Está en la página 1de 20

1

REVISIÓN DE TEMA
USO DE PROTECTORES SOLARES EN LA PRÁCTICA CLÍNICA DIARIA:
CONCEPTOS CLAVE

DAYANA IVONNE ARENAS AYA


RESIDENTE DERMATOLOGÍA SEGUNDO AÑO
FUNDACIÓN UNIVERSITARIA SANITAS

DOCENTE
MARTHA CECILIA VALBUENA.
DERMATÓLOGA.
CENTRO DERMATOLÓGICO FEDERICO LLERAS ACOSTA E.S.E

JUNIO, 2017
2

Introducción
La fotoprotección puede concebirse como un grupo de medidas dirigidas a la
disminución de la exposición solar, con la consecuente prevención del desarrollo de
daño actínico agudo y crónico sobre la piel. La fotoprotección incluye la aplicación
de varias medidas dentro de las que se encuentran: el uso adecuado de protectores
solares tópicos, la protección física con elementos como ropa, sombrillas,
sombreros; el uso de protectores sistémicos por vía oral, así como las medidas de
cuidado del medio ambiente que estén orientadas al control de la radiación
ultravioleta.
La formulación de protectores solares (PS) así como la orientación al paciente sobre
todas las medidas de fotoprotección, hacen parte de la práctica diaria del
dermatólogo. Dicha orientación debe basarse en el conocimiento científico de la
naturaleza de la radiación ultravioleta, sus mecanismos fisiológicos y patológicos
sobre la piel, y el conocimiento riguroso de las características químicas, el
mecanismo de acción, la posología y la forma farmacéutica de los protectores
solares que se ofrecen en el mercado.
La formulación de los PS debe ser individualizada. La adherencia en su uso
dependerá en gran parte de una comunicación asertiva con cada paciente, donde
se aclaren dudas, se explique por qué está indicado su uso y se haga hincapié en
su correcta aplicación.
Esta revisión de tema tiene el objetivo de acercar al dermatólogo a las
características principales de los protectores solares tópicos, para brindarle
herramientas a la hora de la formulación de estos productos.

Espectro electromagnético de la radiación ultravioleta


La radiación ultravioleta (RUV) comprende longitudes de onda entre los 200 nm y
los 400 nm; y se dividen en tres espectros: radiación ultravioleta C (UVC) que va
desde los 100 nm hasta 290 nm, radiación ultravioleta B (UVB) que va desde los
290 nm hasta 320 nm y radiación ultravioleta A (UVA) desde 320 nm a 400 nm.
Debe recordarse que la UVA se subdivide en UVAI (320-340 nm) y UVAII (340-400
nm) (1,2,3).
La radiación UVC es absorbida por la capa de ozono y el oxígeno de la estratosfera.
En cuanto a la UVB, sólo el 5% de la UVB alcanza la Tierra y más del 95% de la
RUV que alcanza la superficie terrestre es UVA. Sin embargo, con el daño sufrido
por la capa de ozono, se ha presentado mayor transmisión de la radiación UV (1,3).
La cantidad de RUV presenta variaciones según la hora del día, la estación del año,
la presencia de nubes, la contaminación atmosférica, la altitud y la latitud (4). La
3

mayor cantidad de RUV durante el día se detecta entre las 10 de la mañana y las 4
de la tarde. También es importante recordar que superficies como la nieve, el hielo,
la playa, el asfalto y el vidrio, pueden reflejar hasta 90% de la RUV. Además, la
radiación UVA pasa a través del vidrio y de las nubes (3), por lo que el uso de PS
debe recomendarse aún en días nublados y al estar dentro de espacios cerrados.
Según la longitud de onda, la profundidad de penetración en la piel es diferente. Los
rayos UVA penetran profundamente; estos se relacionan con supresión del sistema
inmune y cambios de envejecimiento. En cambio, los rayos UVB penetran más
superficialmente la piel, por lo que se relacionan con enrojecimiento y quemaduras.
Ambos tipos de radiación, se asocian con fotocarcinogénesis (3,5).
Definición
Conceptualmente, los protectores solares son productos para aplicación tópica en
la piel, compuestos de sustancias que interfieren con la radiación solar reduciendo
sus efectos biológicos en los tejidos (5). Un protector solar ideal debe tener filtros
altamente eficientes contra radiación UVA y UVB, debe ser fotoestable y
cosméticamente aceptable. Además, no deberían generar ningún efecto adverso en
los humanos ni en el medio ambiente (6).
¿Cuáles son los usos e indicaciones de los protectores solares?
Los efectos deletéreos de la RUV sobre la piel son bien conocidos. Los efectos
agudos incluyen eritema, hiperpigmentación, inmunosupresión y síntesis de
vitamina D (4). Los efectos crónicos incluyen fotoenvejecimiento y carcinogénesis.
Los PS están orientados a la prevención de los efectos dañinos de la radiación solar
(6).
Aunque en términos generales, todos los seres humanos requieren el uso de
protectores solares para evitar el daño por radiación solar en la piel, hay ciertas
condiciones en las que su uso cobra mayor importancia (5,6,7):
- Como parte de la prevención y/o tratamiento de neoplasias cutáneas.
- Como parte de la prevención y/o tratamiento del fotoenvejecimiento.
- Como parte del tratamiento y/o prevención de las fotodermatosis o
dermatosis foto inducidas
- Para la prevención del desarrollo de irritación o fotosensibilización
durante el uso de otros productos dermatológicos como los retinoides
tópicos, los psoralenos o la terapia fotodinámica.
- Para la prevención de la hiperpigmentación postinflamatoria durante la
realización de tratamientos cosméticos ablativos y no ablativos.
- Para toda la población, durante la realización de actividades laborales o
lúdicas al aire libre.
4

¿Cuál es la fórmula farmacéutica de un protector solar?


