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Aportaciones de W. R.

Bion (1897-1979)

  Sibi Domínguez[1]

RESUMEN: La obra de Wilfred Ruprecht Bion se basa en Freud y Melanie Klein y su aportación al
trabajo con grupos combina dichas influencias junto a su experiencia con pacientes durante la
Segunda Guerra Mundial.

Hablamos de la importancia del grupo, ya que existimos siempre en referencia a él. El grupo es
pensado como una unidad donde la psicología individual y la psicología grupal no pueden
diferenciarse, ya que constituyen el mismo campo de estudio.

Bion, que fue el primero en proponer una teoría puramente psicoanalítica del grupo, distingue dos
modalidades del funcionamiento psíquico en los pequeños grupos:

 El grupo de trabajo en el que prevalecen las exigencias lógicas, el objetivo del grupo y la
organización de la tarea. Proceso secundario.

 El grupo de supuestos básicos que son inconscientes, que expresan fantasmas


inconscientes y que organizan el grupo. Proceso primario.

Iremos  analizando su clasificación de los supuestos básicos: de dependencia,  ataque-fuga y


apareamiento; modalidades se interrelacionan en la dinámica grupal.

Al final del texto, se introducen los conceptos de valencia y sistema proto-mental en la teoría de los
supuestos básicos.

Introducción.

El trabajo grupal en psicoanálisis nace a partir de la necesidad de inventar una alternativa para la
cura individual. Ya sea por una limitación en los recursos (económicos, humanos, etc.), como por
tener que afrontar situaciones de emergencia (por ejemplo, las neurosis traumáticas engendradas
por la guerra), se hizo necesario inventar dispositivos económicos para tratarlas, descubriendo así,
su eficacia. Este fue el caso de W.R. Bion al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Pero esto significó a su vez, repensar las categorías del psicoanálisis mismo, dadas las distorsiones
que producía trasladar insensiblemente una concepción teórico-clínica que  pensaba a un sujeto
individual, al campo de la vida grupal. Implicó la construcción de una metapsicología de la
intersubjetividad y de una teoría del sujeto del inconsciente, en tanto que, es conjuntamente
sujeto del grupo.

En la historia del movimiento psicoanalítico, podemos ubicar diferentes generaciones de analistas


que han suscitado distintas influencias en la concepción teórica del mismo. Además, han gestado
con sus aportes, nuevas problemáticas y nuevas respuestas clínicas.

En la tercera generación, con Freud ya muerto, nos encontramos con D. W. Winnicott, J. Lacan, H.
Kohut, M. Langer, I. Caruso, D. Meltzer y W. R. Bion (quienes tuvieron acceso a Freud a través de la
lectura de sus textos). El freudismo se había convertido en un verdadero movimiento de masas,
por lo que la llegada de estas figuras, era contemporánea de la expresión masiva del psicoanálisis
en el mundo.

Este ambiente fue el posibilitador de la influencia conseguida por Bion en una gran diversidad de
círculos (por ejemplo, en el  Ejército) y de esas experiencias nacieron otras concepciones como las
comunidades terapéuticas.

Partiendo del punto de vista kleiniano sobre la psicosis, su elaboración sobre la dinámica grupal le
permitió no sólo pensar la psicosis como estructura individual sino como inmersa en un modelo
comunitario.

El Dr. Kaës, en su Conferencia “El estatuto teórico-clínico del grupo” explica:

“Todos estos modelos de funcionamiento del grupo tienen como fundamento la hipótesis de que el
grupo es una organización y un lugar de producción de la realidad psíquica, una entidad
relativamente independiente de la de los individuos que lo constituyen.”

“[…] Las primeras teorías del grupo […], tratan al grupo como una entidad generadora de efectos
psíquicos propios. Las contribuciones de los sujetos son consideradas como procesos y contenidos
anónimos y desubjetivados. […] son teorías donde el sujeto desaparece en lo que lo singulariza: su
historia, su ubicación en el fantasma inconsciente, la idiosincrasia de sus pulsiones, de sus
representaciones, de su represión”.

Bion se inscribe en esta forma de pensar al grupo. Si bien concuerda con Freud en que tanto la
psicología individual como la grupal constituyen el mismo campo de estudio, las interpretaciones
no van dirigidas a los individuos que lo componen sino al grupo pensado como una unidad.

