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1.

Texto de Silvia Adano, “Enfoques de Psicología”

MENTE SANA EN CUERPO SANO

De antiguos y nuevos dualismos

Habitualmente, nos referimos al cuerpo y la mente como dos realidades independientes,


que interactúan o no, pero que son radicalmente diferentes. Por ejemplo, decimos entre
otras cosas que nuestro cuerpo es un instrumento para la acción y el pensamiento su guia,
o qué puede ser anciano el cuerpo y joven la mente, o que el cuerpo sufre y la mente se
libera.

En occidente está impresión subjetiva, se ha nutrido y fundamentado filosóficamente a


través de una concepción dualista del ser humano. Está nació en la antigüedad y ha ido
renovándose y dominando el pensamiento a través de la Edad Media como el Renacimiento
y la modernidad. La psicología actual busca superar esta disociación cuerpo-mente
insistiendo en la necesidad de concebir al ser humano como una unidad bio-psico-social.
Sin embargo, la misma constatación de la multideterminación del comportamiento humano,
fomenta la concepción del hombre dividido: organismo-ambiente; consciente-inconsciente;
innato-adquirido.

La medicina occidental de los siglos XIX y XX se ha ocupado primordialmente del cuerpo,


partiendo del supuesto epistemológico de que el cuerpo, como el resto de los objetos de la
naturaleza puede ser conocido con objetividad, neutralidad y de acuerdo a las leyes
universales. El método experimental Resulta ser el garante empírico y racional del saber,
permitiendo el conocimiento y manipulación del cuerpo. Las enfermedades, reconocibles
por sus síntomas o indicios, dan lugar a diversas clasificaciones, y se las explica
fundamentalmente por el funcionamiento del cuerpo, dando lugar en muchas oportunidades,
a una concepción monista del ser humano.

“Según las posibilidades creadoras, innatas o adquiridas del niño, los hechos traumáticos
que han moldeado cada psique individual conducen a una infinidad de invenciones
psíquicas, todas ellas encaminadas a luchar contra las calamidades de la separación y de la
alteridad, de las diferencias sexuales y generacionales y, por último, del envejecimiento y la
muerte. Cada uno debe construir escenas capaces de contener estas situaciones
dramáticas para poder lograr la supervivencia psíquica.”

2. ¿Qué es el inconsciente?

"Es como alguien que vive dentro de nosotros y nos hace hacer cosas que no queremos
hacer… un extraño.
No es fácil intentar transmitir un concepto tan complejo con palabras sencillas, pero vamos
a intentarlo. Para lo cual pido la ayuda del lector para realizar un pequeño ejercicio;
simplemente que, en este mismo instante, piense cuál es su segundo nombre, …
Alguien había sugerido que el inconsciente era aquello que no es consciente. Bien, hasta
que yo les pedí que pensarán en su segundo nombre …este no estaba en su conciencia, lo
cual quiere decir que entonces era inconsciente. Pero ese es el concepto de inconsciente
para el psicoanálisis?.
La respuesta es sí y no, porque no hay una sola teorización acerca de lo que es el
inconsciente. Por el contrario, hay tres momentos en la teoría psicoanalítica que determina
tres modos bien distintos de concebirlos: el primero de ellos tiene que ver con esta idea de
qué es inconsciente lo que no está en la conciencia y es el ejemplo del segundo nombre.
Hasta que yo formulé la pregunta, no estaba en su conciencia y entonces era, al menos por
el momento, inconsciente. Y podemos deducir que, según está concepción, el inconsciente
sería algo así como una alacena de la cual podemos sacar su contenido con el solo
esfuerzo de ir a buscarlo.
Bueno, ahí tenemos lo que llamamos inconsciente descriptivo, un lugar en donde está
aquello que es inconsciente sólo por el hecho de no estar en la conciencia, pero que puede
hacerse consciente si no le prestamos la atención necesaria. Esto es lo que técnicamente
se llama preconsciente y es la primera formulación freudiana del inconsciente…
Mientras Freud avanzaba en su estudio, comprendió que el asunto era bastante más
complicado que eso. ¿Y cómo se fue dando cuenta de esto? por qué empezó a percibir que
habían recuerdos que se resistían a volver, como si alguna fuerza los retuviera presos en un
lugar inaccesible para el pensamiento, o como sí desde la conciencia misma se levantará
una barrera para no dejarlos pasar. Dedujo, entonces, la existencia de una resistencia a la
posibilidad de retorno de esos recuerdos. Y es aquí donde descubre la existencia de un
inconsciente de otro tipo, diferente, más difícil de ser traído a la conciencia, y la cosa
empieza a complicarse"

