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i

Determinantes de la participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo 2011-2021.

Autores: Guamán Clerque, Andrea Cristina


González Pazmiño, Jonathan Andrés
Tutor: Sánchez Gómez, Wilson Paul
Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Central del Ecuador
Carrera de Estadística
Trabajo de titulación modalidad Proyecto de Investigación presentado para a la obtención del
título de Ingeniero Estadístico
Quito, 2022
ii

Derechos de autor

Nosotros, Guamán Clerque Andrea Cristina y González Pazmiño Jonathan Andrea, en calidad

de autores y titulares de los derechos morales y patrimoniales del trabajo de titulación

“DETERMINANTES DE LA PARTICIPACIÓN LABORAL FEMENINA EN EL

ECUADOR EN EL PERIODO 2011-2021”, modalidad Proyecto de Investigación, de

conformidad con el Art. 114 del CÓDIGO ORGÁNICO DE LA ECONOMÍA SOCIAL DE

LOS CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN, concedemos a favor de la

Universidad Central del Ecuador una licencia gratuita, intransferible y no exclusiva para el uso

no comercial de la obra, con fines estrictamente académicos. Conservamos a nuestro favor

todos los derechos de autor sobre la obra, establecidos en la normativa citada.

Así mismo, autorizamos a la Universidad Central del Ecuador para que realice la digitalización

y publicación de este trabajo de titulación en el repositorio virtual, de conformidad a lo

dispuesto en el Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.

Los autores declaramos que la obra objeto de la presente autorización es original en su forma

de expresión y no infringe el derecho de autor de terceros, asumiendo la responsabilidad por

cualquier reclamación que pudiera presentase por esta causa liberando a la Universidad de toda

responsabilidad.

Firma: _____________________________
Guamán Clerque Andrea Cristina
CC: 172318628-2
Email: acguaman@uce.edu.ec

Firma: _____________________________
González Pazmiño Jonathan Andrés
CC: 172405480-2
Email: jagonzalezp@uce.edu.ec
iii

Aprobación del tutor

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR


FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

UNIDAD DE TITULACIÓN CARRERA DE ESTADÍSTICA

Quito, 14 de octubre de 2022

Señor Economista
German Patricio Pérez Rodríguez

PRESIDENTE DEL CONSEJO DE LA CARRERA DE ESTADÍSTICA

Presente. -

De mi consideración:

De conformidad con el oficio No. 002-07-AT-UT-CE-2021, con fecha 07 de julio de 2021, en donde
se me designa cómo TUTOR del Proyecto de Investigación “DETERMINANTES DE LA
PARTICIPACION LABORAL FEMENINA EN EL PERIODO 2011-2021”, presentado por los
señores estudiantes GUAMAN CLERQUE ANDREA CRISTINA y GONZALEZ PAZMIÑO JONATHAN
ANDRES previo a la obtención del título de INGENIEROS EN ESTADÍSTICA informóa través
del presente acerca de la culminación satisfactoria del mismo.

Además, junto a esto, se entregan los siguientes documentos según lo dispuesto en el


artículo 20 de la Guía del Proceso Administrativo del Proyecto de Investigación (GPA-PI):

 Un ejemplar en pdf. bajo el formato establecido en la Guía para la Elaboración del


Proyecto de Investigación (GPI), el cual se encuentran anonimizado.

 Seguimientos de tutoría firmados por los estudiantes, y yo como tutor, que dan fe
del esfuerzo del/los estudiantes/s, que se plasman como parte de la evidencia de las
400 horas que debieron cumplir en este desarrollo.

 Reporte anti-plagio del software URKUND (propuesto por la UCE), cuya página principal
(1ra) se encuentra sumillada por mi persona y por los estudiantes anteriormente
referidos. En este sentido, indico que el porcentaje de similitud es menor al 10% con
otras fuentes, como así lo dispone el artículo 17 del Instructivo General de Titulación de
Grado de la UCE.

 Abstract

Particular que le comunico para los fines consiguientes.


Atentamente,

Econ. Wilson Paul Sánchez Gómez


DOCENTE DE LA FACULTAD
iv

Calificación del lector evaluador 1


RÚBRICA DE EVALUACIÓN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN (B4)
UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS (FCE2019)
ECONOMÍA: Por definir Fecha: 28 de marzo 2023
Carrera FINANZAS: Por definir Periodo:
(Vs.2019-10-28)
ESTADÍSTICA: SI Código: DTE-002-17-01-20
INSTRUCCIONES: [A] Puede encontrar el código del proyecto de investigación Nombre de Evaluador Jonathan Baez Valencia
en el oficio donde se le asigna como miembro del tribunal lector-evaluador. [B]
Luego de llenada la hoja, imprimir, firmar y entregarla en la unidad de titulación Firmado electrónicamente por:
JONATHAN XAVIER
de la carrera correspondiente. Firma: BAEZ VALENCIA

TIPO DE PROYECTO DE INVESTIGACIÓN [5]: Investigación Aplicada (IA)

Subsección Criterios de evaluación Evaluación Peso Relativo Sub-total


Preliminares: Cumple con el artículo 42 del GPI. Bueno 0,32 2,0%
1.1 Estructura 4%
Cuerpo: Cumple con el artículo 43 del GPI. Bueno 0,32 2,0%
Posee un lenguaje y estilo académico. Regular 0,48 4,0%
Las oraciones guardan una estructura básica (S+V+P) [1] y
Bueno 0,64 4,0%
buena sintaxis.
1.2 Lenguaje y
Los capítulos poseen un tamaño estandarizado [2]. Deficiente 0,32 4,0% 20%
estilo
Los párrafos poseen un tamaño estandarizado [3]. Regular 0,48 4,0%
El trabajo cumple con las normas APA. Muy deficiente 0,16 4,0%
Títulos cumplen con artículo 22 (GPI: niveles y formatos). Bueno 0,64 4,0%
Figuras, tablas, citas y entrevistas son presentadas previamente
Bueno 0,64 4,0%
1.3 Presen- dentro del texto; y se describen cada una.
La información es coherente con la temática desarrollada, y es 16%
tación Bueno 0,64 4,0%
concreta (se centra en el tema).
No hay espacios innecesarios antes o después de figuras o tablas
Bueno 0,64 4,0%
y se cumple con artículos 17, 18, 24, 27 y 28 (GPI).

SECCIÓN 2: CONTENIDO GENERAL (50%. Máximo 10 puntos)


Subsección Criterios de evaluación Evaluación Peso Relativo Sub-total
Estructura acorde a GPI: Marco introductorio, hipótesis,
Bueno 0,64 4,0%
objetivos, alcance y limitaciones, metodología y estructura.
El planteamiento presenta un mismo hilo argumental; es decir
2.1 Capítulo Bueno 0,64 4,0%
cada subsección guarda relación entre ellas. 10%
introductorio
El título guarda relación con el objetivo general; y responde a la
espacialidad y temporalidad ¿Define dónde y cuándo se Bueno 0,32 2,0%
desarrolla la investigación?
Contiene los fundamentos teórico-conceptuales relevantes que
2.2 Capítulo 2 Muy bueno 2,00 10,0%
sustentan la investigación.
Realiza un análisis del sector estudiado, o plantea evidencia del
2.3 Capítulo 3 Muy bueno 2,00 10,0%
comportamiento de las variables estudiadas.
Aplica algún método cuanti-cualitativo, sea experimento, 40%
2.4 Capítulo 4 Muy bueno 2,00 10,0%
encuesta, técnicas, análisis estadístico y/o econométrico…
(i) Hace sugerencias o críticas a normas o leyes en su campo de
2.5 Capítulo 5 estudio; o (ii) Realiza un análisis complementario: Marco Deficiente 0,80 10,0%
lógico, prospectiva, procesos/flujos...
La narración se presenta de manera continua (no con viñetas),
Deficiente 0,16 2,0%
ya que debe presentar una lectura académica.
Al inicio se redacta el objetivo en pasado. Se acepta o rechaza
Bueno 0,32 2,0%
2.6 Conclu- la hipótesis, o se contesta a la pregunta planteada.
siones Presenta las deducciones, observaciones y resultados obtenidos
Bueno 0,32 2,0% 10%
por cada uno de los capítulos desarrollados [9].
En el último párrafo se plantean nuevas preguntas, hipótesis u
Regular 0,24 2,0%
objetivos para futuras investigaciones.
Según normas APA, ordenada alfabéticamente y luego
2.7 Bibliografía Deficiente 0,16 2,0%
cronológicamente. Sólo incluye las obras mencionadas.
Llevan título (mayúsculas) y están acordes al artículo 22 de la
2.8 Apéndices y
GPI. Las tablas y figuras aquí expuestas han sido referenciadas SI ** ** **
Anexos
dentro del cuerpo del trabajo [10].
NOTA PARCIAL DEL
PROYECTO 14,9
(Nota máxima 20 puntos)
v

Calificación del lector evaluador 2

RÚBRICA DE EVALUACIÓN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN (B4)


UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS (FCE2019)
ECONOMÍA: Por definir Fecha: 09/05/2023
Carrera FINANZAS: Por definir Periodo:
(Vs.2019-10-28)
ESTADÍSTICA: SI Código: DTE-002-17-01-20
INSTRUCCIONES: [A] Puede encontrar el código del proyecto de investigación Nombre de Evaluador Alba Pérez Avellaneda
en el oficio donde se le asigna como miembro del tribunal lector-evaluador. [B]
Luego de llenada la hoja, imprimir, firmar y entregarla en la unidad de titulación de
Firmado electrónicamente por:
la carrera correspondiente. Firma: ALBA LIRA PEREZ
AVELLANEDA
TIPO DE PROYECTO DE INVESTIGACIÓN [5]: Investigación Aplicada (IA)

Subsección Criterios de evaluación Evaluación Peso Relativo Sub-total


Preliminares: Cumple con el artículo 42 del GPI. Bueno 0.32 2.0%
1.1 Estructura 4%
Cuerpo: Cumple con el artículo 43 del GPI. Bueno 0.32 2.0%
Posee un lenguaje y estilo académico. Bueno 0.64 4.0%
Las oraciones guardan una estructura básica (S+V+P) [1] y
Bueno 0.64 4.0%
buena sintaxis.
1.2 Lenguaje y
Los capítulos poseen un tamaño estandarizado [2]. Bueno 0.64 4.0% 20%
estilo
Los párrafos poseen un tamaño estandarizado [3]. Bueno 0.64 4.0%
El trabajo cumple con las normas APA. Bueno 0.64 4.0%
Títulos cumplen con artículo 22 (GPI: niveles y formatos). Bueno 0.64 4.0%
Figuras, tablas, citas y entrevistas son presentadas previamente
Bueno 0.64 4.0%
1.3 Presen- dentro del texto; y se describen cada una.
La información es coherente con la temática desarrollada, y es 16%
tación Bueno 0.64 4.0%
concreta (se centra en el tema).
No hay espacios innecesarios antes o después de figuras o
Bueno 0.64 4.0%
tablas y se cumple con artículos 17, 18, 24, 27 y 28 (GPI).

SECCIÓN 2: CONTENIDO GENERAL (50%. Máximo 10 puntos)


Subsección Criterios de evaluación Evaluación Peso Relativo Sub-total
Estructura acorde a GPI: Marco introductorio, hipótesis,
Bueno 0.64 4.0%
objetivos, alcance y limitaciones, metodología y estructura.
El planteamiento presenta un mismo hilo argumental; es decir
2.1 Capítulo Bueno 0.64 4.0%
cada subsección guarda relación entre ellas. 10%
introductorio
El título guarda relación con el objetivo general; y responde a la
espacialidad y temporalidad ¿Define dónde y cuándo se Bueno 0.32 2.0%
desarrolla la investigación?
Contiene los fundamentos teórico-conceptuales relevantes que
2.2 Capítulo 2 Bueno 1.60 10.0%
sustentan la investigación.
Realiza un análisis del sector estudiado, o plantea evidencia del
2.3 Capítulo 3 Bueno 1.60 10.0%
comportamiento de las variables estudiadas.
Aplica algún método cuanti-cualitativo, sea experimento, 40%
2.4 Capítulo 4 Bueno 1.60 10.0%
encuesta, técnicas, análisis estadístico y/o econométrico…
(i) Hace sugerencias o críticas a normas o leyes en su campo de
2.5 Capítulo 5 estudio; o (ii) Realiza un análisis complementario: Marco Bueno 1.60 10.0%
lógico, prospectiva, procesos/flujos...
La narración se presenta de manera continua (no con viñetas),
Bueno 0.32 2.0%
ya que debe presentar una lectura académica.
Al inicio se redacta el objetivo en pasado. Se acepta o rechaza
Bueno 0.32 2.0%
2.6 Conclu- la hipótesis, o se contesta a la pregunta planteada.
siones Presenta las deducciones, observaciones y resultados obtenidos
Bueno 0.32 2.0% 10%
por cada uno de los capítulos desarrollados [9].
En el último párrafo se plantean nuevas preguntas, hipótesis u
Bueno 0.32 2.0%
objetivos para futuras investigaciones.
Según normas APA, ordenada alfabéticamente y luego
2.7 Bibliografía Bueno 0.32 2.0%
cronológicamente. Sólo incluye las obras mencionadas.
Llevan título (mayúsculas) y están acordes al artículo 22 de la
2.8 Apéndices y
GPI. Las tablas y figuras aquí expuestas han sido referenciadas SI ** ** **
Anexos
dentro del cuerpo del trabajo [10].

NOTA PARCIAL DEL


PROYECTO 16.0
(Nota máxima 20 puntos)
vi

Dedicatoria

La primera meta de mi vida profesional la quiero dedicar a mis padres, Diana


por ser mi guía y sustento y Augusto por darme calma con sus consejos para
continuar mi carrera universitaria que hoy concluye.

Al amor y alegría de mi vida Darla quien fue compañía en mis días de


aprendizaje e inspiración para lograr esta meta ansiada, a mi esposo Dennis
quien fue mi apoyo incondicional.

A mi sobrino Martin y hermana Fernanda quien fue mi ayuda y fortaleza para


continuar y lograr la meta que hoy se está viendo realizada.

También a mis abuelitos Miguel y Elsie.

Y a mi tío Juan Carlos, quien en vida inspiro en mi estudiar y lograr los


objetivos que me proponga como él lo hizo.

Andrea Cristina Guamán Clerque


vii

Dedicatoria

El presente proyecto de investigación está dedicado a:

Mi familia, principalmente a mi abuelita Rosario, la cual ha sido un apoyo


fundamental en mi vida, además ha sido mi fortaleza e impulso para seguir
adelante y no darme por vencido.

Dios el cual ha sido mi guía en este duro proceso para poder alcanzar este sueño
tan anhelado.

Mis amigos que gracias a sus consejos y apoyo fundamental en los momentos
más difícilesme pudieron extender una mano para poder seguir adelante.

Jonathan Andrés González Pazmiño


viii

Agradecimiento

Agradezco a Dios por darme la inteligencia y salud necesaria para hacer


realidad este sueño, a mis padres por todo su esfuerzo para que hoy pueda ser
profesional.

A mi hija mi inspiración y a mi esposo quien me ha enseñado que no hay


obstáculo que no pueda tolerar para cumplir mis sueños.

A mi amigo Jonathan González por su apoyo y paciencia en nuestra trayectoria


universitaria, también a Adrián por brindarme el soporte académico necesario
para culminar el proyecto, Gracias.

A nuestro tutor Econ. Wilson Paul Sánchez quien con sus conocimientos,
paciencia y experiencia fue guía para culminar el proyecto.

A mi Universidad Central del Ecuador quien me dio la oportunidad de formar


parte` de sus estudiantes, en especial a la Facultad de Ciencias Económicas,
porque además de formar una profesional, gracias a los conocimientos que
imparten los docentes que la conforman, también me formé como persona,
gracias a los amigos y amigas que en este camino encontré.

Andrea Cristina Guamán Clerque


ix

Agradecimiento

En primer lugar, quiero comenzar dando gracias a Dios por ayudarme a terminar
una etapa mas de mi vida, a mi abuelita Rosario Pazmiño que gracias a su
cariño, guía y apoyo incondicional pude terminar este sueño tan anhelado por
mí.

A mi amiga y compañera de proyecto Andrea Guamán que gracias a su paciencia,


liderazgo ytenacidad podemos alcanzar un escalón más en nuestras vidas.

A nuestro tutor de proyecto el Econ. Wilson Paul Sánchez que, gracias a su


guía, paciencia, nos ayudó en este arduo proceso de titulación, quien con sus
directrices, enseñanzas y apoyo fue posible el desarrollo de nuestro proyecto.

Por ultimo y no menos importante quiero reiterar mi más profundo


agradecimiento a la Universidad Central de Ecuador, sobre todo la Facultad de
Ciencias Económicas, ya que durante estos seis años de carrera me abrió sus
puertas encontrándome con profesores conun alto nivel de profesionalismo ya
que con sus conocimientos impartidos podemos ser los profesionales que hoy
en día somos.

Jonathan Andrés González Pazmiño


x

Tabla de contenidos
DERECHOS DE AUTOR ................................................................................................................ii
APROBACIÓN DEL TUTOR ........................................................................................................iii
CALIFICACIÓN DEL LECTOR EVALUADOR 1 ..................................................................... iv
CALIFICACIÓN DEL LECTOR EVALUADOR 2 ......................................................................v
DEDICATORIA ............................................................................................................................... vi
DEDICATORIA .............................................................................................................................. vii
AGRADECIMIENTO ................................................................................................................... viii
AGRADECIMIENTO ..................................................................................................................... ix
Lista de acrónimos .......................................................................................................................... xv
RESUMEN ...................................................................................................................................... xvi
ABSTRACT ................................................................................................................................... xvii
INTRODUCCIÓN............................................................................................................................ 1
CAPITULO I: PLAN DE PROYECTO ......................................................................................... 3
1.1. TEMA ........................................................................................................................................ 4
1.2. Planteamiento del problema de investigación ........................................................................ 3
1.3. Pregunta general de investigación .......................................................................................... 4
1.4. Preguntas directrices de investigación.................................................................................... 5
1.5. Delimitación .............................................................................................................................. 5
1.5.1. Delimitación Espacial ....................................................................................................... 5
1.5.2. Delimitación Temporal ..................................................................................................... 5
1.6. Objetivos.................................................................................................................................... 5
1.6.1. Objetivo General ............................................................................................................... 5
1.6.2. Objetivos Específicos ........................................................................................................ 5
1.7. Justificación .............................................................................................................................. 6
CAPITULO II: MARCO TEÓRICO, NORMATIVO Y CONCEPTUAL ................................ 8
2.1. MARCO TEÓRICO ................................................................................................................. 8
2.2. Teorías del empleo .......................................................................................................... 10
2.2.1. Teoría de Keynes............................................................................................................. 10
2.2.2. Teoría marginalista ........................................................................................................ 11
2.3. Teorías de género sobre el empleo y desempleo ........................................................... 12
2.4. Investigaciones relacionadas ............................................................................................. 18
2.4.1. Tasa de desempleo en América del Sur......................................................................... 22
2.4.2. Tasa de ocupación en América del Sur ......................................................................... 23
xi

2.5. Brecha de género y salarial ............................................................................................ 24


2.5.1. Brecha de género ............................................................................................................. 24
2.6. Participación laboral de la mujer en Ecuador ............................................................. 30
2.7. Perspectivas del mercado laboral y género en el ecuador ........................................... 31
2.7.1. Perspectiva económica.................................................................................................... 31
2.7.2. Perspectiva política ......................................................................................................... 32
2.7.3. Perspectiva educacional ................................................................................................. 34
2.8. Los problemas de las diferencias de raza y género en los resultados del mercado
laboral 36
2.8.1. Diferencias en preferencias ............................................................................................ 36
2.8.2. Diferencias en la ventaja comparativa .......................................................................... 37
2.9. Discriminación ................................................................................................................ 38
2.9.1. Discriminación del empleador ....................................................................................... 38
2.9.2. Discriminación de empleados ........................................................................................ 39
2.10. MARCO CONCEPTUAL .............................................................................................. 39
2.10.1. Clasificación de la población del Ecuador ........................................................... 40
2.11. MARCO LEGAL ............................................................................................................ 44
CAPÍTULO III: METODOLOGÍA ............................................................................................. 50
3.1. Método ............................................................................................................................. 51
3.1.1. Método inductivo deductivo ........................................................................................... 51
3.2. Enfoque ............................................................................................................................ 51
3.2.1. Enfoque cuantitativo ...................................................................................................... 51
3.3. Nivel de Investigación ..................................................................................................... 51
3.4. Tipo de Investigación ...................................................................................................... 52
3.4.1. Fuentes de datos .............................................................................................................. 52
3.5. Variables de estudio ........................................................................................................ 52
3.6. Técnicas de procesamiento y análisis de datos ............................................................. 53
3.6.1. Técnicas de procesamiento de datos.............................................................................. 53
3.6.2. Técnicas de análisis de datos. ......................................................................................... 53
3.7. Modelo Logit ................................................................................................................... 53
3.8. Modelo Probit.................................................................................................................. 55
3.9. Construcción de las variables para los modelos probit y logit.................................... 57
3.10. Descripción de la ENEMDU .......................................................................................... 58
3.10.1. Metodología de la operación estadística ENEMDU del 2011 al 2016 ................ 59
xii

3.10.1.1. Universo de la encuesta .......................................................................................... 59


3.10.1.2. Límite de edad ........................................................................................................ 59
3.10.1.3. Ámbito de actividad económica ............................................................................ 60
3.10.1.4. Clasificación de la población por su condición de actividad .............................. 60
3.10.1.5. Período de referencia ............................................................................................. 60
3.10.1.6. Clasificación de la situación del empleo ............................................................... 60
3.10.1.7. Variables, dominios y representatividad .............................................................. 61
3.10.1.8. Tipo de diseño muestral ......................................................................................... 62
3.10.2. Metodología de la operación estadística ENEMDU del 2017 al 2021 ................ 62
3.10.2.1. Variables ................................................................................................................. 63
3.10.2.2. Tipo y etapas de diseño muestral .......................................................................... 64
3.11. Cambio de la ENEMDU y creación de la Encuesta Multipropósito .......................... 65
3.11.1. Principales Variables ............................................................................................. 66
CAPÍTULO IV: RESULTADOS .................................................................................................. 67
4.1. Principales características de las mujeres ecuatorianas en edad de trabajar ........... 67
4.2. Situación laboral femenina y masculina en el Ecuador ............................................... 72
4.3. Resultados de los modelos probit y logit ....................................................................... 84
4.3.1. Probit y logit periodo 2011 al 2016 ................................................................................ 85
4.3.2. Probit y logit periodo 2017 al 2019 ................................................................................ 89
4.3.3. Probit y logit periodo 2020 al 2021 ................................................................................ 93
CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ................................................ 98
5.1. CONCLUSIONES ................................................................................................................... 98
5.2. RECOMENDACIONES ....................................................................................................... 102
BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................................... 104
xiii

Lista de tablas

Tabla 1: Variables del proyecto de investigación ............................................................................ 52


Tabla 2: Variables cuantitativas y dicotomización de variables cualitativas ................................... 57
Tabla 3:Variables de Encuesta Multipropósito (2018 - 2020) vs ENEMDU................................... 66
Tabla 4: Mujeres de 15 años a más por rangos de edad ................................................................... 68
Tabla 5: Estado civil de las mujeres de la PET ................................................................................ 69
Tabla 6: Auto identificación étnica de las mujeres de la PET .......................................................... 70
Tabla 7: Nivel de instrucción de las mujeres de la PET ................................................................... 72
Tabla 8: Trabajo de la semana pasada .............................................................................................. 73
Tabla 9: Condición de actividad....................................................................................................... 73
Tabla 10: Razón por la que no trabajó ............................................................................................. 74
Tabla 11: Condición de inactividad ................................................................................................. 75
Tabla 12: Horas de trabajo en la semana anterior ............................................................................ 76
Tabla 13: Número de trabajos .......................................................................................................... 77
Tabla 14: Sectorización de los empleados (15 años y más) ............................................................. 80
Tabla 15: Rama de Actividad CIIU4 mujeres (población ocupada de 15 años y más) .................... 81
Tabla 16: Ingreso Laboral promedio ................................................................................................ 82
Tabla 17: Ingreso promedio por nivel de instrucción....................................................................... 83
Tabla 18: Segmentación de los periodos de tiempo para los modelos estadísticos .......................... 85
Tabla 19: Modelo probit y logit periodo 2011-2016 ........................................................................ 86
Tabla 20: Modelo probit y logit periodo 2017-2019 ........................................................................ 89
Tabla 21: Modelo probit y logit periodo 2020-2021 ........................................................................ 93
xiv

Lista de gráficos

Gráfico 1: Composición de la población del Ecuador ...................................................................... 41


Gráfico 2: Porcentaje de hombres y mujeres a lo largo del tiempo 2011-2021 ............................... 67
Gráfico 3: Área a la que pertenecen las mujeres de la PET. ............................................................ 70
Gráfico 4: Situación académica de las mujeres de la PET ............................................................... 71
Gráfico 5: Población con empleo ..................................................................................................... 78
Gráfico 6: Población en desempleo .................................................................................................. 79
xv

Lista de acrónimos

INEC Instituto Nacional de Estadísticas y Censos


PEA Población Económicamente Activa
PET Población en Edad de Trabajar
PEI Población Económicamente Inactiva
OIT Organización Internacional del Trabajo
BM Banco Mundial
OIT Organización Internacional del Trabajo
ALC América Latina y el Caribe
ENEMDU Encuesta Nacional Empleo, Desempleo y Subempleo
BCE Banco Central del Ecuador
SIEH Sistema Integrado de Encuestas de Hogares
UPM Unidad Primaria de Muestreo
CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe
xvi

TEMA: Determinantes de la participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo 2011-2021

Autores: Guamán Clerque Andrea Cristina y González Pazmiño Jonathan Andrés


Tutor: Econ. Wilson Paul Sánchez Gómez

Resumen
El estudio realiza un análisis de los determinantes de la participación laboral femenina en el
Ecuador años 2011-2021, empleando las bases de datos de la ENEMDU que son publicadas
por el INEC, para determinar los factores que influyen en la participación laboral femenina
del Ecuador, mediante un análisis cuantitativo y modelos estadísticos como el probit y logit,
para políticas nacionales que permitan mitigar la integración igualitaria de la mujer en el
mercado laboral. Los principales hallazgos se centran en que existen más mujeres que
hombres en edad de trabajar, con edades entre 45 a 64 años y de 15 a 24, siendo casadas,
solteras y de unión libre, a su vez se autoidentifican como mestizas, con niveles de
instrucción de primaria y secundaria, concentrándose la mayoría en la zona urbana.

En la situación laboral de los hombres y mujeres se determina que existen más hombres que
mujeres que trabajan, las cuales están en el sector informal y los hombres en el formal, en
las ramas del comercio y de la agricultura, la ganadería y pesca, los dos sexos tiene un solo
trabajo con un número de horas para los hombres de 37 a 43 y las mujeres de 31 a 38, con
un sueldo para los hombres de $401 a $533 y para las mujeres de $313 a $422. Finalmente,
se generan tres modelos según la necesidad del estudio, el primero del 2011 al 2016, donde
la variable zona urbana es negativa y positivas la edad al cuadrado, tiene pareja, asiste a
clases, educación no superior, etnia mestiza e indígena y recibe ingreso laboral, alcanzando
una bondad de ajuste del 61%. El segundo del 2017 al 2019 antes del COVID-19, donde las
variables negativas son área urbana, edad al cuadrado y mujeres con educación media, y las
positivas son la edad, jefa de hogar, tiene pareja, asiste a clases, etnia mestiza, indígena,
montubia y educación primaria, alcanzado una bondad de ajuste del 13%. El tercero del 2020
al 2021 durante el COVID-19, donde la variable área urbana es negativa y las positivas son
edad al cuadrado, tiene pareja, jefa de hogar, asiste a clases, educación no superior, etnia
mestiza, indígena e ingreso per cápita, con una bondad de ajuste del 14%.

Palabras clave: Empleo/ desempleo/ género/ mujer/ participación/ brecha/discriminación


xvii

TOPIC: Factors determining female labor participation in Ecuador for the period 2011-
2021.
Authors: Guamán Clerque Andrea Cristina and González Pazmiño Jonathan Andrés
Thesis Advisor: Econ. Wilson Paul Sanchez Gomez

Abstract
The following research project carries out an analysis on the factors that determine female
labor participation in Ecuador between 2011-2021, using the databases of the National
Survey of Employment, Unemployment and Underemployment (ENEMDU for its
acronym in Spanish) published by the National Institute of Statistics and Census (INEC
for its acronym in Spanish) to determine the factors that influence female labor
participation in Ecuador, through a quantitative analysis and statistical models such as
probit and logit for national policies to mitigate the equality of women's integration in the
workforce. The main results focus on the existence of more women than men at working
age - between 45 and 64 years old and between 15 and 24 years old - who are married,
single and in free union. In addition, they self-identify as mestizo, with primary and
secondary education levels, with the majority concentrated in urban areas. Regarding the
employment status of men and women, it is determined that there are more working men
than women. Women are concentrated in the informal sector and men in the formal sector,
in the commercial, agricultural, livestock and fishing industry. Both genders had only one
job with a number of hours for men between 37 and 43 and for women between 31 and 38
with a salary for men from 401 to 533 dollars and for women from 313 to 422. Finally,three
models are generated according to the need of the study. The first is from 2011 to 2016,
where the variable urban area is negative and the positive ones are age squared, having a
partner, attending classes, non-higher education, mestizo ethnicity, indigenous ethnicity
and receiving labor income, reaching a goodness of fit of 61%. The second is from 2017
to 2019 considered as a reference before COVID-19. The negative variables are urban
area, age squared and women with high school education while the positive ones are age,
head of household, having a partner, attending classes, mestizo ethnicity, indigenous
ethnicity, montubia ethnicity and primary education, reaching a goodness of fit of 13%.
The third is from 2020 to 2021, considered as a reference during COVID-19,where the
urban area variable is negative and the positive ones are age squared, having a partner,
head of household, attends school, non-higher education, mestizo ethnicity, indigenous
ethnicity, and per capita income, reaching a goodness of fit 14%.

Keywords: Employment/ unemployment/ gender/ women/ participation/


gap/discrimination

TRANSLATION CERTIFICATION: I hereby certify this to be an accurate translation


into English of the original document in the Spanish Language.