Los protectores solares se componen de: Ingrediente activo + vehículo + excipientes
(emolientes/solventes, emulsificantes, hidratantes, preservativos, fragancias,
estabilizadores, suplementos terapéuticos) (5). A continuación, se realiza una
revisión de cada uno de estos componentes.
1. Ingredientes activos
Son sustancias que desarrollarán la actividad deseada, en este caso hace
referencia a los filtros ultravioleta, que interfieren directamente con la radiación solar
incidente a través de la absorción, reflexión o dispersión de la energía (5). Los
protectores solares que formulamos ofrecen una combinación de filtros químicos y
físicos que buscan incrementar el espectro de protección (UVA-UVB), explorar las
características sinérgicas de los filtros, y minimizar los efectos secundarios de
activos específicos (5,6,8). Los fabricantes de PS tienen cuatro requisitos básicos
con respecto al uso de PS activos: a. eficacia, b. seguridad, c. registro y d. libertad
de patentes (6,8); dichos requisitos restringen el uso de ciertos filtros o de
combinaciones de filtros.
Desde el punto de vista estructural, los filtros UV pueden ser compuestos orgánicos
e inorgánicos:
Los compuestos orgánicos (filtros químicos), son sustancias compuestas por anillos
aromáticos conjugados que funcionan a través de la absorción de fotones de RUV.
La energía absorbida promueve una alteración en su estructura, haciendo que
pasen de un estado basal, a uno excitado. Al volver a su condición estable, liberan
energía al ambiente en forma de calor (radiación infrarroja) o como luz visible (es
decir, ondas más amplias y de menor energía) (6,7). Tienen mayor potencial de
sensibilización, mayor riesgo de absorción percutánea, menor fotoestabilidad, y son
fuertemente dependientes de su estructura química y de la combinación con otros
ingredientes activos (5). La sustitución de anillos aromáticos mejora las propiedades
de absorción, amplía el espectro de absorción y puede mejorar la fotoestabilidad del
filtro (9). Algunos filtros orgánicos absorben de forma exclusiva radiaciones UVB o
UVA, pero recientemente, se han desarrollado moléculas capaces de producir picos
de absorción de UVA y UVB, por lo que se les denomina filtros de amplio espectro
(5). Para que un PS sea considerado de amplio espectro, la protección UVA debe
corresponder como mínimo a un tercio (1/3) de la protección UVB, y la longitud de
onda crítica debe ser al menos de 370nm (este concepto se amplía más adelante)
(6).
Recientemente se ha presentado una nueva generación de filtros orgánicos con
mayor fotoestabilidad, y menor potencial de penetración dérmica, lo que reduce
5

sustancialmente el riesgo de sensibilización. Según la estructura molecular, los


filtros orgánicos pueden absorber mejor la radiación UVA o UVB.
Existen cinco tipos de filtros orgánicos que se resumen en la tabla 1 (10).
- Derivados del ácido paraminobenzoico (PABA)
Son filtros altamente efectivos para la absorción de UVB (290-320 nm). El ácido
para-aminobenzoico (conocido como PABA), fue uno de los primeros filtros UV
usados, sin embargo se sabe que las soluciones irradiadas sufren fotodegradación
rápidamente (11) y que puede inducir reacciones alérgicas in vivo (12). Actualmente,
el PABA se utiliza sólo para estudiar la fotoestabilidad de los filtros.
El Padimato O, es un éster derivado de PABA que tiene alta eficacia para UVB, pero
no puede mezclarse con oxibenzona pues se genera una fotodegradación severa;
además es un alérgeno de contacto frecuente, lo que limita su uso (6).
Una molécula más reciente, la etilhexil triazona, tiene un peso molecular de 823
Daltons, que al ser de mayor tamaño (> 500 Daltons), disminuye el potencial de
penetración en la piel. Además, cuenta con triple cromóforo lo que aumenta su
eficacia por la mayor capacidad de absorción de la radiación (8).
- Cinamatos
El octil-metoxicinamato, es el ingrediente activo más común en los PS en el mundo,
es efectivo para la UVB, pero no tan potente como el PABA y sus ésteres (8,2).
- Salicilatos
Absorben UVB de forma relativamente débil, pero tienen la capacidad de estabilizar
otros agentes, evitando su fotodegradación (6,2). Los dos salicilatos más
comúnmente utilizados son el homosalato y el octilsalicilato, que ofrecen una
protección UVB amplia, son fotoquímicamente estables, insolubles en agua, y se
consideran seguros al contacto con la piel, además que su capacidad de
penetración es mínima (12).
- Benzofenonas
Tienen buena absorción para UVAII (320–340 nm). La oxibenzona (benzofenona-3)
es la más utilizada (absorbe UVA y UVB), pero es la mayor responsable de
reacciones fotoalérgicas (6). Por lo tanto, en algunos países de la Unión Europea,
se declara en la etiqueta (“contiene oxibenzona”) cuando se presenta en una
concentración mayor al 0.5% (13).
- Otros
El iscotrizinol (Dietilhexil butamido triazona) es un filtro UVB, con un peso molecular
alto (766 Daltons), lo que disminuye su penetración cutánea (9). La polisilicona 15,
fue diseñada con un esqueleto central de polímeros rodeada por los cromóforos
6

absorbentes del filtro, dando como resultado moléculas más grandes y con mayor
capacidad de absorción de fotones (8).
El merodimato (metilantralinato) es un filtro UVA, con un perfil de seguridad
excelente, de bajo potencial alergénico, que no experimenta fotodegradación (12).
La avobenzona (AVO) es el filtro UVA1 más eficiente, pero es fotoinestable y difícil
de solubilizar. Además, no está aprobada su combinación con dióxido de titanio
(TiO2) pues incrementa su fotodegradación (8)(14). La estabilidad fotoquímica de
este filtro se logra cuando se combina con homosalato u octilsalicilato (12).
El mexoryl SX es un derivado del alcanfor que provee protección amplia contra la
radiación UVA. Es fotoquímicamente estable, no es tóxico, no es alergénico y
requiere menos del 0,1% de la dosis aplicada para impregnar la piel (12).
Los filtros de amplio espectro tienen picos de absorción para UVA y UVB (5). El
mexoryl XL, tinosorb M y tinosorb S proveen protección extendida contra la RUV, y
comparten las características químicas de seguridad con el mexoryl SX (12).

