el cable provenía de la Provincia de Cantabria.

El nuevo Comisario y el hermano colector Huarte, arribaron a Asunción el día 22


de diciembre. Era el año 1937.

73
En la Casa de Asunción residían entonces los padres anteriormente responsables de
la Casa de Tierra Santa: Antonio Cordero, Victor Varona y Luis Lavorel. Algunos eran
argentinos, y el P.Varona ex misionero en Filipinas.

AÑO 1938

El 2 de enero de este año se despide el P. Cordero, luego de dejar al P. Ibárreta toda


la administración de la Casa y los bienes de Tierra Santa.

El 25 del mismo mes recibe el P. Ibárreta una correspondencia del Provincial de


Cantabria. “Muy interesante” comenta el cronista, para el porvenir de la Comisaría y las
misiones franciscanas del Paraguay.

Cuenta la crónica del P. Ibárreta: el 5 de marzo nos sorprende la llegada inesperada


del P. Angel Izaguirre, residente hasta ahora en Corrientes (Argentina). El P. Izaguirre trae
la delegación o la comisión del P. Provincial de Cantabria para gestionar ante el Obispo de
Villarrica el ingreso de los franciscanos en la campaña de Paraguay.

El encuentro con el Obispo de Villarrica, Mons. Agustín Rodríguez se realizó el 7


de marzo en presencia de Mons. Juan Sinforiano Bogarín. Al decir del cronista, esta
entrevista tuvo unos efectos muy favorables, de tal manera , que el obispo mismo quedó en
escribir al Padre Provincial ofreciéndole una fundación junto a la estación de la ciudad de
Villarrica.

El mes de junio, llega como morador de la casa de Asunción, el Padre Angel


Izaguirre. Trae además el nombramiento de Vice-Comisario de Tierra Santa. Anteriormente
había sido miembro de la comisaría de PP. Misioneros y párroco del convento de San
Francisco Solano de Rosario perteneciente a la Custodia de San Miguel. .

El 10 de este mismo mes de junio, llegan dos cartas del Padre Provincial de
Cantabria para el Padre Izaguirre. El texto de una de ellas reza así: LA PROVINCIA DE
CANTABRIA ACEPTA LA CASA Y LA COMISARIA PROVINCIAL EN
PARAGUAY”.

Se le nombraba al padre Angel Izaguirre primer Delegado Provincial y


presidente de la Casa de Asunción.

Simultáneamente y en la misma carta se le nombraba presidente de la


RESIDENCIA DE VILLARRICA al Padre Pedro Zubizarreta, quien había llegado,
procedente de España y pasando por Buenos Aires, el 13 de agosto de 1938.

El 25 de julio(1938), el Padre Izaguirre y el hermano Gregorio Huarte, van de


excursión exploratoria a Guarambaré a fin de reconocer la ubicación del lugar ofrecido
para abrir la Parroquia. Al día siguiente, vuelven gratamente impresionados. Guarambaré
sería otro de los asentamientos de Cantabria. Pueblo también con resabios de reducción
franciscana en su origen mientras estuvo instalado el lugares de Río Arriba.

74
El 25 de agosto el P. Izaguirre se dirige a Villarrica en plan de reconocimiento de la
nueva fundación y su aceptación formal. No pudieron ser mejores las impresiones
recogidas en esta primera visita.

Después de un prudente tiempo de aclimatación, el 12 de setiembre parte el Padre


Zubizarreta con destino a Villarrica para hacerse cargo de la Parroquia, que tiene como
titular a la Asunción de Nuestra Señora.

Dentro de las novedades de este fecundo año de 1938, está también el arribo del
hermano José León Posenti que, luego de haber sido corista franciscano en la Custodia
argentina de San Miguel y de pasar a ser simple hermano y actuar de portero del convento
de San Lorenzo, solicitaba ser admitido en Asunción con el propósito de formar parte de la
Delegación de Cantabria del Paraguay.

AÑO 1939

Los años siguientes fueron de afianzamiento y de envío de más personal de parte


de la Provincia. Algunos de los sucesos más sobresalientes, junto con la toma definitiva de
Guarambaré, detallo a continuación.

El 11 de febrero de 1939, llegan a la Custodia nuevos refuerzos: los Padres Elías


Zulaica y Carlos Anasagasti, nada menos que en compañía del Provincial Padre Cástor
Apraiz. Luego de una dificultosa travesía por barco, habiendo salido de España el mes de
Setiembre arriban a Asunción en la fecha que hemos señalado.

El provincial va de visita oficial a Villarrica llevándose consigo al Padre Anasagasti


el 16 de febrero, quien quedaría como miembro de la comunidad de Yvaroty.

De vuelta de Villarrica el Provincial, también visitará el pueblo de Guarambaré que


había sido ofrecido a los franciscanos. Esto acontecía el 24 de febrero. Días después,
apenas iniciado el mes de marzo, sale rumbo a Guarambaré el Padre Elías Zulaica para una
definitiva exploración del asentamiento.

