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Índice

BENEFICIOS DE UN PROCESO DE INTEGRACIÓN MONETARIA..............................1


1. Beneficios en eficiencia derivados de la integración monetaria........................................1
2. Beneficios en credibilidad derivados de la integración monetaria....................................2
COSTES DE UN PROCESO DE INTEGRACIÓN MONETARIA.......................................4
1. La renuncia a una política monetaria autónoma...............................................................4
2. La renuncia a la política cambiaria...................................................................................4
¿Qué mecanismos sustituyen las políticas cambiarias y monetarias que tengan por
objetivo el incrementar el empleo?.......................................................................................4
1. Ajustes de precios y salarios.........................................................................................5
2. Migración interregional................................................................................................5
LA TEORÍA DE LAS ÁREAS MONETARIAS ÓPTIMAS...................................................6
¿Qué lecciones deja esta experiencia? ¿Cómo interpretarlas desde la Teoría de las Áreas
Monetarias Óptimas?.............................................................................................................8
Bibliografía..................................................................................................................................9

BENEFICIOS DE UN PROCESO DE INTEGRACIÓN MONETARIA

Cuando un país participa en un proceso de integración monetaria puede obtener dos


tipos de beneficios: beneficios en eficiencia y beneficios en credibilidad.

1. eficiencia

El primero de los beneficios, y el más obvio, es la eliminación de los “costes de


transacción” derivados de la existencia de distintas monedas, como son las comisiones
bancarias por cambio de monedas, los trámites, el tiempo y el trabajo que implica la
diversidad de monedas.

Pero cuando existe una moneda común no existe la necesidad de acudir al mercado de
divisas cuando se realiza una compra o venta de bienes, servicios o activos de otro país.
Por ejemplo, en el caso del proceso de integración monetaria europeo, la Comisión

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Europea estimó que las ganancias derivadas de la eliminación de los costes de
transacción supondrían aproximadamente el 0,4% del PIB.

Tenemos como segundo beneficio la eliminación de los “costes de información”. El


establecimiento de una moneda común permite una mayor transparencia en los precios,
de tal forma que los compradores de bienes, servicios o activos pueden llevar a cabo
comparaciones de precios, sin tener la necesidad de convertir los precios a otro tipo
moneda, reduciendo de esa forma los costes de la información necesaria para adoptar
una decisión correcta. Esta mayor transparencia en los precios aumentará la
competencia y facilitará la convergencia de precios.

Un tercer argumento a favor de que varios países compartan una moneda es eliminar el
“riesgo de tipo de cambio”, evitando que las modificaciones en los tipos de cambio
constituyan un elemento desestabilizador y des incentivador en las transacciones
comerciales y financieras. Téngase en cuenta que el riesgo de cambio no sólo dificulta
las transacciones comerciales, sino que también dificulta el cálculo de la rentabilidad
futura de cualquier decisión de inversión, especialmente si ésta es a largo plazo.

2. credibilidad

Un beneficio de adoptar una moneda común es que un país que ya no tiene su propia
moneda reduce notablemente la probabilidad de sufrir crisis cambiarias, a no ser que
imprudentemente se adopte la moneda de un país propenso a las crisis cambiarias (es la
depreciación de la moneda o devaluación) o que la nueva moneda creada sea propensa a
las crisis cambiarias.

Aunque cuando se establece una moneda común es prácticamente imposible que la


política monetaria se adapte perfectamente a las necesidades de todos los países
miembros, pues el formar parte de un proceso de integración monetaria puede reportar
beneficios en términos de disciplina y credibilidad, especialmente en aquellos países
que han tenido una larga tradición inflacionista y de crisis cambiarias. (Gutiérrez, 2020)

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COSTES DE UN PROCESO DE INTEGRACIÓN MONETARIA

La participación en un proceso de integración monetaria supone dos costes obvios:

1. La renuncia a una política monetaria autónoma

Bueno cuando un país participa en un proceso de integración monetaria no puede llevar


a cabo una política monetaria independiente es por eso que las decisiones de política
monetaria pasan a ser adoptadas por una autoridad ajena al país, bien sea por una
autoridad monetaria supranacional o por la autoridad monetaria de otro país.

