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Falso Amor
Brad Hambrick, M.Div., Th.M.
Pastor de Consejería, The Summit Church

Traducido con permiso del autor por

www.proyectocoramdeo.com

INSTAGRAM @ALESURA

Agradecimientos especiales a los colaboradores de traducción:


Carolina Pérez, Eréndira Rodríguez, Kelly Pérez, María Alejandra
Osorio, María Augusta Mosquera, Mariela Ramírez, Rafael Blanco,
Regina Serrano, Shirley López, Regina Serrano y Zucethy Obando.
Edición: Dominique Barros, Karen Durán y Yerania Poliné.

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Índice
Falso Amor 2
Brad Hambrick, M.Div., Th.M. Pastor de Consejería, The Summit Church 2
Capítulo 1 4
«No es “sólo porno” o no somos “sólo amigos”» 4
Capítulo 2 28
«Sí, necesitamos hablar acerca de eso» 28
Capítulo 3 46
«No me di cuenta…» 46
ENTIENDE el origen, el motivo y la historia de tu pecado. 46
Capítulo 4 61
«Donde comienza la libertad, termina el “yo”» 61
Capítulo 5 73
«Trayendo luz a los lugares oscuros» 73
Capítulo 6 86
«Convirtiéndote en un mal anfitrión(a) del pecado sexual» 86
Capítulo 7 110
«Luchando por la santidad con más fuerza que con la que escondí mi pecado» 110
Capítulo 8 124
«Luchando contra el pecado en otro territorio» 124
Capítulo 9 133
«Deleitándose con mejores placeres» 133
Apéndice A 138
El quebrantamiento frente al orgullo 138
Apéndice B 140
Cómo terminar una relación extramarital 140
Apéndice C 144
Cómo hablar con los hijos cuando el pecado sexual afecta a la familia 144

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Capítulo 1
«No es “sólo porno” o no somos “sólo amigos”»
ADMITE que tienes una lucha que no puedes superar sin Dios.

«No superar mi lujuria y mi engaño será más costoso que cualquier cosa por la que Dios me haga
pasar en la búsqueda de Su libertad. Dios es bueno por haberme traído a este punto de admitir
mi pecado».

Memoriza: Juan 3: 19-21 (NBLA), «Y este es el juicio: que la Luz vino al mundo, y los hombres
amaron más las tinieblas que la Luz, pues sus acciones eran malas. Porque todo el que hace lo
malo odia la Luz, y no viene a la Luz para que sus acciones no sean expuestas. Pero el que practica
la verdad viene a la Luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios.»
Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos clave:

● «Juicio» ̶ Esto no significa condenación sino estar de acuerdo con Dios acerca
del problema y la solución.
● «Los hombres amaron más las tinieblas» ̶ Por naturaleza, disfrutas de las cosas
que son malas y que te destruyen tanto a ti como a los que amas.
● «Expuestas» ̶ Traer las tinieblas a la luz es la primera acción de la gracia de Dios
en tu vida, pero como duele, lo resistes.
● «Viene a la luz» ̶ Rendirte voluntariamente a exponerte (admitir tu pecado) es
tu primera respuesta a la gracia de Dios.
● «Hechas en Dios» ̶ Si sientes que tu pecado es más grande de lo que puedes
vencer, anímate con estas palabras.

Notas de enseñanza

«El mensaje de este libro no es que estoy en contra de la lujuria, sino que estoy a favor del plan
de Dios para el deseo sexual. Sí, la lujuria es mala. Pero es mala porque lo que pervierte es muy
bueno.» Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

«Nadie merece el pecado. El pecado no es algo que se merezca ni se desee, sino que se debe evitar
a toda costa... Cuanto más se involucra una persona en el pecado, menos lo ve. El pecado es una
enfermedad espantosa que destruye la capacidad de una persona para comprender su
existencia.» Steve Gallagher en En el altar de la idolatría sexual

4
«En nuestra cultura el sexo lo es todo y el sexo no es nada (p. 120)… Una de las cosas que hace la
pornografía es hacernos pensar que el matrimonio es para el sexo. Pero es al revés: el sexo es para
el matrimonio (p. 125)... Entonces, ¿para qué sirve el sexo? Es, ante todo, un acto de unificación,
une a dos personas en una sola carne (p. 122)... Por eso la pornografía ̶ al igual que todo el sexo
fuera del matrimonio ̶ es una farsa, una ficción, una mentira. No puedes poner a prueba el sexo
más de lo que puedes poner a prueba el nacimiento. El acto en sí produce una nueva realidad que
no se puede deshacer (p. 123).» Tim Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando
la ventana»)

«Estas fantasías románticas aumentaron aún más la distancia entre ella y Jimmy porque era un
recordatorio constante de su fracaso como esposo. Ella notó que cuanto más se involucraba ella
en las novelas y telenovelas, más resentida se sentía hacia él (p. 112).» Kathy Gallagher en When
His Secret Sin Breaks Your Heart (traducido como «Cuando su pecado secreto te rompe el
corazón»)

«Confiarle a tu amigo cosas que te resistes a compartir con tu cónyuge, es un indicador de que la
intimidad emocional es mayor en la amistad que en el matrimonio. Cuando algo sucede y piensas
en compartirlo con tu amigo antes de pensar en compartirlo con tu cónyuge, es otro indicador de
que has invitado a alguien para que se interponga entre tú y tu cónyuge. Uno de los mejores
indicadores de esta creciente intimidad es compartir con tu amigo los problemas que estás
teniendo en tu matrimonio.» Gary y Mona Shriver en Infidelidad: esperanza y sanidad después del
adulterio: Esperanza y sanidad después del adulterio

«El factor determinante que hace que un estímulo sea pornográfico, es cómo un adicto al sexo
convierte material no sexual en una fantasía sexual. Si eres un adicto, esto significa que debes
determinar qué es pornográfico para ti y no preocuparte por lo que es pornográfico para otra
persona.» Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual

Aplicación personal

Quizá hayas evitado este tema por un tiempo, ya sea que estés leyendo este material para ti o
para ayudar a un amigo. Este material puede ser desagradable, pero es vital. Si estás atrapado en
el pecado sexual es vital para ti, ya que nunca conocerás la paz y el gozo duraderos mientras la
lujuria drene tu vida. Es vital para ti como amigo, porque el pecado sexual está alcanzando
proporciones epidémicas en nuestra cultura y debe ser abordado directamente si queremos servir
de manera relevante.

5
«Si predicas el evangelio en todos los aspectos, con excepción de los asuntos de
actualidad, no estás predicando el evangelio en absoluto.» Martin Luther citado por Tim
Chester en Closing the Window, p. 10 (traducido como «Cerrando la ventana»)

Es incómodo hablar de sexo, especialmente cuando hay culpa. Incluso es incómodo leer sobre
sexo cuando éste tiene que ver con el pecado. Pensar en confesar un pecado sexual puede ser tan
doloroso y repulsivo, como divertido y atractivo es el sexo. La fuerza que te atrajo al pecado sexual,
intentará alejarte de este estudio con la misma intensidad. Satanás, el que busca destruir tu vida
y tus relaciones (1 Pedro 5:8), quiere que cometas pecados y quiere mantenerte alejado de este
manual y de cualquier relación sincera de consejería.

Cuando estereotipamos a quienes luchan contra la lujuria, se dificulta hablar del pecado sexual.
Las personas que admiten sus luchas con el pecado sexual, sienten que es similar a confesar que
son pedófilos, inadaptados sociales o que son un peligro para la sociedad. Nuestro objetivo con
estos materiales es hablar sobre los peligros reales del pecado sexual sin reforzar estos
estereotipos.

«Los adictos al sexo, sin embargo, no se ajustan a los estereotipos populares. Por lo
demás, son gentiles y amables. Se preocupan profundamente por los demás. Para los
demás miembros de la iglesia, parecen ser cristianos ideales.» Mark Laaser en Cómo sanar
las heridas de la adicción sexual

Ejercicio: Detente y ora. Éste será un ejercicio crucial cada vez que sientas la tentación de huir de
la luz de la gracia de Dios para ocultarte en la falsa protección del pecado y la clandestinidad.
Detente y ora cada vez que quieras dejar este estudio antes de tiempo. Detente y ora cada vez
que reacciones a este material con una actitud defensiva o con excusas. La oración es una
expresión de fe y es la comprensión de que eres incapaz de completar este trayecto sin Dios. Utiliza
la primera parte de «La oración del evangelio» (se proporciona a continuación) para guiar tu
oración durante los momentos en que la vergüenza te tiente a desesperarte, esconderte o
detenerte.

«En Cristo, no hay nada que pueda hacer para que Tú me ames más, y nada de lo que he
hecho hace que Tú me ames menos.» J.D. Greear en Evangelio: recuperando el poder que
hizo al cristianismo revolucionario

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Evaluando tu nivel de motivación

«Dejar de fumar es fácil. Lo he hecho un par de docenas de veces», la frase capta bien el patrón
de intentar cambiar cualquier comportamiento no deseado pero agradable. Quieres, pero no lo
haces. Estás motivado, pero no lo estás. Crees que deberías, pero deseas que la gente te deje en
paz. Esta mentalidad se llama ambivalencia ̶ sentir dos emociones contradictorias acerca del
mismo tema. Incluso si no sabías qué es la ambivalencia, eres bueno en eso.

Lee Santiago 1: 5-8. Este es a menudo un pasaje de culpa. Lo lees y piensas: «Si se aplica a mí,
debería tener mucho miedo, porque suena muy mal». Comienza con el versículo cinco y fíjate que
el pasaje comienza presentando a Dios como generoso. Dios no está molesto por suplir lo que
necesitas en tus momentos de doble ánimo, hay esperanza para ti, aunque tu deseo de cambiar
sea inconstante (v. 6). Dios es un caballero, no te transformará en contra de tu voluntad (v. 7).
Pero Dios también es amoroso y te advierte de los peligros que existen en tu inconsistencia. En
esta etapa de tu viaje, te sientes cómodo al admitir que Dios ya sabe lo que está pasando, y por
eso tienes esperanza, porque sabes que Dios no se sorprende, incluso si a ti te sorprende admitir
lo mal que se han puesto las cosas. La esperanza comienza justo donde tú estás y Dios siempre te
alcanzará ahí.

Necesitas identificar esta tendencia lo más pronto posible en tu jornada, pues si no, este intento
no será más que la más reciente edición de tus buenas intenciones. No te avergüences de que tus
motivaciones estén en conflicto. Dios ya lo sabe y aun así quiere ayudarte. Las únicas personas a
las que puedes mentir son a ti mismo y a aquellos que te aman. En esta sección verás cinco niveles
de motivación de Carlo DiClemente en Addictions and Change (traducido como «Adicciones y
cambio». Sólo el texto en negritas). En los paréntesis vamos a explicar cómo estos se correlacionan
con los nueve pasos de este estudio.

1. Pre-Contemplación (antes de empezar): Esta es la etapa en la que no prevés hacer ningún


cambio en el futuro previsible porque no crees que sea necesario. Probablemente te molestas y
te ofendes si alguien sugiere que cambies. Cambiar no está en tu radar y te resistes a ello.

2. Contemplación (Paso 1): Ahora estás empezando a creer que el cambio podría ser beneficioso
y te preguntas cómo podría ser el proceso. Estás tratando de decidir si el cambio es posible y si
vale la pena. Quieres saber qué se necesita y si estos sacrificios producirán una vida más
satisfactoria.

3. Preparación (Pasos 2-4): En esta fase tu consideración se vuelve más concreta. Recopilas la
información necesaria para promulgar un plan eficaz y sostenible. Evalúas los obstáculos, tanto de
logística (externos) como motivacionales (internos). Empiezas a reclutar a la gente que caminará
junto contigo.

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4. Acción (Pasos 5-7): En este momento los planes cobran vida; las ideas se convierten en opciones.
Has progresado y has navegado más allá de los contratiempos. Has tenido éxitos y fracasos, pero
la trayectoria de tu viaje continúa hacia adelante. Las técnicas se convierten en hábitos y los
hábitos se convierten en un estilo de vida. Los roles que antes estaban llenos de lujuria y mentira,
ahora están llenos de maneras más saludables y satisfactorias de guiar tu vida.

5. Mantenimiento (Pasos 8-9): Adoptas un nuevo estilo de vida. Tus emociones y patrones de
pensamiento se ajustan a este nuevo estilo de vida. La lujuria ya no es una válvula de escape
aceptable. En esta etapa comienzas a restaurar las relaciones y a perseguir los intereses que
fueron dañados o imposibilitados por tu pecado sexual.

Ejercicio: De los cinco puntos anteriores (niveles), escoge aquel que describe el momento de tu
motivación y junto a él escribe: «hoy». En el margen escribe fechas o eventos significativos que te
vinieron a la mente cuando leíste cada descripción. Lo más probable es que éste no sea tu primer
intento en este viaje. Reconocer dónde comenzarás a cubrir nuevos terrenos motivacionales es
importante. Comienza ahora a darte cuenta de que cada retroceso es una oportunidad para
aprender. No hay vergüenza en caer; sólo en renunciar.

«La motivación para el cambio ocurre cuando las personas perciben una discrepancia
entre dónde están y dónde quieren estar (p. 8).» William Miller, et al en Motivational
Enhancement Therapy Manual (traducido como «Manual de terapia para mejora
motivacional»)

Evaluación del Pecado Sexual


Instrucciones: Lee los siguientes enunciados descriptivos. Al leerlos piensa en tu experiencia total
con el pecado sexual y no sólo pienses en dónde te encuentras ahora. El propósito de esta
evaluación es brindar una imagen completa de lo que debes cambiar. Cualquier respuesta
deshonesta en esta evaluación, afectará tu capacidad para superar el pecado sexual y tener
relaciones reales y saludables. Marca la letra que mejor se ajuste a tu forma de responder:
(N) Casi nunca, (R) Rara vez, (A) Algunas veces (F) Frecuentemente o (S) Casi siempre
Al completar esta evaluación, es importante tener en cuenta que «sexual» o «atractivo» no tiene
por qué significar visual. Estas palabras están destinadas a llevar la connotación más amplia de la
palabra «íntimo». Esto implica tanto cercanía como excitación.

1. Clasifico a las personas según su atractivo o según N R A F S


mis cualidades románticas preferidas.
2. Ignoro o pienso menos en las personas que N R A F S
encuentro poco atractivas o poco interesantes.

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3. Comparo al hombre o la mujer de una pareja para N R A F S
ver quién es más guapo, más inteligente, más capaz o
de mejor clase social.
4. Echo más de un vistazo a una persona atractiva que N R A F S
no es mi cónyuge.
5. Tengo características preferidas que observo, N R A F S
comparo y califico en otras personas.
6. Digo o participo en humor que tiene connotaciones N R A F S
sexuales.
7. Busco lugares y momentos para captar detalles N R A F S
reveladores debajo de la ropa de los demás.
8. No aparto la vista de los anuncios o comerciales N R A F S
sexuales.
9. Hago todo lo posible por estar cerca de personas N R A F S
que encuentro atractivas o estimulantes de una
manera romántica.
10. Después de una conversación, me pregunto si las N R A F S
personas se interesan de una manera romántica en
mí.
11. Me abstraigo con los pensamientos sexuales o las N R A F S
narrativas románticas hechas por mí mismo.
12. Fantaseo con las formas en las que podría N R A F S
volverme más deseable para los demás.
13. Me pongo en lugar de los personajes de las tramas N R A F S
románticas de los libros, las películas o la pornografía.
14. A menudo me decepcionan las relaciones reales. N R A F S
15. Utilizo la fantasía romántica como una forma de N R A F S
escapar de situaciones estresantes.
16. Me masturbo. N R A F S
17. Busco artículos e imágenes sexualmente N R A F S
excitantes en internet o materiales impresos.
18. Busco imágenes excitantes que no sean desnudos N R A F S
en revistas o materiales impresos.
19. Visito sitios web por su contenido sexual, aunque N R A F S
no sean abiertamente eróticos, ni exhiban desnudos.
20. Navego por sitios web y redes sociales en busca N R A F S
de imágenes o conversaciones excitantes.
21. Guardo una reserva de imágenes o historias con N R A F S
las que puedo complacerme a mí mismo.
22. Visito sitios web con imágenes de desnudos y/o N R A F S
historias sexuales.
23. Visito sitios web sexuales porque son mis N R A F S
preferidos y me mantengo al día con su contenido.

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24. Visito clubes de desnudistas, librerías o salas de N R A F S
cine para adultos.
25. He desarrollado una preferencia por tipos N R A F S
específicos de contenido o historias sexuales.
26. Puedo nombrar varias estrellas porno o escritores N R A F S
de historias románticas.
27. He contraído un virus en mi computadora al visitar N R A F S
sitios web pornográficos.
28. Chateo en línea sobre sexo con personas que no N R A F S
conozco.
29. Llamo a números telefónicos de paga para tener N R A F S
conversaciones sexuales.
30. He publicado mi información personal en sitios N R A F S
web de citas.
31. Comparto las luchas de mi matrimonio con una N R A F S
persona del sexo opuesto.
32. No le cuento a mi cónyuge sobre conversaciones N R A F S
con mi amigo(a) del sexo opuesto.
33. Estoy más interesado en hablar con mi amigo(a) N R A F S
que con mi cónyuge.
34. Pienso más en las conversaciones con mi amigo(a) N R A F S
que con mi cónyuge.
35. Creo que mi amigo(a) me comprende mejor o me N R A F S
juzga menos que mi cónyuge.
36. Le doy obsequios a mi amigo(a) o le sirvo de una N R A F S
manera que no lo hago con otros amigos.
37. Tengo canales de comunicación privados con mi N R A F S
amigo(a) que son desconocidos para mi cónyuge.
38. Las conversaciones con mi amigo(a) son para N R A F S
coquetear y tienen connotaciones sexuales.
39. Le digo a mi amigo(a) lo mucho que disfruto N R A F S
hablando y estando con él/ella.
40. Le tomo la mano, le doy abrazos apretados o beso N R A F S
a mi amigo(a).
41. He tocado la cara, las piernas, el pecho o los N R A F S
genitales de mi amigo(a).
42. He tenido conversaciones sexualmente explícitas N R A F S
con mi amigo(a) relacionadas con la masturbación.
43. Busco oportunidades para tocar a los demás «sin N R A F S
darme cuenta» para excitarme.
44. Busco oportunidades para ver a otros desnudos N R A F S
sin que se den cuenta.
45. Me excita la idea de que otros me vean N R A F S
desnudo(a).

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46. He tenido un encuentro sexual único con alguien N R A F S
que no es mi cónyuge.
47. He tenido sexo de una sola ocasión con muchas N R A F S
personas diferentes.
48. He pagado por tener sexo con una prostituta. N R A F S
49. He asistido intencionalmente a eventos o lugares N R A F S
en busca de sexo.
50. Le he propuesto a alguien tener relaciones N R A F S
sexuales y he sido rechazado.
51. He puesto mi información personal en un sitio N R A F S
web en busca de una pareja sexual.
52. Estoy en una relación sexualmente activa con N R A F S
alguien que no es mi cónyuge.
53. Estoy ocultando los gastos en los que incurro al N R A F S
mantener esta relación.
54. Me estoy alejando de amigos que desaprobarían N R A F S
mi adulterio.
55. El sexo en la relación adúltera es una expresión de N R A F S
afecto genuino.
56. Reconozco lo que estoy arriesgando a causa de mi N R A F S
cómplice de adulterio y sigo haciéndolo.
57. Le digo abiertamente «te amo» a mi cómplice de N R A F S
adulterio.
58. Uno o ambos hemos hablado de dejar a nuestros N R A F S
cónyuges por el otro.
59. Estoy resentido con mi cónyuge por ser la razón N R A F S
por la que no estoy con mi cómplice de adulterio.
60. He investigado la posibilidad del divorcio. N R A F S
61. He pensado en cuándo y cómo decirle a mi N R A F S
cónyuge o hijos que me voy.
62. Siento más tristeza que culpabilidad cuando tengo N R A F S
que dejar a mi cómplice de adulterio.
63. Siento que pertenezco más a mi cómplice de N R A F S
adulterio que a mi cónyuge.
64. He obligado a otro adulto a tener relaciones N R A F S
sexuales contra su voluntad.
65. He tocado o incitado a un menor a tocarme N R A F S
sexualmente.
66. Como adulto, he tenido relaciones sexuales con N R A F S
un menor o he visto pornografía infantil.
67. Lucho con la atracción por personas del mismo N R A F S
sexo.

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Clave para la puntuación de la evaluación: Date un punto para una respuesta «A», dos puntos para
una respuesta «F» y tres puntos para una respuesta «S». Si tu puntuación total coincide con el
número total de preguntas, esa es un área de preocupación en tu vida. Si tu puntuación duplica el
número total de preguntas, esa es una preocupación significativa en tu vida. Si tu puntuación total
es más del doble que el número total de preguntas, esa área debe considerarse una lucha que
domina tu vida.

Otras áreas de evaluación: La escala N-R-A-F-S se centra principalmente en el tipo o la


frecuencia de la lucha, por lo que debajo de la descripción de cada aspecto de la lujuria,
también habrá preguntas que analizan otras formas (además del tipo y la frecuencia del
pecado) para evaluar la gravedad de la lucha.

El ascenso de esta evaluación comienza con cosificar a las personas, y evoluciona a lujuria
visual pública, narrativa privada de lujuria, pornografía suave, pornografía en su máxima
expresión, interacción con una persona real y anónima, amorío emocional sin contacto,
contacto sexual sin coito, amorío de una sola ocasión, amorío en una relación, amorío en
unión libre, actividad sexual ilegal y atracción por personas del mismo sexo (como
discutiremos más adelante, a menudo la atracción por personas del mismo sexo se trata más
de identidad que de lujuria, y si ese es tu caso, te recomendaremos otros recursos para
ayudarte a procesar esta experiencia de una manera que honra a Dios). Sin embargo, este
ascenso no está hecho para presuponer que este es el ciclo de desarrollo del pecado sexual.

Existe adulterio que no ha iniciado con la pornografía. La pornografía no conduce


necesariamente al adulterio. El propósito del ascenso es proporcionar el fundamento de por
qué Jesús enseñó que mirar a alguien con intención lujuriosa es una forma de o una semilla
para el adulterio. Si bien el ascenso no es una pendiente resbaladiza inevitable, la lectura de
las descripciones del trayecto completo hacia la depravación lujuriosa debería ayudarte a
entender tu pecado. La Figura 1 proporciona una imagen de los pequeños pasos entre la
lujuria y el adulterio.

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L 1. Cosificar a una persona: Reducir a las personas a un determinado conjunto de
características atractivas y medir su valor en función de cuánto te agradan.
u 2. Lujuria visual pública: Usar la cosificación anterior como un sistema de puntuación y
recrearse con personas reales.
j 3. Narrativa privada de lujuria: Permitir que el sistema de puntuación se convierta en una
historia en la que interactúas con alguien en tu imaginación.
u 4. Pornografía suave: Uso de medios impresos, televisión o internet para tener más

r opciones, pero sin objetos de lujuria o imaginación que se encuentren desnudos.


5. Pornografía en su máxima expresión: Búsqueda de imágenes y videos de desnudos en
i internet u otros medios y permitir que la imaginación sea expandida por narradores
profesionales. La frecuencia, duración y la perversión de esta actividad puede variar.
a 6. Interacción con una persona real y anónima: El otro participante de la historia
se convierte en una persona real con una voz real y un libre albedrío. Ejemplos de estos

a
casos pueden ser: llamadas a números telefónicos de paga para tener conversaciones
sexuales, salas de conversación provocativa en línea, clubes de desnudistas o envío de
contenido erótico o pornográfico por medio de teléfonos móviles (sexting).
A 7. Relación emocional con una persona conocida, sin contacto: La otra persona no es un
desconocido, tiene un nombre, un rostro y una historia. Además, esta persona sabe que
d tú tienes un nombre, un rostro y una historia.
8. Relación emocional con contacto, sin coito: Este es probablemente el elemento más raro
u de la lista, aunque existe. Esta es una relación con una persona real donde hay besos,

l roces, caricias y otros afectos ajenos al coito.


9. Amorío de una sola ocasión: Ahora se ha cruzado la barrera del coito, pero (como en el
t caso de una prostituta o una aventura cuando estabas borracho en un viaje de negocios)
la conexión relacional es superficial.
e 10. Amorío en una relación con compromiso: En términos de amenaza conyugal, la aventura
sexual es un elemento secundario al «amor profundo» entre el cónyuge y su cómplice
r de adulterio. El sexo no es una mera expresión de pasión, sino también de devoción.

i 11. Amorío en unión libre/cónyuge que abandona: El cónyuge fiel no toma la decisión
sobre el divorcio. El cónyuge infiel es la parte activa que busca disolver el matrimonio
o para estar con su cómplice de adulterio.
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Figura 1: Ejemplo de la Evolución de la lujuria al adulterio

Lee Mateo 5: 21-30. En este pasaje, Jesús trata dos temas ̶ la ira y la lujuria ̶ de la misma
manera, identifica el problema del corazón, advierte contra el pecado y pide una acción
radical incluso a un gran costo personal. Si crees que un simple enojo no es razón suficiente
para que una persona sea encarcelada o sufra la pena de muerte, tienes razón, pero también

13
estás omitiendo el punto central. Jesús te advierte que no defiendas la opinión pública. Jesús
te está diciendo: «Toma las medidas necesarias para eliminar la lujuria de tu vida. A menos
que tu excusa tenga una mayor consecuencia que perder un ojo o una mano, es sólo eso ̶
una excusa». No permitas que en tu vida persista un patrón de comportamiento destructivo
que lastimará a tus seres queridos. La advertencia de Jesús para ti está motivada por el amor,
no por la ira.

Preguntas 1-3: (Total: _____ en 3 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de cosificar a las personas. Una persona es más que un cuerpo. Una persona es
más que una fuente de placer físico y emocional. La lujuria comienza cuando quitas
el alma o la singularidad de una persona y sólo piensas en disfrutarla. Cuando
haces esto, se pierde la posibilidad de una relación auténtica.

¿Qué aspectos de una persona (cuerpo, personalidad, carácter) valoras más (o le


das una calificación)? ¿Cómo esto te ha llevado a relaciones no saludables o
decisiones imprudentes? ¿Cómo esto te ha llevado al aislamiento o a la
inseguridad?

Preguntas 4-9: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a


través de la lujuria visual pública. La lujuria visual es cuando tu criterio de
cosificación se convierte en el lente con el que ves el mundo. No se trata tanto
de lo que haces (mirar fijamente a alguien, comiéndotelo con los ojos), sino
de la manera en que evalúas la vida. La lujuria comienza a definir palabras
como bueno, excitante, deseable, e incluso decide si algo vale la pena.

¿Qué valores transmite lo que llama tu atención a aquellos a quienes amas y guías?
¿Qué honras, alabas, ridiculizas o a qué le faltas al respeto debido a la influencia de
tu lujuria?

Preguntas 10-15: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de la narrativa privada de lujuria. La historia (ser fuerte, ser perseguido, escapar,

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ser rescatado, etc.) puede ser más tóxica que lo visual. Es por ello, que las películas
románticas y la pornografía utilizan estos temas en el desarrollo de su trama.

¿Qué narrativas excitan más tus deseos? ¿Al darle vueltas a estas narrativas
aumenta tu insatisfacción con la vida real y las personas reales? ¿Cómo?

Preguntas 16-21: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de la pornografía suave. Los ideales poco realistas parecen ser más realistas,
razonables y merecidos, a través de las imágenes sin desnudos o las historias no
eróticas, además de que, de esa manera, la culpa no interfiere en tus emociones.

¿Cuáles son tus fuentes de historias o imágenes de pornografía suave? ¿Cómo te


has convencido de que no son tan malas y les has permitido que sostengan
otras expresiones de lujuria en tu vida?

Preguntas 22-27: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través de


la pornografía en su máxima expresión. Tanto los actores como los narradores
profesionales están involucrados en dar vida a tus fantasías románticas o sexuales.
Esto expande tu imaginación basada en la lujuria y añade la sensación de que eres un
conocedor de algo excelente y refinado, en vez de sentirte como un participante de
algo vil que debe ser destruido.

¿Cuántas horas a la semana pasas viendo pornografía? ¿Qué situaciones de la vida


han sido altamente sexualizadas en tu imaginación a través de la exposición a la
pornografía? ¿Estás tratando de presionar a tu cónyuge para que actúe, se vista o
hable como lo que ves en la pornografía?

Preguntas 28-30: (Total: _____ en 3 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través de


la interacción con una persona real y anónima. El objeto de la lujuria (que no es visto
como una persona real con alma) tiene una mente y una voluntad propias. Esta otra
persona también tiene interés en complacerte, ya sea porque tendrá un beneficio

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económico o porque está buscando compañía, pero finalmente no es una escena
pregrabada y, por lo tanto, da la impresión de ser una relación verdadera.

¿Cuánto dinero gastas al mes en esta charla sexual? ¿Cuántas horas dedicas a la
semana a estas charlas sexuales? ¿Disfrutas la charla sexual o más bien acudes a
fuentes anónimas para sentir la libertad de tener una conversación «normal»?

Preguntas 31-39: (Total: _____ en 9 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de una relación emocional con una persona conocida, sin contacto. La lujuria en este
caso está más relacionada con la persona que con su cuerpo, pero todavía estás
persiguiendo algo que no es tuyo (Éxodo 20:17, 1 Corintios 7: 4) y, por lo tanto,
estás descontento con Dios y pecas contra tu pacto matrimonial. Si alguien te
confronta y te dice que des por terminado este pecado, sientes que te está
traicionando.

«Si eres el infiel... aunque hayas estado en el asiento del conductor al iniciar
el amorío, en esta etapa ya estás en el asiento del pasajero (p. 117).» Dave
Carder en Torn Asunder (traducido como «Roto en pedazos»)

¿Cuántas decisiones tomas al día pensando conscientemente en tu «amigo(a)» (qué


te pondrás, cómo vas a organizar tu horario)? ¿Qué relaciones sociales se están
volviendo tensas o distantes debido a este asunto emocional?

Preguntas 40-45: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de la relación emocional con contacto, sin coito. Esta categoría contiene tanto el
amorío sexual creciente, como el toque «accidental» pero intencional para
conseguir placer sexual. En ambos casos, el pecado sexual se vuelve más atrevido y
se toman más riesgos para encontrar su cumplimiento. El riesgo suma a la
estimulación del pecado sexual y se convierte en un estándar falso por el cual se
miden las relaciones reales y el coito.

¿Qué riesgos sociales estás asumiendo ahora, que anteriormente te hubieran


asustado? ¿Qué líneas has cruzado que antes considerabas absolutamente
incorrectas?

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Preguntas 46-51: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de un amorío de una sola vez. Para ti ya no existe un límite (aunque pretendes no
cruzarlo). La pregunta ahora es: ¿cuánto tiempo ocultarás tu pecado y qué tanto
permitirás que se desarrolle esa relación extramarital?

¿Qué aspectos de tu estilo de vida contribuyeron a que tuvieras la libertad de tener


un amorío sin que te descubrieran? ¿Estás dispuesto a poner a tu cónyuge (o
futuro cónyuge) en riesgo de contraer una ETS por no querer hacerte una prueba
que pondría en evidencia tu pecado?

Preguntas 52-57: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de un amorío en una relación con compromiso. El sexo ahora significa algo para ti.
Ya no puedes esconderte detrás de la mentira «es solo sexo» (que nunca fue
cierto). Dar por terminado el pecado requiere una «conclusión» (una palabra
amable para la reincidencia).

¿De qué manera tu cómplice de adulterio se ha convertido en el estándar con el


cual mides a tu cónyuge? ¿Qué criticas en tu cónyuge y elogias en tu cómplice de
adulterio con el objetivo de justificar tus acciones?

Preguntas 58-63: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de un amorío en unión libre/cónyuge que abandona. Ya estás pensando en cómo
decirle la verdad a tu cónyuge y te preguntas si lo aceptará; estás tratando de
averiguar cómo decirle que se acabó y preguntándote cómo será tu nueva vida.

¿Consideras que tu felicidad es más importante que el bienestar de cualquier otra


persona en tu vida? ¿Crees la mentira de que nadie en tu vida puede ser feliz a
menos que tú lo seas? Esa mentalidad también destruye las historias de «felices
para siempre» que te estés contando en esta nueva relación.

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Preguntas 64 a 66: (Total: _____ en 3 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


del pecado sexual ilegal. Tu felicidad es lo único que importa. La otra persona ya no
tiene que ser un participante voluntario o capaz de consentir a tu placer. Todo se
trata de ti y tus deseos te están destruyendo a ti y a cualquiera que tengas en tus
manos.

Por más difícil que sea escucharlo, necesitas saber que (a) puedes entregarte y
recibir la misericordia que se le da a un transgresor sexual confeso o (b) puedes
esperar, destruir más vidas y enfrentar mayores consecuencias. Hay perdón y
esperanza, pero para cambiar, necesitas admitir tus acciones ante aquellos a los
que Dios ha dado autoridad civil para proteger a los inocentes. Necesitas hablar
inmediatamente con tu consejero, pastor u otro amigo maduro acerca de lo que
debes hacer y por qué. Ellos pueden ser una fuente de responsabilidad y apoyo a
medida que das este difícil paso.

Pregunta 67: (Total: _____ en 1 pregunta)

Esta declaración describe el pecado sexual que se expresa a través de la atracción


hacia el mismo sexo. Hay momentos en los que la atracción por personas del mismo
sexo es el resultado del aumento de un apetito sexual perverso, pero también
puede tener su origen en muchos otros factores. Si puedes ver que tu atracción por
el mismo sexo ha surgido de un creciente apetito sexual pecaminoso, este estudio
te beneficiará. Si no es así, se recomienda que consideres buscar asesoramiento
cristiano u otros recursos de ayuda (en inglés: sexualidentityinstitute.org).

¿Se desarrolló tu atracción por el mismo sexo a medida que buscabas experiencias
más intensas y diversas de placer sexual o cuando estabas expuesto a la pornografía
homosexual en un estado ya excitado y espiritualmente comprometido? Si no,
considera los recursos de Sexual Identity Institute (traducido como Instituto de
Identidad Sexual. El enlace de su página web se citó en el párrafo anterior).

Pregunta: ¿Soy adicto al sexo? ¿Es eso algo real? ¿Eso haría que mi actividad sexual no fuera
pecaminosa? La dinámica relacional del pecado sexual complica la visión tradicional de la
adicción, incluso si se adhiere a un modelo de enfermedad. Muchos de los libros a los que
se hace referencia en este estudio usan el lenguaje de la adicción (hacemos referencia a

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estos libros porque tienen información valiosa acerca de la descripción y evaluación de las
luchas por el pecado sexual). Los materiales de Falso Amor utilizan el término adicción para
referirse a una vida dominada por la lucha con el pecado, pero no creas que todos los
pecados sexuales tratados en este estudio necesariamente significan que eres un adicto. Si
te preguntas si tu pecado sexual tiene una cualidad adictiva, responde las siguientes
preguntas. Cuantos más elementos marques con un «sí», más dominante es tu pecado
sexual.

Sí No Fracasas repetidamente en resistir tus impulsos sexuales.


Sí No La cantidad de tiempo y el grado de ofensa de tu pecado sexual
va en aumento.
Sí No Tus esfuerzos para detener, reducir o controlar tu pecado
sexual son infructuosos.
Sí No Pasas una cantidad significativa de tiempo obteniendo sexo o
excitación.
Sí No Estás absorto por el sexo, el comportamiento sexual, el humor sexual
o la planificación para el próximo episodio de excitación.
Sí No Participas en un comportamiento sexual aun cuando interfiere con tu
trabajo, escuela, hogar o expectativas sociales.
Sí No Continúas con tu comportamiento sexual aun cuando tiene un
impacto negativo en tu matrimonio, en la sociedad y en tu vida
emocional o espiritual.
Sí No Necesitas aumentar la intensidad, la frecuencia, la depravación o
el riesgo para obtener el efecto deseado.
Sí No Sacrificas salidas sociales, recreativas u otras salidas saludables para
la liberación o relación sexual.
Sí No Experimentas angustia, ansiedad, inquietud o irritabilidad si no
puedes participar en un comportamiento sexual.

Ambos: Lujuria y mentira

La lujuria y la mentira van juntas, como si fueran dos caras de la misma moneda. Ambas implican
vivir en un mundo de fantasía (realidad artificial) o de tu propia creación, el cual tiene el fin de
satisfacer tu propio interés y adaptarse a tus deseos específicos. Si alguna vez quieres romper
con la lujuria, entonces también debes admitir y superar el inevitable pecado que la acompaña:
la mentira.
«Estaba empezando a darme cuenta de que mis problemas no eran sólo sexuales,
sino que giraban en torno a un estilo de vida de mentiras y engaños. Hasta ese
momento, si me hubieran preguntado si era un mentiroso, me habría ofendido y

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habría respondido con un rotundo no. Lamentablemente, habría creído que estaba
diciendo la verdad (p. 29).» Earl y Sandy Wilson, et al en Restoring the Fallen
(traducido como «Restaurando al caído»)
Lee Números 32:23, Proverbios 15: 3, Job 34:21, Lucas 8:17 y Hebreos 4:13. Es probable que ya
hayas experimentado la verdad de estos versículos. Mientes porque crees que puedes controlar
la verdad dentro de las historias que cuentas, así como la información que das o no das. Crees
que eres más grande que la verdad, en vez de creer que la verdad es la realidad en la que vives.
No puedes controlar la verdad más de lo que puedes controlar el viento. Al leer esta sección
acerca de la mentira, recuerda continuamente que la honestidad no es opcional, sólo puedes
elegir el deseo y el momento oportuno para ser honesto. La verdad será conocida. La única
pregunta es si tu carácter crecerá a medida que lo revelas o si vivirás en el miedo y la oscuridad
hasta que la luz invada tu vida contra tu voluntad y para tu vergüenza. Haz una pausa y ora
nuevamente para tener el valor de ser honesto, porque decir la verdad y la pureza sexual
también son dos caras de la misma moneda. ¡Sólo podrás ser puro si eres honesto!
Tipos de mentiras

El proceso del engaño comienza cuando acortas tanto tu definición de mentira que ninguno de
tus falsos comportamientos es técnicamente una mentira. Siempre que haya algún elemento de
verdad en tus palabras y la respuesta contenga alguna relevancia para la pregunta formulada,
entonces tratas de convencer a tu conciencia de que puede negarse a responder preguntas para
evitar incriminar a otras personas y tachas de irrazonables a aquellos que están insatisfechos
con tus respuestas incompletas y evasivas. Esa forma de pensar te dejará atrapado para siempre
en tu pecado y soledad.
¿Qué es decir la verdad? La honestidad es vivir sin secretos. La honestidad es correr el riesgo de
que te conozcan, en vez de correr el riesgo de salirte con la tuya. La honestidad es poder mirar
a los ojos a alguien que te ama y poder decir: «tú me conoces». La honestidad es ser la misma
persona todo el tiempo y con toda la gente. La honestidad es la libertad que tratas de encontrar
en tu pecado.
«Si dices la verdad, no tienes que recordar nada.» Mark Twain citado por Lou Priolo en
Deception (traducido como «Engaño»)
Vamos a definir doce tipos diferentes de mentiras (modificados y ampliados del folleto
Deception: Letting Go of Lying de Lou Priolo (traducido como «Engaño: Dejar ir la mentira»; sólo
el texto en negrita). Mientras lees la lista, reflexiona en lugar de debatir los tecnicismos. Por el
momento, rehúsa concederte a ti mismo el beneficio de la duda. Si es cuestionable, es engañoso.
Empieza a amar a Dios y a los demás, más de lo que te amas y auto proteges a ti mismo.
«A menudo, el que ha caído es una persona poderosa que es capaz de intimidar a
quienes lo rodean y de presentar de manera convincente una visión distorsionada de
la realidad, tratando de imponerla a los demás (p. 36)… Guardar el secreto permite a
la persona perpetuar patrones pecaminosos. También facilita la negación del pecador
sobre el alcance total del pecado y su impacto (p. 75).» Earl y Sandy Wilson, et al en
Restoring the Fallen (traducido como «Restaurando al caído»)

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Si al leer la lista comienzas a sentir que no puedes decir nada sin que se considere una
mentira, entonces permite que ese pensamiento te dé seriedad y te prepare para el
segundo paso de este manual: «Reconoce la amplitud y el impacto de tu pecado».
1. Cambiar los hechos: Este es el título bajo el cual se incluyen todas las mentiras activas.
Aquí la historia es cierta, pero se cambian las piezas clave de la historia. Ejemplo ̶ decir
que estabas trabajando en los impuestos cuando en realidad mirabas pornografía o decir
que estabas hablando con tu jefe por teléfono cuando lo que estabas haciendo era hablar
con tu cómplice de adulterio. El hecho de que tus mentiras estén dentro de una historia
real y sean difíciles de verificar da la falsa impresión de que podrás controlar la evolución
de tus mentiras.
¿Cómo has mentido sobre tu pecado sexual al cambiar los hechos?
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2. Omitir hechos: Este es el título bajo el cual se incluyen todas las mentiras pasivas. Aquí la
historia es cierta, pero hay lugares oscuros en la historia. Ejemplo ̶ contar lo que hiciste
todo el día, excepto los 45 minutos que te reuniste con tu cómplice de adulterio, o contar
el trabajo que realizaste en la computadora, excepto el tiempo que estuviste viendo
pornografía. A menudo, las personas que omiten hechos se ponen a la defensiva cuando
se les llama mentirosos, pero la omisión de hechos conocidos e importantes es mentira.
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual al omitir hechos?
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3. Hechos falsos: Esto va un paso más allá de cambiar los hechos. Implica inventar un
escenario completo y está a un paso de caer en una doble vida (tipo de mentira #5).
Ejemplo ̶ mientras explicas por qué no llegaste a casa cuando te esperaban, inventas un
accidente de tráfico que te retrasó una hora. Para explicar el virus o las ventanas
emergentes en la computadora, inventas una historia sobre cómo dejaste que tu
compañero de trabajo tomara prestada tu computadora portátil. Es difícil que este tipo de
mentiras tengan una conclusión exitosa y, además, se requieren esfuerzos muy
elaborados para respaldar estos hechos falsos.
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual con hechos falsos?
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4. Emociones falsas: Ahora tienes que interpretar un papel. Si tus mentiras tienen que pasar
como verdades, entonces necesitas respaldarlas con ciertas emociones. Si vas a seguir
siendo libre, debes convertirte en actor («el papel» requiere mentir cuando el «público»
no sabe que está viendo un «espectáculo»). Tim Chester y Steve Gallagher dan ejemplos
comunes de cómo se ven este tipo de mentiras.

