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AMPARO DIRECTO

LABORAL: 155/2018
(PRIMER TRIBUNAL
COLEGIADO DEL
VIGÉSIMO QUINTO
CIRCUITO)
CUADERNO AUXILIAR:
499/2018
QUEJOSA: HILDA PAYAN
DÍAZ.

PONENTE: VÍCTOR ANTONIO PESCADOR CANO.


SECRETARIA: MARCELA ERNESTINA RUBIO PEÑA.

Saltillo, Coahuila de Zaragoza, acuerdo del Primer


Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la
Décima Región, de treinta y uno de mayo de dos mil
dieciocho.

VISTOS, para resolver, los autos del juicio de


amparo directo laboral 155/2018 del Primer Tribunal
Colegiado del Vigésimo Quinto Circuito, con sede en la
Ciudad de Victoria de Durango, Durango; que
corresponde al cuaderno auxiliar 499/2018 de este
tribunal.

RESULTANDO:

PRIMERO. Por escrito presentado ante la


autoridad responsable el treinta y uno de enero de dos
mil dieciocho, recibido el diez de abril siguiente en la
1
Oficina de Correspondencia Común de los Tribunales
Colegiados de Circuito en el Estado de Durango, Hilda
Payan Díaz solicitó el amparo y protección de la Justicia
Federal contra la autoridad y acto que a continuación se
trascriben:

“III. Autoridad responsable: - - - Tienen tal carácter


la H. Junta Especial No. 27, de la Federal de
Conciliación y Arbitraje con domicilio en Avenida del
Hierro No. 505 Palacio Federal, segundo piso, ala
norte, de la Ciudad Industrial de la ciudad de Durango,
Dgo. - - - IV. Acto reclamado. - - - Reclamamos (sic) de
la citada autoridad el laudo dictado dentro del
expediente laboral número 65/2013, promovido por la
actora Hilda Payan Díaz, en contra de Afore Coppel, S.
A. de C.V., e Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda
para los Trabajadores, Instituto Mexicano del Seguro
Social, el cual fue notificado con fecha 11 de enero de
2018.”

La parte quejosa estimó violados los derechos


contenidos en los artículos 14 y 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En el escrito de demanda se señaló como terceros


interesados a Afore Coppel, Sociedad Anónima de
Capital Variable, Instituto del Fondo Nacional de la
Vivienda para los Trabajadores, quienes se encuentran
debidamente emplazados, según constancias que
obran a fojas seis y ocho del juicio de amparo.
2
Asimismo, se desprende que se señaló con tal
carácter al Instituto Mexicano del Seguro Social; sin
embargo, de las constancias remitidas por la autoridad
responsable no consta la relativa a su emplazamiento.

No obstante lo antes reseñado, se estima


innecesario regularizar el procedimiento de amparo, en
tanto que, como se verá más adelante, la presente
resolución no lo perjudicará.

Resulta orientadora la tesis P. V/98 del Pleno de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible a foja
cuarenta y cinco, Tomo VII, febrero de mil novecientos
noventa y ocho, de la Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, que dice:

“TERCERO PERJUDICADO. NO PROCEDE


REPONER EL PROCEDIMIENTO POR FALTA DE SU
EMPLAZAMIENTO LEGAL, CUANDO SE ADVIERTE
DE MANERA NOTORIA QUE LA RESOLUCIÓN LO
BENEFICIARÁ. De conformidad con lo dispuesto en el
artículo 91, fracción IV, parte final, de la Ley de Amparo,
cuando aparezca que indebidamente no ha sido oída
alguna de las partes que tenga derecho a intervenir en
el juicio conforme a la ley, debe ordenarse la reposición
del procedimiento. Ahora bien, siendo el tercero
perjudicado parte en el juicio constitucional, según lo
establece el artículo 5o., fracción III, del ordenamiento
legal en cita, tiene derecho a ser oído en el juicio de
3
garantías con el fin de que su pretensión consistente,
básicamente, en la subsistencia del acto reclamado, se
satisfaga a través de la negativa del amparo o del
sobreseimiento en el juicio, por lo que en aquellos
casos en que el tribunal revisor advierta de manera
notoria que la sentencia será favorable al tercero
perjudicado que no fue legalmente emplazado, ya que
puede dictarse en cualquiera de los sentidos antes
mencionados, no debe ordenarse la reposición del
procedimiento, pues ello no le produciría beneficio
alguno sino, por el contrario, le causaría perjuicio,
cuando menos durante el tiempo en que se difiere el
fallo del asunto, debiendo pronunciarse, en tal
hipótesis, la resolución que corresponda, fundándose
esta interpretación en que el propósito del aludido
artículo 91, fracción IV, de la Ley de Amparo, es que no
existan irregularidades procesales que puedan lesionar
a alguna de las partes, lo que no acontece en el
supuesto especificado.”

