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Taller sobre ética para amador:

1) Biografía de Fernando Savater:


(San Sebastián, 1947) Filósofo y escritor español dedicado sobre todo a la reflexión sobre la
ética. Profesor de Filosofía en diversas universidades, y más tarde de Ética en la Universidad
del País Vasco, su amplia labor de divulgación y de crítica cultural lo ha convertido en un
referente imprescindible para toda una generación en España. Sus comentarios críticos, sus
gustos y claves de lectura son determinantes para la configuración del gusto estético y de
los hábitos de lectura de su multitud de seguidores. En su obra se ha dado, además, el raro
fenómeno de que libros cuyo tema central es la ética se hayan convertido casi en best-
sellers, como ha sucedido con su Ética para Amador (1995) o El contenido de la felicidad (1996).

En su formación fue significativa sobre todo la influencia de los filósofos de la Escuela de


Frankfurt, de Cioran y del pensamiento libertario de Agustín García Calvo. Codirigió, con
Javier Pradera, la revista de pensamiento Claves, y fue uno de los animadores culturales más
destacados de la transición española.
Irreverente en sus declaraciones, ha dado a conocer en una abundante obra escrita sus
opiniones sobre temas como los nacionalismos, la naturaleza del poder o las posibilidades
renovadoras de la democracia. Escritor precoz, versátil e infatigable, Savater ha participado
prácticamente en todas las polémicas culturales, estéticas y políticas de los últimos años,
con numerosas intervenciones y artículos reunidos en una larga serie de libros, entre los que
cabe destacar Apología del sofista (1973), Escritos politeístas (1975), La filosofía como anhelo de la
revolución (1976) y La piedad apasionada (1977). El ensayo ha sido siempre su género literario
preferido y, en este sentido, Nihilismo y acción (1970) y La filosofía tachada (1972) representan
las primeras demostraciones de su pensamiento vigoroso, irónico y vitalista.
Savater es un escritor multiforme, contradictorio, torrencial; con todo, siempre conserva la
fidelidad a al menos dos constantes: el estilo marcado y un espíritu alegre, pleno, decidido.
Entre sus estudios más específicamente filosóficos se cuentan sus diversas investigaciones
sobre los objetos y los mecanismos de la ética. La tarea del héroe (1982, Premio Nacional de
Literatura) e Invitación a la ética (1982) son dos obras complementarias en las que Savater
plantea y expone las cuestiones fundamentales de su pensamiento ético, la exigencia
revolucionaria de la no-instrumentalización del hombre y la afirmación de la capacidad de
elección del sujeto humano, a pesar de la presencia de instancias como la fatalidad y el
azar.

En ellas reelabora la tradición del pensamiento ético, y afirma la posibilidad de la


justificación racional del deber de elegir determinadas acciones y no otras. Esta elección
tiene lugar en un plano inmanente a la experiencia humana, que prescinde de Dios como
fuente de significado y de solución de escisiones y paradojas. Savater defiende la posibilidad
de una "ética trágica" que, basada en la capacidad del deseo humano y de la expresión de la
"fuerza" orientada al cumplimiento del "bien", no resuelva los pares de opuestos
destino/libertad, sujeto de la acción/objeto del juicio que se hallan en el pensamiento ético,
sino que los conserve en la estructura de una tensión moral permanentemente, presente en
la inmanencia de los medios.

Una misma orientación presenta la obra Ética para Amador, texto que no es un tratado de
ética, ni un manual divulgativo, sino una carta abierta al hijo adolescente del autor. Esta
fórmula explica el lenguaje directo y desenfadado del texto, su renuncia a la discusión de
teorías o a las referencias bibliográficas (aunque cada capítulo se cierra con unas citas que
invitan a prolongar la reflexión sobre el tema aparecido en dicho capítulo). Y, sin embargo,
pese a no ser un manual, ha sido un libro muy utilizado por los profesores de la asignatura
de ética durante todo el período en que ésta ha formado parte de los planes de estudio.

La razón que lo explica es que constituye una valiosa invitación a la reflexión moral,
redactada en un lenguaje ameno y concebida para ser leída sin mayores requisitos que "un
poco de atención y de paciencia". Pero como no es una introducción al uso, no se basa en la
presentación neutral de teorías ajenas ni tampoco en la presentación explícita de la propia,
lo que no significa que ésta no exista sino que está latente. En primer lugar empieza por
explicar "de qué va la ética", mostrando la necesidad del razonamiento moral, necesidad
ésta que deriva del hecho de que los hombres, a diferencia de los animales, somos libres,
tenemos que inventar y elegir, al menos en parte, nuestra forma de vida. Libertad es decidir
y eso es algo que cada uno debe hacer. No hay recetas y el único consejo posible es "haz lo
que quieras".

