Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ENFOQUE DE COMPETENCIAS
“GLOBALIZACIÓN O POSTCOLONIZACIÓN”
2
Sin ahondar mucho en este tema, sin ser amplios conocedores de la coyuntura
mundial actual, resulta sospechoso que la tal globalización haya surgido
como concepto del seno del modelo neoliberal, justo después de la caída de
los regímenes socialistas, al este de Europa. El marco en el que se suscriben
estas nuevas relaciones, permite aseverar que la globalización es la
cristalización del capitalismo occidental como sistema hegemónico de
producción en el mundo y en consecuencia, es también la adecuación de las
economías emergentes a los procesos de expansión y desarrollo de las
economías industrializadas. En otras palabras, la globalización es la versión
contemporánea del colonialismo de los siglos XVI, XVII y VIII en América,
África y Asia.
3
Inglaterra, de la propiedad de la tierra. Así, la romanización de la propiedad
(tendencia, disfrute y disposición de los propietarios privados) a escala
europea y luego mundial. Esta fue una primera fase de la globalización. Esa
globalización no tenía un centro político. Había desaparecido ya el Imperio
Romano - Germánico y la iglesia misma como poder se había fragmentado.
La globalización era, desde ese momento, principalmente una empresa
capitalista. No obstante, el estado - nación y la monarquía absolutista no eran
propiamente capitalistas” (Restrepo, Darío y otros, 1.998 p.15).
Más tarde, en los inicios de lo siglo XIX, los economistas clásicos ingleses,
con Ricardo en la vanguardia, reclamaban para el continente europeo la
globalización del comercio, entonces con el nombre de libre cambio. Ellos
argüían la conveniencia para todos los países del continente de esa política
económica; sin embargo, tal conveniencia tenía, como siempre suele ocurrir,
su país con nombre propio: Inglaterra. Ricardo, en sus escritos simplemente
defendía los intereses de su país, leamos: “la revolución industrial llegó a
Inglaterra primero; los manufactureros ingleses estaban a la cabeza de todos
los del mundo en métodos, en clases de maquinarias, en facilidades de
transporte, y podían cubrir la tierra con los productos de sus fábricas. Por esto,
el comercio libre internacional era lo más conveniente para Inglaterra.
4
individuales, con el objeto de capacitarse a sí misma para entrar en libre
competencia con otros países más avanzados” (List, Friedrich, 1841, en
Huberman, Leo, 1995, p. 255). Obviamente, en la citada coyuntura, Alemania
se abstuvo de entrar en el juego del Libre Comercio; lo mismo hicieron
Francia, Holanda y otros países.
5
para lo cual aparecen como salvadoras las naciones poderosas vecinas, que a
nombre de tales luchas intervienen subrepticiamente en los asuntos internos de
los países débiles, determinando desde sus formas de gobierno y producción
hasta sus modelos pedagógicos; aun las guerras internas son promovidas e
impulsadas desde otros países.
6
manera: vendemos barato y compramos caro. Debemos tener en cuenta lo que
dice el ya citado alemán List: “Las causas de la riqueza son algo bien diferente
de la riqueza en sí misma. Alguien puede tenerla y, sin embargo, si no tiene el
poder de producir objetos de mayor valor que aquellos que consume, será más
pobre… por lo tanto, el poder de producir riqueza tiene una importancia
infinitamente mayor que la riqueza misma…” (Ibídem, p. 256). Desde esta
perspectiva es bastante complicado que nuestras exportaciones siquiera
equilibren la balanza de las importaciones.
7
Colombia, que en algunos filmes (Daño colateral) es presentada ante el mundo
como escenario generalizado de la violencia y el narcotráfico, sin matizar el
fenómeno, dejando en la retina de los espectadores la falsa imagen de que
todos los colombianos son partícipes de dichos delitos. De esta manera, la
globalización propicia la pérdida de identidad de los colombianos y nos lleva a
lo peor que le puede suceder a un ser humano: que se avergüence de sí mismo.
Por otro lado, la educación, que por excelencia es la forma como un país
transfiere su cultura a sus niños y jóvenes, también está permeada por
diferentes aristas de la globalización. Los currículos, verbigracia, con sus
contenidos y métodos suelen ser también mercancías importadas, hasta tal
punto que algunas instituciones educativas nuestras, muchas veces, forman a
estudiantes nacionales según las necesidades de las nuevas metrópolis, a
donde viajan posteriormente éstos a continuar su formación. Luego, esos
jóvenes al recibirse como postgraduados, no están en condiciones de ofrecer
soluciones a los problemas del país e incluso en ocasiones no se adaptan al
mismo. Realmente, con este tipo de educación la nación se aplica a sí misma
el mecanismo invasor del Caballo de Troya, pues deposita en su seno a
personas ilustradas que son enemigos a ultranza de ella. De modo que la
globalización en la educación, es la metastización del fenómeno Caballo de
Troya, a los propósitos de desarrollo económico y reivindicación cultural del
país.
8
áreas donde los proveedores alternativos no estén dispuestos a entrar. El nuevo
SENA sería entonces responsable principalmente de financiar y comprar
servicios de capacitación a proveedores independientes.” (Informe del Banco
Mundial. Cerrando la brecha en educación y tecnología, 2003).
9
Por todas las razones anteriores, lo que Colombia requiere es una apropiación
de su globalización que anclada en la cultura y la educación, en asocio con
otros países afines, nos libere de toda forma de invasión y reivindique los
valores culturales propios, que afiancen nuestra autoestima e iluminen la
identidad nacional.
BIBLIOGRAFÍA
10
Restrepo, Darío y otros. Globalización y estado nación. Bogotá
D.C.: ESAP, 1996
Ribeiro, Darcy. El dilema de América latina. Estructuras de poder
y fuerzas insurgentes. Bogotá D.E.: Siglo XXI, 1980
Robledo, Jorge Enrique. El TLC recoloniza a Colombia. Bogotá
D.C.: TR, 2006
Stein, Bárbara & Stein, Stanley. La herencia colonial de América
Latina. México D.F.: Siglo XXI, 1980
Yepes, Alberto. La educación en el ALCA. ¿Al servicio de quién?
Bogotá D.C.: Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, 2004
Zahar, Renate. Colonialismo y enajenación. México D.F.:
SigloXXI, 1972
11