Rolón, G.;“Encuentros”; Planeta;2013

3. "Los recuerdos reprimidos (o decir lo que no se quiso decir)

El inconsciente no solo se vive como un extraño que vive dentro de nosotros y nos impulsa
a hacer cosas que no queremos hacer. Yo agregaría que también nos hace decir cosas que
no queremos decir, y aquí nos encontramos con la segunda formulación del concepto de
inconsciente. Lo que llamamos inconsciente dinámico. Nombramos también a la represión.
Pues bien, este segundo inconsciente, a diferencia del primero, está relacionado con ese
concepto de represión, que también es algo de lo que se ha hablado mucho, pero por lo
general de un modo erróneo. Digo esto porque es común escuchar frases del estilo de” no
te reprimas”, sobre todo en amigas que aconsejan actitudes relajadas, u hombre que a las
4:00 de la mañana quieren convencer a una mujer para que haga lo que ella ha decidido
hacer hace dos horas. Pero esto de lograr, merced a un pedido o un consejo, que alguien
voluntariamente elija reprimir o no, es imposible porque la represión es un mecanismo de
defensa inconsciente. No actúa por que alguien decida usarlo sino que sucede sin que
nuestra voluntad tenga nada que ver con esto."
4. ¿Cómo actúa la represión?

Supongamos que en algún momento de nuestra vida ante una situación determinada, surge
alguna idea con alguna representación mental que resulta intolerable y amenaza con
producir una ruptura del equilibrio psíquico y emocional, entonces se la reprime. Esto ocurre
sin que nos demos cuenta. No es que esa persona diga: "en este momento estoy
reprimiendo". No. Simplemente, a esa idea traumática se le prohíbe el acceso a la
conciencia sin que el sujeto sepa nada de eso. Pero eso que no puedo ganar un lugar en
nuestro pensamiento no desaparece para siempre, sino que queda en el inconsciente. Pero
ya no se trata de inconsciente como el anterior, el descriptivo, el que podríamos ir poner
cuando quisiéramos. Porque estos recuerdos están reprimidos y entonces no podemos
traerlos a la conciencia voluntariamente, ya que hay una fuerza que no los deja pasar y los
mantiene en ese territorio oscuro y desconocido. Tanto mejor, podría decir alguien, así no
molestan y no vuelven nunca más. Pero esto no funciona así y muchas veces esos
recuerdos retornan, aunque deben hacerlo de un modo disfrazado. Pongo un ejemplo:
Imaginen que una chica adolescente le presenta a sus padres el muchacho con el que sale.
Un chico con barba, desprolijo, algo sucio y de malos modos. Cuando quedan a solas con
los padres le dicen a su hija que ese chico no le gusta y que no quieren que lo vea nunca
más, pero ella mantiene la relación en secreto. Pasan los años y llega el momento en el
cual los jóvenes se quieren casar. La joven, entonces, presenta al muchacho ya sin barba,
bien vestido, limpio y educado. Entonces los padres lo abrazan emocionado y le dicen: "este
sí. No lo vas a comparar con el otro mamarracho que nos presentaste hace 5 años". El
mismo hombre, pero su imagen distinta mucho de aquella qué motivó su expulsión y los
padres no pueden relacionar un joven con el otro. De un modo análogo cuando algo de lo
que fue expulsado de la conciencia quiere volver debe disfrazarse. A estos disfraces, los
analistas los llamamos "formaciones del inconsciente" y, aunque el término es teórico, todo
lo conocen. ¿O acaso nunca escucharon hablar de un sueño o de un chiste?. Estas son las
maneras disfrazadas en la que algo puede volver del inconsciente. También puede tomar la
forma de lo que llevamos un lapsus, un acto fallido, como suele ocurrir un síntoma que hace
sufrir al sujeto.

5. MODOS DE EXPRESIÓN DEL INCONSCIENTE

El inconsciente puede llegar a conocerse a través de algunas de sus manifestaciones, como


son:
• sueños
• actos fallidos ("equivocaciones", olvidos.)
• chistes
Estas manifestaciones proporcionan datos que permiten conocer los contenidos que no
llegan a la conciencia. Sin embargo, no es fácil comprenderlos ya que su real significado
aparece deformado como consecuencia de las leyes que vimos en el punto anterior.
Es así cómo si bien el inconsciente se hace escuchar a través de los sueños, olvidos,
chistes o síntomas, no es fácil comprender sus mensajes. Tampoco es necesario
desentrañarlos, excepto en aquellos casos que expresan conflictos emocionales capaces de
perturbarnos en algún sentido.

