REVI STA

DE LAS
ES P AÑAS

A ñ o y. Febrero, 1930 N ú m . 42

© Biblioteca Nacional de España

 SUMARIO
PÁGINAS

La verdad histórica y e l romanticismo, por /. M. Echenique ....................................................... 65

C rónica de A rte . E xposición de bürd.\dos, por Manuel Abn'l............................................................. 76
D onjuanismo T checo , por Fideíino Figueiredo.......................................................................................... 80
El alma de A mérica. C ómo la vé el pensamiento inglés, por E. Arroyo Lameda.................... 84
La patria de C olón (conclusión), por el P. Dr. F n t StrcicJier. S. / ...................................................... 88
H ispanófilos italianos. A lberto V ivlani, jxir José María de Acosta............................................ 93
R evista literaria ibérica , por £. Gitnénec Caballero ....................................................................... 95
Indice de R evistas, por Miguel Perez Ferrerò.......................................................................................... 97
INFORM.ACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL E HISPANOAMERICANA.................................................................................................. 100

I nformación económica española e hispano .americana ..................................................................... 108

I nformación cultural española e hispano .americana ....................................................................... 112
U nión I bero-A mericana (V ida social) ...................................................................................................... 119
Libros recibidos (libros ingresados en ¡a Biblioteca)............................................................................... 123

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 La verdad histórica y el romanticismo
por J. M. Echenique Gandarillas
CETAS de todos los tiempos y de to­
B
das las lenguas han buscado en Es-
jjaña los héroes de sus leyendas y las
- heroínas de sus dramas. ¿Son acaso
I las bellezas de sus montañas, o es la
Iiu purísima de su cielo, o la exten­
sión de sus llanuras, las que atraen la
imaginación, y fija dentro de sus contornos ios esce­
narios de sus atrevidas y variadas concepciones?
España es bella; pero más lo es su historia, y más
W la aiín es la grandeza de alma de sus moradores
de to<ias las edades, que, de siglo en sdglo, han tras­
mitido las leyes de ese código no escrito, que jamás
ha sido promulgado, del honor castellano.
Ha sido el honor que guardaban sus caballeros
en el fondo de sus almas el que ha herido la imagina­
ción de los poetas; las hazañas de los guerreros astu­
rianos y navarros, el valor de los castellanos y ara­
goneses, y la riqueza de los ingenios de los valencia­
nos y de los andaluces, llenan más páginas de los
novelistas que las de los héroes de todas las otras
naciones de la Europa.
Los que tenemos el honor de sentir correr en nues­
tras venas esa sangre cálida de las viejas razas es­
pañolas, nos enorgullecemos cuando palpamos esa
preferencia, y analizamos sus causas, que provienen
del reconocimiento de virtudes ancestrales heredadas
de generación en generación.
Pero, al mismo tiempo, cuando observamos el des­
conocimiento de la verdadera historia, de que dan
t«timonio raudias de esas obras imaginativas, y con­
sideramos sus crasos errores, quisiéramos conducir­
los al rico manantial de sus archivos, y obligarlos a
rendir el culto que merece la verdad.
Ese reproche lo tienen muy merecido los poetas y
flramaturgos de la escuela romántica del siglo xix. Y,
al serme conce<lido el alto honor, muy inmerecido, de
ocupar esta tribuna, he creído que ningún tema po­
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(1)
dría ser más adecuado que el del restablecimiento
de los derechos que tiene la historia de España para
ser conocida y respetada cuando ha recibido injuria
de parte del más insigne de los poetas del romanti­
cismo, en su drama de J?uy Blas.
Nadó el rcxnanticistiio en los comienzos del si­
glo X IX , después de los dias del terror de los j a ­
cobinos y del dominio de Napoleón; acaso fué gene­
rado por el uno y el otro.
Fué la época de la fundación de muchas escuelas
filosóficas y económicas y de la invención de nue­
vas teorías. Los economistas creyeron que todos los
males de la humanidad se podían resolver por la ley
de la oferta y de la demanda, y pronundaron áque-
11a sentencia: “dejad hacer, dejad pasar” , de lo cual
se deduce que dejaban en segtmo lugar la ley eter­
na de la moral.
Contra esa escuela se levantó el romantidsmo, que,
en su primer periodo, vivió impregnado de grandes
ideales y bebió en las fuentes del cristianismo, pero de
un cristianismo que adoraba las cosas externas y las
cantaba con un lamentable olvido de la doctrina. Fué
la época de Chateaubriand y del Genio dcl Cristia­
nismo, la obra de un gran poeta, y donde las gran­
diosas descripciones encubren la deficiencia de la doc­
trina.
En esos días, Víctor Hugo, joven soñador, enroló­
se en esa escuela, y escribió sus odas de mayor vue­
lo hacia los grandes ideales; creía en Dios, y confia­
ba en la nobleza de la tradición de sus padres. “ La
oración por todos” y “ La oda a Luis X V II” serán
(i) Conferencia pronunciada en la Unión Ibero-Ameri­
cana el i8 de Febrero del actual año 1930, por el exce­
lentísimo Sr. J . M. Echenique Gandarillas, Miembro de la
Corte Permanente de .Arbitraje de 1.a Haya, ex embajador
de Qiile y vocal de la Junta directiva de la Unión Ibero-
.Americana de Santiago.
 66 R E V IST A DE L A S E STA Ñ A S
leídas y ensalzadas, como todo lo que es bello, como
todo lo que es noble, por las generaciones venideras,
de siglo en siglo.
Esa legión de poetas se sublevó contra el clasicis­
mo e intentó “ reemplazar las cuerdas de la lira por
las fibras del corazón”.
"Tres elementos—dice Alfredo de Musset—ilumi­
naban la vida de esa juventud : detrás de ella, un pa­
sado que no podía volver ; delante de ella, la aurora
de tiempos nuevos ; y, entre esos dos mundos, una
raguedad flotante, un sentimiento inexplicable, que
comenzaba a germinar en esos corazones jóvenes, se­
mejante a las miasmas que exhalan las aguas del
Ganges : la desesperación avanzaba a pasos agigan­
tados sobre la tierra desolada."
Esa vaguedad, esos miasmas deletéreos de Alfredo
de Musset, tenían un origen muy conocido; esa ju ­
ventud se había educado en los dias de la Revolución,
o en los cuarteles de los regimientos de Napoleón, y
la carencia de religión se traducía en esa desespera­
ción, que es incompatible con la fe. Los miasmas del
Ganges eran confundidos por el poeta con los sínto­
mas del sensualismo que se engendraba en las al­
mas desoladas.
Poco a poco, el sensualismo d ^ en eró en escepti­
cismo, y la libertad del pensamiento, preconizada por
los maestros educados en la escuela de Voltaire y de
la Enciclojjedia, fué confundida con la licencia.
Víctor Hugo, que pocos años antes depositaba su
ofrenda en los altares, y daba testimonio de su con­
fianza en Dios, que cantaba el nacimiento de un niño
heredero de San Luis y de Enrique IV, cayó en el
voltarianismo, y se transformó en el poeta de la ne­
gación y de la destrucción.
En esos años, los libreros de París editaron y
vendieron dos millones de ejemplares de las obras de
Voltaire y de Juan Jacobo Rousseau.
Esa corriente, verdadera producción de los mias­
mas del Ganges, apagó las luces que había esparcido
Chateaubriand cuando describió las bellezas de la re­
ligión de Cristo. Sobrevino una lucha, y la defensa
de la doctrina cristiana la hicieron grandes escrito­
res y filósofos, José de Maistre, Bonald y La Men-
nays. Comprendieron estos y los prelados de Fran­
cia que en esa lucha vencería el que pudiese apode­
rarse del alma del pueblo, y se creó la obra de las
Misiones.
Vino al fin la reacción, y .“Mfredo de Musset, uno
de los corifeos del romanticismo, escribió antes de
morir su celebrado anatema contra Voltaire, y, en
versos de la mayor magnificencia, ensalzó la Espe­
ranza cu Dios. Fué ése el canto del cisne del más no­
table de los poetas románticos.
No se conoce una definición exacta de lo que fué el
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romanticismo. Se le ha confundido con lo romanez-
co, y Litre considera ambas acepciones como sinóni­
mas; pero otros autores han notado que, en lo ro-
manezco. se envuelve la idea de lo exagerado, y en
lo romántico, lo de sentimental.
E n lo que están conformes quienes se han ocupado
de esa escuela, es en notar la completa disconformi­
dad que existe entre los poetas románticos entre sí.
No creo que pueda caer en el reproche de exage­
ración si aseguro que la idea dominante en el roman­
ticismo fué la de la indisciplina: rompieron los vie­
jos moldes y olvidaron sus adeptos la obligación de
rendir culto a la verda<l cuando entraron en el do­
minio de la historia.
En medio de ese desorden y de ese desconocimien­
to de los derechos de la verdad, escribió Víctor
Hugo su drama “ Ruy Blas”, inventando personajes
que no han existido, y eligiendo como escenario las
habitaciones del palacio real de Madrid.
* * *
En la noche del 8 de Noviembre de 1838, fué re­
presentado por primera vez el drama “ Ruy Blas” ,
el más célebre del romanticismo francés. Víctor
Hugo permitió que los escritores que hicieron la crí­
tica en los periódicos y revistas de la época dijeran
que la obra era la más exacta expresión de la ver­
dad. Esa aseveración figura en un q>ílogo que acom­
paña a la mayor parte de las ediciones auténticas del
drama. “ Nq hay en "R uy Blas”— dice el autor del
“pilogo— un detalle de vida privada, o pública, fiel
interior, del blasón, de la etiqueta, de la bic^rafía o
de la topografía, que no sea escrupulosamente exac­
to. No hay personaje de este drama, grande o peque­
ño, que no esté bien representado” . Quien lea esas
páginas, den años después, creería que Víctor Hugo,
o quiso burlarse de sus contemporáneos, o fué la
victima de una invención.
Permítame el ilustrado auditorio, que conoce el
drama y que ha tenido ocasión de oirlo en el teatro
contemporáneo, que haga un ligero resumen de c.sa
historia calificada de verdadera.
La heroína prindpa! es la reina de Es¡>aña, doña
María Ana de Neuburgo, esposa del rey Carlos II.
monarca débil, casi un imbécil, según Víctor Hugo,
que ocupa su tiempo en correrías de caza y deja las
riendas del gobierno en las manos de quien quiera
tomarlas.
En el acto primero figura la soberana rodeada de
sus damas y ocupadas todas ellas en bordar; pero,
dentro de la sala, no es la reina la que manda, sino
la vieja etiqueta española, representada por cierta
duquesa de Alburquerque, que le prohíbe asomarse
 R E V ISTA DE L A S E ST A Ñ A S
a las ventanas. Tampoco le es permitido salir de su
aposento, y la duquesa le ordena dedicar ciertas ho­
ras al recogimiento y a la oración. Doña Maria Ana
se queja, pero se somete.
En otro de los actos del drama aparece la misma
reina tomando las riendas, soltadas de la mano de
Carlos II, y ella designa como primer ministro a
D. César de Bazán, conde de Garofa, a quien hace
duque de Olmedo, y, ]>or deredio propio. Grande de
España. La reina y D. César se aman, con un amor
respetuoso de parte del juinistro; prudente y recata­
do, de parte de doña María. “ La reina es un ángel
y es una m ujer” , dice el j)oeta ¡lara explicar la trama
de la obra tejida con los as]>ectos de la m ujer casta
y abandonada, y de la mujer que permite que en el
interior de su alma nazca y se desarrolle un senti­
miento apasionado en favor del hombre que es el
salvador de la monarquía.
Pero, para la desgracia de la reina, y para satis­
facer los desvarios de la imaginación del poeta, el
])ersonaje a quien ella eleva hasta el cargo de pri­
mer ministro, es un lacayo de D. Salustio de Bazán,
llamado Ruy Blas.
El verdadero D. César, primo de D. Salustio, ha
desaparecido, y éste, para vengar en la reina una or­
den real que lo destierra de la corte para castigar
una ofensa que dona María Ana no puede perdonar,
como es la de haber burlado a una de sus damas de
honor, ha introducido en el palacio a su lacayo, lo
presenta como si fuera su primo D. César, y, cuando
el servidor le pregunta cuál es su obligación princi-
]ial, D. Salustio le responde: “ Os ordeno que améis
a la reina y que seas su amante” .
El lacayo, como los personajes de las novelas, re­
sulta un ministro hábil, escrupuloso y enérgico, para
reprimir los abusos de esos tiempos : un verdadero
Richelieu. Sus antecesores, que pertenecían a la no­
bleza, eran todos imbéciles y ladrones. Ruy Blas los
pinta en un admirable apostrofe:
“ ¡Oh, ministros íntt^ros! ¡Consejeros virtuosos!
Servidores que abandonáis la casa al pillaje: esa es
vuestra manera de servir al rey.
' Habéis perdido la vergüenza y habéis sabido es­
coger vuestra hora; esta hora sombría en que la
España llora agonizante. Solamente os preocupa el
deseo de llenar vuestra bolsa para huir después. Que­
daréis marcados con fierro candente ante el país que
camina hacia su ruina, vosotros que halléis cavado
su fosa para robar sus últimos despojos en la tumba.
i Pero, antes, mirad y observad a vuestra víctima !
La vieja España y sus virtudes : la España y su pa­
sada grandeza: todo se ha ido. Después de los días
del rey Felipe IV hemos perdido, sin combatir, el
Portugal y el Brasil. Ya no es dueño el Imperio es­
© Biblioteca Nacional de España
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pañol de Brisach, en Alsacia, ni de Luxemburgo.
Perdido todo el Franco-Condado, y el Roussillon y
Ormuz, y Goa, con cinco mil leguas de costas; y
Pernambuco y las Montañas Azules.
"Mirad hacia el Poniente y hacia el Oriente; la
Europa, que nos temía y nos odiaba, se burla y se
rie, como si vuestro rey fuera un fantasma. La Ho­
landa y el inglés se dividen el reino: Roma nos en­
gaña : la Francia espera la hora propicia; y el Aus­
tria nos observa.
"¡Q ué decir de vuestros virreyes!: Medina, loco
de amor, llena Nápoles con sus escándalos: Vaiide-
mont vende a Milán; Legáñez pierde Flandes. No
se ve remedio para tanto m al; el Estado vive en la
indigencia; se agotaron las tropas y el dinero. He­
mos perdido en el m ar trescientas galeras.
’’¡Señores ministros! El pueblo español, en veinte
años, ha visto consumir cuatrocientos treinta millo­
nes de oro, en vosotros, en vuestros goces, en los
placeres de los cortesanos, y en las mujeres que ha­
béis buscado como compañeras de vuestras orgías.
Ese pueblo gime bajo ese enorme peso que no puede
soportar.
’’Habéis encendido la guerra de unos contra otros,
pisoteando al que trabaja y quemando la cosecha en
flor. La escopeta de caza está lista para atrapar todo
bien. Guerra entre los conventos; guerra entre las
provincias: cada uno asechando a su vecino para de­
vorarlo. hambrientos que se lanzan sobre un buque
que ha naufragado. Iglesias en ruinas con sus muros
cubiertos de serpientes, y donde la hierba crece. Los
Grandes tienen abuelos, pero no presentan obras de
sus manos. Todo lo hace la intriga y nada la lealtad.
’’Babel está dentro de Madrid. El alguacil es duro
con el pobre y adula con ternura al poderoso. En la
noche se asesina impunemente y en balde se pide so­
corro. Ayer se me ha robado en el puente de Tole­
do. I-a mitad de los habitantes de Madrid roban a la
otra mitad. La justicia es venal; a los soldados no se
les paga su haber.
’’Antiguos vencedores del m undo; españoles de la
sangre de nuestros mayores, carecemos de soldados;
tenemos, en lugar de »m ejército, bandas de menes­
terosos, de judíos y de montañeses que se visten con
trajes remendados y se arman de un puñal, y, cuan­
do la noche viene y el tiempo está revuelto, el dudo­
so soldado se convierte en ladrón. El bandido Mata­
lobos tiene más tropas que un conde o un Ijarón.
’’.Al rey de España lo insultan los paisanos cuando
pasa en su carroza y él. vuestro señor, se refugia en
el Escorial, en la compañía de los muertos, y. pensa­
tivo, dobla su cerviz hacia el suelo de un Imperio
que cruje y que cae en ruinas.
”Y vosotros, los causantes de tajito mal, trabáis
 68 R E V I S T A DE L A S E S T A Ñ A S
disputas iMra tomar lo que aún queda; mientras, el
pueblo español, enervados sus miembros, recostado
en las sombras, expira en este antro que es el térmi­
no fatal de su suerte.”
¡Tristísimo apólogo, que tal vez es la izarte que
más se acerca a la verdad de todo el drama, si se ha
de dar crédito a la historia de la época de la deca­
dencia de Ja monarquía española, apólogo hermoso por
la sonoridad de sus versos, terrible por sus enseñan­
zas, y digno de ser repetido en todas las naciones cjue
han olvidado las grandes enseñanzas y las nobles tra­
diciones para caer en las manos de los que preparan
la decadencia de sus pueblos!
El orgullo y la felicidad de la reina no tienen li­
mites. Ella ha sabido buscar para Es^>aña le que ha­
bía hecho falta durante treinta o más años: un pri­
mer ministro. Este, res])etuoso, y dedicado sólo a po­
ner remedio a las corruptelas que corroen los órganos
de la administración, guarda en lo más intimo de su
alma el sentimiento que lo acerca a la ¡»ersona de la
reina; la evita; asiste a su lado a los consejos de los
ministros, y, el primero de todos, se retira, y se des­
pide de ella con humildad y cortesía.
El rey, cuando no anda de cacería, vive en El Es­
corial, cerca de la tiunla de María Luisa de Orleans,
su primera mujer, su único amor.
La reina aliandonada aprovecha una ocasión para
manifestar a D. César su gratitud por el servicio que
presta a la monarquía, y le dice: “ D. César, yo os
doy mi alm a: para todos soy la reina; para vos soy
sólo una m ujer. Por el amor y por el corazón, du­
que, yo os pertenezco; tengo fe en vuestro honor
para estar segura de que sabréis respetar el mío. Lla­
madme y yo acudiré; estaré siempre atenta a lo que
me pidáis.” Esta escena se desarrolla en versos mag­
níficos, como sólo Víctor Hugo era cajxiz de escri­
birlos; y debemos recordar que “ en ese drama no
hay detalle público o privado que no esté ajustado
a la verdad” .
Es muy conocido el final del drama. D. Salustin, el
vengativo, arma una celada a la reina y la hace acu­
dir a la casa de Ruy Blas. Sorprende a doña María
con su antiguo lacayo; le revela el terrible secreto;
D. César de Bazán, duque de Olmedo y primer mi­
nistro, es Ruy Blas, su criado.
“ Vos, señora, le dice, me habéis ofrecido por es­
posa a una de vuestras sirvientes; yo os he dado por
amante a mi criado” .
Ruy Blas venga a su reina asesinando a D. Salus-
tio, y se envenena en seguida, salvando el honor de
la dama. Antes de morir recibe el supremo consuelo
de oír la voz de la reina que le dice "R uy Blas, yo
os perdono” .
♦ * *
© Biblioteca Nacional de España
Dentro del mismo drama revela Víctor Hugo que
no ha sabido respetar la verdad histórica, y que la
imaginación, no la crónica de la época, inspiró la
existencia de Ruy Blas y la doble personalidad de
doña María de Neuburgo. E n el acto primero, la
reina no podía, bajo él peso de la etiqueta de la cor­
te, asomarse a una ventana; en el acto quinto, puede
acudir a la cita que le da el primer ministro en su
casa particular.
E n el primer acto, es una figura decorativa: en los
siguientes, ella gobierna, dispone de los destinos de
la nación, destierra, castiga, nombra los ministros y
preside los Consejos.
Víctor Hugo, en el prefacio de su drama, procura
dar una explicación de esos hechos en sí contradic­
torios, y dice: “ En el momento en que una monar­
quía va a sucumbir, pueden oi)servarse muchos fe­
nómenos; el primero de dios es la disolución de la
nobleza y su abatimiento. El reino se bambolea; la
dinastía se extingue, y la ley cae en desuso; la uni­
dad política se convierte en migajas, despedazada
jxjr la osadía de ios intrigantes. sociedad degene­
ra; las grandes cosas, el interés nacional, pasan a
segundo térm ino: sólo las pequeñas cosas quedan en
pie. No hay policía, ni ejército, ni finanzas; no se
necesita ser adivino para comprender que el fin se
acerca. En todos los espíritus entra el temor al dia
de mañana; cada cual desconfía del vecino. Todo va
a sumergirse; el tiempo apremia, es necesario enri­
quecerse, crecer y aprovecliar las circunstancias” .
El pueblo desea salvarse; el pueblo es Ruy Blas,
Pero, en medio de la ruina moral, existe una figu­
ra luminosa y pura, que es una m u jer: la reina. Des­
graciada como mujer, porque atraviesa la vitla como
si no tuviese marido. Desgraciada como reina, por­
que se vive como si no hubiera rey.
Y termina recordando que en “ Hernani” , su drama
anterior, él hizo la pintura del reinado de Carlos V,
el gran Emperador, el creador de la grandeza de
Esi>aña. En “ Ruy Blas” , describe la decadencia,
ocurrida dos siglos más tarde, dia por dia, jxirque
Carlos V nació en el año 1500 y Carlos II muere
en 1700. Con el primero se levanta el sol de la mo­
narquía española; con el segundo, ese mismo sol en­
tra en las tinieblas.
Esa explicación de Víctor Hugo no es satisfacto­
ria. La verdad es otra. El drama de “ Ruy Blas” mar­
ca el cénit de la escuela deneminada romántica. El
romanticismo es la escuela de la libertad literaria; es
el olvido de las antiguas reglas. Es el dominio tie la
espontaneidad. El clasicismo es la esclavitud de la
ley literaria impuesta por la antigüedad, por el buen
gusto, y por la experiencia de los siglos.
El romanticismo, al romper todas las reglas, líber-
 R E V I S T A DE L A S E S P A Ñ A S
tó a los discípulos de toda obligación, aun la de res­
petar la verdad, y, en esa desobediencia a toda re­
gla, se encuentra la única explicación de las liberta­
des que se tomó Víctor Hugo tanto en “ Hernani”
como en “Ruy Blas’’.
Ahora bien; ¿es lícito a un hombre, a un autor,
después de dos o más siglos, ofender el honor de
una mujer, que fué reina, que supo respetar su dig­
nidad y su virtud, y entregarla al escarnio y ponerla
en ¡os brazos de un lacayo vulgar? ¿Le es permitido
confundir a una m ujer honrada, que vivió, que tie­
ne derecho a su honra, y confundirla con las cortesa­
nas de la historia, sin que se encuentre un solo an­
tecedente que justifique esa acusación?
El clasidsmo tuvo su época en el siglo x v ii; Boi-
leau y Descartes fueron sus graneles maestros: en el
"Discurso sobre el Método’’ no tenían cabida las li­
bertades de esa espontaneidad que permitió a los ro-
máticos del siglo x ix el olvido de las reglas, que abrió
la puerta a todos los abusos, y a todos los errores. El
romanticismo ha sido un poder disolvente en literatu­
ra, asi como sus corifeos, Rousseau y sus discípulos,
crearon la escuela disolvente del orden social, cuyas
consecuencias j>alpa la generación actual sin poder
detener el carro que marcha fatalmente hacia un
abismo desconocido.
Bien poco dice la historia de doña María Ana de
Neuburgo, .segunda esposa del rey Carlos II, el H e­
chizado. H ija del Elector de Baviera, Felipe Gui­
llermo, nació en 1667 y casóse en 1690 con el rey de
España, viudo de la reina María Luisa de Orleáns.
Tuvo a su cargo en Madrid la defensa de los dere­
chos de la Casa de Austria en el largo litigio, oculto
y cuajado de intrigas, a que dió lugar la herencia del
Trono de España, siendo el secreto a voces en todas
las Cortes de Europa que el pobre soberano moriría
sin hijo que le sucediese. Su carácter seco y altane­
ro le quitó las simpatías del pueblo; desconfiaba de
ella la jiarte de la Corte ganada por la causa de
Luis XIV, que preparaba en el mayor silencio el
testamento que debía hacer de su nieto Felipe, duque
de Anjou, el heredero del deseado trono y de sus
inmensas colonias.
Doña María Ana de Neuburgo, si hubiera delin­
quido, si hubiera dado motivo a leve sospecha, sus
contemporáneos, que no eran muy benévolos para
ella, y diremos más aún, que no gastaban benevolen­
cia para nadie, la hubieran ridiculizado en esa serie
de panfletos, de madrigales, de libelos, que se con­
servan en las bibliotecas de Madrid y que hacían en
esa época lo que hoy se permite en virtud de la to­
© Biblioteca Nacional de España
69
lerancia y da lugar a los abusos de la libertad de la
Prensa.
Acon^añaba a la reina, venida a Madrid desde
Baviera, una de sus damas preferidas, la baronesa
de Perlip, m ujer ingeniosa para las intrigas, hábil y
<le gran afidón al dinero. En Madrid la conocían por
el nombre de “ La Perdiz” . Ligada a ella ll^ ó tam­
bién un gentilhombre alemán, Enrique Jovier, a quien
dieron el apodo de “ El Cojo”. Los poetas, como los
romanos del pasquino, comentaban los sucesos del
día en q>igramas y libelos, donde la agudeza del in­
genio rivalizaba con la licencia. Se conservan aún
muchos cuartetos contra “ El Cojo” y "L a Perdiz” .
“ Pies del reino es un cojo;
Una perdiz las manos;
U n romo es la cabeza.
Miren, por Dios, ¡qué tres!
¡Si fueran cuatro!”
“El Cojo” y “ La Perdiz” fueron sorprendidos
vendiendo influencias, cargos públicos, y las cruces
de las Ordenes Militares.
Si los díceres de la Corte hubieran dado lugar a
murmuraciones enderezadas a manchar la honra de
la reina doña María, los cuartetos irrespetuosos nos
habrían dejado algún rastro y algún indicio de la
existencia de ese Ruy Blas.
No existe ese indicio, ni un solo hecho que justi­
fique la injuria que Víctor Hugo hizo a su memoria.
Religiosa en extremo, ocúpala sus ocios en hacer
bordados de arte religioso. Es tal vez ese el único
punto en que se encuentra en acuerdo el drama con
la crónica de la Corte de Madrid.
Encontrábame en Lima, a caigo de la Legación de
Chile, en el año 1908, y, pocos días antes del día de
la fiesta de la Inmaculada Concepción, recibí del Pa­
dre guardián del convento de San Francisco la in­
vitación para asistir a la Misa mayor del convento.
"Usted podrá ver en ese día, me dijo, los célebres
ornamentos bordados por la propia mano de la reina
doña Maria Ana de Neuburgo, y que ella regaló a
nuestro convento, que era en esa época el más rico
y el más jioUado de todos los de la monarquía”. Noté
con cuanto orgullo me decía eso el buen religioso, y
acepté con el mayor agrado su invitación.
No olvidaré la impresión que tuve cuando vi los
magníficos ornamentos de plata bordados sobre rico
terciopelo azul de cielo. Después de la ceremonia, in­
vitado a visitar la gran sacristía, fui presentado a
los oficiantes se me hizo notar que los cuatro que
habían cargado sobre sus hombros los preciosos or­
namentos eran liombres robustos, especialmente ele­
gidos para la ceremonia de ese dia. La mayor parte
de los religiosos del convento no habrían podido re-
 70 R E V I S T A DE L A S E S P A Ñ A S

fñstir duraiUe máti de dos horas tan enorme peso de a! que Víctor Hugo hace alusión ]wra su defensa,
]>lat:i fina sobre sus hombros. I-a reina, se me dijo, existe una reminiscencia de un hecho ocurrido en el
era muy devota de San Francisco, y, en uno de los reinado anterior y que es conocido en la crónica de
muchos ataques <ld enfermÍ7o rey, su marido, había Esjsaña con el nombre de “ El Duende de Palacio” .
])rometido hacer ese regalo al convento de Lima. Rc- Los biógrafos de Víctor Hugo dicen que, en su
feri el caso al Delegado Apostólico en el Perú, mon- |)rimera juventud, hizo la vida errante de su padre,
.señor Dolci y éste me aseguró que en Roma no los el general Hugo, y que pasó algún tiempo en la cor­
había más ricos y de una magnificencia tan artística. te de España, Esos años, vividos en M adrid; las lec­
Desde ese día, en mis recuerdos, <iuedó graha<lo el turas de los pocos libros que sobre la historia de Es­
nombre de doña María Ana de Neuburgo. y coltxjué paña pudieron caer en sus manos, las leyes del viejo
a Víctor Hugo en el catálogo de los discípulos de honor castellano y los libros de caballería, hicieron
\ ’oltaire, es decir, de esos escritores que no tienen en el alma juvenil del poeta una impresión profunda
inconveniente ]>ara po.spoircr la verdad a los elluviiw y creyó conocer la vida de esa gran nación que, dos­
de su imaginación. cientos años antes había dominado el mundo, y en
1-a reina doña María .^na de Neuburgo está, en la cuyos dominios no se ponía el sol. Ese conocimiento
historia de Esj^aña, íntimamente unida a la guerra de la nación española, bastante somero, su natural
de la sucesión del trono español: ella fué el alma del vanidad y ese espíritu de superioridad intelectual que
|)artido austríaco, que desealxi que el rey Carlos ins­ le reprocha la crítica universal, forjaron en su exu­
tituyese como heredero al archiduque Carlos, segun­ berante imaginación, como en un Don Quijote de
do hijo del Emperador. Acompañaban a la reina el la Mancha, esos dos dramas de "H ernani” y de “Ruy
conde de Oropesa, el de Melgar y el marqués de la Blas” , en los que creyó dejar fijada para la poste-
Mancera. Formaljan en el partido francés, que de­ riori<lad la fisonomía real y verdadera del pueblo es­
seaba como heredero al nieto de Luis X IV . el car­ pañol. Tiene sobrada razón la España para protes­
denal Porto Carrero, el duque de Medina Sidonia. el tar. Ni Carlos V es el personaje de “ Hernani” . ni
conde de Montijo, el de Monterrey y el gran juris­ doña María de Neuburgo es la reina de “ Ruy Blas” .
consulto de la época, D. José Soto, quien, después de H e hablado de “ El Duende de Palacio” . Vov a
maduros estudios genealógicos, declaró como de me­ ocupar vuestra atención sobre ese personaje verda­
jor derecho al heredero francés. deramente histórico, al cual hizo alusión la conde.w
Vencieron estos últimos en el lecho de muerte del de Aulnoy y que dió lugar a la novela de “ Ruv Blas” .
soberano, y doña María, retirada de España, vivió Desde la época de doña María de Molina, aquella
largos años en Baviera y en Bayona, dedicando sus gran reina que pasaba de la celda de un convento a
(lias a obras de piedad y al beneficio de los ]X)bres. la dirección de los negocios de Castilla, como cura­
Y a los contemporáneos de Víctor Hugo tuvieron dora de sus hijos y de sus nietos, los descendientes
ocasión de observar que, después de haber asegurado directos de don Sancho el Bravo, ningiín periodo de
que el drama de "R uy Blas” era la fiel pintura de esc la historia española ha sido más atribulado que el
reinado, y de haber dicho que no había en él "un de­ de la regencia de doña Mariana de Austria, rinda
talle de vida pública o privada, o de la biografía, que de Felipe IV y madre de Carlos II. El desorden tuvo
no fuese rigurosamente exacto” , el estudio de los por causa principal la rivalidad y el odio personal de
historiadores y de los cronistas no hubiera revelado don Juan de Austria, hijo de! rey Felipe, contr.a la
la exigencia de ese lacayo, al cual él dió el nombre autoridad y la persona de la reina Regente.
de Ruy Blas. Desgraciado estuvo el rey Felipe al dar el nombre
Víctor Hugo contestó que él había tomado la na­ de Juan a ese hijo de una actriz de comedias llamada
rración de un libro de Memorias de María Catalina María Calderón. Creyó el hijo bastardo que hereda­
Jtimel de Bernevilla, condesa de Aulnoy. escritora ba. con ese nombre, las virtudes, los talentos milita­
del siglo anterior, que había publicado un libro céle­ res y la habilidad política del gran don Juan de .Aus­
bre, "Los cuentos de P arís” , E n efecto, se han en­ tria. el vencedor de Lepante.
contrado esas memorias; ellas se refieren a la época Di.spuso el rey que ese segundo don Juan fue.se
de la reina doña María Luisa de Orleáns, primera educado entre la gente de Iglesia, y aún se hablaba
esposa de Carlos II, enviada por Luis XIV, su tío. de él, desde su niñez, oara el cargo de arzobi.spo de
I«ra asegurar para su patria la sucesión al trono es- Toledo y primado de España. Un día. el futuro pre­
¡añol. No hay ningún Ruy Blas en la vida de la lado cayó de rodillas ante el padre jesuíta Níthard.
reina francesa. En un libro que publicó la misma confesor del rey, y con lágrimas y clamores le pidió
condesa de Aulnoy. con el título de “ La Corte v la que intercediese e hiciera uso de su autoridad en fa­
ciudad de M adrid", a! terminar el siglo x v ii, libro vor de sus deseos de que se le educase para seglar.