Lo anterior, máxime que a foja veintiuno del juicio


constitucional se desprende que le fue notificado el auto
de admisión del presente amparo, por lo que dicha
parte tuvo conocimiento de la interposición de la
demanda de garantías, sin que obre constancia en la
que realizara manifestación alguna respecto la falta de
emplazamiento aludida.

SEGUNDO. Por acuerdo de presidencia de trece


de abril de dos mil dieciocho, el Primer Tribunal
4
Colegiado del Vigésimo Quinto Circuito, a quien por
razón de turno tocó conocer del asunto, admitió la
demanda, la registró con el número 155/2018, y dio al
agente del Ministerio Público de la Federación adscrito
la intervención correspondiente, el cual no formuló
pedimento.

En proveído de ocho de mayo siguiente, se


turnaron los autos al magistrado ponente para la
elaboración del proyecto de resolución.

Por acuerdo de diez de mayo de dos mil dieciocho,


el mencionado órgano jurisdiccional ordenó la remisión
a este tribunal del amparo directo 155/2018 y su anexo;
lo anterior, en cumplimiento a lo determinado por la
Comisión de Creación de Nuevos Órganos del Consejo
de la Judicatura Federal, en sesión de veinticuatro de
febrero de dos mil catorce, comunicado mediante oficio
STCCNO/743/2014.

TERCERO. Por acuerdo de presidencia de


dieciséis de mayo del dos mil dieciocho, este tribunal
recibió el oficio 7107/2018, signado por el magistrado
presidente del Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Quinto Circuito, con el cual remitió este asunto, a fin de
pronunciar la sentencia correspondiente en su auxilio;
se ordenó la apertura del cuaderno auxiliar respectivo
bajo el número 499/2018 y se turnaron los autos al
magistrado ponente para la elaboración del proyecto de
resolución.
5
CONSIDERANDO:

PRIMERO. Este Primer Tribunal Colegiado de


Circuito del Centro Auxiliar de la Décima Región, es
legalmente competente para conocer el presente juicio
de amparo directo, conforme a lo dispuesto por los
artículos 107, fracciones V, inciso d), y VI, de la
Constitución General de la República; 34 y 170,
fracción I, de la Ley de Amparo; en los Acuerdos
Generales 54/2009 y 56/2009, emitidos por el Pleno del
Consejo de la Judicatura Federal; en el oficio número
SEPLE./ADM./005/9346/2009, suscrito por el Secretario
Ejecutivo del Pleno del Consejo de la Judicatura
Federal, y en el mencionado oficio número
STCCNO/743/2014, suscrito por el Secretario Técnico
de la Secretaría Técnica de la Comisión de Creación de
Nuevos Órganos del Consejo de la Judicatura Federal.

SEGUNDO. La existencia del acto reclamado


quedó acreditada con las constancias que la autoridad
responsable remitió con su informe justificado, los
cuales quedaron precisados en el resultando primero.

TERCERO. A foja noventa y cuatro vuelta del


expediente natural, se advierte que el laudo reclamado
fue notificado a la parte quejosa el once de enero de
dos mil dieciocho; notificación que surtió efectos el
mismo día, acorde con lo establecido por el artículo
747, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo.
6
Así, el plazo de quince días que establece el
numeral 17 de la Ley de Amparo para la promoción del
juicio de amparo, trascurrió del doce de enero para
fenecer el uno de febrero de dos mil dieciocho, en la
inteligencia de que en dicho lapso fueron inhábiles los
días trece, catorce, veinte, veintiuno, veintisiete y
veintiocho de enero, por corresponder a sábados y
domingos, de conformidad con lo estipulado en los
artículos 19 de la Ley de Amparo y 163 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

Por tanto, si la demanda de amparo se presentó


ante la autoridad responsable el treinta y uno de enero
de dos mil dieciocho, el juicio constitucional se
promovió oportunamente.

CUARTO. Resulta innecesario trascribir tanto las


consideraciones que sustentan el sentido del laudo
reclamado, como los conceptos de violación hechos
valer; de conformidad con la tesis XVII.1o.C.T.30 K
emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materias
Civil y de Trabajo del Décimo Séptimo Circuito,
consultable a página dos mil ciento quince del Tomo
XXIII, marzo de dos mil seis, así como por la
jurisprudencia 58/2010 de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible a foja
ochocientos treinta del Tomo XXXI, mayo de dos mil
diez, ambas de la Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyos rubros
7
respectivamente establecen:

“SENTENCIAS DE LOS TRIBUNALES


COLEGIADOS DE CIRCUITO. AL EMITIRLAS NO SE
ENCUENTRAN OBLIGADOS A TRASCRIBIR LA
RESOLUCIÓN RECURRIDA.”

“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS.


PARA CUMPLIR CON LOS PRINCIPIOS DE
CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN LAS
SENTENCIAS DE AMPARO ES INNECESARIA SU
TRASCRIPCIÓN.”