6. Relación del sueño con la vida despierta

A continuación leeremos algunos autores que nos presenta Freud en su libro La


interpretación de los sueños sobre cómo esto se relacionan con nuestra vida en vigilia.
“El Ingenio juicio del individuo despierto acepta que el sueño, Aunque ya no de origen
extraterreno, sí ha adaptado al durmiente a otro mundo distinto. Haffner: Al principio
continúa el sueño la vida despierta. Nuestros sueños se agregan siempre las
representaciones que poco antes han recibido en la conciencia y una cuidadosa
observación encontrará casi siempre el hilo que los enlaza a los sucesos del día anterior.;
Weygandt: La mayoría de los sueños nos conducen de nuevo a la vida ordinaria en vez de
liberarnos de ella; Jessen: En mayor o menor grado, el contenido de los sueños queda
siempre determinado por la personalidad individual, por la edad, el sexo, la posición, el
grado de cultura y el género de vida habitual del sujeto, y por los sucesos y enseñanzas de
su pasado individual; Maass: La experiencia confirma nuestra afirmación de que el
contenido más frecuente de nuestros sueños se haya constituido por aquellos objetos sobre
los que recaen nuestras más ardientes pasiones. Esto nos muestra que nuestras pasiones
tienen que poseer una influencia sobre la Génesis de nuestros sueños. El ambicioso sueña
con laureles alcanzados (quizá tan solo en su imaginación) o por alcanzar, y el enamorado,
con el objeto de sus tiernas esperanzas ... Todas las ansias o repulsas sexuales que
dormitan en nuestro corazón pueden motivar, cuando son estimuladas por una razón
cualquiera, la Génesis de un sueño compuesto por las representaciones a ellas asociadas,
o la intercalación de dichas representaciones en un sueño ya formado.”
7.Los actos fallidos

Los actos fallidos son otra de las manifestaciones del inconsciente. Se llama actos fallidos a
aquellos olvidos de nombres o palabras, equivocaciones al leer, escribir o hacer algo, a las
sustituciones y a errores que cometemos en la vida diaria y que se deben a causas
desconocidas, surgen involuntariamente.
Son una expresión normal de la vida de cualquier persona. A veces ocasionan situaciones
risueñas, otras desagradables.
Muchas veces se cometen "actos fallidos" en los cuales es relativamente fácil reconocer el
deseo inconsciente que se está expresando a través de ellos.
Freud describe numerosos ejemplos de actos fallidos en su “Psicopatología de la vida
cotidiana". A ese texto corresponde el siguiente párrafo.

"Un señor, conversando una noche con una joven viuda sobre los grandes preparativos que
se hacían en Berlín para la celebración de las fiestas de Pascua, preguntó a su
interlocutora:' ¿Ha visto Ud. hoy el escaparate de Wertheim? Está muy bien descotado' . No
habiendo podido expresar en voz alta su admiración ante el descote (escote) de la bella
señora. Su pensamiento retenido se había abierto paso aprovechando la semejanza de las
palabras descotado y decorado y transformando la decoración del escaparate de una tienda
en un descote. La palabra escaparate fue también empleada en la frase con un inconsciente
doble sentido”.

8. Chistes

Los chistes también son para el psicoanálisis manifestaciones inconscientes, pero a nivel no
ya individual sino social. En ellos aparece disfrazado, oculto, algún sentimiento que no
puede expresarse directamente, algo negativo o bien de contenido sexual, relacionado con
las pulsiones y por lo tanto con la parte inconsciente de nuestra vida.

Existen algunos mecanismos básicos que utilizamos en los chistes verbales para
construirlos: el doble sentido de una palabra y en algunos casos la condensación, cuando
una palabra está formada por pedazos de otras reúne diferentes significados. El
desplazamiento, que significa cambiar el curso de la atención de un tema a otro.