© Biblioteca Nacional de España

 REVISTA DE LAS ESPAñAS
Oyóle el buen sacerdote, que tanto tuvo que sufrir
más tarde de parte de su penitente, y, como una tran­
sacción, fué desi^iado para el cargo de prior de la
Orden militar de San Juan de Jerusalén, con resi­
dencia obligatoria en la ciudad de Consuegra, lejos
de la Corte.
Los ensueños concebidos desde su primera juven­
tud tomaban el camino de la realidad, ¡»dría seguir
la senda del otro don Juan, mandar ejércitos, ser go-
l)crnador, y adquirir gloria. Desde Consuegra co­
menzó la serie de sus intrigas, que debían amargar
la vida de doña Mariana de Austria, la segunda
esposa de Felipe IV. Dividió en dos partidos a la
gente de la Corte, el de los amigos de doña Mariana
y el de los descontentos. Nunca faltan esos descon­
tentos, y don Juan los dirigía, los exaltaba, y los man­
tenía unidos y llenos de esperanzas para un próximo
cambio de gobierno.
De las dos esposas del rey Felipe, la primera, edu­
cada en París, doña Isabd de Borbón, cuando es­
cribía cartas al prior de Consuegra, permitía que su
secretario las dirigiese a don Juan, “ su hijo” . 1.a se­
gunda. doña Mariana, educada en la rigidez de la
Corte de Viena, madre del heredero del trono, no
transigió jamás y le quitó ese cariñoso título de hijo.
El Itastardo jamás olvidó lo que él estimaba una in­
juria. y exigía el reconocimiento de un derecho, mien­
tras meditaba en la .soledad de su priorato de Con­
suegra proyectos de conquista, erección de reinos, de
los cuales podía ser soberano, y otras %’ariadísimas
ilusiones.
Obtuvo un mando en el Ejército de Portugal y su
estreno en el torneo de las armas no fué feliz. Se le
concedió después otro mando en Flandes, y más por
el deseo de la notoriedad, que jwr la necesidad, si se
ha de <lar crédito a los autores franceses, lanzó sus
huestes contra el ejército que mandalia el principe
Condé en las dunas de Dunquerque, y sufrió afren­
tosa derrota. Perdió la importante Gobernación de
los Países Bajos, regresó a Esjxiña, y continuó la
larga serie de sus desaciertos e intrigas.
Uno de los i>etas de Madrid hizo circular el si­
guiente madrigal:
“ Sólo tiene una señal
de nuestro rey soberano;
que en nada pone la mano
que no le suceda mal.
.\cá perdió en Portugal,
En las Dunas su arrogancia;
Dió tantos triunfos a Francia,
que es cosa de admiración
el dar tanta perdición
en un hijo de ganancia.”
© Biblioteca Nacional de España
71
No gastaban benevolencia, como puede verse, los
]X)etas y los corrillos de la Corte para el orgulloso
personaje.
En el mes de Septiembre de 1665, e! rey D. Felipe
se moría, y el historiador del reinado de Carlos II,
D. Gabriel Maura y Gamazo, el más exacto de los
narradores, dice que " a ]>oco de comulgar Su Ma­
jestad, mientras re{>osaba, presentóse en palacio don
Juan de Austria, precipitadamente venido de Con­
suegra, con el natural deseo de abrazar a su padre.
Despertó el enfermo, dióle el ministro Castrillo la
notícia, y le oyó exclamar severo : “ 4Quién le mandó
venir? Decidle que se vuelva” . Idéntica contestación
obtuvo el ministro Aytona, al renovar, poco después,
la instancia. Tercera vez, rogado por el bastardo,
hizo la p r o n t a fray Juan de Santa María, y por
tercera vez insistió el rey: “ H e dicho que se vuelva
a Consuegra: esta no es hora sino de m orir” . Este
incidente fué pasto de las lenguas cortesanas : el rey
deseaba que la viuda doña Mariana no encontrase tro­
piezos en el momento de iniciar la tarea difícil de
Regente y de Gobernadora de la Monarquía.
Murió el rey, abrióse el testamento, y desde ese
día se encontraron al frente, el luio de la otra, los
dos personajes rivales, la reina con todos los pode­
res I^ítim os y que tuvo a su cargo un niño de cua­
tro años, enfermizo, y que no podía mantenerse en
pie por sí sóilo, y D. Juan de Austria, con todo el
talento de sus artes encaminadas a destruir, a fomen­
tar discordias, y a formar la oposición. El prior de
San Juan de Jerusalén fué el primer opositor que co­
noció la Monarquía absoluta creada por Carlos V y
Felipe II.
La reina, terca, adusta, sin grandes amistades ni
raíces profundas en la nación, que no asistía a saraos,
ni a las comedias, a las cuales tan aficionado era su
marido, concentró todo su espíritu en la educación
física de su hijo para salvarlo de una muerte prema­
tura que habría abierto el caos en la Monarquía en
la defensa de su autoridad, y en la conser\’ación del
patrimonio que ella había jurado guardar.
El rey, en su testamento, había dejado constitriído
un Consejo de regencia, germen de honda,s rivalida­
des, y donde ninguno de sus miembros pudo sobresa­
lir, y donde todos querían ocupar el primer lugar.
I.-a reina alemana, desconfiada, extremadamente re­
ligiosa. dió el cargo de primer ministro al padre je­
suíta Everardo Nithard, su confesor, y nacido, como
ella, en .Memania. Esc craso error tuvo gravísimas
consecuencias que la desgraciada viuda pagó con los
sinsabores de toda su vida.
También los poetas se oaiparon del confesor: ha­
bía nacido en esos días una hija del Enrperador de
Alemania, y ya, desde ese momento, fué destinada
 72 R E V I S T A DE L A S E S P A Ñ A S
|Jor ios cortesanos para futura reina de E spaña: ce-
iebróse esa noticia con grandes festejos, y, a hurta­
dillas, circularon los siguientes versos:
“ Pues que permitís. Señor,
nos nazca una reina bella,
hija del Emperador,
no permitáis que, con ella,
nos nazca otro confesor” .
D. Juan fomentó el natural descontento, alentó a
los rivales del jesuíta, creó su impopularidad, y de
tal modo crecieron los disturbios y los enconos en la
Corte de Madrid, que el Santo Padre envió recado
al padre Xithard, aconsejándole la renuncia del car­
go del primer ministro y su rec e so a Alemania o a
Roma. Esa era también la opinión de los jesuítas,
sus compañeros de religión.
Doña Mariana, que confiaba en la rectitud de su
intención y en sus virtudes, reconocidas de todos, te­
nia al mismo tiempo un gran defecto: era testaruda
y carecía de ductilidad; se ofendió y dió a la lucha
entre el jesuíta y el lastardo proporciones tales, que
envolvió en ella su prestigio y su autoridad.
Partió el jesuíta }>ara Roma tan jjobre como ha­
bía llegado; había pasado los días de su grandeza
en su misma celda de humilde religioso: jamás pudo
reprochársele que hubiera tomado dinero de la na­
ción que gobernó, ni para él ni para sus parientes,
ni para su Congregación. El partido de D. Juan que­
dó triunfante, y con su temperamento destituido de
prudencia y fuera de razón, continuó causando mo­
lestias a doña Mariana.
Se defendió ésta, y, con más resolución y energía
que habilidad. ]>ermitió que llegasen hasta el palacio
todos los chismes y rumores de los cwnplots que se
urdian secretamente en Madrid. M aravillálansc sus
habitantes del conocimiento que ella y sus damas te­
nían de las maquinaciones de D. Juan. “ Hay duende
en palacio”, se dijo en la ciudad. El duende era don
Fernando Valenzuela, primer cal>a!lerizo de Su Ma­
jestad.
Pocos escritores de mayor imi>arciaHdad que don
Julián Juderías, que ha escrito la obra “ España en
el tiempo de Carlos II. el Hechizado” . Asegura en
ella que los ministros rivales de doña Mariana eran
torpes, y creían con la m ejor Iwena fe que vivían en
la éjxxa de Felipe II. Este fué el último monarca
que mantuvo orden en la administración, y todo el
reino en la época de Carlos I I era un desorden.
Doña Mariana se encargó de la regencia, segiín
Juderías, sin experiencia alguna de la política, por
haber ]>ermanecido hasta entonces alejada de las cá-
I>alas y de las intrigas, dedicada a ejercicios piado­
© Biblioteca Nacional de España
sos; pero su buena voluntad, sea propia o aconse­
jada, fué indudable durante el tiempo de su go­
bierno.
Eii cuanto al padre jesuíta, dice Juderías que era
un hombre de actividades incansables y de modestia
serena, y aun los que no le eran favorables recono­
cían su extremada sangre fría, que no ]>erd¡ó ni el
]>eríodo álgido de sus dificultades. Sólo tuvo una
frase apasionada cuando juzgó a D. Juan de Austria
llamándolo “ emponzoñado basilisco”.
* » ♦
Descendía X’alenzuela de raza de montañeses de
Asturias, y de tres generaciones de valientes solda­
dos aventureros de las milicias castellanas que, con
honra y lealtad, sirvieron en Flandes, en Nájtoles
y en Milán. Su padre estuvo treinta años en esos
ejércitos. Su madre, doña Leonor de Enciso, se co­
bijó, desde su infancia. l)ajo la protección de los du­
ques del Infantado. Era D. Fernando gallardo y her­
moso ; en los parios de! Alcázar de Madri<l conoció a
doña María Ambrosia de Ucedo, criada favorita de
la reina doña Mariana de .\ustria. Solicitó sü mano
y fué bien recibido; para facilitar el matrimonio, don
Fernando fué nombrado caballerizo de Su Majestad.
Doña María Ambrosia, en sus necesidades, elevaba
memoriales a la reina, y la í>ondad de ésta era tan
grande que de su puño escribía al margen: “ Helo
ordenado así” , y el dinero se entregaba en las Ofici­
nas de Hacienda.
D. Fernando y su esposa supieron agradecer los fa­
vores de su ama y le llevaban noticias fielmente exac­
tas de todo lo que ocurría en la Corte y en Madrid.
Muy diestro en su oficio de averiguador, hacía llegar,
desde la muerte dcl rey D. Felipe, hasta la alcoba de
la reina, cuantos secretos sorprendió y cuantas cau­
telas creyó necesario aconsejar para mejor servir los
intereses de su protectora.
Cuando la reina se vió privada de los consejos del
padre Nithard, aumentó el crédito de Valenzuela;
lo nombró su embajador ante la Señoría de Venecia,
sin obligación de residir en la ciudad de su destino;
al mismo tiempo ejercía cl cargo de introductor de
embajadores, y se le dió H hábito de Calxdlern de
Santiago, con gran e.scándalo <le nobles y de cortesa­
nos. Estos nombramientos le abrieron las puertas de
palacio, de modo que no necesitaban sus noticias y
memoriales subir hasta la reina por la mano de doña
Ambrosia, y sus dictámenes pe.saron más que los de
los miembros del Consejo.
Uno de los historiadores de esa época dice que el
lazo que poco a poco fué anudándose entre la reina.
D. Fernando y doña Ambrosia, tenía p«.n.t^§ de amor
 R EV ISTA DE LAS ESPA^^AS
platónico y de cariño maternal. Antes de que el rey
Carlos II alcanzase su mayor edad, VaJenzuela me­
draba; lo asediaban los p e d ^ e ñ o s de alta y de baja
esfera, y él se avino al comercio de empleos, de con­
trataciones, y de cédulas reales. Las encomiendas,
las mercedes y las hábitos de Caballeros se obtenían
con facilidad si se contaba con el apoyo de “ El Duen­
de” . En ixxos años, el pobre y desvalido pretendiente
de la mano de doña María Ambrosia de Ucedo, pudo
amasar una gran fortuna, y los ministros de Esta­
do pudieron decir que "E l Duende” era de carne y
liueso.
Afianzada su situación, dejó el matrimonio la mo­
desta casa de sus ])rimcro.s años y tomaron un case­
rón con piezas de recibimiento y con muebles del lujo
de la época, mesas con patas torneadas, arquillas y
arcones, taburetes con asiento de cuero y clavazón
dorada.
Comprendía el \ '’ailido que eso no era de larga du­
ración y, según D. Gabriel Maura, no gozaba de su
auge con tranquilidad; preocupábase, no de desagra­
viar conciencias, sino de satisfacer estómagos. “ Al
igual de esos golwrnantes democráticos de miestrns
días—agrega—que. salidos de las filas del pueblo, le
desprecian aun cuando le adulen, reputándole inca­
paz de aspiraciones nobles, compran la quieta pose-
sdón del poder con unos cuantos mendrugos que cal­
man su apetito; cifró Valenzuela su prc^rama en
este epigrafe: “ pan, toros y trabajo” .
Intentó D. Juan de .Austria detener el ascenso del
favorito, así como lo había hecho con el jesuíta, pero
con tan mala suerte, que Valenzuela se vió ennoble­
cido con el título de manjués de Vtllasierra.
En el mes de Septiembre de 1676, D, Carlos IT.
cumplidos sus quince años, tomó las riendas del Go­
bierno, 3’ Valenzuela fué nombrado primer ministro.
De poca duración fué su gobierno. En Diciembre
del mismo año súpose en Madrid que se recogían
firmas entre los grandes de España para elevar al rey
un memorial en que se calificaba de execrable el nom­
bramiento de \'alcnzuela: se petlía su priífión y se
rogaba a] monarca que trajese a su lado a su herma­
no D. Juan. Firmaron los duques de Alba, de Osu­
na, de Medina Sidonia. de Uceda, de Pastrana. de
Camiña, de Veragua, de Gandía, de H ijar y de Ar­
cos; las duquesas del Infantado y de Terranova;
muchos marqueses y condes.
Por temor a comprometerse y porque no vieron
muy s ^ u ro el resultado, se negaron a firmar los du­
que de Medinaceli v de Olivares y el conde de Oro-
pesa. El rey no sabia qué hacer: si obedecer a su ma­
dre. que defendía a Valenzuela y aseguraba con la
mejor buena fe que era injusto todo lo que contra él
se decía, o sí seguir el consejo de sus más nobles
© Biblioteca Nacional de España
73
vasallos, que eran los representantes de los dos si­
glos de la formación de la Monarquía española.
Azorado e irresoluto, llamó a su presencia a fray
Marcos, prior del monasterio del Escorial, y solo con
el fraile, díjole el rey: “Te llamo... te llamo...”
“ Sosiégúese Vuestra Majestad—le contestó fray
Marcos— : dé tregua a sus sentimientos; y mire lo
que manda, porque ya está obedecido” .
Precipitadamente, para desahe^arse, le respondió
el re y : “Yo no tengo de quién fiarme sino de ti y qui­
siera que te ¡levases al Escorial al marqués de Villa-
sierra, y te encargo el secreto”.
Apretaron su oposición los nobles y obtuvieron que
el confesor del rey visitase a doña Mariana para que
desistiera de defenderlo, pero nada pudo obtenerse
de ella. En la mañana del 23 de Diciembre consi­
guieron que el rey firmase una cédula por la que se
ordenaba a Valenzuela salir de Madrid y permane­
ciera encerrado en el Escorial, donde fray Marcos
tenia orden de recibirlo y de responder de su segu­
ridad personal.
En la mañana del día de Pascua, pudo huir “ EJ
Duende” por caminos extraviados y llegó al Escorial
a la una de la tarde, sin más compañía que la de
uno de sus amigos y protegidos. Creyó Valenzuela
que su dimisión del cargo de primer ministro y su
destierro en el Escorial pudiera desarmar a sus ene­
migos, pero sus esperanzas salieron fallidas. Insta­
lado él, doña María .Ambrosia y sus hijos, en las ha­
bitaciones construidas i>ara la familia real, por ex­
presa determinación de! rey, permaneció tranquilo
durante tres semanas. El 17 de Enero del año .si­
guiente aparecieron en las vecindades del convento,
en bullicioso tropel, con quinientos hombres de a ca­
ballo, los jóvenes de la nobleza, con D. Antonio de
Toledo, hijo del duque de Alba, y el duque de Me­
dina Sidonia, como capitanes. Tomaron parte en el
desacato al real convento el manjués de Faldcs, el
marqués de Val]>araiso. el conde de Fuentes, y la
flor y nata de la aristocracia madrileña. Iban a pren­
der a Valenzuela i>ara hacerlo salir del país por el
delito de haber aceptado el cargo de primer minis­
tro : no por otros errores y faltas, en la mavor par­
te de los cuales los asaltantes eran beneficiados.
Presentáronse los ardorosos jóvenes en son de
guerra y pidieron al prior fray Marcos que les fue­
se entregado el Duende. Negóse a ello el prior, y ale­
gó la inmunidad del asilo y las órdenes expresa.s del
rey. La discusión no dió resultados; ellos amenaza­
ban atropellar y el buen religioso, para pariameiUar.
les ofreció alojamiento en la hostería, contestando el
de Toledo que no aceptarían ni un vaso de agua.
Al día siguiente sitiaron el convento y lo registra­
ron. Fray Marcos hizo fijar en las puertas un edic-
. 74 REVISTA DE LAS ESPACIAS
to que declaraba incurrir en excomunión, según los
cánones y la Bula In Cocna Domini, a los que viola­
sen la casa de Dios.
No pudo ser habido Valenzuela, escondido en las
antiguas habitaciones de Felipe II, que daban acceso
al altar mayor. Dos días después los asaltantes de­
cidieron parlamentar y se convino en celebrar la más
extraña de las conferencias. Valenzuela apareció en
una de las ventanas del oratorio de Felipe II. Toda
la comunidad estaba reunida en el templo y fueron
introducidos los capitanes de los revoltosos, D. .Anto­
nio de Toledo y Medina ñidonia.
Pronunciáronse discursos y alegatos. V'alenzuela,
desde la ventana, enrrostró a sus enemigos los favo­
res que de él habían recibido; consentía en ir a Ma­
drid, pero con condiciones expresas de amparo para
su ¡«rsona, su familia y sus bienes, firmadas por
D. Juan de .Austria, como jefe de la conjuración. No
hiilw) avenimiento, y con grandes congojas de los
religiosos, los jóvenes aristócratas resolvieron ha­
cerlo salir violentamente de su escondite.
Prendieron a Valenzuela, r^ istra ro n sus equipa­
jes y ios de doña María .Ambrosia, embarcaron co­
fres, papeles, y alhajas, y dentro de un coche, a me­
dio vestir, lo trasladaron a Madrid bajo la custodia
de Medina Sidonia.
D. Juan de .Austria fué proclamado ])rimer minis­
tro, y su primera orden, fué la de hacer salir a la
reina doña Mariana para Toledo, donde debía fijar
su residencia.
Valenzuela fué embarcado para Méjico; y, desde
el puerto de Acapulco. conducido a Filipinas, adonde
le siguió después su familia.
No se vieron el rey Carlos y su augusta madre
hasta después del fallecimiento de D. Juan, acaecido
tres años después. Pidió perdón el hijo y lo perdonó
la madre.
Después del destierro de doña Mariana, la Mo­
narquía quedó como barco sin timón. El que llegaba
a ser ministro todo lo distribuía entre sus parientes.
Semejante en esto a algunos ministros y poderosos
de la democracia moderna, repartía los beneficios en­
tre sus hijos y sus aduladores. De uno de ellos se
dijo en aquellos tiempos:
“ Y. viendo estas cosas,
respondió Don Pedro:
búsquane un pariente,
que me sobra un puesto” .
Lo que jamás se había conocido en la historia de
España, y es documento que da testimonio de la po­
breza de espíritu del infeliz monarca, es el decreto
© Biblioteca Nacional de España
que le hizo firmar de su mano e! primer ministro
D. Juan, que dice así:
■'No habiendo concurrido en las mercedes (pie con­
siguió D. í'ernando Valenzuela aquella libre y dila­
tada voluntad mía, que era necesaria para su valida­
ción y permanencia, ni en los merecimientos y ser­
vicios personales ni heredatios que le pudieran hacer
digno de obtenerlos, y por otras causas justas que
me mueve, he resuelto declarar por nulas dichas mer­
cedes y los títulos y despachos tpie de ellas se hubie­
ren expedido, mandando se recojan, anoten y glosen,
ejercitando las demás prevenciones en la forma que
convenga para que en ningún tiempo valgan y sé
I>ueda usar de ellas. Y ixjrque entre ellas es una el
titulo de grandeza para él y sus sucesores, que bajó
a la Cámara en decreto del 2 de Noviembre del año
Ijasado, mando que el original se ponga en mis ma­
nos, recogiendo y testando todos los papeles e ins­
trumentos en que hiciese mención de esa m erced;
porque mi intención y voluntad es que no quetle me­
moria de ellos en ninguna parte, queriendo por este
medio conservar a la primera nobleza de mis reinos
y a los que de ella están condecorados con el honor
de la grandeza en el esplendor que han tenido en to­
dos los tiempos, el cual decrecería si incluyese en el
número de los grandes un sujeto en quien no se ha­
llen ninguna de esas circunstancias que del>en con­
currir juntas en los que llegan a obtener este honor.
Y atendiendo, como los reyes mis predecesores, en
sus tiempos, a todo lo que puede ser mayor estima­
ción de tales vasallos y al desconsuelo en que se ha­
llaban, viendo a D. Fernando de Valenzuela tan des­
proporcionadamente incluido en su línea, he tomado
esta resolución, quedando, según ella, privado de to­
dos los honores y prerrogativas de que gozan los
Grandes. Tendráse entendido en la Cámara para eje­
cutarse asi y danne cuenta de haberse hecho.— En
el Buen Retiro, a 27 de Enero de 1677.—Yo el Rey.”
Pocas revoluciones ha tenido la España que se
asemejen a la que se conoce con el nombre de la
caída del “ Duende” . 1 .a estulticia del rey y la ceguera
de la reina gobernadora tienen semejanzas con los
errores y desvarios de los tiempos tleí sufragio uni­
versal, y numerosos mandatarios de! pueblo y minis­
tros de Estado han salido de la cuna y del oficio de
donde fué llevado D. Fernando Valenzuela. El pue­
blo, a veces, es tan ciego c«no la tmrfiada reina, y
tan ignorante como el débil rey que elevaron a Va­
lenzuela.
Esa historia fué conocida en Francia por las me­
morias de la condesa de Aulnoy; las leyó Víctor Hugo
y de ellas tomó el personaje a quien dió el noml)re
de Ruy Blas.
No se atrevió el insigne poeta a cargar sobre la
 REVISTA DE LAS ESPAl^AS
memoria de doña Mariana de Austria la injuria de
haber amado a uno de los lacayos de su palacio, y
eligió a doña María Ana de Neuburgo, menos co­
nocida en la historia, que perteneció por la sangre a
una familia que ha desaparecido, y que no tuvo re­
presentante que defendiese su honor y su dignidad
herida.
* * *
El drama de “ Ruy Blas” permaneció durante
treinta y cinco años guardado en el archivo de los
teatros de París. Ese nombre servia de emblema de
los republicanos y de los partidarios de la revolución
en la época del segundo Imperio. También lo toma-
l)an como bandera los enemigos del orden social.
Cuenta Sarah Bernhardt, en sus “'M emorias”, que
el día de la primera representación de un drama de
/Vlejandro Dumas, padre, el público pedia con gran­
des gritos: ¡“ Ruy Bla.s” , “ Ruy Blas” !
Caído el Imperio, se prestó oídos a la petición de
los estudiantes y de los admiradores de Víctor Hugo,
v el 26 de Enero de 1872 se representó de nuevo el
célebre drama favorecido por el mayor éxito que se
recuerda en las crónicas de Paris. Sarah Bernhardt
representó el papel de doña M aría de Neuburgo, y el
actor La Fontaine el de Ruy Blas. El triunfo de la
actriz fué el más estupendo de su carrera. Termina­
© Biblioteca Nacional de España
75
da la representación, ella vió caer a Víctor Hugo,
quien, a sus pies, tomando sus manos para hacer-
carias a sus labios, le decia: ¡ Gracias!, ¡ Gracias!
El drama representóse cien días seguidos, y el pú­
blico de París temblaba de emoción al oír exclamar
a su actriz favorita, con su voz de plata, vestida con
todo el lujo de una reina de E spaña:
"Don César, yo os doy mi alma. Soy reina para
todos, pero para vos soy sólo una mujer.
Por el amor y por el corazón, duque, yo os perte­
nezco” .
E ra la época de las grandes luchas entre los mo­
nárquicos, que deseaban sentar en el Trono de Fran­
cia al conde de Chambord, y los rqjublicanos, que in­
tentaban fundar la República. Estos creyeron que, en
verdad, una reina de España había amado con esa
pasión a un lacayo, y aplaudían, noche a noche, con
un delirio indescriptible, a Víctor Hugo y a la gran
Sarah.
Así se escribe la historia cuando no domina en
quienes la adulteran el respecto estricto de la ver­
dad; entran a fabricarla la imaginación y las pasio­
nes : a los demoledores del edificio social les sirve
de instrumento; y, valiéndose de esos medios, han
caído, en la antigüedad y en la edad moderna. Impe­
rios y Repúblicas que tuvieron días de grandeza y
supieron respetar tradiciones que honran a la huma­
nidad.
 CRÓNICA DE AKTE

EXPOSI CI ON DE BORDADOS
por Manuel Abril

AS señoritas María Concepción y María

Paz Alfaya y López han celebrado, en
los Salones de la Sociedad de Amigos
del Arte, una Exposición de bordados
populares segovianos. Es una de las
exposiciones más interesantes, de las
pocas exposiciones interesantes que se
nos han presentado en estos últimos tiempos. Hay en
ella pudiéramos decir que tres tipos de bordados, o, me­
jor dicho, tres tipos de ejemplares: ejemplares auténti­
cos, antiguos, de los siglos XVI al XIX, en uno de los
grupos; en otro, reproducciones exactas de los mismos,
tan exactas que se ha procurado emplear los mismos ma­
teriales, no solamente ya la misma disposición de dibujo
y de colores; y en otro grupo, por fin, aplicación a otra
clase de labores de los temas que se encuentran con di­
ferente aplicación en labores tradicionales. Entiéndase
que aun en este último caso, la operaría se limita a re­
producir el tema del bordado antiguo tal y como en
éste se encuentra; la diferencia de aplicación se limita
exclusivamente a que un tema que aparece en el bor­
dado original ornamentando una camisa, por ejemplo,
y en forma de cenefa, forma luego, unida la misma
cenefa varias veces, el macizo de un almohadón o de un
paño o de una mantelería.
Las labores que exponen las señoritas de Alfaya son
resultado de un doble trabajo: uno, de recolección y
búsqueda erudita, y otro, de propaganda y organiza­
ción fjcdagógica. Ocho años llevan estas dos hermanas
persiguiendo y estudiando los paños de siglos atrás que
andaban y andan perdidos por lugarejos y villorrios dei
llano y de la sierra segovianos. Una de las señoritas de
Alfaya es inspectora de escuelas en la provincia de Se-
govía; esto ha servido para que ella y su hermana pue­
dan haber llevado a cabo felizmente los dos aspectos de
su propósito: uno, el de recorrer toda la comarca hasta Retrato, por Ismael Blat.

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 R E V ISTA DE L A S E ST A Ñ A S 77

sus lugares más humildes, y otro, el de haber establecí' independiente. Ni el arte ni los discípulos ni nosotros,
do en cada escuela verdaderos talleres, gradas a los sus admiradores, habremos de echárselo en cara.
cuales existen hoy en la sierra dentó veintitantos pue- Y aún hay otro aspecto de interés en esta cuestión;
blos en donde la tradición del bordado popular de la
región se perpetúa de una manera sistemática y cons­
ciente.
Son muchos los aspectos interesantes de esta obra be­
nemérita. El primero, el de la catalogación, o, por lo
menos, registro documental que han emprendido estas
dos damas y que han emprendido con tanta escrupulo­
sidad que su labor ha quedado consignada en un libro
que sale en estos días a la venta y en el que se repro­
duce una cantidad enorme de bordados y se reproducen
a todo color. Otro aspecto de interés para las gentes
de la sierra es el industrial y comercial: el de encon­
trarse con un medio de vivir o, por lo menos, de ayu­
darse incomparablemente superior a cualquiera de los
que hasta ahora disponían. Una muchachita serrana se
encuentra en los meses del invierno imposibilitada de
trabajar al aire libre, por efecto de las bajas tempera­
turas; escasamente pueden algunas dedicarse a la reco­
lección de manzanilla y yerbaluisa, que Ies vale, en el
caso mejor, ocho y cuatro pesetas la arroba, respectiva­
mente; la venta de bordados supone, por lo tanto, para
las gentes que se encuentran en esta situación, un recur­
so precioso. Así, no es de extrañar que existan ya ac­
tualmente tres focos de producción que funcionan de
una manera constante y organizada, si bien no todavía
con la debida difusión, tal vez porque las señoritas de
Alfaya, que con tan perseverante actividad han asumido
la parte cultural de la labor, no han querido, por exce­
so de escrupulosidad, inmiscuirse en lo que se refiere
al negocio.
El aspecto pedagógico es también de consideración;
pero en ese preferiríamos ver entregadas a todas las dis-
cípulas a una tarea más audaz y más experimental, que
no sólo podría dar por resultado un nuevo arte popular,
sino que fomentaría desde luego las iniciativas persona­
les y la libre imaginación creadora del educando. Bueno un aspecto antropológico: parece, por ejemplo, que los
está que pueda en alguna parte conservarse y hasta per­ habitantes del llano estilizan en sus labores formas de
petuarse por reproducción el pasado; pero, desde el pun­ animales domésticos; en cambio, los habitantes de la
to de vista artístico, nos parece de esencial necesidad que montaña propenden a la estilización de formas geomé­
la fantasía pueda hallar el camino de la creación espon- tricas, abstractas. ¿A qué obedecerá esto? ¿La vida de
tímea; y, desde el punto de vista pedagógico, mucho reclusión favorece el desarrollo de las facultades abstrac­
más, pues en pedagogía importa mucho más que el tas o se presenta desde luego la naturaleza a los ojos
resultado concreto de una obra, el ejercicio de eman­ dcl montañés más cristalizada?
cipación y agilidad espiritual que adquiere la persona No es aquí lugar para entrar en conáderaciones de
cuando se le fomenta con destreza el ejercido de la esa dase; pero baste lo expuesto para hacer ver las múl­
intuidón y la inventiva. Las señoritas de Alfaya, por tiples perspectivas que ofrece el estudio que han lleva­
modestia, no se han atrevido ni siquiera a dejar que do a cabo estas dos damas españolas, estudio sobre el
glosen sus discípulas los temas antiguos e introduzcan cual habremos de volver cualquier otro día, cuando ten­
en ellos variantes a capricho. Hacemos votos porque gamos a la vista el libro de que hemos hablado y que
5C decidan pronto a una actuaedón más audaz y más recopila la perseverante labor de las dos expositoras.

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 78 R E V IST A DE L A S E STA Ñ A S
LA EXPOSICION DE NAVARRO RAMON
De nuevo en este salondto de “El Heraldo”, que casi
no es saloncito, aparece una exposición más interesante
que muchas de las que nos ofrecen los salones hechos
y derechos.
Este Navarro Ramón es un principiante; es joven; ex-
pone por vez primera; y, sin embargo, hay en él dos
cualidades importantes que llaman «la atención favora-
blcmente: nitidez en la dicción y sentimiento del pai­
saje; de la vida animal, sobre todo. Su oficio, aunque no
maduro, no es ya nada despreciable, y su sensibilidad,
es fina. Tres o cuatro de las naturalezas muertas expues­
tas podrían destacar justamente entre la balumba de
cuadros anodinos que estamos viendo a diario por esos
mundos de Dios, o más bien de nuestros pecados.
DIBUJOS MADRIGALESCOS
Ismael Blat ha expuesto en el Salón de la Biblioteca
una serie de óleos y dibujos. Son éstos los que más nos
interesan.
Ismael Blat es galante en sus dibujos.
Hay un género de arte que pudiera denominarse arte-
madrigal; y para ese arte, Blatt reúne excepcionales
condiciones.
Oleo, por Navarro Ramón.
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Cada vez que haga Blat un retrato, sea de caballero
o de señora, pero sobre todo de señora, deberán agra­
decer los retratados con la respuesta obligada al cum­
plimiento: “Es favor que usted me hace.”
O es una sociedad selecta, ¡vive Dios!, la que Blat
ha retratado—y ¡ha sabido escoger, por vida nuestra!—
o es que su lápiz galantea y embellece.
Sea lo uno o lo otro—galantear o escoger- , sabe ha­
cerlo, desde luego. Tiene las dos condiciones que hacen
falta para ello: saber dibujar muy bien y saber acen­
tuar con sutileza, no sabemos qué tópico detalle que ha
de hacer a la persona retratada no solamente bella, sino
—lo que es aún mejor—interesante.
N o hay una sola de las damas retratadas que no
nos traslade a los tiempos de la adolescencia ingeitua,
capaz de soñar un amor ante el retrato de una dama.
La que más y la que menos; la una, por su cuello de
cisne; la otra, por la ondulación de su pelo; aquélla,
por su frente, y aquella, por los ojos—graves, vagos—, o
I>or la comisura de los labios, sutilísima... nos transpor­
tan a un mundo de ensueño.
De ensueño... ¿De qué ensueño? ¿Qué es lo que en­
sueña, en realidad, el alma adolescente cuando sueña
mujeres de esta ciase? ¿Que es lo que a nosotros nos
encanta en esta serie de beldades atrayentes?...
Curioso psicoanálisis, por cierto, que se nos escapa
por ahora. Pues no podemos precisar dónde reside y en
qué la seducción de estas figuras...
Hay algo por lo pronto que se nos presenta como
cierto; es que su condición “femínea" influye en nues­
tra emoción. Admiramos un bizcocho de Chardin y no
pensamos, no obstante: “¿Dónde podríamos hallar mo­
jicones parecidos?” Admiramos la Venus de Milo, y
no pensamos tampoco “si pestañeara"... En esa región
del arte no pestañean nunca, ni las estatuas ni los es­
pectadores. N i hace falta.
Pero en esta región de las damas de Blat sí pensa­
mos: “¡Qué delicia!... ¿Quién será esta criatura?..." Y
hemos de reprimir—por insensato— un primer impulso
de saber dónde están aquellas damas.
Por eso ocurre que nosotros prefiramos, de entre los
dibujos de Blatt, los de damas y los de niños más que
los de varones.
Estos dibujos están, a nuestro juicio, en una linea que
va de la “fotografía artística” al "retrato de un desco­
nocido” . El retrato de fotógrafo tiene que estar, ante
todo, “parecido” ; es un documento humano; la ficha
gráfica de un ser que ha de reunir los datos necesarios
para ocupar su hueco en el archivo. El retrato del des­
conocido, en cambio, no tiene en absoluto que cumplir
esa condición: con que se nos muestre como algo sobre-
cogedor por sí mismo, ya es bastantc.
Los dibujos de Blatt están en esa línea y están en el
punto medio: superan, con mucho, siempre, a cualquier
 R EV ISTA DE LAS ESPADAS 79

posible dibujo fotográfico y no llegan a un dibujo, por
ejemplo, de Holbein, de Clouet, de Ingres o de Cuta-
maro.
¿Por qué supera a los dibujos, que a veces hacen a
base de fotografías, manos expertas en las artes del di­
bujo? Por la acentuación expresiva de que hablábamos
y por la condición fina y sutil del acento.
¿Por qué no llega a los dibujos de esos otros maestros
de la historia? Porque la acentuación se inclina más al
tic, a la habilidad en el toque de efecto, que la honda
concentración, quieta y callada, de los retratos maestros.
El madrigal busca el 'ncanto y la gracia; y lo que
gana en seducción lo pierde en profundidad.
Los madrigales de B litt son de una destreza excep­
cional y de una distinción de primera calidad, de rara
calidad dentro del género.

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 DONJUANISMO TCHECO
p o r F i d e l i n o de F i g u e i r e d o

U.^NDO chegud a Praga, tinha já esque- hoje um pouco paternal, e guarda aos franceses o scu

Ú ddo o arrazoado, com que me em- maior e mais agradecido apreco.

perdiana em reivindicar para a ima- Aqui está urna armacáo explicativa do scu syncretis-
ginacáo portuguesa aigum lugar na mo psychico, precaria embora como todas as que tocam
I immensa litteratura donjuanesca. ( 1 ). as espheras da metapsychica da historia...
Esquecera, porque muitas vezes estas Em breve algumas recordacócs transportam-me ao-
disquisicóes criticas sao só emprego du- meu longinquo mundo peninsular: no castello imperial
ma energia falta de melhor destino; a proássáo litteraria a opulenta “sala hespanhola"—hespanhola, porqué?— ;
pode ser tambem um sommatorio de negacóes. num'a das rúas principaes, de Prikopy, o palacio Ta-
E, longe de Tirso de Molina, do seu Burlador e da rouca, do ramo austriaco da familia portuguesa Telles
innúmera descendencia deste, embrenhei-me sem pro­ da Sylva; e no coracáo de Stare Mesto o velho theatro
grama pelos bairros evocadores do Hradchany, de Mala Standetheater, do qual todos os guias apontam o seu
Strana, Josefov, Stare Mesto e Nova Mesto. Sao os titulo de nobreza: “—^Aqui se estreou em 1787 o Do-.i
de maior attraccio para o viajante, porque nelles deco- /uan. de Mozart."
rreu boa parte da historia da Bohemia, attestada ainda E assim entro de novo no campo do donjuanismo, do
nas suas torres, templos e palacios; e essa historia, na qual vou achar um pequeño matiz novo, o da imagi-
epocha das guerras religiosas, reveste um real interesse nacáo tcheca. Donjuanismo puramente artistico, ortho-
humano. Sao tambem os mais pintorescos, porque bor- doxamente fiel ao seu tronco hespanhol, e nao vivi­
dejam o Moldava e o transpóem com sete formosas do como o que Portugal perfilhou, na nadonalisacáo
pontes, cada urna de sua epocha e com seu carácter: lyrica que fez do mytho de Fr. Gabriel Tellez, e ainda
Hlavklav, Stefanik, Svat-Cecha, Manes, Carlos IV, Le- mais receptivo que creador. Tudo que obscrvei na vida
gióes e Palachky, duas dellas cruzando frescas ilhas sodai de Praga, pelas rúas e pelos parques, pelos cafés
ajardinadas. e theatros, me fez o aspecto duma gente trabalhadora
Levava o espirito patente a todas as revelacóes desta e equilibrada, pouco propensa ao devánelo e a idealis­
inidacáo no mundo slavo, atravez da sua guarda avan- mos transviados, verdadeiramente “sage". A campanha
cada tcheca. da independencia e a reorganisacáo da nacionalidade
Encravado entre germanos e magyares, mas buscan­ absorveram talvez todas as capacidades devaneadoras
do sempre contactos defensivos com a civiÜsacáo lati­ dos tchecos; e o idealismo guardaram-no para a arte,
na, o povo bohemio receben influencias, de certo modo para a opera lyrica prindpalmente, idealismo a que nao-
opf>ostas, da cultura oriental e da occidental, e foi isso falta, aos nossos olhos meridionaes, traeos de ingenui-
que, fraguado pela sua longa e agitada historia, deu ao dade. A celebre opera nacional Prodaná T^evésta, de
seu carácter urna tempera peculiar. Vendo nos germa­ Smetana, sendo urna obra prima de musica e de carác­
nos adversarios, mas assirailando-lhes a cultura, levan­ ter, está composta em tomo dum libreto verdadeira­
tando dia a dia a magyarisacáo de varias regióes, o povo mente ingenuo. O nosso sentir peninsular naquelía si-
bohemio endereca aos russos a sua maior sympathia. tuacáo reaccionava com outra intensidade e punha na
expressáo do amor contrariado outro arroubo. Com-
prehende-se bem que o donjuanismo, quer na forma
( 1) y. Donjuanismo y anti-donjuanismo en Portugal. cynica do burlador de Sevilha, quer no matiz lyrico de
V . BoleMn de la Universidad de Madrid, números 2 y 3, 1929. Portugal, nao se de por entre as brumas da Bohemia.