Naturalmente, éste no parece un consejo moral y, sin embargo, se convierte en el eje de la


moral que propone Fernando Savater, una moral basada en el descubrimiento de lo que
cada uno quiere, "darse la buena vida". Pero nuevamente la cuestión es saber en qué
consiste "una buena vida humana". Hacer lo que uno quiera no significa lo mismo que hacer
"lo primero que te venga en gana", ahí está la cuestión: no es fácil descubrir qué es lo que
uno realmente quiere. La perspectiva teórica en la que se inscribe Fernando Savater es la de
la ética como amor propio, tal como la ha desarrollado en textos de los años noventa.

Pero eso no significa olvidar el compromiso hacia los otros. Vivir humanamente (el autor no
se cansa de recordarlo) es vivir entre humanos y tratarlos humanamente. Tratar
humanamente al otro es ponerse en su lugar. Lo que no significa sólo reconocer sus
derechos y tratarle con justicia, sino también con una justicia simpática o con una
compasión justa. Savater insiste en que la buena vida de cada uno debe inventársela cada
uno a su medida, no hay recetas mágicas. A eso se refiere el autor cuando dice que vivir
bien no es una ciencia exacta, sino un arte en el que todo adolescente es un principiante y
que ningún adulto llega a dominar, por lo que el libro puede ser una ayuda a unos y a otros
para plantear o replantearse la cuestión más importante a juicio de su autor. No se trata,
pues, de dilucidar sobre la existencia o no de vida después de la muerte, ni de saber cuál es
el sentido de la vida, sino simplemente de saber qué hacer.

Además de destacado intelectual y pensador, Savater es uno de los analistas políticos más
conocidos de la España contemporánea. Sus interpretaciones de las situaciones políticas,
que constituyen una crónica aguda y continua de la vida española de los últimos años, se
han recogido en varios libros, entre los que destacan Impertinencias y desafíos (1981) y Contra las
patrias (1984). Para la anarquía (1977) y Panfleto contra el Todo (1978) se han convertido en dos
clásicos del pensamiento político español contemporáneo, que se sitúan en la línea de la
tradición libertaria.

Savater considera a la filosofía como una actividad de crítica permanente, de expresión


inalienable de la subjetividad e incluso como provocación; tal ideal halla su justa dimensión
en la elaboración de un estilo audaz y expresivo que, a menudo, utiliza el matiz, la ironía y
la paradoja como estructuras de razonamiento. Por otra parte, su estilo ha buscado una
solución más explícitamente literaria a través de un proceso gradual de acercamiento a la
narrativa en el que se pueden detectar varias etapas. En 1976 publicó el ensayo  La infancia
recuperada, en cuyas páginas se defienden la necesidad de la ficción novelada y la pasión de
contar por contraposición a la sofisticación de la narrativa comprometida en la
experimentación lingüística y estructural. Savater retoma y propone con entusiasmo la
narración fantástica, la historia de los contenidos éticos y heroicos a través del análisis de
personajes y autores como Julio Verne, Arthur Conan Doyle, Richmal Crompton, Jack London, H. P.
Lovecraft y, especialmente, R. L. Stevenson.
Una etapa posterior de su profundización a lo largo de los itinerarios narrativos se
corresponde con Criaturas del aire (1979), en la que una serie de personajes de la literatura
(Tarzán, la Bella Durmiente, el protagonista de Drácula, de Bram Stoker) o de la historia (Juliano
el Apóstata, Bakunin o el mismo Savater) monologan sobre sus vidas, sobre el destino, la
violencia, el amor o la muerte, y confirman, desmienten y narran situaciones de su
existencia.
El salto definitivo hacia la novela propiamente dicha lo da con Caronte aguarda (1981),
narración policíaca que mezcla una trama personal con una conspiración política, y que
constituye una meditación sobre las formas del mal, el delito y la venganza. El diario de
Job (1983) constituye una introspección más íntima y profunda, y El dialecto de la vida (1985)
trata de la amistad entre un escritor maduro y un joven fotógrafo durante un triple viaje
(geográfico, intelectual y amoroso), siguiendo las pistas escocesas de R. L. Stevenson. Entre
sus obras teatrales cabe citar Juliano en Eleusis (1981) y Vente a Sinapia (1983), una meditación
sobre la utopía, y Guerrero en casa (1992).