Tabla 1. Características de los principales Filtros Orgánicos


Nombre Sinónimos Concentraciones Cubrimiento Pico de Otras
utilizadas Absorción Características

Derivados del ácido paraminobenzoico (PABA)


PABA -Ácido 4- 5% UVB 283-289 Aumenta los
aminobenzoico nm defectos del
ADN.
Mancha la ropa
(2).

Padimato O -Octil-dimetil PABA 1, 4–8% UVB 290- Fotoinestable.


-Ethilhexil- 310nm No debe
Dimetil PABA mezclarse con
(ED-PABA) oxibenzona (6).
Genera alergia
de contacto.

PEG-PABA -Etil-4-aminobenzoato 5% UVB 305 nm


-Etoxilado
-Univul P25

EtilHexil Triazona -Univul T150 5% UVB 314 nm Tiene triple


cromóforo (8,
14)
Cinamatos
7

Octilmetoxi- -2 Etil hexil p- 7,5–10% UVB 311 nm Fotoinestable


cinamato metoxicinamato (8,14)
-Parsol. Desestabiliza a
-MCX. la Avobenzona
-Octinoxato. (6).

Cinoxato -2 Etoxietil p- 1-3% UVB 310 nm


metoxicinamato
Isopentil-4- -Neo Heliopan E1000 10% UVB 310 nm
Metoxicinamato
Salicilatos
Homosalato -Salicilato de 3,3,5 4-10% UVB 306 nm
trimetilciclohexilo

Octil salicilato -2 Etil hexil salicilato, 3-5% UVB 305 nm


octisalato

Salicilato de -Salicilato de 5–12% UVB 298 nm


trolamina trietanolamina
Benzofenonas
Dioxibenzona -Benzofenona-8 3% UVB 288 nm
UVA 352 nm

Oxibenzona -Benzofenona-3. 6% UVB 288nm Frecuentemente


-2 Hidroxi-4-metoxi- 10% UVA 325 nm relacionado con
benzofenona. dermatitis
-Euxolex 4360 fotoalérgica por
filtros (10)

Sulisobenzona -Benzofenona-4 5% UVB 288,


10% UVA 366nm
5. Otros
Octocrileno -2 Etilhexil-2-ciano-3,3 7–10% UVB 303nm Aumento las
difenilacrilato especies
reactivas de
Oxígeno (ERO).
Mejora la
fotoestabilidad
de otros filtros
(6,14)

Ensulizol -Ácido 2-fenil-5- 4% UVB 310 nm Genotóxico en


Bencimidazol. 8% bacterias.
-5 sulfónico Hidrosoluble.
-Eusolex Fotoestable.
8

Aumenta el FPS
del producto
final (6,14)

Iscotrizinol -Dietilhexil butamido 10% UVB 312 nm Peso molecular


triazona. alto (766
-Uvasorb HEB Dalton). Buena
solubilidad en
emolientes
cosméticos (8)

Polisilicona 15 -Parsol SLX 10% UVA - UVB 310– Cromóforos


-Dimeticodietil- 360nm unidos a un
benzalmalonato polímero, lo que
le da un mayor
tamaño y
aumenta la
eficacia (8).

Merodimato -Mentil antralinato 3,5–5% UVA 286 nm Mayor


335nm absorción en
rango UVA2,
eficacia
relativamente
débil (2)

Avobenzona -Butil metoxi- 2-5% UVA 358 nm Fotoinestable


dibenzoilmetano 360 nm (6)
-Parsol 1789 No se debe
mezclar con
dióxido de
Titanio (14)

Aminobenzofenona -Dietilamino 10% UVA 354 nm Tiene un


hidroxibenzoil hexil cromóforo
benzoato (DHHB) extendido (8)

Neo Heliopan AP -Disodium fenil 10% UVA 340 nm Tiene un


debenzimidazol cromóforo
tetrasulfanato extendido. Es
soluble en agua
(8).

Mexoryl SX -Ácido sulfónico de 10% UVA 345 nm Soluble en agua


tereftalideno- (8)
dialcanfor
9

Filtros de Amplio espectro


Mexoryl XL -Drometrizol- 15% UVA 303 nm
trisiloxano UVB 341 nm
-Silatrizol

Tinosorb S -Bis-etilhexiloxifenol 10% UVA 310 nm Con cromóforo


metoxifenil triazina. UVB 343 nm extendido que
-Bemotrizinol le da dos picos
-Anisotriazina de absorción
máxima,
constituyéndolo
como filtro de
amplio espectro
(8)

Tinosorb M -Metilen-bis- 10% UVA 305 nm Doble


benzotriazolil UVB 360 nm cromóforo.
tetrametilbutilfenol Material
-Bisoctrizole particulado
insoluble en
agua y en
cosméticos
oleosos. Se
presenta como
dispersión
acuosa al 50%
(8,14)
Modificada de: Gilaberte Y, González S. Novedades en fotoprotección. Actas Dermosifiliogr.
2010;101:659–72.