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 R E V IST A DE L A S E SPAÑ AS
A obra do frade mercedario era talvez um grito de
rebeldía contra as restriccóes e intransigencias sociaes
em materia de amor e nascia dum meío, em que a si'
tuacáo da mulher era subalterna, aínda que compen­
sada pelo culto da belleza, da virgindade e do pudor.
A moderna igualdade social e politica dos dois sexos
matou o donjuanismo castico, porque tomou impossi-
vel a sedúcelo. Tirso de Molina nao poderla já hoje
lancar o seu Burlador, nem em Sevilha, nem fora della,
como Garrett já nao encontraría no gosto e na moral
de hoje repercussáo para a emoclo tragica do seu Frei
Luiz de Sousa. As noesas alteracóes sociaes vao tambera
escamotear emotividade aos valores estheticos accumu-
lados pela Historia. È como um thesouro, que se nos
desvalorisa na gaveta...
O donjuanismo tcheco, que pude rastrear nos meus
dias bohemios, c, pois, de pura technica artística, como
artísticas sao tambera as suas origens, que remontara a
Mozart. Recorda-las c recapitular um episodio da mes-
tría hospitaleira da gente de Praga, o seu alto gosto
musical, o seu cavalheircsco sentimento da justica. £
possivel que a esta ddade caiba a gloria immarcessivcl
de haver proporcionado a um dos mais puros genios da
arte os seus únicos dias felizes, dias de verdadeiro trium-
pho para um homcm iniquamente abandonado.
Em 1786, o pobre Wolfgang, com trinta annos, já
na plenitude do genio, mas sempre a bracos com a mi­
seria e com a cabala das malevolencias da córte vienne-
sa, pensava em expatriar-se, doído do fracasso, acinto-
sámente preparado, das suas TNÌupnas de Figaro—quan­
do o publico de Praga, nao menos cultivado que o de
Vienna, mas muito mais livre nos seus juizos, coroou
essa obra com o mais cstrondoso éxito. A opera entrou
na moda, sob forma de delirio, táo intenso e duradouro
que se exigiu a presenca do arlista. A Bohemia, posto
que incorporada no imperio austro húngaro, guardava
intactas as suas peculiaridades de gosto e tinha urna
vida cultural um pouco aparte, de modo que esse exi­
to era em certa medida, como urna reparacáo vinda
de estranhas máos. Os músicos, que executavam o Fi­
garo, os artistas e amadores mais illustres de Praga
dirigiram a Mozart urna mensagem convidando-o a
presencear o triumpho da sua obra e receber as home-
nagens dum publico de devotos. Rer^ido e bemdizendo
esses desconhecidos admiradores, que Ihe offreciam um
momentaneo allivio para o seu calvario de genio c de
pobreza, Mozart partiu com a esposa em Janeiro de
1787 para Praga e allí passou, hospede do conde de
Thun, urnas semanas de sonho. Foram tantas e táo
emocionantes as provas de carinho e estreita identifica-
cao com a sua arte que Mozart quiz retribuir de modo
perduravel e prometteu a esse generoso povo de Pra­
ga escrever para elle expressamente urna nova opera.
Logo o emprezario Rondini Ihe recolheu a palavra por
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81
um contracto. No principio da estacào inmediata o
publico tcheco teria a sua nova partitura.
Já de regresso a Vienna, o Padre Lourenzo da Pon­
te, libretista seu alliado desde as J^updas de Figaro,
propoe-lha para thema a lenda de D. Joào. Em breve,
o libreto estava escripto; a composicao da musica é que
foi successivamente retardada e só se concluiu em Pra­
ga quasi á hora da estreia. Ainda hoje se mostra a
casa, onde Wolfgang compós a sua obra prima, a Villa
Bertramka, no bairro Smichov, á margem da rua Mo­
zart—rua Mozart em recordaclo desse episodio inde-
level da historia da musica e da historia de Praga.
A 29 de Outubro de 1787, estreava-se o Don Juan,
regido pelo auctor. O que foi essa notte de triumpho,
dizem-no todas as biographias do mastre. Nunca mais
o publico praguense esqueceu a sua opera, sua porque
Ih’a offertala Mozart agradecido. Ella està ainda hoje
no repertorio dos tres theatros lyricos de Praga, can­
tada em tcheco e allemao, e os incontaveis cafés-con-
certos da cidade incluem sempre nos seus programmas
seleccóes da opera inmortal.
Antes de cinco annos Mozart morria. Em 5 de De-
zembro de 1791, a fadiga e a desillusào rendiam-no.
Atc ao ultimo instante dominou-o a obsessào do seu
Requietn inacabado, affirmam os seus biographos. Mas,
se nos derradeiros momentos de lucidez, ao seu sonho
de arte se sobrepusesse a recordacào dos homens e das
suas miserias, e recapitulasse num rapido palanco a sua
vida curta e amarga, haviam de resaltar, atravez dos
seus desengaños, como clateiras de allivio, as duas es­
tadas em Praga, no seio do povo que mais o amou e
primeiro que nenhum Ihe fez justica completa.
A recordacào deste facto acaba de me render. Um
povo, que a cada momento e publicamente confessa a
sua gratidào aos estrangeiros, que reconhcceram a sua
personalidade histórica e ajudaram á sua emandpacào,
como Ernest Denis e Wilson, um povo, que em certo
momento soube transfigurar em ascensào gloriosa o cal­
vario de Mozart, e que é tao vibrátil á belleza e à jus­
tica, bem merecía a sua independencia e tem grandes
destinos a cumprir no caminho da cultura e da paz.
E aquelle vago donjuanismo, que me occupara um
momento nas térras de Hespanha, é afinal um elo novo
a prender-me às gentes bohemias.
Aparte as circunstancias particularmente sympathicas,
em que se gerou a obra, e o seu relevante significado
na historia da musica, no seu aspecto de innovacáo tech­
nica c contributo para a crcacáo da opera allemá e de
annuncio do romatísmo musical, a partitura de Mozart
é um marco esscndal na evolucáo da lenda de D. Joáo.
A tecetura do libreto está já muito longe da pureza do
entrecho de Tirso que Da Ponte e Mozart nao teráo
talvez utilisado. Mas o libretista nao precisava de sabir
do ambiente litterario da Italia, nem o compositor do
 82 REVISTA DE LAS ESPACIAS
ambiente musical da Allemanha e Austria para encon-
trar, já feito e com a sua carreira, todo o entrecho da
lenda. Sómente, a sua allianca, nao foi duma plena
concordancia. O libretista, com o duplo carácter joco­
serio do seu entrecho, e com a creacáo desse pittoresco
typo de Leporello, manteve D, Jcäo na sua physiono-
mia de simples gozador ardiloso, insaciavel e sem escrú­
pulos, mas valente na hora dos riscos, seja urna espada
rival, seja a ameaca das sancçôes do outro mundo. O
seu poder de fascinaçâo nao é tâo grande que crie na
conscienda de Anna de Ullôa o doloroso conflicto en­
tre O amor pelo seu algos e o dever de o perseguir
como assassino do pae. A força realista, a vibraçâo hu­
mana concentrou-as Da Ponte nesse inolvidavel Lepo­
rello. E o proprio carácter deste acolyto envolve a inap-
tidáo do libretista para ver em D. Joào mais que um
burlador. A grandeza dramática está toda na musica,
porque a imaginaclo de Mozart subiu muito além do
realismo de Da Ponte e porque a creacáo do typo de
Leporello significou para o musico urna depuraçâo do
carácter de D. Joáo—agora sem as inferioridades que
Ihe assacára Molière, porque se deslocam para o seu
acolyto. N a sua inspiraçâo musical, Mozart expressou
com grande emphase a ansia que pungia no fundo do ser
de Tenorio e, fossem embora desejos sem transcendencia,
essa coragem de por no primeiro plano o egoismo dos
sentidos como força infrene—cuja responsabilidade T ir­
so imputava a Deus—é um prenuncio do individualis­
mo sentimental dos románticos e suggeriu logo a inter-
pretacäo de Hoffmann. O phantasiador de Königsberg,
ouvindo a opera, percebeu de prompte como aquelle
conceíto do typo lendario era novo e possuia seu dyna-
mismo, sua força determinante. E, na sua receptividadc
poderosa, immediatamente Ihe sentiu o influxo promo­
tor e o retirou da sua indecisáo. Assim nasceu o D. Joño,
de Hoffmann, segundo expressa confissâo do escripter
ao seu amigo Th. Gottlieb von Hippel. Foi a musica de
Mozart, nâo o libreto, burguêsmente confinado, que en-
gendrou esse novo D. Joâo romantico, sempre sequioso
de amor e belleza, mas perseguindo atravez das suas
aventuras um ideal, que Anna de Ullôa personifica, e tâo
fascinador que rende essa mesma Anna de Ullôa, incan-
savel a clamar vingança. Deste D. Joâo torturado de in-
adaptaçâo, ansioso de infinite, descendem todos os Te­
norios románticos e transcendentalisados, como elle pro-
veio directamente de Mozart, nascido e acclamado no
seio do bom povo de Praga.
* * * Jan Konupek é um insigne gravador da Bohemia,
Para a iconographia donjuanesca achei em Praga duas
contribuiçôes apredaveis, nSo sô pelo seu merito artis­
tico, mas tambera pela opportunidade. A interpretaeäo
plastica do D. jeáo ha pouco posta a correr por Gre­
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gorio Marañón, Pérez d’Ayala c L. Salaverria, repre­
senta ura typo effeminado, que nessa insatisfeita fluc-
tuacao amorosa apenas disfarca a sua incapacidade
para o vigoroso amor, illudindo-a de ostentacào ga-
barola. É o D. Joao, que Marañón deduz das fichas
do seu archivo clinico, que Pérez d'Ayala exem-
plifica no Vespasiano do seu Tigre Juan, e Salaverria
reconstitue na sua tela; a physiologia, o romance, a pin­
tura e até 0 thetro, porque o romance de Pérez d'Ayala
foi adaptado por Luis de Hoyos a scena. Parcce-me
que ha aqui um equivoco bem patente. Urna coisa é o
carácter de D. Jcào, da lenda creada por Tirso de
Molina, e outra a molestia social que era Hespanha se
chamou “donjuanismo”, por virtude duma recordacSo
litteraria, corno ao desinteressado e militante amor da
justica se chama "quixotismo". O. D. Joào é suscepti­
ve! de infinitas interpretacàoes, como exuberantemente
excmplificam as obras de todos os generös e de todas
as ìitteraturas, mas essas interpretacóes reduzem-se es-
scndalmente ao significado attribuido á volubilidade
trèda do aventureiro. Nessa perseguicao insatisfeita do
amor, a imaginaeäo humana vasou quasi todos os re­
cursos da sua syrabologia, desde o simples cynismo go-
zador até á mais transcendente idealisacáo. Quasi tedas
as philosophias da vida tém sido perfiguradas nesse typo
immortal, sobre cuja cabeca se accuraulam todas as con-
demnacóes, a decepcäo do amor, o limitado da vida, a
sanecao do alem. Mas esse D, Joao, atravez de toda
essa carreira, de perfiguracóes multiformes, mantinha a
sua varonilidade, a sua valentia, certas fidalguias—prin­
cipalmente se apartarmos da galeria as interpretacóes de
Moliere e Lord Byron, demasiado arbitraria na concen-
tracáo de cynismos a primeira, immoderadamente auto-
biographica a segunda.
A propria iconographia donjuanesca nos confirma a
perduracáo desta exuberante virilidade, atravez dessa
selva de versóes parcellares. As representacóes pictóricas
de D. Joáo nao sao comparaveis em numero e qualida-
de ás litterarias e musicaes. Predomina a imaginaeäo
francesa com os quadros de Delacroix e Johannot, as
gravuras de Brissart e Boucher, e as aguas fortes de
Lalauze; da Inglaterra temos o quadro apresentado em
1917 por Sir Otto Beit; de Hespanha a tela de Sala­
verria; de Portugal a aguarella de Alberto de Sousa
para a capa da traduccào de Zorrilla por Julio Dantas;
e da Bohemia o album de aguas fortes de Jan Konupek.
Foi ainda em Praga que eu achei urna aguarella don­
juanesca assignada por Louis Icart.
membro da Sociedadc de gravadores Hollar-assim cha­
mada em homenagem ao fundador da escola tcheca de
gravura, Wenceslau Hollar, que errando pela Europa,
no seculo XVII, após a batalha da Montanha Branca,
deixou dispersa urna grande obra. Konupek tem-se ap-
 R E V I S T A DE L A S E S P A Ñ A S
pÜcado com preferencia á intcrpretacáo de lendas de
origem litteraria, o Hamlet, Macbeth, o Inferno de Dan-
te. D. Juan.
Do ultimo mytho o cyclo completo comp5e-se, na re-
constituicáo plastica de Konupek, dos doze seguintes
episodios: Em frente do espeiho; 'Ño jardim real; Pri-
meira amante; Assassinio; Aventura insignificante;
tempestade; Duvida e amor; Duello; Tn'umpfio do día-
bo; Consciencia; Uhimo banquete; Expiacáo e firn.
Nestas doze aguas-fortes é diffidi discernir a visño
plastica de D. Joáo. A difficuldade nao consiste na iden-
tificacáo, como no quadro celebre de Delacroix, A barca
de D. Joáo, em que a irmandade do perigo a todos
confunde; a difficuldade provem do proprio concdto
que o artista se formula do mytho. D. Joáo é urna
transfiguracáo humana do diabo, é como um Anti-ehristo
subvertedor de todas as leis moraes; importa mais o
conjuncto das suas situacóes que a sua individual phy-
sionomia. É cobarde e traidor. Ha no seu carácter me­
nos voluptuosidade que impulsos de feionia. De masca­
ra, indistíncto como visáo movente, o D. Joáo, de Konu­
pek, nada oppóe á intcrpretacáo marañonesca, mas al-
guma coisa accrescenta á historia plastica da lenda. Aín­
da que o espelho Ihe descubra o nada da vida, prosegue
a sua carreira de surprezas traícoeiras, e na traicáo, na
fuga e na fria crueldade nos apparece quasi sempre.
Foge dos homens, dos caes, dos elementos em furia;
mata o pac á vista do leito da filha; surprehende urna
monja aos pes de Christo, sempre de mascara. Só urna
vez se bate valorosamente contra muitos; e sem masca­
ra, só urna vez se defronta com a propria consdenda
povoada de espectros e phantasticos anintaes, harpías,
em que ha recordacóes amargas da belleza das suas vic­
timas. Ncm com duas espadas vence essa turba que re­
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dama vinganca. O conceíto satanico do artista tcheco
é bem expresso numa espede de tragico daltonismo emo
contraste do empastado e do tracejado incerto do de-
senho, sem a dureza e a regularidade da xilogravura,
deixando grande margem á dedfracáo interpretativa
dum mundo para alem da realidade.
Pdo nome e pela marcáo do papel, Louis Icart é
talvez um artista francés, que de Paris explora o gèsto
donjuanophilo do publico de Praga. O seu Don Juan a
urna “pointe-séche" polychromada. O seductor c bem
masculo, de mascara, todo em seda, camisa branca com
folhos em nuvem, calcóes e meias negras. È galhardo e
valente, bate-se contra um grupo, de que se véem as
espadas em riste na sombra das folhas movedicas. Se­
reno, confiado, protege com o braco esquerdo a amante,
aninhada contra elle, formosa e curiosa, mais do que
medrosa, á porta de casa apalacada. Nem capa, nem
bandolim, os instrumentos obrigados da sedúcelo ro­
mantica, mais persuasiva que batalhadora, nos olhos
aínda a mascara, petrecho do D. Joáo classico, de Se-
vilha, quando se seduzia com methodos florentinos de
diada e punhal.
Náo é difficil dizer qual a fonte litteraria do symbo-
lo diabolico de Konupek e do episodio cavalhdresco de
Icart, mas é bem patente que o artista francés ou
afrancesado, que de Paris exporta para Praga as suas
estampas donjuanescas, ve no Tenorio um caso de exu­
berante virilidade, robustez, volupía e heroísmo, trans-
viado embora. È, pois, um voto em contrario da tela
de Salaverria, como a sua virente moddade se oppóe
áquelle D. Joáo serodio, carregado de barbas outomni-
cas, da aguarella portuguesa.
Lisboa, Dezembro de 1929.
 EL ALMA DE
Cómo la ve el pensamiento inglés
p or E. A r r o y o L a m e d a
L espectáculo de uii inglés que juzga
la psicología política de los hispano­
americanos, es siempre, y cuando me­
nos. interesante. E l am pie hecho de
la vasta diferencia entre el ángulo de
visión ]>nlítico de un cives Britannicus
y la de un ciudadano de nuestras de­
mocracias, reviste los pareceres que emita de una
significación preciosa.
Tan preciosa significación la revestirían, también,
las impresiones del mismo orden que con toda fran­
queza e ingenuidad registrase un observador hispa­
noamericano en la Gran Bretaña. Para el caso debe­
mos sujwnerlo desprovisto de animadversión o admi-
romania. Y lo que sería mejor, en una condición de
hispanoamericanismo crudo, nada influido de c o m e n ­
tes extranjeras.
:Cómo va a ver el señor l)ritánico nuestros curio­
sos escarceos, nuestra reversión de ciertos valores,
nuestra evolución emergente? H ay que recordar que
es un hombre habituado, pudiéramos decir, por gene­
raciones, a un mecanismo gubernativo que sólo tiene
rival en Suiza y en los países escandinavos. Es seguro
que al principio no se siente como en su casa. Des­
pués, todo dependerá de la dase de hombre que sea.
Si se envuelve en magnifícente superioridad, puede
que lo halle todo insufrible; si es poco e.sforzado, pero
sincero, declarará que sencillamente no logra com­
prender nada; si es esforzado y humilde hallará que
lo que presentaba a])ariencias de laberinto es de no di­
fíciles entrada y salida.
l-a suma total de humanidad es grande en la histo­
ria de nuestra América y no se necesita ser un desci­
frador de enigmas para dar con su clave. Nada hay
más accesible. Sólo el desdén, la altanería o el provin­
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AMÉRI CA
cialismo mental, puede nublar los ojos del observador.
H a habido mdehos que nos han visto al disfavor
de esos nublos. En realidad, buena parte de lo malo
que nosotros mismos pensamos acerca de la América
de que somos pobladores, ha sido manufacturado en
otras latitudes. Y muchas veces por gente que ni si­
quiera ha deseado tener razones para simpatizar con
nosotros.
El ejemplo más reciente de criterio británico apli­
cado a nuestra historia, lo tenemos en la obra “ Liber­
tad y Despotismo en la América Española’’ (i). La ha
escrito el profesor Cecil Jane, un temperamento de
historiador, un hanbre con extraordinario equipaje
de hechos y estudios; un espíritu animado de espon­
tánea simpatía por aialesquiera culturas de origen
hisiKino. incursión del señor Jane en tan vasto do­
minio viene jM'ecedida de un sólido conocimiento de
la historia de España. Su penetrante ensayo sobre el
Padre Las Casas da idea de sus conocimientos del
período colonia!. Actualmctne traduce los documen­
tos más importantes relacionatlos con los tres viajes
de Colón a las Indias, y en las anotaciones que hace
a este difícil trabajo, así como en la introducción acer­
ca dcl tozudo navegante, el menos versado puede ver
que se halla ante una erudición de primer orden.
En “ Libertad y Dcs]X)tismo en la América Espa­
ñola’’. hay. cuando menos, un serio esfuerzo por
entendernos. El autor, insatisfecho con los puntos
de vista en que otros se han colocado, se enilrarca
en una concepción personal. Deja a un lado las an­
tipatías que tan fácilmente asaltan ai que se arries­
ga en lo diferente y no se deja mantear por sus pro-
(1) Liberty and Despotism in Spanish America—by Ce­
cil Jane—-Oxford A t the Clarendon Press. 1929.
 R E V IST A DE L A S E STA Ñ A S
pias simpatías. Sabe que tiene entre manos algo se­
rio V grande: se acerca al asunto de su estudio con
un caballeroso respeto. Lo cual no quiere decir que
pase i>or alto los defectos de bulto; que se haga diá­
fano tan sólo para lo favorable. Conviene en la fre­
cuencia del desgobierno en los anales de nuestras Re­
públicas ; en la ])ropensión al gobierno despótico de
que hemos sufrido en varias épocas : en el menudeo
de revueltas civiles ; en el amorfismo de que han dado
señales los senecios públicos ; en la falta de ciuda­
danía orgánica. Pero no se tapa la cara como la Ver­
gonzosa de Pisa ante Noé desnudo. Se remonta a los
orígenes de los pueblos que obsem-a, escudriña pru­
dentemente y halla al fin una explicación de ningún
modo aventurada.
Es aquí donde la nueva obra difiere de todas las
demás que sistematizan la historia hispanoamerica­
na. Parte de los mismos datos, pues no pretende ha-
l>er descubierto nuevos documentos ; contrasta la rea­
lidad de los hechos con muchas excelencias raciales
en que firmemente cree, y es entonces cuando ex­
polie su propia interpretación.
• * ♦
Sabemos que la historia de Hisiianoamérica, con
sus medros y desmedros, es explicada por alguno.s
como secuela inevitable de las condiciones geográfi­
cas; otros insisisten. de acuerdo con el materialis­
mo histórico, en derivarla de los factores económi­
cos: un buen mimero da el primer lugar entre los
factores históricos a errores gubernamentales que
han venido cometiéndose desde los días de la Colo­
nia: por último, hay los que ponen el debe y el ha­
ber de nuestros anales al capitulo raza.
Todas estas explicaciones, como siempre ocurre,
satisfacen no pocos centenares de ca.sos, pero dejan
fuera un número considerablemente mayor. Son re­
des toscas de las que se fugan más peces de los que
entran. I.os sistematizadores de la historia, así como
los de la filosofía, obedecen, empero, a una ley de
cooperación inintencionada; cada uno de ellos, cre­
yendo tal vez que levanta una completa fábrica, sólo
construye una celdilla, y la total arquitectura no vie­
ne a existir sino cuando se juntan y coordinan las
dispersas labores individuales.
Es cosa bien sabida que en el grupo de los siste­
matizadores de nuestra historia los hay de sobresa­
liente mérito, y la colmena es ya nuestro orgullo.
que muchos pueden a veces lamentar es que algunos
de le« mejores obreros, llevando al ápice disciplinas
cientifica.s un tanto venidas a menos, en afán plau­
sible no obstante lo descaminado, han querido redu­
cir la realidad de quinientos años, y de magnitud
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espacial inaudita, que es la vida de la América E i-
l>añola, a dos o tres binomios de Sociología. Si las
teorías fueran siempre, como algunos lo piensan, to­
talmente inofensivas, tal presunción tendría a lo me­
nos el mérito de un deporte imaginativo; pero en la
realidad no son tati inocuas; más de una, en lo que
a nuestro mundo respecta, ha dejado estela de ab­
surdos en el terreno de la política práctica.
El autor del libro que nos ocupa, aun cuando cui-
<tadoso, no es riguroso. Da a veces la impresión de
que se atiene más a una especie de instinto histórico
que al razonamiento matemático, lo cual dicho sea
en su elogio. Sus puntos de vista, sin llegar a ser
conchiventcs. pues en terreno tan in s^ u ro ccxno el
de la historia nada puede plantarse en firme, son es­
timulante en alto grado y se aproxima a los proble­
mas de nuestra historia con una simpatía que nada
excluye, ;Q ué diferencia de los que en países an­
glosajones han medido a nuestros hombres con la
misma vara que al Protector Cromwell o a I.ord
Qive! ¡Sólo por casualidad no les han reprochado
que no guardasen el domingo con el rigor de los aiá-
queros y puritanos! M r. Jane abunda más bien en
esa actitud de respetuosa observación de las circuns­
tancias ajenas, de que también han dado hermoso
ejemplo Cunningham Graham y Havelock ElHs.
De paso, es oportuno recordar que, si puede ta­
charse a los ingleses de injustos al juzgar la Con­
quista y Colonización españolas de América, hay que
admitir que en general han sido amplios y equitati­
vos en sus juicios acerca de nuestras democracias.
Esto a pesar del inevitable residuo de incomprensión,
l ^ r d Rryce, veterano en aforar instituciones y pue­
blos. al dedicar un libro a la América del Sur. dió
nuevas pruebas de su penetración y de su libertad
de prejuicios. Es lástima que una especie de timidez
ante nuestras peculiaridades le impidiese hacer un
estudio más sostenido. Sus opiniones, con todo, aun­
que no trabadas en sistema, son memorables. Algu­
nas, es cierto, disuenan. Así, cuando se refiere a Bo­
lívar. ol«erva que la fama del héroe es muy superior
a sus méritos. Otros publicistas ingleses incurren en
más obvias ligerezas. El Sr. Akers. autor de una his­
toria de la América del Sur, que abarca cincuenta
años ( 1854- 1904), al entrar a hablar de Bolivia pre­
viene a sus lectores del atraso de la hermana Repú­
blica, Y pasa a darles una idea de los extremos de
ese atraso. ¿Cómo? En una simple anécdota de seis
líneas. U n cónsul de Holanda en Bolivia, nos dice,
había sufrido serios perjuicios a causa de actos ile­
gales del Ejecutivo. A fin de quejarse, se personó
ante el Presidente, quien le manifestó que nada po­
día hacer en su favor. “ Pero, señor, objetó el fun­
cionario extranjero, yo soy cónsul de los Países Ba-
 86 REVISTA DE LAS ESPA:f:[AS
jo s”. El Presidente, con toda caima, replicó: “ Bien,
yo estoy a la cabeza de los Países Altos, y si usted
molesta, lo haré llevar a la cárcel y guardarlo debi­
damente” . Un historiador como éste, aunque bas­
tante leído en la Gran Bretaña, no nos hace mayor
daño gracias a que hay otros, como M r. Jane, que
ven nuestro panorama con distintos ojos. Y que al
historiar no se basan en anécdotas.
E l postulado fundamnetal de la obra de M r. Jane
es que una cualidad del espíritu hispano explica nues­
tros éxitos y dificultades. Esta cualidad, que él con­
sidera típica, es la de aspirar a lo acabado, a lo per­
fecto, sin disposición a transigir con la menguada
realidad de las circunstancias. Esto, en el terreno
moral, es el desiderátum, pero en el terreno políti­
co nos hace dar incontables traspiés. Queremos per­
fecta libertad y gobiernos de perfecta eficiencia : una
parte de la comunidad pone el énfasis en la perfecta
lil>ertad ; la otra, en la rematada eficiencia. Como
ninguna de estas aspiraciones es alcanzable, se cae
en ¡a insatisfacción y la inestabilidad consiguientes.
Al fin no se logra ni lo uno ni lo otro, sino en grado
muy imperfecto.
El profesor Jane reconoce que lo mismo ocurre en
todos los países, pero no en el grado de intensidad
que en los pueblos hispanos. E n los pueblos anglo­
sajones se ha transigido desde un principio con los
inconvenientes de la época y el medio, y de transac­
ción en transacción se ha llegado a una condición de
equilibrio; el hispano no admite la transacción sino
con suma dificultad, y esto lo impele a la revuelta
y al desorden civiles. ¿ Por qué es que en diversas
ocasiones han perdurado tiranías en la América
española? No por abulia del mayor número; tam­
poco por un individualismo de ostras, desentendido
de todo interés público; menos aún por innata ce­
guedad política. Es tan sólo porque los Gobiernos
despóticos tienen apoyo en el vasto número de los
que, consciente o subconcientemente, prefieren la efi­
ciencia a la libertad.
Este modo de ver es, desde luego, atrevido y al­
tamente controvertible. H asta cierto punto nos ha­
laga porque deja al pueblo en el concepto de sobe­
rano que escoge un duro método de gobierno en vez
de ser el siervo que lo sufre por no poder hacer otra
cosa. El autor ampara la tesis en una argumentación
cerrada, con arreo de ejemplos y citas históricas que
demuestran una gran versacnón en lo que tiene entre
manos y un convencimiento firme de que el alma de
España se continúa sin alteración en el alma de Amé­
rica.
Veamos cómo aplica el autor su tesis a un caso
concreto. ¿ Por qué tardó tanto en llegar el momento
de la independencia de las colonias españolas de Amé­
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rica? ¿Po rqué no empezó el movimiento de sece­
sión en 1700 ó en 1750 en vez de 1810 ? Muchos pen­
sarán inmediatamente en las campanadas de la Re-
volucinó Francesa. No. Ocurrió, sencillamente, que
hasta las postrimerías del siglo x v iii el Gobiernu de
América, malogrados sus defectos, se acomodaba al
“ idealismo” político de la raza; era genuinamente
hispano en su combinación de eficiencia a la espa­
ñola y libertad a la española. En las postrimerías del
siglo x v iii, los Monarcas españoles, influidos de
ideas francesas, entraron en una serie de reformas y
medidas, taled como la expulsión de los Jesuítas, la
libertad de comercio internacional, y la mayor auto­
nomía local, que chocaban con los conceptos raciales
de la religión y la autoridad. Este liberalismo, le­
jos de granjear a España la gratitud de América, le
enajenó su adhesión. “ Carlos I I I fué el verdadero
autor de la Independencia” , concluye el j)rofcsor
Jane.
En definitiva, no cree él, como nuestros hi.storia-
dores, que la liberalización del ra im e n colonial acae­
ció muy tarde para poder destruir los gérmenes se­
paratistas : al contrario, los gérmenes separatistas
se cultivaron precisamente en el caldo de las medi­
das liberales.
Todas estas maneras de ver son exasperantes a
cuantos se han familiarizado con los puntos de vista
tradicionales en nuestros historiadores. Pero por lo
mismo que son insólitas, en virtud de su misma no­
vedad, merecen una detenida atención. Al recorrer
las páginas de “ Libertad y Despotismo en Hispano­
américa” , uno va de sobresalto en sobresalto ante
aserciones siempre inesperadas. Todo esto hace que
la obra nos interese profundamente y que nos des­
pierte la ansiedad de revisiones y posibles rectifica­
ciones al ideario familiar. En definitiva, enriquece
la introspección hispanoamericana tanto como la que
más y nos arraiga en la creencia de que poseemos
una personalidad que ninguna influencia corroe; que
debido a su propia fuerza íntima no podrá menos fjue
crear una nueva civilización.
El siguiente párrafo nos suena como una parado­
ja, y sin embargo, tal vez sea la verdad misma: “ El
hispanoamericano es, y sientpre ha .sido, intensamen­
te conservador por temperamento. Es, naturalmen­
te, afecto a lo antiguo; se aferra a las creencias de
sus antepasados y no es realmente susceptible al mo­
dernismo teológico. El modo de vivir que desea es el
de Castilla, y tanto como ha sido posible ha reprodu­
cido en el Nuevo Mundo la atmósfera del Viejo. Le
es radicalmente antipática la premura y ajetreo de la
vida moderna; nunca ha experimentado esa especie
de actividad sin reposo que caracteriza a los estado­
unidenses. Prevalece en él la pasión por España y
 REVISTA DE LAS ESPAI^AS
no por Nueva York o Chicago; siempre se ha pre-
ocujado más de la belleza que de la utilidad, y lo
nuevo no lo atrae por razón de su novedad.”
Los hispanoamericanos nos hemos creído siempre
ávidos hasta la imprudencia de cuanto signifique no­
vedad. Con frecuencia nos hemos censurado a nos­
otros mismos este amor de las últimas modas euro­
peas o unidenses; esta incontenible seducción por la
teoría que aún lleva el calor del horno, así en políti­
ca, como en literatura, ciencia o arte. Pero tal vez
esto sólo sea cierto de un restringido número del
grupo de los hombres que viajan y se cultivan, pero
no de los que forman la extensa base de la pirámide.
Si se observa la vida hispanoamericana, no en las
capitales, sino en las ciudades de provincia y en los
campos, no es posible negar cierta dosis de misoneís­
mo. ¡Y tal vez una fuerte dosis! E n las capitales, en
cambio, hay una fiebre por todo lo más nuevo, así
en lo intelectual como en lo comercial e industrial.
En cuanto a la “ pasión por España” nada me atrevo
a decir; es de aquellos sentimientos que bien pueden
ser. bien pueden no ser ciertos. Faltan estadísticas,
ctuno dicen los banqueros. Sólo es bien sabido que
España no es, ccnno debería serlo, el país favorito
de nuestros p e r^ in a je s , más ello podría atribuirse
a la falta de instituciones y facilidades análogas a las
de otros países y no a parvedad de interés y afecto
por la "madre patria” .
Adelantándose a la objeción de fiebres innovadoras
tales como la reciente legislación agraria mejicana, a
base de ideas comunistas, M r. Jane observa que la
aparente novedad es sólo un caso de atavismo, y que
lejos de contradecir, abona sus ideas. Méjico, al dar
este paso, lo que ha deseado es regresar, por medio
de la destrucción de la latifniidia, al orden antiquísi­
mo de ¡a preconquista.
Firme en su plan de explicar toda la armazón his­
panoamericana por antecedentes españoles, el pro­
fesor Jane delinea una opinión que no habíamos oído
antes: la de que nuestros Parlamentos no son, como
lo créanos, ile origen anglosajón, sino que nacieron
del cahUdo abierto que en varias ocasiones se practi­
có durante el inicio de la guerra de la Independencia.
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“ Fué en estas Asambleas (los cabildos abiertos), en
las que recibieron sus poderes los primeros miembros
del Poder ejecutivo, y fué en ellas donde se apro­
baron los borradores de las primeras constituciones”.
Esto explica, según el profesor Jane, la clara dife­
rencia que existe entre los Cuerpos representativos
hispanoamricanos y los de otros países. Sea como
fuere, es lo cierto que así como los cabildos, abiertos
o cerrados, no llegaron a ser nunca en la práctica
genuinamente representativos del pueblo, sino crea­
ciones e instrumentos del Gobernador, Capitán gene­
ral o Virrey, de igual manera hemos visto frecuente­
mente en los países hispanoamericanos que los Par­
lamentos han sido creados de una costilla del Ejecu­
tivo, y han estado al servicio y a la sombra de este
Poder.
Fué lástima grande que América no heredara el
admirable Concejo de la Edad Media española, sino
su apocado descendiente, el Cabildo. Los primeros
fueron instituciones profundamente democráticas, na­
cidas del pueblo y responsables al pueblo; los segun­
dos estaban constituidos por funcionarios que com­
praban la posición y tan tristemente supeditados al
gobernador de la provincia, que se dió el caso de re­
gidores reconvenidos por la autoridad ejecutiva por
no haber asistido a misa el domingo.
Pero no hay que ponernos a llorar nuestras culpas
de hace más de cien años, ni aun otras mucho más
recientes. Eso no sería ni varonil ni moderno. Lo in­
dicado es mejorar el presente a toda costa y prepa­
rarle fecundas premisas al porvenir. ¿Cuál es el ca­
mino? “ Sajonizarnos” , diría Sarmiento. Probable­
mente lo mismo nos repetiría Lugones. El publicis­
ta inglés, de acuerdo con grandes pensadores nues­
tros, al unísono tal vez con la más intensa opinión
colectiva de Hispanoamérica, piensa que el mejor ca­
mino es, precisamente, aquel cuyo trazo comenzó en
Palos de Moguer cinco siglos atrás : un camino his-
¡>ano. El pobre atajo de esos días es ya calle impo­
nente. Y no tardará en ser avenida suntuosa hacia
nada tristes destinos.
I.ondres. Enero de 1930.
LA P A T R I A DE C OL ÓN
por el P. Dr. Fritz Streicher, S. J.
(C o n c lu s ió n )
2. L o s doeutnenlos italianos.— Los 138 documentos, pro­
cedentes, sobre todo, de archivos notariales de Genova y
Saona, que han sido reunidos en la Rocalla Colombina de
Belgrano y Staglieno, provienen de! período comprendido
entre 1429 y 1578, y se refieren a miembros de una íamilia
Colombo {44) muy ramificada en Italia Septentrional y es­
pecialmente en la Riviera. Inútilmente se busca, en estos
instritnientos notariales, el poder probar, con seguridad ab­
soluta, la identidad del italiano Colombo con el español
Colón, E n 1904, descubrió U go Assereto, dos documentos
notariales de 23 y 25 de Agosto de 1479 (45), el s^undo
de los cuales enriqueció a la investigación colombina fijando
el año del nacimiento de Cristóbal (1451). Este documento
ofrece también un auxilio, hasta ahora no tenido en cuenta,
para determinar el origen de Colón, por lo que ha de cons­
tituir el punto de partida para la siguiente investigaeión.
. a) E n este documento de 25 de Agosto de 1479, se men­
ciona a un "ChristojJiorus Columbus, civis Januac” que a
las preguntas habituales de edad y fortuna, contestó que era
“ etatis annorum viginti septem vel circa" y que evaluaba
su fortuna en “ Florenos centum et ultra” . E n Ju lio de 1478
había recibido en Lisboa, por conducto de Paulo di Negro,
el encargo de la casa Centurione, de comprar en Madera
3.400 arrobas de azúcar por precio de I.290 ducados. El
negocio quedó cerrado con la entrega de 103 '/, ducados a
cuenta: pero, como Paulo di Negro no remitió a tiempo la
suma restante, los vendedores habían amenazado con su­
bastar el azúcar a riesgo aquél, etc. Considerado por su
contenido es éste un simple documento de una notaría ge-
nove.sa sin importancia, cuyo jefe, Gerol. Ventimiglia, hacia
centenares a! año, en latín bárbaro y complicado estilo ofi­
cial: y sin embargo, este doomieneo de 25 de Agosto, tiene
gran importancia histórica, pues por ella nos enteramos de
que un “ Christoi^orus Oalumbus" era ciudadano de Gé-
nova ("civis Januae” ), tenía veintisiete años el día 25 de
Agosto de 1479, y había estado en Madera y Lisboa, en
1478 >• 1479, como agente comercial de la casa Centurione.
Mencionemos, desde ahora, un pasaje que por el docu­
mento mismo, no queda suficientemente aclarado. A ¡a pre­
gunta de “ quam partem vellet haberc” contestó Christo-
phorus: "vellet obtinere ius habentem". S i llegó y cómo
a recibir Jo que tenía derecho, no lo sabemos. Parece, sin
embargo, que tanto a Paolo di Negro como a la casa Cen­
turione hizo reclamaciones que rebasaban la medida de lo
permitido : sobre esto insistiremos después. Aun cuando por
este documento no se puede aún sacar, con toda seguridad,
la conclusión de la identidad entre el italiano Christoforo y
el español Cristóbal, aparece, sin embargo, muy sorpren­
© Biblioteca Nacional de España
dente el hecho de que un genovés, Christophorus, estuviese
en Portugal al mismo tiempo que el español Cristóbal, lle­
gado allí ^ o antes (1477), s«*ún se puede demostrar.
ó) E l citado documento notarial de 25 de Agosto de 1479
’ permite, desde luego, acometer el estudio de otros varios,
como uno de 3 1 de Octubre de 1470 (4(5), en el cual, al
mismo Christophorus se le dice: “ maior annis decem no-
vem ” . También da aquel documento algunas indicaciones
sobre la fam ilia de Cliristophorus; el padre. Dominico, aun­
que "m agister textor pannorum” (47), está endeudado y al
parecer continúa así hasta su muerte, hacia 1500; pues
un documento genovés de 8 de Abril de 1500 (48), habla
de una deuda del difunto Dominico y de sus tres hijos,
responsables de la deuda, Q iristofiiorus Bartholomeus y
Jacobus de Columbis. M uy probablemente los hijos nunca
pagaron la deuda, pues otro documento notarial genovés de
26 de Enero de 1501, afirma que los citados hijos estaban
establecidos en España desde h ada bastante tiempo " ... iam
diu fore a civitatc er posse Saona absentes ultra Pisas et
Niciam de Proventia et in partibus Ispanie commorantcs, ut
notorium fuit et c st” (49). E n Genova, hasta se sabia que
Jacobo, el hijo menor de Dominico, se llamaba en España
Diego, “ Jacobum dictum Dieghum” , como dice el escrito
notarial de 8 de Abril de 1500 (50).
Aunque seria precipitado admitir la identidad de Colombo
y Colón, fundándose sólo en los documentos señalados, re­
sultarla por lo menos muy llamativo que al mismo tiempo
y en un mismo país, hubiesen vivido dos grupos de tres
hermanos de iguales nombres, italianos los unos y espa­
ñoles los otros, sin que hubiese existido entre ambos ningu­
na relación. Nuestra labor ha de con.sistir ahora en averi­
guar si histórico-criticaraente es admisible, o no, la rela­
ción entre ellos y aun la misma identidad.
Entre los documentos que establecen la relación entre Ita­
lia y España, se encuentra una Real Cédula de 8 de Febre­
ro de 1504 (51) en virtud de la cual se concedió a Diego
Colón, el hermano menor de Cristóbal, la nacionalidad es­
pañola. Colón, ya antes de su tercer viaje, en Marzo de
1502, se había ocupado en asegurar a su pacifico y piadoso
hermano un medio seguro de subsistencia, en forma de un
beneficio eclesiástico (52) y su intento se malogró ante la
disposición legal que excluía a los extranjeros de disfrutar
estos beneficios. Cristóbal, sin embargo, continuó ocupán­
dose con el tesón que le era peculiar, y consiguió que Die­
go obtuviese ¡a ansiada nacionalidad española, hecho en si
insignificante, pero de gran alcance para nuestra investiga­
ción, pues con él queda probado documentalmente, que Die­
go, el hermano de Cristóbal, era extranjero y no español.
 R E V IST A DE L A S E SPA Ñ AS
Tenemos derecho a sacar de esto las conclusiones siguientes :
S i Diego era extranjero, su iicrmano mayor, Cristóbal, de­
bió ser y permanecer extranjero, pues no tenemos en E s­
paña ninguna cédula real referente a su positiva naturali­
zación en España. Por otra parte, la respuesta, anterior­
mente mencionada, del Consejo de Indias, que supone que
Colón era extranjero, demuestra que no efectuó nunca su
naturalización. A la luz de estos hechos, las quejas “ como
pobre y extranjero” y “ envidiado extranjero", que se re­
piten siempre en las cartas de Colón a los Reyes Católicos,
. se nos presentan como algo más que simples frases: eran,
a mi parecer, la expresión del sentimiento de su inferioridad
social, que pesó sobre él—el extranjero— hasta su muerte,
y que nos da la clave para comprender muchos de sus des-
proporcionatlos actos y manifestaciones, que deben interpre­
tarse como una reacción.
E l que Genova fué la patria de Colón, lo hace suponer
también un documento notarial genovés de 1 1 de Octubre
de 1496 (53) en el que se habla de un Juan de Colombo, que
está para ir a España “ ad inveniendum dominum Christo-
forum de Columbo armiratum regis Ispanie". Este Juan,
según resulta de otros documentos, no es sino "Ju a n Anto­
nio Columbo, ginovés deudo del Almirante, hombre muy
capaz y prudente, y de autoridad” (54), a quien Cristóbal,
en su tercer viaje, confió el mando de un barco.
Con mayor claridad aún habla a favor del origen italia­
no—genovés—de Colón, la carta, conservada en copia, de
las autoridades de San Giorgio, de Genova, a Colón : co­
rrespondiendo a la lisonjera form a de dirigirse a él, “ Cla-
rissime amantissimeque concivis” , se señala a Génova como
"originaria patria" de Colón (55).
S i unimos a éstas las dos cartas— cuyos originales se
conservan—de Colón a su amigo genovés Nicolò Oderi-
go (56) quedará completa la cadena que une los documentos
italianos a los españoles.
Pero el golpe decisivo lo dan dos documentos notariales
genoveses de 1470 (S7), por los que venimos en conocimien­
to de dos partes que defienden su derecho; “ Dominicus de
Columbo quondam loliannis et Cristoíforum eius filius ex
parte una et leronimum de Portu, quondam Bartholomei ex
parte altera". E l objeto de la contienda no está indicado con
exactitud ; pero, como en otros casos, se debió tratar de una
deuda de los Colombos a Jerónimo de Portu. Las dos partes
se avinieron, en 22 de Septiembre, a designar un árbitro, “ et
faciimt in prudentem virum loahannem Augustinum de
Goano” , y los dos Colombos se comprometieron “ eidem
leronimo dare et solvere totum illud, quod fuerit senten-
tiatum et iudicatum per dictum arbitrum et arbitratorum
Omni cavillationc et contradictione cessante et demum ob­
servare sententiam predictam íerendam” . E l 28 de Septiem­
bre del mismo afio dió el laudo su “ arbiter et arbitrator et
amicabilis compositor et communis amicus” ; Ju an de Goano,
después de maduro examen, resolvió en contra de los Co­
lombos “ ... condemnaniu-s... Dominicum et Christofíorura et
quemlibet ipsorum in solidum ad dandum et solvendum dic­
to leronimo de Portu libras triginta quinqué monete cu-
rrentis infra annum umun proxiine venturum, onini contra­
dictione cessante" (58). Con esto cesó la contienda; pero
los Colombos no efectuaron el pago de la deuda, ya porque
no pudieron, y a porque no quisieron; pero, en todo
caso, "C h risto fforu s", con la salida de su tierra, ocu­
rrida poco después, se sustrajo a esta obligación. Sólo
ante la vista de su pró.xima muerte, parece haberse
acordado de esta deuda, aún subsistente, y haberla,
resuelto transfiriéndola a su hijo Diego. Una interesante cláu­
sula de la memoria adicional a su testamento de 19 de Mayo
de 1506, dice: “ Primeramente a los herederos de Gerónimo
© Biblioteca Nacional de España
89
del Puerto, padre de Benito dei Puerto, chanciller de Géno-
\-a, veynte ducados o su valor" (59).
Los dos documentos llamados “ de transición” son algo
más que “ testimonios provisionales": están en una inne­
gable relación interna con lo escrito en el testamento de 19
de Mayo de 1506 y son otros tantos puentes que llevan de
España a Italia y de Italia a España.
Hemos llegado ahora en la demostración presente al hue­
co en que colocar, como clave de arco, el tantas veces ci­
tado codicilo de 19 de Mayo de 1506. Lo que más sorprende
en éste es ver mencionados, junto al de Jerónimo del Puerto,
los nombres de Luis (=Lodisíus) Centurione y Pablo de
Negro. L a situación en que estaba con estos dos últimos, nos
es conocida por el documento notarial de 25 de Agosto
de 1479. Christophorus Columbus, con ocasión de una com­
pra de azúcar en Madera sufrió por culpa de Negro per­
juicios, de los cuales eran responsables tanto Pablo como la
casa Centurione; y como Colón aquel día 25 de Agosto
de 1479 enérgicamente se mantuviese en su derecho, “ Vellet
obtinere ius habentem", parece que recibió de ambos una
cantidad de dinero como transacción. S i Colón, sabiéndolo
o sin saberlo (“ quia non habet eius librum in quo distincte
omnia continentur et scripta sunt” ) tuvo, en esta ocasión,
exigencias injustificadamente grandes, es punto difícil de
resolver; pero el hecho es que Colón, viendo cerca la muer­
te, se sintió obligado a rectificar una evidente injusticia, y
de ahí su disposición de última voluntad: “ A los herede­
ros de Luis Centurión Escoto, mercader Ginovés, treinta
mil reales de Portugal, de los cuales vale un ducado tres­
cientos ochenta y cinco reales, que son setenta y cinco duca­
dos poco más o menos. A esos herederos y los herederos
de Paulo de Negro Ginovés cien ducados o su valor. Han
de ser la mitad a los unos lierederos y la otra a los otros.”
Todavía otro genovés, Nicolás Spinola, parece haber sido
perjudicado comcrcialmente poi( Ctdórt. pues también se
acuerda en su memoria testamentaria: " A Baptista Espin-
dola o a sus herederos, si es muerto, veinte ducados, ^ t e
Baptista Espindola es yerno del sobredicho Luis Centurión,
era hijo de Micer Nicolao Espindola de LocoH de Ronco
y por señas él fue estante en Lisboa el año mil cuatrocien­
tos ochenta y dos."
No puede ponerse en duda la autenticidad de este codici­
lo. tamo menos cuanto que en él se trata de una serie de
obligaciones que para el Almirante M ayor eran_ muy peno­
sas, según expresa él mismo en la introducción, diciendo
que Diego debía ocuparse de este asunto tan discretamente
que ninguno de los legatarios supiese de dónde venían las
entregas: “ Hásele de dar en tal forma que r » sepa quien
se las manda d ar.” (59)-
E l criterio más seguro de autenticidad es el que las mis­
mas obligaciones aparecen mencionadas en el testamento de
Diego, de 8 de Septiembre de 1523 (60) en el mismo orden
y casi las mismas palabras: prueba de que Diego no dió
cumplimiento a la última voluntad de su padre, sino que
impuso a sus herederos la obligación de ejecutarla.
Considerada desde el punto de vista puramente histórico,
no puede subsistir en serio ninguna duda sobre la identidad
entre Colombo y Colón, tanto menos cuanto que este resul­
tado coincide con el que se obtiene del_ examen crítico de
los escritores de su tiempo. Y lo que aún es de más peso:
ni en el siglo X V I , ni en el X V I I , ni en d X V I I I , existe
un solo testigo en favor de otro origen que el italiano; sólo
a fines del X I X surgieron voces que se atrevieron a poner
en duda el origen genovés de C olóa Y sin derecho; Colón
es originario de Génova, no porque Colón y los que le ro­
deaban proclamaran el origen genovés del Almirante Mayor,
 90 R E V IST A DE L A S E SPA Ñ AS