9. El susurro del inconsciente

Para acercarnos en algo a un concepto tan complejo, me tomo de una frase de Freud qué
dice que “todo lo reprimido es inconsciente, pero no todo el inconsciente es reprimido ".
¿Qué quiere decir con esto?. Que en el inconsciente no están sólo aquellas cosas que
expulsamos por dolorosas o traumáticas, sino que hay algo más, algo anterior a eso. Un
inconsciente diferente, que nació inconsciente y que siempre lo será por más análisis que
uno haga. Es decir que hay un límite a la interpretación del analista. Que el psicoanálisis
mismo no escapa al hecho de que todo no se puede. Esto es lo que solemos nombrar
como" castración "qué es otra manera de hablar de la aceptación de la falta. Pero
pongamos un ejemplo para ilustrar el concepto del inconsciente estructural.
Cierta vez mi madre estaba mirando por el balcón de su casa queda una calle muy
transitada, y me dice: "hijo, miras ese inconsciente". Me asomé y vi que un hombre cruzaba
la calle en medio de un tránsito feroz, con el semáforo en rojo y leyendo el diario. Y mi
madre, que nunca leyó a Freud ni se analizo jamás, se dio cuenta de que allí había un acto
peligroso del que el sujeto no se daba cuenta. Que ese hombre ponía en riesgo su vida, y
que porque no, la de los demás, sin tener conciencia de eso. Bueno, así tenemos una
acción al inconsciente estructural. Una fuerza que nos impulsa a ir en busca de aquello que
puede causarnos dolor. Y este es un inconsciente que jamás se hará consciente, porque no
puede volver a la conciencia algo que nunca estuvo. Es un inconsciente, digamos así, con
el que se nace. Por eso es estructural.

CONDUCTA

Aprendemos a autodirigirnos.

Todos los seres humanos nacemos en una comunidad verbal. El lenguaje proporciona tanto
estímulos como reforzadores de la conducta. Forma parte del ambiente en el cual el niño se
desarrolla y le permite ensayar respuestas adecuadas, aún antes de pasar por experiencias
que las hubiesen determinado. Veamos un ejemplo; enseñamos a los niños a detenerse en
la calzada, a mirar a ambos lados antes de cruzar la calle. Aconsejamos, hacemos
advertencias, le decimos que es un buen chico cuando lo hace, explicamos cómo se debe
cruzar. El niño recuerda la verbalización, actúa adecuadamente, se percibe bueno y evita
tener accidentes. podemos hablar de pensamientos, reflexiones y conciencia, a partir de las
expresiones verbales que han sido aprendidas en relación a determinadas circunstancias y
todo ello sin pasar por un accidente.
El hombre aprende a autorreforzarse y autocensurarse según los mensajes verbales a los
que se vio expuesto y a su historia de aprendizaje completa. Es así que se autodirige,
desarrolla afectos morales y principios filosóficos. Por ejemplo, Alguien ha cometido un error
importante pero piensa: "no se equivoca quien no hace nada". Evita así que el fracaso
inhiba sus acciones futuras.
"El ambiente social, obviamente, está construido por el hombre, genera la lengua de una
persona que habla con las costumbres que sigue y la conducta que lleva a cabo con
respecto a las instituciones que le controlan, sean estas del tipo ético, religioso, político,
económico, educativo o psicoterapéutico. La evolución de una cultura es como en efecto, un
tipo de ejercicio gigantesco de autocontrol. De la misma forma que el individuo se auto
controla, manipulando el mundo en el que vive inmerso, así también la especie humana ha
construido un ambiente en el que sus miembros se comportan de un modo altamente eficaz.
Es cierto que se han cometido errores, y no tenemos la seguridad de que el ambiente que el
hombre ha construido continúe proporcionando ventajas capaces de superar los
inconvenientes, pero el hombre, tal como lo conocemos, para bien o para mal, es lo que el
hombre ha hecho del hombre. "