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«El secreto que le ocultas a tu esposa creará una barrera en tu relación. Puedes
criticarla para sentirte mejor acerca de tus propias deficiencias. Te alejarás de ella para
evitar cualquier posibilidad de exposición... En algunos casos, incluso puedes pelear o
encontrar fallas en tu esposa para justificar el uso de la pornografía (p. 24).» Tim
Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)
«El hombre que está siendo controlado por el pecado a menudo será demasiado
sensible a las críticas, llevando cada desaire imaginado fuera de proporciones.» Steve
Gallagher en En el altar de la idolatría sexual
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual con emociones falsas?
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5. Historia falsa: Los hechos falsos producen emociones falsas y juntos requieren una historia
falsa. Tus mentiras están comenzando a crear un mundo propio en el que podrían ser
ciertas. Estás obligado a intentar vivir entre estos dos mundos; la realidad no se doblegará
y tus mentiras no se pueden romper sin que te descubran. Tú y los que te conocen están
obligados a vivir entre estos dos mundos. Ejemplo ̶ lo que dices sobre la naturaleza de tu
trabajo, la rutina diaria, tus hábitos al gastar dinero y la actividad informática, son cada
vez más ficticios.
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual con una historia falsa?
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6. Minimizar: Tal vez seas «lo suficientemente inteligente» para no tomar la ruta falsa. Todos
pueden ver cómo eso estallaría en tu cara de una manera inevitable. La mejor ruta es no
cambiar los hechos, sino el significado de esos hechos. Ejemplo ̶ hablas de «sólo es
pornografía» o de «sólo somos amigos». O hablas de tu pecado sexual en un lenguaje
codificado, «sólo fue un desliz» o «tuve un mal día».
Minimizar es una de las formas más populares de mentir sobre el pecado sexual (a los
demás y a ti mismo). La siguiente es una lista de declaraciones que se usan para minimizar
el significado de los hechos. Está modificada y adaptada de las obras de Joshua Harris en
Ni Aun Se Nombre, Stephen Arterburn y Fred Stoeker en La batalla de cada hombre, Steve
Gallagher en En el altar de la idolatría sexual y Earl y Sandy Wilson , et al en Restoring the
Fallen (traducido como «Restaurando al caído»). Marca los que más usas para minimizar
o justificar tu pecado sexual.
o La lujuria no es gran cosa (Job 31: 11-12)
o Un poco de fantasías pecaminosas no harán daño (Romanos 8: 6, 13:14;
Gálatas 6: 7-8)
o No es necesario tomar medidas radicales contra el pecado (Mateo 5:29-30; 2
Timoteo 2:22)
o A Dios no le importará un poco de inmoralidad sexual (Colosenses 3:5-6;
Efesios 5:3)
o Es mi cuerpo y puedo hacer lo que quiera con él (1 Corintios 6:18-20)
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o No puedo controlar mi impulso sexual (I Tesalonicenses 4:3-6)
o Ver algunas imágenes pornográficas no me afectará (Proverbios 6:25-27;
Salmo 101:3)
o No experimentaré ninguna consecuencia por entregarme a mi lujuria
(Romanos 14:12; Hebreos 12:6; Santiago 1:15)
o La gente se sale con la suya cuando comete adulterio (Proverbios 5:3-11)
o Dios me está ocultando algo bueno (Salmo 84:10-12)
o El placer que promete la lujuria es mejor y más real que los deleites que Dios
ofrece (Salmo 16:11)
o Consumar mi lujuria me hará estar satisfecho (Lamentaciones 3:24-26;
Proverbios 19:23)
o Demasiada pureza me impedirá ver y disfrutar la belleza (Mateo 5:8; Salmo
11:7; Isaías 33:17)
o Si alguien se entera, serás el hazmerreír.
o La lujuria es imposible de dominar.
o Estás siendo muy legalista.
o Estoy caminando con Dios, sólo tengo este pequeño problema.
o Estoy pasando por un periodo difícil en mi vida en este momento, lograré salir
de esto.
o Dios entiende que soy un hombre y que tengo pasiones naturales.
o Merezco divertirme.
o Estoy cansado de lidiar con todo este dolor.
o Si ya no estoy enamorado, ¿para qué seguir honrando el matrimonio?
¿Cómo has mentido sobre tu pecado sexual al minimizar el significado de los hechos?
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7. Echarle la culpa a alguien o algo más: Tal vez aceptes los hechos y admitas la gravedad del
problema, pero mientes al evadir la responsabilidad. Dices: es cierto y está mal, pero no
es culpa mía.
«La verdad es que, antes de que una persona pueda superar el pecado habitual,
primero debe estar dispuesta a asumir la responsabilidad de sus propias
acciones.» Steve Gallagher en En el altar de la idolatría sexual
Hay varias estrategias comunes para mentir al echarle la culpa a alguien o algo más. Marca
los que usas más para explicar tu pecado sexual de una manera que te haga menos
responsable.
o Mi género/necesidades ̶ Éste es el método común de atribución de culpa de la
psicología popular que incluso es respaldado por muchos autores cristianos
conocidos. Ejemplo ̶ así es como los hombres/las mujeres son. Tenía que
liberarme. Tenía que llenar mi «tanque de amor» en alguna parte.

o Mi cónyuge ̶ Esto a menudo se empareja con el método de culpabilidad de las


necesidades mencionado en el punto anterior. El resumen de este método es: si

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mi cónyuge me tratara de la manera en que quiero ser tratado, entonces no
pecaría. Transfieres a tu cónyuge la responsabilidad de honrar a Dios.

“El cónyuge infractor a veces le echa la culpa al cónyuge o a su matrimonio


deteriorado por haber tenido un amorío. Acompañarse de una manera
deficiente y no hacer el amor, hacen que una pareja sea más vulnerable,
pero todavía hay una opción. Si dejas las llaves en tu automóvil y alguien se
lo roba, sigue siendo culpa del ladrón. El adúltero eligió tener el amorío.»
Doug Rosenau en Una celebración del sexo

o Mi historia/personalidad ̶ El pecado sexual puede estar influenciado por una


historia de abuso sexual, sexualización temprana o factores de personalidad como
la compulsividad (tales factores se discutirán en el capítulo tres). Pero usar estos
factores como los culpables de tu pecado sexual, es una forma engañosa de evadir
tu responsabilidad.

o Manipulación, culpa y crítica a los demás ̶ Echarle la culpa a otros es una forma
de manipulación. Pocas personas quieren admitir esto, pero hasta que lo hagan,
los intentos de reconciliar su matrimonio (si están casados) se verán severamente
obstaculizados. Evadir la responsabilidad es el intento de transferir la culpa de uno
mismo a otra persona. Dentro de un matrimonio, esto casi siempre se hace
mediante la crítica, la condena o insinuando que tu cónyuge cree que es mejor que
tú.

o «Simplemente sucedió» ̶ No, no fue así. El pecado requiere un pecador, así como
la pesca requiere un pescador. Para muchos, esta es una forma atractiva de echarle
la culpa a alguien porque permite que todas las partes sean inocentes (sin
manipulación, culpa o crítica).

o «Fui seducido» ̶ Nos seducen porque queremos ser seducidos. La gente se deja
engañar por los esquemas de «hacerse rico rápidamente» porque quiere ser rico.
El vendedor puede ser bueno, pero las personas compran el producto porque
quieren el resultado final más de lo que creen en los principios de la Palabra de
Dios acerca de cómo lograrlo. En un matrimonio, esta táctica de trasladar la culpa
puede resultar atractiva porque te permite a ti y a tu cónyuge estar en el mismo
equipo contra la otra persona. El cómplice de adulterio fue igualmente culpable,
pero no fue el único culpable, y eso debe quedar muy claro para que ocurra una
restauración saludable.
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual al echarle la culpa a alguien o algo más?
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8. «No sé»: En una sala del tribunal es legal negarse a responder preguntas para evitar
incriminar a otras personas, pero hacerlo en la vida cotidiana, es un engaño. Ser negligente
al responder, no es una cláusula de excepción para omitir información importante. «No
sé» se usa a menudo como una forma de ganar tiempo mientras te preparas para mentir
de una mejor manera. «No sé» también se usa para que el que pregunta quede como
inoportuno y fastidioso y así su acción se convierta en el punto central de la conversación.
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual al decir «no sé»?
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9. Plan oculto: Es un engaño premeditado. Ejemplo ̶ haces algo bueno por tu cónyuge para
sentirte menos culpable (sin tener que arrepentirte o cambiar) e (intencionalmente o no)
tu cónyuge se siente culpable por hablar acerca del pecado en tu vida. La autocompasión
es otra forma común de engaño por medio de un plan oculto. La esencia de la
autocompasión es castigarte a ti mismo por tu pecado en lugar de abrazar el
arrepentimiento y el cambio. El efecto es que tu dolor se convierte en un escudo de culpa
(para ti y para otros) contra la verdad y el arduo trabajo de cambio al que podrías
comprometerte.
¿Cómo has mentido sobre tu pecado sexual con un plan oculto?
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10. Verbalizar sospechas: Es un engaño leve mediante el contraataque. Cuando confrontan
tu pecado, atacas los pecados (reales o fabricados) del otro. Si no puedes probar tu caso,
intentas cambiar al enjuiciado. Ejemplo ̶ haces preguntas como: ¿Puedes decirme que
nunca te has sentido atraído por otra persona? o No te pregunto por tu tarjeta de crédito,
¿por qué me preguntas por la mía? ¿Puedo tener la contraseña de tus cuentas de correo
electrónico también?
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual al verbalizar sospechas?
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11. Calumnias: Es un engaño grave mediante el contraataque. Al usar calumnias para
contraatacar, no sólo estás mintiendo y cambiando de tema, sino que estás lastimando
emocionalmente a la persona que planteó la pregunta. El objetivo es intimidar al
interrogador para que no haga más preguntas y afirmar el papel del calumniador como el
único que realmente sabe la verdad sobre las cosas, fortaleciendo todas las demás
mentiras que ha dicho.
¿Cómo has mentido sobre tu pecado sexual al calumniar?
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12. Exageración: Es el engaño en extremo. A diferencia de las otras formas de mentira que
buscan empequeñecer u ocultar la verdad, la exageración hace que la verdad sea más
grande de lo que realmente es. La verdad siempre debe ser un amigo (incluso cuando
duele; Proverbios 27: 6), pero en este caso, pasa de ser un enemigo a ser un arma. Ejemplo
̶ uso de palabras como: siempre, nunca, solamente, sólo una vez, un millón de veces, etc.
¿Cómo has mentido sobre tu pecado sexual al exagerar?
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Lee Eclesiastés 2: 1-11. El libro de Eclesiastés podría llamarse «El gran libro del primer paso». En
este libro, Salomón admite que intentó todo lo que había bajo el sol para encontrar satisfacción
y que, en última instancia, todo fue insatisfactorio. Uno de los mayores obstáculos para admitir
tu pecado es que crees que te vas a perder de la buena vida si lo haces, o que tu pecado ha
hecho que la buena vida sea inalcanzable, por lo que el pecado es la mejor opción. Estas también
son mentiras. Pero no son mentiras que le dices a alguien más, sino mentiras que te dices a ti
mismo. Y estas mentiras deben desecharse si alguna vez vas a desechar tu pecado. Jesús vino a
darte vida en abundancia (Juan 10:10) y nada de lo que hayas hecho puede separarte de esa
buena vida debido a lo que Él hizo por ti (Romanos 8: 34-39). Dudar de una o ambas de estas
verdades es la razón fundamental por la que permaneces en tu pecado.

Reflexiones finales sobre el proceso de admitir

Ahora es un momento crucial en tu proceso de cambio. Si permaneces solo en tus esfuerzos por
buscar la pureza, fracasarás. Lo más importante que puedes hacer en este punto es involucrar a
otra persona (preferiblemente varias personas) en tu búsqueda de la libertad que Dios provee
para el pecado sexual. Llama a varios amigos de tu mismo género que estén en tu grupo
pequeño.
Si estás en una relación extramarital, ésta debe terminar de inmediato. Es probable que sientas
mucha convicción en este momento. Sin embargo, si te tardas en terminar esa relación, el cariño
que sientes por tu cómplice de adulterio comenzará a nublar la luz que penetró en tu oscuridad
a través de estas páginas. El Apéndice B te explica cómo terminar una relación extramarital. No
será fácil ni agradable, pero valdrá la pena.

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Conversaciones de ánimo para ADMITIR el pecado sexual

Con cada paso, te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga abiertamente
y así te ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.
• ¿Admito todas las formas que toma mi lucha contra el pecado sexual?
• ¿Admito todas las formas de mentira que he usado para ocultar o justificar mi pecado sexual?
Con cada paso, te recomendamos confiar al menos un nuevo elemento de tu lucha contra el pecado
sexual a tu compañero de ánimo y te comprometas a restringir tu pecado. Estos compromisos son
preliminares al capítulo seis «reestructura tu vida», pero sirven para estimular el progreso mientras
llegas a ese punto.
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Capítulo 2
«Sí, necesitamos hablar acerca de eso»
RECONOCE el alcance e impacto de tu pecado.

«Estoy comenzando a ver el alcance e impacto de mi pecado sexual.


Es más grande de lo que admití [describe] incluso podría ser más grande de lo que pensé.
Lejos de la gracia de Dios, soy una persona lujuriosa.
Reconozco que no hay seguridad ni libertad en minimizar mi pecado [describe].
Antes de que pueda realmente entender la grandeza de Jesús, debo reconocer la magnitud de lo
que Su muerte y resurrección han conquistado en mi vida y a mi favor».

Memoriza: 2 Pedro 2:17-19 (NBLA), «Estos son manantiales sin agua, bruma impulsada por una
tormenta, para quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas. Pues hablando con arrogancia
y vanidad, seducen mediante deseos carnales, por sensualidad, a los que hace poco escaparon de
los que viven en el error. Les prometen libertad, mientras que ellos mismos son esclavos de la
corrupción, pues uno es esclavo de aquello que lo ha vencido». Al memorizar este pasaje,
reflexiona acerca de estos puntos clave:

● «Manantiales sin agua» ̶ El tema de este pasaje es: el pecado hace que las promesas
vacías se prolonguen para que al final se crean.
● «Seducen» ̶ Para que algo sea seductor, inicialmente debe presentarse a sí mismo como
inocente (o al menos seguro) y bueno.
● «Viven en el error» ̶ No caes en pecado sexual cuando vives sabiamente. El pecado sexual
comienza con insensatez antes que con lujuria.
● «Les prometen libertad» ̶ Si estabas dispuesto a creer las mentiras de tu pecado sexual,
es porque te ofreció cierta libertad. ¿Cuál era esa libertad?
● «Uno es esclavo» ̶ Independiente de tu concepto de adicción, eres esclavo de cualquier
pecado al que no renuncias.

Notas de Enseñanza

«La pornografía tiene el poder único de dañar un matrimonio porque finalmente se trata de uno
mismo y no de la unión. Satisfacerse con la pornografía es un tipo de aislamiento psicológico, una
retirada a un pequeño mundo de auto gratificación. Es una especie de expresión sexual que hace
que tu apetito sea mucho mayor incluso cuando tu mundo se vuelve mucho más pequeño.» Tim
Challies en Limpia tu mente

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«Un adicto sexual, sin embargo, usa la fantasía para trasladarse al mundo irreal de la falsa
intimidad y no hacia el mundo real del logro y de las relaciones íntimas, aunque en ocasiones
dolorosas… Todo enredo sexual comienza en la mente… La fantasía sexual es la adoración a uno
mismo.» Harry Schaumburg en La adicción sexual

«Pero lo que estás haciendo es robar. La vida del pensamiento impuro es la vida de un ladrón.
Estás robando imágenes que no son tuyas. Cuando tuviste sexo prematrimonial tocaste a alguien
que no te pertenecía… Es como cuando caminas por Main Street detrás de alguien que tira un
billete de cien dólares de su bolsillo y tú lo recoges. Ese dinero no es tuyo, aun cuando él no sabía
que lo había perdido.» Stephen Arterburn y Fred Stoeker en La batalla de cada hombre

«¿Cómo puede una mujer real ̶ con poros en su piel y sus propios senos e incluso sus propias
necesidades sexuales… competir con una ciber-versión de la perfección, descargable y extinguible
a voluntad, quien viene, por así decirlo, totalmente sumisa y adaptada a la mínima especificación
del consumidor? Hoy en día, las mujeres desnudas reales son sólo mala pornografía.» Naomi Wolf
en The Porn Myth en New York Magazine (20 de Octubre, 2003. Traducido como «El mito de la
pornografía»)

«Recomiendo una confesión en dos etapas: una exposición inicial y honesta de los hechos, seguida
de una profunda y reflexiva confesión cristocéntrica. Este enfoque reconoce la importancia de una
confesión inmediata a tu cónyuge y pastor o consejero. También reconoce que un
arrepentimiento más completo y cuidadoso es indispensable (p. 8)... Sincérate completamente.
Puede que te perdone o no. Pero si luego descubre que has ocultado o minimizado hechos
importantes, las probabilidades de que te perdone y confíe, realmente disminuyen. Si el adulterio
no puso fin a tu matrimonio, tus verdades a medias podrían hacerlo.» Robert Jones en Restaurar
tu matrimonio

Aplicación Personal

El capítulo anterior fue doloroso, ya que, es difícil ver con qué tipo de batalla sexual luchas. Y este
capítulo probablemente sea igualmente incómodo a medida que examines la «extensión» de esos
pecados.

A menos que reconozcas el alcance e impacto de tu pecado sexual, tus intentos por cambiar van
a limitarse sólo a los pecados más evidentes y recientes. Omitir este paso también significa
enraizar tus esfuerzos por cambiar a las poderosas emociones que sientes (vergüenza en un mal
momento; alivio u orgullo en un buen momento) más que en la realidad de tu historia. Ni la
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sinceridad ni la vergüenza sostendrán un cambio perdurable. Probablemente ya has
experimentado eso muchas veces, si te detienes lo suficiente para reconocerlo.

«Todo joven cristiano que ve pornografía quiere dejar de hacerlo, pero muchos de nosotros
queremos detenernos un poco menos de lo que queremos seguir… Te garantizo que no vas
a detenerte hasta que comiences a ver la monstruosa naturaleza del pecado que estás
cometiendo. No vas a detenerte hasta que el pecado sea más horrible que el disfrute.
Necesitas odiar tu pecado antes de que puedas librarte de él.» Tim Challies en Limpia tu
mente.

En este capítulo, debes examinar tres áreas de tu vida.

1. La historia y crecimiento de mi pecado


2. El impacto que mi pecado tiene en mí
3. El impacto que mi pecado tiene en los demás

El examen que harás en este capítulo será fundamental para la efectividad de los siguientes
capítulos. Vas a conocerte de una manera que probablemente has evitado. Llegarás a conocer tu
historia de tal manera que va a permitir que otros te conozcan (especialmente tu cónyuge, si estás
casado) en áreas que has ocultado. Conocerás a los demás como personas reales y no como
objetos de placer que usas o fuentes de rechazo que evitas.

La historia y crecimiento de mi pecado

Entender la historia y desarrollo de un comportamiento, inclusive un comportamiento


pecaminoso, es una parte importante para lograr el cambio. Muchas veces olvidas, o nunca notas,
cuándo y por qué comienzas a hacer algo, y cuando esto sucede, la acción se siente
completamente natural y, por ende, su permanencia es reforzada a causa de tu desconocimiento.

«Reconocer cómo mi patrón de obsesiones sexuales primeramente desarrolló su forma


particular ayudó a que las piezas calzaran, en cuanto a conocerme a mí mismo (p. 16).»
Testimonio anónimo en Pornography: Slaying the Dragon (traducido como «Pornografía:
Matando al dragón») de David Powlison.

Hay otra razón para este tipo de examen en la actualidad. ¿Dónde aprenden acerca de sexo la
mayoría de las personas? A través de películas o de internet. O en conversaciones con amigos que
han aprendido acerca de sexo a través de las películas o de internet. Las películas o novelas
románticas y la pornografía están definiendo tus expectativas sexuales. Porque para muchas
personas «es todo lo que saben» (incrementado aún más por lo poco que hablamos de sexo en la

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iglesia o en la familia), los mensajes engañosos y destructivos de los medios de difusión
permanecen en su lugar para alimentar nuestro pecado sexual.

«La sexualidad de toda una generación de niños no está siendo formada por conversaciones
con sus padres, ni por el tipo de libro que yo recibí cuando era joven, sino por pornógrafos
profesionales que van a hacer cualquier cosa, ¡cualquier cosa! por alimentar el aumento del
deseo por una mayor depravación.» Tim Challies en Limpia tu mente.

A medida que avances a través de esta sección, tu objetivo no es sólo identificar cuándo
comenzaste a hacer lo malo, sino también cuándo comenzaste a creer equivocadamente acerca
del sexo. Cuando explores el capítulo tres, verás que el comportamiento pecaminoso está
enraizado en creencias engañosas o expectativas. Crees que otras cosas (en este caso relaciones,
matrimonio, sexo o fantasía sexual) te da lo que sólo Dios puede darte. Al entender cuándo y cómo
comenzaron y fueron reforzadas estas creencias, es más fácil rendirlas (bíblicamente llamado
«morir a uno mismo» Lucas 9:23).

Antes de desarrollar los ejercicios principales de esta sección, debo hacerte una advertencia.
Mientras estés venciendo el pecado sexual, es fácil comenzar a ver tu sexualidad como algo malo
o como tu enemiga. A medida que examinas la historia de tu pecado sexual, es posible que sí esté
relacionado con eso, pero no lo confundas con toda la historia de tu desarrollo sexual. Te vuelves
sexualmente consciente y entras a la pubertad antes de que haya una expresión santa de ésta. En
décadas recientes, el avance de la nutrición ha ocasionado un inicio más temprano de la pubertad,
pero culturalmente la edad para casarse cada vez es más tardía. Esta brecha va en aumento, lo
que implica que la ventana de la tentación es más grande, pero esta no es razón para decir que el
pecado sexual es inevitable (1 Corintios 10:13).

«Por eso es de vital importancia que entendamos que nuestro impulso sexual no es lo mismo
que la lujuria. Por ejemplo: (1) No es lujuria que alguien nos atraiga o que nos demos cuenta
que es bien parecido; (2) No es lujuria tener un fuerte deseo de tener relaciones sexuales;
(3) No es lujuria anticipar y estar entusiasmados al pensar en tener relaciones sexuales
dentro del matrimonio; (4) No es lujuria cuando un hombre o una mujer se excitan sin haber
tomado ninguna decisión consciente de hacerlo; (5) No es lujuria experimentar tentación
sexual. El punto crucial en cada uno de estos ejemplos es cómo respondemos a los deseos
de nuestro impulso sexual... La vergüenza inadecuada puede ser peligrosa porque socaba la
fuerza para luchar contra nuestro verdadero enemigo. La persona que siente una vergüenza
equivocada por ser una criatura sexuada con deseos sexuales, pronto se sentirá abrumada
e impotente porque trata de vencer algo más que la lujuria, ¡trata de dejar de ser humano!»
Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

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Ejercicio: Usando la descripción y preguntas a continuación, crea una historia cronológica de tu
batalla contra el pecado sexual. La descripción está desarrollada de acuerdo a las categorías de la
herramienta de evaluación del capítulo uno. Escribe tus respuestas en hojas separadas y deja
espacio para preguntas planteadas por tu consejero y para rendir cuentas a tu pareja o cónyuge.
Sé honesto. Volver a las mentiras o verdades a medias en este punto, destruye todo lo que has
trabajado hasta ahora.

Si estás casado, este ejercicio debe usarse como la base para hacer una confesión completa a tu
cónyuge. Esta confesión completa no es igual a la confesión que se te pedirá hacer en el capítulo
cinco. Pero es apropiado pedir perdón a tu cónyuge por las cosas que compartiste y hacerle saber
que volverás a buscar su perdón a medida que comiences a entender el significado espiritual y
relacional de tus acciones en los siguientes capítulos. No intentes convencerte a ti o a tu cónyuge
de que esta vez sí lo entiendes completamente.

«Un problema con el que la mayoría de las personas luchan es con la oportunidad de
confesar cosas tanto del pasado como del presente. La confesión es vital para restaurar
la honestidad y reconstruir la confianza. Considerar a tu compañero como alguien frágil o
temer al conflicto, no son razones para no confesar.» Doug Rosenau en Una Celebración
del Sexo.

Lee Proverbios 12:13-28. Antes de comenzar a escribir tu confesión completa, toma un tiempo
para considerar este pasaje que retrata la diferencia entre una vida de honestidad y una vida de
engaño. La honestidad y transparencia de tus palabras harán la diferencia entre la paz y la
desesperación, el gozo y la miseria, la vida y la muerte. Posiblemente estarás tentado a pensar que
engañar y ocultar son la única forma de conocer la paz, el gozo y la vida; pero sé sabio y escucha
este consejo: esa es una mentira (12:15). Si quieres construir relaciones que perduren, habla con
la verdad; si quieres que tu mundo continúe derrumbándose, esconde la verdad (12:18). El Señor
se deleitará en ti si eres honesto, incluso si esa honestidad significa confesar un pecado (12:22). El
engaño continuo te llenará de ansiedad, pero la confesión es el primer paso hacia el gozo (12:25).
Te has encaminado hacia la muerte, pero la honestidad es el camino hacia la vida (12:28).
Recuerda estas verdades frecuentemente mientras trabajas en tu confesión.

● Cosificar personas: ¿Cuándo te diste cuenta que clasificabas a las personas por
características físicas favorables o desfavorables, tenías un fuerte impulso hacia ciertas
cualidades de las relaciones o comenzaste a temer a las personas que tenían ciertas
«fortalezas» que deseabas tener? ¿Cómo comenzaste a organizar tu vida para conseguir
gustarle a, o evadir a estas personas «destacadas»? ¿Cómo estos cambios en tu vida social
resultaron en aislamiento, falsedad social, relaciones dependientes o relaciones seriales?

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¿Cómo el pecado te ha llevado a la vergüenza, luego al secretismo y finalmente al
aislamiento?

● Lujuria visual pública: ¿Cuáles son las características que más te llaman la atención y te
detienen? ¿Qué lugar o actividades son (pecado presente) o han sido (pecado
desarrollado) las fuentes más frecuentes o centralizadas de tentación visual? ¿Cómo has
(pasado o presente) acomodado tu horario para alimentar tu apetito por la lujuria visual
pública?

● Narrativa privada de lujuria: ¿Qué temáticas románticas o eróticas se repiten más en tu


narrativa privada de lujuria? ¿Qué inseguridades son aminoradas o qué deseos son
cumplidos con estas temáticas? ¿Qué películas o libros capturan mejor las temáticas de tu
narrativa privada de lujuria? ¿Cuánto tiempo pasas consumiendo este tipo de libros o
películas románticas? ¿Cuánto tiempo pasas en tus fantasías privadas en torno a estas
temáticas?

● Pornografía suave: ¿Cuál fue tu primera exposición a la pornografía suave (catálogos,


revistas, comerciales, canales de televisión borrosos, conversaciones obscenas con amigos,
etc.)? ¿Cuál es la exposición actual que tienes de la pornografía suave? ¿Qué partes de la
experiencia o conversaciones en la vida cotidiana sexualizas hasta el punto de convertirla
en pornografía suave?

«La adicción sexual parece incontrolable porque los actos parecen solo “suceder”. Los
adictos al sexo deben aprender que esto no es cierto (p.62)… Detener rituales es la
clave para detener la conducta sexual. Los rituales son todos los pensamientos y
acciones que conducen a la conducta sexual (p.153).» Mark Laaser en Cómo sanar las
heridas de la adicción sexual

¿Cuáles son tus rituales al prepararte para participar en pornografía suave (estas preguntas
de rituales aplican para todos los tipos de comportamiento de pecado sexual)? ¿Cómo te
mueves lentamente hacia el pecado, aun cuando te estás diciendo que no vas a
complacerte esta vez? ¿A qué factores desencadenantes de lujuria sigues exponiéndote?
¿Qué hábitos frecuentemente preceden al pecado sexual? ¿Cómo usas el pecado sexual
para «recompensarte» por completar una tarea o hacer algo bien?

● Pornografía Dura: ¿Cuál fue tu primera exposición a la pornografía con cuerpos totalmente
desnudos o con escenas sexuales explícitas? ¿Cuánto tiempo a la semana ves pornografía?
¿Cuánto dinero has gastado en pornografía? ¿Tienes una suscripción activa en algún sitio
de pornografía? En los últimos tres años, ¿cuánto ha sido el periodo más largo sin ver
pornografía? ¿Tienes pornografía escondida en algún lugar (física o electrónicamente)?
¿Tienes alguna cuenta de correo electrónico secreta?

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● Interactuar con una persona real y anónima: ¿Cuál sitio web, números de teléfono, u otros
servicios usas para conectarte con estas personas? ¿Utilizas sala de chat, redes sociales o
servicios de unión de parejas en línea para conectar con otras personas? ¿Cuánto tiempo
pasas buscando a alguien para tener una «conversación»? ¿Pones tu nombre real e
información de contacto en algún sitio web? ¿Has enviado fotos reales tuyas (desnudo o
con ropa) o te has comunicado a través de una cámara web (casual o eróticamente)? ¿A
medida que comienzas a conocer a una persona la relación se torna más o menos
interesante? ¿Has planificado reunirte con alguien? ¿Cuántos pasos diste para llegar a
reunirte con alguien?

● Relación emocional sin contacto: (Para los solteros(as) estas preguntas pueden no ser
relevantes a menos que con quien estés saliendo esté casado o comprometido con alguien
más). ¿Cómo comenzó la relación y cuándo las conversaciones comenzaron a ser más de
confianza y/o a ser más personales? ¿Qué declaraciones negativas has hecho de tu
cónyuge, matrimonio o familia? ¿Se han dicho que se atraen mutuamente? ¿Qué medio
de comunicación secreto tienen? ¿Cuándo y dónde hablan? ¿Qué pasos has dado para
ocultar estas conversaciones a tu cónyuge? ¿Qué circunstancias de la vida han hecho más
fácil esconder esta relación? ¿Tu interacción incluye actividades como las citas? ¿Podría
alguna de las acciones que tomaste poner en peligro tu trabajo? ¿Esta relación fue
motivada por la insatisfacción con tu cónyuge o por la atracción hacia otra persona?

«Sugerimos que uno de los primeros pasos para salir de una relación emocional es
ir a casa y confesárselo a tu cónyuge. Algunos pensarían: espera un minuto, no
tengo que confesarlo porque realmente no pasó nada. Solo enojará a mi cónyuge y
causará más problemas… Esta confesión va a lograr tres cosas. Primero…disipa el
poder del secretismo… Segundo, ayuda a prevenir el avance de la relación…
Tercero, es un gran motivador para inmediatamente terminar la relación y empezar
a trabajar en reconstruir tu matrimonio junto a tu cónyuge.» Gary y Mona Shriver
en Infidelidad: esperanza y sanidad después del adulterio.

● Contacto sexual sin coito: ¿Qué contacto físico hubo: tomarse de la mano, masajes,
abrazos, besos, quitar prendas de vestir, acariciar áreas sensibles o sexo oral? ¿Con cuántas
personas se han producido estos contactos?, ¿cuántas veces han ocurrido esos contactos
sexuales con cada persona?, ¿en qué tiempo ocurrieron estos contactos con cada
persona? ¿Quién o qué impidió que el contacto sexual se volviera más íntimo?

● Encuentro sexual de una sola ocasión: ¿Con cuántas personas has tenido sexo «casual»?
¿Cuándo y cómo has sido el impulsor de estos encuentros sexuales? ¿Cuándo y cómo te
has puesto intencionalmente en situaciones comprometedoras para que estos encuentros
se den? ¿Ha habido motivos para temer un embarazo como resultado de estos
encuentros? ¿Has pagado por tener sexo? ¿Ha estado involucrado el alcohol o las drogas
en tus actividades sexuales?

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● Amorío dentro del matrimonio: [para los solteros(as), estas preguntas van dirigidas a la
fornicación (sexo prematrimonial) en lugar de al adulterio (sexo extramarital)]. Responde
a todas las preguntas concernientes a una relación emocional. ¿Cuándo comenzaron a
tener sexo? ¿Qué porcentaje de la interacción con tu cómplice de adulterio fue sexual?
¿Qué expresiones de amor y compromiso (verbal, regalos, riesgos, viajes, etc.)
intercambiaron? ¿La relación se consideró romántica o simplemente fueron «amigos con
derechos»? ¿Quién conoció, aprobó o alentó la relación?

● Amorío en unión libre/cónyuge que abandona: (Para solteros(as), estas preguntas se


podrían aplicar al caso de convivir con la pareja.] ¿Qué planes hicieron para dejar a sus
respectivos cónyuges? ¿Qué investigación u otros pasos de acción tomaron para llevar a
cabo estos planes? ¿Qué familiares, amigos o hijos fueron presentados a tu cómplice de
adulterio? ¿Qué acciones has tomado para proteger en lo emocional, financieramente u
otros aspectos a tu cómplice de adulterio a expensas de tu cónyuge y familia? ¿Qué
mentiras te has dicho o has dicho a otros sobre tu cónyuge para validar tus decisiones?

● Pecado sexual ilegal: ¿Cuándo y dónde has tenido acceso a ver personas desnudas sin que
ellos se den cuenta? ¿Cuándo y dónde te has desnudado sin el consentimiento de la otra
persona? ¿Cuándo y contra quién forzaste una actividad sexual no deseada? ¿Cuándo y
contra qué menores has usado el contacto sexual de alguna manera?

● Atracción hacia el mismo sexo: (La atracción hacia el mismo sexo a menudo es el resultado
de factores distintos a una depravación sexual en aumento. Si tu experiencia de AMS se
debe a causas distintas a un aumento del apetito sexual, consulta los recursos enumerados
en el paso uno). ¿Qué foros en línea (sitios de pornografía, salas de chat, sitios de citas,
etc.) estás usando para alimentar este apetito? ¿Qué lugares públicos has visitado para
explorar posibles relaciones románticas entre personas del mismo sexo? ¿Qué información
de contacto tienes en tu teléfono o computadora de amigos homosexuales? Responder a
las preguntas de amorío emocional y amorío en unión libre también se aplicarían a las
relaciones románticas del mismo sexo.

El impacto que mi pecado tiene en mí

El pecado te cambia. No puedes pecar y seguir siendo el mismo. Quieres creer que puedes, pero
esa es sólo una de las muchas mentiras que te dices en cuanto a tu pecado. Debido a que crees
en esta mentira, te enojas con quienes lo notan o se ven afectados por cómo has cambiado. Dices
que exageran, juzgan o simplemente no saben de qué están hablando. Te dices esa mentira para
reforzar la primera, para luego convencerte de que tú (y quizá quienes participan contigo en tu
pecado) son los únicos que realmente lo entienden.

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En esta sección deberás desafiar esas creencias. Esto comienza admitiendo que tu actividad sexual
es pecaminosa. Como gente caída, todo tu pecado se siente natural. Por eso es tan fácil para ti
defender tu pecado. No intentabas ser malo. Sólo querías consuelo, paz, compañía o alguna otra
cosa buena.

«En general, el pecado tiende a amplificar la naturaleza caída de una persona (p. 26)». Steve
Gallagher en En el altar de la idolatría sexual

Reconocer la pecaminosidad de tus acciones es sólo el primer paso para ver su alcance e impacto.
Mientras exploramos los cambios que el pecado sexual tiene en un individuo, usaremos una
progresión de cinco etapas: de imagen a historia, de historia a riesgo, de riesgo a conquista, de
conquista a aislamiento. Ningún modelo captura cada experiencia, pero esta concepción debe
construirse a partir de los hechos de tu confesión completa para ver el alcance y el impacto en tu
vida personal, carácter y relaciones.

Lee Santiago 1: 12-15. La Biblia reconoce que las tentaciones vienen con el estrés y las pruebas de
tu vida (v. 12). A menudo piensas que Dios no comprende por lo que estás atravesando. Pero en
lugar de usar tu estrés como excusa para pecar o culpar a Dios (v. 13), como se suele hacer, la
Biblia advierte que no des el paso del estrés a la muerte. La siguiente progresión está destinada a
capturar algunas de las dinámicas únicas que tiene el pecado sexual en el desarrollo del deseo,
pasando por el pecado hasta la muerte, descrito por Santiago (v. 14-15).

Etapa uno: Imagen

El pecado sexual casi siempre comienza por la curiosidad hacia el sexo opuesto. La pornografía y
los medios de comunicación con temática romántica nos «enseñan» cómo se ve, qué quiere, cómo
se persigue el romance y cómo funciona el sexo. Inicialmente es la imagen la que te atrae y
satisface tu curiosidad. Puede ser la imagen visual de un cuerpo desnudo, la imagen activa del acto
sexual o la imagen interactiva del desarrollo de una relación romántica.

Sin embargo, la imagen pasa de ser información a ser un estándar; un criterio por el cual mides a
los miembros del sexo opuesto... y a ti mismo. La curiosidad se convierte en una carga o una
sensación de presión. Nace el apetito y ya no es suficiente el mandamiento general «ama a tu
prójimo como a ti mismo». Ahora existe un sistema mediante el cual calificas a tu prójimo y a ti
mismo. Obtuviste un tipo de conocimiento que destruye la libertad, la paz y la vulnerabilidad.
Cuanto más conocimiento le des a este apetito, pierdes más libertad, paz y voluntad de ser
vulnerable.

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Lee Génesis 2:15-3:24. Adán no tenía imágenes con las que medir a Eva (o a sí mismo), por lo que
era libre de deleitarse en ella (Génesis 2:23). Satanás tentó a Eva con una especie de conocimiento
que prometía libertad (3: 4-5) pero que terminó en muerte y vergüenza. (3: 6-7). Esto cambió la
forma en la que los hombres y mujeres se relacionan entre sí (3: 16-19). Por gracia, Dios cubrió su
vergüenza (3:20) y tomó medidas para limitar el impacto del conocimiento que habían adquirido
(3: 22-24).

«(Referente a Génesis 2) Para Adán ella era gloriosa porque era todo lo que él conocía.
Prácticamente, no tenía estándar de belleza para comparar a su novia... En la creación,
vemos el patrón sabio de que para cada hombre su estándar de belleza no debe ser
cosificado, sino que debe ser simplemente su esposa... La lujuria pornográfica existe para
provocar la codicia y la insatisfacción de que ninguna mujer puede complacer porque no
puede ser alta y baja, dotada y desaseada, negra y blanca, joven y vieja, como el harén
presentado en la pornografía (p. 5)». Mark Driscoll en Porn-Again Christian (traducido como
«Cristiano porno de nuevo»).

A medida que el pecado sexual avanza, tu apetito puede llegar a refinarse y ampliarse. El apetito
puede refinarse a un tipo particular de relación o tipo de cuerpo. En este caso, la imagen ideal se
convierte en la base del descontento por todas las relaciones reales. El apetito también puede
ampliarse a una apreciación por todas las cualidades románticas o tipos de cuerpo. En este caso,
todas las cosas se vuelven atractivas y el mundo se vuelve, literalmente, un lugar lleno de
tentaciones. En cualquier caso, la imagen se convierte en el filtro dominante mediante el cual la
información se procesa y determina qué personas son interesantes y qué tan interesantes son.

Pregunta: ¿Cómo ha cambiado la imagen de lujuria la relación contigo mismo, con los demás
(especialmente con tu cónyuge) y con Dios?

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Etapa dos: Historia

Las imágenes son demasiado estáticas para ser emocionantes durante mucho tiempo. La
información necesita una historia para cobrar vida. Es por eso que nos gustan las películas, son
imágenes en movimiento con voces y una banda sonora. Esta es la razón de por qué la mayoría de
los medios incorporan historias. Incluso los catálogos de ropa de invierno muestran a sus modelos
haciendo algo divertido (como tener una pelea de bolas de nieve) para aumentar la tasa de
respuesta del lector. Es por eso que Victoria tiene un «secreto», que añade una historia de
suspenso a las atractivas prendas de las mujeres.
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El mayor atractivo comercial de la pornografía es su historia. El pecado sexual es más narrativo
que visual. Los hombres no sólo se excitan con los cuerpos de sus proporciones preferidas,
también lo hacen ubicándose en la historia de una mujer que los encuentra tan atractivos que se
siente impotente y cada una de sus caricias o besos provoca una respuesta excitante hacia él. El
hombre es poderoso y venerado. La pornografía pone estas imágenes en situaciones de
interacción diaria (oficina, vecina o niñera) y en temas de medios de ficción (parodias de películas,
aventuras o videos musicales) para que cada momento de la vida pueda ser el detonante de una
historia erótica.

Los medios con temática romántica tienen un enfoque muy similar. Hay una historia del romance
ideal. Dos personajes se atraen de formas tan poderosas que, incluso estando o no casados con
otras personas, sientes que los apoyas. Toda la narrativa trata sobre su lucha por estar juntos y la
alegría extática que encuentran cuando finalmente pertenecen el uno al otro. El riesgo, la lucha,
la adoración, la decepción y la espera se entretejen en el suspenso que termina en «felices para
siempre.»

El resultado de ambos es una historia que la realidad nunca podrá igualar. Ningún matrimonio
viene con una banda sonora. Notablemente la vida cotidiana está ausente en la pornografía y los
medios de temática romántica. No hay nada rutinario, sólo variedad y emoción. No hay verdadera
espera o decepción, sólo presagio. Los personajes no tienen debilidades personales, cuando sus
metas personales entran en conflicto no tienen que tomar decisiones difíciles con recursos
limitados de tiempo y dinero. Nadie se cansa ni tiene dolor de cabeza. ¿Quién no querría vivir en
ese mundo?

«(Testimonio) Porque, mira, si voy a tener sexo con mi esposa, tendré que dejar a un lado la
novela, cepillarme los dientes, y averiguar cómo realmente está ella. Y supongo que
deberíamos usar anticonceptivos, por si acaso. Luego tendré que preguntar en qué está
pensando, en cómo le ha ido en su día, si se compró el vestido nuevo después del trabajo y
cosas así. También tengo que contarle algunas cosas sobre mi día, aunque prefiero no pensar
en la mayor parte de él. Tendré que acariciarla, hacerle saber que es importante y
emprender un acto que tal vez no pueda consumar. O estaré con la sensación de que no me
intereso lo suficiente por sus necesidades sexuales. No, creo que dejaré la palabrería para
otro día y voy a masturbarme (p. 40).» Harry Schaumburg en La adicción sexual

Puede ser fácil para aquellos que están atrapados en el pecado de adulterio despreciar el mundo
de ficción de la pornografía debido a la base de fantasía que la caracteriza. Pero el adulterio es tan
fantasioso como la pornografía. El adulterio puede ser una relación con una persona real, pero no

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es una relación real. Inviertes mucho más tiempo, energía, planificación y preparación en el sexo
en el adulterio de lo que nunca harías con el sexo marital: la naturaleza del engaño del adulterio
lo demanda. Tienes que estar «encendido» cada vez que se ven el uno al otro. Hay un «villano»
contra el cual ambos pueden pelear (sus cónyuges o cualquier otra cosa que les impida estar
juntos). El hecho de que sus interacciones tengan que ser secretas agrega un elemento de
suspenso que se disfruta, pero que se evaporaría si ya no fueran prohibidas. No pueden criticarse
el uno al otro en esta etapa porque están pecando por el otro en lugar de pecar en contra del otro.

Pregunta: ¿Cómo ha cambiado la «historia» de lujuria la relación contigo mismo, con los demás
(especialmente con tu cónyuge) y con Dios?
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Etapa tres: Riesgo

El pecado sexual no está dispuesto a simplemente mirar la imagen o la historia. Quiere ser parte
de la historia y eventualmente está dispuesto a tomar el riesgo para hacer que eso ocurra. El
objetivo final del pecado sexual es la excitación; por eso llamamos a su efecto en el cuerpo
«despertar sexual». Por esta razón, sólo tiene sentido que un elemento de riesgo sea el que eleve
el placer obtenido.

Es más natural pensar en el riesgo que implica el adulterio o pagarle a una prostituta, pero incluso
la pornografía también tiene su riesgo. No es sólo la emoción de estar frente a la pantalla, sino
también el suspenso de encontrar un momento en el que puedas estar solo en la computadora y
alerta para asegurarte de que nadie venga. Estos riesgos se suman al nivel de riesgo-emoción al
tomar participación privada de la pornografía.

El riesgo es uno de los principales factores que contribuyen a que el pecado sexual crezca
inevitablemente en su expresión. Una vez que algo ha sido experimentado se vuelve más
manejable (factor de riesgo reducido). Por lo tanto, verás pornografía en momentos en los que no
estés «tan solo» en casa o permitirás que la comunicación o el coqueteo con tu cómplice de
adulterio se dé en entornos o canales más abiertos.

«En el caso de la lujuria, no existe tal cosa como “todo el camino”. En definitiva, la lujuria no
desea la relación sexual, desea lo prohibido y está dispuesta a hacerte caer cada vez más
profundo en la perversión si le consientes su última petición.» Joshua Harris en Ni aun se
nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

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«El peligro y la excitación son los primos que se besan en las aventuras amorosas (p. 46).»
Harry Schaumburg en La adicción sexual

«Los adictos al sexo sexualizan la mayoría de las situaciones y ven algo de humor sexual en
ellas. Los chistes sexuales se pueden utilizar para reclutar nuevas parejas sexuales. Los
adictos al sexo pueden medir la reacción de una persona que escucha su broma sexual, y si
esa reacción es favorable, el nivel de compromiso sexual podría elevarse un paso más (p.
66).» Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual.

El riesgo puede ser la razón principal por la que el pecado sexual siempre queda expuesto. La
sexualidad es adicta al riesgo. Incluso en un matrimonio saludable el riesgo del pecado sexual tiene
su contraparte: la vulnerabilidad (a medida que leas estos materiales aprenderás que es un buen
concepto). El riesgo que alimenta tu pecado sexual tiene su contraparte igualmente poderosa y
viene sin el sabor posterior de la vergüenza una vez que aprendes a vivir a la luz de la integridad
sexual.

Pregunta: ¿Cómo ha cambiado el riesgo de la lujuria la relación contigo mismo, con los demás
(especialmente con tu cónyuge) y con Dios? ¿Has estado asustado o asqueado por la magnitud de
tu pecado?

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Etapa cuatro: Conquista

El sexo no sólo es poderoso, se trata de poder. Lee 1 Corintios 6:15-7:4. Cuando tienes sexo con
alguien te unes a esa persona (6:16) y, en cierto sentido, se pertenecen el uno al otro (7:4). Es por
eso que la expresión de la lujuria de una persona a otra es «deseo tenerlo». Por esa razón, las
personas creen que se sentirán más confiadas o seguras si pueden tener relaciones sexuales con
alguien a quien estiman por lo bello o importante. Esta mentira (el sexo me dará confianza o
seguridad) es la razón por la que la victoria del sexo nunca es satisfecha y continuamente pide
más. Incluso cuando conquistas sexualmente y ganas el «premio», te das cuenta de que el tesoro
que querías no estaba en el cofre. Por eso, como un tonto pirata, sigues conquistando otros
«barcos» buscando el tesoro que hará que no quieras robar más.

«En lugar de la imagen de la olla a presión que necesita ser liberada periódicamente, la Biblia
habla del pecado como esclavitud, confusión y cautiverio. El pecado toca a nuestra puerta
esperando controlarnos (Génesis 4:7). Cuanto más complaces tus deseos pecaminosos, más
fuertes se vuelven. Cuando cedes a la tentación, la tentación desaparece, pero sólo por poco
40
tiempo. La lujuria regresa, pronto y con más fuerza que antes (p. 91)... La masturbación no
alivia la tensión sexual, sólo por un corto tiempo. De hecho, la alimenta, refuerza los
pensamientos sexuales y, por lo tanto, la tentación suele regresar rápido y con más fuerza
(p. 92).» Tim Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»).

