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Autor:
Enrique Molina.
Introducción
Según la norma ISO 31000, el riesgo es: “el efecto de la incertidumbre sobre los
objetivos”. En el campo empresarial, el riesgo se asocia con la incertidumbre de
un resultado, el cual puede ser negativo, al ocasionar pérdidas materiales o
inmateriales, o positivo, si se convierte en oportunidad de obtener ganancias.
Por tanto, identificar los riesgos que el entorno genera a las organizaciones y los
que provienen de sus propios procesos, constituye una fuente de información de
vital importancia para la gestión y competitividad empresarial, y eso requiere de
herramientas que complementen la observación, la experiencia y la intuición.
Contenido
Para ello deben estar capacitados en la identificación, de acuerdo con las técnicas
o metodologías seleccionadas. También deben disponer de imaginación,
apertura a nuevas ideas o posibilidades, capacidad de proyectar la influencia de
eventos negativos sobre procesos y recursos, además de ser personas objetivas
en sus apreciaciones.
El esquema contempla los riesgos más comunes; sin embargo, cada empresa, de
acuerdo con sus condiciones, se puede enfrentar a riesgos singulares.
+34 691 225 633
Rev. Febrero 2021
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Rev. Febrero 2021
Según la norma ISO 31000, las acciones para la identificación de riesgos son:
“identificar las fuentes de riesgo, las áreas de impacto, los eventos (incluyendo
los cambios en las circunstancias) y sus causas y consecuencias potenciales”. El
objeto de esta fase es generar una lista exhaustiva de riesgos con base en aquellos
eventos que podrían crear, aumentar, prevenir, degradar, acelerar o retrasar el
logro de los objetivos.
Conclusiones
Se hace patente que en la realidad actual, para llevar a cabo una correcta
identificación de los riesgos, no es necesario desarrollar técnicas sofisticadas,
simplemente, estando alerta y observando, podemos conseguir llegar a un grado
de seguridad que nos permita seguir afrontando nuestro futuro profesional,
empresarial o incluso personal. Las señales que evidencian los peligros y por
tanto los posibles riesgos, son visibles y nos van a permitir evitarlos y/o
controlarlos. El propio instinto de supervivencia nos permite estar en continuo
estado de alerta ante situaciones anómalas que lo puedan poner en peligro.
Situaciones, que con el paso del tiempo han ido evolucionando y adquiriendo
mayor relevancia en el ámbito empresarial y han provocado la necesidad de
controlar las distintas amenazas que puedan causar un efecto adverso en las
mismas, pudiendo generar grandes pérdidas, pudiendo afectar a los recursos
humanos, a la imagen corporativa, etc., o en su caso, una oportunidad de negocio
aportando ciertos beneficios. Las Organizaciones por tanto, pueden encontrarse
con riesgos que provengan de sus ámbitos de actuación, como también de la toma
de decisiones, siendo la esencia de cualquier negocio el correr riesgos, o dicho de
otra manera, el riesgo es una elección propia más que un obstáculo no querido o
una imposición.
Por tanto, identificar los riesgos que el entorno genera a las organizaciones, y los
que provienen de sus propios procesos, constituye, una fuente de información de
vital importancia para la gestión y competitividad empresarial, y eso requiere de
herramientas que complementen la observación, la experiencia y la intuición.