Con ciertos forzamientos respecto a Freud y retomando la reformulación de que toda psicología
individual es siempre simultáneamente social, sostiene que la psicología individual y la grupal no
pueden diferenciarse. La psicología individual es una función de la relación de una persona con
otra. El individuo es siempre miembro de grupos, aún cuando su participación en ellos consista a
veces en comportarse de tal forma que parezca demostrar no pertenecer en absoluto a ninguno.

Conceptos de Bion sobre grupos.

Bion condujo y estudió grupos pequeños en la Clínica Tavistock de Londres. Sus conceptos han
sido particularmente útiles para el estudio de las instituciones, ya que formulan procesos
psicológicos de grupo en términos integrativos. Para él, un grupo es una función o conjunto de
funciones de un agregado de individuos en el mismo estado de regresión.

Al estar en grupo, el adulto experimenta una regresión, vive la sensación de pérdida de su


particularidad. El grupo es vivido como una instancia unitaria, no equiparable a la suma de las
personas que la componen y subsume a sus miembros en una situación equiparable a la
despersonalización.

Ningún individuo existe sin referencia a un grupo. Bion considera que el grupo es esencial para que
una persona pueda llevar una vida plena. La gente debe juntarse en un grupo para que puedan
demostrarse y dilucidarse los fenómenos de grupo, pero esto no es necesario para que el grupo
exista (esto es similar a la situación en psicoanálisis, donde el paciente tiene que entrar en una
relación terapéutica con el analista para que el analista pueda demostrar y analizar la
transferencia, pero no para que exista el fenómeno transferencial).

Lo que observamos en el grupo y en la situación psicoanalítica individual, constituye una visión


binocular del mismo fenómeno. Su teoría reflejó una asimilación progresiva de los estadios más
tempranos del desarrollo psicológico debido a su propio análisis con Melanie Klein.

Bion considera a la situación de grupo como un movimiento permanente entre una actividad
transformadora de la realidad y una tendencia a la regresión, al servicio del Principio del Placer.
Los grupos constituyen una herramienta eficaz para una tarea organizada, enfrentándose
simultáneamente a la irrupción de la fantasmática psíquica más primaria. Considera también, que
dentro de un grupo es posible que se pueda desarrollar una actividad de alto rango intelectual,
siempre que se sea consciente de las emociones que están circulando.

Para Bion, coexisten dos modalidades de funcionamiento grupal (grupo de trabajo y grupo de
supuestos básicos). Esto implica un conflicto permanente y siempre recurrente dentro de los
grupos.

La actividad en relación al desarrollo de una tarea manifiesta con objetivos explícitos, es lo que
Bion denominó grupo de trabajo y la actividad en la que predominan los procesos regresivos,
constituye lo que llamó grupo de supuesto básico.

EL GRUPO DE TRABAJO Y EL GRUPO DE SUPUESTO BÁSICO: su aportación a la comprensión de la


dinámica de los grupos humanos.

El grupo es, para cada miembro, un todo indiferenciado hacia el cual el individuo es presionado
inexorablemente a conformarse y en el cual cada quien ha perdido su individualidad e
independencia. El individuo experimenta esta pérdida como perturbadora, y así, el grupo, está en
un cambio más o menos constante dada la interacción de los supuestos básicos, la cultura y la
lucha individual para mantener la individualidad. El grupo de trabajo y el grupo de supuesto
básico son dos aspectos del funcionamiento del grupo. Ambos existen y ambos son necesarios.

Los supuestos básicos constituyen la fantasía inconsciente de las personas en los grupos. Son
supuestos tácitos que prevalecen en los grupos y demandan satisfacción instantánea. Los
supuestos básicos en el grupo cristalizan para Bion réplicas de las emociones con las que el niño se
relacionaba con la madre y, posteriormente, con la familia.

Freud pensaba que la capacidad intelectual del grupo se reducía. Bion dice que aun cuando los
supuestos básicos estén activos, el grupo muestra trabajo intelectual de alto nivel en la asimilación
de las interpretaciones. Freud veía en el grupo, la clase de relaciones presentes en la familia
cuando el individuo ha llegado al estadio del complejo de Edipo. Esto significa que los rasgos
emocionales del grupo son neuróticos, siendo las principales fuentes de ansiedad los temores de
pérdida de amor y el temor a ser castrado. Bion, enfocó las ansiedades como derivadas de fases
mucho más tempranas en las cuales los temores son de desintegración, o sea, la pérdida del self o
la locura. Tanto Freud como Bion enfatizaron que la psicología individual y grupal constituyen el
mismo campo de estudio.

