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El término “centro comercial” ha ido evolucionando desde principio de los años 1950.
La nomenclatura de la industria ofrecía originalmente cuatro términos básicos:
vecindario, comunitario, regional y superregional. Sin embargo, conforme la industria
ha ido madurando, estas cuatro clasificaciones ya no son adecuadas. Para eliminar
parte de la ambigüedad y establecer nuevos formatos para centros comerciales, The
International Council of Shopping Centers ha definido ocho principales tipos de centros
comerciales. El propósito de las definiciones es la de dar lineamientos para
comprender mejor las diferencias entre los tipos básicos de los centros comerciales.
Varias categorías mostradas, tales como el tamaño, el número de tiendas anclas, y el
área comercial, deben ser interpretadas como “características típicas” para cada tipo
de centro. Su intención no es la de abarcar las características operacionales de cada
centro. Como regla general, los factores principales para clasificar a un centro están
basados en su orientación comercial (tipos de bienes/servicios vendidos) y en su
tamaño.
La International Council of Shopping Centers define CENTRO COMERCIAL como un
grupo de negocios minoristas y otros establecimientos comerciales que son
planificados, desarrollados, pertenecen y son administrados como propiedad única. Se
provee estacionamiento en el lugar. El tamaño y la orientación del centro son
generalmente determinados por las características del mercado y del área de
influencia que presta servicios al centro. Las tres configuraciones físicas principales de
los centros comerciales son centros comerciales cerrados, abiertos, y centros híbridos.
(ALEXANDER & MUHLEBACK , 2013)
La economía del ocio y el desarrollo de las franquicias
A pesar de que existen distintas variables o factores para explicar la evolución de los
centros comerciales resulta importante apuntar dos fenómenos que inicialmente han
tenido una incidencia notable en el contexto Español, la dinamicidad de la economía
del ocio y el desarrollo pleno de negocios franquiciados. Por un lado en las décadas,
han concurrido toda serie de factores económicos, sociales, culturales, jurídicos y
tecnológicos que han ocurrido notablemente en la configuración de las actividades del
ocio. (MARIN DE LA CRUZ & MARTÍN CERDEÑO , 2013)