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❖ DOCENTE: Dr; Pablo Sandino

❖ CARRERA: IV año de licenciatura en enfermería

❖ ASIGNATURA: Medico Quirúrgico

❖ INTEGRANTES: María Esperanza Mojica Ruiz


María José Palacios peña
Jubia Argentina García Rocha
Lisbeth Marbely Álvarez pavón
Carlos Roberto Parrales

Sábado 22 de julio
GRUPO: C
Tema: Quemaduras
Definición: las quemaduras son lesiones en el tejido del cuerpo, causada por el calor,
sustancias químicas, electricidad, el sol o radiación.
Por líquidos calientes y vapor, los incendios en edificios y gases inflamables.
Las quemaduras pueden causar hinchazón, ampollas, cicatrices y en los casos mas severos
shock e incluso la muerte. También estas pueden conducir a infecciones que dañan la barrera
protectora de a piel.

Evaluación de quemaduras

¿Qué significa evaluar una quemadura?


Una quemadura es un daño en la piel u otros tejidos que puede ser causado por:
• Calor como fuego, vapor y superficies o líquidos calientes. Estas se llaman
quemaduras térmicas. Son el tipo más común
• Químicos como ácidos o ciertos productos de limpieza
• Electricidad, incluyendo rayos
• Radiación, incluyendo: quemaduras de sol, quemaduras por radioterapia para el
cáncer
• Fricción: Una quemadura por fricción ocurre cuando la piel se raspa sobre una
superficie áspera. La piel se rasga y, a menudo, se quema por el calor causado por la
fricción. Las causas comunes de quemaduras por fricción incluyen accidentes de
bicicleta y motocicleta cuando la piel roza contra el pavimento. Estas quemaduras por
fricción a veces se denominan "heridas por abrasión de asfalto". Las quemaduras por
alfombras y las quemaduras por cuerdas también son tipos de quemaduras por
fricción.

Una evaluación de quemaduras es un examen que realizan profesionales de salud para


determinar qué tan grave es una quemadura. La evaluación se hace para estimar:

• La profundidad de la quemadura en la piel: La profundidad de la quemadura se


conoce como grado o grosor de la quemadura
• La cantidad de piel quemada: Esto se conoce como extensión de la quemadura
Esta información ayuda a los profesionales de salud a decidir cómo tratar una quemadura. A
menudo, las quemaduras menores se pueden tratar en casa. Pero si ha sufrido quemaduras
graves, es posible que necesite atención en un hospital o en un centro especial para quemados.

¿Para qué se usa una evaluación de quemaduras?

Las evaluaciones de quemaduras se usan para averiguar qué tan graves pueden ser las
lesiones por quemaduras. Los profesionales de la salud usan la información de las
evaluaciones de quemaduras para hacer un plan de tratamiento y predecir cómo sanará la
quemadura. Esto incluye:

• Decidir si una víctima de quemaduras necesita recibir líquidos por vía intravenosa y,
de ser así, cuánto líquido necesita. Las quemaduras graves pueden causar pérdida de
líquido de los tejidos. Esto puede provocar deshidratación y otras complicaciones
• Decidir si una víctima de quemaduras necesita atención en el hospital o en un centro
especial para quemados
• Prepararse para el riesgo de complicaciones por quemaduras, como:
• Problemas respiratorios
• Shock, una caída de la presión arterial potencialmente mortal
• Infecciones y sepsis
¿Qué sucede durante una evaluación de quemaduras?
En el caso de lesiones por quemaduras graves, primero se revisa a la víctima de la quemadura
para detectar afecciones que pongan en peligro la vida y que deben tratarse de inmediato.
Estos incluyen problemas respiratorios y de presión arterial, y otras lesiones. Se quita la ropa
para asegurarse de que las sustancias calientes y/o los productos químicos no continúen
causando quemaduras.

Cuando una víctima de quemaduras está en condición estable, un profesional de la salud


realiza una evaluación de quemaduras, que incluye dos pasos.

El primer paso de la evaluación de una quemadura es determinar el grado de la


quemadura. Esto significa comprobar hasta dónde llega la quemadura en la piel. Las
quemaduras se agrupan en cuatro tipos principales según su profundidad:
Tipos de quemaduras

Quemaduras de primer grado: dañan la capa exterior de la piel (epidermis). Estas


quemaduras suelen sanar por sí solas en una semana. Un ejemplo frecuente son las
quemaduras del sol.
Quemaduras de segundo grado: no solo dañan la capa exterior de la piel, sino también la
capa por debajo de esta (dermis). Es posible que estas quemaduras necesiten injertos de piel
(piel natural o artificial para cubrir y proteger el cuerpo mientras sana), y pueden dejar
cicatrices.
Quemaduras de tercer grado: dañan o destruyen completamente ambas capas de la piel,
incluso los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas, así como los tejidos subyacentes.
Estas quemaduras siempre necesitan injertos de piel.
Quemaduras de cuarto grado: estas se extienden al tejido adiposo; las de quinto grado, a
los músculos y las de sexto grado, a los huesos.
Hay diferentes formas de estimar el porcentaje del cuerpo quemado:

• La "regla de los nueves" divide el cuerpo en secciones que equivalen


aproximadamente al 9% o al 18% de la superficie total del cuerpo. Por ejemplo, un
brazo equivale al 9% de la superficie total del cuerpo de una persona. Este método
ayuda a los profesionales de la salud a estimar rápidamente qué parte del cuerpo se
quema en los adultos
Para los niños, la regla de los nueves tiene diferentes estimaciones de superficie. Eso
se debe a que las cabezas y los cuerpos de los niños tienen proporciones diferentes a
las de los adultos.

