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PLAN DE PERFECCIONAMIENTO DEL PERSONAL MILITAR SUBALTERNO


CURSO III – CABO PRINCIPAL – ÁREA MILITAR
ASIGNATURA: DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL
DE LOS CONFLICTOS ARMADOS II

DERECHOS
HUMANOS
CAPÍTULO

1
OBJETIVOS GENERALES DE LA ASIGNATURA OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL CAPÍTULO

Que los Suboficiales cursantes desarrollen la capacidad de:


Conocer de modo específico los Derechos y
Obligaciones que le competen en razón de la
Legislación vigente. Conocer los fundamentos de los Derechos
Humanos y su devenir histórico.
Incorporar hábitos de conductas según los prescriptos
por las Leyes Internacionales. Descubrir la relación entre los Derechos
Humanos y la Constitución Nacional.
Aplicar y valorar la importancia de un proceder
apegado a Derecho en el curso de acciones bélicas.

Conocer y valorar la Legislación vigente nacional e


internacional relativa a los Derechos Humanos.

Los contenidos que encontrará en este capítulo son:

Tema Pág.
1. Fundamentos de los Derechos Humanos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

2. Contexto histórico de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. . . . 6

3. Pacto de San José de Costa Rica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

4. Los Derechos Humanos en la Constitución Argentina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 1


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1. FUNDAMENTOS DE LOS DERECHOS HUMANOS


Repasemos conceptos:

Derecho Sistema de reglas públicas que rige las relaciones humanas y


cuenta con el respaldo coactivo de las instituciones políticas.

Ley Natural Impresa por el legislador divino, en la inteligencia humana.

Ley Positiva o Humana Promulgada por un legislador humano.

Conjunto de facultades, libertades y reivindicaciones


Derechos Humanos inherentes a cada persona por el solo hecho de su
condición humana.

Los Derechos Humanos responden a las necesidades de las personas,


grupos y sociedades, y garantizarlos promueve el ejercicio de la dignidad.

El concepto DERECHOS HUMANOS es integral, ya que son interdependientes,


es decir que no hay un Derecho más importante que otro, lo que implica que la
violación a uno solo de ellos, repercute en múltiples violaciones, además que la
realización de un Derecho posibilita la realización de otros.
En el uso cotidiano, esta noción tiene una fuerte carga emotiva y
reivindicativa. Con frecuencia se los asocia a las denuncias por “violaciones de los
derechos humanos” exclusivamente, perdiendo de vista la orientación teleológica
general del Derecho, de los Derechos Humanos en sentido estricto. Es decir,
olvidando el valor de los enunciados normativo-jurídicos derivados de una
determinada filosofía o concepción ética y sus potenciales implicancias para la
interacción entre gobernantes y gobernados.

El concepto DERECHOS HUMANOS es universal e incluyente, ya que son


necesarios para todas y cada una de las personas, tanto en lo
individual como en lo colectivo, en el marco de la situación
histórica, temporal y cultural que rodea la convivencia de las
personas.
Además esta noción de Derechos Humanos se ofrece
como discurso para la acción social, ya que su fuente es popular, alimentada por
distintos sectores de la sociedad (mujeres, indígenas, ecologistas, trabajadores,
etc.), que reivindica la integralidad, la interdependencia, la colectividad y la
equidad.

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¿Qué son los Derechos Humanos?


Son todo lo que necesitamos para vivir
dignamente, es decir, todo lo que las personas
y colectivos requieren para desarrollarse
plenamente, como una buena alimentación,
educación, salud, empleo, un medio ambiente ¿Qué es una violación de los Derechos Humanos?
sano, respeto a la integridad física y
psicológica, libertad de expresión, de religión, Hablamos de violación a los Derechos Humanos
de tránsito y muchas cosas más. Representan cuando los funcionarios, servidores públicos o
además, instrumentos que promueven el autoridades abusan del poder que tienen, vulnerando o
respeto a la dignidad humana, a través de la negando los derechos de las personas o, incluso,
exigencia de la satisfacción de dichas cuando amenazan con negarlos, no respetarlos o no
necesidades. hacerlos respetar.

Fundamentos de los Derechos Humanos


Originariamente, los Derechos del hombre solían denominarse “Derechos
Individuales”. Actualmente, conviene más aludir a la persona humana y no al
individuo por múltiples razones, especialmente aquellas relacionadas con la
Filosofía del Derecho, y ha cobrado curso la locución “Derechos Humanos” como
otra categoría histórica propia del sistema democrático.

Los Derechos Humanos se fundamentan en la naturaleza humana, tales


derechos le son inherentes al hombre en cuanto tal, en cuanto tiene naturaleza,
esencia de tal.

Desde la antigüedad ha sido buscada la explicación sobre la naturaleza


humana. Los estoicos, percibieron la natural inclinación a hacer el bien,
considerándolo como el primer principio, innato en la naturaleza del hombre; "haz el
bien y evita el mal".

Cicerón encuentra el fundamento de los Derechos Humanos


en la recta razón, que es la encargada de discernir lo bueno en la
conducta humana como justo y verdadero, y lo malo como injusto.

Pero a su vez, la recta razón natural es más bien la que nos permite
discernir los verdaderos Derechos Humanos, su alcance y jerarquía, pero no es el
fundamento de los Derechos Humanos. Sino que, como dijimos, la base de los
mismos se encuentra en la naturaleza humana por lo cual estos son para todos los
hombres, como consecuencia, será la dignidad de la naturaleza humana, su
fundamento.

La naturaleza humana otorga titularidad a estos derechos universales,


inviolables e irrenunciables; por lo tanto, al encontrar allí su fundamentación,
deducimos que no pertenecen al hombre por una disposición estatal, sino que le
pertenecen por el solo hecho de ser persona humana.

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Jurídicamente, los Derechos Humanos son facultades o


prerrogativas que las normas constitucionales e internacionales
reconocen a las personas para asegurar
su dignidad, libertad e igualdad.
Si estos derechos no fueren respetados por
los Estados o por otras personas o grupos, el
titular de los mismos puede exigir que se
El hecho de que la declaración
donde constan constitucionalmente los
cumplan a través del ejercicio de la ley
Derechos surge de una decisión del Poder
Constituyente (que es autor de la Constitución),
no equivale a decir que los Derechos son una dádiva que el constituyente hace
voluntariamente porque discrecionalmente así lo quiere.

Los Derechos no son “lo que” el Estado dice que son, ni son “los que” el
Estado define como Derechos. Hay que descartar este positivismo voluntarista que
encadena los Derechos a la voluntad del Estado y afirmar que la Constitución
“reconoce” los Derechos, pero no los “constituye” como Derechos.

Los Derechos Humanos imponen la exigencia de ser plasmados y tener


vigencia jurídica en el Derecho Constitucional, desde una visión positivista se los
denominan “Derechos Fundamentales”.

Siendo los Derechos Constitucionales o Fundamentales los reconocidos en


la Carta Magna de los Estados, los Derechos Humanos son aquellos que se
reconocen a todos, independientemente de su ciudadanía y su capacidad de obrar:
Ejemplo: la Constitución de un país, puede otorgar Derechos a sus ciudadanos que no
abarquen a los no nacionales (por ejemplo, el Derecho al Voto). En ese caso se trataría
de Derechos Constitucionales que se reconocen al ciudadano, pero no podrían ser
Derechos Humanos si no se reconoce a todas las personas sean de la condición
que sean.

Una vez dejado de lado el positivismo voluntarista, se puede hacer


referencia a un fundamento de los derechos que calificamos como “el objetivismo”.
El objetivismo en sus múltiples variantes diferenciables (algunas sumamente
distanciadas de otras) encuentra siempre algún fundamento “objetivo” que se halla
fuera de la subjetividad valorativa de cada uno y de la voluntad individual.

Si se hiciera una enumeración de los posibles Fundamentos Objetivos de


los Derechos, para luego afirmar que el Derecho Constitucional tiene que remitirse
a uno o más de ellos a fin de hacer aterrizar en su ámbito a los Derechos Humanos,
se podrían mencionar los siguientes:

 el derecho natural o el orden natural;


 la naturaleza humana;
 la idea racional del derecho justo;
 la ética o moral;

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 los valores objetivos y trascendentes, sea que se los repute valores


morales o que se los predique como valores jurídicos;
 el consenso social generalizado;
 la tradición histórica de cada sociedad;
 las valoraciones sociales compartidas que componen el conjunto cultural
de la sociedad;
 el proyecto existencial que cada sociedad se propone para su
convivencia;
 la mejor solución posible que, en cada situación concreta, es valorada
objetivamente como posible;
 las necesidades humanas en cada situación concreta.

¿Dónde se encuentran los Derechos Humanos?


Estos Derechos deben ser reconocidos y garantizados por el Estado, por
ello es que muchos se encuentran consagrados en normas jurídicas
nacionales, como la Constitución (son las llamadas Garantías Individuales) y
las leyes que derivan de ella.

Además, existen muchos Documentos Internacionales (conocidos como


Instrumentos Internacionales) que obligan a los gobiernos a respetar,
garantizar, proteger y promover los Derechos Humanos de todos las personas
y colectivos.

Algunos de los más importantes son:

 la Declaración Universal de Derechos Humanos,


 el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
 el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales y
 la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José
de Costa Rica).

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2. CONTEXTO HISTÓRICO DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE


LOS DERECHOS HUMANOS

La Convención de Ginebra de 1864, para proteger a los heridos en los ejércitos de


campaña.

El Acta General de la Conferencia de Berlín de 1885, y la Conferencia de Bruselas


de 1889, que prohibían la trata de esclavos.

Las Conferencias de La Haya, celebradas en 1899 y 1907, donde se establecía la


necesidad de la existencia de un Derecho Internacional para limitar los enfrentamientos
bélicos entre países.

El Tratado de Versalles de 1919, luego de la Primera Guerra Mundial, estableció la OIT


(Organización Internacional del Trabajo) y creó la Sociedad de las Naciones que había
sido concebida con el mismo propósito que la que nos ocupa, pero se espera que ésta
corra mejor suerte ya que la anterior no pudo evitar el estallido de un conflicto, de mayor
crueldad aún, que el anterior: la Segunda Guerra Mundial.

Fundamentos
La magnitud del desastre de la Primera Guerra Mundial induce a las grandes
potencias a crear una asociación internacional que garantice la paz mundial, la
integridad de los territorios y la independencia de la política de los Estados.

El 28 de Abril de 1919, la Asamblea Plenaria de la Conferencia de Versalles


aprueba el reglamento orgánico de la Sociedad de Naciones.

Contaba con 63 miembros y una gran ausencia, los Estados Unidos de


América. Asimismo se crean dos organismos: el Tribunal Internacional de La Haya y
la Oficina Internacional del Trabajo.

Sin embargo, la Sociedad de Naciones no fue efectiva en los temas para lo


que fue creada, teniendo gran importancia, sin embargo, en el desarrollo de los
Derechos de los Refugiados.

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Los acontecimientos históricos que seguirían al nacimiento de la Sociedad


de Naciones, son:
 la crisis económica del 29,
 la llegada al poder en algunos países de Europa de organizaciones
nacionalsocialistas,
 el nazismo en Alemania, y
 la Segunda Guerra Mundial que dejó un costo humano y material, que
el mundo no estaba dispuesto a soportar nuevamente.

Para trabajar en el logro de la paz, y el respeto a los derechos de las


personas, tan fuertemente violados por el régimen nazi, que produjo el genocidio de
millones de personas por razones raciales, se creó la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), (que comenzó a existir en forma oficial el 24 de octubre de 1945).

La Carta de las Naciones Unidas es el tratado internacional fundador de


este organismo internacional, y que hace las veces de su Constitución interna. El
documento fue firmado el 26 de junio de 1945 en la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Organización Internacional en San Francisco, y sujeto
a la ratificación de los 50 (de los 51 originales) países
Puede leer la Carta de las
miembros (Polonia, el otro miembro original, que no
Naciones Unidas, visitando el
estuvo representada en la Conferencia, firmó más tarde). siguiente sitio Web:
El Estatuto de la Corte Internacional de Justicia es http://www.un.org/es/documents/charter/
parte integrante de la Carta.

La Carta de las Naciones Unidas reanuda,


tras el desastre de la Segunda Guerra Mundial, el mensaje de profunda fe en la
dignidad del ser humano. Haciendo esta proclamación se compromete a promover
“el respeto universal a los Derechos Humanos y a las libertades fundamentales de
todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión y a lograr la
efectividad de tales derechos y libertades”.

A pesar que en los primeros años de la postguerra se vivía un especial


optimismo, pronto el mundo experimenta un profundo cambio, que desencadena en
un enfrentamiento entre las potencias occidentales y la Unión Soviética, lo que se
denominara “Guerra Fría”.

Ahora bien, los Derechos Humanos no fueron definidos en la Carta de las


Naciones Unidas, en la que únicamente aparecen mencionados entre sus
propósitos. De ahí la necesidad de que tras la entrada en vigor de la Carta se
procediera a ordenar y precisar qué se entiende por libertades fundamentales y
por Derechos Humanos.

Es así, que para asegurar los Derechos Fundamentales del Hombre, como
la vida, la libertad y la igualdad, la ONU redactó el 10 de diciembre de 1948, la
Declaración Universal de los Derechos Humanos.

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La Declaración
La Declaración fue aprobada por el órgano plenario de la Organización de
las Naciones Unidas, por 48 votos a favor, ninguno en contra y 8 abstenciones
(Arabia Saudí, Bielorrusia, Checoslovaquia, Polonia, Ucrania, Unión Sudafricana, la URSS, y
Yugoslavia). Dos delegaciones (Honduras y Yemen) no participaron en la votación por
lo que sus votos no se contabilizaron.

Por lo tanto, fue posible llegar a un consenso a pesar del conflicto que en
aquellos momentos se vivía en la comunidad internacional con el enfrentamiento
entre dos mundos, esto es, la pugna ideológica, política, y cultural entre el Este y el
Oeste, y del hecho de que en aquellos años iniciales de la Guerra Fría los Derechos
Humanos fueron utilizados por ambos bloques como un arma arrojadiza.

Varios son los factores que influyeron en que pudiera alcanzarse el


consenso que permitió la adopción de la Declaración Universal. Entre ellos la
necesidad de elaborar un orden internacional basado en una convicción y en una
esperanza: por una parte, la convicción de que el desconocimiento y el
menosprecio de los Derechos Humanos habían originado actos de barbarie
ultrajantes para la conciencia de la humanidad; por otra, la esperanza en la
posibilidad de construir un mundo en el que los seres humanos, liberados del temor
y de la miseria, pudieran disfrutar de igual dignidad y libertad.

La esperanza y la convicción que referimos, están igualmente presentes en


otros instrumentos jurídicos que configuran el entorno de la Declaración Universal y
que, con ella, fueron consolidando progresivamente la idea civilizadora de que los
Estados soberanos tienen obligaciones jurídicas en materia de Derechos Humanos.

Estos instrumentos jurídicos son los siguientes:

La Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, adoptada


en la primavera de 1948, antes incluso de que la Asamblea General de las
Naciones Unidas aprobara la Declaración Universal.

Los Tratados constitutivos de la Organización Internacional del Trabajo


y de la UNESCO, de 1945.

El enjuiciamiento y condena de los responsables de crímenes de guerra,


crímenes contra la paz y crímenes contra la humanidad en los Tribunales de
Núremberg y Tokio, que introdujeron la responsabilidad internacional penal
del individuo.

La Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio,


aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre
de 1948 (es decir, un día antes de la adopción de la Declaración Universal).

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Las Convenciones de Ginebra de Derecho Internacional Humanitario, de


12 de agosto de 1949.

La adopción en el seno del Consejo de Europa, el 4 de noviembre de 1950,


del Convenio Europeo de Derechos Humanos.

El Artículo 3 común de las cuatro Convenciones de Ginebra de Derecho


Internacional Humanitario y el Artículo 15 del Convenio Europeo de Derechos
Humanos contribuyeron a precisar qué Derechos son fundamentales:

 el Derecho a no ser privado arbitrariamente de la vida;


 el Derecho a no ser sometido a tortura o tratamientos inhumanos o degradantes;
 el Derecho a no ser sometido a esclavitud, servidumbre o trabajos forzados;
 el Derecho a que un tribunal independiente e imparcial, legítimamente
constituido, decida en un juicio con las debidas garantías sobre cualquier
acusación penal;

 el Derecho a que la ley penal no tenga efectos retroactivos.

Los instrumentos jurídicos antes mencionados configuran el entorno


histórico de la Declaración Universal de Derechos Humanos, contribuyeron a dar
precisión a las disposiciones de la Carta en materia de Derechos Humanos y
constituyeron jalones en la progresiva consolidación de una convicción jurídica
generalmente aceptada: la existencia en Derecho Internacional de principios
jurídicos relativos a los Derechos Fundamentales de todo ser humano, principios de
los que derivan obligaciones jurídicas para todos los Estados.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos señala que todos los


seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y prohíbe la
esclavitud, la servidumbre, las torturas y los tratos crueles, inhumanos o
degradantes.

En las últimas décadas, el concepto de Derechos Humanos ha adquirido


una gran importancia en la mayoría de las sociedades del mundo.

Aquellos gobernantes y regímenes acusados de violar los Derechos


Humanos suelen ser condenados por su propio pueblo y por los diversos
organismos internacionales.

Corresponde a todos: autoridades y ciudadanos, cuidar que los Derechos Humanos


sean respetados, promovidos y difundidos en la sociedad y en cada familia.

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3. PACTO DE SAN JOSÉ DE COSTA RICA

La Convención Americana de Derechos Humanos


(CADH) también llamada Pacto de San José de Costa Rica,
fue suscrita, tras la Conferencia Especializada Interamericana
de Derechos Humanos, el 22 de noviembre de 1969 en la
ciudad de San José de Costa Rica siendo su órgano aplicador la Organización de
Estados Americanos (O.E.A.); entró en vigencia el 18 de julio de 1978. Es una de las
bases del Sistema Interamericano.

Es sin duda alguna un Tratado formal, ya que consistió en un acuerdo de


voluntades entre 26 países del Continente Americano, todos como Estados
soberanos y sujetos de Derecho Internacional Público que tenían un fin en común, el
cual era generar una serie de efectos jurídicos en beneficio de los Derechos
Humanos inherentes que tenemos todas las personas, y en este caso los
habitantes de América.

Como medios de protección de los derechos y libertades, establece dos


órganos para conocer de los asuntos relacionados con el cumplimiento de la
Convención:

 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

 la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Ha sido complementada con:

 Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos


Humanos (Protocolo de San Salvador), de 1988

 Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos


relativo a la abolición de la pena de muerte, de 1990

La Convención Americana de Derechos Humanos, consta


de un Preámbulo y 82 artículos, y ha sido ratificada en la República
Argentina por Ley Nacional N° 23.054, sancionada el 01 de Marzo
de 1.984 (promulgada el 19/03/84 y publicada en el B. O. el 27/03/84).

Asimismo, ha adquirido Jerarquía Constitucional al ser incluida en el art. 75,


inc. 22°) de la Constitución Nacional Argentina a p artir de la Reforma del año 1.994.

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Preámbulo
Los Estados Americanos, signatarios de la presente Convención,
REAFIRMANDO su propósito de consolidar en este Continente, dentro del cuadro de
las instituciones democráticas, un régimen de libertad personal y de justicia social,
fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre;
RECONOCIENDO que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser
nacional de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la
persona humana, razón por la cual justifican una protección internacional, de
naturaleza convencional coadyuvante o complementaria de la que ofrece el derecho
interno de los Estados americanos;
CONSIDERANDO que estos principios han sido consagrados en la Carta de la
Organización de los Estados Americanos, en la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre y en la Declaración Universal de Derechos Humanos
que han sido reafirmados y desarrollados en otros instrumentos internacionales, tanto
del ámbito universal como regional;
REITERANDO que, con arreglo a la Declaración Universal de Derechos Humanos,
solo puede realizarse el ideal del ser humano libre, exento del temor y de la miseria, si
se crean condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos
económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos, y
CONSIDERANDO que la Tercera Conferencia Interamericana Extraordinaria (Buenos
Aires, Argentina, 1967) aprobó la incorporación a la propia Carta de la Organización de
normas más amplias sobre derechos económicos, sociales y educacionales y resolvió
que una convención interamericana sobre derechos humanos determinará la
estructura, competencia y procedimiento de los órganos encargados de esa materia.
Han convenido lo siguiente:

PARTE I

DEBERES DE LOS ESTADOS Y DERECHOS PROTEGIDOS

CAPITULO I

ENUMERACIÓN DE DEBERES

ARTICULO 1.- OBLIGACIÓN DE RESPETAR LOS DERECHOS


1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y
libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona
que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
2. Para los efectos de esta Convención, persona es: “todo ser humano”.

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ARTICULO 2.- DEBER DE ADOPTAR DISPOSICIONES DE DERECHO INTERNO


Si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el Artículo 1 no estuviera ya
garantizado por disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados Partes se
comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las
disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren
necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades.

CAPÍTULO II

DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS

ARTICULO 3.- DERECHO AL RECONOCIMIENTO DE LA PERSONALIDAD JURÍDICA


Toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica.

ARTICULO 4.- DERECHO A LA VIDA


1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido
por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado
de la vida arbitrariamente.
2. En los países que no han abolido la pena de muerte, esta solo podrá imponerse por los
delitos más graves, en cumplimiento de sentencia ejecutoriada de tribunal competente y
de conformidad con una ley que establezca tal pena, dictada con anterioridad a la
comisión del delito. Tampoco se extenderá su aplicación a delitos a los cuales no se la
aplique actualmente.
3. No se restablecerá la pena de muerte en los Estados que la han abolido.
4. En ningún caso se puede aplicar la pena de muerte por delito político ni comunes
conexos con los políticos.
5. No se impondrá la pena de muerte a personas que, en el momento de la comisión del
delito, tuvieren menos de dieciocho años de edad o más de setenta, ni se le aplicará a
las mujeres en estado de gravidez.
6. Toda persona condenada a muerte tiene derecho a solicitar la amnistía, el indulto o la
conmutación de la pena, los cuales podrán ser concedidos en todos los casos. No se
puede aplicar la pena de muerte mientras la solicitud esté pendiente de decisión ante
autoridad competente.

ARTÍCULO 5.- DERECHO A LA INTEGRIDAD PERSONAL


1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.
2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano.
3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente.
4. Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo en circunstancias
excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de
personas no condenadas.

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5. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y
llevados ante tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su
tratamiento.
6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la
readaptación social de los condenados.

ARTÍCULO 6.- PROHIBICIÓN DE LA ESCLAVITUD Y SERVIDUMBRE


1. Nadie puede ser sometido a esclavitud o servidumbre, y tanto estas, como la trata de
esclavos y la trata de mujeres están prohibidas en todas sus formas.
2. Nadie puede ser constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio. En los países
donde ciertos delitos tengan señalada pena privativa de la libertad acompañada de
trabajos forzosos, esta disposición no podrá ser interpretada en el sentido de que
prohíbe el cumplimiento de dicha pena impuesta por juez o tribunal competente. El
trabajo forzoso no debe afectar a la dignidad ni a la capacidad física e intelectual del
recluido.
3. No constituyen trabajo forzoso u obligatorio, para los efectos de este Artículo:
a) Los trabajos o servicios que se exijan normalmente de una persona recluida en
cumplimiento de una sentencia o resolución formal dictada por la autoridad judicial
competente. Tales trabajos o servicios deberán realizarse bajo la vigilancia y control
de las autoridades públicas, y los individuos que los efectúen no serán puestos a
disposición de particulares, compañías o personas jurídicas de carácter privado.
b) El servicio militar y, en los países donde se admite exención por razones de
conciencia, el servicio nacional que la ley establezca en lugar de aquél.
c) El servicio impuesto en casos de peligro o calamidad que amenace la existencia o
el bienestar de la comunidad.
d) El trabajo o servicio que forme parte de las obligaciones cívicas normales.

ARTÍCULO 7.- DERECHO A LA LIBERTAD PERSONAL


1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal.
2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones
fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las
leyes dictadas conforme a ellas.
3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios.
4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y
notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados contra ella.
5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro
funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser
juzgada dentro de un plazo razonable o ser puesta en libertad, sin perjuicio de que
continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su
comparecencia en el juicio.

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6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal
competente, a fin de que ese decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto o
detención y ordene su libertad si el arresto o la detención fueran ilegales. En los
Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona que se viera amenazada de ser
privada de su libertad tiene derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de
que este decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede ser
restringido ni abolido. Los recursos podrán interponerse por sí o por otra persona.
7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad
judicial competente dictados por incumplimientos de deberes alimentarios.

ARTÍCULO 8.- GARANTÍAS JUDICIALES


1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada
contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil,
laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona
tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
a) Derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si
no comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal.
b) Comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada.
c) Concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de
su defensa.
d) Derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un
defensor de su elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor.
e) Derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado,
remunerado o no según la legislación interna, si el inculpado no se defendiere por sí
mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido por la ley.
f) Derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de
obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan
arrojar luz sobre los hechos.
g) Derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable.
h) Derecho de recurrir el fallo ante Juez o Tribunal Superior.
3. La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna
naturaleza.
4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por
los mismos hechos.
5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los
intereses de la justicia.

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ARTÍCULO 9.- PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y DE RETROACTIVIDAD


Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no
fueran delictivas según el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer pena más grave que
la aplicable en el momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión del
delito la ley dispone la imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello.

ARTÍCULO 10.- DERECHO A INDEMNIZACIÓN


Toda persona tiene derecho a ser indemnizada conforme a la ley en caso de haber sido
condenada en sentencia firme por error judicial.

ARTÍCULO 11.- PROTECCIÓN DE LA HONRA Y DE LA DIGNIDAD


1. Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad.
2. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de
su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o
reputación.
3. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos
ataques.

ARTÍCULO 12.- LIBERTAD DE CONCIENCIA Y DE RELIGIÓN


1. Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religión. Este derecho implica
la libertad de conservar su religión o sus creencias, o de cambiar de religión o de
creencias, así como la libertad de profesar y divulgar su religión o sus creencias,
individual o colectivamente, tanto en público como en privado.
2. Nadie puede ser objeto de medidas restrictivas que puedan menoscabar la libertad de
conservar su religión o sus creencias o de cambiar de religión o de creencias.
3. La libertad de manifestar la propia religión y las propias creencias está sujeta únicamente
a las limitaciones prescriptas por la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad,
el orden, la salud o la moral pública o los derechos o libertades de los demás.
4. Los padres, y en su caso los tutores, tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban la
educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

ARTÍCULO 13.- LIBERTAD DE PENSAMIENTO Y DE EXPRESIÓN


1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho
comprende la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole, sin
consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o
por cualquier otro procedimiento de su elección.
2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa
censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas
por la ley y ser necesarias para asegurar:
a) El respeto a los derechos o a la reputación de los demás, o
b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral
públicas.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 15


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3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el
abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias
radioeléctricas o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera
otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.
4. Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa con el
exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral de la infancia y la
adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2.
5. Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio
nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra
acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo,
inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional.

ARTÍCULO 14.- DERECHO DE RECTIFICACIÓN O RESPUESTA


1. Toda persona afectada por informaciones inexactas o agraviantes emitidas en su
perjuicio a través de medios de difusión legalmente reglamentada y que se dirijan al
público en general, tiene derecho a efectuar por el mismo órgano de difusión su
rectificación o respuesta en las condiciones que establezca la ley.
2. En ningún caso la rectificación o la respuesta eximirán de otras responsabilidades legales
en que se hubiese incurrido.
3. Para la efectiva protección de la honra y la reputación, toda publicación o empresa
periodística, cinematográfica, de radio o televisión tendrá una persona responsable que
no esté protegida por inmunidades ni disponga de fuero especial.

ARTÍCULO 15.- DERECHO DE REUNIÓN


Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de tal derecho sólo
puede estar sujeto a las restricciones previstas por la ley, que sean necesarias en una
sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, de la seguridad o del orden
público, o para proteger la salud o la moral pública o los derechos o libertades de los demás.

ARTÍCULO 16.- LIBERTAD DE ASOCIACIÓN


1. Todas las personas tienen derecho a asociarse libremente con fines ideológicos,
religiosos, políticos, económicos, laborales, sociales, culturales, deportivos o de cualquier
otra índole.
2. El ejercicio de tal derecho solo puede estar sujeto a las restricciones previstas por la ley
que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional,
de la seguridad o del orden público, o para proteger la salud o la moral públicas o los
derechos y libertades de los demás.
3. Lo dispuesto en este Artículo no impide la imposición de restricciones legales, y aun la
privación del ejercicio del derecho de asociación, a los miembros de las fuerzas armadas
y de la policía.

ARTÍCULO 17.- PROTECCIÓN A LA FAMILIA


1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la
sociedad y el Estado.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 16


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2. Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una


familia si tienen la edad y las condiciones requeridas para ello por las leyes internas, en la
medida en que estas no afecten al principio de no discriminación establecido en esta
Convención.
3. El matrimonio no puede celebrarse sin el libre y pleno consentimiento de los
contrayentes.
4. Los Estados Partes deben tomar medidas apropiadas para asegurar la igualdad de
derechos y la adecuada equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en cuanto al
matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo. En caso de
disolución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria a los hijos,
sobre la base única del interés y conveniencia de ellos.
5. La ley debe reconocer iguales derechos tanto a los hijos nacidos fuera del matrimonio
como a los nacidos dentro del mismo.

ARTÍCULO 18.- DERECHO AL NOMBRE


Toda persona tiene derecho a un nombre propio y a los apellidos de sus padres o al de uno
de ellos. La ley reglamentará la forma de asegurar este derecho para todos, mediante
nombres supuestos, si fuere necesario.

ARTÍCULO 19.- DERECHO DEL NIÑO


Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición de menor requieren
por parte de su familia, de la sociedad y del Estado.

ARTÍCULO 20.- DERECHO A LA NACIONALIDAD


1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. Toda persona tiene derecho a la nacionalidad del Estado en cuyo territorio nació, si no,
tiene derecho a otra.
3. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiarla.

ARTÍCULO 21.- DERECHO A LA PROPIEDAD PRIVADA


1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La ley puede subordinar tal uso
y goce al interés social.
2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de
indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los casos y
según las formas establecidas por la ley.
3. Tanto la usura como cualquier otra forma de explotación del hombre por el hombre,
deben ser prohibidas por la ley.

ARTÍCULO 22.- DERECHO DE CIRCULACIÓN Y DE RESIDENCIA


1. Toda persona que se halle legalmente en el territorio de un Estado tiene derecho a
circular por el mismo y a residir en él con sujeción a las disposiciones legales.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 17


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2. Toda persona tiene derecho a salir libremente de cualquier país, inclusive del propio.
3. El ejercicio de los derechos anteriores no puede ser restringido sino en virtud de una ley,
en la medida indispensable en una sociedad democrática, para prevenir infracciones
penales o para proteger la seguridad nacional, la seguridad o el orden públicos, la moral
o la salud públicas o los derechos y libertades de los demás.
4. El ejercicio de los derechos reconocidos en el inciso 1., puede asimismo ser restringido
por la ley, en zonas determinadas, por razones de interés público.
5. Nadie puede ser expulsado del territorio del Estado del cual es nacional, ni ser privado
del derecho a ingresar en el mismo.
6. El extranjero que se halle legalmente en el territorio de un Estado Parte en la presente
Convención, solo podrá ser expulsado de él en cumplimiento de una decisión adoptada
conforme a la ley.
7. Toda persona tiene el derecho de buscar y recibir asilo en territorio extranjero en caso de
persecución por delitos políticos o comunes conexos con los políticos y de acuerdo con la
legislación de cada Estado o los convenios internacionales.
8. En ningún caso el extranjero puede ser expulsado o devuelto a otro país, sea o no de
origen, donde su derecho a la vida o a la libertad personal está en riesgo de violación a
causa de raza, nacionalidad, religión, condición social o de sus opiniones políticas.
9. Es prohibida la expulsión colectiva de extranjeros.

ARTÍCULO 23.- DERECHOS POLÍTICOS


1. Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades:
a) De participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de
representantes libremente elegidos.
b) De votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio
universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de
los electores.
c) De tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de
su país.
2. La ley puede reglamentar el ejercicio de los derechos y oportunidades a que se refiere el
inciso anterior, exclusivamente por razones de edad, nacionalidad, residencia, idioma,
instrucción, capacidad civil o mental, o condena, por juez competente, en proceso penal.

ARTÍCULO 24.- IGUALDAD ANTE LA LEY


Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la ley.

ARTÍCULO 25.- PROTECCIÓN JUDICIAL


1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso
efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen
sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 18


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Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio
de sus funciones oficiales.
2. Los Estados Partes se comprometen:
a) A garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado
decida sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso.
b) A desarrollar las posibilidades de recurso judicial.
c) A garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en
que se haya estimado procedente el recurso.

CAPÍTULO III

DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES

ARTÍCULO 26.- DESARROLLO PROGRESIVO


Los Estados Partes se comprometen a adoptar providencias, tanto a nivel interno como
mediante la cooperación internacional, especialmente económica y técnica, para lograr
progresivamente la plena efectividad de los derechos que se derivan de las normas
económicas, sociales y sobre educación, ciencia y cultura, contenidas en la Carta de la
Organización de los Estados Americanos, reformada por el Protocolo de Buenos Aires, en la
medida de los recursos disponibles, por vía legislativa u otros medios apropiados.

CAPÍTULO IV

SUSPENSIÓN DE GARANTÍAS, INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN

ARTÍCULO 27.- SUSPENSIÓN DE GARANTÍAS


1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la
independencia o seguridad del Estado Parte, este podrá adoptar disposiciones que, en la
medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación,
suspendan las obligaciones contraídas en virtud de esta Convención, siempre que tales
disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les impone el
derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada en motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión u origen social.
2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los derechos determinados en los
siguientes artículos: 3 (Derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica); 4
(Derecho a la vida); 5 (Derecho a la integridad personal); 6 (Prohibición de la esclavitud y
servidumbre); 9 (Principio de legalidad y de retroactividad); 12 (Libertad de conciencia y
de religión); 17 (Protección a la familia); 18 (Derecho al nombre); 19 (Derecho del niño);
20 (Derecho a la nacionalidad), y 23 (Derechos políticos), ni de las garantías judiciales
indispensables para la protección de tales derechos.
3. Todo Estado Parte que haga uso del derecho de suspensión deberá informar
inmediatamente a los demás Estados Partes en la Presente Convención, por conducto
del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, de las
disposiciones cuya aplicación haya suspendido, de los motivos que hayan suscitado la
suspensión y de la fecha en que haya dado por terminada tal suspensión.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 19


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ARTÍCULO 28.- CLÁUSULA FEDERAL


1. Cuando se trata de un Estado Parte constituido como Estado Federal, el gobierno nacional
de dicho Estado Parte cumplirá todas las disposiciones de la presente Convención
relacionadas con las materias sobre las que ejerce jurisdicción legislativa y judicial.
2. Con respecto a las disposiciones relativas a las materias que corresponden a la
jurisdicción de las entidades componentes de la Federación, el gobierno nacional debe
tomar de inmediato las medidas pertinentes, conforme a su constitución y sus leyes, a fin
de que las autoridades competentes de dichas entidades puedan adoptar las
disposiciones del caso para el cumplimiento de esta Convención.
3. Cuando dos o más Estados Partes acuerden integrar entre sí una federación u otra clase
de asociación, cuidarán de que el pacto comunitario correspondiente contenga las
disposiciones necesarias para que continúen haciéndose efectivas en el nuevo Estado
así organizado, las normas de la presente Convención.

ARTÍCULO 29.- NORMAS DE INTERPRETACIÓN


1. Ninguna disposición de la presente Convención puede ser interpretada en el sentido de:
a) Permitir a alguno de los Estados Partes, grupo o persona, suprimir el goce y ejercicio
de los derechos y libertades reconocidos en la Convención o limitarlos en mayor
medida que la prevista en ella;
b) Limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocido
de acuerdo con las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de acuerdo con otra
convención en que sea parte uno de dichos Estados;
c) Excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser humano o que se derivan
de la forma democrática representativa de gobierno.
d) Excluir o limitar el efecto que puedan producir la Declaración Americana de Derechos
y Deberes del Hombre y otros actos internacionales de la misma naturaleza.

ARTÍCULO 30.- ALCANCE DE LAS RESTRICCIONES


Las restricciones permitidas, de acuerdo con esta Convención, al goce y ejercicio de los
derechos y libertades reconocidas en la misma, no pueden ser aplicadas sino conforme a
leyes que se dictaren por razones de interés general y con el propósito para el cual han sido
establecidos.

ARTÍCULO 31.- RECONOCIMIENTO DE OTROS DERECHOS


Podrán ser incluidos en el régimen de protección de esta Convención otros derechos y
libertades que sean reconocidos de acuerdo con los procedimientos establecidos en los
Artículos 76 y 77.
CAPÍTULO V

DEBERES DE LAS PERSONAS

ARTÍCULO 32.- CORRELACIÓN ENTRE DEBERES Y DERECHOS


1. Toda persona tiene deberes para con la familia, la comunidad y la humanidad.
2. Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la
seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad
democrática.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 20


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PARTE II
MEDIOS DE LA PROTECCIÓN
CAPITULO VI
DE LOS ÓRGANOS COMPETENTES
ARTÍCULO 33.-
Son Competentes para conocer de los asuntos relacionados con el cumplimiento de los
compromisos contraídos por los Estados Partes de la Convención:
1. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y
2. La Corte Interamericana de Derechos Humanos.
CAPITULO VII
LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

Los Artículos del 34 al 51 tratan de la Organización, Funciones, Competencias y


Procedimientos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

CAPITULO VIII
LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

Los Artículos del 52 al 69 tratan de la Organización, Funciones, Competencias y


Procedimientos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos

CAPITULO IX
DISPOSICIONES COMUNES

Los Artículos del 70 al 73 tratan de inmunidades, privilegios, cargos, emolumentos y sanciones.

PARTE III

DISPOSICIONES GENERALES Y TRANSITORIAS


CAPITULO X
FIRMA, RATIFICACIÓN, RESERVA, ENMIENDA, PROTOCOLO Y DENUNCIA.

Los Artículos del 74 al 78 tratan sobre firma, ratificación, reserva, enmienda, protocolo y denuncia
de todo Estado miembro de la Organización de los Estados Americanos.

CAPITULO XI
DISPOSICIONES TRANSITORIAS

Los Artículos del 79 al 82 disponen sobre la lista de candidatos y la elección de los mismos
tanto en la Comisión como en la Corte Interamericano de los Derechos Humanos.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 21


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4. LOS DERECHOS HUMANOS EN LA CONSTITUCIÓN ARGENTINA

La reforma de 1994 agregó a la parte Dogmática de la


Constitución Nacional Argentina un segundo capítulo que llamó “Nuevos
Derechos y Garantías”, donde se incluyen temas sobre la protección
de los Derechos Humanos.

El Art. 75, en su inc. 22 expresa que: “Los tratados y


concordatos tienen jerarquía superior a las leyes” y a continuación enumera diez
Tratados Internacionales de Derechos Humanos, concluidos, firmados y aprobados
con las formalidades requeridas por la Constitución Nacional:
1. Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (1948);
2. Declaración Universal de Derechos Humanos (1948)
3. Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de
Costa Rica (1969);
4. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo
(1966);
5. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966);
6. Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (1948);
7. Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial (1965);
8. Convención sobre los Derechos del Niño (1989);
9. Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer (1979);
10. Convención contra las Torturas y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes (1984).

Respecto de los cuales preceptúa que: “en las condiciones de su


vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la
primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de
los derechos y garantías por ella reconocidos” (…)
“Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser
aprobados por el Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de
la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía
constitucional”.

En el inc. 24 del mismo Art. 75, se agrega como facultad del Congreso:
“Aprobar tratados de integración que deleguen competencias y jurisdicción a
organizaciones supraestatales en condiciones de reciprocidad e igualdad, y que
respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las normas dictadas en su
consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes”.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 22


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Nuestra Constitución reconoce cuatro clases de Tratados:

 Tratado sobre Derechos Humanos:


 Con jerarquía constitucional: son los 10 tratados enumerados en el art. 75
inc. 22, más la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas, y la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de
Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad.
 Sin jerarquía constitucional: para tenerla necesitan la aprobación del
Congreso, y luego el voto de 2/3 partes de la totalidad de los miembros de
cada Cámara.
 Tratados que no son sobre Derechos Humanos: tienen jerarquía superior a
las leyes.
 Tratados de Integración: con países latinoamericanos o con otros países (inc.
24). Tienen jerarquía superior a las leyes.