Entre tanto llega también el padre José Beltrán de Heredia, procedente de


Barranqueras, donde ejercía de Vicario cooperador.

Por fin el 18 de marzo, figurará en los anales de Guarambaré como la fecha en la


que se establecieron los franciscanos cántabros en esa Parroquia, siendo su primer párroco
el Padre Elías Zulaica, quien sería acompañado por unos días por el hermano Gregorio
Huarte. A los pocos días irá a formar parte de la fraternidad y hacerse cargo de Ypané, el
Padre José Beltrán de Heredia. Esto ocurría el 24 de marzo de 1939.

AÑO 1940

75
La Provincia de Cantabria continúa su plan de reforzar su política de expansión y de
evangelización. No sólo ha puesto las bases para Custodia en Paraguay con Asunción,
Villarrica (1938) Guarambaré ( 1939) sino que incluso extiende su influencia misionera y
envía religiosos hacia Argentina.

El 29 de enero se recibe en Asunción un cablegrama dirigido al Padre Angel


Izaguirre como Delegado del Paraguay. El cable provenía del Provincial. En él se le pedía
se trasladase a la Argentina, concretamente a Avellaneda (Lanús a Oeste) a fin de tomar
posesión, en nombre de la Provincia, de una Parroquia que se les había ofrecido. En la
misma forma se le rogaba al Delegado realizar las diligencias pertinentes para preparar la
entrada en Argentina del padre Nicolás Lecuona y del hermano Hipólito Estalayo.

El 4 de febrero salió, pues, el Padre Izaguirre para dar cumplimiento a la misión


que le encomendara la Provincia. El 20 de abril, luego de erigir la casa franciscana de
Lanús Oeste y tomar posesión de la parroquia de la Santa Faz el Padre Nicolás Lecuona,
que había llegado días antes en compañía del hermano Hipólito, se hicieron cargo de la
nueva Casa y, el Delegado, volvió a su sede de Asunción.

El 5 de junio de 1940 la Custodia recibe un nuevo refuerzo con el arribo del Padre
Félix Ochoa, quien al enterarse de la existencia de un leprosario en Paraguay, sin pensarlo
dos veces solicita permiso para abandonar Barranco (Perú) donde misionaba y se integra a
la naciente Delegación paraguaya, naturalmente para dar cumplimiento a su apasionado
anhelo de servir a los leprosos. A este efecto el 3 de julio visitó al Presidente de la
República Genral. Estigarribia de quien obtuvo la licencia requerida.

En el mes de noviembre se suma a la Custodia un nuevo misionero, el hermano


Andrés Saralegui.

Como se ve simplemente una breve reseña de los inicios de la Custodia. Han pasado
cincuenta años desde aquellos inicios. Son recuerdos del pasado que se van borrando pero
encierran mucha historia de casas y hermanos. Deben ser un aliento para los que hoy
mantenemos la bandera. Han sido los once primeros operarios cántabros que pusieron los
cimientos de esta Custodia, primeramente llamada de Cantabria y después de fray Luis
Bolaños, en tierra guaraní.

Fray José Luis Salas, 1988.

76
a fin de resaltar algunos acontecimientos. )
NOMINA de los Frailes pertenecientes a Tierra Santa de Jerusalén, año 1882 a 1887

 Fray Javier María González


 Fray Ramón Sánchez
 Fray Miguel Codinach

NOMINA de los Frailes de la Provincia San Gregorio: Año 1899 - 1923


 Fray Pantaleón de la Fuente
 Fray Juan Mate
 Fray Pedro Parra
 Fray Víctor Varona
 Fray Eduardo Barbacid
 Fray José María Moraleda
 Fray Antonio Vazquez
 Fray Mariano Oliva

NOMINA de los Frailes de la Provincia de la Asunción. Año 1923 a 1937.


 Fray José María Bottaro
 Fray Luis Lavorel
 Fray Bernardino Bermudez
 Fray Víctor Varona
 Fray José María Funes
 Fray Antonio Cordero
 Fray Pedro C. Miranda
 Fray Vicente Oyola
 Fray Berardo Ludueña

NOTA: En estos cincuenta años la Provincia aportó a la <Custodia 120 frailes

CUSTODIOS EN PARAGUAY de 1938 - 2003

77
FRAY ANGEL Izaguirre 1938- 1949
FRAY LEONARDO Celaya 1949-1955
FRAY JOSE Beltrán de Heredia 1955 - 1961
FRAY HILARIO Ortúzar 1961 - 1965
FRAY IGNACIO Sudupe 1965 - 1970
FRAY ANDRÉS Saralegui 1970- 73 - 76-1979
FRAY MANUEL Eguiguren 1979 (elevado a Obispo) 81
FRAY JOSE LUIS Salas 1981-82; 82 - 85; 85-88; 88-1991
FRAY IÑAKI Galárraga 1991- 94; 94-97; 97 - 2000
FRAY IÑAKI Biain, 2000-2003
FRAY MARCELO Benítez, 2003 y 2006.- Primer nativo

