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“Necesitamos tiempo para superar el dolor de la pérdida. Tenemos que ponernos manos a
la obra, realmente conocerlo,para poder aprender “
Elisabeth Kübler-Ross
Parkers menciona en su teoría de constructos personales que la experiencia del duelo da lugar
a cambios en el espacio vital del individuo por lo que el doliente lo percibe como una muy
dolorosa experiencia, una verdadera agonía. Perder un ser querido puede ser la causa de la
mayor de las infidelidades, el mayor trauma vivido, con poder destructor
El sufrimiento que se experimenta en el duelo penetra hasta el núcleo del mismo ser,
causando pérdidas y también ganancias, Torralbo menciona en su libro El sentido de la vida
que “Esta pequeña agonía puede ser útil para iluminar la experiencia de la vida”
El momento de la muerte de un ser querido se nos plantea un alto abrupto, que nos desgarra,
en estos momentos perdemos la noción de nosotros mismos, lo conocido se deshace el
sentido del yo se desintegra , experimentamos una especie de vértigo.
El duelo afecta todas las dimensiones de la persona, razón por la cual sus manifestaciones se
extienden hacia todas y cada una de ellas, con manifestaciones de muy diferentes maneras e
intensidades. Como menciona Arnaldo Pangrazzi en su libro Alivio mi dolor hablando de
amor, el duelo aflige al cuerpo dando manifestaciones físicas con diferentes dolencias, afecta
la esfera mental lesionando el equilibrio y la autoestima , genera dolor emocional o afectivo
asociadas con experiencias de abandono, culpa rabia, imposibilidad de ayudar a otros, en el
ámbito conductual se ve reflejado en el peso corporal en un sentido u otro, alteraciones en el
sueño, imposibilidad de continuar con un trabajo, estudios o profesión, en el aspecto
espiritual se advierte vacío interior, falta de significado, cierto desconcierto existencial, un
deseo de la muerte, desesperanza, alejamiento de Dios y de las personas.
El doliente ha de transitar por una serie de etapas relativamente universales, las cuales
describe Kübler-Ross en su conocido libro Sobre la muerte y los moribundos. En cada fase o
etapa las manifestaciones emocionales, físicas y conductuales son de diferente intensidad
donde la negación, la culpa, rabia, negociación, depresión y aceptación estarán presentes y
salvo algunos matices que se pueden apreciar con elementos comunes. Estas fases son un
proceso y no secuencias o etapas fijas, de tal manera que no reproduce un patrón secuencial
entre una y otra fase, y existen fluctuaciones entre ellas. Se intentará darles significado y
entender sus conexiones, mil preguntas sin respuesta, todas ligadas a la realidad de la muerte
del ser querido y a la propia muerte.
Las pérdidas están relacionadas con la ruptura del vínculo emocional que se ha construido
con el fallecido, esta es una situación estresante para los supervivientes, en la que algunas
manifestaciones percibidas son: aturdimiento, añoranza y búsqueda y desorganización.
Como menciona A. Pangrazzi en su libro Alivio mi dolor hablando de amor ,si bien el duelo
no es una enfermedad, es, con todo “un factor de riesgo “ para la salud. Diferentes estudios
confirman la marcada relación que existe entre los procesos de duelo y la aparición de
procesos patológicos como la depresión, enfermedades psíquicas, problemas cardíacos, baja
del sistema inmunológico, tumores, colitis, gastritis etc.
En realidad el duelo en sí, está definido como un trastorno adaptativo, con síntomas muy
característicos tanto físicos, mentales y conductuales presentes en las personas en duelo.
Síntomas que de no contar con recursos tanto internos como externos para elaborar el proceso
de duelo sí podrán estar asociado al comienzo de varias enfermedades psíquicas o físicas
George Engel, un psiquiatra inglés mencionó que un duelo es similar a una herida física. Y en
su recuperación unas personas lo lograran superar completamente, otras quedarán con
secuelas y otras más presentarán alteraciones permanentes en sus funciones normales
Como hemos mencionado anteriormente cada persona vive y experimenta el duelo de manera
diferente, esto se debe a las diferentes maneras en las que las personas se relacionan con el
fenómeno de la vida y de la muerte, al tipo de muerte y a la relación que existía con la
persona muerta. Cada muerte es diferente y las maneras de manifestarlo también lo son.
Los síntomas del duelo son de carácter adaptativos, pero si los síntomas se prolongan por más
de 2 meses después de la pérdida, y se observa que no hay avance en el proceso emocional ,
y se continúa en la fase de shock y negación, es recomendado hacer un diagnóstico
preventivo para evitar que este proceso normal derive hacia otros trastornos patológicos, esto
según el sistema de clasificación de psiquiatría (DSM-IV-TR)
Una muerte significativa lleva a la persona a un estado vulnerable, en donde los recursos que
normalmente emplea la persona para la solución de problemas no tendrán éxito. Es aquí
donde las defensas de las personas se bloquean y necesitarán el apoyo de los demás.
La persona en duelo suele traer al presente experiencias traumáticas similares que han
ocurrido en el pasado, de acuerdo con todo esto, la respuesta y la manifestación al duelo de
la persona también dependen de sus experiencias pasadas y de la manera en que las superó.