 Tratados de Provincias con otros Estados: (art. 124) son inferiores a las leyes.
Si bien los Tratados de Integración regulados por el precitado inc. 24 no han
generado aún problemas interpretativos, en cuanto si bien tienen jerarquía superior a
las leyes, no se les ha dado jerarquía constitucional, muy distinta es la situación que
resulta respecto de las Convenciones y Tratados sobre Derechos Humanos a los
que el inc. 22 les asigna jerarquía constitucional, concepto que ha suscitado y
seguirá suscitando grandes dudas respecto de si esa jerarquía equivale o no
también a la prevalencia de ellos por encima de la Constitución Nacional.

No cabe duda alguna de que dichos tratados tienen carácter supralegal, pero
el gran interrogante es si también tienen o no carácter supraconstitucional.

Al ocuparse del tema Bidart Campos (Tratado Elemental de Derecho Constitucional


Argentino, 1995, t. III, p. 276) manifiesta que “la asignación de jerarquía
constitucional, a más de definir una prioridad sobre las leyes,
quiere decir que los Tratados se sitúan al mismo nivel de la
Constitución, comparten supremacía y que encabezan con ella
nuestro ordenamiento jurídico y que no afirmamos que estos
instrumentos estén ‘incorporados’ o integrados a la Constitución
formal, ni que formen parte de ella, pero sí enfatizamos que
revisten su mismo rango, ubicándose en el llamado bloque de
constitucionalidad, fuera de la Constitución documental”.

Agrega que la asignación de igual jerarquía y rango se reafirma en el


concepto del inc. 22 que reza: “no derogan artículo alguno de la primera parte de
esta Constitución y deben entenderse como complementarios de los Derechos y
Garantías por ella reconocidos”.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 23


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De acuerdo con la jurisprudencia de la Corte Suprema, los principios del


Derecho de los Derechos Humanos y las decisiones de organismos internacionales
tienen carácter de fuente interpretativa.
La Corte ha afirmado incluso que la jurisprudencia de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos es obligatoria para los tribunales argentinos.

Para la Garantía de los Derechos Humanos Fundamentales existen


acciones especiales establecidas en el Artículo 43: el amparo, el habeas corpus y el
habeas data, que tienen rango constitucional.

Legislación
1. Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre:
Aprobada por la República Argentina como país miembro, en la IX
Conferencia Internacional Americana, en la ciudad de Bogotá, Colombia 1948.

2. Declaración Universal de los Derechos Humanos:


Aprobada por la República Argentina como país miembro de la Asamblea
General de las Naciones Unidas, adoptada y proclamada por Resolución 217
(III), el 10 de diciembre de 1948.

3. Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de


Costa Rica):
Aprobada por la República Argentina según Ley 23.054 (sancionada el 1/3/84
y promulgada el 19/3/84). Ratificada el 14/8/84 con reserva.

4. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo


Facultativo y Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales:
Aprobados por la República Argentina según Ley 23.313 (sancionada el
17/4/86 y promulgada el 6/5/86).
5. Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio:
Ratificada por la República Argentina según Decreto Ley 6286/56,
sancionado y promulgado el 9/4/56.
6. Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial:
Aprobada por la República Argentina según Ley 17.722 (sancionada y
promulgada el 26/4/68).
7. Convención sobre los Derechos del Niño:
Aprobada por la República Argentina según Ley 23.849 (sancionada el
27/9/90 y promulgada el 16/10/90).

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 24


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8. Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación


contra la Mujer:
Suscripta por la República Argentina el 17/7/80. Aprobada según Ley 23179
(sancionada el 8/5/85 y promulgada el 27/5/85 con reserva).
9. Convención contra las Torturas y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos
o Degradantes:
Aprobada por la República Argentina según Ley 23.338 (sancionada el
30/7/86 y promulgada el 19/8/86).

BIBLIOGRAFÍA

• SAGÜÉS, Néstor P., Constitución de la Nación Argentina, Ed. Astrea, 1999

• ORIHUELA, Andrea M., Constitución Nacional Comentada, 4º Edición, 2008,


www.editorialestudio.com.ar, extraído de Internet en mayo de 2011.

• Entorno histórico de la Declaración: pdf extraído de Internet en julio 2011, en:


http://www.cgae.es/portalCGAE/archivos/ficheros/1230037513570.pdf

• Los Tratados Internacionales de Derechos Humanos y la Constitución Nacional,


pdf extraído de Internet, julio de 2011, en:
http://www.ciencias.org.ar/user/files/GarciaBelsunce.pdf

Nota: Todas las imágenes de este capítulo fueron extraídas de Internet.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 1 – Página 25


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Autoevaluación del Capítulo 1

Derechos Humanos
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Puntaje de aprobación: 50.00
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Fecha: 20/11/2022 18:59:08


Tiempo realización: 00:17:31 Aprobada - 90.00
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El concepto de Derechos Humanos es "Integral" ya que:

Son interdependientes y no hay uno más importante que otro.

Son jerárquicos y unos tienen más importancia que otros.

Están constituidos por distintas ramas del derecho.

Son piezas que integran un sistema inorgánico.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

¿Cuál es el órgano competente para aplicar el Pacto de San José de Costa Rica?

La Corte Internacional de Justicia.

El Consejo de Seguridad de la O.N.U.

La Asamblea General de la O.N.U.

La Organización de Estados Americanos.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

Según el jurista Bidart Campos, ¿qué significa la asignación de jerarquía constitucional a los Tratados de
Derechos Humanos?

Los tratados se encuentran por encima de la Constitución Nacional.

Los tratados son inferiores a la Constitución Nacional.


Los tratados se sitúan al mismo nivel de la Constitución, comparten supremacía y encabezan con ella
nuestro ordenamiento jurídico.

Todas son correctas.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

La afirmación: "La Constitución reconoce los Derechos Humanos, pero no los constituye como Derechos",
significa que:

Cada Estado define los Derechos Humanos.

Los Derechos Humanos se asumen constitucionalmente por su universalidad.

Los Derechos Humanos se cambian en las convenciones y acuerdos.

El Constituyente los define y otorga al pueblo.

Respuesta incorrecta
(10.00 puntos)

La respuesta correcta es:

Cada Estado define los Derechos Humanos.

Los Derechos Humanos se asumen constitucionalmente por su universalidad.

Los Derechos Humanos se cambian en las convenciones y acuerdos.

El Constituyente los define y otorga al pueblo.

La Organización de la Naciones Unidas (O.N.U.) redactó, en diciembre de 1948, el siguiente documento:

Convención de La Haya.

Tratado de Versalles.

Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

Hacia 1945 las naciones se comprometen a promover "el respeto universal a los Derechos Humanos, sin
distinción de raza, sexo, idioma o religión". ¿Qué organización fue fundada con este mandato?

Organización de Naciones Unidas.

Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Médicos sin Fronteras.

Tribunal de La Haya.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

El Pacto San José de Costa Rica, al ser incluido en el Artículo 75, inciso 22, de la Constitución Nacional, con
la reforma del año 1994, ha adquirido:
Jerarquía particular.

Jerarquía social.

Jerarquía constitucional.

Jerarquía ciudadana.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

Siendo los Derechos Constitucionales o Fundamentales los reconocidos en la Carta Magna de los Estados,
los Derechos Humanos son aquellos que se reconocen a

Los ciudadanos de países desarrollados.

Los mayores de 18 años que cursen estudios.

Todos, independientemente de su ciudadanía y su capacidad de obrar.

Los ciudadanos y los extranjeros nacionalizados.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

El Artículo 75 de la Constitución Nacional expresa que "los Tratados y concordatos tienen jerarquía
superiores a las leyes". ¿Cuál de los siguientes tratados se menciona en dicho Artículo?

Protocolo de Kyoto (1997).

Declaración de Estocolmo sobre el medio ambiente (1972).

Convención de Ginebra (1949).

Convención sobre los Derechos del Niño (1989).

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

Los Derechos Humanos son universales, inviolables e irrenunciables y pertenecen al hombre por:

Ser otorgados a las personas por el Estado Nacional.

El solo hecho de ser persona humana.

Ser otorgados por la Organización de las Naciones Unidas.

Ocuparse exclusivamente de la alimentación y de la libertad de expresión.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

 
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PLAN DE PERFECCIONAMIENTO DEL PERSONAL MILITAR SUBALTERNO


CURSO III – CABO PRINCIPAL – ÁREA MILITAR
ASIGNATURA: DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL
DE LOS CONFLICTOS ARMADOS II

DERECHO
INTERNACIONAL
CAPÍTULO

2
OBJETIVOS GENERALES DE LA ASIGNATURA OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL CAPÍTULO

Que los Suboficiales cursantes desarrollen la capacidad de:


Conocer de modo específico los Derechos y
Obligaciones que le competen en razón de la
Legislación vigente. Conocer cómo se aplica el DICA en los
conflictos armados.
Incorporar hábitos de conductas según los prescriptos
por las Leyes Internacionales. Reconocer los Principios básicos del Derecho
Internacional de los Conflictos Armados.
Aplicar y valorar la importancia de un proceder
apegado a Derecho en el curso de acciones bélicas

Conocer y valorar la Legislación vigente nacional e


internacional relativa a los Derechos Humanos.

Los contenidos que encontrará en este capítulo son:

Tema Pág.
1. Derecho Internacional de los Conflictos Armados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

2. Evolución del Derecho y sus principales elementos constitutivos . . . . . . . . . . . . 5

3. Aplicación del Derecho Internacional de los Conflictos Armados . . . . . . . . . . . . 13

4. Principios Básicos del Derecho Internacional de los Conflictos Armados. . . . . . 15

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 2 – Página 1


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1. DERECHO INTERNACIONAL DE LOS CONFLICTOS ARMADOS


Derecho Internacional
El Derecho Internacional es uno de los temas de mayor importancia para las
Naciones Unidas. El mandato sobre las actividades en este campo proviene de la
Carta de las Naciones Unidas, en cuyo preámbulo se establece el objetivo de
"crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las
obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho internacional".

El Derecho Internacional es la colección de razones jurídicas


internacionales que regulan las leyes de los Estados y otros sujetos de
Derecho Internacional, que son representados por sus Cortes Supremas.

El Derecho Internacional está formado por las normas


jurídicas internacionales que regulan las leyes de los Estados. Los
acuerdos y tratados internacionales, las notas diplomáticas, las
enmiendas y los protocolos forman parte de esta rama del Derecho.

Las normas pertenecientes al Derecho Internacional pueden


ser bilaterales (entre dos partes) o multilaterales (más de dos partes).
Los Estados suelen comprometerse a aplicar dichas normas en sus
propios territorios y con un estatus superior a las normas nacionales.

El Derecho Internacional siempre ha estado enfocado a la preservación de


la paz y a evitar el estallido de conflictos bélicos.

El Derecho Internacional se divide en:

 Derecho Internacional Público, supone el conjunto de principios que regulan


las relaciones jurídicas de los Estados entre sí.

 Derecho Internacional Privado, tiene como principal objetivo la resolución


de conflictos de jurisdicción internacional. Se encarga de definir cuál es la ley
aplicable y de determinar la condición jurídica de los extranjeros.

Derecho Internacional de los Conflictos Armados


El Derecho Internacional de los Conflictos Armados es una rama del
Derecho Internacional, que es el Derecho que los Estados han convenido en
aceptar como jurídicamente vinculante en sus tratos con otros Estados.

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Por ejemplo, los Convenios de Ginebra de 1949, núcleo del Derecho


Internacional de los Conflictos Armados, han sido aceptados por casi todos los
Estados miembros de las Naciones Unidas.

El Derecho Internacional Humanitario (DIH) o Derecho Internacional de


los Conflictos Armados (DICA), es la vertiente del Derecho Internacional
Público que abarca el conjunto de normas convencionales y
consuetudinarias aplicables en los conflictos armados, las que regulan
los métodos y medios de combate y protegen a las personas y los
bienes que son afectados por el conflicto.

En resumen, el Derecho Internacional de los Conflictos Armados:

 es una rama del Derecho Internacional;


 rige las relaciones entre Estados durante los conflictos armados;
 se aplica también a los conflictos en el Estado;
 trata de reducir al mínimo los sufrimientos, las pérdidas y los daños
ocasionados por la guerra;
 impone obligaciones a las personas de los Estados implicados, en particular a
los miembros de las Fuerzas Armadas;
 no está concebido para obstaculizar en modo alguno la eficacia militar.

Terminología

Las expresiones "Derecho Internacional Humanitario" y


"Derecho Internacional de los Conflictos Armados" (DICA) y
“Derecho de la Guerra”, pueden considerarse como
equivalentes; la elección de una u otra dependerá
Finalidad
esencialmente de las costumbres y del público.
Las Organizaciones Internacionales, las Universidades o los La finalidad del DICA es limitar y
Estados emplearán más bien la expresión "Derecho atenuar los efectos de los conflictos
Internacional Humanitario" (DIH) o "Derecho Humanitario" armados.
(DH), mientras que, en las Fuerzas Armadas, específicamente
en el ámbito de la Fuerza Aérea Argentina, se adoptó la Por ello, en el DICA se concilian las
denominación: “Derecho Internacional de los Conflictos necesidades de la hostilidad con las
Armados” (DICA). exigencias humanitarias y se
distingue entre lo que está permitido
(licitud) y lo que no lo está.

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Origen

El origen del DIH se remonta a las normas dictadas


por las antiguas civilizaciones y religiones. La guerra
siempre ha estado sujeta a ciertas leyes y costumbres.
La codificación del DIH a nivel universal comenzó en
el siglo XIX.
Desde entonces, los Estados han aceptado un
conjunto de normas basado en la amarga experiencia de
la guerra moderna, que mantiene un cuidadoso equilibrio
entre las preocupaciones de carácter humanitario y las
exigencias militares de los Estados.
En la misma medida en que ha crecido la comunidad
internacional, ha aumentado el número de Estados que ha
contribuido al desarrollo del DIH.
Actualmente, éste puede considerarse como un
Derecho verdaderamente universal.

¿Dónde se encuentra el Derecho Internacional Humanitario?


El DIH se encuentra esencialmente contenido en los cuatro Convenios de
Ginebra de 1949, en los que son parte casi todos los Estados. Estos
Convenios se completaron con otros dos tratados: los Protocolos adicionales
I y II de 1977 relativos a la protección de las victimas de los conflictos armados.

Hay otros textos que prohíben el uso de ciertas armas y tácticas militares o
que protegen a ciertas categorías de personas o de bienes.
Son principalmente:

 la Convención de la Haya de 1954 para la protección de los bienes


culturales en caso de conflicto armado y sus dos Protocolos,
 la Convención de 1972 sobre Armas Bacteriológicas,
 la Convención de 1980 sobre Ciertas Armas Convencionales y sus
cinco Protocolos,
 la Convención de 1993 sobre Armas Químicas,
 el Tratado de Ottawa de 1997 sobre las Minas Antipersonal,
 el Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño
relativo a la participación de niños en los conflictos armados.

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2. EVOLUCIÓN DEL DERECHO Y SUS PRINCIPALES ELEMENTOS


CONSTITUTIVOS

El Derecho Internacional de los Conflictos Armados se compone del Derecho


Internacional Consuetudinario y del Derecho de los Tratados o Derecho
Convencional.

El Derecho Internacional de los Conflictos Armados se basa obviamente en


nuestras costumbres y tradiciones, así como en la experiencia en conflictos armados
a través de la historia.
Ejemplo: la prohibición universal del envenenamiento
como método de guerra, que se remonta a tiempos
inmemoriales cuando, por ejemplo, los militares de ambos
bandos dictaban órdenes para que no se envenenasen los
pozos de agua, tanto en beneficio propio como de la
población civil, porque podrían necesitar el agua alguna
vez.

Con el transcurso del tiempo, estas costumbres, tradiciones y experiencias


se han desarrollado en “derecho imperativo”, a saber: Derecho Internacional
Consuetudinario y Derecho Convencional. Ambos son vinculantes desde el punto de
vista jurídico.

Represión de las infracciones


Finalidad. Alcances

La existencia de un aparato de sanciones en el DICA condiciona, de manera


fundamental, su eficacia.

Su propósito es punitivo como el de todo sistema de sanciones, pero este


andamiaje tiene, ante todo, un propósito preventivo dado que su incorporación al
derecho interno de los Estados condiciona su influencia sobre los comportamientos
de las personas y sobre la actuación del propio Estado, tanto para prevenir como
para castigar.

En los Convenios y en el Protocolo I se prevé que los Estados tomarán todas


las medidas legislativas necesarias para determinar las sanciones penales
adecuadas que han de aplicarse a las personas que cometan o den la orden de
cometer cualquier crimen de guerra y buscarán a las personas acusadas de haber
cometido o de haber dado la orden de cometer esos crímenes, incluidos los que
resulten de una omisión contraria a un deber de actuar. Asimismo deberán hacerla
comparecer ante sus propios tribunales, sea cual fuera su nacionalidad o podrán, si

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lo prefieren, y según sus disposiciones previstas en su propia legislación, entregarlas


para que sean juzgadas por otro Estado interesado, si éste ha formulado contra ellas
cargos suficientes.

También es posible llevar sospechosos de haber cometido un crimen de


guerra ante la Corte Penal Internacional con sede en La Haya, Países Bajos (CI49,
CII50, CIII129, CIV146 y Estatuto de Roma 1998).

Consecuencia de la universalidad de la represión. La extradición será de


derecho cada vez que el Estado requerido no haya hecho comparecer al imputado
ante sus propios tribunales o ante la Corte Penal Internacional. Así, como esos
crímenes dependen de diversas jurisdicciones posibles, difícilmente quedarán sin
ser sancionados.

Derecho Internacional Consuetudinario


El Derecho Internacional Consuetudinario dimana de la práctica general y
consecuente que aplican los Estados por un sentido de obligación jurídica.

La importancia más obvia de las normas de Derecho Internacional


Consuetudinario es que son de obligado cumplimiento para todos los Estados.
Esto tiene ciertas consecuencias muy importantes. Incluso aunque un Estado no sea
Parte en un determinado tratado, queda vinculado a las disposiciones del mismo
que, bien codifican el Derecho Internacional Consuetudinario existente, bien se han
convertido, de por sí, en normas consuetudinarias.

Ejemplo: el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg decidió que las


disposiciones anexas al IV Convenio de La Haya de 1907 (Reglamento de La
Haya) reflejaban el Derecho Internacional Consuetudinario y que, por
consiguiente, vinculaban a Alemania, que era parte en la Convención, aunque
estuviese implicada en un conflicto con Checoslovaquia, que no era parte en el
Convenio. Cabe también destacar que el Derecho Internacional Consuetudinario
vincula, asimismo, a actores que no son Estados.

El Derecho Internacional Consuetudinario es también importante para


regular asuntos no incluidos en los Tratados de Derecho Internacional de los
Conflictos Armados. Por ejemplo, pocas son las normas codificadas aplicables en
Conflictos Armados No Internacionales, pero hay un sustancial cuerpo de normas de
Derecho Internacional Consuetudinario que rige la conducción de las operaciones en
tales situaciones de conflicto.

El hecho de que haya una posterior codificación de normas vigentes de


Derecho Internacional Consuetudinario en tratados o en convenios, no significa que
las normas consuetudinarias dejen de existir o que no se pueda ya recurrir a las
mismas. De hecho, continúan existiendo y evolucionan por separado, a la par de las
normas de los tratados.

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Esto queda plasmado en lo que se conoce como Cláusula de Martens, que


figura por primera vez en el Preámbulo del II Convenio de La Haya de 1899, para
luego pasar a ser un artículo común de cada uno de los Convenios de Ginebra.

En la Cláusula de Martens se reafirma que, aunque una Parte denuncie el


Convenio, esto:

“No surtirá efecto alguno sobre las obligaciones que las Partes en
conflicto hayan de cumplir en virtud de los principios del derecho de
gentes, tal como resulta de los usos establecidos entre las naciones
civilizadas, de las leyes de humanidad y de las exigencias de la
conciencia pública.”

En resumen, el Derecho Internacional Consuetudinario tiene una importancia


considerable: a veces, constituye la piedra angular del Derecho Moderno de los
Tratados, mientras que otras veces, ha evolucionado a partir del Derecho de los
Tratados e incluso colma los vacíos en que éste no existe.

Derecho de los Tratados o Derecho Convencional


El Derecho de los Tratados o Derecho Convencional se basa en las
siguientes ramas del Derecho:

 El Derecho de Ginebra. La finalidad de esta


rama del Derecho es proteger a las víctimas de
un conflicto en poder del adversario: civiles que
no participan o han dejado de participar en las
hostilidades, prisioneros de guerra y militares
fuera de combate, entre otros.
Los cuatro Convenios de Ginebra cubren
precisamente esta clase de situaciones, a saber:

 I Convenio de Ginebra, protege, durante la guerra, a los heridos y


enfermos de las fuerzas armadas en campaña.
Este Convenio es la versión actualizada del Convenio de Ginebra sobre los
combatientes heridos y enfermos, posterior a los textos adoptados en 1864,
1906 y 1929. Consta de 64 artículos, que establecen que se debe prestar
protección a los heridos y los enfermos, pero también al personal médico y
religioso, a las unidades médicas y al transporte médico. Este Convenio también
reconoce los emblemas distintivos. Tiene dos anexos que contienen un proyecto
de acuerdo sobre las zonas y las localidades sanitarias, y un modelo de tarjeta
de identidad para el personal médico y religioso.

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 II Convenio de Ginebra, protege, durante la guerra, a los heridos,


enfermos y náufragos de las fuerzas armadas en el mar.
Este Convenio reemplazó el Convenio de La Haya de 1907 para la adaptación a
la guerra marítima de los principios del Convenio de Ginebra de 1864. Retoma
las disposiciones del I Convenio de Ginebra en cuanto a su estructura y su
contenido. Consta de 63 artículos aplicables específicamente a la guerra
marítima. Por ejemplo, protege a los buques hospitales. Tiene un anexo que
contiene un modelo de tarjeta de identidad para el personal médico y religioso.

 III Convenio de Ginebra, abarca el estatuto y el trato debido a los


prisioneros de guerra.
Este Convenio reemplazó el Convenio sobre prisioneros de guerra de 1929.
Consta de 143 artículos, mientras que el Convenio de 1929 constaba de apenas
97. Se ampliaron las categorías de personas que tienen derecho a recibir el
estatuto de prisionero de guerra, de conformidad con los Convenios I y II. Se
definieron con mayor precisión las condiciones y los lugares para la captura; se
precisaron, sobre todo, las cuestiones relativas al trabajo de los prisioneros de
guerra, sus recursos financieros, la asistencia que tienen derecho a recibir y los
procesos judiciales en su contra. Este Convenio establece el principio de que los
prisioneros de guerra deben ser liberados y repatriados sin demora tras el cese
de las hostilidades activas. Tiene cinco anexos que contienen varios modelos de
acuerdos y tarjetas de identidad, entre otras.

 IV Convenio de Ginebra, protege a las personas civiles incluso en los


territorios ocupados durante la guerra.
Los Convenios de Ginebra que se adoptaron antes de 1949 se referían sólo a
los combatientes, y no a las personas civiles. Los hechos acaecidos durante la
Segunda Guerra Mundial pusieron en evidencia las consecuencias desastrosas
que tuvo la ausencia de un convenio que protegiera a los civiles en tiempo de
guerra. Este Convenio adoptado en 1949 toma en consideración la experiencia
de la Segunda Guerra Mundial. Consta de 159 artículos. Contiene una breve
sección sobre la protección general de la población contra algunas
consecuencias de la guerra, sin referirse a la conducción de las hostilidades, las
que se tomaron en cuenta más tarde, en los Protocolos adicionales de 1977. La
mayoría de las normas de este Convenio se refieren al estatuto y al trato que
debe darse a las personas protegidas, y distinguen entre la situación de los
extranjeros en el territorio de una de las partes en conflicto y la de los civiles en
territorios ocupados. Define las obligaciones de la Potencia ocupante respecto
de la población civil y contiene disposiciones precisas acerca de la ayuda
humanitaria que tiene derecho a recibir la población civil de territorios ocupados.
Además, contiene un régimen específico sobre el trato de los internados civiles.
Tiene tres anexos que contienen un modelo de acuerdo sobre las zonas
sanitarias y las zonas de seguridad, un proyecto de reglamento sobre los
socorros humanitarios y modelos de tarjetas.

 Artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra marcó un gran


avance, ya que abarca los Conflictos Armados No Internacionales, que
nunca antes habían sido incluidos en los tratados. Estos conflictos pueden

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ser de diversos tipos. Puede tratarse de guerras civiles, conflictos armados


internos que se extienden a otros Estados, o conflictos internos en los que
terceros Estados o una fuerza internacional intervienen junto con el
gobierno.
El Artículo 3 común establece las normas fundamentales que no
pueden derogarse. Es una suerte de mini convenio dentro de los
Convenios, ya que contiene las normas esenciales de los Convenios de
Ginebra en un formato condensado y las hace aplicables a los conflictos
sin carácter internacional:
 Establece que se debe tratar con humanidad a todas las personas que
no participen en las hostilidades o que caigan en poder del adversario,
sin distinción alguna de índole desfavorable. Prohíbe específicamente
los atentados contra la vida, las mutilaciones, la toma de rehenes, la
tortura, los tratos humillantes, crueles y degradantes, y dispone que
deben ofrecerse todas las garantías judiciales.
 Establece que se debe recoger y asistir a los heridos y los enfermos.
 Concede al CICR el derecho a ofrecer sus servicios a las partes en
conflicto.
 Insta a las partes en conflicto a poner en vigor, mediante acuerdos
especiales, la totalidad o partes de los Convenios de Ginebra.
 Reconoce que la aplicación de esas normas no afecta el estatuto jurídico
de las Partes en conflicto.

Dado que la mayor parte de los conflictos armados actuales no son de


carácter internacional, es de suma importancia aplicar el artículo 3 común.
Es necesario que se lo respete plenamente.

 El Derecho de La Haya. Su finalidad es sentar normas para la conducción de


las operaciones, cómo se ha de llevar el combate, estipulando, por ejemplo,
acerca de lo que puede ser objetivo de ataque y cómo atacarlo. Contiene
normas que limitan los efectos destructivos del combate, que serían excesivos
respecto a lo realmente necesario para lograr el objetivo o misión militar.

Evolución del Derecho Convencional

El Derecho Internacional de los Conflictos Armados ha atravesado un


proceso de dinámicos cambios en años recientes, por haberse aprobado nuevas
disposiciones para ir a la par con la naturaleza cambiante de los conflictos.

Las nuevas disposiciones combinan, a menudo, aspectos de ambos


Derechos de La Haya y de Ginebra. Algunos ejemplos son:

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La Convención de La Haya de 1954 para la protección de los


bienes culturales en caso de conflicto armado y su Protocolo I de
1954 y el Protocolo II, el más reciente, de 1999.
La Convención de 1972 sobre la prohibición del desarrollo, la
producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas.
Dos Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra, de 1977: el Protocolo
I relativo a los Conflictos Armados Internacionales y el Protocolo II relativo a
los Conflictos Armados No Internacionales y fijan límites a la forma en que se
libran las guerras.
La Convención de las Naciones Unidas de 1980, relativa a las armas
convencionales, con los Protocolos que abarcan:
 fragmentos no localizables,
 minas, armas trampa y otros artefactos
(enmendado en 1996),
 armas incendiarias,
 armas láser cegadoras (aprobado en 1996).
El Convenio de 1993, relativo a armas químicas.
La Convención de Ottawa de 1997 sobre la
prohibición de minas antipersonal.
En 2005, se aprobó un tercer Protocolo adicional, que establece un
emblema adicional: el cristal rojo, que tiene el mismo estatuto internacional
que los emblemas de la cruz roja y de la media luna roja.

Prohibición de la Guerra
Es importante destacar que el Derecho de la Guerra contuvo hasta hace
algunas décadas un conjunto de normas cuya finalidad era reglamentar el
“Derecho a la Guerra” que tenía todo Estado soberano.

Este conjunto de normas, conocido como jus ad bellum (Derecho a la


Guerra) completaba el conjunto del Derecho de la Guerra como rama integrante del
Derecho Internacional Público.

Esta regulación jurídica de la guerra considerada en aquel entonces “lícita”


se refería a los procedimientos para recurrir al uso de la fuerza armada y tenía por
propósito excluir del ámbito de las relaciones internacionales el recurso abusivo a la
guerra, con la finalidad de disminuir su frecuencia como medio de solución de las
controversias internacionales.

Lo cierto es que hoy en día esta parte del Derecho Internacional


prácticamente ha desaparecido, por cuanto la prohibición de recurrir a la fuerza con
el objetivo antes señalado ha quedado definitivamente consagrada desde octubre de

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1945 por el Art. 2 inc. 4º de la Carta de las Naciones Unidas, el que contiene una
prohibición general del uso de la fuerza:

"Los Miembros de la Organización, en sus relaciones


internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso
de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia
política de cualquier Estado, en cualquier otra forma
incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas.”

Sin embargo, hay situaciones en las que las Naciones Unidas autorizan el
empleo de las Fuerzas Armadas, a saber:

 Cuando asiste el Derecho de Legítima Defensa (individual o colectiva); es el


caso de un Estado (o un grupo de Estados) que es objeto de una agresión por
otro Estado (o grupo de Estados).

 Cuando el Consejo de Seguridad (basándose en el Capítulo VII de la Carta de


las Naciones Unidas), decide el empleo colectivo de la fuerza, mediante:

 medidas coercitivas (o de fuerza), cuyo objetivo es restablecer la paz,


contra un Estado que sea amenaza para la seguridad internacional;
 medidas para mantener la paz, en forma de misiones de observación o
de misiones de mantenimiento de la paz.

 Cuando asiste el Derecho de los pueblos a la libre determinación. De


hecho, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución 2105,
aprobada en 1965, "reconoce la legitimidad de la lucha que los pueblos bajo
el dominio colonial libran por el ejercicio de su derecho a la libre
determinación y a la Independencia (...)".

Hechas estas salvedades, llegamos a la conclusión de que en nuestros días


el jus ad bellum (Derecho a la Guerra)
prácticamente ha desaparecido, de modo que lo
Recordar:
que aún queda del Derecho de la Guerra está en
los dos cuerpos de normas mencionados: el ius in bello: Derecho en la Guerra
Derecho de Ginebra y el Derecho de La Haya.
Ambos constituyen el Derecho en la Guerra, el ius ad bellum: Derecho a la Guerra
jus in bellum o Derecho Internacional
Humanitario, cuya importancia y actualidad no
puede pasarse por alto.

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La finalidad del Derecho Internacional Humanitario (como ya dijimos), es


limitar los sufrimientos provocados por la guerra, garantizando (tanto como sea
posible), la protección y la asistencia a las víctimas.

Así pues, se aborda la realidad de un conflicto sin entrar en consideraciones


relativas a los motivos o a la legalidad del recurso a la fuerza; únicamente se regulan
los aspectos que tienen un alcance humanitario, lo que denominamos “ius in bello”
(Derecho en la Guerra).

En caso de Conflicto Armado Internacional, a menudo resulta difícil


determinar qué Estado es culpable de una violación a la Carta de las Naciones
Unidas. Ahora bien, el sistema del Derecho Internacional Humanitario se aplica sin
importar el culpable.

Derecho de los Derechos Humanos


El tema del Derecho Internacional de los Conflictos Armados quedaría
incompleto si no mencionamos brevemente otra rama del Derecho Internacional,
(aplicable tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz): el Derecho de los
Derechos Humanos.
Su finalidad es proteger los Derechos de los ciudadanos ante las
autoridades del Estado. Los Derechos, figuran en instrumentos de las Naciones
Unidas como el Pacto de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas y
en convenios y cartas zonales en Europa, África y América.
Todos los derechos que figuran en estos Tratados están vigentes en todo
momento. Aunque un Estado puede derogar, en condiciones sumamente concretas,
ciertos Derechos Humanos en caso de urgencia pública que ponga en peligro la
existencia de la nación, siempre es aplicable cierto número de derechos fundamentales.
Para los militares, los dos más importantes que hay que recordar son:

 El Derecho a la Vida: incluso en conflictos armados, actos como matar a


prisioneros y dar muerte a rehenes son contrarios al Derecho.
 La prohibición de la tortura: no se puede someter a nadie a tortura ni a
tratos ni castigos crueles, inhumanos o degradantes. La violación y la
agresión sexual también pueden constituir tortura.

Todos los demás Derechos se pueden modificar, pero nunca suprimir. Por
ejemplo, en un conflicto armado internacional, se puede detener a ex combatientes
como prisioneros de guerra pero, incluso en un conflicto armado, es ilegal detener a
personas de manera indiscriminada y mantenerlas incomunicadas durante un largo
periodo de tiempo, sin haber sido debidamente autorizada su detención.

El Sistema de Derechos Humanos y el Derecho Internacional de los


Conflictos Armados se deben considerar complementarios. No debe haber
diferencias en el respeto de los Derechos Humanos, ni en tiempo de guerra ni en

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tiempo de paz, pues, sobre todo en situaciones de conflicto peligran más estos
derechos y las personas civiles acudirán a las Fuerzas Armadas para buscar
protección.

3. APLICACIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS


CONFLICTOS ARMADOS
El Derecho Internacional de los Conflictos Armados se emplea incluso
cuando no ha habido una declaración formal de guerra. Se aplica
en dos clases de situaciones bien distintas.

 Conflictos Armados Internacionales


Ejemplos: la Guerra del Golfo, la Guerra de las Islas
Falkland/Malvinas
 Conflictos Armados No Internacionales
Ejemplos: Sri Lanka, Chechenia.

Antes de definir estos términos, cabe mencionar por qué


decimos ahora conflicto en vez de guerra.
La respuesta es clara. De conformidad con lo estipulado en la Carta de las
Naciones Unidas de 1945, aprobada poco después de los horrores de la Segunda
Guerra Mundial, queda prohibido el uso de la fuerza por parte de un Estado contra
otro (Art. 2). Los Estados pueden recurrir a la fuerza en el ejercicio de su derecho
inherente, individual o colectivo, de legítima defensa (Art. 51) o como parte de
sanciones militares autorizadas por el Consejo de Seguridad (Artículos 43-48).
Por consiguiente, desde entonces, los Estados han evitado declarar la
guerra. Los Convenios de Ginebra de 1949 adoptaron deliberadamente la
expresión más general de “conflicto armado”, para abarcar el alcance total de las
situaciones y evitar debates jurídicos acerca de la definición exacta de guerra.
Hoy los Estados son renuentes a hablar de guerra o a reconocer que existe
un estado de guerra, pero como es sabido, los conflictos armados existen realmente.

Un Conflicto Armado surge cuando hay luchas entre Estados o violencia


armada prolongada entre las autoridades del Gobierno y grupos armados
organizados o, sencillamente entre grupos armados organizados.

Un Conflicto Armado Internacional surge cuando un Estado hace uso de sus


fuerzas armadas contra otro o varios Estados. El término también se aplica a
todos los casos de ocupación militar total o parcial, incluso cuando no se
oponga resistencia armada a la ocupación. Ahora carece de importancia que
los Estados de que se trata consideren estar en guerra entre sí o el hecho de
cómo califiquen el conflicto. Un conflicto armado internacional finaliza con el

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cese de las hostilidades o de la ocupación territorial. No obstante, los


prisioneros de guerra que permanecen en poder de las partes continúan bajo la
protección del derecho hasta que los liberen.

Los Conflictos Armados No Internacionales, también llamados conflictos


armados internos, tienen lugar en el territorio de un Estado y en ellos no
participan las fuerzas armadas de ningún otro Estado. Un ejemplo es el empleo
de las fuerzas armadas del Estado contra grupos de disidentes, de rebeldes o
insurgentes. Otro, el de dos o más grupos armados que luchan en un Estado,
pero no necesariamente con la participación de tropas gubernamentales.

Niveles inferiores de violencia interna, en el Derecho de los Conflictos


Armados, no hay disposiciones relativas a situaciones de disturbios internos y
tensiones en que haya manifestaciones violentas y motines.

¿Qué cubre el Derecho Internacional Humanitario?


El DIH cubre dos ámbitos:

 La protección de las personas que no participan o que ya no participan en las


hostilidades.
 Una serie de restricciones de los medios de guerra, especialmente las armas,
y de los métodos de guerra, como son ciertas tácticas militares.

¿En qué consiste la "protección"?


El DIH protege a las personas que no toman parte en las hostilidades, como
son los civiles y el personal médico y religioso. Protege asimismo a las personas que
ya no participan en los combates, por ejemplo, los combatientes heridos o enfermos,
los náufragos y los prisioneros de guerra.

Esas personas tienen derecho a que se respete su vida y su integridad física


y moral, y se benefician de garantías judiciales. Serán, en todas las circunstancias,
protegidas y tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable.

En particular, está prohibido matar o herir a un adversario que haya


depuesto las armas o que esté fuera de combate. Los heridos y los enfermos serán
recogidos y asistidos por la parte beligerante en cuyo poder estén. Se respetarán el
personal y el material médico, los hospitales y las ambulancias.

Normas específicas regulan asimismo las condiciones de detención de los


prisioneros de guerra y el trato debido a los civiles que se hallan bajo la autoridad de
la parte adversa, lo que incluye, en particular, su mantenimiento, atención médica y
el derecho a corresponder con sus familiares.

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El DIH prevé, asimismo, algunos signos distintivos que se pueden emplear


para identificar a las personas, los bienes y los lugares protegidos. Se trata
principalmente de los emblemas de la cruz roja y de la media luna roja, así como los
signos distintivos específicos de los bienes culturales y de la protección civil (que
veremos más adelante).

Restricciones a que están sometidos los medios y métodos de hacer la guerra

El DIH prohíbe, entre otras cosas, los medios y los métodos militares que:

 no distinguen entre las personas que participan en los combates y las


personas que no toman parte en los combates, a fin de respetar la vida de la
población civil, de las personas civiles y los bienes civiles;
 causan daños superfluos o sufrimientos innecesarios;
 causan daños graves y duraderos al medio ambiente.
El DIH ha prohibido, el uso de muchas armas, incluidas las balas explosivas,
las armas químicas y biológicas, las armas láser que causan ceguera y las minas
antipersonal.

¿Cómo aplicar el Derecho Internacional Humanitario?


Se han de tomar medidas para garantizar el respeto del DIH. Los Estados
tienen la obligación de dar a conocer las normas de ese Derecho a las respectivas
Fuerzas Armadas y al público en general. Deben prevenir y, si procede, castigar
todas las violaciones del Derecho Internacional Humanitario.

Para ello, deben, en particular, promulgar leyes para castigar las violaciones
más graves de los Convenios de Ginebra y de los Protocolos adicionales,
denominadas crímenes de guerra. Asimismo, habría que aprobar una ley que
garantice la protección de de los emblemas de la cruz roja y de media luna roja.

Se han tomado medidas a nivel internacional, creando dos tribunales para


castigar los crímenes cometidos en los conflictos de ex Yugoslavia y de Ruanda.
Una Corte Penal Internacional ha sido creada por el “Estatuto de Roma” aprobado
en 1998.

4. LOS PRINCIPIOS BÁSICOS DEL DERECHO INTERNACIONAL


DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
Así como las operaciones militares tienen principios de ataque, defensa,
retirada, etc., lo mismo ocurre con el Derecho Internacional de los Conflictos
Armados, que dispone de un conjunto de principios claramente definidos. Estos

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 2 – Página 15


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principios son prácticos, reflejan la realidad de los conflictos y, ante todo, nada
incluyen que no pueda aplicar en el combate un soldado profesional.

Logran un equilibrio entre la humanidad y la necesidad militar, y son


aplicables en todo momento, en todo lugar y en todas las circunstancias. Se han de
tener en cuenta como asunto de rutina en cualquier evaluación, planificación y, por
supuesto, formación de índole militar que se realice.

DISTINCIÓN
Se debe hacer siempre una clara distinción entre combatientes y personas civiles o
la población civil como tal. Por supuesto que se puede atacar a combatientes, salvo
cuando queden al margen de la acción, como por ejemplo cuando estén fuera de
combate. Las personas civiles están protegidas y no pueden ser objeto de ataques, pero
pierden esa protección cuando participan directamente en las hostilidades mientras dure
tal participación.
Asimismo, siempre se deben distinguir entre objetivos militares que se pueden
atacar y bienes de carácter civil que han de respetarse.
La palabra “bien” abarca toda clase de bienes, públicos o privados, muebles o inmuebles.