FRANCISCO
ORTIZ
Lic. Daniel Sandoval, Mgs.
ICN:1718024910, Authorized Translator of the English/Spanish Language at
Instituto Académico de Idiomas – UCE.
SENESCYT-Registry Numbers MDT-3104-CCL-261893 1045-13-86038434
1

INTRODUCCIÓN

Al transcurrir el tiempo la participación de la mujer en la sociedad ha sufrido muchos


cambios, en especial en el campo laboral, porque desde tiempos muy remotos se le ha
caracterizado a la mujer como un ente que se desarrolla solo en el hogar y que su única
prioridad debe ser el cuidado de su esposo y sus hijos; donde el esposo era la única persona
que se encargaba de sustentar el hogar con el salario de su trabajo que realizaba a diario. Es
por eso que a lo largo del tiempo se ha luchado por una igualdad laboral entre hombres y
mujeres, siendo las ultimas quienes han sido rezagadas al papel de madre y ama de casa, esto
se evidencia en que la brecha salarial nominal entre hombres y mujeres era del 78% según
datos del INEC para el año 2016 en el Ecuador, lo que aborda el fenómeno de la
discriminación por género debido a que no se considera que las mujeres cumplen también el
papel de proveedoras del hogar junto a sus parejas o sin pareja. (Ramos T., 2021, pág. 33)

El nuevo paradigma económico en el que nos desenvolvemos requiere unas


sociedades comprometidas con los retos que ella impone, y por tanto un compromiso por
parte de los individuos que en ella se acogen. Un cambio de paradigma requiere un cambio
de mentalidad, cambio que se está evidenciando constantemente con la incorporación de la
mujer en el mercado de trabajo, sin dejar por completo las labores del hogar a las que
comúnmente está dedicada, sino compartir responsabilidades. (Hernández N., 2011, pág. 14)

Sin embargo estas condiciones sociales han sufrido varias transformaciones al


transcurrir el tiempo porque en la actualidad es común y normal ver a las mujeres salir de
sus hogares para trasladarse a sus trabajos, donde realizan diversas actividades y en
diferentes áreas desde las básicas hasta las profesionales, porque con las transformaciones
sobre las ideologías de la mujer también han logrado estudiar y obtener un título sobre alguna
carrera en el área del conocimiento con la finalidad de tener mejores oportunidades al
momento de conseguir un empleo.

A pesar de que las mujeres han logrado ganarse más espacio y oportunidades en la
sociedad esto no ha sido fácil porque han tenido una lucha constante por los estereotipos y
el machismo que se ha generado en su ambiente laboral, a la vez han tenido que someterse
a la explotación laboral, a la falta de oportunidades y a la falta de tiempo para poder
desempeñar un horario de trabajo debido a que ahora deben dedicarse a su hogar ya la vez
si quieren trabajar a sus trabajos. Es de notar que la participación de los individuos en la
2

fuerza laboral está determinada en parte por la oferta de trabajo de los individuos. Esta
decisión en el caso de la mujer se torna compleja puesto que le toca evaluar si incorporarse
en el mercado de trabajo formal le generará unos beneficios, que excedan o igualen los costes
generados ante la decisión de en cierta forma descuidar las labores del hogar a las que
comúnmente se dedicaba. (Hernández N., 2011, pág. 14)

Debido a los argumentos antes mencionados se ha visto la necesidad de realizar un


estudio sobre determinantes de la participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo
2011-2021, desarrollando los siguientes capítulos:

Capítulo I: En este apartado se desarrolla el plan de proyecto sobre determinantes de


la participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo 2011-2021, con el respectivo
planteamiento del problema analizado, generando las respectivas preguntas de investigación
que permitirán dar respuesta a los objetivos tanto general como específicos y posteriormente
justificar por qué se desarrolla la presente investigación sobre esta temática que actualmente
es de mucho interés social.

Capítulo II: En este apartado se desarrolla todo lo referente al marco teórico con los
respectivos antecedentes que han ocurrido sobre la temática, el estado del arte, el marco
conceptual, el marco legal sobre las leyes establecidas por la constitución y a todo el sustento
teórico que permita fundamentar de manera científica el estudio analizado.

Capítulo III: Se desarrolla la metodología empleada en la investigación donde se


explica el enfoque utilizado para el análisis de la información, los tipos de investigación
científicas empleadas, se detalla los niveles de investigación, se describe sobre la población
objeto de estudio, se indica las respectivas técnicas de procesamiento, técnicas de análisis de
los respectivos datos y se explica cada una de las variables que intervienen en el análisis de
la información.

Capítulo IV: En este apartado se presenta el análisis de los resultados obtenidos luego
de haber procesado la información referente a la temática investigada en el respectivo
periodo de tiempo analizado.

Capítulo V: Para finalizar la presente investigación se desarrollan las conclusiones


sobre los principales hallazgos obtenidos al desarrollar esta temática, se llegan a las
respectivas conclusiones en base al análisis de los resultados obtenidos en el capítulo cuatro.
3

CAPITULO I: PLAN DE PROYECTO

1.1. Planteamiento del problema de investigación

A lo largo de la historia el debate de las diferencias de género en la participación


laboral de las sociedades del mundo es muy común, porque la dificultad de acceder a un
empleo se ha vuelto un problema que impide la igualdad de oportunidades en el mercado
laboral. El índice actual de participación de las mujeres en la población activa en el mundo
se aproxima al 49%. En cambio, el de los hombres es del 75%, por lo tanto, existe una
diferencia de casi 26 puntos porcentuales y, en algunas regiones, la disparidad supera los 50
puntos porcentuales. (OIT, 2018)

La decisión de participar de las mujeres en el mercado laboral ha sido muy diferente


en relación a la de los hombres, porque se han visto afectadas por varios eventos económicos
y políticas estatales que han generado la imposibilidad de insertarse en el mismo, también
se han generado otros inconvenientes como el miedo de dejar sus hogar abandonados para
salir a trabajar y la figura familiar que se maneja en el país, donde el hombre es el que
mantiene el hogar mientras que las mujeres se ocupan de los quehaceres del hogar y cuidan
a sus esposos. Pero es desde el 2013 que los incrementos mayores de los salarios de las
mujeres han servido para ir reduciendo paulatinamente la brecha respecto de los hombres.
Sin embargo, esta tendencia se detuvo en 2019 cuando la brecha salarial se mantuvo al
mismo nivel que en 2018 con el 87.7%. (ONU, 2021)

Todavía hay muchas personas que consideran inaceptable que la mujer tenga un
trabajo remunerado fuera del hogar; para ser exactos, a escala mundial, un 20% de hombres
y un 14% de mujeres. Numerosas mujeres indicaron que sus familiares directos
desaprobaban su decisión de trabajar fuera del hogar. (OIT, 2018)

A pesar de los progresos que se han generado en los países del mundo y en el Ecuador
para equiparar la igualdad en la participación de la fuerza de trabajo, actualmente es un
problema que continúa aquejando a las sociedades del mundo debido a que no se ha logrado
en su totalidad mejorar la equidad de género con las mujeres. Es por eso que la OIT y Gallup
se asociaron para preguntar a mujeres de todo el mundo si preferían tener un puesto de
trabajo remunerado, cuidar a sus familiares, o ambas cosas a la vez. Los datos indican que,
4

independientemente de su situación laboral, un notable porcentaje del 70% de mujeres


prefiere tener un trabajo remunerado. (OIT, 2018)

Es así que según estudios realizados en base a los datos del Banco Mundial (BM) en
el año 2016 la tasa de participación activa del mundo para personas mayores de 15 años
modelada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) representó el 76.13% para
los hombres frente a un 49.48% para las mujeres. Donde claramente se evidencia con datos
que existe una brecha de la participación laboral de género, donde las mujeres se encuentran
por debajo de los hombres con un 26.65%. (BM, 2016)

Si nos centramos en el caso de América Latina y el Caribe (ALC), uno de los


principales problemas de desigualdad de género radica en el acceso al empleo de las mujeres
en comparación con los hombres. La fuerza de trabajo de los hombres, en promedio
representa un 80% frente a un 50% de las mujeres, lo que señala la mitad del potencial
femenino productivo perdido. (Novta y Cheng, 2017)

Para el caso de Ecuador, en el año 2008 se desarrolló la reforma de la Constitución


con el fin de respaldar los derechos de los hombres y las mujeres en diferentes ámbitos; entre
ellos, la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo enmarcando la incorporación y
participación de la mujer (CONAMU, 2008). La reforma se efectuó, entre otras razones, con
el propósito de fomentar la participación y el trabajo de las personas, para que las políticas
económicas impulsen el pleno empleo, el derecho al trabajo, y el acceso al empleo en
igualdad de condiciones, oportunidades y equidad social (Constitución de la República del
Ecuador, 2008).

Por tal motivo como evidencia de los antecedentes mencionados se pretende


desarrollar la presente investigación para tener un análisis de la situación actual por la que
atraviesan las mujeres ecuatorianas en lo que se refiere a la equidad de género al acceder a
un empleo digno y según los estatutos de la ley.

1.2. TEMA

Determinantes de la participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo del


año 2011 al 2021.
5

1.3. Pregunta general de investigación

¿Cuáles son los principales determinantes que influyen significativamente en la


participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo 2011-2021?

1.4. Preguntas directrices de investigación

 ¿Cuáles fueron las características de la población femenina por rama de actividad en


el Ecuador durante el año 2011-2021?
 ¿Cuál fue la situación la situación laboral femenina respecto a la masculina por rama
de actividad en el Ecuador en el periodo 2017-2021?
 ¿Qué factores sociales, económicos y demográficos influyen en la participación
laboral femenina en el Ecuador durante el periodo 2011-2021?

1.5. Delimitación

1.5.1. Delimitación Espacial

La presente investigación utiliza para su análisis el territorio ecuatoriano.

1.5.2. Delimitación Temporal

El periodo en el que se desarrolla y se analiza el presente estudio es desde el año


2011 al 2021.

1.6. Objetivos

1.6.1. Objetivo General

Determinar los factores que influyen en la participación laboral femenina en el


Ecuador, mediante un análisis cuantitativo y modelos estadísticos, para promover políticas
nacionales que permitan mitigar la integración igualitaria de la mujer en el mercado laboral
en el periodo 2011 – 2021.

1.6.2. Objetivos Específicos

1. Describir las características de la población femenina en el Ecuador mediante


estadísticas descriptivas, con la finalidad de obtener un análisis situacional de la
población objeto de estudio en el periodo analizado.
6

2. Comparar la situación laboral femenina y masculina en el Ecuador mediante


estadísticos, con la finalidad de comprender la diferencia que existe en cuanto a las
oportunidades laborales en el periodo analizado.
3. Determinar los factores sociales, económicos y demográficos que influyen en la
participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo analizado, mediante
modelos probabilísticos y logísticos que permitan conocer las variables más
influyentes.

1.7. Justificación

A lo largo del tiempo las transformaciones que se han dado sobre el empleo a más de
ser considerado un fenómeno se entienden como construcciones sociales debido a que se
basa en categorías como el sexo, edad, categorías socio-profesionales entre otras. Por lo que
la situación laboral de las mujeres se ha convertido en un conjunto de condicionantes de
diferentes instituciones de la sociedad como las políticas de la legislación laboral que se
desarrollan en cada país y las políticas macroeconómicas que a su vez han ido de la mano
con las relaciones de género. Una de las brechas más marcadas entre hombres y mujeres se
manifiesta en la decisión laboral básica: la de participar o no en el mercado de trabajo. En
promedio, para el caso de América Latina mientras que el 95% de los hombres adultos (25
a 54 años) trabaja o busca empleo activamente, esa proporción cae a 66% en el caso de las
mujeres. Entre las personas ocupadas, la brecha de género en horas trabajadas también es
marcada: un promedio de 40 horas por semana entre las mujeres frente a 48 horas entre los
hombres. (Marchionni M., Gasparini L. y Edo M., 2018, pág. 34)

Es por eso que al transcurrir el tiempo han existido constantes luchas por la igualdad
de género entre los hombres y las mujeres debido a que según datos históricos al trabajo de
las mujeres se le consideraba como secundario y que a la vez era algo complementario al
trabajo de los hombres, porque la única obligación que tenían era que se dediquen a los
quehaceres del hogar, a cuidar a su esposo y a sus hijos, lo que limitaba las oportunidades
de tener acceso a un empleo, generar sus propios recursos y a la vez de ser aceptadas en el
campo laboral sin ningún estereotipo de género. Es así como los indicadores para el caso del
Ecuador ponen en evidencia la desventaja de las mujeres en distintos aspectos. La brecha de
género en el desempleo sigue siendo marcada, con una tasa de 6.7% para las mujeres, casi
el doble del 3.7% en los hombres. (Cámara de Industrias y Producción, 2021)
7

Ante esto se ha considerado el trabajo de la mujer como algo improductivo y todas


sus actividades eran subestimadas, motivo por el cual en las últimas décadas se han
presentado muchas demandas entorno al trabajo poco revalorizado de la mujer debido a que
si les daban la oportunidad de tener un trabajo no se les pagaba un salario digno de acuerdo
las actividades que realizaban y su ambiente laboral no era el adecuado; en consecuencia,
solo 2 de cada 10 mujeres en Ecuador tienen un empleo adecuado

Todas estas circunstancias antes mencionadas han ido cambiando constantemente a


lo largo de la historia de la igualdad de género entre los hombres y mujeres por las luchas
constantes que se han realizado, por lo que se les ha dado más oportunidades para que se
inserten en el mercado laboral a la vez han mejorado sus condiciones salariales y su ambiente
laboral, pero no se ha logrado en su totalidad una inserción digna y con todos los derecho de
la ley para la mujer en el mercado laboral por lo que todavía prevalecen estereotipos en la
sociedad. Es así como las brechas salariales en el Ecuador entre hombres y mujeres se han
reducido en el tiempo, a pesar de tener las mismas características observables, las mujeres
para el año 2007 ganaban 15% menos que los hombres, dicha brecha se redujo a 10% para
el año 2012, y se ubica en 9% para el año 2017. En ese sentido, se aprecia una mejora en la
remuneración hacia las mujeres, lo cual puede deberse, entre otros factores, a su mayor nivel
de educación formal y especialización. (Rivera J. y Araque W., 2019, págs. 126-127)

Motivo por el cual se pretende desarrollar el presente estudio en el territorio


ecuatoriano, con la finalidad de conocer los determinantes de la participación laboral
femenina en el ecuador en el periodo 2011-2021 y a la vez entender si toda la lucha que se
ha dado a lo largo de la historia de la equidad de género entre hombres y mujeres ha mejorado
en el país, análisis que estará desarrollado en base a los datos proporcionados por la
ENEMDU que es levantada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

El desarrollo de la presente investigación será de vital importancia para el ecuador y


sobre todo para la mujer ecuatoriana porque mediante cifras y datos que han sido
proporcionados por la misma mujer se tendrá un panorama claro sobre la situación actual en
la que se encuentra la lucha por la equidad de género entre hombres y mujeres, a la vez
permitirá que el estado tome medidas y genere nuevos programas y nuevas políticas estatales
para continuar en la lucha para erradicar estos estereotipos de la sociedad actual.
8

CAPITULO II: MARCO TEÓRICO, NORMATIVO Y


CONCEPTUAL

2.1. MARCO TEÓRICO

Con el desarrollo del presente capítulo se le da el respectivo sustento teórico al


estudio mediante otras investigaciones realizadas y teorías sobre las determinantes de la
participación laboral femenina. Se le da un especial interés al trabajo teórico y metodológico
realizado en la región y en el Ecuador en el periodo.

En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing (Naciones Unidas,


1995) se definió una plataforma global de acción para la equidad de género y el
empoderamiento de la mujer. En dicha oportunidad se reafirmó el compromiso de desarrollar
plenamente el potencial femenino dentro de la sociedad. Uno de los objetivos establecidos
en dicha conferencia fue la participación equitativa de las mujeres en las actividades
económicas de sus respectivos países. (Avolio B. y Di Laura G., 2017)

Para las investigadoras como (Avolio B. y Di Laura G., 2017) en 1994 los países de
América Latina y el Caribe aprobaron el Programa de Acción Regional para las Mujeres de
América Latina y el Caribe (1995-2001), cuyas directrices se mantienen vigentes por
decisión aprobada en la octava Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el
Caribe (Lima, 2000) y en la novena Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina
y el Caribe (Ciudad de México, 2004) (CEPAL, 2004).

A la luz de estos programas y plataformas de acción, se consolida el compromiso de


la región para cumplir los objetivos establecidos en materia de participación equitativa de la
mujer en las actividades económicas. Así, se han modificado los marcos legales en cada país
y creado instituciones orientadas al desarrollo y la promoción de la equidad de género.
(CEPAL, 2017, pág. 2)

Según manifiesta la (CEPAL, 2017) en las últimas décadas se registraron importantes


cambios en cuanto a la participación de la mujer en el mundo público, en particular su
incorporación al mercado laboral, que Kanter (1977) definió como la revolución social
silenciosa más importante del siglo XX. Esta incorporación trajo aparejadas profundas
transformaciones en diferentes aspectos, incluidos cambios en el mercado laboral, logros
9

educativos, la disminución de la tasa de fecundidad femenina, modificaciones en las


relaciones familiares y avances en el acceso a la toma de decisiones (CEPAL, 2004).

Sin embargo, aún persisten retos y desafíos a la plena incorporación de la mujer en


el mercado laboral. Psacharopoulos y Tzannatos (1989) señalan que, si bien las mujeres
constituyen alrededor de la mitad de la población mundial, en gran parte del mundo
contribuyen en menor medida que los hombres al valor de la actividad productiva, tanto
desde el punto de vista cuantitativo (participación en la fuerza laboral), como cualitativo
(logros educativos y habilidades). Esto tiene una serie de repercusiones en el bienestar y el
crecimiento económico. (Alecchi B. y Mendoza G., 2017, pág. 2)

En el caso del Estado ecuatoriano la creciente participación económica de las mujeres


ha tenido lugar tanto en la década de crecimiento de los años setenta, como en la de crisis
económica de los ochenta, a pesar de que en esta última las mujeres han enfrentado serias
dificultades para acceder al mercado de trabajo, con tasas de desempleo que han doblado las
presentadas para el género opuesto. (Tasigchana T. y Triviño L., 2003, pág. 11)

En 1979 el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) realiza encuestas que


captaban cifras de empleo tanto en la ciudad como en el campo. De acuerdo con estas cifras
se pudo ver que la participación laboral de las mujeres era de un 33% en el área urbana y un
36% en el área rural. Según el Censo de Población de 1990 la PEA (Población
Económicamente Activa) estaba formada por un 26% de mujeres y un 74% de varones. A
su vez, en la PEI (Población Económicamente Inactiva) el 77% lo conformaban las mujeres
mientras que sólo el 23% los varones; de estos porcentajes de población inactiva el 79% de
los varones eran estudiantes mientras que entre las mujeres el 72% se dedicaban a los
quehaceres domésticos. En lo que coinciden todos los registros, censos y encuestas, es en
que la participación laboral de las mujeres ha crecido notablemente en los últimos veinte
años. (Tasigchana T. y Triviño L., 2003, pág. 11)

Aunque las mujeres ecuatorianas han mejorado sustantivamente su situación


educativa, en especial aquellas que forman parte de la PEA, aún existe una diferencia muy
marcada en el campo remunerativo entre éstas y el género masculino, caracterizada por un
salario inferior para mujeres con dotaciones de capital humano iguales a las de los varones.
Todo indica que estas dificultades guardan cada vez menos relación con la educación formal
de las mujeres ecuatorianas, y más con los condicionamientos culturales aún existentes, que
10

tienden a identificar la fuerza de trabajo femenina como secundaria y complementaria de la


masculina. (Tasigchana T. y Triviño L., 2003, pág. 11)

Para (García J. y Cortez P., 2012) desde hace varios años se señala que es
indispensable respetar los derechos humanos de las mujeres y la igualdad de género, como
una ruta ineludible para lograr el desarrollo y el progreso. Sin embargo, en la época actual
siguen vigentes algunas dificultades con las que la mujer se enfrenta en su integración social
y laboral, debido a que se encuentra restringida a un universo laboral rígido donde se ve
obligada, en muchos casos, a elegir entre su familia y el trabajo.

2.2.Teorías del empleo

2.2.1. Teoría de Keynes

Según (López J. y López T.) es una teoría que planteó Keynes donde nos indica los
supuestos básicos y fundamentales del mercado de trabajo neoclásico, los cuales son:

1. La oferta de trabajo se relaciona positivamente con el salario real, ceteris paribus.


2. La demanda de trabajo se determina en un ambiente de competencia perfecta, por lo
que guarda relación negativa con el salario real y su posición sólo cambia cuando la
productividad del trabajo varia por algún choque exógeno.
3. Los salarios y los precios son perfectamente flexibles y sus variaciones permiten
eliminar el exceso de demanda en el mercado.

Estos supuestos hacen posible que el mercado de trabajo se “vacié” en su totalidad.


En el análisis del mercado laboral neoclásico, la curva de la oferta agregada cumple un papel
central, ya que de la forma de ésta (recta vertical) depende el pleno empleo de los factores
productivos, incluyendo el trabajo. (López J. y López T.)

La existencia de equilibrio a menos del pleno empleo de la mano de obra (con


desocupación) es adjudicada por los economistas neoclásicos anteriores a Keynes a la
ausencia de flexibilidad de los salarios nominales. La solución para este problema, según
dicha escuela, pasa por la reducción de los salarios reales, que sólo es posible si se reducen
los salarios nominales, es así como para Keynes la situación normal no es la de pleno empleo,
sino que existe un nivel de actividad y de empleo fluctuante. El empleo fluctúa porque
11

fluctúa la inversión. Si esta variable puede someterse a intervención del Estado, también lo
será el nivel de ocupación, que puede entonces ser controlado. (Pérez P. y Neffa J., 2010)

2.2.2. Teoría marginalista

Según (Torres J. y Montero A., 2005) desde la visión de Ricardo y Marx, la


distribución es el problema económico central porque en sus análisis los precios no se
pueden determinar si antes no se ha establecido un principio de distribución de la renta. El
marginalismo invierte radicalmente este planteamiento. Al considerar el trabajo como una
pura mercancía, los marginalistas pasaban a analizarlo exclusivamente en función de las
condiciones de equilibrio en un mercado específico y el problema de la distribución quedaba
formulado entonces como un problema de determinación de los precios de los factores
productivos y no como algo que dependiera, como también había señalado John Stuart Mill,
de la contingencia social (Dobb, 1976).

Para (Torres J. y Montero A., 2005) este cambio de planteamiento se traducía en tres
nuevas e importantes hipótesis:

1. El trabajo es una mercancía y la cantidad en que va a ser contratado depende, como


en los demás casos, de la oferta y la demanda que de él exista en el mercado.
2. El mercado de trabajo es, o puede lograrse que sea si se establece un orden legal
adecuado, de competencia perfecta.
3. El funcionamiento del mercado de trabajo bajo esas condiciones lleva
automáticamente al pleno empleo del factor trabajo en el punto correspondiente al
salario que equilibra la oferta y la demanda del mismo.

La cuestión radicaba entonces en determinar los factores de los que dependerán tanto
la oferta como la demanda de trabajo y las circunstancias que pueden provocar situaciones
de desequilibrio en dicho mercado o, lo que es igual, la aparición del desempleo. Bajo las
condiciones de competencia perfecta se supone que la oferta de trabajo individual viene
determinada por el arbitraje que realizan los trabajadores entre la utilidad que reporta el
salario obtenido por su trabajo y la proporcionada por el ocio al que pueden dedicar su tiempo
si no lo dedican a trabajar. (Torres J. y Montero A., 2005)

La función de oferta de trabajo será, entonces, creciente con respecto al salario real,
siempre y cuando se suponga que, ante un aumento de éste, el efecto sustitución domina
12

sobre el efecto renta. Además, la función de oferta de trabajo del conjunto de la economía
no será más que el resultado de la agregación simple de las de todos los trabajadores. Por
otro lado, y suponiendo que existe una dotación de capital fija, la demanda de trabajo
dependerá, en forma decreciente, del salario real y, en forma creciente, de la productividad
marginal del trabajo. (Torres J. y Montero A., 2005)

Según (Torres J. y Montero A., 2005) las condiciones generales anteriores, un


proceso de toma de decisiones completamente descentralizado y un marco institucional de
total flexibilidad que permita que los salarios suban o bajen sin restricciones garantizarán,
como se ha dicho, la consecución del equilibrio y, por lo tanto, el pleno empleo. Y esta
situación se mantendrá constante mientras no se modifiquen las condiciones estructurales de
la economía, incluidos los niveles generales de productividad. Una conclusión de esta
naturaleza tenía y tiene, incluso a nivel intuitivo, evidentes implicaciones teóricas y
normativas:

1. La existencia de un salario real de equilibrio por encima del cual no cabe, a nivel
microeconómico, que un individuo encuentre empleo y, a nivel macroeconómico,
que aumente la población ocupada.
2. Los intentos de incrementar la demanda de trabajo por otra vía que no sea la
disminución del salario estarán condenados al fracaso.
3. La existencia de población desocupada sólo puede ser el resultado de que los
trabajadores voluntariamente rechacen ser empleados a salarios más reducidos.

El desempleo será siempre voluntario y no cabe, por lo tanto, que se den situaciones
permanentes de paro masivo (Torres J. y Montero A., 2005).

2.3. Teorías de género sobre el empleo y desempleo

Desde una perspectiva de género, es necesario hacer una distinción clara entre los
términos "trabajo" y "empleo" por al menos tres razones: en primer lugar, debido a que la
forma en que hombres y mujeres interactúan con estos tipos de actividades afecta sus vidas
de manera diferente; en segundo lugar, porque esta distinción ayuda a identificar la
contribución económica global de las personas, especialmente las mujeres; y en tercer lugar,
para analizar adecuadamente los problemas relacionados con el empleo de las mujeres, es
imprescindible tener en cuenta ambos conceptos.
13

En la economía laboral, el término "trabajo" se asocia comúnmente con las labores


que son retribuidas y que se consideran productivas dentro del ámbito del mercado.
Por lo general, los análisis económicos hacen referencia al trabajo remunerado en diferentes
sectores de la actividad económica, incluyendo el empleo asalariado en el sector público y
privado, así como el trabajo por cuenta propia, tanto formal como informal. En resumen,
estamos hablando de empleo, que es el trabajo que se negocia y se intercambia en el mercado.
Esta concepción general se ha visto influenciada a lo largo de la historia por el proceso de
industrialización, el cual ha contribuido a la asociación entre trabajo y empleo (o
autoempleo) y, en particular, entre trabajo y empleo remunerado (Espino A., 2011).

La teoría del valor trabajo, que fue introducida por Adam Smith y posteriormente
desarrollada por David Ricardo y Karl Marx, ha llevado a la asociación simbólica entre
trabajo y empleo asalariado, el cual es una categoría más reciente en términos históricos. A
pesar de que el trabajo asalariado es minoritario en términos de tiempo invertido en
comparación con otros tipos de trabajo, esto es especialmente cierto para las mujeres, en
particular para las latinoamericanas. Las mujeres suelen ocupar puestos de trabajo
informales y precarios en una proporción mayor que los hombres, y también realizan trabajo
no remunerado en el hogar, que incluye tareas domésticas y actividades relacionadas con el
cuidado de las personas. Estas actividades están indisolublemente ligadas a las dinámicas de
los hogares y al papel de las mujeres en el bienestar y el funcionamiento de la economía
global (Espino A., 2011).

La distribución social de las obligaciones y responsabilidades basadas en el género,


también conocida como la "división sexual del trabajo", determina la participación de las
mujeres en el trabajo remunerado y en otras actividades, como la política, la cultura, la
sociedad o el tiempo libre. La cantidad de tiempo dedicado a diferentes tipos de trabajo
marca una diferencia entre hombres y mujeres, lo que se refleja en las características del
empleo y en la cantidad de tiempo libre disponible para actividades como la recreación o el
cuidado personal. Por lo tanto, es importante considerar una concepción más amplia del
trabajo para explicar la existencia de diferencias en la participación de las mujeres en el
mercado laboral en términos de oportunidades, trato y resultados en comparación con los
hombres, así como para abordar las posibilidades de superar estas diferencias (Espino A.,
2011).
14

A pesar de que las actividades relacionadas con el cuidado y las tareas domésticas
son consideradas como una responsabilidad principalmente femenina y valoradas por su
componente emocional, en términos económicos a menudo son ignoradas. Los economistas
clásicos, como Adam Smith y Karl Marx, reconocieron la importancia de estas actividades
en el hogar, especialmente en relación con la crianza y educación de los hijos, al considerar
que son indispensables para que estos se conviertan en trabajadores productivos y
contribuyan así a la riqueza de las naciones. Sin embargo, no les otorgaron un valor
económico. John Stuart Mill, por otro lado, en su definición ampliada del trabajo productivo,
consideraba los diversos servicios, incluyendo aquellos relacionados con el cuidado de la
vida de las personas (Espino A., 2011).

A pesar de que John Stuart Mill amplió la definición del trabajo productivo para
incluir diversos servicios, excluyó expresamente el trabajo de cuidados en la familia. Alfred
Marshall incluyó todos los servicios como trabajos productivos, pero el trabajo doméstico
familiar se consideró definitivamente fuera del ámbito de las actividades económicas al
asociar lo remunerado con lo productivo y lo no remunerado con lo no productivo. Para
abordar la problemática de las mujeres en el mercado laboral y las desigualdades de género,
es necesario tener en cuenta la división sexual del trabajo predominante. La contribución
humana al funcionamiento de las economías se compone tanto del trabajo dentro como fuera
del mercado. Para alcanzar el bienestar de la humanidad, que es el objetivo último de la
economía, es necesario reconocer la importancia del trabajo doméstico y de cuidados, así
como el trabajo que genera ingresos en el mercado (Espino A., 2011).

Garantizar la igualdad de género requiere de la autonomía económica de las mujeres,


la cual depende en gran medida de una distribución equitativa de las horas de trabajo entre
hombres y mujeres. Esto no solo es un acto de justicia, sino que también puede ser
beneficioso para la eficiencia de las políticas económicas y laborales, considerando el
creciente aumento de mujeres en el mercado laboral (Espino A., 2011).

2.3.1. El trabajo doméstico remunerado

El trabajo doméstico en hogares particulares es un caso representativo de desigualdad


de género, ya que está predominantemente ocupado por mujeres y se compone
principalmente de tareas domésticas y cuidado de niños y ancianos enfermos. Es considerado
paradigmático debido a que las trabajadoras del servicio doméstico remunerado han sido
15

históricamente objeto de discriminación en los mercados laborales de la región. En general,


estas trabajadoras están sujetas a regulaciones laborales diferentes y, en muchos casos,
discriminatorias, que a menudo se basan en cláusulas o situaciones de excepción dentro de
la legislación laboral y normativa. La efectiva aplicación de la legislación se ve
obstaculizada por las características mencionadas anteriormente (Espino A., 2011).

2.4. Análisis teóricos-empíricos de los determinantes de la participación


laboral femenina

El trabajo juega un papel fundamental en la construcción de la sociedad actual y


permite a los individuos participar activamente en la vida social, económica y política de un
país. No solo proporciona ingresos regulares, sino que también otorga status social,
influencia, ritmos de vida y relaciones interpersonales, así como un sentido a la vida personal
y familiar. Sin embargo, a nivel mundial y especialmente en los países menos desarrollados,
se presentan desequilibrios económicos, políticos y sociales que impiden que una gran parte
de la población en edad de trabajar pueda encontrar un trabajo que les proporcione ingresos
suficientes para cubrir sus necesidades básicas de alimentación, vivienda y educación
(Muñoz O., 2009).

En el contexto actual, los expertos académicos, líderes políticos y la sociedad en


general, suelen reflexionar acerca de las causas del desempleo y subempleo, así como sobre
los esfuerzos del Estado y el sector privado para generar nuevas fuentes de trabajo y las
medidas de política pública necesarias para crear trabajos estables en la sociedad. Es
importante destacar que el concepto central de estas reflexiones, el trabajo, tiene
connotaciones teóricas y prácticas que requieren un conocimiento profundo para evitar
confusiones que puedan llevar a conclusiones equivocadas acerca del comportamiento de las
variables principales del mercado de trabajo (Muñoz O., 2009).

