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Móduo 1- Encuentro 2_

Docente: María Victoria Varela 1

Compendio

CAMBIO DE PARADIGMAS

ÍNDICE
Objetivo del encuentro

Ideas clave

Discapacidad: Evolución en la
mirada
Historia de la exclusión social.
Discapacidad e Integración

Discapacidad y Educación
Discapacidad y Educación en
nuestro país.
El modelo de la Inclusión
Objetivo del encuentro: Realizar un recorrido del trayecto y el
cambio de miradas hacia las Personas en situación discapacidad a
lo largo de la historia en su vínculo con la sociedad y el lugar en la 2

educación.

● Para iniciar este encuentro les recomendamos visualizar el


material disponible en el campus virtual del curso, titulado “En
situación de discapacidad”. Este video nos ubica en la mirada
actual de la discapacidad en nuestro país.
Ahora realizaremos el recorrido transitado que nos trajo hasta
aquí.

1.1. De la muerte al aislamiento


Durante gran parte de la historia antigua se asoció la discapacidad
al castigo divino o a la intervención del Maligno. Estas personas no eran
tratadas como “iguales” o ciudadanos de pleno derecho. Autores como
Palacios, denominan esta etapa como modelo de la prescindencia, ya
que es la sociedad en su conjunto la que prescinde de estas personas.
Las personas en situación de discapacidad no tenían nada que aportar a
las necesidades de la comunidad y por lo tanto no eran dignas del
cuidado, atención o vida.
Fuentes históricas como Las leyes de Manú escritas en India hacia
el siglo III a.C, reúnen en 12 libros en sánscrito las reglas sociales,
morales, educativas y religiosas que los brahmanes imponían a la
sociedad. Predican abiertamente la total desigualdad social. El objetivo
de la creación del Código era establecer lo bueno y lo malo, lo que estaba
permitido y no hacer para que de esta manera se pudiese manejar bien
una vida con tranquilidad, siguiendo las normas establecidas. En estas
leyes es descrita la discapacidad como una consecuencia del destino (o
el Karma) a los crímenes o pecados cometidos por los padres;
permitiendo entonces el infanticidio como fin de ese castigo y
eliminación del pecado.
Civilizaciones antiguas como la romana o la griega, exaltaban la
belleza y la fuerza en el hombre. Escrito en las Leyes de Licurgo en el
siglo IX a.C, los espartanos eran habilitados a matar personas con algún
impedimento o defecto físico, arrojándolos del Monte Taigeto. Grandes 3

filósofos como Platón y Aristóteles que construyeron los cimientos de


principios sociales de la humanidad revelan en registros históricos su
pensamiento respecto a las personas en situación de discapacidad,
considerándolos ¨débiles¨ y ¨deficientes¨ en la sociedad. Aristóteles en
su obra “Política”, indica: “Sobre el abandono y la crianza de los hijos,
una ley debe prohibir que se críe a ninguno que esté lisiado.” El
infanticidio era normal cuando un niño presentaba malformaciones y
discapacidad y si, por algún motivo, llegaban a la edad adulta se les
apartaba de la comunidad, pues se pensaba que eran incapaces de
sobrevivir ante las exigencias de la sociedad establecida.
La sociedad en la Edad Media dio lugar a otra mirada hacia la
discapacidad. Estas personas en ocasiones eran objeto de burla,
repulsión, rechazo y, en algunos casos, lástima. “(...) los hombres
anormales, con su aspecto desaliñado divertían en las cortes reales a sus
amos; y en el mejor de los casos (en el caso de los enanos) servían como
bufones del Rey, ya sea como consejeros, espías y mensajeros” (Inzúa,
2001, p. 78).
La sociedad avanza y surgen en las comunidades contextos de
protección apoyados en la Fe de la Iglesia. Esta imposición moral abriría
paso al fin de las actividades como el infanticidio “(...) el derecho romano
cristianizado y la legislación canónica fueron creando un corpus
legislativo que favorecía el cuidado y la protección de la infancia” (Vives,
citado por Vergara, 2002, p. 135),
El segundo hecho que marcaría la diferencia en la vida de las
personas en situación de discapacidad fue la construcción de centros de
resguardo. En el siglo XIV, los nacidos con deficiencias ya sea físicas,
sensoriales o mentales, como la sordera, la ceguera, la parálisis, la
cuadriplejía, entre otros, eran confinados en hospicios de resguardo
social. Si bien estas prácticas de aislamiento y de control los protegía de
la muerte, solo generan rechazo. En este contexto surge el concepto de
los “anormales”, considerando como solución la marginalización de
aquellos que no fueran normales en la sociedad. Con la intervención de
la iglesia, este término es reemplazado por el término “miserables” ,,
“(...) se les considera poseídas por el demonio y otros espíritus
infernales,” (Arnaiz, citado por Aguilar, 2004, p. 2). Estas personas son 4