PROPORCIONALIDAD
Cuando se atacan objetivos militares, se debe preservar en todo lo posible a la población
civil y los bienes de carácter civil, para que no sufran daños incidentales o colaterales.
Los daños incidentales no deben ser excesivos en relación con la ventaja militar concreta
y directa que ustedes prevén en sus operaciones.
El empleo excesivo de la fuerza infringe claramente el Derecho de los Conflictos
Armados.

NECESIDAD MILITAR
Toda actividad de combate debe justificarse por motivos militares; están prohibidas las
actividades que no sean militarmente necesarias.
Está prohibido atacar a pacíficas personas civiles o quienes estén fuera de combate,
porque con ello no se obtiene ventaja militar alguna. En las normas de los tratados
internacionales se tiene debidamente en cuenta la necesidad militar.
No se puede invocar como excusa la necesidad militar para invalidar el derecho de los
conflictos armados.
Toda acción emprendida para destruir bienes del enemigo y requerida por la necesidad
militar tiene que avenirse con los principios de distinción y de proporcionalidad. No se
puede recurrir a la necesidad militar como excusa para la dejadez, la indiferencia o el
comportamiento no profesional.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 2 – Página 16


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LIMITACIÓN
En todo conflicto armado, el derecho de las Partes en conflicto a elegir los métodos o
medios de combate no es ilimitado.
Queda prohibido el empleo de armas, proyectiles, materiales y métodos de tal índole que
causen males superfluos o sufrimientos innecesarios.
Queda prohibido el empleo de métodos o medios que hayan sido concebidos para
causar, o de los que quepa prever que causen daños extensos, duraderos y graves al
medio ambiente natural.

BUENA FE
La buena fe entre adversarios es un principio consuetudinario de la guerra. Los militares
deben interpretar de buena fe el Derecho de los Conflictos Armados. Asimismo, se debe
demostrar buena fe en las negociaciones entre adversarios y con organizaciones
humanitarias.

TRATO HUMANO Y NO DISCRIMINACIÓN


Todas las personas deben ser tratadas con humanidad y sin sufrir discriminación por
razones de sexo, nacionalidad, raza, religión o convicción política.
Quienes estén fuera de combate, como combatientes que se rinden, tripulación que se
lanza en paracaídas de un avión abatido, heridos, enfermos y náufragos, así como
prisioneros de guerra y demás personas cautivas y detenidas, han de ser identificados
como tales y tratados humanamente.

PROHIBICIÓN DE REPRESALIAS
Se prohíben las represalias, es decir las violaciones del Derecho como respuesta a otras
violaciones del Derecho contra los heridos, los enfermos y los náufragos, el personal
sanitario y los servicios sanitarios, el personal y los servicios de protección civil, los
prisioneros de guerra, las personas civiles, los bienes civiles y culturales, el medio natural
y las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas.

SUBSIDIARIEDAD (REGLA DE MARTENS)


En los casos no previstos en los Convenios, en el Protocolo o en otros acuerdos
internacionales, o en caso de denuncia de esos acuerdos, “las personas civiles y los
combatientes quedan bajo la protección y el imperio de los principios del derecho de
gentes derivados de los usos establecidos, de los principios de humanidad y de los
dictados de la conciencia pública”.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 2 – Página 17


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BIBLIOGRAFÍA

• Ministerio de Defensa, Manual de Derecho Internacional de los Conflictos


Armados, Min. Def., 2010.
• Comité Internacional de la Cruz Roja, DICA 1 (lección 1), pdf extraído de Internet
de la página Web de la Cruz Roja en julio de 2011.
• Página Web de las Naciones Unidas: http://www.un.org/es/
Derecho Internacional:
http://www.un.org/Depts/dhl/spanish/resguids/specilsp.htm
• Pág. Web de La Cruz Roja, pdf
¿Qué es el Derecho Internacional Humanitario?,
http://www.icrc.org/spa/resources/documents/legal-fact-sheet/5v5jw9.htm
Los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adicionales
http://www.icrc.org/spa/war-and-law/treaties-customary-law/geneva-
conventions/index.jsp

Nota: Todas las imágenes de este capítulo fueron extraídas de Internet.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 2 – Página 18


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Derecho Internacional
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En los casos no previstos en los Convenios, en el Protocolo o en otros acuerdos internacionales, o en caso
de denuncia de esos acuerdos, "las personas civiles y los combatientes quedan bajo la protección y el
imperio de los principios del derecho de gentes derivados de los usos establecidos, de los principios de
humanidad y de los dictados de la conciencia pública". Este concepto se refiere a:

Trato humano.

Subsidiariedad (Regla Martens).

No discriminación.

Prohibición de represalias.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

La vertiente del Derecho Internacional Público que abarca el conjunto de normas convencionales y
consuetudinarias aplicables en los conflictos armados, las que regulan los métodos y medios de combate y
protegen a las personas y los bienes que son afectados por el conflicto, se denomina:

Derecho Penal Militar.

Derecho Administrativo y Constitucional.

Derecho Internacional Humanitario.

Derecho Disciplinario Militar.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

El Tratado de Ottawa fue firmado en el año 1997. El mismo se refiere a:

La libertad de los esclavizados.


La población de las naciones beligerantes.

La prohibición de minas antipersonales.

Los veteranos de guerra.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

¿Qué relación mantiene el Derecho Internacional de los Conflictos Armados (DICA) con el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos (DD.HH.)?

Son complementarios.

Son opuestos.

Sólo se aplican en tiempo de paz.

Sólo se aplican en tiempos de guerra.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

La Guerra del Golfo o la Guerra de Malvinas, son ejemplos de:

Conflicto armado internacional.

Conflicto armado no internacional.

Tensiones internas.

Disturbios internos.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

La expresión en latín "Ius ad bellum" significa:

Derecho por la Guerra.

Derecho a la Guerra.

Derecho Bélico.

Derecho Internacional.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

El Art. 2, inc. 4°, de la Carta de las Naciones Unidas establece:

La prohibición general del uso de la fuerza.

La protección a prisioneros de guerra.

Los medios permitidos de la guerra.

La clasificación de los objetivos militares.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)
"Cuando se atacan objetivos militares, se debe preservar en todo lo posible a la población civil y los bienes
de carácter civil, para que no sufran daños incidentales o colaterales. Los daños incidentales no deben ser
excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa que ustedes prevén en sus operaciones".
Tales conceptos responden al siguiente principio básico del Derecho Internacional de los Conflictos
Armados:

Buena fe.

Distinción.

Proporcionalidad.

Trato humano.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

Según la Carta de las Naciones Unidas, si un Estado es objeto de una agresión, éste tendrá derecho a:

Pedir ayuda a otro Estado.

La legítima defensa.

Aceptar los hechos y manifestar la rendición.

Invadir al agresor.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

Todas las personas deben ser tratadas con humanidad y sin sufrir discriminación por razones de sexo,
nacionalidad, raza, religión o convicción política. Quienes estén fuera de combate, como combatientes que
se rinden, tripulación que se lanza en paracaídas de un avión abatido, heridos, enfermos y náufragos, así
como prisioneros de guerra y demás personas cautivas y detenidas, han de ser identificados como tales y
tratados humanamente. Esta expresión corresponde al principio de:

Proporcionalidad.

Buena fe.

Trato humano y no discriminación.

Limitación.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

 
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PLAN DE PERFECCIONAMIENTO DEL PERSONAL MILITAR SUBALTERNO


CURSO III – CABO PRINCIPAL – ÁREA MILITAR
ASIGNATURA: DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL
DE LOS CONFLICTOS ARMADOS II

INTEGRACIÓN DEL
DERECHO EN LOS
CONFLICTOS ARMADOS
CAPÍTULO

3
OBJETIVOS GENERALES DE LA ASIGNATURA OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL CAPÍTULO

Que los Suboficiales cursantes desarrollen la capacidad de:


Conocer de modo específico los Derechos y
Obligaciones que le competen en razón de la
Legislación vigente. Conocer la terminología propia aplicadas al
DICA.
Incorporar hábitos de conductas según los prescriptos
por las Leyes Internacionales. Conocer la legislación sobre la Guerra Aérea.

Aplicar y valorar la importancia de un proceder Reconocer los Principios básicos que rigen la
apegado a Derecho en el curso de acciones bélicas conducción de las Operaciones Militares en los
Conflictos Armados.
Conocer y valorar la Legislación vigente nacional e
internacional relativa a los Derechos Humanos.

Los contenidos que encontrará en este capítulo son:


Tema Pág.
1. Definiciones relativas al Personal Militar y Adscripto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

2. Definiciones de Personal Civil y Asociados Protegidos por el DICA. . . . . . . . . . . . . 6

3. Bienes, Zonas designadas y Signos Protegidos por el DICA. . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

4. Definiciones de Ataque y Objetivo Militar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

5. Derecho de la Guerra Aérea. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

6. Principios Básicos que rigen la conducción de todas las Operaciones Militares. . . . 21

7. La Mujer en el Conflicto Armado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 1


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Al igual que los militares tienen su jerga para describir el equipo y lo que hacen, también el
Derecho Internacional de los Conflictos Armados tiene una terminología propia. Aunque
muchos de los términos son conocidos, quizás no se sepa su significado con exactitud. Por
consiguiente, es importante saber exactamente cuáles son esos términos y lo que significan.

1. DEFINICIONES RELATIVAS AL PERSONAL MILITAR Y


ADSCRIPTO

FUERZAS ARMADAS
Las Fuerzas Armadas de una Parte en conflicto se componen de
todas las fuerzas, grupos y unidades armadas y organizadas,
colocadas bajo el mando responsable de la conducta de sus
subordinados ante esa Parte, aún cuando esté representada por
un gobierno o por una autoridad no reconocidos por una parte
adversa.
Tales Fuerzas Armadas deberán estar sometidas a un régimen de disciplina interna
que haga cumplir, entre partes, las normas de Derecho Internacional aplicables en
los conflictos armados.
Los miembros de las Fuerzas Armadas de una Parte en conflicto (salvo aquellos que
formen parte del personal sanitario y religioso a que se refiere el Artículo 33 del III Convenio)
son combatientes, es decir, tienen derecho a participar directamente en las hostilidades.
Siempre que una parte en conflicto incorpore a sus Fuerzas Armadas un organismo
paramilitar o un servicio armado encargado de velar por el orden público, deberá
notificarlo a las otras partes en conflicto.

COMBATIENTES
Un combatiente es cualquier miembro de las Fuerzas Armadas,
hombre o mujer, excepto el personal sanitario y religioso. Hay que
tener en cuenta que, lamentablemente, en muchas partes del mundo
hay niños y niñas combatientes. Sólo los combatientes pueden tomar
parte en las hostilidades, es decir, luchar de hecho, o ser atacados por
el adversario. Los combatientes capturados (si han cumplido con la
obligación de distinguirse de la población civil) tienen derecho al Estatuto
de Prisionero de Guerra.
Los combatientes deben distinguirse de la población civil si participan (o se
prepararan para hacerlo) en una operación militar. Normalmente, los miembros de las
Fuerzas Armadas regulares se distinguen mediante un uniforme; el equipo de
camuflaje de combate se considera también un uniforme.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 2


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Los combatientes que no son miembros de las fuerzas armadas uniformadas


(miembros de milicias, cuerpos de voluntarios, movimientos organizados de resistencia de
una Parte en un conflicto y que operan dentro o fuera del respectivo territorio) deben llevar
un signo distintivo fijo, visible a distancia y portar las armas a la vista.
El Derecho reconoce que hay circunstancias en que un combatiente no tiene
necesidad de llevar uniforme ni usar un signo distintivo fijo para tener derecho al
Estatuto de Prisionero de Guerra. Es éste el caso en los territorios ocupados donde,
debido a la índole del conflicto, los combatientes no pueden diferenciarse de la
población civil, en cuyo caso se les sigue considerando combatientes mientras estén
bajo un mando que responda por sus subordinados y sigan sujetos a un régimen
disciplinario interno. Además, deben llevar las armas a la vista:
 en cada enfrentamiento militar;
 cuando estén visibles para el enemigo durante el despliegue de una
operación militar.
Es decir, que durante el combate ha de estar muy claro que se trata de hombres o
mujeres armados y que no pretenden ocultar sus intenciones militares.
Quienes incumplen las normas y no portan las armas abiertamente, pierden el
Estatuto de Combatiente, renunciando al derecho de disfrutar del Estatuto de
Prisionero de Guerra, aunque tengan derecho a protección análoga. Esto significa,
por ejemplo, que si, tras su captura, se les juzga por el mero hecho de haber
participado directa e ilícitamente en las hostilidades, han de recibir el trato de
prisioneros de guerra durante el juicio.
Estas normas son sólo aplicables a los conflictos armados internacionales.

FUERZAS PARAMILITARES Y FUERZAS POLICIALES


Cuando una Parte en un conflicto decide incorporar a sus Fuerzas Armadas una
fuerza paramilitar o un servicio armado de seguridad, debe notificar al adversario
sobre el particular. Estas fuerzas se conocen, a veces, como “Gendarmería”,
pudiendo tener incluso integrantes de Fuerzas Policiales.
Tienen derecho a participar directamente en las hostilidades y deben, por supuesto,
cumplir con todos los requisitos impuestos a los combatientes anteriormente
descritos. De conformidad con el derecho, éstos, a su vez, tienen derecho a la
misma protección que los prisioneros de guerra tras su captura.

PRISIONEROS DE GUERRA
Se aplica a los combatientes enemigos (hombre o mujer indistintamente) que en un
Conflicto Armado Internacional caen en poder del adversario, por ejemplo, al ser
capturados o al rendirse.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 3


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Asimismo, se aplica a las personas civiles que acompañan directamente a las


Fuerzas Armadas enemigas, como los corresponsales de guerra, proveedores y
miembros de unidades de trabajo o de servicios de asistencia. Estos últimos
dependen directamente de las Fuerzas Armadas y deben llevar una tarjeta de
identidad que los acrediten como tales.
El término “prisionero de guerra” no es aplicable a los miembros del personal
sanitario y religioso que, aunque forman parte de las Fuerzas Armadas, si son
detenidos reciben, por lo menos, el mismo trato que el de los prisioneros de guerra y
están sometidos a normas especiales.
Los prisioneros de guerra son prisioneros del Estado, no de la
Unidad ni de la persona que los haya capturado. Esto significa que
el Estado ha de dar cuenta del trato que reciben y de su seguridad.

PERSONAL SANITARIO Y RELIGIOSO AGREGADO A LAS FUERZAS ARMADAS


El personal sanitario y religioso agregado a las Fuerzas Armadas ocupa un lugar
muy especial en el Derecho de los Conflictos Armados. No participan en el combate,
aunque el personal médico puede portar armas ligeras para defensa propia y para
defender a quienes asisten.
Ambas categorías deben llevar en el brazo izquierdo la insignia
de la cruz roja o de la media luna roja (o del león y sol
rojos) para identificarse.
En los Convenios de Ginebra, ambas categorías están
claramente protegidas contra ataques.
Si son capturados, los miembros del personal sanitario y religioso no son
prisioneros de guerra. Si, de hecho, no exigen los superiores del adversario que
desempeñen tareas médicas o religiosas, deben ser repatriados conforme se
dispone en el derecho. En cambio, si deben desempeñar un trabajo, por ejemplo,
cuidar a enfermos en un campamento de prisioneros de guerra o, en el caso del
personal religioso, atender a las necesidades espirituales de los prisioneros, pueden
ser retenidos para dichos fines, en cuyo caso recibirán el mismo trato y los mismos
privilegios que los conferidos a los prisioneros de guerra. Se los debe proteger y
permitir que cumplan con su labor.

ESPÍAS
Son personas que, comportándose de manera clandestina o bajo falsas apariencias,
como, por ejemplo, no llevar el uniforme de las respectivas Fuerzas Armadas,
obtienen o tratan de obtener información acerca del territorio para suministrarla al
otro bando.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 4


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La protección que les confiere el Derecho es, limitada. Si son capturados, no tienen
derecho al Estatuto de Prisionero de Guerra. Aunque se les puede castigar por sus
actividades, sí tienen derecho a recibir un trato humano y a un juicio con las debidas
garantías judiciales.
Si un Estado decide utilizar a soldados como espías que luego son capturados, esos
soldados no pueden reivindicar el Estatuto de Combatientes ni pedir que se les trate
como prisioneros de guerra. En cambio, si los soldados que hubiesen sido espías
anteriormente, regresan a sus ocupaciones habituales, al ser capturados no se les
puede castigar por sus anteriores actividades de espionaje.
No debe haber confusión con fuerzas propias enviadas en misiones de
reconocimiento o con operaciones de fuerzas especiales, que se adentran en el
territorio enemigo. Como ya hemos mencionado, estas unidades llevarán uniformes
y de ninguna manera se las tratará como a espías.

MERCENARIOS
Son, fundamentalmente, soldados que hacen de los conflictos una profesión con
fines de lucro.
El término “mercenario” se aplica a quienes actúan de
manera particular y a unidades establecidas.
Si son capturados, los mercenarios que hayan participado
directamente en las hostilidades pueden ser juzgados como
combatientes ilegales.
Los mercenarios no tendrán derecho al Estatuto de Combatiente o de Prisionero de
Guerra. Se entiende por mercenario toda persona:

 Que haya sido especialmente reclutada, localmente o en el extranjero, a fin de


combatir en un conflicto armado.
 Que de hecho, tome parte directa en las hostilidades.
 Que tome parte en las hostilidades animado, esencialmente, por el deseo de
obtener un provecho personal y a la que se haga efectivamente la promesa, por
una parte en conflicto o en nombre de ella, de una retribución material
considerablemente superior a la prometida o abonada a los combatientes de
grado y funciones similares en las Fuerzas Armadas de esa parte.
 Que no sea nacional de una parte en conflicto ni residente en un territorio
controlado por una parte en conflicto.
 Que no sea miembro de las Fuerzas Armadas de una parte en conflicto.
 Que no haya sido enviado en misión oficial como miembro de sus Fuerzas
Armadas por un Estado que no es Parte en conflicto.

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2. DEFINICIONES DE PERSONAL CIVIL Y ASOCIADO PROTEGIDO


POR EL DICA
PERSONAS CIVILES
La población civil no ha de ser objeto de ataques. Una persona
civil es una persona que no es miembro de las Fuerzas
Armadas.
En caso de duda, ha de tratarse a las personas como a
personas civiles.
Las personas civiles no deben participar directamente en las hostilidades. En caso
contrario, pierden la protección contra los ataques mientras dure tal participación.
Por personas “civiles” se entiende siempre hombres y mujeres y, por supuesto, niños
de ambos sexos.

PERSONAS CIVILES QUE ACOMPAÑAN A LAS FUERZAS ARMADAS


Aludimos a este término brevemente en la definición de prisioneros de guerra.

Las personas civiles que acompañan a las Fuerzas Armadas son, por ejemplo:
corresponsales de guerra, personal de asistencia, de
abastecimiento, o los miembros civiles de la tripulación de
aeronaves militares. Por lo general, están provistos de una tarjeta
de identificación especial.
Están en la misma situación que las demás personas civiles, por
cuanto no deben participar directamente en las hostilidades, a fin
de beneficiarse de la protección contra los ataques. Comparten
con las Fuerzas Armadas a las que acompañan, de la misma forma, los peligros del
conflicto y, si son capturadas, deben ser consideradas y tratadas como prisioneros
de guerra.

PERIODISTAS
Además de los corresponsales de guerra acreditados, también se pueden encontrar
periodistas que desempeñan misiones profesionales peligrosas en zonas de
conflicto. Han de ser tratados, en todo sentido, como personas civiles. Se los debe
proteger y no pueden ser atacados.
Sin embargo, deben actuar de forma que puedan ser reconocidos como personas
civiles, a fin de garantizar su inmunidad, es decir, no deben tomar parte directamente
en las hostilidades. Pueden obtener una tarjeta de identificación del propio Gobierno,
para demostrar su identidad de periodistas.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 6


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Deben aceptar también los peligros y riesgos del conflicto. Si son capturados, deben
recibir un trato humano, y gozar de protección, conforme a lo dispuesto en las
normas específicas del Derecho aplicables a personas civiles extranjeras. A
diferencia de los corresponsales de guerra, no disfrutan del Estatuto de Prisionero
de Guerra.

PERSONAL SANITARIO Y RELIGIOSO CIVIL


El Derecho confiere el mismo Estatuto a los miembros del personal sanitario y
religioso civil que al personal sanitario y religioso militar. Ambos deben ser
respetados y protegidos. Se ha de hacer todo lo posible para permitirles que
prosigan con su labor.
La única diferencia es que, si son capturados y deben ser retenidos, los miembros
del personal sanitario o religioso reciben, como mínimo, el trato debido a prisionero
de guerra, porque se les considera parte de las Fuerzas Armadas.
El personal civil médico y religioso debe llevar un brazal distintivo con la cruz roja o
media luna roja, aunque puede que no sea siempre este el caso.

3. BIENES, ZONAS DESIGNADAS Y SIGNOS PROTEGIDOS POR


EL DICA
Cuando están señalados con signos estipulados, el Derecho también confiere protección a ciertos
bienes, edificios y zonas designadas, así como a las personas que en ellos se encuentran.

BIENES DE CARÁCTER CIVIL


Los bienes de carácter civil no serán objeto de ataques.
Son bienes de carácter civil todos los bienes que no son objetivos militares.
Los objetivos militares se limitan a aquellos objetos que por su naturaleza, ubicación,
finalidad o utilización contribuyan eficazmente a la acción militar o cuya destrucción
total o parcial, captura o neutralización ofrezca, en las circunstancias del caso, una
ventaja militar definida. Son bienes de carácter civil, por ejemplo:
 edificios e instalaciones para uso de las personas civiles, siempre que no sirvan para
fines militares; por ejemplo, casas, unidades vecinales, hospitales, fábricas y talleres en
que se fabriquen artículos sin importancia militar;
 oficinas, mercados, depósitos, granjas, escuelas, museos, lugares de culto y edificios
similares, así como medios de transporte como aviones civiles, automóviles, trenes y
autobuses;
 víveres y zonas de producción alimentaria, manantiales, pozos, plantas de agua y
embalses.

En todos los casos posibles, la cuestión fundamental es el uso a que esté destinado el bien.
En caso de duda, se ha de tratar el bien como si fuera civil, hasta que se demuestre lo contrario.

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EL MEDIO AMBIENTE NATURAL


Para comenzar, debemos considerar los principios básicos del Derecho de los
Conflictos Armados en relación con las operaciones que pudiesen afectar el medio
ambiente natural. ¿Se justifican los medios y métodos que se van a utilizar o pueden
éstos causar daños innecesarios al medio ambiente? ¿Serán excesivos los daños
colaterales que probablemente causarán al medio ambiente en relación con la
ventaja militar directa y concreta que se pretende lograr? Según las disposiciones
del Derecho sobre el particular:
 en la conducción de las operaciones militares se velará por la protección del
medio ambiente natural;
 queda prohibido emplear métodos o medios de hacer la guerra que hayan sido
concebidos para causar o de los que quepa prever que causen daños extensos,
duraderos y graves al medio ambiente natural, comprometiendo así la salud o la
supervivencia de la población.

OBRAS E INSTALACIONES QUE CONTIENEN FUERZAS PELIGROSAS


En el Derecho se estipula una definición muy específica del término “fuerzas
peligrosas”, que sólo se aplica a las presas, a los diques y a
las centrales nucleares de energía eléctrica.
Ni estas instalaciones ni los objetivos militares cercanos a las
mismas serán objeto de ataques cuando tales ataques
puedan producir la liberación de aquellas fuerzas, que sería
catastrófica para la población civil, como, por ejemplo,
inundaciones graves o fuga de material radiactivo. Las repercusiones de tales
ataques podrían incluso, por supuesto, perjudicar sus propias operaciones o tropas
militares en la proximidad de estas instalaciones. No obstante, se autoriza una
protección cercana o defensiva de estas obras o instalaciones, como, por ejemplo,
con cañones antiaéreos o guardias para protegerlas contra ataques terroristas o
sabotajes.
Además, si el adversario abusa de la protección que confiere el Derecho y se sirve
de estas instalaciones para apoyar sus operaciones militares, de manera frecuente,
considerable y directa, cesará entonces la protección.
En estos casos, la necesidad militar imperiosa puede obligar a que se los neutralicen
como único medio que les quede para acabar con el abuso.
El Derecho contiene también pautas para el señalamiento de estas instalaciones, de
forma que sean claramente visibles como instalaciones protegidas, tanto por parte
de las fuerzas terrestres como de las aéreas.
El signo consiste en un grupo de tres círculos naranja vivo a lo
largo de un mismo eje. De noche, estos signos protectores deben
estar iluminados.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 8


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ZONAS PROTEGIDAS DURANTE CONFLICTOS ARMADOS INTERNACIONALES


El Derecho de los Conflictos Armados prevé disposiciones relativas a una variedad
de zonas o de localidades protegidas.
Aunque las zonas lleven diferentes nombres, todas tienen dos características, a
saber:
 proteger a las víctimas civiles o militares de los efectos de las hostilidades;
 mantener a dichas víctimas fuera de peligro, garantizando que no hay objetivos
militares en las zonas que se hayan delimitado.
Quedan prohibidos los ataques contra cualquiera de estas zonas o
localidades.

Veamos brevemente cuáles son estas diversas zonas protegidas.

ZONAS Y LOCALIDADES SANITARIAS


Estas zonas, establecidas según lo dispuesto en el I Convenio de Ginebra y con
objeto de prestar protección y asistencia a heridos y enfermos de las fuerzas
armadas y a los miembros del personal sanitario, se
instituyen mediante acuerdo escrito entre ambas partes o
mediante una declaración unilateral que reconozca el
adversario. Normalmente están a buena distancia detrás de la
línea del frente y señaladas con cruces rojas o medias lunas
rojas.
ZONA DE SEGURIDAD, este concepto se desarrolló y se incluyó en el IV Convenio
de Ginebra. Las zonas de seguridad sirven, principalmente, para proteger a
determinadas categorías de personas civiles, más que a las víctimas militares
exclusivamente. En el Convenio se refiere, en particular, a heridos y enfermos,
ancianos, menores de 15 años, mujeres encinta y madres con hijos de menos de
siete años. De nuevo, se sitúan en zonas muy apartadas del frente y se instituyen
mediante el mismo tipo de acuerdo. En este caso, se señalan con bandas
diagonales rojas sobre fondo blanco.

ZONAS NEUTRALIZADAS
Éstas brindan protección a todas las personas civiles que no participen en las
hostilidades, así como a los combatientes heridos y enfermos.
Otra diferencia fundamental es que se deben utilizar en la zona de combate. Se
instituyen mediante acuerdo por escrito entre las Partes. Es obvio que las zonas
neutralizadas no se deben utilizar, en absoluto, con fines militares pues, en caso
contrario, cesa la protección.
Es probable que estas zonas abarquen áreas más extensas que las mencionadas
anteriormente. Por ejemplo, puede que incluyan poblaciones enteras.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 9


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LOCALIDADES NO DEFENDIDAS
Éstos son lugares que deliberadamente no están defendidos, con objeto de
proteger a la población civil y sus bienes de heridas y daños. Se instituyen
mediante declaración unilateral a la Parte contraria. También pueden ser objeto de
acuerdos individuales, según exijan ambas partes.
Han de ser evacuadas de todo su personal militar y de las
armas y equipo militar móvil. No pueden servir de apoyo a las
operaciones militares, como, por ejemplo, para colocar
cañones o emplazar misiles con fines ofensivos.
La Parte que controla la localidad debe tratar de señalar los límites de la misma
mediante signos colocados en el perímetro o carreteras de la entrada principal.
Estos lugares se llaman también, a veces, ciudades abiertas.

ZONAS DESMILITARIZADAS
Éstas son zonas donde no se libran combates, son establecidas para proteger de
los ataques a la población civil.
Pueden ser ciudades o pueblos o incluso una franja de terreno que separe a dos
Partes adversarias. Se instituyen mediante acuerdo directo entre las Partes. Se ha
de evacuar a todo el personal militar, así como las armas y el equipo militar móvil.
El adversario no puede ocupar la zona desmilitarizada ni usarla, con fines militares.
La Parte que ejerza el control debe señalar, en la medida de lo posible, el perímetro
de la zona desmilitarizada, mediante signos concertados con el adversario.
Las anteriormente descritas “Zonas Protegidas”, como se dijo, han sido concebidas
para proteger a las personas civiles o a heridos y enfermos. Otra característica que
tienen en común, es que todas se basan, en uno de los Principios Básicos: la
buena fe, sin la cual y sin el acuerdo sincero del adversario, la protección que el
Derecho confiere fracasará sin duda alguna.

Las disposiciones mencionadas, se aplican a los Conflictos Armados Internacionales.


¿Se dispone de alguna, relativa a las situaciones de
Conflictos Armados No Internacionales?
Pues sí. El Artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra versa sobre
los Conflictos Armados No Internacionales y en él se dispone que las Partes han
de esforzarse por poner en vigor, mediante acuerdos especiales, la totalidad o
parte de las demás disposiciones de los Convenios.
Dicho llanamente, si las Partes así lo acuerdan, no hay impedimento alguno para
poner en práctica cualquiera de las medidas de protección mencionadas.

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PROTECCIÓN DE LOS BIENES CULTURALES Y DE LOS LUGARES DE CULTO


Queda prohibido cometer actos hostiles contra monumentos
históricos, obras de arte o lugares de culto que formen parte del
patrimonio cultural o espiritual de los pueblos. Asimismo, queda
prohibido utilizar dichos monumentos, obras o lugares para
apoyar el esfuerzo militar.
Los bienes culturales y lugares de culto están protegidos en virtud del Derecho
Internacional Consuetudinario y el Derecho Convencional moderno refuerza dicha
protección. En el Reglamento de La Haya se requiere que quienes efectúen sitios y
bombardeos no causen daños, en la medida de lo posible, a los edificios dedicados
al culto religioso, al arte o a la ciencia, así como los monumentos históricos.
En el Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra se refrenda y amplía esta
norma, disponiendo que no se puede cometer acto alguno de hostilidad contra
dichos bienes y que no se pueden utilizar en apoyo del esfuerzo militar. Estos bienes
no deben ser objeto de ataques.
Sería una grave infracción del Derecho, si se atacan los bienes a los que se ha
conferido protección especial, si se causan extensas destrucciones de los mismos, y
cuando estos bienes no estén situados en la inmediata proximidad de objetivos
militares.

Asimismo, hay un Tratado que abarca la protección de los bienes culturales, a saber,
la Convención de La Haya de 1954 relativa a los bienes culturales, que se
complementó con un nuevo Protocolo en el año 1999. La Convención y el Protocolo
son aplicables, indistintamente, a los Conflictos Armados Internacionales y No
Internacionales.

HOSPITALES Y SERVICIOS MÉDICOS CONEXOS


El derecho otorga protección exhaustiva y detallada a los
hospitales, unidades sanitarias, transporte sanitario y material
sanitario. Deben ser respetados y protegidos en todo
momento, sean militares, sean civiles.
Nunca deben ser objeto de ataque. Las instalaciones
sanitarias militares y el transporte se señalarán con la cruz roja o media luna roja.
De ninguna manera ha de servir esta protección como escudo contra ataques de
objetivos militares.
Las instalaciones sanitarias pierden la protección si se hace uso de ellas para las
hostilidades. En estos casos, la protección cesa sólo después de una intimación,
habiendo transcurrido un plazo razonable para que los infractores respondan.

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LA BANDERA BLANCA (O BANDERA DE TREGUA)


Éste es un instrumento consuetudinario en la guerra, que aún hoy se usa de forma
generalizada.
La bandera blanca se emplea para indicar la intención de parlamentar y para
proteger a quienes estén parlamentando. No significa obligatoriamente, como
generalmente se cree, el ánimo de rendirse.
Puede que haya que negociar con el adversario por razones
prácticas militares, para acordar un alto el fuego y poder
recoger a los muertos y heridos o para canjear prisioneros. No
debe hacerse daño alguno a quienes utilicen la bandera blanca
durante el proceso de negociación.

LOS EMBLEMAS DE LA CRUZ ROJA Y DE LA MEDIA LUNA ROJA


En tiempo de guerra, el emblema de la cruz roja o de la media
luna roja es un signo visible de protección que el Derecho
confiere a:

 los servicios sanitarios de las fuerzas armadas;


 las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media
Luna Roja que hayan sido debidamente reconocidas y autorizadas por el
Gobierno respectivo para prestar asistencia en los servicios sanitarios de las
Fuerzas Armadas. Pueden usar el emblema con fines de protección, pero sólo
para el personal y equipo que ayudan a los servicios sanitarios militares oficiales
en tiempo de conflicto, que están empleados con la misma finalidad que estos
últimos y que se atienen a las leyes y reglamentos militares;
 hospitales civiles que el Estado reconozca como tales;
 todas las unidades sanitarias civiles (puestos de primeros auxilios, etc.)
reconocidas y autorizadas por las autoridades competentes;
 otras sociedades de socorro voluntarias, sometidas a las mismas condiciones
que las Sociedades nacionales.
Los emblemas protegen también al personal religioso.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) puede
emplear el emblema en todo momento y sin restricción alguna
para desempeñar sus tareas primordiales por lo que respecta,
por ejemplo, al trato debido a heridos y a enfermos, a
prisioneros de guerra y a la entrega de socorros en favor de las
víctimas de conflictos armados.
El CICR disfruta de protección especial en el desempeño de su cometido.
Independientemente de esta protección especial, el personal del CICR goza siempre
de la protección debida a las personas civiles.

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4. DEFINICIONES DE ATAQUE Y OBJETIVO MILITAR


DEFINICIÓN DE ATAQUE
En el Derecho, la expresión “ataque” en un sentido amplio se define como un acto
de violencia contra el adversario, sea ofensivo o defensivo.
Así pues, el término abarca toda una gama de situaciones, desde el caso de un solo
soldado que dispara, hasta un bombardeo de artillería o una ofensiva de
envergadura. Asimismo, incluye los contraataques, los bombardeos aéreos y las
patrullas de combate, así como todo tipo de operaciones de defensa.
Como soldados, no usamos una terminología así de simple.
Se ataca, pero también se realizan operaciones de defensa,
operaciones de sitio, maniobras, operaciones de relevo en
las líneas, operaciones tácticas de retirada, etc. En ninguno
de estos casos se adopta una postura de no agresión.
Todos ellos implican un elemento de violencia contra el
enemigo, de ahí la lógica en el Derecho al referirse a todos
ellos con el término general de “ataque”.

DEFINICIÓN DE OBJETIVO MILITAR


Se ha establecido que las personas civiles o los bienes de carácter civil no deben
ser objeto de ataques. Las operaciones militares se deben dirigir sólo contra
objetivos militares.
Son objetivos militares los objetos que por su naturaleza,
ubicación, finalidad o utilización contribuyan eficazmente a la
acción militar o cuya destrucción total o parcial, captura o
neutralización ofrezca, en las circunstancias del caso, una
clara ventaja militar.
(Aunque la definición se refiere a bienes, huelga decir que también pueden ser atacados los combatientes).
Dicho de otra forma, a raíz de la condición de una ventaja militar definida, es ilícito
lanzar un ataque que sólo ofrezca ventajas posibles o no definidas.
Se debe recordar que la condición es que la destrucción, captura o neutralización de
un objetivo debe entrañar una ventaja militar concreta en el momento del ataque. Lo
que hoy puede ser objetivo militar, es posible que no lo sea mañana, a causa de un
cambio en las circunstancias.
Asimismo, se debe recordar que neutralización no es necesariamente sinónimo de
destrucción total, sino más bien lo necesario para poner el objetivo fuera de combate
o dejarlo inoperante.

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Ejemplos de objetivos militares

 combatientes enemigos, emplazamientos, bases, cuarteles generales,


posiciones defensivas, armas, equipo, vehículos, municiones y almacenes de
combustible de los mismos;
 en algunos casos, zonas de terreno como colinas y desfiladeros, así como
características físicas de interés para las comunicaciones, como por ejemplo
carreteras, túneles y canales;
 en ciertos casos, instalaciones, como, por ejemplo, metalúrgicas, obras de
ingeniería, plantas químicas o refinerías de petróleo, cuando se usen con
fines militares.

OBJETIVOS MILITARES NAVALES Y AERONÁUTICOS


En la guerra naval, aérea o espacial, hay hechos comunes que no ocurren en la
terrestre.
Por ahora, en el mar, en el aire o en el espacio ultraterrestre no hay poblaciones
civiles, bienes culturales, zonas y localidades protegidas, riesgo de daño incidental a
civiles inocentes, ocupación permanente, ni otras circunstancias propias de la guerra
terrestre.
El objetivo militar es siempre: un vehículo que transporta, o es una plataforma
móvil de tiro o bombardeo, o que transmite información, o actúa de alguna otra
manera, pero siempre ejecutando una tarea que tiene valor militar.
El barco, el avión, el misil, el satélite, son instrumentos valiosos para la guerra y, por
lo tanto, son objetivos militares, interesa su captura o destrucción.
A diferencia de los objetivos terrestres, los objetivos navales, aéreos o espaciales,
son generalmente vehículos u objetos móviles que se pueden encontrar:

en espacio beligerante propio o enemigo,


en espacio neutral,
en espacio internacional,
en el exterior del planeta.
Un barco de guerra o un avión militar adversario son enemigos siempre, pero no
son atacables cuando están en lugar neutral.
Juega así, en la guerra naval y en la aérea, la cuestión del lugar donde se
encuentre el objetivo, asunto en el que no hemos necesitado hacer hincapié al
tratar de la guerra terrestre.

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5. DERECHO DE LA GUERRA AÉREA


Existen muy pocas disposiciones contenidas
en convenciones internacionales que versen sobre el
Derecho en la Guerra consagradas en forma exclusiva
a los asuntos de la Guerra Aérea.

Lo cierto es que hasta esta fecha ningún tratado o convención sobre


Derecho Internacional Humanitario se refiere en forma exclusiva a las víctimas de la
guerra aérea, aún cuando hay un cierto número de referencias en disposiciones,
reglas y principios consignados en otros contextos y que son aplicables a este tema.

Se estima que existen dos principales razones para esta ausencia de


disposiciones exclusivas: la capacidad aérea militar y la tecnología del vuelo, ya que
se desarrollaron tardíamente en relación con sus equivalentes terrestres y marítimos.

Ahora bien, la aplicación de Principios Humanitarios a la Guerra Aérea


obviamente tiene relación con el medio aéreo en sí mismo y ello necesariamente
exige un cierto grado de selectividad para tratar este tema.

El personal de la Fuerza Aérea objetivamente tiene una menor probabilidad


que los miembros del Ejército y de la Armada de participar en la captura de
enemigos, y de aplicar el subsecuente procedimiento correspondiente a la calidad de
prisionero de guerra de los mismos. También, podrían verse envueltos en funciones
de guardia en campamentos de prisioneros de guerra, pero esto no guarda una
relación directa con la guerra aérea en sentido estricto.

Otras áreas sujetas a regulaciones de carácter humanitario están en todo


caso claramente relacionadas con la conducción de la guerra aérea, tales como: la
búsqueda y el salvamento, y el posterior transporte aéreo para la recuperación y
cuidado de los heridos, enfermos o náufragos; la adecuada identificación desde el
aire de instalaciones terrestres más relevantes, bienes protegidos, etc.

Del mismo modo, tal como se ha dicho el personal de la Fuerza Aérea está
también eventualmente expuesto a ser capturado, como sus camaradas del Ejército
y la Armada, y su derecho al Estatuto de Combatiente en dichas circunstancias, con
todas las garantías inherentes a la calidad de prisionero de guerra y a su tratamiento
como tal.

Definiciones relacionadas

Espacio aéreo
Ámbito por el cual pueden circular aeronaves y, por lo tanto, llevarse a cabo
operaciones militares aéreas.

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Aeronave militar
Avión al servicio de unidades de las Fuerzas Armadas de un Estado, que lleve
los signos distintivos militares de ese Estado, que esté bajo el mando de un
miembro de las Fuerzas Armadas y cuya tripulación esté sometida a su
disciplina.

Aeronave sanitaria
Avión utilizado para cubrir necesidades médicas, protegido por los Convenios
de Ginebra de 1949 y el Protocolo adicional I de 1977.

Legislación sobre la Guerra Aérea


Las Reglas contenidas en el proyecto de La Haya de 1923 nunca fueron
aprobadas con carácter vinculante, esto es, jurídicamente obligatorio, pero al
momento de su conclusión fueron consideradas como un serio y autorizado intento
de clarificar y formular reglas sobre la conducción de las hostilidades aéreas, las que
se corresponden ampliamente con el Derecho Consuetudinario y los Principios
Generales que subyacen en el Derecho de la Guerra aplicable en tierra o mar.