• La tabla de Lund-Brower es la forma más precisa de estimar el porcentaje del


cuerpo quemado, especialmente en el caso de los niños. Las proporciones del cuerpo
de los niños cambian a medida que crecen, por lo que la tabla tiene diferentes
porcentajes para las áreas de la cabeza, el cuello y el cuerpo según la edad del niño
• El método de superficie palmar o regla de la palma de la mano se utiliza en
adultos y niños. Es útil para estimar la extensión de áreas quemadas más pequeñas.
Con este método, la superficie de la mano de una persona (palma y dedos) equivale a
cerca del 1% de su superficie corporal total. Por ejemplo, si tiene una quemadura que
parece ser del tamaño de dos de sus manos, la extensión de la quemadura es
aproximadamente el 2% de la superficie total de su cuerpo
¿Cómo reacciona el cuerpo ante una que madura grave?
Las quemaduras graves causan problemas serios en todo el cuerpo. La raíz de la mayoría de
estos problemas es la respuesta inflamatoria explosiva del cuerpo.
Una respuesta inflamatoria normal protege el cuerpo de invasores, como bacterias, virus,
hongos, células cancerosas, toxinas y materiales extraños, y activa la respuesta a infecciones,
heridas u otras amenazas. Está diseñada para destruir la causa del problema, contener la
lesión y reparar los daños que dejan las células muertas y otros residuos. Pero, cuando se
enfrenta a quemaduras grandes y profundas, puede sobre reaccionar, a menudo haciendo que
la lesión sea más grave, y afectando el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos, los
riñones y otros sistemas de órganos.
Durante esta respuesta inflamatoria, hay pérdida de líquido que puede causar una fuerte
disminución de la presión arterial potencialmente mortal, llamada shock (choque). El líquido
también puede quedarse atrapado dentro del cuerpo y producir hinchazón, llamada edema. Si
los tejidos y los órganos no reciben suficiente oxígeno debido a choque, edema o algo más,
sufren daño y pueden fallar. Los pulmones, el corazón, el cerebro y los riñones son
particularmente vulnerables.
Las infecciones son también uno de los principales problemas. Las quemaduras dañan la
barrera protectora de la piel, lo que significa que pueden colarse bacterias y otros invasores
extraños. Las quemaduras también debilitan el sistema inmunitario; por lo tanto, el cuerpo
tiene menor capacidad para combatir las amenazas. Las infecciones pueden presentarse, no
solo en la zona lesionada, sino en órganos como los pulmones (neumonía) y el torrente
sanguíneo (sepsis o septicemia), en donde son potencialmente mortales.

Cuando se debe consultar a un medico


Busca atención médica de emergencia en los siguientes casos:

✓ Quemaduras que abarcan las manos, los pies, la cara, la ingle, los glúteos, una
articulación principal o un área grande del cuerpo
✓ Quemaduras profundas, es decir, quemaduras que afectan todas las capas de la piel o
incluso tejidos más profundos
✓ Quemaduras que hacen que la piel se vea áspera
✓ Quemaduras que tienen un aspecto carbonizado o que tiene parches negros, marrones
o blancos
✓ Quemaduras provocadas por sustancias químicas o electricidad
✓ Dificultad para respirar o quemaduras en las vías respiratorias
Complicaciones

Hay que tener en cuenta que después de producirse una quemadura grave hay que esperar
unas 24 horas para descartar síntomas de shock y de toxemia debidos a la absorción de los
tejidos necróticos de la piel quemada. El shock hipovolémico es la principal complicación
sistémica, cuya aparición depende de la extensión de la quemadura. Puede presentarse a partir
de un 20% de superficie corporal afectada en adultos y de un 10% en niños. Consiste en la
pérdida de líquidos al exterior desde los vasos destruidos y el espacio intersticial,
especialmente en las primeras 48 horas. Los síntomas más característicos son hipotermia,
palidez, sudación fría, sed y ansiedad y una taquicardia que supera los 100 latidos por minuto.
En caso de shock, debe llamarse con urgencia a una ambulancia, si es posible, de cuidados
intensivos.

Otras complicaciones importantes de las quemaduras son la pérdida de las proteínas del suero
y las alteraciones del equilibrio hidroelectrolítico con una caída importante de la presión
osmótica que puede conducir a una insuficiencia hemodinámica. El shock se asocia a la
aparición de taquicardia e hipotensión.