visualizadas como mendigos, que generan lástima; representando la


adoración a Dios y a la vida que éste regaló a través de la “limosna”, que
se daba al prójimo discapacitado.
En el siglo XV se funda la primera institución especializada en el
cuidado de los enfermos mentales, llamada Hospital d’ Innocents Fol y
Orats, fundado por Fray Gilabert Cofre. Este hospital tenía la misión de
recoger “huérfanos e Inocentes”. Posteriormente, en Suiza (1780),
Francia (1786) e Inglaterra (1791) se crean otras instituciones con el
mismo propósito: el cuidado de las personas que presentan alguna
discapacidad. Algunos de estos centros fueron concebidos como
hospitales, centros de rehabilitación y de investigación sobre la
discapacidad; que si bien resguardaban la vida, continuaban segregando
y discriminando a las personas.
Es en la Edad Moderna cuando Jean Marc Gaspard Itard, principal
precursor de la pedagogía médica abre camino a la investigación sobre
las nuevas alternativas para la educación en personas en situación de
discapacidad; dando lugar al reconocimiento de la responsabilidad
social sobre esta población. En esta perspectiva surge la pedagogía
especial que sustentaba sus bases en una visión más médica que
educacional, pues se centra en la experimentación psicológica y el
control de la conducta humana por medio de la fisiología y la vigilancia,
apoyada en la medicación. Las personas en situación de discapacidad
pasan de ser sujeto de asistencia a sujeto de estudio, fundamentalmente
psico-médico-pedagógico.

1.2. Discapacidad e Integración


La persona en situación de discapacidad comienza a tomar un
lugar de relevancia social en el siglo XVIII, cuando se pone atención a la
vida y el apoyo necesario que este requiere, trascendiendo el esquema
de mendicidad (limosna).
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Hacia fines del SXIX, el avance de la medicina y de la psicología
permiten investigar el origen y desarrollo de los diferentes cuadros
infantiles, clasificar a los sujetos por características psicológicas
similares y proponer medidas de rehabilitación. A modo ilustrativo,
tomamos algunos pioneros a nivel mundial como Pedro Ponce de León
(1520-1581) y Juan Pablo Bonet (1579-1633), quienes contribuyeron
satisfactoriamente a la investigación para sordomudos. En Italia,
Jerónimo de Cardano (1501-1576); en Inglaterra, Juan Wallis (1616-
1703), Guillermo Holder (1616-1698) y Juan Bulwer (1648); en
Holanda, Conrado Amman (1669-1724); en Alemania, Samuel Heinicke
(1727- 1790), y en Francia, el presbítero Charles Michel L’Epée (1712-
1789), Louis Braille (1806-1852), resultaron fundadores de una nueva
pedagogía orientada a las personas en situación de discapacidad visual
y/o auditiva. Varios de estos aportes se le atribuyen a los postulados de
grandes figuras teóricas como Voltaire (1694-1798), Lacker, Locke
(1632-1704), Condillac (1715-1780), Rousseau (1712-1778), Pestalozzi
(1746- 1827) y Fröebel (1782-1852), entre otros, quienes con sus
pensamientos humanistas influyen en el cambio de actitud hacia las
personas en situación de discapacidad.
Sin embargo, no es sino hasta inicios del siglo XX cuando se da un
impulso definitivo a la educación especial en el sistema escolar. En 1901
se inaugura, en la ciudad de Bruselas, la escuela de Ovidio Decroly para
retrasados y anormales y en 1906, en Roma la primera Casa dei Bambini
para niños pobres y con problemas de María Montessori.
Transitado el SXX, el reconocimiento de los DDHH de Todos y Todas y la
lucha de colectivos por la No discriminación, obliga a replantear el
modelo educativo y el lugar que deben ocupar todas las personas en la
sociedad. Se inicia entonces el camino al reconocimiento de la
diversidad y la aceptación de aulas comunes para todos. Este proceso,
que en el tiempo histórico es corto, transita desde la integración de
personas en situación de discapacidad en aulas regulares a la inclusión.
El nuevo paradigma reconoce la discapacidad como parte de la
diversidad humana y la Inclusión como el camino para el cumplimiento
de derechos y construcción de ciudadanía. 6