El bombardeo aéreo es probablemente el método de guerra que afecta más


directamente a los no combatientes. Sin embargo, como hemos dicho no hay en
vigencia ningún acuerdo internacional que aborde exclusivamente el tema de la
Guerra Aérea en términos generales o del bombardeo aéreo en particular (excepto la
Declaración de La Haya de 1907 relativa a la Guerra en “globos”, de un limitado valor para
estos efectos), sin perjuicio de que algunos acuerdos internacionales adoptados antes
y después de las Reglas de 1923 sobre la Guerra Aérea, contienen una cierta
relación con la materia.

Con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial algunas disposiciones de


otros acuerdos internacionales tales como los cuatro Convenios de Ginebra de 1949,
la Convención de La Haya sobre Propiedad Cultural de 1954, el Protocolo Adicional I
a los Convenios de Ginebra de 1977, y la Conferencia sobre Armamentos de
Naciones Unidas de 1981 han abordado ya sea en forma expresa o implícita ciertos
aspectos particulares de la Guerra Aérea. En los párrafos siguientes se transcriben
artículos donde se tratan aspectos sobre la Guerra Aérea.

I Convenio de Ginebra 12 de agosto de 1949

CAPITULO VI: Transportes sanitarios


Artículo 35 – Protección
Los medios de transporte de heridos y de enfermos o de material sanitario serán
respetados y protegidos del mismo modo que las unidades sanitarias móviles.
Cuando estos medios de transporte caigan en poder de la Parte adversaria, quedarán
sometidos a las leyes de la guerra, a condición de que la Parte en conflicto que los haya
capturado se encargue, en todos los casos, de los heridos y de los enfermos que en ellos
haya.

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El personal civil y todos los medios de transporte procedentes de la requisa quedarán


sometidos a las reglas generales del Derecho Internacional.
Artículo 36 - Aeronaves sanitarias
Las aeronaves sanitarias, es decir, las exclusivamente utilizadas para la evacuación de
los heridos y de los enfermos, así como para el transporte del personal y del material
sanitarios, no serán objeto de ataques, sino que serán respetadas por los beligerantes
durante los vuelos que efectúen a las altitudes, horas y según itinerarios específicamente
convenidos entre todos los beligerantes interesados.
Llevarán ostensiblemente el signo distintivo previsto en el artículo 38, junto con los
colores nacionales, en su cara inferior, superior y lateral. Tendrán cualquier otro
señalamiento o medio de reconocimiento concertado por los beligerantes, sea al
comienzo, sea en el transcurso de las hostilidades.
Salvo acuerdo en contrario, está prohibido volar sobre el territorio enemigo u ocupado por
el enemigo.
Las aeronaves sanitarias deberán acatar toda intimación de aterrizar. En caso de
aterrizaje así impuesto, la aeronave, con sus ocupantes, podrá reanudar el vuelo, tras un
eventual control.
En caso de aterrizaje fortuito en territorio enemigo u ocupado por el enemigo, los heridos
y los enfermos, así como la tripulación de la aeronave, serán prisioneros de guerra. El
personal sanitario será tratado de conformidad con lo estipulado en los artículos 24 y
siguientes.

Artículo 37 - Vuelo sobre países neutrales. Desembarco de heridos


Las aeronaves sanitarias de las Partes en conflicto podrán volar, a reserva de lo
dispuesto en el párrafo segundo, sobre el territorio de las Potencias neutrales y aterrizar o
amarar allí, en caso de necesidad, o para hacer escala. Deberán notificar previamente a
las Potencias neutrales el paso sobre el respectivo territorio y acatar toda intimación de
aterrizar o de amarar. No estarán a cubierto de ataques más que durante el vuelo a
altitudes, a horas y siguiendo un itinerario que específicamente se hayan convenido entre
las Partes en conflicto y las Potencias neutrales interesadas.
Sin embargo, las Potencias neutrales podrán imponer condiciones o restricciones en
cuanto al vuelo sobre su territorio de las aeronaves sanitarias o por lo que respecta a su
aterrizaje. Tales eventuales condiciones o restricciones habrán de aplicarse por igual a
todas las Partes en conflicto.
Los heridos o los enfermos desembarcados, con el consentimiento de la autoridad local,
en territorio neutral por una aeronave sanitaria, deberán, a no ser que haya un acuerdo
en contrario entre el Estado neutral y las Partes en conflicto, quedar retenidos por el
Estado neutral, cuando el derecho internacional así lo requiera, de modo que no puedan
volver a participar en operaciones de guerra. Los gastos de hospitalización y de
internamiento serán sufragados por la Potencia de la que dependan los heridos y los
enfermos.

Protocolo I adicional, 8 de junio de 1977

Artículo 24 - Protección de las aeronaves sanitarias


Las aeronaves sanitarias serán respetadas y protegidas de conformidad con las
disposiciones del presente Título.
Artículo 25 - Aeronaves sanitarias en zonas no dominadas por la Parte adversa

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 17


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En las zonas terrestres dominadas de hecho por fuerzas amigas o en las marítimas no
dominadas de hecho por una Parte adversa, así como en su espacio aéreo, el respeto y
la protección de las aeronaves sanitarias de una Parte en conflicto no dependerán de
acuerdo alguno con la Parte adversa. No obstante, para mayor seguridad, la Parte en
conflicto que utilice sus aeronaves sanitarias en tales zonas podrá dar a cualquier Parte
adversa la notificación prevista en el artículo 29, especialmente cuando esas aeronaves
efectúen vuelos que las pongan al alcance de los sistemas de armas superficie-aire de la
Parte adversa.
Artículo 26 - Aeronaves sanitarias en zonas de contacto o similares
1. En las partes de la zona de contacto que estén dominadas de hecho por fuerzas
amigas y en las zonas cuyo dominio de hecho no esté claramente establecido, así como
en su espacio aéreo, la protección de las aeronaves sanitarias sólo podrá ser plenamente
eficaz si media un acuerdo previo entre las autoridades militares competentes de las
Partes en conflicto conforme a lo previsto en el artículo 29. Las aeronaves sanitarias que,
a falta de tal acuerdo, operen por su cuenta y riesgo, deberán no obstante ser respetadas
cuando hayan sido reconocidas como tales.
2. Se entiende por zona de contacto cualquier zona terrestre en que los elementos
avanzados de las fuerzas opuestas estén en contacto unos con otros, en particular
cuando estén expuestos a tiro directo desde tierra.
Artículo 27 - Aeronaves sanitarias en zonas dominadas por la Parte adversa
1. Las aeronaves sanitarias de una Parte en conflicto continuarán protegidas mientras
sobrevuelen zonas marítimas o terrestres dominadas de hecho por una Parte adversa, a
condición de que para tales vuelos se haya obtenido previamente el acuerdo de la
autoridad competente de dicha Parte adversa.
2. La aeronave sanitaria que sobrevuele una zona dominada de hecho por la Parte
adversa sin el acuerdo previsto en el párrafo 1, o apartándose de lo convenido, debido a
un error de navegación o a una situación de emergencia que comprometa la seguridad
del vuelo, deberá hacer todo lo posible para identificarse e informar a la Parte adversa
acerca de las circunstancias en que se encuentra. Tan pronto como la Parte adversa
haya reconocido tal aeronave sanitaria, hará todo lo razonablemente posible para dar la
orden de aterrizar o amarar a que se refiere el párrafo 1 del artículo 30 o para adoptar
otras disposiciones con objeto de salvaguardar los intereses de esa Parte y, en ambos
casos, antes de recurrir a un ataque contra la aeronave, darle tiempo de obedecer.
Artículo 28 - Restricciones relativas al uso de las aeronaves sanitarias
1. Se prohíbe a las Partes en conflicto utilizar sus aeronaves sanitarias para tratar de
obtener una ventaja militar sobre una Parte adversa. La presencia de aeronaves sanitarias no
podrá utilizarse para tratar de poner objetivos militares a cubierto de un ataque.
2. Las aeronaves sanitarias no se utilizarán para recoger ni transmitir información militar y
no transportarán equipo alguno destinado a esos fines. Se les prohíbe transportar
personas o cargamento no comprendidos en la definición contenida en el apartado f) del
artículo 8. No se considerará prohibido el transporte a bordo de los efectos personales de
los ocupantes o del equipo destinado exclusivamente a facilitar la navegación, las
comunicaciones o la identificación.
3. Las aeronaves sanitarias no transportarán armamento alguno salvo las armas
portátiles y las municiones que hayan sido recogidas a los heridos, enfermos y náufragos
que se hallen a bordo y que aún no hayan sido entregadas al servicio competente, y las
armas ligeras individuales que sean necesarias para que el personal sanitario que se
halle a bordo pueda defenderse y defender a los heridos, enfermos y náufragos que
tenga a su cargo.

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4. Salvo acuerdo previo con la Parte adversa, las aeronaves sanitarias no podrán
utilizarse, al efectuar los vuelos a que se refieren los artículos 26 y 27, para buscar
heridos, enfermos y náufragos.
Artículo 29 - Notificaciones y acuerdos relativos a las aeronaves sanitarias
1. Las notificaciones a que se refiere el artículo 25 y las solicitudes de acuerdo previo
mencionadas en los artículos 26, 27, 28, párrafo 4, y 31, deberán indicar el número
previsto de aeronaves sanitarias, sus planes de vuelo y medios de identificación; tales
notificaciones y solicitudes se interpretarán en el sentido de que los vuelos se efectuarán
conforme a las disposiciones del artículo 28.
2. La Parte que reciba una notificación hecha en virtud del artículo 25 acusará recibo de
ella sin demora.
3. La Parte que reciba una solicitud de acuerdo previo hecha en virtud de lo previsto en
los artículos 26, 27, 28, párrafo 4, o 31, notificará tan rápidamente como sea posible a la
Parte que haya hecho tal solicitud:
a) la aceptación de la solicitud;
b) la denegación de la solicitud; o
c) una propuesta alternativa razonable a la solicitud. Podrá también proponer una
prohibición o restricción de otros vuelos en la zona de que se trate durante el período
considerado. Si la Parte que ha presentado la solicitud acepta esas contrapropuestas
notificará su aceptación a la otra Parte.
4. Las Partes tomarán las medidas necesarias para que puedan hacerse esas
notificaciones y acuerdos sin pérdida de tiempo.
5. Las Partes tomarán también las medidas necesarias para que lo esencial de tales
notificaciones y acuerdos se difunda rápidamente entre las unidades militares
interesadas, las que serán informadas sobre los medios de identificación que utilizarán
las aeronaves sanitarias de que se trate.
Artículo 30 - Aterrizaje e inspección de aeronaves sanitarias
1. Las aeronaves sanitarias que sobrevuelen zonas dominadas de hecho por la Parte
adversa o zonas cuyo dominio no esté claramente establecido podrán ser intimadas a
aterrizar o, en su caso, a amarar, a fin de que se proceda a la inspección prevista en los
párrafos siguientes. Las aeronaves sanitarias obedecerán tal intimación.
2. Si una de tales aeronaves aterriza o amara, obedeciendo a una intimación o por
cualquier otra circunstancia, sólo podrá ser objeto de inspección para comprobar los
extremos a que hacen referencia los párrafos 3 y 4 de este artículo. La inspección será
iniciada sin demora y efectuada rápidamente. La Parte que proceda a la inspección no
exigirá que sean desembarcados de la aeronave los heridos y enfermos, a menos que
ello sea indispensable para la inspección. En todo caso esa Parte cuidará de que esa
inspección o ese desembarque no agrave el estado de los heridos y enfermos.
3. Si la inspección revela que la aeronave:
a) es una aeronave sanitaria en el sentido del apartado j) del artículo 8,
b) no contraviene las condiciones prescritas en el artículo 28, y
c) no ha efectuado el vuelo sin acuerdo previo o en violación del mismo cuando tal
acuerdo se requiera, la aeronave y los ocupantes de la misma que pertenezcan a una
Parte adversa o a un Estado neutral o a otro estado que no sea Parte en el conflicto
serán autorizados a proseguir el vuelo sin demora.
4. Si la inspección revela que la aeronave:
a) no es una aeronave sanitaria en el sentido del apartado j) del artículo 8,
b) contraviene las condiciones prescritas en el artículo 28, o

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c) ha efectuado el vuelo sin acuerdo previo o en violación de un acuerdo previo cuando


tal acuerdo se requiera, la aeronave podrá ser apresada. Sus ocupantes serán tratados
conforme a las disposiciones pertinentes de los Convenios y del presente Protocolo. Toda
aeronave apresada que haya estado destinada a servir de aeronave sanitaria
permanente sólo podrá ser utilizada en lo sucesivo como aeronave sanitaria.
Artículo 31 - Estados neutrales u otros Estados que no sean Partes en conflicto
1. Las aeronaves sanitarias no podrán sobrevolar el territorio de un Estado neutral o de
otro Estado que no sea Parte en el conflicto, ni aterrizar o amarar en él, salvo en virtud de
acuerdo previo. Sin embargo, de mediar tal acuerdo, esas aeronaves serán respetadas
mientras dure el vuelo y durante las eventuales escalas en tal territorio. No obstante,
deberán obedecer toda intimación de aterrizar o, en su caso, amarar.
2. La aeronave sanitaria que, sin acuerdo previo o apartándose de lo estipulado en un
acuerdo, sobrevuele el territorio de un Estado neutral o de otro Estado que no sea Parte
en conflicto, por error de navegación o a causa de una situación de emergencia que
afecte a la seguridad del vuelo, hará todo lo posible para notificar su vuelo y hacerse
identificar. Tan pronto como dicho Estado haya reconocido tal aeronave sanitaria, hará
todo lo razonablemente posible por dar la orden de aterrizar o amarar a que se refiere el
párrafo 1 del artículo 30 o para adoptar otras disposiciones con objeto de salvaguardar
los intereses de ese Estado y, en ambos casos, dar a la aeronave tiempo para obedecer,
antes de recurrir a un ataque.
3. Si una aeronave sanitaria, con acuerdo previo o en las circunstancias mencionadas en
el párrafo 2, aterriza o amara en el territorio de un Estado neutral o de otro Estado que no
sea Parte en el conflicto, obedeciendo a una intimación o por cualquier otra circunstancia,
quedará sujeta a inspección para determinar si se trata de una aeronave sanitaria. La
inspección será iniciada sin demora y efectuada rápidamente. La Parte que proceda a la
inspección no exigirá que sean desembarcados de la aeronave los heridos y enfermos
que dependen de la Parte que utilice la aeronave a menos que ello sea indispensable
para la inspección. En todo caso, esa Parte cuidará de que tal inspección o desembarque
no agrave el estado de los heridos y enfermos. Si la inspección revela que la aeronave es
efectivamente una aeronave sanitaria, esa aeronave con sus ocupantes, salvo los que
deban ser retenidos de conformidad con las normas de derecho internacional aplicables
en los conflictos armados, será autorizada a proseguir su vuelo, y recibirá las facilidades
apropiadas para ello. Si la inspección revela que esa aeronave no es una aeronave
sanitaria, la aeronave será apresada y sus ocupantes serán tratados conforme a lo
dispuesto en el párrafo 4.
4. Con excepción de los que sean desembarcados temporalmente, los heridos, enfermos
y náufragos desembarcados de una aeronave sanitaria con el asentimiento de la
autoridad local en el territorio de un Estado neutral o de otro Estado que no sea Parte en
conflicto deberán, salvo que este Estado y las Partes en conflicto acuerden otra cosa,
quedar bajo la custodia de dicha autoridad cuando las normas de derecho internacional
aplicables en los conflictos armados así lo exijan, de forma que no puedan volver a
participar en las hostilidades. Los gastos de hospitalización y de internamiento correrán a
cargo del Estado a que pertenezcan tales personas.
5. Los Estados neutrales u otros Estados que no sean Partes en conflicto aplicarán por
igual a todas las Partes en conflicto las condiciones y restricciones eventuales respecto al
sobrevuelo de su territorio por aeronaves sanitarias o al aterrizaje de ellas en el mismo.

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Estado Neutral
Hay razones valederas (de índole humanitaria) para que un Estado Neutral
sea benévolo con el ingreso y aterrizaje de un avión militar beligerante en situación
de emergencia o de fuerza mayor. Tal Estado puede forzarlo a aterrizar, internarlo
con sus ocupantes o imponer condiciones para sus permanencias o liberaciones.

En circunstancias excepcionales o durante un período de emergencia o en


interés de la seguridad pública, un Estado puede limitar o prohibir temporalmente
todos los vuelos sobre la totalidad o parte de su territorio, a condición de que dicha
limitación se aplique a las aeronaves de todos los demás Estados sin distinción de
nacionalidad (Artículo 9 b, del Convenio de Chicago de 1944). Aplicando esta
disposición, un Estado Neutral:

 tiene completa libertad para prohibir o limitar cualquier vuelo con motivo de
una guerra entre otros Estados,
 tiene atribuciones para cerrar el acceso a su cielo o para condicionar los
vuelos, aun los sanitarios y los de fuerza mayor (por emergencias),
 puede (en igualdad de tratamiento para todos los otros Estados) autorizar los
vuelos civiles, de beligerantes desarmados, de aeronaves sanitarias,
 puede adoptar la actitud que le parezca en casos de emergencia.

En síntesis, está prohibido operar en espacio neutral.

6. PRINCIPIOS BÁSICOS QUE RIGEN LA CONDUCCIÓN DE


TODAS LAS OPERACIONES MILITARES
Todos los Principios del Derecho de los Conflictos Armados que hemos visto
en el capítulo anterior, son pertinentes durante la conducción de las operaciones. No
obstante, hay dos principios de importancia primordial que trataremos a
continuación.

Principio de Distinción
Hay que distinguir en todo momento y claramente,
entre combatientes y personas civiles o la población civil
como tal. Ambas nociones las hemos estudiado al
comienzo de este capítulo.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 21


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Por supuesto, se puede atacar a los combatientes, salvo que estén fuera de
combate. Las personas civiles están protegidas contra los ataques, pero pierden
esta protección si participan directamente en las hostilidades, y mientras dure tal
participación. La protección de las personas civiles se aplica tanto a las personas
civiles enemigas como a las personas civiles del propio lado.

Asimismo, hay que distinguir entre objetivos militares y bienes de carácter


civil. Sólo pueden ser objeto de ataque los objetivos militares. Los bienes de
carácter civil no deben ser objeto de ataques, salvo cuando se hayan convertido en
objetivos militares.

Quedan prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal


sea aterrorizar a la población civil

Como consecuencia del Principio de Distinción, están prohibidos los


ataques indiscriminados.
Son ataques indiscriminados:

 los que no están dirigidos contra un objetivo militar concreto;


 los que emplean métodos o medios de combate que no pueden dirigirse
contra un objetivo militar concreto;
 los que emplean métodos o medios de combate cuyos efectos no sea posible
limitar conforme a lo exigido en el Derecho de los Conflictos Armados.

Ejemplos de ataques indiscriminados: disparar fuego de artillería o lanzar misiles


en la dirección general de un objetivo (por ejemplo el uso de misiles V2 en la Segunda
Guerra Mundial) o hacer bombardeo de zona en zonas pobladas, en vez de una selección
de objetivos militares individuales, claramente separados y situados en dicha zona.

Principio de Proporcionalidad
Cuando se atacan objetivos militares, las personas y
los bienes de carácter civil deben estar protegidos de daños
incidentales o colaterales en la mayor medida posible.

Los daños causados incidentalmente no deben ser excesivos en relación


con la ventaja militar concreta y directa que prevean las operaciones. Semejante uso
excesivo de fuerza contraviene evidentemente el Derecho de los Conflictos Armados
y constituye un crimen de guerra.

Esto significa que cuando se proyecten o ejecuten las operaciones no está


permitido emprender ataques desproporcionados, ni siquiera contra combatientes
ni objetivos militares. Se deben considerar las posibles repercusiones en las
personas civiles y en sus bienes.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 22


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7. LA MUJER EN EL CONFLICTO ARMADO


Las mujeres y las niñas sufren los conflictos armados de la misma manera
que los hombres y los niños varones. Son asesinadas, heridas, incapacitadas y
torturadas. Son el blanco de las armas y sufren dislocación social y económica.
Sufren el impacto psicológico-social cuando sus seres queridos mueren o cuando
son testigos de violencias perpetradas contra sus familiares y vecinos. Sufren los
efectos de la violencia antes, durante y después de huir de una zona de combate.
Están expuestas a riesgos mayores, incluso enfermedades transmitidas
sexualmente y VIH/SIDA. Son afectadas por el agotamiento que resulta del conflicto
armado. Se unen, o son forzadas a unirse, a fuerzas armadas o movimientos de
insurgencia. Atienden a los heridos, los enfermos, los desesperados y los
desplazados, y pueden figurar entre los defensores más críticos de la paz.

Bosníacas musulmanas lloran entre féretros de


víctimas de la masacre en Srebrenica en 1995. Los
restos fueron desenterrados en 2010.

Daño significativo y duradero


Existen pruebas crecientes (ICRC 2001, UNIFEM 2002) de que el impacto a
largo plazo que el conflicto armado produce en las mujeres y niñas pueda ser
agravado por su vulnerabilidad social. El daño causado a las mujeres y niñas
durante y después del conflicto armado es significativo, y muchas veces las expone
a daños y violencias ulteriores. Las violencias sexuales y basadas en el género,
como la violación, el matrimonio forzado, la impregnación forzada, el aborto forzado,
la tortura, la trata de seres humanos, la esclavitud sexual y la diseminación
intencional de enfermedades transmitidas sexualmente, incluso el VIH/SIDA, son
armas de guerra integradas a muchos de los conflictos actuales.

Las mujeres son víctimas del genocidio y son esclavizadas para trabajar.
Con frecuencia se percibe a las mujeres y niñas como portadoras de culturas y como
reproductoras del 'enemigo' y por lo tanto se convierten en blancos importantes. A
las mujeres se las explota por sus responsabilidades maternales y sus apegos, lo
que aumenta su vulnerabilidad al abuso.

Los conflictos armados tienen también consecuencias negativas indirectas


que afectan a la agricultura, los medios de ganarse la vida, la infraestructura, la
salud pública y las prestaciones sociales, y trastornan gravemente el orden social.
Estudios realizados demuestran que estas repercusiones afectan a las mujeres en
formas más adversas que a los hombres. Según anotado por Plümper y Neumayer
(2006), aunque típicamente las mujeres viven más tiempo que los hombres en

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 23


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tiempos de paz, el conflicto armado reduce la diferencia en la expectativa de vida


entre hombres y mujeres. Los conflictos o las guerras causadas principalmente por
razones étnicas en los "estados fallidos" son considerablemente más perjudiciales
para la salud y la expectativa de vida de las mujeres que otras guerras civiles.

La mujer como agente de la guerra y la paz


Las mujeres y niñas no son meramente víctimas de los conflictos armados.
Son agentes activas. Ellas eligen, poseen perspectivas críticas acerca de sus
situaciones y se organizan colectivamente en respuesta a esas situaciones. Las
mujeres pueden perpetrar violencias y pueden apoyar las violencias perpetradas por
otros. Se convierten en miembros activos del conflicto porque están comprometidas
a las metas políticas, religiosas o económicas de aquellos que están involucrados en
la violencia. Esto puede significar, y ha significado, que tomen las armas en luchas
de liberación, resistencia a la ocupación o participación en las luchas contra la
desigualdad racial, étnica, religiosa o de clase/casta.

Mujeres sudanesas desplazadas procuran


tratamiento médico en el campo de refugiados de
Abu Shouk, en Darfur, Sudán, en 2009.

Con frecuencia las mujeres son activas en los procesos de paz antes,
durante y después del conflicto. Muchas mujeres conocen la importancia de los
procesos de paz y se unen a una variedad de gestiones de paz a nivel popular
orientadas a reconstruir el tejido económico, político, social y cultural de sus
sociedades. En 1991, al intensificarse la guerra en los Balcanes, las Mujeres de
Negro lanzaron allí una campaña anti-guerra. En Fidji, cuando se empeoraron las
tensiones entre los indofidjianos y los nativos, lo que llevó al golpe de estado
ocurrido en 2000, mujeres de ambos grupos étnicos crearon el movimiento de paz
Campaña Cinta Azul (Aderlini, 2007).

Sin embargo, los procesos formales de paz, incluso las negociaciones, los
acuerdos y los planes de reconstrucción, frecuentemente excluyen a las mujeres de
toda participación significativa. Con demasiada frecuencia, a las mujeres
involucradas en reconstruir las economías y la sociedad civil locales se las coloca en
un segundo plano.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 24


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Beneficios en las relaciones entre los géneros después del


conflicto
Las mujeres pueden beneficiarse de los cambios operados en las relaciones
entre los géneros debido al conflicto armado. Algunas veces adquieren una nueva
posición social, las nuevas pericias y los poderes que resultan de asumir nuevas
responsabilidades mientras los jefes de familia están ausentes o muertos. Estos
cambios en las funciones de la mujer pueden representar un desafío a las normas
sociales existentes. La participación de la mujer en la toma de decisiones familiares,
en la sociedad civil y en la economía local y su condición de propietaria de tierras o
bienes, pueden verse alteradas algunas veces, aunque no siempre en su beneficio.

La experiencia específica de la mujer en los conflictos armados depende


grandemente de su condición social antes del estallido del conflicto. Cuando existe
una cultura de violencia y discriminación contra la mujer con anterioridad al conflicto,
estos abusos probablemente se agravarán durante el conflicto. Similarmente, si a la
mujer no se le permite tomar parte en la toma de decisiones antes del conflicto, por
lo general es extremadamente difícil para ella involucrarse en las decisiones durante
el conflicto mismo o durante el proceso de paz y el período posterior al conflicto. Por
lo tanto, las relaciones entre los géneros en situaciones previas al conflicto tal como
son formadas por razones de etnicidad, clase, casta y edad, muchas veces preparan
el camino para las experiencias y las opciones de la mujer durante y después del
conflicto armado.

La comunidad internacional cada vez es más consciente y más sensible al


impacto que los conflictos armados tienen en las mujeres y las niñas según
demostrado, por ejemplo, por la adopción unánime (en 2001 de la Resolución 1325)
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que incluyó las necesidades
especiales de las mujeres y niñas durante la repatriación, el reasentamiento, la
rehabilitación, reintegración y reconstrucción posconflicto. Es de destacar su
participación en los procesos de paz en el período posterior al conflicto. De la mayor
importancia en cualquier estrategia para promover y lograr los derechos de las
mujeres y niñas durante y después del conflicto, es que haya un entendimiento con
fundamento, específico en su contexto, de cómo el conflicto ha afectado a los
diferentes grupos de mujeres y sus familias.

Dyan Mazurano es directora de investigación y profesora asociada del


Centro Internacional Feinstein, la Universidad Tufts, donde da conferencias en la
Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia sobre derechos humanos de la mujer y el
niño, poblaciones civiles afectadas por guerras, grupos de oposición armados,
conflictos armados y mantenimiento de la paz. Es autora de cuatro libros, numerosos
artículos e informes, y asesora a gobiernos, organizaciones de derechos humanos y
de protección infantil, y a agencias de la ONU sobre el mejoramiento de las
gestiones para asistir a la juventud y las mujeres afectadas por conflictos armados.
Mazurano ha trabajado en Sudáfrica, los Balcanes y en África Subsahariana.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 25


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BIBLIOGRAFÍA

• Ministerio de Defensa, Manual de Derecho Internacional de los Conflictos


Armados, Min. Def., 2010.

• Pág. Web: Comité Internacional de la Cruz Roja: Convenios de Ginebra de 1949


y Protocolos adicionales. http://www.icrc.org/spa/

• Comité Internacional de la Cruz Roja, DICA 1 (lección 2 y 3), pdf extraído de


Internet de la página Web de la Cruz Roja en julio de 2011.

• Nuño Luco, Renato, Guerra Aérea y Derecho Internacional Humanitario, pdf


extraído de Internet en julio 2011
http://www.icrc.org/spa/resources/documents/misc/63km23.htm

Nota: Todas las imágenes de este capítulo fueron extraídas de Internet.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 3 – Página 26


Contenidos > Unidad > Evaluación

Autoevaluación del Capítulo 3

Integración del Derecho en los Conflictos Armados


Puntaje total: 100.00
Puntaje de aprobación: 50.00
Incorrectas restan: No
Abierta: desde 10/10/2022 00:00 hasta 31/03/2023 23:59
Realización

Fecha: 21/11/2022 02:00:58


Tiempo realización: 00:11:37 Aprobada - 80.00
Cantidad de veces realizada: 1
Cantidad de respuestas correctas: 8 / 10

¿Cómo se denominan los sujetos que se involucran en un conflicto armado con fines de lucro?

Fundamentalista.

Soldado voluntario.

Mercenario.

Personal militar retirado.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

El término "fuerzas peligrosas" se aplica a las presas, a los diques y a las centrales nucleares de energía
eléctrica. El Derecho contiene también pautas para el señalamiento de estas instalaciones, de forma que
sean claramente visibles como instalaciones protegidas. El signo protectorio consiste en:

Tres círculos naranja a lo largo de un mismo eje.

Una cruz roja o media luna roja.

Una bandera blanca y negra.

Un escudo azul y blanco.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

¿Cómo se denominan las zonas que incluyen tanto a civiles como a combatientes heridos?

Defendidas.

Custodiadas.
Neutralizadas.

De escape.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

Normalmente, los miembros de las Fuerzas Armadas regulares se distinguen por:

El uniforme.

El armamento que utilizan.

Su contextura física.

El corte de cabello.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

¿Qué requisitos debe cumplir un lugar para ser considerado "localidad no defendida"?

No debe poseer aeródromos ni pistas de aterrizaje.

Solo puede ser habitada por ciudadanos locales y extranjeros autorizados.

Evacuar a todo el personal militar, las armas y equipo militar móvil. No pueden servir de apoyo a las
operaciones militares.

Los ciudadanos deben dejar las puertas y ventanas de sus casas abiertas.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

El término "prisionero de guerra" no es aplicable:

Al personal sanitario.

Al personal religioso.

A los combatientes.

A y B son correctas.

Respuesta incorrecta
(10.00 puntos)

La respuesta correcta es:

Al personal sanitario.

Al personal religioso.

A los combatientes.

A y B son correctas.

¿En qué situación correspondería emplear "bandera blanca" dentro del contexto de combate?

En el enterramiento de fallecidos.
En la negociación con el adversario.

En el adiestramiento de tropas.

En la organización de los hospitales civiles.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

En la conducción de las operaciones militares se velará por la protección de:

Arsenales.

Instalaciones militares.

Medio ambiente natural.

Aeronaves de guerra.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

La sigla CICR, ¿a qué comité hace referencia?

Comité Internacional de la Casa Roja.

Comité Internacional de Comandos Regionales.

Comisión Interamericana de la Cuenca Río.

Comité Internacional de la Cruz Roja.

Respuesta correcta
(10.00 puntos)

Definidos los objetivos militares, ¿qué lugares no puede atacar un estado beligerante?

Plantas nucleares y represas que producen energía para la población civil.

Hospitales, aeronaves y buques sanitarios.

Templos, iglesias y lugares de oración.

Todas las anteriores.

Respuesta incorrecta
(10.00 puntos)

La respuesta correcta es:

Plantas nucleares y represas que producen energía para la población civil.

Hospitales, aeronaves y buques sanitarios.

Templos, iglesias y lugares de oración.

Todas las anteriores.


 
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Contenidos > Unidad > Evaluación

Primera Guía de Estudio de Realización Obligatoria

Primera Guía de Estudio de Realización Obligatoria


Puntaje total: 100.00
Puntaje de aprobación: 50.00
Incorrectas restan: No
Abierta: desde 28/11/2022 00:00 hasta 02/12/2022 23:59
Realización

Fecha: 28/11/2022 23:45:51


Tiempo realización: 00:29:20 Aprobada - 100.00
Cantidad de veces realizada: 1
Cantidad de respuestas correctas: 20 / 20

Los bienes de carácter civil no serán objeto de ataques. Son ejemplos de este tipo de bienes:

Un tanque y un portaaviones.

Un polvorín y un misil.

Oficinas, mercados y granjas.

Una aeronave militar.


(5.00 puntos)

"Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivas según
el derecho aplicable". ¿Cómo se denomina este derecho enunciado en el Pacto de San José de Costa Rica?

Derecho a la libertad personal.

Libertad de pensamiento y expresión.

Principio de legalidad y retroactividad.

Protección de la honra y dignidad.


(5.00 puntos)

No tienen derecho al Estatuto de Prisionero de Guerra:

Los movimientos sociales.

Cualquier miembro de las Fuerzas Armadas.

Los corresponsales de guerra.

Los espías y mercenarios.


(5.00 puntos)
¿Cuál de los siguientes hechos está comprendido dentro de la definición de "ataque"?

Las operaciones de defensa aérea.

Las operaciones de prensa.

Las operaciones de comercio.

Las operaciones diplomáticas.


(5.00 puntos)

El organismo internacional antecedente de la Organización de la Naciones Unidas (O.N.U.) fue:

El Consejo de Europa.

El Comité de Versalles.

La Conferencia de Ginebra.

La Sociedad de las Naciones.


(5.00 puntos)

Se define en el marco de los Derechos Internacionales de los Conflictos Armados al "combatiente" como:

Cualquier miembro de las Fuerzas Armadas.

Cualquier persona en defensa de la Patria.

Cualquier persona que viva una guerra.

Cualquier voluntario que se ofrezca en defensa de la Patria.


(5.00 puntos)

La interdependencia de cada uno de los Derechos Humanos, radica en su carácter:

Positivo.

Codificado.

Cotidiano.

Integral.
(5.00 puntos)

La rama del Derecho Internacional destinada a regular la guerra y las exigencias humanitarias, distinguiendo lo que
está permitido en las hostilidades, es el:

Derecho Internacional Privado.

Derecho Penal Internacional.

El Derecho Internacional de los Conflictos Armados.

Derecho Procesal Penal Internacional.


(5.00 puntos)
Hacia 1945, las naciones se comprometen a promover "el respeto universal a los Derechos Humanos, sin distinción
de raza, sexo, idioma o religión". ¿Qué organización fue fundada con este mandato?

Organización de Naciones Unidas.

Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Médicos sin Fronteras.

Tribunal de La Haya.
(5.00 puntos)

Los combatientes deben distinguirse de la población civil si participan en una operación militar. Los miembros de las
Fuerzas Armadas regulares se distinguen mediante:

Una credencial.

Un uniforme.

Un salvo conducto.

A y C son correctas.
(5.00 puntos)

El Derecho Internacional de los Conflictos Armados se aplica en dos clases de conflictos:

Internacionales y no internacionales.

Civiles e internos.

Revueltas y disturbios internos.

Tensiones y motines.
(5.00 puntos)

El Art. 2, Inc. 4°, de la Carta de las Naciones Unidas establece:

la prohibición general del uso de la fuerza.

la protección a prisioneros de guerra.

los medios permitidos de la guerra.

la clasificación de los objetivos militares.


(5.00 puntos)

Se debe hacer siempre una clara distinción entre combatientes y personas civiles o la población civil como tal.
Asimismo, siempre se deben distinguir entre objetivos militares que se pueden atacar y bienes de carácter civil que
han de respetarse. Tales conceptos responden al siguiente principio básico del Derecho Internacional de los
Conflictos Armados de:

Distinción.

Buena fe.

Proporcionalidad.

Trato humano.
(5.00 puntos)

Los Derechos Humanos son universales, inviolables e irrenunciables y pertenecen al hombre por:

Ser otorgados a las personas por el Estado Nacional.

El solo hecho de ser persona humana.

Ser otorgados por la Organización de las Naciones Unidas.

Ocuparse exclusivamente de la alimentación y de la libertad de expresión.


(5.00 puntos)

¿Cuál es el documento internacional que fue antecedente, en el siglo XX, de la Declaración de los Derechos
Humanos?

El Tratado de Postdam.

La Conferencia de Roma.

El Tratado de Versalles.

La Constitución de los Estados Unidos.


(5.00 puntos)

El Pacto de San José de Costa Rica, como medio de protección de los derechos y libertades, establece dos órganos.
Uno de estos es la:

Corte Interamericana de DD.HH.

Comunidad Europea.

Asociación latinoamericana de libertades.

Comisión de derechos fundamentales.


(5.00 puntos)

Para indicar la intención de parlamentar y para proteger a quienes estén parlamentando, se emplea:

Un banderín azul.

Un estandarte.

Una bandera blanca.

A y C son correctas.
(5.00 puntos)

Las presas, los diques y las centrales nucleares de energía eléctrica, y los objetivos militares cercanos a las mismas,
no podrán ser objeto de ataques, pues sería catastrófico para la población civil. Tales instalaciones se denominan:

Fuerzas peligrosas.

Bienes sanitarios.

Bienes de protección civil.

Patrimonio cultural.
(5.00 puntos)

La reforma de 1994 incorporó a la Constitución Nacional, Tratados de Derechos Humanos con jerarquía:

Judicial.

Constitucional.

Nacional.

Legislativa.
(5.00 puntos)

El ámbito en el cual pueden circular aeronaves se denomina:

Espacio circular.

Espacio permitido.

Espacio libre.

Espacio aéreo.
(5.00 puntos)

 
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PLAN DE PERFECCIONAMIENTO DEL PERSONAL MILITAR SUBALTERNO


CURSO III – CABO PRINCIPAL – ÁREA MILITAR
ASIGNATURA: DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL
DE LOS CONFLICTOS ARMADOS II

PROTECCIÓN DE
PERSONAS EN LOS
CONFLICTOS ARMADOS
CAPÍTULO

4
OBJETIVOS GENERALES DE LA ASIGNATURA OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL CAPÍTULO

Que los Suboficiales cursantes desarrollen la capacidad de:


Conocer de modo específico los Derechos y Conocer el Estatuto del Combatiente y del
Obligaciones que le competen en razón de la Prisionero de Guerra.
Legislación vigente.
Incorporar hábitos de conductas según los prescriptos Conocer el procedimiento para la protección de
por las Leyes Internacionales. población y bienes civiles.
Aplicar y valorar la importancia de un proceder apegado
a Derecho en el curso de acciones bélicas Reconocer la diferencia entre combatiente,
Conocer y valorar la Legislación vigente nacional e mercenario y espía.
internacional relativa a los Derechos Humanos.
Los contenidos que encontrará en este capítulo son:
Tema Pág.
1. Crímenes Contra la Humanidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
2. Estatuto del Combatiente y del Prisionero de Guerra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
3. Derechos y Deberes de los Prisioneros de Guerra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
4. Cautiverio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
5. Fin del Cautiverio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
6. Crímenes de Guerra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
7. Oficina de Información y Sociedades de Socorro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
8. Heridos, Enfermos, Náufragos y Desaparecidos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
9. Protección de la Población Civil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
10. Protección de los Niños. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
11. Protección de Bienes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
12. Servicios de Protección Civil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 1


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1. CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD

Definición. Enunciación
Son crímenes contra la humanidad (o de “lesa humanidad”) las pérdidas de
vida que se ocasionan como consecuencia de un ataque en forma generalizada o
sistemática contra una población civil, con conocimiento de dicho ataque por parte
de quien lo ordena.

El Tribunal Internacional para la antigua Yugoslavia, en el caso “Erdemovic”,


ha expresado que “los crímenes contra la humanidad son serios actos de violencia
que dañan al ser humano, destruyendo aquello que es más esencial para él: su vida,
libertad, bienestar psíquico, salud y/o dignidad”.

Son actos inhumanos aquellos que, por su extensión y gravedad, van más
allá de los límites tolerables para la comunidad internacional, la que debe
forzosamente demandar su castigo.

El individuo, la víctima, deviene de un concepto mucho más amplio: la


Humanidad.

Hay aquí una cercana conexión con la Cláusula Martens, que expresa que
los crímenes contra la humanidad son:

 Asesinato.

 Exterminio.

 Esclavitud.

 Deportación o traslado forzoso de población.

 Cárcel u otra privación grave de la libertad física en violación de normas


fundamentales del derecho internacional.

 Tortura.

 Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado,


esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 2


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 Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia, fundada en


motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, sexuales
u otros universalmente reconocidos como inaceptables según el derecho
internacional, en conexión con cualquier acto.

