Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Hay etapas por las que pasamos cuando estamos viviendo un proceso
de duelo, etapas que vivimos sin darnos cuenta y son negación, culpa,
ira y la aceptación.
http://www.metlife.com.mx
El duelo es la reacción natural ante la pérdida de una persona, objeto
o evento significativo.
Ayuda profesional
En los casos en los que el duelo cueste de elaborar este puede
convertirse en un problema e incluso en lo que los psicoterapeutas
llaman duelo patológico. Si esto sucede o antes de que suceda,
conviene acudir a un profesional (psiquiatra o psicólogo) para que dé
las indicaciones oportunas.
Etapas del duelo individual
Se describen 3 fases (Lindenmann, Brown, Schulz):
1.- Fase inicial o de evitación: Reacción normal y terapéutica, surge
como defensa y perdura hasta que el Yo consiga asimilar
gradualmente el golpe. Shock e incredulidad, incluso negación que
dura horas, semanas o meses. Sentimiento arrollador de tristeza, el
cual se expresa con llanto frecuente. Inicia el proceso de duelo el
poder ver el cuerpo y lo que oficializa la realidad de la muerte es el
entierro o funeral, que cumple varias funciones, entre ellas la de
separar al muerto de los vivos.
2.- Fase aguda de duelo: Dolor por la separación, desinterés por el
mundo, preocupación por la imagen del muerto, incluso pseudo-
alucinaciones, la rabia emerge suscitando angustia. Trabajo penoso
de deshacer los lazos que continúan el vínculo con la persona amada
y reconocer la ambivalencia de toda relación; todas las actividades del
doliente pierden significado en esta fase. Va disminuyendo con el
tiempo, pero pueden repetirse en ocasiones como los aniversarios y
puede durar 6 meses o más.
3.- Resolución del duelo: Fase final, gradual reconexión con vida
diaria, estabilización de altibajos de etapa anterior. Los recuerdos de la
persona desaparecida traen sentimientos cariñosos, mezclados con
tristeza, en lugar del dolor agudo y la nostalgia.
Se describen 4 tareas para completar el duelo:
Aceptar la realidad de la pérdida.
Experimentar la realidad de la pérdida.
Sentir el dolor y todas sus emociones.
Adaptarse a un ambiente en el cual falta el ser que murió,
aprender a vivir sin esa persona, tomar decisiones en soledad, retirar
la energía emocional y reinvertirla en nuevas relaciones.
http://es.wikipedia.org/
Las presencias (ver, oír o sentir que le toca el difunto) son descargas
del cerebro, ante determinados estímulos, de parte de la información
que tiene almacenada sobre el fallecido, es algo parecido al miembro
fantasma (se siente aunque no está). Pasado el tiempo van
desapareciendo progresivamente los fenómenos alucinatorios, pero la
información no desaparece nunca y basta un estímulo lo
suficientemente intenso, (aniversario,...) para provocar emociones
olvidadas, incluso años después. Es importante hablar con el doliente
de estos fenómenos, para normalizarlos y evitar la idea de que el
difunto está interviniendo en su vida (pensamiento mágico), o pensar
que se esta volviendo loco, ambas ideas muy presentes, por lo
novedoso e intenso de las emociones que está viviendo.
Sondas emocionales y preguntas terapéuticas. Las sondas
emocionales son preguntas que tratan de atravesar las barreras
defensivas y facilitan la comunicación. Son preguntas que rastrean las
emociones y liberan parte de su tormenta interior.
Pueden ser un ejemplo las siguientes: “desde la última vez que
nos vimos... ¿habías pensado en hablar hoy de algo que se te haya
quedado colgado?..., eso que te ronda a veces en la cabeza, y le das
vueltas y vueltas,... ¿querías comentarlo conmigo?”; “¿cuando estás
de noche, sin poder dormir, que pensamientos te vienen al a cabeza?”;
“¿ha habido alguna fecha o se acerca alguna fecha significativa para
el recuerdo?”, por ejemplo el cumpleaños, aniversario de boda, cabo
de año, fiesta de Todos los Santos,... ó “¿A veces crees estar
volviéndote loca?”ó “¿En alguna ocasión, te ha parecido verle u oírle o
que te ha tocado?” o simplemente un ”¿Cómo te sientes?”. Preguntar
por lo que significan para él/ella las visitas al cementerio.
