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Cómo ser más pragmático: 10 consejos de

consecución de metas
Consejos y recomendaciones para adoptar una
mentalidad más pragmática y llegar a nuestros objetivos.

Andrés Carrillo
10 julio, 2019 - 20:12
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Consejos para llegar a tus objetivos sin auto-sabotearte.Unsplash.


Muchas veces, las personas no consiguen alcanzar sus metas por el hecho
de no saber organizarse correctamente; y es que para cumplir nuestros
objetivos no es suficiente con pensarlos o desearlos, hace falta llevarlos a la
práctica de una manera factible y estructurada.

En este artículo vamos a revisar algunos consejos para aumentar nuestra


efectividad en cuanto a la elaboración y consecución de nuestros proyectos.
En otras palabras, vamos a ver cómo ser más pragmáticos en la vida diaria.

 Artículo relacionado: "Tipos de motivación: las 8 fuentes motivacionales"

¿Qué significa ser pragmático?


Para entender cómo ser más pragmático, es necesario ver exactamente en
qué consiste este cambio de hábitos y de patrones de comportamiento. El
pragmatismo indica la capacidad que tiene un sujeto para seguir
procedimientos de una manera eficiente y regular, evitando
improvisaciones y postergaciones que solo obedecen a una mala gestión
emocional.
Por lo general, las personas de conducta pragmática son capaces de conseguir
cosas importantes en sus vidas; buscan la manera de cumplir con sus
objetivos de una manera práctica, las aplican (yendo más allá de la pura
teoría y del ámbito de los deseos) y evitan tomar riesgos poco calculados o
irracionales. Así, ser una persona pragmática tiene mucho que ver con
orientarnos hacia la consecución de metas, pasando de las palabras a los
hechos.

Si eres capaz de entender que para que las cosas funcionen correctamente se
debe tener un nivel de compromiso elevado y asegurarse de que todas las
piezas necesarias funcionen correctamente, y llevas a la práctica esta filosofía
de trabajo, entonces puede que tengas tendencia al pragmatismo.

Los métodos existen por una razón, y son efectivos porque han sido
diseñados y probados para serlo. Por ello, en muchas ocasiones lo mejor que
podemos hacer es ser fieles a esos métodos y seguirlos con la mayor firmeza
posible para poder obtener resultados satisfactorios.

¿Cómo ser más pragmático?


Ahora vamos a revisar algunos consejos efectivos para fomentar nuestro nivel
de pragmatismo y conseguir los mejores resultados en nuestros proyectos.
De todos modos, ten en cuenta que la manera más eficaz de aprender a
adoptar nuevos hábitos y patrones de conducta que nos ayuden a lograr
nuestros objetivos consiste en contar con apoyo psicológico profesional, ya
que en psicoterapia dispondremos de la ayuda de un experto en la ciencia del
comportamiento que estudiará nuestro caso de manera individualizada y
propondrá soluciones a medida.

1. Busca fuentes confiables


La mejor manera de asegurarnos de que estamos siguiendo el procedimiento
de la manera correcta es asegurarnos que la fuente de donde obtuvimos la
información es confiable.

Evitemos sacar información de la primera fuente que encontramos, vayamos a


corroborar en otras partes para asegurarnos bien de la veracidad de la misma.
De este modo, nos acostumbraremos a ser más pragmáticos a través de la
búsqueda de información útil.

2. Comprométete con el proyecto


Para alcanzar un nivel de pragmatismo aceptable hace falta comprometerse
con la meta que queremos alcanzar, luego ya podremos buscar las mejores
formas de llevarla a cabo de una manera eficiente y con un método que
podamos cumplir sin mayores complicaciones.

El estado de motivación que nos generan las tareas es lo que hace que
queramos realizarlas, es decir, la motivación hacia algo es lo que nos hace
querer seguir un procedimiento para conseguir ese objeto de deseo, que
puede ser cualquier cosa.

3. Básate en la evidencia real


Cuando vamos a buscar un método pragmático para llevar a cabo nuestras
metas, es necesario revisar si ese método ha sido empleado en el pasado,
y qué resultados ha dado en situaciones iguales o parecidasa las que
nosotros nos sometamos.

De esta manera, evitaremos resultados decepcionantes, que nos puedan


desmotivar y hacernos desistir prematuramente de nuestros proyectos. Lo
mejor siempre será tomar en consideración la evidencia pasada para llevar a
cabo nuestros planes.
4. Comparte las ideas
Cuando se nos ocurre una nueva idea, lo ideal es compartirla con otras
personas que también tengan el mismo entusiasmo que nosotros por hacer
las cosas de forma pragmática. De este modo podrás tener diferentes
puntos de vista que te permitirán hacer una nueva evaluación respecto a la
factibilidad de tu proyecto.

