La ira es una emoción que nos avisa de que quizás debemos activarnos para
defender nuestros intereses o necesidades.
La ira es una emoción
necesaria, La ira no forma parte de lo no es mala que somos, es una emoción que tenemos
Cuando sentimos emociones muy intensas pensamos
cosas que no son del todo ciertas. Cuando estamos relajados pensamos cosas más “coherentes”.
- Gonzalo Hervás
- En el caso de que la ira aparezca de forma frecuente: hacer relajación
todos los días a la misma hora.
- Identificación de las señales corporales de la ira: es difícil gestionar la ira
cuando es muy intensa, por eso, es importante darnos cuenta de cuando empezamos a estar enfadados.
- Buscar el origen de la ira: ¿qué te ha enfadado? ¿hay algo que me haya
molestado? ¿en qué momento he empezado a sentirme así? ¿me ha molestado lo que ha dicho, como lo ha dicho o qué ha hecho? - Identificar la intencionalidad: ¿han pretendido hacerme daño intencionadamente con esto?
- Tómate tu tiempo: toma conciencia de tu respiración antes de decir las
cosas. Piensa si es eso lo que realmente quieres decir. Date unos segundos para contestar.
- Tiempo fuera: si la situación te sobrepasa avisa de que vas a tomarte unos
minutos para reflexionar y explicarte mejor. Es importantísimo volver después y no usar ese tiempo para alimentar la ira. Repasa los puntos anteriores.
- Valorar la relevancia de la situación: ¿es realmente importante esto por lo
que me estoy enfadando? ¿qué es más importante mi enfado o solucionar esta situación?
- Comunicación asertiva y resolución de conflictos: expresión de deseos
personales en términos de deseos personales, p. e. “ a mi me gustaría que…” “me ha dado la impresión de…”
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