También es conveniente indagar sobre las ideas de suicidio y valorar
si hay riesgo, si es algo concreto o sólo una idea fugaz, o la pérdida
del “norte” existencial (propia del duelo), y qué cosas (frenos y
anclajes) se lo impiden y le sujetan a la vida
Tópicos sociales al uso. Los tópicos sociales, provocan lejanía
emocional y a veces enfado. Conviene evitar las frases hechas, las
seguridades prematuras y los consejos no pedidos como: “te
acompaño en el sentimiento”, “ya verás como... se te pasará con el
tiempo”, “lo que tienes que hacer es... irte de vacaciones y olvidarte de
todo”.
Muchas veces los tópicos son fruto del nerviosismo y del no saber qué
decir, por eso puede ser mas adecuado verbalizar cómo nos sentimos:
“no se qué decirte...estoy nervioso, esto también me afecta...”, o mejor
todavía expresarlo de forma no verbal con un apretón de manos, una
palmada, un abrazo, una mirada en silencio,... La comunicación no
verbal es directa y sincera, transmite entendimiento y se capta
fácilmente.
PSICOFÁRMACOS. Medicalizar el duelo significa darle categoría de
enfermedad, con todo lo que esto conlleva. Ante un duelo normal, es
adecuado evitar tanto la “anestesia emocional” como la dependencia;
así los ansiolíticos e hipnóticos conviene usarlos a demanda y a poder
ser por períodos cortos (Ej. a la hora de actos públicos) y a dosis
mínimas.
En cuanto a la administración de antidepresivos, es difícil diferenciar la
depresión mayor, de la tristeza propia del duelo, y cuando existen
dudas (Ej. dolientes con síntomas depresivos persistentes) se puede
probar su eficacia, ya que mejoran la depresión pero no la “pena”
propia del duelo.
Pruebas complementarias: análisis, radiografías, electrocardiograma...
El doliente, a pesar de tener ganas de morir, también tiene miedo a la
muerte, a la enfermedad, al dolor, a pasar por lo mismo que su… y
aquí tiene cabida la indicación razonable de pruebas complementarias,
que tranquilicen y confirmen la salud.
Detección de complicaciones y filtro del sistema. Conviene estar
atentos a las complicaciones del duelo y en caso necesario derivar al
nivel especializado:
Estilos de afrontamiento abiertamente autolesivos, como los
compensadores químicos, que se ayudan de sustancias como alcohol,
nicotina, psicofármacos u otras drogas, para tratar de evitar el dolor o
adquieren conductas repetitivas, compulsivas, como el juego con
máquinas o la adicción al trabajo.
Aparición de morbilidad asociada: ansiedad, depresión, trastorno por
estrés postraumático, fobias, crisis de angustia, etc.
Sospecha de duelo patológico: intensa añoranza, culpa asfixiante,
enfado continuo, deterioro de las relaciones con los cercanos,…
Personas con varios factores de riesgo asociados, duelos ocultos,
duelos límite.
Específicas de uso especial. (son técnicas que se pueden utilizar
ocasionalmente en situaciones especiales).
Comunicación telefónica. El teléfono puede ser útil en el apoyo y
seguimiento puntual, por ejemplo, entre consultas ante una fecha
significativa que se avecina, una recaída, etc.
Escribir. Para determinadas personas, el escribir, alivia, aclara y
ordena sus ideas y emociones. El material generado se puede utilizar
luego en las entrevistas, como un estímulo más para la comunicación.
Se puede sugerir escribir acerca de “las cosas que le dirías y no le has
dicho”, o “tener un diario escrito con tus conversaciones con él”.
Dibujar. El dibujo, del mismo modo que la escritura, es un medio de
expresión que, en determinadas personas, permite conectar con sus
emociones o sentimientos y que luego también se pueden comentar
en la consulta.
Libros de autoayuda (biblioterapia). Se puede recomendar, en un
momento dado y dependiendo del contexto, la lectura de un libro de
autoayuda:
“Vivir sin él. Cómo superar el trauma de la viudedad” de Joyce
Brothers, Grijalbo, Barcelona, 1992;
"La pérdida de un ser querido" de Arnaldo Pangrazzi, Ediciones
Paulinas, Madrid 1993;
“No estás sola cuando él se va, consejos de viuda a viuda” de
Genevieve Davids Ginsburg, Martinez Roca, Barcelona, 1999.