2.1. Discapacidad y Educación en nuestro país


Fue a través de María Montessori y sobre todo de Ovide Decroly que, la
Educación Especial dejó sus huellas en la educación común. En nuestro
país comienzan a surgir las primeras escuelas diferenciales.
Siguiendo el modelo europeo fueron creadas por profesionales médicos
y se organizaron escuelas para moderados y severos respecto a la
discapacidad.
La Educación Especial en Uruguay nace en el primer cuarto del siglo XX
cuando se crea:
●El Instituto Nacional de sordomudos. (1910)
●La escuela al aire libre para niños y niñas débiles. (1913)
●Las clases diferenciales para niños y niñas con retardo mental. (1917)
●La primera Escuela Auxiliar que luego fuera Escuela de Recuperación
Psíquica. (1929)
●La Escuela Hogar para niños con conducta irregular. (1930)

En la década del 80 la escuela vuelve a revolucionarse. Al iniciar


su tránsito de apertura a la diversidad, los centros educativos abren sus
puertas y dan entrada a estudiantes en situación de discapacidad.
Contemplados en aulas regulares, son atendidos con propuestas
pedagógicas específicas diferenciales e inclusive en ocasiones con la
intervención de maestros especializados. La visibilización y
socialización en diversidad es lo importante.
Sin embargo esto no resulta suficiente. La educación inclusiva
toma fuerza con la Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas
Especiales en 1994, donde 92 gobiernos y 25 organizaciones
internacionales, se reúnen en Salamanca, España, con el fin de promover
escuelas para atender a todos los niños. (UNESCO, 1994, p. iii)
Su conclusión fue que: Los centros educativos especiales no pueden
progresar aisladamente, sino que deben formar parte de una estrategia
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global de la educación y, desde luego, de nuevas políticas sociales y


económicas. Esto requiere una reforma considerable de la escuela
ordinaria. (UNESCO, 1994, p. iii - vi).

Se requiere ver la diferencia como algo normal que desarrolle


sistemas educativos capaces de responder efectivamente a la
diversidad.

La conferencia declaró que las escuelas deben: … acoger a todos


los niños, independientemente de sus condiciones… físicas, intelectuales,
sociales, emocionales, lingüísticas u otras. Es decir aceptar a los niños y las
niñas con discapacidad, a los bien dotados, a los que viven en la calle, a los
que trabajan, a los de poblaciones remotas, los de minorías lingüísticas,
étnicas o culturales y de otros grupos o zonas desfavorecidas o
marginadas. (UNESCO, 1994). Las escuelas comunes con una orientación
inclusiva representan el medio más eficaz para combatir las actitudes
discriminatorias, crear comunidades de acogida, construir una sociedad
más inclusiva y lograr una educación para todos; además, proporcionan
una educación efectiva a la mayoría de los niños mejoran la eficiencia y,
en definitiva, la relación costo-beneficio de todo el sistema educativo.
(UNESCO, 1994, Declaración, p. 9).