QUINTO. El único concepto de violación hecho


valer es infundado, un suplido en su deficiencia, en
términos de lo dispuesto por el artículo 79, fracción V,
de la Ley de Amparo.

Para una mejor comprensión del problema jurídico


planteado ante la potestad constitucional, se estima
prudente reseñar los antecedentes del juicio en el que
se pronunció el laudo reclamado:

Por escrito presentado el veinticinco de enero de


dos mil trece, Hilda Payan Díaz, por conducto de sus
representantes legales, promovieron ante la Junta
Especial Número Veintisiete de la Federal de
Conciliación y Arbitraje, con sede en Durango,
Durango, demanda laboral en contra de Afore Coppel,
Sociedad Anónima de Capital Variable, y del Instituto
8
del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores de quienes reclamaron las siguientes
prestaciones:

“De esa H. Junta se demanda. - - - a) La


declaración jurisdiccional en el sentido de que nuestra
representada la C. Hilda Payan Díaz, es legítima
beneficiaria de los derechos que pudieran
corresponderle a su finado esposo Luis Raúl Carrera
Casas y, como consecuencia tiene derecho a la
devolución de las aportaciones que el finado realizó
para Afore Coppel, S.A. de C.V., que comprende la
subcuenta de retiro, cesantía y vejez y vivienda y a las
cuales tiene derecho a su devolución. - - - Del Instituto
del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores y Afore
Coppel, S.A. de C.V. - - - b) La devolución y pago por
parte de los demandados de la cantidad total de
$31,632.79 a favor de la parte actora, por concepto total
de las aportaciones en la cuenta individual de su finado
esposo Luis Raúl Carrera Casas, al sistema de afores
que administra la demandad ay que integran la
subcuenta de retiro por el periodo correspondiente del 1
de mayo de 992 al 30 de junio de 1997 y por el periodo
correspondiente del 1 de julio de 1997 al 20 de
noviembre de 2012, fecha en que se le otorgó a la
actora su pensión de viudez. - - - b) (sic) El pago y
devolución a cargo del Instituto del total de las
aportaciones en la cuenta individual del trabajador
finado al sistema de afores que administra la
demandada Afore Coppel, por el periodo
9
correspondiente del 1 de julio de 1997 al 20 de
noviembre de 2012, fecha en que se le otorga su
pensión de viudez. - - - c) El pago de los rendimientos
que se hayan generado así como de los que se sigan
generando hasta la total solución del presente conflicto
laboral.”

El veintiocho de enero de dos mil trece, la junta


responsable radicó la demanda antes referida bajo el
número 65/2013 de su índice, y señaló fecha y hora
para la celebración de la audiencia de conciliación,
demanda y excepciones, pruebas y resolución.

El siete de mayo de dos mil trece, data señalada


para la celebración de la audiencia de ley, se tuvo por
fracasado el periodo conciliatorio, pasándose al de
demanda y excepciones, en el que la parte actora
ratificó su escrito inicial de demanda y las demandadas
dieron contestación a la demanda instaurada en su
contra; asimismo, la afore demandada solicitó se
llamara a juicio como tercero al Instituto Mexicano del
Seguro Social; motivo por el cual la junta del
conocimiento suspendió la audiencia de ley, a fin de
que se llevara a cabo su emplazamiento.

Posteriormente, el trece de agosto de dos mil trece


se continuó con la audiencia de ley, donde se tuvo al
Instituto Mexicano del Seguro Social contestando la
demanda, y se siguió con la etapa de ofrecimiento y
admisión de pruebas y, substanciado el procedimiento
10
laboral por sus demás etapas, el veintiocho de
noviembre de dos mil diecisiete el tribunal responsable
dictó laudo, bajo los resolutivos siguientes:

“Primero. Hilda Payan Díaz no probó su acción. - -


- Segundo. Se absuelve a Afore Coppel, S.A. de C.V. a
entregar a Hilda Payan Díaz la cantidad concentrada en
la cuenta individual del extinto trabajador, más los
intereses y rendimientos, en virtud de que estos fueron
transferidos para la contratación de una pensión por
viudez y orfandad régimen 97 bajo la modalidad de
renta vitalicia. Se absuelve al Instituto del Fondo
Nacional dela Vivienda para los Trabajadores a
entregar a Hilda Payan Díaz, la cantidad concentrada
en la cuenta individual del extinto trabajador, más los
intereses y rendimientos, en virtud de que estos fueron
trasferidos para la contratación de una pensión por
viudez y orfandad régimen 97 bajo la modalidad de
renta vitalicia. Se absuelve al Instituto del Fondo
Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y al
Instituto Mexicano del Seguro Social, a rendir el informe
que les solicitan, toda vez que como quedó acreditado
que dichos informes ya fueron rendidos. - - - Tercero.
Notifíquese personalmente…”

Dicha resolución es la que constituye el acto que


ahora se reclama.