Muchas veces las personas suelen preguntar cuanto tiempo dura el proceso de duelo y cuando
se podrá experimentar algún alivio, la respuesta más honesta la menciona Worden en su libro
El tratamiento del duelo y es que no hay un tiempo específico, lo que sí podemos contestar
es que, para atravesar el proceso de duelo es necesario implicarse en la realización de las
tareas del duelo
Una persona en duelo ha de resolver los cambios emocionales y de la vida resultantes de la
muerte de su ser querido, con el tiempo la persona ha de ser capaz de usar su energía
emocional para fortalecer y disfrutar de sus relaciones interpersonales generar nuevas y
enfocarse en la realización de su proyecto de vida .
las fases del duelo se presentan igual en cada etapa del ciclo de la vida. De forma general, los
dos primeros años suelen ser los más duros. Durante este tiempo, el luto sigue un proceso
paulatino transitando por las diferentes fases, aunque como ya mencionamos no de manera
única ni lineal.
Este proceso se divide en cuatro fases claramente identificadas, en cada una de ellas el
doliente manifiesta diferentes afectaciones que se extienden todas las dimensiones humanas,
las vemos expresadas en las diferentes modificaciones en su conducta física, mental, afectiva,
cognitivas y espiritual.
Para brindar un mejor apoyo al doliente, es importante conocer las fases en las que el
proceso de duelo transita, así como las manifestaciones más frecuentes que se observan en la
persona
Anhelo o búsqueda Esta fase puede durar meses o años, la imagen del fallecido e
ocupa la mente del doliente,intensa añoranza donde se anhela
recuperar a la persona querida, son frecuentes los reproches,
(¿porque a mi), pueden surgir sentimientos de culpa, rabia,
enojo
Ambivalencia Regresiones
Retraimiento Distraibilidad
La fisiología estudia todo lo relativo al funcionamiento y las funciones de los seres vivos o
unidades vivas.Todas estas funciones se ven alteradas con los cambios que afronta una
persona con la muerte de un ser querido . Los cambios fisiológicos se presentan de manera
automática como respuesta a cada una de las etapas por las que se han de atravesar en el
proceso del duelo, existirá una alteración y disminución en la amplitud de los ritmos de
cortisol plasmático, temperatura corporal y acortamiento del ciclo sueño-vigilia. Además, los
ciclos se desincronizan (melatonina, hormona del crecimiento, gonadotrofinas), cada una de
estas alteraciones se manifiestan de forma particular en el doliente,siendo las sintomatologías
presentes las que podemos observar, las más frecuentes son las que a continuación se
mencionan: opresión en el pecho, vacío estomacal, desorden gastrointestinal, opresión en la
garganta, hipersensibilidad, falta de aire, debilidad muscular, sequedad en la boca, desorden
del sueño, dolores de cabeza, baja en el libido (Worden , El tratamiento del duelo).
● Vació en el estómago.
● Opresión en el pecho.
● Opresión en la garganta.
● Hipersensibilidad al ruido.
● Sensación de despersonalización
● Falta de aire.
● Debilidad muscular.
● Falta de energía.
● Sequedad de boca
● Baja en la libido
● Dolores de cabeza
● Palpitaciones
Cada etapa del ciclo (Lámina 1) vital presenta características específicas para responder a las
diferentes eventos que se presentan en la vida de las personas, esto es lo que se menciona en
la teoría del desarrollo cognitivo de Piaget y Erikson, el caso de los duelos no es la
excepción, de manera que nunca podemos esperar que un niño muestre las mismas reacciones
o comportamiento conductual ante una misma situación que un adolecente o un adulto.
Con los menores es posible que ellos necesiten el apoyo de un adulto para encontrar las
palabras que les permitan expresar sus emociones y encontrar maneras de expresarlas de
manera sana que los ayuden a sentirse mejor
Los niños y adolescentes se encuentran emocionalmente menos preparados para vivir una
pérdida, la viven con incertidumbre miedo, y culpa
Lámina 1
Ciclo vital
Algunas personas dicen no sentir nada después de una pérdida, y caen en un estado de
embotamiento, esta insensibilidad suele aparecer al principio del proceso del duelo, justo
después de tener la noticia de la pérdida. Es probable que aparezca porque hay muchos
sentimientos que afrontar y sería abrumador dejar que todos se hicieran conscientes, así que
esta insensibilidad es como una protección ante tantos sentimientos juntos .
Woden plantea en su tesis sobre el tratamiento del duelo que existe una amplia lista de
comportamientos normales en el duelo, algunas de ellas son ;
● Algún tipo de malestar somático o corporal.
● Preocupación por la imagen del fallecido.
● Culpa relacionada con el fallecido o con las circunstancias de la muerte.
● Reacciones hostiles
● .Incapacidad para funcionar como lo hacía antes de la pérdida.
● Parecen desarrollar rasgos del fallecido en su propia conducta.