sino porque una investigación libre de prejuicios no puede
salirse de este hecho.
A modo de con^lemeiuo puede ahora hablar la tan di­
famada tradición colombina.
I I I . — T R A D IC IÓ N COI.OMBINA
E s evidente que la tradición colombina, que comprende
todas aquellas noticias que proceden de Colón, de su hijo
Femando (6i) o de Las Casas {62), debe utilizarse con
reservas, mientras su valor sea vacilante; pero prescindir
de ellas por completo, seria renunciar, sin fundamento, a
una fuente valiosísima y única para algunos puntos. Labor
de la critica ha de ser el aclarar las inexactitudes en parte parecer, ignora el lugar en que nació su padre. E l cuidado
positivas (en la historia de Fernando, por ejemplo), pero
no el rechazar en junto toda la tradición colombina, como
mentiras y engaños de Colón. E l original de la Historia de
las Indias, de L a s Casas, encontrado de nuevo por mí en
Madrid, recientemente {63), deberá quizás contribuir, en
muclios puntos, a la rehabilitación de la Historia de F er­
nando.
1. —¿Qué dijo Colón sobre su origen? N i Colón hizosumistas que lo fizieses y que en su nombre se lo ficiesen
un secreto de su origen, ni tampoco llamó la atención a des­
tiempo sobre su procedencia genovesa. E n ocasiones deja
entrever, como ya se ha dicho, que él, como extranjero, no
era estimado en su verdadero valor, y no le disgusta lla­
marse el "pobre y envidiado extranjero” , y también dice:
" ... y como vine a servir estos Principes de tan lejos sien­ tranjero se conducía como italiano, "cuando yo andaba fue­
do” {64). E n estas palabras, que expresan sensibilidad y
aun susceptibilidad, no habla el deseo de velar la verdad,
sino el sentimiento de desengaño, que a él—el extranjero—
le amarga la vida.
E n el documento, indubitablemente auténtico, de institu­
ción de mayorazgo, de 22 de Febrero de I4p8 {65), es don­
de Colón habla más claramente de su origen genovés. H as­
ta hace poco se podía abrigar dudas acerca de la autenti­
cidad de este documento, jwrque Colón, al final de su Memorial ría de Toledo, llegó gran parte de los manuscritos dejados
(conservado sólo en copia), había escrito: “ No valga esta
escritura y valga otra que hice de mi letra año de IS02 a
I de abril en el monasterio de las Cuevas de Sevilla que
tiene F ray don Gaspar” , a lo que sigue el monograma y
rma Xpo F E R E N S . También había hecho aumentar las
dudas sobre su autenticidad, el no poder encontrar la es­
critura del mayorazgo de 1498; pero, desde 1925, en que
M iss Alice Gould, descubrió eii el Archivo de Simancas y
publicó (66) la confirmación real de la institución del ma­
yorazgo, fechada en 28 de Septiembre de 1501, no se puede
ya dudar, desde el punto de vista diplomático, de la auten­
ticidad del documento de 22 de Febrero de 1498. En él re­
conoce Colón, con palabras bien claras, su origen genovés:
“ que siendo yo nacido en Genova” , y funda en este hecho
las dos disposiciones siguientes:
o) Que el que sea mayorazgo tiene que mantener en Genova
una persona de su linaje con renta suficiente.
b) Que esta persona haga “ pie y ra íz ” en Génova para
que en caso de necesidad reciba ayuda y favor, “ pues y gobernaban a gente española, que aunque a sus naturales
que delta (Génova) salí y en ella nací".
Y en seguida después alaba Colón a su Génova como
'ciudad noble y poderosa por la m ar". Este marcado in­
terés por Genova y el que Colón desease la conservación de
su familia en esta ciudad, señalan de una manera indiscuti­
ble que Génova fué la patria de Colón. De lo que precede
resulta que, a sabiendas, ni ocultó la verdad sobre su ori­
gen, ni, al hablar, dijo falsedades.
2. — Interroguemos ahora a los que rodearon a Colón másvillaje didio N ervi que es a la parte del Levante y en la
de cerca. E l testimonio de su hermano Bartolomé es sólo
indirecto; estaba, según Las Casas (67), en el borde in fe­
rior de un mapa—perdido—dedicado al rey Enrique V i l
de Inglaterra, y decia; " P r o auctore sive pictore” , y más
abajo: "Janu a, cui patria est, nomen, cui Bartholomaeus
Columbus de terra Rubra, opus edidit, Londiniis, 1488".
Fernando—el hijo natural de Colón—clara y expresamente
consigna en su testamento: “ Digo que en cualquier lugar
desto sepa si hay giuoveses mercaderes, viéndolo le diga
como es su sumista de libreria Fernandina que instituyó
D. Fernando Colón, hijo de D. Xristoval Colón ijiiwz'és.
primero Almirante que descubrió las Y n d ias...” (68). Este
testimonio primario que encontramos en el testamento, no
puede, de nii^ún modo, invalidarse por el testimonio se­
cundario de la Vida del Almirante, en la que Fernando, al
por el porvenir de la obra, a la que consagró su vida, la
Biblioteca Fernandina—hoy injustamente llamada Colotnln-
na—decidió al bibliófilo a señalar en su testamento como
proveedores de su Biblioteca, a mercaderes genoveses: ' y
que, por razón de ser de la patria del fundador, le pide
por merced le favorezca en lo que se le ofreciere en aque­
lla tierra porque asi lo dexo instituido y amonestado a los
porque sabía que siempre hallaría de los de su patria muy
buena ayuda” (69). Aunque no era italiano, Fernando bus­
có toda la vida la sociedad de compatriotas de su padre, y
quería que, después de su muerte, su biblioteca tuviese como
proveedores, sólo genoveses. E n sus frecuentes viajes al c.\-
ra destos reinos de España siempre hablad italiano" (701:
genoveses fueron sus banqueros, Francisco Leardo y Pedro
Benito de Basiniana; y como ejecutores testamentarios nom­
bró a dos genoveses ; Marcos Felipe y Vicencio del Monte.
3.—Coincidiendo por completo con ios resultados ya ob­
tenidos, está el testimonio de dos autores del grupo colom­
bino: L a s Casas y Oviedo. E l obispo de Chiapaz, a cuyo
poder, por intermedio del hijo y de la mujer de Colón, M a­
a la muerte por el Almirante, estaba en muy buenas con­
diciones de obtener informes sobre el origen do éste. Clara
y concretamente escribe L a s Casas en su H istoria: "Fué.
pues, este varón escogido de nación genovés" ( 7 1) : y sun
cuando no indica el lugar preciso, sino que dice “ de algún
lugar de la provincia de G ^ o v a ” , esta vaguedad en la lo­
calización se explica por el hecho que su Historia estaba
destinada sólo a lectores españoles, para los cuales no su­
ponía aumento de conocimientos el saber que Colón vió la
luz primera en Savona, N ervi o en otro lugar de la Rivie­
ra italiana. Completamente de acuerdo con esto, se encuen­
tra un pasaje, al que no se ha prestado atención, del ca­
pítulo 102 del libro I de la Historia de las Indias, en el
que Las Casas habla de la falta de subordinación y la re­
sistencia que encontraron Cristóbal y Bartolomé, repetidas
veces, en la tripulación española, en las Indias. Como causa,
señala L a s Casas el que eran extranjeros: “ ...puesto que.
como el Almirante y sus hermanos eran extranjeros y solos
señores es subjetísima, pero menos humilde y paciente y
más dura de cerviz para tener sobre si superiores de ex­
traña nación...”
También para Oviedo, fué Génova la patria de Colón :
“ Cristóbal Colón, según yo he sabido de hombres de su
nación, fué natural de la provincia de Liguria, que es en
Italia, en la qua! cae la cibdad e señoría de Génova ; unos
dicen que de Saona, e otros que de un pequeño lugar o
costa de la mar a dos leguas de la misma cibdad de Gé-

© Biblioteca Nacional de España

 R E V IST A DE L A S E STA Ñ A S
nova; y por mas cierto se tiene que fué natural de un lu­
gar Cugureo cerca de la misma cibdad Genova" (ya)-
Terminaremos mencionando algunos hechos que por sí
solos no prueban rigurosamente el origen genovés de Co­
lón, pero que entran sin reservas en la serie de pruebas
encontradas hasta ahora.
(I—E n las declaraciones sobre e! testamento de Fernando,
informa el albacea Marcos Felipe que, para el funeral del
difimto Fernando, ha invitado también a sus compatriotas
genoveses en S evilla: " y a esta fueron convocados todos
los señores y caballeros desta ciudad y todos los señores
ginoveses de la nación del S r. don Hernando” (73).
b—E l hecho que la biografía de Colón, debida a la plu­
ma de Fernando, fué enviada a Genova y de allí, para im­
primirla, a Venecia (74), pierde su carácter de rareza en
cuanto se advierte que la familia Colón estaba a\’ecindada
en Genova.
c__También la estredia amistad de Colón con el floren­
tino Amerigo Vespucci, que Je acompañó en su tercer viaje,
y la extraordinaria relación de amistad que unió a Colón con
Gaspar Gorrido, italiano de Novara, monje cartujo en Se­
villa, que no sólo prestó al Almirante servicios literarios
{Libro de ¡as Profesias), sino que fué encargado por éste
de custodiar la caja de liierro que encerraba el archivo co­
lombino, encuentran su explicación más sencilla al admitir
que Colón era italiano como ellos.
d—Igualmente el mapa de Cabot, del año 1544, en su le­
yenda número uno, señala como italiano al descubridor de
Am érica: “ el Almirante Don Christobal Colón de nación
G iiu v e s " •, y en la versión latina: "Archithalassus Domi­
nus Christophor Colon, natione L ig u r” (75).
¿Colón, judio? Intimamente reladonado con la cuestión
del origen, está la de a qué raza perteneció Colón. L a opi-
tiión, que hoy está de moda en España, de que Colón er^
judío o por lo menos un descendiente de judíos, y que por
miedo a los Reyes Católicos, únicas personas de quienes
podía esperar Ja ayuda económica para su gran empresa,
habia renegado de su patria española y había hecho dreu-
lar, con éxito, la leyenda de su origen genovés, es una
simple suposición que carece de todo fundamento histórico.
E n todo caso, los documentos aportados por L a R iega no
proporcionan ningún punto de apoyo más en favor de esta
opinión. E l testigo Diego Méndez, antes mencionado, ma­
nifiesta en su declaración de 1535 precisamente todo lo con­
trario: " ... que no les toca rata de Judio ni converso ni de
moro ni de villano” .
Con todo, en las citas del A nt^u o Testamento, reunidas
en el Libro de las Profesias, se ha creído encontrar un pun­
to de apoyo para el origen judío de Colón; pero de una mi­
nuciosa investigación p ale^ráfica del origmal ha resultado
que las citas no habían sido ni recopiladas ni escritas por
Colón, sino que, en su mayor parte, son obra de su amigo
el cartujo Gorricio (76).
Existen también razones internas que expresan que es
insostenible la sensacional hipótesis. Las estrechas relaciones
de Colón con el Convento de Franciscanos de L a Rábida
(Juan Pérez y Antonio de Marchena) y con la cartuja de
Las Cuevas de Sevilla (Gorricio), que 'durante muchos años
albergó entre sus muros no sólo los documentos manuscri­
tos, que dejó Colón, sino también sus re-stos mortales, son
hechos para los que no ofrece explicación suficiente el
astuto cálculo semítico, ni el perspicaz espíritu mercantil, y
en el fondo de los cuales, antes bien, existe una profunda
© Biblioteca Nacional de España
91
religiosidad llevada en la misma sangre y arraigada, en úl­
timo término, en «na firme fe católica.
Las deudas que tuvo su padre, Dominico, hasta el final
de su vida, el fracaso económico de Colón en el Nuevo
Mundo, la inflexibilidad de su carácter, que le proporcionó
más enemigos que amigos y, finalmente, el no haber sido
capaz de dejar a sus descendientes una herencia considera­
ble, son hechos también que, sin duda, se compaginan difí­
cilmente con los caracteres peculiares de la raza semítica.
E ! juicio del historiador crítico argentino Kómulo Carbia,
continúa, pues, siendo ju sto: “ L a tesis del origen semítico...
del Almirante, es, a todas luces, un absurdo rotundo” (77).
NO TAS
( i ) Jo sé G . Param os: L a verdadera palria de Crijiabal Colón.
(M anila, ¡y a s ).
(а) R evista de Exlrcm adurn, Febrero de 1903.
(3) Boletín de la Real Academia de la H istoria, torn. I R , i88€.
(4) La v é r iu tv r l'origixe de la patrie de Cbr. Colami. (B astia,
1880).
( s ) La Caree el Chr. Colami. (Burdeos. 189a).
(б) Boletín de la Sociedad Geográfica de M adrid, toro. 40.
(?) La verdadera palria de Crietóial Colón. (L a Esp añ a Moder­
na, Ju n io, 19 10 ).
(8) L a verdadera ernia de Cristóbal Colón. (New Y o rk , 19 1a ).
(9) La patria de Colón. (Buenos A irea, 1940).
(10 ) Cristóbal Colón y Cristoforo Calumbo. (M adrid, ipax).
jC ristóbal Colón penovisT (M adrid, ly a s).
( i i ) Espttüa palria de Colón. (M adrid, 1942).
( 12 ) Orígenes de la dominación e sp a M a en A m friea. (M adrid,
19 18 ). N ueva edición titulada: L os Colones aragoneses y de otras
reinor de España en el siglo X V . (N ueva Bibiioteca de A utores Es-
pañoiea, tomo 23),
( 1 3 ) R evista H istórica de Valladolid, A bril, 19 18 ,
(14 ) Boletín de la R eal Academ ia Gallega, Octubre, I 9 <7.
( 1 5 ) L o ^ I r t o de Cristóbal Colón. (Buenos A ires, 1923).
(16 ) Boletín de la R eal Academia de la H istoria, tomo L X X I I ,
page. 200 y 5 2 2 ; ¿Colón españolf (M adrid), 19 2 3; y Boletin de la
Real Sociedad Geográfica, toro. 64.
( 17 ) Boletin de la R eal Academia de la H istoria. Suplemento
al núm, i . ° del tomo L X X X V I I I (1926).
(18 ) Crislófor Coloni fon eatalé. (Barcelona, 1927).
Christophe Colonb, Catalan. (P a ris, 1927).
Xristopherens Colom. (P a ris, 1929).
Sin aportar documentos esencialmente nuevos, cree el autor pe
ruano que por el nombre Colom que aparece en la orden real de 1492,
se debe adm itir el origen catalán del Alm irante. Frente a esta opi­
nión. señalare la carta, cuatro años anterior, del rey Ju an I I de
Portugal a Colón, en la que está ya el nombre españolizado Colon:
“ A Cristovan Collon noso especial amigo en S e v illa ." Que en Ca-
U luñ a, el nombre castellano Colon se catalanizase— esto es, se con­
virtiese en Coloro era no sólo comprensible por la personalidad ya
entonces muy m.arcada de Cataluña, síuo también cosa requerida, en
interés del lector catalán, en los impresos, por ejemplo, en la re­
lación de Colón sobre su prímei v iaje , impreso por vea primera en
Barcelona, E l reaullado de laa investigaciones de U lloa no puede
subsistir ante el tribunal de la critica histórica. V éase: Giuseppe
Pessngno en el "G iornale storico e letterario della L ig u r ia " (iq ay.
fa«c. 4 ¡ 1928, fase, i) y los resúmenes en el "Geographical Jo u rn a l"
(voi. L X X l l ; Enero, 1929),
(19 ) Biblioteca de A u tn r'a Españoles, torn. L X X ,
(2n) P or error, 14 9 1, en lugar de 1492.
( a i) Opus epislolarum. (Raccolta Colombiana, parte I I I . voi. a,
pig- 39)-
(ds) D e orbe nevo deeadee. (AlcaJd de Henare«i (51b).
 92 R E V IST A DE L A S E ST A Ñ A S

(» 3 ) Hiatoria <U los R eyes Catáiieos, Io n . 2 (Sevilln, i8?o>: o {46) Race. Col. parte I I , voi. 1. Doc. X X X I V .
Biblioteca de Autores Españoles, torn, I .X X , pág. 567. (M adrid, (47) L . c „ Doc. X X V I I .
i 3; 8). {48) L . c „ Doc. L X X X V I I I .
(24) Historia general y nalurat de las Indias- (Sevilla, 1535). (49) L . e.. Doc. L X X X X .
(25) D e navigations Columbi per inaccesum antea oceanum com- (so) L . c „ Doc. L X X X V I I I .
m snljriolus (1S06). Race. Col., parte 111, voi. 2, pág. ;8 8 ; o Rer. (s i ) N avarrete: Colección de los viajes. Tom, I I , pág. 300.
lla l,, tosí. X X I I l , parte 1, p ig . 8 1. (sa ) Race, Col., parte I , voi. 2, pág. 189.
(28) Race. Col., parte II , voi. t, Doc. (53) L . c. parte I I , voi. 1. Doc. L X X X I I I .
(27) De dietis factisque memorabitibus. (M ediolani, 1509). Race. (54) L a s C asas: H istoria de las In d iar, lib. I . cap. So.
Col-, parte I I I , voi, 2, pág. 75. (ss) Spotorno: Codies diplomatico Colombo-Americano. (Genova,
(28) Psalterium, F ol. X X I V , glossa D . (Genua, 13 18 ) . Race. Col., 1823), P ág. 329,
parte I I I , voi. 2. pág. 2 4 J. (s8) Race. Col., parto I , voi. a, págs, 16 7 , 246.
(29) L . c ., pág, 248. (57) L . c .. parte I I , voi. i , Doc. X X V H I .
(30J L . c., parte I , voi. i , pág. 17 1. (58 ) L . c., Doc. X X X I .
( 3 1 ) L . c., parte I l i , voi. 2, pág. 230 y siguientes. (5 9) L . c ., parte I , voi. 2 , pág. 263.
(32) De rebus Genuensibus Commentaria ab anno 1488 usque ad (8 d) L, c., parte H , voi. i , pág. 203.
annum 15 14 . R ae. C ol., parte I H . voi. 2, pág. 192. (6 1) H istorie de Signar D . Fernando Colombo dell'Ammiraglio
(33) Chronica dette vite dei P ontifici et imperatori Romani. (Ve* D . Christoforo Colombo. (Venezia. 15 7 1).
nc2ia, 1507). Race. C ol,, parte I I I , voi. 2, pág, 2 12 . 6a) H istoria de ¡as Indias. (M adrid, 1875).
(34) Libretto de tutta la navigations de re de Spagna, Race. (63) D igo encontrado de nuevo, porque Menéndez Felayo, director
C oi., parte I H . voi. 2, pág. 17 1. que fu é de la Biblioteca Xacional, debió conocer el original como
(35) Race. Col,, parte I I I , voi. t , pág. t88. tal, según se desprende de una eomunieaeión a l M inistro de Instruc­
(36) F rita Streieber: Die Kolumbus.Autographs (Spanisebe Fora* ción Pública D . Ju lio B urcll. P a ra el mundo científico, incluso para
ebungen. voi. I (M unster 19 2 8 }; y tamliién lNVgSTtcAci6x v Pao- H arrisse y Vignaud, permanecía desconocido. E ste último escribe
i:aaso, año H I (M adrid, 1929). expressm enle; “ L e texte original de la Historia n 'exíste plu s." (H is-
(37) E n ei fo l. 242 v. de la “N aturalis historia", tradoeta di loire critique, I , pág. 27).
lingua latina in Fiorentina per Landino Fiorentino. (Vene2ia, 1498). (84} Race. Col., parte I , voi. z , pág. 64.
E n la Biblioteca Colombina de Sevilla. (8 s) L . c ., parte I . voi. i , pág. 3 0 1.
(38) Inform e sobre algunos documentos utilizados por D . Celso (86) Boletín de la R eal Academ ia de la H istoria, torn. 88, pá­
Garcia de la R iega en sus libros " L a G alle g a" y “ Colón E sp añ ol". gina 649.
(M adrid, 1939). (67) Historia de tas Indias, lib. I , cap. 29, e Historie, capitu­
(39) E ste informe, aprobado por la R e a l Academ ia de la His* lo X I .
toria, en 19 de Octubre de 19 28, lleva la ñrm a de los siguientes (88) H en ry H arrisse: Don Femando Colón, historiador de su
historiadores españoles: Angel de A ltolaguirre y D uvale, Ricardo padre. (S ev illa, 1 8 7 1) , pág. 150.
B eitrán y Rózpíde, Ju lio P u 7ol, Manuel GómeZ'Moreno, Antonio (69) L . c ., pág. 150.
Ballesteros y B eretta, Vicente Castañeda, Claudio Sánchez A lbor­ (70) L . e., pág. 1 51 .
noz y Abelardo Merino. ( 7 1) Historia de tas Indias, lib. I , cap. 2.
(40) Colección de documentos inéditos, etc., ser. z, torn. V IH . (72) Historia general, cap. I I .
(4 1) L . c ., ser. a, torn. V I I . <73) H enry H srris e : Don Frm oinf« Colón, pág. 159.
(42) F . de U lu gón , M arqués de Lau rencin ; L a patria de Cotón, (74) Cod. dipi. Cod.— Aracric., pág. I .X I I I ,
según tos documentos de las Ordenes militares. (.Madrid, 1892), (75) E l original se encuentra en el “ Département des Cartes et
(43) Impreso en I I . H a rríse : lea n et Sébastien Cabot, pág. 328. Collections Géographiqucs" de la Biblioteca Kacional de P aris.
(P a rís, 188a). (78) V éa se. Nota 36.
(44) Race. C ol., parte 11. voi. i. (77) La patria de Cristóbal Colón, pág. 4.
(45) La data d i nascita di- Chr, Colombo. (Spezia, 1904).

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ALBERTO
por José María de Acosta
E aquí un joven poeta italiano que as­
ciende a las cimas de la gloria por sen­
das de luz y de armonía.
Poeta dijimos, y bien dicho está,
mas no se crea por ello que la poesía
absorbe totalmente sus actividades in­
telectuales. Alberto Viviani es también
novelista, cuentista y crítico notable. Pero es en la poe­
sía donde más se destaca su espíritu sensible, perenne
enamorado de toda belleza.
Alberto Viviani, poeta cuya musa posee los supre­
mos dones de la elegancia y de la delicadeza, ha con­
seguido fundir en un mismo y rutilante molde las for­
mas algo arbitrarias de la poesía moderna con las más
puras esencias del clasicismo. Por eso, como hemos es­
crito en otra ocasión, Viviani es un poeta modernista
que no deja de ser clásico, o un clásico que no deja de
ser modernista.
Mas qué importa el clasidsmo o el ultramodcrnis-
mo; el poeta es poeta, “a pesar" de la escuela o de la
tendencia que le guía. Porque estas tendencias, porque
aquellas escuelas, no harán más que limitar, más que
cohibir el libre vuelo de su inspiración.
Alberto Viviani es un lírico, un gran lírico, que for­
zosamente, por necesidad de su temperamento, había
de plasmar en inspirados versos las brillantes imágenes
que su fantasía produce.
Fuese en los metros tradicionales, fuese en la ausen­
cia de todo metro que caracteriza la novísima poesía,
fuese en esa feliz y difícil amalgama de ambas tenden­
cias, Viviani sería siempre un creador de bellezas, sería
siempre un poeta.
Su poesía es altruista. Viviani canta con preferencia
a los humildes, a los pobres, a los míseros, a los bue­
nos, a los viejos y a los niños. Un hálito noble perfu­
© Biblioteca Nacional de España
ITALIANOS
VIVIANI
ma sus versos y le da esa fragancia suave que sólo os­
tentan los que nacen en el corazón. Por eso la poesía
de Viviani es luz y armonía, como queda dicho. Luz
y armonía de las ideas; luz y armonía de los senti­
mientos.
Viviani es joven; nació en Florenda el 11 de Julio
de 1894, y en esta dudad cursó sus estudios.
En plena adolescencia, en 1909, comenzó a escribir
en el semanario La difesa dell'Arte y en el diario II
nuovo giornale, publicaciones florentinas ambas. Des­
pués, junto con Giovanni Papini y "Aldo Palaffeschi",
fundó el periódico Lacerba. de tan brillante ejecutoria
en el movimiento futurista, al que Viviani se había
afliiado desde un prindpio y al que permaneció fiel
hasta que la defensa de su patria le hizo trocar la plu­
ma por la espada y la lira por el fusil.
Y de 1915 a 1918 se batió denodadamente, fué he­
rido y quedó mutilado.
Terminada la guerra, fué redactor del diario L'Epo­
ca, de Roma (1919-1922). Actualmente es redactor y
crítico literario de la Revista Marittima y de Vita fe-
mennile, de Roma, y colaborador del periódico II ?^a-
tionale, de Turín.
Además, ha colaborado, con trabajos sobre arte o li­
teratura, en L’ímpeTO, Augustea, La Grande Illustra­
zione italiana, San Marco, Araldo, T^oveila, Illustrazio­
ne del popolo, Giornale de ¡l'Isola, Corriere di Catania,
il popolo toscano y en otras importantes publicadones.
Sobre esto ha publicado los siguientes libros en ver­
so: II mio cuore (1914), Le ville silenziose (1915), Le
rose d'argento (1916), Il mio cuore (1920, segunda edi­
ción, tan completamente rehecha, que se puede dedr
que no conserva más que el título de la primera). Sole
mio (1924), Flor del mondo (1928) y Han dato fuoco
al sole (1928).
 94 REVISTA DE LAS ESPADAS
De cuentos para niños tiene publicados dos preciosos
volúmenes, titulados 11 libro delle Stelle (1921), adop­
tado como libro de lectura en las escuelas de instruc-
Alberto Vtvtam
ción primaria de Italia por disposición del Ministerio
de Instrucción pública, y Re, Arcobaieni e Stelle (1922).
Tiene también publicado un tomo de cuentos con el
título de Í1 cuore che invecchio (1919); una novela;
A ia ferita (1925), que vió la luz como folletón en el
iNíuevo Giornale, y un volumen de novelas cortas: Ho
© Biblioteca Nacional de España
incontrato Manon. Es asimismo autor de un libro de
narraciones históricas muy interesantes: Eroica del
Mare.
En prensa, y próximas a aparecer, tiene varias obras,
que acabarán de consolidar su fama.
Es admirable que en tan escaso número de años haya
podido desarrollar Viviani tan enorme labor.
El público ha premiado su valer agotando sus libros,
que 1 ^ alcanzado tiradas copiosas. Para muestra, se­
ñalaremos lo sucedido con la segunda edición de II mio
cuore, cuya publicación produjo gran expectación, por
aparecer en la colección Breviari Intelìettuaìi, en la que
sólo habían aparecido obras dáácas de autores italia­
nos y extranjeros (Carducci, Pascoli, Boudelaire, M a­
llarmé). Esta expectación no quedó defraudada; de II
mio cuore se vendieron veintiséis mil ejemplares, y la
critica italiana y la extranjera (especialmente la fran­
cesa y la checoeslovaca) dieron a este libro la impor­
tancia que en realidad tiene.
Versos y prosas de Viviani han sido traducidos al
francés por Han Ryner y Alexandre Morcereau, y al
checoeslovaco por el poeta Bartos Vülceck. Y es de
lamentar que no hayan sido aún traducidos al español.
Autoridades críticas italianas y extranjeras han es­
tudiado la labor de Viviani y le han dedicado entxisias-
tas elogios. He aquí algunos de los calificativos y jui­
cios que estos críticos le han aplicado: para Giovanni
Papini es “uno entre el pequeño número de jóvenes
poetas, verdaderamente poetas"; para Giovanni Ber-
taechi es “un genio de la poesía moderna, ciertamente
excepcional” ; para Salvadora lo Prestí “im maestro del
verso ibre” ; para Alfred Mortier, en el Fígaro, de Pa­
rís, “el jefe de los jóvenes poetas italianos”, y para Paul
Guitón, en el Mercure de Prance, en su poesía “el mo­
dernismo y la tradición se funden en un perfecto equi­
librio. En realidad, no hay modernismo ni tradición, sino
la poesía libre, que brota copiosamente de un manan­
tial puro".
A todo lo que llevamos dicho se une para nosotros
otro motivo de estimación: Viviani es un hispanófilo
muy al corriente de nuestro movimiento literario, al
que con frecuencia dedica su autorizado comentario en
la Ravísta Marittima, en Vita femennile y en otras pu­
blicaciones. Recientemente publicó en Fra armi e ma­
chine a bordo uno de sus notables trabajos de esta ín­
dole con el título de Comprensione spirituale italo-
ihérica.
Este es el joven poeta Alberto Viviani, que asciende
a las cimas de la gloria por sendas de luz y de armonía.
 REVISTA LITERARIA IBÉRICA
por E. Giménez Caballero
E L C ID D E M E N É N D E 2 P iD A L
Decir el Cid de Menéndez Pidal es decir algo tan
genérico ya, que de genérico se hace especifico.
Si el Cid no hubiera existido hubiera habido que
crearlo para que lo recreara Menéndez Pidal.
E! Cid significa en la vida de nuestro glorioso cientí­
fico, más que una figura histórica, el punto de conver­
gencia de todo un período histórico que historiar. Cid
es igual a Edad Media española, es igual a orígenes de
la España postmediévica en España.
Menéndez Pidal, editor del Poema de Mio Cid. estu­
dioso del Cid en la Epopeya Castellana, comentador del
Cid en sus relaciones con la literatura española, acaba
de integrar el papel de biógrafo del Cid en los magní­
ficos dos tomos que la Editorial Plutarco ha lanzado so­
bre el mercado españoamericano. Y mundial.
Al mundo entero {mundo sapiente) tiene que intere­
sar hazaña como esta última de Menéndez Pidal.
“La España del Cid" está seguida a base de dos via­
les: la investigación pura y la pura inspiración.
El dato se transforma en quilate de entusiasmo
bajo la pluma maestra del maestro Pida!. Los mapas y
las fotografías lirizan toda la composición dándola el
dramatismo de lo gràfico y visible, compensando la aus­
teridad de apéndices y el grave discurrir de citas y fiche­
ros. "La España del Cid" es, no sólo espejo de toda
la caballería cidiana, sino un manual de estímulo his­
pánico. No es sólo historia, repitamos, sino también
poesías. No es sólo quién /ué el Cid, sino quién fu¿
España y qué puede aún ser España.
Lástima que este libro no fuese vulgarizado en el
acto a las masas españolas con la edición de un film d-
diano, de una película documental y hermosa sobre la
España del Cid, perdurable aun en paisaje y en el ras­
tro trémulo del aire histórico.
PÍO B .A R O JA Y t o s N E G R E R O S
Como Pidal, Batoja da dos tomos de un golpe. Dos
novelas. Dos novelas que son también historia de un
héroe español, el vasco Chimista.
© Biblioteca Nacional de España
Baroja tiene—como Pidal—el Id t motivo de un hé­
roe central en toda su novela. Un alma decidida, since­
ra, valiente, capaz de todo menos de una cosa; la me­
diocridad.
Estas dos últimas novelas son el triunfo de la geogra­
fía en Baroja. Se diría que hubiera querido batir el
record de todos los novelistas marineros y trotamundos.
Conrad, al lado de esta obra de Baroja, queda en un
inventor de pequeñas tormentas y de modestos periplos.
Con el piloto de altura capitán Chuñista, Baroja se
recorre el mundo, detallando el mundo—ei mundo de los
negreros del siglo XIX—con la precisión y sequedad de
unas líneas de bitácora. Más que la descrípción fastuosa
y fantástica de exotismos, Baroja ha querido la exacti­
tud del sextante, la leve oscilación de la brújula; lento
y prolijo el desarrollo de su historia, resulta a la postre
un canto lírico del mar universo y de sus héroes. Sus
héroes vascos. La obra de Baroja es una regata de pue-
blecito cántabro en baliza cósmica.
C3UAN DO E S T É D’O RS T R A N Q U ILO
Aprenderá d’Ors a tocar la flauta como Sócrates,
cuando d'Ors esté tranquilo, y volverá junto al lago
donde escribe este prólogo intranquilo. Prólogo a uno de
sus más bellos glosarios con que inicia la C. I. A. P. la
gran publicación del Orbis Pictius dorsiano.
"Cuando ya esté tranquilo" encierra uno de los más
ricos giiovagares de temas y tenues acordes que han
constituido la estatua europea de d’Ors.
Cuando ya estén tranquilas las pasiones en España
para juzgar un poco exactamente la labor de d'Ors, se
verá que esta labor tiene algo de ímperccedor y de ve­
nerable. Hecha a base de breves cronicidades, resultará
el engarce más duradero de minutos universos que nin­
gún escritor hizo nunca en la Península.
T R A D U C C IO N E S
El mundo de las traducciones se mueve cada vez
más en España y por España.
Tengo aquí “La historia de la Humanidad” del ho-
3
 96 REVISTA DE L A S E STA Ñ AS