Pregunta: ¿Cómo ha cambiado la conquista de la lujuria la relación contigo mismo, con los demás
(especialmente con tu cónyuge) y con Dios?

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Etapa cinco: Aislamiento

El pecado sexual es como beber agua salada. Cuando tienes sed, el agua salada luce refrescante,
pero cuando la bebes, sólo vuelves a tener más sed. Cuando te sientes solo, aburrido, estresado o
enojado, el pecado sexual luce como una buena compañía. Da entretenimiento, alivio o venganza
(hablaremos más acerca de estas motivaciones en el capítulo tres). Pero cuando participas del
pecado sexual sólo te vuelves más solitario, más aburrido de la vida real, más estresado, irritable
o a la defensiva.

«Tratar de curar la angustia con lo mismo que la causó es típicamente el mecanismo que
encierra al adicto en una trampa.» Cornelius Plantinga Jr. en El pecado: Las cosas no son
como deberían ser.

El resultado inevitable del pecado sexual es peor que aquello de lo que estás tratando de escapar.
Esto sucede cuando te sientes distanciado de Dios y de las relaciones reales con personas reales
con las que podrías compartir y celebrar. Hasta que des un paso definitivo para confesar
abiertamente tu pecado y abandonarlo, continuarás bebiendo el agua salada del pecado sexual al
perpetuamente disminuir e intensificar la sed que buscas saciar.

Pregunta: ¿Cómo ha cambiado el aislamiento de la lujuria la relación contigo mismo, con los demás
(especialmente con tu cónyuge) y con Dios?

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El impacto que mi pecado tiene en los demás

El pecado no es domesticable. No se mantendrá bajo tu control, ni se desempeñará solamente en


el ámbito de la vida que le asignes. El pecado es salvaje y una vez que es desatado, ya no puedes
controlar el daño que hará. Esto significa que, aun pretendiéndolo o no, tu pecado ha afectado a
muchas personas en tu vida. Reconocer el alcance y el impacto de tu pecado, implicará considerar
a los demás en formas en las que no lo hiciste cuando estabas enfocado en tu pecado.

«Los adictos no están profundamente preocupados por las otras personas que se ven
afectadas por sus acciones. En definitiva, suplir sus propias necesidades es lo más
importante.» Harry Schaumburg en La adicción sexual

En esta sección, verás cuatro grupos de personas que podrían ser afectadas por tu pecado sexual:
amigos que realmente no te conocen, el sexo opuesto por el que tienes expectativas
distorsionadas, tu cónyuge e hijos (si estás casado) y tu cómplice de adulterio y su familia (si tienes
relaciones sexuales extramaritales). La reflexión que hagas en esta sección preparará el escenario
para el capítulo cinco cuando te confieses delante de aquellos que fueron afectados por tu pecado.

Amigos que no te conocen

Empieza por hacer una lista de los secretos que guardas o mentiras que has dicho acerca de tu
pecado sexual (columna uno). No te excuses diciendo que tienes demasiados. Cuanto más esperes
para ser honesto, más larga será la lista. Para comenzar a recopilar esta lista, regresa a la sección
«Ambos: lujuria y mentira» en el capítulo uno y revisa las notas que hiciste allí. Luego, haz una lista
de las personas que se han visto afectadas por tus secretos y mentiras. En el cuadro a
continuación, puedes enumerar varios nombres en la columna dos para cada secreto o mentira.
Finalmente, describe cómo la ausencia de información o la presencia de información falsa ha
impactado negativamente cada relación (columna tres).

Lee Hebreos 3:12-14. Puedes sentirte tentado a pensar que esta lista es algo que estás haciendo
como una forma de llevar tu castigo, pero no es así. Las relaciones transparentes son una de las
principales formas en que Dios intenta protegernos del pecado. Sea o no cómodo para ti, debes
desear que la gente te conozca. Hasta que estés dispuesto a ser conocido por las personas que te
aman, la historia de ficción del pecado sexual será demasiado fuerte para que la resistas solo.
Permitiendo que la gente te conozca diariamente evitarás ser endurecido por el engaño del
pecado (v. 13).

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Secretos / Mentiras Personas relevantes que no lo Impacto en nuestra relación
saben
Atracción por un compañero de Esposo El jefe asigna el trabajo no muy
trabajo o el cónyuge de tu mejor Jefe sabiamente.
amigo (a). Grupo de Estudio Bíblico El «secreto» crea una brecha con
mi cónyuge.
Las conversaciones con mi grupo
de estudio bíblico y la rendición de
cuentas se vuelven superficiales.

Expectativas acerca del sexo opuesto

El pecado sexual cambia nuestras expectativas acerca del sexo opuesto. Cuando la sexualidad se
usa para satisfacerse a uno mismo en lugar de servir a otros, tu perspectiva tanto del sexo como
del género se distorsiona. Uno de los impactos imperceptibles del pecado sexual es la forma en
que magnifica las diferencias naturales del género.

Cuando los hombres se involucran en el pecado sexual (impulsado por narradores profesionales
de historias pornográficas o una amante «perfecta»), los distintivos masculinos naturales mutan
al punto de que se vuelven cada vez más incompatibles con una mujer real en una relación real.
Del mismo modo, cuando la mujer se involucra en el pecado sexual (alimentada por los narradores
profesionales de historias románticas o un hombre «perfecto»), los distintivos femeninos
naturales mutan al punto de que se vuelven cada vez más incompatibles con un hombre real en
una relación real.

«Lo que a menudo se pasa por alto aquí es que la pornografía y el sexo que honra a Dios
dentro del matrimonio son cosas completamente diferentes. La idea de "el matrimonio lo
arreglará todo" asume una medida de igualdad entre el sexo ilegítimo y egoísta, y el sexo
legítimo dentro del matrimonio.» Tim Challies en Limpia tu Mente.

Pregunta: ¿Cómo han cambiado tus expectativas sobre tu cónyuge y el sexo opuesto?

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_____________________________________________________________________________________

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Cónyuge e hijos

Esta no es una carta de culpabilidad. Si estás casado, debes enfrentar los efectos de tu pecado en
tu familia o tus intentos de la restauración serán tan egoístas como tu pecado sexual. No puedes
simplemente decir que sabes que lo que hiciste estuvo mal y seguir adelante. Esto obliga a que tu
familia cargue con un peso indebido por las consecuencias de tu pecado y a ti te permite desistir
en ayudar a soportar la carga que tu pecado puso sobre ellos.

En esta etapa, lo más importante que puedes hacer por tu cónyuge es hacer una confesión
completa y honesta. En el capítulo cinco, en la sección «Cómo confesarlo (más que revelarlo)»
tienes una guía adicional sobre cómo confesar tu pecado sexual a tu cónyuge de una manera
honesta, pero sin que esto contribuya al trauma que experimenta él o ella.

«(Testimonio de un cónyuge) Hubo varias confesiones importantes durante seis meses. Yo


estaba completamente devastada, pero él siguió revelando verdades a medias, que sólo
aumentaron mi dolor y empeoraron la situación. Cada nueva confesión era como revivir el
dolor inicial. Ojalá la verdad se hubiera confesado de una sola vez y no poco a poco (p. 27).»
Stephanie Carnes en Mendling a Shattered Heart (traducido como «Reparando un corazón
destrozado»)

En el caso de tus hijos, lo más importante que puedes hacer es participar activamente en el
proceso de cambio y comenzar a tener conversaciones honestas y apropiadas para su edad sobre
tu pecado y tu sexualidad como se describe en el Apéndice C. No pongas a tu cónyuge en la
posición de tener que llevar estas conversaciones solo(a) ni dejes que tus hijos le den sentido al
impacto de lo ocurrido por su propia cuenta.

«La pornografía también pone en peligro a tus hijos. Más de uno de cada diez hombres en
mi encuesta dijeron que encontraron pornografía por primera vez cuando encontraron el
escondite "secreto" de su padre... (Testimonio de la encuesta) "Eso me hizo pensar dos cosas
(contrastes). Primero, me hizo creer que lo que hice estuvo bien. Segundo, sentí
resentimiento hacia mi padre porque me hizo pensar que estaba bien". El efecto en tus hijos
será mayor que esto. Ya sea que tus hijos la encuentren o no, la pornografía afectará tu
autoridad moral dentro del hogar (p. 26)». Tim Chester en Closing the Window (traducido
como «Cerrando la ventana»)

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Cómplice de adulterio y su familia

Si bien esto debería estar al final de tu lista de prioridades, a menudo es la principal preocupación
para las personas que salen de una relación adúltera. Pecaste contra tu cómplice de adulterio y su
familia. Si tu pareja adúltera estaba casada, debes tener mayor remordimiento por su cónyuge e
hijos que por ella. Si eso no es lo que dicen tus emociones, entonces debes tomarlo como una
fuerte advertencia sobre la falta de claridad emocional que estás experimentando.
Independientemente de lo mal que te sientas, a menos que tu pecado sexual haya resultado en el
nacimiento de un hijo, no debes tener ningún contacto más allá de lo necesario para terminar la
relación como se describe en el Apéndice B. La mayor bendición que puedes darle a la familia de
tu cómplice de adulterio es eliminar la tentación del pecado sexual de su cónyuge y padre/madre.
Ni siquiera ores por el bienestar de tu cómplice de adulterio. La mejor respuesta a esa oración que
Dios podría dar sería que él/ella se volviera irrelevante para ti y tú para él/ella. Orar por el bienestar
de tu cómplice de adulterio sólo sirve para interferir en cómo Dios contestaría a tu oración.

Conversaciones de ánimo para RECONOCER el pecado sexual


Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente, y así te ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.
● ¿He completado a cabalidad y cuidadosamente mi confesión?
● ¿He considerado cuidadosa y minuciosamente el impacto de mi pecado sexual en mí y
en los demás?
Con cada paso, te recomendamos confiar al menos un nuevo elemento de tu lucha contra el
pecado sexual a tu compañero de ánimo y que te comprometas a restringir tu pecado. Estos
compromisos son preliminares al capítulo seis «reestructura tu vida», pero sirven para
estimular el progreso mientras llegas a ese punto.

● _____________________________________________________________________
● _____________________________________________________________________

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Capítulo 3
«No me di cuenta…»
ENTIENDE el origen, el motivo y la historia de tu pecado.

«Yo no sé todo lo que tengo que conocer sobre mí mismo o mi lucha con el pecado sexual. Sé
que mi corazón se resiste a ser conocido (Jeremías 17:9), y que la lujuria revela las cosas que son
más importantes para mí (Lucas 6:45). Me estoy dando cuenta de que los deseos [enlista] me
llevan al pecado sexual y que las experiencias [enlista] han contribuido a fortalecer esos deseos.
Creo que Dios me satisface más que esos deseos.»

Memoriza: Santiago 1:14-15 (NBLA) «Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido
por su propia pasión. Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el
pecado es consumado, engendra la muerte.» Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos
puntos clave:
● «Cada persona» – Debes oponerte a la mentira que dice que tu circunstancia es única, y
que por eso el pecado es aceptable.
● «Atraído y seducido» – Es raro sentir que la tentación es la manera en que el pecado te
atrapa. Persigues la carnada e ignoras el anzuelo.
● «Sus propios deseos» – El final del «camino del por qué» siempre estará arraigado en
deseos personales que se han hecho muy grandes.
● «Da a luz el pecado» – El deseo es más que un sentimiento; es la adoración que concebirá
la vida o la muerte en ti.
● «Da a luz la muerte» – Algo está a punto de morir en tu vida: tu alma y tu matrimonio o tu
pecado. Tú eliges.

Notas de Enseñanza

«El adulterio es un pecado de igualdad de oportunidades. Trasciende la posición social, la


inteligencia, la edad, la raza, la religión y la madurez espiritual.» Gary y Mona Shriver en Infidelidad:
esperanza y sanidad después del adulterio

«La fantasía puede producir sustancias químicas llamadas catecolaminas en los centros de placer
del cerebro que alteran positivamente el estado de ánimo e incluso pueden tener efectos similares
a los narcóticos. El adicto utiliza entonces estos efectos para escapar de las emociones
desagradables, para cambiar los sentimientos negativos por positivos e incluso para reducir el
estrés.» Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual

«Cada uno de nosotros es único en la manera en que somos tentados a la lujuria (p.62)… Me ayuda
a recordar que mis ojos están activamente obedeciendo a mi corazón. No tienen una mente
propia.» Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

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«No es difícil ver cómo la pornografía se alimenta de estas expectativas culturales. Crea una
fantasía que se ajusta perfectamente a cada uno de estos miedos. Si le temes al fracaso, entonces
la pornografía te promete éxito – siempre tendrás a la mujer. Si tienes miedo al rechazo, la
pornografía te promete la aprobación – una mujer te va a adorar. Si le tienes miedo a la debilidad,
entonces la pornografía te promete fuerza – las mujeres están bajo tu dominio (p.50).» Tim
Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)

«Vemos algo (una persona o fantasía) que creemos cambiará nuestra situación. Nuestro engañoso
corazón se compra una promesa falsa y vacía: la promesa de alivio, de aceptación, de realización.
Una vez que el corazón engañado cree la promesa, concibe un pecado que lleva a la muerte
(p.64).» Harry Schaumburg en False Intimacy (traducido como «Falsa Intimidad»)

«Aquellos que han experimentado las llamas inextinguibles de la ardiente lujuria pueden entender
porqué los padres de la iglesia primitiva consideraban que el peor aspecto del infierno es que una
persona sea abandonada a sus propios deseos sin posibilidad de satisfacerlos.» Steve Gallagher en
En el altar de la idolatría sexual

«En varias ocasiones, el adulterio no se centra en sexo. El sexo se vuelve una parte, pero puede
haber iniciado como una amistad comprensiva o un coqueteo de oficina que garantiza alimentar
el ego. Para algunos es la emoción de lo ilícito y una extraña sensación de aventura. A menudo,
una vez que la persecución ha terminado, la emoción y la atracción desaparecen. La curiosidad
sexual y la frustración inician algunas relaciones extramaritales, pero el sexo es sólo una de las
muchas razones por las que se producen las aventuras.» Doug Rosenau en Una celebración del
sexo

Aplicación Personal

¿Por qué? ¿Por qué? ¡¿Por qué?! Esta es una pregunta incómoda. En cuanto respondes
«porque...», corres el riesgo de echarle la culpa a alguien más y ya hemos hablado sobre los riesgos
de esto. Pero la ausencia de un «porque…» daría a entender que eres capaz de decir «¡Basta ya!»,
y si ese fuera el caso, no estarías leyendo estos materiales.
Parte de esta confusión comienza por cómo ves comúnmente a las personas. Es habitual pensar
acerca de ti mismo como una persona básicamente buena que, si no fuera por la influencia
externa, no harías cosas malas; actuar egoístamente, traicionar, sacrificar cosas muy importantes
por otras no importantes.

«El poder de toda tentación es la perspectiva de que eso me hará más feliz. Nadie peca por
un sentido del deber.» John Piper en Gracia Venidera.

Naces roto, retorcido y desordenado. Naces con una inclinación hacia el yo, y experimentas la vida
de forma egocéntrica (atrapado en tu cuerpo, literalmente sólo ves el mundo a través de tus ojos
y lo interpretas a través de tus propias experiencias y deseos). Esto no significa que no seas capaz
de amar. Significa que se te debe ordenar y capacitar para amar a Dios y a los demás, porque tu
naturaleza pecaminosa hace que de manera innata te centres en el yo.

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Algunos consideran esto para explicar que la historia personal (por ejemplo: experiencias de
abuso, rechazo, fracaso o abandono) no tiene trascendencia en el pecado sexual. Pero esto traza
una distinción innecesaria entre tu pecado y tu historia personal. Aunque pecas porque eres
pecador, tu apetito y esclavitud a determinados pecados tienen historias. Entender estas historias
puede mejorar tu habilidad de cooperar o aplicar el poder de Dios para cambiar.

Hay dos verdades que debes equilibrar mientras avanzas en este capítulo, si no lo haces, caerás
en vergüenza/desesperación o le echarás la culpa a otros. Primero, el pecado revela tu corazón,
así que eres responsable de tu pecado y el cambio requerirá morir a ti mismo. Segundo, tu corazón
tiene una historia y Dios desea hacer algo más que eliminar el pecado; Dios quiere redimir tu
historia al reemplazar mentiras con verdad, desesperanza con esperanza, y tu propio yo con Él
mismo.

Este capítulo se divide en tres grandes secciones:


1. Aprendiendo la historia de mi pecado.
2. Identificando los motivos de mi pecado.
3. Conquistando la lucha actual.

Aprendiendo la historia de mi pecado

El objetivo de aprender la historia de tu pecado es recopilar partes relevantes de tu experiencia


de vida. Mientras lo haces, puede haber muchas preguntas para las que no tendrás respuestas
(por ejemplo: acciones claras y prácticas que contrarresten la influencia de tu historia). Eso está
bien. Pero cuando tengas respuestas, haz una lista de las experiencias que han detonado la
pregunta.

Quizá no llegará el momento en que puedas unir los puntos y descubrir el panorama completo.
Pero, incluso el hecho de reflexionar sobre las partes relevantes de tu historia, a la luz del daño
causado por tus elecciones pecaminosas, debería minimizar la credibilidad de las mentiras que
sustentan tu pecado (y todo pecado pretende hacerte creer ciertas mentiras para hacerlo parecer
aceptable o atractivo).

Hacer que tenga sentido no justifica tu pecado, pero es útil para ver porqué las mentiras (que
ahora son obviamente falsas y destructivas) parecían convincentes y atractivas durante los
momentos de tentación. Es como el momento en el que te das cuenta de que tu habitual malestar
estomacal está relacionado con la intolerancia a la lactosa o que tu constante fatiga se debe a tu
apnea del sueño. Entender esto no elimina el problema, pero evidencia la necesidad de un
cambio.

Aprendiendo sobre sexo: La manera en que aprendes algo tiene un gran impacto en lo que
haces con eso. El impacto puede deberse a lo que has aprendido. Si lo primero que
aprendes acerca de algo es información incorrecta, ésta tendrá un gran impacto. El tono
de la experiencia de aprendizaje también es poderoso. Te enseña si un tema es seguro,
bueno, limpio, sucio, casual, secreto o sagrado.

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● ¿Cómo aprendiste acerca del sexo?
● ¿Quién te enseñó acerca de sexo?
● ¿Fue completo, preciso y a una edad apropiada o fue sucio, inapropiado y
prematuro?
● ¿Se te permitió hacer preguntas o tuviste que aprender por curiosidad y
exploración?

Las primeras experiencias sexuales: Las primeras experiencias sexuales causan una
impresión. Marcan la pauta para las siguientes experiencias y se vuelven la base de tus
expectativas. Las primeras experiencias son lo que consideras normal, hasta que algo
significativo cambia tu perspectiva sobre ese evento o actividad.
● ¿Recuerdas la primera vez que te sentiste atraído por una persona del sexo
opuesto?
● ¿Cuándo comenzaste a experimentar la masturbación o cómo se te presentó esa
práctica por primera vez?

«Primero, creo que los cristianos le dan demasiada importancia a la masturbación,


se obsesionan sobre el hecho y descuidan los temas más importantes del corazón...
la masturbación no es un hábito obsceno que ensucia a las personas. Sólo revela la
suciedad que ya hay en nuestros corazones... la masturbación está basada en una
visión egoísta del sexo. Esta actitud equivocada indica que el sexo es sólo acerca de
ti y de tu propio placer.» Joshua Harris en Ni aún se nombre. El sexo no es el
problema (la lujuria sí)

● ¿Cuándo fue tu primera relación de pareja y cómo fue?


● ¿Cómo fueron tus primeras experiencias al tomar la mano de alguien más? ¿Y cómo
fueron tus primeras experiencias con los besos, las caricias y con el acto sexual?
● ¿Alguna vez te tocaron de manera inapropiada en tu niñez?
● ¿Alguna vez te expusieron a material sexual (pornografía) o a alguna actividad
sexual (abuso) cuando eras niño o joven?

La historia familiar relacionada al sexo y al afecto: La familia es el lugar donde desarrollas


tu sentido de pertenencia y donde distingues si el amor está disponible, si se tiene que
ganar o si es peligroso. Estilos particulares de interacción o algunos tipos de afecto pueden
ganar protagonismo en tu vida en función a su disponibilidad, a su escasez o al rol que
desempeñaban dentro de la familia.
● ¿Tus padres fueron cariñosos uno con el otro y con sus hijos?
● ¿En tu hogar se hacían cumplidos abiertamente?
● ¿Con cuánta frecuencia tu familia hablaba de su día y expresaba interés por la vida
de los demás?
● ¿Cómo era el estilo de disciplina en tu familia: poder, culpa, ejemplo, ninguno, etc.?
● ¿Tus padres hablaban de sexo cómodamente, crudamente o no tocaban el tema?
● ¿Fuiste consciente de alguna infidelidad o pecado sexual entre tus padres?

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● ¿Qué reglas o patrones familiares hacían más o menos atractivas la autenticidad y
la vulnerabilidad?

El estilo personal de relacionarse: Todas las personalidades y temperamentos luchan con


el pecado sexual. Pero los valores que se expresan en tu personalidad y temperamento,
influyen en la manera en que un pecado es particularmente atractivo para ti. Por ejemplo:
a un extrovertido puede gustarle la variedad de pornografía, mientras que un introvertido
puede verse atraído por su anonimato.
● ¿Estar con la gente te llena de energía o te agota?
● ¿Prefieres la ficción o la realidad?
● ¿En una relación prefieres buscar o que te busquen?
● ¿Cómo tratas con la culpa, la vergüenza y la decepción?
● ¿Te sientes cómodo expresando o poniendo en palabras tus emociones?
● ¿Cuántas relaciones importantes de amistad tienes con personas del mismo sexo?
● ¿A quién le confías tus miedos, luchas y tentaciones?

El uso del tiempo y el manejo de estrés: El pecado sexual requiere tiempo. De manera más
específica, requiere tiempo lejos de la gente, especialmente de aquellos que serían una
buena influencia en tu vida. Una de las razones más comunes para engancharse en un
pecado sexual es para encontrar alivio o para escapar del estrés. Por estas razones, tu
horario y uso del tiempo, son importantes.
● ¿A quién le rindes cuentas acerca de cómo usas el tiempo (amigo, cónyuge, jefe,
etc.)?
● ¿Tus expectativas personales actuales se ajustan a una semana de 168 horas?
¿Estás tratando de hacer más de lo que se puede con el tiempo que Dios te ha
dado? ¿Tienes expectativas sobre ti mismo que exceden las expectativas que Dios
tiene sobre ti?
● ¿Has revisado tu horario para asegurarte de que lo más importante de tu vida tiene
la prioridad en tu agenda? ¿Qué revelan sobre la santidad de tus deseos, las
primeras cosas a las que te dedicas en el día?
● ¿Cuánto duermes cada noche? ¿Estás honrando el hecho de que Dios te hizo un
ser humano finito y que has sido llamado a descansar o estás tratando de ser un
súper humano?

La historia sexual en curso: Esta es la información que completaste en el capítulo dos. Es


un documento activo (esto significa que es un documento que debes actualizar a medida
que Dios y este estudio traigan más cosas a tu memoria) que está creado para ayudarte a
conocerte mejor. Quizá también pueda ser usado en una confesión, pero su propósito
inicial es servir como espejo para ayudarte a verte a ti mismo de manera precisa a medida
que avanzas en este estudio.
El significado que se le ha dado al sexo: Aquí la historia se mezcla con el motivo. En última
instancia, es a partir de tu historia que le das significado al sexo: es poder, es amor, es

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libre, es insignificante, es un arma, es una amenaza, etc. El sexo no tiene que tener sólo un
significado, pero mientras avances por esta sección a la siguiente, reconocerás que no
estás dejando la historia atrás. Al contrario, estás distinguiendo el significado que tu
historia le ha asignado a tu pecado.

Identificando los motivos de mi pecado

Muchas veces los detonadores y motivadores son considerados como dos cosas diferentes y sí
existen diferencias. Pero esas diferencias son más como las dos caras de una misma moneda, que
como manzanas y naranjas. En esta sección reconocerás las cosas que desencadenaron tu pecado
sexual y los motivos relacionados a esos detonadores.

1. Aburrimiento (el pecado como gozo): Cuando el aburrimiento es el detonante de tu pecado


sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu gozo. Cuando había un momento libre para ser
ocupado por algo de tu elección, buscaste el pecado para llenar el vacío, en lugar de buscar a Dios
o cualquiera de Sus placeres legítimos. Comenzaste a perder interés por placeres piadosos, como
el niño que come dulces y después ya no quiere comida saludable. Aunque se sienta lento por los
altibajos que ocasiona el consumo de golosinas, no logra entender que se siente así por lo que
comió, y entonces va y busca otro subidón de azúcar como la solución obvia para sentirse más
activo.
«El sexo no es lo máximo… los ídolos comienzan como cosas buenas a las cuales les damos
mucha importancia, y pocas cosas se desplazan hacia la idolatría con tanta frecuencia o
poder, como el sexo. Permitimos que una bendición de Dios sustituya al Dios que nos dio
esa bendición. El sexo es bueno, incluso genial, pero no es lo máximo (p.61).» Tim Challies
en Limpia tu mente

Lee Nehemías 8:9-12. Dios es un Dios de grandes gozos y placeres. Puede que veas a Dios como
alguien muy serio y piensas que la diversión tiene que estar en la dirección opuesta a Él. Cuando
Dios llamó a Israel al arrepentimiento a través de Nehemías y Esdras, Él les pidió que expresaran
su arrepentimiento en una celebración. Si el aburrimiento te lleva a pecar, entonces deja que este
pasaje rete tu forma de ver a Dios.

2. Soledad (el pecado como amigo): Cuando la soledad es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu amigo. El pecado sexual siempre ha sido relacional, sin
importar si la relación es ficticia o física, así que se ajusta bien a la soledad. Es como si tu pecado
(una persona, un chat, o un video) te dijera «cuéntame tus problemas». Te sientes bien al acercar
una silla y desahogarte. A medida que aligeras tu corazón a través del pecado sexual, hablar con
una persona real o alguien ajeno a tu pecado, se vuelve demasiado arriesgado. Ahora temes ser
juzgado o conocido por alguien que no sea tu «amigo».
«Puedo crear un mundo perfecto. Las cosas siempre salen exactamente a mi manera. Las
personas hacen exactamente lo que quiero. Yo siempre estoy arriba. La fantasía es un

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alimentador genial del ego (p.19).» Testimonio anónimo en Pornography: Slaying the dragon
(traducido como «Pornografía: matando al dragón») de David Powlison

Lee Proverbios 27:6: Cuando estás cometiendo pecado sexual escribes este proverbio al revés.
Crees que «fieles son los besos del enemigo; pero engañosas las heridas del amigo». Cuando el
pecado invierte los roles de amigo y enemigo, entonces te ha atrapado hasta que reetiquetes
correctamente a las personas que están en tu vida. Si la soledad te lleva al pecado sexual, entonces
examina en oración a quién o a qué estás llamando amigo.

3. Estrés (el pecado como consuelo): Cuando el estrés es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu consuelo. Corres hacia eso, hacia él o hacia ella. El
pecado hace que las cosas parezcan mejores (al menos hasta que eso, él o ella, permanezcan
escondidos y te mantengan para sí mismos). Sin embargo, el consuelo se vuelve una cualidad
adictiva. El estrés del que te sientes aliviado se multiplica debido al estrés que tu pecado crea. Esto
te mantiene en un ciclo de estrés, en el que regresas continuamente a la fuente primaria de estrés
para encontrar alivio.
Lee Juan 14:25-31: Jesús describe al Espíritu Santo como el Ayudador, el Consolador (v.26) y como
la fuente de paz que es distinta a la paz del mundo, la cual siempre nos lleva de nuevo al temor
(v.27). Si una fuente de consuelo no te permite ser más real con más personas, entonces no es un
consuelo verdadero. Es una droga que te adormece antes de enfermarte. Si el estrés te lleva a
pecar sexualmente, entonces examina si tu consuelo es real o es una forma de automedicación
relacional.

4. Frustración (el pecado como paz): Cuando la frustración es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu fuente de paz. El pecado es tratado como un oasis.
Cuando esto ocurre, consideras que el pecado es un lugar seguro, al compararlo con los aspectos
molestos de tu vida. Esto hace que el pecado sea tu amigo y cualquier persona o cosa que se
oponga o interfiera con tu pecado, es tu enemigo.
Lee Romanos 16:17-20 y 1 Tesalonicenses 5:22-24: Nota que cada uno de los pasajes se refiere a
conocer al Dios de paz como la alternativa a caer en tentaciones. El lugar al que acudes por paz,
revela tu carácter. Una vez que declares a algo o a alguien como la fuente de tu paz, le serás leal
y obediente.

5. Fatiga (el pecado como fuente de vida): Cuando la fatiga es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu fuente de vida. Acudes al pecado como un estímulo
que te ayude a llegar al final del día. Pensar en tu pecado te hace seguir adelante cuando en
realidad quisieras rendirte. La adrenalina de la satisfacción sexual (física o romántica) se convierte
en una droga que utilizas para estimularte artificialmente y empiezas a preguntarte si podrías vivir
sin ella.
Lee 2 Corintios 4:7-18: Este pasaje usa muchas palabras que pueden ser sinónimos de fatiga:
afligido (v.8), perplejo (v.8), perseguido (v.9), derribado (v.9) y desfallecido (v.16). La fatiga puede
hacerte sentir solo y el pecado sexual puede convertirse en tu compañero de vida. Pablo dice que

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sólo Cristo puede ser la vida que contrarreste la agobiante muerte que te rodea (v. 10-12). Dudar
de esa verdad revela que estás creyendo mentiras (o al menos escuchándolas atentamente).

6. Dolor (el pecado como refugio): Cuando el dolor es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu refugio. En los momentos en los que escapas a través
de tu pecado, desarrollas una creciente lealtad hacia éste y te sientes protegido de la vida. En
realidad, tu pecado sexual proporciona tanta protección como las sábanas con las que un niño se
tapa la cabeza, pero en tu momento de dolor agradeces incluso el pseudo-refugio que el pecado
te brinda.
Lee Salmos 31: Este Salmo alterna entre un clamor por ayuda y una canción de confianza. En este
Salmo se revela la realidad con la que la Palabra habla a la vida. El pecado sexual es un pseudo-
refugio disponible cuando tú lo quieras. Incluso cuando no puedes obtener el pecado, puedes
fantasear sobre su presencia. El verdadero refugio que Dios te da, está al alcance de una oración,
la cual requiere el mismo esfuerzo que una fantasía, sin embargo, la oración o la meditación sí te
libera verdaderamente a través de la guía de las Escrituras, la presencia de Su Espíritu y la
participación de Su pueblo.

7. Traición (el pecado como venganza): Cuando la traición es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu venganza. La traición puede ser muy poderosa
(especialmente la traición sexual), entonces decides usar ese poder para vengarte de aquellos que
te han herido. Estás cegado por el dolor, e intentas usar ese dolor para vencer el dolor, pero lo
único que logras es multiplicar el dolor. Caes en un círculo vicioso infinito que alterna traición y
vergüenza, a pesar de saber que esto sólo perpetúa el dolor.
Lee Romanos 12:17-21: Es muy tentador leer este pasaje como si fuera Dios quien te impidiera
experimentar alivio y satisfacción. Pero en realidad es Dios quien te impide convertir la traición en
auto destrucción. Dios no omite la venganza, sólo dice que Él es el único que puede encargarse
del poder de la venganza sin ser vencido por ella. El pecado jamás puede conquistar al pecado;
como el aceite no puede remover una mancha de la ropa. Es tonto creer que tu pecado sexual
puede hacer lo que sólo puede hacer la muerte de Cristo en la cruz – traer justicia a la injusticia.

8. Amargura (el pecado como justicia): Cuando la amargura es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu justicia. Si el pecado como venganza es rápido y
enérgico, entonces el pecado como justicia es lento y frío. Ya no buscas herir a otro con tus
acciones; ahora simplemente estás curando tu herida. Si tratas de explicar tu pecado con palabras,
tendrías que decir que crees que tu pecado ha tenido cierto poder sanador. Pero como eso no
tiene sentido, justificas tu pecado poniendo por delante el pecado que cometieron en tu contra.
Lee Hebreos 12:15-17: En este pasaje una raíz de amargura está directamente relacionada al
pecado sexual (v.16). Cuando la amargura distorsiona tu perspectiva, cambiarás cosas de gran
valor (tu integridad y/o unidad familiar) por cosas de poco valor (alivio sexual o una fantasía que
cobra vida brevemente), como Esaú, que vendió su primogenitura por un tazón de sopa.

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9. Oportunidad (el pecado como placer): Cuando la oportunidad es el detonante de tu pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu placer. Normalmente el pecado sexual requiere
solamente tiempo a solas con la computadora, un momento libre para mandar un mensaje, o una
persona del sexo opuesto dispuesta a «hablar», es decir, a coquetear o a ayudarte a llevar tus
cargas. Cuando éste es el caso, el pecado sexual se convierte en tu recreación predeterminada; tu
pasatiempo preferido. Cuanto más se filtre tu pecado sexual en las situaciones cotidianas de la
vida, más profundos tendrán que ser los cambios de estilo de vida y los cambios del corazón
necesarios para desarraigar ese pecado.
Lee Filipenses 3:17-21: Pablo se dirige a aquellos cuyo dios es el vientre (v.19). Estas personas
tienen apetitos básicos y las partes mundanas de su vida están en desacuerdo con Dios. Pablo lloró
al pensar en personas en esta condición (v.18). Lo más probable es que hayan estado tan cómodos
sirviendo a sus apetitos que parecía extraño que Pablo estuviera clamando por un cambio radical
en ellos. Si la mera oportunidad se ha convertido en el principal desencadenante de tu pecado,
¡deja que este pasaje te despierte!

10. Rechazo (el pecado como comodidad): Cuando el rechazo es el detonante de tu pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu comodidad. La cultura actual ha hecho que las
cosas hechas por miedo al rechazo parezcan imparciales; como si pecar por defenderte invalidara
la maldad del pecado; como si te convirtieras en la víctima de tu propio pecado cuando temes al
rechazo. El problema con el miedo al rechazo es que te vuelve necio. Sólo el temor del Señor puede
hacerte sabio (Proverbios 1:7). Cuando reaccionas por miedo al rechazo, naturalmente buscas el
consuelo de la gente en lugar del consuelo de Dios.
«Una vez que entendemos que el objetivo principal de la conducta sexual adictiva es evitar
el dolor relacional – esencialmente, controlar la vida – podemos empezar a descubrir el
problema central (p. 20)… Varios niveles por debajo de la superficie hay una fuerza integral
y omnipresente que exige el derecho a evitar el dolor y experimentar la autorrealización.
Esta energía egocéntrica es la esencia misma de lo que la Biblia llama pecado (p.24).» Harry
Schaumburg en False Intimacy (traducido como «Falsa Intimidad»)

Lee Proverbios 29:25: En las Escrituras el miedo al rechazo es llamado el temor del hombre. No se
puede considerar algo inocente, ya que reemplaza a Dios como el Único para cuya aprobación
vivimos. Son los valores, el carácter y las preferencias de aquel a quien tememos las que influyen
en nuestras decisiones, emociones, moralidad y respuestas instintivas. Si el rechazo es tu principal
motivo para el pecado sexual, permite que este pasaje desafíe la orientación de tu vida.

11. Fracaso (el pecado como éxito): Cuando el fracaso es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu éxito. En la fantasía del mundo del pecado sexual
(pornografía, romance virtual o adulterio) siempre ganas. Tú te quedas con la chica. Tú eres la
bella que es rescatada. Nada en la vida real puede competir con el éxito temprano del pecado. El
pecado paga por adelantado, pero te cobra después. El verdadero éxito cobra por adelantado,
pero después obtienes las ganancias. En los matrimonios saludables, el sacrificio es una parte
primordial de la alegría. Ceder al pecado sexual como una forma de éxito, te llevará a desear la

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clase de éxito que destruye a una familia. Si la relación de adulterio se hace permanente, se
convertirá en una relación real que ya no se desenvolverá bajo tus reglas preferidas de éxito.
Lee Mateo 21:28-32: ¿Por qué el segundo hijo dijo «Yo iré, señor» y no hizo la tarea asignada
(v.30)? Una posible razón es el temor al fracaso. Sin duda, vería a su padre molesto con él y se
sentiría más cercano a alguien que sólo le pidiera cosas que él quisiera hacer (pornografía,
romance virtual o cómplice de adulterio). Usar el pecado sexual como éxito barato, termina
haciendo daño a las relaciones reales, lleva a la mentira, fomenta una actitud defensiva al siempre
sentirse juzgado y el resultado final es aislarse para tener relaciones ficticias y poco saludables. En
vez de calificar a los demás por cómo ellos te hacen sentir, deberías arrepentirte de tu miedo al
fracaso.

12. Éxito (el pecado como recompensa): Cuando el éxito es el detonante de tu pecado sexual, el
pecado se ha convertido en tu recompensa. ¿Tu pecado sexual se ha convertido en aquello que
haces cuando necesitas un descanso o en lo que te has ganado después de lograr algo difícil? ¿Tu
pecado sexual se ha convertido en esa zanahoria que se balancea frente a ti para que te mantengas
motivado? Cuando el pecado se convierte en tu auto recompensa, entonces te sientes engañado
por el arrepentimiento. Dios y cualquier persona que hable en Su nombre, se convierte en un
aguafiestas.
Lee Hebreos 11:23-28: Moisés tenía que decidir cuál recompensa era más satisfactoria para él: el
tesoro de Egipto o el privilegio de ser un siervo de Dios (v.26). El pecado sexual te hace tomar una
decisión similar: obtener el tesoro fácil o ser un humilde servidor. A menos que Cristo sea tu héroe
y Dios tu Padre admirable, entonces la elección parece pan comido hacia la destrucción.

13. Derecho (el pecado como lo que mereces): Cuando el derecho es el detonante de tu pecado
sexual, el pecado se ha convertido en lo que mereces. Cuando eres confrontado con tu pecado
sexual, piensas o dices «¿De qué otra manera voy a obtener lo que necesito… lo que merezco… lo
que me he ganado?». ¿Puedes ver cómo el pecado sexual se ha convertido en lo que define un
buen día, así como si alguien está a tu favor o en tu contra? ¿Estás dispuesto a permitir que
cualquier persona, además de Cristo quien murió por el pecado que estás tratando de eliminar,
sea la medida del bien en tu vida?
Lee Jeremías 6:15 y 8:12: El pueblo de Dios había perdido su habilidad de avergonzarse por el
pecado. ¿Por qué? Una posible explicación es que ellos creyeron que merecían su pecado. Cuando
esto ocurre, crees que sabes más que Dios. Crees que las características únicas de tu vida superan
las verdades atemporales del orden creado por Dios. Tu confianza para debatir te priva de la
humildad necesaria para avergonzarte.

14. Deseo de agradar (el pecado como afirmación): Cuando el deseo de agradar es el detonante
de tu pecado sexual, el pecado se ha convertido en tu afirmación. Es fácil complacer a una estrella
porno o a un cómplice de adulterio. Ellos tienen un gran interés en ser complacidos. La relación se
basa enteramente en el comercio (el cliente siempre tiene la razón) o en la conveniencia (si no te
complazco entonces tienes un lugar al cual regresar). Esa relación no se basa en el compromiso

55
(te elegiré incondicional y fielmente en las buenas y en las malas). Muchas veces el pecado sexual
es el lugar de escape cuando sientes que no eres capaz de hacer a alguien feliz.
Lee Efesios 4:25-32: Observa que el tipo de interacción relacional que se describe en estos
versículos es incompatible con un deseo excesivo de agradar/complacer a otros. No puedes vivir
la vida a la que Dios te ha llamado (sin importar si estás pecando sexualmente o no) si tu mayor
deseo es la aprobación de los demás. Tu conversación debe ser llena de gracia y buena para la
mutua edificación (v.29), esto implica que estás dispuesto a hablar acerca de tus debilidades con
las personas que amas.

15. Momento del día (el pecado como tranquilizante): Cuando el tiempo del día es el detonante
de tu pecado sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu tranquilizante. ¿Usas tu pecado
sexual para ayudarte a dormir, para ayudarte a comenzar el día, como un estimulante, para
combatir el aburrimiento o para matar el tiempo? ¿Cuáles son los momentos en el día o en la
semana cuando es más común que luches con el pecado sexual? ¿Se ha convertido tu pecado
sexual en rutina?
Lee 1 Timoteo 4:7-10: Cuando usas tu pecado como tranquilizante, te estás entrenando para la
impiedad (contrario al v.7). A menudo, esto sucede durante los tiempos muertos o las transiciones
de tu día, y eso te hace pensar que, por eso, esas incidencias de pecado no son tan malas. Las ves
más como un niño que todavía se chupa el dedo, en lugar de verlas como un niño que está
desafiando la instrucción directa de un padre. Si disciplinarte para la piedad significa algo,
entonces debe ser relevante cuando no estás cumpliendo con esa disciplina.

16. Ubicación (el pecado como escape): Cuando la ubicación es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu escape. La naturaleza fantasiosa del pecado sexual hace
que sea el escape perfecto de un lugar no placentero. Puedes estar ahí y al mismo tiempo no estar
ahí. Obtienes el crédito de estar presente (o al menos evitas el descrédito de la ausencia) sin tener
que asistir. Puedes estar mentalmente con tu amante, mientras soportas la aburrición de la junta,
el estrés de los niños, la soledad del departamento o al cónyuge que no te provoca interés alguno.
Lee Salmos 32: Observa que el Salmo comienza hablando sobre un lugar o un momento no
placentero (v.1-5). Pero, en vez de escapar, David corre a Dios (v.7) y encuentra el gozo. El gozo
que tú buscas a través del escape en el pecado sexual (v.10-11). Cuando escapas a través de una
fantasía sexual estás usando esa fantasía como sustituto de Dios. Estás, en efecto, orando a y
meditando en tu pecado durante un tiempo de dificultad, buscando liberación.

17. Pensamientos negativos (el pecado como silenciador): Cuando los pensamientos personales
negativos son el detonante de tu pecado sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu
silenciador. En la fantasía sexual (pornografía, romance virtual o cómplice de adulterio), siempre
eres deseado y te ves a ti mismo a través de los ojos de quien te está deseando. Te entregas física
e imaginativamente. Estás dispuesto a hacer esto porque sabes que esta relación es algo pasajero.
Si la relación fuera permanente, el poder del efecto silenciador se diluiría con el paso del tiempo
y se vería rechazado por tu creciente número de fracasos en su presencia.

56
Lee Salmos 103: Ni el pecado, ni una relación saludable harán lo que sólo Dios puede hacer. La
muerte de Cristo en la cruz es el máximo «paz, quédate quieto» para tus pensamientos negativos
acerca de ti mismo. Su sacrificio afirma que eres tan malo como crees, pero Él reemplazó tu
deficiencia con Su justicia. El pecado sexual proporciona una justicia de fantasía, proporciona el
tipo de abrigo del cual se burla el clásico libro para niños El nuevo traje del Emperador.

18. Audiencia (el pecado como carnaval): Cuando la audiencia es el detonante de tu pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu carnaval. Caminas por la vida como un niño en
un parque de diversiones; viendo a cada persona con la que coincides como si fuera una nueva
atracción o una aventura romántica, aprovechando cada comentario para hacer una insinuación
sexual absurda, o tratando todo lo presente como si existiera para complacerte y estimularte
sexualmente. Tus fantasías privadas se alimentan de una interpretación hiper sexualizada de tu
entorno.
Lee Romanos 1:24-25: ¿Puedes escuchar en la descripción de sexo como carnaval, lo que significa
que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del
Creador (v.25)? Dios los entrega a la impureza en la lujuria de sus corazones (v.24). Este es el
motivo por el cual, la amputación radical del pecado es necesaria y es una sabia respuesta para
prevenir que el pecado sexual se convierta en tu carnaval (Mateo 5:27-30).