De acuerdo con Muñoz O. (2009), como se mencionó previamente, la participación


de las mujeres en el mercado laboral varía según factores como el nivel de desarrollo
socioeconómico de la región o país, la estructura por edades, la composición sectorial de la
economía y las posiciones ocupacionales disponibles, entre otros. Sin embargo, existen otros
factores, tales como el grado de urbanización, el estado civil, la fecundidad, los niveles
educativos y los factores culturales, que también influyen significativamente en los niveles
de participación femenina en el mercado de trabajo (Elizaga y Mellón, 1971).
16

De acuerdo con (Muñoz O., 2009) la participación laboral femenina presenta


características diferentes a las de la población masculina y suele ser menor. Esta situación
se puede explicar por diversas razones. En primer lugar, la dificultad para medir de forma
precisa los niveles de empleo femenino en actividades agropecuarias y, en segundo lugar, el
papel que la mujer desempeña en estas sociedades, el cual está a menudo condicionado por
su maternidad y su rol como trabajadora no remunerada en el hogar (Abellán, 1998).

La migración de la población de áreas rurales a urbanas es un factor clave en la


transformación del mercado laboral de un país o región, según se explica en el texto. Esta
migración da lugar a un cambio de las actividades económicas, pasando de aquellas
concentradas en el sector primario a actividades secundarias y terciarias, lo que a su vez
transforma el mercado laboral y afecta la participación femenina en el mismo (Muñoz O.,
2009).

Según (Muñoz O., 2009), se puede afirmar que existe una relación entre el grado de
desarrollo de un país o región y la participación femenina en las actividades económicas
formales. En otras palabras, a medida que el grado de desarrollo es mayor, la participación
de la mujer en el mercado de trabajo formal también aumenta. Elizaga y Mellón sostienen
que este fenómeno se debe a la ampliación de las actividades industriales, comerciales y de
servicios que generalmente ocurre con la urbanización. Esto provoca una transferencia de la
mano de obra femenina de formas poco desarrolladas, como las industrias caseras y los
servicios domésticos, a otras más evolucionadas, como el trabajo fabril (Elizaga y Mellón,
1971).

Para (Muñoz O., 2009), otro factor que podría tener influencia en los niveles de
participación femenina es la fecundidad. De hecho, el aumento del tamaño total de la fuerza
laboral está directamente relacionado con los niveles de fecundidad, como señala (Abellán,
1998).

De acuerdo con (Muñoz O., 2009) es relevante destacar que el impacto de la


fecundidad en la participación de las mujeres en el mercado laboral depende del nivel de
desarrollo alcanzado por la estructura económica de un país o región. En este sentido, en
lugares poco desarrollados donde las actividades agrícolas y artesanales prevalecen, y no
existe una clara distinción entre la participación femenina en el trabajo y en las tareas
17

domésticas, la fecundidad no tendría una gran influencia en las tasas de participación laboral
de las mujeres (Elizaga y Mellón, 1971).

En contraste, según (Muñoz O., 2009) en una economía más desarrollada y urbana,
donde las actividades domésticas y laborales están separadas en tiempo y espacio, es posible
que los niveles de fecundidad tengan un mayor impacto en las tasas de participación
femenina, ya que estos se verán afectados por la cantidad de hijos que tenga la mujer. Sin
embargo, es esencial destacar que un alto nivel de fecundidad no implica necesariamente
una baja participación femenina en las actividades económicas, ni al contrario (Elizaga y
Mellón, 1971).

(Muñoz O., 2009) sostiene que los niveles educativos tienen una gran influencia en
la participación femenina en la actividad económica. En este sentido, según Elizaga y
Mellón, aunque la asistencia a la escuela afecta la participación en la actividad económica
tanto de hombres como de mujeres (en ciertos grupos de edad), el nivel educativo es un
factor que refleja con mayor claridad ciertos comportamientos de las mujeres respecto a la
actividad económica. De hecho, a medida que las mujeres completan más años de estudio,
su nivel de participación en la actividad económica es mayor (Elizaga y Mellón, 1971).

Según, (Muñoz O., 2009),los factores culturales son un aspecto crucial que afecta los
niveles de participación femenina. En muchos países, independientemente de su nivel de
desarrollo socioeconómico, a la mujer se le ha asignado tradicionalmente el papel de ama de
casa. En países menos desarrollados, la mentalidad predominante impide a las mujeres,
especialmente si están casadas, dedicarse a actividades remuneradas fuera del hogar. En
cambio, se espera que se centren en atender a su marido e hijos y no participen en la
producción de bienes y servicios (Elizaga y Mellón, 1971).

Según lo mencionado (Muñoz O., 2009) en las últimas décadas se ha presentado un


proceso de transformación en el mercado laboral, tanto en países desarrollados como en
aquellos menos desarrollados, que ha permitido una mayor participación de la mujer en las
actividades productivas. En general, la mujer ha reemplazado a los hombres en estas
actividades, especialmente en áreas urbanas y países desarrollados, donde todavía hay una
demanda de empleo femenino sin satisfacer. Además, se ha observado una expansión de
empleos terciarios urbanos, los cuales suelen ser preferidos por las mujeres, y una tendencia
18

a que las mujeres adapten su vida personal a las condiciones laborales para no abandonar su
puesto de trabajo (Abellán, 1998).

De acuerdo con (Muñoz O., 2009) la preferencia de los empleadores por la fuerza
laboral masculina es otro de los factores culturales que incide en la participación de la mujer
en el mercado de trabajo. Esta tendencia se basa en paradigmas que han sido construidos
históricamente, los cuales no reconocen a la mujer las mismas habilidades intelectuales y
físicas que al hombre. Además, los empleadores, especialmente en la industria, suelen
preferir a los trabajadores masculinos para evitar los problemas que pueden surgir de la
maternidad y otras obligaciones domésticas que enfrentan las mujeres, como el embarazo,
las ausencias prolongadas por el parto o las responsabilidades familiares (Elizaga y Mellón,
1971: 89).

2.4. Investigaciones relacionadas

En relación a la investigación presentada en este estudio, se pueden encontrar


investigaciones relevantes sobre América del Sur y Ecuador.

En una investigación llevada a cabo por (Avolio B. y Di Laura G., 2017) sobre "Progreso y
evolución de la inserción de la mujer en actividades productivas y empresariales en América
del Sur", se concluye que en los últimos años ha habido cambios importantes en cuanto a la
participación de las mujeres en el mercado laboral en América del Sur, y se ha observado un
aumento en su participación en las actividades económicas y productivas, según estadísticas
descriptivas. Se reconoce la importancia de promover la participación de la mujer en la
economía mundial como un agente de desarrollo para su familia y su comunidad. A pesar de
la reducción de la brecha de género en los indicadores de participación económica, todavía
existen desigualdades. La tasa de desempleo para las mujeres sigue siendo elevada y ellas
reciben en promedio una remuneración menor por el mismo trabajo que los hombres, y se
concentran en trabajos de baja remuneración. Además, la inserción en el mercado laboral no
garantiza un empleo pleno, ya que las mujeres tienen más probabilidades de estar
subempleadas, lo que limita su crecimiento económico y profesional.

En la Universidad Estatal de Milagro, Universidad de Las Américas y la Dirección


de Estudios Analíticos Estadísticos, Instituto Nacional de Estadística y Censos en una
investigación realizada por (García J. y Cortez P., 2012) sobre “Análisis de la participación
laboral de la mujer en el mercado ecuatoriano” empleando las bases de la Encuesta de
19

Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) entre los años 1990 y 2011, con una muestra
para el análisis formada por 441.421 registros, divididos por entre las provincias del Ecuador
y por años, en el que concluyen utilizando una metodología de regresión logística con
coeficientes para cada provincia para encontrar los principales resultados que el progreso
alcanzado por las mujeres no es uniforme y que depende de la edad, la educación de ella y
las características familiares, la mujer reduce su probabilidad de participar en el mercado
laboral, en todas las provincias del país, cuando en su núcleo familiar se cuenta con ingresos
económicos distintos de los que ella aporta. Dentro de las políticas para mejorar la
participación laboral femenina manifiestan que se podría pensar en dos tipos de medidas:
primero, la implementación de servicios que apoyen las labores de cuidado del hogar y
crianza de los hijos; en este caso, se podría incluir medidas como la creación de servicios de
guardería de buena calidad, y otras dirigidas a disminuir la doble jornada de las mujeres.
Segundo, se deberían llevar a cabo campañas de educación para que los hombres puedan
hacerse cargo de algunas de las labores de crianza y cuidado de los hijos, y de la
administración del hogar.

En la Escuela Superior Politécnica del Litoral en una investigación realizada por


(Tasigchana T. y Triviño L., 2003) sobre “Determinantes de la participación laboral de la
mujer y discriminación salarial por género en el Ecuador”, empleando la base de datos de la
Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del año 1998 con una muestra de 11364 datos
divididos en 5681 mujeres y 5683 hombres, en la que concluyen utilizando modelos
econométricos para determinar los principales resultados que en cuanto a participación en el
mercado laboral en los diferentes campos analizados, las mujeres presentan un menor
porcentaje, ello se debe en gran medida a que las variables que explican la inserción de los
hombres en el mercado de trabajo tienen que ver con capital humano, mientras que para el
caso de las mujeres a pesar de presentar mayores niveles en lo referente a dotaciones, las
variables están más relacionadas a su situación familiar que les dificulta acceder al mercado
de trabajo, los resultados inherentes al diferencial de ingresos para el caso de la zona
urbana, evidencian la existencia de una brecha salarial a favor de los hombres y que según
la cual la razón por la que las mujeres reciben un trato diferente a los hombres en el mercado
laboral está basada más en factores socioculturales relacionados con la posición de la mujer
en la sociedad en general. Estos elementos introducen un factor de riesgo e incertidumbre en
las decisiones que tienen que ver con la contratación de mujeres que termina penalizándolas
con menores salarios. Además, es necesario señalar que los resultados que se obtuvieron en
20

los coeficientes aplicando un modelo PROBIT fueron: para el nivel de escolaridad de las
mujeres 0.0599 y para los hombres 0.2199, para la edad de las mujeres 0.1289 y para los
hombres 0.0315, para el número de hijos de las mujeres -0.0596 y para los hombres -0.3062,
para la categoría si es jefe de hogar de las mujeres 0.2201 y para los hombres 0.1688,
finalmente el estado civil para las mujeres -0.5575 y para los hombres 0.3971, con una
constante del modelo para mujeres -2.8187 y para los hombres -0.8844.

En una investigación llevada a cabo por (Ramos T., 2021) en la Escuela Politécnica
Nacional de Ecuador, se analizaron los determinantes de la participación laboral femenina
utilizando los datos de la Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) de los
años 2018 y 2020. La muestra de análisis en el año 2018 constaba de 482.548 registros, de
los cuales 236.523 eran hombres y 246.025 eran mujeres, mientras que en el año 2020 la
muestra se redujo a 30.646 registros, divididos entre hombres (15.036) y mujeres (15.610).
Se aplicó un modelo de probabilidad lineal para identificar los principales hallazgos y se
encontró que aún persisten prejuicios y discriminación hacia la mujer en el mercado laboral.
Aunque se han registrado mejoras en la situación laboral de las mujeres en las últimas
décadas, la pandemia del COVID-19 ha generado un retroceso en la igualdad de
oportunidades. Por lo tanto, es necesario seguir trabajando en sociedad para evolucionar
hacia la equidad de género y valorar a las personas en función de su calidad como
profesionales, en lugar de prejuicios sociales. Los resultados obtenidos en los coeficientes
aplicando un modelo de probabilidad lineal en el año 2018 muestran que la edad, el estado
civil con pareja, la educación superior, la etnia indígena y si es jefe de hogar son factores
determinantes para que una mujer ecuatoriana se encuentre empleada, mientras que en el año
2020, los factores determinantes fueron la edad, el estado civil con pareja, la educación
superior, la etnia indígena y si es jefe de hogar.

2.5. La situación laboral y el acceso al empleo en América del Sur

De acuerdo con la investigación realizada por (Alecchi B. y Mendoza G., 2017) se


han presentado cambios significativos en las últimas décadas con respecto a la participación
laboral de las mujeres tanto a nivel global como regional. Según la Organización
Internacional del Trabajo (OIT, 2012), actualmente hay alrededor de 1.300 millones de
mujeres trabajadoras, lo que representa el 39.9% de la fuerza laboral mundial de 3.300
millones. En el período comprendido entre 1980 y 2008, la tasa de participación femenina
en la fuerza laboral aumentó del 50.2% al 51.7%, mientras que la tasa masculina disminuyó
21

del 82% al 77.7% (OIT, 2010), lo que indica una reducción gradual de la brecha de género
en las últimas décadas. En el año 2014, la tasa de participación femenina fue del 50.3%,
mientras que la de los hombres fue del 76.7%, lo que representa una brecha de alrededor de
26 puntos porcentuales (OIT, 2014). Este descenso en la tasa de participación laboral tanto
para hombres como para mujeres se debe a factores cíclicos como la recesión y la lenta
recuperación de la crisis financiera, así como a factores estructurales como el envejecimiento
de la población y el aumento en los años de educación (OIT, 2016).

La (CEPAL, 2017) indica que en la región de América Latina y el Caribe ha habido


un aumento significativo en la participación femenina en el mercado laboral, pasando del
43.5% en 1992 al 52.6% en 2012 (OIT, 2012). Sin embargo, según la CEPAL (2004), todavía
existen desigualdades de género en la región. En el año 2002, cerca de la mitad de las mujeres
mayores de 15 años no tenían ingresos propios, mientras que solo el 20% de los hombres se
encontraba en la misma situación. Actualmente, esta cifra se mantiene para las mujeres a
nivel mundial, ya que alrededor del 50% de ellas no participa en la fuerza laboral (OIT,
2014).

De acuerdo con la CEPAL (2004), las mujeres han sido las principales beneficiarias
de la igualdad de género, pero han tenido que desarrollar estrategias para optimizar el uso
del tiempo debido a la falta de participación de los hombres en las tareas domésticas.

Las diferencias en la participación de la mujer en el mercado laboral entre países se


deben a factores como el desarrollo económico, las normas sociales, el nivel educativo y el
acceso a servicios de cuidado infantil, según lo indicado por (Alecchi B. y Mendoza G.,
2017) citando a Verick (2014). La tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral
es un indicador clave para impulsar el crecimiento económico y puede dar una idea del
potencial de crecimiento de un país. De acuerdo con Pagés y Piras (2010), la promoción del
empleo femenino tiene un impacto directo en el crecimiento económico, tanto para las
mujeres como para sus familias, ya que aumenta los ingresos y la estabilidad financiera.

Según Pagés y Piras (2010), la participación de la mujer en el mercado laboral tiene


impactos tanto a nivel macroeconómico como microeconómico. A nivel macroeconómico,
incrementa el potencial humano disponible y contribuye al crecimiento económico del país,
mientras que a nivel microeconómico genera ingresos directos para su propio bienestar y el
de su familia. Aunque la brecha entre hombres y mujeres en la participación en la fuerza
22

laboral ha disminuido a nivel mundial, impulsada por el incremento del empleo femenino y
la disminución de la tasa de participación masculina, aún existen diferencias significativas
entre ambos géneros, según indica la OIT (2012) (CEPAL, 2017).

La (CEPAL, 2017) reporta que en América Latina y el Caribe, la tasa de


participación femenina en la fuerza laboral aumentó en un 10,1% entre 1992 y 2012,
mientras que la de los hombres disminuyó en un 3% en el mismo periodo (OIT, 2014). La
brecha en la tasa de participación entre hombres y mujeres disminuyó de 39 puntos
porcentuales en 1992 a 25,9 puntos porcentuales en 2012. Sin embargo, a pesar de la
reducción de la disparidad, la tasa de participación femenina solo representa el 71,2% de la
tasa de participación masculina (OIT, 2013).

Según Klasen y Lamanna (2009), el crecimiento económico de un país se ve


afectado negativamente por la inequidad de género en el empleo, lo que resalta la
importancia del incremento de la participación femenina en la fuerza laboral. Además,
diversos estudios han demostrado que el aumento de los ingresos controlados por las mujeres
tiene un impacto significativo en sus familias, ya que se utilizan para beneficio de los hijos
(Banco Mundial, 2012).

2.4.1. Tasa de desempleo en América del Sur

De acuerdo (Alecchi B. y Mendoza G., 2017) la tasa de desempleo se define como la


proporción de la población en edad de trabajar que no tiene empleo y busca uno sin éxito
(MTPE, 2014). La tasa de desempleo mundial disminuyó hasta el año 2007, pero aumentó
en 2008 debido a la crisis financiera global (OIT, 2014). Esta crisis tuvo un impacto en la
tasa de desempleo en todo el mundo, especialmente en las regiones donde la diferencia de
género en el desempleo era pequeña o incluso menor para las mujeres. En América Latina y
el Caribe, según la OIT (2013), la tasa de desempleo femenino promedio es más alta que la
de los hombres. Aunque la tasa de desempleo femenino ha sido mayor que la de los hombres
en las últimas dos décadas, la brecha de género se ha reducido en los últimos años.

Durante el período comprendido entre 2002 y 2012, la tasa de desempleo femenino


en América del Sur disminuyó a un ritmo mayor que la tasa de desempleo masculino, lo que
ha llevado a una mayor participación femenina en el empleo y acceso a los beneficios
económicos asociados con la fuerza laboral remunerada. Sin embargo, a pesar de estos
progresos, la tasa de desempleo femenino sigue siendo superior a la tasa de desempleo
23

masculino. Según la OIT (2012), esta brecha se debe a varios factores, como la prevalencia
del empleo temporal entre las mujeres, las diferencias educativas, la segregación en el
mercado laboral y la salida del mercado laboral debido a responsabilidades familiares, lo que
puede afectar la capacidad de reingreso laboral de la mujer en el futuro (CEPAL, 2017, pág.
6).

2.4.2. Tasa de ocupación en América del Sur

De acuerdo con (Di Laura G. y Alecchi B., 2017) ), una tasa de ocupación más
elevada implica una mayor contribución a las actividades productivas remuneradas, lo que a
su vez tiene un impacto positivo en el desarrollo económico (OIT, 2014). Sin embargo, es
importante destacar que este indicador no considera la calidad del empleo, por lo que es
necesario examinar más a fondo la distribución de la población ocupada en función de las
características del trabajo.

Para (Di Laura G. y Alecchi B., 2017) la disparidad de género en el empleo en todo
el mundo se mantuvo estable hasta 2008, pero después de la crisis financiera internacional,
la brecha de género aumentó. La contracción del mercado laboral y la disminución del
crecimiento en la tasa de ocupación femenina en todas las regiones fueron los motivos
principales (OIT, 2012). En América del Sur, la tasa de ocupación femenina se estancó en
2009, posiblemente como resultado de la crisis financiera, pero se recuperó a partir de 2010,
y la brecha entre hombres y mujeres siguió reduciéndose. Esto se debe a que la tasa de
ocupación masculina aumentó en menor medida que la femenina (OIT, 2013).

Aunque un aumento en la tasa de ocupación es una señal positiva de acceso a empleo,


es importante examinar el tipo y calidad de empleos disponibles para las mujeres, ya que
puede haber un incremento en empleos de baja calidad, como el subempleo por ingresos o
por horas, o en empleos considerados vulnerables, como el trabajo familiar no remunerado
o el autoempleo, donde la remuneración depende de los beneficios de los bienes y servicios
producidos (División de Estadística de las Naciones Unidas/CEPAL, 2001), lo cual puede
comprometer la calidad de vida de las mujeres. De acuerdo con la OIT (2012), más de la
mitad del empleo femenino en 2012 correspondió a trabajos vulnerables, con largas horas
de trabajo y condiciones desfavorables. Asimismo, según la OIT (2010), la proporción de
trabajadores asalariados no muestra diferencias significativas entre hombres y mujeres a
nivel global (CEPAL, 2017, pág. 7).
24

Según (Alecchi B. y Mendoza G., 2017, pág. 2) es esencial destacar que el trabajo
asalariado abarca tanto el empleo pleno como el subempleo por ingresos, por lo que este
indicador se refiere a las personas que reciben un salario mensual fijo, pero no se diferencia
si este es mayor o menor que el salario mínimo legal. En Bolivia (Estado Plurinacional de),
Ecuador, Paraguay y Perú, la tasa de autoempleo femenino es mayor que la tasa de
autoempleo masculino. Al analizar la composición del autoempleo, se observa que la
mayoría de las mujeres se encuentra en las categorías de trabajadores familiares y por cuenta
propia, considerados empleos vulnerables. Según Otobe (2011), el empleo vulnerable se
encuentra principalmente en la economía informal urbana y rural, caracterizado por baja
productividad, bajos salarios y falta de protección legal y social. Además, las personas que
trabajan en trabajos familiares dependen de las relaciones de poder dentro de la familia para
negociar sus condiciones laborales, lo que significa que la mayoría de las mujeres ocupadas
en este tipo de trabajos se encuentran en una posición subordinada (OIT, 2012).

De acuerdo con (Avolio B. y Di Laura G., 2017) el aumento de la participación de


las mujeres en el mercado laboral no garantiza una igualdad en términos de calidad de
empleo. De hecho, las mujeres tienen una mayor probabilidad de acceder a empleos
considerados vulnerables, como los trabajos familiares o los trabajos por cuenta propia. Los
trabajos vulnerables se caracterizan por tener ingresos inadecuados, baja productividad y
condiciones de trabajo difíciles, y es menos probable que los trabajadores en estos empleos
tengan acuerdos formales de trabajo o acceso a un sistema de seguridad social. Según datos
de la OIT (2012), más de la mitad de las mujeres que trabajan a nivel mundial tienen un
empleo vulnerable, lo que las pone en mayor riesgo de pobreza e injusticia en el ámbito
laboral debido a un desequilibrio en la relación empleador-trabajador (TUC Commission on
Vulnerable Employment, 2008).

2.5. Brecha de género y salarial


2.5.1. Brecha de género

La desigualdad de las mujeres constituye un caso especial entre todas las


discriminaciones sociales. En efecto, a diferencia de otros casos, no constituyen una clase
social, ni un grupo específico; no son una comunidad, ni una minoría social o racial,
atraviesan todos los grupos y pueblos y, en todos ellos, son una inseparable mitad. Acabar
con las condiciones que han permitido su desigualdad social y política sería, después de la
25

liberación de los esclavos, la mayor revolución emancipadora. (Villoro, 1997, citado en


CEPAL, 2010)

El género se describe mejor como un principio de organización dinámica en una


sociedad. Es más que el sexo biológico de una persona (masculino/femenino). El género es
un patrón de comportamiento aprendido que está integrado en todo lo que hacemos a nivel
individual, comunitario e institucional. La mentalidad de género es la socialización e
internalización de las expectativas y los roles descritos que una sociedad considera más
apropiados y valiosos para una persona: hombres, mujeres, niñas, niños, y minorías sexuales
y de género. La mentalidad de género de una persona puede modificarse durante un cambio
social en función de los valores, las normas y las expectativas de una nueva comunidad. (
Kuehnast K. y Robertson D., 2018)

La perspectiva de género se basa en la teoría de género y se desarrolla a partir de la


perspectiva feminista, criticando la concepción androcéntrica de la humanidad que ha
excluido a las mujeres. La ética es un pilar fundamental de esta perspectiva, la cual busca
contribuir a la construcción de una nueva configuración social y subjetiva que resigne la
historia, sociedad, cultura y política desde la perspectiva de las mujeres. Reconoce la
diversidad de género y la existencia de hombres y mujeres como principio esencial para una
sociedad diversa y democrática, pero también señala que la dominación y opresión de género
son obstáculos para alcanzar esta meta. Para lograr una sociedad verdaderamente diversa y
democrática, es necesario que hombres y mujeres se reconozcan y vivan en la diversidad y
la democracia genérica (Lagarde M., 1996).

Según un enfoque antropológico de la cultura, es fundamental tener en cuenta que


todas las culturas desarrollan concepciones sobre los géneros y que cada sociedad, grupo,
pueblo y persona tiene una visión particular de género, que se basa en su propia cultura. Esta
perspectiva tiene su fuerza en que forma parte de su visión del mundo, de su historia y de
sus tradiciones, ya sean nacionales, populares, comunitarias, generacionales o familiares.
Además, la cosmovisión de género está presente en las concepciones sobre la nación y el
nacionalismo; cada grupo étnico tiene su propia cosmovisión de género y la integra en su
identidad cultural y étnica, tal como ocurre en otras configuraciones culturales. Por tanto,
esta cosmovisión no solo incluye ideas, prejuicios, valores, interpretaciones, normas,
deberes y prohibiciones sobre la vida de las mujeres y los hombres, sino que también es
notablemente etnocéntrica (Lagarde M., 1996).
26

Cada persona aprende a identificarse con la cosmovisión de género de su entorno y


puede llegar a considerarla como universal. La cosmovisión de género es parte constitutiva
de la identidad personal de cada individuo. Es posible que una persona tenga en su
cosmovisión de género concepciones, valores y juicios provenientes de diversas fuentes,
como tradiciones religiosas milenarias, corrientes modernas recientes de hace unos 200 años
o racionalismo científico de hace 50 años. De esta manera, es posible realizar un mapa
histórico-temporal de la cosmovisión de género y observar que la cultura y la subjetividad
de cada persona están organizadas de manera sincrética, con la coexistencia de aspectos
eclécticos de diversas cosmovisiones que pueden generar tensión y conflicto (Lagarde M.,
1996).

Es fundamental reconocer las distintas perspectivas de género que existen en cada


sociedad, comunidad e individuo. Es posible que una persona cambie su perspectiva de
género a lo largo de su vida debido a cambios en su propia persona o en la sociedad, lo que
puede llevar a transformaciones en los valores, normas y formas de juzgar los hechos. En la
academia, en los movimientos y organizaciones feministas, y ahora en los ámbitos de las
políticas públicas, se ha desarrollado una visión crítica, explicativa y alternativa sobre la
temática de género, conocida como perspectiva de género. Esta perspectiva científica,
analítica y política ha sido creada desde el feminismo y se ha aceptado que cuando se utiliza
este término, se hace referencia a la concepción académica, ilustrada y científica que
sintetiza la teoría y la filosofía liberadora creadas por las mujeres y que forman parte de la
cultura feminista. La perspectiva de género permite analizar y comprender las características
específicas que definen a mujeres y hombres, así como sus similitudes y diferencias.
Asimismo, esta perspectiva analiza las posibilidades de vida de ambos géneros, el sentido
de sus vidas, sus expectativas y oportunidades, así como las complejas y diversas relaciones
sociales que existen entre ellos y los conflictos cotidianos e institucionales que deben
enfrentar. Uno de los objetivos de este enfoque es medir los recursos y la capacidad de acción
que tienen hombres y mujeres para enfrentar las dificultades de la vida y lograr sus objetivos
(Lagarde M., 1996).

En este ámbito de conocimiento, se plantean preguntas esenciales tales como: ¿Hasta


qué punto la organización patriarcal del mundo, y las condiciones femeninas y masculinas
correspondientes, facilitan o dificultan la satisfacción de las necesidades vitales y la
realización de las aspiraciones y el sentido de la vida tanto para mujeres como hombres? Al
27

comparar las condiciones de género: ¿Cuál es la brecha entre mujeres y hombres en términos
de desarrollo personal y social? ¿Cómo se relaciona el avance de los hombres con respecto
a las mujeres y el avance de las mujeres con respecto a los hombres? ¿Es posible que las
relaciones entre los géneros caracterizadas por el dominio y la opresión, y las formas de ser
mujer y ser hombre en las condiciones patriarcales, fomenten el desarrollo social, la
realización de los derechos humanos y la mejora de la calidad de vida? La perspectiva
feminista de género permite establecer conexiones entre las oportunidades de vida de
mujeres y hombres y los tipos de sociedad, las épocas históricas, la diversidad cultural y los
modelos de desarrollo en los que viven (Lagarde M., 1996).

La perspectiva de género feminista no se limita a la historia y la cultura occidental y


urbana, sino que también puede ser utilizada para analizar las condiciones de género en
sociedades de diferentes etnias, religiones, costumbres y tradiciones, tanto en el pasado como
en el presente. Al estar basada en una teoría compleja, esta perspectiva es útil para analizar
cualquier sociedad que se organice en torno a géneros. Su enfoque crítico hacia el orden
patriarcal se centra en los aspectos dañinos, destructivos, opresivos y alienantes de la
organización social basada en la desigualdad, la injusticia y la jerarquización política por
género. Uno de los objetivos fundamentales de esta perspectiva es la crítica y el
cuestionamiento del sentido y del orden del mundo, así como la creación de argumentos e
ideas que legitimen las concepciones de millones de mujeres movilizadas en todo el mundo
para enfrentar este orden. Los aportes de la perspectiva de género feminista en el mundo
contemporáneo son numerosos y notables, ya que han creado nuevos conocimientos sobre
temas, circunstancias y problemas antiguos, así como recursos explicativos y de legitimidad
para las luchas de las mujeres (Lagarde M., 1996).

La perspectiva de género ha brindado una oportunidad para que la diversidad de


mujeres y sus problemas puedan avanzar en sus propuestas. Han creado instituciones, redes,
encuentros, espacios, congresos, asambleas, y producido investigaciones y alternativas que
se difunden en diferentes medios. A través de estas comunicaciones y producciones, las
mujeres procesan y difunden sus creaciones desde distintas latitudes y regiones, enfrentando
sus propias circunstancias. Han descubierto que sus experiencias, aunque en apariencia
distintas, son en realidad muy similares. Han compartido sus descubrimientos, comparado y
sistematizado su experiencia, lo que ha llevado a la creación de consensos y alternativas en
común (Lagarde M., 1996).
28

Las mujeres han utilizado diversas formas de comunicación para intercambiar ideas,
experiencias y propuestas a nivel global. Han aprovechado tanto canales formales como
informales para difundir su mensaje y crear consenso en la lucha por la liberación de las
mujeres. A través de la concatenación de espacios, fuerzas y recursos, han logrado convocar
a cada vez más mujeres y ampliar la acción feminista a nivel social, político e institucional.
A pesar de que la globalización ha promovido el sentido patriarcal y neoliberal de la vida, el
feminismo ha logrado difundirse y fortalecerse gracias a esta misma red de comunicación,
incluso atravesando fronteras y burocracias bajo el nombre de perspectiva de género
(Lagarde M., 1996).

Las teorías y políticas desarrolladas desde la perspectiva de género, junto con las
experiencias y logros en la lucha contra la opresión patriarcal, han permitido una
construcción multifacética de las mujeres, que es a la vez individual y colectiva, intelectual
y empírica, pragmática y teórica, filosófica y siempre política. La perspectiva de género
también ofrece múltiples propuestas, programas y acciones alternativas a los problemas
sociales derivados de la desigualdad de género y las injusticias resultantes. Hoy, millones de
personas, especialmente mujeres, han encontrado en la perspectiva de género formas
legítimas de construir alternativas a la injusticia, la violencia, la pobreza, la ignorancia y la
falta de atención médica. La creatividad de las mujeres se destaca en la invención y
aplicación de opciones para resolver sus propios problemas, a pesar de la oposición y la
hostilidad que han enfrentado. Por primera vez, las políticas públicas y los procesos
participativos impulsados por las mujeres tienen a las mujeres como protagonistas,
destinatarias y beneficiarias, a pesar de la resistencia y la oposición que aún persisten
(Lagarde M., 1996).