En el único concepto de violación, la quejosa


señala que derivado de la reforma del artículo octavo
11
transitorio de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de
la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT),
publicado en el Diario Oficial de la Federación el doce
de enero de dos mil doce, se estableció que la
transferencia de los recursos de vivienda a las afores
tiene como propósito la contratación de la pensión
correspondiente a su entrega, por lo que en el caso de
que el trabajador asegurado sí tenga derecho a recibir
una pensión conforme al régimen de la Ley del Seguro
Social vigente, los recursos existentes en la subcuenta
de vivienda que no hayan sido utilizados para el pago
de un crédito de vivienda, serán trasferidos a la
administradora de fondos para el retiro que se haya
elegido, lo que tendrá como propósito la contratación de
la renta vitalicia con la institución de seguros, esto es,
que el supuesto del artículo 40 de la Ley del Instituto
del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores señala que estos recursos serán
utilizados para el pago de la pensión correspondiente.

Sin embargo, dice, como quedó acreditado, del


resumen de cuenta expedido por Afore XXI, Banorte, se
desprende que la actora tenía acumulados recursos en
la subcuenta de ahorro para el retiro 92 y 97 y ahorro
para la vivienda 92 y 97, razón por la que las
cantidades respectivas deben ser entregadas en su
totalidad al haber obtenido su pensión de cesantía en
edad avanzada conforme a la Ley del Seguro Social de
mil novecientos setenta y tres.

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Además de lo anterior, aduce, la junta responsable
no atendió lo dispuesto en los artículos 841 y 842 de la
Ley Federal del Trabajo, ya que no tomó en cuenta las
documentales que se aportaron al juicio.

Lo es infundado.

En primer término, es dable establecer que este


tribunal abordará el análisis del presente asunto
conforme a los datos arrojados por el expediente de
origen, esto es, que los estados de cuenta de la
Administradora de Fondos para el Retiro corresponden
a Afore Coppel, Sociedad Anónima de Capital Variable,
y que la pensión que se otorgó a la quejosa fue por
viudez con la modalidad de renta vitalicia, de
conformidad con la Ley del Seguro Social vigente, y no
como lo manifestó la quejosa al ostentar su derecho en
el estado de cuenta expedido por Afore XXI, Banorte,
en virtud de haber obtenido pensión por cesantía en
edad avanzada conforme a la Ley del Seguro Social de
mil novecientos setenta y tres.

Lo anterior, toda vez que en el presente asunto es


factible suplir la deficiencia de los conceptos de
violación en favor de la parte quejosa, en términos de lo
dispuesto en el artículo 79, fracción V, de la Ley de
Amparo, pues se trata de la beneficiaria de un
trabajador fallecido.

13
Apoya lo anterior, la jurisprudencia 2a./J. 199/2008
de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, consultable a foja seiscientos noventa y
siete, Tomo XXIX, enero de dos mil nueve, de la
Novena Época del Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, que dice:

“SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE.


OPERA A FAVOR DE LOS BENEFICIARIOS DEL
TRABAJADOR FALLECIDO INDEPENDIENTEMENTE
DE SU EDAD Y DE QUIENES FIGUREN COMO
DEMANDADOS. Si se tiene en cuenta, por un lado, que
la institución de la suplencia de la queja deficiente ha
tenido una evolución tanto legal como jurisprudencial
para ampliar su ámbito de aplicación y, por otro, que en
materia laboral actualmente se aplica de manera total y
aun en suplencia de conceptos de violación o agravios
a favor de la clase trabajadora, es indudable que
la suplencia de la queja deficiente prevista en el
artículo 76 Bis, fracción IV, de la Ley de Amparo, debe
comprender a los beneficiarios de los trabajadores,
independientemente de su edad, cuando acudan al
juicio de garantías o a los recursos que derivan del
ordenamiento citado en defensa de los derechos que
les corresponden como beneficiarios de
un trabajador fallecido, sin importar quienes figuren
como demandados, esto es, si la reclamación se
entabló contra el patrón, una institución de seguridad
social o cualquier otro obligado, pues en este caso su
situación debe asimilarse a la del trabajador, ya que de
14
no considerarse así se estaría desconociendo, a priori,
que los reclamantes son beneficiarios directos de éste,
sin permitir al juzgador, a través del ejercicio de esa
facultad, descubrir la verdad legal en torno a su calidad
de derechohabientes del trabajador fallecido y sobre los
derechos controvertidos.

Ahora, la quejosa argumenta que en caso de que


el trabajador asegurado sí tenga derecho a recibir una
pensión conforme al régimen de la Ley del Seguro
Social vigente, los recursos existentes en la subcuenta
de vivienda que no hayan sido utilizados para el pago
de un crédito de vivienda serán trasferidos a la
administradora de fondos para el retiro que se haya
elegido, pues su propósito es la contratación de la renta
vitalicia con la institución de seguro, ello en términos del
artículo 40 de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de
la Vivienda para los Trabajadores que señala que estos
recursos serán utilizados para el pago de la pensión
correspondiente, debe decirse que no controvierten las
consideraciones del laudo reclamado, pues en
apariencia las apoya.