Uruguay se posiciona en este nuevo paradigma.

(La Dra. Carina Estefan, especialista en legislatura, profundizará en su


clase sobre la temática).
2.2. El modelo de la Inclusión

Mel Ainscow será nuestro principal referente de inclusión y 8

equidad en la educación, a lo largo del curso. Su bibliografía respecto a


la temática es amplia y más allá de la que podamos aportar en el campus
virtual, existe mucha otra de libre acceso en internet. Les
recomendamos investigar y profundizar en sus conceptos.

Para definir el modelo de la Inclusión, tomaremos sus palabras,


“El énfasis no debe estar sólo en la inclusión sino en la igualdad, todos
merecen una justa oportunidad”, considera imprescindible “entender que
la inclusión en educación no sólo apunta a un grupo de estudiantes con
discapacidad: en mi país los excluidos son los varones blancos pobres, en
África son las mujeres... hay que entender que si todos están dentro del
sistema educativo, la sociedad mejora”. (2017, entrevista La Diaria).

Por lo tanto, cuando hablamos de inclusión, este término abarca a


todos y todas; no únicamente a las personas en situación de
discapacidad.

¨La inclusión no tiene que ver sólo con el acceso de los alumnos y
alumnas con discapacidad a las escuelas comunes, sino con eliminar o
minimizar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación de
todo el alumnado. Muchos estudiantes experimentan dificultades porque
no se tienen en cuenta sus diferencias en los procesos de enseñanza y
aprendizaje. Los diversos grupos sociales, etnias y culturas tienen normas,
valores, creencias y comportamientos distintos, que generalmente no
forman parte de la cultura escolar, lo que puede limitar sus posibilidades
de aprendizaje y de participación, o conducir a la exclusión y
discriminación. Las escuelas inclusivas representan un marco favorable
para asegurar la igualdad de oportunidades y la plena participación,
contribuyen a una educación más personalizada, fomentan la
colaboración entre todos los miembros de la comunidad escolar y
constituyen un paso esencial para avanzar hacia sociedades más
inclusivas y democráticas. ¨. (Index, UNESCO,2000, pág.5). 9

Ahora bien, este nuevo paradigma contiene fundamentos como,

➢ Una justificación educativa: El requerimiento de centros


inclusivos que eduquen a todos juntos, implica que deben
desarrollar medios de enseñanza que respondan a las
diferencias individuales y, por tanto, beneficien a todos. La
oportunidad que brinda la diversidad de herramientas,
recursos y formas de aprender, es entendida como riqueza
en el ámbito educativo.

➢ Hay una justificación social: Educando a todos los


estudiantes juntos, los centros inclusivos pueden cambiar
las actitudes frente a la diferencia y formar la base de una
sociedad más justa y no discriminadora.

➢ Hay una justificación económica: Cuesta menos establecer y


mantener centros educativos que educan juntos a todos los
estudiantes, que mantener un sistema complejo de
diferentes tipos de centros que se especializan en los
distintos grupos de estudiantes. Por supuesto, si las centros
inclusivos ofrecen una educación efectiva a todos sus
estudiantes, esto significa también un mayor costo-
beneficio a la hora de impartir Educación para Todos y de
generar integrantes productivos para la sociedad.

Pero por sobre todo, la Inclusión, se fundamenta en el precepto del


derecho humano a la educación ligado a la Declaración Universal de
Derechos Humanos (1948) y a muchos otros instrumentos
internacionales en derechos humanos que han surgido para su
protección.

Mtra. Especializada Ma.Victoria Varela

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