19. Debilidad (el pecado como poder): Cuando la debilidad es el detonante para el pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu poder. La estimulación (los cambios físicos y químicos
asociados a la excitación) del pecado sexual da una apariencia de fuerza. Tener a otra persona que
se deleite en ti, también da un aspecto de grandeza. Como ocurre con la mayoría de estos
motivos/detonantes, el sexo se convierte en un medio para conseguir un fin. El sexo ya no es una
expresión de amor, sino un intento de obtener algo. Esa es siempre una receta para el sexo
disfuncional e insatisfactorio.
«Mi pastor ha enseñado que el primer problema en el adulterio es que tú deseas que alguien
más te adore, te sirva y esté a tu disposición. Esto ha resonado en mí. Puedo ver este tema
en mis fantasías (p. 15).» Testimonio anónimo en Pornography: Slaying the dragon
(traducido como «Pornografía: matando al dragón») de David Powlison

Lee 2 Corintios 11:30: ¿Estás dispuesto a exhibir (exponer verbalmente en público) tus debilidades
como una manera de dar a conocer a Cristo y vivir en una relación más auténtica? Esa es la única
libertad que te permitirá disfrutar permanentemente lo que estás buscando en el pecado sexual.
Si esto te suena al revés, lee lo que Pablo dijo en su primera carta a los Corintios (1:20-25) y
pregúntate a ti mismo si tu sabiduría te acerca o te aleja del lugar en el que quieres estar.
Haz una lista y coloca en orden los 5 principales motivos/detonantes para tu pecado sexual.
1. ________________________________________________________________________
2. ________________________________________________________________________
3. ________________________________________________________________________
4. ________________________________________________________________________
5. ________________________________________________________________________

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«La pornografía siempre es un síntoma de problemas más profundos. Es acerca de lujuria,
pero también acerca de enojo, intimidad, control, miedo, escape, etc. Muchos de estos
problemas se mostrarán en otras áreas en la vida de una persona (p. 109).» Tim Chester en
Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)

Es importante darte cuenta de que estos motivos estarán activos en otras áreas de tu vida además
del pecado sexual. Si estás casado, es importante comenzar a examinar cómo estos motivos han
influido otras áreas de tu matrimonio. Sin embargo, este no es el momento de comenzar a
enfocarte primeramente en el enriquecimiento del matrimonio. La pureza personal y la
restauración matrimonial están antes del enriquecimiento matrimonial y son el mejor
enriquecimiento matrimonial que puedes hacer en este momento. Pero necesitas discutir
abiertamente cómo tus motivos distorsionados impactan el matrimonio.
Pregunta: ¿Qué otras áreas de tu vida son impulsadas o interrumpidas por los mismos
motivos/detonantes que tu pecado sexual?
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________

Conquistando la lucha actual

Una cosa es reflexionar sobre tu vida y comenzar a ver los patrones y motivos que emergen. Ese
es el equivalente a criticar un evento deportivo en televisión con repetición instantánea o idear lo
que debiste decir en una discusión pasada. Otra cosa es usar en tiempo real la información
obtenida para desactivar la tentación.
En la siguiente página encontrarás una herramienta diseñada para llevar un diario, la cual se
relaciona con estos materiales. Puedes encontrar una copia en PDF de este documento (en inglés)
en www.brandhambrick.com/falselove. Cuando te sientas tentado a regresar al pecado sexual o a
tener una oportunidad de contactar a tu cómplice de adulterio, completa una copia de este diario.
Deberías compartir cada copia con tu consejero o compañero de ánimo.
Las preguntas se han agrupado bajo títulos que corresponden con los pasos de este manual. Casi
todo este documento está dedicado a pasos que ya han sido cubiertos. Sin embargo, mientras
reflexionas y juntas información para las últimas tres preguntas, te prepararás de manera más
efectiva para los siguientes pasos.

58
Conversaciones de ánimo para ENTENDER el pecado sexual
Con cada paso, te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente y así te ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.
• ¿Me he tomado el tiempo para compartir transparentemente cada aspecto de la
historia de mi pecado sexual?
• ¿He asumido los motivos de mi pecado sexual sin minimizar su importancia?
Con cada paso, te recomendamos confiar al menos un nuevo aspecto de tu lucha con el
pecado sexual a tu compañero de ánimo y que te comprometas a restringir tu pecado. Estos
compromisos son preliminares al capítulo seis «reestructura tu vida», pero sirven para
estimular el progreso mientras llegas a ese punto.

• ____________________________________________________________________
• ____________________________________________________________________

59
DIARIO DE LA BÚSQUEDA DE LA PUREZA

DIARIO DE LA PUREZA SEXUAL

ADMITIR:
¿Cuál era la situación? Resume el quién, qué, cuándo y dónde de tu tentación sexual o pecado sexual.

¿Cómo reaccionaste? Resume cuáles fueron tus pensamientos y lo que sentiste estando en la situación.

¿Qué mentiras te dijiste antes, durante o después de tu tentación? ¿A quién le contaste estas mentiras?

RECONOCIMIENTO Y CONFESIÓN:
¿Cuáles son las consecuencias? ¿Quién fue afectado (directamente o por el cambio de expectativas) de tu pecado?

¿Qué formas adquirió tu lujuria? Circula todas las que apliquen


Amorío de una sola
Cosificar a una Pornografía en su Relación emocional vez
persona máxima expresión con una persona
conocida sin Amorío en una
Narrativa privada Interacción con contacto relación
de lujuria una persona real y
anónima Relación emocional Amorío en unión
Pornografía suave con contacto sin libre
coito
Pecado sexual
ilegal

ENTENDER:
¿Cuáles son mis motivos? Circula o escribe tu motivo/detonante:

Aburrimiento (pecado como gozo)


Amargura (pecado como justicia) Deseo de agradar (pecado como
Soledad (pecado como amigo) afirmación)
Oportunidad (pecado como placer) Momento del día (pecado como
Estrés (pecado como consuelo) tranquilizador)
Rechazo (pecado como comodidad)
Frustración (pecado como paz) Ubicación (pecado como escape)
Fracaso (pecado como éxito)
Fatiga (pecado como fuente de vida) Audiencia (pecado como carnaval)
Debilidad (pecado como poder)
Dolor (pecado como refugio) Éxito (pecado como recompensa) Pensamientos negativos (pecado
Derecho (pecado como lo que se como silenciador)
Traición (pecado como venganza) merece)

ARREPENTIMIENTO:
¿Cómo puedo volver a Dios por ayuda? ¿Cómo se ven el arrepentimiento y la fe ahora?

REESTRUCTURANDO LA VIDA E IMPLEMENTANDO:


¿Cómo me expongo a la tentación?

¿Hay algo que me vea tentado a ocultar, ignorar o cubrir acerca de esta tentación?

*** Cuando compartas esto con tu cónyuge, consulta la sección del capítulo cinco «Cómo confesarlo (más que revelarlo)»

60
Capítulo 4
«Donde comienza la libertad, termina el “yo”»
ARREPIÉNTETE ante Dios por la manera en que tu pecado lo sustituyó y
lo representó de forma equivocada.

«Mi lujuria es un dios falso que se burla de mi Salvador. Estoy empezando a ver cuán ofensiva es
mi lujuria para Dios y cuán orgulloso soy tratando de ser como Dios o tratando de reemplazarlo.
Me arrepiento, no sólo porque mi lujuria hiere a otras personas o interrumpe mi vida, sino
porque Dios es superior a mi lujuria y amorosamente me permite amarlo (I Juan 4:19).»

Memoriza: Joel 2:12-13 (NBLA) «Aun ahora —declara el SEÑOR— Vuelvan a mí de todo corazón,
con ayuno, llanto y lamento. Rasguen su corazón y no sus vestidos; vuelvan ahora al SEÑOR su Dios,
porque Él es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, y se arrepiente
de infligir el mal.» Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos clave:

● «Aun ahora» ̶ No permitas que la vergüenza relacionada con el pecado sexual te haga
creer que estás lejos del perdón de Dios.
● «Vuelvan» ̶ El arrepentimiento va más allá de las emociones y del remordimiento; se trata
principalmente de un cambio de dirección en la vida.
● «Rasguen su corazón» ̶ El arrepentimiento es un cambio de corazón, en el que tu lealtad
deja de ser para ti, y ahora es para Dios.
● «No sus vestidos» ̶ Joel no quería que las expresiones externas del versículo 12 se
confundieran con lo que es el verdadero arrepentimiento.
● «Porque Él es» ̶ La efectividad del arrepentimiento está arraigada en el carácter de Dios
que se manifiesta en Su ley. (Éxodo 34: 6-9)

Notas de enseñanza

«Las personas deben arrepentirse, cambiar de dirección y estar bien con Dios; siempre he estado
de acuerdo con estas afirmaciones. Los comportamientos sexuales que se vuelven adictivos son
pecaminosos... El arrepentimiento, el cambio de comportamiento y una relación más profunda
con Dios, son todos los objetivos durante el viaje de sanidad para el adicto al sexo. Normalmente,
respondo a esta pregunta con otra pregunta: ¿En cuánto tiempo esperas que el arrepentimiento
y el cambio sucedan?» Mark Laaser, Cómo sanar las heridas de la adicción sexual.

«Aquí hay tres razones por la que las personas desean dejar su hábito a la pornografía: (1) para
demostrarle algo a Dios ̶ para que Él nos bendiga o nos salve; (2) para demostrarle algo a otras
personas ̶ para agradarles o para que nos aprueben; (3) para demostrarnos algo a nosotros
mismos ̶ para sentirnos bien con nosotros mismos... Ninguna de estas razones funciona, porque
me ponen a “mí” en el centro de mi proyecto de cambio ¡y ponerme en el centro es prácticamente

61
la definición de pecado (p.68)!... Para algunas personas, la pornografía ofrece redención, en
términos de aceptación y afirmación, un perdón alternativo. “Sólo quiero sentir que estoy en lo
correcto. Recurro a la pornografía en vez de a Dios porque el evangelio no me dice que estoy en
lo correcto, al contrario, me dice que soy un pecador malvado y que Jesús murió en mi lugar,
además me exige que cambie. Mientras que la pornografía me dice: “estás bien tal y como eres”
(p.57).» Tim Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la Ventana»)

«El cómplice de fantasía suele ser cariñoso, atractivo, perfectamente enriquecedor y


completamente sexual... El adicto cree en la ilusión de control porque él o ella controlan la ilusión
(p. 30)... Las fantasías de un adicto al sexo son intentos débiles de obtener lo que sólo Dios es
capaz de dar, lo cual experimentaremos parcialmente en la Tierra y plenamente en el Cielo (p.
31).» Harry Schaumburg en False Intimicy (traducido como «Falsa intimidad»)

«Todo a lo que le llamamos historia humana ̶ dinero, pobreza, ambición, guerra, prostitución,
clases sociales, imperios, esclavitud ̶ [es] la larga y terrible historia del hombre tratando de
encontrar, algo más allá de Dios, que lo haga feliz.» C.S. Lewis en Mero Cristianismo

«La confesión puede ser un paso útil en el arrepentimiento, pero no puede ocupar su lugar. Es
posible sentirse mal por algo e, incluso, decírselo a alguien más, pero sin apartarnos genuinamente
de nuestro pecado.» Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

«Una persona arrepentida ha sido liberada de una actitud defensiva (p.50)… El arrepentimiento
debe ser comprendido como un suceso y como un cambio de estilo de vida. El suceso es como
arrancarse un diente, mientras que el cambio de estilo de vida es ingresar a un programa total de
cuidado dental; es un compromiso de por vida (p.69).» Earl & Sandy Wilson et al. en Restoring the
Fallen (traducido como «Restaurando al caído»)

Aplicación personal

Probablemente sientas que tu alma ha quedado descubierta apenas en los primeros tres pasos.
Te has confrontado a ti mismo junto con tus comportamientos y tu vida en general, mirándote de
las maneras que, durante mucho tiempo, te has resistido a enfrentar. En este capítulo, vas a llevar
delante de Dios esa auto conciencia de una forma honesta; no llevándole algo que necesita saber
para actuar (como si fuera simple información), sino poniéndote delante de Él para recibir lo que
Él ya ha hecho para ti.
Si presumes acerca del perdón de Dios (es decir, «Dios tiene que perdonarme, Él ya envió a Jesús
a morir. Sería un desperdicio si no lo cumpliera. Además, Dios sería un mentiroso si prometiera
perdonar y no cumpliera Su Palabra. Voy a llevar a cabo el ritual que me corresponde, si eso es lo
que Él quiere»), entonces no estás arrepentido. Lo que estás haciendo es una transacción legal
con alguien que crees que es muy tonto como para saber lo que es mejor. Además, puedes usar
a Dios para manipular a cualquier otra persona a la que ofendiste con tu pecado («Si Dios me ha

62
perdonado, ¿por qué tú no puedes hacerlo?»). Si este es tu caso, recibe la fuerte advertencia de
Gálatas 6:7, «Dios no puede ser burlado».
Si pierdes de vista la búsqueda del perdón de Dios (es decir, «Yo no merezco ser perdonado. Yo
debería pagar por todo lo que he hecho mal. Ya he hecho sufrir a muchas personas a causa de mi
egoísmo, así que no debería añadir a Jesús a esa lista»), entonces te estás revolcando en la
autocompasión y te quedarás en el mismo círculo vicioso de la vergüenza que probablemente ha
alimentado tu pecado durante mucho tiempo. Relacionalmente, sigues siendo una persona no
confiable que volverá a traicionar (sexualmente o a través de engaños) o, por otro lado, debido a
tu autocompasión, manipularás a otros usando tu culpa.
La única manera de salir del pecado es a través del arrepentimiento genuino, todo cambio
duradero se basa en el arrepentimiento. Esto sucede cuando dejas de poner tu lealtad
primordialmente en ti mismo y la pones en Dios. El arrepentimiento es dejar de confiar en tus
propios caminos y confiar en los del Señor. Es que tu objetivo principal ya no sea tu satisfacción
personal, sino glorificar a Dios y amar a los demás.

«Si el problema fuera simplemente con nuestros ojos, entonces la solución sería
sacarlos, pero si el problema comienza en el corazón, entonces la solución debe ser
mucho más profunda (p.41).» Tim Chester en Closing the Window (traducido como
«Cerrando la Ventana»)

«Una falla común al lidiar con los patrones pecaminosos que llevan a ver material
sexualmente explícito, es enfocarse sólo en implementar métodos para interrumpir
la conducta (modificación de conducta), sin contemplar los problemas de raíz
desde el corazón.» Brian Croft en ¡Ayuda! Un amigo lucha con la pornografía

Este capítulo consolida todo el trabajo que has hecho hasta ahora y sirve como base para cada
uno de los próximos pasos a seguir en este proceso. Has aprendido mucho sobre ti mismo y tu
pecado en los primeros tres capítulos. El arrepentimiento es comprometerse a dejar de intentar
que tu manera imperfecta de hacer las cosas, funcione. Estás a punto de hacer algunos cambios
importantes para reestructurar tu vida (paso seis). El arrepentimiento es lo que permite que estos
cambios te den vida, en vez de ser prácticas de autocastigo que refuercen la vergüenza.

El tema del arrepentimiento será expuesto en cuatro secciones:

1. La barrera del arrepentimiento: el orgullo.


2. Los elementos clave del arrepentimiento
3. ¿Ante quién te estás arrepintiendo?
4. Un ejemplo de una oración de arrepentimiento

63
La barrera del arrepentimiento: el orgullo.

Lee Proverbios 3:34, Santiago 4:6 y 1Pedro 5:5. La respuesta más común a estos pasajes es «sí, sí,
ya entendí». Dios repite constantemente los mensajes que ignoramos, resistimos o pensamos que
no necesitamos. Este es uno de los mensajes más repetitivos en las Escrituras: para el humilde,
siempre hay más gracia. Al orgulloso le disgusta que cualquiera, incluso Dios, estorbe sus deseos.
El requisito para obtener la fuerza que necesitas para soportar los cambios que enfrentarás, es
humillarte a ti mismo para poder recibir la provisión de la gracia de Dios, que está eternamente
disponible.

«Recuerda la forma en que la pornografía refuerza el orgullo, y el orgullo refuerza la


pornografía. Los usuarios más frecuentes de la pornografía, pueden estudiar la Biblia y
volverse aún más orgullosos (p.97).» Tim Chester en Closing the Window (traducido como
«Cerrando la Ventana»)

El orgullo no viene en una talla única que les quede a todos. El orgullo viene en muchos sabores,
colores, estilos y tallas. Steve Gallagher en En el altar de la idolatría sexual nombra siete posibles
manifestaciones del orgullo (sólo texto en negritas). Al examinar cada una de éstas, te darás cuenta
de que el orgullo te impide llegar al arrepentimiento y abrazar la gracia de Dios.

1. El orgullo arrogante: Esta expresión clásica de orgullo te hace creer que eres mejor o que estás
por encima de los demás. El pecado sexual se convierte en una forma de validar tu superioridad al
permitir que cada pareja que tienes, sea un trofeo que evidencie tus proezas. Tus hazañas sexuales
demuestran que eres irresistible. Para arrepentirte tienes que admitir que eres menos o que estás
por debajo del límite de aceptabilidad. Tienes que vivir conforme al fundamento de la gracia y no
conforme a tu reputación, atractivo o carisma. Tienes que colocarte en la categoría de «el menor
de estos» (Mateo 25:31-46).

2. El orgullo auto protector: Este es un orgullo pasivo que se niega a ser vulnerable. Comúnmente,
este tipo de orgullo prefiere el pecado sexual que no involucra a una persona real. Si el pecado
sexual se comete con una persona real, entonces la relación se vuelve más real y resulta menos
atractiva. El orgullo te dice que debes protegerte a ti mismo porque eres el único que puede hacer
ese trabajo, y el único que lo hará. Para arrepentirte, tienes que encomendarte al cuidado y la
protección de Dios y eso, de alguna manera, resulta más atemorizante que continuar confiando
en ti mismo en las prácticas destructivas del pecado sexual.

3. El orgullo inaccesible: Este orgullo es tan abrasivo que se pone en contra de cualquier persona
preocupada por confrontar tu pecado sexual y provoca que te aísles cuando tu pecado es
expuesto. Expresas tu orgullo etiquetando como «criticones» a quienes se atreven a confrontarte
y hasta los tachas de ser «los malos». Esto permite que tú seas «el bueno» (a pesar de que eres
pecador), y los que se callan o toleran tu pecado son «los compresivos». Para arrepentirte, tienes
que permitir que otros hablen verdad a tu vida.

64
4. El orgullo sabelotodo: Este orgullo siempre tiene una respuesta para justificar cada una de tus
acciones. Si tienes este tipo de orgullo puedes esconderte detrás de una falsa humildad diciendo
que, si en verdad estuvieras convencido de que estás pecando, entonces con mucho gusto te
arrepentirías. Este orgullo te lleva a medir lo que es razonable bajo tus propios estándares. Para
arrepentirte, tienes que humillarte bajo la autoridad de Dios y comprender que tus acciones violan
el propósito de Dios para la sexualidad. Tienes que admitir que no serás convencido hasta que
estés dispuesto a someterte a una autoridad moral superior a la de tu propio juicio.

5. El orgullo que engrandece: Este es el orgullo que busca ser el centro de atención, que peca por
obtener atención o para saciar la inseguridad que surge cuando esa atención no es suficiente para
satisfacer tu deseo. Si tienes este tipo de orgullo, puedes ser muy talentoso o atractivo y tu
habilidad para desenvolverte de acuerdo a los estándares sociales alimenta tu creencia de que la
atención es una necesidad que debe satisfacerse y que la ausencia de ésta es la razón de tu
pecado. La habilidad que tienes para obtener lo que quieres alimenta la idea de que puedes ser
autosuficiente y así satisfacer tus propios deseos. Para arrepentirte, debes estar dispuesto a dar
tu gloria a Cristo. Debes abrazar las palabras de Juan el Bautista: «Es necesario que Él [Jesús]
crezca, pero que yo mengüe (Juan 3:30).»

6. El orgullo insumiso: Este es el orgullo que siempre debe estar a cargo; si eres una persona con
este tipo de orgullo, resistes la posibilidad de permitir que cualquier otra persona ejerza autoridad
sobre tu vida. Incluso ves a Dios como un intruso cuando es Él quien te dice que tu pecado es algo
que debes cambiar. Antes, Dios funcionaba como una brújula moral, siempre y cuando tú eligieras
el camino, pero ahora que seguir a Dios implica darle el señorío de tu vida, ya no estás muy seguro
de querer un Salvador con el que no estás de acuerdo acerca del pecado por el cual Él murió. Para
arrepentirte, tienes que reconocer humildemente que ya no te perteneces a ti mismo, sino que
fuiste comprado por la sangre de Cristo (1 Corintios 6:18-20).

7. El orgullo espiritual: Este es el orgullo que evidencia «tu santidad», que expone una lista de las
cosas buenas que ya has hecho o que estás haciendo con el fin de quitar la atención de tu pecado
sexual. La culpa se convierte en una herramienta de manipulación contra aquellos que creen que
tienen la autoridad moral para cuestionar acerca de tu vida. Con frecuencia, crees que la solución
a tu pecado es hacer una lista más larga de actividades espirituales con las cuales comprometerte
(por ejemplo: leer la Biblia, orar, ir a conferencias, ser generoso, etc.) en vez de arrepentirte de tu
pecado. Para arrepentirte, necesitas reconocer humildemente que ninguna de tus actividades
espirituales te ayuda a ganar puntos con Dios, y que ninguna de esas actividades sustituye al
arrepentimiento.

Los elementos clave del arrepentimiento

No existe una fórmula para el arrepentimiento, sin embargo, los seis puntos que se expondrán a
continuación, tienen el objetivo de ayudarte a experimentar completamente el impacto redentor
del arrepentimiento. En este sentido, el arrepentimiento y el perdón de Dios pueden ser como un
teléfono inteligente. Tienen tantas funciones que es posible que no sepas de su existencia, ni cómo

65
utilizarlas. Cuando compras el teléfono, adquieres todo, pero no obtienes el beneficio completo
hasta que te das cuenta de que tiene múltiples funciones y hasta que aprendes a usarlas.
Después de cada punto, habrá un espacio de autoevaluación. Las preguntas tienen el propósito
de ayudarte a determinar si estás en la posición más conveniente para recibir los beneficios que
Dios quiere darte a través de cada aspecto del arrepentimiento.

1. Un deseo de vivir para Dios y de someterse a su señorío. El arrepentimiento no comienza


con el remordimiento. El remordimiento no tiene nada que ver con Dios, sino con las
consecuencias desagradables; entre más desagradables son las consecuencias, más intenso
es el remordimiento. El arrepentimiento comienza con un deseo apasionado de someterse al
señorío de Dios y de reflejar Su carácter. Saber que es imposible llegar a cumplir este deseo,
es lo que puede precipitar el genuino remordimiento al verdadero arrepentimiento. Sólo este
cambio en la orientación de tu vida puede proveer el fundamento para un cambio que
perdurará una vez que las consecuencias desagradables disminuyan.

«Les gusta pensar que tienen el control, pero no es así. De hecho, su incapacidad para
renunciar a esa ilusión de control, es precisamente lo que impide que los adictos al sexo
sanen. Sucede lo mismo con cualquier pecado; nuestros intentos por controlar nuestras
vidas nos impiden confiar en Dios y en su cuidado.» Mark Laaser en Cómo sanar las
heridas de la adicción sexual

Autoevaluación: ¿Te estás rindiendo al Señorío de Cristo en tu vida o solo estás


buscando alivio por la falta de tranquilidad que el pecado sexual ha traído a tu
vida?

2. Un entendimiento de cómo tu pecado procuró reemplazar a Dios. No te arrepientes sólo


por acciones o motivos distorsionados, te arrepientes de haber reemplazado a Dios contigo
mismo. El pecado sexual no quiere que Dios sea Dios. Como pecador quieres que el mundo
exista para tu placer, paz y satisfacción. El arrepentimiento reconoce esta falsa adoración
como una confrontación a la posición de Dios.

«Pero los adictos al sexo rechazan las promesas de Dios, están obligados a
cometer actos sexuales para satisfacer sus necesidades (p.68).» Harry
Schaumburg en False Intimacy (traducido como «Falsa intimidad»)

Autoevaluación: ¿Fuiste capaz de ver la naturaleza de tu pecado que


contradice a Dios en la evaluación de motivos del capítulo tres? ¿Qué
aprendiste y que fue lo más difícil de reconocer?

3. Quebrantamiento por la naturaleza de tu pecado. La sexualidad saludable comienza con el


reconocimiento de tu condición humana caída. En el fondo, pecas porque eres pecador.
La infinidad de malas decisiones que te llevaron a pecar, no son la causa principal de tu
pecado sexual. La raíz es que tu naturaleza ha sido distorsionada por la Caída (1 Corintios

66
15:21-22). El verdadero arrepentimiento no es sólo lamentarte por tus pecados, sino ser
quebrantado por tu condición de pecador. Cuando reconoces tu perversidad, obtienes una
correcta autoevaluación que te permite confiar en Dios de la forma en que la requiere el
arrepentimiento genuino, y te permite establecer la honestidad que requieren las
relaciones reales, es decir, una honestidad que no está basada en la vergüenza.

Autoevaluación: ¿Te resistes a verte a ti mismo, y ser conocido como alguien


que necesita eternamente la gracia sustentadora de Dios?

4. Expresión a Dios. Después del pecado, tus instintos te hacen esconderte de Dios en vez de
hablar con Él (Génesis 3:8). Muy a menudo pensamos que el arrepentimiento no
direccionado, es lo mismo que arrepentirse ante Dios. No sentirás que tu relación con Dios
se ha restaurado mientras que sigas evitando a Dios a causa de tu pecado. No es bueno
dirigir tu arrepentimiento «a quien corresponda». Al arrepentirte ante un destinatario
ambiguo, estás hablando contigo mismo. Cuando te arrepientas, hazlo ante Dios, habla con
Él, y así conocerás Su respuesta a tu arrepentimiento.

Autoevaluación: ¿Has hablado con Dios en tu arrepentimiento? Si no has


dirigido tu arrepentimiento a Dios, es posible que tu arrepentimiento parezca
inefectivo, ya que al «nadie» a quien te dirigiste, no tiene el poder para
perdonar.

5. Fe en que Dios está dispuesto a perdonar. El arrepentimiento es una expresión de fe, te


acercas a Dios sin nada que ofrecer a cambio del perdón. Si no crees que Dios te puede
perdonar, continuarás enfocándote en esforzarte más o esconderte mejor. Todo esto ̶
inadvertidamente ̶ refuerza la idea de que tu pecado es bueno y Dios es malo. Si no crees
que Dios está dispuesto a perdonar con base en Su gracia y en la muerte de Cristo,
entonces el arrepentimiento se convierte en la continuación de una mala relación con un
exigente amante de la deidad, al que nunca se puede complacer.

«Estuve en ese círculo vicioso un millón de veces: la emoción del pecado, la


miseria y después volvía el deseo vehemente. Era tan tóxico y poderoso, que
era más que sólo sexo; era una adoración a mí mismo, pero Jesús es más
poderoso. En cuanto fui honesto, encontré gracia (p.20).» Testimonio anónimo en
Pornography: Slaying the Dragon (traducido como Pornografía: matando al dragón)
de David Powlison

Autoevaluación: ¿Cómo ves a Dios (Su rostro, la postura de Su cuerpo, Su tono


cuando habla, las palabras que dice, los gestos de Sus manos) cuando vienes a
Él en arrepentimiento? Esta pegunta será muy importante para el material a
continuación. Tómate un tiempo extra para reflexionar en ello.

6. Nueva dirección de vida la cual se expresa primero a través de la confesión. Estos temas
serán desarrollados en el paso cinco y seis. Por ahora, comprende que la palabra hebrea

67
para «arrepentimiento» es una palabra gráfica que significa «cambiar la dirección». El
arrepentimiento es tu forma de comenzar o volver a comprometerte con Dios mediante
una relación de pacto (como el matrimonio). Por eso, a menudo, el pecado es llamado
adulterio espiritual. El arrepentimiento es tu ceremonia de renovación de votos que
expresa tu compromiso renovado con la fidelidad del pacto.

Autoevaluación: ¿Te asusta pensar en el arrepentimiento como una ceremonia


de renovación de votos? ¿Cómo esta ilustración extiende las implicaciones del
arrepentimiento más allá de un momento de oración?

¿Ante quién te estás arrepintiendo?

Puedes evitar el arrepentimiento porque piensas demasiado en ti mismo: eso quedó cubierto al
explicar los siete tipos de orgullo. Puedes evitar el arrepentimiento porque lo confundes con el
remordimiento: eso quedó cubierto al explicar los seis elementos clave del arrepentimiento. Pero
la tercera razón por la que evitas el arrepentimiento puede ser porque piensas muy poco en Dios
o erróneamente acerca de Él. Veremos dos maneras en las que puede expresarse esta última razón
para evitar el arrepentimiento.

Dios no es suficiente
Puede ser que no te arrepientes por tu pecado sexual ante Dios, porque le encuentras a Él menos
deseable que tu pecado. El arrepentimiento sólo se da cuando se valora más la relación con aquel
ante el cual te estás arrepentido, que la ganancia que recibes por parte del pecado (este mismo
principio aplica para la confesión). Si tu convicción para arrepentirte es débil, significa que el valor
que le das a tu relación con Dios es débil también.

«En consecuencia, el que se dedica a la búsqueda del pecado, ha aceptado la mentira de


que una relación con Dios no es suficiente para alcanzar la plenitud, éste está convencido
de que siempre debe haber algo más en la vida.» Steve Gallagher en En el altar de la
idolatría sexual

Esto explica porqué el arrepentimiento debe comenzar con un gran amor por Dios, más que con
un intenso dolor por el pecado (al final ambos son necesarios). Pero si no tienes un gran amor por
Dios, cuando la vida comience a mejorar, no pasará mucho tiempo para que el alivio que sientes,
lleve el dolor de tu pecado debajo de tu amor por Dios. Entonces, el arrepentimiento y el cambio
terminarán en el punto en que tú te sientas cómodo.

«El fuego de los placeres lujuriosos deben combatirse con el fuego de la plenitud de Dios.
Si tratamos de vencer el fuego de los placeres de la lujuria, sólo con prohibiciones y
amenazas (incluyendo las terribles advertencias de Jesús), entonces fracasaremos.
Debemos combatirlo con una gran promesa de felicidad superior. Entonces, debemos
derrotar el pequeño destello del placer de la lujuria en la guerra con la santa satisfacción.»
John Piper en Gracia venidera

68
En nuestra cultura, también caemos en la mentira de «Dios no es suficiente» a través del concepto
del auto perdón. Es común escuchar gente decir «yo sé que Dios me ha perdonado, pero yo no
puedo perdonarme». La implicación directa de esto es que el perdón de Dios es más barato que
nuestro perdón, así que recurrimos a nosotros mismos en busca del perdón definitivo que nos
libere de la carga de la culpa. En cuanto a la culpa, nos convertimos en nuestro propio dios y, de
muchas maneras, esto se asemeja a cómo tratamos de ser como Dios en nuestro pecado sexual.

«¿Por qué esto es tan difícil? Porque tu instinto natural es enfocarte en ti mismo, en lugar
de voltear a ver a Jesús. Todos los pecados sexuales se tratan de ti: lo que quieres, lo que
esperas y lo que anhelas, por tanto, cuando te enfrentas a situaciones difíciles o
desagradables (aburrimiento, soledad, problemas económicos, problemas con tu pareja,
distanciamiento con un amigo) es fácil (e instintivo) enfocarte en ti mismo […] Después de
pecar, es fácil (e instintivo) mirar hacia ti mismo, pero de forma distinta. Ahora, como te
sientes culpable, te reprochas, te señalas y estás consternado contigo mismo, e incluso tu
culpa se enfoca en ti. Tu única esperanza para ser libre de este círculo vicioso interminable,
es dejar de pensar en ti mismo e ir hacia Jesús.» David Powlison en Adicción Sexual.

Finalmente, crees la mentira de que «Dios no es suficiente», una vez que tu pecado sexual te ha
engañado al confundir «Dios es amor (1 Juan 4:8; 16)» con «Dios es lujuria». Una de las técnicas
principales de Satanás siempre ha sido hacerse pasar por Dios (2 Corintios 11:14) y, en tu
debilitada condición espiritual, no eres capaz de discernir entre la lujuria y el amor (1 Corintios
2:14-16).

Esto es cierto en especial en relaciones de adulterio prolongadas, donde las personas a menudo
dicen estar enamoradas y se preguntan si acaso Dios querría que estén en un matrimonio infeliz.
Esta pregunta evidencia tanto una ceguera egocéntrica a causa del pecado, como la pérdida de
consideración por honrar a Dios y amar a la familia. Los papeles han cambiado a tal grado que,
ahora creen que Dios existe para su felicidad, y no que la gente existe para la gloria de Dios.

El siguiente relato de una historia de ficción de C. S. Lewis capta tanto el auto engaño del pecado
sexual como la relación que existe entre amor y lujuria. Al leerlo, te darás cuenta de que el
arrepentimiento requiere que mueras a ti mismo de maneras intensamente dolorosas. El pecado
fija sus raíces y sus garras en tu vida y no planea irse hasta que haya drenado toda la vida de tu
alma. Pero es muriendo a ti mismo, que obtienes lo que tontamente estuviste buscando en tu
pecado, y entonces realmente vivirás (Lucas 9:23-25).

«En El gran divorcio, C. S. Lewis cuenta una historia alegórica sobre el fantasma de un
hombre afligido por la lujuria. En la historia, la lujuria se encarna en una lagartija roja que
se sienta en su hombro y susurra seductoramente en su oído. Cuando el hombre se
encuentra desesperado a causa de la lagartija, un ángel se ofrece a matarla por él. Pero el
sujeto se debate entre el amor por su lujuria o el deseo de su muerte. Teme que la muerte
de su lujuria lo mate después a él. Pone excusa tras excusa al ángel, tratando de conservar
a la lagartija que dice no querer. (¿Has comenzado a verte a ti mismo?) Finalmente, el
hombre accede y permite que el ángel se apodere de la lagartija y la mate. El ángel aprieta

69
al reptil, le rompe el cuello y lo arroja al suelo. Una vez que el hechizo de lujuria se rompe,
el hombre fantasmal, se convierte gloriosamente en un ser real y estable. Y la lagartija, en
vez de morir, es transformada en un impresionante semental. Llorando lágrimas de alegría
y gratitud, el hombre monta al caballo y ambos se remontan hacia los cielos. En esta
historia, C. S. Lewis muestra la conexión entre matar a la lujuria y encontrar la vida. Parece
que destruir a nuestra lujuria nos destruirá a nosotros. Pero no es así. Y cuando destruimos
nuestro deseo lujurioso, no llegamos al final de ese deseo, sino al inicio de un deseo puro.»
Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

Dios como un ser airado e inaccesible


Algunas personas evitan el arrepentimiento porque creen la mentira de que «Dios no es
suficiente», mientras que otras personas lo evitan porque ven a Dios como un ser airado e
inaccesible. Temen a Dios, pero no en el aspecto saludable del temor al Señor (Proverbios 1:7).
Piensan que Dios no recibe con amor a los pecadores arrepentidos, y por eso le temen. Le tienen
miedo, como si la parábola del hijo prodigo (Lucas 15:11-24) fuera una de las fábulas de Esopo, y
no una imagen real del carácter de Dios, contada con la autoridad del testimonio del mismo Hijo
de Dios.

«Para ganar la batalla contra la pornografía, debes seguir acercándote al corazón de Dios,
y esa acción comienza confiando en Su amorosa bienvenida (p.73).» Tim Chester en Closing
the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)

Para arrepentirte de manera correcta y consistente, debes creer que Dios se deleita en perdonar
y restaurar a Sus hijos, también debes creer que el amor de Dios por Sus hijos es más grande, en
intensidad y cantidad, que Su odio por el pecado. Debes también leer la Biblia como si, lo que dice
sobre el pecado, hablara a tu pecado en específico. Considera los siguientes dos pasajes
parafraseados por Tim Chester para hablarle al pecado sexual. Permite que te hagan sentir
espantosamente incómodo y cambien tu visión de Dios de un ser airado e inaccesible, a la de un
Padre amoroso que desea profundamente que Sus hijos acepten Su invitación de ser restaurados
por Él.

Romanos 8: 3-4, «Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne,
Dios lo hizo: enviando a Su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda
por el pecado, condenó al pecado en la carne, para que el requisito de la ley se cumpliera
en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.»

«Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo;
enviando a Su propio Hijo en semejanza de adictos a la pornografía, como ofrenda por el
pecado de la pornografía, condenó al pecado de la pornografía en la carne, para que el
requisito de la pureza sexual se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu (p.70).» Romanos 8: 3-4 Parafraseado por Tim Chester en
Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)

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2 Corintios 5:21, «Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que
fuéramos hechos justicia de Dios en Él.»

«A Jesús, el que nunca miró con lujuria, Dios lo hizo adicto a la pornografía por nosotros,
para que fuéramos hechos sexualmente puros en Él.» 2 Corintios 5:21 parafraseado por
Tim Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)

Un ejemplo de una oración de arrepentimiento

No hay magia en estas palabras o en esta guía, la intención es ayudarte a llevar el material de estos
cuatro primeros capítulos ante Dios en arrepentimiento y buscando Su perdón, antes de que lo
lleves a otras personas, confesándote en busca de restauración (paso cinco) o antes de que
empieces a elaborar un plan de acción para reestructurar tu vida (paso seis).

Toma este ejemplo y úsalo como una guía de conversación con Dios. Mientras hablas con Él, revisa
tu manual y verbaliza lo que has aprendido. Dios está interesado en lo que le dices, no porque
finalmente has aprendido la lección, sino porque has entrado en razón y has vuelto a casa (Lucas
15:17, 20).

Padre Celestial,

Me alegra poder venir ante Ti, a pesar de que he pecado de lujuria y he mentido muchas veces.
He dudado en venir a Ti porque....

[describe tus puntos de vista erróneos acerca de Dios y/o del arrepentimiento]

Tampoco he querido admitir la magnitud de mi problema con la lujuria y la mentira.

[describe lo que te diste cuenta de ti mismo en los capítulos uno y dos]

Puedo ver que he servido y vivido para muchas cosas, que están por debajo de Ti.

[enumera los motivos del capítulo tres y describe cómo es que has vivido para esas
cosas]

Tú sabes cómo esas cosas llegaron a ser tan valiosas para mí. Tú sabes lo que necesito (Mateo
6:8). Confío en que Tú suplirás anhelos y deseos buenos. Te pido que cambies los deseos malos o
excesivos, a través de cualquier medio necesario.

[menciona cómo esto te asusta y/o te confunde]

Te he reemplazado en mi vida por la lujuria. Me he declarado más capaz de cuidar de mí mismo,


que Tú. Veo que eso es erróneo y tonto. Perdóname, por favor.

71
[habla con Dios usando los seis elementos de perdón]

Sólo Tú amas verdadera y correctamente. Anhelo aprender más de tu carácter, mientras me


esfuerzo por representarte en mi vida diaria. Señor ayúdame a mantenerme apasionado para
aprender de tu carácter y tu camino, y así no volver al egocentrismo de mi lujuria.

Amén.

Conversaciones de ánimo para ARREPENTIRSE del pecado sexual

Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente y así te ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.

• ¿Estoy dispuesto a admitir las diversas formas de orgullo con las que lucho y mostrarme
humilde delante de ti?
• ¿He evidenciado un deseo de abrazar los seis elementos del arrepentimiento?
• ¿Parece que veo a Dios como mejor que mi lujuria y como un Padre amoroso que recibe
mi arrepentimiento?
Con cada paso, te recomendamos confiar al menos un nuevo aspecto de tu lucha con el pecado
sexual a tu compañero de ánimo y que te comprometas a restringir tu pecado. Estos
compromisos son preliminares al capítulo seis «reestructura tu vida», pero sirven para
estimular el progreso mientras llegas a ese punto.

• _____________________________________________________________________
• _____________________________________________________________________

72
Capítulo 5
«Trayendo luz a los lugares oscuros»
CONFIESA el daño causado a los afectados y busca enmendarlo.

«No he representado bien a Dios en tu presencia [Enlista]. Has sido herido por mis acciones,
actitudes y creencias que no son como las de Dios [Enlista]. Mi objetivo en la vida es dar a
conocer el carácter de amor de Dios. Eso empieza con esta petición de perdón. Valoro nuestra
relación más que mi orgullo. Actualmente estoy trabajando en someter mi vida al control de Dios
y entiendo si necesitas tiempo para considerar mi petición de perdón.»

Memoriza: 1 Juan 1:6-10 (NBLA) «Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en
tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si andamos en la Luz, como Él está en la Luz,
tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en
nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para
limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a Él mentiroso y Su
palabra no está en nosotros.» Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos clave:

● «Si decimos» ̶ En tu confesión debes reconocer que los versículos seis y ocho son
verdaderos para ti.
● «Andamos en la Luz» ̶ La verdadera confesión es un estilo de vida y no un evento; no es
nada más algo con lo que hay que cumplir para terminar con la situación.
● «Nos engañamos a nosotros mismos» ̶ Debes comenzar a ver cómo te has decepcionado
a ti mismo y por qué es importante que acabes con este estudio.
● «Fiel y justo para perdonarnos» ̶ La confesión a otros no nos ayuda a recibir más perdón,
pero es un paso que muestra un verdadero arrepentimiento.
● «Lo hacemos a Él [a Dios] mentiroso» ̶ El pecado que no se confiesa hace que la vida sea
confusa y la palabra de Dios se hace falsa con las personas que amas.

Notas de enseñanza

«Ser transparente con otras personas es una de las cosas más difíciles que debemos hacer. Un
hombre puede instituir todos los otros pasos descritos en este libro en su vida, pero si se salta
éste, todos los demás esfuerzos podrían resultar vanos.» Steve Gallagher en En el altar de la
idolatría sexual

«No le había preguntado a mi esposa antes de traer este pecado a nuestra casa. Si ella iba a
vivir con las consecuencias de este pecado, entonces ella tenía el derecho de determinar qué
necesitaba saber. Si tuviéramos alguna posibilidad de reconstruir este matrimonio, no habría

73
más lugar para mentiras o medias verdades. En nuestros grupos, respondemos más preguntas
relacionadas con la conversación durante la recuperación del adulterio que cualquier otro
tema. Podríamos haber pensado que la confianza o el perdón o incluso el sexo surgirían con
mayor frecuencia, pero, en realidad, la conversación es el puente que puede generar
confianza, perdón y sexo.» Gary y Mona Shriver en Infidelidad: esperanza y sanidad después
del adulterio

«La confesión incluye dos aspectos importantes: (1) Las confesiones traen a la luz los secretos
oscuros de modo que podamos eliminarlos… (2) La confesión permite que Dios y la persona
que se preocupa por nosotros vea nuestro pecado y aun así nos ame… No es saludable que
sólo nuestras esposas o esposos sean nuestros compañeros para llevar cuentas.» Doug
Rosenau en Una Celebración del Sexo.

«He escuchado a muchas personas decir que no tienen una persona a la cual puedan confesar
su lucha. Pero lo que verdaderamente están diciendo es que no están lo suficientemente
desesperados como para buscar ayuda.» Steve Gallagher en En el altar de la idolatría sexual.

«Construir relaciones reales de amor con personas reales es crucial para transformar la
imaginación. Has pasado mucho tiempo en tu propio mundo privado de fantasía. Un mundo
de relaciones honestas te espera. La Biblia está llena de historias sobre el pecado sexual, y se
cuentan de una manera que nos deja sin ilusiones, pero nunca es excitante ni morbosa.» David
Powlison en Adicción sexual.

Aplicación Personal

Cuando analizamos el desarrollo del pecado sexual en el paso uno, dijimos que se cruza un
umbral importante cuando el pecado sexual se hace público (pasar de imágenes o
conversaciones con personas anónimas a despertar la interacción con una persona real y
conocida). Lo mismo ocurre con la destrucción del pecado sexual; se cruza un umbral
importante a medida que la integridad sexual se hace pública (pasando del diálogo privado
con Dios a la confesión pública con personas reales y conocidas).

Si has logrado atravesar los primeros cuatro pasos con integridad, entonces se ha producido
un cambio, pero a partir del paso cinco se colocarán las bases para el cambio duradero. La
privacidad mata el cambio y alimenta el pecado. La transparencia mata el pecado y alimenta
el cambio. Es probable que este paso te asuste tanto como cualquier paso que hayas dado
desde el principio. Pero recuerda que no es tan aterrador avanzar, lo verdaderamente
peligroso es retroceder. No permitas que el miedo te vuelva olvidadizo.

Esta es una etapa del proceso de cambio en la que muchas personas sólo quieren lidiar con su
pecado en privado. Pero lidiar con un pecado privado en privado es como tratar de luchar
contra un caimán en un pantano, estarías en su propio terreno. Cada ventaja situacional iría a
tu pecado sexual. Sin embargo, si eliges luchar con el mismo caimán en un árbol, todas las

74
ventajas de la situación irán a tu favor. La confesión es cuando dejas de luchar contra el pecado
sexual en su propio terreno.

«Si tu deseas quedarte atrapado en tu pecado, confiesa sólo a Dios. Si tú quieres superar
tu pecado, confiésalo a alguna persona de confianza.» Steve Gallagher en En el altar de la
idolatría sexual.

Recuerda, el pecado no está domado, o lo matas o te mata. No hay tal cosa como tener control
sobre un pecado que estás practicando, usualmente en esta etapa del proceso es cuando
comienzas a dudar de esta verdad. Ya que el pecado ha sido debilitado, la vida se ve cada vez
mejor. Un sentimiento de esperanza está emergiendo, estas son cosas buenas, a menos que te
hagan relajarte y acorten tu jornada hacia la libertad de Dios; no te dejes engañar, a menos que
tu pecado sea expuesto no sólo a la luz de la verdad de Dios sino también a la comunidad cristiana,
éste recuperará su fuerza.

«Es posible que algunos cristianos se sigan sintiendo solos a pesar de ser parte de la
comunidad cristiana y estar participando en los cultos de oración y adoración. Esto sucede
no porque no disfruten de la comunión con otros creyentes piadosos, sino porque en esa
comunidad no se permite que sean pecadores, todos ocultan sus pecados de sí mismos y
de los otros, de modo que nadie es pecador.» Dietrich Bonhoeffer en Vida en comunidad.

Mientras examinamos cómo se ve la confesión y qué requiere de ti, consideraremos tres


secciones: (1) a quién confesar; (2) cómo confesarlo (más que revelarlo) y (3) preparándote para
la confesión.