Es así, toda vez que en el laudo que se reclama se


estimó improcedente la acción intentada por la ahora
quejosa, pues de conformidad con los artículos 127 y
159 de la Ley del Seguro Social, y 40 de la Ley del
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores, la disposición de los recursos sólo se
otorga a los beneficiarios en la forma y términos que
15
disponen dicha ley la Ley de los Sistema de Ahorro
para el Retiro, de ahí que para disponer de ellos,
cuando se cumplan los supuestos en que nazca el
derecho de obtener una pensión, se puede solicitar su
entrega para contratar un seguro de renta vitalicia (lo
que aconteció en la especie); asimismo, en cuanto al
rubro de vivienda, en caso de existir fondos que no
hayan sido aplicados para el pago de un crédito de
vivienda, de igual forma –para quien tenga derecho a
una pensión- los mismos serán trasferidos a la
Administradora de Fondos para el Retiro, pues su
propósito es la contratación de una renta vitalicia.

De lo anterior resulta claro que la quejosa no


controvierte las razones que dio la junta responsable,
consideraciones que, dicho sea de paso, este tribunal
estima correctas por en tanto que la pensión otorgada a
la quejosa y a sus hijas (viudez y orfandad) es de
conformidad con la Ley del Seguro Social vigente a
partir de mil novecientos noventa y siete (régimen 97)
en la modalidad de renta vitalicia, razón por la cual es
improcedente la devolución de los fondos relativos a
retiro y vivienda acumulados en la afore.

Es así, ya que a partir del primero de julio de mil


novecientos noventa y siete, el legislador aprobó la Ley
del Seguro Social, en la que contempló un profundo y
radical cambio en los sistemas pensionarios.

En este sistema, las pensiones se financian con


16
los recursos que los trabajadores acumularon durante
su vida laboral en su cuenta individual, por lo que éstos
se encuentran a cargo de los propios asegurados,
quienes deberán contratar una renta vitalicia o efectuar
retiros programados del saldo de su cuenta individual,
cuyo pago corre a cargo de la aseguradora o de la
Administradora de Fondos para el Retiro que contrate el
mismo asegurado o su beneficiario.
Éstas atenderán exclusivamente a las cantidades
acumuladas en la cuenta individual y será el trabajador
quien decida su monto, siempre y cuando la pensión
que se le calcule en el sistema de renta vitalicia sea
superior en más del treinta por ciento de la pensión
garantizada, por lo que una vez cubierta la prima del
seguro de sobrevivencia para sus beneficiarios, es
posible recibir el excedente en una sola exhibición.

En ese sentido, el mecanismo actuarial previsto en


las Leyes del Seguro Social y de los Sistemas de
Ahorro para el Retiro para determinar la suma
asegurada necesaria para la contratación de las
pensiones en su modalidad de renta vitalicia, con las
instituciones de seguros, en todo momento consideran
el saldo acumulado en la cuenta individual de los
asegurados sin distinguir los recursos de la subcuenta
de vivienda.

Esto es así, porque el Instituto Mexicano del


Seguro Social incluye los recursos de vivienda habidos
en la cuenta individual para calcular la suma
17
asegurada, que se entregará a la institución de seguros
elegida por el trabajador o sus beneficiarios, a partir de
la cual se fijará el monto de la renta vitalicia; lo que da
como resultado que el cálculo de la cantidad en dinero
que conformará la renta vitalicia está constituido con los
fondos de la subcuenta de vivienda.
De ahí que los fondos de vivienda que no hayan
sido utilizados para el pago de un crédito de vivienda,
únicamente podrán ser entregados a los trabajadores o
sus beneficiarios cuando no hayan contratado con la
aseguradora una renta vitalicia; lo que sólo puede
acontecer en dos casos, a saber, porque han obtenido
una pensión otorgada por su patrón o derivada de
contratación colectiva, o porque ya no tengan derecho a
recibir alguna pensión en el seguro de invalidez y vida
(de lo que no es el caso abundar al no tratarse del caso
en particular).