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5. Aprende de los errores


Nadie está libre de cometer errores en algún momento, incluso cuando
tomamos precauciones para no cometerlos, siempre algo podría salir mal.

Es importante entender que esta es una circunstancia normal de la vida, y que


lo mejor es sacar el lado positivo de las equivocaciones para evitar cometerlas
nuevamente.

6. Asume que somos lo que hacemos


Para realizar nuestros proyectos no basta con desearlos o decir que los
haremos, hace falta llevarlos a la práctica. Es entonces cuando podemos
comenzar a actuar de manera más eficiente en nuestras vidas. La acción
siempre supera a las ganas, aunque lo ideal es que vayan de la mano.

7. Evita el conformismo
El conformismo es el enemigo silencioso del pragmatismo. Y es que cuando
comenzamos a conformarnos de manera frecuente, nuestro nivel de
entusiasmo baja y con él también se va nuestra capacidad de acción. Para
ser pragmático hace falta tener aspiraciones, e ir adaptando nuestras
inquietudes e intereses en nuevas metas y objetivos concretos. Para ello, hay
que prestar atención para detectar las áreas de la vida en las que podríamos
estar quedándonos estancados sin darnos cuenta, y plantearnos retos que nos
lleven más allá de la zona de confort.

8. Colócate metas
Cuando nos ponemos metas estamos haciendo una estructura organizativa
de los objetivos que debemos cumplir antes de acceder a otras nuevas, ya
con eso estamos teniendo un pensamiento y una acción pragmática que nos
permitirá ser eficientes.

Sin importar si son metas a corto, mediano, o largo plazo, es importante


evaluar la factibilidad de todas ellas para evitar vernos expuestos a la
frustración de no poder realizar nuestros proyectos tras haber invertido
una gran cantidad de tiempo en ellos.
Este es uno de los consejos sobre cómo ser más pragmático que resulta más
fácil seguir, porque se basa en el establecimiento de fechas límite y definición
de metas concretas.

 Quizás te interese: "Psicología del trabajo y las organizaciones: una


profesión con futuro"

9. Evita subestimar los retos


Cuando subestimamos una circunstancia significativa para nosotros, estamos
saboteándonos a nosotros mismos, teniendo en cuenta de que al restarle
importancia a algo nuestro nivel de entusiasmo por realizarlo disminuye
gradualmente.

Si no tenemos cuidado con esta situación, podría pasar que cuando nos
demos cuenta de que el asunto tiene más importancia de la que pensábamos
ya sea demasiado tarde y no tendremos oportunidad de emplear ningún
método para conseguir solventar el asunto.

10. Planea con tiempo


El tiempo es un factor determinante en la consecución de metas, y para poder
obtener resultados adecuadas es necesario entender que un procedimiento
estructurado requiere de tiempo de planificación.

Lo ideal es comenzar a ponernos horarios para cada una de las actividades


que pretendemos hacer. De este modo, además, tendremos referencias
temporales que nos acompañarán en nuestros progresos y que nos ayudarán
a ser conscientes de los avances que vamos realizando, y de lo que funciona y
no funciona a la hora de acercarnos a nuestros objetivos.

Referencias bibliográficas:

 Bandura, A. (1998). Self-Efficacy: The Exercise of Control, W.H. Freeman and


Company, Nueva York.
 Forés, A. & Grané, J. (2008). La resiliencia. Crecer desde la adversidad.
Barcelona: Plataforma Editorial.
 Peiró Silla, J.M. (1990). Organizaciones: Nuevas perspectivas psicológicas.
Barcelona: PPU.
 Truxillo, D.M., Bauer, T.N., y Erdogan, B. (2016). Psychology and Work:
Perspectives on Industrial and Organizational Psychology. Nueva York:
Psychology Press-Taylor & Francis.

Cómo ser más pragmático y


conseguir tus objetivos sin
frustrarte
PROPÓSITOS
El establecimiento de metas es paso imprescindible para alcanzar lo
deseado, pero han de estar claramente definidas para avanzar de manera
continuada
Los objetivos, el elemento clave para mantener la motivación entre los
jóvenes
El primer paso para lograr los objetivos es tenerlos
 istockfoto

BEATRIZ BENÉITEZ BURGADA


08/03/2022 18:00

La frustración es un sentimiento que suele aparecer cuando una persona no


logra alcanzar sus objetivos y una pregunta al respecto podría ser: ¿los
tienes? Porque, quizá parezca una obviedad, pero el primer paso para lograr
los objetivos personales es tenerlos. No de forma vaga, sino clara y
adecuadamente definidos. El establecimiento de metas es paso
imprescindible para alcanzar lo deseado: el blanco al que apuntar.
Comprender esto puede ayudar a alcanzar el camino hacia el éxito, dice la
experta en Ciencias del Comportamiento Elaine Houston.