El Dr. Kaës dice sobre Bion:


“Bion fue el primero en proponer una teoría puramente psicoanalítica del grupo. Funda su análisis
sobre categorías centrales del psicoanálisis cuando distingue dos modalidades del funcionamiento
psíquico en los pequeños grupos: el  grupo de trabajo  donde prevalecen los procesos y las
exigencia de la lógica secundaria que organizan la representación del objeto y del objetivo del
grupo, la organización de la tarea y de los sistemas de comunicación que permiten su realización; y
el  grupo básico, donde predominan los procesos primarios en forma de supuestos básicos (basic
assumption, en tensión con el grupo de trabajo”.

“La mentalidad de grupo garantiza la concordancia de la vida del grupo con los supuestos básicos
que organizan su curso. La mentalidad de grupo es definida como la actividad mental que se forma
en un grupo a partir de la opinión, de la voluntad y de los deseos inconscientes, unánimes y
anónimos de sus miembros. Las contribuciones de éstos en la mentalidad de grupo, que constituye
su continente, permite cierta satisfacción de sus pulsiones y de sus deseos; sin embargo, deben
estar de acuerdo con las demás contribuciones del fondo común, y estar apoyadas por él. La
mentalidad de grupo presenta así una uniformidad, en contraste o en oposición con la diversidad
de las opiniones, de los pensamientos y de los deseos propios de los individuos que contribuyen a
formarla”.

El grupo de trabajo entonces, trabaja con la lógica yoica, el proceso secundario, mientras que el
grupo básico trabaja con los supuestos básicos sometidos al proceso primario; supuestos que son
inconscientes, que expresan fantasmas inconscientes y que organizan el curso del grupo. Y a su
vez, la mentalidad de grupo pone en concordancia al grupo de trabajo (la voluntad) y al grupo
básico (los deseos inconscientes).

Todo grupo de trabajo se reúne para hacer algo. Existe una organización y una estructura real en
función de tener eficacia en la tarea propuesta. Por  tanto, los métodos que se implementan son
racionales y científicos. No hay regresión, se produce un desarrollo que tiene en cuenta el
reconocimiento de los límites y las posibilidades que impone el tiempo.

Opera de acuerdo a las leyes del proceso secundario. Existe pertenencía entre aquello de lo se
habla y la tarea. El grupo de trabajo tolera la frustración y permite la evolución de ideas
nuevas. Esta modalidad de funcionamiento grupal está al servicio del principio de realidad.

Cada miembro coopera voluntariamente en la actividad y de acuerdo a sus niveles intelectuales y


capacidades. Experimenta el placer de la pertenencia discriminada y de la gratificación de la
autoestima por sus aportes a la tarea grupal, pero se ve expuesto al inevitable componente de
soledad asociado al crecimiento y la diferenciación.

La actividad del grupo de trabajo, en relación de la tarea manifiesta, se ve obstaculizada,


diversificada o asistida por un poderoso clima emocional subyacente que a primera vista parece
caótico y que abarca a la totalidad del grupo. Este  tipo de actividad mental del grupo se
denomina supuesto básico. El objetivo del  supuesto básico  es evitar la frustración inherente al
aprendizaje por experiencia y está al servicio del principio de placer.

La interferencia que producen estos supuestos en la tarea, puede ser comparada con los impulsos
primitivos que pueden estar presentes en una persona adulta y que lo llevan a la disyuntiva entre
el empuje de expresar sus sentimientos de manera irresponsable y el deseo de ser maduro y
considerar las consecuencias. Cuando el grupo funciona bajo un supuesto básico, no aprende ni se
adapta a partir de la experiencia, sino que realmente se resiste al cambio, aunque puede cambiar
muy rápidamente de un supuesto básico a otro. El grupo, en su resistencia a la tarea, se asemeja al
neurótico que busca tratamiento y quiere mejorar, pero parece querer tanto o más, la
gratificación de su condición neurótica. Lo que generalmente uno observa, en realidad, es un
grupo de trabajo invadido, interferido, incomodado y cargado por los grupos de supuesto básico

Bion señala que, en la situación grupal, los individuos que componen el grupo entran en una
regresión cuya característica principal es la de poner en primer plano las aspectos más primitivos
del funcionamiento psíquico (aspectos psicóticos). Esta regresión involucra al individuo en una
pérdida de su particularidad individual indistinguible de la despersonalización.