2.5.2. Brecha salarial

Según (Di Laura G. y Alecchi B., 2017) la brecha salarial de género se refiere a la
disparidad en los ingresos medios entre hombres y mujeres. El Foro Económico Mundial
(2014) utiliza la medida de ingresos estimados en dólares a paridad del poder adquisitivo
(PPA).

Para (Artza L., Chaves M., Carcedo A y Sánchez A., 2016) la división sexual del
trabajo establece una serie de roles y mandatos sociales, políticos y económicos para
hombres y otros para mujeres. Como resultado se otorga a los hombres la responsabilidad
29

de ser los proveedores económicos de su grupo familiar, mientras que a las mujeres se les
adjudica la responsabilidad sobre el cuido. Este engranaje de desigualdad se completa
cuando las tareas que realizan los hombres se sobrevaloran social y económicamente y se
desvalorizan las que realizan las mujeres. El mundo del trabajo está atravesado por esta
lógica de la división sexual del trabajo. Esto se comprueba en las trayectorias laborales que
siguen hombres y mujeres, en las ocupaciones que desempeñan, en el valor económico y
simbólico que se otorga a sus trabajos. El ejercicio de identificar estas dinámicas permite
develar desigualdades, así como las estrategias sutiles que socialmente se utilizan para
naturalizarla, por ejemplo, nombrando de diferente forma el mismo trabajo cuando es
realizado por mujeres o por hombres, y valorándolos de forma desigual. Tal es el caso de
cocinera o chef, y costurera o sastre (Oeltz et al., 2013).

Para (Artza L., Chaves M., Carcedo A y Sánchez A., 2016) sin embargo, la
naturalización también ocurre de forma explícita cuando no se permite que una mujer
desempeñe ocupaciones tradicionalmente realizadas por hombres, o cuando una norma
establece salarios diferentes para la misma tarea si es realizada por un hombre o por una
mujer. Si bien estas formas explícitas de discriminación han ido disminuyendo, otras
persisten, como es el caso de la desigualdad salarial. Al respecto Carrasco plantea que al
estar depositado sobre los hombres el mandato del proveedor económico el salario de las
mujeres es considerado un complemento de ese ingreso principal (Hartmann 1981, Folbre y
Hartmann 1988, Pujol 1992, citados por Carrasco, 2006).

Este planteamiento explica en alguna medida el origen de la brecha salarial y la


desvalorización económica del trabajo de las mujeres. Sin embargo, no es una afirmación
que se pueda hacer en la normativa salarial. Por esa razón se han construido otras
argumentaciones que pretenden justificar esta desigualdad, por ejemplo, que las tareas que
desempeñan las mujeres son menos productivas (generan menos riqueza), que las mujeres
trabajan menos horas, o bien, que entran y salen del mercado laboral y esto les impide
acumular pluses salariales y méritos para escalar en la jerarquía de la empresa. Sin embargo,
este tipo de argumentaciones ocultan precisamente las razones que las generan. Es la división
sexual del trabajo la que define el valor social y económico de las tareas que realizan
hombres y mujeres, restándole valor a las que ellas realizan. Y la injusta organización social
de los cuidados responsabiliza exclusivamente a las mujeres de las tareas domésticas y
reproductivas. Estos mecanismos operando simultáneamente impiden que las mujeres
30

puedan trabajar jornadas completas, o permanecer de forma ininterrumpida en el mercado


de trabajo para acceder a pluses salariales o a las oportunidades de crecimiento. (Artza L.,
Chaves M., Carcedo A y Sánchez A., 2016)

Otra dimensión que cobra gran relevancia para analizar la brecha salarial por razones
de género es la segregación vertical y horizontal del mercado de trabajo. La segregación
vertical, también conocida como techo de cristal, hace referencia al tope que enfrentan las
mujeres para acceder a los estadios superiores de la estructura jerárquica en el centro de
trabajo, lo cual las concentra en los puestos técnicos, no estratégicos y de menor
responsabilidad, por lo tanto, de menor remuneración (Celiberti & Ardache, 2011: 9).

La segregación horizontal, en cambio, concentra la participación de las mujeres en


ciertas ocupaciones y la participación de los hombres en otras. Así, las mujeres están en las
labores relacionadas con los cuidados y la reproducción de la vida, es decir, en labores social
y económicamente desvalorizadas. Este breve panorama evidencia la complejidad y la
multicausalidad de la desigualdad salarial. En ocasiones la desigualdad salarial y sus causas
resultan evidentes, sin embargo, en otras requiere de análisis más profundos, particularmente
cuando lo que se busca es garantizar el principio de igual salario por trabajo de igual valor.
En consecuencia, las políticas tendientes a alcanzar la igualdad salarial deben considerar
numerosas líneas de acción, que operen tanto a nivel general como a partir de estrategias
focalizadas. (Artza L., Chaves M., Carcedo A y Sánchez A., 2016)

Según Ñopo (2012), en América Latina las mujeres ocupan solo el 33% de los
trabajos mejor remunerados y aun en esos trabajos existe una brecha salarial promedio del
58%. Aunque ha habido progresos en los últimos años, la disminución de la brecha salarial
se produce de manera lenta, posiblemente debido a que la mayoría de las mujeres tienen
condiciones de acceso al mercado laboral diferentes a las de los hombres, a menudo
trabajando en empleos considerados vulnerables o en situación de subempleo (por horas o
salario) que tienen remuneraciones inferiores al promedio. Por ejemplo, la alta tasa de
subempleo femenino podría interpretarse como una elección por la flexibilidad de tiempo
que les permite encargarse de las responsabilidades familiares (CEPAL, 2017, pág. 8).

2.6. Participación laboral de la mujer en Ecuador

Desde 2010, el Estado ecuatoriano empezó a trabajar en la incorporación de políticas


públicas relacionadas con el principio de Igual y no Discriminación manifestados en la
31

Constitución de 2008, siendo el primer paso, la generación de información estadística


suficiente que permita delimitar el estado actual de la brecha entre hombres y mujeres, con
el fin de entregar datos suficientes para la planificación, seguimiento y evaluación de las
políticas públicas orientadas a la igualdad de género. (Instituto Nacional de Estadística y
Censos y ONU Mujeres, 2014)

La composición del mercado laboral ecuatoriano ha sufrido mutaciones en el tiempo


y si bien ha estado mayoritariamente ligado a una participación masculina, ha habido un
incremento en la participación de la mujer; así, para el año 2000 la ratio de participación
femenina se encontraba en 63.6% en relación con la masculina, alcanzando el 66.5% para el
año 2005, reduciéndose a 62.0% para el 2010, y llegando a 68.2% para el año 2017. (Rivera
J. y Araque W., 2019)

La composición del mercado laboral también ha sufrido variaciones en este nuevo


siglo. A nivel sectorial, los hombres y las mujeres se dedican mayoritariamente a los
servicios y en el tiempo hay una reducción del empleo relacionado con agricultura y la
industria, siendo mayor el cambio en los hombres; con ello, para el año 2016, la proporción
de las mujeres en el mercado laboral para agricultura es similar a la de los hombres, y en la
industria es menos de la mitad que la masculina y, además, dicha brecha ha crecido en el
tiempo. (Rivera J. y Araque W., 2019)

La inserción femenina en el mercado laboral ha tenido un sin número de


transformaciones, que le fue permitiendo a la mujer incorporarse en el mercado de trabajo.
Se considera importante realizar este estudio desde una perspectiva económica, política y
educacional. (Flores K. y Rivera K., 2015, pág. 27)

2.7. Perspectivas del mercado laboral y género en el ecuador

2.7.1. Perspectiva económica

En las sociedades antiguas como modernas se puede apreciar que cada persona tiene
su rol o función específica para transformar dicha sociedad; es decir, cada quien desarrolla
su determinada actividad para poder tener una buena calidad de vida y de esta manera vivir
dignamente. En muchas ocasiones tanto en el ámbito económico, político y social existen
diferentes desigualdades entre individuos que conllevan a hacer una sociedad inequitativa
en bienes materiales y recursos. (Flores K. y Rivera K., 2015, pág. 27)
32

El grupo poblacional de las mujeres ha sido quien más ha sufrido con temas de
discriminación y desigualdad, donde las labores que estas efectuaban se las consideraba
como el complemento de las actividades que los hombres realizaban, sin darles el crédito
que merecían. No obstante, han formado parte de las múltiples transformaciones que la
sociedad ha tenido a lo largo de los años. Desde que la mujer empieza a formar parte de la
economía del país se encuentra sujeta a actividades que no requieren de mucha o poca
especialización, pues no se la consideraba capaz de cumplir con actividades que impliquen
mayor responsabilidad o requieran de ingenio. (Universidad de Cuenca, 2015, pág. 27)

A pesar que con el tiempo se ha ido instaurando el respeto a los derechos humanos
de las mujeres y la igualdad de género, aún persisten ciertos trances que la mujer sufre por
su inclusión en el ámbito laboral; donde muchas veces se ve en la obligación de elegir entre
su familia y el trabajo, optando por elegir trabajos que no requieren de un horario fijo
apoyados en la informalidad y uno de los indicadores de la informalidad en el Ecuador es la
creciente tasa de desocupación en la PEA (Población Económicamente Activa. (Universidad
de Cuenca, 2015, pág. 27)

2.7.2. Perspectiva política

En la historia del Ecuador, las mujeres han formado parte de aquellos espacios
cotidianos como su labor en el hogar, con respecto a la violencia, a la beneficencia y el
incumplimiento de la normativa religiosa, en su relación con los hombres, en la participación
a la educación, el arte, y la escritura; pero su participación en el ámbito político o en la lucha
de obtener el poder se ha visto difícil de encontrar debido a que se encuentran sujetas a una
sociedad patriarcal. Sin embargo, su intervención en el campo político empieza con la
independencia del país, donde son las mujeres quienes se quedan a cargo de sus familias
puesto que sus compañeros o esposos eran reclutados para la guerra y los enfrentamientos.
(Universidad de Cuenca, 2015, pág. 27)

A partir de 1929, las mujeres obtuvieron su derecho al voto, el mismo que fue muy
corto pues este era opcional y solo para aquellas quienes eran instruidas; y dicho derecho no
fue forzoso sino hasta 1978, en el cual se implementó la mayoría de edad como límite para
formar parte del ámbito político electoral. (Mujeres en Ecuador, 1979)

En 1997, se consigna la Ley de Amparo Laboral de la Mujer; la misma que instauraba


una participación mínima de las mujeres en el sector laboral creado por las comisiones
33

sectoriales del Ministerio de Trabajo. A su vez, en el ámbito político se respalda la inclusión


equitativa de hombres y mujeres en procesos electorales, en cargos públicos, partidos
políticos, entre otros. (Delgado, 2001)

A lo largo de la historia se muestra que el empleo femenino ha igualado e incluso


superado el nivel de formación de los hombres, la inclusión de la mujer en el mercado laboral
aumentó de tal forma que los derechos alcanzados imposibilitan el retroceso en los
mecanismos laborales que afectan positivamente a la demanda de trabajo femenino. Para el
2008 se renueva la Constitución de la República del Ecuador, la misma que establece la
igualdad para todos los ecuatorianos y estos puedan formar parte tanto de los cargos de
función pública, partidos y movimientos políticos, así como también en las candidaturas
electorales. En la misma Constitución asienta que la participación femenina en el mercado
de trabajo tendrá los mismos derechos y oportunidades que los hombres. (Loja K. y Robles
K., 2015, págs. 29-30)

Donde el Estado garantiza el respeto por los derechos laborales y reproductivos de la


mujer, y prohíbe cualquier tipo de discriminación para la mujer trabajadora. A pesar de los
estatutos implementados en la Constitución para la eliminación de la discriminación, la
igualdad de derechos y la inclusión de la mujer tanto en el espacio económico, social y
político; aún persisten ciertas dificultades que no le permiten a la mujer desarrollarse en su
totalidad en dichos espacios tanto en el sector público como privado. (Flores K. y Rivera K.,
2015, pág. 30)

Según (Loja K. y Robles K., 2015) en el Plan Nacional del Buen Vivir (2013) se
implementaron dos grandes objetivos que se basan directamente sobre la igualdad de género,
los cuales son:

 Consolidar la transformación de la justicia y fortalecer la seguridad integral, en


estricto respeto a los derechos humanos.
Política: Prevenir y erradicar la violencia de género en todas sus formas.
 Garantizar el trabajo digno en todas sus formas.
Política: Establecer y garantizar la sostenibilidad de las actividades de autoconsumo
y auto sustento, así como de las actividades de cuidado humano con enfoque de
derechos y de género. (Loja K. y Robles K., 2015, pág. 30)
34

El "Informe Sombra al Comité CEDAW Ecuador 2014" menciona sobre la


transversalidad de la perspectiva de género en todas las políticas, programas y proyectos de
las instituciones públicas la misma que enfrenta la falta de compromiso político con la
igualdad de género y la protección de los derechos de las mujeres por parte de decisores y
operadores de políticas públicas, así como la falta de capacidades en las instituciones del
Estado en todos los niveles. (Comite de la CEDAW Ecuador, 2014)

De estos sucesos radica el papel de la mujer dentro de la informalidad; siendo su


participación más activa como recadera, cocinera, promotora de reuniones, cuidado del
hogar, donde la mujer ha tenido un trato discriminatorio que impidió formar parte de la vida
política en los países. La creencia de las sociedades antiguas era que las mujeres no eran
aptas para trabajos intelectuales y se les negaba la educación, ocasionando una segregación
ocupacional, lo cual produce una disipación del potencial productivo de los individuos ya
que una asignación eficiente sería tener diferentes opciones basadas en la capacidad más no
en la ideología. (Universidad de Cuenca, 2015, págs. 30-31)

2.7.3. Perspectiva educacional

Históricamente, el Ecuador ha tenido marcadas épocas de crisis entre los años que
van de 1980 a 2008, siendo el sector de la educación uno de los más afectados para la
economía nacional a causa del crecimiento de la privatización y la mercantilización. Durante
estos períodos hubo una marcada ausencia de un proyecto educativo nacional y una falta de
integralidad del sistema de educación tanto formal como informal. (Universidad de Cuenca,
2015, pág. 31)

Para (Flores K. y Rivera K., 2015) la educación contribuye en el desarrollo


económico de cualquier nación, por ello se lo considera un determinante importante para
cualquier individuo que pretende formar parte del mercado laboral, ya que actualmente
muchas de las instituciones económicas tanto públicas como privadas buscan mano de obra
calificada o especializada que le permita incrementar su productividad. carbal. (Albornoz &
Oleas, 2010).

En la Constitución del Ecuador se implantó el derecho a la educación para todos los


individuos, sin importar sexo, raza, etnia o religión; y con ello poder desaparecer las brechas
educacionales con respecto a las zonas rurales y urbanas entre hombres y mujeres. Estas
leyes disponen acortar las brechas de desigualdad social para las mujeres, teniendo en cuenta
35

en la constitución un marco legal donde se expongan los derechos de las mujeres dentro de
la equidad de género. (Loja K. y Robles K., 2015, pág. 31)

La tasa de analfabetismo en el Ecuador muestra que el 7.8% de las mujeres son


iletradas y el 5.6% corresponde al grupo poblacional de los hombres según el INEC (2013).
Sin embargo, al hablar de la feminización en educación superior se cumplen todas las
expectativas programadas por el Estado, ya que el 56% de las mujeres forman parte de este
nivel educativo según datos del CEAACES (2013) a nivel nacional. (Universidad de Cuenca,
2015, pág. 32)

Goetschel (2007), indica el lugar que tiene la educación en la construcción de un


nuevo Estado-Nación que modifique mentalidades y comportamientos en las personas
dentro de los espacios públicos. El Estado propuso que la educación de las mujeres dentro
del período conservador era de vital importancia ya que son el complemento de los hombres,
y del mismo modo transmisora de la ética y valores a sus hijos; esto es debido a la educación
que se le impartía a la mujer y su principal objetivo era plantear la educación dentro de su
hogar. (Rivera K. y Loja K., 2015, pág. 32)

Con el liberalismo, la mujer obtuvo grandes logros en el campo de la educación; pasó


a formar parte de un modelo educativo laico, gratuito y obligatorio cosa que en la antigüedad
no se tuvo en cuenta. El liberalismo abrió espacios a la participación de las mujeres en el
proceso educativo por el cual se incluyó nuevas maestras, las que impartieron sus
conocimientos sobre actitudes y comportamientos a estudiantes de ambos sexos con lo cual
se reproducían conductas propicias hacia la subordinación y respeto de las mujeres. (Rivera
K. y Loja K., 2015, pág. 32)

La participación de la mujer con un mejor nivel de educación se expandió por


diversos campos ya que intervino en la política, literatura, poesía, etc.; siendo este uno de
los puntales hacia la equidad de género en el Ecuador. La mujer en el ámbito profesional
está más enfocada en el campo administrativo, psicología, y ciencias de la educación; ya que
la sociedad la relaciona con profesiones que tienen que ver con: salud, familia, educación,
ámbito doméstico y actividades administrativas por el mismo hecho de ser una sociedad con
una cultura generalmente androcéntrica. (Carvallo, Quinatoa Cotacachi, & Moscoso
Cordero, 2013).
36

Con la última Constitución del Ecuador (2008), se ha logrado importantes avances


en el derecho a la educación e igualdad y no discriminación de género. Existen dos
instituciones especializadas en el tema de género dentro de la educación como son la Ley
Orgánica de Educación Intercultural Bilingüe (LOEI) y la Ley de Educación Superior
(LOES), las cuales han implantado leyes o reformas al cambio de concepciones culturales
de cualquier orden. Dentro de los puntos destacables en la constitución están el derecho a
recibir una formación integral y científica promoviendo la equidad de género y no
discriminación; así como erradicar la negación de matrículas a estudiantes embarazadas,
desarrollar programas de alfabetización para mujeres dentro de comunidades y pueblos,
entre otros lineamientos que están presentes en la constitución actual del Ecuador a favor de
las mujeres. (Universidad de Cuenca, 2015, pág. 27)

2.8. Los problemas de las diferencias de raza y género en los resultados


del mercado laboral

2.8.1. Diferencias en preferencias

Las preferencias se forman desde los deseos del individuo, y las elecciones resuelven
aquello que se desea hacer, mediante lo que se cree necesario para hacerlo. La consideración
deseos creencias, permite estudiar con más profundidad las elecciones racionales. Bajo este
esquema ampliado, frente a la inconsistencia medios fines de una elección cualquiera, la
racionalidad influye si son consistentes los deseos y las creencias de lo que es posible hacer.
Los errores sólo son creencias equivocadas que, para el individuo pueden ser ciertas, y por
ser creencias consistentes con lo deseado, derivan en elecciones racionales. Cuando la
realidad encara las creencias, el individuo puede percibir fricciones entre lo deseado y lo
posible, y por ello busque reducir la frustración adaptando sus preferencias y, por tanto, sus
objetivos. Bien, desdeñando lo no alcanzable; bien, prefiriendo lo único al alcance:
magnificando sus virtudes. (Castro A., 2010)

Por tanto, las elecciones se basan en las preferencias del trabajador y se encuadran
en constreñimientos estructurales. Las preferencias están también sujetas a las expectativas
y, por consecuencia, están relacionadas con las oportunidades percibidas de empleo (lo que
se cree posible). Es decir, cuando la estructura económica se torna más excluyente, la
percepción de oportunidades cambia por consecuencia. De esta manera, es posible plantear
que el proceso de precarización laboral que se ha profundizado durante las últimas tres
37

décadas ha podido modificar las expectativas de movilidad que suponen las elecciones
laborales. (Castro A., 2010)

El papel de las diferencias de grupo en las preferencias se enfatiza principalmente en


las discusiones de diferencias de género en lugar de diferencias raciales o étnicas. Las
personas difieren en sus preferencias para el trabajo o el ocio de mercado versus no de
mercado y para tipos particulares de trabajo, como trabajo manual versus trabajo de oficina
o trabajo en el sector sin fines de lucro versus el sector privado. La distribución de
preferencias por características laborales particulares entre grupos y el valor para
empleadores de ofrecer puestos de trabajo con características particulares determinará la
ocupación y distribución de salarios, así como la distribución ocupacional de grupos
particulares. (Altonji J., 1999)

Por ejemplo, la teoría de la compensación de diferenciales predice que, si los


trabajadores no calificados que son tolerantes con los trabajos sucios y peligrosos que
escasean, estos trabajos ofrecerán una prima salarial. Si los trabajadores con estas
preferencias también son predominantemente hombres, tales trabajos serán
mayoritariamente ocupada por hombres. Un problema importante, por supuesto, es el origen
de las diferencias de género en las preferencias. Cercanamente relacionado con esto está la
cuestión de cómo y por qué las preferencias pueden evolucionar con el tiempo, un tema sobre
el cual hay poca evidencia directa. (Altonji J., 1999)

2.8.2. Diferencias en la ventaja comparativa

En una economía competitiva las diferencias en la ventaja comparativa influirán en


la distribución del tiempo entre las ocupaciones y entre el mercado laboral y el no comercial.
Históricamente, las diferencias en la fuerza física también pueden haber dado a los hombres
una ventaja en ciertas tareas del mercado laboral. Vinatera (1991) argumenta que esta ventaja
comparativa es amplificada por las inversiones de los padres en el habilidades y preferencias
de las hijas, en parte porque las habilidades de producción doméstica de las mujeres deben
ser recompensadas en un mercado matrimonial poblado por hombres que se han preparado
para el trabajo mercado. (Altonji J., 1999)

Casi cualquier modelo de inversión en capital humano dice que la inversión en


habilidades valiosas del mercado será menor entre aquellos que esperan pasar menos tiempo
en el mercado. La implicación es que las mujeres que esperan dedicar muchos años a tener
38

hijos y a su crianza será menos probable que se capacite en derecho, medicina, contabilidad,
ingeniería y otras áreas que principalmente tienen valor en el mercado laboral, del mismo
modo, es menos probable que asistan a la universidad o a la escuela de posgrado. Esta línea
de razonamiento sugiere que a medida que las tasas de natalidad, las tasas de matrimonio y
la estabilidad marital han disminuido, las ganancias de la especialización entre hombres y
mujeres deberían haber disminuido y las consecuencias en el mercado laboral de cualquier
ventaja comparativa de base biológica deberían han declinado. (Altonji J., 1999)

2.9. Discriminación

Definimos la discriminación en el mercado laboral como una situación en la que las


personas que proporcionan trabajo, servicios de mercado y que son igualmente productivos
en un sentido físico o material son tratados desigualmente de una manera que está
relacionada con una característica observable como la raza, el origen étnico o género. Por
desigual entendemos que estas personas reciben diferentes salarios o enfrentan diferentes
demandas de sus servicios a un salario determinado. (Altonji J., 1999)

2.9.1. Discriminación del empleador

Becker (1971) modeló el prejuicio como un gusto por discriminación. Definió la


discriminación del empleador como una situación en la que algunos empleadores tenían
prejuicios contra los miembros de un grupo minoritario, por lo que los empleadores
maximizan su función de utilidad que es la suma de las ganancias más el valor monetario de
la utilidad de emplear a miembros de grupos particulares. (Altonji J., 1999)

Becker y muchos otros han discutido el hecho de que su modelo implica que los
empleadores que discriminan obtienen ganancias más bajas que los que no discriminan, ya
que los que no discriminan pagarán menos por su trabajo al contratar trabajadores del grupo
minoritario. Como señala Becker, si hay entrada libre y rendimientos constantes a escala,
entonces, a la larga, los empleadores no discriminatorios aumentan hasta el punto de que ya
no es necesario que los trabajadores minoritarios trabajen para perjudicados empleadores, lo
que permitirá que esto elimine la brecha salarial. A diferencia de las predicciones a largo
plazo, ha persistido una brecha salarial entre los hombres blancos y otros grupos en el
mercado laboral durante largos periodos de tiempo. (Altonji J., 1999)
39

2.9.2. Discriminación de empleados

La idea básica de la discriminación de los empleados es que algunos miembros del


grupo mayoritario tienen prejuicios contra los miembros del grupo minoritario y no les gusta
trabajar con miembros de este grupo. Supongamos que hay dos tipos de trabajadores,
calificados y no calificados, y dos tipos de trabajos, calificados y no calificados. Todos los
trabajadores son igualmente productivos en la tarea no calificada, pero solo los trabajadores
calificados pueden hacer el trabajo calificado. (Altonji J., 1999)

La producción debe realizarse en equipos de un trabajador calificado y un trabajador


no calificado. En este caso, las empresas podrían formar equipos formados por todos los
trabajadores, sin embargo, si hay muy pocos trabajadores del grupo minoritario que son
calificados y la mayoría de los trabajadores del grupo mayoritario son calificados los cuales
tienen prejuicios, entonces algunos trabajadores minoritarios no calificados tendrán que
trabajar con trabajadores calificados del grupo mayoritario. (Altonji J., 1999)

2.10. MARCO CONCEPTUAL

Empleabilidad: Se refiere a las competencias y cualificaciones transferibles que


refuerzan la capacidad de las personas para aprovechar las oportunidades de educación y de
formación que se les presenten con miras a encontrar y conservar un trabajo decente
(Organización Internacional del Trabajo, s.f.).

Empleo: Se denomina empleo a la generación de valor a partir de actividades


producidas por una persona. Es decir, el empleado contribuye con su trabajo y conocimientos
en favor del empleador, a cambio de una compensación económica conocida como salario
(Gil S., 2015).

Desempleo: Este fenómeno se da por la falta de empleo, que se trata de un desajuste


en el mercado laboral de una sociedad, donde la oferta de trabajo (por parte de los
trabajadores) es superior a la demanda de trabajo (por parte de las empresas).

Participación laboral: Mide el grado de participación de la población en el mercado


de trabajo, esta participación se la puede medir por medio de la tasa de participación laboral
que es un indicador definido para esta medición.
40

Género: Corresponde a la clasificación de personas o cosas de acuerdo al conjunto


de características comunes que posean. Por otra parte, en términos biológicos, se refiere a la
identidad sexual de los seres vivos, la distinción que se hace entre femenino y masculino.
(Concepto-Definición, 2022)

Mujer: Se usa para referirse a una persona del sexo femenino, la cual se diferencia
de lo que es el hombre. Una mujer es un individuo que alcanzó la edad adulta. Es por este
motivo que se convierte en mujer cuando alcanza la pubertad. (Cao C., 2019)

Brecha de género: La brecha de género es una forma de representar la disparidad


que existe entre hombres y mujeres en cuanto a derechos, recursos u oportunidades (El Orden
Mundial, 2020).

2.10.1. Clasificación de la población del Ecuador

Para una mejor comprensión de la población del Ecuador es necesario conocer a la


Población en Edad de Trabajar (PET), en el siguiente diagrama se presenta la estructura de
la población del Ecuador según la clasificación del INEC, en base a esta clasificación se
segmenta la información de las bases de la ENEMDU para realizar los análisis del estudio
en curso.
41

Gráfico 1: Composición de la población del Ecuador

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

Desempleo abierto: Se refiere a individuos que no tuvieron un trabajo remunerado


en la semana previa a su entrevista y que, durante las cuatro semanas anteriores, buscaron
empleo activamente y realizaron acciones concretas para obtenerlo, o bien, intentaron
establecer un negocio (INEC, 2019).

Desempleo oculto: Personas que no realizaron acciones concretas para encontrar


trabajo o establecer un negocio en las últimas cuatro semanas, y que están desempleadas en
la semana anterior a la entrevista, debido a que se encuentran en una de las siguientes
situaciones: tienen un empleo eventual o esporádico, tienen una oferta de trabajo que
comenzará pronto, están esperando respuesta de una solicitud de trabajo o de una gestión de
negocio propio, aguardan una temporada o cosecha de trabajo, creen que no encontrarán
empleo o se han desanimado en su búsqueda (INEC, 2019).
42

Empleo adecuado / pleno: Se considera empleo adecuado cuando las personas


cumplen con las condiciones laborales mínimas, desde un punto de vista normativo.
Aquellas personas con empleo que trabajan igual o más de 40 horas durante la semana de
referencia y que reciben ingresos laborales iguales o superiores al salario mínimo en el mes
anterior al levantamiento de la encuesta, forman parte de esta categoría, independientemente
de su disponibilidad para trabajar horas adicionales. También se incluyen las personas con
empleo que trabajan menos de 40 horas a la semana durante la semana de referencia, pero
que percibieron ingresos laborales mensuales iguales o superiores al salario mínimo en el
mes anterior al levantamiento de la encuesta y no desean trabajar horas adicionales (INEC,
2019)

Empleo no clasificado: Esta categoría se refiere a personas con empleo que no


pueden ser clasificadas como empleados adecuados, inadecuados o empleados no
remunerados debido a la falta de información sobre los factores determinantes. Se establece
como una categoría residuo después de haberse evaluado todas las demás categorías
disponibles (INEC, 2019).

Empleo no remunerado: Este grupo está compuesto por personas que tienen empleo
durante la semana en que se realiza la encuesta, pero que no recibieron ingresos laborales en
el mes anterior. Entre los trabajadores que pertenecen a esta categoría se incluyen aquellos
que trabajan en hogares sin recibir remuneración, los trabajadores no remunerados en
hogares de otras personas y los ayudantes no remunerados de asalariados y jornaleros (INEC,
2019).

Otro empleo no pleno: Se refiere a personas con empleo que tienen una insuficiencia
en horas y/o ingresos y que no desean o no están disponibles para trabajar horas adicionales.
Esta categoría incluye a aquellos que trabajaron menos de 40 horas durante la semana de
referencia y recibieron ingresos por debajo del salario mínimo durante el mes anterior a la
encuesta, sin tener el deseo ni la disponibilidad de trabajar horas adicionales. Además,
también se incluyen aquellos con empleo que trabajan 40 horas o más a la semana, pero
cuyos ingresos laborales mensuales son inferiores al salario mínimo y que no desean o no
están disponibles para trabajar horas adicionales (INEC, 2019).

Población económicamente inactiva (PEI): Aquellas personas de 15 años o más


que no han sido clasificadas como ocupadas o desocupadas durante la semana de referencia
43

se consideran inactivas. Esta categoría incluye a individuos como rentistas, jubilados,


pensionistas, estudiantes, amas de casa, y otros (INEC, 2019).

Subempleo por insuficiencia de ingresos: Las personas que trabajaron 40 horas o


más durante la semana de referencia, pero que en el mes previo a la encuesta recibieron
ingresos laborales por debajo del salario mínimo y tienen la disposición y el deseo de trabajar
horas extras, se clasifican como empleados insuficientes y disponibles (INEC, 2019).

Subempleo por insuficiencia de tiempo de trabajo: Las personas con empleo que
trabajan menos de 40 horas durante la semana de referencia y que recibieron ingresos
laborales iguales o mayores al salario mínimo durante el mes anterior a la encuesta se
consideran parte de este grupo. Además, también se incluyen las personas que ganan menos
del salario mínimo al mes y trabajan menos de 40 horas a la semana, pero tienen el deseo y
la disponibilidad de trabajar horas adicionales.. (INEC, 2019)

Empleado doméstico: Se refiere a aquellas personas que tienen un empleo


asalariado en un hogar específico y reciben una compensación económica por su trabajo en
ese lugar (INEC, 2018).

Ocupados no clasificados por sector: Estos son los trabajadores empleados que no
tienen conocimiento si la empresa o establecimiento donde trabajan posee un Registro Único
de Contribuyente (RUC) (INEC, 2018).