Tales consideraciones se encuentran plasmadas


en las ejecutorias emitidas por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación que dieron
origen a la jurisprudencia 2a./J. 114/2012 (10a.), visible
a foja mil cuatrocientos diecisiete, Libro XIII, octubre de
dos mil doce, Tomo 3, de la Décima Época del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, así
como a la diversa jurisprudencia 2a./J. 55/2017 (10a.),
ubicada en la página novecientos noventa y ocho, Libro
43, junio de dos mil diecisiete, Tomo II, de la Décima
Época, en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, y que, respectivamente, son del tenor:
18
“SEGURO SOCIAL. RÉGIMEN TRANSITORIO
DEL SISTEMA DE PENSIONES ENTRE LAS LEYES
DEL SEGURO SOCIAL DEROGADA Y VIGENTE. SUS
DIFERENCIAS. El 21 de diciembre de 1995 se publicó
en el Diario Oficial de la Federación la actual Ley del
Seguro Social, que derogó a la anterior publicada en el
indicado medio de difusión oficial el 12 de marzo de
1973. La nueva ley estableció un sistema transitorio
destinado a las personas afiliadas al Instituto Mexicano
del Seguro Social para proporcionarles básicamente
dos modalidades de pensión: una bajo el amparo de la
ley derogada y otra conforme a las normas vigentes al
momento en que deba pensionárseles, alternativas a
elección del asegurado. Ahora bien, este régimen está
regulado en los artículos tercero, cuarto, quinto,
undécimo, duodécimo y décimo tercero transitorios de
la Ley del Seguro Social vigente, a partir de lo cual
debe considerarse que aun cuando la ley anterior fue
derogada, no deja de tener efectos jurídicos para los
asegurados que al pensionarse elijan el régimen de
aquélla, pues esas pensiones habrán de otorgarse bajo
los parámetros de la ley de 1973, al igual que para los
asegurados que se encuentren en periodo de
conservación de derechos, y serán cubiertas por el
Gobierno Federal. Por lo anterior, el régimen
pensionario derivado de la Ley del Seguro Social
derogada, no debe confundirse ni mezclarse con el de
la ley vigente, por las siguientes razones: 1) Su
financiamiento es distinto: la ley anterior previó un
19
sistema de reparto en el que las pensiones se cubren
con las reservas acumuladas por las aportaciones que
los trabajadores afiliados al Instituto hicieron al seguro
de invalidez, vejez, cesantía en edad avanzada y
muerte, y corren a cargo del Gobierno Federal en
términos del indicado artículo duodécimo transitorio;
mientras las pensiones del nuevo régimen se financian
con los recursos que los trabajadores acumularon
durante su vida laboral en su cuenta individual y, por
tanto, se encuentran a cargo de los propios
asegurados, quienes deberán contratar una renta
vitalicia o efectuar retiros programados del saldo de su
cuenta individual; 2) Las pensiones del régimen anterior
se cuantifican a partir del salario base de cotización en
su promedio de las últimas 250 semanas en relación
con la antigüedad del trabajador, es decir, atendiendo al
número de semanas cotizadas, conforme a los
artículos 167 y 171 de la ley derogada; mientras que las
nuevas pensiones atenderán exclusivamente a las
cantidades acumuladas en la cuenta individual y será el
trabajador quien decida su monto, siempre y cuando la
pensión que se le calcule en el sistema de renta vitalicia
sea superior en más del 30% de la pensión
garantizada, una vez cubierta la prima del seguro de
sobrevivencia para sus beneficiarios, pudiendo recibir el
excedente en una sola exhibición, conforme a los
artículos 157 y 164 de la Ley del Seguro Social vigente;
3) La ley derogada exige requisitos de edad para la
pensión de cesantía; la nueva permite al asegurado
pensionarse antes de cumplir las edades establecidas,
20
siempre y cuando la pensión que se le calcule en el
sistema de renta vitalicia sea superior en más del 30%
de la pensión garantizada, una vez cubierta la prima del
seguro de sobrevivencia para sus beneficiarios; y 4) La
pensión que el Instituto otorgue al trabajador conforme
al régimen de la ley de 1973 será pagada por el
Gobierno Federal, en cambio, la otorgada acorde con la
ley vigente correrá a cargo de una aseguradora o de la
Administradora de Fondos para el Retiro, con los
fondos de la cuenta individual del trabajador.”

“FONDOS ACUMULADOS EN LA SUBCUENTA


DE VIVIENDA. LOS ASEGURADOS Y SUS
BENEFICIARIOS SUJETOS AL SISTEMA
PENSIONARIO DE LA LEY DEL SEGURO SOCIAL,
VIGENTE A PARTIR DEL 1 DE JULIO DE 1997,
DEBEN SOLICITAR LA TRANSFERENCIA DE LOS
QUE NO HUBIESEN SIDO APLICADOS COMO PAGO
DE UN CRÉDITO, A LAS ADMINISTRADORAS DE
FONDOS PARA EL RETIRO, A FIN DE QUE SE
DESTINEN A LA CONTRATACIÓN DE LAS
PRESTACIONES DE SEGURIDAD SOCIAL
CORRESPONDIENTES O SU ENTREGA. En
aplicación del artículo 40 de la Ley del Instituto del
Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores,
los asegurados y sus beneficiarios que estén sujetos al
régimen de la Ley del Seguro Social vigente a partir del
1 de julio de 1997, deben solicitar al instituto la
transferencia a las administradoras de fondos para el
retiro de los fondos acumulados en la subcuenta de
21
vivienda que no hayan sido aplicados para un crédito
de vivienda, con la finalidad de que sean destinados
para la contratación de las prestaciones de seguridad
social correspondientes o su entrega, en los supuestos
y bajo las condiciones que establecen las Leyes del
Seguro Social y de los Sistemas de Ahorro para el
Retiro. Mandato que es acorde al artículo 123, apartado
A, fracciones XII y XXIX, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, pues la disposición
legal aludida regula la modalidad en la que los recursos
que no cumplieron su cometido en el goce de un crédito
de vivienda, se canalizarán para beneficio de los
asegurados y sus beneficiarios, como lo es la
contratación de una renta vitalicia; lo que representa
para el trabajador una medida de protección y previsión
en aras de garantizarle una mejor pensión, ocupando
los recursos de vivienda que no cumplieron su finalidad
constitucional.”