"La muerte: un amanecer" de Elisabeth Kübler-Ross, Luciérnaga,
Barcelona 1991
“El camino de las lágrimas” de Jorge Bucay, Grijalbo, Barcelona 2003
Ahora, en Internet, incluso hay librerías especializadas en pérdida y
duelo, como http://www.alfinlibros.com, que también se pueden
consultar.
Elaborar un álbum de fotos o atesorar una caja con
recuerdos. Un álbum de fotografías... o un cajón de recuerdos: un
trozo de cabello..., una joya, una moneda..., una entrada de fútbol de
aquella tarde..., cosas que no le sirven a nadie para nada, pero tan
personales..., un auténtico relicario. Se puede hablar de verdaderas
máquinas del tiempo programables, en la que tocas esta o esa tecla -
los objetos de transferencia - y te transporta a...
Vídeos. Visualizar vídeos del fallecido añade la dimensión del
movimiento y el sonido a la foto, todo parece más real, y sirve como
las fotos o los recuerdos, para redimensionar la nueva relación con el
marido muerto, autonegociar cómo se le va a recordar,... Se puede
utilizar en las prescripciones e instruir un tiempo diario, semanal,...
sería un tiempo privado, exclusivamente suyo y del muerto, o de
alguien con quien lo quiera compartir.
Animales. En el duelo, los animales domésticos, a veces juegan un
papel fundamental, enganchan a la vida, permiten expresar cariño,
hablar de cosas que probablemente no se hablan con nadie,
recuerdan al fallecido y permiten ponerse triste, incluso desahogar la
rabia... "le doy cuatro gritos y poco después... tan amigos", al
acariciarles se tiene el calor del contacto físico, y con el paseo (p. ej. si
es un perro) la socialización obligada,... En último caso siempre
supone un tema de conversación al que recurrir cuando se quieren
eludir otras cuestiones.
Internet. En Internet cada vez hay más recursos para las personas en
duelo. Desde los “chats" de autoayuda en duelo hasta los
cibercementerios en los que se pueden erigir verdaderos
“monumentos” funerarios conmemorativos, pasando por psicólogos y
asesores de duelo que desarrollan sus sesiones terapéuticas
directamente “on line”, o páginas de apoyo al duelo, nacionales e
internacionales, como
http://www.vivirlaperdida.com
Reestructuración cognitiva (relativo al conocimiento). La
reestructuración cognitiva en el duelo es muy útil.Ayuda al doliente a
identificar los habituales pensamientos automáticos que disparan
sentimientos negativos asociados a la pérdida, del tipo “no podré
conseguirlo,... me pondré a llorar y arruinaré el bautizo,... ya no sirvo
para nada, qué pinto yo en este mundo, nada tiene sentido,...”, y se le
enseña a pararlos mediante detención de pensamiento e inocular
ideas positivas, como: “seguro que puedo, seré capaz, me
contendré,... ahora puedo ayudar a mi hija, ella me necesita,... puedo
hacerlo,... puedo vivir”, esto hará que se sientan francamente mejor y
más capaces. Es una técnica muy rica por su sencillez e inmediatez.
Fantasías y visualizaciones dirigidas. Las fantasías y
visualizaciones dirigidas, suponen imaginar una situación que se
desea alcanzar, con rasgos positivos. El ejercicio se puede hacer
durante unos minutos y si se hace con los ojos cerrados, mejoran los
detalles y el nivel de concreción de la situación deseable, lo que
redunda en mejores resultados. Generalmente se tratará de trabajar
con las dificultades que presenta el doliente.
Metáforas. La metáfora es una analogía que identifica de forma
imaginativa un elemento con otro, adjudica al primero cualidades del
segundo. El hecho de plantear en una sola imagen (metáfora simple) o
en una narración completa (en semi-cuento) que contenga la esencia
del proceso de la persona, aporta representaciones que permitirán:
elaborar emociones, transmitir mensajes (la narración contiene una
especie de “moraleja” que el oyente interpreta situando lo que escucha
en su propio marco de referencia) y crear imágenes que acompañan y
“aconsejan” de forma simple, sintética y más allá de lo racional.
Ej.”tras la muerte estás aturdido, es como si hubieras recibido un
fogonazo en la cara y sólo ves una luz blanca... pero luego vuelves a
ver poco a poco, como si salieras de la niebla, dándote cuenta de los
detalles, de lo que has perdido de verdad y es cuando duele mas o de
manera distinta”.