Sector formal: Se refiere a los trabajadores empleados en establecimientos que


poseen un Registro Único de Contribuyente (RUC). Para el cálculo en la Encuesta Nacional
de Empleo, Desempleo y Subempleo, se considera que aquellos trabajadores que laboran en
establecimientos con un mínimo de 100 trabajadores son parte del sector formal, debido a
que se asume que estos establecimientos cumplen con todas las regulaciones legales,
incluyendo el RUC (INEC, 2018).

Sector informal: El sector informal se refiere a los establecimientos económicos que


no cuentan con un RUC. De acuerdo con las definiciones y clasificaciones del Sistema de
Cuentas Nacionales de las Naciones Unidas, las unidades de producción que forman parte
del sector de los hogares como empresas de hogares, es decir, empresas que pertenecen a los
hogares y que no están constituidas en sociedad, se consideran parte del sector informal. Esto
incluye las empresas informales de personas que trabajan por cuenta propia y un componente
44

adicional, que son las empresas de empleadores informales. El sector informal está definido
independientemente del lugar de trabajo donde se lleva a cabo la actividad productiva, del
grado de utilización de activos de capital fijo, y de la duración de la actividad de la empresa,
ya sea que sea indefinida, estacional u ocasional (INEC, 2018).

Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CIIU4): La CIIU, sirve para


clasificar uniformemente las actividades o unidades económicas de producción, dentro de
un sector de la economía, según la actividad económica principal que desarrolle (INEC,
2012).

2.11. MARCO LEGAL

Para dar sustento legal a la presente investigación se han tomado como referencia los
artículos de la Constitución de la República del Ecuador, donde se presentan los siguientes:

Ley para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres

Artículo 1:

Objeto: El objeto de la presente Ley es prevenir y erradicar todo tipo de violencia


contra las mujeres: niñas, adolescentes, jóvenes, adultas y adultas mayores, en toda su
diversidad, en los ámbitos público y privado; en especial, cuando se encuentran en múltiples
situaciones de vulnerabilidad o de riesgo, mediante políticas y acciones integrales de
prevención, atención, protección y reparación de las víctimas; así como a través de la
reeducación de la persona agresora y el trabajo en masculinidades. (Constitución, 2018, pág.
8)

Artículo 2:

Finalidad: Esta Ley tiene como finalidad prevenir y erradicar la violencia ejercida
contra las mujeres, mediante la transformación de los patrones socioculturales y estereotipos
que naturalizan, reproducen, perpetúan y sostienen la desigualdad entre hombres y mujeres,
así como atender, proteger y reparar a las víctimas de violencia. (Constitución, 2018, pág. 8)

Artículo 7:

Enfoques: En la aplicación de la presente Ley se considerarán los siguientes


enfoques:
45

a) Enfoque de género: Permite comprender la construcción social y cultural de roles


entre hombres y mujeres, que históricamente han sido fuente de inequidad, violencia
y vulneración de derechos y que deben ser modificados a favor de roles y prácticas
sociales que garanticen la plena igualdad de oportunidades entre personas diversas y
de una vida libre de violencia. (Constitución, 2018, pág. 10)
b) Enfoque de derechos humanos: Determina como objetivo y resultado, el
reconocimiento, el respeto irrestricto y la realización plena de los derechos humanos
de todas las personas, incluidos el derecho a la integridad y a una vida libre de
violencia. (Constitución, 2018, pág. 10)
c) Enfoque de interculturalidad: Reconoce la existencia de las distintas comunidades,
pueblos y nacionalidades que integran el Estado, respetando todas aquellas
expresiones en los diversos contextos culturales. Bajo este enfoque no se aceptan
prácticas discriminatorias que favorezcan la violencia (Constitución, 2018, pág. 10).
d) Enfoque intergeneracional: Reconoce la existencia de necesidades y derechos
específicos en cada etapa de la vida, niñez, adolescencia, madurez y adultez; y,
establece la prioridad de identificar y tratar las vulnerabilidades en dichas etapas de
la vida (Constitución, 2018, pág. 10).
e) Enfoque de integralidad: Considera que la violencia contra las mujeres: niñas,
adolescentes, jóvenes, adultas y adultas mayores es estructural y multicausal y está
presente en todos los ámbitos de la vida, por lo tanto, las intervenciones deben
realizarse en todos los espacios en las que las mujeres se desarrollan. (Constitución,
2018, pág. 10)
f) Enfoque de interseccionalidad: Identifica y valora las condiciones sociales,
económicas, políticas, culturales, religiosas, étnicas, geográficas, físicas y otras que
son parte simultánea de la identidad individual y comunitaria de las mujeres y adecúa
a estas realidades las acciones, servicios y políticas públicas destinadas para la
prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres y la atención, protección
y restitución de derechos de la víctima. (Constitución, 2018, pág. 10)

Artículo 9: Derechos de las mujeres. Las mujeres: niñas, adolescentes, jóvenes,


adultas y adultas mayores, en toda en su diversidad, tienen derecho al reconocimiento, goce,
ejercicio y protección de todos los derechos humanos y libertades contemplados en la
Constitución de la República, los instrumentos internacionales ratificados por el Estado y en
46

la normativa vigente, que comprende, entre otros según la (Constitución, 2018) son los
siguientes:

1. A una vida libre de violencia en el ámbito público y privado, que favorezca su


desarrollo y bienestar.
2. Al respeto de su dignidad, integridad, intimidad, autonomía y a no ser sometida a
ninguna forma de discriminación, ni tortura.
3. A recibir en un contexto de interculturalidad, una educación sustentada en principios
de igualdad y equidad.
4. A recibir información clara, accesible, completa, veraz, oportuna, en castellano o en
su idioma propio, adecuada a su edad y contexto socio cultural, en relación con sus
derechos, incluyendo su salud sexual y reproductiva; a conocer los mecanismos de
protección; el lugar de prestación de los servicios de atención, de emergencia, de
apoyo y de recuperación integral; y demás procedimientos contemplados en la
presente Ley y demás normativas concordantes.
5. A contar con interpretación, adaptación del lenguaje y comunicación aumentativa,
así como apoyo adicional ajustado a sus necesidades, que permitan garantizar sus
derechos, cuando tengan una condición de discapacidad.
6. A que se le garanticen la confidencialidad y la privacidad de sus datos personales,
los de sus descendientes o los de cualquier otra persona que esté bajo su tenencia o
cuidado.
7. A recibir protección y atención integral a través de servicios adecuados y eficaces,
de manera inmediata y gratuita para la víctima y sus dependientes con cobertura
suficiente, accesible y de calidad.
8. A recibir orientación, asesoramiento, patrocinio jurídico o asistencia consular, de
manera gratuita, inmediata, especializada e integral sobre las diversas materias y
procesos que requiera su situación.
9. A dar su consentimiento informado para los exámenes médico-legales que se
practiquen en los casos de violencia sexual y, dentro de lo posible, escoger el sexo
del profesional para la práctica de los mismos.
10. A ser escuchadas en todos los casos personalmente por la autoridad administrativa o
judicial competente, y a que su opinión sea considerada al momento de tomar una
decisión que la afecte. Se tomará especial atención a la edad de las víctimas, al
contexto de violencia e intimidación en el que puedan encontrarse.
47

11. A recibir un trato sensibilizado, evitando la revictimización, teniendo en cuenta su


edad, su situación de discapacidad u otras condiciones o circunstancias que requieran
especial atención.
12. A no ser confrontadas, ni ellas ni sus núcleos familiares con los agresores. Queda
prohibida la imposición de métodos alternativos de resolución de conflictos en los
procesos de atención, protección o penales.
13. A la verdad, a la justicia, a la reparación integral y a las garantías de no repetición
frente a los hechos constitutivos de violencia, ante las instancias administrativas y
judiciales competentes.
14. A que se les reconozcan sus derechos laborales, garantice la igualdad salarial entre
hombres y mujeres, sin ninguna discriminación y a evitar que por causas de violencia,
tengan que abandonar su espacio laboral.
15. Al auxilio inmediato de la fuerza pública en el momento que las víctimas lo soliciten.
16. A tener igualdad de oportunidades en el acceso a las funciones públicas y a participar
en los asuntos públicos, incluyendo la toma de decisiones (Constitución, 2018).
17. A una comunicación y publicidad sin sexismo, violencia y discriminación.
18. A una vivienda segura y protegida. Las mujeres víctimas de violencia basada en su
género, constituyen un colectivo con derecho a protección preferente en el acceso a
la vivienda.
19. A que se respete su permanencia o condiciones generales de trabajo, así como sus
derechos laborales específicos, tales como los relacionados con la maternidad y
lactancia.
20. A recibir protección frente a situaciones de amenaza, intimidación o humillaciones.
21. A no ser explotadas y a recibir protección adecuada en caso de desconocimiento de
los beneficios laborales a los que por ley tengan derecho.
22. A no ser despedidas o ser sujetos de sanciones laborales por ausencia del trabajo o
incapacidad, a causa de su condición de víctima de violencia.
23. Los demás establecidos en el ordenamiento jurídico vigente.

Ley de amparo laboral de la mujer

Artículo 1: Al artículo 41 del Código del Trabajo, agrégase el siguiente numeral:


"Contratar un porcentaje mínimo de trabajadoras (mujeres), porcentaje que será establecido
48

por las Comisiones Sectoriales del Ministerio del Trabajo, establecidas en el artículo 125, de
este Código" (Congreso Nacional, 1997).

Artículo 3: Al numeral 10 del artículo 23 de la Ley Orgánica de la Función Judicial,


agrégase el siguiente inciso: "Las Cortes Superiores estarán integradas por un mínimo de
veinte por ciento de mujeres como ministros jueces y mantendrán igualmente un mínimo de
veinte por ciento de mujeres en su nómina de jueces, notarios, registradores y demás
curiales". (Congreso Nacional, 1997)

Artículo 4: Las mujeres trabajadoras del sector privado, en forma individual o a


través de sus organizaciones legalmente constituidas, podrán acudir con sus reclamos ante
el Inspector o Subinspector del Trabajo, para el cumplimiento de la presente Ley (Congreso
Nacional, 1997).

Artículo 5: El incumplimiento de lo dispuesto en el artículo 1 de esta Ley, será


sancionado con multa de veinte a cien salarios mínimos vitales generales, que será impuesta
al empleador por el Inspector o Subinspector del Trabajo. En caso de reincidencia, las
mencionadas autoridades dispondrán la clausura del local o negocio hasta que cumpla con
la indicada disposición legal. (Congreso Nacional, 1997)

Convenios de la OIT y los derechos laborales de las mujeres

Convenio N.º 100 sobre la igualdad de las remuneraciones, 1951: Las mujeres
tienen derecho a percibir el mismo salario que los hombres cuando realizan un trabajo del
mismo valor que éstos (OIT, 2006).

Convenio N.º 111 sobre la discriminación en el empleo y ocupación, 1958:


Ninguna persona puede ser discriminada en su empleo u ocupación por motivos de raza,
color, sexo, ideas políticas, creencias religiosas, condición social (OIT, 2006).

Convenio N.º 156 sobre los trabajadores con responsabilidades familiares, 1981:
Todas las trabajadoras y trabajadores con responsabilidades familiares tienen derecho a
protección especial y a no ser discriminados en el empleo y ocupación por esta condición
(OIT, 2006).
49

Convenio N.º 183 sobre la protección de la maternidad, 2000: Este convenio


revisa y actualiza el Convenio 103 para la protección de la maternidad, con el objetivo de
seguir promoviendo, cada vez más, la igualdad de todas las mujeres integrantes de la fuerza
de trabajo así como la salud y la seguridad de la madre y el niño. En el artículo I se estipula
que el término mujer se aplica a toda persona de sexo femenino, sin ninguna discriminación,
y el término hijo a todo hijo, sin ninguna discriminación. (OIT, 2006)
50

CAPÍTULO III: METODOLOGÍA

Para el desarrollo de la presente investigación se utiliza información secundaria que


se encuentra en las bases de datos del cuarto trimestre (mes de diciembre) que nos
proporciona la ENEMDU de los años 2011 al 2021 publicada por el INEC, se utiliza las
bases del cuarto trimestre de cada año porque en el INEC no existen las bases anuales
acumuladas de todos los años en los que se realiza el análisis del estudio, por ese motivo las
bases del cuarto trimestre después de las anuales, son las más completas que levanta esta
institución en cada año, además porque incluyen más información en comparación de las
que se levantan en los otros trimestres. Se emplea el periodo de tiempo del 2011 al 2021 con
la finalidad de realizar un análisis amplio de la participación laboral femenina a lo largo del
tiempo y entender si existieron avances o retrocesos en la inserción de las mujeres en el
mercado laboral del Ecuador, por tal motivo en este periodo de tiempo se propone un análisis
de tres periodos:

1. El primero antes del cambio metodológico de la ENEMDU que corresponde a los


años 2011-2016, donde se manejaba una metodología diferente en la recolección de
información a la que actualmente se maneja (esto se explica en el apartado 3.10
Descripción de la ENEMDU)
2. El segundo después del cambio de metodología y antes de la pandemia COVID-19
que corresponde a los años del 2017 al 2019, con el propósito de que en este periodo
analizado se entienda el comportamiento laboral femenino sin ninguna alteración de
las circunstancias normales en la economía del país.
3. El tercero durante la pandemia COVID-19 que corresponde a los años 2020 y 2021
donde la economía del país se vio afectada por este fenómeno de salud que aquejo a
todos los países del mundo.

Además, no se considera el año 2022 porque la investigación fue desarrollada durante


este año y aún no existía la base de datos de este trimestre (diciembre 2022), finalmente se
realiza esta segmentación de tres periodos porque en cada uno de ellos existieron diferentes
circunstancias y cosas particulares que afectan la información recolectada en las ENEMDU
como se mencionó.
51

3.1. Método

Para el análisis de los determinantes de la participación laboral femenina en el


Ecuador en el periodo 2011-2021 se emplea el método científico:

3.1.1. Método inductivo deductivo

Este método de la ciencia se caracteriza por iniciar con observaciones individuales a


cada individuo analizado o estudiado y es partir de estas observaciones que se plantean
generalizaciones para obtener contenido que rebasa el de los hechos inicialmente
observados; por tal motivo para el desarrollo del presente proyecto el análisis se realiza a
partir de cada una de las mujeres ecuatorianas de los cantones y provincias para finalmente
llegar a todo el Ecuador mediante el procesamiento de las respectivas variables de estudio,
y de esta manera llegar a las conclusiones generales sobre las determinantes de la
participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo 2011-2021, tanto a nivel nacional,
provincial y cantonal.

3.2. Enfoque

En la investigación se utiliza un enfoque cuantitativo porque por medio de


mediciones numéricas permite dar sustento a la interpretación de los datos que se desarrollan
en el estudio.

3.2.1. Enfoque cuantitativo

Utilizando las variables numéricas de las bases de datos del cuarto trimestre de la
ENEMDU de los años 2011 al 2021 publicadas en la página web oficial del INEC se llegan
a conclusiones concretas sobre los principales determinantes de la participación laboral
femenina en el Ecuador en el periodo señalado, que se encuentran sustentadas de manera
científica por medio del análisis de estadísticas básicas hasta modelos logísticos.

3.3. Nivel de Investigación

En el desarrollo de la investigación se emplea una metodología cuantitativa


sustentada por medio de un análisis descriptivo, correlacional y explicativo que nos permite
dar respuesta a las respectivas interrogantes generadas y planteadas sobre los determinantes
de la participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo 2011-2021.
52

3.4. Tipo de Investigación

El tipo de investigación nos permite definir la fuente de la que se obtienen los


respectivos datos para obtener la información y procesarla.

3.4.1. Fuentes de datos

Los datos seleccionados para desarrollar la presente investigación se obtienen de


bases del cuarto trimestre generadas por medio del levantamiento de la Encuesta Nacional
de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) de los años 2011 al 2021 que son
publicadas en la página web oficial del INEC, cuya entidad es la que se encarga de realizar
el levantamiento de esta encuesta.

3.5. Variables de estudio

A continuación, se detallan las variables que permiten dar respuesta a los objetivos
de investigación propuestos en el presente estudio, variables que fueron seleccionadas de la
base ENEMDU del cuarto trimestre desde el año 2011 al 2021. Estas variables fueron
elegidas primero como referencia de los estudios revisados en la parte de la teoría, donde la
mayoría de las variables se reflejan en esta base, y segundo de acuerdo con la frecuencia que
tenían en todos los años en estas bases, debido a que algunas variables no eran constantes en
la mayoría de los años desde 2011 hasta el 2021.

Cabe mencionar que estas variables fueron consideradas de las bases de la ENEMDU
de todos los meses de diciembre, que son las del cuarto trimestre de cada año.

Tabla 1: Variables del proyecto de investigación

Variable Tipo de variable


Sexo Dicotómica
Edad Cuantitativa
Estado civil Cualitativa
Etnia Cualitativa
Área Dicotómica
Relación de parentesco Cualitativa
Asiste a clases Dicotómica
Nivel de Instrucción Cualitativa
Trabajó la semana pasada Dicotómica
Razón por la que no trabajaron las mujeres Cualitativa
Número de horas trabajadas la semana anterior Cuantitativa
Condición de inactividad Cualitativa
Número de trabajos Cuantitativa
Condición de actividad Cualitativa
Población con empleo Dicotómica
53

Población con desempleo Dicotómica


Sectorización de los empleados Cualitativa
Actividad de las mujeres ocupadas (CIIU4) Cualitativa
Ingreso laboral Cuantitativa
Ingreso per cápita Cuantitativa

Fuente: ENEMDU 2019 – INEC


Elaborado por: Autores

3.6. Técnicas de procesamiento y análisis de datos

A continuación, se explica las respectivas definiciones sobre las técnicas de


procesamiento y análisis de los datos.

3.6.1. Técnicas de procesamiento de datos.

Según (Bernal C., 206) menciona que las técnicas de procesamiento de datos
“consiste en procesar los datos (dispersos, desordenados, individuales) obtenidos de la
población objeto de estudio, y generar resultados a partir de los cuales se realizará el análisis
según los objetivos de la Investigación”.

3.6.2. Técnicas de análisis de datos.

Esta técnica nos indica la forma de cómo será procesada la información para obtener
los respectivos resultados y analizarlos.

Esta fase consiste en el ordenamiento de la información y la clasificación según


lugares, periodos, entre otros. Por medio de las técnicas de procesamiento de datos es como
se describen las distintas operaciones a las que serán sometidos los datos que se obtengan:
clasificación, registro, tabulación y codificación si fuere el caso. (Hernández R., 2003)

3.7. Modelo Logit

La regresión logística es una técnica estadística multivariante que nos permite estimar
la relación existente entre una variable dependiente no métrica, en particular dicotómica y
un conjunto de variables independientes métricas y no métricas (Salcedo P., 2002, pág. 14).

La regresión Logit se utiliza cuando queremos predecir un resultado binario y


sabemos que existen varios factores que pueden incidir sobre tal resultado. Esta regresión
binaria es un tipo de análisis de regresión donde la variable dependiente es una variable
dummy: código 0 (buen cliente) o 1 (mal cliente). (Fernández H. y Pérez F., 2005, pág. 6)
54

El objetivo primordial de esta técnica es el de modelar como influyen las variables


regresoras en la probabilidad de ocurrencia de un suceso particular (Salcedo P., 2002, pág.
14).

Para (Salcedo P., 2002) los objetivos principales de la regresión logística son dos:

1. Investigar cómo influye en la probabilidad de ocurrencia de un suceso, la presencia


o no de diversos factores y el valor o nivel de los mismos.
2. Determinar el modelo más parsimonioso y mejor ajustado que siendo razonable
describa la relación entre la variable respuesta y un conjunto de variables regresoras.

Según (Fernández H. y Pérez F., 2005) la regresión logística se basa en la


denominada función logística, donde se relaciona la variable dependiente con las variables
independientes 𝑥1 , 𝑥2 , 𝑥3 , … , 𝑥𝑖 , … , 𝑥𝑘 por medio de la siguiente ecuación:

1
𝑌𝑖 = + 𝑢𝑖
1 + exp(−𝑧)

Para (Fernández H. y Pérez F., 2005, pág. 6) de la ecuación antes mencionada la


descripción de sus componentes es la siguiente:

𝒀𝒊 : Es la variable dependiente, la cual puede tomar valores de cero y uno.

z: Es el scoring logístico, en el cual 𝑧 = 𝛽0 + 𝛽1 𝑋1 + 𝛽2 𝑋2 + ⋯ + 𝛽𝑘 𝑋𝑘 , a la vez esta


expresión se la puede expresar de forma matricial que sería 𝑧 = 𝛽𝑋

𝑢: Es una variable aleatoria que se distribuye de manera normal 𝑁(0; 𝜎 2 )

𝑥1 , 𝑥2 , 𝑥3 , … , 𝑥𝑖 , … , 𝑥𝑘 las variables dependientes son fijas en el muestreo.

Según (Fernández H. y Pérez F., 2005) si denotamos por Y a la variable a predecir, y


por 𝑥1 , 𝑥2 , 𝑥3 , … , 𝑥𝑖 , … , 𝑥𝑘 a las k variables predictoras, la regresión logística se expresa de
la manera siguiente:

1
𝑃(𝑌 = 1|𝑋) = 𝑃(𝑌 = 1|𝑋1 = 𝑥1 , 𝑥2 , … , 𝑋𝑘 = 𝑥𝑘 ) =
1 + exp[−(𝛽0 + ∑𝑘𝑖=1 𝛽𝑖 𝑋𝑖 )]
55

Donde X representa un patrón a clasificar, y 𝛽0 , 𝛽1 , … , 𝛽𝑘 son los parámetros, que


deben ser estimados a partir de los datos, a fijar para tener determinado un modelo concreto
de regresión logística (Fernández H. y Pérez F., 2005, pág. 6).

Según (Fernández H. y Pérez F., 2005) si consideramos que la variable a predecir Y


es binaria, podemos calcular 𝑃(𝑌 = 0|𝑋) de la siguiente manera:

1
𝑃(𝑌 = 0|𝑋) = 1 − 𝑃(𝑌 = 1|𝑋) =
1 + exp[−(𝛽0 + ∑𝑘𝑖=1 𝛽𝑖 𝑋𝑖 )]
exp[−(𝛽0 + ∑𝑘𝑖=1 𝛽𝑖 𝑋𝑖 )]
=
1 + exp[−(𝛽0 + ∑𝑘𝑖=1 𝛽𝑖 𝑋𝑖 )]

Para (Fernández H. y Pérez F., 2005) otro concepto de interés es el de odds ratio
(OR) de un determinado patrón x el cual se denota por OR(x) y se define como el cociente
entre la probabilidad de que el patrón pertenezca a la clase 1 entre la probabilidad de que el
patrón pertenezca a la clase 0. Es decir:

𝑃(𝑌 = 1|𝑋)
𝑂𝑅(𝑋) =
1 − 𝑃(𝑌 = 1|𝑋)

Para trabajar con OR(x) de manera ágil, (Fernández H. y Pérez F., 2005) menciona
que es conveniente expresar el modelo de regresión logística en la manera logit. Para ello se
efectúa una transformación del modelo, de la manera siguiente:

𝑃(𝑌 = 1|𝑋)
𝑙𝑜𝑔𝑖𝑡(𝑃(𝑌 = 1|𝑋)) = 𝑙𝑛 𝑂𝑅(𝑋) = ln [ ]
1 − 𝑃(𝑌 = 1|𝑋)

3.8. Modelo Probit

Para (Vargas E., 2007) es un modelo que está diseñado para ajustar un modelo de
regresión en el cual la variable dependiente Y caracteriza un evento con sólo dos posibles
resultados. Se pueden modeladar dos tipos de datos:

1. Datos en los que, Y consiste en un conjunto de 0 y 1, donde 1 representa la ocurrencia


de uno de los dos resultados.
2. Datos en los cuales Y representa la proporción de veces que ocurre uno de los dos
resultados.
56

El modelo de regresión relaciona a Y con una o más variables predictoras X, que


pueden ser cuantitativas o categóricas. En este procedimiento, se asume que la probabilidad
de un evento está relacionada con los predictores a través de la función probit. El
procedimiento de regresión logística puede usarse para ajustar el mismo tipo de datos, pero
emplea una forma funcional diferente. (Vargas E., 2007)

El procedimiento ajusta un modelo usando máxima verosimilitud o mínimos


cuadrados ponderados. La selección por pasos de variables es una opción. Para probar la
significancia de los coeficientes del modelo se realizan pruebas de cociente de verosimilitud.
Se puede graficar el modelo ajustado y predicciones generadas a partir del mismo. Se
identifican y grafican residuos atípicos. (Vargas E., 2007)

Dado que el procedimiento el modelo probit es análogo al de la regresión logística,


debe remitirse a la documentación de este último para una descripción detallada de las
diferentes opciones. Esta documentación resalta las diferencias entre los dos modelos y cubre
un ejemplo simple. (Vargas E., 2007)

Según (Vargas E., 2007) modelo probit relaciona la probabilidad de ocurrencia P


del resultado contado por Y con las variables predictoras X. El modelo toma la forma de:

𝑃(𝑋) = ϕ(𝛽0 + 𝛽1 𝑋1 + 𝛽2 𝑋2 + ⋯ + 𝛽𝑘 𝑋𝑘 )

Donde ϕ (Z) es la función de distribución acumulada normal estándar.

Para calcular el modelo probit es necesario utilizar la siguiente ecuación, para


relacionar la variable dependiente con las independientes:

𝑎+𝑏𝑋 −𝑢2
1 𝑑𝑢
Pr(𝑎 + 𝑏𝑋) = ∫ 𝑒 2
√2𝜋 ∞

Donde Pr significa la estimación del modelo probit, que estaría representado por la
variable dependiente Y.

Donde es necesario comprender que los parámetros a y b son calculados en base a la


regresión econométrica.
57

3.9. Construcción de las variables para los modelos probit y logit

Para la construcción de las variables que se incluirán en los modelos tanto probit
como logit se procede a la respectiva dicotomización de la variable dependiente y a la vez la
agrupación de las categorías de las variables independientes con características de
cualitativas, teniendo como referencia las bases del cuarto trimestre de la ENEMDU desde
el año 2011 al 2021. Estas variables fueron seleccionadas para la construcción de los
modelos en base a la revisión teórica de otros estudios que se relacionan a la misma temática
y a la vez porque permitirán explicar de mejor manera los determinantes de la participación
laboral femenina en el Ecuador en el periodo 2011-2021.

Tabla 2: Variables cuantitativas y dicotomizarían de variables cualitativas

VARIABLES DICOTÓMICA
Variable cualitativa dependiente
 Mujer con empleo (1)
Población con empleo (Solo mujeres)
 Mujer sin empleo (0)
Variables cualitativas independientes
No se utiliza esta variable para los
Sexo modelos porque la población objetivo son
solo mujeres
Estado civil
 Se utiliza la categoría de casada y de unión libre para crear la
 Tiene pareja (1)
variable tiene pareja.
 No tiene pareja (0)
 Se utiliza la categoría de divorciada, separada soltera, viuda
para crear la variable no tiene pareja.
 Mestiza (1)
Etnia  Indígena (1)
Esta variable tiene categorías de referencia que varían en los modelos,  Montubia (1)
pero las principales que se utilizan por separado son la categoría de  Afro, blanca, mulata (0)
mestiza, indígena y montubia  Negro, Otra (0)

 Urbana (1)
Área
 Rural (0)
 Jefe (1)
 Cónyuge, hijo o hija (0)
 Empleada doméstica (0)
Relación de parentesco
 Nietos, no parientes (0)
 Parientes, padres, suegros (0)
 Yerno o nuera (0)
 Si (1)
Asiste a clases
 No (0)
Nivel de instrucción
 Se utiliza la categoría de centro de alfabetización, educación
media, educación básica, primaria, secundaria y ninguno para
crear la variable educación no superior.  Educación no superior (1)
 Se utiliza la categoría de superior no universitario, superior  Educación superior (0)
universitario y post-grado para crear la variable educación
superior.

Trabajó la semana pasada  Si (1)


58

 No (0)
 Suspensión temporal del trabajo
(1)
Razón por la que no trabajaron las mujeres
 Enfermedad accidente, licencia
con sueldo, vacaciones, otro (0)
 Ama de casa (1)
 Estudiante, Incapacitado,
Condición de inactividad
Jubilado pensión, Rentista, Otro
(0)
 PEI (1)
Condición de actividad
 Todas las demás (0)
No se utiliza esta variable porque ya se
Población con desempleo (Solo mujeres)
está utilizando a las mujeres con empleo
 Sector formal (1)
 Empleo doméstico, no
Sectorización de los empleados
clasificados por sector, sector
informal (0)
 Comercio (1)
 Agricultura, ganadería y pesca
Actividad de las mujeres ocupadas (CIIU4)
(1)
 Todas las demás (0)
Ingreso laboral
 Se utiliza la información que presenta ingresos para crear la
 Recibe ingreso laboral (1)
variable recibe ingreso laboral.
 No recibe ingreso laboral (0)
 Se utilizan la información que no presentan ingresos para crear
la variable no recibe ingreso laboral.
Variables cuantitativas independientes (Descripción)
Edad Edad de las mujeres de la PET
Edad al cuadrado de las mujeres de la
Edad²
PET
Número de horas trabajadas la semana anterior Horas que trabajaron las mujeres
Número de trabajos Trabajos que tienen las mujeres
Ingreso per cápita Ingresos de las mujeres de la PET

Fuente: ENEMDU 2019 – INEC


Elaborado por: Autores

En la tabla anterior también se enlistan las variables cuantitativas que se utilizan para
los modelos estadísticos que se estiman en el presente estudio. Todas las variables antes
enumeradas son referencia para cada modelo, porque algunas se utilizarán en ciertos
modelos y otras no, debido a la significancia estadística que represente cada una de ellas al
modelo global.