Los compuestos inorgánicos (filtros físicos) son de origen mineral, promueven la


reflexión y dispersión de la RUV al formar una película de partículas que actúan
como una barrera en la superficie cutánea. El óxido de zinc (ZnO) y el dióxido de
titanio (TiO2) son filtros inorgánicos aprobados por la FDA (5). Presentan un mínimo
potencial de sensibilización alérgica y una alta fotoestabilidad y en la mayoría de los
casos no reaccionan con los filtros orgánicos (9). Como se mencionó anteriormente,
la combinación de avobenzona y dióxido de titanio es fotoinestable; esto puede
solucionarse cuando esta última se recubre con sílice y dimeticona.
La actividad de los filtros orgánicos depende del tamaño de las moléculas. Las
partículas grandes que se utilizaban en la década de los 70´s, ofrecían buena
protección contra UVAI e incluso luz visible, sin embargo, eran poco aceptadas
cosméticamente por causar un brillo excesivo y un aspecto blanquecino (5,6,2).
Posteriormente se han desarrollado moléculas de menor tamaño (micronizadas),
que tienen una mejor apariencia cosmética, aunque desplazando el espectro de
protección hacia la radiación UVAII y UVB (6,2). Las partículas micronizadas (10-
10

50nm), pueden permanecer en la capa córnea y adicional a la reflexión, actúan por


absorción y dispersión de la RUV. Cuanto menor sea el tamaño de la partícula,
menor será el espectro de absorción. En el caso del óxido de titanio micronizado,
se aumenta la absorbancia del espectro UVB dando como resultado menos
protección en el intervalo UVA y poca o ninguna protección frente a luz visible. El
óxido de zinc micronizado no afecta el espectro de absorción, aunque si disminuye
la protección frente a longitudes de onda visibles (6).
Además, pueden recubrirse con silicona, sílice, óxido de aluminio, ácido esteárico,
aluminio estearato, entre otros, lo que evita la aglomeración de partículas y mejora
la dispersión de la emulsión sobre la superficie cutánea (5).
El óxido de hierro es otro ingrediente activo que se utiliza en algunos PS, como
complemento del ZnO y el TiO2, aumentando su capacidad de fotoprotección,
especialmente frente a la luz visible. Estudios han demostrado su utilidad en el
melasma como complemento de los agentes despigmentantes, comparado con
protectores solares sin el compuesto (15).
2. Vehículo: excipiente que promueve la incorporación de los otros componentes
de la formulación. Aunque no tiene efecto específico, puede interferir en el resultado
de la fórmula. La adición de vehículos a las sustancias activas permite su liberación
controlada a diferentes niveles de la piel. Existen diferentes clases de vehículos
(5,15):
Aceite: formulación monofásica, tiene buena difusión en el tejido, es de fácil
aplicación y muy estable cuando se incorporan activos liposolubles. Deja una
película trasparente fina sobre la piel, lo que reduce el FPS, además el efecto
cosmético es poco aceptable.
Gel: vehículo compuesto por una fase líquida (usualmente agua o alcohol) y otra
sólida representada por agentes gelificantes. Según la cantidad de agentes
gelificantes en la fórmula, se obtendrán diferentes tipos de vehículo: suero (cantidad
mínima de gelificante), fluido, gel o gel de almidón (gran cantidad de gelificante). El
exceso de agente gelificante hace la mezcla de consistencia pegajosa,
cosméticamente poco aceptable. Los PS en gel deben tener un aspecto agradable,
ser de fácil aplicación y remoción, de secado rápido, tener suavidad y elasticidad.
Su principal indicación es para pieles aceitosas o acnéicas.
Emulsión: se componen de una fase aceitosa y una fase acuosa, que forman una
mezcla homogénea por la acción de un agente emulsificante. Es un producto versátil
que permite la incorporación de sustancias lipo e hidrosolubles, además es
cosméticamente agradable. Es uno de los vehículos más prescritos (9).
Se clasifican en emulsiones de aceite en agua (fase continua: agua, fase dispersiva:
aceite) éstas generan un efecto refrescante, se secan rápido, se lavan fácilmente
con agua y emulsiones de agua en aceite (fase continua: aceite, fase dispersiva:
11

agua), éstas dejan la piel más brillante, con algo de sensación grasa, repelen el
agua, ofrecen protección contra el frío y la humedad, son termolábiles.
Gel crema: es la adición de un agente gelificante en una emulsión. Tienen el efecto
sensorial de los geles y la suavidad de las emulsiones, sin sus desventajas
(pegajosidad y sensación grasa).
Mousse: es una emulsión fluida con la incorporación de un propelente. Requiere un
recipiente especial con válvula que libera el producto en forma de espuma. Son
fáciles de esparcir sobre la piel.
Aerosoles: dispersiones coloidales de un líquido en la atmósfera. Generalmente son
aceitosos. Se utilizan para aumentar la capacidad de esparcimiento sobre
superficies cutáneas extensas o cuando se requieren reaplicaciones frecuentes.
Barras (sticks): son de estructura sólida, compuestas por aceites o ceras y filtros
liposolubles y/o inorgánicos. Tienen alta resistencia al agua. Su mayor utilidad es
en forma de barra labial.
Maquillaje: se utilizan filtros inorgánicos para los polvos faciales. Además, se
pueden adicionar filtros orgánicos e inorgánicos a las bases fluidas y polvos
compactos.
3. Los excipientes: sustancias aditivas inertes desde el punto de vista de
fotoprotección. Sin embargo, tienen importantes funciones en cuanto a la
estabilidad, apariencia, seguridad y efecto de la preparación. Para mejorar la
adherencia del uso del PS, se pueden utilizar otras sustancias que brindan otros
beneficios, o mejoran la forma farmacéutica del producto (5). Algunas de estas
sustancias son:
Emulsificante: sustancias utilizadas para mezclar los filtros orgánicos con el
vehículo. Pueden interferir en la curva de absorción de los ingredientes activos (5,9).
Hidratantes: pueden mejorar la función de barrera de la piel, incrementan la cantidad
de agua en la epidermis, dando sensación de suavidad a la piel. Pueden ser
oclusivos, por lo que deben evitarse en piel grasa con tendencia acnéica. Ejemplos:
dimeticona, vaselina, glicerol, propilenglicol.
Antioxidantes: Tienen el potencial de neutralizar especies reactivas de oxígeno
(ERO), generados por la RUV, lo cual podría tener un efecto relativo en el
envejecimiento cutáneo, la inmunosupresión y la carcinogénesis (17). El
antioxidante suele ser inestable, así que en la formulación debe garantizarse su
estabilidad. Deben penetrar la capa córnea, y permanecer en concentraciones
adecuadas en la epidermis y/o la dermis mientras los filtros continúan brindando
protección en la superficie de la piel (5). Se considera un desafío la formulación de
PS con adición de antioxidantes sin que se comprometa la eficacia de ambas
12

