Psicología Social

Tercer Ciclo
Título: Las Tópicas que nos Tocan

Hacer una exposición escrita sobre la primera y la segunda tópica

del Dr. Sigmund Freud.
Alumna: Patrizia D’Ambrosio

Palabras claves: tópicas, Freud, Inconsciente, Preconsciente, Consciente, Super yo, Yo, ello

Hablaremos de las tópicas de Freud. Para dar cuenta de los fenómenos psíquicos Freud insiste
en la necesidad de de cifrar los en tres niveles: dinámico, tópico y económico. En el presente
trabajo nos vamos a encargar de las dos primeras tópicas.

A modo de Preámbulo,
Para entrar en el aparato psíquico queremos precisar que es la mente y lo que con ello se refiere
a lo biológico en el ser humano. Hablemos solo de unos pocos químicos que segregamos en
nuestro cuerpo. Las neuronas que a su vez utilizan neurotransmisores que a su vez le indican a
las células que invadan nuestro organismo (órganos vitales) en ocasiones puede ser bueno o no.

El cerebro nunca cuestiona, solo responde a las exigencias de su dueño.

Así que cuando un pensamiento caótico o dictatorial lo decide está “comprobado” que
segregamos químicos, Los sentimientos que se inician en un pensamiento en la mente generan
químicos . Por esta razón y en momentos críticos cuando nos alteramos o desequilibramos al

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pensar, sentimos : rabia, resentimiento etc. Es igual a segregar adrenalina y cortisol.
Científicamente está comprobado que cuando nos invade la tristeza ,decepción , culpa o
desesperanza segregamos mixtalina, la que a su vez causa daños en el sistema inmunológico al
igual que en el sistema nervioso central como en el sistema endocrino.

Las preguntas son:

 ¿la mayor parte del tiempo en que estado vibratorio - emocional estamos?
 ¿qué tipo de ondas cerebrales son las que comúnmente nos acompañan durante todo el
día?.
 ¿Qué es lo que mas segregamos? .
 ¿A que químico nos hemos vuelto adictos?

Los pensamientos positivos son igual a endorfinas y encefalinas.

ADRENALINA: esta sustancia es vital para seguir viviendo en algunas circunstancias, pero por
ratitos nada más, pero si todo el tiempo estamos bajo su influencia, presentamos: la boca seca,
labios cuarteados, sangrado de nariz, conjuntivitis crónica, otitis, piel seca, tejido celular blando
y también produce cáncer, pues libera las células cancerosas.

MIXTALINAS: se concentra en la nariz y produce sinusitis, deprime el sistema inmunológico.

ENDORFINAS Y ENCEFALINAS: son como un elíxir, el sedante perfecto, el afrodisíaco que

no falla, la única sustancia que nos ayudara de por vida a los sanos y enfermos a prevenir el
cáncer. Tenemos la maquina perfecta cuidemos y cultivemos lo que pensamos…

Ahora abordaremos el tema de la primera y segunda tópica propiamente dichas. Qué hay
psicológicamente dentro de nuestro cerebro, lejos de lo biológico, pero que hacen parte del todo.
Hablando de las tópicas de Freud para dar cuenta de los fenómenos psíquicos, Freud
insiste en la necesidad de descifrarlos en tres niveles: dinámico, tópico y económico
nos vamos a encargar de exponer las dos primeras tópicas.

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Topos o lugar es el sistema inconsciente o lo dinámicamente reprimido ,
Topo significa lugar y esquemáticamente en la metáfora de conciencia-inconsciencia, lo
inconsciente es lo que está más abajo es decir la parte sumergida o no visible de nuestra
psique.

La primera tópica de Sigmund Freud, es decir, cómo está conformado el aparato

psíquico, es en: consciente, pre consciente e inconsciente

Freud en las tópicas se refiere a lo reprimido, de lo que no somos conscientes, lo

consciente y lo preconsciente trabajan juntos, no se invalidan mutualmente, la
conciencia es la parte empírica como vemos y nos movemos, hace de “Barrera”

La conciencia es lo más fácil de definir, pero también es un poco de todo, son los
pensamientos y emociones actuales, los recuerdos que podemos traer a conciencia
precisamente y están en el momento actual en la consciencia.

Se toman las decisiones en contacto con el mundo exterior, lo real y los estímulos
también del mundo interno y dirigen la motricidad, es decir el movimiento

El sistema pre consciente es lo que está inmediatamente por debajo de la consciencia y

es todo lo que actualmente no es consciente pero es perfectamente susceptible de
volverse consciente es decir todo lo que podemos, traer a consciencia por ejemplo los
Recuerdos.