Ahora, de las constancias que obran en autos se


desprende que el finado trabajador se encontraba
cotizando bajo el “Regimen 97”, pues así se desprende
de la documental ofrecida por el Instituto del Fondo de
la Vivienda para los Trabajadores, consistente en una
impresión de las pantallas del sistema integral de
aportaciones de dicha institución, misma que obra a foja
sesenta y siete del juicio de origen.

Asimismo, se advierte que a la quejosa se le


otorgó una pensión en la modalidad de renta vitalicia,
22
donde se señaló como monto constitutivo la cantidad de
un millón veintitrés mil doscientos doce pesos con
setenta y siete centavos, pues así consta en la
resolución de pensión que obra a foja sesenta del
expediente natural; asimismo, del estado de cuenta que
presentó como prueba, el cual obra foja sesenta y uno
del sumario de origen, se advierte que el saldo obtenido
tanto del rubro de ahorro para el retiro como del de
ahorro para la vivienda, es de un total de treinta y un mil
seiscientos treinta y dos pesos con setenta y nueve
centavos.

En tales condiciones, si de los autos del juicio


natural se desprende que el finado trabajador cotizaba
bajo el régimen de la ley de mil novecientos noventa y
siete y, en los términos de dicha legislación la ahora
quejosa optó por la contratación de una renta vitalicia,
no tiene derecho a la devolución de los recursos
acumulados en las subcuentas de retiro y vivienda,
habida cuenta que la modalidad por la cual decidió el
pago de ese beneficio, implica por disposición legal, la
transferencia de los recursos acumulados en éstas para
financiarla, sin que el monto ahorrado por el extinto
obrero rebase el monto constitutivo de la pensión, pues
sólo en este caso se estaría en el supuesto de la
devolución de algún recurso.

Es así, ya que, como se desprende del estado de


cuenta de la afore, se tenía un saldo acumulado de
treinta y un mil seiscientos treinta y dos pesos con
23
setenta y nueve centavos, y el Instituto Mexicano del
Seguro Social al momento de realizar el cálculo para la
concesión de la pensión en modalidad de renta vitalicia,
estimó como monto constitutivo para asegurar el pago
de la pensión la cantidad de un millón veintitrés mil
doscientos doce pesos con setenta y siete centavos,
por lo que es evidente que los recursos de las
subcuentas del trabajador fallecido fueron insuficientes,
ya que el instituto aludido tuvo que aportar fondos para
que la quejosa y sus hijas tuvieran acceso a una
pensión mínima.

De ahí que lo decidido por la junta responsable, en


el sentido de declarar improcedente la devolución de
los fondos de las subcuentas de retiro y vivienda mil
novecientos noventa y siete que reclamó, no es
violatorio de derechos.

Ahora, en cuanto al argumento relativo a que la


responsable no tomó en cuenta las documentales que
ofreció en el juicio como pruebas, no le asiste razón a la
quejosa, por lo siguiente:

De autos se desprende que la actora (aquí


quejosa) ofreció como pruebas de su intención las
siguientes:

1. La documental consistente en la
resolución de pensión de viudez, emitida por
el Instituto Mexicano del Seguro Social, a
24
través de la Dirección de Prestaciones
Económicas y Sociales, Coordinación de
Prestaciones Económicas de fecha veinte de
noviembre de dos mil doce.

2. La documental consistente en el
estado de cuenta emitido por la demandada
Afore Coppel, S.A. de C.V., correspondiente a
la cuenta del Sistema de Ahorro para el Retiro
del finado Luis Raúl Carrera Casas, con saldo
en las cuentas correspondientes a las
aportaciones de ahorro para el retiro y
vivienda, relativas al periodo del uno de mayo
al treinta y uno de agosto de dos mil doce.

3. Las documentales consistentes en


el acta de defunción del finado Luis Raúl
Carrera Casas, así como el acta de
matrimonio celebrada entre la actora y el
finado, así como las correspondientes actas
de nacimientos de los hijos habidos dentro
del matrimonio.