2. ESTATUTO DEL COMBATIENTE Y DEL PRISIONERO DE GUERRA


En el Derecho Internacional Humanitario es consustancial la conjunción de
intereses humanitarios y militares, reflejado en la interacción existente entre las
normas relativas a la conducción de las hostilidades y las normas de protección de
las víctimas, y precisamente lo que le da coherencia al sistema es la correcta
aplicación del Principio de Distinción recogido en el Articulo 48 del Protocolo
adicional I de 1977: “… las partes en conflicto harán distinción en todo momento
entre población civil y combatientes y entre bienes de carácter civil y objetivos
militares y, en consecuencia, dirigirán sus operaciones únicamente contra objetivos
militares.”

Dice el Protocolo I en su Art. 43.2 “…Los miembros de las fuerzas armadas


de una Parte en conflicto son combatientes, es decir, tienen derecho a participar
directamente en las hostilidades” y, en consecuencia, se constituyen en únicos
sujetos activos de la acción militar, a la vez que únicos sujetos pasivos pues son
considerados objetivos militares, solamente ellos pueden ser atacados.

Esto nos lleva a considerar qué es lo que entiende el Derecho Internacional


Humanitario por combatiente y cuál es su estatuto.

ESTATUTO DEL COMBATIENTE Y DEL PRISIONERO DE GUERRA

A. Principios Generales
Los miembros de las fuerzas armadas de una Parte en conflicto son combatientes, con excepción del
personal sanitario y religioso y del personal militar de la protección civil (Reglamento de La Haya, art.
1 y 3; P. I, art. 43, 67), y sólo los miembros de las fuerzas armadas son combatientes.

Los combatientes tienen derecho a participar directamente en las hostilidades (P. I, art. 43), es decir,
a realizar actos de guerra que por su naturaleza o su finalidad están dirigidos directamente contra los
combatientes o los otros objetivos militares de las fuerzas armadas adversas.

Todo combatiente que caiga en poder de una Parte adversa es prisionero de guerra (C. III, art. 4; P. I,
art. 44).

B. Las Fuerzas Armadas


Definición general
Las fuerzas armadas de una Parte en conflicto se componen de todas las fuerzas, grupos y unidades
armados y organizados, colocados bajo un mando responsable de la conducta de sus subordinados
ante esa Parte, aun cuando ésta esté representada por un Gobierno o por una autoridad no
reconocidos por una Parte adversa. Tales fuerzas armadas deberán estar sometidas a un régimen de

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 3


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disciplina interna que haga cumplir, inter alia, las normas de derecho internacional aplicables en los
conflictos armados (P. I, art. 43).

Están comprendidos en la definición de las fuerzas armadas:


- el ejército de una Parte en conflicto (Reglamento de La Haya, art. 1; C. III, art. 4; P. I, art. 43, 44);
- las milicias y cuerpos de voluntarios que formen parte del ejército o que lo constituyan (Reglamento
de La Haya, art. 1; C. III, art. 4; P. I, art. 43);
- los marinos mercantes organizados para participar directamente en las hostilidades (C. III, art. 4) y
que participan, de hecho, en ellas;
- los miembros de una insurrección en masa, es decir, la población de un territorio no ocupado que
tome espontáneamente las armas para combatir contra las tropas invasoras, si lleva las armas a la
vista y respeta las leyes y costumbres de la guerra (Reglamento de La Haya, art. 2; C. III, art. 4);
- las fuerzas policiales (organización paramilitar o servicio armado encargado de hacer respetar el
orden), siempre y cuando se haya notificado a las otras Partes en conflicto (P. I, art. 43).

Todas las personas de esas categorías son combatientes.

Condiciones de reconocimiento de las fuerzas armadas


Estas condiciones son las siguientes:
- subordinación a una Parte en conflicto;
- organización de tipo militar;
- mando responsable;
- exigencia de respetar las normas de! derecho internacional aplicables en caso de conflicto armado
(P. I, art. 43).
Se dispensa de la condición de organización y de mando responsable a la insurrección en masa, pero
el reconocimiento sólo es válido durante el período de invasión (Reglamento de La Haya, art. 2; C. III,
art. 4).

Composición de las fuerzas armadas


Las fuerzas armadas se componen:
- de combatientes (véase más adelante);
- de no combatientes (personal sanitario y religioso, protección civil) que no tienen derecho a
participar en las hostilidades (C. I, art. 21, 22; C. II, art. 34, 35; P. I, art. 43, 67);
- de personas civiles que siguen a las fuerzas armadas sin formar directamente parte integrante de
ellas, tales como tos tripulantes civiles de aviones militares, corresponsales de guerra, proveedores,
miembros de unidades de trabajo o de servicios encargados del bienestar de los militares (C. III, art.
4). Esas personas son naturalmente no combatientes.

C. Los Combatientes
Estatuto
Sólo los combatientes tienen derecho a atacar al adversario (Reglamento de La Haya, art. 1, P. I, art.
43). Cuando son capturados, deben ser considerados prisioneros de guerra, lo que significa que no
pueden ser castigados por haber cometido actos de hostilidad (P. I, art. 44).

Respeto del derecho de los conflictos armados


Los combatientes están obligados a respetar las normas del derecho internacional aplicables en los
conflictos armados (P. I, art. 44). Si no respetan estas normas, pueden ser castigados, pero no
pierden su estatuto (C. III, art. 85; P. I, art. 44), salvo en caso de ser condenados por crimen de
guerra en los países socialistas (reserva al art. 85 del III Convenio). Con respecto a la excepción
relativa al signo de visibilidad, véase más adelante.

Condición general de visibilidad


Los combatientes están obligados a distinguirse de la población civil cuando toman parte en un
ataque o en una operación militar preparatoria de un ataque (P. I, art. 44).

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 4


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Situación excepcional
En situación excepcional (territorio ocupado, conflicto asimétrico, contraguerrilla), los combatientes
pueden ser dispensados de la condición general de visibilidad (P. I, art. 44), pero sólo por decisión del
mando responsable ante la Parte en conflicto. En esos casos, basta con que se distingan de los
civiles llevando sus armas abiertamente durante la operación y durante el tiempo en que sean visibles
para el adversario cuando toman parte en un despliegue militar previo al lanzamiento de un ataque en
el que deben participar (P. I, art. 44), (es decir, según una opinión bastante generalizada, durante
todo movimiento en dirección a la base de ataque).

Pérdida del estatuto


El combatiente cogido en flagrante delito de violación de la disposición relativa a la situación
excepcional pierde su estatuto de combatiente (P. I, art. 44), sea que no lleve las armas abiertamente
según las condiciones previstas, sea que se aproveche abusivamente de tal situación. La pérdida del
estatuto de combatiente acarrea la pérdida del estatuto de prisionero de guerra, así como eventuales
acciones penales, incluso por cimero hecho de haber llevado armas. El trato de prisionero de guerra
sigue estando garantizado, incluidas las garantías del procedimiento judicial (P. I, art. 44).

Alcance de la norma de visibilidad


Esta norma no tiene por objeto modificar la práctica de los Estados, generalmente aceptada,
concerniente al uso del uniforme por los combatientes asignados a las unidades armadas regulares y
uniformadas de las Partes en conflicto (P. I, art. 44). Esto significa que la norma se aplica solamente
en la táctica de guerrilla, a menos que las Partes en conflicto prefieran, incluso en esta situación,
operar con las tropas uniformadas o provistas de un signo distintivo fijo y reconocible a distancia,
utilizado en forma permanente (C. III, art. 4; P. I, art. 44).

Casos especiales:
- el mercenario, si no es miembro de las fuerzas armadas de una Parte en conflicto, no tiene derecho
al estatuto de combatiente (ni de prisionero de guerra) (P. I, art. 47);
- el espía cogido en flagrante delito de espionaje, no tiene derecho, incluso si es miembro de las
fuerzas armadas al estatuto de combatiente (ni de prisionero de guerra) (P. I, art. 46);
- los niños menores de quince años no tienen, en principio, derecho al estatuto de combatiente y no
deben ser reclutados (P. I, art. 77);
- el parlamentario que se aprovecha de su posición privilegiada para provocar o cometer un acto de
traición pierde su inmunidad (y, en caso dado, puede ser tratado como espía) (R La Haya, art. 34);
- el estatuto de un combatiente perteneciente a un movimiento de liberación nacional no reconocido
por el adversario es incierto (P. I, art. 43). Si este adversario es Parte en el Protocolo, no puede
negarse el estatuto cuando el movimiento de liberación nacional ha efectuado la declaración prevista
en el artículo 96, párrafo 3 del Protocolo.

D. Los Prisioneros de Guerra


Nota preliminar
Quien tiene el estatuto de prisionero de guerra debe necesariamente ser tratado como tal. No
obstante, ciertas categorías de personas tienen derecho al trato de prisionero de guerra, al menos de
manera provisional, sin tener el estatuto correspondiente:
- sea porque su estatuto de combatiente no se ha dilucidado aún;
- sea porque no tiene acceso a ese estatuto por no ser combatientes.

La diferencia reside en una cierta libertad de movimientos o en la repatriación anticipada (por ejemplo,
para el personal sanitario y religioso) (C. I, art. 30; C. II, art. 37; C. III, art. 33), en otras medidas
preferenciales (internados militares, C. III, art. 4; niños combatientes, P. I, art. 77) o en el
encausamiento penal por el hecho de haber llevado armas en caso de que se haya denegado
definitivamente el estatuto de combatiente (C. III, art. 5; C. IV, art. 68; P. I, art. 45), salvo para los
niños combatientes.

Estatuto de prisionero de guerra


En caso de captura, tienen estatuto de prisionero de guerra:

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- los combatientes (C. III, art. 4; P. I, art. 44), excepto:


- el espía cogido en flagrante delito (P. I, art. 46);
- el mercenario (P. I, art. 47);
- el combatiente que no lleva al menos las armas abiertamente durante el combate, en situación
excepcional reconocida (P. I, art. 44), o que abusa de esa situación excepcional;
- los civiles autorizados a seguir a las fuerzas armadas (C. III, art. 4);
- los miembros de tripulaciones, incluidos los comandantes, pilotos, grumetes de la marina mercante y
tripulantes de la aviación civil (salvo trato más favorable) (C. III, art. 4);
- la población civil alzada en masa (C. III, art. 4);
- el personal militar de la protección civil (P. I, art. 57);
- los ciudadanos de países neutrales incorporados a las fuerzas armadas de una Parte en conflicto
(Convenio núm. V, art. 17).

Trato del prisionero de guerra


En caso de caer en poder del enemigo o ser internados, gozan del trata, pero no del estatuto, de
prisionero de guerra:
- el personal sanitario y religioso de las fuerzas armadas incluidas las sociedades de socorro que
colaboren con las fuerzas armadas (C. I, art. 28; C. III, art. 33);
- los militares internados en territorio ocupado (C. III, art. 4);
- los militares internados en país neutral (C. III, art. 4);
- toda persona que haya participado en las hostilidades, en espera de que se determine, en caso
dado, su estatuto (C. III, art. 5; P. I, art. 45);
- los combatientes cogidos en flagrante delito de espionaje o sospechosos de haber actuado como
mercenarios, en espera de que el tribunal falle sobre su caso (P. I, art. 45);
- los combatientes que hayan perdido su derecho al estatuto de prisionero de guerra por no haber
cumplido la condición de visibilidad ola de llevar abiertamente las armas (P. I, art. 44);
- los niños combatientes (P. I, art. 77);
- los parlamentarios retenidos temporalmente (Reglamento de La Haya, art. 33).

El III Convenio de Ginebra de 1949, en su Artículo 4 enumera y clasifica


por categorías a las personas que tienen derecho al tratamiento de prisioneros de
guerra.

Por Ley 23.379 sancionada el 25 de setiembre de 1986, la República


Argentina, aprueba los Protocolos I y II adicionales a los cuatro Convenios de
Ginebra del año 1949. El Ministerio de Defensa en su Manual de Derecho
Internacional de los Conflictos Armados, con respecto a los combatientes y
prisioneros de guerra, expresa:

Combatientes y prisioneros de guerra


1. Todo combatiente, que caiga en poder de una parte adversa será prisionero
de guerra.
2. Aunque todos los combatientes están obligados a observar las normas del
derecho internacional aplicables en los conflictos armados, la violación de
tales normas no privará a un combatiente de su derecho a ser considerado
como tal o, si cae en poder de una parte adversa, de su derecho a ser
considerado prisionero de guerra, salvo lo dispuesto en los incisos 3 y 4.
3. Con objeto de promover la protección de la población civil contra los efectos
de las hostilidades, los combatientes están obligados a distinguirse de la

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población civil en el curso de un ataque o de una operación militar


preparatoria de un ataque. Sin embargo, dado que en los conflictos armados
hay situaciones en las que, debido a la índole de las hostilidades, un
combatiente armado no puede distinguirse de la población civil, dicho
combatiente conservará su estatuto de tal, siempre que, en esas
circunstancias, lleve sus armas abiertamente:
3.1. Durante el enfrentamiento militar.
3.2. Durante el tiempo en que sea visible para el enemigo, mientras está
tomando parte en un despliegue militar previo al lanzamiento de un
ataque en el que va a participar.
4. El combatiente que caiga en poder de una parte adversa y no reúna las
condiciones enunciadas en el inciso 3, perderá el derecho a ser considerado
como prisionero de guerra, pero, no obstante, recibirá las protecciones
equivalentes, en todos los sentidos, a las otorgadas a los prisioneros de
guerra por el III Convenio y la presente publicación. Esta protección
comprende las protecciones equivalentes a las otorgadas a los prisioneros de
guerra por el III Convenio en el caso de que tal persona sea juzgada y
sancionada por cualquier infracción que haya cometido.
5. El combatiente que caiga en poder de una parte adversa mientras no participa
en un ataque ni en una operación militar preparatoria de un ataque, no
perderá, a consecuencia de sus actividades anteriores el derecho a ser
considerado como combatiente y prisionero de guerra.
6. El presente artículo no privará a una persona del derecho a ser considerado
como prisionero de guerra conforme al Artículo 4 del III Convenio.
7. El propósito del presente artículo no es modificar la práctica generalmente
aceptada por los Estados en lo que respecta al uniforme que han de llevar los
combatientes pertenecientes a las unidades armadas regulares y uniformadas
de una parte en conflicto.
8. Además de las categorías de personas mencionadas en el Artículo 13 de los
Convenios I y II, todos los miembros de las Fuerzas Armadas de una Parte en
un conflicto, tendrán derecho a la protección concebida en virtud de esos
Convenios si están heridos o enfermos o en el caso del II Convenio, si son
náufragos en el mar o en otras aguas.

Categorías de Combatientes
Recapitulando sobre todo lo dicho hasta ahora en relación con los sujetos
combatientes, podemos clasificarlos atendiendo a la legitimidad o ilegitimidad de su
actuación, en:

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Los combatientes legítimos. Son los que cumplen los


requisitos individuales y colectivos ya indicados y que, en
consecuencia están autorizados para ejercer la violencia
bélica gozando de la plena protección prevista en el
Derecho de la Guerra.

Los combatientes ilegítimos. Son los que participan


directamente en las hostilidades sin cumplir con los requisitos individuales y
colectivos ya conocidos. La consecuencia inmediata es que no tienen derecho
al Estatuto de Combatiente (salvo en el caso, previsto en el Art. 44.2 del Protocolo
I, de que la falta de condiciones se deba exclusivamente a haber cometido, con
anterioridad a su captura, alguna violación de las normas del Derecho Internacional
aplicable en los conflictos armados, ya que en este caso conserva su estatuto, con
independencia de que pueda ser objeto de represión penal).
En esta categoría encontramos a los espías y los mercenarios.

Espías

Al respecto, el Manual de Derecho Internacional de los Conflictos Armados


del Ministerio de Defensa, expresa:

Sólo se considerará espía a quien, procediendo de modo


deliberadamente clandestino o con falsos pretextos, recoge o
trata de recoger informes en la Zona de Operaciones de un
beligerante con la intención de comunicarlos a la parte contraria.
Consecuentemente, no serán considerados espías (PI, Artículo 46):

 El miembro de las FFAA de una Parte en conflicto que, en favor de esa parte,
recoja o intente recoger información dentro de un territorio controlado por una
Parte adversa siempre que, al hacerlo, vista el uniforme de las Fuerzas
Armadas a que pertenezca.

 El miembro de las Fuerzas Armadas de una Parte en conflicto que sea


residente en territorio ocupado por una parte adversa y que en favor de la
Parte de que depende, recoja o intente recoger información de interés militar
dentro de ese territorio, salvo que lo haga mediante pretextos falsos o
proceda de modo deliberadamente clandestino. Ese residente no perderá su
derecho al trato de prisionero de guerra y no podrá ser tratado como espía, a
menos que sea capturado mientras realiza actividades de espionaje.

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 El miembro de las Fuerzas Armadas de una Parte en conflicto que no sea


residente en territorio ocupado por una Parte adversa y que haya realizado
actividades de espionaje en ese territorio, a menos que sea capturado antes
de reintegrarse a las Fuerzas Armadas a que pertenezca. En otros términos,
el espía que se hubiese incorporado al ejército a que pertenecía y fuese
hecho prisionero por el enemigo, deberá ser tratado como prisionero de
guerra y no podrá ser responsabilizado por sus anteriores actos ni castigado
sin juicio previo (RLH, 30).

El militar o reservista residente en territorio ocupado por el enemigo no tiene


obligación de vestir uniforme, por lo que esta circunstancia no lo califica como espía.
Para serlo debe utilizar "pretextos falsos" o "proceder de modo deliberadamente
clandestino", es decir usar engaños u ocultaciones especialmente dirigidas a la
obtención de información.

En síntesis, No es espía si:


Clandestino significa "secreto,
oculto" y todo miembro de un
 se limita a ver o a escuchar, movimiento de resistencia vive
 es un mero receptor de información en su vida necesariamente ocultándose,
guardando el secreto de ser un
ordinaria,
combatiente.
 no usa pretextos falsos para averiguar,
 no usa procedimientos deliberadamente clandestinos, aunque se
oculte aparentando ser un civil.

Es lícito el engaño y la ocultación para no ser descubierto como combatiente


en los momentos en que no se enfrenta militarmente, ni se despliega para lanzar el
ataque. No le está prohibido usar pretextos falsos ni procedimientos deliberadamente
clandestinos para disimularse en el medio civil. Puede actuar como si fuera un simple
habitante más, siempre que no lo haga de tal manera en la obtención y reunión de
información.

Mercenarios

El Artículo 47 del Protocolo I (Ginebra - 1977) quitó a los mercenarios el


derecho al Estatuto del Combatiente y del Prisionero de Guerra.

Esta novedad se introdujo por la ingente presión de los Estados africanos,


en cuyos países el mercenario es un guerrero tremendamente eficaz caracterizado
por su crueldad y su desprecio por el cumplimiento de las leyes y usos de la guerra.

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Se entiende por mercenario toda persona:

 Que haya sido especialmente reclutada, localmente o


en el extranjero, a fin de combatir en un conflicto
armado.
 Que de hecho, tome parte directa en las hostilidades.
 Que tome parte en las hostilidades animado, esencialmente, por el deseo de
obtener un provecho personal y a la que se haga efectivamente la promesa,
por una Parte en conflicto o en nombre de ella, de una retribución material
considerablemente superior a la prometida o abonada a los combatientes de
grado y funciones similares en las Fuerzas Armadas de esa Parte.
 Que no sea nacional de una Parte en conflicto ni residente en un territorio
controlado por una Parte en conflicto.
 Que no sea miembro de las Fuerzas Armadas de una Parte en conflicto.
 Que no haya sido enviado en misión oficial como miembro de sus Fuerzas
Armadas por un Estado que no es Parte en conflicto.

3. DERECHOS Y DEBERES DE LOS PRISIONEROS DE GUERRA


Derechos
El Derecho Internacional Humanitario organiza la protección del prisionero
de guerra sobre la base de considerarlo víctima del conflicto armado. Los Derechos
de los Prisioneros están establecidos en el III Convenio de Ginebra.

No serán objeto de ataque ni el enemigo fuera de combate, ni el que se


rinda o que exprese la intención de rendirse, ni el que se lance en paracaídas de una
aeronave en peligro.

En efecto, cuando el combatiente ha expresado claramente su intención de


rendirse o está incapacitado para seguir haciendo uso de su derecho a la acción
hostil y es capturado, el cambio que experimenta en su situación personal es
dramático, porque lógicamente se siente en total y absoluto desamparo,
frecuentemente herido, a merced del enemigo, en trance de permanecer privado de
libertad por un tiempo indeterminado y alejado de su patria y de sus familiares.

Todos los combatientes capturados son


prisioneros de guerra, háyanse rendido o no. Pasan a
ser personas protegidas, conforme a lo dispuesto en el
Derecho de los Conflictos Armados, desde el momento
en que caen en poder del adversario.

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Los prisioneros de guerra están en poder de la Potencia enemiga, y no de


los individuos o de los cuerpos de tropa que los hayan capturado. Está prohibido
matar o maltratar a un combatiente que haya sido tomado prisionero o que esté
fuera de combate (hors de combat).

Los prisioneros de guerra deben ser identificados y están obligados a


proporcionar su número de matrícula, graduación, nombres y apellidos, así como la
fecha de nacimiento. No están obligados a proporcionar ningún otro dato.

Los prisioneros deben conservar la vestimenta militar y el equipo de


protección, como por ejemplo: botas, cascos, chalecos antibalas, caretas antigás,
distintivos de graduación, etc.

Todos los prisioneros deben ser desarmados y someterse a un registro


exhaustivo. Esto se debe realizar de forma que no se infrinja la prohibición de trato
inhumano o degradante y de que se respete la protección especial otorgada a las
mujeres y a los niños combatientes.

Mujeres deben ser tratadas con todas las consideraciones debidas a su


sexo y se beneficiarán, por lo menos, de un trato tan
favorable como el que reciben los hombres. Se tomarán
medidas especiales para garantizar su protección
contra actos de violencia física, incluida la violencia
sexual y los actos contrarios al pudor. Después, en los
campamentos de prisioneros de guerra, deben estar
detenidas en locales separados de los hombres.

Niños Combatientes: un aspecto particularmente trágico de los conflictos


modernos es la participación activa de niños en las hostilidades, tanto niños como
niñas. Esto parece tener poco que ver con las tradiciones culturales y mucho que ver
con el oportunismo y la escasez de soldados.

Estos niños soldados operan con poco o ningún


entrenamiento y, a menudo, se alimentan sólo con alcohol y
drogas. Por supuesto que pueden ser enemigos formidables y
tenaces a quienes enfrentar. No queda más remedio que
hacerlo pero, con el debido respeto y un mínimo de compasión
por su difícil situación.

Si se reclutan niños en las fuerzas armadas o éstos participan directamente


en las hostilidades, se les debe garantizar, si son capturados, un trato y condiciones
de cautiverio acordes con su edad, sean o no prisioneros de guerra. En ninguna
circunstancia, podrán recibir trato menos favorable al debido a los prisioneros de
guerra. En particular, estos niños soldados deben estar detenidos en lugares
separados de los adultos, excepto si están en unidades familiares.

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Personal sanitario y religioso. Los miembros del personal sanitario y


religioso retenido en poder de la Potencia detenedora para asistir a los prisioneros
de guerra no serán considerados como prisioneros de guerra.

Sin embargo, disfrutarán, por lo menos, de todas las ventajas y de la


protección del III Convenio, así como de cuantas facilidades necesiten para prestar
su asistencia médica y sus auxilios religiosos a los prisioneros de guerra.

Quejas y solicitudes. Los prisioneros de guerra tendrán derecho a


presentar a las autoridades militares en cuyo poder estén, solicitudes por lo que
atañe al régimen de cautiverio a que se hallen sometidos.

También tendrán derecho, sin restricción alguna, a dirigirse (personalmente o


por mediación del “hombre de confianza”), a los representantes de las Potencias
protectoras, para indicarles los puntos sobre los cuales tienen motivos de queja en
cuanto al régimen de cautiverio.

Deberes
Por lo que atañe a los Deberes de los Prisioneros de Guerra, se derivan,
en general, de las Leyes de la Guerra y de las Normas de la Disciplina Militar.

Relativo al interrogatorio del prisionero, este tiene la obligación de


declarar sus nombres y apellidos, su grado, su fecha de nacimiento y su número de
matrícula o, a falta de este, una indicación equivalente. Sin embargo, no podrá
ejercerse ninguna tortura física o moral ni presión alguna sobre los prisioneros de
guerra para obtener información de cualquier índole. El prisionero solo está obligado
a dar esta información y ningún dato más.

Los prisioneros de guerra que, por razón de su estado físico o mental, sean
incapaces de dar su identidad, serán confiados al Servicio de Sanidad. Se
determinará, por todos los medios posibles, la identidad de estos prisioneros, a
reserva de las disposiciones del párrafo anterior.

El interrogatorio de los prisioneros de guerra deberá ser en un idioma que


comprendan.

Los prisioneros de guerra deberán ser tratados humanamente en toda


circunstancia y con reserva de cualquier trato privilegiado basado en la graduación,
el sexo, el estado de salud, la edad o las aptitudes profesionales, serán todos
tratados de la misma manera.

En particular, no podrá someterse a ningún prisionero a mutilaciones físicas


o a experimentos médicos o científicos, de cualquier índole que sean, que no
justifique el tratamiento médico del prisionero y que no sea en su interés. Sin

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embargo, se exceptúan las donaciones de sangre para transfusiones o de piel para


injertos, a condición de que se hagan voluntariamente.

No se expondrán inútilmente a peligros mientras se espera su evacuación


de una zona de combate. Cuando sean capturados en condiciones de combate
infrecuentes, que impidan su evacuación, serán liberados y se adoptarán todas las
precauciones posibles para garantizar su seguridad.

Los capturados a los que no se les reconoce el Estatuto de Prisionero de Guerra


(espías, mercenarios o combatientes aislados), tienen derecho, en todo tiempo, a
las garantías fundamentales derivadas de su condición de persona humana.

Representantes de los prisioneros de guerra


En todos los lugares donde haya prisioneros de guerra, excepto aquellos
donde estén los Oficiales, los prisioneros elegirán libremente y en votación secreta,
cada seis meses, o en caso de vacantes, en el momento que estas se produzcan, a
“hombres de confianza", encargados de representarlos ante las autoridades
militares, las Potencias protectoras, el CICR y cualquier otro Organismo que les
preste ayuda. Esos hombres de confianza son reelegibles.

En los campamentos de Oficiales y similares, o en los campamentos mixtos,


se reconocerá como hombre de confianza, al Oficial prisionero de guerra más
antiguo y de más alta graduación.

El hombre de confianza es el intermediario apto para actuar en favor del


bienestar físico, moral e intelectual de los prisioneros de guerra.

Interviene no solo para la distribución de los socorros, sino para aliviar,


siempre que sea posible, los rigores de la disciplina, asistir a los prisioneros en sus
dificultades con la autoridad detentora y, llegado el caso, en las discrepancias que
puedan ser objeto de sanciones penales o disciplinarias.

4. CAUTIVERIO
Desde el momento de la captura, la Potencia detentora debe proporcionar al
prisionero de guerra una tarjeta de captura mediante la cual puede comunicar su
cautiverio a su familia y a la Agencia Central de Búsquedas.

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Evacuación
Según los Artículos 19 y 20 del III Convenio, los prisioneros de guerra serán
evacuados, en el más breve plazo posible después de haber sido capturados, hacia
campamentos situados lo bastante lejos de la zona de combate como para no correr
peligro.

Sólo se podrá retener, temporalmente, en una zona peligrosa a los


prisioneros de guerra que, a causa de heridas o enfermedad corran más peligro
siendo evacuados que permaneciendo donde están.

La evacuación de los prisioneros de guerra se efectuará siempre con


humanidad y en condiciones similares a las de los desplazamientos de las tropas de
la Potencia detenedora.

La Potencia detenedora proporcionará a los prisioneros de guerra


evacuados agua potable y alimentos en cantidad suficiente así como ropa y la
necesaria asistencia médica; tomará las oportunas precauciones para garantizar su
seguridad durante la evacuación y hará, lo antes posible, la lista de los prisioneros
evacuados.

Condiciones del Internamiento


Solo podrá “internarse” a los prisioneros de guerra en establecimientos
situados en tierra firme y que ofrezcan todas las garantías de higiene y de
salubridad. No se podrá enviar a un prisionero de guerra a lugares en los que esté
expuesto al fuego de las zonas de combate, ni se lo podrá retener en las mismas, ni
podrá utilizarse su presencia para poner ciertos puntos o ciertas regiones a cubierto
de las operaciones militares.

La Potencia detentora asume, en general, la responsabilidad por la vida y


el mantenimiento de los prisioneros de guerra, los que deben permanecer en buen
estado de salud. Las mujeres y los niños menores de quince años serán objeto, si
son prisioneros de guerra, de un respeto especial y serán protegidos contra
cualquier forma de atentado al pudor.

La Potencia detenedora tendrá la obligación de tomar todas las medidas


necesarias de higiene para garantizar la limpieza y la salubridad de los
campamentos y para prevenir las epidemias. Los prisioneros dispondrán, día y
noche, de instalaciones conformes con las reglas higiénicas y mantenidas en
constante estado de limpieza. En los campamentos donde haya prisioneras de
guerra se les reservarán instalaciones separadas.

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En cada campamento habrá una enfermería adecuada, donde los


prisioneros de guerra reciban la asistencia que requieran así como el régimen
alimenticio apropiado. En caso necesario, se reservarán locales de aislamiento para
quienes padezcan enfermedades contagiosas o mentales.

Los prisioneros de guerra gravemente enfermos o cuyo estado necesite


tratamiento especial, intervención quirúrgica u hospitalización habrán de ser
admitidos en una unidad civil o militar calificada para atenderlos, aunque su
repatriación esté prevista para breve plazo.

Se prevé que los prisioneros de guerra reciban en toda circunstancia, la


asistencia que necesiten y sean atendidos, de preferencia por personal médico, de
la Potencia a que pertenezcan y, si es posible, de su misma nacionalidad.

Solo podrán ser trasladados los prisioneros de guerra a una Potencia


Parte en el Convenio y cuando la Potencia detentora se haya cerciorado de que la
misma desea y puede aplicar el Convenio. En lo que respecta a los traslados en el
territorio de la Potencia detentora, se llevarán a cabo siempre con humanidad y en
condiciones que no sean menos favorables que aquellas en las cuales se benefician
las tropas de la Potencia detentora para sus desplazamientos.

Los prisioneros de guerra enfermos o heridos no serán trasladados mientras


su curación pueda correr peligro a causa del viaje, a no ser que su seguridad lo exija
terminantemente.

En el III Convenio no solo figuran las condiciones materiales del


internamiento; muchos artículos versan sobre las condiciones morales. Se refieren
no solo a la religión y a las actividades intelectuales y deportivas, sino también al
trabajo considerado como idóneo para permitir a las personas preservar su dignidad
y el equilibro de su salud, protegiéndolas contra el aburrimiento y el ocio.

Para que el trabajo de los prisioneros no se transforme en explotación


inhumana o en participación inmoral en la actividad bélica de la Potencia detentora,
se limita mediante una serie de normas muy estrictas.

Se autoriza que los prisioneros de guerra envíen y reciban cartas y tarjetas


sin franqueo. Las cartas y las tarjetas deberán expedirse por los medios más rápidos
de que disponga la Potencia detenedora; no podrán ser demoradas ni detenidas por
razones de disciplina.

Socorros
Los prisioneros de guerra estarán autorizados a recibir, por vía postal o por
cualquier otro conducto, paquetes individuales o colectivos que contengan, en
especial, alimentos, ropa, medicamentos y artículos para satisfacer sus necesidades
por lo que atañe a religión, a estudio, incluidos libros, objetos de culto, material

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científico, formularios de exámenes, instrumentos de música, accesorios de deporte


y material que permita a los prisioneros continuar sus estudios o ejercer una
actividad artística.

Los socorros previstos son individuales o colectivos; pero en el


Convenio se prefiere claramente el envío de un modelo uniforme de socorros para
todos los prisioneros de un campamento, que les distribuirá el hombre de confianza
de los mismos. Los socorros médicos se enviarán en paquetes colectivos.

Asimismo, los representantes de la Potencia protectora, del Comité


Internacional de la Cruz Roja o de cualquier organismo que socorra a los prisioneros
y a cuyo cargo corra la transmisión de dichos envíos colectivos, controlarán la
distribución de paquetes de socorro a sus destinatarios. Los envíos de socorros
están exentos de todos los derechos de entrada, de aduanas o de cualquier otra
índole.

Disciplina
A fin de garantizar la disciplina de conformidad con el honor militar, cada
campamento de prisioneros de guerra estará bajo la autoridad directa de un Oficial
responsable, perteneciente a las Fuerzas Armadas regulares de la Potencia
detentora.

Este Oficial dispondrá del texto del Convenio que conocerá perfectamente,
así como de las disposiciones pertinentes del Protocolo I. Además, se fijarán esos
textos en cada campamento en el idioma de los prisioneros de guerra, en lugares
donde todos los prisioneros puedan consultarlos.

Habida cuenta de la dignidad de las personas, se autorizará el uso de


insignias de graduación y de nacionalidad así como de las condecoraciones.

Los jefes militares deben velar para que los miembros de las Fuerzas
Armadas bajo su mando conozcan sus obligaciones en virtud de lo dispuesto en los
Convenios y en el Protocolo; además, les incumbe impedir toda infracción contra
esas disposiciones, reprimirlas y, si es necesario, denunciarlas a las autoridades
competentes.

Medidas disciplinarias

El principio admitido en el Convenio es que los prisioneros de guerra


quedarán sometidos a los reglamentos, leyes y ordenanzas generales vigentes para
las Fuerzas Armadas de la Potencia en cuyo poder se encuentren.

Una cláusula general de indulgencia protege a los prisioneros de guerra


contra la interpretación demasiada rígida de las leyes y de los reglamentos, cuando

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se trate de saber si una infracción cometida por un prisionero de guerra será


castigada disciplinaria o judicialmente.

La Potencia detentora velará para que las autoridades competentes utilicen


la máxima indulgencia en la apreciación de la cuestión y recurran, siempre que sea
posible, a medidas disciplinarias más bien que a medidas judiciales.

Las sanciones disciplinarias solo podrán ser dictadas por el Comandante


del Campamento o por un Oficial que él designe, excluyendo a los prisioneros de
guerra.

Se prevé alguna atenuación en la aplicación de las penas disciplinarias,


como la autorización de permanecer al aire libre por lo menos dos horas, la
autorización de leer y escribir, así como la de enviar y recibir cartas.

 En ningún caso los castigos disciplinarios de los prisioneros, serán


inhumanos, brutales o peligrosos para la salud.
 La duración de un castigo no excederá de treinta días.
 En el caso de que se imponga a un prisionero de guerra un nuevo castigo
disciplinario, el cumplimiento de cada uno de los castigos estará separado
por un plazo de al menos tres días, si la duración de uno de ellos es de diez
días o más

Las sanciones judiciales, solo los Tribunales Militares podrán juzgar a los
prisioneros de guerra. Además, las autoridades militares y los tribunales de la
Potencia detentora solo podrán castigar a los prisioneros de guerra con las penas
que se prevén, por los mismos actos, para los miembros de las Fuerzas Armadas de
esa Potencia, y se prohíben:
 los castigos colectivos por actos individuales,
 los castigos corporales,
 el encarcelamiento en locales no iluminados por la luz solar,
 cualquier forma de tortura o de crueldad.

Es importante observar que, para los prisioneros de guerra acusados en virtud


de la legislación de la Potencia detentora, sigue vigente el Convenio, aunque
hayan sido condenados.

Después de haber cumplido los castigos disciplinarios o judiciales que se les


haya impuesto, los prisioneros de guerra no podrán ser tratados de manera distinta a
los otros prisioneros.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 17


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Evasiones o tentativas de evasión

En el Convenio se atribuye una importancia especial a las evasiones o


tentativas de evasión. Se admite que son conformes al honor militar y a la valentía
patriótica. Por lo tanto, los castigos aplicados en esos casos son limitados.

Por supuesto, se permite hacer uso de armas contra los prisioneros que se
evaden o intentan evadirse, pero esta práctica es un recurso extremo al que siempre
precederán intimaciones según las circunstancias.

El Art. 91 del III Convenio, dice: Se considerará lograda la evasión de un


prisionero de guerra cuando:

1. haya podido incorporarse a las Fuerzas Armadas de que dependa o a las de


una Potencia aliada;
2. haya salido del territorio bajo el poder de la Potencia detenedora o de una
Potencia detenedora o de una Potencia aliada de ésta;
3. haya llegado a un barco con bandera de la Potencia de la que dependa o de
una Potencia aliada, y que esté en las aguas territoriales de la Potencia
detenedora, a condición de que tal barco no esté bajo la autoridad de ésta.

Los prisioneros de guerra que, tras haber logrado su evasión en el sentido


del presente artículo, vuelvan a ser capturados, no podrán ser castigados por su
anterior evasión.

Un prisionero de guerra que intente evadirse y sea capturado antes de haber


logrado la evasión en el sentido del Art. 91 no será punible, incluso en el caso de
reincidencia, más que con un castigo disciplinario.

El prisionero nuevamente capturado será entregado inmediatamente a las


autoridades militares competentes.

Diligencias judiciales

Las diligencias judiciales contra un prisionero de guerra se llevarán a cabo


tan rápidamente como las circunstancias lo permitan y de modo que el proceso
tenga lugar lo antes posible.
Ningún prisionero permanecerá en detención preventiva a no ser que la
misma medida sea aplicable a los miembros de las Fuerzas Armadas de la Potencia
detenedora por infracciones análogas, o que lo exija el interés de la seguridad
nacional. Esta detención preventiva no durará, en ningún caso más de tres meses.

Procedimiento judicial. Las garantías de procedimiento judicial forman


parte de las garantías fundamentales, lo que significa que deben garantizarse

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 18


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incluso a los prisioneros a los que no se reconoce el Estatuto de Prisionero de


Guerra.
El procedimiento judicial debe ser regular, es decir incluir, por lo menos, las
garantías siguientes:

 información sin demora de los Sólo podrá juzgarse al prisionero una sola
detalles de la infracción que se le vez por el mismo hecho, de conformidad
atribuya, que debe ser un acto con la misma legislación y con el mismo
delictivo en el momento de procedimiento judicial.
cometerse,

 presunción de inocencia,

 ausencia de presión sobre el detenido para que se declare culpable,

 juicio en presencia del acusado y, en principio, público.

Se reconocen y se garantizan los Derechos y Medios de Defensa y, a este


respecto, el prisionero de guerra tendrá derecho a:

 ser asistido por uno de sus compañeros prisioneros,

 ser defendido por un abogado calificado de su elección,

 hacer comparecer testigos y

 recurrir, si lo considera necesario, a los oficios de un intérprete


competente.

Tendrá derecho, en las mismas condiciones que los miembros de las


Fuerzas Armadas de la Potencia detentora, a recurrir en apelación, en casación,
contra toda sentencia pronunciada contra él, y la misma será inmediatamente
comunicada a la Potencia protectora.

Pena de muerte. Se informará a los prisioneros de guerra y a las Potencias


protectoras, tan pronto como sea posible, acerca de las infracciones punibles con la
pena de muerte en virtud de la legislación de la Potencia detenedora.

En principio, podrá dictarse la pena de muerte por infracciones pasibles de la


pena capital en las Fuerzas Armadas de la Potencia detentora.

Esta sentencia no podrá ejecutarse automáticamente.

Como el acusado no es nacional de la Potencia detentora, ni tiene respecto


a ella deber alguno de fidelidad y se encuentra en su poder por circunstancias
ajenas a su voluntad, tiene derecho a las circunstancias atenuantes
correspondientes, que el Tribunal deberá tener en cuenta.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 19


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En la medida de lo posible, no se dictará la pena de muerte contra:


 las mujeres encintas o las madres con niños pequeños. Si fuera dictada, no
será ejecutada.
 los niños combatientes o sea prisioneros menores de 18 años en el momento
de la infracción.

Se fija en los Convenios un plazo de seis meses por lo menos, entre la


sentencia de la pena de muerte y su ejecución; además, en el articulado del
Convenio se contempla la intervención de la Potencia protectora en caso de
sentencia de muerte.

Prisioneros de guerra en poder de la República Argentina

En relación con lo establecido por el Artículo 100 del Convenio III de


Ginebra de 1949 relativo al trato debido a los Prisioneros de Guerra y a la
información a suministrar a los Prisioneros de Guerra y a las Potencias
protectoras referente a las infracciones punibles con la pena de muerte; la
República Argentina informará que en su legislación no se encuentra
prevista la imposición de la pena de muerte, pues ésta ha sido abolida,
tanto para civiles como para militares. Dicha limitación, conforme a los
principios generales del Derecho Internacional Humanitario, resulta
extensible a todas aquellas personas protegidas, en los términos de dicho
Derecho, y que estuviesen en cualquier circunstancia o status, bajo la
responsabilidad del Estado Argentino en caso de conflicto armado.