A quién confesar

Dejemos algo en claro, la confesión te hará sentirte incómodo. Podría ser que te sientas incómodo
al pensar en una persona a la que vayas a confesar, pero no debes dejar que eso se convierta en
una razón para no hacerlo. Si comienzas con este tipo de pensamientos, estudiarás este capítulo
sólo de manera intelectual. Trata de no ponerte a la defensiva y responder algo como: no le diré
a nadie acerca de esto, no es su problema. Esta expresión es una exageración temerosa (mira el
tipo de mentira número doce en el paso uno). Hay sabiduría en cuánto vas a expandir tu círculo
de confesión, pero incluso siendo sabio, te sentirás incómodo.

«Hay una cosa que es claramente universal: Aquellos que están comprometidos a ser
abiertamente honestos son quienes pueden sobreponerse al pecado y pueden avanzar
hacia un caminar en santidad. En contraste, nunca he visto a alguien que pudiera
sobreponerse del pecado sexual si no está dispuesto a sacar su pecado a la luz con algunas
personas. Aquellos que se rehúsan a seguir este camino de honestidad abierta se quedan
atrapados en el pecado o regresan a éste después de un corto periodo de abstinencia.»
David White en Living in the Light (traducido como «Viviendo en la luz») Harvest USA, 2006

75
Tu cónyuge

Si estás casado o comprometido, ésta es la primera confesión que debes hacer. Si tu pecado sexual
involucra a una persona (un engaño emocional o una relación física) debes confesarlo con más
rapidez a tu cónyuge. Sin la confesión a tu cónyuge estás protegiendo esa relación ilícita en lugar
de proteger tu matrimonio. De igual manera, estarías guardando secretos que son lazos fuertes
con la otra persona y que, a largo plazo, cuando salgan a la luz, dañarán tu matrimonio. Si no
confesaste algo, o hay algún detalle que hayas olvidado, éste es el momento para sacarlo a la luz.

«Una vez que justificamos la mentira para no herir a otros, hemos abierto la puerta para
sólo hablar la verdad cuando sea conveniente y cómodo (p.76).» Earl y Sandy Wilson,
Restoring the Fallen (traducido como «Restaurando al caído»)

Al inicio de la confesión, puede parecer que tu matrimonio está dando un paso atrás debido a los
recuerdos desagradables y las emociones que afloran, pero esto es necesario. También existe una
sensación de protección que tu cónyuge obtendrá a medida que demuestres el valor de tomar
medidas incómodas para mejorar y restaurar el matrimonio. Si hay una pérdida emocional inicial,
todavía habrá una ganancia neta de este importante paso.

Esta confesión no debe convertir al cónyuge en el compañero principal de rendición de cuentas.


Combinar el papel de cónyuge y compañero principal de rendición de cuentas, reprimirá la
creación de confianza a largo plazo. Tu cónyuge se verá obligado a hacerte preguntas
regularmente o a dejarte solo para luchar tu batalla contra tu pecado. Por eso es esencial que las
personas casadas, hagan una rendición de cuentas con amigos cercanos piadosos. (Revisa la
siguiente sección).

Se deben aclarar tres cosas acerca del rol de tu cónyuge y de tu compañero principal de rendición
de cuentas. Primero, tu cónyuge debe tener la libertad de preguntarte sobre tu pecado y
tentación. Si la motivación para que tu cónyuge no actúe como tu compañero de rendición de
cuentas es que no te haga preguntas o no te pida explicaciones, entonces tus motivos son
incorrectos. En segundo lugar, tu cónyuge debe tener la libertad de hablar con tu compañero de
rendición de cuentas si es que tiene alguna inquietud o preocupación. En tercer lugar, si sucumbes
a la tentación, tu compañero principal de rendición de cuentas deberá insistir en que confieses a
tu cónyuge.

Lee 1 Pedro 4: 17-19. Dios comienza el juicio con Su familia. Con base en esto, debes comenzar la
confesión en la tuya. La confesión debe comenzar con aquellos a quienes más amas y con
quienes deseas tener una relación restaurada. Es por eso que antepones el arrepentimiento a Dios
antes que confesarlo a otros. Incluso si tu confesión dificulta temporalmente las cosas en tu
matrimonio, esto muestra la voluntad de aferrarte a Dios mientras haces lo correcto (v. 19). Es

76
mejor sufrir, obteniendo una respuesta negativa por hacer lo correcto, de acuerdo con la voluntad
de Dios, que vivir placenteramente (por poco tiempo) siguiendo tu propio consejo.

Tus amigos cercanos

Debes tomar en cuenta que tú estuviste hundido en tu pecado principalmente porque te


escondiste de aquellos que realmente te amaban y querían lo mejor para ti. Confiaste en tu pecado
más que en tus amigos cercanos. Sin una conciencia de tus luchas, tus amigos cristianos no pueden
cumplir la función en tu vida que Dios diseñó para ellos.

«Guardar secretos deja al Cuerpo de Cristo (la Iglesia) impotente para cumplir su propósito
en cada miembro de la iglesia que está atravesando por la tentación y el pecado (p.76).»
Earl y Sandy Wilson en Restoring the Fallen (traducido como «Restaurando al caído»)

La única forma de combatir tus miedos de confesar a tus amigos es confesándote con tus amigos.
Hasta que no hayas experimentado la confesión, tu imaginación creará escenarios de miseria y
desprecio. Hasta que obedeces a Dios en un área particular de la vida, tu imaginación está limitada
por tus pecados y temores (Salmo 34: 8).

«Creo que estarías sorprendido de la carga increíble que se va de tu cuerpo cuando


confiesas tu pecado. Cuando salimos de nuestro cascarón, recién allí es cuando comienza
nuestro proceso de libertad del pecado sexual.» Joshua Harris en El sexo no es el problema
(la lujuria sí).

«El primer paso y el más importante para sacar la pornografía de tu vida, es simplemente
confesar tu pecado, no esconderlo de Dios y de tus amigos piadosos, y no pretender que
tú puedes hacerlo solo (p.103).» Tim Chester en Closing the Window (traducido como
«Cerrando la Ventana»)
Entonces la pregunta es: ¿a qué amigos debo confesarlo? A continuación, te damos tres grupos
de personas a quienes deberías confesarlo. Algunas personas pueden coincidir en dos o tres
grupos, pero debes asegurarte de que estos tres grupos están cubiertos.

● Tu grupo pequeño ̶ Esto asegurará que tengas un tiempo regular en el que la confesión
se ajuste a las expectativas de la relación. Sin la responsabilidad de reunirse con
regularidad y de apartar tiempo para la confesión abierta y la rendición de cuentas,
inevitablemente estarás solo cuando la rendición de cuentas sea más necesaria.

● Tu mejor amigo ̶ Los valores que inculques en tu relación más cercana tendrán un gran
impacto en tu vida y en tu carácter. Enfatizar abiertamente la pureza y la fidelidad marital
en tus amistades más cercanas es una forma importante de marinar tu vida en estas
virtudes. El carácter no es algo que puedas secuestrar a un área privada o terapéutica de
tu vida.

77
● Alguien de cada área de la vida que el pecado infectó ̶ Esta es una implicación directa de
la instrucción de Juan de caminar en la luz durante tu batalla con el pecado (I Juan 1: 7).
Repasa tu confesión completa. ¿En qué áreas de la vida (trabajo, gimnasio, club social, etc.)
comenzó y creció tu pecado? Coloca postes de luz de responsabilidad y conciencia en esas
áreas para disipar la oscuridad del anonimato.
Lee Hebreos 3:12-15. El autor de Hebreos se toma la confesión muy en serio, porque conoce
la condición de nuestro corazón cuando lo dejamos a su suerte y conoce la gran habilidad del
pecado para hacerse atractivo. No caigas en la mentira de que eres más fuerte de lo que las
Escrituras dicen que eres. A menos que tomes medidas inmediatas y activas para comenzar a
establecer responsabilidades fuera de tu grupo o relación de consejería, entonces estarás
cayendo en esta mentira.

No a la persona por la que sientes atracción

Si está casado, la única persona afectada con la que no debes confesarte es(son) la(s)
persona(s) con quien(es) has pecado sexualmente. La única excepción a esto es si tu pecado
sexual fue un acto de violación u otra forma de abuso sexual. En estos casos, la confesión
puede ser apropiada (si no es traumática para tu víctima) pero debe hacerse con la guía de un
consejero experimentado.
Tu acto de terminar la relación es una clara indicación de que crees que la relación es mala. Tu
continua falta de comunicación con esa persona es el fruto del arrepentimiento que revela
que tu opinión no ha cambiado y es un acto de protección para ambos. Cualquier palabra de
compasión por cómo tu pecado los afectó, sólo serviría para provocar tentación en ambos.

Cómo confesarlo (más que revelarlo)

La confesión es la revelación que sigue del arrepentimiento a Dios con una conciencia del
impacto de tu pecado, un odio creciente por el pecado y una humilde solicitud de perdón. En
la conmoción de ser descubierto, estas piezas rara vez están en su lugar durante la revelación
completa inicial. Incluso en la vergüenza de la revelación inicial, generalmente eres demasiado
egocéntrico para expresar empatía al otro, la cual es necesaria para confesar de manera
efectiva. Es por eso que sólo ahora estás listo para confesar.

Por eso la sanidad relacional sólo comienza una vez que todo ha sido confesado. Hasta ahora
los pasos que se han dado han desinfectado las heridas relacionales del pecado, pero el
proceso de limpiarlas, mientras se prepara el escenario para la sanidad, no ha permitido que
comience esa sanidad. Quitar la suciedad de una herida es de vital importancia, pero no se
cura hasta que se quita toda esa suciedad. La confesión es la conclusión del proceso de
limpieza y desinfección del pecado sexual. En «cómo confesar» veremos cinco aspectos de la
confesión.

1. Admite específicamente tu historia de pecado

78
Confesar tu pecado es más que revelar una serie de malas decisiones. La confesión involucra
revelar quién eres en verdad y en qué te has convertido. El pecado secreto muestra una
imagen falsa de quién eres. Tus secretos han hecho que todos a tu alrededor vivan una
mentira. La confesión permite que las personas a tu alrededor vean de nuevo o quizá por
primera vez cómo eres en verdad.

En este punto emerge una pregunta importante al momento de la confesión, ¿cuán específico
debo ser acerca de mi pecado sexual? El relato bíblico del pecado de David con Betsabé nos
ayudará a dar respuestas a esta pregunta. Cuando David se arrepintió delante de Dios, habló
de su pecado y de cómo restauraría a los demás (Salmo 51:13-14). En la palabra de Dios,
encontramos algunos fundamentos que podrían ayudar al momento de confesar tu pecado
sexual.

Lee 2 Samuel 11-12. A continuación, intentamos trazar los elementos clave para confesar el
pecado sexual. Este material puede superponerse significativamente con otras partes de este
estudio de Falso Amor, pero escuchar los puntos claves nuevamente a lo largo de la vida de
David debería reforzar los fundamentos bíblicos de lo que se ha enseñado y aclarar el
panorama general de cada paso.

11:1 ̶ Debes confesar las acciones que te dejaron vulnerable a este pecado. Esto es
especialmente importante al involucrar a otros al reestructurar tu vida para depender
más y honrar a Dios (paso seis).

11:2-3 ̶ Debes confesar los pasos que tomaste al cometer el pecado. El pecado no
sucede simplemente. Necesitas ver qué áreas elegiste no ver. Confesar esto mostrará
a la otra persona que estás tomando la búsqueda de la santidad tan seriamente como
las consecuencias del pecado.

11:4 ̶ Debes confesar el pecado en toda su extensión. Pocas cosas son más dañinas
para cualquier relación que permitir que la gravedad del pecado sexual sea contada
poco a poco. La confianza comienza a construirse y luego se rompe una y otra vez. No
permitas que una relación muera por la falta de una confesión seria.

11:5 ̶ Debes confesar todas las consecuencias de tu pecado ¿Qué ocurrió? ¿Perdiste
tu trabajo, te relegaron, contrajiste una enfermedad de transmisión sexual (ETS),
sacaste una tarjeta de crédito secreta y acumulaste deudas no reveladas, etc.? Las
consecuencias no confesadas serán fuente de vergüenza y tentació para engañar en el
futuro.

11:6-27 ̶ Debes confesar tus tácticas de engaño, las personas que te ayudaron a
encubrir tu pecado, los demás pecados que cometiste como consecuencia del pecado
sexual y el impacto que el pecado ha tenido en tu carácter en general. Toma en
consideración que esta sección es la parte más larga del relato bíblico. El pecado puede

79
mantenerse con vida cuando ocultas tus tácticas de engaño y te resistes a reflexionar
sobre su impacto.
12:1-15 ̶ Debes confesar cómo fuiste llevado al arrepentimiento. Al confesar esto,
recuerda que es la gracia de Dios (aunque dolorosa) la que te llevó al arrepentimiento.
Si te descubrieron, aún puedes compartir cómo llegaste a la convicción de ser
completamente sincero y a comprometerte con el cambio.

12:7-15 ̶ Debes aceptar las consecuencias que surjan después de tu confesión.

12:16-23 ̶ Debes estar dispuesto a enfrentarte a los altibajos emocionales de las


personas que han sido afectadas a medida que se enteran de tu pecado y te perdonan,
trabajando en restaurar la relación. No sólo confieses tu pecado y después te alejes de
ellos sin ayudarlos a procesar esa información. Ésta es una parte clave para mostrar
amor a los demás durante y después del proceso de la confesión. Escoger el consuelo
de ellos por encima de tu comodidad será una muestra de amor verdadera (Filipenses
2:4-5).

2. Mira tu pecado a través de sus ojos

En el paso tres, reconociste el alcance y el impacto de tu pecado. En ese momento estabas


viendo la amplitud y el impacto de tu pecado en general. Ahora estás reflexionando en esa
misma información, pero considerándola a la luz de la experiencia de la persona que fue
afectada. Entonces sólo estabas siendo honesto. Ahora estás buscando agregar compasión y
empatía a tu honestidad.

Cuando pecaste, actuaste de manera egocéntrica, por lo tanto, confesar de esa misma
manera, está mal. Si no consideras cómo tu pecado afectó a las otras personas, sigues siendo
la figura central de tu propia imaginación; y las personas afectadas se ven nuevamente
obligadas a vivir en tu mundo. El arrepentimiento te hace más como Jesús y Él vino a vivir en
nuestro mundo como evidencia de Su deseo de tener una relación de restauración con
nosotros.

La confesión no es humillarse, porque incluso la humillación puede tratarse sólo de ti y de lo


mal y lo arrepentido que estás. Este aspecto de la confesión es acerca de la otra persona. La
confesión restaura la confianza porque hablas de los efectos de tu pecado en ella sin echarle
la culpa. Empiezas a ver y responder a la otra persona como una persona real, esta situación
te protege porque te obliga a pensar en tu pecado con otra mentalidad y éste sólo es atractivo
cuando lo piensas de manera egocéntrica.

Si estás casado, tomate el tiempo para leer el manual «Verdadera traición», ya que es una
excelente manera de obtener una comprensión más completa de cómo tu pecado afectó a tu
cónyuge. Después de leer éste, no empieces por contarle a tu cónyuge lo que has aprendido.
En cambio, pregúntale a tu cónyuge qué está aprendiendo. Luego, después de escuchar a tu
cónyuge, comparte qué aprendiste de este material.

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Lee Gálatas 5:14. ¿Cómo resumirías toda la ley de Dios? Pablo dice que puede resumirse en el
mandamiento: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». A la luz de la explicación anterior,
escucha ese mandato de esta manera: «Si miras tu pecado a través de los ojos de la persona
contra la que estás a punto de pecar, el pecado perderá su atractivo». El egocentrismo es tanto
la raíz del pecado como el adversario de la confesión. Si quieres confesar bien, ama bien.

3. Abraza las consecuencias de tu pecado


La confesión nunca es una negociación, presentar tus términos es una contradicción de la
verdadera confesión. Si ves como un castigo y no como una consecuencia, el impacto
emocional de tu pecado sobre los demás (especialmente tu cónyuge, si estás casado) o su
desconfianza, rápidamente comenzarás a verte como la víctima de tu propio pecado. Lo que
empezó como una confesión se transformará en amargura. Al confesar no buscarás
comprender, sino que exigirás ser comprendido.
Es importante recordar que mientras cometías pecado sexual, corrías riesgos. Correr un riesgo
implica saber (incluso si vivías en la negación) que una pérdida era probable. Entonces, en la
confesión, probablemente tendrás que aceptar esa pérdida de libertad o preferencia para
honrar apropiadamente el impacto de tu pecado en la otra persona.
Etiquetar esas pérdidas como sacrificios personales es absolutamente incorrecto. No le estás
haciendo un favor a la otra persona, tampoco estás haciendo un esfuerzo adicional cuando
aceptas las consecuencias de tu pecado. Si te permites pensar así, convertirás la confesión en
un martirio. Pensarás que la persona a la que lastimaste es cruel por haber sido lastimada por
tu pecado.

4. Ofrece un plan para cambiar


El dolor y la compasión por sí solos no ofrecen esperanza de cambio. Es por eso que la
confesión debe incluir una declaración de tu intención para el cambio con un plazo razonable.
Al entregar un plan, demuestras que has pensado en las consecuencias y eso conlleva un
cambio duradero. Decir solamente «no lo volveré a hacer», es un insulto y una solicitud de fe
ciega por parte de la otra persona.
Al presentar tu plan de cambio durante la confesión, dale a la otra persona la oportunidad para
hablar acerca de este plan, esto le comunicará que el propósito principal del plan es restaurar
la relación. Si estás a la defensiva, entonces demostrarás que el plan es más importante que la
persona con la que quieres restaurar la relación. De igual manera, al presentar el plan, pueden
abordar áreas que pasaste por alto o establecer confianza de manera más eficiente al
responder sus dudas.
Recuerda que estás ofreciendo un plan de cambio, no un paquete de compensación por el
pecado (ofrecer cortar el césped, trabajar horas extras, etc.). Si confundes un plan de cambio
con un paquete de compensación por el pecado, sucederán al menos tres cosas negativas.
Primero, intentarás cambiar a través de un sistema de justicia por obras y no a través del
evangelio. En segundo lugar, insultarás a la otra persona al declarar cuál crees que es el «valor»
de tu pecado. En tercer lugar, te sentirás ofendido en caso de que la otra persona no acepte

81
tu «generosa y justa» oferta y te sentirás con el derecho a que ella se arrepienta por rechazar
tu confesión.
En el siguiente paso, desarrollarás un plan sólido para reestructurar tu vida. En esta confesión,
estarás declarando aquellas cosas que son obvias y relacionadas con las formas en que tu
pecado afectó a la persona a quien le estás confesando. Es prudente, durante la confesión,
confiar en que todavía estás aprendiendo cómo es una vida que honra a Dios y pedir
sugerencias. Esto muestra humildad, un elemento de mucha importancia al momento de
confesar, además demuestra el valor que le estás dando a esa relación.

5. Espera por perdón pacientemente

Cuando Dios nos manda perdonar a otros no es una licencia para que podamos exigir perdón.
Si te conviertes en el portavoz de Dios, la confesión se transforma en un rol manipulador (sí,
ya sea que quieras manipular o no). Tú modificas la percepción de modo que tu confesión te
convierta en el «bueno» y la otra persona se convierta en el «malo» si no te perdona de
inmediato.
Si estudias los pasajes bíblicos sobre el perdón interpersonal, notarás que Dios no pone esta
respuesta dentro de un horario. Dios dice que debemos perdonar de corazón (Mateo
18:35) como Cristo nos perdonó (Efesios 4:32). Si la persona a la que estás confesando tu
pecado responde con perdón inmediato, eso es gracia sobre gracia.
Como regla general, debes estar dispuesto a esperar sin quejarte el mismo tiempo que a ti te
tomó confesar tu pecado y llegar al arrepentimiento. Te resististe y luchaste, sin embargo, en
un punto permitiste que Dios fuera el Señor de tu vida en el área de tu sexualidad. Si la persona
a la que confesaste tu pecado tiene problemas para recibir de Dios la gracia de perdonar, debes
verla con compasión. Tú sabes muy bien la lucha que conlleva el rendir a Dios un área de tu
vida. Si tratas de apresurar el perdón, solo lograrás que su lucha sea más difícil. Ora por esa
persona como te hubiera gustado que oraran por tu pecado.

Preparándote para la confesión

Una mala confesión puede hacer tanto daño como el mismo pecado. Por esta razón, es
aconsejable pensar detenidamente lo que quieres decir y organizar tus ideas y pensamientos
para que tus palabras transmitan una confesión verdadera y saludable.
Con frecuencia, la incomodidad de estas conversaciones y la sensación de vergüenza
interrumpen la confesión hasta el punto de que la conversación deja de ser confesión. De
modo que la confesión se puede transformar en una conferencia de prensa informativa. La
preparación es importante para mantener la confesión como confesión.

Lee Filemón. Todo este libro es un ejemplo de preparación para la confesión. Onésimo era un
sirviente que le robó a Filemón cuando se escapó. Como hombre libre en la huida, sus caminos
se cruzaron con Pablo y se volvió cristiano. Mientras era discipulado, Pablo y Onésimo
decidieron que debería regresar con Filemón y corregir sus ofensas contra él. Pablo escribió
esta carta para que Onésimo se la entregara a Filemón al momento de hacer su confesión.
Resulta obvio que Pablo y Onésimo se prepararon para el tiempo de la confesión. Habría sido

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fácil para Onésimo explicar sus acciones y comportamiento basándose en la injusticia de su
clase social y su papel en la casa de Filemón. De la misma manera, puede ser fácil para ti
comenzar a explicar tu pecado mientras confiesas. La preparación es la clave para mantener
la confesión como tal.
Utiliza los siguientes cinco puntos para ayudarte a hacer un plan para completar este paso de
la confesión. Mientras lo haces, recuerda que no solamente estás cerrando un capítulo de tu
vida, sino que estás comenzando un nuevo estilo de vida que valora la integridad y la
transparencia por encima del placer y la reputación. Recuerda que el pecado que estás
confesando debe cambiar, sin embargo, este tipo de conversaciones deben convertirse en una
parte normal y regular de tu vida a medida que aprendes el gozo de vivir en relaciones reales.

1. Haz una lista de las personas a las que necesitas confesar. Tu lista debe incluir a aquellos a
quienes has ofendido y aquellos que son importantes y que deberían estar en tu equipo
de rendición de cuentas. A esa lista debes añadir a aquellos a quienes mentiste (ve el
cuadro que realizaste en el capítulo dos). También debes agregar a aquellos que han sido
afectados por tu pecado.

Haz una lista de los nombres de las personas a las que debes confesar. Coloca en orden
los nombres de las personas a las que confesarás. Si estás casado, la primera persona
debe ser tu cónyuge. A partir de ahí debes arrepentirte con quienes tienes una relación
más cercana y con los más afectados por tu pecado.

2. Haz una guía de confesión para cada persona. Puedes ver nuestra guía de confesión en la
página bradhambrick.com/falselove (en inglés). Tómate el tiempo para redactar y delimitar
tus pensamientos e ideas para realizar una confesión sincera. Ésta es la forma en que la
gente habla en una relación sana y piadosa. Así que, a medida que completes cada guía de
confesión, trata de no verlo como un trabajo académico, sino como una oportunidad para
mejorar la comunicación y tener relaciones saludables.

3. Ensaya tu confesión con un consejero o con un mentor cristiano de confianza. Recuerda


que no estás memorizando un discurso, ni estás ensayando para una obra de teatro. Debes
tratar de sentirte cómodo diciendo algo incómodo, sin salirte del mensaje. La persona con
la que ensayas debe ser alguien con quien hayas compartido toda tu confesión. Mientras
te escuchan, estas personas pueden comentar acerca de algunas partes clave.

● ¿No incluiste alguna información relevante en tu confesión?


● ¿Estabas a la defensiva o empezaste a hablar de una manera que minimiza al otro
o le echa la culpa?
● ¿Estás listo para recibir los comentarios de esa persona o las posibles emociones
negativas?

4. Programa una cita para reunirte con la persona con quien quieres confesarte. Es una mala
idea «esperar un buen momento para confesar» por, al menos, dos razones. Primero, un

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buen momento rara vez llega cuando estás listo. Las confesiones improvisadas son
propensas a la postergación y son tan informales que son ofensivas e incompletas. En
segundo lugar, las confesiones improvisadas crean un desequilibrio en la conversación. Tú
estás preparado, pero la otra persona no lo está.

Una vez que hayas completado la guía de confesión, comunícate con la persona y dile algo
similar a: «Sé que te he ofendido con mis acciones. He estado pensando en cómo te he
lastimado a ti y a otros. Me gustaría reunirme contigo para pedirte perdón. Si es posible,
me gustaría reunirme en persona. Lo que tengo que decir no debería tomar más de cinco
a diez minutos. Cuánto tiempo hablemos después de eso, dependerá de ti. ¿Crees que
podamos vernos pronto?»

Si la relación se vio afectada de manera importante, la confesión podría demorar más y


esto deberá ser tomado en cuenta al momento de realizar la cita con la persona
involucrada. Si la persona a quien le está confesando no es consciente del pecado que estás
confesando, está bien omitir los dos primeros enunciados y comenzar tu solicitud con: «Me
gustaría reunirme contigo para pedirte perdón por la forma en que he pecado contra ti».

5. Sigue adelante mientras tu compromiso es fuerte. No pospongas el paso de la confesión.


Cuanto más tiempo esperes, más débil será tu resolución para completar este paso. Ponte
en contacto con tu mentor y pídele que te ayude a rendir cuentas, pongan fechas límites
para llevar a cabo el proceso de confesión. Decide con quién ensayarás tu confesión y
establece un horario para reunirte con esa persona.

Conversaciones de ánimo para CONFESAR el pecado sexual

Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente y así te ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.

• ¿Me estoy resistiendo a confesar mi pecado con alguien con quien debería hacerlo?
• ¿Puedo ensayar mi confesión sin perder de vista el mensaje principal (sin
autocompasión o sin echarle la culpa al otro)?
Con cada paso, te recomendamos confiar al menos un nuevo aspecto de tu lucha con el pecado
sexual a tu compañero de ánimo y que te comprometas a restringir tu pecado. Estos
compromisos son preliminares al capítulo seis «reestructura tu vida», pero sirven para
estimular el progreso mientras llegas a ese punto.

• _____________________________________________________________________
• _____________________________________________________________________

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GUIA DE CONFESIÓN
Nombre de la persona a la cual vas a confesar: _____________________

«No he representado bien a Dios en tu presencia. Has sido herido por mis acciones, actitudes y
creencias que no son como las de Dios. Mi objetivo en la vida es dar a conocer el carácter de amor
de Dios. Eso empieza con esta petición de perdón. Valoro nuestra relación más que mi orgullo.
Actualmente estoy trabajando en someter mi vida al control de Dios y entiendo si necesitas tiempo
para considerar mi petición de perdón.»

Ahora estoy dispuesto a admitir que he pecado contra ti al hacer… [enlista pecados específicos y
evita las palabras: si, pero o quizá]. Estas acciones fueron mi elección y mi error. Revisa tu
confesión completa e incluye las cosas que afectaron a esta persona.

Estoy aprendiendo a ver cómo mi vida ha sido dirigida por mis deseos de [haz una lista de las
motivaciones a tu pecado]. Tú no has causado mi pecado. Revisa los motivos de tu pecado en el
capítulo tres.

Sé que debo cambiar para honrar a Dios y bendecir a aquellos que me importan. Porque veo mi
necesidad de cambio, yo haré [haz una lista de cambios necesarios]. Sigo dándome cuenta de que
Dios requerirá de mí otros cambios para poder darle honra. Expresa esos cambios que son
fundamentales.

¿Hay otra manera en la que te puedo mostrar que soy sincero en mi deseo de cambiar o para
hacerte sentir seguro/a? [Haz una pausa y toma nota de sus respuestas]. Esta sección debería
estar en blanco hasta que hables con la persona.

Entiendo si te toma algún tiempo, pero te estoy pidiendo perdón por los pecados que cometí en
tu contra. Gracias por darme el honor de escucharme.

85
Capítulo 6
«Convirtiéndote en un mal anfitrión(a) del pecado
sexual»
REESTRUCTURA TU VIDA al depender de la gracia de Dios y de Su Palabra para
transformarla.

«He aprendido mucho sobre mí (enlista con ejemplos), mi pecado (ejemplos) y mi Salvador
(enlista con ejemplos).
Por estas verdades quiero y necesito hacer los siguientes cambios (enlista).
Mi tentación es ver estos cambios como “lo que he logrado” en lugar de simplemente hacer mi
parte y celebrar la gracia de Dios en mi vida».

Memoriza: 2 Timoteo 2:21-22 (LBLA): «Por tanto, si alguno se limpia de estas cosas, será un vaso
para honra, santificado, útil para el Señor, preparado para toda buena obra. Huye, pues, de las
pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un
corazón puro». Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos clave:

● «Estas cosas (deshonrosas)» ̶ Para superar el pecado sexual debes comprometerte a


dejar todas las cosas que son deshonrosas.
● «Útil para el Señor» ̶ La motivación para hacer grandes cambios viene de un deseo de
tener a Cristo como Señor.
● «Huye» ̶ El consejo que dice «detente» es claro y enfático. Si no hay claridad acerca de si
algo es malo o no, aléjate.
● «Sigue» ̶ Si no sigues activamente estas cosas, dejar el pecado sexual creará un vacío en
lugar de una vida satisfactoria.
● «Con» ̶ Estos cambios no debes hacerlos en soledad. Cuando el cambio es a solas es frágil
y, comúnmente, temporal.

Notas de enseñanza

«Huir de la tentación podrá no ser la solución completa, pero nos da tiempo mientras peleamos
la batalla de la fe (p.94).» Tim Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la
ventana»)

«Supón que tu profesor de Biología te diera un carcayú vivo y te pidiera disecarlo, pero no tienes
anestesia ni alguna manera de amarrar a la bestia. ¿Qué pasaría si le hablas amablemente al
carcayú: “Disculpe señor ¿podría quedarse quieto? Intentaré acabar con esto lo más rápido
posible”? Todo lo que verías serían dientes expuestos y garras voladoras en una resistencia

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violenta a tu experimento. Tu carne se quedará tan quieta en meditación y oración como un
carcayú sometiéndose a una cirugía». Kris Lungaard en El enemigo que llevamos dentro

«Verás, la impureza sexual no es como un tumor que crece sin control dentro de nosotros. Lo
tratamos de esa manera cuando nuestras oraciones se enfocan en liberación, mientras rogamos
que alguien venga a removerlo. En realidad, la impureza sexual es una serie de malas decisiones
de nuestra parte, el resultado de un carácter inmaduro, y la liberación no te entrega madurez
instantánea. Se debe trabajar en el carácter…Tendrás que aceptar por fe que una vez que
controles tus ojos y tu mente, la presión sexual disminuirá dramáticamente. Tú eres el que aporta
la mayoría de la presión sexual sobre ti mismo a través de la estimulación visual y fantasía mental.»
Stephen Arterburn y Fred Stoeker en La batalla de cada hombre.

«Si eres hombre, empieza a ver a las mujeres como tus hermanas, como personas a las que debes
proteger y no atrapar como si fueran una presa. Si eres mujer, empieza a tratar a los hombres
como tus hermanos en lugar de transformarlos en objetos romántico-eróticos… Si estás casado,
comienza el arduo trabajo de construir una relación honesta donde la sexualidad se convierte en
uno de los frutos de su unión como pareja.» David Powlison en Adicción sexual

«Nuestra percepción del sexo se ha separado de lo que es la relación e intimidad. El sexo en el


porno es solamente una actividad física, nada más. Pero el sexo real, el sexo como Dios lo creó, es
la celebración y clímax, literalmente, de una relación. El sexo que agrada a Dios es parte de un
paquete que incluye hablar juntos, compartir juntos, decidir juntos, llorar juntos, trabajar juntos,
reír juntos y perdonarse el uno al otro. El orgasmo llega al final de un proceso que empezó con un
cumplido, los quehaceres, recordar tu día, aliviar tu corazón, ordenar la casa. El sexo que descuida
esto es vacío… Si ves el sexo como una gratificación personal o una oportunidad para cumplir una
fantasía, si tienes sexo descuidando la intimidad o conflictos sin resolver, entonces ese sexo será
malo en ambos sentidos de la palabra: de mala calidad y desagradable ante los ojos de Dios
(p.18).» Tim Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»).

Aplicación personal

Hasta este punto has admitido, reconocido, comprendido, te has arrepentido y confesado. Cada
uno de estos pasos previos son una parte vital del proceso del cambio, pero son insuficientes para
crear un estilo de vida donde la pureza y el honor sean marcas definitivas en tu vida y relaciones.
Cada uno de los pasos hasta este punto han sido acerca de «despojarse» del pecado (Efesios 4:22)
o cambiar lo que piensas acerca de tu pecado (Efesios 4:23) más que «revestirse» del carácter de
Dios (Efesios 4:24). El cambio duradero reemplaza lo que se desechó y construye algo nuevo en
lugar de lo que destruía. Ese será el punto principal del resto de este proceso.

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Al avanzar en los pasos restantes, deberás enfrentar más que sólo el pecado sexual. No es común
que el pecado se limite a un área de la vida, por ende, pensar que lo superarás sin enfrentar otros
aspectos de tu vida es una idea ingenua acerca del cambio y sería un esfuerzo en vano hasta ahora.
Fallar al no observar el resto de tu vida sería como tener frenos para alinear tus dientes y después
negarte a usar el retenedor para mantener los cambios.

«He descubierto que la mayoría de las personas adictas a una cosa en particular también fallan
en ejercer control en otras áreas de sus vidas… Usualmente esto ocurre porque el problema
subyacente no es la adicción sexual, sino la falta de control, restricción y disciplina que nacen
de una vida de autogratificación… Cuando la persona aprenda a moderarse en cada área de
su vida, se dará cuenta de que la tentación a involucrarse en el pecado sexual se debilitará.
Buscar otras formas de placer sólo sirve para fortalecer la adicción porque gratificarse a sí
mismo simplemente refuerza el egocentrismo… Un verdadero vencedor debe desprenderse
de ciertas relaciones, lugares y cosas que están íntimamente asociados a su estilo de vida
pecaminoso. Esto es extremadamente difícil y usualmente traumático para el adicto sexual
quien, por muchos años, ha recurrido a su pecado para recibir comodidad, placer y escape del
mundo real. Invariablemente el hombre se encuentra lidiando no sólo con la pérdida del
placer del pecado, sino también de los otros elementos que acompañan el estilo de vida
pecaminoso». Steve Gallagher en En el altar de la idolatría sexual.

Este es un llamado a amar y a depender más de Dios. El pecado sexual es siempre la búsqueda de
algo más allá de lo que encuentras en ti mismo o en la relación con alguien más. Si no enfrentas
este deseo más profundo del alma te convertirás en esclavo de algún otro (posiblemente más
funcional) placer que eventualmente se irá. Fuiste hecho para algo más grande que el sexo y
solamente Dios te satisfará funcionalmente todo el tiempo.

Los cambios necesarios toman tiempo. Es fácil ser impaciente en esta parte del proceso, y pensar
«hice lo que se supone que tenía que hacer. Ahora a seguir adelante». Todavía no has hecho lo
que se supone que tienes que hacer. Solamente has reconocido o comenzado a corregir lo que no
debías haber hecho, has purificado tu vida. Estás, en este paso, plantando semillas de honor y
cuidándolas en un estilo de vida de un carácter piadoso. El trabajo que viene requerirá tanta
humildad, fe y confianza como el trabajo que ya has realizado.

«La fe en Jesús no es una solución rápida. Y éste ciertamente no es un caso de “sólo creer”.
No hay un “sólo” en esto. Sí, el mensaje es “creer”, pero nunca es “sólo creer”. Fuimos
llamados a la batalla de la fe, entonces en lugar de “sólo creer” el mensaje es “lucha para
creer”. Y será una lucha, una lucha diaria. Unos días saldrás herido; otros días perderás la

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batalla. Entonces deberás levantarte, luchar para creer en la gracia de Dios y volver a la
contienda… Por eso es que tantas personas hablan de volver al porno cuando están cansadas.
No es porque piensen que el porno los activará, para eso se harían una taza de café, es porque
sienten que ya no tienen las fuerzas para seguir batallando (p.60).» Tim Chester en Closing
the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)

En este capítulo examinaremos cómo la vida necesita ser reestructurada bajo tres encabezados:
(1) Compromiso para vivir en la realidad de Dios; (2) Autocontrol en todas las áreas de la vida; y
(3) Aplicar sabiduría en las relaciones.

Compromiso para vivir en la realidad de Dios

El pecado sexual siempre rompe las relaciones reales. Incluso el adulterio en una relación pseudo
marital no viene con el pacto que consolida la propiedad mutua (1 Corintios 7:4) del sexo que Dios
creó. El pecado sexual siempre se expresa en relaciones donde tenemos influencia, ganancia
egoísta o la habilidad de abandonar el diseño de Dios para el matrimonio. El sexo fue diseñado
para servir como pegamento y hacer que las relaciones sean permanentes (1 Corintios 6:15-18).
Cuando aplicas pegamento donde no corresponde, primero se atora y luego se rompe. Lo mismo
aplica para el sexo.

Para darte cuenta de la importancia de vivir en la realidad de Dios debes entender que no
solamente fuiste comprado por la sangre de Jesús, también fuiste diseñado por Dios. La
computadora de Bill Gates (director de Microsoft) no lo «obedece» simplemente porque la
compró, la computadora «obedece» a Bill Gates en un nivel más profundo porque él la diseñó.
Cada vez que la computadora intenta funcionar fuera de su diseño, se daña.

Es lo mismo con respecto a Dios. Cuando tratas de operar fuera del diseño de Dios te enojas y
culpas al «fabricante». En esta sección, debes examinar qué tan bien vives en la realidad de Dios
(1) físicamente, (2) emocionalmente y (3) logísticamente.

Vivir físicamente en la realidad de Dios

No pienses que, si descuidas tu cuerpo físico, luego podrás vivir en ese mismo cuerpo como Dios
lo diseñó. Debes recordar que tienes un corazón caído que se inclina a pecar, vives en un mundo
caído donde el pecado está disponible y tienes un enemigo que manipula la vida para traer
tentación en tus momentos de mayor debilidad. ¿Por qué piensas que puedes llevar una vida física
y mentalmente vacía, y sobrevivir moralmente?

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¿Vives una vida balanceada en estas áreas?:

● Descanso: ¿duermes de seis a ocho horas continuas cada noche? ___Sí ___ No
● Dieta: ¿comes de manera saludable y balanceada regularmente? ___Sí ___ No
● Ejercicio: ¿estimulas, fortaleces y mantienes tu cuerpo
saludable? ___Sí ___ No
● Manejo del tiempo: ¿vives días productivos y no colapsados? ___Sí ___ No
● Sustancias: ¿te abstienes de tomar alcohol o drogas que disminuyen
tus inhibiciones? ___Sí ___ No

Cuando desgastas tu cuerpo físico, buscas cosas que te activen de una manera artificial. Para
algunas personas es comer de más, para otros los estimulantes, ir de compras, la procrastinación,
las distracciones, hacer cosas sin sentido, el descuido u otras actividades similares. Hay una fuerte
probabilidad de que para ti, esta estimulación artificial (escape) sea alguna forma de pecado
sexual.

El tiempo necesario para estar saludable es el mismo tiempo que dedicaste a tu pecado. ¿Cuán
diferente sería tu salud física si hubieras dedicado el tiempo que pasaste pecando y preparándote
para pecar, cuidando el cuerpo que Dios te dio? ¿Cuán diferente sería tu vida espiritual si fueras
más fuerte física y mentalmente? ¿Cuán distintas serían tus relaciones si fueras físicamente más
fuerte, mentalmente más sagaz y con un espíritu renovado? Espero que entiendas el punto. Elegir
vivir en la realidad de Dios con tu cuerpo tiene un impacto profundo en toda tu vida.

Lee Marcos 14:38 y 1 Timoteo 4:7-10. El cuerpo es amigo del alma, o al menos lo es cuando lo
cuidas. Cuando no lo cuidas, el cuerpo se convierte en un enemigo o por lo menos en un obstáculo
del alma. Jesús oró por Sus discípulos porque su carne era débil (estaban durmiendo
probablemente por los efectos del trabajo de preparar la Pascua y la gran cena que acababan de
comer). Pablo le dijo a Timoteo que había una conexión entre el ejercicio físico y el ejercicio
espiritual. En este caso, Pablo se refería al principio que dice que, una vida bien disciplinada es una
donde el autocontrol es fácil de expresar en todas las áreas. ¿Será que una rutina de ejercicio, una
dieta saludable y un horario regular de sueño eliminan la tentación? No. ¿La ausencia de estas
cosas aumentará la tentación? Sí.

¿Cómo necesitas mejorar el cuidado de tu cuerpo?


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También debemos reconocer que el pecado sexual es un escape multi-sensorial poderoso porque
puede capturar múltiples sentidos en el escape placentero que crea. Mientras pecas se bloquea

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el mundo entero porque todos tus receptores sensoriales están recibiendo el estímulo del pecado.
Esto es cierto tanto para la pornografía como para el adulterio y su poderosa anticipación.
Mientras no aprendas a cuidar tu cuerpo, la naturaleza multi-sensorial del pecado sexual hará que
prefieras esta forma de escape por encima de las demás.

Vivir emocionalmente la realidad de Dios

En este punto es importante reconocer la lucha única que los adolescentes y adultos jóvenes
enfrentan con la tentación sexual. Son sexuales, Dios los creó hombre y mujer (Génesis 1:27). Toda
su anatomía sexual está lista para el sexo y es sensible a la vista, al olfato, al sonido y al tacto. Uno
de los propósitos principales de la vida es encontrar un cónyuge. Pero aún pasarán años (por
nuestra cultura) antes de llegar a casarse y tener un lugar legítimo para expresar esta faceta de la
personalidad. Por lo tanto, es importante para los solteros no sentirse condenados por sus
atracciones y excitaciones naturales. Cuando abrazas este sentido de condenación no estás
viviendo emocionalmente en la realidad de Dios. La atracción y la excitación no son
necesariamente lujuria y no deberían considerarse pecado en la ausencia de ésta. La lujuria es
cuando te entretienes con la atracción y la excitación. De la misma manera en que el hambre y las
preferencias por la comida no son necesariamente glotonería, la atracción y excitación no son
necesariamente lujuria.

Soltero o casado, cuando batallas con el pecado sexual debes redefinir «recompensa» y palabras
similares. Cuando el pecado sexual es «lo bueno» que recibes cuando logras algo difícil o es lo que
te «mereces» después de hacer un sacrificio, entonces, cuando te abstienes del pecado sexual, te
sientes estafado y Dios se convierte en un aguafiestas cósmico en tu contra.

Lee Salmos 84:7-12. Es difícil creer que «No quitará el bien [Dios] a los que andan en integridad
(v.11)» cuando crees las mentiras del pecado acerca de lo que es «bueno» para ti. El pecado hace
que vivir una vida justa se sienta como un peso que adormece tu fuerza en vez de un pozo de vida
que te lleva de «poder en poder (v.7)». Una parte principal del cambio es tener una definición de
«bueno» que concuerde con la definición de Dios.

¿Dónde, cuándo y cómo necesitas cambiar tu definición de palabras como «bueno»,


«recompensa» y «merecer»?
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También debes darte cuenta de que es más fácil resistirse a la tentación que al pecado. Cuando
esperas e intentas resistirte al acto de pecar en lugar de a los momentos de tentación que llevan

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a pecar, te pones en una situación de desventaja emocional intensa. No puedes seguir corriendo
en el hielo delgado y húmedo de la tentación, y esperar no caer al estanque del pecado. Es cierto
que la tentación no es pecado, pero es igualmente cierto que la tentación no es segura ni sabia.
No debes engañarte pensando que puedes ser un santo imprudente y tonto por mucho tiempo.

«Muchos de nosotros desarrollamos una mentalidad de dieta con respecto a la lujuria.


Realmente queremos reducir la lujuria porque sabemos que no es saludable y nos hace sentir
mal». Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí).

¿Dónde están los puntos de tentación que debes eliminar o en dónde debes poner protecciones
firmes en tu vida?
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Debes detener tus fantasías sexuales lo más pronto posible. Cualquier historia requiere un poco
de desarrollo antes de ser convincente. Son al menos tres frases después del «había una vez» para
que un cuento de hadas se vuelva interesante. Incluso cuando quieres escapar a «la tierra de
Nunca Jamás» el inicio ficticio no te llama la atención hasta que una historia empieza a
desenvolverse. Se vuelve más difícil abandonar la historia con cada detalle añadido y personaje
desarrollado. Frecuentemente, antes de que te des cuenta, ya has leído el libro completo.

Sucede igual con el pecado sexual. Entre más dejas a tu imaginación correr, viendo pornografía,
posicionándote en una película romántica, pensando cariñosamente acerca de tu pareja,
planeando la siguiente cita o conversación con tu cómplice de adulterio, más difícil es detener la
historia. Pero muy seguido te dices que «sólo sucedió» cuando has completado el acto del pecado
sexual.