Una de las complicaciones de mayor gravedad es el fallo renal agudo Respecto al cuidado
que debe tener el paciente en casa mientras se espera la llegada del médico, es, ante todo,
asegurarse de que la causa de la quemadura ha sido eliminada, alejando a la persona de la
fuente de calor, apagando las llamas debido a la reducción del aporte de oxígeno a los tejidos,
que puede conducir a la muerte. Además, el shock hipovolémico puede complicarse con la
aparición de un shock séptico causado por microorganismos, frecuentemente
por Pseudomonas.

No hay que olvidar que son grandes los riesgos de infección de la herida debido a la
contaminación con gérmenes tanto grampositivos (estafilococos y estreptococos) como
gramnegativos y que puede producirse sepsis con diseminación a otros órganos vitales. La
sobreinfección de las heridas retrasa y complica la cicatrización de éstas y puede originar
queloides.

Autocuidados

Respecto al cuidado que debe tener el paciente en casa mientras se espera la llegada del
médico, es, ante todo, asegurarse de que la causa de la quemadura ha sido eliminada, alejando
a la persona de la fuente de calor, apagando las llamas en la ropa con agua o envolviendo al
paciente con una manta para ahogar el fuego (ha de evitarse que el accidentado corra, pues
ello producirá que el fuego se avive aún más).

Ante una quemadura química, la primera precaución a adoptar es retirar de la zona afectada
la ropa y sustancias que hayan podido quedar contaminadas. A continuación, retirar también
con cuidado anillos, pulseras, reloj o cinturones y otras prendas apretadas que queden en el
área afectada antes de que se produzca el edema o hinchazón de la zona. Después hay que
comprobar que el paciente respira. Si no lo hace y si fuera preciso, iniciar las maniobras de
reanimación. Si se sospecha de la inhalación de grandes cantidades de monóxido de carbono,
se le debe administrar oxígeno por medio de una mascarilla.

En ningún caso debe aplicarse hielo directamente sobre el área quemada, puesto que podría
aumentar el daño a la piel

Asimismo, el tratamiento de urgencia más efectivo es enfriar el área quemada mediante la


aplicación local de frío, por ejemplo, mediante agua fría, procurando que el chorro de agua
no incida directamente sobre la zona quemada. También puede sumergirse el área afectada o
enfriarse con compresas frías. Enfriar la quemadura disminuye la hinchazón al absorber el
calor de la piel. La aplicación de agua fría debe prolongarse hasta que al suspenderla no
vuelva a aparecer el dolor.

Tampoco es recomendable aplicar pomadas o ungüentos, especialmente aceites, ya que


aumentan el calor en la zona y con ello agravan el proceso y predisponen a que se produzca
una infección. A continuación, debe procederse a retirar los restos de piel muerta y limpiar
con jabón y abundante agua con suavidad. Igualmente, hay que tener en cuenta que, ante una
quemadura de segundo grado, nunca debe procederse a abrir o vaciar las vesículas o
ampollas, ya que la herida podría contaminarse por microorganismos con mayor facilidad.
En caso necesario, indicado siempre por un especialista, el líquido de la ampolla podría ser
evacuado por punción con una aguja estéril y la ampolla debe ser posteriormente tratada con
un antibiótico.

Existen algunas pomadas o soluciones que contienen bactericidas para evitar posibles
infecciones. Se recomienda una pomada con cicatrizante y antibiótico, o en caso de que la
quemadura curse con dolor, se puede aplicar un pulverizador con cicatrizante y anestésico.
Después es recomendable cubrir el área lesionada con un apósito ligero de gasa esterilizada
con suficiente pomada para evitar que ésta se adhiera a la superficie de la herida. Este apósito
evita que la quemadura entre en contacto con el aire y reduce el dolor. Puede fijarse la gasa
con una venda floja. Cuando se producen quemaduras en las manos o en los pies, es
aconsejable separar cada dedo con una gasa húmeda antes de poner la venda. Asimismo, en
caso necesario puede administrarse un analgésico para reducir el dolor (teniendo en cuenta
las indicaciones o contraindicaciones). En el caso de que se haya producido una quemadura
química que afecte a los ojos, hay que lavarlos de inmediato con agua corriente durante unos
veinte minutos. Después, es aconsejable cubrirlos con una gasa humedecida sin presionarlos
y acudir enseguida a un centro médico. Además del tratamiento antibiótico, es necesaria una
óptima regulación hidroelectrolítica, por lo que, si el paciente está consciente, hay que
administrarle abundantes líquidos vía oral, en lo posible suero fisiológico.

En el caso de que existan quemaduras en la cara, hay que cubrirla con gasa estéril dejando
unos orificios para la boca, nariz y ojos. Después de estos cuidados iniciales, trasladar al
paciente al centro asistencial más próximo o consultar con el médico. Es recomendable
siempre acudir al médico, aunque se trate de quemaduras leves, para que él nos indique el
tratamiento adecuado de la quemadura, así como las medidas complementarias que deban
adoptarse (antibióticos, analgésicos, antitetánica).

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