5. FIN DEL CAUTIVERIO


Repatriación
En un proyecto de acuerdo tipo, adjunto al Convenio, se enumeran muchos
casos en los que se puede aplicar este principio. Se requiere la competencia de
comisiones médicas mixtas, designadas al comienzo del conflicto.

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Las Partes en conflicto tendrán la obligación de repatriar, (sin consideración


del número ni de la graduación y después de haberlos puesto en condiciones de ser
trasladados) a los prisioneros de guerra gravemente enfermos o heridos, de
conformidad con lo que expresa el Art. 110:

Serán repatriados directamente:

1. los heridos y los enfermos incurables cuya aptitud intelectual o física


parezca haber sufrido considerable disminución;

2. los heridos y los enfermos que, según las previsiones médicas, no


puedan curar en el transcurso de un año, cuyo estado requiera un
tratamiento y cuya aptitud intelectual o física parezca haber sufrido
considerable disminución;

3. los heridos y los enfermos curados cuya aptitud intelectual o física


parezca haber sufrido considerable y permanente disminución.

Podrán ser hospitalizados en país neutral:

1. los heridos y los enfermos cuya curación pueda preverse para el año
que siga al fecha de la herida o al comienzo de la enfermedad, si el
tratamiento en país neutral permite prever una curación más segura y
más rápida;

2. los prisioneros de guerra cuya salud intelectual o física se vea, según


las previsiones médicas, seriamente amenazada por el mantenimiento
en cautiverio, pero a quienes pueda sustraer de esa amenaza una
hospitalización en país neutral.

No se podrá repatriar a ningún prisionero de guerra herido o enfermo contra


su voluntad, durante las hostilidades.

Ninguna persona repatriada podrá emplearse para el servicio militar activo.

Las situaciones que pueden presentarse al finalizar una guerra, han


demostrado que tal como estaba enunciado en el principio del Convenio de los
Prisioneros de Guerra del año 1929, a saber: “que se requiere la repatriación de
los prisioneros al concertarse la paz”, podía serles desfavorable porque la
experiencia demuestra que puede pasar un tiempo muy largo entre el cese de las
hostilidades y el restablecimiento de la paz.

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Para remediar esta situación, en el III Convenio, Art. 118 se estipula que:

“Los prisioneros de guerra serán liberados y repatriados, sin demora, tras


haber finalizado las hostilidades activas.”

Los prisioneros de guerra estarán autorizados a llevar consigo los efectos


personales, su correspondencia y los paquetes que hayan recibido; podrá limitarse
el peso de estos efectos, si las circunstancias de la repatriación lo requieren, a lo
que el prisionero pueda razonablemente llevar; en todo caso, se permitirá que cada
prisionero lleve, por lo menos, veinticinco kilos. Los demás objetos quedarán en
poder de la Potencia detenedora, que los remitirá tan pronto se acuerde con la
Potencia de la que dependa el prisionero las modalidades de transporte y pago de
gastos que ocasione.

Se prevé una excepción en lo que respecta a la repatriación inmediata de los


prisioneros condenados o acusados por delitos de Derecho Penal, que podrán ser
retenidos hasta el fin de la causa y, eventualmente, hasta el cumplimiento de la
pena.

Fallecimientos
Los prisioneros de guerra tienen derecho a hacer su testamento. Para ello,
en el Convenio se prevé que los testamentos de los prisioneros de guerra se
redactarán de manera que se ajusten a las condiciones de validez requeridas por la
legislación del país de origen, que tomará las medidas necesarias para dar a
conocer esas condiciones a la Potencia detentora.

Tras la solicitud del prisionero de guerra, y en todo caso después de su


muerte, el testamento será transmitido sin demora a la Potencia protectora; una
copia, certificada como fiel, será remitida a la Agencia Central de Información.

En el Convenio se puntualizan las condiciones de inhumación (o en ciertos


casos de incineración) que permitan garantizar el respeto a los muertos y tener en
cuenta el deseo de las familias; en el Protocolo se completan esas disposiciones; en
caso de un fallecimiento cuya causa se ignore, ello será objeto de una investigación
para determinar las responsabilidades, habida cuenta sobre todo, de las
indemnizaciones eventuales que puedan percibir los derecho-habientes.

Los certificados de fallecimiento se enviarán, en el más breve plazo, a la


respectiva oficina de información sobre los prisioneros de guerra.

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6. CRÍMENES DE GUERRA
Son crímenes de guerra:

 Las infracciones graves de los convenios de Ginebra del 12 de agosto de


1949, a saber, cualquiera de los siguientes actos contra personas o bienes
protegidos por las disposiciones del Convenio de Ginebra pertinente:

 Matar intencionalmente.

 Someter a tortura a otros tratos inhumanos, incluidos los experimentos


biológicos.

 Infligir deliberadamente grandes sufrimientos o atentar gravemente contra


la integridad física o la salud.

 Destruir bienes y apropiarse de ellos de manera no justificada por cada


necesidad militar, a gran escala, ilícita y arbitrariamente.

 Obligar a un prisionero de guerra o a otra persona protegida a prestar


servicio en las fuerzas de una Potencia enemiga.

 Privar deliberadamente a un prisionero de guerra o a otra persona de sus


derechos a un juicio justo imparcial.

 Someter a deportación, traslado o confinamiento ilegales.

 Tomar rehenes.

 Otras violaciones graves de las leyes, usos aplicables en los conflictos


armados internacionales dentro del marco del derecho internacional, a saber,
cualquiera de los actos siguientes:

 Dirigir intencionalmente ataques contra la población civil en cuanto tal o


contra civiles que no participen directamente en las hostilidades.

 Dirigir intencionalmente ataques contra objetos civiles, es decir, objetos


que no son objetivos militares.

 Dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material,


unidades o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de la
paz o de asistencia humanitaria de conformidad con la Carta de las
Naciones Unidas, siempre que tengan derecho a la protección otorgada a
civiles u objetos civiles con arreglo al derecho internacional de los
conflictos armados.

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 Lanzar un ataque intencionalmente, a sabiendas de que causará pérdidas


de vidas, lesiones a civiles o daños a objetos de carácter civil o daños
extensos, duraderos y graves al medio natural que sean claramente
excesivos en relación con la ventaja militar general concreta y directa que
se prevea.

 Atacar o bombardear, por cualquier medio, ciudades aldeas, pueblos o


edificios que no estén defendidos y que no sean objetivos militares.

 Causar la muerte o lesiones a un enemigo que haya depuesto las armas o


que, al no tener medios para defenderse, se haya rendido a discreción.

 Utilizar de modo indebido la bandera blanca, bandera nacional o insignias


militares o el uniforme del enemigo o de las Naciones Unidas, así como
emblemas distintivos de Convenios de Ginebra, y causar así la muerte o
lesiones graves.

 El traslado, directa o indirectamente, por la Potencia ocupante de parte de


su población civil al territorio que ocupa, o la deportación o traslado de la
totalidad o parte de la población del territorio ocupado, dentro o fuera de
ese territorio.

 Los ataques dirigidos intencionalmente contra edificios dedicados al culto


religioso, las artes, las ciencias o la beneficencia, los monumentos, los
hospitales y los lugares en que se agrupa a enfermos y heridos, siempre
que no sean objetivos militares.

 Someter a personas que estén en poder del perpetrador a mutilaciones


físicas o a experimentos médicos o científicos de cualquier tipo que no
estén justificados en razón de un tratamiento médico, dental u
hospitalario, ni se lleven a cabo en su interés, y que causen la muerte o
pongan gravemente en peligro su salud.

 Matar o herir a traición a personas pertenecientes a la nación o ejército


enemigo.

7. OFICINA DE INFORMACIÓN Y SOCIEDADES DE SOCORRO

Agencia Central de Búsqueda


La Agencia Central de Prisioneros de Guerra (actualmente Agencia Central
de Búsqueda), instituida bajo los auspicios del Comité de la Cruz Roja Internacional
(CICR), ha prestado asistencia a los prisioneros y a las respectivas familias durante
las dos últimas Guerras Mundiales y durante los numerosos conflictos registrados
desde el año 1945.

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Esta Agencia tiene en sus archivos más de cincuenta millones de fichas que
son una documentación única para determinar los derechos de los prisioneros o de
las respectivas familias.

Concentra, en particular, los datos relativos a los prisioneros de guerra, que


ha podido obtener, por conducto oficial o privado en particular, para determinar su
identidad y todas las indicaciones que les conciernen acerca de traslados,
liberaciones, repatriaciones, evasiones, hospitalizaciones y fallecimientos.

Esos resultados se reafirman en el Convenio donde consta, además de la


obligación que incumbe a los Gobiernos de instituir oficinas oficiales para reunir y
transmitir los datos relativos a los prisioneros de guerra, la posibilidad de recurrir a la
precitada Agencia Central de Información sobre los prisioneros de guerra instituida
en país neutral por el CICR.

A fin de facilitar la actividad de las Oficinas Nacionales y de la Agencia


Central de Información, los Estados deberán concederles franquicia postal, así como
todas las ventajas previstas en el articulado del Convenio y, en la medida de lo
posible, la franquicia telegráfica o, por lo menos, considerables reducciones en las
tarifas. Estas facilidades fueron refrendadas en el Convenio Postal Universal, Art. 37
(Actas de la Unión Postal Universal, Bruselas, 1952).

Las familias tienen derecho a conocer la suerte corrida por sus miembros.
Así pues, en caso de desaparición, tan pronto como las circunstancias lo permitan y
a más tardar desde el fin de las hostilidades activas, cada Parte en conflicto buscará
a las personas que le haya señalado una Parte adversa y comunicará todos los
datos pertinentes a fin de facilitar la búsqueda.

Sociedades de Socorro y del CICR


Las Sociedades de Socorro, el Comité de la Cruz Roja Internacional (CICR)
y las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, desempeñaron durante
las dos Guerras Mundiales, un cometido tan importante en favor de los prisioneros
de guerra, que en el Convenio se dedica un artículo para estimular su actividad.

En esta disposición se estipula que las Potencias deben concederles las


facilidades necesarias, así como a los respectivos delegados debidamente
acreditados, para visitar a los prisioneros, distribuirles socorros, material religioso,
educativo, recreativo o para ayudarlos a organizar recreos en los campamentos. Se
reconocerá y respetará en todo momento la situación particular del CICR a este
respecto.

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Derecho de visita de las Potencias protectoras y del CICR

En el Convenio se prevé, además, que los representantes o los delegados


de las Potencias protectoras sean autorizados a trasladarse a todos los lugares
donde haya prisioneros de guerra, especialmente a los lugares de internamiento, de
detención y de trabajo; tendrán acceso a todos los locales ocupados por los
prisioneros.

Los delegados del CICR se beneficiarán con las mismas prerrogativas. La


designación de esos delegados se someterá a la aprobación de la Potencia en cuyo
poder se hallan los prisioneros de guerra que se visitan.

Las Partes en conflicto darán al CICR todas las facilidades que estén en su
poder para que pueda desempeñar las tareas humanitarias que se le atribuyen en
los Convenios a fin de prestar protección y asistencia a las víctimas de los conflictos;
el CICR también podrá ejercer cualquier otra actividad humanitaria en favor de esas
víctimas con el consentimiento previo de las Partes en conflicto.

La Liga de Sociedades de la Cruz Roja y las Sociedades Nacionales de la


Cruz Roja y de la Media Luna Roja también recibirán las facilidades necesarias para
poder desplegar sus actividades humanitarias.

8. HERIDOS, ENFERMOS, NÁUFRAGOS Y DESAPARECIDOS


Los Convenios de Ginebra I y II coinciden en el tratamiento de la protección
a los heridos, enfermos y náufragos. La diferencia entre ambos
textos consiste en que el Convenio I se refiere a los heridos y
enfermos de las Fuerzas Armadas en campaña, mientras que el
Convenio II concierne a los heridos, enfermos y náufragos de
las Fuerzas Armadas en el mar.

En el Protocolo I, se extiende dicha protección a los civiles.

La autoridad deberá registrar todos los elementos adecuados para identificar


a los heridos, enfermos y muertos caídos en su poder; y en el plazo más breve
posible, transmitirá esa información a la Oficina Nacional prevista en los Convenios,
para que sea transmitida a su vez, a la Parte adversa, en particular por mediación de
la Agencia Central de Búsqueda (ACB) del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Cuando esa información no sea transferida por mediación del CICR y de su Agencia
Central, cada Parte en conflicto velará para que sea también facilitada a la Agencia
Central.

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Terminología

Heridos y Enfermos Náufragos

Son personas, militares o civiles, Son personas, militares o civiles,


que debido a un traumatismo, una que se encuentren en situación de
enfermedad u otros trastornos o peligro en el mar u otras aguas a
incapacidades de orden físico o secuencia de un infortunio que los
mental tengan necesidad de afecte o que afecte a la nave o
asistencia o cuidados médicos y aeronave que los transportaba y
que se abstengan de todo acto de que se abstengan de todo acto de
hostilidad. hostilidad

Se consideran comprendidos en el concepto: “heridos y enfermos” a las


parturientas, mujeres encintas, recién nacidos y los inválidos que se abstengan de
todo acto de hostilidad.

Protección. Prohibiciones

En toda circunstancia, los heridos, enfermos y náufragos, cualquiera sea la


parte a que pertenezcan, serán respetados, protegidos, tratados humanamente y
recibirán, en la medida de lo posible y en el plazo más breve, los cuidados médicos
que exija su estado. No se liará entre ellos ninguna distinción que no está basada en
criterios médicos.

La población civil respetará a los heridos, enfermos y náufragos aunque


pertenezcan a la parte adversa y no cometieran acto alguno de violencia contra
ellos.

En interés directo de éstos, también serán protegidas las unidades sanitarias


militares o civiles, que estén bajo el control de la autoridad competente.

Las Partes contendientes podrán hacer un llamamiento a la caridad de los


capitanes de los barcos mercantes, yates o embarcaciones neutrales, para que
recojan a bordo y cuiden a los heridos, enfermos o náufragos, así como para que
recojan a los muertos.

Las naves que respondan a este llamamiento, así como las que
espontáneamente hayan efectuado dichas tareas de asistencia, gozarán de
protección especial y de facilidades para la ejecución de las mismas.

Se prohíbe someter a los heridos, enfermos y náufragos a cualquier acto


médico que no esté indicado por su estado de salud y que no esté de acuerdo con
las normas médicas, generalmente reconocidas, que se aplicarían en análogas

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circunstancias médicas a los nacionales no privados de libertad de la Parte que


realiza el acto. Se prohíben, en particular, las mutilaciones físicas, los experimentos
médicos o científicos y las extracciones de tejidos u órganos para trasplante, aún
con el consentimiento de los interesados, salvo que estén justificados en las
condiciones del párrafo anterior.

Búsqueda de muertos, heridos, enfermos, náufragos y desaparecidos

El principio general que rige este tema es el derecho que asiste a las familias
de conocer la suerte corrida por sus miembros.

En todo tiempo, pero especialmente después de un combate, las Partes en


conflicto adoptarán sin tardanza cuantas medidas sean necesarias para buscar y
recoger a los heridos, enfermos, náufragos y desaparecidos, ampararlos contra el
saqueo y los malos tratos y proporcionarles la asistencia necesaria, así como para
buscar a los muertos y evitar su despojo.

Prescripciones relativas a los muertos. Las Partes contendientes deberán


realizar una efectiva comprobación de los fallecimientos por medio de minuciosos
exámenes médicos.

Asimismo, cuidarán que la inhumación, incineración o inmersión de los


cadáveres se efectúen previa identificación y registro de los muertos.

Heridos recogidos por barco o aeronave de guerra neutral o


desembarcado en puerto neutral. Cuando se recoja, a bordo de un buque o
aeronave de guerra militar neutral, a heridos, enfermos o náufragos, se tomarán las
medidas convenientes, cuando el Derecho Internacional lo requiera, para que no
puedan volver a tomar parte en operaciones de guerra. Igual procedimiento se
seguirá cuando dichas personas sean depositadas en un puerto neutral, con
consentimiento de la autoridad local, salvo acuerdo en contrario entre la potencia
neutral y las potencias beligerantes.

Entrega de heridos, enfermos o náufragos a un beligerante. Todo buque


de guerra de una Parte beligerante, podrá reclamar la entrega de los heridos,
enfermos o náufragos que se hallan a bordo de barcos‑hospitales militares, de
barcos‑hospitales pertenecientes a sociedades de socorro o particulares, así como
de naves mercantes y demás embarcaciones cualquiera fuere su nacionalidad,
siempre que el estado de salud de aquéllos permita la entrega y que el buque que
los reciba disponga de las instalaciones adecuadas para garantizar a éstos su
tratamiento.

Heridos caídos en poder del adversario. Los heridos, enfermos y


náufragos de un beligerante que caigan en poder del adversario, serán considerados
prisioneros de guerra debiéndoseles aplicar las normas relativas a éstos.

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Protección del personal sanitario y de unidades sanitarias

El personal sanitario, sea civil o militar, permanente o temporal, será


protegido y respetado en toda circunstancia.

Las unidades sanitarias civiles y militares serán respetadas


y protegidas en todo momento no pudiendo ser objeto de ataques.
Asimismo, los buques‑hospitales no podrán ser atacados ni
apresados.

La protección establecida para las unidades sanitarias podrá cesar


únicamente cuando se haga uso de ellas con el objeto de realizar actos perjudiciales
para el enemigo, por ejemplo: alojar a soldados sanos, instalar puestos de
observación militar, etc. La protección cesará después de una intimación o
advertencia que, habiendo fijado un plazo razonable, no surta efectos.

En tiempo de paz las Partes contratantes o en tiempo de guerra las Partes


contendientes, podrán crear en su propio territorio o en territorios ocupados, zonas y
localidades sanitarias, con el objeto de proteger de los efectos de la guerra a los
heridos, enfermos y al personal encargado de la organización y administración de
dichas zonas.

Personal sanitario retenido. Podrá retenerse a los miembros del personal


sanitario militar que caigan en poder de la parte adversa, a fin de que presten
asistencia a los prisioneros de guerra sólo en la medida exigida por estado sanitario
y el número de éstos.

Será considerado personal sanitario y por lo tanto les serán aplicables las
mismas normas al personal sanitario de las sociedades de la Cruz Roja y de otras
sociedades nacionales de socorro voluntario reconocidas por sus gobiernos.

Material de las unidades sanitarias. Requisa. Limitaciones. El material


(camillas, aparatos de cirugía, medicamentos, etc.) de las unidades sanitarias que hayan
caído en poder de la parte adversa, quedará asignado al servicio de los heridos y
enfermos. En territorio ocupado, el ocupante no podrá requisar las unidades
sanitarias civiles, su equipo, su material y los servicios de su personal, en tanto que
estos recursos sean necesarios para prestar los servicios médicos requeridos por la
población civil y por los heridos y enfermos que ya estén bajo tratamiento.

Los bienes muebles e inmuebles de las sociedades de socorro y de otras


sociedades de socorro autorizadas siempre se considerarán como propiedad
privada. Sin embargo, el ejército adverso o el ocupante podrán requisarlos
provisionalmente una vez que se hayan tomado medidas para la asistencia de los
heridos y enfermos.

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Cometido de la población y de las Sociedades de Socorro

Se autorizará a la población civil y a las


Sociedades de Socorro, tales como las Sociedades La población civil respetará a los
Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna heridos, enfermos y náufragos,
Roja, incluso por iniciativa propia, a recogerlos y aunque pertenezcan a la Parte
prestarles cuidados, aun en las regiones invadidas adversa, y no ejercerá ningún acto
u ocupadas. No se molestará, procesará, de violencia hacia ellos.
condenará ni castigará a nadie por tales actos
humanitarios.
La autoridad podrá, además, hacer un llamamiento a la población civil o a las
Sociedades de Socorro para recoger y prestar cuidados a los heridos, enfermos y
náufragos, y para buscar a los muertos y comunicar dónde se encuentran.

Lo mismo sucede en lo que atañe a la guerra marítima con respecto a los


barcos mercantes, yates o embarcaciones neutrales a las que se puede recurrir para
que tomen a bordo a los heridos, enfermos o náufragos y les presten asistencia, así
como para que recojan a los muertos.

9. PROTECCIÓN DE LA POBLACIÓN CIVIL


El principio básico del Derecho de Guerra, es que
los civiles (personas que no participan directamente en las hostilidades) no son
combatientes ni integran las fuerzas militares, y por ello no son objetivos militares (no
deben sufrir ataques) y deben ser respetados y tratados con humanidad.

El IV Convenio de Ginebra de 1949 sobre “Protección de personas civiles en


tiempo de guerra” (que se aplica en todos los conflictos internacionales o internos de un
Estado) ampara especialmente a “todas las personas que no participen directamente
en las hostilidades” y preceptúa que "los heridos y enfermos serán recogidos y
cuidados".

En los casos de ocupación (total o parcial) de territorio de otra Alta Parte


contratante, aunque no medie resistencia militar, el Convenio también resguarda a
las personas que estén en poder de un ocupante y no sean súbditas suyas.

Están prohibidos:
 Los atentados a la vida, a la salud y a la integridad corporal o mental,
especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos
crueles, torturas y suplicios.
 La toma de rehenes, las penas colectivas o toda amenaza en dicho sentido.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 30


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 Los atentados a la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y


degradantes, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al pudor.
 Las condenas dictadas y las ejecuciones efectuadas sin previo juicio por un
Tribunal regularmente constituido y dotado de las garantías judiciales
reconocidas como indispensables por los pueblos civilizados.
Con respecto a las condenas, se establece:

 Que toda persona detenida, presa o internada por actos relacionados con
el conflicto armado, será informada sin demora de las razones de la
medida. Será puesta en libertad lo antes posible, en cuanto desaparezcan
las circunstancias justificantes de tal detención.

 No se condenará ni penará por infracción penal relacionada con el


conflicto armado, sino en virtud de sentencia de un Tribunal imparcial,
constituido con arreglo a la ley y que respete los principios generalmente
reconocidos para el procedimiento judicial ordinario, en particular:
 los de defensa,
 la ley penal anterior al hecho del proceso, salvo otra posterior más
benigna,
 presunción de inocencia del acusado,
 derecho a no declarar contra sí mismo,
 derecho a la prueba legal,
 derecho a hallarse presente al ser juzgado,
 derecho a interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo,
 derecho a testigos de descargo,
 derecho a no ser juzgado ni condenado por la misma Parte que
anteriormente ya lo hubiese sentenciado, según la misma ley y con el
mismo procedimiento,
 derecho a ser informado de su derecho a recurrir la condena.
Respecto de los crímenes de guerra y de los crímenes contra la humanidad,
son aplicables las normas procesales y sustantivas del Derecho Internacional;
recibirá al menos trato humanitario y gozará de las garantías a que se ha hecho
referencia.

Las mujeres encintas y las madres con niños de corta edad a su cargo,
serán atendidas con prioridad absoluta en caso de ser arrestadas, detenidas o
internadas por razones relacionadas con el conflicto armado. Se procurará evitar
imponerles la pena de muerte por delitos relacionados con el conflicto armado; y, de
ser impuesta, no se la ejecutará.

Los niños serán objeto de respeto especial; se los protegerá contra cualquier
forma de atentado al pudor. Se les proporcionarán los cuidados y ayuda que

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 31


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necesiten. Se evitará que los menores de quince años participen directamente en las
hostilidades. Se procurará reclutar en primer lugar a los de mayor edad, de los
comprendidos entre 15 y 18 años. Y aquellos que participen directamente en las
hostilidades gozarán de la misma protección, fueren o no prisioneros de guerra.

Por infracción relacionada con el conflicto armado, no se ejecutará la pena


de muerte a menores de dieciocho años.

Ninguna Parte contendiente evacuará al extranjero, a niños que no fueren


nacionales suyos. Se exceptúa la evacuación temporal por razones imperiosas de
salud o seguridad, previo consentimiento escrito de padres o principales
responsables de su guarda.
En los Convenios de Ginebra, existen normas que protegen contra la
arbitrariedad y los abusos de los contendientes. Además de eso (en el Protocolo I)
se protege a los civiles y a las poblaciones civiles de los efectos directos de las
hostilidades mediante la prohibición de ser atacados.

Civil Población civil

Persona no combatiente, no Comprende a todas las


integrante de las Fuerzas personas civiles, aun cuando
Armadas, ni tampoco la que haya miembros aislados de las
toma las armas para rechazar Fuerzas Armadas mezclados
a un invasor sin haber tenido con los civiles.
tiempo para organizarse.

La población civil y los bienes de carácter civil no deben ser atacados; ello
está terminantemente prohibido. Pero sí pueden sufrir incidentalmente los efectos de
las hostilidades que ocurran después de haberse adoptado "todas las precauciones
factibles en la elección de los medios y métodos de ataque para evitar o al menos
reducir, en lo posible, el número de muertos y heridos civiles”, así como “los daños a
bienes de carácter civil”.

Cuando los muertos y heridos civiles, y los daños en los bienes civiles (que
se haya previsto ocurrirían incidentalmente en un ataque) fueran "excesivos en relación
con la ventaja militar concreta y directa prevista”, tal ataque no debe ser realizado:
será suspendido o anulado.

Es obligatorio comparar la ventaja militar con los perjuicios incidentales en


las personas y bienes civiles, a fin de tomar la decisión que corresponda. Tales
perjuicios, siempre serán incidentales, no queridos, no buscados, inevitables para
lograr el objetivo, y el objetivo debe tener un valor militar suficiente como para
justificarlos.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 32


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Cuando se pueda elegir entre varios objetivos militares para obtener una
ventaja militar equivalente, se optará por el objetivo cuyo ataque se espere que
presente menos peligro para las personas civiles y los bienes de carácter civil.

Siempre que las circunstancias no lo


impidan, debe darse preaviso a la
población civil de que se realizará un
ataque que puede afectarla.

Lugares protegidos

Existen ciertas localidades o zonas cuyo ataque está prohibido porque


carece de justificación (localidades no defendidas o ciudades abiertas a la ocupación del
adversario) por estar unilateralmente excluidas de las hostilidades, o por haberse así
convenido entre ambos contendientes.

10. PROTECCIÓN DE LOS NIÑOS


El derecho internacional humanitario establece claramente que se han de
respetar los derechos de los niños en los conflictos armados. Sin embargo, esta
norma no siempre impide que los niños sufran, de diferentes formas, los efectos de
la violencia. A continuación Kristin Barstad, asesora del Comité Internacional de la
Cruz Roja (CICR) sobre protección de menores, describe la forma en que la
Institución aborda este tema.

Los niños afectados por conflictos armados gozan de protección jurídica


especial. Los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales de
1977 ofrecen protección específica a los niños durante los conflictos armados. En
efecto, conforme al derecho internacional humanitario, los niños se benefician de
dos niveles de protección: la protección general que se les confiere como personas
civiles o personas que no participan o han dejado de participar en las hostilidades, y
la protección específica de la que gozan en su calidad de niños.

Más de 25 artículos de los Convenios de Ginebra y sus


Protocolos adicionales, se refieren específicamente a los niños y
comprenden normas sobre la pena de muerte, el acceso a los
alimentos y a la atención sanitaria, la educación en zonas de
conflicto, detención, separación de los familiares y participación
de los niños en las hostilidades. Los derechos garantizados por la
Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por
prácticamente todos los países del mundo, son aplicables durante los conflictos
armados.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 33


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Además de las preocupaciones relacionadas con la separación de la familia,


el reclutamiento y la detención, ya mencionadas, el CICR siempre promueve el
respeto de los derechos del niño en general, por ejemplo en relación con el acceso a
la educación.

Muchos niños quedan separados de sus familiares durante los conflictos


armados y no es posible adoptarlos, sino muy raras veces. Los menores no
acompañados y separados no deben ser adoptados precipitadamente en medio de
una emergencia. La experiencia ha demostrado que la mayoría de los menores no
acompañados tienen padres u otros familiares deseosos y capaces de cuidarlos y
que, mediante una búsqueda eficaz, es posible encontrarlos.

Por lo tanto, si existe esperanza razonable de localizar a los familiares, y si


la reunión con la familia responde al interés superior del niño, la posibilidad de la
adopción no debe considerarse.

Toda adopción exige la previa determinación de que responde al interés


superior del menor y debe ajustarse a las leyes nacionales, internacionales y
consuetudinarias aplicables. Siempre debe darse prioridad a la adopción por parte
de familiares, independientemente de dónde residan. Si ello no fuera posible, se
dará preferencia a la adopción dentro de la comunidad de origen del niño o al menos
dentro de su propia cultura.

El Convenio de La Haya sobre la Protección de los Niños y la Cooperación


en materia de Adopción Internacional y la Recomendación de 1994 relativa a la
aplicación de Convenio a Niños refugiados y a otros niños intencionalmente
desplazados constituyen el marco que reglamenta las adopciones internacionales.

El cometido del CICR es prestar asistencia a todas las víctimas de la guerra


a fin de proteger su vida y aliviar su sufrimiento. La ayuda responde a las
necesidades evaluadas. Las necesidades básicas de los niños son casi las mismas
que las de los adultos, como los alimentos, agua, alojamiento, atención sanitaria,
etc. Debido a su edad, también tienen otras necesidades más específicas, que el
CICR se esfuerza por satisfacer, proporcionando, por ejemplo, surtidos para bebés,
atención sanitaria materno-infantil, material educativo y otros artículos.

El derecho al acceso a la educación no cesa a causa de los conflictos. La


educación tiene un papel fundamental en la satisfacción de las necesidades y el
respeto de los derechos de los niños en situaciones de conflicto y en el período
posterior a un conflicto, tanto en lo que se refiere a la prevención como a la
rehabilitación. En lo que respecta a la salud psicosocial de los menores, la
educación ofrece no sólo el marco de una actividad habitual, sino también la
posibilidad de expresarse y la oportunidad de interactuar con los pares.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 34


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La condición de estudiante es valiosa, porque puede proteger al niño del


reclutamiento forzado, aunque, en realidad, la situación de riesgo sigue existiendo,
porque en algunos casos, se han reclutado niños mientras se encontraban en la
escuela. Las escuelas pueden proporcionar aptitudes de vida que son de gran
importancia en situaciones de conflicto. Y, por último, pero no menos importante, lo
que los niños aprenden en la escuela es una de las pocas cosas que no pueden
quitarles, vayan a donde vayan.

La complementariedad y la cooperación entre todas las organizaciones


interesadas, incluidas las autoridades, son fundamentales para el cuidado y la
protección de todas las personas afectadas por conflictos armados. En el caso de
los menores no acompañados y separados de sus familiares, es necesario
establecer funciones directivas en ámbitos claves. Por ejemplo, el CICR estaría a
cargo de las búsquedas, mientras otra organización (o las autoridades) se
encargaría del cuidado temporal de los niños. La tarea de cada organismo depende
de su cometido y de los conocimientos y la capacidad con que cuente para encarar
una situación determinada. Toda organización que desee trabajar en favor de los
niños separados de sus familiares debe coordinar sus actividades con los otros
socios. Sin duda alguna, el CICR se adhiere a este principio.

Como para las demás personas civiles, el CICR promueve el respeto de los
derechos y la dignidad de los niños y les presta asistencia para mitigar los efectos de
los conflictos armados. Aunque el CICR actúa de forma imparcial para ayudar a
todas las víctimas de conflictos, los niños tienen necesidades especiales que el
CICR se esfuerza por satisfacer. Algunas de esas necesidades son las siguientes:

 Niños separados de sus familiares a raíz de un conflicto. Uno de los


cometidos del CICR consiste en la búsqueda transfronteriza de familiares.
Cuando encuentra un niño separado de sus familiares a causa de un
conflicto, el CICR, a pedido del niño o de su tutor, registra los datos del niño y
procura encontrar a sus familiares a fin de restablecer el contacto. Si la
búsqueda culmina con éxito, el primer paso es facilitar la comunicación entre
el niño y los familiares, por ejemplo mediante llamadas telefónicas o mensajes
de Cruz Roja. Si las condiciones de seguridad lo permiten y el niño y los
familiares están de acuerdo, el CICR organiza el reencuentro familiar. Nuestra
labor termina tras efectuar un seguimiento después de la reunificación y
comprobar que el niño se encuentre bien.
Entre 2003 y 2006, el CICR ayudó a 6.237 menores no acompañados y
separados a restablecer el contacto con sus familiares. En 2006, 775 niños se
reencontraron con sus padres.

 Niños relacionados con fuerzas armadas o grupos armados. El CICR está


muy preocupado por la cuestión del reclutamiento de niños; su prioridad es
prevenir el reclutamiento. La prevención se realiza por dos vías: mediante la
promoción de normas dentro de marcos jurídicos claros, y a través de
nuestras actividades en el terreno.

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Además de su activa participación en la elaboración de las leyes aplicables


durante los conflictos armados, el CICR organiza cursos de formación para
las fuerzas armadas, las fuerzas policiales y los portadores de armas, a fin de
promover el conocimiento del derecho humanitario y de otras normas
fundamentales.
En el terreno, el CICR mantiene contactos permanentes con los grupos
armados y las autoridades y fuerzas gubernamentales, a fin de recordarles
tanto sus obligaciones como la prohibición de reclutar niños. De este modo,
hemos podido desmovilizar a muchos niños, sobre todo en Asia y África. El
CICR realiza los máximos esfuerzos por encontrar a los familiares de los
niños desmovilizados y facilitar la reunificación familiar, siempre que las
condiciones de seguridad lo permitan y que el reencuentro con sus allegados
beneficie al niño.
Entre 2003 y 2006, el CICR ayudó a 1.740 niños desmovilizados a reunirse
con sus familiares. En 2006, los niños soldados que se reencontraron con sus
seres queridos fueron 306.

 Niños privados de libertad. El CICR visita a personas privadas de libertad,


con inclusión de detenidos menores de edad, en las siguientes situaciones:
conflictos armados internacionales, conflictos armados no internacionales y
disturbios internos. De las 41.918 personas visitadas en 2006, 1.682 eran
niños.
Los centros de detención no son lugares adecuados para los niños. Por esta
razón, el CICR hace todos los esfuerzos posibles porque las autoridades
detenedoras tengan en cuenta las necesidades particulares y los derechos de
los niños privados de libertad.
Por ejemplo, si la edad de un niño está por debajo de la edad de imputabilidad
penal establecida en un determinado país, el CICR solicita su liberación. Del
mismo modo, el CICR interviene si un niño es condenado a muerte o si ha
estado en detención preventiva ilegal por un plazo prolongado. También
solicita la liberación por motivos humanitarios, por ejemplo en caso que
medien razones de salud.
Además, los niños no deben estar detenidos en compañía de adultos, a
menos que, en circunstancias excepcionales, tal situación los beneficie.
También deben tener acceso adecuado a los alimentos, al agua, a la atención
sanitaria y a la educación. Cuando las condiciones de detención no son
adecuadas para los niños, el CICR presenta observaciones a las autoridades.
Podemos proporcionar parte de la ayuda necesaria si las autoridades no
pueden hacerlo. El CICR también facilita las visitas familiares para los
menores detenidos. En 2006, el CICR facilitó 71 visitas de familiares a
menores detenidos.

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11. PROTECCIÓN DE BIENES


Además de la protección general que tienen los bienes que “no contribuyen
eficazmente a la acción militar”, ni cuya anulación ofrezca una "ventaja militar
definida", existen ciertos bienes que gozan de una protección especial; ellos son:

 Bienes culturales y los lugares de culto.

 Bienes indispensables para la supervivencia de la población civil.

 Medio ambiente natural.

 Obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas.

Bienes culturales y lugares de culto


Los bienes culturales están esencialmente protegidos por la Convención de
La Haya del 14 de mayo de 1954 y el Artículo 53 del Protocolo I adicional a los
Convenios de Ginebra del año 1949.

Son bienes culturales:

 Los muebles e inmuebles que tengan gran importancia para el patrimonio


cultural de los pueblos: monumentos de arquitectura, arte e historia, religiosos
o seculares; los campos arqueológicos; obras de arte, manuscritos, libros,
etc., de interés artístico, histórico o arqueológico; colecciones artísticas,
bibliotecas, archivos, etc., de importancia.

 Los edificios donde sean guardados.

 Los centros monumentales que comprendan un número considerable de


bienes culturales.

Las Partes contratantes asumen el compromiso de adoptar previsiones en la


paz para que queden salvos durante eventuales hostilidades.

Los contendientes deben respetarlos, conservarlos y protegerlos de daños,


robo, pillaje, ocultación o apropiación. No pueden ser requisados cuando fueren
transportados en convoyes especiales exclusivos, señalizados, bajo control de
inspección internacional; no podrán ser atacados, embargados, capturados u objetos
de presa. Este amparo comprende también a los medios de transporte.

Ciertos bienes culturales de suma importancia, restringido de refugios para


bienes culturales y "centros monumentales" pueden ser colocados bajo protección
especial siempre que no estén próximos a un gran centro industrial, objetivo militar

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 37


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sensible, aeródromo, fábrica militar, puerto, estación ferroviaria importante o gran


línea de comunicaciones y no sean utilizados para fines militares. La protección
especial acuerda inmunidad y cualquier acto de hostilidad respecto de ellos, salvo
necesidad militar ineludible determinada por un jefe de división.

En cambio, la protección general entraña salvaguardia y respeto de los


bienes salvo necesidad militar imperativa.

Emblema protector de bienes culturales. Es un escudo en


punta, partido en aspa, color azul ultramar y blanco. El escudo
contiene un cuadrado azul ultramar con un vértice ocupante de la
parte inferior del escudo. En la parte superior hay un triángulo del
mismo color. A los lados quedan sendos triángulos blancos limitados
por las áreas azul ultramar y los bordes laterales del escudo. El
emblema se emplea aislado o en grupos de a tres en posición
triangular, con un escudo en el vértice inferior (ver figura).

El Artículo 53 del Protocolo I, prohíbe:

 realizar actos de hostilidad contra monumentos


históricos, obras de arte o lugares de culto que
constituyen el patrimonio cultural o espiritual de los
pueblos;

 utilizar tales bienes en apoyo del esfuerzo militar;

 hacerlos objeto de represalias.

Bienes indispensables para la supervivencia de la población civil

Se prohíbe atacar, destruir, sustraer o inutilizar bienes indispensables para


la supervivencia de la población civil con el fin de privarlos de ellos, o para hacer
padecer hambre a civiles, desplazarlos u otros propósitos. Ejemplos: zonas agrícolas
que producen artículos alimenticios; cosechas; ganado; instalaciones y reservas de agua;
obras de riego.

La prohibición no existe cuando son utilizados:


 exclusivamente para subsistencia de los miembros de sus Fuerzas
Armadas.
 en apoyo directo de operaciones militares. En este caso, se cuidará
que la población civil no padezca hambre ni se vea obligada a
desplazarse.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 38


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Una Parte contendiente puede obviar esta prohibición para defender su


propio territorio.

Medio ambiente natural

En la realización de la guerra se velará por la


protección del medio ambiente natural contra daños
extensos, duraderos y graves.

Esta protección incluye la prohibición de emplear


métodos o medios de hacer la guerra que hayan sido
concebidos para causar, o de los que quepa prever que causen, tales daños al
medio ambiente natural, comprometiendo así la salud o la supervivencia de la
población.

Obras o instalaciones que contienen fuerzas peligrosas

No pueden ser atacadas las obras o instalaciones


que contengan fuerzas peligrosas (aunque sean objetivos
militares), cuando el ataque pueda producir la liberación
de tales fuerzas y causar, en consecuencia, pérdidas
importantes en la población civil. Los objetivos militares
próximos tampoco serán atacados si se corre ese
riesgo, salvo si se los utiliza en apoyo regular,
importante y directo de operaciones militares y no hay
otro medio para impedirlo. Ejemplos: presas, diques, centrales nucleares de energía
eléctrica.

No rige la prohibición de ataque para:


 Las presas o diques, si se utilizan para funciones distintas de su destino
normal, en apoyo regular, importante y directo de operaciones militares,
siempre que una manera factible de poner fin a tal apoyo sea atacarlos.
 Las centrales nucleares de energía eléctrica, solamente si suministran
corriente eléctrica en apoyo regular, importante y directo de operaciones
militares, y si el ataque es el único medio factible de impedirlo.

Las Partes contendientes se esforzarán por no ubicar objetivos militares en


la proximidad de las obras o instalaciones antedichas.

Las Partes contendientes pueden utilizar el emblema protector para estas


instalaciones.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 39


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Signo internacional especial para las obras e instalaciones que


contienen fuerzas peligrosas (presas, diques y centrales nucleares de energía
eléctrica). Consiste en un grupo de tres círculos iguales de color naranja vivo a lo
largo de un mismo eje, distanciados entre sí por la longitud del radio.

