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El documento presenta cinco principios sobre la relación entre la mente y el cerebro: 1) todos los procesos mentales son consecuencia de las operaciones cerebrales, 2) los genes determinan en gran medida las conexiones neuronales y su funcionamiento, 3) los factores genéticos no justifican por sí solos las enfermedades mentales ya que factores sociales también influyen, 4) el aprendizaje induce cambios en la expresión genética y las conexiones neuronales, 5) la psicoterapia eficaz produce cambios a largo plazo
El documento presenta cinco principios sobre la relación entre la mente y el cerebro: 1) todos los procesos mentales son consecuencia de las operaciones cerebrales, 2) los genes determinan en gran medida las conexiones neuronales y su funcionamiento, 3) los factores genéticos no justifican por sí solos las enfermedades mentales ya que factores sociales también influyen, 4) el aprendizaje induce cambios en la expresión genética y las conexiones neuronales, 5) la psicoterapia eficaz produce cambios a largo plazo
El documento presenta cinco principios sobre la relación entre la mente y el cerebro: 1) todos los procesos mentales son consecuencia de las operaciones cerebrales, 2) los genes determinan en gran medida las conexiones neuronales y su funcionamiento, 3) los factores genéticos no justifican por sí solos las enfermedades mentales ya que factores sociales también influyen, 4) el aprendizaje induce cambios en la expresión genética y las conexiones neuronales, 5) la psicoterapia eficaz produce cambios a largo plazo
Primer Principio: Todos los procesos mentales, incluso los procesos
psicológicos más complejos, son consecuencia de operaciones del
cerebro. El principio fundamental de este concepto es que aquello a lo que nos solemos referir como mente es un conjunto de funciones llevadas a cabo por el cerebro. Las acciones del cerebro están detrás no sólo de las conductas motrices relativamente simples como caminar o comer, sino de todas las acciones cognitivas complejas como pensar, hablar, escribir literatura y música o crear arte. En consecuencia, los trastornos del comportamiento 2 característicos de las enfermedades mentales son alteraciones de la función cerebral, incluso en aquellos casos en los que sea evidente que estas alteraciones tienen origen ambiental. Segundo Principio: Los genes y las proteínas que codifican determinan en gran medida el patrón de interconexiones entre las neuronas cerebrales y los detalles de su funcionamiento. Por ello, los genes y, especialmente, sus combinaciones, ejercen un gran control sobre la conducta. La conclusión de todo ello es que la genética es uno de los principales factores que influyen en la aparición de las enfermedades mentales. Tercer Principio: Las alteraciones genéticas no justifican por sí solas toda la variancia de las principales enfermedades mentales. Los factores sociales o del desarrollo también tienen una importancia fundamental. Del mismo modo que las combinaciones de genes afectan al comportamiento y la conducta social, el comportamiento y los factores sociales influyen sobre el cerebro al interaccionar con él para modificar la expresión genética y, en consecuencia, la función de las células nerviosas. El aprendizaje, incluso el que genera una conducta disfuncional, produce modificaciones en la expresión genética. Por este motivo todo lo “aprendido” termina expresándose como “naturaleza”. Cuarto Principio: Las alteraciones de la expresión genética inducidas por el aprendizaje provocan cambios en los patrones de conexión neuronal. Estos cambios no sólo contribuyen al fundamento biológico de la individualidad, sino que, al parecer, son inducidos por los imprevistos sociales. Quinto Principio: Cuando la psicoterapia o la asistencia psicológica son eficaces y producen cambios a largo plazo en el comportamiento, cabe suponer que los consiguen a través del aprendizaje, provocando cambios en la expresión genética que modifican la fuerza de las conexiones sinápticas y modificaciones estructurales que alteran el patrón anatómico de interconexiones entre las neuronas cerebrales. A medida que aumente la resolución de las técnicas de neuroimagen, debería ser posible llevar a cabo evaluaciones cuantitativas de los resultados de la psicoterapia. Ref.: Kandel, Eric. 2006. Un nuevo marco intelectual para la Psiquiatría. En Psiquiatría, Psicoanálisis y la Nueva Biología de la Mente. (pp. 40-42) Ed. Ars Médica.