landes Hendrik van Loon, que ha sido premiada por bellino! El silencio de esta hora es gratísimo. Tengo la
los Estados Unidos con la medalla John Newbery, y que cabeza hecha un lío... ¡AI fin, solo! No podía darme
acaba de verterse en correcto español por el gran divul­ cuenta de si yo existía o no existía. El teatro es una
gador Araluce, de Barcelona. “Este libro pertenece a ese montaña rusa... Sube uno; baja; torna a subir. Y todo
noble género en el que las palabras son para los jóvenes esto entre gritos, exclamaciones de indignación, carca­
y las ideas para los hombres"—ha dicho Lewis Mum- jadas, elogios, diatribas... ¡Y todos—autores, actores, crí­
ford en un periódico inglés. Obra esencialmente peda­ ticos—apiñados en los vagones en que se viaja, sonrién­
gógica, prestará eficaces servicios a nuestras clases de se­ donos unos a otros, prestándonos ayuda, dándonos co­
gunda enseñanza. dazos, pisándonos los pies, siendo camaradas leales, sien­
En Italia, el hispanista Gerardo Marone, pugnando do enemigos...! A l fin, solo."
contra un tradicional alejamiento por las cosas hispáni­
cas, acaba de dar en bello italiano una traducción lo­ CATA L-AN ID AD
pesca de “La Estrella de Sevilla", así como un “Orácu­
lo manual”, de Baltasar Gradán. Josep Carbonell ha dado en un folleto una colección
También Manuel Carayón, en “Les maîtres des lit­ de ensayos titulados Davant el nostre hunttmisme nai-
tératures", de la Casa Ricder, de París, ha ofrecido un xent. Josep Carbonell es uno de los guiones de la Ca­
espléndido Lope de Vega que habría que traducir si taluña joven, renacentista y consciente de su credo uni­
nadie es aquí capaz entre nosotros de superarlo. tario. Van dedicados tales ensayos a su amigo Esteirich.
Marius André—ha tenido la grada de ver recogidas Así resume su intención:
poesías españolas suyas “Cantares, poesies espagnoles “Que l’esforc de tants de predecessors illustres no es
ave e une traduction française par Tanteur”. Se las ha trenqui; que mai no pugui caure sobre la nostra gene-
recogido el editor de “Le livre libre". Estos cantares son radó el blasme de descura i de feblesa; que les altres
un amable y delectante pasticho de las coplas populares, que ja ens empenyen siguin, per virtut propia i mérit
llegando algunas a adquirir caracteres de indicación tu­ nostre, cent vegades millors i més dignes deis tresi>rs
rística para franceses. Así esta: que haurem coopérât a descobrir-los i a acostar-los.”
* * *
La Virgen más española
es la del Pilar, porqué
levantó a su pueblo contra, Almela y Vives ha dado un nuevo libreto de divul-
el emperador francés. gadón valenciana, de Valencia mismo, esencial.
Su "Pomell de bibliopis Valencians" se compone de
T E A T R O IM P R E S O D E A ZO RÍN los siguientes ensayos a cual más finos, más certeros,
más amorosamente perfilados:
La Compañía Ibero-Americana de Publicariones ha L’Arauxí, súbdit expoliat; Joan Mas o el llibrc en-
emprendido la tarea de editar las Obras completas de cadenat"; Joan Baptista Pérez, el Bisbe de Segorb; Md-
Azoríni comenzando por un tomo de teatro. En él re- d o r Aracil, el llaurador que llegia; Pere Joan Trilles o
une Azorín, Oíd Spuin; Brandy, mucho brandy, y Co- altra mena de llaurador; Martínez de la Vega, onde i
tncdta del Arte. Leer teatro en un novelista, siempre es nebot; Vicent Victoria, el pintor que mentia: Manuel
más tranquilo que ver a un novelista en el teatro. Martí, l’exiliat d'Alacant; Francés Pérez Bayer, funda­
En el teatro, el novelista quiere dejar de ser lo que dor de la Biblioteca Universitaria de Valencia; Antoni
ha sido, sin que lo que ha sido deje al espectador olvi­ Ponz, que llegia al Hit; Joaquim Marin i Mendoza, tra­
darse de lo que es: un novelista. En el teatro impreso, ductor; Salvá, pare i fill; Josep Bernat i Baldoví, satíric,
el novelista enriquece su temple de novelista con el sempre satíric; Joan Churat i Saurí, I’home de brusa;
matiz dramático, y se salva mejor. Salvador Sastre i Nadal; Josep Enric Serrano i Mora­
“Azorín" dramaturgo, leído en una butaca de estu­ les, el valencia que no era de Valencia.
dio, frente al paisaje tranquilo de la estepa castellana,
* * *
adquiere un valor exquisito. El corazón del lector (del
.-—-■ge) í-obresalta por su posible infortunio frente
a un público impaciente. Las objecciones y divergen­ Perc Vergés, en edición numerada de 150 ejempla­
cias son sin ruido, amistosas, esmeriladas. res, nos ha ofrendado una serie de poemas llamados "La
“Azorín" dramaturgo—en libro— , logra lo que en Nova Amiga”.
el prólogo de su libro quiere el dramaturgo “Azorín” : La edídón es primorosa. Los poemas en igual tono
“El a u t o r .— ¡Al fin, solo! Las dos de la madruga­ de primor. Un mediterráneo—un antiguo—que canta
da... Solo en mi cuarto de dormir... ¡Qué terrible tor­ eternidades: musa fuerte, perfume, río, amor

© Biblioteca Nacional de España

 I NDI CE DE
por Miguel Pérez Ferrerò
IBERICAS
“ r e v is t a d e o c c id e n t e ” .
A. V III. N. L X X IX .— MADRID
.\liora—])ara el comentario de Febrero— todas las
revistas de inauguración de año en la calle. Rara es
la que no ostenta en su pié : “ Enero, 1930 ” . U n nuevo
año, si no supone cambio, significa, al menos, espe­
ranza. Y por eso en los comienzos de la etapa que­
remos vestir con las mejores galas nuestro trabajo
y dar a nuestra orientación toda la brillantez posible.
Para el empeño— pulcritud, esmero, aire de nove­
dad—nada mejor, en esta sección de revistas, que
abrir la marcha reseñando la “ Revista de Occiden­
te” , que tanta resonancia alcanza fuera de nuestro
país y que tan considerada es en los mismos ruedos
de su actuación. No intentamos—por bien conocida
y por haberla ya anotado en varias ocasiones—mos­
trar la esencia de la publicación. Nos proponemos so­
lamente lanzar un toque atendonal—otro, del ins­
tante—que difunda su actual salida, la salida que
mira el porvenir de este ano, que consumirá con el
éxito que es de esperar.
.'\st su número L X X IX presenta originales tan
sugestivos ccwno “ Lugar del amor en la vida huma­
na”, por Bertrand Russell. “ Teoría del zumbel” , por
nuestro admirable compañero Benjamín Jam es. “ Q i-
ma y evolución” , por K. Olbricht. Y un relato lleno
de madurez, de reflexión y de vida, al par que ma­
gistralmente escrito, ‘‘Close-up de M r. Lehar”, por
Jaime Torres Bodet. Y para cierre, las agudas notas
criticas, 'las listas de recepción de libros y los aste­
riscos.
“Revista de Occidente”, merece siempre, por
la calidad de su contenido, figurar en las cabeceras
de reseñas y críticas.
" b o l í v a r ” , n . 2 . A. I .
(AMÉRICA EN MADRID)
En Madrid ajarece “ Bolívar” , revista de tipo y
concepción americanistas. le g ra d a por americanos.
© Biblioteca Nacional de España
REVI STAS
-Aunque Pérez Domenech no lo sea y aunque Abril
de Vivero radique en nuestro país. E l título e.s un
símbolo y una aspiración. Los editores lo explican
ffli la primera hoja y en parte que antecede al suma­
rio. El cuerpo de la publicación se dispone a seguir,
en los dos números que lleva de existencia, un cami­
no previamente trazado y desde luego de la mayor
nobleza. A rte nuevo y de cierta manera también
nueva vida bajo el lema evocador de “ Bolívar”. Es­
tas son las directrices que adivinamos y que pueden
ser timbres de orgullo auténtico.
En la salida 2 que se comenta, 'colaboran firmas
muy variadas, cuidadosamente elegidas y proclama-
doras del interés. Entre ellas queremos apuntar la
egregia de D. Miguel de Unamúno, la de Euge­
nio d ’Ors, Femando G. Mantilla. Y Xavier Abril
de Vivero, Alfredo Cóndon. Pablo. Neruda. César
Vallejo. Gonzalo Zaldumbide, Héctor Velarde. de
las aportaciones americanas...
Deseamos múltiples prosperidades a “ Bolívar” . Se
las deseamos de corazón. Y que sus ecos atraviesen
ámbitos y ganen rápidamente inteligencias.
“ p o l ít ic a ” . ÑÚM. i .----MADRID
Un grupo muy selecto y destacado de científicos,
de finos teorizantes, llevado por su noble afán polí­
tico : nobilísimo en todo tiempo y particularmente en-
noMecedor en estos días, acaba de fundar y lanzar
al ruedo español las páginas enterizas.de “ Política” .
Páginas encauzadoras, orientadoras, en las que
alientan los altos conceptos y las puras enseñanzas.
Miradas de los hombres que se preocupan del ma­
ñana—y del hoy—de su patria, en todos los renglo­
nes que escriben. 1 .a plana mayor, que pudiéramos
decir, de la cátedra y del periodismo, está llamada a
colaborar y ha comenzado a mostrarse. Fernández
.Almagro, el formidable crítico y articulista: Teodo­
ro González, profesor de Derecho Político: Alger, en
quien se esconde una relevante personalidad igual­
mente profesoral; M ingarro; Benito'; Valdecasas:
“ Orbe” , seudónimo de un joven y conocido interna-
 98 R E V I S T A DE L A S E S T A Ñ A S
cionalista, y otros asimismo muy prestigiosos, com­
ponen la nomina. Como figuras de primer término
no debemos oI\'idar a Sánchez Román, Marañón,
Ünamuno, Asúa, que prestan su concurso.
“ aragón” . núm . 52.
A Ñ O I V . — Z A R A G O ZA
■'.\ragón”—revista—representa el fervor por la
patria chica. Pero no un fervor de cicatería para lo
que se salga de su radio, sino de comprensión, de
ayuda. Así es un ejemplo y un elemento que citar
entre los más óptimos difundidores de nuestras be­
llezas.
Ofrece en su smnario: “ Los aragoneses fuera de
-Aragón” . "Centro Obrero Aragonés” . “ El Santo
Grial en Aragón” (textos de leyendas). “ Prim er sa­
lón de Bellas A rtes” , por Zeuxis. “ Los aconteci-
mientos dejxirtivos'’, por Narciso Hidalgo. "Biblio­
grafía” y “ Montañeros de A r ^ ó n ” , por Ramón Se­
rrano. El ornamento de la publicación no puede ser
ni más lujoso ni de gusto más dejíurado,
“ ESPA Ñ A (n ú m e r o e x t r a o r d in a r io ) ])referencia a los estudios sociales, políticos y econó-
“ España” ; después de aquella otra de feliz me­
moria. han hecho mal los editores de esta que pre­
sentamos de utilizar el título. Pero como no se trata
<le títulos y si de publicaciones, vamos a dar princi­
pio y casi fin a la breve reseña.
Un número—el de ahora—dedicado a Africa (no­
tamos una especiaí predilección de las revistas del
día ]K)r tal continente). U na variación más sobre
Africa. Y especialmente acerca de nuestro protecto­
rado. Pasemos la vista por algunos de los puntos
del índice y nos convenceremos: “ España en A fri­
ca” , por Juan Ferragut. “ Im pr^iones franco-espa­
ñolas” . “ Melilla y su Hinterland". “ 1.a Prensa ára­
be” . “ Una expedición por la zona húspanomarro-
quí”. I-os gráficos,, bastante artísticos, muestran pa­
sajes pintorescos y rincones muy sugestivos de ciu­
dades africanas.
El número de nuestra referencia constituye y se
anuncia extraordinario.
“ nueva r e v is t a ” , (¿ l i­
tera tu ra - u n i v e r s i d a d ?)
.\ la primera ojeada jiarece una continuación de
aquella admirable “ Verso y Prosa”, que dirigía, en
Murcia, Guerrero. Pero no es asi, aunque en el for­
mato se esfuerce en aparentarlo. “ Nueva Revista”
está formada por un grupo de jóvenes que en su
mayoría no se habían lanzado aún al campo litera-
© Biblioteca Nacional de España
río y que en el actual momento lo hacen bajo la ins­
piración del magnifico poeta Rafael Alberti. Todas
las vacilaciones—simpáticas—de esos mudiachos, se
advierten, claro está, en las páginas que escriben;
j)cro no hay duda que se harán buenos andarines si­
guiendo al poeta.
A M ER IC A N A S
“ c r is o l ” , r e v . d e c r í­
t ic a . N. 13 . EN ERO 1930
En Méjico, y con intención política, ve la luz
“ Crisol”. Mejor que nuestras indicaciones acerca de
sus páginas vibrantes y llenas de noble espíritu, será
transcril)ir algunos de los puntos que sustenta como
]>ropósitüs y guías para sus lectores. Entresacamos
los más interesantes. Dicen a sí: " Pretendemos
hacer una revista moderna que contribuya a
definir y esclarecer la ideología de la Revolu­
ción...” “ No tratamos de producir vana literatura,
sino de discutir o señalar problemas de interés na­
cional e internacional" " ...P o r lo mismo, daremos
micos”Y esto es todo, todo lo mucho que entrañan
las hojas de “ Crisol” .
En su 13 salida hemos de destacar; “ Los proble­
mas haitianos” , por los hermanos M. Morpeau. “ Me­
dia hora con Henry Barbusse” . porMaría Vergara.
“José Carlos M ariátegui”, por Blanca Luz Brum.
“ Revolución”, ] X ) r Héctor Pérez Martínez. “ El ori­
gen del caliallo en América” , i>or José Figueroa. “ La
ciudad y el campo” , por L, Garrido. U n autógrafo
de Manuel Ugarte. “ I.as reformas en el calendario”,
|X)r Ignacio Urquijo. “ Algunas consideraciones so­
bre la Geografía humana” , por Pedro C. Sánchez.
Y una bien nutrida sección bibliográfica.
Como puede apreciarse, “ Crisol” sigue al pie de
la letra y del esi>iritu los puntos que con anterior
so.segada meditación se propuso.
“ 1930 ”
He aquí una revista que es un i’crdadero prodigio
de renovación. Su título mismo lo indica, variando
—por su propia esencia—cada año. “ 1927 ”, ayer;
“ 1930 ” , hoy, ha ido superándose en este breve, pero
fecundo tiempo de su vida. “ Revista de avance”
reza el subtítulo que obra de parte fija, de lema. Y
a ese avance augura! han res])ondi(Io los componen­
tes y animadores. Francisco Icha.so, Félix IJzaso.
Jorge Manacha y Juan Marinello, no han dejado de
merecer en ninguna (Kasión los plácemes de quienes
contemplan sus esfuerzos y sus ansias ele perfección.
 REVISTA DE LAS ESPADAS
1930” se inaugura con importantes cooperacio­
nes. Su sección “ directrices” presenta !a animación
deseada y a ella siguen; “ A la juventud de Cuba” ,
por WaJdo F rank; “ Meditación de Waldo F ran k ” ,
por Juan Marinello; “ Waldo Frank y las dos Amé-
ricas”, por Félix Lizaso; “ Cura de verdad”, por
Francisco Idiaso; “ Signos de Waldo F rank", por
Jorge Mañach.
Como se ve, es un número dedicado al pensador,
con un artículo preliminar de éste.
¡ Que “ 1930” logre las metas que nuestra devo­
ción jjor sus páginas desea!
“ f e m e n i l ” , a . V . NÚ M E-
R 0 2 2 6 .— BU EN O S A IR E S
Unas hojas para las damas. Informadoras, direc­
toras : con esos pequeños detalles que orientan y en­
tretienen. La narración, el figurín, la receta culina­
ria, el eco de sociedad, se-sucenden. Una verdadera
multiplicidad de temas se acusa, y, con ella, un indu­
dable buen gusto. No cansar y llevar a la m ujer la
inquietud por las novedades artísticas y espirituales
parece su norma. Así, ya lo hemos dicho, pueden
alternar la recomendación ornamental para la mora­
da con una evocación literaria de Alfredo de Musset,
por ejemplo. Sus secciones amplias y bien cuidadas
han de satisfacer a las esperanzas femeniles más exi­
gentes.
“ Femenil” : revista del hogar. Lo que no quiere,
de ningún modo, decir revista insulsa y sí multi­
forme.
“ la raza ” , a . X . N Ú M ERO S
228 Y 2 2 9 .— BU EN O S A IR E S
La clásóca publicación ilustrada esta de “ La
Raza” , con sus historietas, sus relatos y sus gráficos
de actualidad. Un poco tradicionalista, empero, con
escasos elementos de incorporación.
Parece una revista del año 1914 . y en realidad se
ha quedatlo como estancada en el de su primera sa­
lida. Sin embargo, no puede decirse que pese y que
no se lea con agrado. Cumple su cometido y su texto
© Biblioteca Nacional de España
99
es ameno y ponderado. Llena de fotografías, extien­
de su camiio a la información provincial. El suma­
rio que exhibe esta vez se caracteriza por su exten­
sión y variedad. Figuran en él firmas españolas muy
estimadas en todos .sus radios de acción y difusión.
• “ u n iv e r s a l ” , n ú m s. 5 7 y 58.
R E \' I S T A IL U S T R A D A .— L IM A
“ Universal”, de Lima. Gran formato y pretensio­
nes no desprovistas de justeza. “ Universal” , bajo la
dirección de una mujer, Elisa Rodríguez P arra de
García Rosell. Se adivina desde la cubierta la mano
femenil. Sinfonía en rojo y blanco y niños jugue­
tones en el exterior, para tratar luego en el cuer¡x'
de la publicación de temas diversos y a veces tras­
cendentes.
\ '’ersos, muchos versos y caras de americanos,
preferentemente. También artículos de importancia.
Entrevistas con políticos y con escritores. Y el ojo
alerta a la actualidad.
El alma femenina se pasea por “ Universal” . Y no
se athúerte en su composición material, sino en su
esencia. Es la directora que vigila y que pone su sello
especial.
El conjunto es, por lo tanto, inmejorable... Gran
formato y aspiraciones justamente ennoblecedoras.
“ Universal” nos llega a las manos con fino aroma
de universalidad. ¿Qué más podemos decir?
C R IT E R IO N U M ERO 100.
30 E X E R O .- -B U E N O S A I R E S
“ Criterio" j-a ha sido reseñado varias veces por
no.sotrds. Y con elogio por su seriedad y buena se­
lección de originales. Su orientación— dentro <le su
sentido y de sus normas—es perfecta y se patentiza
por su amplitud y constante vigilancia de todo lo
que puede interesar al campo que cultiva.
Queremos apuntar el indudable éxito que significa
hacer su 100 salida.
“ Criterio” se ha afirmado suficientemente y ha
ílemostrado ipie posee un núcleo muy nutrido de
lectores.
INFORMACION
ESPAÑOLA
ESPA Ñ A
S IT U A C IÓ N POLÍTICA
Sigue el Gobierno presidido por el
general Bcrenguer poniendo ¡a mejor
voluntad para cumplir la misión que
se impuso al suceder a la Dictadura
que ejerció el general Primo de Rive­
ra durante seis años.
En Consejo de Ministros se acordó
la restauración del Ministerio de E s ­
tado que la Dictadura suprimió (de­
jándole reducido a Secretaría Gene­
ral de Asuntos E.xteriores), dependien­
te de la Presidencia del Consejo de
Ministros, y que pasase a desempeñar
esta Cartera el S r. Duque de Alba,
nuestro querido Presidente, que, s ^ ú n
manifestamos en el número anterior
de esta Revista, se encargó de prime­
ra intención del Ministerio de Ins­
trucción Pública; para regir éste ha
sido designado el catedrático y Rector
de la Universidad Central, D. Elias
Tormo, nombrándose para desempeñar
el Ministerio de Economía Nacional
a D. Julio Wais.
D. Blas Cabrera, sabio catedrático
fV ¡cepresidentc e.stimadísimo de la
Lnión Ibero-Aniericanal, ha sido
nombrado Rector de la Universidad
Central.
Todos los altos cargos van prove­
yéndose en per.sonas de relieve políti­
co o arraigo social, ajenas en general
a la gestión de fa Dictadura y de di­
versos partidos monárquicos.
L a s Diputaciones Provinciales y los
Ayuntamientos han sido renovados en
su totalidad por procedimientos que
garantizan por completo la absoluta
© Biblioteca Nacional de España
POLITICA
E HISPANOAMERICANA
neutralidad del Poder público, con mi­
ras a preparar el ambiente nacional
para convocar a elecciones, incluso para
diputados a Cortes.
Entidades como el Ateneo de M a­
drid, los Colegios de Abogados y la
Real Academia de Jurisprudenda, etcé­
tera, se ven de nuevo regidos por sus
antiguos Estatutos y por Juntas con
arreglo a ellos formadas.
Impera la tranquilidad material en
España y el Gobierno' propugna la
completa espiritual, para la que se
lleva mucho camino andado con me­
didas como la de conceder la más am­
plia amnistía, que ha reintegrado a
sus hogares y a sus puestos numero­
sos expatriados civiles y militares.
-Al problema de la reorganización
económica se presta predilecta aten­
ción; se está estudiando ampliamen­
te a fin de plantearlo en sus debidos
términos de sinceridad: pero, desde
luego se han tomado las más severas
medidas para restringir los gastos,
particularmente los del Presupuesto
extraordinario, y terminantes disposi­
ciones revocadoras de otra.'i oficiales
que la realidad serenamente contem­
plada revela que su aplicación resultó
francamente perjudicial, sin que deje
de reconocerse que la situación econó­
mica en general, lejos de ofirecer mo­
tivo de alarma, es próspera.
R EO RO A N IZA C IÓ N EN EL M IN IS T E R IO
D E H A C IE N D A
La práctica de cerca de seis años, se­
gún Real decreto de 4 del corriente, de­
muestra que el alto organismo denomi­
nado Tribuna] Supremo de la Hacienda
Y SOCIAL
pública, por la organización que se le
dio, es ineficaz para el fin que al crear­
le se persiguió.
La reunión en una sola persona, la
del presidente de ese Tribunal Supremo,
de dos funciones tan opuestas como
la de fiscal e interventor dentro de
la Administración activa, y la de censor
de los actos realizados por la misma A d ­
ministración intervenida por él, y la ca­
rencia de medios adecuados para el ejer­
cicio de la función atribuida a los inter­
ventores delegados del propio presidente
de las dependencias del Ministerio de
Hacienda, de los cuales se halla separa­
da la Contabilidad, verdadera fiscaliza-
dora de los actos administrativos, hacen
palmaria esa ineficacia.
Por otra parte, la autonomía concedi­
da a sus magistrados y jueces en el exa­
men y fallo de las cuentas pardales que
rinden los encargados de la custodia y
manejo de fondos de la Adminístradón
del haber del Estado, es contraria a la
unidad de criterio indispensable en un
Cuerpo que tiene a su cargo la más alta
misión en materia jurídico-contable.
Estas consideraciones han induddo al
Gobierno a restablecer el Tribunal de
Cuentas del Reino y la Intervención ge­
neral de la Administración del Estada,
con mdependenda absoluta de sus fun­
dones; atribuyendo al primero exclusiva­
mente las que la ley de su creadón le
otorgó para el examen y fallo de todas
las cuentas con la organizadón del Re­
glamento de 9 de Agosto de 19 2 1, y lle­
vando a la Intervención general las que
la ley de Administración y Contabilidad,
en sus capítulos séptimo y octavo, les
atribuyó, recogiendo necesariamente para
ello de la Dírecdón general de Tesorería

y Contabilidad las de carácter contable
que siempre tuvo.
LA LF.V D E CO NTABILIDA D
Un Decreto-ley de Hacienda, inserto
en la Caceia de 5 del corriente, resta­
blece en toda su integridad los preceptos
de la ley de Administración y Contabi­
lidad de la Hacienda pública, fecha 1
de }ulio de 1 9 1 1 , declarada en suspenso
por la Dictadura, con las excepciones
introducidas por algunas disposiciones
referentes a los precios de los materiales
y mano de obra y a la ejecución de
obras comprendidas en el presupuesto
extraordinario que han pasado a formar
parte del ordinario.
LA T E L E F Ó N IC A E N 1929
La Compañía Telefónica Nacional de
España ha publicado sus estadísticas del
año completo. Según ellas, la progresión
de los servicios se acentúa, si bien el
ritmo de aumento no es tan intenso como
en los años anteriores. A fines de 1929,
los centros telefónicos en explotación su­
maban 2.280, y los aparatos en servicio
174.059. En el año se celebraron con­
ferencias en número 10 .12 5 .4 7 1, y se
cursaron 4.552.483 telefonemas.
Cuanto a la cuenta de utilidades, los
ingresos brutos representaron pesetas
64.858.744,76, y los gastos, pesetas
33,176.825,95. Descontados los intereses
de obligaciones, restan 27.356.918,81
pesetas como ingresos netos, que se com­
paran con 28,4 de 1928, 19,6 de 1927,
y 12.4 millones de 1926.
FL D ECRETO AGRO PECU ARIO
A l Ministerio de Economía habían lle­
gado insistentes rcclam.iciones de los in­
genieros agrónomos, a los cuales creaba
una delicada situación lo dispuesto en
<1 Reglamento agropecuario, haciéndoles
depender de las Dipuucicnes, a las cua­
les se encomendaban peculiares funcio­
nes que ellos estimaban que les com­
petían.
En atención a estas reclamaciones, y
para llegar a un estudio completo de
REVISTA DE L A S E STA Ñ AS
tan importante cuestión, se acordó que
se ordene el aplazamiento o la suspen­
sión parcial de los efectos de los Reales
decretos de 26 de Julio y 14 de No­
viembre de 1929, muy especialmente en
lo que se refiere a la imposición de re­
cargo en la contribución, a las eleccio­
nes de Consejos y al establecimiento de
funciones encomendadas a las Dipu­
taciones provinciales.
E L C U L T IV O D E L ALGODÓN E N ESPA Ñ A
Son muy satisfactorias las noticias so­
bre el estado próspero de desmotación
de la pasada campaña, de la que van
ingresados en la factoría de Tabladilla
más de tres millones de kilos de algodón
bruto y fabricadas 4.500 balas, y el
stdnd establecido en la Exposición In­
ternacional de Barcelona ha sido agra­
ciado por el Jurado con el máximo de
lecompensa.
Para el presente año se espera una
gran intensificación del cultivo por el
entusiasmo observado entre los cultiva­
dores de algodón, de los que hay ya
numerosas inscripciones.
N UEVA S M ONEDAS D E D IE Z Y C IN C O
C ÉN TIM O S
El Director de la Fábrica de la Mo­
neda tiene en proyecto la creación de
unas nuevas piezas de diez céntimos, el
cual presentará al estudio del Gobierno.
Se trata de sustituir la actual "perra
gorda", que se considera sucia, por otra
de cupro níquel de un tamaño interme­
dio entre las monedas de peseta y las
de 50 céntimos.
El anverso de las nuevas monedas es
el perfil de una matrona representando a
España. El reverso será en relleno bien
sensible al tacto, y en este relieve figu­
rará la cantidad "diez céntimos” y las
inscripciones acostumbradas.
También se proyecta fabricar nuevas
monedas de cinco céntimos en cobre,
que serán más pequeñas que las actuales
y algo más gruesas.
La circulación actual en monedas de
diez y cinco céntimos, alcanza la suma
de 40.000.000 de pesetas.
© Biblioteca Nacional de España
101
A R G E N T IN A
C IE R R E D E L A C A JA DE C O NV ERSIÓ N
He aquí el texto del decreto sobre
el cierre de la Caja de Conversión:
“ Considerando que el estada de in­
seguridad en la regularidad y estabili­
dad de la moneda porque atraviesan los
principales centros financieros del mun­
do influye adversamente en el nuestro,
motivando la salida del metálico sin cau­
sas verdaderamente justificadas, el P. E.
de la nación decreta:
Artículo 1.* Déjese sin efecto el de­
creto de 25 de Agosto de 19 27 y man­
ténganse en vigor las disposiciones an­
teriores, por las cuales se suspenden los
efectos dcl art. 7.“ de la ley 3.8 71, en
cuanto obliga a la Caja de Conversión
a entregar oro sellado en cambio de mo­
neda papel.
Art. 2." Comuniqúese, publíquese,
dése cuenta en su oportunidad al H.
Congreso y archívese.— Hipólito írigo-
yen.— Enrique Pérez Colman."
Esta determinación del Poder Ejecu­
tivo ha dado margen a numerosas po­
lémicas y artículos periodísticos.
Los hechos dirán hasta qué punto
era necesaria una medida tan enérgica
— dice "E l D ía", de La Plata— . Crei­
mos que al autorizar al Banco de la
Nación a efectuar operaciones de redes­
cuento en la Caja hasta la cantidad de
2 0 0 .0 0 0 .0 0 0 ' de pesos moneda nacional
habíase desechado la clausura.
A pesar de la falta de fundamentos
claros del decreto, se advierte que es el
continuo drenaje causado por las ex­
portaciones de metálico lo que ha pro­
vocado el acto del Gobierno. Efectiva­
mente, día a día se registraban extrac­
ciones de oro que hacían desaparecer
de la circulación el equivalente en papel
moneda, originando los trastornos con­
siguientes. En primer término, las dis­
ponibilidades bancarias escaseaban, como
lo demuestra el hecho de que los Ban­
cos de primera categoría estaban pac­
tando tipos de interés hasta de 7 por
1 0 0 para depósitos de sumas importan­
tes a noventa días de plazo. En segun­
do, los exportadores no entregaban sus
 102 REVISTA DE LAS ESPADAS
letras al mercado, restando ese impor­
tante factor de defensa de nuestro peso.
Si, a juicio del Gobierno, las extrac­
ciones de oro eran producto de la es­
peculación en cambios, que mantenía el
quebranto de la divisa argentina para
ganar el 2 y 3 por 100 mensual situan­
do oro en el extranjero; y si para con­
trarrestar esa combinación resultó débil
el procedimiento ideado por el Banco
Oficial, antes que la clausura de la
Caja le quedaban para usar otros me­
dios que quizás habrían producido re­
sultados decisivos.
Hace tiempo, por ejemplo, que el
P. E. está autorizado para emitir em­
préstitos por más de 400 millones de
pesos para trabajos públicos, Se ha es­
tado financiando estas construcciones
con fondos sacados de rentas generales
por valor de más de 1 0 0 millones de
pesos moneda nacional. Ocurre pensar
entonces que siendo de muy difícil co­
locación en el país, en las circunstancias
que rigen de tiempo atrás, un emprés­
tito por 1 0 0 o más millones, convenía
tomatlo en el exterior.
Comprendemos que el P. E. haya ti­
tubeado en aceptar esta solución, por­
que posiblemente las condiciones hubie­
ran desmerecido un tanto en relación a
otros empréstitos contratados durante la
presidencia anterior. Pero no se trata
de obrar en relación sin cotejar también
las circunstancias tan distintas que ri­
gen en las plazas extranjeras. La expan­
sión de los negocios en los Estados
Unidos, por ejemplo, para referirnos al
único mercado que hoy puede ofrecer
préstamos importantes en el exterior,
elevó la tasa del interés. Antes del
"crack” bursátil producido últimamente,
a más de la carestía de! dinero, dificul­
taba la concesión de empréstitos al ex­
tranjero la ilimitada demanda interna
de capitales para toda clase de inver­
siones.
Cualquier país del mundo que se vie­
ra obligado a conseguir dinero en la
actualidad tendría que aceptar condicio­
nes menos convenientes quizás que las
aplicadas con anterioridad. Y si no exis­
tieran las causas decisivas que hay para
aconsejar la contratación de un em­
© Biblioteca Nacional de España
préstito nacional, bien haría el Gobier­
no en postergar la operación a la espe­
ra de condiciones más favorables.
Un empréstito tomado en Nueva
York vendría a satisfacer dos propósi­
tos importantes: proveería de recursos,
que están autorizados por distintas le­
yes, para financiar la construcción de
obras públicas y las obras sanitarias,
reintegrando las sumas cuantiosas toma­
das de rentas generales, lo que permi­
tiría al P. E. poner al día las obligacio­
nes de Tesorería, que están peligrosa­
mente demoradas. Los fO ó 100 millones
de dólares que se consiguieran en Nue­
va York, incorporados al mercado de
cambios, aliviarían inmediatamente la
demanda actual de moneda extranjera,
con la consiguiente valorización del peso
oro argentino.
Es opinión, difundida en los círculos
bancarios, que el Gobierno argentino,
considerado preferentemente en la pla­
za neoyorquina, conseguiria dinero al
95 por 100 en títulos del 6 por 100,
condiciones que difícilmente obtendría
allí ninguna otra nación. Bastaría que
el Gobierno prestara atención a las ofer­
tas de dinero que se le han hecho, en
términos generales, para que se pusiera
en evidencia la facilidad que existe de
contratar un empréstito.
La clausura de la Caja de Conver­
sión resuelve uno de los problemas mo­
netarios que tenía planteados el país.
V a a mantenerse en la circulación la
cantidad de papel moneda que ahora
existe. Pero su influencia es perniciosa
para el valor de nuestro peso en el
mercado internacional de cambio.
La importancia de este hecho es mu­
cha. Esa depreciación disminuye la ca­
pacidad adquisitiva de nuestro dinero
y. por contrario imperio, aumenta la de
las monedas extranjeras, Comprenderá
el lector que por tal causa, y sin per­
juicio del precio nominal que registren
las mercancías que importamos y los
productos que exportamos, compraremos
más caras las primeras y venderemos
más baratos los últimos. La consecuen­
cia resultante que surje, relacionando
estas premisas, es que tendremos que
enviar mayor cantidad de productos
para comprar menor cantidad de mer­
cancías.
Cerrada la Caja, como lo anticipan
ya los comentarios insertos en los dia­
rios del exterior y las opiniones de los
expertos, lo previsible es que se detenga
la importación de capitales. Sin embar­
go, y como complemento de la clausu­
ra, el P. E. podría reproducir la reso­
lución que se dictó, más o menos, en
esta época, hace dos o tres años, auto­
rizando el depósito de oro en las lega­
ciones contra entrega del equivalente en
papel moneda por la Caja de Conver­
sión, quedando facultado el depositan­
te a entregar en cualquier momento ese
papel moneda a la Caja y retirar el oro
de la Legación.
En aquella oportunidad dió buen re­
sultado. La medida aseguró a los de­
positantes la propiedad y la disposición
del oro en cualquier momento que lo
necesitaran, imponiéndoles como única
condición la previa devolución del pa­
pel moneda que se habia emitido con­
tra aquel depósito. Ahora que la banca
necesita mayores disponibilidades y que
el interés que abona a los depositantes
es mayor que el que se paga a esas in­
versiones en Londres y Nueva York,
resulta muy posible que dicho sistema
diera los mismos resultados anteriores.
Sin duda asi se estimó, creando, en
efecto, el Poder Ejecutivo el siguiente
decreto:
“ Decreto autorizando depo'sitos de oro
en los Legaciones.
Articulo i.” Previa autorización de!
Ministerio de Hacienda de la Nación,
hasta el 1,* de Junio de 1930 la Caja
de Conversión emitirá billetes contra
aviso telegráfico de las Legaciones ar­
gentinas, acreditadas en países de pa­
trón oro, de haberse depositado en cus­
todia y a su orden la correspondiente
garantía de oro de acuerdo con el tipo
de la ley 4.871 en el Banco o Bancos
que ellas designasen.
Art. 2.° Las instituciones bancarias
que efectuasen depósitos de oro a la or­
den de las Legaciones deberán presen­
tarse al Ministerio de Hacienda de la