Fernando Fernández-Savater Martín es un filósofo, profesor de Filosofía y escritor español. Destaca


en el campo del ensayo y el artículo periodístico, y ha cultivado también la novela y el género
dramático. Wikipedia
Nacimiento: 21 de junio de 1947 (edad 76 años), San Sebastián, España
Hijos: Amador Fernández-Savater
Cónyuge: Sara Torres (m. ?–2015)
Padres: Fernando Fernández-Savater
Educación: Universidad Complutense de Madrid (1975), Universidad Complutense de Madrid
Influenciado por: Friedrich Nietzsche, Emil Cioran, Voltaire, Baruch Spinoza
2) Cuales y cuántos libros a escrito este autor:

-Historia de la filosofía: sin temor ni temblor

-política para amador

-diccionario filosófico
-solo integral

-el valor de educar

-tauroética

-la aventura de pensar


-la peor parte

-contra las patrias

-nihilismo y acción

-pensar la vida
-lo inventos de la princesa

-ética para amador

-las preguntas de la vida

-el jardín de las dudas


3) introducción del libro ética para amador:

El libro trata fundamentalmente del tema de la ética, de cómo se lleva una vida aconsejable, sobre la
diferencia entre el hombre y el resto de los seres vivos, de saber cómo responder ante los diversos
problemas u obstáculos que se presentan en la vida del ser humano. Basándose siempre en el uso de la
libertad La principal diferencia, es que el hombre posee libertad, tiene la capacidad para elegir qué hacer,
qué comer, con quién estar, cómo comportarse. Mientras que los animales no pueden elegir, ya que sus
actos siempre están conducidos por la Naturaleza, es decir los animales actúan siguiendo solamente sus
instintos. Todo esto se da ya que el hombre tiene el privilegio de poder elegir qué hacer en su vida, ya que
desde pequeño se le da a conocer ciertos conocimientos que le ayudaran a llevar una buena vida.
En donde hay que saber que hay cosas que le convienen y otras que no, que hay cosas buenas y cosas
malas, en donde en ocasiones será complicado saber diferenciar entre una cosa y otra por lo que algunas
veces cometerá errores de los cuales después puede aprender.
1. De qué va la ética
Existen ciertas cosas que uno puede aprenderlas o no, a voluntad. Como nadie es capaz de saberlo todo,
no hay más remedio que elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos. Se puede vivir sin saber
astrofísica, ni ebanistería, ni fútbol,... Ahora bien, otras cosas hay que saberlas porque en ello nos va la
vida. Eso sí, se puede vivir de muchos modos, pero hay modos que no dejan vivir.
Hay ciertas cosas que nos convienen y otras que no nos convienen. A lo que nos conviene solemos
llamarlo bueno porque nos sienta bien; otras nos sientan muy mal y a eso lo llamamos malo. Saber lo que
nos conviene, es decir: distinguir entre lo bueno y lo malo, es un conocimiento que todos intentamos
adquirir por la cuenta que nos trae, ya que lo que vaya a ser nuestra vida es, al menos en parte, resultado
de lo que quiera cada cual.
En la ética hay una palabra fundamental: libertad
. Los animales (como las plantas) no tienen más remedio que
ser tal como son y hacer lo que están naturalmente programados para hacer. No se les puede reprochar
que lo hagan ni aplaudirles por ello porque no saben comportarse de otro modo. Pero los hombres, por
mucha programación biológica o cultural que tengamos, siempre podemos optar finalmente por algo que
no esté en el programa. Podemos decir sí o no, quiero o no quiero. Por muy achuchados que nos veamos
por las circunstancias, nunca tenemos un solo camino para seguir sino varios. Cuando hablamos de
libertad es a eso a lo que nos referimos. Ahora bien, no somos libres de elegir lo que nos pasa, sino libres
para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo; además no debemos confundirlo con omnipotencia
(conseguir siempre lo que uno desea).
Los hombres podemos inventar y elegir, en parte, nuestra forma de vida: podemos optar por lo que nos
parece bueno frente a lo que nos parece malo e inconveniente. Y, al poder elegir, nos podemos equivocar.
De modo que parece prudente fijarnos bien en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir
que nos permita aceptar, a ese saber vivir, o arte de vivir, lo llamamos ética.