4. La presuncional legal y humana.


5. La Instrumental de actuaciones.

Dichas probanzas fueron admitidas y se tuvieron


por desahogadas en la audiencia respectiva.

Por su parte, la junta responsable al dictar el laudo


25
correspondiente, en lo que interesa, señaló lo siguiente:

“La actora acompañó un estado de cuenta de


Afore Coppel del periodo 01-05-2012 al 31-08-2012,
que reflejan las cantidades que exige sean devueltas. A
foja 60 se encuentra la resolución 12/305725, en la cual
se le otorga a la actora y a sus dos menores hijas una
pensión de viudez y orfandad con efectos a partir del
día 20 de septiembre de 2012, indica además que el
pago de pensión es de un monto constitutivo de renta
vitalicia de conformidad con los artículos 127-I, II, 128,
130, 131, 133 a 136, 141, 142, 144 y 145 de la Ley del
Seguro Social […] los beneficiarios sólo podrán
disponer de ellos cuando se cumplan los supuestos
para que nazca el derecho de obtener una pensión y
podrán solicitar la entrega de los recursos de su
propiedad para contratar un seguro de renta vitalicia, lo
que aconteció en la especie […] Toda vez que las
instrumentales y presunciones no arrojan una opinión
grave que desvirtúe las conclusiones a que ha
llegado…”

De lo anterior se advierte que, contrario a lo


aducido por la impetrante del amparo, la responsable sí
hizo mención y valoró las pruebas que aportó a juicio,
tan es así que la improcedencia de la devolución de las
cantidades que demandó la fundó en que su pensión se
contrató en la modalidad de renta vitalicia, pues
destacó que en la documental que aportó, consistente
en la resolución de pensión de viudez, emitida por el
26
Instituto Mexicano del Seguro Social, a través de la
Dirección de Prestaciones Económicas y Sociales,
Coordinación de Prestaciones Económicas de fecha
veinte de noviembre de dos mil doce, con número de
resolución 12/305725, se determinó “que el pago de la
pensión es de un monto constitutivo de renta vitalicia”,

No es obstáculo a lo anterior que la responsable


no mencionara si quiera las actas de defunción,
matrimonio y nacimiento, presentadas por la actora,
toda vez que, de su valoración de manera alguna se
desprendería la procedencia de su acción, de ahí que
no le causa perjuicio alguno la falta de pronunciamiento
al respecto.

En mérito de todo lo expuesto, ante lo infundado e


inoperante de los conceptos de violación formulados
por la impetrante del amparo, lo procedente es negar el
amparo y protección de la Justicia de la Unión
solicitados.

Por lo expuesto y fundado, además en los artículos


73, 74, 75, 184, 185 y 186 de la Ley de Amparo, se
resuelve:

ÚNICO. La Justicia de la Unión no ampara ni


protege a Hilda Payan Díaz, en contra del laudo de
veintiocho de noviembre de dos mil diecisiete, dictado
por la Junta Especial Número Veintisiete de la Federal

27
de Conciliación y Arbitraje del Estado de Durango, en el
juicio laboral 65/2013.

Engrósese la presente ejecutoria a los autos;

remítanse éstos por conducto de la Oficina de

Correspondencia Común del Centro Auxiliar de la

Décima Región, con sede en esta ciudad, al Primer

Tribunal Colegiado del Vigésimo Quinto Circuito, con

sede en la Ciudad de Victoria de Durango, Durango;

póngase a disposición del Tribunal Auxiliado el archivo

correspondiente mediante la carpeta compartida de

archivos que se ubica en el recurso informático

compartido de la red institucional del Consejo de la

Judicatura Federal, con atributos de sólo lectura

únicamente para el equipo asignado al licenciado José

Torres Pérez, Secretario de Tribunal adscrito a dicho

órgano colegiado; hágase la anotación en el libro

electrónico de registro correspondiente; y, en su

oportunidad, agréguese copia certificada al cuaderno

auxiliar formado por este Tribunal Auxiliar y archívese

como asunto concluido.

Así, por unanimidad de votos, lo resolvieron los


magistrados que integran el Primer Tribunal Colegiado
de Circuito del Centro Auxiliar de la Décima Región,

28
Carlos Miguel García Treviño (presidente), Gloria
Avecia Solano y Víctor Antonio Pescador Cano, bajo la
ponencia del último de los nombrados.

Firman los magistrados con la secretaria del

tribunal Ana Isabel Solís Aguirre que autoriza y da fe.

MAGISTRADO PRESIDENTE

CARLOS MIGUEL GARCÍA TREVIÑO

MAGISTRADA

GLORIA AVECIA SOLANO

MAGISTRADO PONENTE

VÍCTOR ANTONIO PESCADOR CANO

SECRETARIA DEL TRIBUNAL

29
ANA ISABEL SOLÍS AGUIRRE

30

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