sustancias. Ejemplos: vitamina C, vitamina E, selenio, té verde, isoflavonas de soya,


ácido ferúlico y resveratrol (2,5,14).
Se han estudiado otras moléculas con efecto antioxidante como el nitróxido de
piperidina (TEMPOL) que sumado con el filtro UVB 2-Etilhexil 4-metoxicinamato, ha
demostrado su eficacia en prevenir el daño foto-oxidativo al atrapar los radicales
libres y reducir la peroxidación lipídica (18).
Como vemos, la preparación de los PS debe ser exacta. Cambios en el orden, la
velocidad, la técnica, la temperatura de la mezcla de los componentes de la fórmula,
generan productos finales diferentes que pueden interferir en la eficacia del PS (5).
Esto debe alertar a los dermatólogos sobre la fiabilidad de las fórmulas magistrales.

Luz Visible y Radiación Infrarroja


Debido a que estos tipos de radiación, se han relacionado recientemente con la
fisiopatología de varias enfermedades cutáneas, y a que inducen el 50% de los
radicales libres producidos tras la exposición solar (6), los PS también deben ser
capaces de interferir la luz visible (LV) y la radiación infrarroja (RI).
Se sabe que la LV (400-700 nm) induce oscurecimiento del pigmento que puede
durar semanas. Los PS con acción contra luz visible actúan sólo por mecanismo de
reflexión (filtros físicos), produciendo un aspecto blanquecino con baja aceptación
cosmética. Como una alternativa, los formuladores usan diferentes pigmentos que
dan apariencia de maquillaje, lo que puede limitar su uso en algunos individuos,
especialmente en hombres (5,6).
La radiación infrarroja (760 nm – 1mm) constituye más del 50% de la energía solar
que alcanza la piel. Se divide en A, B y C, siendo la RIA la que alcanza mayor
profundidad en la dermis y el tejido celular subcutáneo. La RI induce angiogénesis
inducción de MMP con la consecuente disrupción de la matriz dérmica extracelular
y aumento del infiltrado inflamatorio local (5). Por lo tanto, la RI se relaciona con el
envejecimiento prematuro de la piel. El uso de ciertos antioxidantes dentro de la
fórmula del PS, puede evitar los efectos deletéreos de la RI sobre la piel (10).

Nanotecnología en los PS
Debe recordarse como primera medida, que las partículas micronizadas miden entre
1-250 micras mientras que las nanopartículas miden entre 1-100 nanómetros (5).
La micro y nanoencapsulación de filtros orgánicos es una estrategia para mejorar
su retención en la piel, proporcionar fotoestabilidad y aumentar la eficacia para
favorecer la formación de una película sobre la superficie del tejido. Consiste en un
sistema de liberación controlada en el cual el principio activo se incluye dentro de
13

una membrana o complejo coloidal como nanocápsulas, liposomas o


microemulsiones (5). Un ejemplo de la elaboración de estos filtros, es la
benzofenona-3, que se introduce dentro de microcápsulas transparentes de vidrio
de sílice de 0,3–3 micras (tecnología sol-gel), con lo que se logra disminuir la
penetración de los principios activos dentro de la piel, mejorando su capacidad de
absorción de la luz y disminuyendo las reacciones fotoalérgicas y fototóxicas que
se producen con la disminución del tamaño de estas moléculas (14,18,19). Además,
es una estrategia para reducir los problemas de incompatibilidad química entre los
ingredientes activos. Los activos incluidos en nanocápsulas (liposomas y
nanoesferas) tienen un perfil toxicológico idéntico a la molécula en sí, y no
representan mayor riesgo de absorción percutánea (5).
Dentro de las nanopartículas, las más estudiadas son las asociadas al dióxido de
titanio (TiO2) y óxido de zinc (ZnO) (5). Aunque está comprobado que las
nanopatículas de estos filtros son estables tras la exposición solar, se sabe que
estos metales oxidados producen radicales libres que pueden degradar otros
ingredientes que estén en el PS, proceso conocido como foto-oxidación (10,20).
Además, existe controversia acerca de su toxicidad, debido a la potencial
penetración en la piel comparado con las formas convencionales de estos
compuestos (5,14). Algunos estudios muestran concentraciones positivas en
plasma, hasta 96 horas después de su aplicación en la piel (dosis de 2mg/cm 2). Sin
embargo, en la práctica suele aplicarse una cantidad significativamente menor, que
no sería suficiente para alcanzar niveles tóxicos (10). Otros autores argumentan que
el proceso de cornificación normal de la epidermis y la descamación de la misma
protegen del potencial de permeación de las nanopartículas (21) y se han practicado
estudios que demuestran que la cantidad de nanopartículas que atraviesan la
epidermis es mínima (22). En todo caso, los fabricantes de PS han desarrollado
métodos de recubrimiento de las nanopartículas para disminuir su absorción
cutánea. Por ejemplo, algunos PS son diseñados a partir de la inmovilización de los
filtros a la estructura química del aceite de jojoba, de tal forma que queden
confinados al estrato córneo, permitiendo su función como filtro UV y disminuyendo
la absorción transdérmica del PS dentro de la piel y su acceso al sistema circulatorio
(23).
Sin embargo, aunque no hay evidencia de absorción percutánea o penetración de
la piel intacta, tampoco hay datos acerca de pieles con alteración de la barrera como
en eczema severo, por lo que se aconseja tener precaución al aplicar PS en
nanopartículas en estos pacientes (13).
La llamada “regla de los 500 Daltons”, hace referencia a la tendencia de desarrollar
filtros de tamaños mayores de 500 Daltons, con el objetivo de que el filtro
permanezca en el estrato córneo, se minimice la absorción percutánea y se
disminuyan los efectos secundarios de los PS (6,8).
14

¿Cómo evaluar la eficacia del PS?