Cuando se introduce una moneda común, las decisiones de política monetaria serán
adoptadas persiguiendo la estabilidad del conjunto de países miembros. Lógicamente
esto hace que en muchas ocasiones las decisiones en materia de política monetaria no se
adapten a los requerimientos internos tanto como hubiera sido posible si el país
dispusiera de una soberanía monetaria.

2. La renuncia a la política cambiaria

La participación en un proceso de integración monetaria supone la renuncia a utilizar el


tipo de cambio como instrumento de política económica. En particular, renunciar a la
posibilidad de devaluar la moneda nacional ante situaciones de deterioro de la
competitividad. Los costes para un país de participar en un proceso de integración
monetaria y, por tanto, renunciar al tipo de cambio y a la política monetaria al igual que
las ganancias, están relacionados con el grado de integración económica de los países
que forman la unión monetaria. Las pérdidas que experimenta un país cuando renuncia a
su moneda es tanto menor cuanto mayor sea la integración económica que exista con los
países que va a compartir la moneda. (Gutiérrez, 2020)

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¿Qué mecanismos sustituyen las políticas cambiarias y monetarias que tengan por
objetivo el incrementar el empleo?

Tenemos una lista de posibilidades y no todas posibles, y mucho menos posee la misma
efectividad y velocidad de ajuste que una política monetaria:

1. Ajustes de precios y salarios; es una operación por la que se hacen concordar


unos salarios con otros para evitar discrepancias respecto de la escala salarial
establecida.
2. Migración interregional; La movilidad de una persona de un lugar a otro, de un
país a otro.
3. Flujo interregional de capitales públicos o privados; Se conoce
como flujos de capital a la cantidad de dinero invertido en un país por individuos
o empresas extranjeras. Estas pueden ser positivo o negativo.
4. Transferencias fiscales interregionales de carácter compensatorio; se
caracterizan porque los gobiernos receptores están obligados a contribuir con
una proporción de sus ingresos a la financiación de la oferta de servicios
público.

También diferentes estudios de simulación han demostrado que las economías europeas
responden más lenta y gradualmente a este tipo de políticas sustitutivas, producto
principalmente de las siguientes causas:

a) La rigidez de los ajustes salariales a la baja.

En este sentido, hay que señalar que los distintos estudios realizados al respecto
demuestran que las rigideces salariales son mucho mayores en Europa que en EE. UU, y
dentro de Europa destacan por el alto nivel de regulación de las relaciones laborales
existentes en Portugal, España, Grecia e Italia frente a países mucho más liberalizados
como Reino Unido, Irlanda o Dinamarca.

b) La escasa movilidad interna de los trabajadores.

Mundell, en 1961, señaló que, si hay gran movilidad de trabajadores entre los países del
área, ello proporciona un elemento de ajuste que haría posible fijar las paridades aunque
los precios y salarios fueran rígidos -en caso de recesión de un país bastaría que
emigrasen suficientes trabajadores hacia el resto -y en base a un razonamiento
semejante, el premio nobel inglés James Mieidi, dedujo que Europa Occidental no era

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un área monetaria óptima debido, principalmente, a la dificultad de una movilidad
interregional del factor humano, producto fundamentalmente de barreras culturales y
lingüísticas.

Incluso en países como España o Italia, esta movilidad interna es muy escasa.

Pero, aunque no exista la adecuada flexibilidad salarial, o movilidad de los trabajadores,


se puede sacar una conclusión que los flujos de capitales pueden realizar el papel de
estabilizador de una economía más si cuenta con estabilidad cambiaria.

La mayor movilidad del capital fruto de la desaparición de los tipos de cambios y de la


existencia de una política monetaria única, potenciaría que dicho grado de movilidad se
acercase a tasas similares a los de otras economías semejantes con la unión monetaria,
como la de Estados Unidos o Canadá. Sin embargo, el riesgo de fracaso o la posibilidad
de que como estados soberanos independientes desde el punto de vista político en cierto
momento se pudiese optar por salirse de dicha unión monetaria, son dos riesgos que los
capitales internacionales no pasarán por alto, por lo que será muy difícil llegar a un
grado de movilidad similar al norteamericano.