2.Órdenes, costumbres y caprichos


Aunque no podamos elegir lo que nos pasa, podemos en cambio elegir lo que hacer frente a lo que nos
pasa. Pero, ¿resulta que hacemos siempre lo que queremos? Pues no, a veces las circunstancias nos
imponen elegir entre dos opciones que no hemos elegido: hay ocasiones en que elegimos aunque
preferiríamos no tener que eligir.

Uno de estos tipos de motivación puede ser cuando alguien nos manda hacer tal o cual cosa. A este tipo de
circunstancias les llamaremos órdenes En otras ocasiones la motivación es que sueles hacer siempre ese
mismo gesto y ya lo repites casi sin pensar, o también el ver que a tu alrededor todo el mundo se comporta
así habitualmente: llamaremos costumbres a este tipo de motivos. En otros casos el motivo parece ser la
ausencia de motivo, el que te apetece sin más, la pura gana. Son los caprichos
Las órdenes sacan su fuerza, en parte, del miedo que puedes tener a las terribles represalias que pueden
tomar contra ti si no las obedeces; y si la persona que te las manda es alguien cercano a ti, también las
obedeces por el afecto y la confianza que le tienes y que te lleva a pensar que lo que te manda es para
protegerte, por tu bien. Las costumbres vienen más bien de la comodidad de seguir la rutina en ciertas
ocasiones y también de tu interés de no contrariar a lo otros, es decir de la presión de los demás. También
en las costumbres hay algo así como una obediencia a ciertos tipos de órdenes: piensa, por ejemplo, en las
modas. Las órdenes y las costumbres tienen una cosa en común: parece que vienen de fuera, que se te
imponen sin pedirte permiso. En cambio los caprichos te salen de dentro, brotan espontáneamente sin que
nadie te los mande ni a nadie en principio creas imitarlos.

3.Haz lo que quieras


Libertad es poder decir sí o no. Libertad es decidir, pero también darte cuenta que estás decidiendo. Lo mas
opuesto a dejarse llevar, y para no dejarse llevar no tienes más remedio que intentar pensar al menos dos
veces lo que vas a hacer.
En el otro capítulo Savater nos explico lo que era una orden, una costumbre y un capricho. Pero nunca una
acción va a ser buena sólo por ser una orden, una costumbre o un capricho. Para saber si algo me resulta de
veras conveniente o no tendré que examinar lo que hago. También referido a este tema está el término
moral pues etimológicamente tiene que ver con las costumbres, ya que eso precisamente es lo que significa
la voz latina mores, y también con las órdenes.
Las palabras moral y ética, desde un punto de vista técnico, no tienen idéntico significado. Moral es el
conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como
válidos; mientras que ética es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con
otras formas de ver la vida que tienen personas diferentes. Para unos ser bueno significará ser resignado y
paciente, pero otros llamarán bueno a la persona emprendedora, original, que no se acobarda a la hora de
decir lo que piensa aunque pueda molestar a alguien. Estas son diferentes formas de ver la vida. Pero decir
que una persona es buena todavía nos resulta muy difícil ya que ni siquiera sabemos para que sirven las
personas.

Opinión
En este aspecto opino lo mismo que Savater, la libertad es exclusiva de los seres humanos ya que las
plantas y los animales solo saben hacer una cosa sobrevivir y todo lo que conlleva con ello y no se les
puede culpar por ello ni intentar enseñarles ya que seria imposible. La libertad es la posesión más grande
que tiene el ser humano y es exclusivamente suyo, por tanto, debemos aprender que la libertad no es
omnipotencia sino el poder de elegir un camino delante de una situación.
Las motivaciones que tenemos los seres humanos cuando queremos hacer algo son diferentes si este algo se
refiere a un capricho, es una orden o es una costumbre. Yo ya sabia que los caprichos solo dependen de uno
mismo y es una cosa que nace del interior aunque también los caprichos están influenciados por aspectos
externos como la moda, la influencia de la sociedad....... la insatisfacción, después están las costumbres,
que son algo mas complicadas, ya que estas nacen de un habito y no existirían de no haber un transmisor,
en cambio muy diferente es la motivación que nos lleva a acatar una orden, esta podría ser el miedo a las
represalias y el enfrentarnos con nuestra propia inseguridad y nuestro sentido de la culpabilidad.
Hasta ahora solo tenia una ligera idea de lo que era la ética y la moral, aunque me parecían unos términos
similares y tampoco me había parado a pensar donde estaba la diferencia. Este tema me parece interesante
ya que Savater no nos dice que exista una ética exacta que se pueda aplicar a todas las situaciones, ya que
cada persona tiene un concepto diferente de lo que esta bien y de lo que esta mal y yo estoy totalmente de
acuerdo con el, todo es relativo y creo que tenemos que evitar juzgar o criticar la actuación de una persona
siempre por supuesto que esta no haga daño a los demás.
4) Que es la ética para amador:

Ética para Amador es un ensayo publicado en abril de 1991 por el escritor y filósofo español Fernando


Savater. El libro consta de 9 capítulos y trata sobre la ética, moral y filosofía de la vida a través de la historia. 1
Según el propio Savater, lo escribió porque muchos amigos que eran profesores de instituto necesitaban un
texto base para la asignatura de Ética, creada como alternativa a la de Religión. El título, nombrando a su hijo,
lo puso para evitar que tuviera un tono excesivamente académico 2 y hace alusión a la Ética a
Nicómaco de Aristóteles.
El libro está escrito en un lenguaje sencillo y está dirigido al público general, en especial a los jóvenes. Es un
libro destinado a hablar de ética a los adolescentes principalmente (también a personas adultas, pero en
menor medida) sin caer en una simple narración de una serie de ideas morales, o que parezcan un manual de
cómo actuar en situaciones prácticas de la vida. Pero intenta contribuir filosófica y literariamente al
planteamiento de esa manera de actuar que es, en el fondo, la ética.

5) Cuál es la idea principal de ética para amador:


El libro no pretende ser un manual de ética, ni dar soluciones a los problemas morales de la vida
cotidiana, quizás porque la ética no soluciona problemas, aunque los plantee.
Debe impartirse en la enseñanza media porque es esencial a cualquier educación.
Su objetivo principal es estimular el desarrollo de librepensadores. Así se explica brevemente, en el
aviso antipedagógico cuales son sus intenciones.
En el prólogo expone las razones de por qué ha escrito un libro, entre otros: porque se puede dejar de
leer, dejar de leer o saltarnos páginas, somos más libres en la lectura que en la conversación o diálogo.
Lo mínimo o imprescindible para leer es un poco de atención y paciencia
Lo más importante para crecer es tener confianza en uno mismo, en la inteligencia que nos permite
mejorar.
No es necesario saberlo todo para vivir, es más, lo mejor es aceptar lo mucho que imaginamos.
Se puede vivir de muchas maneras, aunque hay muchos modos que no dejan vivir: y conviene saber
cuales son. Y a eso que nos conviene lo llamamos bueno porque nos sienta bien.
El problema surge cuando queremos distinguir entre lo que nos conviene y lo que no, porque no
siempre la frontera está clara.
Saber vivir no es tan fácil: si vivimos para los demás, sería una actitud noble. Pero más útil es que los
demás vivan para uno.
Ese es un problema que sólo nos planteamos los humanos, los animales no viven ni bien ni mal, viven
y punto. Porque los animales no son libres, están programados para hacer lo que hacen, están
determinados.
Nosotros también lo estamos ni tenemos en cuenta el lenguaje, las tradiciones, hábitos, etc. Todo esto
hace que seamos previsibles, aunque siempre quede un hábito de sorpresa, de libertad, que haga que
cambiemos el rumbo de nuestros actos.
Lo bueno es que la libertad no nos permite hacer cualquier cosa pero tampoco nos obliga a hacer una
sola cosa.
No somos libres de elegir lo que nos pasa, de una manera o de otra.
Somos libres para intentar hacer algo, eso no implica el conseguirlo.
Somos más conscientes de lo que limita nuestra libertad misma que de la libertad misma. Porque la
postura de la libertad no es nada fácil: implica elegir por eso implica tomar decisiones, equivocarnos,
aprender de los errores.
La elección se nos impone entre dos opciones. Este problema ético ya fue estudiado por Aristóteles.
El elegir exige una libertad necesaria para poder optar en circunstancias que hemos elegido.
Aunque la mayoría de nuestros actos los realizamos automáticamente, por rutina. Porque darle
demasiadas vueltas a lo que uno va ha hacer nos paraliza.
Hacemos las cosas porque tenemos unos motivos para hacerlas: es decir, tenemos razones para hacer
algo: cuando es alguien quien nos manda, se pueden llamar órdenes, si los repetimos sin pausar, se
convierten en costumbres, y cuando parece no hay motivos pero lo hago porque me da la gana se
llama capricho.