3.10. Descripción de la ENEMDU

La Encuesta Nacional Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) es una


operación estadística que forma parte del Sistema Integrado de Encuestas de Hogares
(SIEH), y por su diseño metodológico representa uno de los instrumentos estadísticos más
importantes para estudiar la situación del empleo en el país, la caracterización del mercado
59

de trabajo, la actividad económica de los ecuatorianos y las fuentes de ingresos de la


población. A su vez, permite alimentar el Sistema de Cuentas Nacionales, administrado por
el Banco Central del Ecuador. (INEC, 2018)

La ENEMDU es una encuesta de aplicación continua, y la información generada de


ella permite, además, identificar la magnitud de algunos fenómenos sociodemográficos, al
proporcionar datos e indicadores que muestran la situación en la que viven mujeres y
hombres dentro de sus hogares y viviendas. (INEC, 2018)

3.10.1. Metodología de la operación estadística ENEMDU del 2011 al 2016

Con el objeto de guiar de mejor manera la política pública es imperativo fortalecer


las definiciones que permiten la medición de la población que se encuentra subempleada en
el país. Para tal efecto y haciendo uso de las consideraciones sobre estos aspectos realizadas
durante la 19 Conferencia de Estadísticos del Trabajo, el INEC propone en el presente
documento metodológico sobre el cual se realizará la medición del empleo, desempleo y
subempleo del Ecuador. (INEC, 2016)

3.10.1.1. Universo de la encuesta

En esta operación estadística se define a la población económicamente activa (PEA)


como aquella que abarca a todas las personas de uno u otro sexo que aportan o están
disponibles para contribuir con su trabajo a la producción de bienes o servicios contemplados
en el Sistema de Cuentas Nacionales, durante un periodo de referencia especificado. Dentro
de la Población Económicamente Activa, se identifican dos mediciones alternativas de este
grupo de población: la población habitualmente activa, que se mide en relación a un largo
período de referencia, y la población corrientemente activa o fuerza de trabajo, que se mide
en relación a un período de referencia corto, tal como una semana o un día. (INEC, 2016)

3.10.1.2. Límite de edad

El límite de edad adoptado en las encuestas de la PEA varía de un país a otro; sin
embargo, se recomienda en concordancia con las directrices de Naciones Unidas para los
Censos de Población y Vivienda, y para facilitar la comparación internacional, utilizar un
umbral de 15 años de edad. (INEC, 2016)
60

3.10.1.3. Ámbito de actividad económica

Las personas serán consideradas económicamente activas si (y solo sí) contribuyen


o están disponibles para contribuir a la producción de aquellos bienes y servicios que están
dentro la frontera de producción, donde se define como actividad económica toda la
producción de mercado y algunos tipos de producción no de mercado. (INEC, 2016)

3.10.1.4. Clasificación de la población por su condición de actividad

Para esto se establece un marco conceptual para clasificar a las personas según sus
actividades durante un período de referencia corto. Las tres categorías exhaustivas y
mutuamente excluyentes de población eran: la población con empleo, la población
desempleada y la población no económicamente activa. Para realizar esa clasificación, se
consideraba dos características: el período de referencia, el cual debe reflejar la situación de
la oferta laboral en un momento específico, y la categoría de actividad, que recoge las
principales características de la actividad realizada durante el período de referencia. (INEC,
2016)

3.10.1.5. Período de referencia

Por ello, de acuerdo con las recomendaciones internacionales, el período corto


corresponde a una semana o un día. De este modo, la ENEMDU recababa información
teniendo como período de referencia la semana pasada o semana inmediatamente anterior a
la fecha de la entrevista, considerada de lunes a domingo. Cabe señalar que, para ciertas
secciones de la ENEMDU, se recoge la información para otros períodos de referencia. Este
es el caso de las características generales de la población, en la que se recaba información
del día de la entrevista; de los ingresos laborales y no laborales, el mes previo al
levantamiento de la encuesta, y de la búsqueda de empleo, que considera las cuatro semanas
anteriores. (INEC, 2016)

3.10.1.6. Clasificación de la situación del empleo

Según el (INEC, 2016) los criterios básicos utilizados para definir los grupos de la
clasificación son el tipo de riesgo económico, que implica la solidez del vínculo entre la
persona y el empleo, y el tipo de autoridad que tienen o tendrán los titulares sobre los
establecimientos y sobre otros trabajadores. Cabe señalar que la definición hace referencia a
la distinción entre los empleos asalariados y los empleos independientes, por lo que se
61

compone de los siguientes grupos: Asalariados, empleadores, trabajadores por cuenta propia,
miembros de cooperativas de productores, trabajadores familiares auxiliares y trabajadores
que no pueden clasificarse según la situación en el empleo.

3.10.1.7. Variables, dominios y representatividad

La ENEMDU constituye una herramienta para el análisis estadístico sobre la


estructura de la población ecuatoriana, el mercado laboral y fenómenos como la pobreza y
desigualdad por ingresos. El período de levantamiento de la encuesta es trimestral y
semestral; por lo tanto, se posee información para el mes de marzo, junio, septiembre y
diciembre. Hasta el año 2013, la cobertura geográfica de la encuesta, para todos los
trimestres, incluye las áreas urbanas del país; mientras que, para junio y diciembre, la
cobertura geográfica es también rural y nacional. (INEC, 2016)

Para las encuestas de marzo y septiembre la desagregación territorial es para ocho


dominios: cinco ciudades auto representadas, a nivel urbano Quito, Guayaquil, Cuenca,
Machala y Ambato, y tres dominios urbanos: resto Sierra, resto Costa y Amazonía. Las de
junio y diciembre, por su lado, registran información para los ocho dominios mencionados
y para tres dominios rurales: Sierra, Costa y Amazonía. (INEC, 2016)

Según el (INEC, 2016) partir de marzo de 2014, todas las encuestas tienen cobertura
urbana, rural y nacional; y desde junio de 2014, también se incrementa la cobertura de la
encuesta para abarcar la Región Insular. La ENEMDU ofrece la caracterización de la
población ecuatoriana de acuerdo con diferentes dimensiones tales como:

 Características sociodemográficas: Sexo, edad, autoidentificación étnica, estado


civil, relación de parentesco, nivel de escolaridad (INEC, 2016).
 Características ocupacionales: Condición de actividad, horas de trabajo a la
semana, rama de actividad, categoría de ocupación, tipo de empleador, tipo de
contrato, beneficios recibidos por parte de su empleador, ingresos laborales, entre
otros (INEC, 2016).
 Características específicas: En ciertos trimestres, la encuesta recaba información
de fenómenos particulares como la inseguridad ciudadana, calidad de servicios
públicos, participación ciudadana, prácticas ambientales, entre otros (INEC, 2016).
62

3.10.1.8. Tipo de diseño muestral

La ENEMDU es una encuesta por muestreo probabilístico, cuyo propósito es la


medición y seguimiento del empleo, desempleo y la caracterización del mercado de trabajo,
que permite conocer la actividad económica y las fuentes de ingresos de la población (INEC,
2016).

3.10.2. Metodología de la operación estadística ENEMDU del 2017 al 2021

El (INEC, 2018) define algunos aspectos en la operación estadística de la ENEMDU:

 Tipo de operación estadística: Encuesta por muestreo probabilístico


 Cobertura temática
Dominio: Estadísticas Demográficas y Sociales
Tema: Trabajo
Subtema: Mercado laboral, empleo y desempleo
 Universo de estudio: Personas de 5 y más años de edad, residentes en los hogares
del Ecuador, exceptuando la población que reside en viviendas colectivas, viviendas
flotantes y sectores con población indigente (INEC, 2018).
 Población objetivo: Todas las personas de las viviendas particulares dentro del
territorio ecuatoriano (INEC, 2018).
 Unidad de observación: Son los hogares en todas las viviendas particulares
ocupadas que se encuentran en territorio nacional (INEC, 2018).
 Unidad de análisis: Las personas de 15 años en adelante y los hogares.
 Cobertura geográfica: La cobertura de la ENEMDU es a nivel nacional, por área
geográfica (urbano y rural) en todas las provincias del Ecuador, exceptuando la
Provincia de Galápagos, debido al nivel de representatividad (INEC, 2018).
 Desagregación de la información: Los indicadores, tabulados y variables
difundidas desde la ENEMDU, pueden ser desagregados a nivel nacional, por área
geográfica urbano, rural y en las cinco ciudades auto representadas, por sexo, etnia,
entre otros, considerando el nivel de representatividad estadística. (INEC, 2018)
 Periodicidad y continuidad: La ENEMDU levanta información los meses de
marzo, junio, septiembre y diciembre, desde junio del 2007 (INEC, 2018).
63

3.10.2.1. Variables

Según el (INEC, 2018) las variables que se recopilan mediante el formulario de


recolección de la información responden a los objetivos de la operación estadística. A
continuación, se señalan las variables más importantes que se investigan en la ENEMDU:

Características de los miembros del hogar:

Para todas las personas:

 Características generales de los miembros del hogar (sexo, edad, parentesco).


 Seguridad social: cobertura del sistema de seguridad social.
 Lugar de nacimiento.
 Estado civil o conyugal (personas de 12 años y más).

Para todas las personas de 5 años y más:

 Educación: asistencia, nivel más alto y año aprobado, analfabetismo, título obtenido.
 Idiomas que hablan el informante y los padres.
 Auto identificación étnica.
 Migración

Información relacionada al mercado laboral para personas de 5 años y más.

 Características ocupacionales, búsqueda de trabajo; ocupados y desocupados


(ocupación principal) ocupación secundaria; Inactivos.
 Satisfacción en el trabajo, estabilidad laboral, salud y seguridad en el trabajo,
capacitación laboral, aporte a la seguridad.
 Ingresos de la actividad principal: patronos y cuenta propia; asalariados y empleados
domésticos, sea en moneda o en especie; y actividad secundaria.
 Otros ingresos derivados del capital o inversiones, transferencias y otras
prestaciones; Bono de desarrollo Humano; Bono por discapacidad.
 Aspectos generales de los desempleados.
 Búsqueda de trabajo para personas de 5 años y más, con la finalidad de realizar el
empalme de series.
64

Información referida a la vivienda y hogar

Datos de la vivienda y hogar: tipo, características físicas (materiales de techo, piso,


paredes), servicios básicos (agua, luz, alcantarillado, eliminación de basura, etc.), número
de cuartos, tenencia de vivienda (INEC, 2018).

3.10.2.2. Tipo y etapas de diseño muestral

Para el (INEC, 2018) el diseño muestral es probabilístico con dos etapas de selección:

 Primera etapa: Selección de Unidades Primarias de Muestreo por estrato.


 Segunda etapa: Selección de siete viviendas ocupadas dentro de cada uno de los
conglomerados seleccionados en la primera etapa.

Al ser un muestreo probabilístico de dos etapas, la Unidad Primaria de Muestreo


(UPM) es el conglomerado y la Unidad Secundaria de Muestreo (USM) son las viviendas
ocupadas. Con la finalidad de mejorar la precisión y exactitud de las estimaciones
provenientes desde la ENEMDU, a partir de marzo 2018, se han reconstruido y
homogenizado las UPM con respecto al número de viviendas ocupadas. Esto garantiza una
mayor dispersión de la muestra asignada a la encuesta y consecuentemente una mejora de
calidad en los datos reportados desde la encuesta. (INEC, 2018)

Dominios de estudio y representatividad

Para el (INEC, 2021) los dominios de estudio planificados para esta encuesta son:

a) ENEMDU mensual: La ENEMDU mensual de tiene como sus dominios de diseño


y representatividad Nacional, Urbano-Rural.
b) ENEMDU trimestral: La ENEMDU trimestral tiene como dominios de diseño y
representatividad Nacional, Urbano-Rural y 5 ciudades principales (Quito,
Guayaquil, Cuenca, Machala y Ambato).
c) ENEMDU anual: La ENEMDU anual tiene como dominios de diseño y
representatividad Nacional, Urbano-Rural, 5 ciudades principales (Quito, Guayaquil,
Cuenca, Machala y Ambato) y 24 provincias del Ecuador.
65

3.11. Cambio de la ENEMDU y creación de la Encuesta Multipropósito

El INEC ha proporcionado información para los Planes Nacionales de Desarrollo


(2009-2017) a partir de la ENEMDU; esta operación estadística en sus inicios fue diseñada
para obtener información de mercado laboral, condición de actividad de la población,
pobreza y pobreza extrema por ingresos, rama de actividad, entre otras. Pero en el transcurso
del tiempo se incorporó a la investigación temas como: educación; tecnologías de la
información; datos de la vivienda y el hogar; cobertura de programas sociales; uso, confianza
y funcionamiento de las instituciones públicas; calidad de servicios públicos; participación
ciudadana y seguridad ciudadana; temas que responden al interés de medir continuamente
indicadores para el monitoreo de metas planteadas en los planes de desarrollo. (INEC, 2021)

Con el afán de fortalecer las estadísticas de trabajo, se decide reducir la carga


operativa de la Encuesta Nacional de Empleo Desempleo y Subempleo (ENEMDU) para
que se especialice en la medición del mercado laboral y la optimización del diseño de la
encuesta. En este contexto, el 12 de diciembre del 2017, mediante Acta Resolutiva No. 02-
2017, el Consejo Nacional de Estadística y Censos (CONEC), presidido por la Secretaria
Nacional de Planificación (SENPLADES) y conformado por representantes de los Consejos
Sectoriales, aprobó generar la Encuesta Nacional Multipropósito de Hogares (Seguimiento
al Plan Nacional de Desarrollo) en el inventario del Programa Nacional de Estadística 2017-
2021. Encuesta que tiene la finalidad de medir temáticas sociales que pide el Plan Nacional
de Desarrollo y las agendas de desarrollo nacional e internacional. (INEC, 2021)

En el mes de septiembre 2018, se recibió el acompañamiento técnico de la CEPAL y


el INEGI, para el diseño de la Encuesta Multipropósito y construcción de instrumentos de
recolección, respectivamente. Cabe indicar, que las mejoras implementadas en la
Multipropósito se enmarcan en el aseguramiento de la calidad de la información, y su
comparabilidad y continuidad con la información que se venía reportando desde la
ENEMDU. En el mes de diciembre 2018, 2019 y 2020 se ejecutó la Encuesta Multipropósito
con una metodología de recolección idéntica a la utilizada en ENEMDU, instrumentos de
control de calidad genéricos a las encuestas de hogares, y procedimientos analíticos que
garantizan la fiabilidad de la información. Los resultados obtenidos de la Multipropósito
permitirán conservar una línea de continuidad en los diagnósticos de la población, a través
de los indicadores que fueron monitoreados con información de la ENEMDU. (INEC, 2021)
66

3.11.1. Principales Variables

En la Encuesta Multipropósito 2018, 2019 y 2020 se ha definido las principales


variables de investigación de acuerdo a los indicadores que serán reportados desde la
operación estadística. Cabe indicar, que entre la Multipropósito y la ENEMDU existen
variables comunes que corresponden a las secciones fijas del formulario y generalmente se
investigan en las encuestas dirigidas a hogares. (INEC, 2021)

Tabla 3: Variables de Encuesta Multipropósito (2018 - 2020) vs ENEMDU

Multipropósito 2018 – 2020 ENEMDU


Sexo Sexo
Edad Edad
Actividad física. Población en Edad de Trabajar (PET)
Tenencia de computador de escritorio, computadora
Población Económicamente Activa (PEA)
laptop/Tablet
Acceso a internet (hogares) Población Económicamente Inactiva (PEI)
Confianza en el servicio que
brindan las instituciones públicas Empleo
en Ecuador
Funcionamiento en el servicio
que brindan las instituciones Desempleo
públicas en Ecuador
Satisfacción en el servicio que
brindan las instituciones públicas Ingresos
en Ecuador
Atención recibida por algún
Asistencia escolar.
servidor público
Calificación en atención de los
servidores públicos por: amabilidad, agilidad y Pobreza por ingresos.
capacidad
Uso de las instituciones: Fiscalía General del Estado;
Consejo de la Judicatura (jueces); Defensoría Pública
(abogados públicos); Defensoría Pública (abogados
públicos); Las Fuerzas Armadas; Seguridad Ciudadana Pobreza extrema por ingresos.
(Policía Nacional); Educación Pública (educación básica
y bachillerato); Educación Pública Superior (Universidad
Pública).
Sectorización de la Población
Cobertura de servicios de salud.
Empleada (SECEMP).
Condición de Actividad de la Población (Condactn).
Grupo de ocupación CIUO 08.
Rama de actividad CIIU 4.0.
Fuente: INEC,2021
Elaborado por: Autores
67

CAPÍTULO IV: RESULTADOS

En este apartado se da el sustento técnico al estudio, por medio del análisis de los
respectivos resultados obtenidos luego de realizar el procesamiento de las variables, donde
se realiza el análisis de las estadísticas descriptivas hasta los respectivos análisis de los
modelos probabilísticos y logísticos sobre los determinantes de la participación laboral
femenina en el Ecuador en el periodo 2011-2021. Para todos los análisis al ser un estudio
sobre empleo se consideran solo aquellas personas de 15 a más años de edad, que son
consideradas como la Población en Edad de Trabajar (PET) en el territorio del Ecuador.

4.1. Principales características de las mujeres ecuatorianas en edad de


trabajar

En el siguiente gráfico se muestra el porcentaje de mujeres y hombres de 15 años a


más del territorio ecuatoriano a lo largo del tiempo, según los datos proporcionados por la
ENEMDU.

Gráfico 2: Porcentaje de hombres y mujeres a lo largo del tiempo 2011-2021

Sexo
51,1%

51,1%

51,1%

51,1%
51,2%

51,4%

51,4%

51,5%
51,6%
51,7%
51,8%

48,9%

48,9%

48,9%

48,9%
48,8%

48,6%

48,6%

48,5%
48,4%
48,3%
48,2%

2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021

Hombre Mujer

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

El gráfico nos muestra que en el Ecuador existen más mujeres que hombres de 15
años a más, porque representan en promedio aproximadamente el 51% desde el año 2011 al
2021. Este porcentaje se ha mantenido a lo largo del periodo analizado y no han existido
68

variaciones significativas, en consecuencia, se puede afirmar que existen más mujeres en


edad de trabajar.

En la siguiente tabla se muestran los porcentajes por rangos de edad de las mujeres
que corresponden a la PET desde el año 2011 al 2022 en base a los datos proporcionados
por la ENEMDU.

Tabla 4: Mujeres de 15 años a más por rangos de edad

Entre 15 y 24 Entre 25 y 34 Entre 35 y 44 Entre 45 y 65 años y


AÑO
años (%) años (%) años (%) 64 años (%) más (%)
2011 24.1 17.4 17.6 26.9 14.0
2012 22.7 16.8 16.7 28.5 15.3
2013 23.9 19.8 18.2 26.2 12.0
2014 25.1 21.2 19.3 24.5 9.9
2015 25.1 21.9 18.7 24.0 10.2
2016 24.8 21.8 18.7 24.5 10.2
2017 24.7 21.8 18.3 24.6 10.6
2018 23.5 18.9 18.7 26.0 12.9
2019 22.6 18.9 18.4 27.0 13.1
2020 22.1 19.0 18.3 26.7 13.8
2021 23.3 18.4 19.1 26.5 12.7

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

En la tabla se puede observar que la mayor concentración de mujeres de 15 años a


más se encuentra en una edad de 45 a 64 años, porque en promedio representan
aproximadamente el 26% de cada rango de edad establecido en base al criterio del INEC en
cada uno de los años desde el 2011 al 2021. Luego tenemos con mayor representación de
cada rango y de cada año una edad de 15 a 24 años, porque en promedio representan
aproximadamente el 24%.

Y finalmente, la concentración de mujeres que tiene menor concentración son las de


65 años y más, porque en promedio representan aproximadamente el 12% de todos los
rangos en cada uno de los años analizados.

En la siguiente tabla se muestra el estado civil de las mujeres ecuatorianas en edad


de trabajar desde el año 2011 al 20211.
69

Tabla 5: Estado civil de las mujeres de la PET

Casada Divorciada Separada Soltera Unión Viuda


AÑO
(%) (%) (%) (%) libre (%) (%)
2011 36.0 2.6 8.1 28.4 16.7 8.2
2012 34.5 2.7 8.5 29.6 16.1 8.6
2013 34.6 2.6 8.6 28.3 19.0 6.9
2014 33.3 2.3 10.1 26.7 21.2 6.3
2015 32.9 2.9 8.7 27.0 22.3 6.1
2016 33.0 2.9 8.3 27.0 22.7 6.0
2017 32.5 3.1 8.1 27.7 22.5 6.2
2018 31.6 2.9 9.3 27.8 21.7 6.7
2019 31.2 3.1 9.5 27.9 21.6 6.7
2020 29.4 3.6 10.7 27.0 21.8 7.5
2021 29.9 3.2 11.3 26.3 22.3 7.0

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

La tabla nos muestra que la mayoría de las mujeres en edad de trabajar son casadas,
porque a lo largo del periodo analizado en promedio aproximadamente este estado civil
representa el 33% de los demás, en cada uno de los años. El segundo estado civil que tiene
un peso mayor después de las mujeres casadas es el estado civil de las solteras, porque en
promedio aproximadamente representan año tras año el 28% de todos los demás.

Con menor representación tenemos las mujeres que tienen un estado civil de
divorciadas, porque en promedio año tras año generaron un peso 3% aproximadamente,
respecto a los demás estados civiles.

A continuación, se presenta la tabla con las diferentes categorías de la auto


identificación étnica de las mujeres de la PET desde el año 2011 al 2021.
70

Tabla 6: Auto identificación étnica de las mujeres de la PET

Afro Blanco Indígena Mestizo Montubio Mulato Negro Otro,


AÑO
(%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) cual (%)
2011 1.2 2.4 6.6 81.9 4.3 1.1 2.4 0.1
2012 1.1 2.1 6.0 83.6 4.3 1.2 1.6 0.0
2013 1.3 2.4 5.8 83.0 3.5 1.3 2.5 0.2
2014 1.5 1.8 5.9 84.9 3.7 1.2 1.1 0.0
2015 1.3 1.9 7.2 81.7 4.8 1.2 1.9 0.0
2016 1.4 1.7 7.3 83.2 3.6 1.1 1.7 0.0
2017 1.9 1.6 8.0 81.5 4.3 1.2 1.5 0.1
2018 1.0 1.2 7.5 83.1 4.8 1.0 1.4 0.0
2019 2.4 1.4 9.0 76.9 7.5 1.5 1.2 0.1
2020 1.3 1.2 10.6 79.1 4.5 1.0 2.3 0.0
2021 1.5 1.6 9.8 80.1 4.6 1.2 1.2 0.0

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

Las mujeres ecuatorianas en edad de trabajar se consideran en su mayoría mestizas,


porque a lo largo de cada uno de los años analizados para el presente estudio representan
aproximadamente el 82% de las demás etnias, mientras que las demás tienen una
representación baja que se encuentran en promedio aproximadamente del 1 al 8%, siendo
este último el porcentaje de las mujeres con etnia indígena.

En el gráfico que se presenta a continuación se presenta el porcentaje de mujeres en


edad de trabajar que pertenecen al área urbana y rural desde el año 2011 al 2021.

Gráfico 3: Área a la que pertenecen las mujeres de la PET.

Área
68,4%
68,5%

70,0%

70,1%

70,1%

70,2%

70,4%

70,4%
70,5%

70,5%

70,5%
31,6%
31,5%

30,0%

29,9%

29,9%

29,8%

29,6%

29,6%
29,5%

29,5%

29,5%

2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021

Rural Urbana

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores
71

En el gráfico se puede observar que la mayoría de las mujeres en edad de trabajar se


encuentran en el área urbana, porque durante el año 2011 al 2021 aproximadamente el 70%
de las mujeres pertenecían a esta área. Manteniendo ese porcentaje promedio en casi todos
los años analizados, simplemente existieron pequeñas variaciones de un año a otro.

En el siguiente gráfico se presenta la variable de si las mujeres en edad de trabajar


asisten a clases durante el periodo analizado del año 2011 al 2022.

Gráfico 4: Situación académica de las mujeres de la PET

Asiste a clases

14,2%
14,5%

14,5%
14,6%

14,9%

14,9%
15,1%

15,4%

15,7%
16,0%
16,5%

85,8%
85,5%

85,5%
85,4%

85,1%

85,1%
84,9%

84,6%

84,3%
84,0%
83,5%

2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021

No Si

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

En la gráfica podemos observar que la mayoría de las mujeres en edad de trabajar no


asistieron a clases para preparase o adquirir nuevos conocimientos, porque en promedio
aproximadamente el 85% de estas mujeres no asistieron a clases durante los años analizados
del 2011 al 2021, mientras que tan solo aproximadamente el 15% si asistió.

En la siguiente tabla se presentan los porcentajes de los niveles de instrucción de las


mujeres ecuatorianas en edad de trabajar de acuerdo con la clasificación que se maneja en el
INEC en el periodo analizado.
72

Tabla 7: Nivel de instrucción de las mujeres de la PET

Centro
Educaci Educaci Superior Post-
de Secundar Superior
ón ón Ningu Primar no grad
AÑO alfabetiz ia Universita
Media Básica no (%) ia (%) universita o
ación (%) rio (%)
(%) (%) rio (%) (%)
(%)
2011 0.5 7.6 5.6 7.8 32.6 26.7 0.7 17.9 0.5
2012 0.8 8.0 5.7 7.4 31.8 26.4 0.9 18.3 0.7
2013 0.8 9.0 5.7 6.2 31.8 27.3 1.0 17.5 0.8
2014 0.8 10.3 7.0 4.9 31.5 27.1 0.9 16.7 0.7
2015 0.6 11.4 6.7 5.1 28.6 27.6 1.4 17.8 0.9
2016 0.5 13.0 7.3 5.0 28.5 26.4 1.4 17.0 1.0
2017 0.6 13.5 6.9 5.2 27.8 26.0 1.6 17.3 1.0
2018 0.5 12.2 6.4 5.4 29.6 26.7 1.6 16.5 1.2
2019 0.5 14.1 7.2 5.2 28.6 24.9 1.7 16.6 1.2
2020 0.3 15.1 5.9 5.6 28.3 25.6 1.8 15.9 1.5
2021 0.3 15.3 6.8 3.9 26.7 26.1 2.7 16.7 1.6

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

En la tabla se observa que el nivel de instrucción con mayor representación en las


mujeres en edad de trabajar es la primaria, porque a lo largo del tiempo desde el año 2011 al
2021 los porcentajes en promedio han oscilado aproximadamente en 30% de todos los
niveles de instrucción analizados cada año. Como segundo nivel de instrucción con mayor
representatividad tenemos la secundaria que en promedio aproximadamente representa el
26% del total de los niveles de instrucción, mientras que en promedio aproximado el 17%
representa al nivel de instrucción superior universitario.

Por lo tanto, podemos generalizar que el nivel de instrucción de las mujeres en edad
de trabajar se encuentra entre primaria, secundaria y superior universitario, que sumados los
tres niveles de instrucción concentran aproximadamente en promedio el 73% del total de los
otros niveles de instrucción cada año.

4.2. Situación laboral femenina y masculina en el Ecuador

En este apartado se realiza una comparación de la situación laboral de las mujeres y


de los hombres que pertenecen a la PET, que son personas de 15 años a más del territorio
del Ecuador. Por medio de estadísticos que nos permitan realizar los respectivos análisis de
la información.

En la siguiente tabla se presenta si tanto hombres como mujeres han trabajado la


semana pasada durante el periodo analizado en el estudio.
73

Tabla 8: Trabajo de la semana pasada

No Si
Hombre (%) Mujer (%) Hombre (%) Mujer (%)
AÑO
2011 12.5 29.4 35.8 22.3
2012 13.3 29.3 35.1 22.3
2013 13.0 29.0 35.8 22.3
2014 11.7 28.0 36.6 23.6
2015 11.9 27.6 36.7 23.9
2016 12.5 27.1 36.1 24.3
2017 12.0 26.5 36.5 25.0
2018 12.9 26.9 36.0 24.2
2019 13.2 26.6 35.7 24.5
2020 14.2 28.6 34.7 22.5
2021 13.2 26.2 35.6 25.0

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

En la tabla se muestra el porcentaje de mujeres y hombres que trabajaron la semana


pasada, donde se puede observar que la mayor cantidad de hombres trabajaron, porque en
promedio aproximado de todos los años representan el 36%, mientras que las mujeres que
no trabajaron en promedio aproximado de todos los años representan el 28% y el 24% de
las mujeres si trabajaron. Lo antes mencionado nos indica que los hombres trabajaron más
que las mujeres en la semana pasada, durante el periodo analizado del 2011 al 2021.

En la siguiente tabla se muestran las diferentes condiciones de actividad de las


mujeres en edad de trabajar según la clasificación del INEC, desde el año 2011 al 2021

Tabla 9: Condición de actividad


Subempleo Subempleo
Desem Empleo Empleo Otro Població
Desemple Empleo no por por
pleo Adecuad no empleo n
o oculto remunerad insuficiencia insuficiencia
AÑO abiert o/ Pleno clasificad no pleno Inactiva
(%) o (%) de ingresos de tiempo de
o (%) (%) o (%) (%) (%)
(%) trabajo (%)

2011 1.8 0.8 17.2 0.2 6.5 16.1 52.2 0.8 4.3
2012 1.7 0.6 18.5 1.1 6.5 14.6 52.5 0.7 3.8
2013 1.8 0.8 18.7 0.1 6.0 14.8 52.3 0.7 4.9
2014 1.8 0.6 19.6 0.1 6.3 15.3 49.8 0.7 5.8
2015 2.3 0.9 19.2 0.3 6.7 15.3 48.0 0.9 6.5
2016 2.7 0.7 17.5 0.1 7.8 15.6 45.2 1.2 9.2
2017 2.7 0.7 18.0 0.1 8.5 14.8 44.4 1.5 9.4
2018 1.9 0.5 17.3 0.2 9.0 16.2 46.6 1.0 7.3
2019 2.0 0.5 16.3 0.3 9.9 15.8 46.5 1.0 7.6
2020 2.9 0.6 12.5 0.5 10.1 15.3 47.6 0.8 9.8
2021 2.4 0.3 15.3 0.2 9.6 16.5 43.8 1.0 10.9

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


74

Elaborado por: Autores

En la tabla anterior podemos observar las diferentes condiciones de actividad de las


mujeres ecuatorianas que se encuentran en edad de trabajar, donde se evidencia que la mayor
proporción de mujeres se encuentra en La Población Económicamente Inactiva, con un
porcentaje que oscila entre el 44 y 53%, porcentajes que se han mantenido a lo largo de los
años que se analizan en el presente estudio. Estos porcentajes de esta condición de actividad
de las mujeres nos indica que en promedio casi la mitad de las mujeres de la PET se
encuentran inactivas en todo el Ecuador, independientemente del área sea urbana o rural en
la que se encuentren.

Como siguientes condiciones de actividad a las que pertenecen las mujeres en edad
de trabajar tenemos el empleo adecuado pleno y otra manera de empleo no pleno, que son
los que ocupan en promedio aproximado el 17 y 15% respectivamente, en relación con el
peso de las otras condiciones actividad. En consecuencia, si se suman estas tres condiciones
de actividad en promedio aproximado en todo el periodo analizado se obtiene una
concentración de las mujeres en edad de trabajar del 81%, que equivale a un porcentaje muy
alto a lo largo del año 2011 al 2021. Finalmente se puede evidenciar que la menor
concentración de las mujeres de la PET se encuentra en la condición de actividad de empleo
no clasificado, desempleo oculto, subempleo por insuficiencia de ingresos y el desempleo
abierto, porque en promedio aproximado las tres condiciones de actividad concentran el 1%
del total de las mujeres en edad de trabajar.

En la siguiente tabla se muestra las razones por las cuales tanto mujeres como
hombres no trabajaron la semana pasada.

Tabla 10: Razón por la que no trabajó


Enfermedad Licencia con Suspensión temporal
Otro Vacaciones
accidente sueldo del trabajo
Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre Mujer
AÑO
(%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%)
2011 27.5 16.3 0.0 2.8 13.3 5.9 12.1 7.8 8.6 5.3
2012 22.8 16.6 0.0 8.9 8.1 7.6 16.1 5.4 9.7 3.4
2013 19.7 17.8 0.4 5.8 9.9 8.9 13.0 6.9 9.0 8.8
2014 26.8 12.1 2.1 6.5 8.6 14.1 6.3 6.5 11.3 5.0
2015 17.3 18.0 3.2 7.0 9.2 9.1 13.2 7.2 8.6 6.7
2016 17.5 13.6 1.3 3.9 7.7 9.6 16.8 9.6 11.6 7.4
2017 24.0 12.2 1.2 7.4 6.8 8.2 11.6 8.5 12.4 5.6
2018 20.8 15.0 1.9 4.8 6.0 14.5 11.7 9.0 11.3 4.6
2019 13.2 18.4 1.0 4.5 16.9 8.2 17.2 5.7 7.7 5.7
2020 17.3 14.1 0.6 2.5 8.6 9.5 16.0 16.9 11.3 3.2
2021 23.1 25.0 0.0 2.7 6.3 11.0 13.2 6.4 8.8 3.4
Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021
75

Elaborado por: Autores

En la tabla anterior podemos observar que la mayoría de los hombres no trabajaron


por enfermedad o accidente, debido a que durante el periodo analizado este motivo concentra
un rango del 13 y 28% que abarca esta razón en comparación a la demás. Luego tenemos
que las mujeres no trabajaron la semana pasada por enfermedad o accidente, porque este
motivo oscila entre el 12 y el 25% del total de mujeres de la PET durante el periodo
analizado.