La cuantificación de la eficacia de un PS es esencial para determinar cómo impacta
en la prevención del daño solar, es decir, su habilidad para proteger la piel de los
efectos deletéreos del sol (5).
1. FPS: Factor de Protección Solar
Cuantifica la protección, a partir del eritema (quemadura solar), considerando la
dosis eritematosa mínima (MED), que es la cantidad mínima de radiación
ultravioleta necesaria para producir eritema en la piel (24).
La metodología utilizada para calcular el FPS, consiste en suministrar RUV
mediante una fuente artificial de luz en dosis crecientes, en áreas de aplicación del
PS (dosis de 2 mg/cm2) y compararla con áreas sin protección. Después de un
período de irradiación activa de 15 minutos, se espera durante 16 a 24 horas, y se
realiza la lectura del MED en ambas áreas para calcular el FPS mediante la fórmula:

FPS = MED (piel protegida) / MED (Piel no protegida)


El promedio de todos los valores encontrados en los diferentes pacientes, constituye
el FPS del producto examinado (5,23).
En términos prácticos el FPS es el tiempo de exposición adicional al que tendría
que someterse un sujeto para producir eritema visible en la piel protegida con el
producto, comparado con el tiempo que el mismo sujeto necesitaría para producir
el mismo grado de eritema sin el producto (24). Por ejemplo, para que una persona
de fototipo claro que normalmente empieza a quemarse a los diez minutos, obtenga
ese mismo eritema con un PS FPS 15, le tardaría 15 veces ese tiempo, es decir:
150 minutos.
Un punto relevante es la relación entre el FPS y el bloqueo del eritema por
irradiación. Es importante aclarar que esta relación no es lineal (tabla 2). Un FPS de
10 bloquea el eritema en un 90% y un SPF de 15 en 92.5%. Por encima de FPS de
50, las variaciones del eritema son mínimas, y por eso de forma general se
recomienda que el FPS en las etiquetas de los protectores solares sea máximo 50+,
dado que no hay suficientes datos para demostrar que los productos con valores
superiores a 50 proporcionan una mayor protección (8).

Tabla 2. Relación entre el FPS y el


bloqueo de la radiación eritematógena
(%)

FPS %
10 90
15 92.5
15

20 95
30 96.7
40 97.5
60 98.3

En algunos países se solicita que además se designe la categoría de protección:


protección baja (FPS de 6-14,9), indicada para pieles poco sensibles a la
quemadura solar; protección media (FPS de 15-29,9) para pieles moderadamente
sensibles a la quemadura solar; protección alta (FPS de 30-50) para pieles muy
sensibles a la quemadura solar y protección muy alta (FPS mayor de 50) para pieles
extremadamente sensibles a la quemadura solar) (5,8).
Aunque el FPS se evalúa con una dosis estándar de 2mg/cm 2, muchos estudios han
demostrado que en la práctica los pacientes aplican una cantidad menor de PS (0,5
y 1,3 mg/cm2) (24), por esa razón se recomienda el uso de un protector solar con
SPF mínimo de 30.
Es importante señalar que la cantidad de PS aplicado y el FPS están estrechamente
relacionados (5,24). Es decir, la reducción en la cantidad de PS aplicado disminuirá
el FPS alcanzado (26). El uso de PS con FPS más altos (por ejemplo, FPS 70)
pueden compensar en cierta medida la aplicación escasa del producto. Esa es la
razón por la cual algunos autores consideran que PS con FPS mayores a 50 pueden
compensar la falta de adherencia en términos de cantidad del producto (27).
Dado que el eritema es un efecto producido por la radiación ultravioleta B, el FPS
es una medida para evaluar la eficacia del PS frente a este tipo de radiación, y no
se considera un método adecuado para evaluar la UVA.
2. Resistencia al agua
Mide la capacidad de un PS de mantener su eficacia después de un período de
inmersión en agua (5). El método para evaluar la resistencia al agua de un PS es el
siguiente: se seleccionan dos áreas, una para aplicar el PS en estudio (a una dosis
de 2mg/cm2) y un área que se deja libre de PS; posteriormente se realizan dos
irradiaciones sobre cada área y se procede a la inmersión en agua. Se mide el FPS
en las dos áreas antes y después de la inmersión (5).
De acuerdo a la FDA, un protector solar es “resistente al agua” cuando mantiene
sus propiedades de fotoprotección después de dos inmersiones en agua de 20
minutos; y un protector solar es “muy resistente al agua” cuando mantiene sus
propiedades de fotoprotección después de cuatro inmersiones de 20 minutos.
Este método de evaluación es especialmente importante en productos diseñados
para actividades en las que se expone al sol en medios acuáticos o actividades
deportivas.
3. Oscurecimiento persistente del pigmento
16

