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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

Nombre: Isaac Bernabe Pillapa Ponluisa


Fecha: 23/07/2018 Paralelo: M03
Carrera: Medicina

FOTOPROTECCION

El sol es el astro más importante, sin él no habría vida en la Tierra, pues genera calor y
luminosidad. La luz visible está comprendida entre 400 y 760 nm. La luz natural, efecto de
las radiaciones ultravioletas (RUV) comprende un grupo de radiaciones de diferentes.
Longitudes. Los rayos X tienen longitudes de onda muy cortas y alta energía, mientras que los
infrarrojos son ondas más largas y de baja energía. (Rondon, 2006)
De manera arbitraria se creó una división, ya que debajo de 290 nm, los rayos no alcanzan la
superficie terrestre. Las radiaciones UVB, están entre las longitudes de 290 y 320 nm. Y las
radiaciones UVA, llamadas también “luz negra”, están entre las longitudes de 320 y 400 nm,
que no son visibles para el ojo humano, y se les subdivide en UVA I:(340 - 400) y UVA II (320
- 340). Los UVA son 100 veces más abundantes en el espectro solar. Los efectos biológicos de
las diferentes longitudes de onda, son distintos, así como su penetración en la piel. Existen
numerosos estudios acerca de los efectos de los RUVB, no así de los RUVA. (Rondon, 2006)
La radiación electromagnética es una forma de energía y las radiaciones visibles y ultravioleta
son parte del espectro. Los efectos beneficiosos de las radiaciones son bien conocidos: luz,
calor, fotosíntesis. En la piel: formación de vitamina D3, efecto anti seborreico; también
estimula la circulación sanguínea, aumenta la formación de hemoglobina, promueve la
disminución de la tensión arterial, tiene efecto beneficioso en algunos estados de
inmunodepresión, en psoriasis, pitiriasis rosada, alopecia areata, micosis fungoide,
hiperbilirrubinemia neonatal, vitiligo y dermatitis atópica. (Rondon, 2006)
Existe una fotoprotección natural determinada, en parte, por el color de la piel; a mayor color
(tipo oscura) mayor protección, debido a que la melanina absorbe los RUV. Cuando sudamos
producimos ácido urocánico que nos protege parcialmente de los RUV. La exposición solar
produce progresivamente un engrosamiento de la piel con hiperqueratosis que también nos
protege. (Rondon, 2006)
La piel se protege de la radiación solar por varios mecanismos:
 Melanogénesis. Ante el estímulo de la radiación solar se incrementa el proceso de
conversión a partir del aminoácido tirosina hacia melanina. La melanina reduce la
energía radiante por medio de la dispersión y la absorción. La pigmentación inmediata
es estimulada por la radiación UVA. Los precursores de la melanina se oscurecen por
oxidación, pero el bronceado inmediato es transitorio y confiere protección insuficiente.
 Sustancias filtrantes de radiación UV. Como el ácido urocánico, derivado del
metabolismo de la histidina, absorbe la radiación UVB. Aumenta en el estrato córneo
cuando se incrementa la radiación solar previniendo la quemadura pero no el
bronceado. Actúa como un fotorreceptor inmunorregulador de la piel. Sus niveles
disminuyen después de un baño prolongado, lo que facilita la quemadura solar después
del baño. Es considerado como una pantalla solar natural. (Zuluaga, 2010)
 Prostaglandinas. Se considera que son mediadores importantes en la regulación de la
respuesta inflamatoria a los rayos ultravioleta. Cuando la piel es sometida a la radiación
UV, en el área de eritema, se detecta aumento de éstas. La indometacina, un
antiinflamatorio no esteroideo, bloquea la actividad de la sintetasa de las
prostaglandinas, así como el ácido acetilsalicílico y los corticoesteroides, evitando la
aparición de eritema. (Zuluaga, 2010)
 Reparación del DNA. La radiación UV genera lesiones dosis dependientes en el DNA
de las células epidérmicas. Sin embargo la piel posee mecanismos como la reparación
de la escisión o reparación oscura que consiste en reconocimiento de las secciones
dañadas de DNA y su eliminación a cargo de enzimas y a través de la síntesis enzimática
ese DNA es sustituido por segmentos intactos. (Zuluaga, 2010)

ANTISOLARES

En 1972 la U.S. Food and Drug Administration (FDA) reclasificó los antisolares de cosméticos
a medicamentos de venta libre (OTC por las siglas en inglés over the counter). Son sustancias
capaces de prevenir el daño de la piel y el envejecimiento relacionados con el sol. Tienen un
alto factor de protección y son capaces de bloquear la luz UV, siendo usados desde edad
temprana y en forma regular. Un producto antisolar ideal debe ser estable ante la luz, aire,
humedad y el calor, resistente a la arena, sudor y agua, no cambiar de color, no decolorar la
ropa ni producir manchas en la piel. No debe ser sensibilizante. (Lowell, 2010)
Debe ser eficaz por tiempo prolongado, cubrir la radiación UVA y UVB e indicar los índices
de protección frente a ambas radiaciones, soluble en solventes comunes e insoluble en el agua.
Los productos que absorben la luz UVB lo hacen en un margen determinado; el aumento de la
concentración del producto mejora esacapacidad, siempre conservando el margen (tiempo de
protección con exposición directa al sol). Si se desea mejorar el espectro de acción, deberán
asociarse a otros filtros. El vehículo del protector también puede aportar capacidad antisolar si
es capaz de absorber luz UV. Existen extractos vegetales con acción antisolar como el aloe,
helicriso, frángula, manzanilla, zanahoria y aceites como el sésamo, maní, coco y oliva con
índice de pantalla solar pero que por sus características cosméticas tienen uso limitado.
(Lowell, 2010)
En cuanto a las lociones hidroalcohólicas, aunque son refrescantes, descongestionantes, de
fácil aplicación y secado rápido, condicionan su capacidad protectora a la presencia de los
principios activos. Las emulsiones, aceite en agua y agua en aceite, constituyen vehículos
apropiados, pues contribuyen a formar una capa de buen espesor. Los geles acuosos u oleosos
son medios agradables cosméticamente y los últimos evitan el resecamiento de la piel. El pH
del preparado debe ser compatible con el pH cutáneo y debe asegurar la estabilidad del
producto. (Lowell, 2010)

Bibliografía
Lowell, G. (2010). Fitzpratick, Dermatologia en Medicina General Tomo 4 . Madrid: Editorial Medica
Panamericana.

Rondon, L. (2006). Dermatologia para el Medico General. Mexico D.F: Mandala coleccion Medica y
Humanista .

Zuluaga, A. (2010). Fundamentos de Medicina: Terapia Dermatologica. Philadelphia: CIB Editorial.

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