Los individuos que participan en la actividad de supuesto básico, lo hacen en forma automática e
inevitable, no necesitando ningún entrenamiento especial. Se produce una regresión generalizada,
combinándose los individuos entre sí en forma instantánea, a través de la denominada valencia,
que sería esta capacidad libre de combinatoria.

El grupo, en situación de supuesto básico no reconoce un proceso de desarrollo, ni busca


comprensión por parte de sus miembros. No considera la realidad externa ni el factor tiempo. El
tiempo es una dimensión de la función mental no reconocida, por lo tanto, las actividades que
reclaman su reconocimiento son captadas imperfectamente y tienden a provocar sentimientos de
rechazo y de persecución. El lenguaje no es un lenguaje de acción, no es una expresión del proceso
de pensamiento o de proceso secundario.

El grupo no está interesado en la eficacia de la tareas, no requiere de las funciones yoicas de sus
miembros.

Bion diferencia tres modalidades de supuestos básicos:

1. Supuesto de dependencia: el grupo se reúne para lograr el sostén de un líder de quien


depende para nutrirse material y espiritualmente y para obtener protección.  El grupo
sostiene aquí la convicción inconsciente de que ese alguien, el líder, debe satisfacer al
grupo en todas sus necesidades y deseos. Este lugar de líder fácilmente puede ser
ocupado por el analista, pero no exclusivamente. Bion aclara que, por ejemplo, puede ser
ocupado por una idea. Este supuesto está vinculado a los sentimientos de culpa y
depresión y remite a las fantasías primitivas de fusión.

2. Supuesto de ataque-fuga: el grupo, sustenta la idea de que existe un enemigo dentro o


fuera del grupo que pone en peligro a este y del cual es necesario huir o atacarlo. Busca un
líder acorde con esta idea. En los grupos terapéuticos, el enemigo puede ser un miembro
del grupo, la persona del terapeuta, sus palabras, la enfermedad física o mental, u otros.
Cuando el terapeuta es considerado el enemigo, el grupo ignora sus intervenciones;
demuestra su desprecio a través de palabras o actos, como por ejemplo, en el hecho de
que los miembros lleguen tarde y/o se ausenten. En este supuesto, se ponen en juego las
ansiedades vinculadas a la agresión, el odio y la destrucción. Se corresponde con las
fantasías de castración.

Dice Bion:
“En un grupo terapéutico el analista es el líder del grupo de trabajo. El apoyo emocional que él
puede brindar está sujeto a fluctuaciones en relación con el supuesto básico activo y con la medida
en que sus actividades se ajusten a lo que se requiere de un líder en esos diversos estados
mentales. En el grupo de ataque-fuga, el analista encuentra que sus intentos para aclarar lo que
está sucediendo, se ven obstaculizados por: la facilidad con que aquellas propuestas que expresan
odio a todo dificultad psicológica, o bien, porque los medios por los cuales ésta puede ser evadida,
obtienen apoyo emocional”.

1. Supuesto de emparejamiento: se comparte la creencia de que no importa cuál sea el


problema presente ni las necesidades del grupo. Algo o alguien, en el futuro, lo resolverá.
Ese “alguien por venir” será el líder de este grupo. La expectativa mesiánica, nunca
concretada, constituye el sentir predominante. La esperanza da vida a este supuesto
básico. Al igual que en la historia, si se produce un Mesías, pronto será rechazado ya que,
para mantener la esperanza, este no debe nacer, no debe llegar. Esta ilusión puede quedar
plasmada en el grupo con fantasías de apareamiento de algunos de sus miembros. Bion
dice respecto de este supuesto:

“Con frecuencia esto encuentra expresión verbal en ideas que apoyan la opinión de que el
matrimonio pondrá fin a las incapacidades del neurótico; que cuando la terapia de grupo se haya
extendido suficientemente, revolucionará la sociedad; que la próxima estación: primavera, verano,
otoño o invierno, cualquiera sea el caso, será más agradable, que se debería desarrollar una nueva
clase de comunidad -un grupo mejorado- y otras ideas por el estilo. Esas expresiones tienden a
dirigir la atención a un acontecimiento supuestamente futuro, pero para el analista, el problema a
resolver no reside en un acontecimiento futuro, sino en el presente inmediato -el sentimiento de
esperanza en sí mismo- […]”.