Nación, declarando el destino que se
proponen dar a los billetes que solid-
tan y comprometerse a liberarlo dentro
de un plazo máximo de seis meses, a
partir de la fecha de los mismos, me­
diante el reembolso correspondiente de
los billetes emitidos. Si no lo liberasen,
el oro quedará de propiedad exclusiva
de la Caja de Conversión, la que de­
berá disponer su inmediato traslado al
país, de acuerdo con la ley.
A lt. 3.“ La Caja de Conversión po­
drá también emitir billetes contra oro
depositado directamente en sus arcas, y
liberarlo o no de acuerdo con lo dis­
puesto en los artículos precedentes.
Art. 4.* Los gastos de cable, la co­
misión de custodia y los gastos de tras­
lado del oro serán por cuenta del de­
positante."
EN FAVOR D E LA A G RICU LTU RA
El P. E. de la Nación acaba de dar
a la publicidad un Decreto por el cual
se faculta al Directorio del Banco de la
Nación Argentina para acordar créditos
especiales a los agricultores de determi­
nadas zonas agrícolas del país que hayan
perdido totalmente la cosecha.
La resolución que nos ocupa no pue­
de ser más plausible y oportuna, ya que
ella tiende a concurrir en ayuda del
agricultor necesitado, a fin de que pueda
continuar trabajando durante un año
más, y de esa manera, si el año agrícola
19 30 -19 31 les resulta favorable, resar­
cirse de las pérdidas sufridas el año ac­
tual.
Por dicho decreto se establece, además
de las condiciones en que se acordarán
esos créditos, las cantidades que se acor­
darán a cada agricultor, de acuerdo con
la superficie de hectáreas que cultiva y
la forma en que se harán las entregas,
que serán siempre en dinero efectivo.
En este caso, el Gobierno nacional
— dice "E l Fiscal"— obra prácticamente,
vale decir, dejando de lado la proyecto-
manía de que padecen los legisladores,
para llegar a los hechos en una forma
tan positiva y tan liberal que jamás se
ha establecido hasta ahora.
En efecto; hace muy pocos días, tres
R EV ISTA DE LAS ESPADAS
diputados nacionales presentaron a la
Cámara de que forman parte un pro­
yecto de ley por el cual se faculta al
P. £ . para que por intermedio del Ban­
co de la Nación, suministre semilla a
aquellos agricultores o colonos que por
la pérdida total de la cosecha carezcan
de recursos para adquirirlas.
Contiene este proyeao diez artículos,
y si bien en él se procura la ayuda del
agricultor necesitado, son muy pocos los
que en realidad han de gozar de esos
beneficios, ya que se les exige la garan­
tía del propietario del campo o la de
un vecino afincado, cosa difícil de ob­
tener por el colono, ya que aquéllos, an­
tes de prestar su firma, prefieren en mu­
chos casos seguir fiándoles cuando se
trata de comerciantes, o esperarlos por el
pago del arrendamiento dél campo cuan­
do se trata de propietarios de predios.
Esto les está ocurriendo año tras año
a los colonos que concurren a los Ban­
cos en procura de créditos para levan­
tar sus cosechas. Hay más aún; por el
proyecto de esos señores diputados, el
máximum de crédito que se acuerda es
de 2 .0 0 0 pesos, mientras que por el de­
creto del P. E. el máximum es de 5.000
pesos y el mínimum es de 2.500 pesos.
Lo único objetable que tiene este de­
creto del Gobierno nacional, es que limi­
ta las zonas en que han de acordarse
esos préstamos, siendo que existen otras,
que no se señalan en su decreto, donde
hay agricultores que necesitan tanto o
más que aquellos radicados en los pue­
blos que ya se señalan, de la ayuda de
los Gobiernos nacional y provincial.
CU BA
R E B A JA D E SUELDOS A FU N C IO N A R IO S Y
EM PLEA D OS
La parte dispositiva del Decreto res­
pectivo, dice como sigue;
" A partir del presente mes de Enero
y con carácter provisional, las dotaciones
y gastos de representación, los haberes
de funcionarios y empleados y demás
asignaciones que figuran consignadas en
la Ley Presupuestal del actual año eco­
nómico y que se determinan más abajo.
© Biblioteca Nacional de España
103
sufran los descuentos proporcionales si­
guientes:
— El 15 por 100 las dotaciones y gas­
tos de representación asignadas al Pre­
sidente de la República y a los Senadores
y Representantes.
— E l 15 por 100 a todos los haberes
asignados a funcionarios y empleados de
los Poderes Legislativo y Judicial y los
del Ejecutivo de la Nación, mayores de
tres mil pesos; igual proporción de un
15 por 100 de descuento sufrirán Codos
los gastos de representación que perci­
ban ios mismos en la escala expresada,
— El 10 por 100 a todos los haberes
asignados a funcionarios y empleados de
los Poderes Legislativo, Judicial y Eje­
cutivo, superiores de seiscientos pesos
anuales hasta tres mil pesos, incluyéndo­
se En esta medida las pensiones de ve­
teranos y las pensiones especiales por
leyes. Igual descuento sufrirán los gastos
de representación comprendidos en esta
escala.
— Se exceptúan de este descuento los
haberes de los alistados del Ejército, así
como los Sargentos y Vigilantes de pri­
mera y segunda clase de la Policía Na-
dona!, dada la índole espedal de los
servidos que prestan.
— El 10 por 100 a todos las asigna-
dones figuradas en el Presupuesto para
gratificadones de cualquier orden, sobre­
sueldos en general, haberes por sustitu­
ciones, ratificaciones de maestros, susti­
tuciones por maternidad, antigüedad de
empleados u otras análogas, así como el
saldo de todas las consignadones de ma­
terial, atendones varias y gastos diversos.
— Los descuentos que se efectúan por
la presente dísposidón serán aplicables
en igual propordón a los fundonarios y
empleados que perciban sus haberes per-
tenedentes al Fondo Espedal de Obras
Públicas y a la Dírecdón General de la
Lotería Nadonal.
— Se exceptúan de esta medida las
consignadones aplicadas a alquileres,
manucendones, subsistendas y atendone.s
varías de hospitales y asilos, subvendón
a hospitales y asilos, auxilios a viudas,
andanos, menores y narcómanos; obras
del Presidio Modelo y aquellas otras de
carácter general que ya hayan sido au-
 104
torizadas y concedidas en su cotal con
anterioridad.’’
REFO RM A S DE CARA c T E R ECONÓM ICO
El Secretario de Hacienda manifestó
<¡ue, a reserva de presentar un plan eco*
nómico más extenso, que comprenda la
mayor parte de los problemas que re*
quieren pronta solución, sometía al Con­
sejo de Secretarios las lineas generales
de! que pudiera acordarse;
La reducción de gastos en el semes­
tre comprendido de Enero a Junio para
enjugar el déficit presupuestal.
Depuración efectiva del Presupuesto
de gastos de la K adón, a fin de que su
ascendencia no exceda de 78 millones de
pesos mientras subsista la actual situa­
ción económica, y no se tengan mayores
ingresos, solicitando para ello la eficaz
cooperación de todos los señores Secre­
tarios del Despacho.
Modificadón del actual sistema tribu­
tario suprimiéndose impuestos y esta-
bledéndose, entre otros, el impuesto so­
bre las Rentas con escala redudda, pero
en sentido progresivo, para empezar ob­
teniendo, d fuese posible, facultad sufi­
ciente para que el Ejecutivo pueda au­
mentarla o disminuirla.
Aumento de la tarifa de Derechos
reates y transmisión de bienes, cstable-
déndose el impuesto progresivo sobre las
herencias.
Imposidón del impuesto sobre utilida­
des a todos los negocios estableados en
Cuba.
Supresión del actual impuesto del
Timbre Nacional, y si es posible, reduc­
ción de un medio por dento de la Ven­
ta y entrada bruta, caso de obtenerse
una importante recaudadón con los nue­
vos tributos.
Amortización de la pequeña deuda
flotante previo estudia y depuradón de
la misma, consignándose en sucesivos
presupuestos o en otra forma análoga.
Liquidadón de los presupuestos gene­
rales de la Nación, llevándose el défidt,
si lo hubiera, como partida de cargo al
nuevo presupuesto, a fin de evitar e!
aumento de la deuda flotante, que tan­
to perjudica el crédito del Estado y pue­
© Biblioteca Nacional de España
R EV ISTA DE LA S ESPAÑAS
de traer aparejado, como ha sucedido ya,
la necesidad de la concertadén de em­
préstitos para amortizarla.
Acordar que las obras públicas queden
limitadas exclusivamente a las que tie­
nen créditos ya concedidos y para pagar
en la oportunidad en que las recauda-
dones se verifiquen, sin contratarse nin­
guna nueva obra hasta que se hayan
concertado las operadones de finanda-
raiento que se tienen en estudio, y en
este caso previo el plan de distribudón
correspondiente.
Hacer efectiva la disposidón del ar­
tículo 390 de la ley Orgánica del Poder
Ejecutivo en cuanto a la responsabilidad
de los Secretarios del Despacho, cuando
se excedan de las consignadones presu­
puéstales, para que el presupuesto sea
una realidad y haya un verdadero con­
trol de los gastos públicos.
LO S SEGUROS E N 1928
De conformidad con los cuadras pu­
blicados por la Comisión Nadonal de
Estadística y de Reformas Económicas,
existían en 19 23 en e! país, 1 1 6 Com­
pañías de Seguros, de las cuales 6 1 per­
tenecían al ramo de incendios. 19 al de
transportes marítimos y terrestres, 1 1 al
de automóviles, ocho al de vida, anco al
de cristales y dos al de acddcntcs del
tiabajo.
Las de incendios disponían de un
capital de 2.189.505.500 pesos. ascen­
diendo el importe total de los seguros a
570.679.29!, el de las primas cobradas
durante el año a 3.604.468 y el número
de siniestros pagados a 284, por un im­
porte de 1.987.653 pesos.
Las de seguros marítimos y terrestres
tenían expedidas 44.794 pólizas, por un
importe de 85.851.200 pesos, habiendo
cobrado primas por valor de 318.800
y pagado por siniestros 13 2 .13 7 pesos.
Las de seguros de automóviles repre­
sentaban un capital de 164,445.458 pe­
sos, contando con pólizas que ascendían
a 2.275.910 pesos, habiendo cobrado
277.284 por primas y pagado 86.762
pesos por siniestros.
Las de seguros de vida contaban con
un capital de 764.230.636 pesos, ha­
biendo emitido en el año de que trata­
mos 11.3 2 5 jiólizas por valor de pesos
17.444.988, y teniendo asegurado, al
finalizar el año, por un total de pesos
86.795.013. Las primas cobradas en el
ejercicio ascendieron a 4.481.556 pesos;
el importe de pólizas dótales vencidas, a
466.072; el de siniestros pagados, a
366.354; el de pólizas terminadas por
liquidación, a 2.446.190, y el de prés­
tamos sobre pólizas, a 1.442,256 pesos.
Las de seguros sobre cristales repre­
sentaban un capital de 29.231.380 pe­
sos, alcanzando el importe de las primas
cobradas a 29.307, y el pago por rotu­
ras y desperfeaos, a 1 3 .0 1 1 pesos.
Las de seguros sobre accidentes del
trabajo representaban un capital de pe­
sos 30.143.800, habiendo expedido en el
año 1928, 2.896 pólizas y 1.680 renova-
a'ones, siendo el importe de las primas
cobradas, de 1.952.4 31 pesos, y el de
indemnizaa'ones pagadas de 703,754, y
ascendiendo los gastos ocasionados, a
5 1 7 ,1 1 8 pesos; el número de accidentes
fué de 33.933, habiendo resultado 160
casos de muerte, cinco de incapacidad
absoluta permanente, 274 de incapacidad
parcial permanente y 33.494 de incapa­
cidad temporal.
CH ILE
PR O TU R ISM O
Damos a continuación las modifica­
ciones introducidas a la ley Hotelera en
20 de Diciembre último:
Autorízase al Presidente de la Re­
pública, por término de un año, para
que conceda a las empresas especialistas
en el ramo de hoteles la garantía fiscal
en favor de los capitales que éstas emi­
tan. Esa garantía no podrá otorgarse
sobre una suma que exceda de la mitad
del capital invertido, debiendo el Pre­
sidente de la República fijar su monto,
en cada caso, por medio de un decreto.
El Presidente de la República emitirá
los bonos correspondientes por cuenta
de las empresas concesionarias, las que
deberán depositar en la Tesorería Ge­
neral de la República las sumas necesa­
rias para el servicio de los bonos, a lo
 R E V I S T A DE L A S E S T A Ñ A S
menos, treinta días antes de las fechas
de los servicios respectivos.
El tipo de intereses y amortización de
los bonos será el establecido en la ley
de 21 de Agosto de 1928.
Los beneñeios del “ almacenaje ficti­
cio", a que se refiere la disposición que
a continuación se incluye, alcanzan a
los vehículos para deportes o turismo
que se empleen en jiras temporales.
“ Almacenaje ficticio".
Por superior decreto del Gobierno de
Chile, con fecha 3 de Agosto del co­
rriente año se ha reglamentado la habi­
litación de almacenes de particulares y
despacho de mercaderías, estableciendo
d “ almacenaje ficticio", franquicia que
consiste en permitir, "dentro de un pla­
zo determinado, el uso o consumo de
ciertas mercaderías sin pagar los dere­
chos de Aduana en efectivo” .
La reglamentación de dicha fran­
quicia dice asi;
Los plazos para “ almacenaje ficticio"
serán de seis meses para las mercade­
rías de admisión temporal, con excep­
ción de la letra d) del art. 5.*, prorro-
gable previo acuerdo de la Junta gene­
ral de Aduana.
El despacho por “ almacenaje ficti­
cio" de las mercaderías de admisión
temporal podrá tramitarse en cualquier
Aduana de puerto mayor marítimo de
primera o segunda clase y las de puer­
to mayor de frontera, con excepción
de los vehículos para deporte o turis­
mo, que podrán entrar por cualquier
Aduana.
El despacho pro “ almacenaje ficticio'
de las materias primas para industrias
nacionales sólo podrá tramitarse, en
cada caso, por la Aduana del puerto
por el cual la Junta general de Adua­
na lo autorice.
Los propietarios de vehículos de de­
portes o turismo deberán tramitar en la
Aduana de los puertos de entrada una
póliza especial de “ almacenaje ficticio"
en tres ejemplares. En dicho documen­
to se deberá especificar con codo detalle
el tipo de carrocería, tipo de rueda,
marca, número de motor, número de
cilindros de éste, número y origen de la
patente, nombre del conductor y el nú­
mero y origen de su licencia en general,
y cualquier otra característica que per­
mita fácilmente individualizar el ve­
hículo.
En la póliza se indicará, además, el
puerto o los puertos por los que el tu­
rista abandonará probablemente el país.
En caso de que e! turista resuelva
abandonar el país por otros puertos que
los señalados en su póliza, deberá adver­
tirlo previamente a la Superintendencia
de Aduanas, a fin de que esta reparti­
ción dé cumplimiento a lo establecido
en el articulo anterior.
El plazo de duración de estas pólizas
será de tres meses, prorrogables hasta
tres más, previo acuerdo de la Superin­
tendencia de Aduanas.
Sí vencidos los plazos fijados en el
articulo anterior el vehículo no hubiere
abandonado el país, se hará efectiva la
fianza por el valor total de los derechos
y cargos correspondientes.
La Superintendencia, a su vez, comu­
nicará esta circunstancia a la Aduana
donde fueron despachadas las pólizas.
La tramitación de estas pólizas pue­
den ser efectuadas directamente por el
interesado, sin necesidad de interven­
ción de un Agente de Aduana.
EC U A D O R
FER R O C A R R ILES
> miento de delegados que se reunieran
. En la República del Ecuador existían,
en 30 de Junio de 1929, nueve líneas
con 1.12 6 kilómetros construidos, de las
cuales seis son propiedad del Estado y
tres de Compañías particulares.
Las pertenecientes al Estado son: la
de Quito a Iharra. de 17 3 kilómetros,
que representa un valor de 14.315.6 76
sucres, y cuyos ingresos anuales son cer­
ca de 600.000; la de Símbabe a Tipoco-
cha y a Cuenca, de 70 kilómetros, cuyo
costo fué de 6 .130.79 1 sucres y cuyos
ingresos se cifran en 1 0 0 .0 0 0 anuales;
la de Ambato a Pelileo y a Curaray.
de 34 kilómetros, de valor 2.966.774
sucres y cuyos ingresos anuales son de
40.000; la de Puerto Bolívar a Taguín-
© Biblioteca Nacional de España
10 5
Loja, de 70 kilómetros, de un valor de
4.180.554 sucres y un ingreso anual de
200.000; la de Puerto Bolívar a Pasaje,
de 26 kilómetros, de un costo de su­
cres 1.300.000 y un ingreso de 80.000
anual; la de Guayaquil a Zapotal y a
Costa, de 15 0 kilómetros, de valor
8.001.328 sucres y un ingreso anual de
50.000.
Las pertenecientes a Compañías par­
ticulares son: la de Guayaquil a Quito,
de “ La Guaquil 6^ Quito Railway Com­
pany", de 464 kilómetros, de un valor
de 55.850.000 sucres y un ingreso anual
de 7.500.000 (el Gobierno es dueño del
74 y medio por 100 de las acciones);
la de Marta a Santa A na, de la “ Cen­
tral Railway of Ecuador Ltd.", de 60
kilómetros, que representan 4,200,000
sucres y un ingreso anual de 240.000
(esta linea será propiedad del Estado en
19 84), y la de Bahia a Calceta, de la
“ Compagnie Française des Chemins de
Fer de L'Equateur, de 79 kilómetros,
de un valor de 3.160.000 sucres y un
ingreso de 70.000 anuales (esta línea se
halla hoy en poder de un depositario y
el Gobierno la conserva, explota y me­
jora con fondos asignados en el presu­
puesto nacional).
G U A TEM A LA Y HONDURAS
E l Gobierno de los Estados Unidos
invitó, en forma amistosa, a los de Gua­
temala y Honduras, para el nombra­
en Washington, a fin de tratar, en una
serie de conferencias, de la cuestión de
fronteras pendiente entre ambos países
desde el año 1845, y que Guatemala
confió su representación a los señores
licenciados D. Carlos Salazar (Presiden­
te), D. Eugenio Silva Peña (Delegado)
y D. Carlos Salazar, hijo (Secretario).
Las conferencias se inauguraron en
la capital norteamericana el 2 0 de este
mes, con asistencia del Sr. Cotton, Sub­
secretario de Estado de los Estados Uni­
dos, quien pronunció un discurso, ex­
presando buena acogida a las Delegacio­
nes, ofreciendo la hospitalidad de Wash­
ington para una discusión amplia y los
buenos oficios del Gobierno americano
 106
para tratar de que se llegue a uoa solu'
ción satisfactoria del conflicto, y dicien'
do que abrigaba la esperanza de que
ese seria el resultado, ya que las dos
naciones están ligadas por vínculos de
lústoiia y de antigua amistad.
£ n su respuesta, el Sr. Salazar ma>
njfestó que el Gobierno de Guatemala
ha aceptado con verdadero placer la ge'
nerosa invitación y enviado a sus dele'
gados, porque considera que es un deber
ineludible el demostrar una vez más su
buena voluntad en todo esfuerzo que
tienda a dar por terminada la cuestión
pendiente,
A su vez, el Jefe de la Delegación
hondurena dijo que ella tratará con es'
piritu sereno este asunto y pesará con
criterio impardal los puntos que se prc'
senten para las deliberaciones, deseando,
también por su parte, que éstas termínen
con un arreglo equitativo.
Los trabajos de la conferencia conti'
núan, y Guatemala espera que el resul'
tado final descansará sobre sólidas ba'
ses de razón y de justicia.
M E JIC O
REFORMA CONSTITUCIONAL
Con fecha n de Diciembre de 1 9 2 5 ,
ha sido reformado el articulo 2 8 de
la Constitución general de la Repú­
blica. por el siguiente decreto:
Artículo único. S e reform a el ar­
ticulo 1 8 del Reglamento de la ley
Orgánica del articulo 2 8 de la Cons­
titución general de la República, que
quedará redactado en los siguientes tér­
minos :
Articulo 1 8 . E s ilícito, conforme a
la citada fracción II, dcl artículo l.°.
todo procedimiento que tienda a elimi­
nar competidores en el mercado y de
una manera especial, la venta con el in­
dicado fin, de artículos a menos del cos­
to de su producción.
E.s ilicito también y perjudicial para
la industria, aun cuando pudiera ale­
garse que el consumidor resulta favo­
recido, que Empresas industriales apro­
vechen su capacidad económica o la pro­
tección arancelaria que el Gobierno les
© Biblioteca Nacional de España
R E V IS T A DE LAS ESPASlAS
hubiese impartido, para controlar el , efectos a que haya lugar, y el duplica­
mercado nacional de productos que a
su vez sean materia prima para la ela­
boración de artefactos o artículos, que­
dando prohibido a tales Empresas, por
constituir monopolio y evitar la libre
concurrencia, la concesión de precios
especiales exclusivos a distribuidores o
sociedades industriales determinadas,
que utilicen los productos de aquéllas
para la elaboración de artículos o arte­
factos.
Las Empresas industriales a que se
refiere el párrafo anterior, están obli­
gadas en relación con su capacidad pro­
ductora, a surtir las necesidades de in­
dustrias que utilicen sus productos como
materias prim as; no pudiendo en este
caso establecer en los precios de venta
de sus productos, más diferencias y des­
cuentos, que los relativos a la impor­
tancia de las transaedones de carácter
industrial o comercial, ya que dichos
precios y descuentos deberán ser unifor­
mes para todos los consumidores.
LKY D E PESAS V .MEDIDAS
Por el Presidente de la República, ha
sido expedido el siguiente decreto, que
empezó a r ^ i r el i.® del año actual:
Artículo I.® Los derechos por auto­
rización y verificación de pesas y medi­
das en instrumentos para pesar o me­
dir, se pagarán en timbres con leyen­
da, espedalmente que diga “ Pesas y
M edidas". ' te también ha colaborado en tan vasto
A n . 2 .« E n aquellos lugares en don­ programa, que alcanza a la mayoría de
de no haya timbres, los Inspectores ha­
rán la recaudación en efectivo: pero
deberán expedir el comprobante relati­
vo con la anotación de que el cobro
se hizo en esa form a por falta de tim­
bres y formularán por duplicado una
relación de los instrumentos autori­
zados.
E n el siguiente lugar que toquen en
su itinerario y en el cual haya timbres,
procederán a amortizar los correspon­
dientes a los cobros hechos en efectivo,
canoelando las matrices en el original
de la relación, y los talones en el du­
plicado. E l original lo enviarán a la
Contraloría de la Federación para los
do, al Departamento de Pesas y Medi­
das de la Secretaría de Industria, Co­
mercio y Trabajo.
PLAN D E CARRETERAS
L a Secretaría de Comunicaciones y
Obras Públicas, abriga las plausibles
intenciones de invertir la enorme suma
de ochenta millones de pesos en la cons­
trucción de nuevos caminos, en la ter­
minación de los que ya están abiertos,
y en la conservación de ios que están
totalmente concluidos.
Estos ochenta millones no podrá dis­
poner de ellos la Secretaría de Comu­
nicaciones en un solo año de presupues­
to, sino que los irá invirtiendo en el
curso de cinco años, porque tiene la ab­
soluta seguridad de que, a partir de este
año, el presupuesto de caminos será au­
mentado en dos millones anualmente; de
manera es que, si para 1 9 3 0 cuenta con
doce, en 3 1 tendrá catorce: en 3 2 , diez
y seis: en 3 3 , diez y ocho, y en 3 J ,
veinte.
E l programa de construción de ca­
rretera lo ha fijado la Secretaría de Co­
municaciones y Obras Públicas, de
acuerdo con la Comisión Nacional de
Caminos, después de estudiar los diver­
sos proyectos que sobre la materia le
fueron sometidos a su consideración, y
con posterioridad al segundo Congreso
de Caminos, cuya Comisión Permanen­
los Estados de la nación.
Todavía se proyecta invertir seis mi­
llones más en un camino que unirá a
Chíhualhua con Guadalajara, y en la
conservación de toda la red de carrete­
ras nacionales se emplearán los millones
que faltan para completar la suma de
ochenta millones de pesos que impor­
tan los cinco años del presupuesto de
la Secretaria de Comunicaciones y
Obras Públicas.
SOBRE R E S ID E N C IA D E EX TRA N JEROS
I-a Secretaría de Gobernación ordenó
a los Agentes de Migración en los puer-
 REVISTA DE L A S E STA Ñ AS 107

tos y fronteras, para que impidan la en­
trada al país a todos aquellos elementos
disolventes, como comunistas, anarquis­
tas, bolcheviquis o también extranjeros
no gratos, como estafadores, viciosos,
etcétera.
Méjico, según declara la Secretaría
de referencia, no quiere esa d ase de
inmigradón, sino aquellos elementos
honrados que vengan a trabajar y a
cumplir con las leyes.
Dicha Secretaria reiteró a los Gobier­
nos locales instrucciones para que die­
ran cuenta de aquellos extranjeros que
hasta el día i.° de Enero último no
liubieran legalizado su estancia en Mé­
jico. También a los Agentes de M igra­
ción se Ies ordenó procedieran a la e x ­
pulsión de los extranjeros que estuvie­
ran en las poblaciones fronterizas como
turistas, y no hayan legalizado su es­
tancia en el país, después de permane­
cer en él más de seis meses, sin pagar
las cuotas correspondientes de inmigra­
ción y llenado los demás requisitos.
URUGUAY
FO M EN TO D EL C U L T IV O DE LA PA PA
Una ley reciente establece medidas
para fomentar el cultivo de la papa en
el Uruguay. La ley destina para la ad­
quisición de semillas la cantidad de
40.000 pesos anuales, durante un perio­
do de tres años, para la adquisición de
semillas. La Comisión Oficial de Semi­
llas tendrá a su cargo la distribución y
venta a precio de costo de dicha semilla.
La ley asigna además las cantidades de
3.000 pesos anuales a favor del Institu­
to de Química Industrial para atender a
los gastos de preparación de los especí­
ficos para los tratamientos preventivos
y curativos de las enfermedades de la
papa; 2 .0 0 0 pesos por una sola vez en
favor de la Facultad de Agronomía, en
vista dcl estudio de la conservación de
la papa por el frío, y, finalmente, 6 .0 0 0
pesos anuales durante un período de tres
años, para la realización de estudios ten­
dentes a determinar la orientación ra­
cional del cultivo de la papa en el país.
A SIL O DÁMASO LARRAÑACA
En informe del Director del Hospital
Dámaso Larrañaga, Dr. Roberto Berro,
se dice con respecto al ejercicio com­
prendido entre el 1 , ' de Julio de 1928
y el 30 de Junio de 1929:
Desde hace poco, la dirección del A si­
lo dispone de una pequeña cantidad de
dinero destinada a subsidios de primera
necesidad, con lo que se trata de evitar
el ingreso de niños que son conducidos
al Instituto por un accidente agudo de
la vida de los padres (enfermedad, des­
alojo, falca temporaria de trabajo, etc.),
casos en los que a menudo una peque­
ña suma dada oportunamente, detiene lo
que en ese momento es un ingreso al
Asilo, pero que será, al cabo de unos
meses, un abandono prolongado, si no
definitivo.
En el ejercicio mencionado ingresaron
a la Institución 591 niños, de los cuales
3 13 son varones y 278 niñas. Durante
AÑ O S NancUlidad
19 24 ............................ 5,66
19 2 5 ............................ 5,64
1926............................ 5.63
19 2 7 ............................ 5,88
1928............................ 6 ,17
c! mismo período egresaron del Asilo
564 menores, de los cuales 335 eran va­
rones y 229 niñas, divididos en la for­
ma siguiente: 286, de tres a ocho años
de edad; 19 1, de ocho ? doce años; 28,
de doce a catorce años, y 59, de cator­
ce a veintiuno. La población total del
Asilo aumentó únicamente en veintisiete
niños en el curso del año. Los pupilos
del Asilo, una vez ingresados, y des-
pues de un suficiente periodo de obser­
vación, pueden quedar como internos de
la Institución o pasar a los servidos lla­
mados externo y de custodia; de los
4.499 pupilos que tiene el Asilo, 1.008
son abandonados y 3.491 figuran como
amparados. La situadón higiénica es
francamente buena, con una morbilidad
inferior a la mediana y una mortalidad
sumamente escasa. Durante el cjerddo
fallederon doce niños, lo que represen­
ta un porcentaje de mortalidad de 0,27
por 1 0 0 .
ESTA D ÍSTICAS D EM OGRÁFICAS
Según datos ofidales, se nota muy
poca fiuctuadón en la tasa de natali­
dad y mortalidad de la República du­
rante el quinquenio de 1924 a 1923,
inclusive. La población, el 3 1 de Dí-
dembre de 1924, era de 1.640.214 habi­
tantes; de 1.667.686, en 1925; de
1.730.468, en 1926; de 1.76 2.4 51, en
19 27, y de 1.808.286, en 1928. La nun-
dalídad, natalidad, mortalidad, creci­
miento vegetativo, y niños naddos muer­
tos por cada 1 . 0 0 0 habitantes, es la si­
guiente:
Crccimie«' to Kacidos
Natalidad Mortalidad vegetativo muertoe
25,83 11,8 0 14,03 0,91
25,42 11,6 5 13,77 0,82
25,36 10,49 14,97 0.84
24,60 11,4 5 13 ,15 0,80
25,00 1 0 ,6 8 14,32 0,84
S E R V IC IO T E L E F Ó N IC O IN TER N A C IO N A L
Por virtud de una resolución del M i­
nisterio de Industrias, se autorizó a la
Compañía Telefónica de Montevideo
para establecer un servido telefónico in­
ternacional, uniendo sus lineas con las
de la República Argentina y por este
medio con las de otros países del
mundo.

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I NF ORMACI ON E CONOMI C A ES PAÑOLA
E HISPANOAMERICANA
E SP A Ñ A Como dice “ El Economista", de Ma­
drid, la situación desfavorable de la
CA M BIO S M ED IO S D E LOS V ALORES ESPA Ñ O L E S Bolsa era más ostensible al terminar el
año, por efecto de que en el pasado
Los cambios medios de los valores españoles en 1929, comparados con los de otoño fué cuando se produjo la grave
1928, son; crisis bursátil en Nueva York, que tan
hondamente ha perturbado la vida finan­
CAMBIOS MEDIOS Baja ciera en muchos países, y parece tam­
en 1929
1928 1939 bién manifestación de que en el nues­
tro el dinero aparecía retraído de esa
Interior 4 por 100................................................. .......... 75,10 3 74,649 0,454 dase de inversiones por causas de ín­
Exterior 4 por 100................................................ ........... 89,407 85,265 4,142 dole general y por impresiones relado-
Amortizable 4 pot 10 0 ......................................... .......... 85,493 78,286 7,207 nadas con la situarión política que se
Idem 5 por 100, 1900......................................... .......... 9 5,517 93,099 2,418 avecinaba, y racionalmente se presumía,
Idem id., 1 9 1 7 .......................................................... ......... 94,435 91,394 3,041 sin que pudiera haber seguridad, de
Idem id., 1926, sin impuesto............................. ........... 10 4 ,119 10 1,2 5 5 2,864 que el cambio de régimen se realizara
Idem id., 19 27, sin impuesto............................. ........... 104,382 10 1,5 6 1 2,821 normalmente.
Idem id.. 19 27, con impuesto............................ ........... 93,466 89,252 4,214 Esos son los motivos que determinan
Idem 1928, 3 por 100, sin impuesto............ ........... 75,814 72,839 2,975 la baja que presentan las cotizaciones
Idem id., 4 por 100, sin impuesto.................. .......... 94,467 89,634 4,833 al terminar el pasado año, en compara­
Idem id., 4,50 por 100, sin impuesto............ .......... 99,161 92,486 6,675 ción con las de fines de 1928.
Idem 1929, 5 por 100, sin impuesto............ ............ 100,432 —
LAS E M IS IO N E S E N 1929
Las últimas cotizaciones registradas en los citados años y su comparación son
las siguientes: De un interesante trabajo de recopi­
lación publicado por la “ Revista de Eco­
U L T IM O S C A M B IO S B a ja nomía y Hacienda", de Madrid, toma­
1928 192» mos los datqs que siguen.
Las cantidades de valores emitidos en
Interior 4 por 10 0 ............................................................... 75,75 72,60 5,15 España en 1929, ascendió en total a
Exterior 4 por 100.............................................................. 89,00 85,35 5,65 pesetas 2.497.491, rigiendo en general
Amortizable 4 por 100........................................................ 84,25 76,25 8,00 el tipo del 6 por 1 0 0 , con la exención
Idem 5 por 100, 1900....................................................... 95,00 92,00 5,00 de impuestos presentes y futuros.
Idem id., 1 9 1 7 ........................................................................ 92,75 90,50 2,25 £1 Tesoro público, para saldar los
Idem id., 1926, sin impuesto.......................................... 103,00 10 1,0 0 2,00 créditos abiertos en el extranjero con
Idem íd„ 1927, sin impuesto.......................................... 103,00 10 1,4 0 1,60 motivo de la intervención en el cambio,
Idem id., 1927, con impuesto........................................... 91,00 88,00 3,00 ha emitido 350 millones de pesetas oro,
Idem 1928, 3 por 100. sin irapucíto........................... 75,25 72,50 2,75 desembolsados el 2 0 por 1 0 0 dentro
Idem id., 4 por 100, sin impuesto..................... 92,40 89,00 3,40 de laño.
Idem id., 4,50 por 100, sin impuesto. 98,00 92,50 5,50 El Estado ha solicitado también del
Idem 1929, 5 por 100, sin impuesto............................. — 10 1,0 0 — mercado, para atender al Presupuesto