6) Resumenes de los 9 capitulos. Y su idea principal:

Capitulo 1: Este capítulo arranca con la reflexión del autor en lo que se refiere a los
conocimientos. Señala que hay ciertas ramas del conocimiento que podemos decidir aprender
o no y que es posible vivir ignorándolas. Sin embargo, alude a que existe un saber que es
imprescindible, este es el conocer aquello que nos conviene (lo bueno) o no (lo malo).
Asimismo, apunta que el hombre, a diferencia de los animales, tiene libertad de elección a la
hora de responder ante lo que le sucede.

Capitulo 2: Aquí se expone la diferencia entre órdenes, costumbres y caprichos. El autor


afirma, a lo largo de este capítulo, que no podemos elegir lo que nos pasa pero si cómo hacer
frente a ello. Mientras que las órdenes y costumbres son impuestas. Los caprichos surgen de
nuestro interior.

Capitulo 3: En esta parte del libro, Savater habla sobre la libertad, tema del que se encarga
la ética. La libertad no consiste solo en la toma de decisiones sino que también hay que tener en
cuenta aquello que se está diciendo. Aquí expone que una orden o una costumbre no tienen por
qué ser buenas, tampoco tiene por qué serlo un capricho. Para determinar si algo es bueno o
malo es necesario el razonamiento.

Capitulo 4: Este capítulo parte de la pregunta: ¿qué debo hacer? El autor afirma que esta
respuesta deberíamos buscarla en nosotros mismos, en nuestro interior, sin necesidad de
preguntarle a nadie. También analiza el significado del enunciado “Haz lo que quieras”.

Capitulo 5: Aquí, Fernando Savater reflexiona sobre las cosas materiales y la importancia
que les damos. Asimismo, indaga en la complejidad que supone vivir y la necesidad de tratar a
las personas como tal y no como objeto.

Capitulo 6: El capítulo seis arranca explicando la etimología de la palabra “imbécil”. Pues,


el autor afirma que no debemos ser imbéciles, pero no atiende al significado despectivo del
término. Para ello, establece diferentes categorías del imbécil. Según el autor, debemos ser
conscientes y responsables de nuestros actos.
Capitulo 7: En esta parte, Savater explica que una de las cosas de las que se encarga la ética
es de “cómo vivir la vida”, también de cómo es la convivencia entre humanos. El autor afirma
que la convivencia entre personas no es sencilla pero, la clave está en saber comprender y
tratar al prójimo. Es decir, la empatía es fundamental.

Capitulo 8: En este capítulo se expone el tema de los placeres innatos en la especie humana
y de cómo, generalmente, se identifican con la palabra inmoralidad. Asimismo, estos suelen ser
un tema tabú en la sociedad.

Capitulo 9: El libro concluye con una reflexión que diferencia ética y política. Mientras que
la ética se centra en los individuos en particular, la política abarca la sociedad en su conjunto.

7) Vocabulario de todo el libro con su significado:

Parricidio: acción de matar a los padres


Zalamería: un cariño excesivo
Pitanza: pedazo diario de algo como comida, precio
disquisiciones
examen detallado, comentario sobre un tema
gesta
los hechos o los cumplidos de una persona o un grupo
estriba
tener base en, venir de algo
épica
un narrativo clásico
indefectiblemente
inevitable, no se puede evitar
beneméritas
que merezca algo como un premio
zozobra
un sentimiento de la anxiedad
flete
carga de un barco
dispensarme
perdonarme
veraz
sincero, que dice la verdad
indulto
la perdona
primogenitura
el derecho/los privilegios de nacimiento
avasallar
intimidar, atemorizar
suntuosa
lujosa
recíproco
mutual
suscitadas
provocadas
cínico
escéptico, una persona que se enfoca en el malo
timorata
una persona mojigato
cojitranco
cojo, rengo, débil
infligió
causar algo
renga
débil, cojo
periciosos
dañosos
rapiña
el acto de robar
gallardía
valor, bravura
guarecerse
dar refugio
jaez
gente de un cierto tipo
infamia
desgracia
congéneres
persona del mismo grupo
agazapa
esconder por mantenerse debajo
calumniadores
difamador
vil
despreciable
deleite
placer sensual
abstinencia
privación de algo
refrendo
apoyar, promocionar, promoción de algo
aberrante
raro, extraño
omisiones
olvido, borrar algo
acreedor
merecedor, valioso
incólumes
sin herido, no esta dañado
moviola
repetición de algo en el cine
sumisión
obediencia
prolijo
meticuloso, con muchas palabras, tedioso
paliar
aliviar
engranaje
una parte mecánica
sublime
extraordinario
gregario
sociable
pécora
prostituta, mujer malintencionada
dispendio
desperdicio, derroche, no guardado bien

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