Es un método de evaluación específico para la eficacia del PS frente a UVA,


mediante la medición de la pigmentación persistente producida por la fotooxidación
de la melanina. Se evalúan dos áreas de piel, una sin protector solar y otra, a la que
se aplican 2mg/cm2 del PS. Luego se irradian ambas zonas con una fuente de luz
artificial que emite exclusivamente UVA (5,8).
La lectura se realiza después de dos horas, para determinar la dosis pigmentaria
mínima (DPM), que es la menor cantidad de energía necesaria para producir
pigmentación evidente.
Existen otros métodos aprobados en Japón y la Unión Europea, que se basan en
medición por espectrofotometría del pigmento in vitro, con resultados similares.
Lo que se espera en un buen protector solar es que al menos posea un PPD del 8
(alto) o del 14 (muy alto).
4. Longitud de onda crítica (LOC)
Útil para cuantificar la protección de amplio espectro. Se trata de un método
espectrofotométrico in vitro, en el que se aplica una cantidad del PS sobre una
superficie de polimetilmetacrilato (que tiene una rugosidad similar a la piel humana)
y se somete a RUV (290-400 nm), para luego realizar la medición de la curva
espectral del producto. Al calcular toda el área bajo la curva, se determina el punto
en el que el PS absorbe el 90% la radiación, este valor corresponde a la longitud de
onda crítica. Entre mayor sea este número (más cercano a los 400 nm), puede
decirse que el PS es de más amplio espectro. Se considera que un producto
presenta buena cobertura UVA y UVB cuando tiene mínimo un LOC de 370 nm
(5,9).
5. Fotoestabilidad
Se define como la capacidad del PS de mantener su eficacia, después de la
exposición a la RUV (6,13). Se realiza por métodos de espectrofotometría, con
lecturas antes y después de la exposición a UVA de placas con el protector solar
(11). Se considera que un PS es fotoestable si no se produce mayor modificación
de las curvas espectrales antes y después de la irradiación (5).
Relación entre el uso de PS y la deficiencia de Vitamina D
Los estudios han demostrado niveles bajos de vitamina D 25 (OH) en pacientes con
patologías como porfiria eritropoyética (28), xeroderma pigmentoso (29) o lupus
eritematoso, debido a la restricción lumínica y la fotoprotección estricta de los
pacientes por su enfermedad (30). Así mismo, se ha encontrado deficiencia de
vitamina D en sujetos blancos que buscan la sombra y usan ropa de manga larga.
Algunos estudios, reportan niveles de vitamina D disminuidos en relación con el uso
de PS. Sin embargo, debe recordarse que en la práctica, la cantidad de PS aplicado
por los pacientes es mucho menor que la sugerida (2mg/cm 2), por lo que algunos
17

autores concluyen que el uso de PS no es suficiente para producir deficiencia de


vitamina D (12,13,29).
Consejos Prácticos De Aplicación
1. Cantidad de PS aplicado
Se recomienda aplicar una cantidad generosa del PS, con el objetivo de alcanzar la
dosis de 2mg/cm2 de superficie cutánea. En general, 30 ml del producto alcanzan
para cubrir toda la superficie cutánea.
Otra estrategia que se ha propuesto es la regla de la cuchara (5 ml), de la
siguiente forma (5,6):

- 1 cuchara para cara / cabeza / cuello


- 1 cuchara para cada brazo y antebrazo
- 2 cucharas en tronco (caras anterior y posterior)
- 2 cucharas en cada muslo y pierna

2. Aplicación inicial y reaplicaciones del PS


Se recomienda la aplicación del PS 20 minutos antes de la exposición solar para
permitir una aplicación adecuada, sin precipitarse. La aplicación debe ser
cuidadosa, homogénea, en todas las áreas que van a estar expuestas. La primera
aplicación del día es la más importante; se considera que si ésta es adecuada,
puede compensar los errores en las reaplicaciones durante el día (5) .
La reaplicación es importante, ya que el tiempo, la exposición solar y los factores
ambientales como el viento y el uso de la ropa, producen una disminución del efecto
del PS (5). Se recomienda la reaplicación del PS cada 2 horas cuando se encuentre
al aire libre (6).
3. PS en niños
Hay que tener en cuenta que la piel de los niños pequeños es más delgada, tiene
menor concentración de melanina y es inmunológicamente inmadura; por lo tanto,
la RUV puede generar un mayor daño sobre la piel (31). Se considera que el uso de
PS hasta los 18 años reduce en un 78% la incidencia de cáncer de piel durante la
vida (5). La Academia Americana de Pediatría (AAP) establece algunas pautas para
la fotoprotección de los niños:
Niños menores de 6 meses de edad:
- Evitar la exposición solar directa siempre que sea posible.
- En caso de ser necesario usar ropa que cubra la piel.
Niños de edad igual o mayor a 6 meses:
- Usar ropa para proteger la piel
18

- Permanecer en la sombra el mayor tiempo posible


- No exponerse directamente al sol entre las 10 de la mañana y las 3 de la
tarde
- Puede recomendarse a los padres seguir la “regla de la sombra”: Si la
sombra del cuerpo del niño es más pequeña que su altura, el niño no debe
ser expuesto al sol.
- Usar protector solar en las áreas fotoexpuestas.
- Elegir un protector solar de amplio espectro, resistente al agua, con un
FPS mínimo de 30 y que tenga protección frente a UVA.
- Aplicar el PS 15 a 30 minutos antes de exposición solar y reaplicar cada
2 horas o después de la inmersión en agua.