«El verdadero cambio que proviene de Dios comienza con tu imaginación y tu vida deseada.
Ahí es donde comienza tu lucha contra el comportamiento sexual compulsivo». David
Powlison en Adicción sexual

¿Cuáles son los detonantes comunes y la parte inicial de tus fantasías sexuales que necesitas
«cortar de raíz»?
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Vivir logísticamente en la realidad de Dios

El pecado no «sólo sucede». Para el momento en el que el pecado domina tu vida es porque él ya
ha establecido su hogar ahí. Frecuentemente adaptas tu vida de tal manera que es más accesible
pecar que no pecar. Es por eso que seguir a Dios y renunciar al pecado puede requerir,
literalmente, reacomodar tu vida. Tu nueva vida no será sólo tu vida actual sin pecado sexual, sino
que será una vida sin todas las estructuras que tu pecado requería y con nuevas estructuras que
se enfocan en amar a Dios y a los demás.

Las siguientes sugerencias no tienen la intención de ser exhaustivas. Más bien están destinadas a
despertar tu razonamiento y el razonamiento de aquellos que has dejado caminar junto a ti hasta
ahora (no debes regresar a la oscuridad del individualismo que se disfraza de «privacidad»). Sin
embargo, si alguno de los elementos nombrados te ayuda a resistir el pecado sexual, entonces
considéralo obligatorio. No has llegado tan lejos en este proceso como para ahora empezar a hacer
las cosas sólo «lo suficientemente bien».

Tres factores que han hecho que la pornografía sea una lucha que va en aumento con la llegada
del Internet: accesibilidad, asequibilidad y anonimato. Ahora se puede acceder al porno sin
vergüenza, sin costo y sin riesgo (al menos eso es lo que se piensa en el momento de la tentación).
Si vas a combatir el pecado sexual en esta cultura hipersexualizada, entonces debes prestar
atención a los detalles de tu vida.

● Filtro de Internet: También conocido como «software de bloqueo». Este tipo de programas
pueden aplicarse a sitios pornográficos y a chats. Su propósito es evitar que la
computadora pueda acceder a esos sitios en particular. Sin embargo, los filtros nunca son
suficientes por sí mismos, por lo que, si pones un filtro en tu computadora, alguien más
debería tener la contraseña para regular los ajustes, de lo contrario la herramienta será
inútil.

● Software de responsabilidad: Estos programas envían reportes vía correo electrónico cada
vez que un sitio cuestionable es visitado o cuando el programa se apaga manualmente
mientras la computadora sigue encendida. Su beneficio es que nunca te permitirá estar «a
solas» con tu computadora. Hay muchas versiones disponibles de este software, pero se
recomienda covenanteyes.com como una opción de calidad.

● Mueve tu computadora a un área concurrida del hogar: Esto es como dejar una serpiente
dentro de una jaula en vez de dejarla libre en tu casa. Una extensión de este principio es
únicamente hacer uso del internet en lugares públicos y no utilizar la computadora cuando
tu familia no está. Si es necesario, no te quedes solo en casa cuando tu cónyuge está fuera

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o ve a dormir a la misma hora que tu familia o compañeros de cuarto. El punto principal
es: ninguna conveniencia tecnológica vale lo suficiente como para comprometer tu carácter
o lastimar a tu familia.

● Cancela el acceso a medios tentadores: Cancela las suscripciones a revistas con imágenes
de lencería o trajes de baño. Abstente de ver programación nocturna o con contenido
sexual. El punto principal es: entretenerte y evadir el aburrimiento no valen lo suficiente
como para comprometer tu carácter o lastimar a tu familia. Estas son excusas que
demuestran ser vanas cuando consideras las consecuencias del pecado sexual.

● Pon versículos cerca de tus lugares de tentación: Donde hay oscuridad y mentiras al acecho
coloca velas de verdad y luz. Revisa tu confesión completa y haz una lista de los lugares a
los que haces referencia. Revisa tus motivos/detonantes para pecar y encuentra pasajes
de la Palabra que contrarresten los puntos del engaño. La mayoría de los pasajes más
efectivos tienen poco que ver con lujuria. Si te limitas a pasajes de lujuria, entonces la Biblia
podría usarse para recordarte tu lucha.

● No mires lo que no te pertenece: Piensa en la lujuria como un robo sexual. Estas tomando
algo que no te ha sido otorgado. Estás forzando a alguien a hacer cosas en tu imaginación
que no haría voluntariamente.

● No compres o andes en/cerca de tiendas/sitios provocativos: Aun la mínima tentación te


encontrará, no hagas su cacería más fácil. Si dependes de esas «vallas» de protección como
tu solución, eso es legalismo. Sin embargo, si no tienes estas protecciones, eso es una
imprudencia. Discute estos límites con los de tu círculo de confesión y pídeles que te
pregunten si has logrado cumplir estos compromisos.

● Haz actividades que disfrutes: No estás nada más intentando librar tu vida de la lujuria.
Estas descubriendo la vida que Dios quiere que disfrutes. Si sobreponerse a la lujuria es
solamente acerca de lo que «no haces», entonces te sentirás muy desanimado. Conforme
tus deseos se purifican, deberías encontrar cosas que disfrutas «dentro de la realidad de
Dios».

¿Qué cambios necesitas hacer que salieron a la luz leyendo esta sección?
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Autocontrol en todas las áreas de la vida

La vida no se mantendrá «limpia» en segmentos por mucho tiempo. No puedes arrancar de raíz el
pecado de la misma manera en que limpiabas tu habitación cuando eras niño: apilando todo
adentro del clóset o debajo de la cama. El pecado no es como un juguete. No se va a quedar en
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donde lo dejes. El pecado es parte león y parte conejo: caza y se multiplica. A menos que se mate,
dominará la vida entera de la persona que lo esconde, ignora o minimiza.

Así también ocurre con el pecado sexual. Existen incontables testimonios de aquellos que viven
vidas indisciplinadas e intentan tomar su pecado sexual seriamente. Por pura voluntad y
posiblemente algo de responsabilidad dejan de ver porno o terminan con una relación inadecuada,
por un tiempo. Pero el pecado sexual encuentra el camino de regreso a su vida a través del tiempo
y dinero no contabilizados, de las malas actitudes contra la autoridad, de no llevar disciplinas
espirituales o de subirse a la ola de los placeres no sexuales.

No estamos diciendo que la gente organizada es santa y la gente desorganizada no. De hecho, ser
organizado puede ser un perjuicio a las recomendaciones de esta sección. Podría ayudarte a
esconder el tiempo y el dinero no contabilizados, o podría hacerte parecer más honorable y
obediente hacia la autoridad de lo que realmente eres. El punto es que la gravedad del pecado
trabaja en contra de tu búsqueda de la santidad, entonces, si vas a crecer en tu habilidad de amar
a Dios y amar a los demás, debes ser intencional.

En términos de autocontrol, observaremos cinco áreas que necesitas evaluar y monitorear.

1. Dinero

Si estás casado, no debería haber gastos del que ambos cónyuges no tengan conocimiento. No es
porque «has sido malo» y «esto es una consecuencia de tu pecado». Simplemente es parte de
tener una relación saludable y unificada. Parte de reestructurar tu vida implicará aprender un
sistema para manejar las finanzas del hogar que permita gastos personales dentro de un sistema
presupuestario priorizado en conjunto y mutuamente consciente.

Hay múltiples conexiones entre hábitos de dinero y pecado sexual.

● La pornografía es una industria cuyo propósito es hacer dinero y es muy buena en eso.
● El adulterio cuesta dinero.
● Gastar en secreto crea vergüenza y división, lo cual facilita estar cerca de un
«desconocido».
● El dinero no reportado alimenta la mentira «me puedo salir con la mía. Nadie va a saber».
● El dinero no reportado alimenta la mentira «este es mi dinero y puedo hacer lo que quiera
con él».

Tener una administración financiera disciplinada y, si estás casado, transparente, requiere algo
que es muy impopular: sacrifico. Cuando las decisiones se hacen conjuntamente, entonces corres

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el riesgo de no conseguir lo que quieres. Probablemente tengas que decir «no» a ti mismo y decir
«sí» al matrimonio o a Dios. Ésta es la esencia del atractivo del pecado sexual: no tengo que decir
«no» a mí mismo porque la persona con quien estoy (o Dios) lo desaprueba.

«La lujuria es igual a deseo sexual normal más egoísmo… La pureza es igual a deseo sexual
normal más generosidad». Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual

¿Tu administración financiera actual permite el tipo de autocontrol


descrito arriba? ___Sí ___ No

2. Horario

¿Tu pecado sexual ocurre cuando tienes bloques de tiempo no planificado? Obviamente. ¿Tu
pecado sexual ocurre cuando estás desperdiciando tiempo que estaba destinado para otro
propósito? Por supuesto. ¿La búsqueda del pecado sexual consume el tiempo que Dios preferiría
que pasaras en placeres legítimos? Sí. ¿El pecado sexual como escape crea distorsiones en tus
prioridades que hacen parecer que vivir sin ese pecado es más difícil? Afirmativo.

En la sección previa discutimos asuntos de descanso y manejo del tiempo. Pero vale la pena
repetirlo, el pecado altera tu horario. Aquí queremos agregar dos cosas a la relación tiempo-
pecado.

Primero, para que tu horario sea transparente tiene que ser comunicable. Varias personas que
batallan con pecados sexuales pasan años convenciéndose a sí mismos y a los demás de que su
horario era desconocido para proteger sus bolsillos del placer secreto. Por lo tanto, otras personas
deberían conocer tu horario y tú deberías ser capaz de comunicarlo.

Regresa a tu confesión completa. Léela de nuevo teniendo los elementos de horario en mente.
¿Cuáles fueron los tiempos más comunes de tentación? ¿Qué partes de tu horario escondiste o
disfrazaste como «muy complejo»? ¿Quién debería haber sabido dónde estabas y qué estabas
haciendo durante esos tiempos?
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Segundo, tu horario debería incluir placeres apropiados. Cuando no planificas tiempo en tu horario
para placeres legítimos robas los ilegítimos en los márgenes de la vida. Mientras analizas esto, no
sólo pienses en pasatiempos; piensa en aquellas actividades que te hacen sentir renovado.

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«En tu experiencia, ¿qué has probado que sea verdaderamente un descanso? ¿Qué te ha
hecho sentir nutrido?... ¿Cuál es el opuesto vigorizante en tu vida cotidiana (p.19)?» David
Powlison en Breaking the Addictive Cycle (traducido como «Rompiendo el ciclo adictivo»)

3. Autoridad

Cuando tienes una actitud negativa hacia la autoridad empiezas a pensar que eres la excepción. El
pecado sexual, como todo pecado, requiere un fuerte disgusto personal hacia la palabra «no».
Para superar consistentemente el pecado sexual debes ser humilde ante la autoridad de Dios para
definir lo correcto-incorrecto y lo bueno-malo.

¿Dónde ves resistencia a la autoridad en tu vida?


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Otra forma de autoridad de la que ya hemos hablado varias veces en este estudio, pero con otro
nombre, es a quién rindes cuentas. El conocimiento es poder y cuando permites que alguien sepa
tus áreas de debilidad y fracaso, esa persona gana un grado de poder sobre ti. Ahora puede
preguntarte justo lo que con tanto trabajo evitas que te pregunten. Si vas a superar el pecado bajo
el diseño de Dios, te someterás a la autoridad de vivir bajo la responsabilidad de la comunidad
cristiana.

4. Disciplinas espirituales

La rendición de cuentas sin una comunión diaria con Dios es tan efectiva como un carro sin
gasolina o una agenda sin herramientas de escritura. Puedes usar el carro para protegerte del
viento frío o hacer aviones de papel con las páginas de la agenda, pero nunca servirán para el
propósito por el cual fueron creados. La rendición de cuentas no puede convertirse en un sustituto
del combustible diario de la presencia de Dios y de tener Su Palabra escrita en tu corazón.

¿Cuál es tu patrón de estudio diario de la Biblia? A lo largo de este material hay estudios bíblicos
entretejidos que puedes utilizar para fomentar este tiempo de lectura y reflexión diaria. El
propósito de estos estudios bíblicos y memorización de pasajes no es únicamente ilustrar puntos,
sino crear un hábito de estudio y enseñarte cómo leer/aplicar la Biblia mientras superas las luchas
de la vida.

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¿Cuál es tu tiempo y lugar para el estudio diario de la Biblia? ¿Cómo decides qué porciones de la
Biblia leer?
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¿Cómo es tu hábito de oración diaria? Lo más probable es que la fantasía haya reemplazado la
oración en tu vida. Cuando el estrés surge volteas a lo romántico o erótico en lugar de a Dios. Este
es uno de los principales reflejos mentales que debes reestructurar en tu vida. Cuando volteas al
sexo para aliviar el estrés estás esperando las respuestas que deberías pedir en tus oraciones. Con
esto en mente, cada vez que recurras a una fantasía sexual, recuerda orar a Dios acerca de lo que
quieres escapar a través de esa fantasía.

¿Cómo puedes fortalecer tu reflejo estrés-oración? ¿De qué otra forma la oración puede volverse
una parte habitual de tu vida?
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5. Placer/Deseo

Gran parte de este estudio ha sido acerca de frenar los deseos exagerados del pecado sexual.
Mientras que, en su mayoría, el resto del estudio hará una transición hacia cultivar deseos sanos.
Pero «sano» puede malinterpretarse en este contexto. Cualquier deseo puede ser «malsano»
cuando se vuelve demasiado grande, por eso «sano» no significa simplemente querer algo bueno.
Más bien, «sano» debe significar querer algo bueno hasta su punto adecuado.

«Los adictos sexuales en recuperación también tienen que aprender a jugar… La recuperación
no es todo dolor y oscuridad. Se trata de disfrutar la vida y el mundo que Dios nos ha dado…
Esto puede sonar un poco trillado, pero los adictos están buscando felicidad y espontaneidad
y a veces un juguete puede ayudarles a redescubrir estas cosas». Mark Laaser en Cómo sanar
las heridas de la adicción sexual

Aquí es donde el pecado sexual es particularmente perturbador; es un deseo esteroide. Arterburn


y Stroeker discuten la biología detrás de esta afirmación. El neurotransmisor discutido no es
exclusivamente masculino. El sexo genera una respuesta de excitación similar en ambos géneros
al estar el sexo involucrado de tal forma que ellos encuentran satisfacción.

«Los hombres experimentan una elevación química al ver imágenes con carga sexual. Una
hormona llamada epinefrina, es secretada en la sangre, y fija en la memoria cualquier

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estímulo que esté presente en el momento de la excitación emocional». Stephen Arterburn
y Fred Stoeker en La batalla de cada hombre.

Aparte del pecado sexual ¿en qué áreas del placer o deseo luchas con el autocontrol?
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Con el fin de mostrar autocontrol saludable debes mirar más allá del momento de placer y ver
hacia las vidas que están siendo destruidas. La impulsividad se enfoca en el momento, mientras
que la disciplina considera las consecuencias. El pecado es altamente egocéntrico, pero el
autocontrol se enfoca en los demás. La personalidad no es una excusa, todo tipo de personalidad
puede ser madura y tomar decisiones saludables que buscan honrar a Dios por encima de la
gratificación personal.

Lee tu confesión de nuevo (esto no es un castigo, pero sí transforma lo que Satanás destinó para
tu destrucción en una herramienta que Dios usa para darte libertad). Haz notas sobre cómo
podrías llevar tu atención más allá de la mentalidad de tentación enfocada en el momento.
Resume las verdades clave que has aprendido que son más atractivas que cuando las evitabas.
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Puedes experimentar síntomas de abstinencia de tu pecado sexual como, por ejemplo, enfrentar
el estrés del que escapabas a través de ese pecado, duelo por la ausencia de la relación con tu
cómplice de adulterio, aburrimiento mientras aprendes qué hacer con el tiempo que habías
dedicado a pecar, distancia en tu matrimonio mientras tu cónyuge procesa su dolor o sentir que
la vida no es tan emocionante sin esta estimulación artificial.

En momentos de debilidad la pregunta es «¿Realmente quiero vivir de esta manera por el resto
de mi vida?» La respuesta es «sí», sino no habrías llegado tan lejos. Sí querías porque no había
esperanza ni felicidad duradera en una vida construida sobre una fantasía. Si te estás haciendo
esta pregunta, solamente es porque estás comparando la parte frontal de la santidad con la parte
frontal del pecado mientras experimentas «resaca moral». Cuando compares la parte posterior
del pecado con la parte posterior de la santidad te preguntarás cómo alguna vez te hiciste esa
pregunta.

Para aquellos cuyo pecado sexual adoptó cualidades adictivas (ver evaluación en el capítulo uno)
se recomienda que tomen un ayuno sexual de 90 días incluso si estás casado, ya que, el sexo
marital no es la cura para el pecado sexual. Mientras el sexo sea lo principal, nunca va a satisfacer

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ni a cumplir la función que está destinado a ejercer dentro del matrimonio. De hecho, puedes
llegar a tener sexo que sea tanto moral como adictivo.

Este ayuno de 90 días es para probarte a ti mismo que no necesitas del sexo, además es para
ayudarte a desintoxicar el ciclo químico que creaste a través de él, para forzarte a comenzar a
enfrentar problemas de los que habrías huido a través del sexo moral y para crear un clima
relacional en donde puedas volver al sexo con tu cónyuge con mejores expectativas.

Este tipo de ayuno requiere no tener relaciones sexuales ni masturbarse, solamente permite
muestras de afecto leve (besos sencillos o abrazos) durante tres meses. Tu cónyuge debe saber
sobre el ayuno y lo que esperas obtener de él. Durante este tiempo no debes vivir los días viéndolo
como una forma de auto castigo o de grandes logros. El punto principal del ayuno es probarte a ti
mismo, a través de tu propia experiencia, que el sexo no es lo más importante y que vale la pena
tener relaciones reales y vulnerables incluso cuando no haya sexo.

Aplicando sabiduría en las relaciones

El pecado sexual es un pecado relacional aun cuando nadie más está involucrado, porque el sexo
en sí es relacional y cualquier expresión sexual afecta tu capacidad, expectativas y habilidades
relacionales. Incluso si tu problema es «sólo porno» (ojalá odies esa frase ahora), entonces esta
sección será útil para ti.

No serás sexualmente puro y tus relaciones no serán inalterables. El pecado sexual ataca el
fundamento de las relaciones saludables: el honor. La pureza restaura ese fundamento. Entre más
busques la pureza personal y honor relacional, tu forma de interactuar con los demás será
diferente. Esto dará lugar a la intimidad verdadera (amistades y matrimonio saludables) y la
vulnerabilidad que buscaste a través de la lujuria.

Esto comenzó con tus confesiones, pero esas confesiones ahora necesitan dar fruto con el fin de
que consideres a tus relaciones como fuentes de fuerza. En tu confesión hablaste del compromiso
para cambiar y es en esta sección donde definirás y cumplirás con ese compromiso. Al buscar
aplicar sabiduría en todas las relaciones, observamos tres áreas: relaciones y patrones poco
saludables, relaciones y patrones sanos, y el matrimonio (lee esta sección, aunque seas soltero).

Relaciones y patrones malsanos

Hay dos maneras en que las relaciones y patrones puedan ser malsanos. Alimentan tu pecado o lo
esconden, por lo tanto, aquí buscarás eliminar todos los patrones y relaciones que lo hacen. Esto

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va más allá de no masturbarse, dejar de hablar con tu pareja de aventuras o no tener sexo con
alguien que no sea tu cónyuge.

«No compartas detalles íntimos de tu matrimonio con alguien del sexo opuesto. Nunca te
quejes de tu pareja ni “saques los trapitos al sol”… Habla de tu pareja e hijos positivamente,
abstente del contacto visual prolongado, evita los escenarios íntimos (estar en un carro solos),
incluye a todo el grupo en lugar de buscar interacciones personales intensas, todo esto ayuda
a poner límites en los contactos casuales». Doug Rosenau en Una celebración del sexo

● No participes del humor vulgar: La lujuria no es solamente visual, incluye cualquier uso del
sexo para entretenimiento personal y egoísta. ¿Qué implica? Aléjate del humor
sexualizado, al bromear sobre el sexo de una forma morbosa muestras la lujuria como algo
bueno, atractivo y deseable para ti y para otros. Y así es como comienzas a borrar la línea
entre el sexo sano y la lujuria por medio del vehículo placentero del humor y la risa.

Lee Efesios 5:3-8. Si tiendes a usar un humor vulgar que incluye temas sexuales entonces
éste es otro pasaje que deberías memorizar. Nota cómo Pablo conecta las bromas vulgares
(v.4) con dejarte engañar (v.6). El humor tiene un poder convincente, es por eso que la
mayoría de los comerciales exitosos son graciosos. Date cuenta de que con cada chiste
sexual que haces o escuchas estás viendo un comercial de la agenda de Satanás para tu
vida.

¿Cuándo y con quién eres más propenso a participar del humor vulgar?
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● No juegues a «seis grados de separación» en tus conversaciones: Cuando vives en pecado


no quieres hablar de (1) tu pecado (2) algo que se conecte a tu pecado o (3) algo que se
conecte a lo que se conecta con tu pecado. Por ende, las relaciones con las personas que
te hablan la verdad de Dios se vuelven superficiales y/o forzadas. Cuando te encuentras
evadiendo un tema porque se relaciona con algo que quieres esconder, deberías
considerar esto como una ¡GRAN BANDERA ROJA! En ese momento deberías hablar, aun
cuando el tema no sea relevante, sólo para prevenir que resurja el hábito o la comodidad
de vivir en secreto.

¿En qué ocasiones te has encontrado jugando a «seis grados de separación» en tus
conversaciones?
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● No alimentes las historias con estereotipos de género: Vivimos en una cultura donde los
estereotipos de género son formados por la industria de las narrativas de la lujuria: tanto
la pornografía para los hombres como las historias de romance para las mujeres. Ninguno
habla sobre gente real en relaciones reales compartiendo la vida real. Ambos alimentan
una relación irreal o exagerada que se centra en su deseo más grande y dificulta
experimentar un contentamiento altruista y servicial dentro de las relaciones.

¿Qué historias de estereotipos de género alimentan más tu problema con la lujuria y cuáles
lo promueven?
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● No uses emociones secundarias como enojo o autocompasión para expresar dolor: Las
emociones secundarias son frecuentemente el primer paso para regresar a la fantasía,
porque no permiten a personas reales conocerte de verdad. Las emociones secundarias
expresan cómo te sientes respecto a lo que sientes. Si estás enojado porque te sientes
rechazado, entonces el rechazo es la emoción primaria y el enojo es la respuesta
secundaria (segura) al rechazo.

«Significa confiarle mi bienestar a Dios cuando mi esposa no hace lo que quiero… He


estado menos enojado. No me retraigo a sentir lástima por mí mismo ni a lamerme las
heridas… No caer en la autocompasión ha sido un clavo más que mantiene la puerta
cerrada. Creo que me he vuelto más honesto y constructivo, en lugar de evitar o atacar
a mi esposa (p.13).» Testimonio en el libro Pornography: Slaying the Dragon (traducido
como «Pornografía: matando al dragón») de David Powlison

Al usar emociones secundarias, te convences de que nadie te entiende. Cuando esta


creencia se solidifica (porque sólo expresaste emociones secundarias), se hace más fácil y
más «lógico» el escapar a una relación de fantasía con porno (tiene la ventaja de que al ser
una historia dentro de tu mente te «entiende» automáticamente) o con otra persona
(escucha tus quejas, comúnmente expresando más emociones primarias que tu cónyuge).

¿Cuándo y con quién será más importante que no uses emociones secundarias?
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● No coquetees: ¿Qué es coquetear? Una regla de oro para principiantes es que, si tienes
dudas o te lo cuestionan, detenlo. El coqueteo es cualquier comportamiento que crea o
busca crear interés romántico, tensión sexual, experiencias emocionales, dependencia
emocional o lazos de confianza exclusivos con alguien del sexo opuesto. Si coquetear ha

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sido algo que ha contribuido a tu pecado sexual, entonces debes controlar o evitar lo
siguiente:

o Pasar tiempo a solas o hacer bromas internas: Cualquier cosa que cree un
«nosotros» al contrario de un «los demás» podría ser coqueteo. Hay algo
compartido. Hacer insinuaciones (aunque no sean sexuales) puede contribuir a esta
dinámica.

o Imitar a la otra persona: Cuando la imitación no es ofensiva comunica «te estoy


poniendo atención», «recuerdo cómo haces las cosas» o «lo que haces me llama la
atención».

o Tomar decisiones que coincidan con su preferencia: Si te ves cambiando tus


decisiones del día a día (ropa que usas, loción/perfume, tema de conversación)
para así tener las mismas preferencias que tiene otra persona, significa que estás
buscando afirmación y una experiencia emocional que cumple con la definición de
coqueteo.

o Hacer cumplidos sobre acciones o atributos no funcionales: Los cumplidos


funcionales son aquellos que afirman el buen trabajo en una interacción necesaria
(«Tu presentación fue clara y útil. Gracias.»). Los cumplidos referentes a la
apariencia, atuendo, sentido del humor, conversación u otras acciones/atributos
no funcionales deben evitarse si el coqueteo contribuye a tu pecado sexual.

o Contacto físico: El contacto físico consensuado y amigable mueve una relación a


otro nivel. Expresa que la relación es más cercana, más agradable y aumenta la
cantidad apropiada de información revelada.

o Sonreír en situaciones ordinarias: Si coquetear ha contribuido a tu pecado sexual,


entonces tienes que estar dispuesto a parecer menos amigable. Aunque no hay
nada malo en sonreír, comunica una sensación de disfrutar la presencia de la otra
persona e invita a una relación más profunda.

o Llevar la atención a tu cara: Tocar tu cara o jugar con tu pelo transforma casi
cualquier expresión o pose a una más atractiva.

o Contacto visual: Cuando miras a alguien a los ojos comunicas un nivel más profundo
de interés y respeto. El contacto visual crea un lazo. En la ausencia de las palabras,
el contacto visual comunica que encuentras solamente a esa persona merecedora
de tu atención.

103
o Cercanía: Hacer lo posible para estar cerca de una persona es una manera de
expresar afecto. Ponerse más cerca de lo común durante una conversación añade
energía sexual o tensión (depende si esa cercanía es bienvenida) aun cuando sea
una conversación casual.

o Iniciar conversaciones innecesarias: Conversaciones sin razón o preguntas de «sólo


quería saber tu opinión» indican que la otra persona es especial. No se requiere de
un tema significativo para tener una razón para hablar. Esto abre la puerta para
divagar sobre temas personales que son peligrosos para las personas cuyo
coqueteo suma a su pecado sexual.

¿Qué aspectos del coqueteo, en qué lugares y con quién necesitas cambiar? ________
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________

● No interactúes con el sexo opuesto mientras consumes alcohol: Si tu problema con el


pecado requiere autocontrol (el pecado sexual entra en esa categoría), es poco sabio
consumir cualquier sustancia que disminuya tus inhibiciones y autocontrol.

¿Qué compromisos debes hacer en relación al alcohol o drogas? ____________________


________________________________________________________________________
________________________________________________________________________

● Limita las interacciones con aquellas personas que presenten estos patrones: Si tienes
amigos que participan regularmente de las actividades que recomendamos evitar sería
sabio limitar tu interacción con ellos. Los esfuerzos para superar el pecado sexual requieren
más que sólo romper un hábito: requieren un cambio de estilo de vida. Por lo tanto, es
probable que esto resulte en tener que cambiar tu círculo de amigos.

¿Con quién debes limitar tus interacciones para seguir una vida pura? _______________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________

Relaciones y patrones sanos

Superar el pecado sexual conlleva más que sólo no hacer. Convertirse en un ermitaño que no tiene
un impacto en el mundo podría desagradar a Dios tanto como el pecado sexual. De hecho, sólo
quitar el pecado crea un vacío en tu vida que eventualmente se llenará con algo más. Se llenará

104
con patrones de pecado, a menos que lo llenes intencionalmente con patrones relacionales que
honren a Dios.

En esta sección veremos patrones generales para relaciones saludables y en la siguiente veremos
los patrones de relaciones saludables para el matrimonio.

Lee Mateo 22:37-40. Nota que Jesús dice que toda la Escritura depende de estos dos
mandamientos positivos (v.40). Por lo tanto, no se basa en mandamientos negativos (lo que «no»
debes hacer). Al reestructurar tu vida después del pecado que la dominaba es importante que
recuerdes esto: No estás vaciando tu vida, por el contrario, estás permitiendo que Dios restaure
los vacíos y te dé una vida abundante (Juan 10:10).

● Mira a los demás como personas reales: Ve a los miembros del sexo opuesto como
personas y no como objetos de codicia ni como parejas románticas. Cuando codiciamos,
vemos a las personas como creadas para nuestro placer y no para la gloria de Dios. Cuando
estés tentado a la codicia, recuerda los roles y relaciones de la otra persona.

«Cuando estás en el centro comercial y te fijas en una mujer atractiva, mira su cara y
averigua si está cansada. Observa los paquetes que está cargando y piensa “debe ser
una gran mamá”. Hazla una persona y dale una vida… Uno de mis clientes, después de
ver un cuerpo espectacular y batallar con lujuria, se preguntaba a sí mismo, “me
pregunto si conocerá a Jesús”. Al darle un espíritu y orar por ella, eso lo regresa a la
realidad». Doug Rosenau en Una celebración del sexo

Dado tu problema con la lujuria ¿cómo puedes disciplinarte para ver a personas atractivas
como personas reales?
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________________________________________________________________________

● Ama en una historia real: Como dijimos en el capítulo tres, a veces la «historia» es igual de
tentadora que la «persona». Esto es así cuando usas la lujuria más por escape que por
placer. El amor sin problemas de la vida real y sacrificio, es una fantasía, y por lo mismo,
una forma de lujuria. La lujuria es amor menos vida; por eso nunca satisface por mucho
tiempo, no es sustanciosa.

Dadas las fantasías a las que te inclinas ¿cómo puedes tener una visión más precisa del
amor?
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105
● Aprende sobre amistades reales: Las relaciones reales exigen que pongas de tu parte.
Mientras que lo atractivo de la lujuria es que aparenta no pedir nada y ofrecerlo todo,
aprender a comprometerse y disfrutar de la amistad (relaciones no sexuales) es una parte
vital para liberarse de las fantasías y prepararse para disfrutar el sexo en una relación real
con una persona real.

Lee estos pasajes de «unos a otros» del Nuevo Testamento y nota qué es lo que se espera
de una amistad real: Romanos 12:10, 16; 14:13; 15:7, 14; 1 Corintios 12:25; 2 Corintios
10:12; 13:11; Gálatas 5:13-15; Colosenses 3:9, 13, 16; 1 Tesalonicenses 4:18; 5:11-15;
Hebreos 3:12-14; 10:24-25; Santiago 5:9, 16; 1 Pedro 1:22; 4:8-10; 5:5; 1 Juan 1:7; 4:7.

¿Qué cambios necesitas hacer en tu vida y en tus expectativas para poder comprometerte
y disfrutar de las amistades reales?
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________________________________________________________________________

● Cultiva amistades adecuadas con personas del mismo sexo: No es suficiente saber qué es
una amistad real o que necesitas más amigos reales. Para experimentar el refinamiento de
carácter que Dios quiere hacer en ti a través de la relación con otros, debes ser y tener
amigos. Si se te dificulta aplicar este punto, se hablará más de esto en el capítulo ocho.

¿A quiénes necesitas acercarte como un amigo real en las formas descritas previamente?
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Matrimonio

El sexo fue hecho para el matrimonio; el matrimonio no fue hecho para el sexo. Es como decir que
los garajes fueron hechos para los coches, pero los coches no fueron hechos para los garajes. La
lujuria tiende a hacer que todo en la vida gire en torno al sexo. Donde comúnmente es un
problema poner el sexo en su amplitud y prioridad adecuada es dentro del matrimonio porque, si
este cambio no sucede, meter a la fuerza en un matrimonio el deseo sobredimensionado de
sexo/romance causado por la lujuria, resulta como sobrellenar un globo de agua: el matrimonio
explota.

En esta sección abordaremos cuatro puntos importantes de la restauración marital después del
pecado sexual o de la anticipación propia del matrimonio después de la lucha con el pecado sexual.

106
● Restauración marital no es igual a enriquecimiento marital: Es importante que tu cónyuge
y tú mantengan estas dos actividades diferenciadas en sus mentes. Esto ya ha sido
discutido con tu cónyuge según los materiales de «Verdadera traición». Cuando estas dos
actividades se confunden, entonces tus esfuerzos por mejorar se convierten en penitencia
y los esfuerzos de tu cónyuge se vuelven en prevención de lujuria. Una vez que completes
este material, entonces deberías acercarte a tu cónyuge y expresar tu deseo de mejorar su
matrimonio trabajando en las áreas de debilidad marital que descubriste a lo largo de este
estudio. Un indicador de que estás confundiendo estas dos actividades es cuando tu
cónyuge responde «no estoy listo para eso todavía» a un acto de bondad de tu parte.

¿Cuán propenso estás a confundir restauración con enriquecimiento? ¿Qué efectos ha


tenido esta confusión?
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● El sexo marital no reemplaza la lujuria: El matrimonio no fue creado para saciar el apetito
que una vida de lujuria ha producido. El cónyuge no está llamado a obedecer exigencias
pecaminosas o exigencias generadas por un estilo de vida pecaminoso. Esto degrada al
sexo y al matrimonio. El sexo se diseñó como una expresión de amor, no para saciar un
apetito. Cuando buscas iniciar la relación sexual para calmar un impulso en lugar de
expresar afecto, simplemente estás sucumbiendo al deseo de lujuria dentro de una
relación moralmente aceptable.

¿Cómo y cuándo has tratado al sexo como un deseo para ser saciado y no como una
expresión de amor?
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● Niégate a reducir el matrimonio a solo tener sexo: La lujuria puede ser «calificada». Es
como cuando te preguntas: ¿Qué tan buena estuvo esa película? ¿Qué tan atractiva es esa
persona? Sin embargo, el amor no deber ser calificado. Cuando evalúas algo es porque te
crees superior; un profesor evalúa a un estudiante o un entrenador a un atleta. Esta forma
de pensar no tiene lugar dentro del afecto o intimidad marital. Cuando piensas de esta
forma, estás viendo la vida como si fueras el autor o el juez y los demás son personajes
dentro de tu historia o contendientes compitiendo por tu aprobación. De cualquier
manera, estás en una posición de recibir placer sin entregarte porque eres quien está a
salvo hablando desde arriba.

«Considera el ejemplo del adicto sexual que nunca participa en actividad sexual con
nadie excepto con su esposa, pero que aun así usa el sexo para escapar de la intimidad,
no como una expresión de la misma. En este caso, el adicto sexual trata a su cónyuge

107
simplemente como un cuerpo y no como un espíritu. Aquí, el sexo, aunque es con su
cónyuge, no se diferencia a masturbarse… La pregunta es si el sexo es una expresión
de intimidad o un escape de ella». Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la
adicción sexual

¿Cómo has «calificado» el sexo/romance (frecuencia, intensidad, variedad) como tu


estándar de contentamiento?
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________________________________________________________________________

● Mantén a tu cónyuge informado: Ya establecimos que tu cónyuge no debería ser la primera


persona a la que le rindes cuentas y esto sigue siendo cierto. Pero esto no significa que tu
cónyuge viva en total desconocimiento. No te preguntes si tu cónyuge está pensando en
tu pureza o fidelidad, porque lo está. Por lo tanto, honra esta preocupación al darle una
actualización de tu lucha regularmente, tus relaciones de rendición de cuentas o las
maneras en que estás modificando tu vida. Éste es un acto de amor porque consideras su
paz mental antes que tu comodidad individual.
Haz esto hasta que diga «confío en ti, no hay necesidad de ponerme al día otra vez a menos
que estés enfrentando una tentación o hayas caído».

¿Cuándo y cómo apreciaría tu cónyuge que le informaras de tu lucha con el pecado sexual?
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Proyecto resumen del capítulo: Vuelve a leer todas las notas que hiciste de este capítulo y haz una
lista de los cambios que debes hacer. Compártelos con quienes rindes cuentas, con tu grupo,
consejero, cónyuge (si estás casado) y las personas relevantes de tu lista de confesión. Después
crea un plan prioritario para implementar estos cambios.

108
Conversaciones de ánimo para REESTRUCTURAR TU VIDA después de un pecado sexual
Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga abiertamente y así
te ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.

• ¿Contesté todas las preguntas con diligencia e hice una lista de los cambios necesarios para
reestructurar mi vida?
• ¿He compartido esos cambios con las personas relevantes para completar mi confesión y
asegurar el cambio?
• ¿He priorizado mi lista de cambios y creado un plan práctico para implementarlos?

109
Capítulo 7
«Luchando por la santidad con más fuerza que con la
que escondí mi pecado»
IMPLEMENTA la nueva estructura integralmente, con humildad y flexibilidad.

«Los planes son más fáciles que la vida. Los planes existen fuera de mi corazón pecador y de mi
mundo quebrantado. Tratar de vivir mi plan me ha enseñado más sobre mí, sobre mi pecado y
sobre mi Salvador. A medida que he vencido, las antiguas expresiones de lascivia/escape han
tomado nuevas formas. He tenido que recordar que mis planes son medios para depender de
Dios y no son mi salvación en sí mismos.
Estos son los desafíos inesperados que enfrento [enlista], cómo fallé [enlista], dónde tuve éxito
[enlista], qué aprendí [enlista] y cómo Dios fue fiel [enlista]. Ahora veo que [enlista] es la parte
más importante de mi plan.»

Memoriza: Romanos 6: 12-13 (NBLA) «Por tanto, no reine el pecado en su cuerpo mortal para que
ustedes no obedezcan a sus lujurias; ni presenten los miembros de su cuerpo al pecado como
instrumentos de iniquidad, sino preséntense ustedes mismos a Dios como vivos de entre los
muertos, y sus miembros a Dios como instrumentos de justicia.» Al memorizar este pasaje,
reflexiona acerca de estos puntos clave:

● «No» – Superar el pecado sexual requiere de una persistente voluntad que continuamente
se opone a nuevas formas de tentación.
● «Reine» – Debes recordar que el deseo del pecado es reinar (Génesis 4:7). Sus resultados
iniciales parecerán inocentes. ¡Ten cuidado!
● «Obedezcan a sus lujurias» – En el diseño de Dios para la vida, tus pasiones/deseos están
hechos para que te obedezcan mientras tú buscas honrarlo a Él.
● «Miembros… ustedes mismos» – El pecado clasifica y divide la vida. Dios quiere que toda
tu vida sea íntegra y santa.
● «Como vivos» – Recuerda que estás peleando como alguien que ya ha sido liberado de la
muerte del pecado y llevado a la vida en Cristo.

Notas de enseñanza

«El caos ocurre cuando tenemos la voluntad de cambiar y hacemos un verdadero esfuerzo para
lograrlo. Debido a que esto es un nuevo entorno, no sabemos cómo actuar o qué hacer. Los
antiguos comportamientos ya no están, pero aún no hemos aprendido nuevas conductas. El caos
es confuso, aterrador y doloroso.» Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual

110
«Ir en la dirección correcta en tu lucha contra la adicción sexual significa aprender a luchar contra
la tentación de pecar, aprender a manejar la culpa cuando fallas y aprender a comprender y lidiar
con las circunstancias en las que eres tentado.» David Powlison en Adicción sexual

«Al igual que la mayoría de los adultos que han aprendido por las malas, la realidad rara vez es tan
maravillosa como la fantasía. Mucha gente crea expectativas sexuales que la realidad no puede
cumplir. Me atrevo a decir que rara vez un adolescente ha creado una fantasía en la que su pareja
rechaza sus avances porque está demasiado cansada (p. 40).» Tim Challies en Limpia tu mente

«Cuando las cosas se vuelven difíciles en casa, y seguramente así será, Satanás estará ahí para
tentarte para que regreses con tu amante. El rechazo de estos deseos es imperativo y será una
parte vital de tu recuperación. Negar que estos deseos existen sólo aumentarán tu riesgo y
vulnerabilidad. Sé honesto contigo mismo y con Dios. Reconoce que la fuente de estos deseos está
basada en una mentira. Y la relación a la que acudirías está basada en una mentira. Enfócate en el
compromiso que has hecho, el cual está basado en la verdad.» Gary y Mona Shriver en Infidelidad:
esperanza y sanidad después del adulterio

«Comprométete al contarle a otros tus planes para cambiar.» Doug Rosenau en Una celebración
del sexo

«La pornografía es el pecado de la imaginación. Debemos contrarrestarla al expandir nuestras


imaginaciones. La respuesta a la pornografía es creer en la verdad. Pero eso es mucho más que un
proceso intelectual. Necesitamos permitir que la verdad capture nuestras imaginaciones: meditar,
contemplar, cantar y maravillarnos de la verdad. Necesitamos sentir la verdad, gloriarnos en la
verdad y deleitarnos en la verdad (p. 64).» Tim Chester en Closing the Window (traducido como
«Cerrando la ventana»)

Aplicación personal

Has llegado a este paso, y es probable que tu impulso para cambiar haya fluctuado varias veces.
Comenzar fue difícil. Parecía una lucha cuesta arriba. El pecado no quería soltarte y no querías
admitir que te controlaba. La honestidad contigo mismo, con otros y con Dios tiene una
maravillosa manera de generar impulso. Dejaste el peso del pecado que se aferró a ti y te liberaste
de los secretos (Hebreos 12:1). Esa fase casi siempre es emocionante y casi te puedes sentir
culpable por el alivio que genera (especialmente si estás casado(a) y tu cónyuge está cargando el
peso de tus secretos que ahora han salido a la luz).

Conforme esa emoción cede el paso a la reestructuración de tu vida, otra vez sientes el cambio
como una tarea laboriosa. Implementar el cambio no es tan rápido como el arrepentirse y

111
confesar. En esta etapa, el cambio va aumentando en medio de los momentos ordinarios. El
cambio requiere fidelidad en los momentos que no están relacionados con tu lucha con el pecado
sexual. Ya no sientes que corres fácilmente hacia Dios, sino que corres cuesta arriba hacia Él.

En este capítulo evaluarás la efectividad del plan de reestructuración de vida que hiciste en el paso
seis y realizarás las modificaciones necesarias. Este paso requerirá tiempo. Implementar (el paso
siete) toma más tiempo que crear un plan (paso seis). Por esta razón, si estás en un programa
grupal, deberás dedicar al menos dos meses a este paso. Tendrás que observar cómo responde tu
plan a los cambios del entorno, relaciones y emociones que ocurren a lo largo de un par de meses.

Conforme este tiempo transcurre, valorarás tres áreas incluidas en este capítulo. Primero,
hablaremos sobre el tema de la recaída. Segundo, aprenderás a medir el avance duradero. Cuál es
la diferencia entre «estoy teniendo una buena semana» y «¿mi vida se está conformando al diseño
de Dios?». Tercero, analizarás áreas clave de tu vida para asegurarte de que no has pasado por
alto algo que no era relevante durante la crisis que te empujó a buscar ayuda, pero que ahora sí
lo es.

Hablando sobre la recaída

¿Es cada desliz una recaída? ¿Cada mala decisión significa que estás empezando de nuevo? ¿Cómo
puedes no esperar ser perfecto por el resto de tu vida sin dar excusas que harán que sea más fácil
volver a caer en comportamientos destructivos? Por esto es que la recaída es un tema tan difícil
en un programa de recuperación.

Por una parte, puedes esperar recaer muchas veces durante el proceso de recuperación. Si no
recaes, entonces tu lucha quizás no dominaba tu vida y no requería el nivel de atención que este
estudio ofrece. Por otra parte, no esperas fallar. Quieres enfrentar cada momento con la
expectativa de que dependerás de Dios para tomar decisiones saludables que le honren.

Dicho esto, estas son las expectativas de este estudio:

● Enfrentarás recaídas.
● La recaída es la recurrencia de conductas autodestructivas relacionadas con el cambio que
deseas.
● Tanto la deshonestidad, como guardar secretos es más peligroso que recaer.
● Ser deshonesto y guardar secretos marcará la diferencia entre un pequeño resbalón y un
gran deslizadero.
● La recaída termina donde la honestidad inicia.

112
● Cuando has conversado abiertamente acerca de cierto tema, tenderás a ser más honesto
respecto a él.
● Incluimos esta sección no para excusar o predecir la recaída, sino para que puedas
prepararte para responder saludablemente si ésta se presenta.

Stephen Arterburn y Linda Mintle en Lose It for Life (traducido como «Perderlo de por vida»)
exponen cuatro fases de la recaída (texto en negrita solamente). La presencia de un paso inicial
no hace que los pasos siguientes sean inevitables. Observamos cada uno para ayudarte cuando
estás en una condición vulnerable, y que, de esa manera, la recaída no empeore.

1. Complacencia: «Sólo quiero tomarme un descanso de ser bueno». Este es el


desafío leve y pasivo-agresivo generado por la fatiga. Probablemente significa que
has tratado de cambiar muy rápido (estrategia perfeccionista al cambio) o que
tienes tu agenda muy llena. Una honestidad temprana con las personas en tu red
de apoyo es la mejor respuesta a esta fatiga. No trates de esforzarte en privado.
Evalúa lo que podría ser una estrategia sustentable al cambio con las personas que
se interesan en ti. De eso se trata este capítulo.

