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Actividad 3
Antecedentes de la investigación
Investigaciones Previas
En torno a la obra de Carlos Rangel hay mucho qué decir y es ahora que su
valoración como intelectual empieza a ser tomada en cuenta, por lo acertado de sus
juicios y el alcance de sus ideas. Sin embargo, desde el punto de vista de la literatura,
queda mucho por decir, a lo cual esta investigación busca dar un aporte que llene ese
vacío.
Se han localizado dos investigaciones que abordan la obra de Carlos Rangel, en
la búsqueda llevada a cabo para esta investigación. Cantó (1988) quien realizó el trabajo
titulado: Carlos Rangel y la mitología populista. Interesa el estudio de Cantó porque
permite ver la valoración que ofrece de Rangel como ensayista, del literato ocupado de
hacer arte con las palabras e ideas que transmite: “…en sus libros mostró siempre una
cultura vasta y un serio sentido de la documentación aunque en la tradición del ensayista
y no la del científico social a la moda actual.” (p.9) es decir, para Cantó, Rangel es un
ensayista, hace literatura. O sea, no se trata el caso de Rangel, de un político en el oficio
de escritor, de intelectual; sino de un escritor, un intelectual hablando (más bien,
analizando críticamente) de política. Y más que política, estudiando la historia, la
economía y la cultura ha encontrado las razones que explican lo que Rangel considera la
causa del fracaso de América latina. Cantó hace un recorrido por la obra de Rangel,
limitándose a mencionar solamente Del buen salvaje al buen revolucionario y El
tercermundismo, destacando siempre que es el discurso crítico, el pensamiento culto y
documentado lo que hace llamar la atención en la obra de Rangel, en contraposición al
mensaje lleno de promesas, mensajes que repiten los lugares comunes e ideas que no
resisten el menor escrutinio porque no se basan en la realidad, sino en la interpretación
que se hace de ella, la misma surgida desde el pensamiento de la izquierda, que ha
dominado la política por ser la manera más fácil de controlar el poder, aunque ello
signifique la ruina de los pueblos… pero justamente, para poder sustentar esta criminal
mentira, la izquierda se ha valido del discurso de la víctima, del imperialismo y
tercermundismo: Latinoamérica no ha fracasado porque el paternalismo populista y el
socialismo estén mal, sino porque el capitalismo, el libre mercado les han arrebatado las
riquezas, explota sus recursos naturales y humanos, extrayendo el máximo de beneficios
y devolviendo migajas. Según esta mentira, una vez que el imperialismo sea derrotado
(encarnado en EEUU) y el desarrollo y prosperidad llegarán, casi por arte de magia,
porque ya no habrá explotadores.
Así, con este planteamiento central en torno a la obra de Rangel, Cantó analiza
varios pasajes de los ensayos consultados y habla de sus impresiones al respecto,
además que lo conoció y tuvieron oportunidad de dar una conferencia juntos, todo esto
dicho como un testimonio del compromiso de Rangel ante las ideas que tanto defendió.
De esta forma, el ensayo de Cantó se convierte en un trabajo de valor porque estudia la
obra de Rangel según lo que el texto aporta y no dejándose llevar por la polémica
desatada o por la presión de sostener ideas impopulares.
El ensayo de cantó se relaciona con la presente investigación en que investiga,
indaga el contenido de la obra de Rangel, cita el texto y analiza su contenido y
profundiza en el significado de su mensaje, lo cual se alinea con los objetivos de la
investigación, situando al mencionado ensayo, la monografía de Cantó, como un
antecedente de la investigación aquí presentada.
La otra investigación considerada para este estudio es de Parsons (1989) quien
realizó el trabajo titulado: Carlos Rangel: una opinión disidente, quien hace un trabajo
de crítica literaria, primero reconociendo el desconocimiento de la obra de Rangel por
parte de la crítica, sobre todo en el ámbito anglosajón y luego analiza críticamente el
trabajo de Rangel, dejando en evidencia las debilidades, pero entendiendo que tales
fallas obedecen a la propia naturaleza de la obra así como el contexto donde Rangel
escribió sus trabajos.
Parsons da un toque personal a su crítica pues comenta que conoció la obra de
Rangel en un seminario sobre ensayo hispanoamericano; detalle por demás significativo
pues que se mencionara en ese ambiente la obra, ya permite ver que los estudios para
esa época lo sitúan dentro de la tradición de ensayistas latinoamericanos. Por otra parte,
a Parsons le llamó la atención que Rangel estuviera muy en boga, y el revuelo que
estaba causando en Francia, así como en Latinoamérica y sobre todo en Caracas. Luego
menciona los distintos esfuerzos para publicarlo en EEUU y Canadá.
Menciona el efecto diverso de la obra de Rangel, las opiniones encontradas y el
éxito de ventas. Califica al ensayo del venezolano como iconoclasta y provocador e
identifica a Rangel dentro de la corriente del liberalismo, estableciendo nexos con la
obra de Vargas Llosa y Octavio paz; del liberalismo resalta la libertad y derechos del
individuo, respeto por la propiedad privada, tolerancia religiosa y política además de
gobiernos democráticamente elegidos y la promoción de la economía de libre mercado.
Parsons (1989) sostiene que:
la originalidad del ensayo de Rangel yace, pues, no en la originalidad
de las opiniones políticas que abraza, sino en la integración de estas
opiniones en un ámbito histórico y mitológico más amplio. Rangel
traza la evolución de un conjunto de creencias universales y
populares desde el ámbito mítico hasta el político en un intento por
desprestigiar los principios ideológicos de la extrema izquierda, y
realza sus argumentos con acerbos ataques a los regímenes militares
y autoritarios de la derecha. su eficaz uso del sarcasmo y de la ironía,
y el tono popular de su obra, poco común también en el género
ensayista hispanoamericano, posiblemente explican hasta cierto
punto la popularidad de Buen salvaje. El propio Rangel reconoció la
debilidad de muchos de sus argumentos y su propósito con Buen
salvaje era que sirviese como estímulo para una discusión más
realista de los problemas y como base para extender la polémica
hacia áreas prohibidas, más bien como una interpretación definitiva
de las opciones y de la realidad política de Latinoamérica. (p.4-5).
Las bases teóricas son los fundamentos en lo que se basa la investigación, es el punto de
partida, como plantea Pardinas en Metodología y técnicas de la investigación en
ciencias sociales (1998):
Para Eco, todo acto de comunicación es un acto de cultura, que no sólo refleja
una categoría estética; sino también una categoría filosófica; así que se pueden
establecer categorías de análisis que permiten extraer características estéticas, literarias,
filosóficas, históricas y lingüísticas que permiten el análisis de prácticamente toda
estructura comunicativa o discurso, incluyendo la literatura y lo que atañe a esta
investigación, el ensayo.