B. MANDATOS SOCIALES.

La voz de la cultura…

El concepto de Series complementarias enunciado por Freud sostiene que una persona
está determinada por tres factores: biológicos, históricos y sociales. Es decir, que también la
cultura exige al sujeto un esfuerzo y demanda una respuesta…
Pensar la realidad como una cuarta instancia psíquica es fundamental, ya que da cuenta de
que no solo los requerimientos internos influyen en la personalidad; también las exigencias
sociales. Toda cultura establece ciertos ideales que toman para el sujeto la fuerza de un
mandato. Vivir implica el desafío de hacer frente a lo que se espera de nosotros y, al mismo
tiempo, encontrar un espacio para el deseo más allá de los modelos colectivos. Siempre se
ha esperado de un niño que tenga determinados logros, de un adolescente que se comporte
de tal o cual manera y de un adulto que responda a las expectativas de la época: casarse,
tener hijos o comprar una casa, por ejemplo.
Una paciente de 80 años me contó que a los 32 seguía soltera. La madre, preocupada por
esto, le preguntó si no estaría siendo demasiado pretenciosa. Como si alguien pudiera no
serlo, justamente, cuando se trata del amor. Pero en aquel entonces, a esa edad era ya una
solterona. Finalmente, según sus dichos, la casaron; aunque sería más correcto decir que la
cazaron. Manifestó que ese día lloró y le confesó a su madre que no quería al hombre. La
mujer respondió: ya lo vas a querer. Y siguió diciendo que era un buen partido y que no le
haría falta nada.
Se analizaba conmigo cuando su esposo murió. Al llegar a la sesión estaba tranquila. Ese
día me contó su historia con él con aquellas palabras de su madre, y agregó: Ella tenía
razón; aprendí a quererlo mucho. La interrogué acerca de qué era lo que más había
querido de él. Se quedó en silencio, me miró unos minutos buscando la respuesta y
pronunció: era un hombre muy limpio y jamás me pegó. Fue todo lo que puedo decir: que el
hombre no era violento y se aseaba seguido. No sé cómo la habré mirado, lo cierto es que
se obligó a decir algo más: fue un gran padre, un buen compañero, efectivamente, nunca
me hizo falta nada y jamás dejó de dormir en casa. Es decir, puso de manifiesto todos los
ideales que las sociedades de su época volcaban en un hombre, aunque eso no diera
cuenta de qué lugar había ocupado él en su deseo…
¿De dónde proviene esa palabra, que nos obliga al deber ser?...Llega en la voz de todas las
personas encargadas de transmitir los valores culturales: padres, familiares, maestros, entre
otros…Hace un tiempo di una conferencia en una ciudad de la provincia de Buenos Aires.
En un momento un adolescente levantó la mano para hacer una pregunta. Le cedí la
palabra y dijo que amaba a su familia, su lugar y que le gustaría vivir allí toda la vida. No
obstante, no soportaba más caminar por las calles sabiendo que todos se burlaban por
considerarlo: él p… del pueblo. Se hizo un silencio pesado que sostuve unos segundos para
que los presentes tomaran noción de lo que acababa de pasar. Claramente, en una
comunidad en la que estaba mal visto ser homosexual. Cuando terminó las charlas se
acercó a saludar y me confesó: no sé cómo me animé a contarte esto. Jamás había hablado
con nadie del tema y esa noche, lo expuso delante de todos, incluido sus padres. Estaba
conmovido y me planteó la dificultad que tenía para tomar la decisión de irse. Se
cuestionaba si debía renunciar a lo que amaba tanto solo porque no podía cumplir con el
ideal de los demás. Recuerdo el primer paciente gay que atendí; un hombre amable y culto.
En una sesión me comentó que el sábado anterior, luego de vestirse para salir, había ido
hasta el baño de una estación de tren. Lo miré asombrado y sonrió: soy el primero
homosexual que atendés coma preguntó. Asentí y dijo: te voy a explicar, entonces. En esas
sesiones me enteré de la existencia de un mundo complejo y desconocido. Pensemos que,
en aquella época, eran víctimas de una gran discriminación. Dos personas del mismo
género, por ejemplo, no podían ingresar a un albergue transitorio, lo que los obligaba a
tener relaciones en baños de bares o como dijo, en la estación de tren. Debían pasar
madrugadas escondidas y rigurosas simplemente por no estar dentro del ideal heterosexual.
A veces, los modelos sociales son angustiantes. A qué mujer se le podría haber ocurrido
hace 40 años quedarse soltera o no ser madre. Después de todo, trabajar y reproducirse
son mandatos bíblicos: ganarás el pan con el sudor de tu frente y parirás con dolor. Lo que
cabe preguntarnos es: ¿ qué lugar queda en medio del sudor y el dolor para el placer?.
El ser humano es, antes que nada, alguien que habla. Independizado del instinto animal
construye sus objetos de deseo de un modo personal siguiendo una dirección que no es
aleatoria: está marcado por su infancia. Estar vivo implica tener una relación íntima con ese
deseo motor de sueño, anhelos e incluso dolores. La búsqueda de la satisfacción y la
obtención del placer parecería, entonces, ser el fin último. Sin embargo, no es tan sencillo.
El placer también debe tener un Coto. Ir más allá de ese límite genera un dolor hijo de la
desmesura, que propicia la aparición de actitudes destructivas.

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