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conducta y el
comportamiento
humano
Las bases biológicas de la conducta y el comportamiento humano tienen un papel
crucial para entender por qué somos como somos. Estudiar psicología te proporcionará
los conocimientos necesarios para comprender estas bases y saber cómo aplicarlas.
El sistema nervioso
La configuración cerebral y el funcionamiento del sistema nervioso son elementos
fundamentales para entender nuestras acciones. No en vano, los miles de millones de
neuronas de nuestro cerebro accionan nuestros comportamientos, aunque luego puedan
estar influidos por otros factores.
La disciplina encargada de estudiar los factores del sistema nervioso con nuestras
acciones es la neurociencia. Es indudable que las alteraciones o problemas que podamos
tener influyen en el comportamiento. Ahora bien, la actuación del sistema nervioso es,
fundamentalmente, adaptativa.
La gran diferencia del homo sapiens, con respecto a otras especies, está en esa
capacidad de decisión racional. Por lo tanto, la arquitectura de nuestro cerebro influye,
y lo hace decisivamente, en nuestras conductas y comportamiento.
El sistema endocrino
La segregación de hormonas, de la que es responsable el sistema endocrino, también
genera o predispone a determinadas actitudes. Es importante señalar que, en función de
las hormonas que se segreguen, estos cambios serán más o menos permanentes.
Un ejemplo paradigmático es el de la libido. Otras conductas puntuales, generadas
también por la secreción de hormonas, son la mayor o menor pasividad, generadas a su
vez por las neuronas del cerebro. Las depresiones, o la predisposición a las mismas,
tienen mucho que ver con estos mecanismos.
En definitiva, el sistema endocrino puede influir de muchas maneras en cómo nos
comportamos. Esta es la razón por la que convendrá conocer su funcionamiento e
interrelación con otras zonas del organismo.
La genética
La genética ya se ha sugerido, históricamente, como factor que determinaba conductas
de padres e hijos. Sin embargo, es importante señalar que la socialización y la cultura
tienen un peso decisivo.
Dicho esto, hay que señalar que el descubrimiento del genoma humano en 2000 ha
permitido afinar los estudios. Hoy sí, se puede determinar que, al igual que en
determinadas enfermedades, la herencia genética puede influir en los
comportamientos.
Ahora bien, los estudios actuales van mucho más allá de la herencia genética, también
denominada epigenética. Hoy se trata de comprobar también, sin más, qué genes pueden
influir más o menos en determinadas actitudes o predisposiciones. Si las alteraciones
genéticas influyen en las enfermedades, también lo hacen en nuestros comportamientos.
El estudio, pues, de la genética, tiene una importancia capital en todo lo relacionado con la
conducta.