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extraordinario, 500 millones de pesetas,
y asimismo, para la Caja ferroviaria, ha
emitido otros 500 millones de pesetas;
1 0 0 en suscripción pública y 2 0 0 que
se han entregado en pago de obras y
ventas en Bolsa. Total, 1.000 millones
destinados a obras del Presupuesto ex-
traordinario y ferrocarriles.
Viene registrándose, a partir de la pu­
blicación del Estatuto municipal y pro­ Edificaciones, cementos
vincial, un aumento constante en las
apelaciones al crédito por parte de las
Corporaciones municipales y provincia­
les, bien directamente, bien por medio
del Banco de Crédito Local, emitiendo
cédulas de crédito local e interprovin-
cial. alcantando en 1929 la d fra emiti­ Mineras ..........................
da (la mayor conocida de 1923 a la
fecha), 312.302.000 pesetas, c o n t r a
197.964.000 en 1928.
El Banco Hipotecario, en 1929, ha
puesto en circulación cédulas por va­ Aguas y R iegos............
lor de 109.775.000 pesetas, de las que
79,6 millones en cédulas al 5 por 100,
y 30,1 millones en cédulas al 6 por 100.
La cantidad puesta en circulación en
1929 es superior a la de 1928, lo que
revela un mayor auge de la construc­
ción, que para su desenvolvimiento acu­
de al Banco Hipotecario en demanda del
préstamo.
A la mayor .actividad en las emisio­
nes realizadas por las Corporaciones ofi­
ciales antes reseñadas, se destaca además,
en 1929, el Banco de Crédito Indus­
trial, que, como consecuencia de la am­
pliación de sus funciones crediticias, ha
lanzado 23,8 millones de bonos del T e ­
soro para el fomento de la industria; la
Caja de Emisiones, con 6,3 millones: el
Majzen, para sus obras, con 18,5 millo­
nes; el Patronato del Turismo, con 25
millones, y otras entidades de edifica­
ciones y mejoras urbanas, que, ya ava­
ladas por los Ayuntamientos o el Esta­
do, han emitido por valor de 17,7 mi­ pondiente, el Poder Ejecutivo ha promul­
llones de pesetas.
En total corresponden aÍ Tesoro y
Corporaciones oficiales 662,30 millones,
que equivale al 26,5 por 100 de la can­
tidad emitida, resultando, por consi­
guiente, que la cifra destinada a indus­
trias se elevó a 1.8 35,19 millones, te­
niendo en cuenta las aplicaciones de lo
REVISTA DE LAS ESPA:h AS
emitido por el Estado con destino a obras
públicas y ferrocarriles. Las entidades
industriales sólo han absorbido directa­
mente del público 634 millones.
£ 1 total de las emisiones industriales
realizadas se clasifica como sigue:
PESETA S
y obras públicas...... 722.524.345
Ferrocarriles y Tran­
vías ............................. 532.220.500
Electricidad ................... 180.320.000
Banca, Crédito y Segu­
ros ............................... 157.8 9 1.750
76.036.000
Metalúrgicas y Siderúr­
gicas ........................... 21.800.000
Azucareras ...... 14.375.000
Productos químicos....... 11.500.000
10.500.000
N avieras......................... 7.500.000
Industrias varias............ 100.512.000
ToWl................... 1.835.189.625
He aquí las cifras representativas de
las emisiones del último quinquenio;
ANOS PESETA S
19 2 5 ....................... 1.619.920
1926 ....................... 1.350.660
19 2 7 ....................... 932.993
1928 ....................... 1.604.168
1929 ....................... 2.497.491
B O L IV IA
E L P R E S U P U E S T O PARA 1 9 3 0
Por no haber sido aprobada la ley de
Presupuesto por el Congreso dentro del
plazo fijado en la ley Orgánica corres­
gado, por medio de decreto, el presu­
puesto para el ejercicio financiero de
1930, que fija los gastos en 47.580.108
bolivianos y evalúa los ingresos en la
misma cantidad.
Los gastos se reparten como sigue;
Deuda Pública Directa, 18.769.728 bo­
livianos; Guerra, 8.702.541; Instrucción,
© Biblioteca Nacional de España
109
4.360.200; Gobierno. 2.560.726; Comu­
nicaciones, 1.974.957; Servicio judicial,
1.931.68 0; Compañía Recaudadora N a­
cional, 1.700.000; Relaciones Exteriores,
1.508.400; Poder Legislativo. 1.399.130;
Hacienda, 835.960 bolivianos; Coloni­
zación, 76 1.22 2; Fomento, 626.040; Pen­
siones, Jubilaciones y Premios, 5 6 6 .113;
Créditos y Subvendoaes, 508.340; Con­
traloria General, 446.420; Industria,
378.930; Salubridad. 229.800; Culto,
175.260. y Agricultura, 144.640 boli­
vianos.
Los ingresos se calculan así; Bienes
nadonales, 10.450 bolivianos; Servidos
nadonales, 2.702.235; Impuestos direc­
tos e indirectos, 41.436.469, e Ingresos
varios, 3.430.954 boKvianos.
CO LO M BIA
LA PR O D U C C IÓ N DE PET R Ó L E O EN EL
P R IM E R SEM ESTR E DE 1929
Según el "Boletín de Minas y Pe­
tróleo", editado por el Ministerio de In­
dustrias de la República, la peoduedón
petrolera alcanzó durante el primer se­
mestre del año 1929, la cantidad de
9.995.021 barriles de petróleo crudo, lo
que representa un aumento de 29.405
barriles con respecto a la del último se­
mestre de 1928, y de 63.840 sobre la
del primero del mismo año. Toda esta
produedón procede de los campos pro­
piedad de la Nadón, que explota en
Barrancabermeja la "T h e Tropical Oi!
C*." Esta Empresa tiene perforados,
con buen resultado en su concesión, 391
pozos, de los cuales 303 están en acti­
vidad, 79 cerrados provisionalmente y
nueve represando gas.
Aparte de dicha Compañía, adelan­
tan actualmente exploradones la "South
American Gulf Oil C*.", en el departa­
mento de Santander, y la "Richmond
Petroleum C “.", en el del Atlántico.
Las exportadones de petróleo crudo
colombiano, transportado desde Barran-
cabermeja hasta la bahía de Cartagena
por el oleoducto de la "Andian Nacio­
nal Corporation", alcanzaron 9.037.103
barriles, con un valor de 12.508.208
pesos.
 lio
C O ST A R IC A
LA A SO CIA CIÓ N DE C A FE TA LERO S
En la República de Costa Rica acaba
de constituirse rccicntenicnce una Aso'
ciación de Cafetaleros. Su creación fué
decidida en una asamblea que presidió
el Presidente de la República, acompa­
ñado de los Secretarios de Hacienda y
Fomento e integrada por los principa­
les productores de café del país.
Según los Estatutos, sus fines serán:
el fomento de la producción cafetera na­
cional; el mejoramiento de los sistemas
de cultivo y beneficio; la intensificación
de la propaganda en los mercados mun­
diales; la reducción de los costos de
transporte y otros; la promoción de le­
yes que contribuyen ai fomento de la
industria; la elaboración de estadísticas
de producción nacional .y extranjera, y,
en general, toda medida que pueda con­
tribuir al auge de la industria cafetalera
en Costa Rica. La Asociación recomen­
dará y cooperará activamente al estable­
cimiento de agrupaciones agrícolas para
el fomento del cultivo del banano, ca­
cao, etc., escando dirigida por una Jun­
ta directiva integrada por ocho miem­
bros principales y cinco suplentes, desig­
nados cada año, por la Asamblea, y un
representante de la Secretaria de Fo­
mento. En su primera sesión, la Junta
direaiva aprobó una marca nacional
para el café, la cual será inscrita en to­
dos los países.
CUBA
N UEVO M A T E R IA L PARA L A IN D U ST R IA
ARROCERA E N CUBA
M&T2 0 .......................................................................
La Secretaría de Agricultura de Cuba Abril .........................................................................
ha adquirido 2 0 máquinas para descas­ XZ-ayr»
carar arroz, que serán distribuidas en­ limírt
tre las principales zonas arroceras de T iilirt
la República, a fin de que los que se A sosto .....................................................................
dedican a esta industria tengan facili­
dades para presentar sus produaos en Octubre ...................................................................
condiciones ventajosas para el mercado,
según informa el Cónsul general en
Nueva York,
© Biblioteca Nacional de España
R EV ISTA DE L A S ESPAÑAS
M EJICO PERU
PR O D U C C IÓ N D E PET R Ó L E O LA PR O D U C C IÓ N M IN E R A
La producción petrolera durante los £1 Perú, que ocupa el primer lugar
diez primeros meses de 1929 se ha en el mundo como productor de vana­
mantenido sensiblemente uniforme, sin dio; el tercero entre los productores de
que se acuse ninguna tendencia marca­ plata, después de Méjico y de Estados
da de aumento o disminución. Unidos; el séptimo en la producción de
cobre, y el noveno en la de petróleo,
Teniendo en cuenta esto, como el
ha visto aumentar en 1928 el valor de
que no haya habido ningún cambio dig­
su producción minera, que alcanzó en
no de tomarse en cuenta en las con­
esc año a más de 30.000.000 de libras
diciones de explotación durante Noviem­
peruanas, o sea 750.000.000 de pesetas
bre y los primeros días de Diciembre,
oro. El contenido útil aprovechado de
no es desacertado estimar que la total
los productos minerales, según el “ Bo­
producción mejicana de petróleo en el
letín Oficial de Minas y Petróleo", fué
presente año será de 7.000.000 de me­
el siguiente oro, 2,081 kilos, por valor
tros cúbicos (44,000.000 de barriles),
de 348.342 libras peruanas; p l a t a ,
aproximadamente.
672.090 y 3.16 6 .39 1; cobre, 52.958.480
Siendo asi, Méjico ocupará probable­
y 4.284,870; p l o m o , 16.885.982 y
mente, como en 1928, el cuarto lugar
5 9 1.17 8 ; zinc, 5.500.705 y 184.109;
en la producción petrolera mundial, co­
vanadio, 73.16 4 y 139.844; antimo­
rrespondiendo los tres primeros a Esta­
nio, 140.843 y 8.059; petróleo, kilos
dos Unidos de Norteamérica, Venezuela
1.587.608.000 y 20.525.000; carbón,
y Rusia.
178.008.000 y 220.568; áddo bórico en
Refiriéndose a la producción de pe­ boratos, 120.047 y 4.188; cloruro de
tróleo crudo bgero, declara el Departa­ sodio, 32.668.814 y 399.251; cuarcitas
mento de petróleo de Méjico que “ ha y otras rocas labradas, 12.578.000 y
ido mejorando paulatinamente", debido, 11.3 2 0 ; calizas en crudo, 76.142,000 y
sobre todo, al valioso contingente que 19.286; cal viva y apagada, 3.500.000
está proporcionando el campo de To- y 9.007; aguas minerales, 712.8 59 y
nalá, del Noroeste del istmo de Tehuan- 17.467; cemento, 48.475.330 y 268.040,
tepec. y yeso anhidro, 15.635.000 kilos, por
valor de 44.797 libras peruanas.
Producción mejiconti de petróleo crudo durante los diez primeros meses de 1929.
Mis. C ú b ic o s Barrliei V a lo re s e n
M ESES r e s o s m e js .
Pnprr» 5 5 8 .8 0 9 3 .5 1 4 .9 0 9 7 .3 2 9 .6 4 5
PpKrprn 4 9 7 .6 5 8 3 .1 3 0 .2 6 9 6 .5 2 3 .6 1 9
5 6 0 .5 9 5 3 .5 2 6 .1 4 3 7 .3 5 9 .3 5 6
5 5 7 .2 9 5 3 .5 0 5 .3 8 6 7 .3 2 3 .2 3 6
5 7 6 .2 1 5 3 .6 2 4 .3 9 2 7 .5 0 3 .9 8 9
5 8 0 .0 3 6 3 .6 4 8 .4 2 7 7 .5 2 4 .5 5 7
6 2 1 .2 Ó 0 3 .9 0 7 .3 4 8 8 .0 5 7 ,4 9 6
6 5 0 .2 1 2 4 .0 8 9 ,8 3 3 8 .4 1 8 .7 3 0
6 2 6 .8 8 9 3 ,9 4 3 ,1 5 2 8 ,0 7 5 .1 2 4
6 3 8 .2 8 5 4 .0 1 4 .8 1 3 8 .1 4 6 .9 5 8
S u m a s ................................................. I 5 ,8 6 7 ,1 9 4 | 3 6 .9 0 4 ,6 5 2 | 7 6 ,2 6 2 ,7 1 0

URUGUAY
M O V IM IEN TO BANCA RIO
Según la Inspección general de los
Bancos y Sociedades anónimas, en Sep­
tiembre de 1929 los 2 1 Bancos y las
cinco Cajas populares establecidos en
la República representaban, en conjun­
to, un capital de 4 9 .111.6 6 ? pesos, co­
rrespondiendo 26.7?8.866 p e s o s al
Banco de la República, 1? .9 3 1.14 4 a
los demás Bancos uruguayos, 6.259.002
a los Bancos extranjeros y 162,652 pe­
sos a las Cajas populares.
Sus fondos de reserva alcanzaban
8.239.587 pesos, correspondiendo pesos
992.372 al Banco de la República,
6.441.726 a los demás Bancos urugua­
yos, 690.269 8 los extranjeros y pesos
115 .2 19 a las Cajas populares.
El encaje de dichos Bancos era de
84.007.828 pesos, de los cuales pesos
69.459.522 eran del Banco de la Repú­
blica. 6.547.483 de ios demás Bancos
uruguayos, 7.969.854 de los Bancos ex­
tranjeros y 30.965 pesos de las Cajas
populares.
Los depósitos en cuenca corriente su­
maban 82.994.128 pesos, poseyendo pe­
sos 46.549.276 el Banco de la Repú­
blica. 16.535.877 los demás Bancos uru­
guayos, 21.465,503 los extranjeros y
443.473 pesos las Cajas populares.
Los depósitos en Caja de Ahorros y
.1 plazo fijo llegaban a 93.406,175 pe­
sos, de los cuales 49.384.519 pesos per-
R EV ISTA DE LAS ESPAJ^AS
Cenccían al Banco de la República,
3 0 ,18 6 .13 1 a los demás Bancos urugua­
yos. 11.9 16 .4 0 4 a los extranjeros y pe­
sos 1.9 1 9 .119 a las Cajas populares.
IN TER C A M B IO COM ERCIAL
De conformidad con los datos publi­
cados por la División de Estadísticas de
la Dirección general de Aduanas, du­
rante el primer semestre de 1929 el in­
tercambio comercia! de Uruguay ascen­
dió a 100.733.273 pesos oro, correspon­
diendo a las importaciones 4 7.151.268
pesos oro, contra 46.587.808 en igual
período de 1928, y a las exportaciones
53.582,005 pesos oro, contra 57,165.282
en los seis primeros meses de 1928.
Los países que figuran en primer
término en las importaciones son los si­
guientes: Estados Unidos, 15.826.195
pesos oro: Gran Bretaña, 6.961.862:
Alemania, 4.878.346; Argentina, pesos
3.874.262; Bélgica, 2 .8 21.732, e Italia,
2 .313.0 19 . En cuanto a las exportacio­
nes, figuran en primer término como
países de destino: Gran Bretaña, pesos
oro 11.676.430; Alemania, 9.159.169;
Estados Unidos, 6.768.792; Argentina,
3.36 9.177, y Francia. 5.529.492,
CO M ERCIO EX TER IO R
El valor total de las importaciones
del Uruguay en el primer semestre de
1929 ascendió a 4 7,15 1,2 6 8 pesos, y el
de las exportaciones a 53,582.005 pe­
© Biblioteca Nacional de España
111
sos. Comparadas con las de igual perío­
do de 1928, las importaciones muestran
un aumento de 643.460 pesos, o sea
1,38 por 100, en tanto que las expor­
taciones disminuyen en 3.583.277 pe­
sos, o sea 6,26 por 1 0 0 .
En el primer semestre de 1929 In­
glaterra ocupó el primer lugar entre los
compradores de productos uruguayos
con el 21,79 de las exportaciones to­
tales, siguiéndole Alemania, con 17,09
por 100; los Estados Unidos, con 12,63
por 100; la Argentina, con 11,8 9 por
100; Francia, con 10 ,32 por 100; Bél­
gica, con 8,50 por 100, e Italia, con
6 ,6 6 por 100. En el lado de las impor­
taciones, los Estados Unidos suministra­
ron el 33,56 por 100 del total. En se­
guida vino Inglaterra, con 14,76 por
100, y Alemania, Argentina, Bélgica y
Francia, con 10,35, 8,22, 5,98, 4,91 y
4.69 por 100, respectivamente.
DEUDA P Ú B L IC A
El 3 1 de Julio de 1929 la Deuda
pública del Uruguay ascendía a pesos
214 .9 22,76 1, dividida en la forma si­
guiente :
Pesos.
Deuda interna................... 74.060.914
Idem externa....................... 136.566.847
Idem internacional (brasi­
leña) .............................. 4.295.000
 INFORMACION C UL T UR A L ESPAÑOLA
E HISPANOAMERICANA
ESPAÑ A
CONCURSOS D E LA BIBLIOTECA NACIONAL
Conforme a lo dispuesto en el Regla­
mento para el régimen y servicio de las
bibliotecas públicas del Estado, apro­
bado por Real decreto de i 8 de Octu­
bre de ipoi, la Biblioteca Nacional ad­
judicará en el año corriente dos pre­
mios :
Uno, de 2 .0 0 0 pesetas, al autor espa­
ñol o hispanoamericano de la colección
mejor y más numerosa de artículos bi­
bliográficos relativos a escritores espa­
ñoles o hispanoamericanos.
Estos artículos deberán ser origina­
les o contener datos nuevos e importan­
tes respecto a los autores ya conocidos
que figuran en nuestras bib lic^afías, y
en uno y en otro caso se indicarán las
fuentes de donde se hayan sacado las
noticias a que se refieran los mencio­
nados artículos.
Otro premio, de 1.5 0 0 pesetas, al au­
tor español o hispanoamericano que pre­
sente en mayor número y con superior
desempeño, monografías de literatura
española o hbpanoamericana, o sea co­
lecciones de artioulos bibliográficos de
un género, como un catálogo de obras
sin nombre de autor ; otro de los que
han escrito sobre un ramo O punto de
historia, sobre una ciencia, sobre artes
y oficios, usos y costumbres o cualquier
trabajo de especie análoga; entendién­
dose que estas obras han de ser asi­
mismo originales o contener gran Húme­
ro de noticias nuevas.
© Biblioteca Nacional de España
CERTAMEN C IE N T ÍF IC O H ISPA N O A B ÍER I-
CANO D EI. REAL COLECTO D E FARM ACÉU­
TICO S D E M A D R ID
Con motivo de la conmemoración del
Centenario del edificio en que se aloja
la Facultad de Farmacia, en Madrid,
edificio que fue donado al Estado por el
Real Colegio de Farmacéuticos, éste ha
convocado un certamen científico his­
panoamericano con a r r a lo al siguiente
(K'ograma :
Premio de S. M. el R ey de Espa­
ñ a: 3 .0 0 0 pesetas en metálico.—Diplo­
ma de honor.—Título de colegiada de
mérito.
Tem a: “ Investigaciones químicas en
intoxicaciones alimenticias".
Premio del Exemo. S r. Ministro de
Instrucción Pública : Una figura de
bronce.—Diploma especial.
Tem a: U n trabajo Jiterario, prosa o
verso, de asuno libre, preferentemente
profesional.
Premio del Exemo. S r. Ministro del
E jército: U n objeto de arte.— Diploma
especial.
Tem a: "B io g ra fía de un farmacéuti­
co militar, de preferencia inédita".
Premio del Exemo. S r. Ministro de
M arina: 1 5 0 pesetas en metálico.—Di­
ploma especial.
Tem a: “ Funciones que el farmacéu­
tico puede desempeñar en la M arina de
guerra, a fin de dar el mayor rendimien­
to de su título profesional” .
Premio de la Sociedad N ación^ de
Farmacia de Buenos A ires : Medalla de
horo y diploma de honor.
Tem a: “ Medios más adecuados para
aumentar la vinculación intelectual en­
tre las instituciones farmacéuticas de-
España y de las naciones de Sudamé-
rica” .
Premio de la Asociación farmacéuti­
ca mejicana: i.ooo pesetas en metálico.
Diploma especial.
T em a: Proyecto práctico de organi­
zación farmacéutica hispanoamericana-
para un intercambio directo de produc­
tos naturales y elaborados entre todas-
las naciones de lengua española” .
Premio de la Asociación Farmacéu­
tica Nacional de Cuba: i.ooo pesetas en-
metálico.—Diploma especial .
T em a: “ Utilización de los gases as­
fixiantes en tiempos de paz".
Premio de la Unión Farmacéutica
Nacional: 2 .0 0 0 pesetas en metálico.—
Diploma especial.
T em a; “ Función higiénico-sanifaria
del farmacéutico rural. Laboratorios y
procedimientos adaptables a este me­
dio ” .
Como ampliación de la segunda parte
del tema precedente ; “ Proyecto de ins­
talación de un laboratorio de análisis
para pequeñas poblaciones” .
E l autor se ceñirá a la descripción y
manejo de aparatas indispensables para
practicar en pueblos los análisis y en­
sayos cuantitativos más corrientes, quí­
micos y clínicos (agua, vinos, orinas,
sangre, jugo gástrico, etc.), que pueden
exigirse al farmacéutico rural, y que
éste debe practicar careciendo de los
medios y las facilidades de las grandes
poblaciones. S i lo cree conveniente, pre­
sentará un manual o vademéeiim de-
 REV ISTA DE LA S ESTAÑAS
análisis simplificados que guie al pro­
fesor en las investigaciones más peren­
torias y necesarias de las sustancias que
se le remítan por los Ayuntamientos y
por los médicos, no mencionando las
que requieran otros instrumentos y me­
dios más costosos y sean ampliaciones
del análisis que puedan encargarse a las
capitales.
Premio del Real y Muy Ilustre Co­
i a i o de Farmacéuticos de Barcelona:
Medalla de oro.—Diploma y título de
socio de honor de esta Corporación.
Tema; “ Estudio farm acol^ico de
Jos productos y preparados medicinales
radio-activos más importantes” .
Premio de! Real Colegio de Farm a­
céuticos de M adrid: i.ooo pesetas en
metálico.—Diploma especial.—Titulo de
colegiado de número "exento” o corres­
pondiente.
Tem a: “ Estudio botánico, farmaco­
lógico y químico de una planta espon­
tánea de las floras de alguno de los
países de habla española” .
Premio de la Asociación de Centros
Farmacéuticos de España : 1 .5 0 0 pese­
tas en metálico.— Diploma especíaJ.
Tem a: “ L a Asociación de Centros
Farmacéuticos como auxiliar indispen­
sable del Estado en la restricción de es-
ti^facientes, y labor que puede des­
arrollar cerca dd Comité Nacional de
Plantas Medicinales” .
Premio del Centro Farmacéutico N a­
cional.— 500 pesetas en metálico.—D i­
ploma especial.
Tem a: “ Centros Farmacéuticos. Con-
venienda dd ingreso en los mismos de
todos los profesionales, y ventajas que
se han de derivar de la asociación de
los existentes y de los que se vayan
creando” ,
Premio del Comité Nacional de Plan­
tas Medicinales: 5 0 0 pesetas en metá­
lico.—Diploma especial.
Tem a; “ Resultados obtenidos en el
cultivo de una o varias plantas medici­
nales por un farmacéutico español o his­
panoamericano” .
L a Memoria deberá venir acompaña­
da de dibujos, fotografías o herbarios
cotí las especies cultivadas, indicando
cuantos dalos se crean necesarios sobre
terrenos, abonos. Clima, rendimiento,
riqueza en principios activos, etc,, etc.
Premio del D r. D. Roberto Cárcamo,
presidente de la Sociedad Nacional de
Farmacia de la República Argentina;
Medalla de oro y diploma de honor.
Tem a: “ Estudio práctico sobre las
preparaciones de sustancias coloidales
metálicas” .
Premio del Dr. D. Antonio Badia, e.x
presidente de la Sociedad Nacional de
Farm acia de la República Argentina :
Medalla de oro y diploma de honor.
Tem a: "Métodos más sencillos para
la preparación integral de productos
opoterápicos en los l^xwatorios de F a r­
macia” .
Premio del Dr. D. Macario B las y
Manada, director de “ E l Monitor de
la Farmacia y de la Terapéutica : 2 5 0
pesetas en metálico.—Diploma especial.
Tem a: “ Industrias farmacéuticas que
podrían establecerse en España o en un
país de Hispanoamérica” .
Bases generales: S e requiere justifi­
car oficialmente ser farmacéutico espa­
ñol o de un país de América de habla
española.
Los trabajos, de los que se presen­
ten tres copias, estarán escritos en es­
pañol, en letra clara, manuscrita o me-
canográfica; en cuartillas o folio, por
una sola cara, numeradas y encuader­
nadas.
Cada Memoria se distinguirá en su
cubierta con un lema que constará de
cinco palabras, a ¡o más, y el titulo del
premio a que aspira. No estará firma­
da, ni contendrá dato alguno que per­
mita conocer su procedencia. E l nom­
bre, domicilio, testimonio profesional y
demás circunstancias que el autor crea
conveniente añadir se incluirán en sobre
aparte, en cuyo exterior se consignará
el lema distintivo de la Memoria res­
pectiva. Queda prohibido el uso de seu­
dónimos.
S e entregarán los trabajos dirigidos
al presidente del Real Colegio de F a r­
macéuticos de Madrid, en la calle de
Santa Clara, número 4 , piso bajo, don­
de se les entregará un recibo que ser­
virá para retirar el trabajo si no resul­
ta premiado.
© Biblioteca Nacional de España
113
£ 1 plazo de admisión termina el día 1 5
de Agosto de 1 9 3 0 , a las diez de Ja no­
che, para los concursantes españoles, y
el 3 1 del mismo mes para los america­
nos; entendiéndose que en estas fechas
deben estar los trabajos en el local del
Colegio.
£ 1 Real Colegio nombrará libremen­
te los Jurados entre farmacéuticos de
España y América, sus fallos se darán
a conocer con la debida antelación a la
fecha d d reparto de premios, 2 9 de No­
viembre de 1 9 3 0 .
Los trabajos premiados quedarán de
propiedad d d C o ia io , aunque se haya
renunciado al premio por el autor, ex­
cepto los corespondientcs a los temas
de las Corporaciones, las cuales serán
las propietarias de los mismos, y po­
drán publicarlos, si así lo acuerdan, o
autorizar al autor .su publicación: con­
viniendo en cada caso d número de
ejemplares que dehan entregarse.
Será declarado nulo el premio con­
cedido a una Memoria cuyo trabajo
haya obtenido distinción pública por
otros trabajos dd mismo asunto.
“ Premio Carracido " : U n ejemplar de
la “ Química biológica” del llorado
maestro, con su fotografia y autógrafo
del mismo, especialmente encuadernado,
dd Dr. D. Leopoldo López Pérez, íBr-
macéutico mayor de la Armada, y re­
compensa de 5 0 0 pesetas en metálico,
de D. Gregorio Escolar, presidente dd
Colegio de Farmacéuticos de Sevilla.
T em a: "Eli farmacéutico rural tiene
d deber de demostrar la indiscutible
capacidad de su título profesional para
intervenir en la resolución de los pro­
blemas biológicos” .
Bases: Podrán optar a este prendo
solamente los farmacéuticos hispano­
americanos que ejerzan la profesión en
poblaciones rurales.
E l concursante acreditará en la plica
correspondiente esta cualidad, por cer­
tificado expedido por la autoridad mu­
nicipal donde ejerza, en sustitución del
certificado profesional a que alude la
ba.se primera de las condiciones gene­
rales.
Dada la trascendencia indudable que
tieiK el que los farmacéuticos rurales
 114 R EV ISTA DE L A S E STA Ñ AS
acudan a estos actos de cultura, se otor­
garán, por deseo expreso de los dotiaii-
tes, en número ilimitado, las menciones
honoríficas a que se hagan acreedores
los trabajos presentados.
Las demás condiciones constan en las
bases generales.
Premios para estudiantes de Farm a­
cia.—Ue D. Gregorio Escolar, presiden­
te did Colegio de Farmacéuticos de Se­
villa.— Premio “ Profesor J . Casares” :
2 0 0 pesetas en metálico.— Diploma es­
pecial.
A l mejor trabajo de Análisis químico
(en sus diversas ramas).
Premio “ Profesor Jo sé G irai” : 200
pescta.s en metálico.—Diploma especial.
A l mejor trabajo de Quimica bioló­
gica.
Premio “ Profesor A . Madinaveitia” :
2 0 0 pesetas en metálico.— Diploma es­
pecial.
-Al mejor trabajo de Química orgáni­
ca, preferentemente de Síntesis de me­
dicamentos.
Premio “ Profesor Enrique M oles” :
2 0 0 pesetas en metálico.—Diploma espe­
cial.
A l mejor trabajo de Físico-Química.
Premio “ Profesor Obdulio Fernán-
d e a " : 2 0 0 pesetas en metálico.—Diplo­
ma especia!.
A l mejor trabajo de Análisis de me­
dicamentos orgánicos.
Prem io “ Dr. Mouriz R iesgo” : 200
pesetas en metálico.— Diploma especial.
A I mejor trabajo de Bacteriología o
Seroter^ ia.
Premio “ Dr. Maestre Ibáúez” : 200
pesetas cu metálico.—Diploma especial.
A I mejor trabajo de Análisis clínico
o de alimentos.
Bases : Estos premios se adjudicarán
a rsfudiaides de las Facultades de F a r­
macia o Escuelas de Farmacia de Espa­
ña y Sudamérica.
Tcnieiido en cuenta que se trata en
ellos de estimular la afición al estudio
de las cuestiones científicas, no se decla­
rará desierto ninguno de estos premios.
Kn d caso de no presentarse trabajos
a cualquiera de ellos, o estar desposeí­
dos de todo mérito relativo tos que se
presenten, se adjudicará el premio al
© Biblioteca Nacional de España
alumno de cualquiera de los Centros
docentes mencionados que, a juicio del
Real Colegio de Farmacéuticos de M a­
drid, lo merezca, por propuesta unáni­
me de los Clau.stros de ellos.
EN LA LEGACIÓN D EL ECUADOR EN M A D R ID
En la Legación del Ecuador se ede-
bró recientemente una recepción en ho­
nor de la Real Academia de Bellas A r­
les. en la que se entregó a! conde de
Romanones, presidente de la Corpora­
ción, y a D. José Francés, las insignias
de gran oficial y comendador, respecti­
vamente, de la orden “ A l m érito", del
Gobierno del mencionado país america­
no ; txmeedidas al fundarse en Quito la
misión filial americana de la Academia.
Empezó el acto leyendo unas cuarti­
llas el ministro del Ecuador, felicitán­
dose por la fundación en Quito de la
primera filial americana, así como dd
hondo sentido espiritual de la reunión
c(ue se celebraba.
Considera que la creación de filiales
de las Academias de la Historia y B e­
llas A rles, juntamente con las de la
l.engua, ya existentes bace medio siglo,
es una necesidad en pueblos que tienen
la misma alma y la misma sangre; al
par que cree constituye mayor labor
diplomática, la que se pueda realizar a
través de las Academias, para un me­
jor conocimiento mutuo que otra al­
guna.
E l libro "T.a escultura en el Ecua­
dor ", de Jo sé Gabriel N avarro, que pre­
mió la Academia, dice que les habrá en­
señado a los académicos que Quito es
la -\tcnas americana en escultura, y en
cuanto a lienzos; cree que Gorívar, M i­
guel de Santiago y Galque—la gran
trilogía del arle quiteño—son dignos de
figurar a! lado de Zurbarán, Murillo y
Velâzquez.
P ara ellos pide hospitalidad en cl
Museo del Prado y por ello solicita del
Ministro de Bellas Artes, señor duque
de Alba, la creación en la pinacoteca
nacional del Museo del A rte Colonial
de América.
TTace el ofrecimiento de las insig­
nias, diciendo que al conde de Roma-
nones, no sólo la entrega en reconoci­
miento de la creación de la filial de
Quito, sino en rendido tributo a sus mé­
ritos y a los grandes servicios presta­
dos a las rdaciones de su patria con
América, y al señor Francés, por su ad­
hesión panegírica al gran Bolívar y
las obras que dedicó con su brillante
pluma al inmenso panorama espiritual
de América.
A continuación habló D. José Fran ­
cés, quien dijo que aceptaba la condeco­
ración como homenaje a uno de los sol­
dados de filas, que eran los académicos.
.\laba la obra del señor N avarro, que
demostró el gran amor <le su autor a
España y cómo se formaba d arte qui­
teño en !a unión de! barroco indio con
el renacimiento español.
Recoge la idea dcl Museo Colonial y
habla de la perfecta unión entre es­
pañoles y americanos que ha existido
siempre, pues hasta en la época de la
conquista decía B o lívar: “ No hay que
confundir los españoles con el Gobier­
no <le España: nosotros no luchamos
contra los primeros, sino contra d se­
gu n d o "; y termina recordando que un
sacerdote español bendecía la unión de
B olívar con su mujer Teresa del Toro,
y otro español le ayudaba a bien morir.
P o r último, el conde <le Romanones
recoge la trascendencia del acto como
lazo de unión de Am érica y España;
admite Ja condecoración, no por si, sino
como director de la Academia, y dice
que ésta sabrá agradecer la recompensa.
FX M IN IS T R O D EL URUGUAY EN E L COLE­
G IO D E V ETE R IN A R IO S
En el salón de actos dd Colegio de
Veterinarios disertó d ministro del
Uruguay, D. Benjamín Fernández M e­
dina, sobre el tema "Alimentación cár­
nica” .
Comienza dirigiendo un saludo a los
veterinarios españoles y elogiando a la
Escuela española, la de más antigua
tradición entre todos los pudrios.
Después de unos párrafos dedicados
al intercambio hispanoamericano y a
poner de rdieve el progreso de la ga­
nadería americana, lee unas estadisti-
 REVISTA DE LA S ESPAÑAS
cas que demuestran cómo los países más
poderosos son aquellos que más carne
consumen.
Cree llegado d momento de aplicar
una alimentación racional al pueblo, y
espera que España no sea la última en
acometer este problema.
Termina poniéndose a disposición de
los veterinarios españoles, si es que és­
tos consideran oportuna su iniciativa.
H OM EN A JE D EL REAL COLEGIO D E FARMA­
C ÉU TIC O S A U N VENEZOLANO
En sesión extraordinaria, presidida
por el ministro de Venezuela en Espa­
ña, se hizo entrega a dicho diplomáti­
co del pergamino que los farmacéuticos
envian a su colega venezolano doctor
Ovalles. E l docfor Ovalles es el ini­
ciador del Congreso Farmacéutico Ibe­
roamericano, que se celebrará en N o­
viembre próximo.
E l presidente de la entidad trazó una
breve historia del Real Colegio, el cual,
encargado al principio de Jos estudios
farmacéuticos, fundó más tarde (justa­
mente hace cien años), la actual Facul­
tad de Farmacia. E l próximo Noviem­
bre, fecha del centenario, se celebrará
el certamen indicado y se hará entrega
de! Jardin Botánico, que Jos farmacéu­
ticos regalan a Ja Ciudad Universita­
ria. Da cuenta de haberse solicitado de
los países americanos semillas y plan­
tas para sembrarlas en el Jardin Botá­
nico. Uruguay las ha enviado espontá­
neamente.
E l doctor López Pérez, farmacéutico
de la Armada, hace entrega del artísti­
co pergamino al representante de V e­
nezuela.
Se nombran por aclamación colegiales
corresponsales (cuatro profesores ame­
ricanos, de los que se halla presente el
profesor uruguayo doctor Cerdeiras), y
se da cuenta de haber concedido U ru­
guay un premio para ei certamen a este
tema: "Intervención de los farmacéuti­
cos en los descubrimientos y progreso
de la Química” .
E ! presidente da lectura a la Real or­
den que concede, en memoria del cen­
tenario referido, a los alumnos del doc­
torado un premio que consistirá en in­
vestirle del grado de doctor con el ri­
tual con que antiguamente se celebraba.
B O L IV IA
IN GRESO E N LAS FAC U LTAD ES
H a s i d o c u r s a d o u n o f ic io m ín is C e r ia l
a l o s jefes de Universidades de J a Re­
p ú b lic a p a r a q u e lle g u e a c o n o c in ú e n to
d e C odos lo s d is tr ito s u n iv e r s ita r io s la
in n o v a c ió n in tr o d u c id a :
“ De acuerdo con las sugestiones ema­ cena de Diciembre. Los aplazamientos
nadas de la Oficina técnica de este M i­
nisterio, me es grato remitir a usted
una copia de los programas a que de­
berán regirse y ajustarse las pruebas de
ingreso a cada una de las Facultades
universitarias para los alumnos que hu­
bieran vencido la instrucción secunda­
ria en el presente año y aspiren a con­
tinuar sus estudios para la adquisición
de una profesión universitaria determi­
nada.
Como quiera que no todos los dis­
tritos escolares han dado cumplimiento
a las órdenes emanadas de este Minis­
terio para que procedan a la confección
de un proyecto de programas de ingre­
so a las Facultades respectivas, a pesar
de ais reiteradas comunicaciones en tal
sentido, se ha tenido que aprobar el
formulado por la Universidad de Chu-
quisaca, por ser el más completo, aun­
que dicha aprobación sólo se restringe
al presente año y a los alumnos que
quedaren aplatados en los exámenes de
ingreso de este mismo año.
A fin de asegurar las buenas condi­
ciones del examen de ingreso a Facul­
tades, me permito llamar su atención
sobre los siguientes puntos, cuya fiel y
estricta observancia, de parte de las au­ mas de instrucción secundaria, actual­
toridades encargadas de hacerles dar
cumplimiento, así como de los interesa­
dos que han de cumplirlas, son de toda
importancia y rigor:
1) Sólo tienen derecho a rendir damente autorizado por el Director del
exámenes de ingreso a las Facultades
los aspirantes que hubiesen vencido los
seis años de instrucción secundaría y
que .se hallen, por consiguiente, en las
mismas condiciones que los aspirantes
© Biblioteca Nacional de España
115
a rendir examen del antiguo bachillera­
to (actualmente suprimido).
2 ) £ 1 titulo de bachiller será otor­
gado después de la prueba de ingreso
a la Facultad respectiva, y sólo da de­
recho a seguir los estudios profesiona­
les en dicha Facultad, y no en otra,
previos los trámites del caso.
3) La fecha para la recepción de
estos exámenes de ingreso a Facultades
será la misma indicada para los anti­
guos exámenes de los aspirantes al títu­
lo de bachiller, o sea la segunda quin­
se regirán a lo establecido en cuanto a
fechas nuevas para la recepción de las
pruebas, conforme a los mismos pro­
gramas que fueron empleados paca las
dd presente año.
4) Las inscripciones en las Faculta­
des se ajustarán a los requisitos estable­
cidos, debiendo presentar el interesado
el certificado de haber sido aprobado en
sus exámenes de ingreso a la Facultad
donde quiera inscribirse y no en otra
cualquiera.
5) Los aspirantes a estudios facul­
tativos en las ciudades que no cuentan
con la Facultad respectiva deberán tras­
ladarse a tiempo necesario a la ciudad
o centro universitario donde crean más
conveniente realizar esos estudios, para
someterse allí al examen de ingreso
mencionado, debiendo presentarse den­
tro del término y en las condiciones
fijadas por la autoridad universitaria
pertinente.
6) Los aspirantes a ingresar a la
Escuela de Ingeniería de Minas de
Orure rendirán examen de ingreso en
Matemáticas, Física, Química y Ciencias
Naturales (especialmente Geología y M i­
neralogia), de acuerdo con los progra­
mente vigentes en los tres últimos años
(cuarto, quinto y sexto), con las refor­
mas o adaptaciones hechas por el pro­
fesorado del Instituto de Minas, debi­
establedmienCo y con aprobación del
Ministerio de Instrucción.
7) Los aspirantes a ingresar al Ins­
tituto Normal Superior rendirán exa­
men de ingreso, con sujeción al Regla-
 116 R EV ISTA DE L A S ESPAÑAS

mcntu de este plantel, en lo relativo a
la fecha de inauguración de cursos. D i'
chos exámenes versarán sobre las raa*
cerias que exigen para cada especiali­
dad. La dirección de este Instituto en­
viará al Rectorado el proyecto de sus
programas de ingreso para cada sección
juntamente con su juicio ál respecto y
con la debida anticipación, la cual no
podrá ser menor de dos meses con re­
lación a la fecha señalada para la re­
cepción de los exámenes de ingreso.
(Este plato comprende también al Ins­
tituto de Ingeniería de Minas.)
8) Los Tribunales receptores y ca­
lificadores de los exámenes de ingreso
a Facultades se compondrán de un de­
legado de la Universidad (Rectorado),
dos profesores de la Facultad respecti­
va y dos profesores de secundaria, de­ ahora se había llamado, se convierta en
biendo presidir la Mesa el Decano y
hacer de secretario el Secretario del
Rectorado. Sólo tendrán vox y voto el
Decano y los profesores de ambos ci­ plan de la Facultad de Medicina Vete­
clos, decidiendo las controversias el pri­
mero.
9) Los examinados que resultaren
reprobados en una materia siquiera que­
darán aplazados hasta Marzo del si­
guiente año. Si no se presentaren en
esta fecha, perderán el derecho a nuevo
examen, salvo caso de fuerza mayor,
debidamente comprobada. Los aspiran­
tes reprobados en más de una materia
sufrirán aplazamiento de un año, y se
presentarán a nuevo examen juntamen­
te con los aspirantes del año corres­
pondiente. Los aspirantes que sufrieren
reprobación en dos aplazamientos pier­
den el derecho a un tercer examen.
10) Los aspirantes a realizar estu­ terminen su carrera. De maneta que ha­
dios en Universidades extranjeras, para
optar el título de bachilleres harán una
petición especial al Rectorado respecti­
vo, el que organizará un Tribunal "ad
hoc" en caso de no existir la especiali­ anteriores. En el plan aprobado para
dad en ninguna de las Universidades
de Bolivia. Este Tribunal presentará los
programas para el examen correspon­ en cambio, dar amplitud y preferencia
diente. Si existiere la especialidad en
otra ciudad de la República distinta de
aquélla en que se ha presentado el pos­
tulante, éste está obligado a trasladarse
a aquélla para los fines de su titulación.
debiendo proveerse de los documentos
que acrediten su aptitud. Queda enten­
dido que los aspirantes a estudios uni­
versitarios extranjeros deberán rendir
su prueba de ingreso ante la Facultad
similar de su residencia para optar al
título de bachiller."
M EJICO
N U EVA S FAC U LTAD ES
En la junta ordinaria celebrada por
la Gran Ckimisión del Consejo Univer­
sitario se tomaron acuerdos que son de
indudable interés para algunas Faculta­
des y Escuelas universitarias.
Se resolvió que la Escuela Nacional
de Medicina Veterinaria, como hasta
Facultad de Medicina Veterinaria, de­
pendiente, como todas las Facultades,
de la Universidad Nacional. E l nuevo
rinaria se dará a conocer cuando ya es­
tén listos los planes de todas las Fa­
cultades y Escuelas universitarias.
También aprobó la Gran Comisión
del Consejo el plan de e;studios de la
Escuela Nadonai de Comercio y Admi­
nistración, que se llamará en lo sucesi­
vo Facultad de Estudios Económicos.
Este plan de estudios no se implantará
en el curso del presente año para todos
los estudiantes, pues sólo regirá para los
que se inscriban en las asignaturas co­
rrespondientes al año en curso, debien­
do sujetar sus estudios los estudiantes
que se inscribieron en años anteriores al
mismo viejo plan de estudios hasta que
brá dos planes para dos correlativas
categorías de estudiantes. Un plan nue­
vo para los nuevos estudiantes, y un
plan viejo para los estudiantes de años
la Facultad de Estudios Económicos se
acordó reducir los estudios filosóficos y,
a los estudios exclusivamente comer­
ciales.
En próxima sesión la Gran Comisión
del Consejo Universitario discutirá el
plan de estudios correspondiente a la
Escuela Normal Superior, cuyo proyec­
to ha sido ya perfectamente estudiado.
P U E R T O R IC O
Hemos recibido el informe anual de
los trabajos realizados por la “ Institu­
ción Cultural Española de Puerto R i­
co” . durante el primer año de su fun­
dación. tpaS a iQZp, y de él tomamos
los datos que siguen ;
“ Cumpliendo con indicación del ex­
celentísimo S r. Duque de Alba. Presi­
dente de la Unión Ibero-Americana, a
D. R afael Fabián, presidente hoy de la
Cultural portorriqueña y vicepresidente
de dicha Unión Ibero-Americana, para
que se tratase de constituir en Puerto
Rico, entre los españoles y naturales de
la Isla, una Sociedad de índole cultura!
semejante a las existentes en Buenos
Aires, Montevideo, Méjico, Cuba y
otros países hispanoamericanos, en Abril
de 1 9 2 8 se iniciaron los trabajos preli­
minares, quedó constituida esta Institu­
ción, bajo el nombre de "Institución
Cultural Española de Puerto R ico".
S e cursaron cablegramas, al crearse
la Institución, al señor Presidente de la
Unión Ibero-Americana, el cual contes­
tó complacidísimo, enviando parabienes
por la brillante gestión realizada.
L a Juntao directiva interina, bajo la
presidencia de D. Rafael Fabián, y ac­
tuando de Secretario el doctor D. R a ­
món Lavandero, inauguró solemnemente
la creación de este organismo, con una
conferencia bajo sus auspicios que fué
pronunciada por D. Tomás Navarro
Tomás, el 2 7 de Abril, en el Ateneo de
Puerto Rico, con el siguiente tema :
“ Impresiones sobre el estiHlio lingüís­
tico de Puerto R ico".
L a segunda conferencia fué pronun­
ciada por el doctor Federico de Onís,
con el ttíulo " E l valor actual de E s­
paña".
.\mbas conferencias inaugurales, des­
pertaron gran interés y fueron genero­
samente ofrecidas por ambos señores
catedráticos, sin recibir por ello emo­
lumento alguno.
Aprovechando la estancia en Puerto
Rico de D. Fernando de los Ríos, se le

