Instrucciones:

Lee la siguiente nota para reflexionar al respecto:

https://www.bce.fin.ec/publicaciones/editoriales/23-anos-de-dolarizacion-el-camino-
hacia-la-estabilidad-monetaria#:~:text=El%209%20de%20enero%20de,en%20las
%20%C3%BAltimas%20dos%20d%C3%A9cadas

1. ¿Cómo afectaría un cambio de divisa en México como la que tuvo el Ecuador?

Reflexiona a partir de la economía normativa y la economía positiva.
Ecuador tomó la decisión de dolarizar su economía con el propósito de estabilizar su
situación económica y abordar una crisis monetaria que estaba experimentando en ese
período.
Considero que la dolarización de la economía mexicana conllevaría una mayor
dependencia de la economía de los Estados Unidos, lo cual podría resultar riesgoso en
momentos de recesión en la economía estadounidense. Esta medida implicaría que las
ganancias generadas por la emisión de dinero se desviarían hacia la Reserva Federal
de los Estados Unidos, lo que podría traducirse en una disminución de los ingresos
para el gobierno mexicano. Existe también la posibilidad de que la economía mexicana
se vuelva más vulnerable a las políticas de los Estados Unidos, como se evidenció en
situaciones pasadas, como la congelación de cuentas y remesas.
La pérdida de la moneda nacional, el peso mexicano, podría erosionar la identidad y la
expresión cultural de México. Esto se debe a que la moneda nacional desempeña un
papel significativo como símbolo de la identidad nacional y como vehículo para
expresar elementos culturales.
En contraste, al igual que en el caso de Ecuador, la dolarización de la economía
mexicana podría traer consigo ventajas. Por ejemplo, podría contribuir a la estabilidad
económica y a la reducción de la inflación. La dolarización suele ir acompañada de una
disminución de las tasas de interés, lo que podría estimular la inversión y el gasto en la
economía.
Un cambio de divisa podría resultar en beneficios para ciertos sectores de la población
y empresas al proporcionar estabilidad económica. Sin embargo, desde una
perspectiva financiera, las instituciones financieras se enfrentarían a desafíos
significativos al adaptarse a la nueva realidad monetaria. Esto implica que los bancos y
otras instituciones financieras tendrían que ajustar sus operaciones para lidiar con la
introducción de una nueva moneda o un cambio en la moneda en circulación. Estos
desafíos pueden incluir la necesidad de reconfigurar sistemas de contabilidad,
actualizar tecnologías, y adecuar sus políticas y prácticas financieras a la nueva
moneda, lo cual puede ser un proceso costoso y complicado.

2. ¿Qué disciplinas consideras importantes en el caso de generar un cambio de

divisa en México?
En el contexto de una modificación de la moneda en México, es de suma importancia
resaltar la significativa relevancia de las políticas económicas a nivel nacional. Esto se
deriva del hecho de que las decisiones vinculadas al gasto público pueden ejercer un
impacto de considerable magnitud en la elaboración de las políticas económicas.
El gasto público, siendo un componente integral de las políticas económicas, posee la
capacidad de ejercer influencia en la estabilidad y el valor de la moneda nacional. Las
determinaciones gubernamentales concernientes al gasto en áreas tales como
inversión, programas sociales y proyectos de infraestructura, tienen la aptitud de
afectar de manera directa la economía y, consiguientemente, el tipo de cambio. Por lo
tanto, la administración y planificación del gasto público constituyen consideraciones
esenciales al encarar una alteración en la divisa, dado que pueden aportar de manera
sustancial a la formulación de estrategias eficaces y a la gestión de los efectos
económicos.
Las finanzas desempeñan una función vital en la administración de los riesgos
financieros vinculados a las fluctuaciones de los tipos de cambio en nuestra nación,
dado que esta gestión es esencial para garantizar la estabilidad económica y la
protección de los activos financieros.
La volatilidad en los tipos de cambio puede tener un impacto significativo en las
empresas, inversores y la economía en general. En este contexto, la gestión financiera
se convierte en un elemento clave para minimizar el riesgo de pérdidas financieras y
para maximizar las oportunidades en el mercado de divisas.
3. Cómo se realizaría este cambio monetario en una economía centralmente
planificada o en una economía con orientación al mercado.
Es importante recordar que una economía centralmente planificada es un sistema
económico en el cual las decisiones económicas se encuentran centralizadas bajo el
control del gobierno. El gobierno regula la producción, distribución y consumo de
bienes y servicios.
En mi opinión, un cambio en la moneda en una economía centralmente planificada
sería un proceso complejo y desafiante. Dicho cambio sería caracterizado por su
abrupto y drástico carácter, lo que lo haría difícil de implementar de manera fluida. No
obstante, desde una perspectiva utópica, sería necesario reducir la intervención del
Estado en el sistema económico, permitiendo un mayor grado de autonomía y
decisiones descentralizadas para fomentar un funcionamiento más eficiente y
adaptativo de la economía.
Se llevaría a cabo la formulación de una nueva política monetaria con el propósito de
instaurar una moneda diferente, como el dólar, como unidad monetaria principal.
Dentro de este proceso, se instauraría un período de transición en el cual tanto
individuos como empresas tendrían la oportunidad de intercambiar sus antiguas
monedas por la nueva moneda a una tasa de cambio predeterminada.
Sería imperativo adaptar y modificar los contratos y acuerdos financieros vigentes que
hacen uso de la moneda anterior, de manera que estos reflejen y sean compatibles con
la nueva unidad monetaria seleccionada. Este proceso de adaptación contractual se
llevaría a cabo de manera ordenada y legal, asegurando así que todos los acuerdos
financieros sean coherentes con la transición hacia la nueva moneda.