Lo decía Pablo Picasso, “la acción es la clave fundamental de cualquier


éxito”. El genial pintor malagueño aseguraba que “nuestros objetivos sólo
pueden alcanzarse a través del vehículo de un plan, en el que debemos creer
fervientemente, y sobre el cual debemos actuar enérgicamente. No hay otra
ruta hacia el éxito”.

Metas
El establecimiento de objetivos es un

motivador poderoso
El establecimiento de objetivos es un motivador poderoso. Las metas son el
nivel de competencia que deseamos alcanzar. El psicólogo estadounidense
Edwin Locke, pionero en la teoría de fijación de objetivos, define una meta
como aquello que una persona se esfuerza por conseguir y añade que “son
importantes para el ser humano, ya que motivan y guían sus actos”. El
comportamiento humano consciente tiene un propósito, regulado por metas
individuales.

Locke y Latham sugirieron, hace tres décadas, cinco claves para establecer
objetivos que hoy continúan vigentes:

Cinco claves para lograr objetivos 1

Compromiso: el grado de apego a la meta ayuda a superar las

circunstancias más adversas y permite modificar la estrategia si

fuera necesario. En el nivel de compromiso influyen el nivel de

deseo y la capacidad.

Claridad: Que el objetivo sea concreto y esté perfectamente

definido ayudará a alcanzarlo. Por eso es imprescindible realizar


un trabajo previo. Si es inequívoco, es más sencillo encaminarse

hacia él. Será difícil que tengas éxito si no sabes exactamente lo

que quieres.

Desafiante: Debe ser desafiante, pero también alcanzable.

Deben estar dentro de nuestro nivel de capacidad, pero requerir

esfuerzo. Esto nos hará trabajar para encontrar las estrategias

que lleven nuestras habilidades al límite y nos motivará. Las

metas que están fuera de nuestro nivel de capacidad generan

sentimientos de frustración.

Complejidad de la tarea: Los objetivos muy complejos que se

encuentran fuera del alcance pueden ser abrumadores y afectar

negativamente a la motivación. Y la escala de tiempos debe ser

realista. Dar tiempo suficiente, pero sin eternizarte.

5
Retroalimentación. El ‘feed back’ nos ayuda a determinar el grado

de cercanía a la meta y cómo progresa el trabajo. Conocer el

punto exacto del camino hacia el objetivo sirve para tomar

medidas si fuera necesario. Permite conocer si el desempeño

está siendo el adecuado, conocer la capacidad real e incluso, si

fuera necesario, redefinir la meta. Si el progreso es adecuado,

puede aumentar la capacidad para aprender nuevas habilidades

que lleven incluso a poder perseguir metas más elevadas.

La frustración es un estado transitorio

 Getty
Cómo evitar o manejar la frustración

La frustración es una emoción que aparece cuando una persona no es capaz


de alcanzar un objetivo previamente trazado. Una opción es trabajar para
evitarla. Otra, aprender a manejarla de forma saludable. Ingeborg Porcar,
directora técnica del centro de crisis de Barcelona de la UAB, dice que para
lograr un manejo constructivo de la situación hay tres acciones
fundamentales:

La primera es saber que, aunque incómodo, es un estado transitorio que


“puede amenazar con desbordarnos, pero no lo hará si sabemos aceptar,
porque irá perdiendo intensidad”. La segunda, tomar conciencia “de nuestras
creencias irracionales”, pensamientos “semi-automáticos, que emiten juicios
y valoraciones” y que nos sabotean “porque no nos damos cuenta de que son
ilógicos” (del tipo ‘esto ya lo sabía yo’). En tercer lugar, “encontrar una
alternativa a lo que generó la frustración y que nos acerque a una solución al
problema” o nos facilite claves que nos lleven con éxito al siguiente objetivo.

Lee también
Los 8 tipos de emociones que nos caracterizan: ¿cuál es la que peor manejo?

BEATRIZ BENÉITEZ BURGADA

Frente a la frustración, resiliencia. Es la capacidad para superar con éxito los


fracasos, de aprender, de salir fortalecidos de la dificultad y confiar en el
propio potencial para adaptarse mejor al cambio y seguir trabajando. Daniel
Goleman, creador del concepto de inteligencia emocional considera que
manejar la frustración es una de las claves más importantes para alcanzar el
éxito.
Cómo luchar contra la frustración mientras trabajas para lograr el objetivo:
aprender a identificarla; confíar en tu potencial, reconocer tus habilidades y
cultivarlas; ser consciente de tus limitaciones y potenciales; redefinir la
estrategia si es necesario; meditar y trabajar la atención plena te ayudará a
alejarte de la frustración y centrarte de nuevo en tu propósito.

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