Este supuesto básico es un producto de fantasías subyacentes, fantasías grupales de tipo


omnipotente y mágico acerca del modo de satisfacer los deseos. Estos impulsos que se pueden
oponer a las opiniones racionales y conscientes de los miembros del grupo, tienen una fuerza y
una realidad que se manifiestan en la conducta del grupo. Son fantasías primitivas, universales,
que corresponden a las primeras relaciones objetales.

Básicamente, Bion considera a los supuestos básicos como formaciones secundarias de una escena
primaria muy temprana, elaborada en el nivel de objetos parciales, asociada con ansiedades
psicóticas y en la que están presentes los mecanismos de escisión, introyección e identificación
proyectiva. Dicho de otra forma, son ansiedades derivadas de fases muy tempranas en las cuales
los temores son de desintegración, o sea, de pérdida del self.

En síntesis, estos supuestos básicos son los representantes de tres estados emocionales
específicos con los que el grupo se defiende de cualquier posibilidad de evolución. Cada uno de
ellos, posee un líder específico cuya finalidad es común a los otros: alejar al grupo de aquello que
haría advenir el cambio.

Destaquemos dos conceptos acuñados por Bion dentro de esta teoría: VALENCIA      y  SISTEMA
PROTOMENTAL

En cuanto al primero, vemos que en el grupo de trabajo los integrantes colaboran unos con otros,
los liga la colaboración. ¿Qué los une en el grupo básico? Dice Bion:
“[…] En contraste con la función del grupo de trabajo, la actividad de supuesto básico no demanda
del individuo una capacidad para cooperar, sino que depende del grado en que los individuos
posean aquello que he llamado valencia, término que tomé de la física para expresar la capacidad
que poseen los individuos de combinarse entre sí instantánea e involuntariamente, de   compartir y
actuar de acuerdo con el supuesto básico.”

Con el término valencia identificó la capacidad del individuo para combinarse en forma


instantánea con otros individuos, de acuerdo con una pauta de conducta establecida: los
supuestos básicos.

En cuanto al segundo, a su pregunta ¿dónde permanecen los supuestos básicos de un grupo


cuando no se encuentran actuando? Responde:

“[…] La función del grupo de trabajo está siempre en relación con un supuesto básico, y sólo uno.
Aunque la función del grupo de trabajo pueda permanecer inalterable, el supuesto básico
concomitante, implícito en sus actividades puede cambiar frecuentemente. Pueden producirse dos
o tres cambios en una hora, o bien el mismo supuesto básico puede predominar durante meses.
Para explicar el destino de los supuestos básicos que no están en actividad he postulado la
existencia de un sistema proto-mental dentro del cual la actividad física y mental esta
indiferenciada, y permanece fuera del campo que ordinariamente se considera adecuado para las
investigaciones psicológicas.”

Por último, Bion -siguiendo a Freud-, compara los supuestos básicos con lo que denomina “Grupos
especializados de trabajo”, grupos socialmente establecidos que estimulan la actividad de un
supuesto básico en particular.

Ubica así al supuesto básico de dependencia como proclive en relación a la Iglesia (como grupo
especializado de trabajo) y al supuesto básico de ataque-fuga como propenso en el Ejército.
Agrega:

“[…] la aristocracia puede ser el grupo de trabajo especializado, que llena, para el grupo de
emparejamiento, funciones similares a las de la Iglesia o el Ejercito con relación a los grupos de
dependencia y de ataque-fuga, respectivamente.”

BIBLIOGRAFIA

 Bion, W.R. (1962) Experiencia en grupos. Editorial Paidós.

 Bion, W.R. Aprendiendo de la experiencia. Editorial Paidós.

 KAËS, R. El Estatuto teórico-clínico del grupo (1996). En Cuadernos de Psicología.

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