● Falta de concentración
● Hiperactividad o pasividad
● Desorden alimenticio
● Llanto
● Poca tolerancia
● Rumiación
● Atesorar los objetos del fallecido
● Visitar los lugares que visitaba con el fallecido
Como se comenta la tesis de George Engel, se debe considerar que la persona en duelo está
viviendo un proceso traumático que da origen a unos síntomas que se pueden diagnosticar
como correspondientes a estrés postraumático o un trastorno de estrés agudo, siempre en
función de un marco temporal.
Una pérdida puede hacer tambalear la noción que se tiene del mundo y la identidad de la
persona.
Los síntomas que presente la persona estarán de acuerdo con el tipo de pérdida, el impacto
producido en la persona, los recursos internos como externos para sobrellevarla.
Los síntomas que presenta el doliente, tendrán que irse atenuando si el duelo transita de
forma normal, o sea sin complicaciones. El dolor nunca desaparece del todo, pues las
pérdidas siempre dejan una huella en la personalidad. Sin embargo la pérdida no solo causa
dolor, la pérdida empuja a cambiar, a adecuar la vida hacia una nueva situación, se ha de
incorporar la pérdida, aprender a vivir con ella y construir un nuevo sentido de vida .
Algunas alteraciones presentes son:
● Tristeza
● Autorreproche
● Ansiedad
● Soledad
● Impotencia/indefensión
● Anhelo
● Enfado
● Culpa
● Insensibilidad
● Alivio/emancipación
3.3.5 Alteraciones Cognitivas
Desde la teoría de G. Caplan sobre las crisis y la salud mental y teniendo como base que el
duelo es una crisis existencial que, remueve los simientos cognitivos en donde las ideas
creadas sobre la forma de existir y percibir en la realidad del mundo se vienen abajo, con las
consecuentes repercusiones en la vida presente y futura. La vida tal como es concebida ha
cambiado para siempre con una nueva dimensión existencial que afecta a cada doliente de
forma particular, se modifican las creencias, la valoración que haga cada uno de sí mismo
Concretamente las alteraciones a nivel cognitivo se refieren a los cambios a nivel de
creencias y conceptos, comprometiendo la lucidez y la claridad mental, pudiendo generar
malestar al no tener claro qué está ocurriendo.
Caplan menciona que para que un doliente no sufra un trastorno mental necesita de
continuos aportes a nivel físico, psicosocial y psicocultural (es decir nutrir el desarrollo
intelectual y afectivo del individuo) que proveen al doliente miembros significativos los
cuales satisfacen la necesidad de amor, afecto, afirmación y apoyo .
La pérdida de un ser querido nos enfrenta a una crisis espiritual profunda en donde el sujeto
que experimenta la pérdida, le otorga un significado y sentido particular y especial a la
misma. En el proceso del duelo existe una introspección y reflexión que lleva a la persona a
reexaminar sus creencias personales y sus relaciones con sus familiares y seres queridos,se
replantean sus propias ideas de trascendencia y nociones con respecto a la vida y la muerte,
es en este momento que suelen cambiar algunas de las creencias, en ocasiones pueden
mostrar un total rechazo y desilusión con la religión que predican o encontrar en la fe un
refugio frente a tanto dolor e incertidumbre.
Las creencias y prácticas espirituales fomentan el tránsito normal por el proceso de duelo ya
que a través de ella se comienza a ver la pérdida con un sentido más allá de la pérdida en sí
Muchas personas encuentran en la espiritualidad la fuerza que los puede guiar a través de
tantas adversidades esto gracias a las creencias culturales y religiosas.
Es importante comprender que una persona no manifestará todas las reacciones mencionadas,
pero todo este amplio abanico de conductas son propias del duelo normal, y no se deben
considerar como patológicas , su función es permitir al doliente tranquilizarse , sobre todo en
las personas que estén sufriendo la primera pérdida importante en su vida. Sin embargo si
estas conductas se prolongan en el tiempo puede ser señal de estar frente a un duelo
complicado.
.El “duelo normal”, a veces llamado “duelo no complicado”, abarca un amplio rango de
sentimientos y conductas que son normales después de una pérdida y que han sido
enumeradas por Worden
Síntesis de manifestaciones del Duelo no complicado
Falta de energía
En el transcurso de la vida de cualquier persona se van a presentar sin lugar a dudas, una serie
de duelos ocasionadas pérdidas de objetos o personas queridas
Nadie puede decir que esto no ocurrirá. Los dientes están afligidos en el alma y dolidos en el
cuerpo, aturdidos con los cambios que se están presentando.Conocer lo que está ocurriendo
con los dolientes puede ayudar a los consoladores a tener herramientas útiles para acompañar
de mejor manera ,con sensibilidad y respeto, evitando lo más posible la solución rápida de la
medicación o reducir los comentarios hacia los estereotipos convencionales que solo
aumentan el dolor.
Si bien como se ha mencionado anteriormente el duelo no es considerado una enfermedad, si
transita por un periodo de inestabilidad y fragilidad.
Estos síntomas deberán ir perdiendo intensidad a lo largo del tiempo tendiendo en el
transcurso de la elaboración del duelo normal, a la adaptación adecuada a la nueva forma
de vida sin el ser querido.