Otra de las causas con menor representación por la que los hombres no trabajaron
fue por suspensión temporal del trabajo, razón que concentra entre el 6 y el 17% en el periodo
de estudio de la investigación.

En la siguiente tabla se presenta las condiciones de inactividad de las mujeres


ecuatorianas que pertenecen a la PET.

Tabla 11: Condición de inactividad

Ama de casa Estudiante Incapacitado Jubilado pensión Otro Rentista


AÑO
(%) (%) (%) (%) (%) (%)
2011 60.3 23.6 7.0 4.6 2.4 1.8
2012 59.4 22.9 7.3 5.4 3.2 1.5
2013 61.0 23.5 6.6 4.6 3.1 1.0
2014 62.0 23.6 5.9 4.0 3.0 1.3
2015 61.2 24.2 6.1 4.9 1.9 1.5
2016 59.2 26.3 6.1 5.0 1.4 1.7
2017 58.7 25.8 6.6 5.9 0.9 1.9
2018 55.0 25.8 7.8 7.8 1.2 2.1
2019 56.7 24.8 7.2 7.9 0.9 2.2
2020 58.3 22.5 7.3 8.5 1.2 1.9
2021 55.3 25.6 6.7 8.7 1.7 1.7

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

En los datos presentados se puede observar que la mayoría de mujeres en edad de


trabajar no lo hacen porque son amas de casa, condición de inactividad que acumula entre el
55 y 62% del total de las mujeres en estas condiciones, porcentajes que se han mantenido a
lo largo del tiempo, otra de las condiciones de inactividad que tienen un porcentaje que se
encuentra entre el 23 y 26% aproximadamente es porque las mujeres de la PET estudian y
por ese motivo en los años analizados se encuentran inactivas.
76

Estas dos condiciones de inactividad antes mencionadas, sumadas acumulan en


promedio aproximadamente el 83% del total de las mujeres que se encuentran en esta
situación y que a pesar de que han transcurrido los años se han mantenido en esas
condiciones.

En la siguiente tabla se muestran los estadísticos del número de horas trabajadas por
los hombres y por las mujeres en los años 2011 al 2021.

Tabla 12: Horas de trabajo en la semana anterior

Hombre Mujer
Desviación Desviación
Media Mediana Moda Máximo Mínimo Media Mediana Moda Máximo Mínimo
AÑO estándar estándar

2011 43 40 40 126 1 14 37 40 40 112 1 15


2012 42 40 40 116 1 13 38 40 40 140 1 14
2013 43 40 40 130 1 13 37 40 40 118 1 14
2014 42 40 40 140 1 13 36 40 40 140 1 14
2015 41 40 40 120 1 13 35 40 40 116 1 15
2016 41 40 40 120 1 15 34 40 40 120 1 16
2017 41 40 40 126 1 15 34 40 40 112 1 16
2018 40 40 40 104 1 14 34 40 40 108 1 15
2019 40 40 40 119 1 14 34 40 40 105 1 15
2020 37 40 40 98 1 14 31 35 40 98 1 15
2021 38 40 40 105 1 16 31 32 40 112 1 17

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

En la tabla podemos observar los estadísticos de las horas trabajadas tanto de


hombres como de mujeres, donde la media de horas para los hombres se encuentra entre 38
y 43 horas en el periodo analizado, mientras que para las mujeres es de 31 a 38 horas. Luego
tenemos la mediana con 40 horas en todos los años para los hombres, mientras que para las
mujeres es de 32 a 40 horas. Además, tenemos una moda de 40 horas tanto para hombres
como para mujeres en todos los años.

Para el caso de los hombres y mujeres tenemos que han trabajado un máximo de 140
horas la semana pasada, mientras que el mínimo es de 1 hora para los dos sexos, valores que
se han venido repitiendo de manera constante a lo largo de los años analizados en la presente
investigación. Finalmente tenemos que la desviación estándar para los hombres oscila entre
13 a 16 horas, mientras que para las mujeres se encuentra en un intervalo de 14 a 17 horas.

Los estadísticos antes mencionados nos indican que los hombres tienen más horas
trabajadas en comparación a las mujeres, porque existen diferencias en la media, mediana y
en la desviación estándar de horas trabajadas en los años analizados.
77

En la siguiente tabla se muestra el número de trabajos que las mujeres y los hombres
en edad de trabajar han tenido a lo largo del tiempo durante el periodo analizado 2011 al
2021.

Tabla 13: Número de trabajos

Más de uno Uno


AÑO Hombre (%) Mujer (%) Hombre (%) Mujer (%)
2011 1.6 1.0 59.4 38.0
2012 1.8 1.1 58.8 38.4
2013 1.6 1.1 59.5 37.7
2014 2.7 1.9 57.5 37.9
2015 2.8 1.8 57.1 38.4
2016 3.6 2.4 55.0 39.0
2017 3.8 2.3 54.6 39.4
2018 3.2 2.0 55.6 39.2
2019 3.1 1.9 55.4 39.5
2020 3.3 2.3 55.9 38.5
2021 5.9 4.5 51.8 37.8

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

En la tabla podemos observar que la mayoría de los hombres y mujeres en edad de


trabajar han tenido un solo trabajo durante todo el periodo analizado desde el 2011 al 2021,
opción que representa en promedio aproximado de todos los años para los hombres del 56%
y para las mujeres del 39%, que sumados los dos porcentajes promedio equivalen al 95% del
total de hombres y mujeres.

Lo antes mencionado evidencia que nuevamente los hombres han trabajado más que
las mujeres, ya sea porque se concentraron en su hogar y al cuidado el mismo y a la vez de
su familia, porque como se revisó en el análisis del estado civil la mayoría de las mujeres
son casadas.

En el siguiente gráfico se presenta la población de mujeres y hombres de 15 años a


más que tienen empleo durante el periodo de tiempo analizado en el desarrollo de la presente
investigación
78

Gráfico 5: Población con empleo

Población con empleo

38,8%
39,0%

39,5%

39,8%

40,1%

40,8%
41,3%
41,4%

41,5%
41,7%

42,3%
61,2%
61,0%

60,5%

60,2%

59,9%

59,2%
58,7%
58,6%

58,5%
58,3%

57,7%
2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021

Hombre Mujer

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

En el gráfico anterior se puede observar los porcentajes de mujeres y hombres en


edad de trabajar que se encontraban con empleo, donde se puede evidenciar que a lo largo
del tiempo los porcentajes entre los dos sexos es completamente diferente porque en la
mayoría de los años la población con empleo se concentra en los hombres.

Como se evidencia en los datos a lo largo del tiempo ha existido una diferencia
porcentual entre el 15 y 22% de hombres con empleo, diferencias que son altas y que
muestran que en su mayoría las mujeres siguen siendo las que menos trabajan. Por tal motivo
si se calcula la media porcentual aproximada de todos los años existe una concentración del
59% de hombres con empleo, mientras que para las mujeres es del 41%, existiendo una
diferencia promedio aproximada del 19% en comparación de un sexo a otro.

En el siguiente gráfico se presenta la población de mujeres y hombres de 15 años a


más que se encontraban en desempleo durante el periodo de tiempo analizado en el desarrollo
del presente estudio.
79

Gráfico 6: Población en desempleo

Población en desempleo

46,4%

49,6%

50,3%

50,5%
50,9%

51,1%
51,5%

51,7%
52,4%

55,2%

56,4%
53,6%

50,4%

49,7%

49,5%
49,1%

48,9%
48,5%

48,3%
47,6%

44,8%

43,6%
2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021

Hombre Mujer

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

En el gráfico anterior se puede observar los porcentajes de mujeres y hombres en


edad de trabajar que se encontraban como desempleados, donde se puede evidenciar que a
lo largo del tiempo los porcentajes entre los dos sexos es completamente diferente porque
en la mayoría de los años la población desempleada se concentra en las mujeres.

Por tal motivo y como sustento de los datos presentados en el gráfico, se puede decir
que a lo largo de los años la mayoría de las mujeres ecuatorianas se encontraban
desempleadas, porque si se calcula la media porcentual aproximada de todos los años existe
una concentración del 52% de mujeres desempleadas, mientras que para los hombres es del
48%. Donde se debe tener en cuenta que en el año 2012 y en el 2016 los hombres estuvieron
más desempleados con una diferencia porcentual aproximada del 7 y 1% respectivamente.

Otra de las observaciones según los datos, es que en el año 2017 y 2020 existió una
diferencia porcentual aproximada de desempleo para las mujeres del 10 y 13%
respectivamente, donde se evidencia que en el año 2020 existió más desempleo de mujeres
que de hombres.

En la siguiente tabla se muestran los porcentajes sobre la sectorización de los


empleados que se realiza con las mujeres y hombres de 15 años y más durante el periodo
analizado, año 2011 al 2021.
80

Tabla 14: Sectorización de los empleados (15 años y más)

Empleo Doméstico No Clasificados por Sector Sector Formal Sector Informal


Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre Mujer
AÑO
(%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%)
2011 0.1 2.2 6.5 1.9 28.5 18.0 25.8 17.0
2012 0.1 2.3 6.3 1.7 29.3 19.3 24.7 16.1
2013 0.2 2.9 5.7 1.8 30.6 18.8 24.7 15.3
2014 0.2 3.1 4.9 1.3 31.9 19.0 23.3 16.4
2015 0.2 2.5 5.2 1.3 31.1 19.4 23.4 16.9
2016 0.2 2.6 4.6 1.3 29.4 18.2 24.5 19.2
2017 0.2 2.3 3.3 1.2 30.0 18.9 24.8 19.2
2018 0.1 2.7 3.6 1.1 28.1 18.1 26.8 19.3
2019 0.1 2.9 4.4 1.2 27.2 17.5 26.9 19.9
2020 0.5 2.1 4.0 0.9 25.4 16.1 29.3 21.8
2021 0.1 2.2 3.0 0.8 26.2 17.0 28.4 22.2

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

En la tabla sobre la sectorización de los empleados por sexo podemos observar que
la mayor concentración de los porcentajes se encuentra entre el sector formal y el sector
informal, tanto para hombres como para mujeres.

En los datos se puede observar que la mayor cantidad de hombres se concentra en el


sector formal, porque a lo largo de los años se han mantenido aproximadamente entre el 26
y 32%, con un promedio aproximado de todo el periodo analizado del 29% del total de las
categorías de sectorización. Otra de las categorías de sectorización en la que se concentran
los hombres es en el sector informal que se encuentra en un rango aproximado del 23 al 29%,
con un promedio general aproximado de todos los años del 26%.

En el caso de las mujeres se puede observar que la mayor cantidad se concentra en el


sector informal y formal con porcentajes similares en las dos categorías de sectorización. En
el caso del sector informal los porcentajes de concentración de las mujeres oscilan en un
rango del 15 al 23% aproximadamente, con un promedio general de todos los años de 19%
aproximadamente, sector en el que se concentran la mayoría de las mujeres con una variación
mínima. En el caso del sector formal la concentración de las mujeres se encuentra
aproximadamente entre el 16 y 19%, con un promedio de todo el periodo analizado del 18%.

Lo antes mencionado deja en evidencia nuevamente que la mayoría de los hombres


se concentran en los dos sectores antes mencionados en comparación a las mujeres que
también se concentran en los dos sectores, pero con porcentajes menores.
81

En la siguiente tabla se presenta las ramas de actividad de las mujeres en base a la


CIIU4 en el periodo analizado del presente estudio.

Tabla 15: Rama de Actividad CIIU4 mujeres (población ocupada de 15 años y más)

CIIU4 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021
Agricultura, ganadería y pesca 20.5 20.7 19.6 20.6 21.0 23.0 23.4 25.6 26.8 29.2 28.2
Minas y canteras 0.1 0.1 0.2 0.2 0.1 0.2 0.1 0.1 0.2 0.1 0.1
Manufactureras 10.2 9.9 11.0 10.2 9.3 9.6 10.6 9.5 9.2 7.7 8.3
Suministro de electricidad y gas 0.2 0.1 0.2 0.2 0.1 0.1 0.2 0.1 0.2 0.1 0.2
Distribución de agua 0.1 0.2 0.3 0.5 0.3 0.1 0.1 0.2 0.1 0.1 0.0
Construcción 0.8 0.8 0.7 0.4 0.7 0.5 0.6 0.8 0.5 0.3 0.5
Comercio 26.5 26.3 22.4 23.8 23.7 23.8 23.5 22.3 21.0 23.8 23.2
Transporte y almacenamiento 1.3 1.1 1.2 1.2 1.2 0.9 1.0 1.3 1.2 1.0 1.1
Alojamiento y servicios de comida 8.4 8.5 9.4 9.2 10.0 10.6 10.1 9.1 9.6 9.7 10.9
Información y comunicación 1.0 1.2 1.2 1.2 1.2 1.0 1.0 0.9 0.7 0.7 0.4
Actividades financieras y de seguros 1.4 1.1 1.5 1.3 1.1 0.8 1.0 1.0 0.8 1.0 0.9
Actividades inmobiliarias 0.2 0.3 0.2 0.2 0.2 0.2 0.2 0.2 0.2 0.1 0.3
Actividades profesionales 1.6 2.0 1.9 1.4 1.8 1.6 1.7 2.2 2.2 1.9 1.3
Actividades y servicios administrativos 2.0 1.8 2.4 2.0 2.3 2.0 2.4 2.8 2.8 3.3 2.9
Administración pública y defensa 2.7 2.8 2.9 3.3 3.3 3.0 3.1 2.2 2.3 2.2 2.4
Enseñanza 8.2 8.3 8.1 7.1 7.4 6.6 6.0 6.0 6.3 5.6 5.7
Actividades de salud humana y asistencia social 4.7 4.8 4.4 4.0 4.5 4.7 4.7 4.5 4.7 4.0 3.3
Artes, entretenimiento y recreación 0.3 0.2 0.5 0.5 0.5 0.5 0.4 0.4 0.4 0.2 0.2
Otras actividades de servicios 4.0 3.9 4.2 4.7 5.0 4.4 4.2 4.1 3.9 3.7 4.8
Actividades de los hogares 5.7 5.9 7.5 7.8 6.3 6.4 5.6 6.6 7.0 5.2 5.1
Actividades de organizaciones y extraterritoriales 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

En la tabla se muestra los diferentes tipos de ramas de actividad en las que trabajan
las mujeres ecuatorianas que han tenido empleo a lo largo del periodo analizado, donde se
puede observar que las ramas en las que se concentran los trabajos de las mujeres con un
mayor porcentaje en relación con las otras son en el Comercio y Agricultura, ganadería y
pesca. La rama de actividad de Comercio se ha mantenido a lo largo de todo el periodo de
tiempo analizado en un rango de 21 y 27% de mujeres que trabajan en las diferentes áreas
del comercio, con una media aproximada de todos los años de 24%. Luego tenemos la
segunda rama de actividad que es la agricultura, ganadería y pesca que se encuentra a lo
largo del tiempo entre 20 y 29% de mujeres que han trabajado en esta rama, con una media
aproximada de 24 en todos los años analizados.

Si se suman los promedios de las dos ramas de actividad con mayor porcentaje a las
demás, se obtiene que durante todo el periodo analizado el 47% de las mujeres han trabajado
82

en estas dos ramas, porcentaje que está próximo a concentrar el 50% de la población de
mujeres que cuentan con un trabajo.

Otra de las ramas de actividad que tienen un porcentaje representativo pero muy
inferior al Comercio y Agricultura, ganadería y pesca son las manufactureras, el alojamiento
y servicios de comida, las cuales se encuentran en promedio aproximado de todos los años
analizados en 10% cada una, del total de las otras ramas de actividad. Y con un peso más
pequeño tenemos las ramas de enseñanza y las actividades de los hogares que en promedio
aproximado representan el 7% de las mujeres en cada una de estas ramas. Adicional es
oportuno mencionar que todas las demás ramas de actividad de la CIIU4 representan en
promedio aproximado entre 1 y 4% de las mujeres que han trabajado en el periodo analizado.

Según lo analizado sobre las ramas de actividad se puede determinar que tanto los
hombres como mujeres mayoritariamente trabajan en la agricultura, ganadería, pesca, en el
Comercio y en las Manufacturas, mientras que otras de las ramas secundarias en relación
con las principales en las que trabajan los hombres en menor cantidad son la Construcción y
el Transporte y almacenamiento, mientras que las mujeres en las ramas de Alojamiento y
servicios de comida y Enseñanza. Lo cual nos muestra que lo que respecta a las ramas de
actividad tanto hombres y mujeres se desempeñas en ramas similares.

En la siguiente tabla se presentan los estadísticos de los ingresos de las mujeres y de


los hombres en edad de trabajar, que durante el periodo analizado han trabajado para obtener
estos ingresos de manera personal.

Tabla 16: Ingreso Laboral promedio


Hombre Mujer
AÑO Media Mediana Media Mediana
2011 401 300 313 232
2012 431 320 356 290
2013 494 350 387 300
2014 516 388 393 318
2015 533 400 407 320
2016 526 400 411 300
2017 527 400 422 315
2018 512 400 421 315
2019 495 400 420 300
2020 440 330 373 240
2021 464 355 375 250
Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021
Elaborado por: Autores
83

En la tabla podemos observar los ingresos promedio que las mujeres y hombres
ecuatorianos han recibido por su trabajo, donde la media de las mujeres corresponde a un
rango aproximado de 313 a 422 dólares a lo largo del periodo analizado. Además, se presenta
una mediana que se encuentra entre 232 y 320 dólares, como ingresos que las mujeres ha
recibido.

Mientras que para el caso de los hombres la media corresponde a un rango


aproximado de 401 a 533 dólares a lo largo del periodo analizado. Además, se presenta una
mediana que se encuentra entre 300 y 400 dólares, como ingresos que los hombres han
recibido.

Además, se debe mencionar que durante todos los años analizados los ingresos
promedio de las mujeres son inferiores al de los hombres, con variaciones considerables y
que marcan una diferencia clara de los ingresos entre los dos sexos, mientras que en la
mediana de ingresos pasa lo mismo entre los hombres y las mujeres.

Ante los datos mencionados podemos inferir que la mayoría de la población de


mujeres recibe como ingresos promedio por su trabajo valores inferiores a un salario básico
unificado, mientras que los hombres se mantienen más arriba del salario básico unificado.

En la siguiente tabla se muestran los ingresos promedio por nivel de instrucción de


las mujeres que han recibido algún tipo de ingreso.

Tabla 17: Ingreso promedio por nivel de instrucción

AÑO 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021
Centro de alfabetización 131 123 156 127 150 136 246 107 101 64 72
Educación Media 204 249 280 266 264 259 285 279 280 270 247
Educación Básica 164 187 183 247 203 201 194 222 239 168 193
Ninguno 107 111 141 158 127 140 139 162 147 121 123
Post-grado 819 1176 1346 1279 1419 1296 1357 1439 1501 1281 1390
Primaria 188 218 216 249 231 233 249 252 238 200 189
Secundaria 271 301 322 322 343 333 354 344 344 271 303
Superior no
422 615 484 564 568 562 528 501 574 573 508
universitario
Superior Universitario 530 570 650 673 675 735 712 714 698 677 639

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores
84

En la tabla podemos observar la media de ingresos de las mujeres por nivel de


instrucción, donde se observa que las mujeres que tienen un nivel de instrucción de post-
grado tienen mayores ingresos porque su media se encuentra entre 819 y 1501 dólares a los
largo del periodo analizado, esto es muy lógico porque a mayor nivel de instrucción o
preparación mayores oportunidades y a la vez mayores ingresos.

Otros niveles de instrucción que tienen representación significativa en los ingresos


de las mujeres ecuatorianas es el superior universitario y el superior no universitario, que
son niveles de instrucción con perfiles de profesionales, y por ese motivo tienen mejores
oportunidades y mejores ingresos, es así que, el nivel de instrucción superior universitario
concentra una media de ingresos en el periodo analizado de 530 a 735 dólares, mientras que
el nivel superior no universitario se encuentra en un rango de 422 a 615 dólares. Lo que
nuevamente nos permite inferir que los niveles altos de educación permiten tener mejores
ingresos y mejores oportunidades laborales.

En los datos presentados también podemos observar que los ingresos promedio más
bajos se encuentran en los niveles de instrucción bajos, como centro de alfabetización,
ninguno, educación básica, primaria y educación media.

4.3. Resultados de los modelos probit y logit

El INEC para el levantamiento de información de las bases de datos de la ENEMDU


del 2011 al 2016 manejaba la misma metodología de selección de los individuos a ser
encuestados, por tal motivo diseñar un análisis conjunto con la información de ese periodo
no tendría inconvenientes porque la metodología de levantamiento es la misma en ese
periodo de tiempo que se analiza en el estudio, pero desde el año 2017 en adelante la
institución decide cambiar la metodología para esta operación estadística que se explicó en
los anteriores apartados, por tal motivo las bases de datos generadas a partir de ese año
también son comparables en conjunto o por separado porque la metodología de
levantamiento es la misma del 2017 al 2021. Lo que implica que se realizaron los mismos
procesos estadísticos como: aplicar el mismo muestreo probabilístico, considerar la misma
población objetivo, utilizar los mismos dominios de estudio entre otros, lo que implica que
los individuos a los que se levantó la información son diferentes de un año a otro porque se
aplicó este tipo de muestreo, lo que a su vez permite consolidar los registros de varios años
como si fuera un conjunto de individuos a los que se les levantó determinada información.
85

Como evidencia de lo antes mencionado para el desarrollo de los modelos tanto


probit como logit se segmentaron las bases de la ENEMDU por periodos de tiempo, con la
finalidad de obtener un análisis de tres periodos y determinar cómo estuvo la situación
laboral de las mujeres ecuatorianas en cada uno de estos. En el primer periodo se realiza el
análisis de la información antes del cambio metodológico que ejecutó el INEC en esta
operación estadística, donde las variables y la forma de levantamiento de los datos era
diferente y donde se medían no solo temas de empleo, desempleo y subempleo sino también
otros temas sociales como por ejemplo el uso de las TIC’s en lo hogares; en el segundo se
analiza la información después del cambio metodológico y antes que se suscitara la
pandemia COVID-19, periodo en donde se realizaron cambios significativos en las variables
y en la estructura del levantamiento de la información, porque el INEC decide especializar
esta operación estadística solo en el levantamiento de temas de empleo, perdiendo
comparabilidad en relación al periodo anterior; mientras que en el tercer periodo se realizan
los análisis durante los años que la pandemia COVID-19 azotó a la población ecuatoriana y
a todo el mundo, con la finalidad de conocer los cambios que se presentaron en el
comportamiento del empleo de las mujeres ecuatorianas durante esta etapa tan difícil que
tuvo que pasar la sociedad. La información segmentada con los respectivos años que abarca
cada periodo y los motivos resumidos por los cuales se los realiza se detallan la siguiente
tabla.

Tabla 18: Segmentación de los periodos de tiempo para los modelos estadísticos

Periodo Años Observación


2011, 2012, 2013, 2014,
1 Antes del cambio de metodología de la ENEMDU
2015 y 2016
Después del cambio de la metodología de la
2 2017, 2018 y 2019
ENEMDU y antes de la pandemia COVID-19
3 2020 y 2021 Durante la pandemia COVID-19

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

4.3.1. Probit y logit periodo 2011 al 2016

El modelo matemático que representa a este periodo con sus respectivas variables
significativas luego de haber procesado la información se presenta en la siguiente tabla, tanto
del modelo probit como del modelo logit del periodo 2011-2016.
86

Tabla 19: Modelo probit y logit periodo 2011-2016

Variable dependiente: Mujer con empleo


Probit Logit
Coeficientes Sig. Probabilidades Sig. Coeficientes Sig. Probabilidades Sig.
Variables (Z > 1.96) (Z > 1.96) (Z > 1.96) (Z > 1.96)
(Error (Error (Error (Error
independientes (95%) (95%) (95%) (95%)
estándar) estándar) estándar) estándar)
-0.41905 -0.00293 -0.86953 -0.00245
Zona Urbana -10.64 -10.29 -11.35 -10.60
0.03938 0.00029 0.07664 0.00023
0.00029 0.000002 0.00055 0.000002
Edad² 17.72 15.00 16.67 13.69
0.00002 0.00000 0.00003 0.00000
0.21138 0.00175 0.42787 0.00137
Tiene pareja 6.75 6.24 6.67 6.22
0.03130 0.00028 0.06420 0.00022
0.13780 0.00094 0.31354 0.00086
Asiste a clases 2.31 2.74 2.46 2.81
0.05964 0.00034 0.12758 0.00031
Educación no 0.06606 0.00056 0.23921 0.00080
1.94 1.86 3.31 3.11
superior 0.03399 0.00030 0.07235 0.00026
0.11905 0.00108 0.27782 0.00096
Etnia mestiza 2.42 2.16 2.74 2.49
0.04921 0.00050 0.10136 0.00039
0.51398 0.00246 1.02088 0.00222
Etnia indígena 6.05 9.27 6.19 8.36
0.08495 0.00027 0.16483 0.00027
Recibe ingreso 2.82025 0.46101 5.80418 0.44798
89.36 49.32 80.00 44.25
laboral 0.03156 0.00935 0.07255 0.01012
-0.49140 -0.99312
Constante -6.94 -7.00
0.07080 0.14188
Log likelihood -3880.91 -3861.26
Número de
82035 82.035
observaciones
LR chi² (8) 11850.56 11889.87
Prob > chi² 0.000 0.000
Pseudo R² 0.6042 0.6062

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

Los resultados obtenidos en los modelos del primer periodo fueron en base a un nivel
de significancia del 95%, con un valor de Z > 1.96 para que una variable tenga significancia
estadística dentro del modelo.

Estadísticos de los modelos

Con un total de 82 035 mujeres que participan o no en el mercado laboral analizadas


en el primer periodo se obtienen los siguientes estadísticos.

Test Z: Todas las variables de los dos modelos con un 95% de nivel de significancia
son estadísticamente significativas porque son mayores al valor de contraste de 1.96, con
excepción de la variable educación no superior que en el caso del modelo probit no tiene
significancia estadística.
87

Chi cuadrado: El modelo general con un 5% de nivel de significancia es


estadísticamente significativo porque es menor a 0.05 que es el valor de contraste, en este
caso este estadístico en los dos modelos tiene un valor de 0.00 que indica que a un nivel de
significancia del 95% las variables zona urbana, edad al cuadrado, tiene pareja, asiste a
clases, educación no superior, etnia mestiza, etnia indígena y recibe ingreso laboral son
influyentes en los determinantes de la participación laboral femenina en el Ecuador en el
periodo 2011 al 2016.

R²: Este estadístico nos indica que en el modelo probit un 60.42% y en el modelo
logit un 60.62% de la variable dependiente mujer con empleo es predicha por las variables
independientes que se analizaron en los dos modelos. En consecuencia, este estadístico nos
indica que este modelo predice o tiene una bondad de ajuste fuerte porque se encuentra en
un intervalo de 0.6 a 0.61 en los dos modelos analizados.

Signos de los coeficientes del modelo probit y logit

Coeficientes con signo negativo: La variable de zona urbana tiene un efecto


negativo para que una mujer tenga empleo en el mercado laboral del Ecuador, esto es
provocado porque en la zona urbana existe más oferta de mano de obra, lo que genera que
los empleadores no puedan elegir a todas las personas que desean trabajar.

Coeficientes con signo positivo: Las variables edad al cuadrado, tiene pareja, asiste
a clases, educación no superior, etnia mestiza, etnia indígena y recibe ingreso laboral tienen
un efecto positivo o aportan de manera positiva para que una mujer pueda acceder a un
trabajo en el mercado laboral.

En cuanto a la variable recibe ingreso laboral en los dos modelos tanto probit y logit,
tenemos que las mujeres que trabajan tienen mayor seguridad de recibir ingresos por su
trabajo, esto se debe a que están entregando su mano de obra por un salario y de esta manera
generan ingresos para su hogar, a la vez esta variable tiene un peso alto en el modelo que
determina la participación laboral de las mujeres en el mercado laboral durante el primer
periodo.