NOMINA DE LOS HERMANOS FALLECIDOS EN LOS CINCUENTA AÑOS Y


POSTERIORES DE LA CUSTODIA DE CANTABRIA - FRAY LUIS BOLAÑOS DEL
PARAGUAY 1938 – 198865

 Fray Pedro Zubizarreta 19-06- 1948


 Fray Diego Campo, 1956
 Fray Luis Tiburcio Elvira, 1959
 Fray Paulino Osoro,1960
 Fray Elías Aquilino Zulaica, 1965
 Fray Salvador Michelena, 1965
 Fray Angel Izaguirre, 1966
 Fray Félix Ochoa, 1969
 Fray Francisco Olañeta, 1969
 Fray Jose Beltrán de Heredia, 1970
 Fray Antonio Auzmendi, 1971
 Fray Domingo Arriega, 1972
 Fray Teófilo Pinillos, 1972
 Fray Carmelo Aulestiarte, 1973
 Fray Plácido Martínez de Ibárreta, 1974
 Fray Gregorio Huarte, 1975
 Fray Miguel Caballero,, 1975
 Fray Juan María Beltrán de Heredia, 1976
 Fray Ignacio Sudupe, 1976
 Fray Marcos Gastesi, 1977
 Fray José Possenti, 1981
 Fray Miguel San Pedro, 1981
 Fray Jose Ignacio Aguirre 1982
 Fray Nicolás Lecuona, 1986
 Fray Francisco Léxica, 1987
 Fray José Joaquín Gallástegui, 1988
65
Barañano, Lorenzo, 33 semblanzas misioneras, Asunción, 1988.

78
 Fray Samuel Villacián, 1988
 Fray Daniel Larrañaga, 1988
 Fray Tomás Gutiérrez, 1989
 Fray Leonardo Celaya, 1989
 Fray Fermín Errasti, 1991
 Fray Santiago Ignacio Lerchundi, 1991
 Fray Hilario Ortúzar, 1991
 Fray Benito Azcárate, 1994
 Fray Eusebio Gutiérrez, 1995
 Fray Manuel Alberdi , 1997
 Fray Teodoro Marculeta, 1998
 Fray Hipólito Estalayo, 1998
 Mons. fray Carlos Anasagasti, 1998
 Fray Pedro Azpeitia, 1999
 Fray Ignacio Iguarán,1999
 Fray Andrés Saralegui, 2000
 Fray Lorenzo Barañano2000
 Fray Ramón Muruamendiaraz, 2001
 Fray Jesús Arketa, 2005
 Fray Ramón Tellechea, 2005
 Fray José María Layuno, 2005
 Fray Hilario Barrena, 2005
 Fray Salvador Biain , 2006
 Fray Eulogio Aguirregaviria
 Fray Angel Arzelus 2008

MONUMENTO A SAN FRANCISCO

Este MONUMENTO A SAN FRANCISCO preside esta PLAZA, por cuanto desde
1730 hasta 1885 se llamó “PLAZA SAN FRANCISCO” y fue presencia y testigo de la
vida de los franciscanos que vivieron en este lugar, en el Convento y Templo de entre
las calles - Iturbe, 25 de Mayo, México y Eligio Ayala.

En HOMENAJE a sus apóstoles: Fray Luis Bolaños, Alonso, Gabriel Guzmán, Juan
Bernardo, Félix Ochoa...

A sus 11 Obispos: fray Juan de los Barrios, Martín Ignacio de Loyola, Hernando de
Trejo y Sanabria, Bernardino de Cárdenas, Basilio Antonio López...

79
A sus creaciones para evangelizar a los guaraníes: La grafía guaraní, el Catecismo y
rezos en Guaraní de Bolaños, los franciscanos seglares de OFS, las reducciones, la
religiosidad...

A los pueblos de su doctrina y fundación: Los Altos, Itá, Yaguarón, Caazapá, Yuty,
Ypané, Guarambaré, Tobatí, Atyrá...

MONUMENTO A SAN FRANCISCO

HOMENAJE a la labor evangelizadora de los franciscanos en Paraguay:

A sus apóstoles: Luis Bolaños, Alonso, Gabriel Guzmán, Juan Bernardo...

A sus 11 Obispos en la catedral de Asunción: Juan de los Barrios, Martín Ignacio de


Loyola, Hernando de Trejo y Sanabria, Bernardino de Cárdenas, Basilio Antonio
López...

A sus creaciones para la evangelización: La grafía guaraní, el Catecismo Guaraní,


religiosidad, mestizaje, los franciscanos seglares OFS, conservación del guaraní,
reducciones...

A los pueblos de su doctrina y fundación: Los Altos, Itá, Yaguarón, Caazapá, Yuty,
Itapé, Ypané, Guarambaré, Tobatí, Atyrá...

A los 400 años de presencia en Itá, en Caazapá, Villarrica, Asunción

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