© Biblioteca Nacional de España


invitó a pronunciar una conferencia que
fué dictada el 2 5 del mismo mes, y para
celebrar las brillantes actuaciones de la
naciente institución, su presidente, señor
Fabián, ofreció un banquete a los tres
catedráticos españoles, que se verificó
«1 3 0 de Mayo en el hotel “ Condado
^'^anderbilt” , con asistencia de todos los
miembros de la institución y numerosos
invitados simpatizantes.
£ 1 5 de Junio, en los salones del
Casino Español, se reunieron en Asam ­
blea extraordinaria ios señores socios
fundadores de la institución, para pro­
ceder al nombramiento de la Junta di­
rectiva definitiva, y fué elegida la si­
guiente:
Presidente, D. R afael Fabián.—P ri­
mer vicepresidente, D. Emilio S. Jim é­
nez.—S^ u n d o vicepresidente, Dr. Ama-
lio Roldan.—Tesorero, D. Manuel Gó­
mez López.—Vicetesorero, D. Jo sé R o­
dríguez .^nte.— Secretario, Dr. D. R a­
món Lavandero.—Vicesecretario, Licen­
ciado D. José Ramírez Santibáñez.
Vocales: D. Romualdo Real, D. José
Rullán. Licenciado D. Salvador Suau,
y D. Emilio M. Vassallo.
.Además de la citadas, se han pro­
nunciado hasta la fecha las conferencias
siguientes:
D. Américo Castro, dos conferencias :
"Cervantes y Pirandello", e! 1 9 de Ju ­
nio de 19 2 8 , y “ Lo culto m la poesía
de Lope de V e g a ", el 9 de Agosto.
E l doctor D. Enrique Pérez Grande,
dos conferencia.s, los días 1 4 y 1 6 de
A gosto: “ E l momento sexual mascu­
lino” y “ E l momento sexual femenino” .
E l reverendo Padre Jo sé Antonio La-
buru. “ E l carácter", el 1 4 de A bril de
19 2 9 .
E l doctor D. Angel Valbuena Prat,
" £ ] Sueño y la Comedia de la Vida en
la época de Calderón” , el 2 3 de Mayo
de 19 2 9 , y “ E l espíritu religioso de la
pintura española del siglo x v it, el 30
de Mayo de 19 2 9 .
Becas: Debido a gestiones personales
practicadas por el presidente S r. Fabián,
cerca del Gobierno español, la Junta de
Relaciones Culturales y la Secretaría
general de Asuntos Exteriores, de la
Presidencia del Consejo de Ministros.
REVÍSTA DE LAS ESPADAS
creó dos becas para estudiantes porto­
rriqueños, disponiendo que dichas becas
se concedan a propuesta de una Comi­
sión formada por el Exemo. S r. Cónsul
general de España en Puerto Rico, por
el rector de la Universidad de Puer­
to Rico, y por el S r. presidente de la
Institución Cultural.
Recibidas en esta Secretaria las soli­
citudes de los estudiantes señorita M ar­
got Arce, residente en Madrid, gradua­
da de la Universidad de Puerto Rico, y
la del S r. D. Rubén del Rosario, gra­
duado con las más altas calificaciones
académicas en la Universidad de Puer­
to Rico, fueron concedidas las becas a
lo.s solicitantes mencionados, previo in­
forme del doctor de la Universidad, so­
bre los expedientes académicos de los
solicitantes.
Nuestro Presidente costeó los gastos
del pasaje al S r. Rosario, a nombre de
la Institución Cultural.
D onativos: Habiendo recibido una so­
licitud del presidente del Ateneo de
Puerto Rico, Sr. D. Manuel Benitez
Flores, para que se le prestara ayuda
económica para la celebración en Puer­
to Rico, en Octubre de 19 2 8 , de un
Certamen Interantillano, el Presidente
facilitó de su peculio propio, la cantidad
de ciento cincuenta dólares.
S e ha sostenido correspondencia por
la .Secretaria con el Centro de Estudios
Históricos, con la Junta de Relaciones
Culturales del Ministerio de Estado, con
la Universidad de Puerto Rico y con la
Unión Ibero-Americana y con gran nú­
mero de Sociedades culturales de H is­
panoamérica.
URUGUAY
KOTAS ESCOLARES
Según Memoria de la Dirección de
Instrución Primaria, « i el año 7928
existían en la República 3 9 9 escuelas
urbanas públicas y 9 4 7 escuelas rurales,
con una inscripción de 1 5 3 .2 5 6 alumnos,
y una asistencia media de 1 1 7 . 6 5 2 alum­
nos, a cargo de 3 .8 4 1 maestros. E l nú­
mero de escuelas privadas fué de 16 2
con 2 0 .5 2 3 alumnos y 509 maestros.
© Biblioteca Nacional de España
117
Durante ese año, además de las clases
diferenciales creadas para niños anor­
males, de las cuales ya se dió cuenta,
se creó una clase de ortofonía, destina­
da a corregir a los niños que presentan
vicios y defectos de pronunciación.
También se creé una colonia maríti­
ma permanente para escolares débiles
que necesitan aire de mar, y además se
estableció una nueva Escuela al aire li­
bre, en Colón, para los niños cuya sa­
lud requiere un clima estable, menos
sujeto a variaciones que eü marino.
Siguiendo la costumbre de años an­
teriores, se organizó con gran éxito un
curso de vacaciones, en el que se ma­
tricularon más de 500 maestros.
Por último, la Memoria da cuenta
del Congreso de Inspectores celebrado a
fines de Julio, en el que fueron estu­
diados los problemas más vitales de la
educación pública del país.
LIBROS BRASILEÑOS EN LA BIBLIOTECA
NACIONAL
E l 1 5 de Noviembre último se hizo
entrega de una colección de libros ofre­
cidos a la Biblioteca Nacional de Mon­
tevideo por el Gobierno brasileño como
homenaje de agradecimiento por la co­
lección con que el Uruguay obsequió
al Brasil anteriormente. E l acto fue
presidido por d ministro de Instrucción
Pública. Terminada la ejecución de al­
gunas selecciones musicales, el doctor
D. Mario Bhering, director de la Bi­
blioteca Nacional de Río de Janeiro,
hizo la entrega de la colección. A este
discurso contestó el S r. Arturo Scaro-
ne, director de la Biblioteca Nacional
del Uruguay con otro muy expresivo
de gracias.
E L PABEI.LÓN URUGUAYO E N LA C IU D A D
U N IV E R S IT A R IA D E U A S R ID
L a invitación que España dirigió al
Gobierno uruguayo para que construya
su pabellón en la Ciudad Unírersitaria
fué tomada en cuenta por el Consejo
Nacional, dando lugar a un breve de­
bate. EU ministro de Instrucción pro­
puso la cantidad de 50 .0 0 0 pesos, que
 118
son los que se necesitan para ejecutar
la obra, con imputación al superávit
del último ejercid o; observando enton­
ces el Dr. Lussich que no obstante el
interés que ofrece la iniciativa, no seria
posible disponer de aquellos recursos, en
vista de las razones de orden financie­
ro que adujeron en la sesión anterior,
© Biblioteca Nacional de España
REVISTA DE LAS ESPACIAS
y que indican proceder con prudencia
en toda cuenta que importe crear nue­
vas erogaciones al erario público. Sin
embargo, considera que podría llegarse
a la misma finalidad concretando otra
financiación compatible con la situación
del Tesoro, que no importe crear nue­
vos gravámenes.
Estas manifestaciones fueron compar­
tidas por otros consejeros, resolviéndo­
se en definitiva aceptar en principio la
adhesión de la República a la fundación
de la Ciudad Universitaria de Madrid,
debiendo el ministro indicar a la fuente
de recursos a la oial se imputará la
obra
 UNION IBERO-AMERICANA
VIDA
JU N T A G EN ERA L
Presidida por el Sr. Duque de Alba,
Presidente de la Unión Ibero-Ameri­
cana, celebró ésta su junta general re­
glamentaria anual con numerosa concu­
rrencia de señores socios, que aproba­
ron por unanimidad la gestión social en
el año 1929, de la que se dió cuenta,
mediante lectura, hecha por el Secreta­
rio general, D. José Antonio de Sangró-
niz, de la Memoria redactada ai efecto y
que ya conocen nuestros lectores, pues se
publicó en la R e v i s t a d e l a s E s p a ñ a s
en su número de Enero.
El Presidente, el Secretario general y
la mitad de los Vocales, a quienes, se­
gún los Estatutos, correspondía cesar,
por aclamación, fueron reelegidos, que­
dando la Junta directiva constituida para
1930 en la forma que se consigna en la
segunda plana de la cubierta de esta
R e v i s t a d e l a s E s p a ñ a s , órgano en l a
Prensa de la Unión Ibero-Americana,
que es su editora.
Loa concurrentes cambiaron impresio­
nes respecto a la marcha de la Sociedad,
a sus aspiraciones, orientación para lo
porvenir, mostrándose optimistas en
cuanto al desenvolvimiento en América
y en España de la acción iberoamerica-
nista, así en las esferas oficiales como
en el terreno científico, cultural, artísti­
co y económico.
N UESTR OS ENVIADOS E N M IS IÓ N C U L T U ­
RA L A A M ÍR IC A
De D. ¡osé Muría Salauerria.
Nuestro querido amigo el eminente
publicista D. José María Salaverria, Vo­
SOCIAL
cal de la Junta directiva de la Unión
Ibero-Americana, que fué enviado por
ésta en misión cultural a Venezuela, ha
dirigido la siguiente comunicación ofi­
cial sobre el particular:
“ Exemo. S r. Duque de Alba, Presi­
dente de la Unión Ibero-Americana.
M i ilustre señor: Tengo d honor de
dirigirme a usted para comunicarle los
pormenores de mi viaje a Venezuela,
en cumplimiento de la misión que la
Unión Ibero-Americana tuvo la bondad
de encomendarme. E l viaje he podido
realizarlo con toda felicidad, gracias a
la cooperación que las autoridades y
los elementos sociales e intelectuales
de aquel noble país me han prestado,
y a! prestigio de la respetable entidad
que me enviaba, poniendo de mi parte
todo mi afán por que mi excursión
haya podido rendir algún beneficio a
la causa de ¡a aproximación entre E s ­
paña y América.
Embarqué en Cádiz, en el vapor
“ Manuel A rn ú s", de la Compañía
Trasatlántica, cuyo capitán rae hizo ob­
jeta de sus más amables preferencias y
distinciones, y después de una escala en
San Ju an de Puerto Rico, tomé tierra
en el puerto de la Guayra. A l punto me
vi protegido y agasajado por la genti­
leza del Gobierno de Venezuela, pues
acudió al buque para ponerse a mi dis­
posición el je fe de la .\duana de la
Guayra, D r. Vivas Pérez, el cual se
encargó de los trámites de mi desem­
barco y puso a mi disposición el auto­
móvil oficial que había de conducirme
a Caracas. Poco antes de llegar a la
capital salió a mi encuentro el Dr. Mi-
chelena, alto funcionario del Ministe­
© Biblioteca Nacional de España
rio de Relaciones Exteriores, para ma­
nifestarme que me transmitía el saludo
del señor Ministro y el acuerdo del Go­
bierno de declararme huésped de honor
de la República. Al efecto fui conve­
nientemente instalado en un amplio de­
partamento del hotel principal de Ca­
racas.
Desde el primer día todos los perió­
dicos rivalizaron en una simpática por­
fía acogedora, creándome entre el pú­
blico un ambiente de lo más caluroso,
y todas las clases sociales acudieron a
saludarme con una expectación y un
afecto conmovedores. Estas demostra­
ciones de viva simpatía yo las atribuí,
más bien que a mi personalidad litera­
ria, al cumplido deseo de poder honrar
a un representante de la intelectualidad
española. Pues han sido escasos, rae
dedan. los verdaderos intelectuales es­
pañoles que han visitado Venezuela,
se entiende de positivo valor y de con­
ducta decorosa, y en este sentido ex­
presaban su gratitud a España, y par­
ticularmente a la Unión Ibero-Ameri­
cana, por haberles enviado tal mensa­
jero. M e creo en la obligación de ha­
cer estas manifestaciones, lindantes, al
parecer, con una pueril inmodestia, por­
que deseo informarle a usted del estado
de espíritu de aquellos países herma­
nos. y reiterarle asi mi opinión de que
es sumamente necesario enviar los más
posibles representantes de nuestra inte­
ligencia, cuidando mucho su elección: y
enviarlos, no sólo a las naciones de
América que descuellan por su activi­
dad económica y por su posición favo­
rable, sino acaso con predilección a
aquellas otras Repúblicas que resuenan
 120 R EV ISTA DE LAS ESPADAS
menos, que viven más apartadas de
nosotros, y conviene, por lo mismo, des­
pertar o avivar en ellas el calor tradi­
cional del hispanismo, que arde a pesar
de nuestro mutuo apartamiento y de
las adversas influencias.
Tuve el honor de ser agasajado por
el Ministro de Relaciones Exteriores,
en el propio Ministerio, con una recep­
ción y un lunch. También fu i recibido
por el señor Presidente de la Repúbli­
ca en audiencia especial.
Llegado el momento de dar las con­
ferencias, como el salón de actos de la
Universidad se hallaba en reparación,
se me brindó por las autoridades el
Teatro Nacional. E l Dr. Risquez, res­
petable caballero venezolano que pre­
side en Caracas la sección local de la
Unión Ibero-Americana, se encargó de
imprimir y repartir las invitaciones, se­
cundado por la Cámara Española de
Comercio. Un público distinguido llenó
el teatro en el curso de todas las con­
ferencias, que versaron sobre: “ Carác­
ter y eficacia” , o sea una exposición
del actual renacimiento español en todo
género de actividades progresivas junto
con la permanencia de los valores psi­
cológicos esenciales; " L a Virgen de
.Avila” , examen literario y personal de
Santa Teresa; “ De la nobleza en la
vida y en el arte” , o sea una teoria es­
tética y social del adorno. Viéndome
una vez más en todas las conferencÍa.s,
que fueron gratis absolutamente, asis­
tido por los aplausos del culto audito­
rio y por los favorables comentarios
de la Prensa.
Este es, señor, el Índice de los pasos
y obras que en cumplimiento de la mi­
sión con que la Unión Ibero-Amerina
hubo de honrarme, he tenido ocasión
de llevar a cabo en Venezuela.
Como observaciones personales me
atreveré a sugerir las siguientes: En
Caracas, como en el resto de la nación,
existe latente un hispanismo que se ma-
niflesta por un hondo orgullo racial y
por el uso espontáneo de un castellano
mucho más limpio de neologismos y co­
rrupciones que el db otras Repúblicas
americanas. Juzgando por la lectura de
libros y diarios, por artículos de cos­
© Biblioteca Nacional de España
tumbres y por los dichos populares, he
observado que no quedan heces de ren­
cor hacia España, y sí una cierta cu­
riosidad y buen deseo por nuestro país.
Pero no puede pedírseles que su interés
por España sea extraordinario, porque
España no se ha preocupado de man­
tener fuertes vinculaciones con aquel
pueblo. N i embajadores especiales, ni
Comisiones preparadas, ni profesores y
conferenciantes, nada que sirviera para
despertar respeto, curiosidad y simpa­
tía, ha sido por nosotros enviado. Mi
opinión es que el fruto más bello y
abundante respondería, seguramente, a
cuantos esfuerzos emplease España en
Venezuela. E n cuanto a las relaciones
comerciales, creo que en aquel pais hay
mucho que hacer ; pero seria preciso
que el tono y el sistema de comerciar
de nuestros compatriotas allí estable­
cidos adquiriesen un brío y una altura
mayores, contando con la asistencia que
desde España se les prestase.
Pongo bajo su bondad el juicio y
aprecio de mi labor durante el viaje, y
me es grato, señor, repetirme su aten­
to y afmo. s. s. q. e. s. m.. /osé Marta
Saittverrta. ”
D e Doña Concha Espina
Por su parte, la ilustre escritora Con­
cha Espina se expresó en los términos
que siguen, en relación con su viaje a
Santo Domingo, en misión que le en­
comendó también la Unión Ibero-Ame­
ricana.
“ Sr. D. José Antonio de Sangróms,
Secretario general de la Unión Ibero-
Americana.— M i distinguido amigo: A
mi regreso de América, en el último
Noviembre, estaba en la obligación de
darles a ustedes cuenta del mensaje que
me confiaron para Santo Domingo.
Apremiantes urgencias de trabajo y
acontecimientos solemnes de familia me
embargaron primero, en absoluto, y des­
pués he caído enferma hasta hoy mis­
mo que en la cama dicto para usted
estos renglones.
Para corroborar lo que falte en estas
notas, muy somera-s, y como testimonio
de que la misión que ustedes me encar­
garon dió un fruto de españolismo ar­
diente y eficaz, les mando también al­
gunos recortes que pude recoger de la
Prensa dominicana, abundantísima en
amabilidades para mi. A l reunirlos aho­
ra veo que me falta lo mejor de la
cosecha, como suele ocurrir en estos
casos.
Llegué a la República Dominicana el
4 de Septiembre, en aeroplano, y per­
manecí en ella diez días, durante los
cuales di una conferencia en el Qub
"Nosotras", sobre la mujer en España,
sus características, su abolengo, sus vir­
tudes. su adelanto social, su actuación
en la vida moderna.
Otra conferencia en el gran teatro
Colón, titulada "Naves y Torres". Abar­
có desde la insigne memoria de las ca­
rabelas del descubrimiento, hasta el Plus
Ultra y el Jesús del Gran Poder, con
alusiones al Faro de Colón, torre ingen­
te del porvenir entre España y Santo
Domingo.
En la Vega Real, dudad de la Repú­
blica, y en su "Casino Central", leí un
trabajo titulado “ La Mujer en Cervan­
tes", estudio psicológico y de costum­
bres, de honda raíz histórica y nadonal.
En la Ciudad de Santiago de tos C a­
balleros: Conferenda con el titulo "Cas­
tilla", en la Sodedad “ Amantes de la
Luz” . Versó acerca de ambas Castillas,
especialmente la del Mar; de su arraigo
y poderío en las costas y llanuras del
mundo americano; de su transcendenda
universal como madre de nadones, re­
gazo donde la unión de España tuvo su
incubación y magnitud.
En la Casa de España, en Santo Do­
mingo, di, por fin, como despedida, una
lectura de versos españoles, con su pre­
vio discurso de oportunidad.
En ninguna de mis aauaciones públi­
cas por la isla puse precio alguno a mi
trabajo; es dedr, que por mi actuadón
literaria en Santo Domingo, no he co-
 REVISTA DE LAS ESPAJ^AS
brado absolutamente más cantidad que
la subvención que me facilitó a este pro­
pósito la Unión Ibero-Americana.
Quedé íntimamente contenta del re­
sultado de la excursión, inolvidable para
mí en honores y agasajos, que sólo en
nombre de España acepté y a ella se los
be ofrecido.
Ustedes saben que fui declarada hués­
ped de honor de la República, alberga­
da espléndidamente por el Cabildo ca-
pitalcño, y paseada con los mejores ha­
lagos por la isla.
Nuestro Encargado de Negocios allí,
D. Francisco Javier Meruéndano, me di­
jo. espontáneamente, que pensaba escri­
bir a este Ministerio de Estado, sobre la
eficacia y la huella de mi viaje a la anti­
gua isla "Española".
Durante él vi aquella bandera cons­
tantemente unida a la de mi país, en
una fraternidad que, según todos los sín­
tomas. era muy entusiasta y elocuente.
Deseosa de haber contribuido, con mi
voluntad y mis sentimientos, a las in­
tenciones de ese ilustre centro de cultu­
ra iberoamericano, en lo que respecta al
encargo de ustedes me hicieron para la
República Dominicana, le saluda muy
atentamente su amiga y compañera,
Concha Espina."
La Unión Ibero-Americana ha visto
con íntima satisfacción el éxito de tan
preclaros representantes de la cultura es­
pañola, de cuya actuación se felicita,
uniendo sus más cálidos aplausos a los
muchos que les fueron tributados en
-América.
ACTOS EM E L D O M IC IL IO SOCIAL
Este número de la R e v i s t a d e l a s
E spada sviene encabezado por la con­
ferencia que sobre el tema "L a Verdad
Histórica y el Romanticismo" pronunció
en nuestra casa D. J. M . Echenique
Oandarillas el 18 del corriente.
Nuestros lectores pueden, en conse-
•cucncia, apreciar su gran interés y la
•corrección de lenguaje del conferencian­
te, personalidad chilena de alto relieve.
actualmente Miembro de la Conte Per­
manente de Arbitraje de La Haya.
Fué presentado el Sr. Echenique por
nuestro Vicepresidente, D. Antonio Goi-
coechea, que con el Sr. Nuncio de Su
Santidad y el Sr. Embajador de la A r­
gentina presidieron la solemne sesión, a
la que concurrió muy selecto y nume­
roso público.
E l Sr. Goicoechea dijo en síntesis que
interrumpía la añeja costumbre de la
Unión de suprimir las presentaciones, en
honor a las cualidades del Sr. Echeni-
que. que merecen trato excepcional. Po­
lítico y diplomático de altura, miembro
del Tribunal Permanente de Arbitraje
de La Haya, en todas partes y en los
más altos cargos se ha distinguido por
sus actitudes, inteligencia y vasta cultu­
ra. Esto y su notable labor literaria se
unen a un motivo de singular simpatía
para nosotros; su constante amor a Es­
paña, a su glorioso pasado y a sus ins­
tituciones más genuinas. Cita a este res­
pecto su obra “ Los Demoledores", y ha­
bla luego del romanticismo que, aparen­
temente imbuido del pasado, no hizo si­
no falsearlo. Pero en cuanto a España,
el mal es más antiguo. Precursor de Víc­
tor Hugo es Schiler en su Don Carlos,
y otros autores falsearon la historia de
Felipe II. Presenta la actitud frente a
¡0 9 acontecimientos de un clásico y un
romántico, personificados en Andrés Be­
llo y en Sarmiento. Habla de la musa
romántica, musa del dolor eternamente
atormentada, y luego de sostener la ne­
cesidad de defender la civilización cris­
tiana. termina saludando ai Sr. Echeni­
que y expresando la complacencia de to­
dos en escucharle,
E l sábado 1 1 del corriente, D. Joaquín
Prieto, abogado, de Buenos Aires, dió
una conferencia, por la que reobió mu­
chos plácemes. El tema fué: "America­
nismo e hispanoamericanismo” .
R E C IT A L
Organizado por la Federación Uni­
versitaria Hispano-Americana, dió en
nuestra casa un redtal D. Fernando
Cortes, de Puerto Rico, primer premio
© Biblioteca Nacional de España
121
del Conservatorio de Música y Declama­
ción de Madrid.
En el programa figuraban composi­
ciones de poetas españoles e hispano­
americanos.
E l Sr. Cortes cantó varios números
acompañado al piano por su maestro
D. Enrique Peidró.
Fué una fiesta agradabilísima y en
que la numerosa concurrencia, que acu­
dió a la invitación de los estudiantes his-
panoamericanoa, aplaudió calurosamente
al Sr. Cortes.
LA U N IÓ N IB ER O -A M ER IC A N A DE V A LEN ­
C IA Y LA S C O M L H IC A C IO N B S M A R ÍT I­
MAS C O N A M ÉRICA.
Nuestro Centro Correspondiente de
Valencia se dirigió a la Unión Ibero-
Amerícana manifestando lo que sigue:
Esta Comisión juzga de transcenden­
cia suma para la economía valenciana
cuanto se relaciona con el mejoramien­
to de las comunicaciones entre nuestro
país y los pueblos americanos, por lo
que, reiteradamente, viene ocupándose
de tan importante asunto, estima que el
plausible propósito del Gobierno de in­
crementar las marítimas, ofrece ocasión
propicia para propugnar por tan vital
aspiración.
Según parece, el señor Ministro de
Marina ha de redactar en breve los
pb'egos de condiciones para el con­
curso de servidos a contratar, aun­
que es lógico presumir que la infinidad
de reclamadones que desde hace años
se vienen formulando para que cese el
olvido que en este orden sufre nuestro
puerto sean tenidas en cuenta, creemos
que debe aprovecharse la oportunidad
de estas dreunstandas para recordar e
insistir en tan procedente demanda y que
por ello nos hemos dirigido, como por
la presente lo hacemos a esa Central,
encaredéndole una vez más que con su
mcreddo prestigio, sin perjuido de lo
que afecte de modo directo a otras re­
giones, por lo que a la nuestra atañe,
someta a la consideradón del Sr. Minis­
tro la perentoria necesidad de que que­
de atendida la muy justa aspiradón de
la región vaiendana de que su puerto
 122
del Grao figure en los itinerarios de ida
y retorno de las líneas fijas, no sólo en
la titulada ' ‘Barcelona-Argenciea-Barce'
lona", sino en todas las demás de núes-
tros puertos del Mediterráneo a Amé'
rica, Canto respeao a los buques dedi­
cados principalmente a la carga de mer­
cancías, como a los que por sus espe­
ciales condiciones de rapidez y confort
se destinan de modo especial al trans­
porte de viajeros, pues es ciertamente la­
mentable la.preteridón de que es victi-
ma un puerto como Valencia por el que
se efectúa la importación de un 1 2 por
1 0 0 y exportación de un 16 por 1 0 0 ,
aproximadamente, de las cifras globa­
les de España, y del que para la actual
línea Buenos Aires-Brasil, salieron en
el año 1928, unas 24.000 toneladas, y
no será menor la d fra del presente, en
su mayoría conservas, arroz, azulejos,
cebollas, patatas, ajos, naranjas, vinos,
lampistería, libros, abanicos, etc., etc., no
obstante no poder utilizar más buques
que los de la Compañía Ibarra y la de
Transportes Marítimos Franceses, que
tocan una vez por mes en nuestro puer­
to, ya que los de la Transatlántica Es­
pañola sólo hacen escalas en Barcelona,
Almería, Málaga, Cádiz y Canarias.
Añadiendo que la gestión que se rue­
ga ha de ser extensiva al esencial extre­
mo de que el predo que se autorice para
los fietes no sea más elevado que el de
las Compañías extranjeras.
Y como no dudo de la favorable aco­
gida que han de dispensar ustedes a
esta moción, que para su eficada acon­
seja urgente labor, agradeceré que cuan­
to antes me comuniquen el resultado, y
si, como creo, lo estiman pertinente, que
hagan la referencia adecuada en nuestra
R e v is t a de las E spa S as.
Con este motivo, etc., etc. (Firmado
por el Presidente del Centro Correspon­
diente de la Unión Ibero-Americana de
Valenda). Eduardo Salinas."
De acuerdo con la aspiradón consig­
nada, transmitida por el activo Presi­
dente del Centro valendano, Sr. Sali­
nas Romero, la Unión Ibero-Americana
de Madrid elevó instanda encaredendo
la ímportanda y justida de aquélla, y se
© Biblioteca Nacional de España
REV ISTA DE L A S ESPAÑAS
propone perseverar en el apoyo de lo
que cree ha de redundar, en definitiva,
en provecho general de la economía na-
donal.
P U B L IC A C IO N E S
Se ha hecho una edidón de la "M e­
moria de la Unión Ibero-Americana",
correspondiente al año 1929, que forma
un volumen de 1 2 0 páginas.
Como apéndices figuran en ella: Re-
ladones de los libros incorporados a la
Biblioteca de la Unión Ibero-Americana
en 1929 y de los diarios, revistas y bo­
letines que en ella se reciben; el Indice
de la R e v i s t a d e l a s E s p a ñ a s en el
mismo año, y Notida del Patronato de
Estudiantes Híspano Americanos.
A cuantas personas lo deseen, se les
enviará gratuitamente un ejemplar con
sólo soiidtarlo de nuestra Secretaría ge­
neral.
N U EVO S C A N JE S
Compladdos hacemos constar hemos
estableddo últimamente canje con los si­
guientes periódicos.
Argentina.— Diario "L a Opinión", de
Avellaneda; revista "Ensayos” , de Men­
doza.
Colombia.— Revista "Archivos de Le­
pra’*, de Bogotá.
Ecuador. — Revista “ Cándido” , d e
Quito.
El Salvador.— Revista "L a Reforma",
de San Salvador.
Me'jico.— Revistas "Méjico Rotario” ,
de Méjico: "Comunicadones” , de Pue­
bla; “ A B G ". de Irapuato.
Panamá. — "Boletín de la Academia
Panameña de la Lengua", de Panamá.
Portugal.— Diario “ O Imperio Portu-
guez", de Lisboa.
Venezuela. — Revista "Unanimidad",
de La Guaira.
A LOS A UTORES Y ED ITO R ES
En la Unión Ibero-Americana se ha­
lla estableddo un servicio, gratuito
como todos los que presta nuestra Aso­
ciación, encaminado a fadlitar en Es­
paña la adquisición de libros y sus-
crípdones y anundos a periódicos his­
panoamericanos, y consistente en que
los autores y editores americanos de li­
bros escritos en español e impresos en
pueblos del mismo idioma, pueden tener
un depósito de sus obras, durante un
año, en nuestro domicilio sodal (calle
de Los Madrazo, número 9, M adrid),
a disposidón de los libreros y particu­
lares españoles que deseen adquirirlas,
encargándose, como es natural conse-
cuenda, de la administradón de dicho
depósito, sin perdbir cantidad alguna,
salvo los gastos de coneo que puedan
originarse.
Respecto a periódicos y revistas, po­
drán, los que lo deseen, anundar en
sus edidones a la Unión Ibero-Ameri­
cana como centro para la suscrípdón
y anundos en España de las respecti­
vas publicadones, una vez que envíen
tarifas de los predos y las instruccio­
nes convenientes.
De igual modo facilitaremos libros
y suscripciones a publicadones de Es­
paña, a quien, desde América, lo solí-
dte.
De cada obra o número de periódico,
habrá de destinarse un ejemplar para
la Biblioteca de la Unión Ibcro-Ame-
DELEGADOS Y R E P R E S E N T A N T E S
DE LA U N IÓ N IB ER O -A M ER IC A N A
E N A M ÉRICA
Han tenido la amabilidad de llamar
la atendón de esta Sodedad persona­
lidades de América, amantes de nues­
tros ideales y simpatizadoras con nues­
tra gestión, acerca de lo perjudicial
que para la misma resulta la frecuen­
te aparición en las Repúblicas ibero­
americanas de viajeros que, persiguien­
do finalidades únicamente particulares,
dicen llevar la representadón de enti­
dades americanistas de España.
 REVÍSTA DE LAS ESPAl^AS 123

La Unión Ibero-Americana se cree en
el caso de hacer constar que, por lo
que a ella atañe, tiene por costumbre
dar cuenca de modo directo a los Re­
presentantes oficiales de España en las
naciones americanas de nuestro origen,
no sólo de los trabajos y propaganda que
realiza, sino también de las variaciones
que, rara vez, no siendo por fallecimien­
to, introduce en sus representaciones
permanentes, las cuales, por lo demás,
se cuida mucho de que recaigan en
personas de prestigio y arraigo, mos­
trándose muy remisa en el otorgamiento
de autorizaciones pasajeras, de las que
siempre ha dado también noticia a la
Representación ofidal de España y a sus
Delegaciones en el Nuevo Mundo.

LI BROS RECI BI DOS

LIBROS INGRESADOS EN LA BIBLIOTECA
Sin p e r j u i c i o de I<i5 n o t o s bibliográficas que aparecen e n o t r o sección de esta Revista, publicamos la presente
relación ( c lo s í/ íc a d o s atendiendo a la n o c i ó n e n q u e h a n s id o p u b l i c a d o s ) para que los señores Socios de la
Unión Ibero-Americana tengan noticia de los lib r o s q u e l a m is m a a d q u ie r e , a s í c o m o d e lo s q u e a l a R e v i s t a
D E L A S E s t a ñ a s e n v ía n a u t o r e s y editores y otros donantes, a ¡os que reiteramos nuestra gratitud por contri­
buir a enriquecer la B i b l i o t e c a s o c ia l; la más nutrida y consultada de España e n a s u n t o s americanos; en la que
se reciben u n m i l l a r , próximamente, de publicaciones periódicas de América, y abierta a c u a n t a s p e r s o n a s quie­
ran concurrir a ella todos los días laborales, d e c u a t r o d e la t a r d e a ocho de la noche.

A R G E N T IN A “ Después de la guerra" (Las relacio­ familias colombianas", por Alberto y

■‘Guía Expreso de las Américas", por
A . Cartel Blanco.— Buenos Aires, 1929.
“ Facundo” , por Domingo Faustino
Sarmiento.— Buenos Aires, 1907.
"Sarmiento” (La vida, la obra, las
ideas, el genio), por Alberto Palcos.—
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 e d it o r ia l v o l u n t a d , s . a . Clicinas: MftDRlD, Baztambide, 3
L I B R E R I A S : MADRID, Alcalá, 28; BARCELONA, Bruch, 35; VALENCIA, Mar, 17; OVIEDO, Dría, 16
U L T IM A M E N T E H A N A P A R E C ID O L A S O B R A S S IG U E N T E S:
Colección de lecturas espirituales. La Dádiva del Sagrario (o "E l Cantar de los Cantares), por M . Pérez y
Rodríguez, Deán de Albarracín; 4 pesetas rústica y 5 tela.— La Imitación de Santa Teresíta del Niño Jesús. Nue-
va edición notabiemcnte aumentada, por S. Nevigné (pseudónimo de S. Navantés); 4 pesetas rústica y 5 tela.
En breve se publicarán nuevos títulos para esta Colección, que ha sido Can favorablemente acogida.
M í Libro de Comulgar, por A- Villanueva, O. S, B. 3 pesetas. V a seguido del ordinario de la Misa y del Sa-
cramento de la Penitencia.
Las ?{uevas Armas. Estudio sobre la aviación, los gases tóxicos y los carros de combate, por el Teniente Co­
ronel J . C. Guerrero, Agregado militar del Perú en Berlín; 8 pesetas.
Crónica Oficial de lo Embajada del Cardenal Benllocli a la América Española, dos volúmenes encuadernados,
12,50 pesetas volumen.
La Dictadura y el Dictador, por ). Cortés Cavanillas; 4 pesetas.
De la Vida, preciosa novela de la señorita María de las Mercedes Alonso; 4 pesetas.
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g

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Nombre del buque. Toneladas. Nombre del buque. Toneladas. Nombre del buque. Tonelada

Cabo M ayor .............. 9 .18 0 Cabo Roche ............... 4.040 Cabo Corona ............. 2 .4 11
Cabo Tortosa.............. 8 ,2 5 0 Cabo Huertas ............ 4.040 Cabo San Vicente,.... 2 .3 0 0
Cabo Palos ................ 7 .5 0 0 Labo l'res horcas..... 3-775 Cabo San M artín....... 2-345
Cabo Quilates ........... 7 .5 0 0 Cabo Cervera ............ 3-690 Cabo Peñas ............... 2 .18 3
Skaneland ................... 7 .5 0 0 Cabo M e n o r............... 3-S7S Cabo Quejo ............... 2 .18 3
Nigel ........................... 7.0 00 Cabo Sacrati! ............ 3-457 Cabo San Sebastián... 2 .10 0
Cabo Torres ............. 6.275 Cabo Blanco ............... 3-435 Cabo Nao .................. 2 .10 0
Cabo Villano ............. 6.000 Cabo Carvosíro ........ 3 .3 » Cabo Roca ................. 2 .0 4 3
Cabo Esparte! ........... 6.000 Cabo L a Plata............ 3 .2 7 0 Cabo Prior ................ I.2SS
Cabo Santa M aría .... S.50 0 Cabo Collera ............. 2 .7 0 0 Cabo Silleiro ............ 1.159
Cabo Ortegal ............. 4 B0 0 Cabo Higuer ............. 2.490 Vizcaya ....................... 990
Cabo Creux ............... 4 .8 0 0 Cabo Santa Pola........ 2 .4 5 0
Cabo Razo ................. 4 .0 4 0 Labo Toriñana ......... 2 .4 5 0
L IN E A T R A N S A T L A N T I C A postal y comercial entre los puertos del Mediterráneo a Brasil, U ru­
guay y Argentina, con salida del puerto de Genova los días 2 5 , y de Buenos Aires, el 1 5 de cada mes.
LIN EÍA T R A N S A T L A N T I C A postal y comercial entre los puertos del Mediterráneo y los Estados
Unidos de América, con salida del puerto de Genova los días 1 5 y 3 0 , y de N ew -York, los 1 5 y 30
de cada mes.
L IN E A T R A N S A T L A N T I C A postal y comercial entre los puertos del Cantábrico, Sevilla y los E s­
tados Unidos de Am érica; una expedición cada veintíctfico días.
S E R V IC I O S D E c a b o t a j e ;, regulares, bi-semanales, entre Bilbao, Marsella y puertos intermedios.
P.\RA IN FO R M E S , D IR IG IR S E A LA D IR E C C IO N , Apartado núm. 15, Sevilla, y e n l o s p u e r t o s , a s u s r e s ­
p e c t iv o s CONSIGNATARIOS.

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