Llegando a que las alternativas contempladas son en sí difíciles y con un efecto sobre la
economía ambiguo(que se puede interpretar de diversas maneras) y lento, problemáticas
socialmente e incluso contradictorias con criterios como el del rigor presupuestario.
(Colino)

LA TEORÍA DE LAS ÁREAS MONETARIAS ÓPTIMAS (AMO)

La teoría de las áreas monetarias óptimas constituye el principal instrumento de análisis


desde el punto de vista de la teoría económica, es a la hora de analizar bajo qué
condiciones, distintos países pueden resultar de interés participar en un proceso de
integración monetaria.

La aportación pionera en la teoría de las áreas monetarias óptimas se encuentra en un


artículo del Premio Nobel de Economía en 1999, Robert Mundell, “The Theory of
Optimum Currency Areas” LA TEORÍA DE LAS ÁREAS MONETARIAS
ÓPTIMAS ; a la que siguieron diversos trabajos como la de Peter Kenen y Ronald
McKinnon.

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La literatura sobre áreas monetarias óptimas en buena parte surgió por el debate de
qué régimen cambiario era el mejor para Canadá, dados los importantes flujos
comerciales que mantenía con Estados Unidos. Más recientemente, con el diseño de la
Unión Monetaria Europea y posteriormente con los primeros años en vigor del euro,

la teoría de las áreas monetarias óptimas ha vuelto a cobrar una especial relevancia.

La Teoría del amo tuvo su origen casi al mismo tiempo que el inicio del proceso de
integración económica europea. La estabilidad monetaria fue un objetivo buscado por
parte de los países europeos después del abandono de las paridades fijas (el valor de la
moneda se mantiene a lo largo del tiempo)

Hubo varios intentos de solución a este problema en las décadas de 1970 y 1980 que
fracasaron. Ello dio pie a la unificación monetaria a principios de los noventa del siglo
pasado, aun a pesar de no cumplir con las condiciones apropiadas para ello, de acuerdo
con la teoría de las amo.

La crisis del euro ha puesto de nuevo sobre la mesa de discusión el tema de los
requisitos que deben cumplirse para constituir una amo, los costos y beneficios de
formar parte de ella, así como el diseño institucional y los instrumentos de política
económica requeridos para hacer frente a choques asimétricos como los que se han
presentado desde el surgimiento del euro. La adopción del euro fue celebrada como un
hito histórico en el proceso de integración europea y un paso decisivo hacia la
profundización de la unión económica. Se esperaba que con ello se intensificara el
comercio y se acelerara el proceso de convergencia entre los países miembros. Es
indudable que la eurozona ha obtenido resultados positivos a lo largo de su existencia.
Hasta antes de la crisis griega, la combinación de la política monetaria única, con las
políticas fiscales nacionales había propiciado un ambiente de estabilidad
macroeconómica en toda la zona euro.

El Banco Central Europeo (bce) ganó rápidamente credibilidad en la conducción de la


política monetaria y logró alinear las expectativas de inflación en el mediano plazo en
torno a la meta de 2%. Se eliminaron los continuos ajustes en los tipos de cambio que en
el pasado habían golpeado drásticamente a varios países. La desaparición del riesgo
cambiario junto con la eliminación de los costos de transacción contribuyó a consolidar
una mayor integración de los mercados. Hasta 2008 el comercio entre los países de la
zona euro había crecido de 25 a 33% del pib y al menos la mitad de este incremento