REFERENCIAS
1. Young AR, Claveau J, Rossi AB. Ultraviolet radiation and the skin:
Photobiology and sunscreen photoprotection. J Am Acad Dermatol.
2017;76:S100–9.
2. DeLeo VA. Sunscreens. In: Bolognia JL, Jorizzo JL, Schaffer J V, editores.
Dermatology. Tercera ed. Elservier; 2012. p. 2197–204.
3. Kochevar IE, Taylor CR, Krutmann J. Fundamentos de fotobiología y de
fotoinmunología cutáneas. In: Fitzpatrick Dermatología en Medicina General.
Octava Ed. Madrid - España; 2014. p. 1031–949.
4. Jansen R, Wang SQ, Burnett M, Osterwalder U, Lim HW. Photoprotection.
Part I. Photoprotection by naturally occurring, physical, and systemic agents.
J Am Acad Dermatol. 2013;69:1–12.
5. Schalka S, Steiner D, Ravelli FN, Steiner T, Cobério A, Reato C, et al.
Brazilian Consensus on Photoprotection. An Bras Dermatol. 2014;89:1–74.
6. Brescoll J, Maruthi R, Wang SQ, Lim HW. Sunscreens: An Update. Am J
Clin Dermatol. 2017;[En prensa]; p. 1–8.
7. Mancebo SE, Hu JY, Wang SQ. Sunscreens. A Review of Health Benefits,
Regulations , and Controversies Photoprotection Skin cancer prevention
Sunscreen controversies Sunscreen regulations. Dermatol Clin.
2014;32:427–38.
8. Lim HW, Draelos ZD. Clinical Guide to Sunscreens and Photoprotection.
Primera ed. Shalita AR, Norris DA, editors. New York: Informa Healthcare;
2009. p. 11-65.
9. Osterwalder U, Sohn M, Herzog B. Global state of sunscreens.
Photodermatol Photoimmunol Photomed. 2014;30:62–80.
10. Gilaberte Y, González S. Novedades en fotoprotección. Actas Dermosifiliogr.
2010;101:659–72.
19

11. Nash JF, Tanner PR. Relevance of UV filter / sunscreen product


photostability to human safety. Photodermatol Photoimmunol Photomed.
2014;30:88–95.
12. Jallad KN. Chemical characterization of sunscreens composition and its
related potential adverse health effects. J Cosmet Dermatol. 2016;0:1–5.
13. Lim HW, Arellano-Mendoza M-I, Stenge F. Current challenges in
photoprotection. J Am Acad Dermatol. 2017;76:S91–9.
14. Jansen R, Osterwalder U, Wang SQ, Burnett M, Lim HW. Photoprotection.
Part II. Sunscreen: Development, efficacy, and controversies. J Am Acad
Dermatol. 2013;69:1–14.
15. Castanedo-cazares JP, Hernandez-blanco D, Carlos-ortega B, Fuentes-
ahumada C, Torres-Álvarez B. Near-visible light and UV photoprotection in
the treatment of melasma: a double-blind randomized trial. Photodermatol
Photoimmunol Photomed. 2013;30:35–42.
16. Teixeira S. Veiculação de filtros solares utilizados na fotoproteção [Tesis].
Universidad Fernando Pessoa; 2012.
17. Chen L, Hu JY, Wang SQ. The role of antioxidants in photoprotection: A
critical review. J Am Acad Dermatol. 2012;67:1013–24.
18. Damiani E, Astolfi P, Cionna L, Ippoliti F, Greci L, Marche P, et al. Synthesis
and application of a novel sunscreen-antioxidant. Free Radic Res.
2006;40:485–94.
19. Li CC, Lin Y, Chen Y, Sie S, Chen-yang Y. Improvement in UV protection
retention capability and reduction in skin penetration of benzophenone-3 with
mesoporous silica as drug carrier by encapsulation. J Photochem Photobiol
B Biol. 2015;148:277–83.
20. Lapidot NOA, Gans O, Biagini F, Sosonkin L, Rottman C, Shemesh B.
Advanced Sunscreens: UV Absorbers Encapsulated in Sol-Gel Glass
Microcapsules. J Sol-Gel Sci Technol. 2003;67–72.
21. Mcsweeney PC. The safety of nanoparticles in sunscreens: An update for
general practice. Aust Fam Physician. 2016;45:397–9.
22. Cross SE, Roberts MS, Robertson TA. Human Skin Penetration of
Sunscreen Nanoparticles : In-vitro Assessment of a Novel Micronized Zinc
Oxide Formulation. 2007;4102:148–54.
23. Touitou E, Godin B. Skin nonpenetrating sunscreens for cosmetic and
pharmaceutical formulations. Clin Dermatol. 2008;26:375–9.
24. Schalka S, Manoel V. Sun protection factor: meaning and controversies. An.
2011;86:507–15.
25. Petersen B, Wulf HC. Application of sunscreen − theory and reality.
Photodermatol Photoimmunol Photomed. 2013;30:96–101.
20

26. Kim SM, Oh BH, Lee YW, Choe YB, Ahn KJ. The relation between the
amount of sunscreen applied and the sun protection factor in Asian skin. J
Am Acad Dermatol. 2009;62:218–22.
27. Ou-yang H, Stanfield J, Cole C, Appa Y, Rigel D, Angeles L, et al. High-SPF
sunscreens (SPF > 70) may provide ultraviolet protection above minimal
recommended levels by adequately compensating for lower sunscreen user
application amounts. J Am Acad Dermatol. 2012;67:1220–7.
28. Holme S, Anstey A, Badminton M, Elder G. Serum 25 -hydroxyvitamin D in
erythropoietic protoporphyria. Br J Dermatol. 2008;159:211–3.
29. Kuwabara A, Tsugawa N, Tanaka K, Uejima Y, Ogawa J, Otao N, et al. High
prevalence of vitamin D de fi ciency in patients with xeroderma pigmetosum-
A under strict sun protection. Eur J Clin Nutr. 2015;69:693–6.
30. Kannan S, Lim HW. Photoprotection and vitamin D: a review. Photodermatol
Photoimmunol Photomed. 2013;25:137–45.
31. Quatrano NA, Dinulos JG. Current principles of sunscreen use in children.
Curr Opin Pediatr. 2013;25:122–9.

También podría gustarte