Efectos marginales o probabilidades de los modelos

 Zona Urbana: Pertenecer a la zona urbana disminuye la probabilidad de que una


mujer pueda tener empleo en el mercado laboral, manteniendo constante las otras
88

variables independientes, para el modelo probit disminuye la probabilidad en 0.29%


mientras que para el modelo logit disminuye en 0.24%
 Edad²: Esta variable tiene una particularidad en los modelos, aunque la probabilidad
es pequeña, debido a que mientras mayor sea una mujer ecuatoriana más probabilidad
tiene de estar empleada, manteniendo constantes a las otras variables independientes,
en este caso en el modelo probit la probabilidad aumenta en 0.000236% y en el logit
0.000172%, esto nos muestra que existen empleadores que en el primer periodo
analizado buscaron a mujeres que tengan más edad porque estas a la vez son más
experimentadas en el campo laboral.
 Tiene pareja: Una mujer que tiene pareja tiene más probabilidad de tener empleo en
el mercado laboral del Ecuador, manteniendo constante las otras variables
independientes, para el modelo probit aumenta la probabilidad en 0.175% mientras
que para el modelo logit aumenta en 0.137%. Esto nos muestra que una mujer que
tiene un hogar tiene mayor necesidad de sustentarlo en comparación a las que no lo
tienen, y por ese motivo busca la manera se tener un empleo.
 Asiste a clases: Una mujer que asiste a clases en algún centro de educación tiene
más probabilidad de tener empleo en comparación a las que no asisten a clases,
manteniendo constante las otras variables independientes, en este caso para el
modelo probit aumenta la probabilidad en 0.094% mientras que para el modelo logit
aumenta en 0.086%. En consecuencia, se puede inferir que esto sucede porque esas
personas están aprendiendo nuevos conocimientos que de alguna manera los pueden
aplicar en su trabajo, generando así más oportunidades laborales en sus vidas.
 Educación no superior: Esta variable también presenta un resultado interesante,
porque una mujer que tiene un nivel de instrucción no superior tiene más
probabilidad de tener empleo en comparación a las que tienen un nivel superior,
manteniendo constante las otras variables independientes, en este caso para el
modelo logit aumenta la probabilidad en 0.0798% mientras que para el modelo probit
esta variable no es estadísticamente significativa porque es menor a 1.96, donde la
condición es que sea mayor a este test para que tenga significancia en el modelo. En
base a los resultados del modelo logit se puede inferir que esto sucede porque los
empleadores buscan mano de obra barata para cubrir sus plazas de trabajo, en este
sentido contratar a personas con niveles de instrucción altos sería mayores gastos en
los salarios y con menos mano de obra.
89

 Etnia mestiza: Una mujer que se identifica como mestiza según sus costumbres y
tradiciones tiene mayor probabilidad de tener empleo, manteniendo constante las
otras variables independientes, en este caso para el modelo probit aumenta la
probabilidad en 0.108% mientras que para el modelo logit aumenta en 0.096%.
 Etnia indígena: Otra de las etnias que aporta al modelo global es que mujer que se
identifica como indígena según sus costumbres y tradiciones tiene mayor
probabilidad de tener empleo, manteniendo constante las otras variables
independientes, en este caso para el modelo probit aumenta la probabilidad en
0.108% mientras que para el modelo logit aumenta en 0.096%
 Recibe ingreso laboral: Esta variable es la que más aporta al modelo que explica
las determinantes de la participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo
uno, porque aquellas mujeres que trabajan o tienen un empleo tienen mayor
probabilidad de obtener un ingreso por vender su mano de obra, manteniendo
constante las otras variables independientes, donde en el modelo probit esta variable
tiene un peso en probabilidades del 16.1% mientras que en el logit 44.8%

4.3.2. Probit y logit periodo 2017 al 2019

El modelo matemático que representa a este periodo con sus respectivas variables
significativas luego de haber procesado la información se presenta en la siguiente tabla, tanto
del modelo probit como del modelo logit del periodo 2017-2011

Tabla 20: Modelo probit y logit periodo 2017-2019

Variable dependiente: Mujer con empleo


Probit Logit
Coeficientes Sig. Probabilidades Sig. Coeficientes Sig. Probabilidades Sig.
Variables
(Error (Z > 1,96) (Error (Z > 1,96) (Error (Z > 1,96) (Error (Z > 1,96)
independientes
estándar) 95% estándar) 95% estándar) 95% estándar) 95%
-0.44350 -0.02560 -0.93617 -0.02163
Zona Urbana -16.290 -16.940 -15.67 -15.70
0.02723 0.00151 0.05973 0.00138
0.04029 0.00248 0.07405 0.00181
Edad 7.190 6.900 5.84 5.54
0.00561 0.00036 0.01267 0.00033
-0.00016 -0.00001 -0.00016 -0.000004
Edad² -2.380 -2.340 -0.99 -0.98
0.00007 0.00000 0.00016 0.00000
0.19956 0.01121 0.41511 0.00928
Jefa de hogar 6.210 6.740 5.95 6.40
0.03213 0.00166 0.06977 0.00145
0.25558 0.01624 0.53710 0.01363
Tiene pareja 10.170 9.710 10.21 9.59
0.02513 0.00167 0.05260 0.00142
0.45779 0.01936 0.94531 0.01613
Asiste a clases 10.550 15.030 10.35 13.91
0.04341 0.00129 0.09133 0.00116
0.31837 0.02350 0.63841 0.01884
Etnia mestiza 7.790 6.540 8.02 6.62
0.04087 0.00359 0.07964 0.00285
90

0.82417 0.02998 1.75887 0.02591


Etnia indígena 13.080 21.360 12.53 19.19
0.06299 0.00140 0.14039 0.00135
0.33124 0.01520 0.66214 0.01229
Etnia montubia 4.480 6.220 4.30 5.76
0.07393 0.00244 0.15383 0.00213
Educación 0.06985 0.00419 0.19074 0.00452
2.210 2.270 2.60 2.70
primaria 0.03166 0.00185 0.07325 0.00167
Educación -0.09417 -0.00625 -0.14810 -0.00385
-2.620 -2.440 -2.12 -2.00
media 0.03591 0.00257 0.06988 0.00192
0.23993 0.20389
Constante 2.120 0.84
0.11309 0.24323
Log likelihood -7804.66 -7800.02
Número de
48524 48524
observaciones
LR chi² (11) 2331.70 2340.97
Prob > chi² 0.000 0.000
Pseudo R² 0.1300 0.1305

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

Los resultados obtenidos del segundo periodo al igual que en el primer periodo fueron
en base a un nivel de significancia del 95%, con un valor de Z > 1.96 para que una variable
tenga significancia estadística dentro del modelo.

Estadísticos de los modelos

Con un total de 48 524 mujeres que participan o no en el mercado laboral analizadas


en el segundo periodo se obtienen los siguientes estadísticos.

Test Z: Todas las variables de los dos modelos con un 95% de nivel de significancia
son estadísticamente significativas porque son mayores al valor de contraste de 1.96, con
excepción de la variable edad al cuadrado que en el caso del modelo logit no tiene
significancia estadística.

Chi cuadrado: El modelo general con un 5% de nivel de significancia es


estadísticamente significativo porque es menor a 0.05 que es el valor de contraste, en este
caso este estadístico en los dos modelos tiene un valor de 0.00 que indica que a un nivel de
significancia del 95% las variables zona urbana, edad, edad al cuadrado, jefa de hogar, tiene
pareja, asiste a clases, etnia mestiza, etnia indígena, etnia montubia, educación primaria y
educación media son influyentes en los determinantes de la participación laboral femenina
en el Ecuador en el periodo 2017 al 2019.

R²: Este estadístico nos indica que en el modelo probit un 13% y en el modelo logit
un 13.05% de la variable dependiente mujer con empleo es predicha por las variables
91

independientes que se analizaron en los dos modelos. En consecuencia, este estadístico nos
indica que este modelo predice o tiene una bondad de ajuste baja porque se encuentra en un
intervalo de 0.13 a 0.1305 en los dos modelos analizados.

Signos de los coeficientes del modelo probit y logit

Coeficientes con signo negativo: La variable de zona urbana, edad al cuadrado y el


nivel de educación media tiene un efecto negativo para que una mujer tenga empleo en el
mercado laboral del Ecuador.

Coeficientes con signo positivo: Las variables edad, jefa de hogar, tiene pareja, asiste a
clases, etnia mestiza, etnia indígena, etnia montubia y educación primaria tienen un efecto
positivo o aportan de manera positiva para que una mujer pueda acceder a un trabajo en el
mercado laboral.

Efectos marginales o probabilidades de los modelos

 Zona Urbana: Las mujeres que pertenecen a la zona urbana disminuyen la


probabilidad de tener empleo en el mercado laboral, manteniendo constante las otras
variables independientes, para el modelo probit disminuye la probabilidad en 2.56%
mientras que para el modelo logit disminuye en 2.16%
 Edad: Esta variable aumenta la probabilidad en el caso del modelo probit en 0.248%
y en el caso del modelo logit en 0.181% de que una mujer pueda tener un empleo en
el mercado laboral del Ecuador, manteniendo constantes a las otras variables
independientes.
 Edad²: En este periodo esta variable influye de manera contraria en la participación
laboral de las mujeres ecuatorianas, es decir influye de manera negativa, porque
mientras más alta sea la edad de una mujer tiene menos probabilidades de estar
empleada, manteniendo constantes a las otras variables independientes, en este caso
en el modelo probit la probabilidad aumenta en 0.000236%, mientras que para el
modelo logit esta variable no es estadísticamente significativa porque es menor a
1.96, donde la condición es que sea mayor a este test para que tenga significancia en
el modelo. En base a los resultados del modelo probit se puede inferir que esto sucede
porque los empleadores en el segundo periodo analizado buscaron a mujeres más
jóvenes para que ocupen sus plazas de trabajo.
92

 Jefa de hogar: Una mujer que sea jefa de hogar tiene más probabilidad de tener
empleo en el mercado laboral del Ecuador, manteniendo constante las otras variables
independientes, para el modelo probit aumenta la probabilidad en 1.12% mientras
que para el modelo logit aumenta en 0.928%. Esto nos muestra que una mujer que
tiene más responsabilidades que otras, tiene mayor necesidad de tener un empleo con
la finalidad de cubrir todas las responsabilidades que incurre ser jefa de hogar.
 Tiene pareja: Una mujer que tiene pareja tiene más probabilidad de tener empleo en
el mercado laboral del Ecuador, manteniendo constante las otras variables
independientes, para el modelo probit aumenta la probabilidad en 1.62% mientras
que para el modelo logit aumenta en 1.36%. Esto nos muestra que una mujer que
tiene un hogar tiene mayor necesidad de sustentarlo en comparación a las que no lo
tienen, y por ese motivo busca la manera se tener un empleo.
 Asiste a clases: Una mujer que asiste a clases en algún centro de educación tiene
más probabilidad de tener empleo en comparación a las que no asisten, manteniendo
constante las otras variables independientes, en este caso para el modelo probit
aumenta la probabilidad en 1.94% mientras que para el modelo logit aumenta en
1.61%. En consecuencia, se puede inferir que esto sucede porque esas personas están
aprendiendo nuevos conocimientos que de alguna manera los pueden aplicar en su
trabajo, generando así más oportunidades laborales en sus vidas.
 Etnia mestiza: Una mujer que se identifica como mestiza según sus costumbres y
tradiciones tiene mayor probabilidad de tener empleo, manteniendo constante las
otras variables independientes, en este caso para el modelo probit aumenta la
probabilidad en 2.35% mientras que para el modelo logit aumenta en 1.88%.
 Etnia indígena: Otra de las etnias que aporta al modelo global es que una mujer que
se identifica como indígena según sus costumbres y tradiciones tiene mayor
probabilidad de tener empleo, manteniendo constante las otras variables
independientes, en este caso para el modelo probit aumenta la probabilidad en 3%
mientras que para el modelo logit aumenta en 2.59% aproximadamente.
 Etnia montubia: También tenemos otra de las etnias que aporta al modelo globa, en
este caso es que una mujer que se identifica como montubia según sus costumbres y
tradiciones tiene mayor probabilidad de tener empleo, manteniendo constante las
otras variables independientes, en este caso para el modelo probit aumenta la
93

probabilidad en 1.52% mientras que para el modelo logit aumenta en 1.23%


aproximadamente.
 Educación primaria: Una mujer que tiene un nivel de instrucción de primaria tiene
más probabilidad de tener empleo en comparación a los otros niveles de educación,
manteniendo constante las otras variables independientes, en este caso para el
modelo probit aumenta la probabilidad en 0.419% mientras que para el modelo logit
aumenta en 0.452% aproximadamente. En consecuencia se puede inferir que esto
sucede porque los empleadores buscan mano de obra barata para cubrir sus plazas de
trabajo, en este sentido contratar a personas con niveles de instrucción más altos sería
mayores gastos en los salarios y con menos mano de obra, así como también contratar
personas con menor nivel de educación sería un riesgo para sus empresas porque son
personas que tienen pocos conocimientos para desempeñarse en especial en áreas
que requieren una especialización educativa.
 Educación media: Una mujer que tiene un nivel de instrucción de educación media
tiene menos probabilidad de tener empleo en comparación a los otros niveles de
educación, manteniendo constante las otras variables independientes, en este caso
para el modelo probit disminuye la probabilidad en 0.625% mientras que para el
modelo logit disminuye en 0.385% aproximadamente. En consecuencia, se puede
inferir que esto sucede porque los empleadores buscan personas con mayores niveles
de educación por los motivos que se mencionaron en el análisis del nivel de
instrucción de primaria.

4.3.3. Probit y logit periodo 2020 al 2021

El modelo matemático que representa a este periodo con sus respectivas variables
significativas luego de haber procesado la información se presenta en la siguiente tabla, tanto
del modelo probit como del modelo logit del periodo 2020-2021.

Tabla 21: Modelo probit y logit periodo 2020-2021

Variable dependiente: Mujer con empleo


Probit Logit
Coeficientes Sig. Probabilidades Sig. Coeficientes Sig. Probabilidades Sig.
Variables
(Error (Z > 1,96) (Error (Z > 1,96) (Error (Z > 1,96) (Error (Z > 1,96)
independientes
estándar) 95% estándar) 95% estándar) 95% estándar) 95%
-0,42330 -0,02883 -0,86504 -0,02398
Zona Urbana -8,970 -9,900 -8,760 -9,42
0,04721 0,00291 0,09873 0,00255
0,00028 0,00002 0,00061 0,00002
Edad² 12,570 13,63 12,26 13,42
0,00002 0,00000 0,00005 0,00000
94

0,28083 0,02170 0,53554 0,01685


Tiene pareja 6,640 6,35 6,24 5,86
0,04229 0,00342 0,08578 0,00287
0,31147 0,02121 0,60736 0,01686
Jefa de hogar 5,880 6,42 5,54 5,93
0,05296 0,00330 0,10969 0,00284
0,33837 0,02010 0,68495 0,01653
Asiste a clases 5,010 6,54 5,07 6,48
0,06754 0,00308 0,13499 0,00255
Educación no 0,20665 0,01708 0,44331 0,01505
4,750 4,43 5,16 4,75
superior 0,04352 0,00386 0,08598 0,00316
0,21114 0,01836 0,42063 0,01496
Etnia mestiza 3,230 2,86 3,34 2,92
0,06530 0,00641 0,12611 0,00513
0,78139 0,03534 1,66612 0,03053
Etnia indígena 7,220 12,40 6,99 11,43
0,10821 0,00285 0,23843 0,00267
Ingreso 0,00155 0,00012 0,00362 0,00011
12,660 13,48 12,36 13,50
percápita 0,00012 0,00001 0,00029 0,00001
0,47866 0,49400
Constante 5,410 2,80
0,08852 0,17651
Log likelihood -2701,33 -2692,93
Número de
13509 13509
observaciones
LR chi² (9) 825,23 842,04
Prob > chi² 0,000 0,000
Pseudo R² 0,1325 0,1352

Fuente: INEC - ENEMDU 2011-2021


Elaborado por: Autores

Los resultados obtenidos del tercer periodo al igual que en el primero y segundo
periodo fueron en base a un nivel de significancia del 95%, con un valor de Z > 1.96 para
que una variable tenga significancia estadística dentro del modelo.

Estadísticos de los modelos

Con un total de 13 509 mujeres que participan o no en el mercado laboral analizadas


en el tercer periodo se obtienen los siguientes estadísticos.

Test Z: Todas las variables de los dos modelos con un 95% de nivel de significancia
son estadísticamente significativas porque son mayores al valor de contraste de 1.96,
variables que permiten explicar los determinantes de la participación laboral femenina en el
Ecuador en el año 2020 y 2021.

Chi cuadrado: El modelo general con un 5% de nivel de significancia es


estadísticamente significativo porque es menor a 0.05 que es el valor de contraste, en este
caso este estadístico en los dos modelos tiene un valor de 0.00 que indica que a un nivel de
significancia del 95% las variables zona urbana, edad al cuadrado, tiene pareja, jefa de hogar,
asiste a clases, educación no superior, etnia mestiza, etnia indígena e ingreso per cápita son
influyentes en los determinantes de la participación laboral femenina en el Ecuador en el
periodo analizado en base a los modelos probit y logit.
95

R²: Este estadístico nos indica que en el modelo probit un 13.25% y en el modelo
logit un 13.52% de la variable dependiente mujer con empleo es predicha por las variables
independientes que se analizaron en los dos modelos. En consecuencia, este estadístico nos
indica que este modelo predice o tiene una bondad de ajuste baja porque se encuentra en un
intervalo de 0.1325 a 0.1352 en los dos modelos analizados.

Signos de los coeficientes del modelo probit y logit

Coeficientes con signo negativo: La variable de zona urbana tiene un efecto


negativo para que una mujer tenga empleo en el mercado laboral del Ecuador, esto es
provocado porque en la zona urbana existe más oferta de mano de obra, lo que genera que
los empleadores no puedan elegir a todas las personas que desean trabajar.

Coeficientes con signo positivo: Las variables edad al cuadrado, tiene pareja, jefa
de hogar, asiste a clases, educación no superior, etnia mestiza, etnia indígena e ingreso per
cápita tienen un efecto positivo o aportan de manera positiva para que una mujer pueda
acceder a un trabajo en el mercado laboral.

Efectos marginales o probabilidades de los modelos

 Zona Urbana: Pertenecer a la zona urbana disminuye la probabilidad de que una


mujer pueda tener empleo en el mercado laboral, manteniendo constante las otras
variables independientes, para el modelo probit disminuye la probabilidad en 2.88%
mientras que para el modelo logit disminuye en 2.4% aproximadamente.
 Edad²: Esta variable nuevamente tiene la misma particularidad del periodo uno,
aunque la probabilidad sigue siendo pequeña, debido a que mientras mayor sea una
mujer ecuatoriana más probabilidad tiene de estar empleada, manteniendo constantes
a las otras variables independientes, en este caso en el modelo probit la probabilidad
aumenta en 0.00215% y en el logit 0.0019%, esto nos muestra que existen
empleadores que en el primero y tercer periodo analizado buscaron a mujeres que
tengan más edad porque estas a la vez son más experimentadas en el campo laboral.
 Tiene pareja: Una mujer que tiene pareja tiene más probabilidad de tener empleo en
el mercado laboral del Ecuador, manteniendo constante las otras variables
independientes, para el modelo probit aumenta la probabilidad en 2.17% mientras
que para el modelo logit aumenta en 1.68%. Esto nos muestra que una mujer que
96

tiene un hogar tiene mayor necesidad de sustentarlo en comparación a las que no lo


tienen, y por ese motivo busca la manera se tener un empleo.
 Jefa de hogar: Una mujer que sea jefa de hogar tiene más probabilidad de tener
empleo en el mercado laboral del Ecuador, manteniendo constante las otras variables
independientes, para el modelo probit aumenta la probabilidad en 2.12% mientras
que para el modelo logit aumenta en 1.69%. Esto nos muestra que una mujer que
tiene más responsabilidades que otras, tiene mayor necesidad de tener un empleo con
la finalidad de cubrir todas las responsabilidades que incurre ser jefa de hogar.
 Asiste a clases: Una mujer que asiste a clases en algún centro de educación tiene
más probabilidad de tener empleo en comparación a las que no asisten, manteniendo
constante las otras variables independientes, en este caso para el modelo probit
aumenta la probabilidad en 2.01% mientras que para el modelo logit aumenta en
1.65%. En consecuencia, se puede inferir que esto sucede porque esas personas están
aprendiendo nuevos conocimientos que de alguna manera los pueden aplicar en su
trabajo, generando así más oportunidades laborales en sus vidas.
 Educación no superior: Esta variable también presenta un resultado interesante al
igual que en el periodo uno, porque una mujer que tiene un nivel de instrucción no
superior tiene más probabilidad de tener empleo en comparación a las que tienen un
nivel superior, manteniendo constante las otras variables independientes, en este caso
para el modelo probit aumenta la probabilidad en 1.71% mientras que para el modelo
logit aumenta en 1.50% aproximadamente. En consecuencia, se puede inferir que
esto sucede porque los empleadores buscan mano de obra barata para cubrir sus
plazas de trabajo, por ese motivo contratar a personas con niveles de instrucción altos
sería mayores gastos en los salarios y con menos mano de obra.
 Etnia mestiza: Una mujer que se identifica como mestiza según sus costumbres y
tradiciones tiene mayor probabilidad de tener empleo, manteniendo constante las
otras variables independientes, en este caso para el modelo probit aumenta la
probabilidad en 1.84% mientras que para el modelo logit aumenta en 1.5%
aproximadamente.
 Etnia indígena: Otra de las etnias que aporta al modelo global es que una mujer que
se identifica como indígena según sus costumbres y tradiciones tiene mayor
probabilidad de tener empleo, manteniendo constante las otras variables
97

independientes, en este caso para el modelo probit aumenta la probabilidad en 3.53%


mientras que para el modelo logit aumenta en 3.05% aproximadamente.
 Ingreso per cápita: Las mujeres que trabajan o tienen un empleo tienen mayor
probabilidad de obtener un ingreso per cápita por vender su mano de obra en el
mercado laboral del Ecuador, manteniendo constante las otras variables
independientes, en este caso para el modelo probit aumenta la probabilidad en
0.0119% mientras que para el modelo logit aumenta en 0.0113% aproximadamente.
98

CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

5.1. CONCLUSIONES

Con el desarrollo de este apartado se da por culminado el presente estudio, generando


las respectivas conclusiones con los hallazgos encontrados luego de la revisión teórica, de
los datos procesados y analizados sobre los determinantes que influyen significativamente
en la participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo 2011-2021, empleando las
bases de datos de la ENEMDU generadas por el INEC durante el periodo analizado en la
presente investigación, donde se llegan a las siguientes conclusiones:

Con los procesos estadísticos realizados durante el desarrollo del estudio se


determina que los objetivos, tanto el general como los específicos, se cumplieron de manera
satisfactoria, porque con la información proporcionada en las bases de datos se construyen
los respectivos análisis para dar respuesta a lo planteado en la investigación sobre los
determinantes de la participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo 2011-2021,
análisis que a la vez permiten dar respuesta de manera lógica y acertada a la pregunta general
planteada como ¿cuáles son los principales determinantes que influyen significativamente
en la participación laboral femenina en el Ecuador en el periodo 2011-2021?, resultados que
se detallan en este apartado de conclusiones con los hallazgos principales y más
representativos.

Las mujeres ecuatorianas analizadas a lo largo del periodo planteado en el presente


estudio tienen algunas características sociodemográficas que permiten tener una idea sobre
la población femenina del Ecuador, características que reflejan que a lo largo del año 2011
al 2021 en el país existieron más mujeres que hombres, las cuales se encontraban en su
mayoría en rangos de edad entre 45 a 64 años y de 15 a 24, siendo estas respecto al estado
civil más casadas, solteras y de unión libre; en lo que respecta a la etnia la mayor cantidad
de mujeres se autoidentificaron como mestizas según sus costumbres y tradiciones, con
niveles de instrucción más representativos en primaria, secundaria y superior universitaria,
de las cuales al momento que fueron entrevistadas no se encontraban estudiando o asistiendo
a alguna institución de educación para seguirse preparando en su educación. Finalmente, la
mayor concentración de las mujeres ecuatorianas se encontraba viviendo en las zonas
urbanas de todas las provincias del país.
99

En lo referente a la situación laboral de las mujeres respecto a la de los hombres, se


determina que la mayoría de las mujeres no han trabajado a lo largo de este periodo, mientras
que con los hombres sucedía lo contrario, entonces se pudo evidenciar que existen más
hombres que mujeres trabajando en el mercado laboral del Ecuador, esto sucede porque la
mayoría de ellas sufre de alguna enfermedad o tuvo algún accidente, además porque la mayor
cantidad de mujeres son amas de casa que se dedican al cuidado de sus hogares y también
porque se encontraban estudiando, siendo estas las principales causas por las cuales no han
trabajado. Finalmente, de todas las mujeres en edad de trabajar una gran cantidad se
concentraba en la condición de actividad de la Población Económicamente Inactiva, es decir
que se encontraban en edad de trabajar pero que no deseaban o no podían trabajar y por ese
motivo no buscaron trabajo.

En lo que respecta a las mujeres y hombres que si se encontraban trabajando tenemos


que hay más hombres que mujeres que si trabajaron, donde existe una brecha porcentual
entre ambos sexos de un intervalo que va del 15 a 22% durante el año 2011 al 2021, donde
las mujeres que trabajaban se concentraban más en el sector informal mientras que los
hombres en el sector formal, evidenciando claramente las desigualdades de la participación
laboral femenina en el Ecuador. Por otro lado, tenemos las ramas de actividad en las que se
desempeñaban las mujeres, siendo estas las ramas del comercio y de la agricultura, la
ganadería y pesca en las que más se concentra el trabajo de las mujeres.

Luego tenemos todo lo referente al número de trabajos, al número de horas y al sueldo


de los hombres y mujeres que se encontraban empleados en el periodo analizado; en lo que
respecta al número de trabajos se pudo evidenciar que tanto hombres como mujeres tenían
un solo trabajo, pero con una mayor representación de los hombres y con un número de horas
trabajadas de un intervalo que va de 37 a 43 horas, mientras que para las mujeres el promedio
aproximado es de 31 a 38 horas durante todo el periodo analizado, evidenciando nuevamente
que los hombres son los que más han trabajado porque el promedio de horas trabajadas es
mayor al de las mujeres. Respecto al sueldo tenemos que los hombres percibieron un sueldo
promedio que se encontraba en un intervalo de 401 a 533 dólares, mientras que las mujeres
percibieron un sueldo promedio de 313 a 422 dólares durante los años 2011 al 2021. Donde
se puede determinar que siguen existiendo brechas de género que todavía no se superan en
el mercado laboral del Ecuador, donde los gobiernos a turno deberían mitigar en lo posible
esta situación por medio de políticas estatales para que tanto hombres como mujeres tengan
100

las mismas oportunidades y el mismo trato de los empleadores al momento de elegir a su


personal para ocupar las plazas de trabajo que tienen disponibles.

En lo referente a los determinantes de la participación laboral femenina en el Ecuador


en los años 2011-2021 se segmentaron en tres periodos analizados, con la finalidad de
conocer como fue el comportamiento de este fenómeno en diferentes circunstancias y
escenarios. En el periodo uno que comprende los años del 2011 al 2016, la variable que
aporta de manera negativa a que una mujer pueda tener empleo es si pertenece a la zona
urbana, mientras que las variables que aportan de manera positiva son la edad al cuadrado,
tiene pareja, asiste a clases, educación no superior, etnia mestiza, etnia indígena y si recibe
ingreso laboral, todas estas variables antes mencionadas son las influyentes en la
participación laboral de las mujeres, donde el modelo general alcanzó una bondad de ajuste
de aproximadamente del 61% y la variable ingreso tuvo mayor representación dentro del
modelo con una probabilidad aproximada del 46%.

En el periodo dos que comprende los años 2017 al 2019, periodo que fue tomado
como referencia antes de la pandemia COVID-19, las variables que aportan de manera
negativa a que una mujer tenga la oportunidad de tener empleo son pertenecer al área urbana,
la edad al cuadrado y que las mujeres tengan una educación media, mientras que las variables
que influyen de manera positiva son la edad, jefa de hogar, tiene pareja, asiste a clases, etnia
mestiza, etnia indígena, etnia montubia y educación primaria. Además, el modelo global
alcanzó una bondad de ajuste de aproximadamente del 13%, porcentaje que indica que la
variable dependiente es explicada por las variables independientes.

En el periodo tres que comprende los años 2020 al 2021, periodo que fue tomado
como referencia durante la pandemia COVID-19, la variable que aporta de manera negativa
a que una mujer tenga la oportunidad de tener empleo es pertenecer al área urbana, mientras
que las variables que influyen de manera positiva son edad al cuadrado, tiene pareja, jefa de
hogar, asiste a clases, educación no superior, etnia mestiza, etnia indígena e ingreso per
cápita. Además, el modelo global alcanzó una bondad de ajuste de aproximadamente del
14%, porcentaje que indica que la variable dependiente es explicada por las variables
independientes.
101

Con lo antes mencionado se determina que en los tres periodos analizados existen
cambios e incluso son diferentes las variables que aportan a que el modelo explique de
manera adecuada a la variable dependiente que es si una mujer tiene empleo.

El análisis estadístico desarrollado en la investigación evidencia de manera


cuantitativa la desigualdad que existe entre los hombres y mujeres en diversos ámbitos de la
sociedad, por tal motivo de este análisis se determina que el progreso que han alcanzado las
mujeres en el mercado laboral no es uniforme y que depende mucho de la edad, educación
y de las características familiares en la que ellas se encuentran para acceder a un empleo
digno. En este sentido se debe abordar el fenómeno de la discriminación y enfrentar la
realidad de que las mujeres asumen el papel de proveedoras del hogar junto a sus parejas o
como jefas de hogar, pero sigue recayendo en ellas la responsabilidad del cuidado y tareas
domésticas. Dentro de las políticas para mejorar la participación laboral femenina se podría
pensar en dos tipos de medidas, siendo la primera, la implementación de servicios que
apoyen las labores de cuidado del hogar y crianza de los hijos; en este caso, se podría incluir
medidas como la creación de servicios de guardería de buena calidad, y otras dirigidas a
disminuir la doble jornada de las mujeres. Segundo, se deberían llevar a cabo campañas de
educación para que los hombres puedan hacerse cargo de algunas de las labores de crianza
y cuidado de los hijos, y de la administración del hogar.

Finalmente, para futuras investigaciones sobre el empleo en el Ecuador se deberían


utilizar bases de datos de la Encuesta Nacional Empleo, Desempleo y Subempleo del 2017
en adelante, año en el que el Instituto Nacional de Estadística y Censos decidió aplicar una
nueva metodología en el levantamiento de esta operación estadística, especializándose solo
en temas puntuales y específicos de empleo, desempleo y subempleo. Por tal motivo es de
vital importancia que se manipule la información para nuevos estudios a partir de ese año,
con la finalidad de obtener análisis estadísticos más actualizados, levantados de manera
homogénea, siguiendo la estructura de una misma metodología y sobre todo enfocados de
manera directa en el empleo.

Como evidencia de lo mencionado antes, se generan algunas incógnitas e


interrogantes que se deberían cuestionar los Gobiernos a turno y los investigadores que
deseen desarrollar estudios futuros referente a esta temática social que aqueja no solo a
Ecuador sino a muchos otros países del mundo:
102

1. ¿En la última década se ha logrado avaneces significativos en la disminución de la


inequidad de género en el mercado laboral del Ecuador?
2. ¿Son suficientes los esfuerzos que han realizados los Gobiernos y aquellas entidades
que apoyan la inequidad de género?
3. ¿Las mujeres ecuatorianas tendrían más oportunidades laborales si no tuvieran
responsabilidades con sus hogares?
4. ¿Aportaría a la sociedad si se incluye a otra población objetivo a futuros estudios de
empleo, como a los hombres o analizar el trabajo infantil?
5. ¿Sería un aporte significativo para la sociedad realizar estudios de menos años del
periodo analizado en este estudio?

5.2. RECOMENDACIONES

Analizando a la población de las mujeres ecuatorianas a lo largo del desarrollo de la


presente investigación se determinaron indicadores femeninos de empleo interesantes, pero
sería mucho más interesante, amplio y provechoso para la sociedad ecuatoriana, en especial
para los gobiernos, realizar también estudios a otra población objetivo, como incluir a los
hombres o realizar estudios sobre trabajo infantil. Temas que también son importantes y que
no deberían perder relevancia en nuestro país, debido a la dinámica social que existe en todas
las sociedades del mundo.

De manera técnica y estadística sería importante realizar los análisis de empleo a


partir del cambio de metodología de la ENEMDU, para que la información se pueda manejar
de manera adecuada y que permita un correcto desenvolvimiento en el proceso de
investigación, a la vez para evitar procesos más extensos en el manejo de las bases o en los
procesos de depuración de la información, porque a lo largo del estudio existieron varios
inconvenientes al momento de generar los respetivos indicadores para el análisis de empleo
de las mujeres ecuatorianas, debido a que las dimensiones de las bases que son
proporcionadas por el INEC son completamente diferentes y tienen variables sin secuencia
a lo largo de los años.

Para los determinantes de la participación laboral no solo de las mujeres sino de


cualquier población objeto de análisis de empleo, también sería importante que los periodos
en los que se segmente la información, en el caso de realizar análisis históricos, sean con
años proporcionales o con el mismo número de años, con la finalidad de evitar que los datos
103

muestrales se concentren solo en determinados periodos, mientras que en otros sean


inferiores; y a la vez para evitar que las variables vayan cambiando de un periodo a otro por
la significancia estadística que tienen debido al tamaño de la muestra, porque lo ideal sería
que las mismas variables que explican el empleo se mantengan en todos los periodos en los
que se analice la información.
104

BIBLIOGRAFÍA
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