2. Confusión: Se ha dicho que la mundanalidad hace que el pecado se vea normal y


que la integridad parezca extraña. Si ahondas en la tentación, esta dinámica tendrá
efectos en tu pensamiento. Percibirás las decisiones saludables como una carga
perjudicial. Percibirás las decisiones perjudiciales como momentos de libertad.
Percibes a los amigos que te apoyan como personas que no entienden o exigen
demasiado. Cuando surja esta desorientación, sé honesto lo más pronto posible.
Éste es el patrón de pensamiento que prolongará una recaída. Aunque no sepas
qué decir en el momento, llama a un miembro de tu equipo de apoyo y di: «estoy
luchando. Creo que ahora mismo no estoy pensando con claridad. ¿Podemos
hablar?»

3. Compromiso: Este paso puede ser alimentado por la autocompasión, negación o


rebeldía. Piensas que mereces tu conducta autodestructiva, como si fuera una
forma de alivio. El tiempo que ha transcurrido desde la última vez que pecaste te
da una sensación de alivio para ser mejor y para que no sientas inmediatamente
los efectos físicos negativos. También sabes que aquellos a quienes les importas se
sentirán decepcionados y heridos, por lo que tiendes a ocultar lo que estás
haciendo. Las señales de advertencia durante esta etapa de recaída son:

● Fantasear sobre tu adicción pasada como si fueran «aquellos buenos


tiempos».
● Creer que puedes pecar nuevamente sin recaer en la adicción (exceso de
confianza).
● Tu humor se vuelve cambiante y tu actitud se vuelve egoísta.

113
● Comienzas a reconectarte con los amigos que frecuentabas durante tu
antigua adicción.
● Comienzas a distanciarte o descuidar a los amigos que han sido parte de tu
recuperación.
● Te pones a la defensiva cuando alguien menciona cambios en tu humor,
actitud o emociones.
● Comienzas a descuidar oportunidades para la diversión sana o empiezas a
disfrutarlas menos.
● Comienzas a participar en actividades saludables de forma exagerada (por
ejemplo: ejercicio excesivo, aseo compulsivo).

4. Catástrofe: Las decisiones destructivas destruyen, es ineludible. Cuando no


reconoces el compromiso (etapa tres), la catástrofe (etapa cuatro) eventualmente
llamará tu atención. Aunque nuestro objetivo es interrumpir una potencial recaída
antes de que llegue a la etapa catastrófica, entre más temprano en el proceso de
deterioro reconozcas lo que está ocurriendo, mejor. No permitas que la vergüenza
o el orgullo te impidan revertir el impacto de tus decisiones.

Lee 1 Corintios 10:13: «[Dios] que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que
pueden soportar» no sólo se refiere al tipo o intensidad de la tentación, sino también a cualquier
punto en el ciclo de tentación. A menudo conceptualizamos un punto ficticio de no regreso en la
lucha con el pecado. Si tal punto existe, es porque has decidido no ser honesto con Dios, contigo
mismo y con los demás. La gracia de Dios dice que siempre hay esperanza cuando eres honesto
acerca de tu pecado. Cuando Dios promete proveer una vía de escape, no se refiere a un pasaje
secreto (lo oculto nunca es gratis), sino al contexto de la gracia y el apoyo que el evangelio provee,
los cuales te permiten ser honesto.

John Baker en Celebrate Recovery: Leader’s Guide (p.192, traducido como «Celebra la
recuperación: guía del líder»), describe cinco conductas que te alertan cuando estás
particularmente susceptible a una recaída. Cuando experimentes estos comportamientos,
contacta a un miembro de tu red de apoyo. Una llamada o mensaje de texto que diga: «estoy
intranquilo y quería que lo supieras. ¿Puedes orar por mí?» puede hacer una gran diferencia.

● Dolor
● Cansancio
● Enojo
● Resentimiento
● Tensión

114
¿Cómo medir el avance duradero?

Medir el avance puede ser difícil por varias razones. Primero, medir el avance es un intento de
medir algo muy fluido y dinámico. El avance presenta ascensos y caídas, aceleración y
desaceleración, lo cual dificulta obtener una lectura concreta del mismo. Segundo, al medir el
avance tendemos a medir el desempeño por encima de la dependencia. Esta tendencia puede
fácilmente minar la vulnerabilidad y la dependencia de Dios enfatizadas en este material.
Finalmente, medir el avance puede fomentar la vergüenza cuando hay cierta regresión o recaída.
La forma en que se manejan los retrasos y recaídas es vital para establecer el cambio duradero.

C. S. Lewis ofreció una metáfora que ejemplifica muy bien cómo tratar con la vergüenza. Lewis
comparó la vergüenza con el café caliente. Si derramas café caliente sobre tu piel, te quemas, te
escaldas y experimentas una sensación desagradable. Sin embargo, si bebes ese café, te calienta,
te llena de energía y experimentas una sensación de bienestar. Cuando evitas la vergüenza o te
regodeas en ella, se vuelve como el café derramado. Cuando manejas el estigma que puede existir
sobre el pecado sexual de las maneras que se describen en las Escrituras, entonces incluso tus
debilidades te acercan a Cristo, te recuerdan la necesidad de la cruz y te dan un testimonio para
compartir.

En su publicación Adicción sexual, David Powlison presenta siete indicadores que evidencian
avance (solamente el texto en negrita). Se explican a continuación para darte un sentido más
sólido acerca del avance, y que de esa manera no sólo cuentes los días desde la última vez que
caíste en pecado sexual.

1. Disminución en la frecuencia del pecado: El avance significa que deberías pecar menos.
Debería haber disminuciones notables y cuantificables en las expresiones activas del
pecado (visitar sitios pornográficos en Internet, perderse en una fantasía romántica,
masturbación, visitar salas de chat, contacto con un amante, etc…) Cualquier intento
sincero de cambio cortará los «imanes» físicos y mentales que atraen al pecado.

2. Arrepentirse más pronto: El avance significa que cuando caigas, tratarás con tu pecado de
una forma distinta. Arrepentirte más pronto es la clave para detener «los atracones de
pecado». Ya no te rendirás al pensamiento de: «si ya lo arruiné, pues por lo menos voy a
disfrutarlo». Deberías sentirte cómodo al acercarte a Dios y conversar con Él en
arrepentimiento (revisa el paso cuatro). También deberás saber con quién confesarte y
tener su número de teléfono a la mano (revisa el paso cinco).

3. Un cambio en el campo de batalla: El avance significa que puedes ver un progreso en tu


batalla contra el pecado en su principal fortaleza: desde las acciones hasta los
pensamientos/fantasías y finalmente en los compromisos del corazón. Deberías
emocionarte cuando ves estos cambios en los lugares donde luchas con la lujuria. Aunque

115
cada nuevo campo de batalla necesita distintas estrategias y tiempos para declarar la
victoria sobre ellos, debes gozarte cuando ves que el reino de Dios está conquistando
nuevo territorio en tu alma.

4. Una mayor consciencia de tu necesidad de la misericordia y gracia de Cristo: El avance que


no depende de Cristo, es puro orgullo y se convierte en una fortaleza para el enemigo,
quien puede utilizarla para lanzar nuevos ataques (no basados en tentación sexual). Sin
humildad durante la victoria surgirán nuevas tentaciones y serás tan ciego a ellas como lo
eras cuando crecía el dominio del pecado sexual en tu vida.

5. Mayor honestidad y rendición de cuentas: El avance significa que no necesitas una razón
para ser honesto y no tienes que esperar a que las cosas se pongan muy mal para rendir
cuentas. Esta variable es ̶ de muchas maneras ̶ una de las expresiones primarias y
prácticas de la humildad que se abordaron anteriormente. El humilde se niega a pelear
contra el pecado solo y se rehúsa a confiar en su corazón, separado de la comunidad de
amigos cristianos que se preocupan por él (Hebreos 3:12-14).

6. No responder a la dificultad siendo indulgente con el pecado: La dificultad es el tiempo en


el que el avance es más claro. Cuando te olvidas de esto, la dificultad te desanima y se
suma a tu tentación. Reconoce que la dificultad (conflicto, estrés, contratiempos, etc.) será
un tiempo en que tu avance será más evidente. Si estás casado(a), será un tiempo
importante en el que Dios restaure la confianza en tu matrimonio.

7. Aprendiendo a amar y considerar el interés de personas reales: En este punto se resume


el avance, ya que es el cumplimiento de toda la ley de Dios (Gálatas 6:14). Lo opuesto al
pecado sexual no es la mera abstinencia del sexo, masturbación y lujuria. Lo opuesto al
pecado sexual son relaciones afectivas reales, con personas reales, basadas en la honra
mutua y no en la auto gratificación.

Buscando el avance

Ahora que tienes una mejor idea de lo que es el avance, necesitas hacer una evaluación completa
de vida para determinar dónde se puede hallar este avance. En el siguiente material, examinarás
elementos clave como: las relaciones (¿quién?), los tiempos (¿cuándo?), los lugares (¿dónde?) y
las actividades (¿qué?) en los cuales el avance debería ser cada vez más evidente.

Es importante que seas honesto si ves áreas que necesitan cambiar, tal como lo has sido con
cualquier otro aspecto de este estudio. El hecho de que cambiamos con el tiempo para ser más
como Cristo (teológicamente esto se llama santificación progresiva) significa que la necesidad de
nuevos cambios surgirá continuamente. Si tratas los pecados que no producen crisis, de manera
diferente a los pecados que sí la producen, estarás en una crisis de pecado otra vez.

116
Revisión 1: ¿Quién?

Cónyuge: Si estás casado(a), entonces tu avance en el pecado sexual debe ser evidente con tu
cónyuge. A medida que se restaura la relación matrimonial, la relación sexual debería ser
cualitativamente distinta de lo que era. El pecado sexual te convierte en un consumidor sexual.
Calificas el sexo basado en tus preferencias en lugar de permitir que el sexo sea una expresión del
amor que tienes por tu cónyuge. El sexo debe separarse del sistema de evaluación fantasioso
creado por la pornografía, medios románticos o relaciones adúlteras.

«Sabes bien que mucho de la pornografía representa actos de conquista, no actos de amor
y servicio… No expongas a tu esposa a actos que la hagan sentir como el medio para un fin,
como si fuera dominada en vez de ser amada y nutrida, que ha sido deshonrada en vez de
atesorada (p. 67).» Tim Challies en Limpia tu mente

Lee Hebreos 13:4. Honrar el lecho conyugal significa más que no cometer adulterio o mirar
pornografía. Honrar es un mandato positivo, no meramente una restricción negativa. No
contaminar el lecho conyugal significa no poner expectativas externas sobre él.

Individuo: Si hubo personas específicas con las cuales luchabas con la lujuria, entonces el avance
debería resultar en una redefinición de esas relaciones. Cualquier relación que viole el pacto
matrimonial (el tuyo o el del otro) ya debería estar completamente terminada. Si eres soltero(a),
debe haber cambios en tu noviazgo para evidenciar que estás tomando en serio la pureza sexual.
Si hay personas en tu círculo social que deseas lascivamente, entonces debe ser parte de tu
rendición de cuentas y debes pensar en cambios específicos que alivien la tentación.

Lee 1 Timoteo 5: 1-2. Este pasaje describe cómo debes pensar sobre cualquier persona que no es
tu cónyuge, o si eres soltero(a), con alguien con quien no tienes un noviazgo. El punto es tratar a
las personas con la honra con la que tratas a los miembros de tu familia, no como centros de placer
que existen para satisfacerte. Este no sólo es un pasaje acerca de buenos modales, ya que Pablo
concluye el pasaje diciendo «con toda pureza (v. 2).»

Grupo: Si tu lujuria era una atracción a un grupo particular de personas (por ejemplo: rubias,
hombres sensibles, porristas, fuertes personalidades de liderazgo o algún tipo de fetichismo)
necesitas examinar la motivación e historia de esa atracción (revisa el paso tres a la luz de esta
atracción en particular). Generalmente estas atracciones pueden atribuirse a (a) una
sobrevaloración idólatra de ciertos atributos deseables y roles sociales o (b) aspectos de una
historia personal de abuso/negligencia que cambió el valor que otorgaste al atributo deseado. La

117
implementación de tu plan para reestructurar tu vida debe considerar los pasos activos y
monitoreo de esta atracción particular.

Lee Gálatas 2:28-29. Las atracciones basadas en la identificación grupal revelan que estás
valorando como muy esenciales las cosas que no son las más importantes de una persona. Estás
utilizando tu sentido de atracción o preferencia como un sistema de medición. En un sentido real,
es una forma de prejuicio que emite las mismas afirmaciones de valor acerca de la sexualidad, que
las que el racismo hace acerca de la raza o el sexismo acerca del género.

Rol: A veces la atracción no se trata tanto de la persona o un atributo en particular, como de la


dinámica de la relación. A algunas personas les excita el poder; a otras estar bajo autoridad. La
misma persona (personalidad y biotipo) puede ser más o menos atractiva dependiendo si él/ella
era tu jefe o empleado, si la relación era de autoridad o sujeción. En estos casos, necesitas darte
cuenta de que tu sexualidad es atraída por cosas para las que no fue diseñada. La sexualidad se
diseñó para surgir de las relaciones y no de las dinámicas de poder. Si tu lucha para vencer la lujuria
empeora por las dinámicas de poder en tus relaciones, entonces necesitas obtener un
entendimiento más saludable y no sexual del propósito de la autoridad.

Lee Marcos 10:42-45. Puede que sea incómodo preguntarte (y si lo es, entonces esta distorsión
de atracción probablemente no aplica para ti), pero ¿hay algo que te parezca sexy de este pasaje?
Cuando lees acerca de los que tienen autoridad y se enseñorean de otros o están en una postura
de siervo, ¿suena atractivo de una manera que no tiene nada que ver con la admiración del
carácter de Cristo? Si es así, parte de tu desafío es poder leer este pasaje (y otros parecidos y tus
relaciones) como Dios manda – donde la autoridad no es sexual, sino que está destinada a ser un
medio de cuidado/atención general.

Revisión 2: ¿Cuándo?

Momento del día/semana: El pecado tiende a anidarse en tu vida. Aunque el pecado siempre está
dispuesto a aprovechar el momento más oportuno (Lucas 4:13), el pecado habitual se acomoda al
ritmo y rutinas de tu vida. Requerirás más atención e intencionalidad para cambiar aquellos
momentos en los que has pecado con mayor frecuencia. En esos momentos tendrás que hacer
algo diferente en vez de solamente no pecar. En el paso seis evaluaste tu horario. Míralo otra vez
y examina los momentos donde las tentaciones más intensas surgen consistentemente.

Nivel de energía: ¿Tus momentos de lucha han estado conectados con momentos de fatiga o
emoción? Si estos momentos llegan sin ningún tipo de causa clara, es posible que quieras consultar
a un doctor para hablar sobre esta fluctuación en los niveles de energía. Esto puede ser una señal

118
de una condición médica fundamental que hace más difícil resistir la tentación. Si está claro el
motivo de estos cambios (exceso de trabajo, uso de drogas, etc.) entonces parte de resistir la
tentación implicará ejercer mayordomía en tu vida de una manera más sabia. Sin importar la
situación, debes saber que utilizar el sexo para compensar los cambios en niveles de energía, es
utilizar el sexo como una droga.

Antes/después: El antes/después puede ser un evento (presentación, visita familiar, etc.) o


interacción (conflicto, entrevista, etc.). Cualquiera que sea la situación, es necesario que veas que
cuando recurres al sexo o a la fantasía para aliviar el estrés, los estás utilizando como un reemplazo
de la oración. En los momentos que debes estar compartiendo tus temores o alegrías con Dios,
los estás compartiendo con una pareja sexual o imagen pornográfica. Estás dependiendo del sexo
y no de Dios para salir adelante.

Lee 1 Pedro 5:6-11. A medida que consideras el rol de «¿cuándo?» en tu tentación, recuerda que
existe un llamado universal para echar tus ansiedades sobre Dios porque Él tiene cuidado de ti (v.
7) y una advertencia universal de estar alerta porque existe un adversario real empeñado en tu
destrucción (v. 8). Estás llamado a estar atento cuando surja la tentación para que puedas estar
más preparado para invocar a Dios, y también estás llamado a estar atento del diablo. Esto no es
como hacer simulacros de incendio en la escuela, sintiéndote relativamente seguro de que son un
ejercicio irrelevante. Se parece más a la práctica previa a emprender una peligrosa misión militar.
¿Cuál es tu actitud en esta etapa del camino?

Revisión 3: ¿Dónde?

Hogar: ¿Cuáles son los mayores desafíos de pureza sexual que enfrentas cuando estás en casa?
¿Cuáles son las áreas de la vida en casa donde estarías más propenso a recaer en el pecado sexual?
¿Empleas prácticas sabias y rendición de cuentas relacionadas a los principales dispositivos
electrónicos que posees en casa: computadora, teléfono celular, iPod, televisión, etc.? ¿Has
instituido el nivel de responsabilidad financiera y rendición de cuentas en tus horarios recreativos?

Trabajo: ¿Cuáles son los mayores desafíos de pureza sexual que enfrentas en el trabajo en este
punto del proceso de cambio? ¿De qué manera afecta tu horario el nivel de tentación? ¿Existen
cambios adicionales que necesitas hacer en tus relaciones laborales que promuevan la pureza?
¿Estás equilibrando tu horario laboral y tus expectativas de manera que te permitan vivir una vida
saludable y enfrentar la tentación con una fortaleza óptima, ya sea física, emocional o mental?

Actividades: ¿Las actividades en las que participas te exponen a una mayor tentación? ¿Has dejado
oportunidades abiertas para interactuar con un cómplice de adulterio? ¿Estás frecuentando

119
lugares donde la gente va para «conocerse» (bar, club, etc.)? ¿Te estás recreando en lugares que
tienen gran interés en promover la lujuria?

Lee 1 Tesalonicenses 5:13-15. Pablo es muy directo cuando habla sobre cómo debes relacionarte
con aquellos que no se adhieren a los estándares de la Escritura. No debes tener nada que ver con
su estilo de vida pecaminoso (v. 14). Esto no significa que los aísles, ya que Pablo dice que debes
amarlos como hermanos y este amor debe expresarse a través de la advertencia (v. 15); y no
participación. Cuando fallas en hacer este compromiso en tus actividades recreativas, los
momentos en que deberías estar siendo restaurado te ocasionarán cansancio de hacer el bien (v.
13) porque permitiste que el tiempo de recreación fuera llenado con una resistencia activa al
pecado.

Revisión 4: ¿Qué?

Entretenimiento: En nuestra cultura, la sexualidad está incorporada al entretenimiento. Quizá


nunca visites a una prostituta, pero casi todo miembro de la cultura americana ha pagado por
sexo. El lema de nuestra industria de mercadeo es «el sexo vende». Cuando dicha industria dice
esto, reconoce que la sexualidad en el mercadeo multimedia tiene mayor impacto en la toma de
decisiones que cualquier otro aliciente. Esto es cierto tanto para las modelos con poca ropa que
venden motosierras, como para los comerciales románticos que venden jabón.

«La televisión y el cine evocan sentimientos y emociones que superan nuestra mente y
llegan directamente a nuestros afectos. El increíble poder de los medios es que pueden
hacer que algo malo se vea bueno o emocionante sin que presente un argumento que lo
justifique… Qué tragedia es que me haya sentado de brazos cruzados durante películas y
programas de televisión y haya visto el mismo pecado por el que Cristo murió, como objeto
de risa, e incluso de celebración.» Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el
problema (la lujuria sí)

«Si no puedes bajar la cabeza y sinceramente agradecer a Dios por una película, sinfonía,
noticiero o novela, entonces esa es una actividad equivocada para ti. Deja de discutir
contigo mismo y pasa a otra cosa.» Joel Belz como aparece citado por Joshua Harris en Ni
aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

¿El consumo de entretenimiento está afectando tu búsqueda de la pureza y las relaciones


piadosas? ¿Cómo? No reduzcas esta pregunta a si estás viendo algo con imágenes o temáticas
explícitamente sexuales (aunque debes preguntártelo también). Más bien pregúntate: ¿lo que
consumes en los medios de comunicación tiene un impacto positivo o negativo en tu habilidad

120
para disfrutar de relaciones piadosas y saludables? ¿Después de que termina lo que estabas viendo
has sentido que lo que Dios te ofrece ahora en tus relaciones reales no es tan bueno como lo que
viste, leíste o escuchaste? Si la respuesta es sí, entonces tu entretenimiento está carcomiendo la
base de contentamiento sobre la cual se construye la pureza.

Evento: Se refiere a las ocasiones especiales que te desvían de tu horario habitual. Existen
tentaciones que enfrentas en entornos particulares y que necesitas considerar aparte de tu plan
de reestructuración de vida (viaje de negocios, vacaciones, reuniones, aniversario de una ocasión
importante, etc.). Los eventos suelen ser los tiempos oportunos (Lucas 4:13) que Satanás utiliza
para lograr establecerse en tu vida. Si fallas en los sucesos no habituales de la vida, eres más
propenso a llevar ese sentido de derrota, vergüenza y clandestinidad de regreso a tu vida
cotidiana. ¿Qué necesitas poner en práctica con la persona a quien le rindes cuentas para
asegurarte de hablar acerca de eventos especiales y prepararte para ellos?

Evaluando lo que has implementado

La siguiente tabla te ayudará a evaluar qué tan bien estás implementado tu plan de
reestructuración de vida. Está diseñada para darte un lugar donde escribas información clave que
has obtenido tras la reflexión de este capítulo y analizar dicha información como un todo. Podrás
ver que la primera columna corresponde a los principales títulos y subtítulos de este capítulo. La
segunda columna es para que identifiques las áreas donde es necesario un cambio.

Las siguientes tres columnas resumen las formas en que puedes identificar el avance. Estos tres
títulos son menos específicos que los siete indicadores de David Powlison, que se explicaron al
inicio de este capítulo. Están diseñados como títulos generales que pueden captar elementos
alentadores de la obra de Dios en tu vida, mientras continúas luchando contra el pecado.

La columna final es para anotar cambios que necesitan hacerse en tu plan de reestructuración de
vida. Pueden ser modificaciones o adiciones. Si quieres escribir más de lo que el espacio te
permite, puedes usar un cuaderno o un documento en tu ordenador. El valor principal de esta
herramienta es que sirva como una guía de conversación con tu consejero, grupo o persona de
apoyo. Permite que sea un instrumento que te enseñe el valor de evaluar la vida regularmente
con aquellos que se preocupan por ti y están comprometidos en buscar a Dios contigo.

Una copia de este documento en PDF (en inglés) está disponible en


http://bradhambrick.com/falselove/

121
Conversaciones de ánimo para IMPLEMENTAR después del pecado sexual
Con cada paso, te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente y así te ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.

• ¿Estoy encontrando evidencia legítima de progreso en las siete áreas que


indiquen que se está produciendo un cambio duradero?
• ¿He mostrado evidencia de evaluar cuidadosamente mi efectividad en la
búsqueda de la pureza sexual en cada área enumerada?
• ¿He dado muestras de que confesaría una lucha que este estudio no aborda
directamente?

122
BUSCANDO LA PUREZA: EVALUACIÓN DE IMPLEMENTACIÓN

Mejoramiento Mejoramiento Mejoramiento Cambios


en Intensidad en Duración en Frecuencia necesarios al plan
¿QUIÉN?
Cónyuge
Persona 1
Persona 2
Persona 3
Persona 4
Grupo 1
Grupo 2
Grupo 3
Rol 1
Rol 2
Otro
¿CUÁNDO?
Tiempo 1
Tiempo 2
Tiempo 3
Tiempo 4
Tiempo 5
Nivel enérgico
Nivel enérgico
Antes/después
Antes/después
Otro
¿DÓNDE?
Hogar
Trabajo
Actividad 1
Actividad 2
Actividad 3
Otro
Otro
¿QUÉ?
Entretenimiento
Entretenimiento
Entretenimiento
Entretenimiento
Evento
Evento
Evento
Otro

123
Capítulo 8
«Luchando contra el pecado en otro territorio»
PERSEVERA en la nueva vida e identidad a las que Dios te ha llamado.

«Puedo ver la fidelidad de Dios desde [tiempo en el que comenzaste este material].
Mientras he experimentado la victoria, mi tentación ha cambiado [describe] y he ampliado mi
habilidad de enfocarme en Dios en tiempos donde no hay crisis [ejemplifica].
Me he dado cuenta de que «saludable» significa más que la ausencia de lujuria.
Dios tiene una agenda para mi vida totalmente diferente [explica] de lo que creía.
Estoy aprendiendo a disfrutar mi vida y a estar cómodo con ello.»

Memoriza: 1 Tesalonicenses 4:3-5, 8 (NBLA) «Porque esta es la voluntad de Dios: su santificación;


es decir, que se abstengan de inmoralidad sexual; que cada uno de ustedes sepa cómo poseer su
propio vaso en santificación y honor, no en pasión degradante, como los gentiles que no conocen
a Dios… Por tanto, el que rechaza esto no rechaza a un hombre, sino al Dios que les da a ustedes
Su Espíritu Santo.» Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos clave:

● «La voluntad de Dios» – Puedes tener por seguro que los cambios que has hecho y que
estás haciendo eran la voluntad de Dios para ti.
● «Sepa cómo poseer su propio vaso» – Dios encarga a todas las personas que aprendan
esto.
● «En santificación y honor» – La pureza sexual protege tu relación con Dios (santificación)
y con otros (honor).
● «No rechaza a un hombre, sino al Dios…» – Si relajas tus esfuerzos por perseverar en
pureza, estás primeramente despreciando a Dios.
● «… que les da a ustedes Su Espíritu Santo» – No olvides que la fuente de tu fortaleza es el
Espíritu Santo, no tú mismo.

Notas de Enseñanza

«Una de las cosas que debemos entender es que, si Dios fuera a liberarnos instantáneamente,
sería mucho más fácil para nosotros volver a los viejos hábitos.» Steve Gallagher en En el altar de
la idolatría sexual

«La pornografía es fácil. No da problemas y su placer es instantáneo. El matrimonio es trabajo


duro. Involucra dos pecadores lanzados juntos a una cercanía muy próxima (p. 127)… El
matrimonio es un regalo de servicio, y el sexo es un regalo glorioso para cimentar esa vida

124
conyugal. Pero no permitas que el sexo se convierta en la meta de tu matrimonio – de otro modo
la pornografía podría parecer un buen suplemento (p.129).» Tim Chester en Closing the Window
(Traducido como «Cerrando la Ventana»)

«Pero he encontrado que muchos hombres pueden detener la masturbación habitual más
rápidamente de lo que imaginan. Una vez que son persuadidos de que la vida sin la masturbación
es mejor que la vida con masturbación (p.33)… Cada vez que adoramos a Dios nos recordamos a
nosotros mismos que Él es más grande y mejor que cualquier cosa que la pornografía pueda
ofrecer (p.99).» Tim Chester en Closing the Window (Traducido como «Cerrando la Ventana»)

«En otras palabras, para abrazar correctamente nuestra sexualidad debemos traerla bajo el
dominio de Aquel que la creó. Cuando lo hacemos, no estamos peleando en contra de nuestra
sexualidad; estamos peleando a favor de ella. Estamos rescatando nuestra sexualidad de estar
arruinada por la lujuria.» Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria
sí)

«No puedes sólo “decir no” a una imaginación maligna. Debes apelar de una manera más profunda
a tu imaginación trabajando en reemplazar el mal, la oscuridad y la perversidad en tu mente con
lo bueno, la luz y lo puro… [Dios] quiere que tengas una visión de algo mucho mejor que vivir
dentro de tu oscura, egocéntrica imaginación. Dios quiere darte una visión de la vida de acuerdo
a su diseño original, llena de una relación real, verdadera e íntima con Él y una relación auténtica
y amorosa con los demás.» David Powlison en Adicción Sexual

«[Haciendo referencia a Génesis 2:23] No descuides la palabra “finalmente”. Fue durante ese
periodo de búsqueda, ese periodo sin pecado esperando por Dios, donde Adán aprendió a apreciar
lo que Dios finalmente proveyó.» Tim Challies en Limpia Tu Mente

Aplicación Personal

Respira hondo. Probablemente estás pensando: estoy listo para terminar con este estudio. Si estás
en el paso ocho, ya has recorrido un largo camino. Has hecho muchos sacrificios y has abierto tu
vida a muchas más personas que las que alguna vez pensaste que podrías. Esperamos que Dios te
esté restaurando con Su perdón de maneras increíblemente refrescantes.

Permíteme hacerte esta pregunta: ¿cómo continuarás siguiendo a Dios desde este punto?
Probablemente dedicaste tanta energía a llegar hasta aquí, que no tienes muy claro cómo
prepararte para una vida después del cambio. ¿Qué haces cuando tu vida no está enfocada en
superar un problema que domina tu vida? Ese es el tema de este paso y el siguiente.

125
En este capítulo veremos tentaciones post-tentación – aquellas tentaciones que surgieron cuando
ya te encontrabas haciéndolo mejor. Finaliza el viaje que has empezado de una manera que honre
lo que Dios ha hecho en tu vida hasta este momento. Para ayudarte a terminar fuerte, veremos
tres temas para esta etapa de tu viaje.

1. Mentiras comunes y distracciones.


2. La victoria cambia la tentación.
3. Preparándote para la transición.

Mentiras comunes y distracciones

Aunque parezca raro, «mejor» no siempre es más fácil que «peor». Conocías mejor el terreno de
tu tentación que lo que conoces el terreno de vivir en vulnerabilidad y transparencia, amar a Dios
y honrar a tu prójimo. Ese es el propósito de esta sección y la siguiente – prepararte para saber
cómo la tentación muta una vez que rompes la esclavitud al pecado.
Una de las primeras y más efectivas maneras en que la tentación muta es introduciendo nuevas
mentiras y distracciones. Mientras lees esta sección, debes comenzar a prepararte para
escucharte a ti mismo. Cuando te escuchas a ti mismo pensando este tipo de cosas o teniendo
emociones que emergen de este tipo de pensamientos, debes considerarlo una bandera roja e
inmediatamente hablar sobre eso con tu red de apoyo. La explicación de cada mentira pretende
darte la verdad y la perspectiva para contraatacar estos mensajes disruptivos y malsanos.

«Ahora mi experiencia sexual es de segunda clase.» Ésta es una versión distorsionada y cínica de
aprender contentamiento. Esto permite que la mentira «el sexo pecaminoso es sexo de primera
clase» entre de nuevo a tu vida a través de la puerta del desánimo. Es el pretexto que usas para
embellecer la dolorosa vida de pecado de la que, desesperadamente, querías librarte hace unos
meses. Hacer que la esclavitud parezca libertad es una de las mentiras centrales del pecado.
Debes contrarrestar esta mentira con una nueva visión del ideal sexual. La cultura te dirá que el
mejor sexo ocurre cuando tienes 20 años, cuando estás locamente enamorado y experimentas
una pasión incontrolable. La Escritura dice que la mayor intimidad ocurre cuando una pareja que
ha estado casada por 50 años reflexiona acerca de una vida compartida y celebra esa historia en
todos los detalles: desde la más suave mirada acompañada con una dulce sonrisa, hasta la
expresión física de mayor conexión y afecto: el sexo. Cuando tu decepción te habla sobre sexo de
segunda clase, recuérdale la intimidad de primera clase que no estás dispuesto a sabotear.

«Ahora puedo volver a enfocarme en lo que es importante para mí.» Esta distracción te convence
de que superar el pecado sexual se trata solamente de intercambiar una forma malsana de auto

126
enfoque hacia una forma más funcional de auto enfoque. Esperamos que ya hayas aprendido que
los placeres legítimos son parte esencial de resistir al pecado, pero también que hayas aprendido
que el enfoque de tu vida (lo que adoras y te da sentido) no puede ser egoísta.
El pecado, incluso en la forma sobre-priorizada de placeres legítimos, nunca permanecerá egoísta.
Ese es el modo en que al pecado le gusta darse a conocer: como tu sirviente. Pero una vez que le
permites moverse en tu vida, muta de sirviente a amo. Asegúrate de usar el tiempo para vivir una
vida llena de gozo y centrada en Dios. El paso nueve te ayudará a pensar a través de esta nueva (o
renovada) orientación de vida.

«Merezco un descanso. Ya he sido bueno por mucho tiempo.» Tomarse un descanso de la batalla
con el pecado parece muy legítimo, pero a menudo te lleva de regreso al pecado. Si sientes que
necesitas un descanso, es importante que te asegures de que estás viviendo una vida balanceada
y razonable. Revisa el trabajo que hiciste en el paso seis para asegurarte que tus expectativas
coinciden con los recursos de los que dispones: tiempo, dinero o energía.
Si creas una vida piadosa que no puedes mantener, provocarás una recaída. Cuando esto ocurre,
sentirás que es justo tomar un descanso de lo que percibes como las expectativas de Dios (que en
realidad son tu versión distorsionada de las expectativas justas de Dios) y vas a pecar para sentir
alivio de esa presión. Si evalúas tus expectativas y determinas que son realistas pero difíciles,
podrás fortalecerte para permanecer y disfrutar este estilo de vida: de eso se trata la
perseverancia (Romanos 5:3-5; Santiago 1:2-4). Si este es tu caso, entonces asegúrate de pedirle
oración y ánimo a tu red de apoyo en este proceso de crecimiento.

«Esto no está funcionando, porque la tentación aún está presente. Nadie más tiene que trabajar
tan duro por la pureza.» La tentación llega fácil, solamente cuando dejas de pelear. Pero entonces
te ves forzado a responder a la crisis inducida por el pecado en vez de a la molesta y constante
atracción de la tentación. Luego de que te acostumbras al alivio de la crisis inducida por el pecado,
el alivio de sólo experimentar la tentación comienza a sentirse como una carga. Es como obtener
un aumento en el trabajo. Al principio es un alivio y una alegría, pero después, la atracción por las
cosas que están más allá de tu aumento y de tu alcance financiero, se convierte en una carga.
Recuérdate a ti mismo que la tentación es una señal de que estás vivo espiritualmente. Sólo el
embotamiento de tu conciencia puede anular el sentido de tentación en una cultura saturada de
pecado (esto es particularmente cierto para el pecado sexual). Aquellos que no experimentan la
tentación como una experiencia negativa, de todas formas, experimentan las consecuencias
negativas de su estilo de vida. Tu conciencia activa es tanto una bendición como una protección,
las cuales tienes que agradecer a Dios.

«Esto no vale la pena, porque [nombre] todavía no confía en mí.» Esta distracción es
especialmente fuerte para aquellos que están casados y su cónyuge no confía en ellos porque su

127
confianza no ha sido aún restaurada. Es importante recordar que no te comprometiste a cambiar
para que confíen en ti, sino para ser libre del pecado. La confianza es la consecuencia deseada,
pero no es la razón para cambiar.
Si te estás preguntando: ¿por qué me esforcé tanto para cambiar si mi cónyuge no va a confiar en
mí?, recuerda cómo era ser esclavo del pecado. Ahora tienes una mejor vida y la oportunidad de
crecer en confianza, lo cual no tenías antes. Contraataca esta forma de distracción con gratitud.
Agradece a Dios Su fidelidad en tu vida y continúa orando por tu cónyuge.

«[Esta] situación es más importante que mi necesidad de mantenerme puro.» Rara vez dirías esto
en voz alta, ni siquiera te permitirías pensar estas palabras. Pero esta es la mentira que crees
cuando te colocas en situaciones imprudentes o comprometedoras por razones prácticas. Práctico
se convierte en un sinónimo fácil de usar para más importante.
Cuando intentas justificar, alterar o relajar los cambios que has hecho en los pasos seis y siete,
permites que esta mentira se convierta en una bandera roja en tu mente. Esos cambios no se
hicieron para ayudarte a ser lo suficientemente fuerte para caminar sobre el territorio enemigo.
Esos cambios se hicieron porque tu enemigo es más fuerte que tú y sólo puede ser resistido en el
terreno de la sabiduría de Dios. No pienses que la victoria bajo la protección de la sabiduría de
Dios tiene alguna influencia sobre la victoria en la arena de la sabiduría del mundo, usualmente
llamada «sentido común».

La victoria cambia la tentación

Gálatas 6:1-5 (NBLA) habla tanto a la tentación de aquellos que son sorprendidos en alguna falta,
como a la tentación de aquellos que son espirituales. Cualquiera que está en la última categoría
(espiritual) ha pasado mucho tiempo en la primera (dominado por algún pecado). Conforme has
avanzado a través de este estudio, al menos te has empezado a mover de una categoría a la otra.
A continuación, se exponen cuatro nuevas tentaciones que se presentan cuando hay un tiempo
de victoria sobre el pecado.

Decepción de las nuevas alturas: La pobreza duele diferente cuando has conocido la riqueza.
Mientras vives en pureza (la cual llamamos a menudo «alcanzando nuevas alturas»), cualquier
recurrencia de pecado sexual probablemente creará una culpa más fuerte de la que antes habías
conocido. Cuando la lujuria era tu conducta normal, era menos alarmante. Puede ser tentador
permitir que esta culpa intensificada alimente tu percepción de fracaso y entonces cedas a un
«atracón de lujuria». Debes reconocer (intelectual y emocionalmente) que la gracia de Dios es
suficiente y necesaria para las caídas de cualquier «altura» (entre comillas porque somos nosotros
quienes categorizamos la altura desde la que caemos, no Dios).

128
Te puedes proteger de esta tentación recordando que la madurez espiritual no significa
independencia de la gracia de Dios (ve el siguiente punto), sino una mayor dependencia de ella.
Lee 1 Timoteo 1:12-20. Nota que, hacia el final de su ministerio, Pablo se vio a sí mismo como más
pecador que al inicio (Hechos 9). Pablo está usando esta comprensión para animar al joven
Timoteo (v. 18-20) porque se da cuenta de que la confianza en la gracia es la esencia de su mensaje
– el evangelio (v.16).

Madurez e Independencia: A menudo eres engañado en pensar que la madurez espiritual debería
hacerte menos dependiente de Dios. «Para que Dios pueda enfocarse más en las personas que
son como yo solía ser», podrías pensar. Esta es una de las mutaciones más peligrosas en tus
tentaciones. Es como un gran roble que piensa que su altura y fortaleza son suficientes para ya no
necesitar el suelo. En el momento en que se despega del suelo, su altura y firmeza solo servirán
para hacerlo caer más rápido e incrementar el daño que se hará.
La madurez sólo puede expresarse como una mayor dependencia de Dios. La madurez requiere
humildad, así como un tren requiere vías. Lee Gálatas 2:18-21. Nota que Pablo advierte sobre
reedificar lo que está destruido (v.18). Esto es exactamente lo que hace una falsa visión de la
madurez. Es en esta advertencia que Pablo establece el principio de que la madurez es menos de
ti y más de Cristo (v.20). Así como una oruga madura y se convierte en una mariposa, tú también
eres llamado a madurar y a convertirte en algo distinto a lo que eras cuando comenzaste.
Empezaste conectado a tierra y gateando en tu independencia de Dios (la esencia del pecado). Te
conviertes en alguien que abraza la dependencia de Dios como las alas que Dios usa para darle
libertad. La oruga debe morir para que la mariposa pueda remontarse.

Presión de las nuevas oportunidades: Con el crecimiento vienen oportunidades, y no


necesariamente porque las estés buscando. Ser más real en las relaciones e incluir a más personas
en el círculo de tu comunidad bíblica, expandirá la calidad y la cantidad de oportunidades que
tienes de cuidar de otros, por eso las relaciones falsas y ocultas son más controlables que las
reales. Esto es una bendición, pero puede ser abrumador e incómodo cuando comienzas a
experimentarlo por primera vez.
Para ayudarte a ver estos cambios como una bendición, lleva una lista de nuevas responsabilidades
y oportunidades que Dios ha traído a tu vida. Da gracias por ellos regularmente. Recuerda que son
prueba de la gracia de Dios; no cargas. Recuerda que superar la lujuria no es el final del viaje. La
lujuria ha sido una razón para no aprender muchas cosas increíbles (verdades, habilidades,
relaciones) que Dios tiene para ti. Debes esperar aprender muchas cosas mientras perseveras en
tu resistencia a la lujuria.

Tener «respuestas» en vez de preguntas: Mientras maduras y recibes nuevas oportunidades,


probablemente serás más buscado para dar respuestas. Te estás convirtiendo en una persona

129
segura, real y disponible, a quien se le pueden hacer preguntas. Puede que también recibas el
privilegio de caminar con otros que están en una etapa temprana en la superación de la lujuria.
Este es un tiempo donde el orgullo puede volver en maneras más sutiles y socialmente aceptables.
Pero no creas que, por recibir una pregunta, estás obligado a ser la fuente de su respuesta. Nunca
debes confundir la gloria de la respuesta por la gloria del vaso (2 Corintios 4:7-18).
Estas oportunidades, son oportunidades de crecer en miedo sano, es decir, vulnerabilidad. Así
como el miedo malsano a menudo enciende relaciones lujuriosas, el miedo sano crea relaciones
sanas. Lee Santiago 3:1-12. Nota que Santiago le escribe a cristianos que estaban superando una
prueba (dispersión por la persecución religiosa; véase Santiago 1:1) y que ahora se levantaban a
la posición de maestros (v.1). Les advierte acerca de la tentación y el poder de sus palabras en este
nuevo rol. El mensaje es que el increíble poder de la influencia (imágenes de freno y fuego) deben
mantener humildes a aquellos que están alcanzando una nueva posición de influencia.

Prepárate para la transición

Asegúrate de pertenecer a un grupo pequeño. La confianza toma tiempo. Tu grupo pequeño o


tu mentor te darán la confianza para que avances a un ministerio más regular en el cuerpo de
Cristo. El primer lugar donde esto ocurre es en grupos pequeños en la iglesia. Las lecciones
(cognitivas y emocionales) que Dios te ha enseñado en el transcurso de este estudio han
mejorado, protegido y aplicado, en gran parte, a causa de las relaciones a través de las cuales
aprendiste. Lo mismo sucede con las lecciones siguientes (y todas las demás) que Dios tenga para
ti.
Por esta razón, si todavía no lo has hecho, es sabio que empieces a conectarte con un grupo
pequeño. Si necesitas ayuda para identificar cuál grupo pequeño sería adecuado para ti,
convérsalo con tu mentor o con el pastor de tu iglesia.

Aprender sobre rendición de cuentas y exhortación en una escala más amplia. Probablemente,
estudiar este material con otra persona, fue tu primera oportunidad de experimentar una
continua rendición de cuentas y exhortación dentro de un ambiente cristiano. La rendición de
cuentas no es sólo para las luchas que dominan nuestra vida. Es parte de cómo Dios define lo que
es saludable. Las personas menos saludables son las que no tienen relaciones donde pueden ser
honestas acerca de sus luchas, las que no buscan rendir cuentas, ni ser exhortadas.

«A menudo, en mi experiencia, los grupos de apoyo funcionan como la iglesia debería.


Ellos se vuelven la comunidad saludable que los adictos necesitan para experimentar
gracia.» Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual.

130
Hasta ahora estabas en un grupo o en una relación de mentoría que se enfocaba primordialmente
en la lujuria. Quizá pasarás a un grupo pequeño en tu iglesia y te preguntas cómo será ahora esa
rendición de cuentas y exhortación. Los siete puntos que se encuentran a continuación tienen el
propósito de guiarte para que sepas el tipo de relaciones que buscas formar con tu grupo
pequeño.
1. Voluntaria – La rendición de cuentas no es algo que tienes, es algo que haces. Debes
exponerte para que puedas beneficiarte de la relación. Lo que se espera es que la
experiencia positiva que has tenido al estudiar este material te anime a seguir siendo
transparente y vulnerable.

2. En confianza – La(s) otra(s) persona(s) es(son) alguien en quien(es) confías, admiras la


integridad de su carácter y crees que tiene(n) buen criterio. Unirte a un grupo pequeño
lo más pronto posible, te permitirá desarrollar esta confianza o una relación de mentoría.

3. Mutua – Las relaciones que son de una sola vía no suelen durar mucho. En el grupo
pequeño oirás sobre las debilidades y luchas de otras personas, al mismo tiempo que
compartes las tuyas. Ayudarás a llevar sus cargas al mismo tiempo que ellos te ayudan a
llevar las tuyas (Gálatas 6:1-2).

4. Planificada – La rendición de cuentas que no es planificada tiende a extinguirse. Por este


motivo los grupos pequeños que se reúnen semanalmente son el lugar ideal para que se
lleve a cabo la rendición de cuentas. Todos saben cuándo será la reunión y tienen la
expectativa compartida de cómo empezarán las conversaciones en las que se rendirán
cuentas.

5. Relacional – Quieres que el crecimiento espiritual se convierta en un estilo de vida, no en


un evento. Esto significa que la rendición de cuentas es parte de tus conversaciones
cotidianas, no sólo como algo que haces en una reunión semanal. Eso implica que habrá
veces en que rindes cuentas sin siquiera darte cuenta.

6. Completa – La rendición de cuentas que se enfoca exclusivamente en un tema tiende a


volverse repetitiva y se extingue. También tiende a reducir el «éxito» de confiar en Dios
en una sola área de la vida.

7. Alentadora – Con mucha frecuencia la expresión «rendición de cuentas» lleva la


connotación de «cacería de pecados». Cuando ese es el caso, se percibe como si la
rendición de cuentas sólo funcionara cuando es negativa. Sin embargo, una rendición de
cuentas que perdura celebra el crecimiento en el carácter con el mismo fervor con el que
trabaja en las fallas del carácter. Esto significa que nos hacemos preguntas unos a otros
acerca del desaliento y de nuestras tentaciones.