Sobre superficies extensas, el signo (grupo de tres círculos) puede ser


repetido tantas veces como sea oportuno. Debe ir colocado en una bandera
rectangular, de fondo blanco, cuyos lados mantienen un radio de distancia de los
círculos.

12. SERVICIOS DE PROTECCIÓN CIVIL


Los Servicios de Protección Civil están destinados a proteger a la población
civil contra los peligros de las hostilidades y de las catástrofes, a ayudarla a
recuperarse de sus efectos inmediatos, a facilitar las condiciones necesarias para su
supervivencia. Estas tareas son:

♠ Servicio de alarma.

♠ Evacuación.

♠ Habilitación y organización de refugios.

♠ Aplicación de medidas de oscurecimiento.

♠ Salvamento.

♠ Servicios sanitarios, de primeros auxilios y de asistencia religiosa.

♠ Lucha contra incendios.

♠ Detección y señalamiento de zonas peligrosas.

♠ Descontaminación y medidas similares de protección.

♠ Previsión de alojamiento y abastecimientos de urgencia.

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♠ Ayuda en caso de urgencia para el restablecimiento y mantenimiento del


orden en las zonas damnificadas.

♠ Medidas de urgencia para el restablecimiento de los servicios públicos


indispensables.

♠ Servicios funerarios de urgencia.

♠ Asistencia para la preservación de los bienes esenciales para la


supervivencia.

♠ Actividades complementarias necesarias para el desempeño de cualquiera de


las tareas mencionadas, incluyendo entre otras cosas la planificación y la
organización.

Los Servicios de Protección Civil, su personal y bienes, serán respetados y


protegidos. Salvo casos de imperiosa necesidad militar, los Organismos y su
personal tienen derecho a desempeñar sus tareas de protección civil. Solo la Parte a
la que pertenezcan puede utilizar con otros fines los bienes dedicados a la
protección civil.

En los territorios ocupados, las autoridades facilitarán el cumplimiento de las


tareas de protección civil, no se dificultará su desempeño, ni se los obligará a dar
prioridad a los intereses de la Potencia ocupante.

Los bienes dedicados a la protección civil no serán afectados a otros fines ni


requisados, si con ello se perjudica a la población civil, salvo que fueren necesarios
para satisfacer otras necesidades de esa población y solo mientras exista tal
necesidad. Los refugios civiles no serán requisados ni destinados a otros usos.

El personal no debe cometer tareas perjudiciales para el enemigo, ni utilizar


los edificios, refugios y material con ese fin. Si lo hicieren serán intimados con un
plazo razonable; si no cumplieren, perderán la protección de que gozaren.

El personal, lugares y bienes dedicados a la protección civil


serán identificados con un triángulo equilátero azul sobre fondo
color naranja (ver figura), además de otras señales que se
convengan entre las Partes en conflicto.

Personas y bienes protegidos

Son personas y bienes protegidos aquellos a los que (conforme a una


disposición general o especial, fijada por normas establecidas, o por otras fuentes de
Derecho) está prohibido, o no deben ser objeto de ataques y, por lo tanto, no pueden
ser considerados "objetivos militares" (IV Convenio de Ginebra y Protocolo I y II de
1977).

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 41


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Esta protección puede ser:

 General o especial. Todos los civiles gozan de protección general, pero


ciertos civiles tienen, además, su propia protección especial establecida
expresamente en función de un interés humanitario valioso (ejemplo: personal
sanitario).

 Absoluta o condicionada. La protección absoluta no admite excepciones.


Así sucede con ciertos bienes, zonas y localidades protegidas, a las que
anteriormente hemos hecho referencia. La protección condicionada a las
circunstancias juega dentro de la fórmula "en cuanto fuere posible".

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 42


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BIBLIOGRAFÍA

• Ministerio de Defensa, Manual de Derecho Internacional de los Conflictos


Armados, Min. Def., 2010.

• Comité Internacional de la Cruz Roja, DICA 1 (lección 2 y 3), pdf extraído de


Internet de la página Web de la Cruz Roja en julio de 2011

• Pág. Web: Comité Internacional de la Cruz Roja: Personas Protegidas,


http://www.icrc.org/spa/war-and-law/protected-persons/index.jsp (set 2011)

• Pág. Web: Comité Internacional de la Cruz Roja: Estatuto del Combatiente y del
Prisionero de Guerra,
http://www.icrc.org/spa/resources/documents/misc/5tdm4r.htm (set 2011)

• Nuño Luco, Renato, Guerra Aérea y Derecho Internacional Humanitario, pdf


extraído de Internet en julio 2011
http://www.icrc.org/spa/resources/documents/misc/63km23.htm (set 2011)

Nota: Todas las imágenes de este capítulo fueron extraídas de Internet.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 4 – Página 43


Contenidos > Unidad > Evaluación

Autoevaluación del Capítulo 4

Protección de Personas en los Conflictos Armados


Puntaje total: 100.00
Puntaje de aprobación: 50.00
Incorrectas restan: No
Abierta: desde 10/10/2022 00:00 hasta 31/03/2023 23:59
Realización

Fecha: 21/03/2023 00:18:54


Tiempo realización: 00:17:55 Aprobada - 100.00
Cantidad de veces realizada: 1
Cantidad de respuestas correctas: 10 / 10

Los prisioneros de guerra deben ser identificados y están obligados a proporcionar:

Grupo sanguíneo, religión, grado y nombre y apellido.

Informes sobre las capacidades propias y ubicación de las posiciones defensivas

Nacionalidad, afiliación política, religión y nivel económico.

Nombre y apellido, grado, fecha de nacimiento y número de matrícula.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

Los niños combatientes tomados como prisioneros de guerra, deben estar detenidos en:

Lugares separados de adultos, excepto si lo están en unidades familiares.

Internados en hospitales civiles.

Establecimientos educativos y universidades.

Campos de prisioneros regulares y con adultos.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

La señal protectora que consiste en un triángulo equilátero azul en punta hacia abajo, unido por su vértice
inferior a un rombo azul y flanqueada la figura por dos triángulos equiláteros blancos, es un signo para
protección de:

Bienes culturales.

Organismos de protección civil.


Lugares sanitarios.

Combatientes.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

El Estatuto que contempla a los prisioneros de guerra pertenece al Convenio de Ginebra N°:

Cuatro.

Dos.

Tres.

Uno.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

Los bienes culturales están esencialmente protegidos por la Convención de La Haya de 1954 y el Art. 53 del
Protocolo I adicional a las Convenciones de Ginebra de 1949. ¿Cuál de las siguientes opciones incluye esta
protección?

Obras e instalaciones que contengan fuerzas peligrosas.

Hospitales y dispensarios.

Bienes indispensables para la supervivencia de la población civil.

Monumentos de arquitectura, campos arqueológicos, obras de arte

Respuesta correcta (10.00 puntos)

Los prisioneros de guerra, excepto los oficiales, elegirán libremente y en votación secreta, cada seis meses,
al encargado de representarlos ante las autoridades militares, las potencias protectoras, el CICR y cualquier
otro organismo que les preste ayuda. Esta figura se denomina:

Hombre de confianza.

Negociador de confianza.

Representante legal.

Todas son correctas.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

Está prohibido matar o maltratar a un combatiente que haya sido tomado prisionero o que esté fuera de
combate. Los prisioneros de guerra están bajo el poder y responsabilidad de:

el comandante en jefe del bando enemigo.

el oficial más antiguo que haya sido capturado.

la potencia enemiga.

la unidad que procedió a capturarlos.


Respuesta correcta (10.00 puntos)

A los militares o civiles que, debido a un traumatismo o a una enfermedad o trastornos de orden físico o
mental, tengan necesidad de asistencia o cuidados médicos y que se abstengan de todo acto de hostilidad,
se los denomina:

Combatientes.

Heridos y enfermos.

Mercenarios y espías.

Náufragos.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

Un "prisionero de guerra" es:

Todo habitante de la nación enemiga.

Cualquier combatiente de la fuerza enemiga.

Cualquier ciudadano afectado por una operación aérea.

Cualquier combatiente enemigo capturado o rendido.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

Entre otros, podemos señalar como crímenes contra la humanidad, los siguientes:

Exterminio y esclavitud.

Robo y hurto.

Estafa y robo.

Hurto y estafa.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

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PLAN DE PERFECCIONAMIENTO DEL PERSONAL MILITAR SUBALTERNO


CURSO III – CABO PRINCIPAL – ÁREA MILITAR
ASIGNATURA: DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL
DE LOS CONFLICTOS ARMADOS II

LA ONU Y LAS
OPERACIONES
DE PAZ
CAPÍTULO

5
OBJETIVOS GENERALES DE LA ASIGNATURA OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL CAPÍTULO

Que los Suboficiales cursantes desarrollen la capacidad de:


Conocer de modo específico los Derechos y
Obligaciones que le competen en razón de la
Legislación vigente. Conocer los fundamentos de la ONU y sus
objetivos.
Incorporar hábitos de conductas según los prescriptos
por las Leyes Internacionales. Conocer las actividades de mantenimiento de
la paz de la ONU y sus principales
Aplicar y valorar la importancia de un proceder características.
apegado a Derecho en el curso de acciones bélicas

Conocer y valorar la Legislación vigente nacional e


internacional relativa a los Derechos Humanos.

Los contenidos que encontrará en este capítulo son:

Tema Pág.
1. Organización de las Naciones Unidas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

2. Las Naciones Unidas y el Derecho Internacional Humanitario. . . . . . . . . . . . . . 7

3. Operaciones de Paz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

4. Derechos y Obligaciones de las Fuerzas de Paz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20

5. Refugiados y Personas Desplazadas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 5 – Página 1


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1. ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS


En el orden internacional existe una institución
que se considera la más importante, tanto por los
temas de su incumbencia como por la cantidad de
países que abarca. Se trata de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU), cuyo origen se remonta
a las diversas tentativas efectuadas para crear un
Organismo Internacional que pueda actuar como
guardián de la paz y del orden internacional.

En 1945, representantes de 50 países se reunieron en San Francisco en la


Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, para redactar
la Carta de las Naciones Unidas. Los delegados deliberaron sobre la base de
propuestas preparadas por los representantes de China, la Unión Soviética, el Reino
Unido, y los Estados Unidos en Dumbarton Oaks, Estados Unidos, entre agosto y
octubre de 1944.

La Carta fue firmada el 26 de junio de 1945 por los representantes de los 50


países. Polonia, que no estuvo representada, la firmó mas tarde y se convirtió en
uno de los 51 Estados Miembros fundadores.

Las Naciones Unidas empezaron a existir oficialmente el 24 de octubre de


1945, después de que la Carta fuera ratificada por China, Francia, la Unión
Soviética, el Reino Unido, los Estados Unidos y la mayoría de los demás signatarios.

Las Naciones Unidas es una organización internacional formada por 51


países que se comprometieron a mantener la paz y la seguridad internacionales,
fomentar entre las naciones, relaciones de amistad y promover el progreso social, la
mejora del nivel de vida y los Derechos Humanos.

Debido a su singular carácter internacional, y las competencias de su Carta


fundacional, la Organización puede adoptar decisiones sobre una amplia gama de
temas, y proporcionar un foro a sus 193 Estados Miembros para expresar sus
opiniones, a través de la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo
Económico y Social y otros órganos y comisiones.

La labor de las Naciones Unidas llega a todos los rincones del mundo.
Aunque es más conocida por el mantenimiento de la paz, la consolidación de la paz,
la prevención de conflictos y la asistencia humanitaria, hay muchas otras maneras
en que las Naciones Unidas y su sistema (organismos especializados, fondos y
programas), afectan a nuestras vidas y hacen del mundo un lugar mejor.

La Organización trabaja en una amplia gama de temas fundamentales,


desde el desarrollo sostenible, medio ambiente y la protección de los refugiados,
socorro en casos de desastre, la lucha contra el terrorismo, el desarme y la no

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proliferación, hasta la promoción de la democracia, los derechos humanos, la


igualdad entre los géneros y el adelanto de la mujer, la gobernanza, el desarrollo
económico y social y la salud internacional, la remoción de minas terrestres, la
expansión de la producción de alimentos, entre otros, con el fin de alcanzar sus
objetivos y coordinar los esfuerzos para un mundo más seguro para las
generaciones presentes y futuras.

Las Naciones Unidas tienen entre sus principales objetivos:


 Mantener la paz y la seguridad internacionales;
 Fomentar relaciones de amistad entre las naciones;
 Ayudar a las naciones a trabajar unidas para mejorar la vida de los
pobres, vencer el hambre, las enfermedades y el analfabetismo, y
fomentar el respeto de los derechos y libertades de los demás;
 Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar
estos objetivos comunes.

Los medios para alcanzar los objetivos son los siguientes:


 Los buenos oficios del Secretario General.
 Negociación, investigación, mediación y conciliación.
 Adopción de medidas en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la
paz y actos de agresión.
Datos a tener en cuenta:

♣ La ONU reemplazó a la Sociedad de Naciones (SDN), fundada en 1919, ya


que dicha organización había fallado en su propósito de evitar otro conflicto
internacional.
♣ Aunque está inspirada en la Sociedad de Naciones, la ONU se diferencia de
ésta tanto en su composición como en su estructura y funcionalidad, además
de permitir ser integrada por los países vencedores y vencidos en la guerra.
♣ El 26 de junio de 1945 se firma la Carta de las Naciones Unidas que es el
documento fundador de la ONU.
♣ El primer período de sesiones de la Asamblea General se celebró el 10 de
enero de 1946 en Londres.
♣ La Sociedad de Naciones se disolvió oficialmente el 18 de abril de 1946 y
cedió su misión a la ONU.
♣ En 1948 se proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
uno de los logros más destacados de la ONU.
♣ 51 fueron los países miembros de la ONU en 1945. Al momento de la
Declaración Universal, eran 58 y en el año 2010 ya sumaban 193 Estados.
♣ Tras la aprobación de la Declaración en 1948, el concepto de Derechos
Humanos se amplió considerablemente y se incorporó a los regímenes
constitucionales de muchos Estados.

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Emblema
El emblema actual de las Naciones Unidas fue aprobado el 7
de diciembre de 1946. El diseño es "un mapa del mundo, que
representa una proyección equidistante acimutal centrada en
el Polo Norte, inscrito en una corona que consiste en ramas
de olivo en oro sobre un campo de color azul nuboso con
todas las áreas de agua en blanco. La proyección del mapa
se extiende a 60 grados latitud sur e incluye cinco círculos
concéntricos."
Significado. Las ramas de olivo simbolizan la paz. El mapa del mundo representa el área de interés
de las Naciones Unidas para el logro de su propósito principal, paz y seguridad.

Bandera
La bandera de las Naciones Unidas puede tener unas
proporciones de 2 de ancho y 3 de largo o 3 de ancho y 5 de
largo, o las mismas dimensiones que las de la bandera
nacional del país en el que sea izada; el emblema tiene un
tamaño que equivale a la mitad de la anchura de la bandera y
está situado en el centro.

Sede
La sede principal de la ONU está en Nueva York, pero existen
otras sedes en: Ginebra, La Haya, Viena, Montreal,
Copenhague, Bonn, Nairobi, París, Santiago de Chile, Adís
Abeba, Sevilla, Buenos Aires.
Sede principal de la ONU en Nueva York

Organigrama Básico

Si desea conocer más sobre este tema, visite este sitio Web: http://www.un.org/es/aboutun/structure/

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Órganos Principales
Los Órganos principales de las Naciones Unidas son:

La Asamblea General. Establecida en 1945 en virtud de la Carta de las


Naciones Unidas, la Asamblea General ocupa un lugar central como principal
órgano deliberativo, de formulación de políticas y representativo de las
Naciones Unidas. La Asamblea está integrada por los 193 Estados Miembros
de las Naciones Unidas y proporciona un foro para el debate multilateral de
toda la gama de cuestiones internacionales que abarca la Carta. También
desempeña un papel importante en el proceso de establecimiento de normas
y en la codificación del Derecho Internacional.

El Consejo de Seguridad, que se compone de cinco miembros permanentes


(China, los Estados Unidos, la Federación de Rusia, Francia y el Reino Unido)
y diez miembros no permanentes elegidos por la Asamblea General por
períodos de dos años. El Consejo de Seguridad, con arreglo a la Carta, tiene
como responsabilidad principal el mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales. Está integrado por 5 miembros permanentes y 10 miembros
no permanentes

El Consejo Económico y Social, se estableció en el marco de la Carta de


las Naciones Unidas como principal órgano para coordinar la labor
económica, social y conexa de los 14 organismos especializados de las
Naciones Unidas, las comisiones orgánicas y las cinco comisiones regionales.
También recibe informes de 11 fondos y programas. El Consejo Económico y
Social actúa como foro central para el debate de cuestiones internacionales
de índole económica y social y para la formulación de recomendaciones sobre
políticas dirigidas a los Estados Miembros y al sistema de las Naciones
Unidas. Está integrado por 54 miembros.

El Consejo de Administración Fiduciaria, fue establecido por la Carta en


1945 para supervisar a escala internacional los 11 territorios en fideicomiso
confiados a la administración de 7 Estados Miembros y asegurarse de que se
adoptaban las medidas adecuadas para dirigir a los Territorios hacia el
gobierno propio o la independencia. La Carta autoriza al Consejo de
Administración Fiduciaria a considerar informes de las autoridades
administradoras sobre el adelanto político, económico, social y educativo de
los pueblos de los Territorios, a examinar las peticiones de los Territorios y a
enviar misiones especiales a ellos.

La Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya (Países Bajos), es


el órgano judicial principal de las Naciones Unidas. Está encargada de decidir
conforme al Derecho Internacional, las controversias de orden jurídico entre
Estados y de emitir opiniones consultivas respecto a cuestiones jurídicas que
pueden serle sometidas por órganos o instituciones especializadas de la
ONU. Está integrado por 15 jueces.

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La Secretaría, la labor cotidiana de las Naciones Unidas está a cargo de su


Secretaría. La Secretaría presta servicios a los demás órganos principales de
las Naciones Unidas y administra los programas y las políticas que éstos
elaboran.
Las funciones de la Secretaría son tan variadas como los problemas que
tratan las Naciones Unidas. Incluyen desde la administración de las
operaciones de mantenimiento de la paz y la mediación en controversias
internacionales hasta el examen de las tendencias y problemas económicos y
sociales y la preparación de estudios sobre derechos humanos y desarrollo
sostenible.

Cuestiones acerca de la Soberanía Estatal


En lo que respecta al objetivo de asegurar la paz entre las naciones, la
intervención de la ONU no se debe interpretar como una intromisión de los estados
asociados en las cuestiones internas de otros estados. Esto es lo que expresa el
Artículo 2, inc. 7 de la Carta de la ONU:

“Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones Unidas a intervenir


en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados,
ni obligará a los Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo
conforme a la presente Carta; pero este principio no se opone a la aplicación de
las medidas coercitivas prescritas en el Capítulo VII”.

Derecho a la Defensa
En el Artículo 51, Capítulo VII de la Carta, se indica que:

“Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de


legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un
Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto el Consejo de Seguridad haya
tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad
internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho
de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de
Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del
Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la
acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la
seguridad internacionales”.

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2. LAS NACIONES UNIDAS Y EL DERECHO INTERNACIONAL


HUMANITARIO1
Las misiones de paz no son iguales y esta es la causa por la cual la relación
entre las normas del Derecho Internacional Humanitario y la Organización de las
Naciones Unidas requiere un tratamiento diferenciado.

Boletín del Secretario General de la ONU. Ámbito de aplicación


Las fuerzas de las Naciones Unidas se regirán por los principios y normas
fundamentales del Derecho Internacional Humanitario establecidos en el Boletín del
Secretario General sobre la “Observancia del Derecho Internacional Humanitario por
las fuerzas de las Naciones Unidas” del 06 Ago 99, en oportunidad de participar
activamente como combatientes en situaciones de conflicto armado, en la medida de
su participación y mientras dure ésta. Serán también aplicables tales reglas en
Acciones Coercitivas o en Operaciones de Mantenimiento de la Paz cuando esté
permitido el uso de la fuerza en legítima defensa.

En el Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas, concordado entre las


Naciones Unidas y un Estado en cuyo territorio se despliegue una fuerza de las
Naciones Unidas, la Organización se comprometerá a velar por que la fuerza realice
sus operaciones con pleno respeto de los principios y normas de los convenios
generales aplicables al comportamiento del personal militar. Además de controlar
que los miembros del personal militar de la fuerza estén plenamente informados de
los citados principios y normas. La obligación de respetar esos principios y normas
será aplicable a las fuerzas de las Naciones Unidas aún en ausencia de un Acuerdo
sobre el Estatuto de las Fuerzas.

En caso de violaciones del Derecho Internacional Humanitario, los miembros


del personal militar de una fuerza de las Naciones Unidas serán enjuiciados ante los
tribunales de sus países de origen.

Los factores de influencia

Existen factores de influencia en la relación DIH - ONU, cuyo protagonismo


varía conforme a la situación de cada misión en particular.

Estos factores son la posición asumida por la Organización de las Naciones


Unidas, las fuerzas destacadas por ella, el país huésped que recibe las fuerzas, los
países que ponen contingentes armados a disposición de la Organización, el grado
de conciencia existente a nivel mundial sobre la difusión, aplicación e
implementación del DIH y finalmente, el accionar del Comité Internacional de la Cruz
Roja.

1
Manual de DICA del Ministerio de Defensa Argentino – Año 2010

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Como ha sido señalado en los capítulos precedentes, el Derecho


Internacional Humanitario, parte integrante del Derecho Internacional Público,
comprende dos campos claramente definidos: uno el concerniente a los métodos y
medios de guerra y el otro referido a la protección de personas y bienes.

Las Normas Internacionales que regulan estos campos pueden ser


consuetudinarias o convencionales, siendo estas últimas las que están contenidas
en diferentes convenciones internacionales donde los Estados Partes se obligan a
su respeto y cumplimiento. A estos países signatarios, se los denomina Altas Partes
Contratantes, Estados Partes, Partes Contendientes o Potencias.

En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas no ha firmado los


Convenios de Ginebra ni los Protocolos Adicionales a dichos Convenios, porque
pese a ser sujeto de Derecho Internacional, no es un “Estado” y aunque firmara
estos instrumentos jurídicos, serían de cumplimiento parcial o imposible, debido a
que la ONU no tiene territorio, nacionalidad, ni las estructuras jurídicas básicas que
aseguren la eficacia en la ejecución de lo convenido, por lo que no es posible
imputarle el incumplimiento de las normas del DIH.

La ONU tampoco tiene Fuerzas Armadas propias de naturaleza permanente,


ni espacios geográficos que puedan ser ocupados. Asimismo cabe señalar, que ni
en los Convenios de 1949 ni en los Protocolos Adicionales de 1977, se considera a
las Organizaciones Internacionales como Parte en los mencionados documentos.

El Artículo 37 del Protocolo I, en su referencia a la prohibición de la perfidia,


considera a las Naciones Unidas de manera tácita sin la capacidad propia de un
“Estado”, excluyéndola del universo de las Altas Partes Contratantes, al establecer
que la Organización se encuentra permanentemente amparada por un estatuto
de protección, con signos, emblemas y uniformes que la distinguen.

La natural observancia de las Normas Humanitarias Consuetudinarias por


parte de la ONU, se encuentra en la llamada “Cláusula de Martens” (explicitada en el
Art. 1 inc. 2 del Protocolo I de 1977), el punto de apoyo sobre el cual se disipa cualquier
duda, para concluir en que hay que observar y supervisar la aplicación del DIH. En
este artículo se establece, que “en los casos no previstos en el presente Protocolo o
en otros acuerdos internacionales, las personas civiles y los combatientes quedan
bajo la protección y el imperio de los principios del derecho de gentes derivados de
los usos establecidos, de los principios de humanidad y de los dictados de la
conciencia pública”.

Los países que envían contingentes a las misiones, tienen la obligación


de instruir al personal sobre estas Normas Internacionales antes de salir del
país de origen, por cuanto los Estados son responsables de las infracciones
cometidas por los nacionales contra el DIH, no siendo causa alguna de eximición de
responsabilidad, el encontrarse a órdenes de un mando unificado de la ONU en un
espacio geográfico que no es el natural del país de origen.

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Además, son los países quienes deben reprimir las infracciones cometidas
por los civiles y militares puestos a disposición de la Organización. Estos aspectos
fueron oficialmente señalados por el CICR en el Memorándum del 10 de noviembre
de 1961 titulado “Aplicación y Difusión de los Convenios de Ginebra”.

El ámbito de aplicación material del DIH es el conflicto, siendo justamente


este el marco que circunscribe una Misión de Paz, donde cobra vida y forma el
conjunto de circunstancias adversas que las Naciones Unidas desean tratar para
mejorarlas, cambiarlas, eliminarlas o amortiguar sus efectos y consecuencias, por lo
que es dable considerar que en este escenario, la ONU como sujeto de Derecho
Internacional, se ve obligada a observar las normas del DIH.

En el cumplimiento de sus funciones en una misión, el personal civil o


militar debe estar protegido y obligado por las normas del DIH.

Seguramente cabrá preguntarse a qué tipo de misión nos estamos


refiriendo, lo cual implica considerar a las variantes que oscilan entre las Misiones de
Mantenimiento de la Paz e Imposición de la Paz.

Es obvio que una misión de observadores militares que cumplen sus


funciones desarmados, difícilmente puedan entrar en combate, pero es factible que
sean hechos prisioneros por una de las Partes en conflicto (como ocurrió en Bosnia
Herzegovina en 1995).

Así también debemos considerar que donde hay fuerzas militares, hay
armas y aunque las empleadas por las fuerzas de la ONU son generalmente livianas
(para exclusiva defensa personal), en la necesidad de hacer uso efectivo de las
mismas, habrán de plantearse los interrogantes referidos a los procedimientos con
los heridos o prisioneros que surjan a posteriori de los enfrentamientos. Estas
situaciones expresan de por sí la importante necesidad de conocimiento del DIH.

El tipo de misión a cumplir por la ONU puede ser de distinta naturaleza


operativa. Se puede afirmar que los tipos oscilan entre la ejecución de acciones sin
empleo de violencia alguna (como las desarrolladas por los observadores militares) hasta
el empleo de fuerzas armadas organizadas, equipadas e instruidas para imponer la
paz, cuando la seguridad y la paz internacional se encuentran seriamente
amenazadas.

Este rango de empleo nos indica que cuanto menos impositiva sea la
misión de la ONU, mayor énfasis habrá de requerir el conocimiento y aplicación en
el campo de la protección de las personas y los bienes y sus correspondientes
instrumentos jurídicos indispensables (como los Convenios de Ginebra de 1949, los
Protocolos Adicionales de 1977 y la Convención sobre Protección de Bienes Culturales de
1954), como así también, el régimen de funcionamiento interno de la misión que
regule su ejecución.

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Cuanto más impositiva sea la misión de la ONU, mayor énfasis habrá de


requerir el conocimiento total de los dos grandes campos del DIH, por cuanto al
hacer uso de la fuerza para imponer la paz, las fuerzas de las Naciones Unidas
deberán ser ejemplares en la aplicación de los métodos y medios de guerra, como
así también en la observancia de la protección de personas y bienes, con la
responsabilidad adicional de registrar, notificar, limitar o impedir toda violación del
DIH que intenten realizar las Partes en conflicto.

En todo tipo de misiones, las Naciones Unidas deben colaborar con


Organizaciones no Gubernamentales y Organismos Especializados de la propia
Organización en el conjunto de actividades que desarrollen en relación con el
Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos.

Durante la XX Conferencia Internacional de la Cruz Roja, desarrollada en


Viena en 1965, se efectuaron tres recomendaciones, que, pese al transcurso de tres
décadas y media, mantienen plena vigencia:
1. Que se concluyan los acuerdos adecuados con el objeto de asegurar que las Fuerzas
Armadas puestas a disposición de las Naciones Unidas observen las reglas de los
Convenios de Ginebra y sean protegidas por ellas.
2. Que los Gobiernos de los países que proporcionan contingentes a las Naciones Unidas
tengan presente la importancia primordial y la necesidad de proporcionar a sus tropas,
antes de la salida de sus países de origen, una enseñanza adecuada sobre los
Convenios de Ginebra así como la orden de observar estos Convenios.
3. Que las autoridades responsables de los contingentes acepten tomar todas las medidas
necesarias para prevenir y reprimir las eventuales infracciones a dichos Convenios.

En el año 1992, el Comité Internacional de la Cruz Roja, solicitó a las


Naciones Unidas que la aplicabilidad del DIH quedara expresamente registrada en
los documentos relacionados con las Misiones de Paz.

Respondiendo a esta iniciativa, a partir de esa fecha, en el Acuerdo sobre el


Estatuto de las Fuerzas se incluye la obligatoriedad de los países contribuyentes de
tropas, a respetar plenamente los principios y el espíritu de los instrumentos
internacionales generales aplicables al trato debido al personal militar. Idéntico
compromiso adquiere el país huésped para con las fuerzas de las Naciones Unidas.

3. OPERACIONES DE PAZ
Según queda establecido en la Carta de Naciones Unidas, el Consejo de
Seguridad, es responsable de los asuntos relativos al mantenimiento de la paz
y la seguridad; la Asamblea General tiene solo una autoridad residual.

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Los artículos 33 a 38 de la Carta, autorizan al Consejo para instar a las


naciones en conflicto a que resuelvan sus diferencias por medios pacíficos:
(estudiados en DHyDICA 1), como ser: negociaciones, investigación, mediación,
conciliación, arbitraje y la vía legal. Para desempeñar esta responsabilidad, el
Consejo puede nombrar representantes o crear comités especiales que investiguen
las disputas y recomienden alternativas de solución.

Cuando el Consejo de Seguridad determina que una disputa representa una


amenaza para la paz, puede (cumpliendo los artículos 39 a 51 de la Carta), aplicar sus
recomendaciones, ya sea por medios no militares, como las sanciones económicas y
diplomáticas, o por la utilización de fuerzas militares. Esta es la única ocasión en
la que la Carta autoriza una acción coercitiva.

Esta acción está sujeta al voto unánime de los 5 miembros permanentes del
Consejo, con lo que pone de relieve la importancia del derecho de veto de las
grandes potencias en temas fundamentales. La acción militar también se ve sujeta a
la disponibilidad de fuerzas armadas, condición que ha resultado difícil de cumplir.

Actividades de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas


Se ha establecido la siguiente clasificación operacional:

 Diplomacia Preventiva
Son las medidas destinadas a evitar que surjan controversias entre dos o más
Partes, a evitar que las controversias existentes se transformen en conflictos,
y a evitar que estos, si ocurren, se extiendan.

 Establecimiento de la Paz
Son las medidas destinadas a lograr que las Partes hostiles lleguen a un
acuerdo negociado, fundamentalmente por medios pacíficos como los
previstos en el Capítulo VI de la Carta de las Naciones Unidas.

 Consolidación de la Paz
Son las medidas críticamente vinculadas a las anteriores después de los
conflictos, destinadas a individualizar y fortalecer estructuras que tiendan a
reforzar y consolidar la paz y la confianza y la interacción entre los que eran
enemigos, a fin de evitar una reanudación del conflicto.

 Imposición de la paz
Son las medidas cuya adopción puede ser necesaria cuando fracasan los
medios pacíficos.

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 Mantenimiento de la paz
Es el despliegue de una presencia de las Naciones Unidas en el terreno (por lo
general con participación de personal militar y civil), con el consentimiento de las
Partes, para ejecutar o vigilar el cumplimiento de acuerdos relativos al control
de conflictos (cesación del fuego, separación de fuerzas, etc.) y su resolución
(soluciones parciales o íntegras) o para proteger la prestación de ayuda
humanitaria o para ambas cosas.

Las “Operaciones de Paz” se dividen en tres tipos:

 Operaciones de Mantenimiento de la Paz (Peace Keeping), orientadas a


preservar la paz en contextos de tensión, por ejemplo en países en los que ya
ha acabado la guerra mediante la firma de un acuerdo de paz y es necesario
vigilar el cumplimiento de las condiciones establecidas en el mismo. Estas
operaciones requieren el consentimiento de las Partes y utilizan la fuerza sólo
en defensa propia.

 Operaciones de Establecimiento de la Paz, cuyo objetivo es pacificar una


situación inestable y conseguir que las Partes lleguen a un acuerdo global por
medios pacíficos. Su paradigma fue la Operación de Naciones Unidas en
Namibia en 1989/90, habiendo conducido posteriormente operaciones
similares en El Salvador, Angola, Camboya y Mozambique.

 Operaciones de Imposición de la Paz, a diferencia de las anteriores, no


cuentan con el consentimiento del Estado en el que se actúa, y contemplan el
uso activo de la fuerza para imponer determinado mandato del Consejo de
Seguridad, como fueron los casos de ONUSOM II (Operación de las Naciones
Unidas en Somalia II) y de FORPRONU (Fuerzas de Protección de las Naciones
Unidas), por ejemplo.

Operaciones de Mantenimiento de la Paz


Las Operaciones de Mantenimiento de la Paz (OMP) son las más
importantes, por ser las primeras que surgieron, las más abundantes en la historia y,
muchas veces, las que han constituido el punto de partida para que se constituyan,
cuando el contexto político y militar se ha deteriorado, las de Establecimiento e
Imposición.

Operación de Mantenimiento de la Paz:


Despliegue de una presencia de Naciones Unidas en el terreno, hasta ahora
con el consentimiento de todas las partes implicadas, lo que normalmente se
hace recurriendo a personal militar y/o de policía, e incluso a personal civil

Definición dada por el antiguo Secretario General de Naciones Unidas,


Boutros Ghali (1992:20), en su documento “Programa de Paz”,
referida a este tipo específico de operaciones de paz.

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De acuerdo con los propósitos y los principios consagrados en la Carta de


las Naciones Unidas, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz
tiene como responsabilidad principal prestar asistencia a los Estados Miembros y al
Secretario General en sus esfuerzos por mantener la paz y la seguridad
internacionales.

El Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz


proporciona dirección política y ejecutiva a las Operaciones de Mantenimiento de la
Paz de las Naciones Unidas, además de mantener el contacto con el Consejo de
Seguridad, con los países que aportan contingentes y realizan contribuciones
financieras, así como con las Partes del conflicto en la aplicación de los mandatos
del Consejo de Seguridad.

Base jurídica de las OMP

Las OMP se desarrollan en el marco del Derecho


Internacional y particularmente en el marco de la Carta de las
Naciones Unidas, aunque no estén directamente contempladas por
ella.

En efecto, el término “Operaciones de Mantenimiento de la Paz” no se


encuentra en la Carta de las Naciones Unidas. Sin embargo, sí se recoge la
intención de la ONU de:

“preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra”,


para lo cual se contempla el arreglo pacífico de controversias (Capítulo VI),

“el uso de la fuerza para poner fin a la amenaza a la paz y a la


seguridad internacionales” (Capítulo VII), y

“la función de las organizaciones regionales para atender a los


asuntos relativos al mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales” (Capítulo VIII).

Además de la propia Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional


Humanitario ha desempeñado un papel sustancial en las Operaciones de
Mantenimiento de la Paz de la última década del siglo XX.

En este sentido, en numerosas ocasiones el Consejo de Seguridad ha


considerado que la violación del Derecho Internacional Humanitario constituye una
amenaza a la paz y a la seguridad internacional, y ha obligado al personal de las
OMP a cumplirlo y a hacerlo cumplir.

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Procedimiento de las OMP

Una vez que el Consejo de Seguridad autoriza el despliegue de una OMP,


es el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, dependiente de
la Secretaría General, la que la organiza, solicita las contribuciones de tropas y
prepara el presupuesto. Bajo los procedimientos normales, pueden transcurrir tres o
cuatro meses desde que el Consejo autoriza una misión hasta su puesta en marcha.
Se requiere una actuación en tres frentes: financiero, personal y de equipamiento.

Respecto a la cuestión del personal, al no existir una “Fuerza de Naciones


Unidas permanente”, los equipos de pacificación (tropas, policías, observadores en
las elecciones, etc.) están suministrados por los gobiernos de los Estados Miembros
de la ONU y por funcionarios de la propia organización.

Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la República Argentina2

Como ya sabemos, el 26 de Junio de 1945 se firma en


la conferencia de San Francisco la Carta Orgánica de las
Naciones Unidas; la cual fue aprobada por 51 Estados, entre
ellos la Argentina.

Nuestro país participa desde 1958 en Misiones de


Paz en distintas partes del mundo. Durante todos estos años
la República Argentina ha involucrado más de 35 mil
miembros de sus fuerzas armadas y de seguridad.

Ante el conflicto desatado en Líbano, en junio de 1958, las Naciones Unidas


crea UNOGIL (Grupo de Observación de las Naciones Unidas en el Líbano); en esta
oportunidad nuestro país envía por primera vez un grupo de observadores
militares.

A esa primera misión le sucedió la de Congo: ONUC (Operación de Naciones


Unidas en el Congo), en julio de 1960, donde un grupo de pilotos de la Fuerza
Aérea Argentina integró Estados Mayores y Escuadrones de Transporte Aéreo.

En 1992 y bajo bandera de UNPROFOR (Fuerza de Protección de las


Naciones Unidas), nuestro país envía, por primera vez, un numeroso contingente
llamado “Batallón Ejército Argentino”. Establecida inicialmente en Croacia, la
misión tenía como objetivo principal vigilar la desmilitarización de las zonas
asignadas.

Argentina ha demostrado un activo compromiso con la paz en América


Latina participando en numerosas misiones de Naciones Unidas en la región.

2
Pág. Web Ministerio de Defensa http://www.mindef.gov.ar/paz_antartica.html

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Ha formado parte de la mayoría de las misiones en la


República de Haití, como fueron MINUH (Misión de las Naciones
Unidas en Haití), entre 1993 y 1996, UNTMIH (Misión de Transición
de las Naciones Unidas en Haití) en 1997 y MIPONUH (Misión de
Policía Civil de las Naciones Unidas en Haití), entre 1997 y 2000.

Desde 2004 hasta la actualidad, Argentina


es uno de los países con mayor presencia en
MINUSTAH (Misión de Estabilización de las
Naciones Unidas en Haití). En esta misión se
encuentra desplegado el mayor contingente
nacional en el exterior, aportando más de 500
Cascos Azules.

En 1993 nuestro país despliega en Chipre: UNFICYP (Fuerza de las


Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Chipre) en apoyo a la iniciativa
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para buscar soluciones al
conflicto en Chipre. En los últimos años, el Contingente Argentino es el más
numeroso de UNFICYP.

Desde 1994 contamos con la presencia de


mujeres de las Fuerzas Armadas en distintas
Operaciones de Paz. La actual política de Defensa
está basada en la firme determinación de promover
la efectiva implementación de la perspectiva de
género en el ámbito de las Operaciones de Paz, en
sintonía con la Resolución N° 1325 (2000) del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

En relación al entrenamiento de los contingentes, en julio de 1995, se funda


el Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz
(CAECOPAZ). Este centro de renombre regional imparte cursos de capacitación y
formación profesional a miembros de las fuerzas militares que se desempeñarán en
misiones de paz en todo el mundo.

El CAECOPAZ ha permitido que nuestro país se adapte a las complejas


situaciones de las misiones de paz modernas.

En la actualidad, la Argentina tiene presencia en misiones bajo bandera de


Naciones Unidas con fuerzas militares y de seguridad en Haití (MINUSTAH), Chipre
(UNFICYP), Sahara Occidental (MINURSO), Medio Oriente (UNTSO), Republica del
Chad (MINURCAT), Costa de Marfil (ONUCI) y Liberia (UNMIL).

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 5 – Página 15


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Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la Fuerza Aérea


Argentina3
Nuestro país, a través de sus Fuerzas Armadas, ha participado en distintas
oportunidades en Operaciones de este tipo que han tenido lugar en diferentes
lugares del mundo, desde 1958 hasta la fecha.

Cabe señalar que en 1988 obtuvieron


reconocimiento mundial, cuando se les otorgó el codiciado
Premio Nobel de la Paz a las Fuerzas de Mantenimiento
de Paz de la ONU, más conocida como "Cascos Azules".

Si bien actualmente, el riesgo del tan temido


conflicto global ha disminuido con la finalización de la
guerra fría, las amenazas a la paz y a la seguridad internacional igual perduran,
adoptando muchas formas diferentes, como por ejemplo, los conflictos étnicos y
nacionalistas en diversas regiones del mundo.