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Lo inconsciente puede decirse es lo que simplemente actualmente no es consciente
como los procesos de pensamiento creativo, los de resolución de problemas cuando
suceden por ejemplo lo que dicen los cognitivos, el insight cuando te das cuenta de
cómo resolver algún dilema, análogamente al darse cuenta del “Caballero de la
Armadura Oxidada”, o lo pretendido por el Profesor con los alumnos en “Psicópolis”.
Aquello que venías pensando a largo tiempo simplemente, te trae a la conciencia la
resolución del problema ya sea matemático, o de cualquier otra índole.
El inconsciente son los chistes, sueños, actos fallidos, pulsiones: fuerza con la que
hacemos algo.
Todos los otros procesos fueron inconscientes en el sentido tópico.

La segunda tópica es el yo, el ello y el superyó

En Esquema del psicoanálisis (1940), Freud reconoce la satisfacción de las necesidades

congénitas como “el genuino propósito vital del individuo”, el cual halla un medio de expresión
en el poder del ello. La conservación de la vida y la
evasión de los peligros no se cuentan, pues, entre las
competencias de tal instancia, sino que corresponden al
yo, encargado, por lo mismo, de velar porque las
satisfacciones a las que presta consentimiento no
expongan la seguridad del individuo a un excesivo riesgo.
Por su parte, el superyó participa en la restricción de tales
satisfacciones y en eso radica su función más importante.

El Ello contiene las pulsiones, impulsos y deseos. El

Superyó es el conjunto de valores morales y
creencias en las que proyectamos la mejor versión de nosotros mismos y el Yo es el
mediador entre el Ello y el Superyó.

La existencia del superyó se observa en cómo las personas pueden verse a sí

mismas como culpables y malas, vergonzosas y débiles, y sentirse obligadas a
hacer ciertas cosas. En El yo y el ello (1923), Freud presenta "el carácter
general de dureza y crueldad exhibido por el ideal [del yo]: su dictatorial Tú
debes "; así, en la psicología del yo, Freud planteó la hipótesis de diferentes
niveles de desarrollo del ideal del yo o del superyó con ideales mayores:

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. . . tampoco debe olvidarse que un niño tiene una estimación diferente de sus
padres en diferentes períodos de su vida. En el momento en que el complejo de
Edipo da lugar al superyó son algo bastante magnífico; pero luego, pierden
mucho de esto. Las identificaciones también se producen con estos padres
posteriores y, de hecho, regularmente hacen importantes contribuciones a la
formación del carácter; pero en ese caso sólo afectan al yo, ya no influyen en
el superyó, que ha sido determinado por las primeras imágenes paternas.
— Nuevas conferencias introductorias al psicoanálisis , p. 64.

La importancia funcional del yo se manifiesta en el hecho de que,

normalmente, el control sobre los enfoques de la motilidad recae sobre
él. Así, en su relación con el ello, [el ego] es como un hombre a caballo, que
tiene que controlar la fuerza superior del caballo; con la diferencia de que el
jinete trata de hacerlo con sus propias fuerzas, mientras que el ego utiliza
fuerzas prestadas. La analogía puede llevarse un poco más lejos. A menudo,
un jinete, si no quiere separarse de su caballo, está obligado a guiar [al
caballo] a donde quiere ir; así, del mismo modo, el yo tiene la costumbre de
transformar la voluntad del ello en acción, como si fuera la suya propia.

Cuanto más temprano en el desarrollo del niño, mayor será la estimación del
poder de los padres; así, cuando el niño está en rivalidad con la imago
paterna, el niño entonces siente el dictatorial Tú debes, que es el poder
manifiesto que la imago representa en cuatro niveles: (i) el autoerótico, (ii) el
narcisista, (iii) el anal, y (iv) el fálico. Esos diferentes niveles de desarrollo
mental, y sus relaciones con las imagos parentales, corresponden a formas
específicas de agresión y afecto del ello; así los deseos agresivos y
destructivos animan los mitos en las fantasías y represiones de los pacientes,
en todas las culturas. En respuesta a la ambigüedad desestructurada y los usos
conflictivos del término "la mente inconsciente", Freud introdujo el modelo
estructurado de la psicología del ego (id, ego, súper-ego) en el ensayo Más
allá del principio del placer (1920) y elaboró, refinó, y formalizó ese modelo
en el ensayo El yo y el ello.

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Bibliografía:

 https://academia-lab.com/enciclopedia/ello-yo-y-superyo/
 https://psicologiaymente.com/psicologia/ello-yo-superyo-sigmund-freud

 https://es.wikipedia.org/wiki/Ello,_yo_y_supery%C3%B3

 Freud, Sigmund: Más allá del principio del placer (1920)

 Freud, Sigmund: El yo y el ello (1923),

 Freud, Sigmund: Esquema del psicoanálisis (1940),

 Freud, Sigmund: Nuevas conferencias introductorias al psicoanálisis , p. 64

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