131
Arma un plan para un estudio en el futuro. Caminamos hacia adelante. Caemos hacia atrás. Por
algún tiempo has sido parte de un proceso intencional y estructurado. Si antes de salir de esa
estructura, no tienes un plan para profundizar continuamente en tu entendimiento de la Escritura
y aplicarla a las dificultades de la vida, tendrás un retroceso. Efesios 5:15-16 nos llama a la
intencionalidad porque reconoce que tiempo menos dirección es igual a deterioro, no a sanidad.
Este manual está lleno de estudios bíblicos devocionales. Si no has tomado el tiempo de leer los
pasajes y reflexionar en los pensamientos devocionales y preguntas que los acompañan,
considera usarlos como una guía para leer la Biblia diariamente. Esta será una manera de reforzar
lo que has aprendido en este manual y fortalecer las bases bíblicas de lo que has aprendido.
El manual «Identidad y Confianza» que puedes encontrar en www.proyectocoramdeo.com (En
inglés: «Finding Your Identity, Security, and Confidence in Christ en bradhambrick.com/identity)
también es una excelente manera de continuar y fortalecer tu progreso.
Haz un plan formal de transición. Pon por escrito tu plan de transición. Enumera las prácticas
importantes que hayas iniciado en este estudio y que necesitas mantener. Escribe cuáles son las
posibles «banderas amarillas» de advertencia (no esperes llegar a las rojas) que necesitas tratar
con seriedad, si llegaran a aparecer.

Revisa tu plan con tu grupo pequeño o tu mentor. Recibe sus sugerencias acerca de lo que
deberías agregar al plan. Consulta con ellos para decidir cuáles aspectos de esa lista deberías
incluir en la conversación de rendición de cuentas con tu nuevo grupo pequeño.

Conversaciones de ánimo para PERSEVERAR después del pecado sexual


Con cada paso, te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente y así te ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida
real.
• ¿He evaluado y entendido las nuevas formas que la tentación puede tomar
conforme experimento victoria?
• ¿He hecho y comenzado a implementar un plan de transición que sea sabio y
completo?

132
Capítulo 9
«Deleitándose con mejores placeres»
EJERCE MAYORDOMÍA en toda tu vida para la gloria de Dios.

«Dios me ha mostrado tanta gracia; gracia más grande que mi lujuria. Estoy aprendiendo lo que
significa vivir mi nueva identidad en Cristo. Eso me ha llevado a preguntarme cómo puedo ser un
conducto de la gracia de Dios hacia otros. Conforme he buscado a Dios, examinado mi vida y
consultado con otros creyentes, pienso que esto [describe] es lo que para mí significa ser un
mayordomo de la gracia de Dios.»

Memoriza: Romanos 13:8-10 (NBLA) «No deban a nadie nada, sino el amarse unos a otros. Porque
el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley. Porque esto: “no cometerás adulterio, no matarás,
no hurtarás, no codiciarás”, y cualquier otro mandamiento, en estas palabras se resume: “amarás
a tu prójimo como a ti mismo”. El amor no hace mal al prójimo. Por tanto, el amor es el
cumplimiento de la ley.» Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos clave:

● «No deban a nadie nada, sino el amarse unos a otros» ̶ El pecado siempre te pone en un
lugar donde «debes» tus secretos.
● «Ha cumplido la ley» ̶ Tu meta en la vida debe ser cumplir el propósito que Dios ha
prescrito para tu vida en Su Palabra.
● «No» – Lo que no haces no agradará a Dios. Dios tiene un propósito para ti, no sólo
restricciones.
● «Se resume: amarás…» – La voluntad de Dios para tu vida siempre debe establecerse en
términos positivos – vive con una misión.
● «El amor no hace mal al prójimo» – Cuando tu amor por Dios es expresado a través de
amor sano hacia otros, eres libre de pecado.

Notas de Enseñanza

Ejercer mayordomía en algo significa usarlo para la finalidad para la que Dios la creó. Es importante
recordar que en lo que estás ejerciendo mayordomía es tu vida, no solamente en la experiencia
de superar el pecado sexual. Pensar de otra manera, sería definirte una vez más, por tu lucha.

«Utilizo menos la palabra recuperación, y más la palabra sanidad o transformación. No vamos en


reversa y nos recuperamos; en vez de eso, avanzamos para sanar y ser transformados… He llegado
a creer que los Doce Pasos no enfatizan lo suficiente la transformación espiritual radical que sólo
puede alcanzarse a través de una relación más íntima con Cristo Jesús.» Mark Laaser en Cómo
Sanar las Heridas de la Adicción Sexual
133
El pecado es un parásito que vive de recursos robados (tiempo, energía, amor, etc.…) que estaban
destinados a otros propósitos. Mientras te deshaces de este vil intruso, esos recursos que una vez
complacieron al pecado, vuelven a estar disponibles para el diseño de Dios y para tu verdadero
gozo. Finalmente, la mayordomía es la cumbre donde el propósito, la adoración y el gozo se
encuentran.

«Los adictos al sexo deben desarrollar una visión. Una visión es una idea clara del llamado de Dios,
Su plan y el propósito para la vida de cada uno.» Mark Laaser en Cómo Sanar las Heridas de la
Adicción Sexual

«La lucha de la fe contra la lujuria es pelear por permanecer satisfecho con Dios.» John Piper en
Gracia Venidera

Aplicación Personal

Si la ley de Dios puede resumirse en un mandamiento positivo, entonces debemos terminar este
estudio hablando acerca de cómo correr hacia Dios, en vez de hablar solamente acerca de cómo
huir del pecado. La vida no trata acerca de lo que evitas, sino de aquello que persigues. La manera
en que corres hacia el diseño de Dios para tu vida encuentra una expresión única en tu propia vida.
Por esta razón, tú escribirás la mayor parte de este capítulo. Es tu vida la que está entregándose
en mayordomía para la gloria de Dios.

La meta es que encuentres cosas a las que te puedes dedicar con mayor pasión que la que una vez
dedicaste a tu lujuria. Pero no sólo las cosas temporales, ligeramente más saludables, que
rápidamente pueden convertirse en deseos dominantes; y tampoco cosas a las que te entregas en
privado que fomentan el egoísmo y el exceso. Más bien, las cosas eternamente significativas a
través de las cuales te entregas en una comunidad de fe para resistir, moderar tus deseos y
excesos, y convertirte en un ejemplo para otros.

Lee Lucas 11:24-26. Esta es una terrible advertencia acerca de quitar el pecado sin reemplazarlo
con el propósito de Dios para tu vida. Cuando reemplazas el pecado con una vida saludable, pero
ignorando a Dios (nótese la contradicción) te vuelves muy orgulloso, y te pones a la defensiva
cuando se trata de cambios futuros. Tus ídolos (motivos/detonantes del paso tres) se vuelven
temporalmente funcionales, por lo tanto, tu conciencia, que suele advertirte acerca de las
consecuencias de tus actos, es silenciada. Entonces, cuando tus ídolos dejan de satisfacerte y
desorganizan tu día a día, es menos probable que regreses a Dios, a la Biblia y al evangelio porque
«la primera vez realmente no funcionaron». Buscas una solución más profunda y significativa, pero
«tu estado final resulta peor que el primero (v.26)».

134
Lee Efesios 2:8-10. En este estudio hemos viajado a través del evangelio (v. 8-9) hasta las buenas
obras (v.10). Los nueve pasos son solamente el evangelio en cámara lenta. No es que ahora
abandones el evangelio para hacer buenas obras, sino que cultivas el fruto del evangelio. Pablo
decía que hay buenas obras que Dios ha preparado para cada creyente y que éstas deben definir
su vida diaria (andar en ellas) (v.10). Esto debería darte esperanza para las preguntas que se te
harán en este capítulo. Tienes la confianza que viene de las promesas de la Escritura: Dios tiene
un diseño para tu vida y quiere que sepas cuál es.

Mientras lees y respondes estas nueve preguntas, recuerda la paciencia y el tiempo de Dios. Habrá
algunos aspectos del diseño de Dios con los que podrás comprometerte de inmediato. Pero
también habrá maneras en que quieras servir a Dios que requerirán más madurez o capacitación
antes de estar listo para llevarlas a cabo. Lo principal es empezar a tener una visión para la vida
que involucre ser un siervo de Dios, activo y comprometido con la visión para la cual sí estás
capacitado en este momento.

1. ¿Estoy dispuesto a comprometer mi vida con lo que sea que Dios me pida? Si tu respuesta es
«no», no puedes continuar, ya que perjudicará las respuestas que das a las preguntas
subsecuentes. No te pierdas en la culpa o finjas que tu respuesta es «sí» (ambas respuestas te
llevarán de regreso a la lujuria). En vez de eso, identifica los obstáculos. ¿Cuál es el costo que no
estás dispuesto a pagar? Puede ser que este tema se convierta en un elemento clave para tu plan
de estudio a futuro (paso ocho).

¿Hay algunas cosas específicas que creas que Dios te está pidiendo? Asegúrate de registrar tus
pensamientos en esta pregunta antes de reflexionar en las preguntas siguientes.

2. ¿He descuidado roles en los que Dios me ha puesto? La primera parte de ser un buen
mayordomo de tu propia vida es realizar tu rol primario con excelencia. Cuando Pablo dice en
Efesios 5:17 que debemos entender cuál es la voluntad del Señor, continúa describiendo el diseño
de Dios sobre los principales roles de vida (cónyuge, padre, hijo y trabajador en 5:22-6:9).

135
3. ¿Cuáles son mis dones espirituales? La mayordomía de tu vida para la gloria de Dios involucra
el uso de los dones espirituales que Dios te ha dado. Dones espirituales dados por Dios que
coincidan con el llamado que Él ha puesto en la vida individual de cada uno. Lee Romanos 12:1-8
y 1 Corintios 12:1-30. Si necesitas más ayuda discerniendo esto, habla con un pastor para hacer
un inventario de dones espirituales.

4. ¿Por qué grupo de personas (edad, problema, carrera, etnia, etc.) tengo carga? Desde el pacto
más antiguo de Dios con Su pueblo, Su intención era bendecirte para que pudieras bendecir a
otros (Génesis 12:2). Invertir tu vida en aquellos por los que tienes carga, te permite tener otra
mentalidad y encontrar alegría en eso.

5. ¿Qué es lo que me apasiona? En este punto de la evaluación de mayordomía, puedes ver el


Salmo 37:3-8 cumplirse en tu vida. Hay un nivel de vulnerabilidad involucrado en ser apasionado
otra vez, pero permítete expresar fe en Dios a través de esta vulnerabilidad y busca la vida que Él
tiene para ti.

6. ¿Con qué habilidades o talentos me ha bendecido Dios? Estos no tienen que ser dones
espirituales. Lee la increíble descripción de habilidades que Dios le dio a Bezalel y cómo usó esas
habilidades para servir a Dios (Éxodo 3:1-11). Piensa qué habilidades y experiencias has acumulado
en tu vida.

7. ¿Cuáles son mis experiencias de vida únicas? Debes enlistar tanto tus experiencias placenteras
como las que no lo son. A veces puedes ser tentado a pensar que Dios solamente puede usar las
experiencias buenas o espirituales de tu vida. Dios se alegra de usar tus éxitos (Mateo 5:16), pero
también se deleita en desplegar Su gracia transformando tus debilidades para Su gloria (2 Corintios
1:3-5).

136
8. ¿En qué punto se encuentran mis talentos y pasiones con las necesidades de mi iglesia y de mi
comunidad? Debes buscar que la mayordomía de tu vida esté en cooperación con tu iglesia local.
El camino por el cual Dios bendice y hace madurar a aquellos que le sirven es a través del Cuerpo
de Cristo, la iglesia. Al identificar dónde tus dones, cargas, pasiones y habilidades se ajustan con o
expanden los ministerios de tu iglesia, estás maximizando el impacto de servicio que puedes tener
en aquellos que buscas bendecir y te estás protegiendo del desánimo que viene con el aislamiento.

9. ¿Cómo quiere Dios que reúna estas cosas para glorificarlo? Ésta no es una pregunta más, es una
pregunta que resume las demás. Vuelve a ver lo que ya has escrito. Habla sobre esto con amigos
cristianos, familia, tu mentor o pastor. Dedica un tiempo de oración para pedirle a Dios que te dé
dirección. Luego comienza a servir de manera que seas mayordomo de tu vida para la gloria de
Dios.

“Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados.” Mateo 5:6

Conversaciones de ánimo para EJERCER MAYORDOMÍA después del pecado sexual


Con cada paso, te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga abiertamente y así te
ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.
• ¿Hay algunos cambios necesarios que he omitido y me impiden tomar este paso?
• ¿Debería buscar consejería antes de completar este paso?

137
Apéndice A
El quebrantamiento frente al orgullo
El siguiente material ha sido adaptado de un mensaje de Nancy Leigh DeMoss.
«Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no
despreciarás tú, oh Dios» Salmo 51:17

Los orgullosos… Los quebrantados…

❑ se enfocan en las fallas de los demás. ❑ están abrumados al sentir su necesidad


❑tienen un espíritu crítico buscando defectos; ven espiritual.
los defectos de los demás con un microscopio, pero ❑ son compasivos; pueden perdonar mucho
los propios con un telescopio; tienen una mirada porque saben cuánto se les ha perdonado.
despectiva. ❑ consideran a los demás superiores a ellos
❑ tienen un espíritu independiente y auto mismos.
suficiente. ❑ tienen un espíritu dependiente; reconocen
❑ necesitan probar que están en lo correcto. su necesidad de otros.
❑ exigen derechos; tienen un espíritu demandante. ❑ceden sus derechos; tienen un espíritu
❑ protegen su tiempo, sus derechos y su reputación. manso.
❑ desean ser servidos. ❑ se niegan a sí mismos.
❑ desean ser exitosos. ❑ anhelan servir a otros.
❑ desean su propio progreso. ❑ anhelan ser fieles y hacer de los demás un
❑ anhelan ser reconocidos y apreciados. éxito.
❑ inconscientemente piensan «Este ❑ están conscientes de que no son dignos y
ministerio/iglesia es privilegiado de tener a alguien están emocionados de que Dios los use
como yo y mis dones»; piensan en lo que ellos totalmente.
pueden hacer por Dios. ❑ tienen una actitud del corazón que dice, «No
❑ se sienten muy confiados en lo que saben. merezco tener parte en este ministerio»; saben
❑ son cohibidos. que no tienen nada que ofrecerle a Dios
❑ mantienen a otros al alcance de la mano. excepto la vida de Jesús fluyendo a través de sus
vidas quebrantadas.
❑ son rápidos para culpar a otros.
❑ son humildes, por esto saben que tienen
❑ son inaccesibles o están a la defensiva cuando son
mucho que aprender.
criticados.
❑ están dispuestos a arriesgarse a estar cerca
❑ se preocupan por ser respetados en lo que otros
de otros y a amar íntimamente.
piensan; trabajan para proteger su propia imagen y
reputación. ❑ aceptan su responsabilidad y pueden ver en
qué fallaron en una situación determinada.
❑ se les hace difícil compartir sus necesidades
❑ reciben la crítica con humildad y un espíritu
espirituales con otros.
abierto.
❑ quieren asegurarse de que nadie descubra que
❑ se preocupan por ser reales; lo que les
han pecado; instinto de encubrirse.
importa no es lo que otros piensan, sino lo que

138
❑ les resulta muy difícil decir: «Me equivoqué; por Dios conoce; están dispuestos a morir a su
favor, ¿podrías perdonarme?» propia reputación.
❑ tienden a generalizar cuando confiesan su ❑ una vez quebrantados, no les importa quién
pecado. sabe o quién se entera; están dispuestos a ser
❑ lamentan que los descubran o atrapen. expuestos porque no tienen nada que perder.
❑ esperan a que los demás vengan a pedir perdón ❑ son rápidos para admitir las fallas y buscar el
cuando hay un malentendido o un conflicto en las perdón cuando es necesario.
relaciones. ❑ son capaces de reconocer cosas específicas
❑ no ven la condición real de su corazón. al momento de confesar.
❑ creen que no tienen nada de lo cual arrepentirse. ❑ están verdadera y genuinamente
arrepentidos de su pecado y lo evidencian
porque lo abandonan.
❑ toman la iniciativa para reconciliarse cuando
hay un malentendido o conflicto en una
relación.
❑ se comparan a sí mismos con la santidad de
Dios y sienten la necesidad desesperada de Su
misericordia.
❑ se dan cuenta de la necesidad de tener un
corazón en una constante actitud de
arrepentimiento.
❑ continuamente sienten la necesidad de un
encuentro renovado con Dios y una fresca
llenura de Su Espíritu Santo.

139
Apéndice B
Cómo terminar una relación extramarital
Si tu pregunta es: ¿cuál es la manera fácil de terminar una relación que nunca debió haber
comenzado, pero que ahora se ha convertido en una conexión emocional y/o en una relación
sexualmente activa? La respuesta es: no hay manera fácil.

Probablemente, la objeción sería: «pero en realidad me preocupa esta persona y no quiero


lastimarla. Yo soy más culpable que ella de lo que ha pasado. No me atrevería a hacerle daño.» La
realidad es que cuando una relación pecaminosa inicia, una o muchas personas resultarán
gravemente heridas. La elección que tienes no es si alguien va a salir lastimado, sino quién.

Detente y piénsalo. ¿Cómo vas a salir de la situación en la que estás, donde te has comprometido
a amar a dos personas con el amor que sólo puede pertenecer a una, sin lastimar a alguien? No
puedes. No tomarás ninguna decisión sabia o, incluso sana, mientras te aferres a la esperanza de
que algo imposible es posible.

Una razón muy probable por la que las cosas han llegado a donde están es que has estado
buscando una opción que no existe. Varias cosas son verdad en este momento y tendrás que
aceptarlas todas. Incluso si decides ignorarlas ahora, tendrás que admitirlas como realidad en
algún punto, y mientras más larga sea tu espera, más intensas serán las consecuencias para todos
los involucrados.

1. Vas a herir a una o más personas que son importantes para ti.
2. Tendrás que sincerarte con más personas de las que deseas.
3. No aparecerá una respuesta fácil que haga desaparecer esta situación.
4. El resto de tu vida cambiará radicalmente dependiendo de lo que hagas con lo que estás
leyendo.
5. Tu vida y generaciones de tu familia serán afectadas dependiendo de lo que decidas hacer.

Tres pasos hacia la libertad


Paso Uno: Corta Todo Contacto
Corta, confiesa y renuncia voluntariamente a todo contacto con tu cómplice de adulterio en una
comunicación abierta, en la cual tu cónyuge esté públicamente presente y al corriente de todo lo
que se dice. Las cinco partes de este paso son vitales y están especificadas a continuación.

140
A. Corta todo contacto: Debes establecer claramente que estás pidiendo que no exista ningún
contacto a futuro por ninguna razón, ya que te diste cuenta de que una relación romántica
fuera del pacto de tu matrimonio es mala. Es apropiado disculparse por el daño que le has
causado a esta persona, pero debes igualmente afirmar que la autenticidad de tu disculpa
requiere eliminar todo contacto.
B. Confiesa todas las formas de contacto: Debes confesar a tu cónyuge cualquier forma de
contacto (teléfono celular secreto, dirección de correo secreta, encuentros agendados,
etc.). Cuando termines la relación debes decirle a tu cómplice de adulterio que has
confesado a tu cónyuge todas las formas de contacto para reforzar que no deseas que
exista un acercamiento en el futuro.
C. Renuncia voluntariamente a todo contacto: Debes entregar a tu cónyuge toda forma de
contacto, así como un suicida necesita entregar su arma. No estás renunciando a nada
bueno. Así como el suicida ve su arma como algo amigable que está ahí para darle alivio,
probablemente tú sigues viendo estos modos de contacto a través de lentes
distorsionados. No tendrás ganas de hacerlo hasta que lo hayas hecho.
D. Comunicación abierta: Los secretos han aportado emoción a tu relación ilícita. «Abierta»
significa que (a) no se ven en persona, (b) cualquier cosa que digas será enviada por correo
electrónico a tu cómplice de adulterio con copia para tu cónyuge, y (c) si está casado, anima
a tu cómplice de adulterio a confesarlo a su cónyuge.

Se recomienda documentar la solicitud de no contacto en caso de necesitar una orden de


restricción en el futuro. En este tipo de situación, para obtener una orden de restricción se
requiere probar que hubo una solicitud clara para que cesara la comunicación
(documentado por correo) y que ocurría un acoso continuo (documentado por constantes
llamadas telefónicas, presencia en tu lugar de trabajo o en tu casa, etc.). Llevar este par de
evidencias a la oficina de policía local debería ser suficiente para obtener una orden de
restricción si fuera necesario.

Este paso puede tener consecuencias legales, de seguridad o en el trabajo. Las


consecuencias del pecado son parte de la trampa de Satanás para mantenerte en tu
pecado. Abandonar el pecado siempre es un acto de fe en Dios. En este caso, puede que
no sólo sea fe en la superioridad de Dios sobre el pecado, pero también fe en la habilidad
de Dios de proveer o proteger cuando te das cuenta de las consecuencias del pecado.
Debes darte cuenta y recordar que prolongar una relación pecaminosa no hace nada por
mejorar la situación de ninguno de los involucrados. Las consecuencias tardías solamente
se incrementan y hacen que la obediencia a Dios sea más difícil.

141
E. Cónyuge públicamente presente: Cuando amas a alguien, hablas con ella de otras
personas. Cuando hablabas acerca de tu cónyuge con tu cómplice de adulterio, revelabas
tu lealtad principal. Ahora al hablar con tu cónyuge acerca de tu cómplice de adulterio y
rechazar cualquier comunicación con éste, estás revirtiendo esa lealtad. Si comunicas el
fin de la relación por teléfono, tu cónyuge debe estar en el cuarto mientras estás hablando,
y si es por correo electrónico, tu cónyuge debe tener una copia de ese correo.

Paso Dos: Evita la «trampa del cierre»

No existe un cierre después del adulterio. Cierre es una palabra que da la impresión de un final
feliz y acordado. Una de las dos relaciones románticas en tu vida tendrá una muerte incómoda y
dolorosa. Más incómoda aun si tú vas a decidir cuál de las relaciones (matrimonio o adulterio)
morirá. Esto pasará, ya sea en un juicio de divorcio o ahora. Pero en cualquiera de las dos, tú eliges,
no habrá cierre para la relación agonizante.

Puedes preguntar: «¿por qué estás siendo tan gráfico y duro?» La razón es simple – «cierre» es la
mentira por la que la mayoría de las personas vuelven múltiples veces al adulterio mientras
intentan restaurar su matrimonio. Cierre es una palabra inocente que enmascara las devastadoras
consecuencias. Seguir ingenuamente la mentira del cierre hará que el camino que tienes por
delante, además de difícil, sea más largo, empinado y rocoso. Cuando escuches esa mentira
¡tápate los oídos y corre!

Paso Tres: Confiesa todo intento de contacto

Terminar una relación de adulterio requiere más que hacer lo correcto una sola vez después de
que has sido descubierto. Si tu adulterio ocurre en una relación en curso, probablemente la otra
persona no querrá terminar esa relación. Tu pecado no se mantendrá alejado mientras persistes
en tener un carácter piadoso. Es muy probable que tu cómplice de adulterio pelee por la relación
que piensa que le pertenece.

Es absolutamente vital que confieses a tu cónyuge cualquier contacto, intento de contacto, o


intento potencial de contacto de tu cómplice de adulterio. Incluso si recibes una llamada de un
número desconocido, elige no contestar y si no dejan mensaje en el buzón de voz, dile a tu
cónyuge. Si un amigo de tu cómplice de adulterio te da una nota, niégate a leerla, dile a tu cónyuge
y (si es necesario) toma la nota como otra evidencia por si necesitas obtener una orden de
restricción.

142
Esta relación debe ser tratada como si una serpiente venenosa entrara a tu casa y tus hijos
estuvieran ahí. Incluso si la serpiente estuviera en otra habitación, tomarías toda medida posible
para destruirla, pues sabes que es un depredador y que su presencia, incluso en otra habitación,
los coloca en un peligro mortal. Cualquier contacto de tu cómplice de adulterio no confesado, es
igual de mortal para tu relación con Dios, tu matrimonio y el futuro de los hijos que tengas.

143
Apéndice C
Cómo hablar con los hijos cuando el pecado sexual
afecta a la familia
Escrito por M.A. Caroline Von Helm y M.T. Brad Hambrick
Cuando el pecado sexual invade la vida familiar, cada miembro de esa familia es afectada. El
impacto no es solamente grande, sino que es también único para cada uno de los miembros de la
familia. Las víctimas más inocentes, y que con frecuencia son los que reciben la menor calidad o
cantidad de cuidado, son los hijos.
Los hijos, grandes o pequeños, necesitan tanto la honestidad como la esperanza durante y después
de la crisis. Los hechos, los cuales deben ser honestos y apropiados para la edad, deben relatarse
en una manera clara y tan esperanzadores como la situación lo permita. Como padres (tanto el
ofensor como el ofendido), nuestro instinto recurrente es proteger a nuestros hijos de la dolorosa
realidad e intentar hacer que las cosas sean menos dolorosas para ellos.
«Menos doloroso» es un objetivo apropiado siempre que no sea a costa de ser sincero o deje un
vacío para las preguntas legítimas que un hijo pueda tener sobre su familia, su hogar y su futuro.
Si «menos doloroso» compromete la habilidad acorde a la edad del niño para conocer la verdad o
la capacidad de anticipar el futuro (al menos al grado que le es posible), entonces «menos
doloroso» hace más daño que lo que se pretende evitar.
Caso de estudio:
El siguiente caso de estudio es un ejemplo ficticio de una familia de seis en el proceso de una
madre que descubrió poco a poco que su esposo estaba cometiendo adulterio con una compañera
de trabajo. El objetivo es ayudarte a aplicar las recomendaciones que siguen, al contar con un
ejemplo menos personal que tu situación actual.
Caitlyn tiene tres años. La mayoría de los días, ella se queda en casa con su madre, le
encanta estar afuera y le encanta que su padre le lea cuentos. Ella tiene hermanos mayores
que van a la escuela. Caleb tiene seis años y está en primer grado, Kayla tiene once años y
acaba de entrar a la secundaria, y Jacob tiene catorce años y está comenzando el
bachillerato. Desde afuera, todo luce bien en esta familia.
Ellos son miembros activos de su iglesia, y son parte de un grupo pequeño que les encanta.
Los niños son parte de los equipos de deportes, teatro y otras actividades extracurriculares.
El padre trabaja duro para sostener financieramente a la familia. Ellos parecen la típica
familia estadounidense, el tipo de familia que te gustaría invitar a cenar a tu casa.
A puerta cerrada las cosas son muy diferentes. Papá es crítico y emocionalmente ausente
la mayor parte del tiempo. Él hace lo que se le pide, pero no se muestra emocionado al
hacerlo y no propicia el tiempo de familia, ni busca tiempo individual con los niños. Hace
las preguntas básicas sobre sus calificaciones, la escuela y los amigos; pero fuera de esos
temas, muestra desinterés.

144
Mamá hace todo lo posible para compensar la falta de participación de papá con una
participación excesiva. Ella intenta asegurarse de tener todo lo que necesitan… y quieren.
Esto crea tensión entre ella y papá, porque nunca pueden salir adelante en las finanzas.
Por esta y por otras razones, mamá y papá no valoran el tiempo entre ellos.
La tensión que surgió recientemente fue porque mamá encontró algunos correos
electrónicos dirigidos a una compañera de trabajo que, a su parecer, eran coquetos e
inapropiados. Papá rápidamente los minimizó y después comenzó a reprender a mamá por
revisar sus objetos personales y por no confiar en él.
En el curso de algunos meses más, mamá continúa viendo correos electrónicos y, en algún
punto, mensajes de texto que confirmaron las sospechas de que papá estaba teniendo un
amorío. Después de varios intentos de confrontación y muchas discusiones, papá admite
sus acciones. Mamá quedó devastada, papá estaba furioso y los niños estaban
confundidos.
¿Qué hace la familia ahora?
El escenario anterior pretende servir de marco para discernir cómo discutir el pecado sexual de
un padre con sus hijos. Hay muchas cosas para considerar en este tipo de conversación. Los
siguientes puntos pretenden servir para orientarte en cómo estas situaciones afectan a un hijo,
las expectativas correspondientes cuando él/ella se entera por primera vez del pecado sexual,
expectativas después de enterarse del pecado sexual y el tipo de ayuda que necesita para procesar
esta información.
1. Un evento de esta magnitud y el conflicto parental subsecuente/la ausencia/distracción
pueden ser traumáticas para los niños involucrados, incluso hijos adultos.

2. Si tu hijo no ha llegado a la pubertad y/o no tiene conocimiento de o exposición al sexo, tu


conversación acerca de lo que ha pasado no debe describir con lenguaje sexual lo
sucedido.

3. Mientras los hijos crecen y desarrollan su sexualidad, ellos pueden hacer preguntas acerca
de cosas que han pasado durante ese tiempo. Contestar esas preguntas en maneras
apropiadas para su edad, es una parte importante para ayudarles a procesar el duelo.

4. Los sentimientos de tu hijo pueden ser más o menos intensos que los sentimientos del
cónyuge ofendido. Ambos padres deben aceptar cualquier sentimiento que salga a la
superficie, ayudar al niño a nombrar esos sentimientos, y entender cómo esos
sentimientos se relacionan con los cambios en su vida, hogar y familia.

5. Si un evento traumático ocurre a un niño de preescolar o a uno un poco mayor, él/ella lo


recordará y necesitará procesar esos recuerdos en etapas posteriores del desarrollo
mientras es capaz de comprender más de su historia personal de familia.

145
6. La mayoría de los niños no procesan (asimilan sanamente en su historia de vida) sus
emociones acerca de un evento traumático hasta que se sienten lo suficientemente
seguros para hacerlo. Una vez que tú y tu cónyuge han llegado a un lugar mejor y sienten
que están superándolo, ahí será cuando los niños decidirán procesar sus propios
sentimientos. Esto hará que los padres sientan que se alarga el proceso de sanidad, pero
no puedes apresurar a tus hijos en sus procesos más de lo que el cónyuge ofensor podría
apresurarse al arrepentimiento y el cónyuge ofendido apresurar el perdón.

7. El daño más grande que se ha hecho es debilitar el sentido de seguridad y la definición de


amor del hijo. Esto es cierto sin importar su edad. El cuidado y la atención posterior para
un hijo deben centrarse en proporcionar una sana sensación de seguridad y expresión
equilibrada de amor.

8. Cuando se trata de tener la conversación de «qué es lo que está pasando», la situación


ideal sería que ambos padres estén presentes, así como una tercera persona neutral para
conversar con los hijos.

9. El contenido de la conversación de «qué es lo que está pasando» debe ser decidido antes
de hablarlo con el hijo. Si no se puede llegar a un acuerdo, entonces esperen hasta que
lleguen a un acuerdo. El periodo de tiempo que pase debe ser tan corto como sea posible,
esperar más de cuatro a seis semanas puede comenzar a ser muy confuso para los hijos.

10. Puede que haya más de una conversación, dependiendo de las diferencias de edades de
los hijos. Si tus hijos se encuentran en la misma etapa de desarrollo, entonces una sola
conversación puede llevarse a cabo con todos los miembros de la familia presentes.

Si tus hijos están en diferentes etapas de desarrollo, no intentes hablar con ellos en una
sola oportunidad. Más bien, debes asegurarte de que lo que comuniques a todos sea
consistente en contenido y en el lenguaje apropiado para cada edad, tanto como sea
posible. Los hijos mayores deben ser informados de cosas que sus hermanos menores no
saben y no necesitan saber en ese momento.

11. Asegúrate de que haya alguien en la vida de tus hijos que pueda ser su apoyo. Esto es de
suma importancia para los hijos mayores e incluso para los hijos que ya son
independientes, quienes con frecuencia son ignorados en este proceso.

12. Si el pecado sexual no da como resultado un cambio en el estilo de vida (separación de los
padres, acciones legales, pérdida del trabajo, embarazo, etc.), busca consejo acerca de qué
contar a tus hijos. Toda la información que tus hijos puedan necesitar es que tú y tu
cónyuge han tenido problemas debido a las dolorosas decisiones de uno de los padres, y
que mamá y papá están tratando de mejorar las cosas.

13. Anima a tus hijos a que hagan las preguntas que puedan tener. No es razonable ni sano
esperar que los hijos hagan todas sus preguntas en la «reunión de información». Cuando

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les das la libertad para hacer preguntas, también es sabio decirles que no tienes todas las
respuestas y que habrá algunas cosas que sólo se quedarán entre mamá y papá.

14. Recuerda que los niños procesarán las cosas a un ritmo más lento y que podrán hacer
preguntas muchos años después del suceso. Estar preparado para esto evita que el
proceso emocional de tus hijos te haga retroceder o te dé motivos para no perdonar. Una
respuesta emocional negativa de los padres hacia una pregunta de un hijo es un factor que
refuerza la falsa creencia común de que el hijo tiene cierta responsabilidad por lo sucedido
en el matrimonio.

15. Evita sentir la necesidad de compensar lo que sucede en tu familia. Ni los regalos ni las
penitencias podrán compensar la ofensa o aliviar el impacto. En todo caso, enseñarán una
visión distorsionada del evangelio, el arrepentimiento, la reconciliación y la
familia. Someterse pacientemente al proceso de la reconciliación es lo más importante
para tus hijos (cuando sea posible). Sólo Dios puede sanar el dolor de tus hijos, el amor
desequilibrado no puede sanar ese dolor.

Si el pecado sexual resulta en un cambio en el estilo de vida, entonces considera lo siguiente:


Recién nacidos a cinco años
Aunque se pueda pensar que en esta etapa del desarrollo los niños no son capaces de darse cuenta
de que algo ocurre, los niños son muy perceptivos a la hora de leer los cambios emocionales de
su entorno. Si mamá está siempre llorando, papá está siempre enojado o si siempre hay
discusiones y peleas, los niños de este rango de edades pueden notarlo muy bien. Pueden
comenzar a mostrarse más necesitados, experimentar retrasos en el desarrollo o retrocesos en
habilidades que ya habían aprendido, todo esto como una expresión de cómo los cambios en el
entorno del hogar los ha afectado.
La meta para ambos padres es ser auténticos (fingir que todo está en calma cuando crees que el
niño está viendo, no es suficiente) y alentadores. A pesar de que tu cónyuge haya tenido un amorío
extramarital, todavía tienen que ser padre y madre. No puedes pasar los días llorando, enojado o
buscando más/nueva información. Si contener este comportamiento es difícil para ti, pide ayuda.
Toma tiempo para ver a un consejero o pide a un amigo que te ayude a trabajar a través del
material de «Verdadera traición».
No se deben tener conversaciones con los niños menores de cinco años hasta que el cónyuge
ofensor haya tomado la decisión de irse por un largo tiempo o un periodo de tiempo indefinido.
Si los cónyuges siguen juntos y ninguno ha de irse de la casa, entonces los niños de estas edades
no tienen que enterarse de lo que ha ocurrido. Después en sus vidas (como adultos o adolescentes
mayores) habrá un tiempo apropiado para compartir lo que Dios ha hecho o lo que ocurrió, pero
los niños menores de edades preescolares no tienen la capacidad de comprender lo que les
podrías decir. La meta principal en esta etapa de sus vidas es proveer consistencia, amor y
seguridad. Esa es su mayor necesidad. Apoyarse de amigos y cuidadores de confianza, será
importante durante este tiempo.

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Si el padre ofensor deja la casa y el niño tiene entre dos y cinco años, debe explicarle a dónde se
va. El plan óptimo para tener esta conversación sería ser objetivos y hacerlo con la compañía de
un tercero. La persona que se va debe ser la primera en hablar y comunicar la siguiente
información:
«Voy a estar en (lugar ̶ el niño necesitará saber porque decir solamente que se va puede
causarle más ansiedad) por (duración ̶ es importante decirle al niño el periodo de tiempo
para que pueda saber cuándo termina. Si no se puede determinar el periodo de tiempo,
entonces sé honesto y dile que no sabes exactamente por cuánto tiempo). Sé que puede
ser difícil para ti que estés alejado de mí, por eso vendré a visitarte (dale un plan de
visitas)».
Fíjate en que en esta conversación no le has dado al preescolar la respuesta a la pregunta «por
qué». La mayoría preguntará, pero algunos no. No intentes responder a la pregunta «por qué» a
los niños de preescolar a menos que te lo pidan, ya que es difícil que pasen espontáneamente al
pensamiento abstracto, especialmente en un entorno emocionalmente fuerte.
Cuando ellos pregunten «¿por qué?» el padre ofensor debe decirles:
«Tomé decisiones que no debí haber tomado y, cuando tomamos malas decisiones que
afectan a las personas, necesitamos dar tiempo y espacio a la persona que lastimamos. Por
eso, voy a (lugar) para darle a mamá/papá un poco de espacio». [Reitera tu amor por ellos
y cuánto vas a extrañarlos.]
Habrá lágrimas, conmoción y una inhabilidad para comprender lo que estás diciendo. Sus cerebros
no se han desarrollado para este tipo de transiciones. Ellos no tienen la experiencia de vida para
comprender lo que significa o para saber qué hacer cuando uno de sus padres se ausenta por una
razón correctiva («castigo» es la categoría que ellos comprenden para un «tiempo fuera» en el
matrimonio). Sé paciente. Prepárate para las rabietas y las alteraciones de sus patrones de sueño
y alimentación.
La experiencia de los niños (en cualquiera de las edades mencionadas) se parecerá mucho al
proceso de duelo, porque estarán experimentando el dolor de haber perdido lo que para ellos era
normal. Por este motivo, el apéndice de consejos para padres y devocionales familiares, serán una
adaptación del manual «Esperanza en el proceso de duelo».
Si los padres permanecen juntos, entonces mantener la rutina de los niños en edad preescolar tan
normal como sea posible será de vital importancia. Involucrarse en los programas como el día de
la madre o participar en actividades escolares un par de días a la semana, puede dar a los padres
ofendidos tiempo para superar lo ocurrido.
El cónyuge ofensor a menudo le dirá al cónyuge ofendido: «La relación con tu hija/o es tu relación.
No me voy a meter en medio de ella». Este es un mensaje mortal para enviar a su hijo. Los niños
aún no han aprendido los entresijos de las relaciones; no han aprendido a hablar de sus
sentimientos.
Como padre, el cónyuge ofendido debería modelar el proceso del perdón. Esto incluye animar a
los niños a expresar sus sentimientos y a expresar verbalmente al padre ofensor lo que están

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pensando. Tú no eres responsable del comportamiento del otro padre, pero puedes enseñar a tu
hijo, a través de este tiempo difícil, cómo manejar el conflicto y expresar sus emociones de una
manera saludable.
Durante este tiempo, es importante pensar en lo que enseñarás a tus hijos, mientras les modelas
cómo hacerlo. Los niños aprenderán más acerca de las emociones, relaciones y reconciliaciones
de la manera en que ven que tú lo haces con/hacia tu cónyuge que con lo que les enseñes en este
periodo de tiempo.
Hijos de edad escolar
En cada etapa del desarrollo en discusión, todos los materiales anteriores aún deberían
considerarse relevantes a menos que el siguiente material (con contenido para individuos más
maduros) diga lo contrario.
Los niños en edades escolares expresan más verbalmente y tienen una mayor habilidad cognitiva
que los niños preescolares, pero aún no deben tener conocimientos o comprensión sexual. A
menos que quieras explicarles acerca del sexo, no es necesario que reveles la naturaleza del
conflicto.
Cuando hables con tus hijos en edad escolar acerca de lo que sucedió, sería sabio decir cosas
como:
«Mamá/papá tomó decisiones que me lastimaron.»
«Mamá y papá están esforzándose por tener un mejor matrimonio.»
«Mamá/papá está trabajando en perdonar…»
«Mamá/papá está trabajando para construir la confianza de…»
Los niños de estas edades harán muchas preguntas como ¿qué hiciste? ¿se van a divorciar? ¿aún
amas a mamá/papá? Sé tan honesto como se pueda, pero cuando la respuesta a su pregunta no
sea apropiada para su edad o no se haya decidido (previamente, en pareja), es apropiado decir:
«para tu beneficio, no debes saber algunas de las cosas que pasan entre mamá/papá» o «esas son
cosas que te podremos contar cuando seas más grande».
Reafirmar tu amor por ellos es importante durante y después de mantener estas conversaciones.
La oración y llevarlos hacia Dios será esencial. Ora con tus hijos antes de tener estas
conversaciones. Pero, cuando ores, hazlo de manera que ellos sepan cuál es su posición y no
tratando de enseñarles qué o cómo pensar en vez de hablar con Dios en su representación.
Estas conversaciones son una gran oportunidad para hablar de cómo incluso los padres los pueden
decepcionar, pero Dios, que es fiel, nunca los decepcionará. Si se ha tomado la decisión de que el
cónyuge ofensor se vaya de la casa por un periodo de tiempo, entonces será necesario que tengas
una conversación como la que se mostró para hijos menores de cinco años.

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Hijos de secundaria/preparatoria
Para esta etapa, los hijos comienzan a conocer más de la sexualidad y probablemente saben lo
que es el sexo. Ustedes, como sus padres, ya debieron haber tenido «la conversación» con ellos.
Si este es el caso, entonces ser sinceros sobre el pecado sexual es apropiado. Es mejor que tu hijo
escuche tu confesión directamente a que se entere por alguien más.
Si el pecado es adulterio o un amorío extramarital, no es necesario dar detalles de la relación
sexual. Ellos querrán saber por cuánto tiempo se mantuvo la relación y es importante decírselos.
Es posible que hagan preguntas sobre la otra mujer u hombre: cómo luce físicamente, si tiene
hijos, cuántos años tienen sus hijos, y preguntas similares. Estas son las preguntas más
importantes para los adolescentes y preadolescentes. Es apropiado contestar a esas preguntas.
Lo más importante en lo que pensarán los hijos de esta edad es: ¿cómo afecta esto en mi vida?
Ellos están en un periodo egocéntrico de la vida, así que su temor es que, de alguna manera, su
estándar o norma de vida será alterado.
Otra tendencia de los hijos en esta edad es que tomarán el rol de proteger al cónyuge ofendido.
Es muy importante no permitir que tu hijo tome esta posición. Será tentador querer tener un
equipo en contra del cónyuge ofensor, pero a largo plazo esto causará más daño, el cual también
deberá ser trabajado.
Si la situación se alarga y no se mantiene informados a los hijos en los aspectos generales del
proceso de restauración, algunos hijos podrían comenzar a justificar o defender comportamientos
del padre ofensor. Cuando esto sucede, la mayoría de las veces es porque el hijo intenta que las
cosas regresen a la normalidad, o porque se sienten mal por el padre que se ha ido de la
casa. Afirmar el interés de tu hijo por papá o mamá, validando lo difícil de la situación, y
reafirmándole que ustedes dos lo aman, es lo que tu hijo necesita. No trates de hacerlos a un lado,
dales tiempo y espacio para continuar con el proceso de sus propios sentimientos, pregúntales si
tienen preguntas, y dales la libertad para que expresen apropiadamente lo que están
experimentando.
Hijos adultos
Algunas veces se piensa que los hijos que ya han salido de la casa no resultan afectados. Esto no
es verdad. Cuando el matrimonio de los padres sufre un trauma o se disuelve, los hijos,
independientemente de su edad, sentirán que su base de seguridad se tambalea.
Los hijos adultos podrían llegar a pensar que todo lo que vivieron mientras crecían era falso. Se
preguntarán si el padre ofensor era realmente quien ellos pensaron que era, e incluso podrán
cuestionarse la validez del matrimonio. La confesión del pecado sexual puede ser usado como una
excusa para darle la espalda a Dios y la manera en la que ellos fueron educados.
Es de vital importancia para los hijos de estas edades que tengan a un adulto que los conozca y
que esté al tanto de la situación para que se acerque y esté al pendiente de ellos regularmente. A
no ser que alguien esté al pendiente de ellos, estarán forzados a procesar la situación por su propia
cuenta y sin el beneficio de ver lo que sus padres también están viviendo. Una opinión objetiva,

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no sólo lo que su padre o madre dicen, será una parte importante para que ellos procesen los
cambios en su hogar de origen.
Cuando los hijos se enteran primero
¿Qué haces si tu hijo viene a contarte que vio a papá/mamá viendo cosas en internet, o
coqueteando con alguien públicamente? En esta situación, es importante que el cónyuge ofendido
le asegure a su hijo las siguientes cosas:
1. Ellos hicieron lo correcto al venir a contarte.
2. Harás lo posible por averiguar qué fue lo que pasó.
3. Una vez que tengas la respuesta, planea un tiempo para que ambos padres conversen con
el hijo.
4. Continúa validando el hecho de que tu hijo hizo lo correcto al hablar, que no están en
problemas, y que no han metido a nadie más en problemas (los testigos no causan
problemas; ellos solamente observan).
Si el hijo atestiguó el pecado sexual y después lo cuenta, es muy probable que se sientan
responsables por los trastornos que se produzcan en la familia. Necesitarán constante
reafirmación de que ellos no causaron la ruptura. Idealmente, esta reafirmación debe venir por
parte de ambos padres, así como de la persona adulta identificada como su defensor.

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