Es así que, en los últimos años, la cantidad de las


mencionadas operaciones ha ido aumentando rápidamente, hasta el
punto que las cumplidas desde 1988 hasta la fecha, casi duplican el
número de las desarrolladas en los primeros cuarenta años de vida del
organismo internacional.

Hace ya más de 50 años que la Fuerza Aérea


Argentina (FAA) comenzó a sumar su aporte a la paz
mundial, contribuyendo con la experiencia y el
profesionalismo de sus hombres, al desarrollo de estas
misiones.

El esfuerzo que viene realizando la Institución


en las OMP, es consecuente con la política exterior
del Gobierno Nacional, y se ve compensado, entre
otras cosas, con el incremento del adiestramiento del
personal, así como con la capacitación para operar
con fuerzas armadas extranjeras.

También le ha valido para lograr trascendencia


internacional, recibiendo el reconocimiento de las Naciones Unidas y de diversos
países, por la encomiable actividad desarrollada.

3
Página Web Fuerza Aérea Argentina. Misiones de Paz http://www.fuerzaaerea.mil.ar/misiones/introduccion.html y
Pagina Web Naciones Unidas. Operaciones de Paz http://www.un.org/spanish/events/peacekeeping60/1990s.shtml

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La participación de la Fuerza Aérea Argentina en estas contemporáneas


cruzadas multinacionales aún continúa.

Logo de la IX Dotación

Fotos gentileza del S.P. Roberto Magallanes, tomadas durante su Misión de Naciones Unidas para la
Estabilización de la Paz en Haití año 2008/2009 como integrante de la IX Dotación del Hospital Militar
Reubicable de la FAA.

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Cuadro Cronológico de participaciones de la Fuerza Aérea Argentina en


Operaciones de Paz de las Naciones Unidas (NU)
Años
de
Lugar Nombre Operación gesta Misión encomendada
de la
FAA
De: Planificación y ejecución de
Misión de las NU en el 1960/ Operaciones Aéreas, Realización de tareas
Congo ONUC 1963 de transporte aéreo operativo y ordinario,
Congo
De Exploración y Reconocimiento
Organismo de las NU 1967/ De: Observación, Verificación cese del
Medio
Oriente
ONUVT para la Vigilancia de la hasta la fuego, Participación en equipos de
Tregua fecha mediación.
Misión de Verificación de 1988/ De: Observación,
Angola UNAVEMI 1991 Enlace aéreo.
las NU en Angola I
Misión de Observación de
1991/ De: Observación,
Kuwait UNIKOM las NU para el Iraq y 2003 Transporte de pasajeros y cargas.
Kuwait
De: Observación,
Misión de Verificación de 1991/
Angola UNAVEMII 1994
Fiscalización del cumplimiento de los
las NU en Angola II acuerdos y proceso electoral.
Misión de las NU para el
1991/ De: Observación, Verificación cese del
Sahara MINURSO Referéndum del Sahara 1996 fuego.
Occidental
De: Observación (cumplidas en zona de
Fuerza de Protección de 1993/
Yugoeslavia UNPROFOR combate), Verificación cese del fuego,
las NU 1995
Transporte de personal.
De: Observación,
Verificación cese del fuego,
Operación de las NU en 1993/ Transporte aéreo de personal y
Mozambique ONUMOZ 1994 cargamento,
Mozambique
Instalación del Hospital reubicable y
personal completo para su funcionamiento.
De observación, y Control del "status quo"
asignado a la misión.
UNFLIGHT (Escuadrón Helicópteros) cumple
Fuerza de las NU para el 1994/ tareas de observación y reconocimiento
Chipre UNFICYP Mantenimiento de la Paz hasta la aéreo, vuelos MEDEVAC (evacuación
en Chipre fecha sanitaria) y CASEVAC (evacuación de heridos
urgente), misiones de reaprovisionamiento,
de comando y enlace, transporte de
personal y de carga.
Misión de Administración 2000/ Coordinaciones cívico-militares: Enlace
Militar, tareas de asesora-miento,
Kosovo UNMIK Provisional de las NU en hasta la coordinación y enlace entre UNMIK y la
Kosovo fecha
Fuerza Internacional de Seguridad (KFOR).
2004/ De: Observación, Apoyo aéreo y sanitario,
Misión de Estabilización
Haití MINUSTAH hasta la Instalación del Hospital reubicable y
de las NU en Haití fecha personal completo para su funcionamiento.

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Cascos Azules
Las Fuerzas de Paz de la ONU, popularmente
conocidas como los Cascos Azules debido al color de los
mismos, son cuerpos militares encargados de crear y
mantener la paz en áreas de conflictos, monitorear y
observar los procesos pacíficos y de brindar asistencia a
ex combatientes en la implementación de tratados con
fines pacíficos.
Actúan por mandato directo del Consejo de Seguridad de la ONU y forman
parte de los ejércitos de los países miembros, integrantes de las
Naciones Unidas integrando una fuerza multinacional.
El origen de los “llamativos”
colores, tanto de sus cascos (azul) como En 1988, los Cascos Azules se hicieron
de sus vehículos (blanco), quiere dejar en acreedores al Premio Nobel de la Paz
claro que se trata de un cuerpo de paz, gracias a su labor pacífica por la participación
que no necesitaba camuflarse o pasar en numerosos conflictos desde 1956.
inadvertido para cumplir sus objetivos.

Objetivos. Los Cascos Azules o Fuerza de Mantenimiento de la Paz de las


Naciones Unidas tienen la misión de:
 Supervisar el cumplimiento del alto el fuego.
 Desarmar e inmovilizar a los combatientes.
 Proteger a la población civil (dando medicinas y alimento a la población más pobre)
 Realizar el mantenimiento de la ley y el orden y entrenar una fuerza local de
policía.
 Limpiar de minas los territorios.
 Velar por el desarrollo de la paz y la seguridad en el mundo.
 La misión principal es apoyar la solución de conflictos entre países y entre
comunidades dentro de un mismo
país. 29 de mayo

Actualmente la Fuerza Aérea, junto "Día Internacional del Personal de Paz


al Ejército, la Armada y la Gendarmería de las Naciones Unidas"
Nacional Argentina, conforman el grupo de
Establecido por ese organismo para rendir
Cascos Azules de la ONU en Misiones de
homenaje a los hombres y mujeres que han
Paz, integrando los distintos contingentes, y prestado y continúan dando servicios en las
haciendo presencia en Haití y en Chipre. Operaciones de Mantenimiento de la Paz.
La capacidad y desenvolvimiento de La fecha evoca la sanción de la Resolución
los "Cascos Azules" argentinos ha sido 50 del Consejo de Seguridad en 1948, que
reconocida y elogiada en el marco de la autorizó la primera operación de paz de la ONU.
ONU. A esta fecha (2011), 26 argentinos
perdieron la vida en cumplimiento de su deber.

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4. DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS FUERZAS DE PAZ


El elemento militar livianamente armado de una OMP debe usar la fuerza
sólo como último recurso; debe aceptar las limitaciones y restricciones con respecto
a las zonas donde puede operar, y mostrar permanentemente la bandera e insignias
de la ONU en todas sus actividades.

En las Operaciones de Mantenimiento de la Paz, los principios operacionales


y tácticos de la guerra tradicional son dejados de lado por completo y reemplazados
por nuevos principios. A través de ellos, el soldado es capaz de entender que esa
guerra no es su guerra; que es imperioso coordinar procedimientos y acciones tanto
con una fuerza multinacional como con agencias humanitarias; y que es de vital
importancia el enlace constante con las Partes en conflicto.

Las actividades tradicionales de mantenimiento de la paz de las Naciones


Unidas han resultado efectivas en muchas operaciones, con inclusión de:

 Separación de fuerzas (interposición con el acuerdo de las partes).


 Vigilancia de los acuerdos.
 Supervisión de la retirada.

Estas actividades se realizan a fin de:

 Comprobar que todas las partes actúen de conformidad con lo convenido.


 Supervisar los acuerdos de cesación del fuego.
 Crear zonas:
 tapón,
 de separación,
 desmilitarizadas,
 protegidas, o
 de vigilancia.
 Vigilar el acuerdo sobre las posiciones de defensa avanzadas de las
Partes o las restricciones sobre los efectivos y sobre el número de
armamento, etc.

La conducta del personal de Mantenimiento de la Paz es una cuestión difícil


y delicada, que a menudo suscita fuertes emociones, particularmente cuando la
conducta de unos cuantos repercute en toda la misión de mantenimiento de la paz.
Por lo tanto, para la preparación de un soldado es indispensable la comprensión de
las necesidades y de la actuación apetecida de cada uno de los individuos de la
misión.

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Aunque el soldado profesional ha sido capacitado para luchar por


conseguir objetivos y para responder a la fuerza con la fuerza, la actitud y la forma
de actuar que se esperan de un soldado de mantenimiento de la paz requieren
explicaciones particulares.

Los soldados de las Naciones Unidas no están desplegados como fuerzas


de ocupación, sino como terceras Partes en un conflicto. Las operaciones de las
Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz son políticas más bien que
militares, aunque muy a menudo las desempeñe personal militar.

Un oficial militar de grado subalterno debe tener siempre en cuenta lo


siguiente:

La buena conducta y la propia disciplina abogan por su seguridad.

El personal de mantenimiento de la paz está en servicio veinticuatro (24)


horas diarias y siete (7) días a la semana.

Observará cuidadosamente su conducta y su manera de hablar.

Es usted un embajador de las Naciones Unidas y de su país.

Su conducta se reflejará en el conjunto de las Naciones Unidas.

El éxito de un soldado de las Naciones Unidas estriba en un enfoque


razonado y sensato. Deberá tener presente en todo momento lo siguiente:

 La flexibilidad, la paciencia y el cuidado en sus tratos diarios contarán más


que la capacitación bélica cuando se determine el éxito o el fracaso de una
misión.

 El arma más potente del personal de mantenimiento de la paz no es el fusil,


sino más bien el arte de mediar y de negociar.

 Aunque las actividades de mantenimiento de la paz suelen ser de


incumbencia de diplomáticos y políticos, a menudo se plantean
espontáneamente situaciones en las que el personal de mantenimiento de la
paz tendrá que hacer de diplomático: resolviendo controversias, reuniendo a
las partes contrarias, calmando el mal genio, observando y transmitiendo
informes; esas son las actividades en las que más probablemente tendrá que
participar un soldado, y no las acciones militares.

 A menudo es a nivel de los oficiales jóvenes de pelotón, más bien que a nivel
del mando supremo, donde hay que intervenir para contener situaciones de
crisis, resolverlas y evitar la escalada del conflicto.

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5. REFUGIADOS Y PERSONAS DESPLAZADAS


Los refugiados huyen de su país, las personas desplazadas, en cambio,
no atraviesan las fronteras nacionales.

Derecho Internacional de los Refugiados


El Derecho de los Refugiados se basa, particularmente, en los textos
siguientes:

Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados


(1951);
Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados (1967);
Convención de la Organización de la Unidad Africana (OUA) por la que se
regulan los aspectos específicos de problemas de los refugiados en África
(1969);
Declaración de Cartagena sobre los refugiados (1984);
Resoluciones aprobadas, en particular, por la Asamblea General de las
Naciones Unidas.

Refugiado:
Persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza,
religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones
políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa
de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que,
careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales
acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no
pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él.
(Art. 1 de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados enmendado por el Protocolo de 1967)

En la Convención de la OUA y en la Declaración de Cartagena se amplía esta


definición para incluir a las personas que huyen a causa de los acontecimientos que
perturban gravemente el orden público, como son los conflictos armados o los disturbios.

Actualmente, también se consideran refugiadas todas aquellas personas


perseguidas por las guerras en general, la hambruna y los desastres
medioambientales. Además, Francia, Canadá y Estados Unidos han concedido el
Estatuto de Refugiadas a mujeres que han sufrido mutilaciones sexuales en su
país de origen.

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Los refugiados se benefician, en primer lugar, de la protección que les


confieren el Derecho de los Refugiados y el cometido del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Asimismo, están protegidos por el Derecho Internacional Humanitario


cuando son víctimas de un conflicto armado, cuando se encuentran en poder de la
Parte adversaria o se vean afectados por las hostilidades en el país de acogida. En
el IV Convenio de Ginebra y en el Protocolo I se confiere una protección especial a
los refugiados, en particular a los que se hallen en territorios ocupados. En el IV
Convenio se estipula, asimismo, el principio de no rechazo, base del Derecho de
los Refugiados.

En general, las organizaciones trabajan según tres líneas de actuación:

 La repatriación voluntaria del refugiado en caso de que la situación del


territorio de procedencia haya cambiado.
 La integración en el primer país de acogida.
 El reasentamiento en un tercer país.

El Derecho Internacional reconoce que todos los refugiados pueden pedir


asilo en los países de acogida; sin embargo, estos países no están legalmente
obligados a concederlo.

La función principal del ACNUR es asegurarse de que los Estados


reconozcan sus obligaciones para con los refugiados y solicitantes de asilo, a saber:
 Tienen la obligación de no expulsar ni devolver a los refugiados y solicitantes
de asilo a cualquier país donde puedan correr peligro.
 No deben establecer discriminaciones entre grupos de refugiados. Por el
contrario, deben garantizar el acceso de los refugiados a sus derechos
económicos y sociales, al menos, en el mismo grado que los extranjeros
residentes en el país de asilo lo hacen.
 Tienen la obligación de cooperar con el ACNUR.
 Por razones humanitarias, deben permitir la admisión de, al menos, el
cónyuge y los hijos dependientes de cualquier persona a quien se le haya
reconocido el Estatuto de Refugiado.
Derechos del refugiado. Un refugiado tiene derecho de asilo en
condiciones de seguridad. También tiene derechos civiles básicos, tales como la
libertad de pensamiento, de movimiento y el derecho de ser respetado como
persona. Los derechos económicos y sociales se aplican también a los refugiados al
igual que a cualquier otra persona, es decir:
♣ Derecho a la asistencia médica.
♣ Derecho a trabajar (aplicable solo a los adultos).
♣ Derecho a la escolarización (para los niños).

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En ciertas circunstancias, tales como grandes afluencias de refugiados, los


países de asilo se pueden sentir obligados a restringir ciertos Derechos, como por
ejemplo la libertad de movimiento, la libertad para trabajar o a una escolarización
adecuada para todos los niños.

Deberes del refugiado. Los refugiados tienen


también ciertas obligaciones, en particular, el respeto de
las leyes del país que lo asila.

Personas desplazadas internamente


El aumento del número de desplazamientos internos en estos últimos años,
junto con un mejor conocimiento de la trágica suerte que corren los millones de
personas afectadas, han dado lugar a una creciente preocupación en la comunidad
internacional.

Esa preocupación está altamente justificada: los desplazados internos


suelen pasar muchas privaciones, que amenazan directamente a su supervivencia y
se ven expuestos, con suma frecuencia, a graves amenazas para su seguridad
física, tanto durante su huída como mientras dura el desplazamiento. Por ello, el
número de fallecimientos entre los desplazados internos alcanza a menudo
proporciones desmesuradas, en especial entre las personas físicamente más
débiles, como los niños, los ancianos y las mujeres embarazadas.

La difícil situación de las personas que se quedan atrás o la mala disposición


de las comunidades de acogida, agravan el problema.

Personas desplazadas internamente:


Persona o grupos de personas que se ven obligados a huir o son
forzados a abandonar el respectivo hogar o lugar de residencia
habitual, en particular como resultado de (o para evitar) las conse-
cuencias de los conflictos armados, las situaciones de violencia
generalizada, las violaciones de Derechos Humanos o los desastres
naturales o los provocados por el ser humano, y que no han cruzado
una frontera estatal internacionalmente reconocida.
Principios Rectores de los Desplazamientos Internos

El Representante del Secretario General de las Naciones Unidas, encargado


de la cuestión de los desplazados internos, ha propiciado un mejor entendimiento de
los numerosos y complejos temas relacionados con los desplazamientos internos.
Este funcionario presentó ante la Comisión de Derechos Humanos un documento
titulado “Principios Rectores de los Desplazamientos Internos”, el cual fue
aprobado por dicha Comisión y constituye un hito importante en el proceso de
elaboración de un marco normativo de aceptación general para la protección de
unos veinticinco millones de personas en el mundo que sufren esta condición.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 5 – Página 24


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Marco normativo
Aunque los desplazados internos tienen Derecho a la protección establecida
por las normas internacionales de Derechos Humanos y de Derecho Humanitario, la
determinación de garantías aplicables en situaciones específicas ha sido, por lo
general, difícil para los gobiernos, las organizaciones humanitarias y los desplazados
mismos.

No existe un instrumento universal que se ocupe específicamente de la


situación de los desplazados internos, pero en 1998 la Asamblea General de las
Naciones Unidas y la Comisión de Derechos Humanos tomaron nota de los
Principios Rectores de los Desplazamientos Internos.

Si bien estos Principios Rectores no son un instrumento de carácter


vinculante, han recibido gran apoyo de la comunidad internacional. En fecha más
reciente, en 2009, la Unión Africana adoptó la Convención de Kampala sobre los
desplazados internos. Dicho instrumento regional es un importante avance en la
protección y ayuda para los desplazados internos en uno de los continentes más
afectados por el desplazamiento.

La finalidad de los Principios Rectores es reafirmar los principios


generales de protección en mayor detalle y abordar aspectos poco claros y
lagunas del Derecho, para dar orientación fidedigna a todas las personas que
afrontan los desplazamientos internos.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) contribuyó a la elaboración


de los Principios Rectores y respalda su difusión y utilización a nivel operacional. Por
su parte, puede emplear los Principios Rectores cuando éstos abordan un problema
que en el Derecho Internacional Humanitario se trata sólo implícitamente o para el
que dicho Derecho no es aplicable.

Al mismo tiempo, el CICR ha subrayado en diversas ocasiones que el


Derecho Internacional Humanitario, que es jurídicamente vinculante, tanto para los
agentes estatales como para los no estatales en situaciones de conflicto armado,
sigue bastando para tratar la mayoría de los problemas de los desplazamientos
internos relacionados con situaciones de conflicto armado.

Ello es así a pesar de que el término "desplazado interno" no aparece en


ningún instrumento de Derecho. En efecto, en los Convenios de Ginebra de 1949 y
sus Protocolos adicionales de 1977 se asigna una amplia protección tanto a la
población civil, contra el desplazamiento, como a las personas que han sido
desplazadas, mediante numerosas y pormenorizadas disposiciones en las que se
establece la inmunidad de la población civil frente a ataques y abusos militares, así
como una ayuda material para quienes la necesitan. Además, en el Derecho
Internacional Humanitario se formulan prohibiciones y limitaciones en relación con
los desplazamientos forzosos.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 5 – Página 25


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Aunque las causas y las consecuencias del desplazamiento pueden ser


similares para los desplazados internos y los refugiados, y los obstáculos al retorno
pueden ser también parecidos, los regímenes jurídicos aplicables a cada grupo
son distintos.

Mientras que los refugiados son víctimas de persecución y, como tales,


necesitan un régimen jurídico específico, los desplazados internos se encuentran
en su propio país y, por lo tanto, tienen pleno derecho a la amplia gama de
protección que ofrecen las normas internacionales de los Derechos Humanos, el
Derecho Humanitario y el Derecho Interno.

Principios rectores de los desplazamientos internos

Son treinta principios cuyo ámbito es global. En ellos se identifican Derechos


y Garantías claves para la protección de las personas contra los desplazamientos
forzados, así como para protegerlas y asistirlas tanto durante los desplazamientos
como durante su regreso, reasentamiento y reintegración.

Como se destaca en el documento mismo, los Principios Rectores reflejan y


no contradicen la normativa internacional de los Derechos Humanos y el Derecho
Humanitario Internacional. De hecho, muchos de ellos, particularmente los relativos
a la protección durante los desplazamientos, son esencialmente declaratorios del
Derecho Consuetudinario.

Además, los principios relativos al regreso, reasentamiento y reintegración,


fueron inspirados por el Derecho de los Refugiados y reflejan ciertos principios
básicos del mismo.

Es importante hacer resaltar que estos principios no alteran ni reemplazan o


modifican el Derecho Internacional vigente o los Derechos que se otorgan a los
individuos, de conformidad con el Derecho Nacional. Más bien están concebidos, en
gran medida, para saber cómo ha de interpretarse y aplicarse el Derecho durante
todas las fases del desplazamiento, exhortando a “todas las autoridades y agentes
internacionales” a que respeten sus obligaciones de conformidad con el Derecho
Internacional, incluidos los Derechos Humanos y el Derecho Humanitario. La
finalidad de los principios también es prevenir y evitar las condiciones que puedan
dar lugar a desplazamientos en el futuro.

Los Principios Rectores han de difundirse lo más ampliamente posible como


la reestipulación más global, si no de autoridad, de las normas específicamente
aplicables a los desplazados internos. Tal difusión es particularmente necesaria, ya
que, a menudo, no se respetan o se violan los Derechos de los desplazados
internos, simplemente por falta de sensibilización.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 5 – Página 26


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Tipos de Protección que ofrece el DIH a los desplazados internos


Existen numerosas disposiciones en el DIH relativas a la prevención del
desplazamiento y a la protección de los desplazados internos (principalmente en el IV
Convenio de Ginebra y sus Protocolos adicionales I y II), como también en el Derecho
Internacional Consuetudinario.

Como dijimos, incumbe a los Estados la responsabilidad de incorporar esas


normas de protección en sus ordenamientos jurídicos internos. Deberán tenerse en
cuenta las siguientes disposiciones al promulgar legislación nacional:

Prohibición de desplazamiento y Derecho al retorno voluntario. En


términos generales, la prevención de las violaciones del DIH puede reducir el
número de desplazados internos como consecuencia de un conflicto armado.
Están prohibidos los desplazamientos forzosos, tanto dentro de los límites de
un país, como a través de fronteras internacionales.
El desplazamiento de civiles podrá considerarse, de manera excepcional y
temporal, cuando lo justifiquen la seguridad de éstos o imperiosas razones
militares.
Los desplazados internos deben tener la posibilidad de regresar a sus lugares
de origen tan pronto como dejen de existir los problemas de seguridad en la
zona afectada.

No discriminación. Por su situación de desplazamiento, las personas


afectadas son particularmente vulnerables. Los desplazados internos deben
ser tratados con humanidad y no han de ser objeto de discriminación a causa
de su desplazamiento o de cualquier otra razón.
Es importante que ninguna de las disposiciones de la legislación vigente
entrañe un trato menos favorable para los desplazados internos que el que
recibe la población en general.
Las personas protegidas deben ser tratadas con la misma consideración, sin
distinción alguna de índole desfavorable.

Protección como parte de la población civil. Los desplazados internos son


parte de la población civil y, por lo tanto, tienen derecho a la protección que
se ofrece a todos los civiles.

El Derecho a la vida, a la dignidad y a la libertad. Se respetarán la vida y la


dignidad de los desplazados internos.
Como en el caso de los civiles, no podrán ser objeto de ataque a menos que
participen directamente en las hostilidades.
No deberán ser sometidos a castigos colectivos, no podrán ser utilizados
como escudos humanos, ni podrán ser tomados como rehenes.
Además, se protegerá su bienestar físico y mental.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 5 – Página 27


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Al igual que en situaciones de desplazamiento forzoso, las decisiones


relativas a la residencia forzosa o al internamiento de los desplazados
internos sólo podrán tomarse cuando existan razones de seguridad
imperiosas.
En los conflictos armados no internacionales están prohibidas la detención y
la privación arbitrarias de la libertad en todo tipo de situaciones. Los
desplazados internos tendrán derecho a circular libremente dentro y fuera de
los campamentos u otros asentamientos.

Condiciones de vida y asistencia humanitaria. En caso de desplazamiento


se tomarán todas las medidas posibles para que los desplazados internos
sean acogidas en condiciones satisfactorias de higiene, salubridad,
alimentación y alojamiento.
El incumplimiento de esas prescripciones se podrá considerar una infracción
grave contra los Convenios de Ginebra.
Está prohibido, como método de combate, hacer padecer hambre a las
personas civiles. En situaciones de conflicto armado está prohibido dirigir
ataques contra artículos alimenticios, cosechas, ganado, instalaciones y
reservas de agua potable y obras de riego.
La Potencia ocupante tiene el deber de asegurar el abastecimiento de víveres
de la población local. Hacer padecer intencionalmente hambre como
método de hacer la guerra es un crimen de guerra.
En situaciones de conflicto armado, los Estados deben cumplir su obligación
de asegurar el disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental,
suministrando atención médica a los heridos y los enfermos, procurando,
permitiendo y facilitando el libre paso de medicamentos y de material sanitario
y garantizando la seguridad del personal médico.
En caso necesario, las Partes en conflictos armados deben cumplir su
obligación de asegurar un adecuado abastecimiento de alimentos procurando,
permitiendo y facilitando la distribución de la ayuda alimentaria. Si las
autoridades responsables no pudieran cumplir esas normas, no deberán
obstruir la prestación de asistencia realizada por otros organismos
humanitarios imparciales.
Las acciones de socorro de esos organismos han de ser de índole
exclusivamente humanitaria e imparcial, y se realizarán sin distinción alguna
de carácter desfavorable.

Vida de familia. Se protegerá la unidad del núcleo familiar. En situaciones de


internamiento o detención durante conflictos armados, y en campamentos u
otros centros de acogida de la comunidad, los miembros de una misma familia
estarán reunidos en el mismo lugar.
Si se produjera la separación de los miembros de una familia, se adoptarán
todas las medidas adecuadas para facilitar su reunión. En este sentido, los
niños están particularmente protegidos.

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Documentación. Toda persona tiene derecho a ser inscrita en los registros


civiles y a que se le dé un nombre al nacer, especialmente en situaciones de
ocupación.
Los Estados tienen la obligación específica de garantizar que los refugiados y
los internados civiles en territorios ocupados, reciban los documentos de
identidad básicos.

Propiedades y posesiones. En situaciones de conflicto armado, la propiedad


y las posesiones civiles no podrán ser objeto de pillaje, ni de ataques directos
o indiscriminados, no se utilizarán como escudo para operaciones u objetivos
militares, ni serán objeto de destrucción o apropiación como represalia o
como castigos colectivos. En todos los casos, la propiedad y las posesiones
serán protegidas contra la destrucción y la apropiación, ocupación o uso
arbitrarios e ilegales.
La dotación de alojamientos de urgencia no está prevista específicamente en
la protección de las personas protegidas por los Convenios de Ginebra y sus
Protocolos adicionales; no obstante, está prohibida la destrucción y la
apropiación de viviendas.
La obligación de devolver a sus hogares a las personas evacuadas en el
interior o fuera de territorios ocupados, tan pronto como cesen las hostilidades
en ese sector, conlleva el derecho a que se les restituyan sus bienes. En
términos más concretos, deberán respetarse los derechos de propiedad de
las personas desplazadas.

Trabajo y protección social. Las cláusulas generales del DIH relativas a la


no discriminación aplicables en conflictos armados se aplican también a los
lugares de trabajo, las actividades económicas y la seguridad social.
Se deberán respetar las normas mínimas relativas a las condiciones laborales
de determinadas categorías o personas obligadas a trabajar en situaciones de
conflicto armado.
El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario también prohíbe el
trabajo forzado no retribuido o abusivo.

Educación. En situaciones de Conflicto Armado Internacional, las Partes en


conflicto tomarán las oportunas medidas para que los niños menores de 15
años que hayan quedado huérfanos o que estén separados de su familia a
causa de la guerra no queden abandonados, y para que se les procure
educación en todas las circunstancias.
La Potencia ocupante facilitará el buen funcionamiento de los
establecimientos dedicados a la educación en los territorios ocupados.
En situaciones de Conflicto Armado No Internacional, los niños deben recibir
educación, con inclusión de la educación religiosa y moral.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 5 – Página 29


ula
GRUPO CAPACITACIÓN TÉCNICO PROFESIONAL
irtual

Prohibición del reclutamiento forzoso de niños. Como consecuencia del


desplazamiento, los niños son particularmente vulnerables al reclutamiento
forzoso en las fuerzas armadas o grupos armados.
El DIH prohíbe el reclutamiento forzoso de niños menores de 15 años. No se
les podrá obligar a participar directamente en las hostilidades, ni se permitirá
que lo hagan por voluntad propia. Las personas mayores de 15 años no
podrán ser objeto de prácticas de reclutamiento discriminatorias como
consecuencia de su desplazamiento.

BIBLIOGRAFÍA

• Ministerio de Defensa, Manual de Derecho Internacional de los Conflictos


Armados, Min. Def., 2010.
• Página Web de las Naciones Unidas: http://www.un.org/es/aboutun/
Derecho Internacional:
http://www.un.org/Depts/dhl/spanish/resguids/specilsp.htm
• Comité Internacional de la Cruz Roja, DICA 1 (lección 4 y 8), pdf extraído de
Internet de la página Web de la Cruz Roja en julio de 2011.
• Pág. Web: Comité Internacional de la Cruz Roja, pdf Los desplazados internos y
el Derecho Internacional Humanitario
http://www.icrc.org/spa/resources/documents/misc/5tdlgy.htm (set 2011)

Nota: Todas las imágenes de este capítulo fueron extraídas de Internet.

Derechos Humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados II – Cap. 5 – Página 30


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Autoevaluación del Capítulo 5

La ONU y las Operaciones de Paz


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Puntaje de aprobación: 50.00
Incorrectas restan: No
Abierta: desde 10/10/2022 00:00 hasta 31/03/2023 23:59
Realización

Fecha: 23/03/2023 01:24:10


Tiempo realización: 00:23:25 Aprobada - 100.00
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Cantidad de respuestas correctas: 10 / 10

En julio de 1960, un grupo de pilotos de la Fuerza Aérea Argentina integró estados mayores y escuadrones
de transporte aéreo en una operación de paz. ¿Cuál fue?

Operación de ONU en el Congo (ONUC).

Operación de ONU en Mozambique (ONUMOZ).

Misión de las ONU en Haití (MINUH).

Fuerzas de ONU para mantenimiento de la paz en Chipre (UNFICYP).

Respuesta correcta (10.00 puntos)

El principal órgano deliberativo de formulación de políticas y representativo de las Naciones Unidas,


integrado por los Estados Miembros de las Naciones Unidas y que proporciona un foro para el debate
multilateral de toda la gama de cuestiones internacionales que abarca la Carta, es:

La Secretaría.

El Convenio General.

La Asamblea General.

La Corte de Justicia.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

¿Quién designa al Secretario General de las Naciones Unidas?

La Asamblea de Ministros.

La Asamblea General por recomendación del Consejo de Seguridad.


La Corte Internacional de Justicia.

El Consejo de Seguridad.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

En julio de 1995, se crea en Argentina, un centro de renombre regional donde se imparten cursos de
capacitación y formación profesional a miembros de las fuerzas militares que se desempeñarán en
misiones de paz en todo el mundo. Éste se denomina:

CAECOPAZ.

MINDEF.

ONUCI.

UNSTA.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

El Organismo de las Naciones Unidas compuesto por cinco miembros permanentes cuya responsabilidad
principal es el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional es:

El Consejo Económico y Social.

La Asamblea General.

La Corte Internacional de Justicia.

El Consejo de Seguridad.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

La persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad,
pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su
nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que,
careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde
antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él, es:

Una persona desplazada.

Una persona en tránsito.

Una persona asilada.

Un refugiado.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

Se ha establecido una clasificación operacional de las misiones de paz de Naciones Unidas. La operación
que consiste en medidas destinadas a evitar que surjan controversias entre dos o más Partes, a evitar que
las controversias existentes se transformen en conflictos, y a evitar que estos, si ocurren, se extiendan,
posee el nombre de:

Diplomacia preventiva.
Consolidación de la paz.

Imposición de la paz.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

Hacia 1945 las naciones se comprometen a promover "el respeto universal a los Derechos Humanos, sin
distinción de raza, sexo, idioma o religión". ¿Qué organización fue fundada con este mandato?

Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Organización de las Naciones Unidas.

Médicos sin Fronteras.

Tribunal de La Haya.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

Las operaciones de Naciones Unidas en Namibia en 1989/90, El Salvador, Angola, Camboya y Mozambique,
tuvieron por objetivo pacificar una situación inestable y conseguir que las partes lleguen a un acuerdo
global por medios pacíficos. Podemos clasificarlas como operaciones de:

Imposición de Paz.

Establecimiento de la Paz.

Mediación de Paz.

Negociación de Paz.

Respuesta correcta (10.00 puntos)

La sigla ACNUR significa:

Acción Conjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Asociación Cooperativa de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Acta de Control de las Naciones Unidas para los Refugiados

Respuesta correcta (10.00 puntos)

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28/3/23, 22:23 ESCUELA DE SUBOFICIALES - Grupo Capacitación Técnico Profesional [Evaluaciones]

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Segunda Guía de Estudio de Realización Obligatoria


Puntaje total: 100.00
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Abierta: desde 27/03/2023 00:00 hasta 31/03/2023 23:59
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Fecha: 28/03/2023 21:41:07


Tiempo realización: 00:40:18 Aprobada - 100.00
Cantidad de veces realizada: 1
Cantidad de respuestas correctas: 20 / 20

Las operaciones de Naciones Unidas en Namibia en 1989/90, El Salvador, Angola,


Camboya y Mozambique, tuvieron por objetivo pacificar una situación inestable y
conseguir que las partes lleguen a un acuerdo global por medios pacíficos. Podemos
clasificarlas como operaciones de:

Establecimiento de la Paz

Imposición de Paz

Mediación de Paz

Negociación de Paz
(5.00 puntos)

El Organismo de las Naciones Unidas compuesto por cinco miembros permanentes


cuya responsabilidad principal es el mantenimiento de la paz y la seguridad
internacional es:

El Consejo Económico y Social.

El Consejo de Seguridad.

La Asamblea General.

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28/3/23, 22:23 ESCUELA DE SUBOFICIALES - Grupo Capacitación Técnico Profesional [Evaluaciones]

La Corte Internacional de Justicia.


(5.00 puntos)

¿Qué tipo de combatientes no tendrán la protección del Estatuto de Prisioneros de


Guerra?

Soldados voluntarios.

Personal militar subalterno.

Mercenarios.

Personal militar superior.


(5.00 puntos)

En relación con la Cláusula MARTENS, existe una serie de crímenes contra la


humanidad. ¿Cuál de las siguientes opciones NO es un crimen contra la humanidad?

Robo calificado.

Exterminio.

Deportación o traslado forzado de población.

Tortura.
(5.00 puntos)

En julio de 1995, se crea en Argentina, un centro de renombre regional donde se


imparten cursos de capacitación y formación profesional a miembros de las fuerzas
militares que se desempeñarán en misiones de paz en todo el mundo. Éste se
denomina:

MINDEF

ONUCI

CAECOPAZ

UNSTA
(5.00 puntos)

¿En dónde está especificado lo relacionado con la protección de los civiles que no
participan o han dejado de participar en las hostilidades, así como también de los
prisioneros de guerra y militares fuera de combate?

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28/3/23, 22:23 ESCUELA DE SUBOFICIALES - Grupo Capacitación Técnico Profesional [Evaluaciones]

en el Derecho Político.

en la Ley de Defensa Nacional.

en el Código de Cooperación Internacional.

en los Convenios de Ginebra.


(5.00 puntos)

Desde el momento de la detención, la Potencia Detentora debe proporcionar al


prisionero de guerra, un instrumento mediante el cual puede comunicar su cautiverio
a su familia a la Agencia Central de Búsquedas. Éste se denomina:

Tarjeta de salida.

Salvo conducto.

Credencial internacional.

Tarjeta de captura.
(5.00 puntos)

¿Quién designa al Secretario General de las Naciones Unidas?

La Asamblea de Ministros y Jefes de Estado

El Consejo de Seguridad y la Secretaría

La Corte Internacional de Justicia

La Asamblea General por recomendación del Consejo de Seguridad


(5.00 puntos)

Entre otros, podemos señalar como crímenes contra la humanidad, los siguientes:

robo y hurto

exterminio y esclavitud

estafa y robo

hurto y estafa
(5.00 puntos)

Los bienes culturales están esencialmente protegidos por la Convención de La Haya


de 1954 y el Art. 53 del Protocolo I adicional a las Convenciones de Ginebra de 1949.
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28/3/23, 22:23 ESCUELA DE SUBOFICIALES - Grupo Capacitación Técnico Profesional [Evaluaciones]

Entre ellos podemos mencionar los siguientes:

Obras e instalaciones que contengan fuerzas peligrosas.

Hospitales, centros médicos y dispensarios.

Bienes indispensables para la supervivencia de la población civil.

Monumentos de arquitectura, campos arqueológicos, obras de arte.


(5.00 puntos)

Los prisioneros de guerra deben permanecer en buen estado de salud. La


responsabilidad por el mantenimiento de esta condición es de:

La Cruz Roja.

La Comunidad Internacional.

La potencia neutral.

La potencia detentora.
(5.00 puntos)

Los niños combatientes tomados como prisioneros de guerra, deben estar detenidos
en:

internados en un hospital civil.

establecimientos educativos y universitarios.

lugares separados de adultos, excepto si lo están en unidades familiares.

campos de prisioneros regulares con adultos.


(5.00 puntos)

La Agencia Central de Prisioneros de Guerra (actualmente Agencia Central de


Búsqueda), ha prestado asistencia a los prisioneros y a las respectivas familias
durante las dos últimas Guerras Mundiales y durante los numerosos conflictos
registrados desde el año 1945. Fue instituida bajo el auspicio del:

Comité de la Cruz Roja Internacional.

Convenio de París.

Tratado de Versalles.

Mercosur.

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28/3/23, 22:23 ESCUELA DE SUBOFICIALES - Grupo Capacitación Técnico Profesional [Evaluaciones]

(5.00 puntos)

A los militares o civiles que, debido a un traumatismo o a una enfermedad o


trastornos de orden físico o mental, tengan necesidad de asistencia o cuidados
médicos y que se abstengan de todo acto de hostilidad, se los denomina:

Mercenarios y espías.

Náufragos.

Combatientes.

Heridos y enfermos.
(5.00 puntos)

Hacia 1945 las naciones se comprometen a promover "el respeto universal a los
Derechos Humanos, sin distinción de raza, sexo, idioma o religión". ¿Qué
organización fue fundada con este mandato?

Organización de las Naciones Unidas.

Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Médicos sin Fronteras.

Tribunal de La Haya.
(5.00 puntos)

El principal órgano deliberativo de formulación de políticas y representativo de las


Naciones Unidas, integrado por los Estados Miembros de las Naciones Unidas y que
proporciona un foro para el debate multilateral de toda la gama de cuestiones
internacionales que abarca la Carta, es:

La Asamblea General.

La Secretaría General.

El Convenio General.

La Corte de Justicia.
(5.00 puntos)

La Carta de la O.N.U. de 1945 estableció un órgano para supervisar a escala


internacional los 11 territorios en fideicomiso confiados a la administración de 7
Estados Miembros y asegurarse de que se adoptaban las medidas adecuadas para

https://gctp.iua.edu.ar/evaluaciones.cgi?id=9322570&id_curso=1458&wAccion=verevaluacion 5/7
28/3/23, 22:23 ESCUELA DE SUBOFICIALES - Grupo Capacitación Técnico Profesional [Evaluaciones]

dirigir a los Territorios hacia el gobierno propio o la independencia. Este órgano se


denomina:

El Consejo de Administración Fiduciaria.

La Corte de Justicia Internacional.

El Consejo de Seguridad.

La Secretaría General.
(5.00 puntos)

Los militares o civiles, que se encuentren en situación de peligro en el mar u otras


aguas a secuencia de un infortunio que los afecte o que afecte a la nave o aeronave
que los transportaba y que se abstengan de todo acto hostil, se denominan:

Espías.

Mercenarios.

Combatientes.

Náufragos.
(5.00 puntos)

En julio de 1960, un grupo de pilotos de la Fuerza Aérea Argentina integró Estados


Mayores y Escuadrones de Transporte Aéreo, en la misión de paz denominada:

UNOGIL (Grupo de Observación de las Naciones Unidas en el Líbano)

ONUC (Operación de Naciones Unidas en el Congo)

UNPROFOR (Fuerza de Protección de las Naciones Unidas)

UNTMIH (Misión de Transición de las Naciones Unidas en Haití)


(5.00 puntos)

Cuando un combatiente en un conflicto armado cae en poder del adversario, se lo


denomina:

Personal sanitario.

Personal religioso.

Combatiente extranjero.

Prisionero de guerra.

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28/3/23, 22:23 ESCUELA DE SUBOFICIALES - Grupo Capacitación Técnico Profesional [Evaluaciones]

(5.00 puntos)

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