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puede atribuirse a la estabilidad cambiaria. La inversión extranjera directa entre la
eurozona creció de 20 a 33% y al menos dos terceras partes de su crecimiento se
debieron al uso de la moneda única. Los mercados financieros también se integraron
más, las transacciones transfronterizas crecieron en forma sostenida y se consolidó el
sistema bancario (Comisión Europea, 2008). A principios de 2010, inmediatamente
después de la celebración de los 10 años de existencia del euro, la eurozona sufrió una
primera sacudida fuerte cuando estalló la crisis griega. A esta se sumó la de Irlanda,
Portugal y España. Estos acontecimientos confirmaron los presagios que formularon
varios economistas desde antes de la creación de la unión monetaria. Aún para los
defensores de la moneda única, estos sucesos obligaron a revisar el funcionamiento de
la Unión Económica y Monetaria Europea (uem) y a diseñar nuevos mecanismos
institucionales para solventar la crisis

¿Qué lecciones deja esta experiencia? ¿Cómo interpretarlas desde la Teoría de las
Áreas Monetarias Óptimas?

La teoría de las amo es el marco de referencia obligado para evaluar la viabilidad de


una unión monetaria. El sistema cambiario surgido de la Conferencia de Bretton Woods
mostraba signos de agotamiento debido a la inefectividad de la política monetaria en
todos los países, excepto en Estados Unidos que no estaba obligado a mantener la
paridad de su moneda con otra divisa, salvo con el oro. Este problema se hizo más
agudo cuando las políticas monetarias y fiscales expansivas de esta nación provocaron
que el resto del mundo importara la inflación norteamericana dado que no podía ajustar
la paridad de sus monedas respecto al dólar. Las tensiones generadas entre Estados
Unidos, Alemania y Japón; exigían un ajuste en las paridades cambiarias. Como
sabemos, el desenlace de este episodio fue el abandono por parte de Estados Unidos del
patrón de tipos de cambio fijos establecido después de la Segunda Guerra Mundial.

El argumento más importante a favor de un tipo de cambio flexible es que permite


corregir desequilibrios entre los países cuando ocurren choques asimétricos
(perturbaciones económicas que sólo afectan a un país). Por el contrario, los tipos de
cambio fijos y las uniones monetarias brindan mayor certidumbre, favorecen el
comercio y la inversión, y eliminan los ataques especulativos en contra de las monedas.
Se afirmaba que los tipos de cambio fijos propiciaban mayor disciplina económica,

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aunque, en contraparte, restringían las opciones de política monetaria autónoma con el
fin de hacer frente a las necesidades propias de cada país.

La idea que plantea la teoría de las áreas monetarias óptimas es que la conveniencia
para un país de renunciar a su moneda y participar en un proceso de integración
monetaria dependerá del grado de integración económica con los países que va a
compartir la moneda. Si el grado de integración económica es bajo, las pérdidas que
registraría el país superarían a las ganancias y la mejor decisión sería no formar parte de
la unión monetaria. Por el contrario, si el grado de integración económica es elevado las
ganancias de eficiencia monetaria y credibilidad superarían el sacrificio de estabilidad
económica. (Colino)

Bibliografía

Bellefroid, G. &. (1987). Variabilidad del tipo de cambio a largo plazo y comercio
internacional. Obtenido de https://limo.libis.be/primo-explore/fulldisplay?
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Colino, J. P. (s.f.). La Unión Económica y Monetaria (lll) : Costes y beneficios. Obtenido de
file:///C:/Users/HP/Downloads/3107.pdf
Grauwe, P. d. (1998). Variabilidad del tipo de cambio y desaceleración del crecimiento del
comercio internacional. Obtenido de https://www.jstor.org/stable/3867277?
origin=pubexport
Gutiérrez, J. P. (2020). Integración monetaria. Obtenido de Expansión.com:
https://www.expansion.com/diccionario-economico/integracion-monetaria.html
Mundell, R. A. (septiembre de 1961). Una teoría de las áreas monetarias óptimas. Obtenido de
The American Economic Review, septiembre de 1961, vol. 51, núm. 4 :
https://www.jstor.org/stable/1812792
Rivero, A. B. (Enero-Abril de 2018). La teoría de las áreas monetarias óptimas. Obtenido de
Economíaunam vol. 15, núm. 43: http://www.scielo.org.mx/pdf/eunam/v15n43/1665-
952X-eunam-15-43-70.pdf

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